Ministerio de Restauración – Hno Alejandro

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La fiesta de Pentecostés, es una de las festividades que Dios ordenó celebrar durante el año. Aparece en Levítico 23: 19 y corresponde con la culminación de una cuenta de 50 días, a partir del día de la Pascua.

Es conocida también como la Fiesta de las Semanas, porque es el día siguiente a que se cumplen 7 semanas, de 7 días, total 49, entonces el día siguiente es 50. Pentecostés, viene además de la palabra griega "pentekoste" que significa "día 50". En la tradición judía el número 7 representa la perfección natural. 7 ciclos de siete, representan el ciclo del perfeccionamiento natural, pero al agregarle un día, nos queda la séptima semana de 8, es decir algo sobrenatural, que va más allá de nuestras limitaciones naturales, por lo cual Pentecostés es también un día propicio para el milagro de tener una nueva comunicación con Dios y con los demás, un día especial para purificar con fuego nuestra nuestro espíritu.

La fiesta de Pentecostes se conoce dentro del judaísmo como Shavuot y recuerda el día en que Moisés recibió las tablas de los mandamientos, en el monte Sinai. Para los cristianos además, recuerda el día en que los apóstoles, según el libro de los Hechos, recibieron el Espiritu Santo.

Según la Biblia, la fiesta de Pentecostés se celebraría eternamente, el día 6 del tercer mes de la salida de Egipto , al concluirse la cuenta de los 49 días mencionados, desde Pascua, no obstante, dentro de la tradición católica se conmemora el primer domingo siguiente a estos días.

Este año, el día de Pentecostes según lo que nos enseña la Biblia, y en el calendario judio, corresponde a las siguientes fechas.

- Desde el atardecer del martes 7 de junio de 2011

- hasta el atardecer del día 8 de junio de 2011

Es costumbre en el judaismo leer en estas fechas el libro de Ruth y también el siguiente pasaje de Levítico:

"Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu haza, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo soy vuestro Dios". (Levítico 23.22).

Los días previos a Pentecostés, están llamados a ser de especial santidad, convienen que sean días de reflexión personal pues la ocasión es propicia para ello, es costumbre permanecer en vigilia la noche de pentecostes, estudiando la Biblia y recibiendo instrucciones de parte de Dios, una comunicación especial con la predisposición a recibir una nueva comunicación de Dios, a través de su Espíritu.

Pentecostés de alguna forma, a través de su cuenta de 49 días, nos llama a dejar atrás el pasado y proyectarnos hacia el futuro, pensando en tener una relación con Dios, que vaya más allá de nuestro entendimiento, una relación de tipo sobrenatural.

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El día de Pentecostes, es de alguna forma el día octavo de la séptima semana, un día que no existe. No se trata especificamente de un día existente, no es el primer día de un nuevo ciclo, la semana tiene siete días, y pentecostes es el octavo día de la séptima semana, un día nuevo sobrenatural, no un día más, es un día que nos promete una bendición sobrenatural para encontrarnos con Dios y aumentar nuestra fe.

Para los cristianos, el mensaje del libro de los Hechos sobre pentecostes es particularmente interesante, e invitamos a meditar sobre Hechos 2 y trascender sus significados más habituales, ir más allá, tener un pentecostés también de nuestro entendimiento y de nuestra relación con Dios.

Hechos 2, debe ayudarnos a comprender en este Pentecostés, la necesidad de ser renovados, de no ser partícipes de este sistema consumista y malvado que tenemos, de un sistema de exclusión social, angustia, miseria, dolor y represión; debemos creer como cristianos, que es posible vivir de una forma más solidaria, más justa, más equitativa, y que las cosas no necesariamente deben ser como son en la actualidad que pueden cambiar, pero que ese cambio debe empezar en nosotros. Y aunque nuestra lengua resulte extraña a los oídos del mundo, el poder de Dios, en su accionar sobrenatural, hará que muchos comprendan nuestro mensaje, y también se conviertan de su mala vida, de su egoísmo, de su violencia, de su iniquidad.

Feliz día de Pentecostés para todos

Alejandro Andrada (Hno Alejandro)