la conducta del creyente 3.pdf
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i. Fue el oCordero'Destinado Desde la Eternidad (v.20a)
;Antes de la fundación del mundo, el Padre sabía que larazahumana iba a caer en pecado, y quesería necesario efectuar su salvación. Desde esa 'fecha', Cristo fue destinado p-u ,", el Corderoque guitaría el pecado del mundo. Cristo es el Salvador eterno. Ver 2 Tim l:é;Tito l:2.
ii. Fue nuoeUdo en los Postreros Tiempos
Dado a que Cristo fue destinado a morir por nosotros, desde antes de la fundación del mundo, Suvenida a esta tierra marcó el inicio de los últimos tiempos (Heb 1 : I -2; 9:26). Su venida fue lamanifestación del amor de Dios para larczahumana (Juan 3:16).
El creyente debe meditar mucho sobre la Persona de Cristo, para animarle en su lucha contra elpecado (ver Heb 12:2-4).
El segundo aspecto de la gloria de Cristo, que pedro señala es:
b. Cristo es la Base de Nuestra Salvacién
Fl pecador es salvo por medio de su fe en Cristo; Cristo es nuestro Salvador. Nüestra salvacióndepende de El, exclusivamente. Pedro no desarrolla todos los detalles de la salvación quetenemos en Cristo, solo resalta dos aspectos:
i. Es por medio de Cristo que creemos en I)ios (v?lu)
La Biblia afirma que debemos creer en Cristo, pam ser salvo (Juan 3 : 16). Sin embargo, aquíPedro pone el énfasis sobre creer en Dios el Padre. Lo hacembs, dice pádro, por med"io de lo queCristo ha hecho por nosotros, al morir, resucitar, y ser glorificado. podemor-ü.p** lo quePedro dice, en Hch 3:16 (\ lafe que es por é1...'t. ramUi¿n creemos en Dios pór medio de lasenseñanzas de cristo; Su vida y testimonio (ver Juan 12:44; 14:6).
ii. Esta fe se basa sobre la resurrección de Cristo (v.2lb)
La resurrección de Cristo es un elemento fundament¿l de la fe cristiana (1 Cor 15:3-4,14-23).¿Por qué?
- Es la resurrección de Cristo que manifestó que Él realmente es el Hijo de Dios (Rom1:4).
- Es la resurrección de Cristo que ratifica nuestra justificación (Rom 4:25).- Es la resurrección de cristo que garantiza la nuütra (1 cor 15:20,23).- Es la resurrección de Cristo que nos concede nueva vida espiritual (Efe 2:5-6;1 ped 1:3).
De este modo, la fe y la esperanza del creyente se basan sobre la Persona de Cristo (v.21b).
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