la eternidad del mundo un mapitulo de filosofia medieval

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  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

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    1. Introduccin

    Antonio Marlasca Lpez

    LA ETERNIDAD DEL MUNDO:

    UN CAPITULO DE FILOSOFIA MEDIEVAL

    Summary: We present here the old discussion

    n the eternal or temporal character of the world,

    eginning with S to Augustine. Our exposition cen-

    rs on the antagonical positions of Bonaventure

    nd Aquinas. The

    former affirms

    that the begi-

    ning of the world can be rationally demonstrated.

    he latter holds exactly the opposite. In tne final

    ction a critique is made of the theses of dia-

    ctical materialism, as well as of the popular

    terpretations of modern astrophysics concerning

    e eternity or non-eternity of the world. The

    or ends with an agnostic viewpoint: so

    far,

    u

    s not been demonstrated either the absolute

    eginning or the eterntty of the world.

    Resumen: Se expone en el presente trabajo,

    rrancando desde San Agustin, la vieja polmica en

    rno a la eternidad o temporalidad del mundo. En

    oncreto se analizan criticamente las posiciones

    nicas a este respecto de Buenaventura y To-

    s de Aquino. El primero afirma que se puede

    mostrar racionalmente el comienzo del mundo.

    segundo sostiene exactamente la tesis contraria.

    n la parte final se hace una critica de las posicio-

    es del materialismo dialctico y de las interpreta-

    iones populares de la moderna astrofisica en lo

    ue a la eternidad o no-eternidad del mundo se

    ere. El autor concluye con una postura agnsti-

    a: hasta ahora no se ha demostrado positivamente

    i el comienzo absoluto del mundo ni su eterni-

    .

    La edad media ha tenido - y en parte

    niendo- mala fama y mala prensa desde

    res de la modernidad y de la imprenta. Y

    manistas en el renacimiento la consideraba

    una poca

    interpuesta

    entre ellos y la ant

    clsica, como una especie de tierra de na

    no man's land -, como un milenio estri

    un negro tnel de mil aos de duracin e

    pocas de luz. An en nuestros das, para

    la expresin edad media =media aetas-

    nimo de edad obscura, edad de las tiniebla

    brada, de vez en cuando, por las hoguera

    inquisicin), edad del extravo

    y

    de la sinra

    adverta Voltaire que la historia de aquell

    pos solamente haba que estudiarla para de

    la. Por lo que respecta a la filosofa de

    poca -precisamente, la filosofa medieval

    losofa escolstica- como era de esperar

    tenido mejor fortuna. El ilustrado Diderot

    caba que tal filosofa haba sido una de la

    plagas que haba padecido el espritu huma

    omnisciente y comprensivo Hegel en sus

    nes sobre historia de la filosofa aconsejab

    nadie se le obligase a estudiar la filosofa m

    El, por su parte, filsofo de la historia y

    luto, se contentaba con el deseo de calz

    botas de siete leguas, para pasar sin transi

    un salto acrobtico, por encima de toda

    media, desde Plotino hasta Descartes. Y cu

    Rev. Fil. Univ. Costa Rica, XXIII (58), 169-182, 1985

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

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    7

    ANTONIO MARLASCA

    ncuentra con el padre de la filosofa moderna, ya

    uede gritar -como el marinero perdido en el o-

    ano y que divisa la costa en lontananza- tie-

    No es nuestro propsito en este trabajo revalori-

    ar la edad media y la flosoffa medieval. Tal cosa

    a venido hacindose -con mayor o menor fortu-

    a- desde el romanticismo. Nuestro objetivo es

    ucho ms modesto: mostrar con un solo ejemplo

    ue no todo fue extravo de la razn humana en la

    dad obscura, que tambin en aquellos tiempos se

    ensaba con agudeza, con profundidad y con sen-

    ido crtico de los lmites del conocimiento huma-

    o. Concretamente pretendemos traer a la memo-

    ia -para los desmemoriados y tal vez para los que,

    iguiendo el consejo de Hegel, no se les ha obligado

    estudiar filosofa medieval- una vieja y muy dis-

    utida cuestin en aquella edad: la cuestin sobre

    a eternidad o no eternidad del mundo. Creemos

    ue tal polmica sigue teniendo aspectos interesan-

    es para el hombre de hoy y, por ello, intentamos

    escatarla del olvido o semiolvido de nuestros con-

    El esquema del presente trabajo es muy simple.

    eremos en primer lugar y muy brevemente los

    ntecedentes histricos de la cuestin, detenindo-

    os particularmente en el pensamiento de San

    gustn por considerarlo de especial inters para

    uestro tema. Analizaremos a continuacin -y se-

    la parte central de este trabajo- las posiciones

    ntagnicas de Buenaventura y Toms de Aquino

    n lo que a la eternidad del mundo se refiere. Y

    mo conclusin, haremos algunas reflexiones so-

    re el comienzo del mundo, a partir de las diversas

    nterpretaciones que se han dado de los descubri-

    ientos cientficos actuales sobre la evolucin del

    .

    1. Antecedentes histricos

    A) El pensamiento griego

    Es bien sabido que la idea de una creacin

    ex

    es enteramente extraa al pensamiento

    irego; no slo es ajena al pensamiento filosfco

    ue se supone es ms riguroso -recurdese la im-

    lacable lgica de Permnides: ex nihilo nihil >,

    cos-, de donde brotan todas las cosas, es e

    el sentido preciso de que su existencia

    tener principio ni podr tener fin.

    La tesis comn de los presocrticos -o

    de los preplatnicos-, por lo que a la etern

    mundo se refiere, queda perfectamente ex

    en esta categrica y lapidaria sentencia del

    Herclito (que, en este caso, es muy claro)

    cosmos, el mismo para todos, no lo hizo

    de los dioses o de los hombres, sino que

    fue, es y ser fuego siempre viviente, que s

    de segn medida y se apaga segn medida

    texto no puede

    ser

    ms explcito: rotund

    quedan excludos cualquier principio y fin

    verso.

    Platn en el Timeo, a primera vista, p

    ser una excepcin en el consensus gener

    griegos sobre la eternidad del mundo. En e

    demiurgo -que es eterno- ordena la mater

    ca -que tambin es eterna- tomando com

    los los nmeros e ideas subsistentes -igua

    eternos-o Y as comienza a existir, a parti

    mentos eternos, este mundo sensible en el

    o ms exactamente, este mundo sensible a

    zar a existir da origen al tiempo (2). Por es

    teles puede decir que Platn es el nico

    considera el tiempo como ingnito (3).

    Sin embargo, no es clara la interpretaci

    ta del mito de la creacin del

    Timeo.

    parte, el mismo Platn llama al tiempo

    mvil de la eternidad (4), lo cual parece

    que el tiempo -si bien mvil- tiene que

    remne, sin principio ni fn -para imitar l

    nencia inmvil de la eternidad-o Por otra

    en la antigedad, Jencrates, Plut..rco y los

    tnicos en general interpretaron el relato

    mea sobre la creacin , en el sentido de

    cin o

    dependencia causal y eterna

    del mu

    sible respecto del mundo ideal o inteligible

    Con posterioridad a Platn volvieron a

    rotundamente la eternidad del mundo: Ari

    segn el cual la materia no comenz a e

    dejar de existir nunca, al igual que tam

    movim iento de la materia tuvo principio o

    ner fin en el tiempo; Epicuro, que sigue

    anzas de los atomistas y afirma que los el

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    LA ETERNIDAD DEL MUNDO

    sis de la eternidad del mundo es comn a toda la

    losoffa griega (6).

    8) La aparicin del cristianismo y San Agustn

    Con posterioridad al encuentro conflictivo de la

    ltura griega con la religin cristiana se fue impo-

    endo la idea -y la frmula rigurosa- de una

    ex

    nihilo . Tal idea parece implicar que

    mundo se crea en el tiempo -

    In principio crea-

    t Deus coelum et terram -

    o al menos que el

    mpo es con-creado o comienza a existir con el

    , de tal forma que tanto el mundo como el

    mpo son limitados en cuanto que han tenido un

    Al polifactico y polmico Agustn de Hipona

    mbin le preocup sobremanera el problema del

    mpo y la eternidad y, como en tantas otras cues-

    nes, sus opiniones al respecto marcaron los cau-

    s por los que discurrira durante siglos el pensa-

    ento cristiano.

    Despus de su conversin al cristianismo, Agus-

    acepta la idea de la creacin de todas las cosas

    r parte de Dios a partir de la nada. Para Agustn

    cir criatura es decir mudable y decir Dios

    decir inmutable. Ahora bien, el tiempo, pues-

    que por definicin es algo mudable, es una cria-

    ra y, por consiguiente, el tiempo ha sido creado,

    tenido un origen y es limitado. En efecto, la

    blia dice: Al principio cre Dios el cielo y la

    . 1, 1). Pero qu significa la expresin

    l principio ? Puede haber diversas maneras de

    tender el sentido de al principio , pero, sea la

    e fuere la interpretacin en la que uno se deten-

    , es por lo menos evidente que la Escritura atri-

    ye con ello un comienzo a todas las criaturas. Y,

    esto que el tiempo es cambio por definicin, l

    ismo es una criatura. Tiene, pues, un comienzo

    por consiguiente, ni las cosas que duran ni el

    mpo mismo son eternos (7).

    Pero a San Agustn le interesa particularmente

    abar con la ilusin tenaz de un tiempo anterior a

    existencia del mundo, en un momento del cual

    ios habra creado el universo ... Como no se ve

    r qu tal momento habra sido escogido con pre-

    rencia a cualquier otro en una duracin indistin-

    antes de crear el mundo?.

    Agustn replica que, paralelamente, tam

    dra uno inquirir por qu Dios cre el m

    tal lugar del espacio en vez de en otro e

    lugar. .. y concluye que, igual que no hay

    cio real fuera del universo, tampoco hay un

    antes

    del comienzo del mundo: Seor, t

    todos los tiempos y existes antes de todos

    pos y no hubo un tiempo en el que no

    tiempo

    8).

    El texto citado, adems de un juego

    bras, pareciera contradictorio, puesto que,

    parte, se afirma que en todo tiempo hubo

    y por otra, se dice que Dios exista

    antes

    los tiempos. En realidad, segn Agustn,

    contradiccin, puesto que Dios no precede

    ralmente al mundo, sino que Dios existe

    de al mundo) en la eternidad: Hodiern

    aeternitas (vtu hoyes la eternidad). En

    segn Agustn, tiempo y eternidad son d

    das o modos de duracin esencialmente h

    neos que corresponden a dos seres tambin

    geneos: el ser mvil y el ser inmutable.

    El tiempo, aclara Agustn, supone

    mov

    y es evidente que para que haya movilidad

    vimiento) tiene que haber algo que se mue

    la movilidad (o el movimiento) en abstrac

    da. La movilidad es siempre movilidad de

    lo que se mueve son las criaturas. Luego s

    de haber tiempo sin movimiento y si ste n

    concebirse sin las criaturas, es palmario

    puede haber tiempo sin criaturas. Es decir

    do existir un tiempo antes de la creacin.

    palabras, el tiempo, como distinto de la et

    empez a ser cuando empezaron a ser l

    El tiempo, por tanto, no es eterno ni ingn

    Si no hubo un tiempo

    antes

    de la crea

    mundo, es un sin-sentido la pregunta ant

    crita -qu haca Dios antes de crear

    do? -, tpica de los maniqueos, puesto q

    duce el tiempo -antes - en la eternid

    la que, por definicin, no cabe un an

    un despus). Y, dado que Agustn n

    -ni est dispuesto- a responder a p

    insensatas, contesta con un punzante sa

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    derecha agustiniana y de la que Buenave

    a ser el defensor acrrimo.

    3) El mundo ha sido creado por Dios y m

    te la revelacin divina se sabe que no ha e

    siempre, pero por la razn humana no se

    saber sielmundo existi desde siempre o ti

    duracin limitada, ya que lgica o raciona

    es posible que el mundo, aunque cread

    tiera desde siempre. Es la tesis original

    msde Aquino y la que va a defender con

    murmurantes , contra los que murmurab

    un mundo eterno es imposible, como por e

    el citado Buenaventura (10+).

    En lo que siguevamos a prescindir de la

    ra tesis -tpica de los averroistas o izquier

    totlica , segn la terminologa de E. Blo

    afirmaban que poda demostrarse racionalm

    eternidad del mundo- y vamos a detenern

    segunda y tercera tesis, examinando los ar

    tos que nos parecen ms relevantes pres

    respectivamente por Buenaventura y To

    Aquino en favor de sus propias teoras.

    ANTONIO MARLASCA

    no con el teimpo, pues lo que se hace en el tiem-

    o, se hace despus de cierto tiempo y antes de

    erto tiempo: despus de lo que es pasado y antes

    e lo que es futuro. Ahora bien (antes de que el

    undo fuese creado) no haba tiempo pasado,

    uesto que no exista criatura alguna cuyos movi-

    entos cambiantes lo hicieran (10).

    1I. La polmica sobre la eternidad del mundo en

    sigloXIII

    Durante toda la edad media, hasta el sigloXIII,

    fue imponiendo como evidente por s misma

    la teologa ortodoxa cristiana la tesis de que

    a creacin de la nada implicaba necesariamente

    na creacin temporal. Esta era la traditio

    m unis

    Pero ya Plotino haba sostenido que, si bien el

    undo es eterno, era la emanacin

    necesaria

    de

    a causa eterna e inmutable.. Es decir, Plotino

    tiene simultneamente la eternidad del mundo

    la dependencia ontolgica de ste respecto de

    a causa trascendente. En otras palabras, para

    lotino no es contradictorio sostener la eternidad

    l mundo y el carcter creatural y contingente

    l mismo. As comienza a entreverse la posibili-

    d de una creacin

    libre ab aeterno ,

    Por otra parte, en la primera mitad del siglo

    III comienza a expandirse en la Europa cristiana

    filosofa musulmana que, por boca de sus repre-

    ntantes ms autorizados -en este caso Avicena y

    re todo Averroes- reaflrma la vieja tesis aristo-

    lica de la eternidad del mundo y del tiempo.

    y as en la segunda mitad del sigloXIII -en lo

    e se ha llamado perodo de oro de la escolsti-

    - semantienen en franca y a vecesviolenta pol-

    ica tres tesis distintas con respecto a la posible

    ernidad del mundo.

    1) El mundo es eterno o el mundo ha existido

    , si bien dependiendo de una causa trascen-

    nte e inmaterial. En otras palabras, el mundo

    bra sido creado por Dios desde la eternidad.

    sta tesis, como se ha visto, de origen neoplatni-

    , la sostienen en general los filsofos musulma-

    s y en Pars la sostuvo concretamente, en la se-

    nda mitad del siglo XIII, Siger de Bravante al

    A) La posicin de Buenaventura

    Para Buenaventura es evidente que, ace

    el hecho de la creacin del mundo a part

    nada por parte

    le

    Dios (hecho que, segn

    ms de ser revelado, tambin se puede de

    metafsicamente), se puede asimismo pro

    forma apodctica la duracin temporal del

    Para l una creacin eterna esuna contradic

    los trminos. Tal como lo expresa perfect

    E. Gilson, el nervio de la argumentacin

    Buenaventura (en contra de la posibilidad

    mundo eterno) se ha basado siempre en la

    que hay contradiccin en los trminos al s

    que lo que ha sido creado de la nada no lo

    en el tiempo. La nocin de un universo cre

    Dios de la nada y al mismo tiempo desde

    eternidad, nocin que ser considerada po

    Toms de Aquino como lgicamente posib

    que de hecho falsa, le parece a San Buena

    una contradiccin tan groser-aque no puede

    nar un filsofo tan mediocre como para no

    advertido (11).

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    LA ETERNIDAD DEL MUNDO

    ntradiccin. Al afmnar que el mundo ha sido

    , se afmna que ha tenido principio. Alafirmar

    e el mundo es eterno, se afmna que no ha teni-

    principio. De donde lo mismo es preguntarse si

    s puede hacer un mundo eterno que preguntar-

    si es posible que, teniendo principio el mundo,

    tenga principio, pues esto es evidentemente

    ntradictorio (12). En la misma obra, en elli-

    o segundo, vuelve a rechazar, como absurda y

    ntradictoria, la tesis de una creacin eterna:

    que el mundo es eterno o hecho desde la

    nidad, afmnando almismo tiempo que elmun-

    ha sido hecho de la nada, es palmariamente

    ntrario a la verdad y a la razn...

    Y

    tan contrario

    a la razn que pienso que ningn filsofo, por

    co entendimiento que tenga, puede sostener tal

    sa. Pues ello implica una contradiccin manifies-

    Ni que decir tiene que Toms de Aquino necesi-

    arrestos para oponerse a semejante veredic-

    Y se opondr especialmente en el opsculo

    bre la eternidad del mundo refirindose tam-

    l despectiva y sarcsticamente Haesos hom-

    es que creen que la sabidura ha nacido con

    En todo caso la tesis de Buenaventura es clara:

    a creacin

    ex nihilo

    supone una creacin

    post

    En efecto, segn l, ser creado es ser pro-

    ex nihilo; el trmino ex, no pudiendo refe-

    e a una causalidad material, expresa la anterio-

    ad de la nada o no-ser con respecto al ser; de

    que la criatura necesariamente es hecha

    post

    De donde concluye enfticamente que

    a creacin eterna es una contradictio in ter-

    puesto que la creacin afirma precisa-

    nte el ser despus del no-ser

    (esse post non esse)

    Buenaventura esgrime adems una serie de argu-

    ad absurdum -ms interesantes y pertinen-

    que la argumentacin anterior, puramente dia-

    tica- en contra de la posibilidad de un mundo

    En efecto, segn proverbios o axiomas clsicos

    infinito no puede atravesarse

    infinitum

    non

    es decir, un elemento fundamental de la f

    totlica aceptada comunmente en el siglo

    efecto, segn Aristteles, las esferas celes

    eternamente alrededor de la tierra y estas

    ciones celestes determinan la divisin del

    en aos, meses y das. Buenaventura pone

    dario de la eternidad del mundo frente al s

    dilema:

    las revoluciones pasadas estn to

    a una distancia finita (y por consiguiente

    ble) de la revolucin actual, o bien alg

    ellas estn infinitamente distantes de la ac

    se elige la primera parte del dilema, se conc

    el mundo ha comenzado, puesto que

    la m

    de las revoluciones est todava a una d

    finita; ella sera, pues, la primera y con

    comenzado la evolucin csmica. Si se op

    segunda parte del dilema, y se sostiene qu

    nos una revolucin pasada est a una distan

    nita, qu pasa con la revolucin inmedia

    subsiguiente? Si se la sita a una distanc

    del da de hoy, habra que hacer lo mism

    inmediatamente precedente, puesto que n

    de ella sino en una unidad; habra, pues,

    ponder que tambin la subsiguiente revolu

    a una distancia infinita. Pero entonces l

    conclusin se impone para la tercera rev

    para la cuarta, etc. Y as uno se ve const

    aceptar una serie de absurdos: todas las re

    nes celestes estn infinitamente distantes

    de hoy, todas ellas son simultneas o sin

    etc. (16).

    Otros muchos argumentos de Buen

    contra la posibilidad de un mundo eterno

    en el fondo sino variaciones del dilema

    Por su ingeniosidadmerecen recordarse los

    tes:

    Si el mundo es eterno -y no ha tenid

    mienzo- y si se considera simplemente el

    por fuerza hay que admitir un nmero in

    revoluciones tanto solares como lunares. P

    doce revoluciones lunares por una revoluci

    As pues, tendramos dos nmeros o ma

    infinitas, una de las cuales sera ms grand

    otra. En otras palabras, tendramos un infi

    yor que otro infinito, lo cual evidentemen

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    ANTONIO MARLASCA

    to non potest addi). Por tanto, el mundo no pue-

    haber existido siempre.

    Finalmente, es imposible recorrer una serie infi-

    infinitum non est

    pertransirey

    de modo que

    el tiempo fuese eterno, es decir, si no hubiera

    nido un inicio, el mundo nunca habra llegado al

    omento presente. Y sin embargo, est claro que

    llegado. Luego no ha existido desde siem-

    (17).

    En conclusin, segn Buenaventura un mundo

    erno es imposible y, por tanto, ni Dios pudo

    earlo desde la eternidad. Siendo el mundo crea-

    , el tiempo necesariamente ha tenido un comien-

    . La consecuencia sera que negar que el tiempo

    nga un principio equivaldra a negar que el mun-

    sea creado; y probar que un tiempo o movi-

    iento eterno es imposible, equivale a probar que

    mundo es creado.

    Hasta aqu hemos expuesto lo ms objetivamen-

    posible los argumentos de Buenaventura que nos

    n parecido ms agudos y pertinentes en contra

    la eternidad del mundo. Veamos a continuacin

    tesis de su oponente, Toms de Aquino, y cmo

    sponde ste a

    i

    argumentos de aqul.

    B) La rplica de Toms de Aquino

    La posicin de Toms de Aquino respecto a la

    sible eternidad del mundo es bastante compleja.

    omo l mismo dice expresamente en el pequeo

    sculo dedicado particularmente a este te-

    (18), el fondo de la cuestin se reduce a averi-

    ar si es contradictorio -y por tanto, imposible-

    ue algo sea causado por Dios y sin embargo haya

    istido desde siempre (19).

    Pues bien, Toms de Aquino nunca ha visto

    ntradiccin entre ambas proposiciones (valgo es

    usado por Dios , algo existe desde siempre ).

    a tesis de que no es contrario a la razn suponer

    e el mundo fue creado desde siempre es reto-

    ada siete veces en las obras del Aquinate, y cada

    z con mayor energa, contra los murmurantes

    .

    Intentemos exponer con cierto orden el pensa-

    iento de nuestro autor al respecto. Segn l, el

    cho de aceptar que Dios ha creado el mundo

    (intentar) demostrar el comienzo temp

    mundo (es decir, que pueda asignarseidea

    tiempo un momento primero) son realm

    cluyentes y demostrativos. Por otra parte

    autor

    afirma

    en contra de Siger y los a

    -la llamada izquierda aritotlica - que

    se ha probado con argumentos vlidos qu

    do ha existido desde siempre, o, lo que v

    lo mismo, que es imposible que el mundo

    inicio temporal. En otras palabras, si bie

    de Aquino como cristiano acepta que el m

    hecho, fue creado en el tiempo y no desd

    nidad, sostiene al mismo tiempo que tal

    conoce nicamente por revelacinyque la

    -la razn humana- nu puede probar

    mundo haya existido desde siempre ni qu

    do haya tenido un inicio temporal. Amba

    dades quedan abiertas ante la razn huma

    guna de ellas es imposible ni intrnsecam

    tradictoria. Ms concretamente, para el

    el comienzo del mundo es rigurosamente

    culo de fe y no una conclusin fllosfica:

    El hecho de que el mundo no siem

    existido, slo por la fe se conoce y no p

    barse demostrativamente (21). En efec

    puede probar la creacin temporal del m

    partiendo del creador ni partiendo de las

    En el primer caso porque la creacin depe

    voluntad divina y sta es incognoscibl

    hombre, a menos que Dios la revele. En

    do, porque la demostracin -entendie

    tal la que Aristteles llamaba demostra

    fecta o propter quid- parte de las es

    las cosas -el

    quod quid est -

    para de

    ellas las propiedades; ahora bien, las es

    cuanto tales son intemporales y abstraen

    cio y del tiempo; luego no se puede demo

    no siempre han existido (22). Por eso -c

    nuestro autor- que el mundo ha com

    existir es creible, mas no demostrable o

    ble. Y esto es til considerarlo, no sea qu

    presumiendo demostrar lo que pertenece

    aduzca razonesno necesarias,que brinden

    les materia para burlarse, al juzgar que

    por razones de este tipo creemos las cosa

    de fe (23).

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    7/14

    LA ETERNIDAD DEL MUNDO

    terales de Toms de Aquino a los argumentos de

    uenaventura que aqul trata como objeciones a

    propia posicin.

    Por lo que se refiere al argumento de Buenaven-

    ra de que una creacin

    ex nihllo

    implica una

    in temporal, Toms responde a su oponente

    ue ha incurrido en una confusin o equvoco al

    poner que la expresin

    ex nihilo

    tenga que refe-

    rse por fuerza a la anterioridad de la nada con

    specto al ser. La frmula

    ex nihilo

    significasenci-

    amente la negacin de cualquier materia preexis-

    nte y no implica ninguna relacin temporal o de

    racin de la nada o no-ser respecto al ser. Que el

    undo ha sido hecho de la nada significa simple-

    ente que no hay algo de lo cual ha sido hecho.

    otras palabras, la nada no pudo preceder al ser

    la creacin, puesto que es una mera negacin y

    tiene ninguna existencia real y positiva. De ah,

    ue la idea de tiempo no est en modo alguno

    plicadaen la frmula

    ex nihilo (24).

    Por lo que respecta a los dems argumentos,

    odra decirse que Toms acepta el punto de parti-

    a de Buenaventura, pero niega que se sigan las

    ecuencias absurdas que, segn ste, se si-

    n. Efectivamente, Toms admite -al igual que

    oponente- la validez de los adagios o axiomas

    sicos sobre el infinito: el infinito no puede

    infinito

    no se le puede aadir na-

    , etc., pero entendiendo

    infinito

    en sentido ri-

    , como

    infinito en acto.

    Msen concreto, el

    uinate rechaza expresamente la posibilidad de

    multitud infinita en acto (25), y slo admite la

    sibilidad de una magnitud infinita en potencia,

    decir, el aumento indefinido de una serie siem-

    e finita (divisin del continuo, serie de nmeros

    , evolucin indefinida del tiempo, etc.).

    Aplicando estos principios a la hiptesis de la

    ernidad del mundo, Toms de

    Aquno

    sostiene

    ue un mundo eterno, sin inicio temporal, no im-

    ca necesariamente un infinito en acto, sino un

    inito sucesivo, que vendra a equivaler -aunque

    no lo dice expressis verbis- a un infinito en

    . As, por ejemplo, aceptando un mundo

    inicio temporal, tal mundo no es rigurosamente

    = infinito en acto) en suduracin y, por

    , sta puede aumentar: Pues nada impide

    mente, habra que responder -en la

    eternalista- que tanto las revoluciones so

    mo las lunares no son rigurosamente inf

    por tanto, nada impide que el nmero de

    luciones lunares seamayor que el de las so

    Al argumento parejo basado en el ax

    que el nfnto no puede atravesarse d

    se pretende deducir que en la hoptesi

    mundo sin comienzo no se podra habe

    al da de hoy ya que. si el mundo siem

    biera existido habran sido ya recorrido

    tos momentos (nfnitos das, nflnitas re

    nes solares), pues lo que es pasado ha sido

    do (27), nuestro autor responde, una v

    que no se ha recorrido un tiempo infn

    fnito: El nfnto, aun cuando no exista

    neamente en acto, puede existirde modo s

    pues as cualquier

    infinito

    que se consider

    to. Cualquier revolucin de las precedent

    por tanto, pasar porque fue fmita (28).

    palabras, en la hiptesis de un mundo ete

    podido llegar al da de hoy porque no ha

    rrido un tiempo rigurosamente infinito, sin

    Quedara por exponer en detalle la r

    Aquinate al

    dilema

    de Buenaventura trans

    teriormente. En realidad hay que aclarar

    ms no responde estricta o literalmente

    lema. La objecin (casi idntica y parale

    gumento anterior) ms parecida al dilema

    naventura, propuesta por el Aquinate dice

    el mundo siempre existi, infmitos das p

    ron a ste de hoy. Pero no se puede tra

    infinito, Por consiguiente nunca sehubies

    hasta el da de hoy, lo cual es manifie

    falso (29). La respuesta a tal objecin es

    sutil e ingeniosa: El trnsito (o paso) se

    siempre de un trmino a otro. Cualquiera

    pues, el da pasado que se designe (o que

    dere), desde el mismo hasta el de hoy ha

    mero fnto de das que pudieron transc

    objecin procede, entonces, como si, una

    blecidos los trminos, hubiera entre ellos

    medios (30).

    Al lector -si ha tenido la paciencia de s

    hasta aqu- tal vez le parezca impertine

    poco pertinente- la respuesta del Aquina

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    8/14

    7 6

    ANTONIO MARLASCA

    atravesada. En otras palabras, frente al dilema

    bonaventuriano que preguntaba si una revolu-

    cin pasada estaba a una distancia finita o infinita

    del da de hoy, Toms opta por la primera alterna-

    tiva (cualquier acontecimiento pasado est a una

    distancia fmita de hoy), sin que esto implique la

    existencia de un primer acontecimiento. Las dos

    afirmaciones (vcualquler acontecimiento pasado

    est a una distancia finita, no hay un primer

    acontecimiento ) son compatibles precisamente

    porque se trata de una serie infinita por uno de sus

    extremos y finita por el otro.

    Personalmente admitimos de buena gana que la

    respuesta de Toms de Aquino, a pesar de su suti-

    leza , no nos satisface plenamente y da ms bien la

    impresin de ser una respuesta dialctica, para

    salir airoso del paso. En el fondo, la validez de

    todas las respuestas del Aquinate a sus propias ob-

    -o, lo que viene a ser lo mismo, a los

    argumentos ad absurdum de Buenaventura- de-

    pende de que lo que Toms llama infinito sucesivo

    (que est implicado necesariamente en la hiptesis

    de un mundo eterno) haya que identificarlo con lo

    que l mismo denomina en otra ocasin

    31) infi-

    nito en potencia

    o

    infinito en acto.

    Como se ha

    visto ya, el Aquinate piensa que tal infinito sucesi-

    vo (una serie indefinida de acontecimientos pasa-

    dos sin un acontecimiento primero) equivale ms

    bien a un

    infinito en potencia

    (puesto que esa serie

    indefinida de acontecimientos tiene un trmino

    por un extremo, por lo que puede aumentar, y por

    tanto, no es estrictamente un infinito en acto al

    que, por definicin, no se le puede agregar nada).

    En este sentido, Toms de Aquino sera coherente

    consigo mismo cuando, por una parte, afirma que

    una multitud infinita en acto es imposible y, por

    otra, cuando sostiene que un mundo eterno es po-

    sible, puesto que ste no implicara una multitud

    de acontecimientos pasados infinita en acto.

    Pero hay muchos autores (por ejemplo, De

    Raeymeker, F. Van Steenberghen, etc.) que sostie-

    ne que lo que Toms de Aquino llama infinito

    sucesivo

    es en realidad un

    infinito en acto.

    As por

    ejemplo, el ilustre medievalista de la Universidad

    de Lovaina, F. Van Steenberghen, afirma categri-

    camente: la eternidad del mundo implicara clara-

    mente la

    realizacin,

    en el pasado, de series infini-

    va,

    que es indudablemente una multitud infi

    acto ... (As) la eternidad del mundo implica

    cesariamente el infinito

    en acto

    y no solam

    infinito

    en potencia ...

    Una duracin eterna

    futuro constituye un infinito en potencia;

    la hiptesis de un pasado eterno implica q

    serie infinita de acontecimientos est ya

    com

    da ( accomplie ),

    el infinito es ya

    adquirido

    zado, en acto (32).

    En sentido contrario, hay otros pensador

    siguen defendiendo la tesis tomista: el infin

    cesivo es en realidad un infmito en potenci

    por ejemplo. el filsofo alemn A. Zimme

    sostiene que la hiptesis de la eternidad del

    no implica un infinito en acto, porque es

    to', es 'real' aquello a lo que conviene el ser

    o el 'ser tout

    court,

    lo que no conviene si

    presente; el pasado y el futuro no son sino

    piamente (vsecundum quid ). Por ende el

    en cuanto pasado no puede formar nunca

    presente un 'todo existente

    actual.

    En cons

    cia, una serie es solamente 'en acto' cuand

    uno de sus miembros est presente al mism

    po que todos los dems. De todo esto se

    que una serie infinita de acontecimientos su

    no constituye en realidad un infinito

    to (33).

    Qu pensar de toda esta cuestin tan co

    y tan obscura? El infinito sucesivo es infi

    potencia -y por tanto, es posible un mundo

    no- o, por el contrario, es infinito en acto

    ende es imposible un mundo eterno-? Que

    tor juzgue por s mismo. Pareciera que nos

    tramos decididamente frente a la primera

    famosas antinomias kantianas, en que tanto

    ( el mundo tiene comienzo en el tiempo )

    la anttesis ( el mundo no tiene comienzo

    tiempo ) se pueden demostrar y, a pesar

    ambas, tesis y anttesis, son, segn Kant, igu

    te falsas, puesto que en ambas se parte d

    supuesto de concebir al tiempo como una

    s , cuando, segn Kant, ste es simplemen

    forma a pnori de nuestra sensibilidad (34).

    de que Toms de Aquino no aceptara los

    puestos kantianos -concretamente, que el

    es simplemente una forma apririca de la se

    dad- ambos autores llegan a conclusiones

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    9/14

    A ETERNIDAD DEL MUNDO

    barlas.

    Hay finalmente un argumento curioso que utili-

    Buenaventura -una vez ms, contra la posibilidad

    de un mundo eterno- y que Toms de Aquino, en

    numerosas ocasiones, se ha puesto a s mismo co-

    mo objecin contra su propia doctrina: es el argu-

    ento de la infinidad de las almas humanas. En

    efecto, si el mundo y la generacin siempre exis-

    tieron, infinitos hombres nos precedieron. Pero el

    alma del hombre es inmortal. Por consiguiente, ha-

    bra

    ahora

    infinitas almas humanas

    en acto;

    lo cual

    es imposible (35). La objecin tiene pleno senti-

    do aceptando la posibilidad de que la humanidad

    haya existido siempre y que las almas humanas

    sean inmortales. De ah se seguira indudablemente

    que existiran

    ahora,

    simultneamente, un nmero

    infinito de almas. El Aquinate reconoce la fuerza

    del argumento y en una ocasin dice que es el

    ms difcil (36). De todas formas se desembaraza

    fcilmente de l: este argumento -dice- no viene

    al caso, porque Dios puede hacer el mundo sin

    hombres ni almas o pudo tambin hacer al hombre

    cuando en realidad lo hizo, aun cuando hubiese

    hecho todo el resto del mundo desde la eternidad;

    y as no quedaran en pos de los cuerpos infinitas

    almas. Adems, todava no se ha demostrado que

    Dios no pueda hacer que ellas sean infinitas en

    acto (37). Queda, pues, inclume la tesis de nues-

    tro autor: el mundo- y ste no incluye necesaria-

    mente al hombre- puede ser eterno. De todas for-

    mas merece destacarse la ltima frase del texto

    transcrito: ..todava no se ha demostrado que Dios

    no pueda hacer infinitas almas en acto . Tal afir-

    macin se opone claramente a otra anterior de l

    mismo donde sostiene que es imposible una multi-

    tud infinita en acto (38).

    Qu concluir de todo esto? Que nuestro au-

    tor es verstil e incoherente? No parece que los

    textos den para tanto ... Puede ser que la frase

    transcrita del Sobre la eternidad del mundo indi-

    que un cambio de pensamiento por parte de To-

    ms; puede ser tambin que tal frase -en un escri-

    to eminentemente polmico- sea simplemente un

    argumentum ad hominem

    en contra de los telo-

    gos tradicionalistas: Vostros -que tan alegremen-

    te afirmais que un mundo eterno es imposible- ni

    siquiera habeis demostrado aun que Dios no pueda

    En definitiva, podemos concluir esta

    nuestro trabajo afirmando que el Aquinate

    fendido siempre -y cada vez con mayor

    dad- la posibilidad de un mundo eterno.

    consciente en todo momento de que su pos

    difcil y sospechosa para la ortodoxia ofic

    poca (40), pero, a pesar de ello, la mant

    rante toda su carrera universitaria contra

    cin adversa que era la oficial y la may

    Para Toms no es evidente la existencia

    ni mucho menos el comienzo del mund

    inicio del universo pudiera probarse tan fc

    como pensaban Buenaventura y los telog

    cionarios, ah precisamente se tendra una

    palmaria y facilsima de la existencia de D

    Pero, segn el Aquinate, las cosas no son

    ples

    y

    las vas tomistas para (intentar) p

    existencia de Dios abstraen del comienzo t

    del mundo.

    IV. Consideraciones finales

    El problema del inicio o eternidad de

    no ha dejado de inquietar a las mentes hu

    pesar de que Kant -como tantos otros pr

    metafsicos- lo declarara insoluble. Es

    puesto que tal problema es ineluctable y

    ciones -o carencia de soluciones- que se

    implican opciones metafsicas fundamentale

    plificando mucho podra decirse que -aunq

    razones distintas- hoy se mantienen (tan

    mbito cientfico como filosfico) las mism

    ciones que en la edad obscura sostuviero

    Buenaventura y Toms de Aquino.

    A) El mundo es eterno.

    Tal es la postura que defienden diversas

    tes cientficas y filosficas, concretamente,

    terialismo dialctico, cuyas tesis a este res

    modo de ejemplo, vamos a analizar brev

    En efecto, una de las tesis centrales del m

    mo dialctico es la

    infinitud de la materia

    se entiende la infinitud de la materia en tr

    dos: en el tiempo (eternidad), en el espa

    la profundidad (inexhaustibilidad de las prop

    de las partculas elementales) (43). Reviste

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

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    ANTONIO MARLASCA

    l hecho de que en todos los procesos fsicos es

    nstante la suma de energa, Engels conclua ya

    e el movimiento de la materia y con l la misma

    ateria son indestructibles y, por consiguiente,

    mbin increables. Adems, si el mundo material

    posee el comienzo de su existencia en el tiem-

    eo ipso

    queda suficientemente probada segn

    materialismo dialctico la no-existencia de un

    .

    Sin embargo, en contra de la tesis de la carencia

    l comienzo temporal del mundo han surgido va-

    as dificultades, por parte precisamente de las

    encias de la naturaleza. La primera de ellas es el

    nocido argumento de la muerte trmica que

    haba formulado R. Clausius

    1822-1888).

    En

    ecto, si existiera el universo desde la eternidad, la

    tropa tendra que haber llegado a un mximo

    sus consecuencias, es decir, la energa tendra

    e haberse transformado en calor, y este calor

    ndra que estar repartido equitativamente por to-

    el universo, por lo que todos los procesos ma-

    ofsicos deberan haber llegado al estado de re-

    ; lo cual es evidentemente falso. Anlogamen-

    , el modelo de un universo en expansin que se

    elaborado basndose en el fenmeno conocido

    mo desplazamiento hacia el rojo , parece im-

    icar un comienzo de esa expansin: precisamente

    que se suele llamar la explosin de tomo pri-

    itivo o teora del big-bang . En efecto, las

    laxias existentes fuera de nuestra va lctea se ale-

    n de nosotros a una velocidad proporcional a la

    stancia que nos separan de ellas. Desde cun-

    ? No puede ser desde hace un tiempo infinito.

    iene que haberse dado un comienzo.

    El materialismo dialctico responde de diferen-

    s maneras a estas objeciones. Por lo que toca al

    oblema de la muerte trmica del universo se pue-

    contestar o bien afirmando -como ya lo hizo

    ngels, por lo dems gratuitamente- que el princi-

    o de la conservacin de la energa hay que enten-

    rlo no slo en un sentido cuantitativo (= la suma

    energa permanece constante -y as lo entiende

    ciencia actual-), sino tambin en un sentido

    alitativo (la materia nunca pierde la capacidad

    transformar una forma de energa en otra), o

    en sosteniendo que el principio de entropa vale

    del universo (expansin-contraccin), o bien

    niendo que tal expansin se refiere slo a

    parte del universo que nos es conocida y

    totalidad de un mundo infinito en espacio.

    Prueban todos estos argumentos y contra

    mentos la eternidad del mundo o -como s

    el materialismo dialctico- un mundo incr

    Que se nos disculpe si nos permitimos re

    que, desde hace ya mucho tiempo, tanto en

    como en el oeste, las ciencias son metodol

    mente ateas (44), que parten del postulado

    eternidad de la materia, etc. Parece completa

    absurdo pensar o imaginar que los conocim

    humanos proyectados. hacia el pasado ms

    que pueda concebirse puedan alguna vez

    trarse con el puro no-ser o con el comien

    soluto

    del mundo. Pero, manteniendo la a

    afirmacin, con ello tampoco se ha probado

    vamente la eternidad del mundo. Simplemen

    ciencias parten del postulado o hiptesis,

    pueden abandonar, de que, puesto que ahora

    el mundo, ste ha existido siempre. En el m

    los casos, se puede admitir o conceder que e

    do puede ser eterno, pero no que es de h

    por necesidad eterno. Y un principio muy v

    lgica elemental ensea que ab esse ad posse

    illatio, sed non viceversa .

    Por lo dems Eng

    curre en el equvoco de que, al demost

    sin-principio intemporal del mundo, est

    mostrado que no es creado. Toms de Aqu

    seaba precisamente lo contrario -y tal es

    do de toda su polmica contra Buenaventura

    telogos conservadores de su tiempo-, a

    que el fundamento decisivo para aceptar u

    dor no es el comienzo temporal del mundo

    no se puede demostrar), sino su contingencia.

    B) El mundo es limitado temporalmente

    En los ltimos aos, a partir de descubrim

    espectaculares de la astrofsica, algunos cre

    pretendieron concluir apresuradamente

    ciencia vena a confirmar y demostrar def

    mente la gnesis temporal del mundo y su c

    zo absoluto.

    En efecto, segn el modelo del universo

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

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    LA ETERNIDAD DEL MUNDO

    undo es muy viejo , pero en todo caso su dura-

    in es finita. No es raro, pues, que algunos

    pologistas cristianos -con mejor voluntad que ra-

    ones- intentaran dentificar el momento de la ex-

    losin primitiva con la creacin del mundo por

    arte de Dios. Pero -la historia estestigo- se ha

    usado de Dios demasiadasvecesemplendolo co-

    o tapagujeros para aclarar cosas de momento

    , contribuyendo as al problema de

    viviendade Dios , de que hablaba mordazmente

    Haeckel. En realidad, aun aceptando como cier-

    s los datos de lamoderna astrofsica -el comien-

    o de la expansin hace unos trece mil millones de

    - no se ha probado con ello el comienzo

    abso-

    del mundo, sino solamente la

    evolucin

    del

    a partir de algo ya previo y existente: el

    mo primigenio. De ah que, con fuerza inconte-

    ble, surge necesariamente la pregunta: cul fue

    l origen del tomo? qu haba antes de la explo-

    n primitiva? Tal interrogante no recibe ninguna

    espuesta en los manuales de astrofsica. Estos li-

    comienzan, por as decido, por el segundo da

    e la creacin: se parte ya de algo, del tomo pri-

    . En la revista Time , de hace algunos aos,

    e poda leer: La mayora de los cientficos mo-

    rnos sequedan sin palabra cuando se les formula

    l interrogante supremo y se les pregunta qu ha-

    a antes de la explosin primitiva (45). Pues es

    aro que la pregunta fundamental siguesiendo por

    u hay algo y no ms bien nada, y de dnde viene

    e algo o ese tomo primitivo. Y no puede decirse

    e tal pregunta -aunque no pueda responderse-

    ea ociosa o carente de sentido. Alguien podr

    enturar (o afirmar gratuitamente): el tomo exis-

    desde la eternidad. El creyente tal vez se atreva

    insinuar (o a afrmar dogmticamente): el tomo

    imigenio fue creado por Dios... En cualquier ca-

    , la ciencia dista mucho todava de haber proba-

    el comienzo absoluto del mundo.

    Desdeotro punto de vista, paradjicamente des-

    principios filosficos aristotlico-tomistas, algu-

    s autores han intentado revalidar y actualizar en

    uestros das la argumentacin bonaventuriana

    ontra la posibilidad de un mundo eterno. El razo-

    miento sera ms o menos el siguiente:

    si los movimientos csmicos han tenid

    mienzo, si la actividad de las partculas el

    implica, pongamos por caso, una primera

    qumica), o bien sipuede concebirse una

    sin un primer trmino, sin punto de pa

    comienzo. Y dado que el tiempo se def

    medida del movimiento el tiempo ha co

    con la evolucin en un determinado mom

    pasado, o es tambin eterno como la evol

    Pues bien, la respuesta a estos interro

    -tendra que ser- que la evolucin ha t

    comienzo. Una evolucin eterna implicar

    rie

    infinita

    de acontecimientos sucesivos

    fuera finita, comportara un primer trm

    sealara el comienzo de la evolucin).

    serie infinita no puede existir en el mund

    infinito cuantitativo es imposible, es un

    dueto de la imaginacin

    o capacidad fa

    del hombre. En efecto, todo lo que exis

    tinto y determinado; y cualquier multitud

    distinta o determinada, debe ser

    finita

    un

    nmero,

    una suma finita de unidades.

    de existir el infmito en potencia, entend

    sentido de una multitud

    finita

    capaz de

    indefinido,

    porque, cualquiera que sea el

    el infinito en potencia permanecer siem

    Aplicando estos principios a la evoluci

    verso, habra que inferir que es imposible

    lucin eterna en el pasado, puesto que i

    la realizacin de una serie

    infinita

    de acon

    tos sucesivosy, nueva imposibilidad, esta

    nita aumentara constantemente, siendo

    por definicin, no se puede aadir nada a

    Por consiguiente, la evolucin del mundo

    do tener un comienzo, un punto de par

    dos los acontecimientos que han ocurrid

    una serie numerable; y el tiempo ha co

    con esta evolucin. Podra agregarse, ade

    los ltimos descubrimientos centficos a

    el razonamiento anterior, es decir, que h

    un punto de partida en la evolucin (46).

    A estas alturas creemos innecesaria un

    cin detallada de toda la argumentacin

    ha quedado ya hecha en las pginas que a

    y tal refutacin se reducira bsicamente

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    12/14

    ANTONIO MARLASCA

    C) El mundo puede ser eterno o limitado

    De todo lo expuesto hasta aqu, la conclusin,

    odesta y concisa, que se impone es obvia: no hay

    azones apodcticas - necesarias , que dira To-

    s de Aquino- ni para afirmar la eternidad del

    undo ni para sostener su comienzo absoluto. Ni

    a ciencia ni la flosofa (aunque dogmticamente

    firmen lo contrario) han podido probar ninguna

    las tesis contrapuestas. En este sentido, aunqu

    or razones muy distintas, Toms de Aquino,

    nrnanuelKant y la ciencia moderna no compro-

    etida estaran de acuerdo en esta postura esen-

    agnstica respecto al inicio absoluto del

    niverso. El creyente ilustrado, al que la historia

    ebera haberle enseado va a ser ms precavido y

    prescindir de fciles concordismos entre la biblia

    la ciencia (47), puede seguir sosteniendo lo mis-

    o que defenda ya en el obscuro siglo XIII To-

    s de Aquino contra su colega Buenaventura:

    undum incepisse sola fide tenetur

    ( el comien-

    o del mundo se conoce solo por la fe ). Del he-

    ho de que la ciencia no encuentre a Dios por

    una parte -o, lo que viene a ser lo mismo, del

    (l) Diels, 22 B 30.

    (2) Cf. Timeo 29

    a

    ss.

    (3) Fsica 251 b.

    4) Timeo 37 d.

    5) En este mismo sentido -como un tiempo infinito,

    n principio ni fin - interpreta la concepcin platnica

    el tiempo el gran especialista del pensamiento griego, R.

    , en la obra clsica al respecto:

    El infinito en el

    ensamiento de laantigedad clsica.

    Buenos Aires, 1952,

    . 108 ss.

    6) Cf. la Introduccin de A. J. Cappelletti al opscu-

    Sobre la eternidad del mundo de Toms de Aquino.

    uenos Aires, 1981, p. 12-26.

    7) E. Gilson, Introduction d la tude de Saint Augus-

    oParis, 1969, p. 248.

    8) Ornnia tempora tu fecisti, et ante omnia ternpora

    es, nec aliquo tempore non erat tempus : Con-

    XI, 13, 16.

    9)

    Alta scrutantibus gehemnas

    parabat : Con-

    XI, 12, 14.

    hecho de que la ciencia sea, con todo

    metodolgicamente atea- no se sigue q

    probado positivamente lano existenciadeD

    cosa, aunque a vecesno se quiera reparar e

    prob suficientemente Kant en su crtica

    dora de los argumentos aducidos para p

    existencia de Dios, y es ocioso volver so

    Anlogamente, del hecho de que la ciencia

    encontrado por ninguna parte un comienz

    to del mundo -y no parece concebible qu

    da encontrar- de ah tampoco se sigue q

    probado positivamente la eternidad del m

    para concluir, nos parece oportuno trans

    reflexiones de un cientffico atmico de

    tiempo, Werner Heisemberg: Si del hech

    trovertible de que existe el mundo quie

    cir alguien una causa de esa existencia.

    tesis no contradice en un solo punto nue

    nocimientos cientftcos. Ningn cientffico

    de un slo argumento o de un hecho que

    ta refutar semejante hiptesis. Ni siquiera

    se trata -y no cabe otra posibilidad- de u

    que deba buscarse fuera de nuestro mun

    mensional (48).

    NOTAS

    Porque cmo haban de pasar innumerables sig

    do an no los habas hecho t, autor y cread

    siglos? O qu tiempos podran existir que

    creados por t? Y cmo haban de pasar sinun

    sido? ... No pudieron pasar los tiempos antes

    hicieses los tiempos. Ni t precedes temporalme

    tiempos ... No hubo un tiempo en que no hub

    po ... No hubo, pues, tiempo alguno en que t n

    nada, puesto que el mismo tiempo es obra tuya.

    tiempo te puede ser coeterno, porque t eres per

    y ste (el tiempo), si permaneciese, no sera

    Qu haca Dios antes de crear el cielo y la tierr

    qu le vino al pensamiento de hacer algo cuando

    mente nunca hizo nada? Dales, Seor ,que (los

    tales preguntas) piensen bien lo que dicen y

    que no se dice

    nunca

    donde no hay tiempo ... V

    que no puede haber ningn tiempo sin criatura y

    hablar semejante vaciedad : Confessiones, XI, c

    y 30. Sobre la cuestin del tiempo en San Agus

    especialmente: H. Marrou, San Agustin y el agu

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    13/14

    LA ETERNIDAD DEL MUNDO

    sa es que posteriormente se haya atribuido tal doctrina

    Averroes, Siger, etc.

    (11) E. Glson, La pholosophie de Saint Bonaventure.

    , 1953, p. 154.

    (12) Primum

    =

    quod ipsum creaverit ab aeterno)

    redo impossibile simpliciter, quoniam implicat in se

    ntradictionem. Ex hoc enim quod ponitur fieri, ponitur

    bere principium. Ex hoc autem quod ponitur aeternus,

    nitur non habere principium. Unde idem est quaerere

    rum Deus potuerit ante mundum facere quod mundus

    endo principium non haberet principium; et hoc in-

    t contradictionis utramque partem : Doctoris

    ici S. Bonaventurae ... opera omnia. Quaracchi,

    , t. 1, p. 788. El profesor

    F.

    Van Steenberghen, en

    La

    ilosophie au XIII

    stcle Louvain Paris, 1966, p. 244,

    iere, con toda la razn, que el trmino ante es sin duda

    na mala lectura en lugar de aeternum.

    (13) Dicendurn quod ponere mundum aeternum esse

    aeternaliter productum, ponendo res omnes ex nihilo

    ctas, omnino est contra veritatem et rationem, sicut

    ltima ratio probat; et adeo contra rationem, ut nullum

    sophum, quantumcumque parvi intellectus,

    rediderim hoc posuisse. Hoc enim implicat in se ma-

    festam contradictionem : II Sent. disto 1, p. 1, art. 1,

    . 2; ed. cit., t. Il, p. 22.

    (14) n Sent., dist. 1, p. 1, art. 1, qu. 2,5.

    (15) Para comprender el valor de estos axiomas (y

    e nuestra exposicin), hay que tener en cuenta que el

    infinito

    se toma en sentido riguroso, o si se pre-

    ere, en terminologa aristotlica, como infinito en acto.

    alquier magnitud cuantitativa o matemtica nunca po-

    ser

    infinito en acto,

    pues siempre se le puede aadir

    lguna unidad, sino que ser siempre, necesariamente,

    infi-

    en potencia o indefinido. Otros autores llaman al

    finito en potencia

    infinito relativo

    y al infinito en acto

    finito absoluto:

    Se confunde generalmente lo

    infinito

    es decir, lo que no tiene ningn lmite asignable,

    on lo

    infinito absoluto

    (que Cantor, Wundth, Lasswitz

    an llamado transfinito), es decir, que no tiene ningn

    mite posible. El primero expresa una simple posibilidad,

    segundo expresa una efectividad completa, que podra

    finir se tambin: una totalidad en la cual todos los gra-

    s de disminucin o de aumento son dados de antemano.

    on lo infinito absoluto estamos, pues, fuera del concepto

    magnitud; entre ello y lo infinito relativo (infinitamen-

    grande, infinitamente pequeo) no hay una diferencia

    e cantidad sino de cualidad : A. Lalande, Vocabulario

    cnico y crtico de la filosofa, Buenos Aires, 1953, t. 1,

    . 658. Reiteramos que aqu se trata del infmito en acto o

    finito absoluto al que, por definicin, no se le puede

    adir nada, pues,

    eo ipso,

    dejara de ser infinito. Como es

    bvio, aqu se prescinde de las construcciones puramente

    relativas al infinito matemtico.

    (16) Cf. II

    Sent.

    disto 1, p. 1, art. 1, qu. 2. Cf. tam-

    in F. Van Steenberghen, Le mythe d un monde ternel,

    n Revue philosphique de Louvain , 1978, p. 167-168.

    (17) Cf. II Sent. dist. 1, p. 1, art. 1, qu. 2. Cf. tambin

    85-89) y sita la fecha de su composicin hacia

    Pars cuando la crisis doctrinal de la Universidad

    posicin de Santo Toms delicada, e ineluso comp

    dora si era mal comprendida Ibid. p. 56). El o

    ha sido traducido y publicado en castellano recien

    por A.J. Cappelletti: Santo Toms, Sobre laetern

    mundo. Buenos Aires, 1981. Utilizamos esta lt

    cin.

    (19) Edic. de Cappelletti, p. 45.

    (20) A.D. Sertillanges,

    Saint Thomas dAquin

    1910, p. 282.

    21 Suma Teolgica, 1,46, 2.

    22 Ibidem.

    23 Ibidem.

    24) Contra Gentiles,

    Il38, ad 2um.;

    Suma T

    1, 46, 2, ad 2um.; Sobre la eternidad del mundo,

    p.49-50.

    (25) Irnpossibile est esse multitudinem infin

    actu, sive per se, sive per accidens:

    Suma Teolg

    4. Como ya queda explicado

    (cf.

    supra

    nota 15

    tiende por infinito en acto el infinito realizado; t

    to no puede pertenecer a ningn tipo de magnitu

    literalmente innumerable e inconmensurable ,

    finicin excluira todo aumento, etc.

    26

    Contra Gentiles, n 38.

    27 /bidem.

    28 Ibidem.

    29 Suma Teolgica, 1,46, 2.

    (30) Ad sextum dicendum quod transitus

    intelligitur a termino in terminum. Ouaecumque

    praeterita dies signetur, ab iIIa usque ad istam s

    dies, qui pertransire potuerunt. Obiectio autem

    ac si, positis extrernis, sint media infinita :

    Ibidem

    (31) Cf. Suma Teolgica, 1,7,4.

    (32) F. Van Steenberghen, La philosophie

    sicle.

    Louvain-Paris, 1966, p. 461 y 463; Idern,

    gie. Louvain-Paris, 1966, p. 248-251.

    (33) A. Zimmermann, Mundus est aetern

    Miscellanea Mediaevalia, 10, Berln, 1976, p. 3

    (34) No hay ninguna prueba de que Kant cono

    doctrinas de Agustn, Buenaventura o Toms de

    sobre el tiempo. De todas formas es digno de not

    Kant prueba la tesis de la primera antinomia (e

    no es eterno) fundamentalmente con el mismo ar

    de Buenaventura: si el mundo fuera eterno hab

    eternidad transcurrida a cada momento dado

    cuentemente, una serie infinita de estados suce

    cosas en el mundo. Ahora bien, la infinidad de

    consiste precisamente en que esa serie no puede

    acabada ... (y) que transcurra una serie infinita en

    do es imposible : I. Kant, Critica de la Razn Pu

    Trad. de J. Bergua, Madrid 1970, p. 126. Por o

    -y los crticos de Kant lo han repetido hasta la s

    Kant construye su primera antinomia imagina

    tiempo vacio anterior al mundo. Ahora bien, co

    ha visto, San Agustn, en su polmica contra l

  • 7/25/2019 La Eternidad Del Mundo Un Mapitulo de Filosofia Medieval

    14/14

    ANTONIO MARLASCA

    tJ5) Suma Teolgica, 1,42,

    (36) Sobre lo eternidad del mundo,

    ed. cit., p. 54.

    (37) lbidem. Casi siempre Toms responde de la mis-

    a manera a esta objecin. En la

    Suma Teolgica,

    1,46,

    , escribe: Hay que tener en cuenta, sin embargo, que

    ste (el argumento de la infinidad de las almas) es un

    rgumento particular. Por lo cual podra alguien decir,

    ue el mundo ha sido eterno, o al menos alguna criatura

    fue, como el ngel, pero no el hombre. Pero nosotros

    atamos de un modo universal de si alguna criatura exis-

    desde la eternidad .

    (38) Suma Teolgica,

    1 7,4.

    (39) F. Copleston, Historia de lo Filoso/fa, t. 11 Barce-

    na, 1971, p. 359.

    (40) De hecho en 1277, entre una serie catica de 219

    roposiciones condenadas en nombre de la ortodoxia

    , se encuentra la siguiente: non esse non

    raecessit esse duratione, sed natura tantum (prop. 99).

    al proposicin parece referirse directamente a Avicena,

    ero detrs de Avicena est Toms de Aquino, que la

    efiende como racional o lgicamente posible.

    (41) Ms claramente, en efecto, conduce el mundo al

    onocimiento del divino poder creador si el mundo no

    iempre existi que si hubiera existido siempre; pues todo

    que no siempre existi es evidente que tuvo causa; pero

    llo no es, en cambio, tan evidente en lo que toca a aque-

    o que siempre existi : Suma Teolgica, 1,46, 1.

    (42) Cf. F . Engels,

    Ant-Dtlhring.

    Trad. de W. Roces,

    adrid, 1932, pp. 41 ss.

    (43) F. Engels en los manuscritos que se publicaron

    stumamente con el ttulo

    Dialctica de la naturaleza,

    ablando de las propiedades de la materia, da rienda suel-

    a su imaginacin y tal pareciera que su concepcin de la

    ateria dicta a la ciencia su programa e incluso sus con-

    : Decir que la materia en toda la eternidad slo

    na vez -y ello por un instante, en comparacin con su

    ternidad- ha podido diferenciar su movimiento y, con

    llo, desplegar toda la riqueza del mismo, y que antes y

    espus de ello se ha visto limitada eternamente a simples

    ambios de lugar; decir esto equivale a afirmar que la

    ateria es perecedera y el movimiento es pasajero. La

    destructibilidad del movimiento debe ser comprendida

    o slo en el sentido cuantitativo, sino tambin en el

    alitativo ... El movimiento que ha perdido la capacidad

    e verse transformado en las distintas formas que le son

    ropias, si bien an posee dynamis, ya no tiene energeia, y

    or ello se halla parcialmente destruido. Pero lo uno y lo

    tro es inconcebible ... O nos vemos obligados a recurrir a

    a ayuda del creador o a concluir que la materia prima

    ncandescente que dio origen a los sistemas solares de nues-

    ra isla csmica se produjo de forma natural, por transfor-

    aciones del movimiento que son inherentes por naturale-

    za a la materia en movimiento y cuyas condicione

    por consiguiente, ser reproducidas por la materia

    sea despus de miles de millones de aos, ms

    accidentalmente, pero con la necesidad que es

    inherente a la casualidad ... Se pierde (el calor) p

    pre en su intento de calentar el espacio csmico

    existir prcticamente y contina existiendo slo

    mente en el hecho de que el espacio csmico se

    tado en una fraccin decimal de grado, que comi

    diez o ms ceros? esta suposici6n niega la indest

    dad del movimiento ... Llegamos as a la conclusi

    el calor irradiado al espacio csmico debe de un

    otro -llegar un tiempo en que las ciencias na

    impongan la tarea de averiguarlo- convertirse en

    ma de movimiento ... Adems la sucesin eternam

    terada de los mundos en el tiempo es nicamente

    plemento lgico a la existencia de innumerables

    en el espacio infinito. Este es el ciclo eterno e

    mueve la materia ... Tenemos la certeza de que l

    ser eternamente la misma en todas sus transform

    de que ninguno de sus atributos puede jams p

    que por ello, con la misma necesidad frrea con

    exterminar en la tierra su creacin superior, la m

    sante, ha de volver a crearla en algn otro

    Engels, Dialctica de lo naturaleza, en K. Marx-F

    Sobre loReligin,

    Salmanca, 1979, p. 294-297.

    (44) Valga la pena recordar la conocida anc

    bufda a P.S. Laplace. Al ofrecer ste el primer vo

    su Tratado de mecnica celeste a Napolen y pr

    ste ltimo por el papel de Dios en la creacin,

    di: Seor, no me hizo falta tal hiptesis .

    (45) Time , 27, XII, 1976. Cit. por H. Kng

    Dios? ,

    Madrid, 1979, p. 871. En las lneas que a

    en este apartado nos hemos inspirado en las

    pginas de esta obra (especialmente, p. 864-874)

    tor curioso encontrar ah abundante bibliograf

    las ltimas teoras astrofsicas.

    (46) Cf. F. Van Steenberghen, Le mythe d u

    temel, en Revue philosophique de Louvain ,

    171-173; Idem,

    Ontologie,

    Louvain-Paris,

    248-251.

    (47) Para el creyente del siglo XX podra s

    consejo que daba Toms de Aquino en el sig

    propsito, precisamente, del comienzo del mu

    pretender demostrar la s cosas de fe por medio d

    tan dbiles que provoquen la mofa e irrisin de

    yentes (cf. Suma Teolgica, 1,46,2).

    (48) W. Heisemberg,

    Ciencias de lo naturaleza

    religiosa, en Schritte ber Grenzen , p. 49. C

    Kng,

    Existe Dios?

    ,pp. 871-872. El subrayado

    tro. Por descontado, que tal hiptesis hoy por h

    susceptible ni de verificacin ni de falsificacin; y

    to, se queda en lo que es:

    simple hiptesis.