la enseÑanza tecnologica en el taller docente... · 2020. 6. 22. · f) en el curso del...

6
192 . LXVI LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE [7] 7 ni mucho menos un como escepticismo expec- tante. indefinidamente expectante, sino que pro- pugnamos un ejercicio de la mente sobre los conceptos e imágenes asimilados, en las discipli- nas ya estudiadas, ejercicio guiado por el profe- sor, quien por su parte debe estar armado de las adquisiciones perennes de la Filosofía, que existen hasta donde esta palabra perenne tiene sentido en lo humano. Es tradición de nuestras escuelas que el cate- drático se plantee el problema de las relaciones de su disciplina con las demás ciencias. Dar con esas relaciones supone un primer esfuerzo orien- tador, filosófico y, por tanto, extracientífico. Pues bien, el profesor de Filosofía debe ocuparse de esta función relacionante y, por lo tanto, unifi- cadora de la filosofía. Tiene que presentar el saber como una unidad. Esta unidad tiene a su vez una doble vertiente. La primera y la más importante el sistema de la ciencia; la segunda el nacimiento o aparición sucesiva de la Filoso- fía: su historia. De aquí se vislumbra el proble- ma de la ordenación de los estudios filosóficos en el bachillerato. Reducido lo apuntado a conclusiones, nos atre- vemos a someter a la discusión las siguientes: a) El profesor de Filosofía ha de operar so- bre el panorama de saberes abierto a los alum- nos por los demás profesores. Su propósito es describir la realidad Ondea de las disciplinas es- tudiadas y la estructura lógica de las mismas; es decir, su calidad de ciencias. b) No obstante su labor es más de iniciación que de instrucción. La Filosofía es un segundo punto de vista sobre el ser que por su natura- leza antihabitual no puede, en general, ser ob- jeto de instrucción, sino de enseñanza o ejerci- cio. Pero es precisamente lo que la Filosofía tiene de vida auténtica. e) La Filosofía fundamenta las demás disci- plinas como ontología y como lógica (si se quie- re huir del término ontología, puede usarse el de teoría de los objetos). d) En último término, la Filosofía unifica las ciencias en el sistema de la ciencia. e) También debe fundamentar históricamen- te las ciencias, enseriando la sucesiva aparición de las concepciones científicas (Historia de las ideas). f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica en el taller docente FRANCISCO GONZALEZ ARIZMENDI Ex profesor de la Oficina Internacional del Trabajo para la Formación y Perfeccionamiento del Profesorado para la Enseñanza Profesional La Tecnología, en su sentido más amplio y g eneral, comprende tanto las máquinas y herra- mientas como las técnicas de empleo. A primera vista, cuando se habla del progreso te cnológico, parece hacerse referencia al descu- b rimiento de nuevas máquinas, útiles o armas. Pero si se estudia con más profundidad el pe- ríodo histórico anterior a la revolución industrial, se descubren en él grandes cambios tecnológicos de rivados de la diversa forma de utilizar las M áquinas ya conocidas. En la enseñanza profe- sional a niveles inferiores y medios se suele em- Dlear una terminología muy estrecha en lo que se refiere al ámbito de aplicación de la Tecnolo- gía. Su contenido se confunde a veces con el con- cepto de las mal llamadas Ciencias Aplicadas, dando lugar a confusión en la exposición de ambas. En pura ortodoxia no existen las Ciencias Aplicadas, sino las Ciencias en sí mismas con sus aplicaciones a los hechos reales de la vida. Resulta entonces que la tecnología está consti- tuida por las aplicaciones concretas de la ciencia pura, concepto éste que diferencia y separa los campos de ambas, eliminando la ambigüedad so- bre ciencias aplicadas que, si bien puede ser ad- misible, aunque no correcto, en el campo de los altos niveles p rofesionales, resulta impropio y

Upload: others

Post on 14-Mar-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

192 . LXVI LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE [7] 7

ni mucho menos un como escepticismo expec-tante. indefinidamente expectante, sino que pro-pugnamos un ejercicio de la mente sobre losconceptos e imágenes asimilados, en las discipli-nas ya estudiadas, ejercicio guiado por el profe-sor, quien por su parte debe estar armado delas adquisiciones perennes de la Filosofía, queexisten hasta donde esta palabra perenne tienesentido en lo humano.

Es tradición de nuestras escuelas que el cate-drático se plantee el problema de las relacionesde su disciplina con las demás ciencias. Dar conesas relaciones supone un primer esfuerzo orien-tador, filosófico y, por tanto, extracientífico. Puesbien, el profesor de Filosofía debe ocuparse deesta función relacionante y, por lo tanto, unifi-cadora de la filosofía. Tiene que presentar elsaber como una unidad. Esta unidad tiene asu vez una doble vertiente. La primera y la másimportante el sistema de la ciencia; la segundael nacimiento o aparición sucesiva de la Filoso-fía: su historia. De aquí se vislumbra el proble-ma de la ordenación de los estudios filosóficos enel bachillerato.

Reducido lo apuntado a conclusiones, nos atre-vemos a someter a la discusión las siguientes:

a) El profesor de Filosofía ha de operar so-bre el panorama de saberes abierto a los alum-nos por los demás profesores. Su propósito esdescribir la realidad Ondea de las disciplinas es-tudiadas y la estructura lógica de las mismas;es decir, su calidad de ciencias.

b) No obstante su labor es más de iniciaciónque de instrucción. La Filosofía es un segundopunto de vista sobre el ser que por su natura-leza antihabitual no puede, en general, ser ob-jeto de instrucción, sino de enseñanza o ejerci-cio. Pero es precisamente lo que la Filosofía tienede vida auténtica.

e) La Filosofía fundamenta las demás disci-plinas como ontología y como lógica (si se quie-re huir del término ontología, puede usarse elde teoría de los objetos).

d) En último término, la Filosofía unifica lasciencias en el sistema de la ciencia.

e) También debe fundamentar históricamen-te las ciencias, enseriando la sucesiva apariciónde las concepciones científicas (Historia de lasideas).

f) En el curso del aprendizaje el alumno iráasimilando el lenguaje de la Filosofía.

La enseñanza tecnológicaen el taller docenteFRANCISCO GONZALEZ ARIZMENDI

Ex profesor de la Oficina Internacional del Trabajopara la Formación y Perfeccionamientodel Profesorado para la Enseñanza Profesional

La Tecnología, en su sentido más amplio ygeneral, comprende tanto las máquinas y herra-mientas como las técnicas de empleo.

A primera vista, cuando se habla del progresotecnológico, parece hacerse referencia al descu-brimiento de nuevas máquinas, útiles o armas.Pero si se estudia con más profundidad el pe-ríodo histórico anterior a la revolución industrial,se descubren en él grandes cambios tecnológicosderivados de la diversa forma de utilizar lasMáquinas ya conocidas. En la enseñanza profe-sional a niveles inferiores y medios se suele em-Dlear una terminología muy estrecha en lo quese refiere al ámbito de aplicación de la Tecnolo-

gía. Su contenido se confunde a veces con el con-cepto de las mal llamadas Ciencias Aplicadas,dando lugar a confusión en la exposición deambas.

En pura ortodoxia no existen las CienciasAplicadas, sino las Ciencias en sí mismas consus aplicaciones a los hechos reales de la vida.Resulta entonces que la tecnología está consti-tuida por las aplicaciones concretas de la cienciapura, concepto éste que diferencia y separa loscampos de ambas, eliminando la ambigüedad so-bre ciencias aplicadas que, si bien puede ser ad-misible, aunque no correcto, en el campo de losaltos niveles profesionales, resulta impropio y

Page 2: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

8 181

REVISTA DE EDUCACION - ESTUDIOS

LXVI .192

poco definido en el ámbito de la enseñanza pro-fesional para sus niveles inferiores. Aclarandoconceptos se puede decir: «Las ciencias aplicadasson la aplicación abstracta de principios cientí-ficos a los casos indeterminados de la vida real»(Larroque). La Tecnología es la aplicación de lasciencias a casos concretos.

El concepto amplio de la Tecnología y su cam-po de aplicación nos lo enseña Larroque en suobra El hombre y la revolución científica, y Pellit-teri con la suya sobre La enseñanza profesional.El primero dice: «La Tecnología queda integradapor los sumandos que intervienen en la determi-nación de la productividad, excepto los que im-plican empleo puro del capital. La ecuación deproductividad formulada por Lundberg en 1960fue modificada por Brising, y eliminando de ellalos términos que se refieren estrictamente a lasinversiones de capital, se puede definir en formamatemática la casi totalidad de los factores queintegran el proceso tecnológico en la forma si-guiente:

siendo:= variaciones de tecnología

m = nuevas máquinast = nuevas técnicas operativasc = cambios en la utilización de la capaci-

dad de trabajon = formación profesional y educación téc-

nicad = cambios de dimensión de las instalacio-

nes hacia la dimensión óptima.»

Esta fórmula expresa que las variaciones tec-nológicas son dependientes, entre otros, de losperfeccionamientos de las máquinas, de las nue-vas técnicas operativas y de la preparación pro-fesional del personal.

Pellitteri dice así: «La denominación de tec-nología se debe a Beckman; literalmente quieredecir pensamiento sobre la técnica. El que prac-tica esta disciplina abarca un campo inmenso eindefinido que en la acepción más general com-prende los conocimientos relativos a cualquiermétodo, sistema o procedimiento de transforma-ción de materias primas en productos utilizables.Además, la tecnología no se limita a descubrirlos procesos de producción, sino que debe po-ner de manifiesto los efectos sobre las diferentestécnicas particulares de los principios científicosque intervienen en ella, debe enfrentarse y dis-cutir los sistemas, presentar las analogías quese dan en distintos sectores, perfilar los perfec-cionamientos posibles, encontrar las causas delos fracasos e investigar e ilustrar, mediante unexamen critico, la historia de la evolución de lasdistintas industrias.»

Estas consideraciones nos llevan a integrar enel concepto Tecnología, tanto los elementos ensí como los métodos operativos para el mejoraprovechamiento de esos elementos. A efectos dela enseñanza tecnológica en la Formación pro-

fesional, habremos de considerar dos grupos di-ferenciados: máquinas y técnicas operativas.

En el primer grupo, a su vez, habrá que con-siderar la enseñanza de máquinas apoyada enprincipios científicos aplicados y la descripción,manejo y empleo de las mismas. En las técnicasoperativas igualmente habrá que considerar losprincipios científicos que las determinan y lastécnicas en sí mismas, es decir, su modo de eje-cución.

Quedan así perfectamente diferenciados ios doscampos de la enseñanza tecnológica: la científicade máquinas, con los fundamentos de las técni-cas de aplicación, para la tecnología teórica o enaula, y la descripción, manejo y empleo de má-quinas, con los modos de ejecución, para la lla-mada tecnología de taller que, lo mismo que laprimera, puede ser impartida también, cuandola explicación lo requiera, en la misma aula quela tecnología teórica. La denominación de «Tec-nología de Taller» crea con frecuencia confusio-nismo sobre el lugar en que debe ser impartida.Para evitarlo, preferimos denominarla tecnologíapráctica.

Sin embargo, y a pesar de estar deslindados loscampos de ambas tecnologías, no puede olvidarseen ningún caso que entre ambas existe una rela-ción de causa a efecto que obliga a una perma-nente e íntima coordinación entre ellas y sin lacual nunca podrá ser efectiva la segunda, obje-to y fin de la primera. Para facilitar la enseñan-za práctica y su coordinación con la teórica, seprecisa recurrir a ayudas didácticas que facili-ten la labor del profesor al mismo tiempo queguían y encauzan las actividades del alumno. Es-tas ayudas están constituidas por series metódicasde ejercicios prácticos y documentos de ayuda Y

coordinación. Tanto unos como otros pueden re-ferirse a máquinas o técnicas operativas; perola descripción y empleo de elementos suele co-rresponder a la llamada tecnología de taller, y,los métodos operativos, dentro de la tecnologíapráctica, se apoyan en principios técnicos y cien-tíficos que corresponden a la tecnología razonada.Resulta perfectamente admisible entonces esta-blecer para la enseñanza práctica dos tipos dedocumentación con denominaciones de «tecno-lógica» y «técnica» y que, dentro del ámbito tec-nológico, diferenciarían las dos actividades sobremáquinas y métodos o principios operacionales.

Las hojas tecnológicas podrán incluir tambiénprincipios o cuestiones científicas cuando su for-ma sea de aplicación simple e inmediata sin másexplicación, como son tablas o gráficos de em-pleo directo.

Las hojas técnicas serán un recordatorio de losprincipios científicos que es preciso tener encuenta en el momento de la ejecución de un tra-bajo para aplicar el método operativo más racio-nal. Deberán contener cuestiones sobre la apli-cación de las ciencias al caso considerado Y sugran valor e importancia radica en la consecu-ción de una coordinación en el espacio entre las

Page 3: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

192 . LXVI

LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE [9 ] 9

enseñanzas prácticas y las de sus correspondien-tes teorías de aplicación, problema éste de difícilsolución y no logrado hasta hoy en forma satis-factoria.

En cambio no procederá en ningún caso quelas hojas técnicas contengan cuestiones sobrecálculo. En la aplicación inmediata de éste nocabe recordar demostraciones matemáticas; hayque explicar el procedimiento operativo sin razo-namientos de ninguna clase, enseriando sólo«cómo se hace», no «por qué se hace». Esto se haexpuesto ya en clase y no se puede repetir en eltaller.

Si el alumno en el momento de su aplicación nosabe realizar una< operación matemática más omenos elemental, ello puede obedecer a dos cau-sas: que se le haya olvidado o que el profesorteórico haya omitido la explicación o no la hayahecho con suficiente claridad. En el primer casosera un hecho aislado, cuya recordación opera-tiva puede hacerse por el propio profesor de ta-lleres sobre una de las pizarras que para estos yparecidos fines debe existir siempre en todo ta-ller docente. El segundo caso se manifestará enforma colectiva, y deberá ser remitido al profe-sor de cálculo para repaso o aclaración del tema.

La documentación para enseñanza en tallerpuede establecerse en tres clases de documentos:de trabajo, de información y de organización. Laprimera tiene por objeto dar a conocer todas lasoperaciones que deben ser realizadas para la eje-cución de un ejercicio docente o tarea industrialsiguiendo métodos tecnológicos. La segunda in-forma o recuerda las normas tecnológicas o losprincipios científicos que sirven de base para laejecución de las operaciones comprendidas en ladocumentación de trabajo. La última persiguecrear en el alumno el hábito del trabajo organi-zado siguiendo un orden de actividades previa-mente establecido.

La documentación de trabajo podría clasifi-carse en la forma siguiente:

T.1 EJERCICIOS DOCENTES

Cuando el alumno llega al taller desconocien-do máquinas y herramientas, el profesor deberádedicar una atención intensa e individual a cadauno para instruirlo en los primeros pasos sobredescripción, manejo y empleo de máquinas. Peroel elevado número de alumnos que normalmentetiene a su cargo, unido a otras ocupaciones demateriales, acopio, calificación, partes, etc., le im-pedirán realizar esta labor de enseñanza y guíadel alumno. Se hace necesario entonces un mate-rial que ayude al profesor librándole en parte delas múltiples consultas que necesariamente hande formular los alumnos. Sin embargo, estas ayu-das han de ser de carácter sumamente elemen-tal, con ilustraciones y literatura puramente es-colar. El tratar de llenar estos documentos condatos técnicos específicos sería contraproducen-

te, creando más confusión que ayuda, ya que elalumno no está aún preparado para asimilarcualquier exposición técnica por sencilla que éstasea.

Los primeros ejercicios, distribuidos en unahoja para cada uno, deberán contener un dibujoexterior de la máquina y herramientas de uso in-mediato con la nomenclatura de sus distintaspartes y elementos. Estas hojas serán entregadasdespués de una descripción colectiva hecha porel profesor a sus alumnos en pequeños grupos.Servirán para afianzar y repasar sus explica-ciones.

Las hojas siguientes contendrán la represen-tación del ejercicio a realizar, en forma clara ysencilla, huyendo de la normalización gráfica ybuscando la fácil comprensión por parte delalumno. No puede haber normas industriales, sinosimplemente pedagogía escolar. Enumerará tam-bién las herramientas a emplear.

T.2 HOJA DE OPERACIONES

Su objeto es dar a conocer en forma progre-siva la racionalización de métodos. Constituyemás bien una introducción al trabajo científicodando a conocer nuevas técnicas de ejecución almismo tiempo que permite perfeccionar el empleoy dominio de máquinas, herramientas y materia-les. Para conseguirlo deberá contener un croquisnormalizado de la pieza con instrucciones con-cretas para su ejecución. Llevará además reco-mendaciones de tipo tecnológico referentes a latarea considerada.

T.3 HOJA DE INSTRUCCIONES

Crea la inquietud de la responsabilidad deltrabajo, respecto a la materia prima, productivi-dad y economía. Estos factores «insertan» alalumno en forma progresiva en el trabajo in-dustrial que luego ha de encontrar en la em-presa.

Deberá contener todos los datos necesarios parala realización científica del trabajo, de acuerdocon las normas tecnológicas propias de ejecuciónen el caso particular de la pieza considerada.Llevará también el dibujo técnico de la pieza yuna serie de croquis ligeros indicativos de la su-perficie a trabajar en cada fase u operación, asícomo su colocación y sujeción en la máquina. Sonhojas de tipo y formato eminentemente indus-trial.

T.4 HOJA DE PROCESO

Su misión es indicar a dónde debe ser enviadala pieza después de cada fase de ejecución cuan-do su elaboración requiera la concurrencia dedistintos puestos de trabajo. Indica las distintas

Page 4: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

REVISTA DE EDUCACION - ESTUDIOS

LXVI . 192

operaciones a realizar en cada puesto o máquina.A diferencia de la hoja de instrucciones que sólosirve para un puesto de trabajo o máquina en-seriando cómo», la de proceso sirve para va-rios puestos y expone «lo que» en cada uno deellos.

T.5 PLANO DE FABRICACIÓN

Instruye Y perfecciona al alumno en la lecturae interpretación de planos normalizados, conte-niendo la representación industrial normalizadadel trabajo a realizar.

El momento de empleo de cada uno de los do-cumentos de trabajo viene ya determinado porla naturaleza de su contenido y debe hacerse enforma sincronizada y sucesiva, en todo lo que seaposible, con el desarrollo de las enseñanzas teó-ricas de ciencias, tecnologías y dibujo. Así, lashojas de operaciones con croquis normalizado dela pieza no deberán lanzarse hasta que el alum-no haya recibido la necesaria información teóricapara poder interpretar y leer esos croquis. Estacoordinación no podrá ser lograda en muchoscasos en la forma ideal de espacio y tiempo quesería deseable y, cuando ello ocurra, habrá que«forzar» las enseñanzas; por parte teórica se ex-plicará «el cómo» para después, a su tiempo,llegar «al por qué»; en el taller se trabajará enforma empírica, y llegado el momento se expon-drá la racionalización científica.

La documentación de información podría estarconstituida por los documentos siguientes:

1.1 HOJA TECNOLÓGICA

Estas hojas pueden abarcar tres aspectos dis-tintos: de información, de verificación y control,y de seguridad en el trabajo.

Las primeras van encaminadas a enseriar to-das las posibilidades de cada máquina, cada útily cada herramienta, así como su nomenclaturatécnica. Deberá contener la información relativaa todos los elementos con los que pueden serefectuadas las operaciones correspondientes a unadeterminada hoja de instrucciones. Reseñará enprimer lugar los métodos y elementos aconseja-dos por la aplicación de los principios científicosy tecnológicos. En orden de sucesión se indica-rán los que pueden sustituir al anterior en casode avería o falta.

Las hojas de verificación y control serán aná-logas a las de información, diferenciándose sola-mente en su contenido, que versará sobre todoslos instrumentos de medida y control que seansusceptibles de utilización en la elaboración dela pieza-ejercicio. También indicará su mejorforma de empleo, reseñando en primer lugar losinstrumentos más idóneos y después los que pue-dan sustituir a éstos en caso de necesidad.

Las hojas de seguridad contendrán las medidasa tomar para evitar accidentes locales duranteel manejo de la máquina y ejecución del trabajo.

A cada hoja de instrucciones corresponderá, porlo tanto, un juego de tres hojas tecnológicas. Suconjunto servirá para que el alumno se vaya for-mando en la correcta elección de elementos detrabajo de acuerdo con los medios disponibles encada caso.

1.2 HOJA TÉCNICA

Su objeto es coordinar las enseñanzas teóricasy prácticas recordando en el momento mismo desu aplicación los principios científicos y técnicosque condicionan el método y la ejecución del tra-bajo, logrando así la mejor calidad del productoal menor costo posible, es decir, racionalizar ynormalizar los métodos de trabajo con base cien-tífica. Para conseguirlo deberán contener la in-formación de carácter técnico-científico que seade aplicación en el momento de fabricar unapieza determinada. A diferencia de la hoja tecno-lógica que relaciona distintas formas de ejecu-ción con indicación preferente de la más racio-nal, la hoja técnica deberá limitarse al porquédebe hacerse así y no de otra manera, exponiendoen forma extractada la razón técnico-científicadel «porqué». Su contenido ha de ser esencial-mente teórico, y como tal sólo hará referenciaa las aplicaciones de la ciencia al caso conside-rado.

1.3 EXPERIENCIAS DE TALLER

En un taller-laboratorio o en el mismo taller serealizarán trabajos experimentales de investiga-ción técnica y mediante los cuales se pondrá demanifiesto ante los alumnos las consecuencias deun trabajo realizado en deficientes condicionesde empleo de máquinas y herramientas. Las hojaspara estas experiencias contendrán los datos pre-viamente preparados para efectuar un trabajoal margen de su organización científica. Termina-do éste, el alumno anotará sobre la hoja las anor-malidades y deficiencias de la pieza exponiendosus causas y todas las observaciones que puedasugerirle el resultado de la experiencia.

La Metodología de empleo de todo este mate-rial puede ser la reunión previa en aula antes deempezar una tarea o ejercicio y en la que serepartirían estas hojas a los alumnos. Después dehaber sido leídas por ellos y resueltas sus dudaspor el profesor, se pasaría al taller para la eje-cución del trabajo. Los resultados de las expe-riencias de taller podrían ser calificados en for-ma aislada por el profesor y comentados poste-riormente en coloquio con los alumnos.

Los documentos de organización pueden serestablecidos para responder a muy distintas con-cepciones. Como más importantes pueden citarselos siguientes:

Page 5: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

192 . LXVI

LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE [11] 11

0.1 PLANIFICACIÓN DE TALLERES

También se le llama «planning» de talleres.Consiste en un gráfico lineal sobre el que se indi-ca el paso de alumnos por las distintas seccionesde talleres indicando especialidades y permanen-cias. El movimiento deberá establecerse antes deempezar el curso y para toda la duración delmismo. Se apoya en el plan general de estudiosy no sólo sirve para regular el movimiento dealumnos en los talleres del Centro, sino que sirvetambién de base para la programación de los ho-rarios de las clases teóricas.

0.2 PLANIFICACIÓN DEL TRABAJO

Es un cuadro en el que se preve para todo elcurso la distribución de tareas a realizar porcada alumno con indicación de las fechas apro-ximadas de iniciación y terminación de cada unade ellas. Este «planning» exige una valoraciónprevia en tiempo de cada uno de los ejercicios adesarrollar.

OTROS DOCUMENTOS

Además de los «planning» anteriores se puedenestablecer otros como son los «gráficos de pro-greso de trabajo», «gráficos de control de traba-jos realizados», etc.

Como ya se expuso anteriormente, estos docu-mentos han de responder al criterio de organiza-ción industrial creando en el alumno el hábito yla inquietud del trabajo organizado. Todos losdocumentos de este grupo han de tener la mayorsemejanza posible con los empleados en la indus-tria para fines semejantes.

Hasta aquí hemos expuesto una serie de docu-mentos auxiliares que constituyen el material di-dáctico para la enseñanza tecnológica en el taller.A lo largo de la utilización de esta documentaciónse realiza una serie de ejercicios prácticos cuyoconj unto constituye la llamada «serie metódica»Y que, como su nombre indica, no es más que unacolección de trabajos, docentes e industriales, es-tablecidos siguiendo un determinado método deelección y selección. Este método deberá satisfa-cer a la doble necesidad de una ordenación endificultad creciente para la ejecución y otra detransición docente a industrial en su contenido yexigencia. Hacemos a continuación una síntesisde las acciones a realizar para llegar al estableci-miento de estas series.

La segunda de las condiciones expuestas se sa-tisface mediante un análisis de tareas; pero noasí la primera, ya que con ello no se establece ladificultad de cada operación ni la influencia decada una de ellas sobre el resultado final de latarea. En nuestro país y hasta hace relativa-mente poco tiempo se pensaba que para ser unbuen director de empresa de producción era in-

dispensable el dominio de sus técnicas específi-cas. Sin embargo, desde hace ya muchos arios, enNorteamérica se sabía que de todos los conoci-mientos que ha de dominar un director-gerente,el que menos importancia tiene es el aspecto téc-nico. A este resultado se llegó después de unaserie de observaciones sobre las actividades deltrabajo de la gerencia. Resulta muy frecuentetambién encontrar operarios experimentados oejecutivos competentes, tan habituados a un de-terminado rendimiento de trabajo que no sabenlo que han de hacer para poder mejorarlo.

En la enseñanza práctica de talleres se suelepresentar un fenómeno de naturaleza análoga.Se repiten y perfeccionan operaciones simples sinmayor trascendencia pasando por alto la reitera-.ción de los puntos-clave o, en el mejor de loscasos, sin llegar a conocer su influencia deter-minante sobre el resultado de la tarea completa.Se precisa entonces realizar un análisis de ope-raciones que, por agrupamientos adecuados deéstas, permita conformar los ejercicios o tareasque cumplan las dos condiciones de progresivi-dad antes enunciadas.

El análisis de operaciones puede definirse comoel conjunto ordenado y sistemático de activida-des analíticas de una tarea industrial. Su objetoes establecer lo que el alumno debe aprender paraejecutar la tarea asignada. El conjunto de tareasformará la serie metódica a lo largo de la cual sehabrán aprendido todas las actividades de unaprofesión. La serie metódica será entonces elconjunto de tareas necesarias para adquirir losconocimientos básicos de todas las actividades deuna profesión.

Es preciso recalcar que el simple inventario delas operaciones que constituyen una tarea no re-porta ventaja alguna para el establecimiento deuna serie metódica. Este inventario en sí mismono determina el orden de dificultad ni las téc-nicas de ejecución más adecuadas.

Establecida así la serie metódica, puede com-ponerse ya con acierto la documentación de tra-bajo y la de información. Esto requiere a su vezun pleno conocimiento de la ejecución de la ta-rea, debiendo realizarse el análisis de operacio-nes y la confección de la documentación comple-mentaria por un equipo de expertos en la ejecu-ción y en el análisis de operaciones que establez-ca los puntos-claves, el orden de dificultades y elsistema de valoración del rendimiento. El file-teado al torno tiene mucha más significación queun simple cilindrado. Deberá realizarse tambiénel llamado «análisis de factores múltiples» paradeterminar las operaciones básicas de la profe-sión o especialidad que se trata de enseriar.

Establecida ya una serie metólica siguiendo lasdirectrices expuestas, no debe olvidarse por ellola permanente actualización de ejercicios. Eneste sentido, los primeros de la serie, encamina-dos a adquirir manualidad y maquinidad, podránmantenerse durante un período de tiempo máso menos largo; pero los trabajos industriales co-

Page 6: LA ENSEÑANZA TECNOLOGICA EN EL TALLER DOCENTE... · 2020. 6. 22. · f) En el curso del aprendizaje el alumno irá asimilando el lenguaje de la Filosofía. La enseñanza tecnológica

rrespondientes a los últimos números de la serie,han de adaptarse en todo momento al equipo dis-ponible empleando las últimas técnicas de apli-cación que sean permitidas por aquél, siguiendola evolución de los métodos operativos y el per-feccionamiento de máquinas y medios de acción.

La habilidad conseguida con las ayudas ex-puestas no es más que el resultado de una seriede ejercicios dirigidos a la educación de la inte-ligencia, la iniciativa y el razonamiento. El tra-bajo es siempre una realidad dinámica en cons-tante evolución de mejora y perfeccionamiento.Ello obliga, y es preciso repetirlo una vez más,a establecer y mantener la máxima coordinaciónposible entre enseñanzas teóricas y prácticas, detal modo que permanezca asegurada la unidadde métodos y directrices. El método elegido paralas enseñanzas en el taller no debe presentar alalumno solamente los aspectos particulares y losvalores individuales de los trabajos que se exigende él, sino también su sentido general y másamplio, debiendo situarlo en condiciones de rea-lizar por si mismo las operaciones necesarias parauna tarea compleja mediante el desarrollo de suaptitud para valorar y resolver las dificultadesen su totalidad.

Para la valoración del rendimiento de los ejer-cicios o prácticas de taller podría seguirse elmétodo de los coeficientes variables según la im-portancia y dificultad de la tarea. Así, para lascotas fundamentales y no fundamentales, deberíausarse coeficientes distintos; para el trabajo decilindrado y rascado, también coeficientes dife-rentes.

192

Para valorar el rendimiento sobre la asimila-ción del contenido de la documentación de tra-bajo e información, resulta muy recomendableemplear hojas exploratorias que utilizadas se-manal o quincenalmente no sólo obligarían alalumno a educar su inteligencia y retentiva, sinoque también permitirían al profesor conocer asus alumnos y conocerse a si mismo, determinan-do el grado de aprovechamiento conseguido conel método empleado. Estas hojas han de conte-ner pocas preguntas y muy concisas; pero a suvez, cada una de ellas ha de ser 10 suficiente-mente clara y concreta para que el alumnopue-da hacer una corta exposición de sus conocimien-tos sobre la materia considerada. Permitiríantambién prescindir de exámenes parciales a fi-nales. En algunos países ya han sido suprimidos.Esta investigación del rendimiento podría sercompletada con hojas de experiencias de tallerpreparadas especialmente para este fin.

Y para terminar este capítulo de sugerenciasrecordaremos a Giannarelli diciendo que una en-señanza provechosa supone:

«Una reflexión cuidadosa sobre los prpios de la educación y de la didáctica,como lo formularon los más competentesdagogos, antiguos y modernos.»

«Un seguro y profundo conocimiento dmateria que ha de enseriar, no sólo respa los modestos limites del programa de erianza, sino a su estructura lógica y raciy a sus relaciones históricas.»

«Una experiencia meditada y siempreevolución sobre la enseñanza eficaz.»

12 [12] REVISTA DE EDUCACION - ESTUDIOS LXVI

inri-talPe-

e laectonse-nal

en

La enseñanza de la música religioIII. Los problemas litúrgicos

FEDERICO SOPESA

sa

REZO Y CANTO

Las nuevas disposiciones reafirman lo que hasido siempre tradición de la Iglesia: que el cantono es un «más» añadido al rezo, sino constitu-tivo del canto en comunidad, de la liturgia comoacercamiento del misterio. No se trata de resu-mir un tratado, pero sí de recordar alguna de lasrazones íntimamente ligadas con la enseñanzade la música. La liturgia necesita de la músicano por una razón estética, sino porque la músi-ca, de por sí, da «misterio». Tanto más que elincienso contribuye a esa participación en la 11-

turgia celeste desde la liturgia en la tierra.liturgia, al ser noticia de misterio, necesita d(palabra dicha con claridad, pero de manerapecialmente solemne; sólo la música puede 1.ambas notas. La liturgia, de la que no es prcgonista el «yo», sino el «nosotros», necesita d(música para la expresión de esa comunidad. 1claro que al hablar de música hablamos f unmentalmente de la voz humana, que tendrá si(pre una primacía decisiva en la liturgia: todcque antropológica y estéticamente puede decde la voz humana se aplica de manera induclia la música aquí y por eso durante siglos y

Lala

es-nirta-

lasiäda-

) lo[raeblelos