La Ficción de un feminismo

El “feminismo” nace en oposición al “movimiento machista” (que más que un movimiento es un código valorado por una sociedad, por tanto lo defino como un aspecto cultural). “luchando por la igualdad de derechos de los dos sexos” (Valcárcel, Amelia, 1997), es la frase con la que se define mejor este término. Entonces se deduce que el feminismo, que conocemos, y por tanto aceptamos, gesta sus bases y nace dentro de un contexto machista, en oposición a éste mismo, en busca de igualdad y misma competencia entre hombres y mujeres.

Pensar en competencia es pensar en individuos involucrados que luchan en iguales condiciones. Pero, desde una perspectiva científica, biológica y psicológica, el hombre y la mujer son dos seres completamente diferentes. Cada uno de ellos con cualidades y condiciones diferentes, por tanto ambos se merecen respeto y admiración como individuos únicos.

Entonces si el objetivo central es la autenticidad de la mujer por ser mujer, es importante gestar un pensamiento basado en la conciencia femenina, en conocer y entender el universo complejo de la mujer desde diferentes disciplinas; si pretendemos valorar a la mujer bajo un concepto nacido del mismo seno machista, seguimos deformando la real esencia de ésta con la ficción ; por tanto es importante buscar (como en un árbol genealógico) los vestigios de la construcción del imaginario real de la mujer, no de aquella ficción concebida como feminismo que, a manera de alegoría, genera conflictos en la interacción de géneros.

Es así que en esta sociedad, cada vez más globalizada física y virtualmente, y, fragmentada síquicamente, el hombre y la mujer generan relaciones de tensión, donde más que vinculo de amor imperan vínculos de lucha y empoderamiento por destacar que sujeto es mejor, llevándolo hasta los casos extremos de feminicidio, relaciones patológicas donde se distorsiona los roles de los individuos, que síquicamente están en una contaste competencia, perdiendo los límites de género como elementos autónomos diferenciados y únicos.

Claudia Valenzuela Suárez

Ideas para mejorar el articulo:

1. Si hay competencia, eso es claro. Pero entonces hay competencia por un grupo de actividades considerados de "mayor" jerarquía que otras. El valor (importancia) del trabajo que esta sociedad/cultura tiene es descomunal frente al valor de la familia ( a pesar de que somos muchos mas familiares que en otras latitudes)

2. Se distorsionan los roles de los individuos. Una distorsión involucra que ya existen unos roles creados

Esto es parte de lo que te comentaba sobre la evolución en el pensamiento en las sociedades.

Estamos en una sociedad adolescente que reniega frente a lo que la generación pasada le presentó

con una diferenciación clara entre los roles del hombre y la mujer

roles con los que ahora no nos identificamos, pero que eran funcionales

3. Cómo buscas en el árbol genealógico los vestigios de la contrucción real de la mujer?

Me interesaría saber una propuesta de búsqueda

Me identifico con tu artículo :=)

conversamos!

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