¿Tienes sueños que has olvidado porque los consideras imposibles? ¿Sientes que hay días que crees tener el mundo a tus pies pero el entusiasmo se te pasa en cuanto tienes el primer obstáculo? Todos tenemos sueños, pero muy pocos se atreven a perseguirlos. ¿Por qué? Básicamente porque perseguir un gran sueño implica así mismo un gran esfuerzo, pero sobre todo implica asumir un camino desconocido y riesgoso en el que hay que tener realmente agallas para tomarlo. Sin embargo, hay una forma de hacerlo en la que si logras la actitud correcta, ese camino duro se puede volver un tobogán directo hacia lo más grande que puedas anhelar. ¿Te atreves?

Por Alberto Mayorga.

Imagina algo que deseas lograr, algo muy grande, no solamente cambiar de empleo o tener un mejor carro. No. Me refiero a que consideres el más grande de tus sueños (deja de lado tu lógica por un momento y piensa en algo que te pueda parecer imposible). ¿De verdad crees que eres suficientemente bueno(a) para conseguirlo? ¿Crees que mereces tenerlo? ¿Confías cien por ciento en ti, en tus capacidades? ¿Te ves capaz de lograrlo? ¿Piensas que estás igual o más preparado que otras personas para llegar allí? ¿Crees en tus posibilidades y sabes que tienes la suficiente fuerza para conseguirlo?

Si has respondido no a siquiera una de estas preguntas, aquí está la razón por la cual tu sueño se reduce a ser solamente eso. Piensa en el modo de pensar de las personas promedio que sobreviven en un empleo pero que viven una vida de limitaciones: normalmente no se ven capaces de prosperar, de lograr sus metas o de atraer lo que desean. Lo intentan, se esfuerzan en aprender, incluso tienen una rutina marcada, hacen todo lo necesario. Sin embargo olvidan algo muy importante: no creen que puedan conseguirlo porque lo consideran difícil, improbable o demasiado bueno para ellos.

Este tipo de personas se queja, se culpa, duda y se lamenta. Entonces, ¿Qué crees que logrará? Resultados como los que tiene. Por eso es tan importante pensar en positivo, porque el optimismo es la clave secreta hacia el éxito en el logro de tus más grandes sueños. El optimismo te lleva a enfocarte en lo que en realidad quieres.

El pesimista se rinde con los fracasos; el optimista los ve como una nueva forma de aprender y de seguir creciendo. Ese es el secreto para tener la vida que deseas: pensar en positivo y saber que, sea lo que sea aquello que quieres lograr, conseguirlo está en tus manos.

La clave para asumir el camino hacia tus sueños. La buena noticia es que el optimista no nace, se hace. Un optimismo o un positivismo desde adentro, no simplemente decir que vas a hacer algo sino en realidad sentirlo, es la base para comenzar. Toma tu sueño, acláralo lo mejor que puedas, visualízalo lo más vívidamente posible en tu mente y convéncete de que lo vas a lograr, aun cuando no sepas cómo. Reprograma tu

subconsciente repitiendo declaraciones todos los días tres o cuatro veces al día donde declaras las cosas que quieres.

Aquí están cinco sencillos pasos que son claves para esta hermosa tarea de cumplir sueños:

1. Aclara tu(s) sueño(s): Como mencioné arriba, tener claro qué es lo que quieres es el primer paso fundamental. Toma una hoja de papel, escribe de la manera más detallada que puedas cómo sería esa situación ideal en la que tu sueño está cumplido. Luego, dos o tres veces por día durante mínimo treinta días visualiza lo más vívidamente posible en tu mente cómo sería esa situación como si ya la hubieras logrado.

2. Reconoce tus pensamientos negativos: Cualquier tipo de pensamiento que no vaya en armonía con tus metas, que sea negativo o perjudicial para tu armonía mental debe ser desechado. Reconócelos y reemplázalos inmediatamente por pensamientos positivos. Esta es una técnica que puede tomarte más de veinte días en hacerse efectiva, todo está en las ganas y la disciplina que tengas.

3. Crea hábitos diferentes y deshazte de los hábitos perjudiciales: Toma hábitos diferentes y acordes al cumplimiento de tus metas: madrugar, hacer las rutinas de visualización y vocalización de tus declaraciones, hacer algo cada día sin falta que te acerque más a tus sueños, leer, hacer ejercicio, etc. Deja de lado los hábitos perjudiciales: ver televisión, dedicarte a cosas sin importancia, etc.

4. Toma las dificultades como un reto: La gente exitosa normalmente toma las dificultades y las situaciones adversas como un reto y como una oportunidad para aprender y mejorar y para demostrarse a sí mismos que son capaces de asumir cualquier reto. La gente negativa o resignada ve las dificultades como obstáculos y problemas. Todo problema tiene al menos una solución. En la medida que te sientas más grande que el problema, este será solucionable desde un principio para ti, independientemente de lo complejo que sea.

5. Piensa en la solución: En lo que te centras y enfocas se expande. Por consiguiente, la gente que tiene un problema y se enfoca en él, lo agranda y se aleja cada vez más de la solución. Enfócate y céntrate en la solución, esta es la mejor manera de enfrentar tus más grandes problemas.

6. Rodéate de gente positiva y con tus mismas aspiraciones: Si andas entre gente negativa va a ser muy difícil seguir el camino hacia lo que quieres. Rodéate de gente positiva y exitosa, pues esa actitud es contagiosa y ejemplar.

7. Agradece: El sentimiento de agradecimiento es tal vez una de las principales herramientas para lograr un positivismo y una actitud de alegría plenas. Agradece por todo lo que tienes hoy, por todas las bendiciones que han llegado y siguen llegando a tu vida, eso te pondrá en una posición muy favorable a la hora de tener la actitud adecuada hacia el logro de tus sueños.

¿Crees que estás dispuesto(a) a asumir la responsabilidad y las riendas de tu vida? ¿Quieres empezar tu camino hacia el cambio? Escríbeme tus comentarios a contacto@albertomayorga.com.

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