la colonización detrás de la polis

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La colonización detrás de la polis Para realizar nuestro trabajo de campo, debíamos buscar un lugar público compuesto por 5 cuadras, por lo que decidimos situamos en los alrededores del centro comercial Andino ubicado en la calle 82 con carrera 12. El problema que quisimos analizar, lo denominamos: “Seguridad: ilusión de concreto”, dado que lo que encontramos allí fue un escenario social donde se desenvuelven lógicas clasistas y altamente discriminativas, por lo cual, la seguridad es máxima, tal como un dispositivo de control sobre los cuerpos. La arquitectura que se desarrolla en esta zona es de grandes edificios, todos en bloques, forrados por aluminio que parece más una cárcel que locales, restaurantes, bares, etc. Los andenes son angostos y todo está en función de hacer que los transeúntes se pierdan en un laberinto, una globalidad material y pierdan su esencia, se reserven su sentir y parezcan un rebaño que da círculos sin una razón aparente, pero en realidad es una administración centralizada del poder, que viéndolo en los términos de Manuel Delgado Ruiz una Polis deshumanizada, y con un empoderamiento que fácilmente se le puede salir de las manos, “Dicho de otro modo son constantes los desmentidos mediante los que la urbs advierte a la polis sobre lo

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Page 1: La colonización detrás de la polis

La colonización detrás de la polis

Para realizar nuestro trabajo de campo, debíamos buscar un lugar

público compuesto por 5 cuadras, por lo que decidimos situamos en

los alrededores del centro comercial Andino ubicado en la calle 82

con carrera 12. El problema que quisimos analizar, lo denominamos:

“Seguridad: ilusión de concreto”, dado que lo que encontramos allí

fue un escenario social donde se desenvuelven lógicas clasistas y

altamente discriminativas, por lo cual, la seguridad es máxima, tal

como un dispositivo de control sobre los cuerpos.

La arquitectura que se desarrolla en esta zona es de grandes

edificios, todos en bloques, forrados por aluminio que parece más una

cárcel que locales, restaurantes, bares, etc. Los andenes son

angostos y todo está en función de hacer que los transeúntes se

pierdan en un laberinto, una globalidad material y pierdan su esencia,

se reserven su sentir y parezcan un rebaño que da círculos sin una

razón aparente, pero en realidad es una administración centralizada

del poder, que viéndolo en los términos de Manuel Delgado Ruiz una

Polis deshumanizada, y con un empoderamiento que fácilmente se le

puede salir de las manos, “Dicho de otro modo son constantes los

desmentidos mediante los que la urbs advierte a la polis sobre lo

precario de la autoridad que cree ejercer”. (Delgado, 2004:183)

“Un espacio cerrado, recortado, vigilado en cada uno de sus puntos,

en el que los individuos están insertos en un lugar fijo en el que los

menos movimientos se hayan controlados, en el que todos los

acontecimientos están registrados, en el que un trabajo

ininterrumpido de escritura une al centro y la periferia en el cada

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individuo está en todo momento localizado, examinado y distribuido

entre los vivos, los enfermos y los muertos”. (Delgado, 2004:196)1

En nuestro caso la urbs se entiende como la población que a través

de su multiculturalidad transita por la polis, a su vez la polis se define

como el conjunto de diámetros, líneas, rectángulos, etc. Que dan

cuanta de un sistema de referencias. Es así como la polis condiciona

las dinámicas que se dan espacio definido como público. Considerar

que el espacio público ha de estar supeditado a las instituciones

estatales equivale a afirmar que el espacio público no es público, si

no de un orden político que se ha autoderrogado la función de

fiscalizarlo e imponerle sus sentidos.

Al observar mediante las practicas de grabación en los alrededores

del centro comercial Andino, podemos afirmar con propiedad que lo

anteriormente dicho tiene argumentos vivenciales, en tanto el

espacio público está fiscalizado por la seguridad de entidades

privadas que se refleja en celadores con perros bravos y/o cámaras

que siguen cada movimiento con una precisión asombrosa.

La práctica social se presenta en un escenario de vigilancia, al

caminar se siente como si se estuviera invadiendo un terreno por el

cual nadie debe pisar, en el cual se controlan las rutinarias y pobres

vidas de la sociedad del espectáculo, en caso de atreverse a

traspasar las fronteras vigilantes debe ser con movimientos

moderados, voz pasiva, ocultando el retrato de lo que realmente

somos y mostrando fragmentos de él, pero sin ser ni un pedazo de lo

que guardamos. Se siente una atmosfera de tensión, es preocupante

la sublevación, la diferencia, la libertad, es mejor la homogeneidad, la

polis se manifiesta a través de su arquitectura carcelaria, asustadiza y

esquiva que guardan sus construcciones reticuladas. Pero como sí se

tratara de una escalofriante película de terror, todo en la polis está

previsto, mediante su arquitectura, la cual, es la prueba fehaciente de

todo un sistema de referencias.

1 Foucault, Michel, Vigilar y Castigar, Siglo XXI, España, Madrid, Pág., 201

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La ciudad es el escenario donde colindan la urbs y polis. Cada una en

su especie. La urbs es frecuentemente confundida con la polis. Pero la

urbs se sustenta sola, a pesar de la prepotencia de la polis, quien

busca administrar, legislar, juzgar los espacios de urbs. La urbs es la

urbs. Está o podría estar sola. Y en última instancia, no tiene

necesidad de polis. La urbs nunca es una la polis. es enemiga de la

urbs, a no ser que se someta a ella y le sirva de manera incondicional

y absolutamente sumisa.

Universidad Central

Facultad de arte y ciencias humanas

Materia

Laboratorio de Imagen

Profesor

Jorge William Agudelo

Estudiantes

Paloma Botero

Lola Muñoz

Angélica Casas

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Miércoles

Mayo

2011