la emperatriz teodora

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HISTORIA DEL ARTE Profesora: Mariela Del La Emperat riz Teodora Análisis de la obra de Benjamin - Constant y su tiempo. Brito, María Isabel

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La Emperatriz Teodora

Brito, Mara Isabel.Historia del arte.

La Emperatriz TeodoraAnlisis de la obra de Benjamin - Constant y su tiempo.Brito, Mara Isabel

HISTORIA DEL ARTEProfesora: Mariela Del Negro

Introduccin Existen obras que dejan una fuerte impresin en los espectadores. Ya sea por la escena que representan, las sensaciones que nos provoquen o sus dimensiones fsicas, podemos recordarlas vvidamente sin importar el tiempo que haya pasado desde nuestro primer encuentro con ellas. Ese primer encuentro, en donde solo existe la estimulacin a los sentidos que la obra nos provoca, es una parte fundamental de nuestra experiencia, mas no lo es todo. La experiencia tambin es develar al artista detrs de ella, a la poca que la suscit, entrar en ella y buscar en cada centmetro ms significados, ms formas de conectarnos, de redescubrirla. En este trabajo abordaremos una obra de Jean Joseph Benjamin Constant, que retrata a la famosa emperatriz de Bizancio sentada en su trono. Analizaremos su contexto histrico y como se relaciona con el orientalismo de su poca; as tambin veremos a la figura encerrada en el cuadro y a la relevancia que tuvo en su tiempo.

Teodora, Francia y Constant La obra que analizaremos es una pintura que actualmente est en exposicin en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). All puede leerse que se la conoce como La emperatriz Teodora y que fue creada por Jean Joseph Benjamin Constant en 1887, ya en su poca de retratista pero fuertemente influenciado por su primera etapa estilstica, cuando la fascinacin que sus viajes al frica y Oriente medio le produjeron lo volc completamente a la pintura orientalista. Esta pintura es un oleo sobre tela de unos 224,5 cm de alto y 125,5 cm de ancho, cuya medida est claramente acorde con las dimensiones de la figura que encierra.

La emperatriz Teodora.Jean Joseph Benjamin Constant. Teodora fue una emperatriz bizantina de oscuros orgenes. Algunos cronistas sostienen que fue acrbata de circo en frica, otros que sola ser una prostituta. Su matrimonio con Justiniano I le permiti acceder con l a la purpura imperial. Ms all de las diferencias entre historiadores, todos destacan en ella un gran atractivo fsico, inteligencia y energa. Ella desempeo un papel determinante en la resolucin de la grave crisis de la revuelta de la Nika, en el 532, que estuvo a punto de costarle el trono a Justiniano. Teodora supo mantener la sangre fra y convenci a su vacilante esposo de que la situacin no estaba perdida: en efecto, las tropas del general Belisario fueron capaces, mediante una sangrienta actuacin, de sofocar el motn popular. Con ello, Teodora se convirti en una de las personas con mayor influencia sobre el emperador, y en uno de sus principales apoyos. Aunque su figura ha recibido duros golpes Procopio en su Historia Secreta- Teodora es mayormente recordada por sus orgenes humildes y por sus leyes a favor de las mujeres. Entre estas podemos sealar la prohibicin de la prostitucin forzosa, la pena de muerte por violacin y la prohibicin del asesinato de mujeres adulteras.

Pero, por qu retratar a Teodora ahora?, en el siglo XIX, en Francia. La respuesta a esta interrogante se vuelve ms simple al analizar un poco la historia de este pas europeo en este momento especfico. A partir de las campaas francesas de Egipto (1798-1802) y de Argelia (1830), y ms tarde ya, con la apertura del canal de Suez (1868), Oriente resulta ms accesible para los franceses y la fascinacin con esos lugares y gentes toma nuevos matices. Por un lado, el estudio de corte cientfico de esas culturas tuvo un nuevo empuje (avances en la comprensin de jeroglficos egipcios). Adems, la posibilidad de emprender viajes por esos territorios estimul a los artistas que, en algunos casos, acompaaron misiones diplomticas o cientficas, para describir lo visto e intentar representaciones ms documentadas de Oriente. Este tipo de produccin visual tuvo tal aceptacin que, hacia mediados del siglo XIX, la pintura orientalista abundaba en los salones anuales de Paris, y en 1893, se cre la Socit des Peintres Orientalistescon Jean-Lon Grme como presidente honorario. Esta fascinacin tuvo sus matices colonialistas desde un primer momento. Europa no vea al Oriente como una civilizacin autentica, sino como un mundo irreal con caractersticas que Europa anhelaba para s misma. El imaginario occidental se llen de las glorias de imperios perdidos que podan ser comparados con los nuevos creados en Occidente.Edward Said seala en su libro Orientalismo Yo creo que el orientalismo es ms particularmente valioso como un signo del poder atlntico-europeo sobre el oriente que como un discurso verdico sobre el Oriente. De esta forma, su deseo de documentar la realidad desconocida de estas tierras demostraba la adhesin de estos artistas al realismo, mientras que la inherente actitud escapista de estas representaciones fue un tpico que el romanticismo aprovecho sin demora. Las temticas mas comnmente abarcadas por el orientalismo fueron: tanto los paisajes de luz deslumbrante, como los interiores tenebrosos; las complejas vistas urbanas como los insondables desiertos; los colores fantsticos de los ropajes como las carnaciones en todos los tonos, del negro al blanco nacarado, pasando por el moreno; los tipos populares cubiertos de harapos como los grandes sultanes lujosamente vestidos; las tapadas y sumisas mujeres de los mercados como los voluptuosos desnudos de las mismas en los baos; la violencia de sus combates a espada como la tranquilidad y reposo sensual de los harenes; los temas escabrosos como el esclavismo y la vida cotidiana de la gente en la calle. El autor de esta obra no fue ajeno a todo este movimiento, en cambio, fue uno de los tantos que emprendi su viaje en busca de gente y lugares exticos. Un viaje a Marruecos en 1872 lleno sus obras de escenas de harenes y violencia, contraponindose las obras de tranquilidad y contemplacin con aquellas que retrataban situaciones de violencia y poder.

Entre de Mahomet II Constantinople

La Danse du Foulard

Tambin debemos sealar la marcada tendencia del realismo hacia la representacin de lo histrico, siempre desde la documentacin y la fidelidad a lo sucedido. Desde all tambin puede comprenderse por qu estas figuras, tanto la de Teodora como la representada en Entre de Mahomet II Constantinopletuvieron la relevancia que se les dio, siendo incluso esta ultima pintura la que le vali una medalla.

El anlisis desde la obra

La obra desde el primer momento en que la vemos demuestra su poder sobre nosotros, ya que tiene algo ms de 2 metros de altura y la figura que nos observa desde lo alto representa con total claridad el poder tanto de su posicin como el de todo el imperio que gobern junto con Justiniano. El cuadro es un retrato histrico de una mujer poderosa del Oriente, por lo que aunque guarda semejanzas con otras de sus pinturas de mujeres rabes, se vuelve distinta a ellas, principalmente por la caracterizacin definida del rostro. Sin embargo, el halo de misterio que recubre a la cultura del oriente para la visin occidental existe, y es representado por las sombras que recubren su rostro y parte de su cuerpo. Esto no ocurre con los retratos de mujeres occidentales, con quienes el autor comparte cultura y puede definir concretamente.

Retrato de mujer rabeRetrato de _Mme_M._S._Derviz

La obra est compuesta de manera vertical y es simtrica; esta simetra se conforma a travs del fondo decorativo y los pilares del trono, que colaboran en la representacin de altura que intenta producir. La luz, que proviene del sector derecho de la obra, se posa naturalmente sobre los objetos y funciona como chispa para la decoracin de los ropajes, las cadenas de oro y la detallada corona. Una prueba de esto es como la mano izquierda de Teodora, cubierta casi completamente por la sombra, tiene un anillo que brilla con mucha intensidad gracias a esta luz natural que entra desde este sector. La simetra tambin es respetada por la luz, esto lo vemos en el rostro de Teodora que se encuentra dividido a la mitad por la luz y la sombra. Esto podra relacionarse con las dos miradas hacia su figura. Los colores en la obra son clidos e intentan avanzar hacia el espectador, mas debe sealarse que su interaccin con la luz es decisiva, ya que podemos dividir la obra en dos partes, una donde la luz acta plenamente sobre los colores y otra donde la sombra es la que acta sobre estos. En el costado inferior derecho la luz revela los colores, pero a medida que nos acercamos al costado superior izquierdo, estos se pierden en la oscuridad. El centro de la obra es el rostro de Teodora, pero principalmente su corona, que se encuentra realzada por la figura circular que se encuentra detrs de ella y que forma parte del trono. All, donde las figuras rectangulares y cuadradas predominan, hay un crculo blanco detrs de su cabeza, que destaca su posicin de emperatriz. Otro detalle a destacar es la aparicin de las rosas en el sector inferior derecho de la obra. En ese lugar, donde la luz predomina, esa naturaleza muerta pude ser leda de forma decorativa o como una representacin de su femineidad y su preocupacin por las mujeres de la poca.

La obra en el museo La emperatriz Teodora se encuentra en la sala 10 de la planta baja del Museo Nacional de Bellas Artes, que se compone de pinturas y esculturas francesas del siglo XIX. All convive con desnudos de seres mitolgicos y esculturas de artistas como Barrias y Rodin. Es la ms grande de las pinturas expuestas en la sala y se encuentra en la pared de espaldas a la entrada principal. La iluminacin no favorece a la contemplacin clara de la obra, ms si logra resaltar las zonas doradas de esta. Toda la sala se encuentra pintada de color azul para ambientar la poca que contiene y logra compenetrarnos con las tonalidades de las obras en general. Lo que ms llama la atencin al ver la obra por primera vez es el brillo que se realza al estar de espaldas a la luz proveniente del exterior del museo.

De esta manera, y al haber cumplido bien o mal con la experiencia de revelar todo lo no dicho por la obra al verla por primera vez, uno ya no se siente un mero espectador, que solo consume la belleza de lo que lo rodea. Uno comprende a Teodora y lo que representa; uno puede leer las seales de la poca en la que fue creada; uno puede tratar de imaginar a Benjamin Constant al retratarla. Esta tambin es parte del arte.

Bibliografa Said, Edward W.,Orientalism.25th Anniversary Ed. New York: Vintage Books, 1979. Thornton, Lynn.Women as Portrayed in Orientalist Painting. Paris: ACR International, 1994. Jean Joseph Constant and the Portrayal of the Other through the Manipulative Orientalist Gaze, http://cujah.org/. Pgina web del Museo Nacional de Bellas Artes, http://mnba.gob.ar/. Pagina web sobre el orientalismo en Europa, http://www.orientalistart.net.

Obras Complementarias Entre de Mahomet II Constantinople, 1876, oleo sobre tela, Toulouse, Muse des Augustins (Francia) La danse du foulard, 1880 aprox. Retrato de Mujer rabe, sin fecha, oleo sobre tela. Retrato de Mme M. S. Derviz, 1899, oleo sobre tela.