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La Biblioteca Pública debe contar entre sus fortale-zas la capacidad de adaptación a las condiciones de cambio, pues no puede quedar varada en el pasado, cerrando sus puertas a las innovaciones, es decir siempre debe tener presente aquella quin-ta ley que enunciara Ranganathan* “la biblioteca es un organismo que crece”, y no sólo eso, además se modifica.
Lo anterior, crecimiento y modificación, nos habla de entidades que no se quedan estáticas enclava-das en un pasado, si no que por el contrario es capaz de incorporar a su dinámica aquellas situa-ciones del cambio que le puedan resultar beneficio-sas, es decir puede incorporar y aprovechar las nuevas formas de difusión, promoción, acceso e innovación que la sociedad del conocimiento y la tecnología van desarrollando.
Sin duda alguna esta reflexión puede parecernos un poco obvia el día de hoy, cuando nos enfrenta-mos a Bibliotecas Públicas, que además de forma-tos impreso han incorporado a sus servicios el acceso a las nuevas tecnologías y comunicaciones, pero la Biblioteca Pública de hace cincuenta años atrás distaba mucho de nuestra realidad actual.
Hoy, en plena era de la estantería abierta, es necesario que dicha información no se quede a esperas de que algún usuario la desempolve, más bien las bibliotecas deben salir en búsque-da de los usuarios, presentándose a ellas como una alternativa atractiva en materia de entrega de información, con una gama de servicios que sea capaz de satisfacer las necesidades de sus usuarios/clientes, y que a la vez tenga la forta-leza necesaria para competir en medio de la cada vez más amplia gama de opciones a los cuales estos hacen frente al momento de esco-ger.
Saber “vender” nuestros servicios biblioteca-rios, saber transformar nuestras unidades en puntos de referencias en medio de las comuni-dades a las cuales pertenecemos es el desafío de la Biblioteca Pública de hoy, el cual sin duda alguna merece ser pensado y planificado, utili-zando un plan de marketing que nos permita que sea pregonado, utilizando todos los medios posibles, para que ninguna persona de la co-munidad pueda pasar por alto aquella invita-ción que dice “tú biblioteca, tu lugar de en-cuentro”
Boletín informativo “La Ficha”
Cruzar el río, esa es la cuestión Al proponernos establecer un plan de marketing y promoción de nuestros servicios bibliotecarios, específicamente en el entorno de las bibliotecas públicas, lo primero que debemos generar es un cambio de actitud, que nos permita desvincular el manejo de conceptos comerciales como definicio-nes aplicadas solamente al mundo del mercado y servicios de consumo. Debemos comprender que la biblioteca, siendo un servicio a la comunidad puede valerse de dichas herramientas para su difusión, perdiendo el miedo a utilizar palabras como cliente, estudio de mercado, marketing, desarrollo organizacional y otros similares, sin descuidar jamás el espíritu inicial de servicio público.
Es así como vale la pena introducirnos en este tema tomando la definición que Lozano utilizará para vincular las bibliotecas públicas al mercado de productos y servicios: “aprender a atraer y a mantener a sus clientes, imitando la forma en que el sector comercial lo hace y sin renunciar a sus principios ni a sus valores como servicio público. Hay muchas formas de atender al usua-rio como cliente, y cada biblioteca ha de buscar las que estén adaptadas a sus recursos. Lo más importante es trabajar con esa filosofía”
Para saber más...
http://www.sld.cu/sitios/bmn/temas.php?idv=12291
http://www.cobdc.org/jornades/7JCD/63.pdf
http://www.um.es/gtiweb/jgomez/bibgen/intranet/03gestiona.PDF
http://lectomania.educared.pe/2009/06/conferencia-biblioteca-oasis-d.html
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ISSN : 0718-9109
Volumen 1, nº 3
Julio, 2010
Marketing en las Bibliotecas Públicas
*
Shiyali Ramamrita Ranganathan (1892-1972) fue un matemático de la India que impulsó la creación de muchas bibliotecas importantes en su país, y con-siderado el padre de la ciencia biblioteca-ria. Su libro Five laws of Library Science (1931), un clásico en la literatura interna-cional de bibliotecología, expresa las lla-madas Leyes de Ranganathan que en forma concisa describen el ideal de servi-cio y filosofía de la mayoría de las biblio-tecas de hoy día.
bergar clientes, como para el desarrollo de colecciones?, son algunas de las interrogan-tes que debemos responder en este punto.
En segundo lugar debemos ser capaces de identificar el alcance, cantidad y calidad de nuestra colección, tipo de materiales, publico objetivo, nivel de profundidad en las temáti-cas tratadas, idoneidad del catalogo que refleja la colección.
En un tercer lugar analizaremos los servicios adicionales de nuestra unidad, tales como estacionamientos, fotocopias, guardería infantil, cafetería, espacios de uso disponi-bles a la comunidad.
Un cuarto punto de análisis es reconocer las competencias profesionales, técnicas y espe-
cializadas de nuestra unidad, se cuenta con profesionales a cargo, el nivel académico o expe-riencia de los funcionarios que atienden a los clientes. Luego el quinto punto nos debe permi-tir establecer cuáles son nuestras alianzas cor-porativas, ya sea con nuestros sostenedores, otras bibliotecas, estamentos de gobierno (ej. DIBAM), escuelas, juntas de vecinos, empresa privada.
Y finalmente en un sexto punto evaluamos nues-tro presupuesto, cuál es y cuanto es lo que tengo realmente, esto involucra factores de manten-ción de la colección, mejoramiento del edificio, y fondos para actividades extra programáticas, en el mejor de los casos presupuestos para promo-ción.
Uno de los pilares de la formulación de un plan de marketing para su biblioteca pública, es determinar cuál es la oferta que dicha unidad tiene para entregar a su mercado objetivo, es decir cuál es la oferta cultural que hace que los usuarios/clientes sientan la necesidad de acercarse a nuestra biblioteca.
Para poder definir esta oferta debemos, en primer lugar, efectuar una evaluación de nuestros recursos internos, es decir poder “conocer la biblioteca desde adentro”. Los aspectos a considerar son fundamentalmente seis: el primero es el reconocimiento de las ventajas y desventajas que ofrece nuestro edificio, es nuevo o seguro,? acogedor,? Frío?, se encuentra en un lugar de fácil acce-so, ¿tiene suficiente espacio, tanto para al-
Previo al diseño de cualquier plan de marke-ting para nuestra biblioteca pública, debe-mos definir cuál es el objetivo al que apun-tamos con la ejecución realización de dicho plan. Para ello debemos considerar que la planificación en bibliotecas no es un escena-rio fácil de llevar a cabo, dado que se realiza frente a una realidad compleja, donde las variantes de planificación incontables y ge-neralmente imposibles de anticipar. (Tipos de usuarios, entornos, realidades sociocultu-rales, etarias, idiomáticas, étnicas, de géne-ro, de clima, etc.)
La Planificación consiste en la identificación de los objetivos generales de una o varias instituciones (en nuestro caso, de una biblio-
teca pública, de un red provincial, regional o nacional de bibliotecas públicas), a corto, mediano y largo plazo, definiendo, a conse-cuencia de lo anterior , las estrategias y polí-ticas para alcanzar dichos objetivos.
Definir lo que el usuario quiere, en cuanto a lo que nuestra unidad le puede efectivamen-te entregar (no podemos partir un plan de marketing en base a servicios inexistentes, dado que lo que menos queremos es generar publicidad engañosa), y en base a lo que como biblioteca queremos lograr, son pues los pilares fundacionales de nuestra estrate-gia de marketing. ¿Qué queremos?; ¿para qué lo queremos?; ¿En cuánto tiempo lo queremos? y ¿Qué queremos ?, son las pri-meras interrogantes a las cuales debemos
dar respuesta.
Un plan de marketing bibliotecario variara en cuanto su objetivo, ¿queremos que la comunidad lea más?; o bien ¿necesitamos aumentar el número de visitantes a nuestra unidad?; ¿ aumentar el número de socios inscritos o fomentar la biblioteca pública como un espacio de encuentro en torno a la lectura?. Una vez definido nuestro objetivo, fijamos un plazo y una estrategia para lo-grarlo, en esta última también definiremos cual es nuestra capacidad económica para llevar a cabo el plan, las alianzas, los profe-sionales de otras áreas que me podrán cola-borar, con todo y teniendo siempre a la vista el beneficio para el usuario, puedo diseñar y planificar mi plan de marketing.
Sólo con lo anterior conseguiremos obtener el valor agregado que la propuesta de mar-keting debe otorgar a nuestra unidad, que se traduce en la llegada de nuevos clientes, la fidelización de ellos y de los antiguos, quie-nes pasan a constituirse en un integrante protagónico del proceso de al sentirse parte del sistema organizativo, que sea capaz de identificar el resultado de los servicios de la biblioteca como un bien producto orientado
Antes siquiera de tomar con seriedad el desarrollo de un plan de Marketing, debe-mos ser honestos con nuestras capacidades y proyecciones, pues es fundamental plante-ar el marketing en las bibliotecas públicas como una actividad organizada, que asegure su continuidad en el tiempo.
a él (usuario/cliente), y que la oferta se vea más personalizada variando conforme a los segmentos de mercado a los cuales se pre-tende llegar.
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Que es lo que tenemos.
Planificación : A donde queremos llegar. . .
Organización y continuidad
L a F i c h a
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Yo mi Biblioteca Pública
Memoria Chilena y Chile para niños, son programas
DIBAM
El Marketing ya esta en las Bibliotecas Públicas
“Incluya aquí una frase o una cita del artículo para captar la atención del
lector”.
V o l u m e n 1 , n º 3
der a una gama de elementos promocionales, apuntando a un importante número de usua-rios activos y pasivos de nuestra comunidad.
Sin dejar de lado las herramientas tradicio-nales de marketing (folleteria, carteles, men-sajes radiales), la Web nos ofrece las alterna-tivas de marcar la presencia de nuestra uni-dad por medio de las redes sociales, de hecho son muchas las bibliotecas públicas que administran una cuenta o grupo de interés en Facebook, Fotolog, o bien han creado espacios de encuentros virtuales con sus usuarios a través de los blogs y sitios WEB. De igual forma la aplicación de geo referenciación (por intermedio de BiblioRe-des) con herramientas como Google Maps
nos permite ser más visible nuestra ubica-ción física.
Como nunca antes las bibliotecas públicas cuentan hoy en día con las posibilidades de derrotar al principal impedimento de desa-rrollo en materia de difusión de sus servicios “los costos asociados”. El establecimiento de redes, la participación en catálogos colecti-vos y, por sobre todo, ser parte de una red (Ya lo vemos en la Red de Bibliotecas Públi-cas, y los beneficios de tener las colecciones incorporadas al BN Catalogo), se transforma en la principal fortaleza al momento de ini-ciar la planificación de una gestión de mar-keting en nuestras unidades.
Al pensar en la generación y desarrollo de un plan de marketing para nuestra biblioteca, debemos tener en claro en el contexto en cual se llevará a cabo, pues a diferencia de hace algunos años atrás ahora contamos con una mayor gama de recursos y herramientas para llevar a cabo nuestro proyecto.
Hoy nos enfrentamos a una biblioteca inserta activamente en el marco de la denominada sociedad de la información, lo que es posible gracias a la aplicación de las nuevas tecnolog-ías y herramientas de comunicación con las que contamos . De hecho sólo con un proce-sador conectado a la RED, y los programas básicos de edición (en su mayoría disponibles en la plataforma BiblioRedes), podemos acce-
Si usted está pensando que hablar de Mar-keting y Bibliotecas Públicas es un tema novedoso, deberá permitirnos sacarlo del error, pues ya hace muchos años que las bibliotecas desarrollan de manera informal actividades propias del marketing, y que hasta hace poco llamábamos difusión de servicios, si no lo cree, a continuación enlis-tamos algunas acciones, entre las cuales usted podrá identificar algunas que ha im-plementado en su unidad:
Folleteria
Campañas de fomento lector
Marca páginas
Actividades de difusión del día del libro
Cajas viajeras, mochilas mági-cas, bibliolanchas.
Ferias del Libro
Agrupaciones de amigos
Letreros
Artículos de BiblioRedes
Avisos por las radios locales
Notas de prensa
Y un sin fin de productos y actividades que tienen como objetivo el ganar nuevos usuarios/clientes para nuestra unidad, sin embargo debemos recor-dar que el más antiguo de ellos es el boca a boca: cada usuario que salió conforme con el servicio de la biblioteca, se incorporó a la difusión de nuestra unidad. Sin siquiera nosotros saberlo, con un cliente conforme, dábamos inicio a la primera cam-paña publicitaria de la Biblioteca Pública.
lo pone en el tapete de la discusión cultural de la comunidad. Sin embargo al hablar de plan de marketing bibliotecario apuntamos a mucho más que eso.
La extensión cultural es un servicio más aso-ciado a la biblioteca, nuestro plan de marke-ting debe apuntar a la promoción del conjun-to de los servicios que la unidad entrega, en pro de satisfacer las necesidades de informa-ción de la comunidad, ya sea por interés académico o de ocio, por lo tanto nuestro programa de extensión cultural se transforma en una de las herramientas que podemos
Si bien es cierto las bibliotecas públicas son hoy en día un punto de encuentro entre la comunidad y la cultura, que alberga un sinnú-mero de actividades de extensión, no pode-mos caer en el error de pensar que esto cons-tituirá por sí sólo un plan de marketing bi-bliotecario.
La extensión cultural de una biblioteca suele venir acompañada de un programa de difu-sión de sus actividades culturales, poniendo en práctica un plan de gestión de marketing asociado a dichas actividades, lo que sin duda alguna realza el nombre de nuestra unidad y
incorporar al plan general de difusión, orientándolo siempre a la motivación del uso de todos los servicios de la biblioteca, y que esto se refleje, finalmente, en el aumento de usuarios y consultas.
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APROVECHAR EL MOMENTO HISTORICO
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“Para abrir nuevos caminos, hay que inventar; experimentar; crecer, co-rrer riesgos, romper las reglas, equi-vocarse...y divertirse” (Mary Lou Co-ok)
Nuestras Fuentes
PÉREZ PULIDO, Margarita; HERRERA MORILLAS, José Luis. Tendencias en Marketing de servicios biblioteca-rios: análisis de casos en bibliotecas públicas. Facultad de Biblioteconomía y documentación Universidad de Extremadura. España, 2008. en: http://www.cobdc.org/jornades/11JCD/actes11jcid/comunicacions/Pulido_Herrera.pdf
PÉREZ PULIDO, Margarita; HERRERA MORILLAS, José Luis. Cultura y marketing en las bibliotecas públicas españolas: actividades, iniciativas y recursos. 2007. en http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2007/enero/08.pdf
GLEZ, Nieves. Plan de Marketing 2.0 para bibliotecas. Bibliotecarios 2.0. Sevilla, 2010 en: http://bibliotecarios2-0. b l og s p ot . c om/ 2 01 0/ 05/ p la n -d e -ma r ket in g - pa ra -bibliotecas.html
FERNÁNDEZ MARCIAL, VIVIANA. Las bibliotecas, espa-cios culturales en desuso: análisis crítico de las estrategias de promoción. Universidad de San Pablo, España. Doc.pdf., 2006.
IFLA/UNESCO. Directrices IFLA/Unesco para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas. 2001, en http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001246/124654s.pdf
ISSN : 0718-9109
Carolina Santana S. Bibliotecaria directora biblioteca regional
Omar Bustos S. Prof. De Historia / ERO
La Biblioteca Nº 145 de Purranque está ubicada en el
primer piso de la Casa de la Cultura 21 de Mayo N°52,
cuyo edificio fue construido en 1922 por la Familia Subia-
bre. El edificio en el año 2006 fue comprado por la
Ilustre Municipalidad de Purranque, la que destinó el
inmueble para acoger al arte local y los creadores de la
comuna. La Biblioteca cuenta con tres amplias salas de
lectura, una sala de computación, un sector infantil y una
oficina para la administración del recinto.
http://www.biblioredes.cl/purranque
“Sí crees que la publicidad no sirve, considera los millones de personas que ahora creen que el yogur es ri-co” (Joe L. Whitley)
“No perdamos de vista los factores más importantes para el éxito: com-promiso, pasión por marcar la dife-rencia, visión para alcanzar los cam-bios y coraje para poner las cosas en movimiento.” (Larraine Matusak)
“No hay necesidad de apagar la luz del prójimo para que la nuestra bri-lle.” (Bernard Baruch)