la distinción. criterios y bases sociales del gusto (pierre bourdieu) 1979

5/13/2018 La distincin. Criterios y bases sociales del gusto (Pierre Bourdieu) 1979

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CONCLUSIONCLASES Y ENCLASAMIENTO

"Si me veo obligildo a elegir cl rnenor entre dos males. noclijo ninguno de los dos."

K. KRAUS

EI gusto cs una disposiciou , adquirida , pa ra "difcrcncia r" y "apreciar:",como dice Kant, 0, si se prcficrc , para cstablcccr () pa ra marcar unas ditcrcnciasmediante una opcracion de distincion que no cs (0 no es neccsa riamcntc) un cono-cimiento dis/into, en cl scntido de Lcibniz , puesto que asegura el rcconocirnicnto(en el senticJo ordina rio del tcrm ino) del objeto sin implicar el conocirniento de los[(Isgos clistintivos que 10 defincn en propicdad". Los csqucrnas del habitus, Iormasde clasificacion origina ria s , dcbcn su cficacia propia a l hccho de que funcionan masalia de la concicncia y del discurso , luego fucra de las influcncias del exa rncn y delcontrol volunta rio: oricntando practicamentc la s practicas, escondcn, 10 que scdcncm inaria injusta rncnrc unos valores en los gestos mas auromaticos 0 en lastccnicas del cucrpo mas insignificantes en aparicncia , como los movim icntos de lasmanos 0 la s mancr as de andar , de scntarse 0 de sonarsc , la s rnaneras de poner laboca a l corner 0 a l hablar , y olrcccn los principios mas fundarncntales de Ia COIlS-truccion y de la cva luacion del mundo socia l, aqucllos que expresan de la formamas directs lit division del rrabajo entre las cla scs, las clascs de cdad y lo s sexes, 0la division del trabajo de dom inacion, en unas divisioncs de los cuerpos y de lasrelacioncs con cl cucrpo que ternan mas de un rasgo, como para darle la s aparicn-cias ele 10 na tura l, de la division sexual del trabajo y a la division dcl trabajo sexual.Dorninio practice de las distribuciones. que perrnitc scntir 0 prcscntir la s probabili-dadcs de futuro 0 de no futuro quc existen, c , inscparablcmcnrc, 10 que convicnc ()no conviene a un individuo que oeupa ta l 0 cua l posicion en cl cspacio socia l, clgusto, a l funcionar Como una cspccic de scntido de la oricntucion socia l (sense ofone's place), orienta a los ocupantes de una dctcrrninada plaza en el cspacio socia l

I E. K/\NT. Anthropologic dll point de vile pmgmlltiqlle. trad M. Foucault. Paris. Vrin . 1964.[1.1(10. 2G. W. LUllNI/ .. "Mcdit ationcs de cognitione. veri tate et idcis", en Opuscula philosophicaselecta, Paris, Boivin. IlJ3lJ. [,fl. 1- 2 (vcasc r.unbicu Discours de mctaphvsioue , 24). Es de not.ir que,para ilustrar la idea de conocimicuto clare pcro confuso . Lcibniz cvoca . adcmas del cjcmplo de loscolores. sahorcs y olorcs que sabcrnos distinguir "por cl simple testimonio de los scntidos y no por unasmarcas cnunciablcs". el de los pintores YClrtistas que. capaccs de rcconoccr una obra bien 0 mal hccha.no pucdcn justificar su juicio si no cs invocando la presencia 0 la ausencia de "LIn 110sc que".

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hacia las posiciones sociales ajustadas a sus propiedades, hacia las practicas 0 h .bienes que convienen -que les "van"- a los ocupantes de esa posici6n; irnplica \lUIanticipaci6n practica de 10 que eJ sentido y el valor social de la practica 0 del bi '11elegido seran, probablernente , dada su distribuci6n en el espacio social y el conocmierito practico que tienen los demas agentes de la correspondencia entre It,bienes y los grupos.Asi, los agentes sociales que el sociologo enclasa son productores no sOl",de actos enclasables sino tam bien de actos de enclasamiento que a su vez < 1 nenclasados. EI conocimiento del mundo social debe tener en cuenta un canol imiento practice de ese mundo que Ie preexiste y al que no debe dejar de incluir cusu objeto a pesar de que, en un primer momento, debe constituirse contra. ],!representaciones parciales e interesadas que proporciona ese conocimiento prliclico. Hablar de habitus es incluir en el objeto el conocimiento que los agentes IIIforman parte del objeto-- tienen del mismo, y la contribuci6n que ese conocimientoaporta a la realidad del objeto. Pero no es s610 imponer, si puede asi decirse, " I Inreal que se trata de pensar un pensamiento de 10 real que contribuya a su realidnd(y a la eficacia misrna que ejerce). Es tarnbien conferir a ese conocimienro U IIpoder propiamente constituyente, el mismo que se Ie niega cuando, en nombro d'una concepcion objetivista de la objetividad, se hace del conocimiento COmt1l10delconocimiento erudito un simple reflejo de 10 real.

Los que creen producir una teoria materialista del conocimiento cuanrl.:hacen del conocimiento un registro pasivo y abandonan asi al idealismo, como 10larnentaba ya Marx en las Tesis sobre Feuerbach, el "aspecto activo" del conoci-mien to, olvidan que todo conocimiento, y en particular todo conocimiento d Imundo social, es un acto de construcci6n que elabora unos esquernas de pensnmiento y de expresi6n, y que entre las condiciones de existencia y las practicas 0 ) i " l ~representaciones se interpone la actividad estructurante de los agentes que, lejo~de reaccionar mecanicarnente a unos estirnulos mecanicos, responden a los llarnu-mientos 0 a las amenazas de un mundo cuyo senticlo ellos mismos han contribuido ;1producir. Sin embargo, el principio de esta actividad estructurante no es, como II'quiere el idealismo intelectualista y antigenetico , un sistema de formas y de categorias universales, sino un sistema de esquemas incorporados que, constituidos en 'Icurso de fa historia colectiva, son adquiridos en el curso de la historia individual, > 'funcionan en l a p ractica y para la practica (y no para un os fines de puro conocimiento).

ESTRUCTURAS SOCIALES INCORPORADAS

Esto significa, en primer lugar, que la ciencia social levanta acta, en SlJconstrucci6n del mundo social, del hecho de que los agentes son ellos mismos, ensu practica ordinaria, los sujetos de actos de construccion del mundo social; peruque se da como objeto, entre otras cosas, el describir la genesis social de losprincipios de construcci6n, y que busca en el mundo social, tal como puede apre-henderlo, el fundarnento de esos principios '. Rompiendo con el pre j uicio antigene-

} Correspondcua a una sociologic genetica el esrablecer la forma en que se constituye ese sentidode las posibilidadcs y de las irnposibilidades , de las proxirnidades y de las dist ancias.

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tico que con mucha frecuencia va a la par con el reconocimiento del aspecto activodel conocimiento, la ciencia social busca en las distribuciones objetivas de laspropiedades, en particular materiales (puestas de manifiesto por censos y registrosque suponen todos selecci6n y clasificaci6n), el fundamento de los sistemas deenclasamiento que los agentes aplican a todas las cosas, comenzando por las mis-mas distribuciones. A diferencia de la perspectiva que a veces se denomina "cogni-tiva" y que, tanto en su forma etnol6gica (antropologia estructural, etnociencia,etnosernantica, etnobotanica, etcetera) como en su forma sociol6gica (interaccio-nisrno, etnometodologla), ignora la cuesti6n de la genesis de las estructuras menta-les y de las clasificaciones, la ciencia social se interroga sobre la relacion entre losprincipios de division y las divisiones sociales (entre las generaciones, los sexos,etcetera) que constituyen su fundarnento , y sobre las variaciones del uso que sehace de e50S principios segun la posici6n ocupada en las distribuciones (cuestionestod as ellas que exigen el recurso a la estadistica).

Las estructuras cognitivas que elaboran los agentes sociales para conocerpracticamente el mundo social son unas estructuras sociales incorporadas. EI cono-cirniento practice del rnundo social que supone la conducta "razonable" en esemundo elabora unos esquernas clasificadores (0, si se prefiere , unas "forrnas declasificaciori", unas "estructuras mentales", unas "forrnas sirnbolicas", expresionestodas elias que, si se ignoran sus connotaciones, son mas 0menos intercambiables),esquernas historicos de percepcion y apreciaci6n que son producto de la divisionobjetiva en clases (clases de edad , clases sexuales, clases sociales) y que funcionanal margen de la conciencia y del discurso. AI ser producto de la incorporacion delas estructuras fundarnentales de una sociedad , esos principios de division soncomunes para el conjunto de los agentes de esa sociedad y hacen posible la produc-ci6n de un mundo comun y sensato, de un mundo de sentido cornun.

Todos los agentes de una formaci6n social determinada tienen en comun,cfectivarnente , un conjunto de esquernas de percepci6n fundarnentales, que reci-ben un cornienzo de objetivacion en las parejas de adjetivos antag6nicos cornun- Imente ernpleados para clasificar y calificar a las personas 0 los objetos en loscampos mas diferentes de la practica. Matriz de todos los lugares comunes , que sise imponen tan facilmente es porque tiencn a su favor todo el ordcn social, la redde oposiciones entre alto (0 sublime, elevado , pure) y bajo (0 vulgar, mediocre,modesto), espiritual y material, fino (0 refinado , elegante) y grosero (0 grueso,graso, bruto, brutal, tosco), ligero (0 sutil , vivo, sagaz) y pesado (0 lento, espeso ,obtuso, penoso, torpe), libre y forzado , ancho y estrecho 0, en una dimensiondistinta , entre unico (0 reno, diferente , distinguido , cxclusivo , excepcional , singu-lar, inaudito) y cornun (u ordinario, vulgar, corriente , trivial, insignificante), bri-llante (0 inteligente) y apagado (u oscuro, borroso, mediocre), tiene como princi-pio la oposici6n entre la "elite" de los dominantes y la "rnasa" de los dominados,rnultiplicidad contingente y desordenada , intercarnbiable e innumerable, debil ydesa rrnada , sin otra existencia que la estadistica. Es suficiente con dejar jugar estasrafces miticas para engendrar , a voluntad, cualquiera de los temas, incansablerneri-te repetidos bajo formas apenas renovadas, de la eterna sociodicea , como las apo-calipticas denuncias de todas las formas de "nivelacion", "trivializacion" 0 "rnasifi-cacion" que, al idcntificar la decadencia de las sociedades COIl la de las casasburguesas, es decir, con la caida en 10 homogeneo , en 10 indiferenciado, ponen dernanifiesto una preocupacion obsidional por el numero , por la rnasa sin diferencia y

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sin preocupacion por las diferencias, 0 por la multitud siernpre dispucsta a inunrl.nlos espacios reservados del exclusivisrno burgues".

Las oposiciones en apariencia mas forrnales de esa mitologta socialsierupre deben Sll eficacia ideol6gica al hecho de que rerniten , mas 0 menos discr I,'mente, a las oposiciones mas fundarnentales del orden social: la que, inscrita en I,divisi6n del trabajo, se establece entre dorninantes y dorninados, y la que fund.1I11en la division del trabajo de dorninacion , enfrenta , en el seno de la clase dominnnte, dos principios de dorninacion, dos poderes, dorninante y dominado , temporclespiritual, material e intelectual, etcetera, Esto quiere decir que el esquema (1,Iespacio social anteriorrnente propuesto puede tarnbien leerse como un rigur "cuadro de las categorias historicarnente constituiclas y adquiridas que organlzan IIpensarniento del mundo social del conjunto de los sujetos pertenecientes a 'Imundo y modelados por el. Debido al hecho de que los misrnos esquemas clasifh ,Idores (y las oposiciones en que se expresan) pueden funcionar, especificandosc, 11campos organizados alrededor de posiciones polares, ya se trate del campo d1,;1 ,clase dominante , organizada alrededor de una oposicion homologa a Ia oposielouconstitutiva del campo de las clases sociales, 0 del campo de produccion cull UI.'!organizado a su vez alrededor de oposiciones que, al reproducir la estructura d I,clase dorninante, son hornologas a la precedente (como puede ser la oposiclouentre teatro burgues y teatro de vanguardia), la oposicion fundamental no cesa tilsostener las oposiciones de segundo, tercero 0 enesirno orden (las que motivan !ujuicios eticos y esteticos mas "puros", con sus sentirnientos bajos 0 elevados, ,II,bellezas faciles 0 dificiles, sus estilos ligeros 0 pesados, etcetera), utilizando eufcmismos hasta el punto de hacerse irreconocible: ast la oposicion entre 10 pesado10 ligero que, en muchos de sus usos, principal mente en los escolares, servira pilf.ldistinguir los gustos populares 0 pequeno-burgueses de los gustos burgueses, pucdser ernpleada por la critica teatral destinada a la fracci6n dominante de la c]a"ldominante para pensar la relaci6n entre el teatro "intelectual", condenado en & 11pretension "penosa" y en su didactismo "pesado ", y el teatro "burgues", alabadopor su tacto y su arte de tratar superficialmente un terna , mientras que la critic 1"intelectual" pensara la misrna relacion, al precio de una simple inversi6n de signo,a (raves de una forma apenas modificada de esa oposicion , oponiendose entonec-la Iigereza -identificada con Ia futilidad- a la profundidad. De igual modo podri,Jdernostrarse que la oposici6n entre la derecha y la izquierda que, en su form Jfundamental, afecta a la relacion entre los dominantes y los dorninados, puc htam bien , al precio de una prirnera transforrnacion, designar las relaciones entrefracciones dominantes y fracciones dominadas de la clase dorninante , tornand Ientonces las palabras "derecha" e "izquierda" un sentido proximo al que tornan cnexpresiones tales como teatro "de rive droite" 0 "de rive gauche"; puede indus.en un grado suplernentario de falta de realidad, servir para distinguir dos tendon-eias rivales de un grupo artistico 0 litera rio de vanguardia, y asi sucesivamente, 1 I.:ello se desprende que, consideradas en cada uno de sus usos, las parejas de califica

" De igual modo que la oposicion entre 10 unico y 10 multiple se cncuentra en cl centro de Infilosofia dorninante de la historia, la oposicion -que es una forma transforrnada de aquella- entre Inbrillantc , 10 visible (" 3 la vista"), 10 distinto , 10 distinguido, 10 "conocido" (cs decir , reputado , ilustra-do) y 10 oscuro (los pCqUCIClOS,os oscuros, los "sin graduaci6n")' las tarcas "oscuras", 10 apagado, 10gris de la rnasa indiferenciada, indistinta , sin nornbre ni renornbre (el "ilustre desconocido") es una delas categorias fundamentales de la percepcion dominante del mundo social.

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rives cuyo sistema constituye el aparejo conceptual del juicio del gusto son extre-maclamente pobres, casi indefinidas, pero por ello mismo apropiadas para procuraro para expresar sensaci6n de 10 indefinible: cada uso singular de una de esasparejas s610 toma su sentido completo en relacion con un universo de discurso cad avez diferente, irnplicito Ia mayoria de las veces -puesto que se trata del sistema cleevidencias y presupuestos admitidos como necesarios en el campo con respecto alcual se definen las esrrategias-; pero cada una de las parejas asi especificadas por eluso tiene como arrnonicos todos los otros usos que podria tener -en razon de lasrelaciones de hornologia entre los campos que autorizan las transferencias de uncampo a otro- y tam bien todas las dernas parejas que pueden sustituir!a, matiz maso merios (por ejernplo fino/grosero por ligero/pesado), es decir, en unos contextosliger arnente diferentes.

EI hecho de que las oposiciones semicodificadas que conlleva el lenguajese en cu en tre n, con unos valores muy proximos. en el principio de la visi6n dorni-nante del rnundo social, en todas las formaciones sociales divididas en clases (pien-sese, por ejernplo , en la inclinaci6n a imaginar al pueblo como lugar de apetitosalirnenticios 0 sexuales rotalmente desbocados) se comprende si se sabe que, redu-cidas a su estructura formal, las rnismas relaciones fundarnentales, las que precisa-mente expresan las grandes relaciories de orden (alto/bajo, fuerte/debil, etcetera),se encuentran en todas las sociedades divididas en clases. Y la recurrencia de lacstructura triadica, grata a Georges Durnezil, de la que, a prop6sito de la sociedadfeudal, Georges Duby rnuestra Cjue se enraiza en las estructuras sociales que lamisma legitima , podria no ser , igual que las oposiciones invariantes en las que seexpress la relaci6n de dorninacion , mas que una resultante necesaria de Ia conjun-ci6n de dos principios de divisi6n que estan operando en todas las sociedadesdivididas en clases, la division entre los dominantes y los dominados, y la divisi6nentre la s d if ere rite s fracciones que preteriden la dorninacion en nombre de princi-pios c1iferentes, bellatores y oratores en la socicdad feudal, patrones e intelectualesen la actualidad".

UN CONOCIMIENTO SIN CONCEPTO

Asi, por medic de los condicionarnientos diferenciados y diferenciadoresque se encuentran asociados a las diferentes condiciones de existencia, por medicde las exclusiones y de las inclusiones, de las uniones (rnatrimonios, amistades,alianzas, etcetera) y de las divisiones (incornpatibilidades, rupruras, luchas, etcete-ra) que cstan en el origen de la estructura social y de Ia eficacia estructurante que lamisrna ejerce; por medio tarnbicn de todas las jerarquias y de todas las clasificacio-nes que estan inscritas en los objetos (en especial en las obras culturales), en lasinstituciones (por ejernplo , en el sistema cscolar) 0, sirnplernente , en el lenguaje;por medio , por ultimo, de todos los juicios, veredictos, clasificaciones, llarnadas alorden , que irnponen las instituciones especialmente dispuestas para este fin, comoIa familia 0 el sistema escolar , 0 que continuarnente surgen de los encuentros einteracciones de la existencia ordinaria, el orden social se inscribe progresivarnenteen las mentes. Las divisiones sociales se convierten en principios de division que

5 Veae G. DUBY, Les { rOL~ ordres ou l'imaginaire du [eodalisrne , Paris, Gallimard, 1978.

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organizan la vision del mundo social. Los limites objetivos se convierten en sentldde los Iimites , anticipacion practica de los Iimites objetivos adquirida mediante I . rexperiencia de los limites objetivos, sense of one's place que lleva a excluirse (lw'nes, personas, lugares, etcetera) de aqueJlo de que se esta excluido.

Lo propio del sentido de los limites es el implicar el olvido de los limitUno de los mas importantes efectos de la correspondencia entre las divisi Ill'reales y los principios de division practices, entre las estructuras sociales y II~estructuras mentales, es , sin lugar a dudas, el hecho de que la primera expericrreindel mundo social es la de la doxa; adhesion a las relaciones de orden que, porqmfundan de manera inseparable el mundo real y el mundo pensado, son aceptada ..como evidentes. La percepcion primera del mundo social, lejos de ser un simplereflejo mecanico, es siempre un acto de conocirniento que hace intervenir UJJ(I'principios de construcci6n exteriores al objeto construido captado en su inmedi *tez, pero que, no conteniendo el dominio de esos principios ni de su relacion con 'Iorden real que los mismos reproducen , constituye un acto de desconocimienio C lUimplica la forma mas absoluta de reconocimiento del orden social. Utilizando, pa: Iapreciar el valor de su posici6n y de sus propiedades, un sistema de esquemas dpercepci6n y apreciacion que no es otra cos a que la incorporaci6n de las Ie ~objetivas segun las cuales se constituye objetivamente su valor, los dorrtinadotienden de entrada a atribuirse 10 que la distribuci6n les atribuye, rechazando [0que les es negado ("eso no es para nosotros"), contentandose con 10 que SI:: I~..otorga, midiendo sus esperanzas por sus posibilidades, definiendose como los d~flne el orden establecido, reproduciendo en el veredicto que hacen sobre sf mismoscl veredicto que sobre cllos haec la econornia , destinandose , en una palabra , < 1 J .que en todo caso les pertenece -ta heautou, como decia Plat6n-, aceptando 8~110que tienen que ser, "rnodestos", "humildes" y "oscuros". Es f'acil ver la decisivucontribuci6n que aporta a la conservacion del orden social 10 que Durkheim denominaba el "conforrnismo logico?", esto es, la orquestaci6n de las categorias depercepcion del mundo social que, ajustadas a las divisiones del orden establecido(y, con ello, a los intereses de los que 10 dominan) y comunes a todos los espiritusestructurados conforme a esas estructuras, se imponen con todas las apariencias d 'la necesidad objetiva 7.

El sistema de los esquemas clasificadores se opone a Lin sistema de encla-samiento fundado en unos principios explicitos y explicitamente concertados, delmismo modo que las disposiciones constitutivas del gusto 0 del ethos, que son Lionsde sus dimensiones, se oponen a la estetica 0 a la etica. EI sentido de las realidadessociales que se adquiere por la confrontaci6n con una forma particular de la necesl-dad social es 10 que perrnite actual' como si se conociera la estructura del mundosocial y el lugar ocupado en esa estructura, y, al mismo tiernpo , las distancias :' Iguardar 0 a rnantener", Dominio practice del enclasamiento, que no tiene nada en

6 E. DURKHEIM, Formes elementaires de la vie religieuse , Paris, Alcan, 1912, p. 24.7 Puede encontrarse una evocaci6n mas circunstanciadas del contexto te6rico en que se situan

estos analisis en P. BOURDIEU, "Sur Ie pouvoir symbolique", Annates. 3, mayo-junio 1977 pp. 405-4] L .H La ideologia del pensador ut6pico, sin ataduras IIi raices, sin domicilio fijo (en sentido rnetafo-

rico), sin intereses ni beneficios, y el rechazo, que la acomparia , de la forma suprema de Ia groserfamaterialista, la reduccion de 10 unico ala clase , la explicaci6n de 10 superior por 10 inferior, la aplicaciona 10 inenclasable de modelos explicativos buenos para los enclasados. los ordenados, los limitados, losburgueses, los pequeno-burgueses , 10 comun, no predisponen apenas a los intetectuales , esos enclasado-

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cornun con el dorninio culto que exige [a construcci6n de un sistema de clasificacionde la realidad social a la vez coherente y adecuado, la "ciericia" practica de lasposiciones ocupadas en el espacio social que supone el arte de cornportarse "comoes precise" con unas personas 0 un as cosas enclasadas y enclasantes (elegantes 0no, frecuentables 0 no, etcetera), de encontrar Ia distancia justa, por una especiede calculo practice del maximum, ni dernasiado cerca ("familiarizarse") ni dema-siado lejos ("mostrarse distante"), de jugar con la distancia objetiva aumentandola("mantener a distancia ", "guardar las distancias") 0 negandola simbolicamente("ponerse a la altura de", "rnostrarse sencillc"), de ninguna rnanera irnplica que seeste en condiciones de situarse expllcitamente en el enclasamiento (como exigenque se haga tantas encuestas sobre las clases sociales) y menos todavia de describir,mas 0menos sistematicamente , ese enclasamiento y de enunciar sus principios". EI"juicio de atribucion" practice mediante elcual se asigna a alguien a una clasedirigicndose a el de una cierta manera (y asignandose uno mismo, al mismo tiem-po, una c1ase) no tiene nada que ver con una operacion intelectual que irnplique lareferencia consciente a unos indices explicitos y la elaboraci6n de c1ases producidaspor y para el concepto. La misma oposici6n clasificadora (rico/pobre, viejo/joven,etcetera) puede aplicarse a cualquier punto de la distribuci6n y a reproducir todo elespacio de [a rnisma en cualquiera de sus segmentos (e[ sentido cornun nos dicebien que siernpre se es el rico 0 el pobre de alguien, el superior 0 el inferior dealguien, que siernpre se esta a la derecha 0 a la izquierda de alguien, etcetera -10que no condena a un relativismo elernental-)!". Se comprende que sea tan tacitres inenclasables, a pensar como tal el sentido de la oposici6n social y, menos todavia, de su propiaposicion y la pervcrsa relacion con el mundo social que la misma Ie impone. (Seria necesario , en esrepuruo , rei eel' a Sartrc , cuyas obras y cxistencia completas tienen como principio esta afinnaci6n delpundonor subversive del intelectual, y, por ejemplo, las paginas de "EI ser y la nada" sobre la psicologiade Flaubert , patetico esfuerzo por arrancar a la persona -cn la persona del intelectual , creador incrca-do, hijo de SIJS obras obsesionado por el "proyccto de ser Dios"- de toda especie de reducci6n a 10general, al genero , a la clase , por afirrnar la trascendencia del ego contra "10 que Comte denorninaba elmaterialismo, es decir, la explicaci6n de 10 superior por 10 inferior" -vcase J. P. SARTRE, L'Etre et IeNearu, Paris, Gallirnard, 1943, pp. 643-652, y espccialmente p. 648.)

" No hay mejor ocasion para vcr funcionar esc scntido de la plaza ocupada que las estrategias decondesccndencia que suponcn , tanto en cl auror de la cstrarcgia como en las victimas , el conocirnientopr acrico del desajuste entre la plaza realmente ocupada y la plaza ficticiamente indicaela por la practicaadoptada (por ejernplo , el tutco): cuando aquel a quien se Ie atribuye el Rolls-Royce, el sombrero decopa 0 el golf tom a cl metro, se pone una gorra (0 un pull de cuello de cisne), 0 juega al lutbot, suspr acticas ternan su sentido con respecto a esa atribuci6n estatutaria , que continua afectando, como ensobreirnprcsion , a las practicas rcales. Pero sc pod ria igual de bien evocar las variaciones, obscrvadaspor Bally, de la estilistica del discurso scgun Ia distancia social entre los interlocutores 0, ta rnbien , lasvariacioncs ele la pronunciaci6n en funci6n del interlocutor, pudiendo el locutor, segun el caso , ace rear-se al "accnto" de la persona de esratus (supuestarncnte) superior a la que se dirige 0, al contrario ,alejarse intensificando su acento ordinario (vease H. GILES, "Accent Mobility, A. Model and SomeData", Anthropological Linguistics, 1973, 15, pp. 87-105).

'" Asi se comprende que, en una serie de entrevistas (n = 30) a proposito de las clases sociales,rcalizadas alrededor de una prueba que consistia en enclasar treinta profesiones cornunes (inscritas enunas tarjctas), los cncucsrados, que muy a menudo cornienzan por preguntar en cuantas c1ases hay quedividir a la poblacion, pudieran modifiear en varias vueltas el numero de las clases y los criterios deenclasarnienro , para tener en cuenta las diferentes dirnensiones de cada profesi6n, y por consiguiente losdiferentes aspectos bajo los cuales podrian ser evaluadas, 0 sugerir espontanearnente que podrianmultiplicar basta el infinito las subdivisiones (testimoniando con ello el caracrer artificial de la situaci6ncrcada por la interrogacion culta que exige la adopci6n de una actitud culta, completamente inhubuual,como 10 atcstigua el elesconcierto inicial); todo ello esrando de acuerdo casi siernpre sobre los puestos

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coger en falta el sentido practice del espacio social que se encuentra en la bas tl-los juicios de atribuci6n a unas clases; los sociologos que sacan sus arglilmento~ lhlas contradicciones en las que caen los encuestados en sus identificaciones de clrr-para negar la existencia de las clases, dan testimonio unicamente de que ignnrnutodo 10que se refiere al funcionamiento de ese "sentido" y, adernas, de Ia situacj(H1artificial en la que Ie hacen funcionar. En efecto, ya se trate de situarse en (1espacio social 0 de situar en el a los dernas, el sentido del espacio social, CO III I 1cualquier otro sentido practice, se refiere siempre a Lasituacion particular en la ~ILlldebe orientar las practicas: de aqui, por ejernplo, las divergencias entre las ~I'CUl"tas que estudian la representaci6n de las clases en una pequena ciudad (los "estdios de comunidades") y las que interrogan sobre las clases a escala de la nacion!'Pero si. como a menudo se ha observado , los encuestados no se ponen de acuerdni sobre el numero de divisiones que realizan en el seno del grupo considerado,ni sobre los limites de los "estratos" ni sobre los criterios empleados para definulos, ella se debe no s610 a un efecto de la vaguedad inherente a las 16gicas practice isino tam bien a que la visi6n del encJasamiento es funcion de la posici6n ocupada ..los enclasamientos.

Nada esta, pues, mas alejado de un acto de conocimiento talcomo Inconcibe la tradicion intelecrualista que ese sentido del juego social que, como bien10 dice la palabra gusto ("facultad de percibir los sa bores" y "capacidad para juzgrllunos valores esteticos"), es la necesidad social convertida en natur aleza , convertida en esquemas motores y en autornatismos corporales. Todo sucede como si 10 "condicionamientos sociales ligados con una condici6n social tendieran a inscribir IIIrelaci6n con el mundo social en una relacion durable y generaJizacia con el cuerppropio -una manera de llevar el cuerpo, de presentarJo a los otros, de rnoverlo , dehacerle un sitio- que da al cuerpo su fisonomia social. Dimension fundamental delsentido de la orientaci6n social, la hcxis corporal es una manera practica de expel j.mentar y de expresar la opini6n que se tiene, como suele decirse , de su propiovalor social: la relacion que se mantiene con el mundo social y el lugar que uno lieatribuye en el nunca se dec1ara de mejor manera que por medio del espacio y ~Itiempo que se siente con derecho a tornarle a los otros, y, COIl mayor precision,mediante el lugar que se ocupa con el cuerpo en el espacio [isico . con un porte yunos gestos seguros 0 reservados, amplios 0 exiguos (acertadamente se dice ch.alguien que se hace el importante cuarido trata de ocupar mucho sitio) y co n /Ipalabra en el tiempo , por la parte del tiempo de interacci6n que se apropia y por 10manera, segura 0 agresiva, desenvuelta 0 inconsciente, de apropiarselo!".otorgados a las difcrcntes profcsiones tomadas de dos en dos (Lenski hace unas observacioncs parecidnen una cxpcricncia que consistia en pcdir a los encucstados ordenar a unas familia, de una pequeriaciudad de Nueva Inglaterra: vease G. E. LENSKI, "American Social Classes: Statistical Strata or SocialGroups')", The American Journal of Sociology, LVlII, septiernbre 1952, pp. 139-144).

11 Divergencias que se observan tarnbien , en 13misma cncuesra. cuando se pide sucesivamente ~los encucstados que dcfinan las clases sociales a escala de su ciudad y de todo cl pais: los porcentujes de"no contcstan" aumentan muchisimo en este caso, asi como el nurnero de las clases pcrcibidas (veasc .J,G. MANIS Y B. N. MELTZER, lac. cit.).

I.' La perccpcion ordinaria, que aplica a las practicas cl esquema de 10 ancho y 10 estrccho , 0 deIn amplio y de 10 exiguo , se anticipa a los descubrirnicntos de la psicologia social ma s refinada, queestablece la existencia de una correlacion entre el sitio que se Jiena en el cspacio fisico y el sitio que Beocupa en el espacio social (v ease sabre este punto S, FISHER Y C. E . CLEVELAND, Body Image andPersonality, Princeton, Nueva York, Van Nostrand, 1958).

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No existe mejor imagen de la 16gica de la socializacion , que trata al cuerpocomo recordatorio, que esos complejos de gestos, de posturas corporales y depalabras -simples interjecciones 0 lugares comunes particularmente manidos-, enlos cuales basta con entrar, como en un personaje teatral, para ver resurgir , por lavirtud evocadora de la mimesis corporal, un mundo de sensaciones y de experien-cias enter arnente preparados. Sobrecargados de significaciones y de val ores socia-les, Jos actos elementales de Ja gimnasia corporal y, muy en particular, el aspectopropiarnente sexual, luego biologicamente preconstruido , de esa gimnasia , funcio-nan como las mas fundamentales de las metaforas, capaces de evocar toda unarelacion con el mundo, "altanera" 0 "sumisa ", "rigida" 0 "flexible", "amplia" 0"estrecha", y con ello todo un mundo. Las "elecciones" practicas del sentido de laorientacion social no suponen mas la representacion de los posibles que las "elec-ciones" entre unos fonemas, eleccion en acto que no supone unos actos de elec-cion. Ellogocentrismo y el intelectualismo de los intelectuales , junto con el prejui-cio inherente a la ciencia que se da como objeto la psique , el alma, el psiquismo, laconciericia , las representaciones, por no hablar de la pretension burguesa al estatusde "persona", han impedido que nos demos cuenta de que "somes autornatas enJas tres cuartas partes de nuestras acciones", segun palabras de Leibniz, y que losvalores ultirnos, como suele decirse, nunca son otra cosa que las disposicionesprimeras y primitivas del cuerpo, los gustos y Jos ascos que se denominan viscera-les, en las que se depositan los mas vitales intereses de un grupo, aquello por 10 quese esta dispuesto a poner en juego el cuerpo propio y el de los dernas. EI sentido de[a distincion , discretio que lleva a separar y reunir 10 que debe ser separado yreunido, a excluir todos los matrimonios entre personas de diferentes clases socia-les y todas las uniones contra natura, esto es, contrarias al enclasamiento cornun, ala diacrisis que se encuentra en [a base de [a identidad colectiva e individual, suscitaun horror visceral y homicida, una repugnancia absoluta, un furor metaffsico portodo 10 que ocupe el terreno espureo de Platen, todo 10 que exceda at entendimien-to, es decir, al enclasamiento incorporado y que, al poner en tela de juicio losprincipios del orden social hecho cuerpo , yen particular los principios socialrnenteconstituidos de la division sexual del trabajo y de la division del trabajo se-xual, atenta contra el orden mental a titulo de desafio al sentido cornun , de es-candalc ':'.

UNAS ATRIBUClONES INTERESADAS

EI fundamento del principio de pertinencia elaborado por la percepciondel rnundo social y que define cl conjunto de las caracteristicas de las cosas 0 de las

I " Se pod ria demostrar que la socializacion tiende a constituir cl cuerpo en opcrador analogico,instaurando toda clase de equivalencias practicas entre las diferentes divisiones del mundo social,divisiories entre los sexos, entre las clases de edad y entre las clases sociales , 0, con mayor exactitud,entre las significacioncs y los valores asociados a los individuos que ocupan unas posiciones practica-mente cquivalentcs en los espacios determinados por esas divisiones; y esto integrando en un rnisrnolenguaje corporalla sirnbolica de la dominaci6n y de la surnision social y la simbolica de 1 3 dorninacion yde la sumisi6n sexual -corno puede verse, por ejemplo, en 1 3 buena educacion que encuenrra en laoposicion entre 10 recto y 10 curvo 0, 10 que viene a ser 10 misrno , entre endercza rrsc) C inclinar(se), unode los principios gcncradores de las marcos (de rcspcto , de desprecio , etcetera) utilizadas para simboli-za r las relaciones jcr arquicas.

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personas capaces de percibirse como interesantes, positiva 0 negativarnente , per ~Iconjunto de los que ernplean esos esquernas (otra definicion del sentido cormin],no es otra cosa que el interes que los individuos 0 los grupos considerados tienen enreconocer este rasgo y la pertenencia del individuo considerado al conjunto defini-do por el mismo: el in teres por el aspecto percibido nunca es cornpletamente inde-pendiente del interes por percibirlo. Esto se ve bien en todas las clasificacionesedificadas alrededor de un rasgo estigrnatizado que, como la oposicion ordinariaentre los hornosexuales y los heterosexuales, aislan 10que es interesante de todo elresto (es decir , cle todas las otras forrnas de scxualidad), reexpcdido asi a 10 grisa-ceo de 10 indiferente y de 10 indiferenciado Esto se ve rnejor todavia en todos los"juicios de atribucion" que en realidad son unos actos de acusaci6n, unos categore-mas en su sentido original, y que, como la injuria, no quieren conocer mas que una.sola ("tu no eres mas que un ... ") de las propiedades constitutivas de la identidadsocial de un individuo 0 de un grupo, viendo por ejernplo en el homosexual casadoo en el judio converso un judio 0 un homosexual disimulado 0 vergonzante, esdecir, de alguna manera doblernente judio u homosexual. La logic a del estigmerecuerda que la idcntidad social es la apuesta de una lucha en la cual el individuo 0el grupo estigmatizado y, mas generalmente, todo sujeto social, en tanto que es unobjeto potencial de categorizaci6n, no puede responder ala percepci6n parcial que10 encierra en una de sus propiedades mas que poniendo delante , para definirse, 13mejor de elias y, mas generalmente, luchando por irnponer el sistema de enclasa-rniento mas favorable a sus propiedades 0 incluso para dar al sistema de enclasa-mien to dominante e t contenido mas adecuaclo para poner en valor 10 que es y 10que tiene.

Los que se asombran de las paradojas que hacen surgir la logica y eldiscurso ordinaries cuando aplican sus divisiones a unas dimensiones continuas,olvidan 10 que puede tener de paradojico el hecho de tratar el lenguaje como unpuro instrurnento Iogico y la situacion social en la que es posible una rclacion de taltipo con el lcnguaje. Las contradicciones 0 las paradojas a las que conducen lasc1asificaciones de la practice ordinaria no obedecen, como 10creen todos los positi-visrnos, a una cspccic de insuficiencia esencial dellenguaje ordinario , sino al hechede que esos actos sociol6gicos no esten orientados hacia la busqueda de la coheren-cia logica y de que, a diferencia de los usos filologicos. logicos 0 linguisticos dellenguaje -que en rcalidad seria necesario denorninar escolares , puesto que suponensiernpre la schole (es decir, el ocio , la distancia con respecto a la urgencia y 8. 18.necesidad, la ausencia de apuestas vitales) y la institucion escolar , que en la mayorparte de los universes socialcs es la unica que puede asegurar todo esto-, obedecena la logica del prejuicio que, como en los tribunales, afronta no unos juicios 16gi-cos, justiciables con el I1I1icocriterio de coherencia, sino unas acusaciones y unasdefensas. Incluso sin que sea necesario recordar todo 10que encubre la oposicion-bien olvidada por los Icgicos e incluso por los linguistas- entre el arte de convencer y el arte de persuadir, como no ver que el uso escolar es aluso que cl orador , elabogado 0 el militante hacen del lenguajc 10 que los sistemas de c1asificaci6n dellogico 0 del estaclistico, preocupados por la coherencia y la compatibilidad con loshechos, son a las caregorizaciones y a los categoremas cle la existencia cotidianaque, 10 dice la propia etimologia, se sinian en la 16gica del proceso (en el sentidoordinario del termino , pero tarnbien en el sentido de Kafka, que ofrece una imagenejernplar de esa busqucda desesperada de la reapropiacion cle una identidad social

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por definici6n inalcanzable -corno limite infinito de todos los categoremas, detodas las imputaciones-). No existe interrogaci6n real sobre la division del mundosocial que no cornprorneta los inrereses asociados a la pertenencia 0 a la no perte-nencia: como 10 atestigua la atenci6n dedicada a los grupos-frontera, y por elloestrategicos -Ia aristocracia obrera que oscila entre la lucha de c1ases y Ia colabora-ci6n de clases, 0 los "cuadros", categoria de la estadistica burocr atica euya unidadnominal, y doblernente negativa, oculta la dispersion real tanto a los ojos de los"interesados" como a los de sus adversarios y a los de la mayor parte de losobservadores- el establecimiento de Iimites entre las clases se inspira en la inten-ci6n estratcgica de "con tar" 0 de "contarse ", de "catalogar" 0 de "anexionar ",cuando no es un simple registro de un estado juridicamente garantizado de larelaci6n de fuerza entre los grupos enclasados.

En efecto, si se dejan de lado todos los casos en los que la imposici6n deuna frontera arbitraria de tipo juridico (Ia que situa en 30 kg. el peso del equipajeautorizado 0 decreta que un vehiculo de mas de 2.000 kg. es una camioneta) bastapara suprirnir las difieultades que surgirfan del sofisma del menton de trigo!", lasfronteras, incluso las mas forrnales en apariericia , como son las que separan lasc1ases de edad , fijan un estado de las luchas sociales, es decir, un estado de ladistribuci6n de las ventajas y de las obligaciones, tales como el derecho a unastarifas cspccialcs 0 a la jubilaci6n y la obligaci6n escolar 0 rnilitar. Y si hace sonreirla historia, contada por Alphonse Allais, del padre que en el tren hace sonar laalarrna a la hora exacta en que su hijo curnple los tres arios (edad a partir de la cualya no es posible viajar sin pagar), es porque de inmediato se ve mas el absurdosocioI6gieo de esta variacion imaginaria, tan impecablernente logica, que todos losabsurdos que se cncuentran en la base de las paradojas preferidas de los Iogicos.Aqui los limites son unas fronteras que hay que atacar 0 defender en encarnizadalucha , y los sistemas de enclasamiento que las fijan son rnenos unos instrurnentosde conocirniento que unos instrurnentos de podcr, subordinados a unas funcionessociales y oricntaclas, de forma mas () rnenos abierta, hacia la satisfacci6n de losintcreses de un grupo!".

Los lugares cornunes y los sistemas de enclasarniento constituyen asi laapucsta de unas luehas entre los grupos a los que caractcrizan enfrentandolos, Yque se oponcn entre sf con respecto a ellos, esforzandose por hacerles evolucionar

14 EI sofisma del mouton de trigo y todas las pa radojas del continuo Fisico haccn, com o apuntabaPoincare, que se tcnga it la vel A '" B , B = C Y A < C, 0 tarnbicn A, = A2, A:< = = Ao, ... A ~9 "" A 1110 YA,


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a su favor. Georges Duby rnuestra perfecta mente como el modelo de tres ordcneque fija un estado de la estructura social, con vistas a eternizarlo mediante ILlexplicaci6n y la codificacion, ha podido ser utilizado sirnultanea y sucesivameut.por grupos antag6nicos: en primer lugar por los obispos, que 10 habian elaboradocontra los herejes, los monjes y los caballeros; por la aristocracia, luego, contra 10\obispos y el rey; por el rey, por ultimo, que, constituyendose en sujeto absolute I . h .la operaci6n de enclasamiento , en principio exterior y superior a las clases qu,permite engendrar (a diferencia cle los tres ordenes, sujetos pero tarnbien objctos,jueces pero tarnbien partes), asigna al conjunto de los grupos interesados so Iugrnen el orclen social y se constituye en punto de vista sobre el que no existe punto u cvista alguno!". De igual moclo poclria dernostrarse que los esquemas y lugare ...comunes que sirven para pensar las diferentes formas cle clominaci6n, la oposicionentre los sexos y las clases de edad , as f como la oposici6n entre las generaciones,son tambien objeto de rnanipulaciones pareciclas. Los "jovenes" pueden accptar bdefinici6n de ellos mismos que les proponen los viejos y, aprovechandose de l . 1licencia provisional que se les otorga en muchas socieclacles ("es necesario que IIIjuventud se pasc"). hacer 10 que se les concecla y les convenga, realizar las "virtu-cles propias" cle la juventud, virtu, virilidacl, fogosiclacl, etcetera, ocuparse de SUHpropios asuntos -el belicoso errar para los nobles herederos en la Edad Media 17. ctamor y la violencia para los jovenes f1orentinos del Renacimiento, y todas lasformas de regulaclo y ludico desenfreno (deporte , rock, etcetera) para los adolcs-centes de hoy dia-, en resumen, dejarse mantener en estado de "juventud", eliclecir, de irresponsahiliclad, obtener mediante una renuncia a las responsabilidadcslas libertades de una conducta irresponsable!", En las situaciones de crisis especffi-ca , en las que el orclen cle las sucesiones esta amenazado, los "jovenes" que notienen ya la intenci6n de dejarse remitir a la "juventud" tienden a remitir a 1 .0"vie jos" a la "ve jez"; al querer tornar las responsabilidades que definen alasadultos (en el sentido cle personas socialmente consumadas), tienen que lanzar alos poseedores de las responsabilidades a esa otra forma de irresponsabilidad C ] Udefine la vejez 0, mejor , la jubilaci6n. La cordura y la prudencia que reivindicanlos "responsables" se convierten entonces en conservadurismo, en arcafsmo , 0,sencillamente. en irresponsabilidad senil. Los recien llegados, que tienen todas lasprobabilidacles de ser tam bien los mas j6venes biol6gicamente, pero que aportancon ellos rnuchas otras propiedades distintivas, correlativas de las transformacionescle las condiciones sociales de proclucci6n cle los productores (es decir , principal-mente de la familia y del sistema escolar), escapan tanto mas rapidarnente de la"juventud", esto es, de Ja irresponsabilidad, cuanto mas dispuestos estan a rompercon las conductas irresponsables que les son asignadas, y que, liberandose de loslimites incorporados (los que hacen que, a los cincuenta arios, sea posible todaviasentirse "dernasiado joven" para pocler "razonablernente pretender" una posicion,un cargo 0 un honor), no dudaran en "empujarse", en "quemar etapas" y endeterminar asi, antes de tiempo, la caida en 10 pasado, en 10 superado; en pocas

16 Vease G, DUllY, op. cit., especialrnente pp, 422-423.17 Vcase G. DUJ3Y, op. cit., pp. 63-64. Y"Lcs 'jeunes' dans la societe aristocratique dans 13France

du Nord-Ouest au Xl lerne siecle", Annates, 19 (5), septiernbre-octubre 1964, pp. 835-846.IR La mismo mas 0 menos pod ria dccirse de las mujcrcs si 13mayor parte de las contraparridas de

la renuncia a las rcsponsabilidades no les fueran ncgadas en realidad, 31 menos fucra de la burguesia.

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palabras, la muerte social ("esta acabado") de sus predecesores. Pero s610 tienenalgunas probabilidades de triunfar en los conflictos con respecto a los limites entrelas edades, que aparecen cuando se pierde el sentido de los limites, si Ilegan airnponer una nueva definicion de la persona socialmente consurnada , incluyendoen est a definici6n unas propieciades ordinariamente (es decir , con arreglo al princi-pio de enclasarniento en vigor) vinculadas COil la juventud (como el entusiasmo , eldinarnismo , etcetera), 0 unas propiedades capaces de suplantar las virtudes ordina-riamente ligadas con el estatus de adulto.

En resumen, 10 que los individuos y los grupos invierten en eI sentidoparticular que dan a los sistemas de enclasamiento cornunes, mediante el uso quehacen de cllos, cs infinitamente mas que su interes en el sentido ordinario delterrnino , es todo su ser social, todo 10 que define la idea que se hacen de ellosrnismos, el contrato primordial y tacite por el que se definen como "nosotros" conrespecto a "ellos", a los "otros", y que se encuentra en el origen de las exclusiones("eso no es para nosotros") y de las inclusiones que operan entre las propiedadesproclucidas por el sistema de enclasamiento COml1l119El hecho de que, en surelaci6n con los dorninantes, los dorninados se atribuyan Ja fuerza entendida comotuerza de trabajo y fuerza de cornbate , fuerza fisica pero tarnbien fuerza moral,valor, virilidad , no irnpide a los dominantes el pensar tarnbien esta relaci6n me-diante el esquema del fuerte y del debil, pero reduciendo Ia fuerza que se atribuyenlos dorninados, 10 mismo que la de los jovenes (cercanos en esto a las mujeres), alestado de fuerza bruta , de pasion y de pulsion, fuerza ciega e imprevisible de lanaturaleza , violencia sin raz6n del deseo, y atribuirse la fuerza espiritual e intelec-tual , dorninio de sf que predispone al dominio de los otros, fuerza de alma 0 fuerza

19 La psicologia social observa que toda division de una poblacion en dos grupos, por muyarbitraria que sea , detcrrnina unos comporrarnientos discrirninarorios, favorablcs a lo s miernbros de lgrupo propio y hostiles a lo s rniernbros del otro grupo , y csto aun cuando lo s intercscs del g rup o prirnerotcngan que sufrir con clio (M . BII.LING Y H TA JFEl., "S ocia l ca tegoriza tion and sim ila rity ill intergroupbehavior". European Journal of Social Psvchologv, 1973, 3, pp 27-52). Con mayor generalidad, lapsicologia socia l describe ba jo el nomhre cle "difercnciaci6n caregoria l" las operaciones con las que losagentes construyen su pe rcepcion de 10 rea l, y en particula r los procesos de acentuacion de las diferen-cias con el exterior y de rcfucrzo de las semejanzas en el interior, de no asim ilacion y d e a sim ila ci6 n(vcasc , por ejcmplo , H T!\JILI.. "Quantita tive judgement in socia l perception", British Journal ofPsychology, 1959 ,50, pp. 16-21, Y J TAJFCL Y A . L. W ILKES . "C lassification and quantita tive judge-ment" , British Journal of Psychology, 1963,54, pp. 101-104; y, para un cuadro de conjunro de lasinvestigaciones en cstc dominio. vcase W . DOIS !'. L'urucutation psychosociologiquc ct les relations entregroupes, Brusclas, A de Boeck, 1976, p. 178-2(0). Los ana lisis del racisrno han puesto de manificsto ,en cl rnismo scnudo, que Ia yuxtaposici6n de grupos difcrentes conduce a unas rcpresentaciones contras-tadas, tendienclo cada grupo a oponcr una definicion de la conducta , convcnicntc. valorizada, a unaconducta indigna, la de l otro grupo ("Wherever the groups and classes arc set in s ha rp j ux ta po si ti on ,the va lues ancl mores of each are juxtaposed. Out of group opposition there arises an in te nse o pp ositi onof va lues, which comes to be projected througb the socia l orden and serves to solidify socia l stra tification"-L. COPELAND, "The Negro as a Contrast Conception", en E. Thompson, cd., Race Relations andthe Race Problem, Durham, Duke U niversity Press, ]959 , pp. 152-179 -). A l rcsidir en la difcrencia laidcntidad socia l, cs con respecto a 10 mas proximo que reprcsenta la mayor arncnaza , COIllO se afirrna ladifcrcncia EI ana lisis de la cstcreotipia csa propcnsion a adrnitir una correspondencia entre la perte-nencia a una catcgoria (por cjernplo , la de los nordicos () de los meridionales, de los occidentales 0 delos orienta les) y la poscsion de cierta propicdad, que haec que la informacion sobre 13 pertcncnciaca tegoria l de una persona influya tuertemcnte l os j ui ci os forrnulados con rcspccto a la misrna- csra deacuerdo con cl ana lisis de csa espccie de esrcrcotipia socia l que haec que el conjunto de los agentes deuna formacion socia l ticnda a poncrse de acuerdo para a tribuir determ inadas propiecfaclcs a los rnicrn-bros de las diferentes clascs socia les (vease Ancxo 4, U n juego de sociedad).

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de espiritu que autoriza a pcnsar la relacion con los dorninados, pueblos, rnuj 'TC:I IIjovenes, como la del alma y el cuerpo , del entendirniento y la sensibilidad , de LIcultura y de la naturaleza.

LA LUCI-IA DE ENCLASAMIENTOS

En la lucha y para las necesidades de la lucha funcionan unos principles dldivision inseparablernente logicos y sociologicos que, al producir unos conceptos,producen unos grupos, los mismos grupos que los producen y los grupos contra 10cuales se producen. La apuesta de las luchas a proposito del sentido del mun '1,1social es el poder sobre los esquernas clasificadores y sobre los sistemas de enclasnmieritos que se encuentran en la base de las representaciones y, con ello , de I n .rnovilizacion y de la desrnovilizacion de los grupos: poder evocador de la enunciacion que haec vcr de otra manera (cs el caso , por ejernplo , cuando una simplepalabra, como la palabra paternalismo , transform a toda la expericncia de un \relacion social) 0 que, al modificar los esqucrnas de pcrcepciori y apreciacion , haver otra cosa , otras propiedades, hasta entonces dcsapcrcibidas 0 relegadas a sgundo plano (como los intcrcscs cornunes hasta entonces ocultos por las diferenciasde etnia 0 de nacion); poder separador ; distincion , diacrisis , discretio , que de Ie!continuidad indivisible haec surgir unas unidades discretas, de 10 indiferenciaduhaec surgir la d if cr encia .

Solameritc en la lucha y poria lucha los lfrnites incorporados se conviertenen frontcras, contra las cuales se choca y a las que es precise desplazar Y de heche,cl sistema de los esquernas clasificadores no se constituye en sistema de enclasamien to objetivado e institucionalizado mas que cuando ha cesado de funcions rcomo sentido de los limites, y cuandolos guarcliancs del ordcn establecido tienenquc explicitar, sisternarizar y codificar los principios de produccion de cse orden,tanto real como represcnrado , para defenderlos contra la oposicion heretica; elpOOlS palabr as, tiencn que constituir la doxa en ortodoxia. Los sistemas oficiales decnclasarnierito, igual que las tcorias de los trcs ordenes, rcalizan de maner a expresay sistematica 10 que los csquernas clasificadores hacian de manera tacita y practica:con ello, los atriburos, en cl scntido cle prcdicados, se convicrte n en atribuciones,podercs, cornpctencias , privilegios, prerrogativas, atribuidos al titular de una fun-cion, al no scr la guerra 10 que haec al guerrcro sino el officium, la funcion propia,la razon de ser del bellator ; justificado aSI de cxistir como cxiste , La discretioclasificadora fija , a la manera del derecho , un csrado de la rclacion de fuerzas quetrata de ctcrnizar por mcdio de la cxpliciracion y de la codificacion EI principio dedivision 16gica y polftica que es cl sistema de enclasarnicnto s610 ticnc existencia 'icficacia porque reproduce, bajo una forma transfigurada , en la logica propiarnentcsimbolica de las distancias dijerenciales , es decir , de 10 discontinuo , las diferencias,10 mas frecuenrc graduales y continuas, que confieren Sll estructura al orden es-tablecido: pero solo afiadc su contribucion propia, es dccir, propiarncnte sirnboli-ca , al mantcnirnicnto de cse ordcn porque tiene cl podcr propiarncnte sirnbolico dehacer ver y de haccr creer que otorga la irnposicion de estructuras mentales.

Los sistemas de cnclasarnienro no serian una apucsta de Iucha tan decisivasi no contribuyeran a la existcncia de las clases, al anadir a Ia eficacia de losmecanismos objctivos el rcfuerzo que Ic aportan las representaciones estructuradas

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conforme al enclasam iento. Como acto de reconocim iento de la plena existenciasocia l, la imposicion de un nombre reconocido opera una verdadera transmutaci6nde la cosa nombrada que, cesando de existir en el estado de hecho , es decir , comoejercicio tolerado , ilegal 0 ilegitimo, se convierte en una [uncion social, es decir , enun mandato , una m isi6n (Beruf), un cargo, un papel , pa labra s todas ellas queexplicar bien la diferericia entre la actividad autorizada, es decir, asignada a unindividuo 0 a un grupo mediante una delegacion tacita 0 explicita , y Ia simpleusu rp a cto n que "crea un estado de heche" en espera de la instituciona lizaci6n.Pcro cl cfccto propio de las "representaciones colectivas", que contra ria mente a 10que podrian hacer creer las connotaciones durkheirnianas del concepto, pueden serproducto de la aplicaci6n de un rnismo esquema de percepcion 0 de un sistema deenclasarniento cornun , sin dejar por ello de ser objeto de usos socia les antagonicos,nunca se ve tan bien como cuando la palabra precede a la cosa y la u su rp ac io n de Iaidentidad nominal precipita la constitucion de la identidad rea l, como sucede en elcaso de csas asociaciones beneficas que sc transforrnan en profesiones reconocidas,ode e50S grupos de defensa corpora tivos (como el de los "cuadros") que im ponenpoco a poco la representacion de su cxisrcncia y cle su unidad , tanto a sus propiosm iembros como a los dcrnas grupos.

L a p rese ncia 0 la ausencia de un grupo en el enclasam iento oficia l dcpen-de de su apritud para hacerse reconocer , para hacerse percibir y pa ra hacerseadrnitir. y por consiguicnte para obtcncr , 1 0 mas a menudo a viva fuerza , un lugaren el orden socia l, y para escapar asi de la existencia bastarda de las "profesiones uoficios sin nornbr c " de que habla Em ile Benveniste: el comercio en la antiguedad-yen la Edad Media-, 0 las actividades ilcgitim as, ta les como curandcro (lla rnadoen otros ticrnpos "cmpirico "}, ensa lrnador 0 prostituta en la actua lidad Los gruposdepcnde n de las pa labras que los designan: en cfecto , cl poder de imponer elreconocim iento dcpende de Ia aptitud pa ra movilizarsc a lrededor de un nornbre-"prolctariado", "clase obrera ", "cuadros'


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hasta los limites de la irnpostura -como los alfareros que se denominan artesanosartisticos 0 los tecnicos que se pretend en ingenieros- 0 a inventar, para desmarcar-se, unas nuevas designaciones, tales como los kinesisterapeutas, que esperan de esanueva etiqueta que los distinga de los simples masajistas y los acerque a los medi-cos. Estrategias todas elias que, como todos los procesos de cornpetencia, carreraseguida con vistas a asegurarse la constancia de las distancias distintivas, tienencomo efecto el de favorecer una constante inflacion nominal, frenada sin embargopor la inercia de las taxonorruas institucionalizadas (convenios colectivos, tablas desalaries, etcetera), a las que cstan vinculadas unas garantias juridicas. Las negocia-ciones entre grupos de intereses antagonicos a que da lugar el establecirniento d .,los convenios colectivos y que recaen inseparablernente sobre las tareas inscritas enel puesto , sobre las propicdades exigidas a sus ocupantes (por ejernplo , las tirula-ciones acadernicas) y sobre las rernuneracioncs materiales y simbolicas (el nombre)correspondientes, tienen como virtud la de recordar , por la puesta en escena insti-tucionalizada que ofrecen, las incesantes luchas a proposito de los enclasarnientoque contribuyen a producir las clases, aunque estes sean producto de las luchasentre las clases y dependan de las relaciones de fuerza que entre elias se estableccn.

REALI DAD DE LA REPRESENTACI6N Y REPRESENTAC16N DE LA REALI DAD

Los sujetos enclasantes que enclasan las propiedadcs y las practicas de 10:'-dernas, 0 las suyas propias, son tam bien objetos enclasables que se enclasan (a 1011ojos de los dernas) al apropiarse unas practicas y unas propiedades ya enclasadas(como vulgares 0 distinguidas, elevadas 0 bajas. pesadas 0 ligeras, etcetera, asdecir , en ultimo analisis , populares 0 burguesas) segun su distribucion probableentre unos grupos a su vez enclasados; las mas encJasantes y las mejor enclasadade esas propiedades son, evidcntemente , las que estan expresarnerite designadaspara funcionar como signos de distincion 0 marcas de infamia, estigmas, y sobrctodo los nornbres y los titulos que expresan la perrenencia a las clases cuya interse '-ci6n define en un momento dado del tiernpo la identidad social -nornbre de Isnacion , de la region, de la etnia 0 de la familia, nornbre de la profesion , titulacionacademica, titulos honorificos. etcetera-. Aq uellos que enclasan 0 se enclasan,enclasando 0 apropiandose unas practicas 0 unas propiedades enclasadas y enola-sautes, no pueden ignorar que, mediante los objetos 0 las practicas distintivas ellque se expresan sus "poderes" y que, apropiadas pOI' unas clases y apropiadas aunas clases, enclasan a los que se las apropian , se enclasan ellos a los ojos de 0[1'05,sujetos enclasantes (pero tam bien enclasables, asi como sus juicios), provistos deesquemas clasificadores analogos a los que les perrniten anticipar , de manera m a s 0menos adecuada, su propio enclasamiento.

Los sujetos sociales cornprenden el mundo social que les comprencJe. Esosignifica que no se puede, para caracterizarlos, atenerse a las propiedades materia-les que, comenzando por el cuerpo, se dejan con tar y medir como cualquier otroobjeto del mundo fisico. En efecto , no existe ninguna de esas propiedades -ya seala estatura 0 el volumen del cuerpo , 0 la superficie de las propiedades territorialeso inrnobiliarias- que, percibidas y apreciadas, por referencia a otras propiedadesde la misma clase , por unos agentes armados de esquernas de percepcion y aprecia-

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cion social mente constituidos, no funcionen como propiedades simb6licas. Estoirnplica gue se debe superar la oposicion entre una "fisica social" gue, armada conun usa objetivista de la estadistica, estableceria unas distribuciones (en el sentidoestadistico y tarnbien en el econornico) -expresiones cuantificadas del reparto entreun gran numero de individuos , en competencia par su apropiacion , de una cantidadfinita de energia social tornada pOI"medio de los "indicadores objetivos"- y una"semiologia social" que se aplicaria a descifrar unas significaciones y a poner demanifiesto las operaciones cognitivas mediante las cuales los agentes las producen ylas descifran; entre la ambicion de acccdcr a una "realidad" objeriva "indepen-dierite de las conciencias y de las voluntades individuales", al precio de una rupturacon las representaciones cornunes del mundo social ("las prenociones" durkhei-mianas) y de sacar a la luz unas "leyes". es decir, unas relaciones significativas,pero en el sentido de no aleatorias, entre un as distribuciones, y el esfuerzo porcaptar no la "realidad", sino las reprcsentaciones que de ella se hacen los agcntes yquc constituyen toda la "realidad" de un mundo social conccbido "como represen-tacion y como voluntad".

En resumen, 1 2 1 ciencia social no tiene que elegir entre esa forma misma dela fisica social, rcprescntada por Durkheim -que esta de acucrdo can la semiologiasocial en adrnitir que no se puccle conocer la "realidad " si no es elaborando unosinstrumentos logicos de enclasarnienro" . y la semiologia idealista que, dandosecomo objeto el hacer un informe de los inforrnes, como dice Garfinkel, no puedehaccr otra cos a que registrar los rcgistros de un mundo social que no seria , en ellimite. mas que el producto de las estructuras mentales, es decir, linguisticas. Setrata de hacer e ntr ar en 1 2 1 cicncia de la escasez y de la compctencia por los bicnesescasos cl conocimiento practice que de las mismas consiguen los agcntes al produ-cir , sobre Ia base de su cxpcricncia de las distribuciones -Iuncion a SlI vez de suposicion en las rnismas-, unas divisiones y unas clasificaciones que no son rnenosobjctivas quc las de los balances conrables de la fisica social. Se trata , en otrostcrrninos , de superar la oposicion entre las tcorias objetivistas que identifican lasclases sociales (pero tarnbicn las clases sexuales 0 las clases de eclad) con unosgrupos discretos, simples poblaciones que pucden contarse y que estan separadaspor unas Irontcras objetivamente inscritas en la rcalidad , y las teorias subjetivistas(0, si se prcfiere , marginalistasi que reducen cl "orden social" a una especie decnclasarnicnto coleetivo obtcnido por la agrcgucion de los enclasarnientos indivi-duales 0, con mayor precision, de las estratcgias individualcs, cnclasadas y encla-santes, con Jas cuales los agentes sc cnclasan y enclasan a los dcrnas ".

:en Apcnas hay ncccsidad de rcsefi.rr Ia afinidad que unc la fisica socia l y la in clin uc io n p ositivistapara vc r los cnclasamicntos. ya $1",'1 como unos corte arbitr arios y "opcratorios" (como la s clascs decdad 0 los intcrvalo-. de ingu.so). \;1 sc'a como unos cortes "objctivos" (discontinuidadcs de las distr i -bucioncs o inflexioncs de I"s curvas ) quc SCII,I suficientc con rcgistrariclS .

21 Pcrrnit ascnu-. una cxprcsion particul.u mcntc C(l'lt;"lcl'crr~ric;}, hasta C T l la mct.ifora de esc margi-nal isrno S OCIal: ., lach individua l is responsible for the demeanour imag.e of himself and deference imageof others. so that for a complete man to be expressed, individuals must 'froid hands i.n a chain ofceremony. each giving deferentia lly with proper demeanour toH lC o ne om! he i1"ig~ 1w ha t w ill ~)Creceiveddeferentia lly from the one on the left. " (E. GorD1ANN, "The Nature of Deference and Demeanour",American Anthropologist, 58, junio 1956, pp. 473-502). " ... Routinely the question is that of whoseopinion is voiced most trcqucntly and most forcibly. who makes the m inor ongoing decisions appa rentlyrequired for tile coordioation of any joint activity, and whose passing concerns have given the mostweight. And however trivia l sorne of these little gains I1l1d losses may appear to be, by summing them all

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Basta con tener presente q lie los bienes se convierten en signos distintivos-que pueden ser unos signos de distinci6n, pero tambien de vulgaridad, desde clmemento en que son percibidos relacionalmente- para ver que Ia representacianque los individuos y los grupos ponen inevitablemente de manifiesto mediante suspracticas y sus propiedades forma parte integrante de su realidad social. Una clasese define por su se r perc ib ido tanto como por su ser; por su consumo -que no tiencnecesidad de ser ostentoso para ser simbolico- tanto como por su posici6n en lasrelaciones de produccion (incluso si fuera cierto que esta rige a aquel). La visionberkeleyniana -esto es, pequerio-burguesa- que reduce el ser social al ser percibi-do, al parecer , y que, olvidando que no es necesario dar unas representaciones(teatrales) para ser objcto de represcntaciones (mentales), reduce el mundo sociala la agregaci6n de las representaciones (mentales) que los diferentes grupos schacen de las representaciones (teatrales) ofrecidas por los otros grupos, tiene ~Irnerito de recordar la autonomia relativa de la 16gica de las representaciones sirn-bolicas con respecto a los deterrninantes materiales de la condicion: las luchas d"los enclasarnientos, individuates 0 colectivos, que apuntan a transforrnar las cate-gorias de percepcion y apreciacion del rnundo social, y, con ello, el mundo social,constituyen una dimension olvidada de la lucha de clases. Pero basta con tencrpresente que los esquemas clasificadorcs que sc encuentran en la base de la rela-ci6n practica que mantienen los agentes con su condicion, y en la de la representa-cion que pueden tener de elias, son a su vez producto de esa condicion, para vel' losIfmites de esa autonornia: la posici6n en la lucha de cnclasarnientos depende de laposicion en la estructura de las clases; los sujetos sociales -corncnzando por 10intelectuales, que no son los mejor situados para pensar 10 que define los lfrnites desu pensamiento del mundo social, es decir , Ia ilusiori de la ausencia de lfrnites-,nunca, sin lugar a dudas, tienen rnenos probabilidades de superar "los limites de SUcerebro" que en las representaciones que ofrecen y se ofrecen de su posicion, quedefine esos Iimites.

lip across all the social situations in which they occur, we can see that their total effect is enormous. 1"1'1

la distinción. criterios y bases sociales del gusto (pierre bourdieu) 1979

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