la ciudadanía como construcción sociocultural (gonzález)

16
Sinéctica ene-jun/2 Somos mexicanos todos los que hemos nacido en México, o en otro país, siempre y cuando alguno de nuestros padres sea mexicano. A los más de 90 millones de mexicanos nos une una historia común, y un idioma, además de que compartimos tradiciones, costumbres y un territorio de casi dos millones de kilómetros cuadrados. Los mexicanos tenemos también un Himno, un Escudo y una Bandera, símbolos nacionales que nos identifican a todos. Libro de texto Historia y geografía, tercer grado, SEP, México, 1999, p.8. Detrás de este artículo hay un trabajo de investi- gación etnográfica y documental en torno al tema de la formación de la ciudadanía. 1  El material que aquí se presenta es resultado parcial del proceso indagatorio enfocado a conocer la manera en que la institución escolar toma parte en el proce- so de formar ciudadanos. Dentro del toda la investigación, la discusión sobre el concepto de “ciudadanía” y sus implicaciones en el proce- so formativo cobran particular importancia; por esta razón aprovecho la oportunidad de este espacio para presentar de manera resumida una parte del argumento que orienta a la investiga- ción.  Abordaré el concepto de ciudadanía desde la perspectiva de un proceso formativo en los su-  jetos, que en este caso son los niños en edad de cursar la primaria. (6 a 13 años) Me preguntaré de manera especial por los procesos que ocurren dentro de la escuela pública, como parte de la L  A  CIUDADANÍA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL  Rosario González* *Profesora titular en el Departamento de Educa- ción y Valores del ITESO. formación social que oficialmente reciben los ciudadanos de este país.  Así, la discusión sobre el concepto de ciudad nía que aquí se desarrolla quedará acotada a la lógica de un proceso formativo y sus implicacio nes prácticas. En este marco, una pregunta cen tral es cómo entender la ciudadanía como cont nido y objetivo de un proceso de formación. Un acercamiento a los componentes históricos, so ciales y políticos son de utilidad como punto de partida en la comprensión y delimitación del concepto. Ramírez identifica dos dimensiones de la ciu dadanía; la sustantiva, que hace referencia al conjunto de ciudadanos activos o al reconoci- miento del estatus político de los sujetos como una ciudadanización, y  la dimensión adjetiva, qu incluye los diversos conceptos relacionados en “ciudadanía” como la política ciudadana, cultura ciudadana, conciencia ciudadana, prácticas y movimientos ciudadanos, etcétera. Estas dos dimensiones permiten comprender las diferent modalidades y los ámbitos en que se ha venido manifestando y construyendo la ciudadanía. 2 Sin pretender una revisión histórica exahustiv podemos decir que el concepto “ciudadano” surge en la Grecia antigua como un término par designar a los responsables de guiar y tomar decisiones sobre el destino de la ciudad; en est fase coinciden el ejercicio político y la ciudadan es decir, los ciudadanos toman parte en el proc so de construcción de la polis,  ejerciendo esta responsabilidad mediante una democracia

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La ciudadanía como construcción sociocultural (González)

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  • 89

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    PROYECTOS

    Somos mexicanos todos los que hemos nacido

    en Mxico, o en otro pas, siempre y cuando

    alguno de nuestros padres sea mexicano. A los

    ms de 90 millones de mexicanos nos une una

    historia comn, y un idioma, adems de que

    compartimos tradiciones, costumbres y un territorio

    de casi dos millones de kilmetros cuadrados.

    Los mexicanos tenemos tambin un Himno,

    un Escudo y una Bandera, smbolos

    nacionales que nos identifican a todos.

    Libro de texto Historia y geografa,

    tercer grado, SEP, Mxico, 1999, p.8.

    Detrs de este artculo hay un trabajo de investi-

    gacin etnogrfica y documental en torno al tema

    de la formacin de la ciudadana.1 El material que

    aqu se presenta es resultado parcial del proceso

    indagatorio enfocado a conocer la manera en

    que la institucin escolar toma parte en el proce-

    so de formar ciudadanos. Dentro del toda la

    investigacin, la discusin sobre el concepto de

    ciudadana y sus implicaciones en el proce-

    so formativo cobran particular importancia; por

    esta razn aprovecho la oportunidad de este

    espacio para presentar de manera resumida una

    parte del argumento que orienta a la investiga-

    cin.

    Abordar el concepto de ciudadana desde la

    perspectiva de un proceso formativo en los su-

    jetos, que en este caso son los nios en edad de

    cursar la primaria. (6 a 13 aos) Me preguntar de

    manera especial por los procesos que ocurren

    dentro de la escuela pblica, como parte de la

    LA CIUDADANA

    COMO CONSTRUCCIN

    SOCIOCULTURAL

    Rosario Gonzlez*

    *Profesora titular en el

    Departamento de Educa-

    cin y Valores del ITESO.

    formacin social que oficialmente reciben los

    ciudadanos de este pas.

    As, la discusin sobre el concepto de ciudada-

    na que aqu se desarrolla quedar acotada a la

    lgica de un proceso formativo y sus implicacio-

    nes prcticas. En este marco, una pregunta cen-

    tral es cmo entender la ciudadana como conte-

    nido y objetivo de un proceso de formacin. Un

    acercamiento a los componentes histricos, so-

    ciales y polticos son de utilidad como punto de

    partida en la comprensin y delimitacin del

    concepto.

    Ramrez identifica dos dimensiones de la ciu-

    dadana; la sustantiva, que hace referencia al

    conjunto de ciudadanos activos o al reconoci-

    miento del estatus poltico de los sujetos como

    una ciudadanizacin, y la dimensin adjetiva, que

    incluye los diversos conceptos relacionados en

    ciudadana como la poltica ciudadana, cultura

    ciudadana, conciencia ciudadana, prcticas y

    movimientos ciudadanos, etctera. Estas dos

    dimensiones permiten comprender las diferentes

    modalidades y los mbitos en que se ha venido

    manifestando y construyendo la ciudadana.2

    Sin pretender una revisin histrica exahustiva,

    podemos decir que el concepto ciudadano

    surge en la Grecia antigua como un trmino para

    designar a los responsables de guiar y tomar

    decisiones sobre el destino de la ciudad; en esta

    fase coinciden el ejercicio poltico y la ciudadana,

    es decir, los ciudadanos toman parte en el proce-

    so de construccin de la polis, ejerciendo esta

    responsabilidad mediante una democracia

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    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    directa. En esta frmula ciudadana no participan

    todas las personas que integran la sociedad, entre

    los excluidos se encuentran las mujeres, los

    comerciantes, los jvenes y los esclavos.

    La poca medieval plantea un conflicto entre

    el rey y la emergencia de los seores feudales,

    que es aprovechado para replantear el espacio de

    autonoma para ciertos grupos sociales que

    buscan ser incluidos en las decisiones polticas

    en torno a la cuidadEstado. Este proceso afect

    la prctica de la democracia directa, que se

    sustentaba en la identidad poltica del ciudadano.

    Hasta el Renacimiento, incluso en la Reforma,

    la poltica se mantiene en una dimensin tica

    derivada de la concepcin aristotlica, que era la

    doctrina de la moral social, esto es, la poltica est

    siempre entronizada en su orden natural y tico.3

    Para el siglo XVIII, el panorama social y poltico

    se tornaba complejo para mantener, en trminos

    prcticos, una democracia directa. Los avances

    sobre la reorganizacin de la participacin de los

    ciudadanos y las demandas de expansin del

    concepto para permitir la inclusin de nuevos

    sectores sociales en las decisiones polticas, se

    concretaron en diversos movimientos sociales

    con fondo poltico. El derrocamiento de la

    monarqua en la Revolucin francesa simboliza el

    surgimiento de los ciudadanos libres, sujetos de

    derecho y con responsabilidades frente al Estado

    republicano. De manera semejante, en la guerra

    de independencia estadounidense se logr

    derrocar a la Corona britnica y promulgar una

    constitucin que estableci las libertades ciuda-

    danas y, de este modo tambin el concepto de

    ciudadana, base y fundamento de la legitimidad y

    la representacin poltica. Asimismo aparece en

    la primera constitucin liberal espaola, en 1812,

    y se expande por toda la Amrica hispana, dando

    fundamento a los movimientos de liberacin que

    desembocaron en la independencia y elabora-

    cin de las constituciones liberales en los pases

    del nuevo mundo.

    Las tensiones del ejercicio de la democracia

    directa son resueltas mediante la creacin de un

    cuerpo de representantes electos, en quienes se

    delega la responsabilidad de ejercer las decisio-

    nes de los ciudadanos. Este hecho defini la

    orientacin que tendran las futuras formas de

    organizacin republicana.

    se fue el umbral en el que se reific la

    concepcin de ciudadana que ahora equivale

    menos a un ejercicio de la responsabilidad

    singular y mucho ms a una condicin general

    y homognea expresada en una lista de

    derechos y deberes. Esto acarre una

    despolitizacin de la condicin ciudadana, que

    se expres y reforz en la separacin tajante

    que impuls la modernidad occidental entre lo

    pblico y lo privado: la consagracin de los

    derechos, asegurados por el Estado, delimita

    un espacio privado (de la subjetividad y lo

    particular) desde donde el ciudadano se

    asoma, indirectamente al ejercicio poltico a

    travs de una regular y regulada accin

    electoral.4

    Con la emergencia del Estado moderno, la pol-

    tica se torna en un proceso artificial orientado a la

    bsqueda de soluciones convenidas, desarrolla-

    das en una lgica racional, en un sentido de la

    razn instrumental que permite calcular los

    medios adecuados, para alcanzar fines especfi-

    cos. Al incorporar el espritu cientfico, la poltica

    se autonomiza de la sociedad volcndose en s

    misma para buscar y construir las formar normati-

    vas. Como seala Leal, la poltica llega a ser

    autorreferencial, constituyndose en una esfera

    separada respecto de la sociedad. El pensamien-

    to de la modernidad enfrent a la poltica con el

    reto de la representabilidad; el bien y la verdad se

    ven obligados a buscar una fuente de legitimidad

    fuera de la dimensin teolgica y bajo el cobijo

    del racionalismo.

    La despersonalizacin del poder, la abstraccin

    de la maquinaria que conserva el orden y

    detiene el monopolio legal de la fuerza y de la

    violencia es el nuevo estatuto terico que

    permite deliberar y desvincular la construccin

    del Estado de cualquier tipo de

    condicionamiento jusnaturalista, de cualquier

    finalidad comunitaria [...] El derecho moderno

    es el verdadero protagonista del proceso de

    desteologizacin de la poltica, ya que al

    derecho se le asigna la tarea de instituir las

    nuevas condiciones de convivencia plural y de

    la reductio ab unum de los intereses

    conflictuales de la civis.5

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    La consolidacin de los Estados trae aparejada la

    definicin y formacin de la sociedad civil y con

    esta la aparicin de los derechos civiles. En este

    proceso, dos acontecimientos sociales

    replantean las relaciones entre el estado y la

    sociedad: la revolucin industrial en Inglaterra y

    la revolucin liberal en Francia (siglo XVIII), estos

    dos hechos cuestionan una poltica

    estadocntrica, a la cual se le opondr ms

    adelante una poltica que finca sus principios y

    leyes de funcionamiento en la sociedad; las

    formas bsicas de organizacin social: familia,

    comunidad local, etctera, reaparecen en la

    escena poltica buscando recobrar su estatuto y

    legitimidad propia como entidades de represen-

    tacin poltica.

    La cultura poltica moderna se resume bien en

    esta doble polaridad: estatal de una parte, y

    social de otra, con el individuo que aparece

    siempre en la bsqueda de un espacio huma-

    no, jurdico y poltico sobre el cual fundar los

    derechos de libertad y propiedad.6

    En los gobiernos republicanos y democrticos la

    ciudadana avanza, encarnando los principios de

    la racionalidad: unidad, igualdad y democracia

    para todos los ciudadanos. En este rgimen, la

    ciudadana es la categora que reconoce al

    hombre como sujeto de derechos.7 Esta percep-

    cin del ciudadano tiene su punto nodal en la

    relacin ciudadana-derechos, en torno a la cual

    se han ido definiendo las diferentes formas de

    relacin entre los sujetos y el poder del Estado-

    nacin, y tambin es la arena sobre la cual se ha

    venido luchando por ampliar los espacios de

    derecho de los ciudadanos. La ciudadana es,

    pues, el resultado de un proceso que se desarro-

    ll mediante prcticas sociales que han

    institucionalizado las relaciones entre la esfera

    pblica, la vida asociativa de la comunidad y los

    patrones de cultura poltica.

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    La ciudadana no fue concedida como un dere-

    cho, fue creada por las actividades de los pue-

    blos en situaciones particulares que interac-

    tuaron con instituciones, ideales y reglas del

    poder legal y la participacin gubernamental.8

    Teniendo presente que la ciudadana es el resul-

    tado de un largo y complejo proceso sociopo-

    ltico, es posible referirse a sta como una

    construccin sociocultural e histrica; en este

    sentido, toda construccin implica un contenido,

    que ha sido producido a lo largo del tiempo en

    una interaccin social. Este contenido se ha

    venido cargando con las resignificaciones que

    los diferentes grupos sociales han producido; es

    as como la significacin que dio origen al

    concepto se ha transformado, desdibujando su

    sentido original. Este proceso es fundamental-

    mente sociocultural, por ello plantea varias

    dificultades para ser comprendido y aprehendido

    por quienes se encuentran histricamente

    distantes de su construccin, particularmente

    para los nios y jvenes, quienes carecen de

    espacios sociales en los que puedan concretar

    el concepto de ciudadana y poner en discusin

    su contenido. Conceptualizar la ciudadana

    como una construccin sociocultural, nos

    permite reconocer que este concepto implica

    entonces un contenido que han de apropirselo

    quienes deben hacer uso de l, es decir los

    ciudadanos, y un modo por el cual dicho conte-

    nido lo trasmiten y asimilan los diferentes sujetos

    sociales. En esta lgica toca ahora la siguiente

    pregunta: cul es el contenido de la ciudadana?

    El contenido de la ciudadana

    Con la intencin de elaborar la respuesta, en esta

    seccin desarrollar algunas ideas que conside-

    ro centrales para apoyar mi argumentacin. De

    entrada conviene decir que, por su sentido nor-

    mativo, el concepto de ciudadana resulta

    particularmente complejo y comprometedor en

    su definicin, puesto que involucra la determina-

    cin de las formas de organizacin de la vida

    cotidiana de la sociedad; por la misma razn, es

    un concepto que produce tensiones al interco-

    nectar, mediante definiciones y prcticas norma-

    tivas, las esferas individual y colectiva, de la vida

    cotidiana de un grupo social.

    La ciudadana es una categora jurdica que se

    asigna a una persona por su nacimiento en un

    Estado-nacin. Una persona se convierte en

    ciudadano por el solo hecho de nacer dentro de

    un territorio, y con ello obtiene una adscripcin

    bsica que le reconoce ciertos derechos y res-

    ponsabilidades frente al gobierno del pas en que

    ha nacido. Lo anterior supone que la ciudadana

    contiene primordialmente referentes territoriales y

    jurdico polticos, pero la ciudadana consiste

    sobre todo en una actitud o posicin [...] la con-

    ciencia de pertenencia a una colectividad fundada

    sobre el derecho y la situacin de ser miembro

    activo de una sociedad poltica independiente.9

    Desde esta perspectiva, la ciudadana supone

    participacin social e integracin de los ciudada-

    nos, cuya funcin es responsabilizarse del

    funcionamiento de las instituciones representati-

    vas de los derechos.

    Como seala Marschall,10 la ciudadana puede

    definirse como un estatus que da acceso a ciertos

    derechos; en su proceso sociohistrico, la

    ciudadana ha avanzado en el reconocimiento de

    los diferentes derechos: civiles, polticos y

    sociales, que constituyen su contenido poltico.

    En el siglo XVIII, los derechos civiles suponen

    igualdad ante la ley, libertad de la persona, liber-

    tad de palabra, pensamiento y culto, el derecho de

    propiedad y de concluir contratos,11 dando lugar a

    la ciudadana civil, cuyo contenido poltico se

    resume en las libertades de la persona o ciuda-

    dano.

    En cuanto a los derechos polticos, desarrolla-

    dos durante el siglo XIX, se encuentran: el dere-

    cho de asociacin y participacin en el ejercicio

    del poder poltico como miembro investido con

    autoridad poltica (asambleas legislativas, o c-

    maras) o, como elector de los miembros de ese

    cuerpo;12 el ejercicio de tales derechos constitu-

    ye la ciudadana poltica. El contenido de esta

    ciudadana integra la normatividad de la interac-

    cin individuo-sociedad y su relacin poltica con

    el gobierno.

    El siglo XX ha sido el tiempo de emergencia de

    los derechos sociales, entendidos como el dere-

    cho al bienestar econmico y social (vivienda,

    educacin, salud, trabajo, etctera), que ha dado

    lugar a la ciudadana social. En esta forma de

    ciudadana, el contenido se define por la relacin

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    del ciudadano y su acceso a los servicios

    sociales y bienes econmicos a que tiene

    derecho. La definicin de los derechos sociales

    ha llevado a cuestionar las contradicciones que

    plantea el derecho al bienestar social, en con-

    frontacin con la diversidad social que expe-

    rimentan la mayora de las sociedades; la crtica

    encuentra su punto nodal en la manera en que

    este bienestar social puede ser entendido desde

    una diversidad cultural y, en la exclusin de

    ciertos sectores de la sociedad, para disfrutar de

    ciertos de bienes consumo.

    La crtica a la definicin y a las vas de acceso

    a los derechos sociales ha dado lugar a la

    emergencia de una ciudadana cultural que avala

    el derecho a la cultura y a la expresin de la

    diversidad cultural e individual, y en consecuen-

    cia, a las demandas de un bienestar social

    apegado a los cdigos de cultura fuera de la

    hegemona. Esta forma de ciudadana se define

    por el desarrollo de una poltica de reconoci-

    miento a la diversidad y heterogeneidad social y

    cultural, que permita discutir conceptos y crite-

    rios sociopolticos uni-tarios,13 mediante los

    cuales se ha definido al ciudadano y sus dere-

    chos.

    De este modo se hace evidente que la ciuda-

    dana supone un conjunto de contenidos con-

    ceptuales de carcter poltico, social y cultural,

    ade-ms de valores y actitudes que han de ser

    conocidos, aprehendidos, practicados y ejerci-

    dos por los ciudadanos, a travs de ciertas

    habilidades desarrolladas por el sujeto para

    desempearse en la vida asociativa y la participa-

    cin poltica.

    La ciudadana como proceso activo

    Es importante sealar que, como una construc-

    cin sociocultural, la ciudadana ha evolucionado

    impulsada por ciertas tendencias ideolgicas que

    Desarrollo de la ciudadana

    Liberalismo, siglo XVIII

    Republicanismo,siglo XIX

    Socialismo,siglo XX

    Democracia social:movimientos sociales dereivindicacin de lasminoras. Siglo XX,dcada de los aosochenta en adelante.

    Contenido ideolgico

    Civiles o individuales: Igualdad ante la ley. Libertad de la persona. Libertad de palabra,

    pensamiento y culto. Derecho de propiedad. Derecho de concluir

    contratos.

    Polticos: Derecho de asociacin. Derecho a la participacin

    y al ejercicio poltico. Derechos de eleccin de

    representantes.

    Sociales: Derecho al bienestar

    social. Derecho a la educacin. Derecho a la vivienda.

    Culturales: Derecho civil a la diferen-

    cia (a la individualidad, alo distintivo, cultural, tni-co, etctera).

    Ciudadana civil

    Ciudadana poltica

    Ciudadana social

    Ciudadana cultural

    Las convicciones liberales enfatizan los aspectospersonales o individuales de la ciudadana. Se enfoca-ron en los derechos del individuo frente al Estadoabsolutista y otras formas de vinculacin social, comogremios y mayorazgos. Defendieron las garantasindividuales, tolerancia y respeto al orden jurdico; sumeta es limitar la accin del gobierno. Impulsado porla Revolucin francesa.

    La tradicin republicana y democrtica del siglo XIX,se enfoc en la defensa de la participacin poltica,particularmente del sufragio. Plantea la participacin,la justicia y el autogobierno como formas de expresinde la democracia. Se fund en la soberana popular yse desarroll durante el siglo XIX.

    Se fundamenta en la necesidad de un sentido comuni-tario y de bienestar social.

    Surge como una crtica al igualitarismo, ste derivadode derechos y deberes ciudadanos que al entrar encontacto con las desigualdades sociales e individualesproduce desigualdad y exclusin de ciertos sectores ygrupo sociales. La democracia social busca afirmar loconstitutivo y diferenciante, salvaguardar y reconocerlos derechos de las minoras.

    Tendencia ideolgica Derechos conquistados Modelo de ciudadana

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    han servido de base a la lucha social por la con-

    quista de espacios y posiciones que han deriva-

    do en derechos ciudadanos, es decir, como una

    lucha por la necesidad de reconocimiento del

    sujeto. La presencia histrica de estas posiciones

    ideolgicas nos permite comprender la manera

    en que el contenido de la ciudadana se ha ido

    expandiendo hasta llegar a alcanzar cuatro di-

    mensiones que componen su contenido actual y

    a la vez identificar los diferentes modelos de

    ciudadana que pueden estar presentes en los

    conceptos y las prcticas de los diferentes

    grupos sociales. El siguiente esquema, elabora-

    do con el apoyo de los textos de Ramrez y Leal,

    muestra grficamente el proceso de construc-

    cin de la ciudadana al que me he referido, las

    tendencia ideolgicas que han contribuido a este

    desarrollo y los elementos que definen el conte-

    nido de cada modelo de ciudadana.

    Este esquema permite reconocer que el

    desarrollo y las conquistas de la ciudadana son

    el resultado de movimientos de lucha social y

    poltica sustentada en los valores de libertad,

    participacin y bienestar para el ciudadano; es

    decir, la ciudadana, como proceso social y

    poltico, se apoya en la participacin activa del

    sujeto orientada tanto a la conquista de los

    derechos como al ejercicio de los mismos.

    La ciudadana ha sido interpretada desde dos

    perspectivas ideolgicas, que le confieren

    diferente significacin como espacio de expre-

    sin y participacin del sujeto poltico (el ciuda-

    dano).14 Desde la concepcin liberal, la ciudada-

    na significa una condicin jurdica que deriva en

    la adjudicacin de derechos, lo cual supone un

    estilo de ciudadana pasiva, en la que se goza de

    los derechos por definicin; se trata de una ciu-

    dadana privada y pasiva , en tanto otorga al

    sujeto un conjunto de derechos individuales y no

    lo obliga a una participacin pblica en la vida

    poltica. Por otra parte, desde la perspectiva co-

    munitarista, la ciudadana es considerada como

    actividad deseable, en la que el ciudadano es un

    sujeto comprometido con la participacin poltica

    activa.

    La perspectiva comunitarista surge como una

    crtica a la teora poltica liberal, que sita al

    estado benefactor, como responsable del

    debilitamiento de la vida pblica, que ha dado

    lugar a una comunidad desmembrada e

    individualista y ciudadanos pasivos dependien-

    tes del estado.15

    Desde esta perspectiva, la sociedad podra lograr

    un mejor funcionamiento si la ciudadana fuese

    autnoma, actuando por s misma, dejando de

    lado su dependencia del Estado, puesto que a la

    luz del comunitarismo la ciudadana no es me-

    ramente la adquisicin de un ttulo o un estatus

    sino la prctica de la misma.

    De acuerdo con Corona y De la Peza, las

    perspectivas liberal y comunitarista de la ciudada-

    na plantean posiciones extremas. Por una parte,

    los liberales suponen que el control total de los

    asuntos pblicos queda en manos del Estado, as

    como la salvaguardia de la vida privada y la liber-

    tad individual. En el otro extremo, la perspectiva

    comunitarista plantea la reduccin de la participa-

    cin del Estado, con el fin de abrir espacios a la

    participacin de los grupos sociales en los asun-

    tos pblicos. Como posiciones extremas ponen

    en conflicto y limitan el desarrollo de la ciudada-

    na, por lo que,

    Una tercera postura que sostienen los tericos

    del republicanismo cvico intenta resolver la

    contradiccin entre la libertad individual de los

    ciudadanos y los requerimientos del bien

    comn. Desde esta perspectiva se considera

    que mediante la deliberacin pblica se alcan-

    zan los consensos bsicos sobre aquellos asun-

    tos que son de inters comn [...] El ciudadano

    activo participa en el debate pblico, de modo

    que no vive las leyes y las polticas del Estado

    como una mera imposicin desde fuera, sino

    como el resultado de la deliberacin y del

    acuerdo razonable en el que ha tomado parte.16

    Esta perspectiva de accin poltica ciudadana ha

    dado lugar a la emergencia de nuevas dimensio-

    nes de la ciudadana, como la ciudadana local y

    la ciudadana mundial, a la vez que cuestiona el

    modelo formativo del ciudadano, en tanto supone

    un sujeto polticamente activo, como sugiere

    Ramrez:: el ciudadano ideal es el que interviene

    en la vida pblica y est dispuesto a someter su

    inters privado al inters general de la socie-

    dad.17

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    ene-jun/2001

    Ser o hacer ciudadano

    Los ciudadanos son la esencia de la democracia

    al asumir la responsabilidad de participar social y

    polticamente; no existe gobierno democrtico ni

    es posible la solucin democrtica de los

    asuntos pblicos sin la presencia activa de los

    ciudadanos, ya que la democracia es el producto

    de la voluntad activa de stos. La categora de

    ciudadano lleva implcitas dos dimensiones,

    una de identidad y pertenencia el ser ciudadano ,

    que puede calificarse como pasiva, pues es

    independiente de la voluntad del sujeto; se es

    ciudadano por nacionalidad y mayora de edad,

    condiciones que otorgan una serie de derechos

    y obligaciones. La segunda dimensin, el hacer

    ciudadano, es una marco de accin que da

    identidad al ciudadano, es una condicin dinmi-

    ca e implica el compromiso, la responsabilidad y

    la intencin de ejercer los derechos que el ser

    ciudadano otorga. Estas dimensiones pueden

    estar presentes en los sujetos y grupos sociales

    de manera independiente, sin embargo al estar

    separadas operan limitadamente, por lo que es

    necesario un vnculo entre ellas para potenciar

    una verdadera praxis ciudadana. De esta manera,

    podemos vislumbrar la democracia como una

    condicin necesaria para enlazar ambas dimen-

    siones, ser y hacer ciudadano, para dar lugar a

    una verdadera ciudadana.

    La democracia existe como concepto inde-

    pendiente de los ciudadanos; sin embargo, como

    calificativo de un gobierno, la democracia

    describe una forma de accin individual y/o

    social y una actitud frente al poder poltico. As,

    existe un gobierno democrtico en tanto el sujeto

    participa activamente de las decisiones polticas

    que lo afectan. Paradjicamente, esta accin

    participativa es voluntaria, de ningn modo puede

    ser obligatoria, ya que esto rompera con su

    principio original de respetar las decisiones de

    los sujetos. La responsabilidad de la participacin

    en la democracia es la parte medular de la

    ciudadana; esta condicin participativa nos lleva

    entonces a considerar que el sujeto se construye

    como ciudadano, en la medida en que desarrolla

    una prctica en la democracia.

    La ciudadana implica una responsabilidad

    frente a la democracia, mediante su participacin

    los ciudadanos construyen, desarrollan o inhiben

    sta slo mediante dicha prctica la democracia

    adquiere su dimensin social y da sentido a las

    relaciones polticas de la sociedad. Tanto demo-

    cracia como ciudadana son entonces catego-

    ras polticas que poseen una dimensin activa,

    ambas existen por y para los ciudadanos, e im-

    plican ciertos valores polticos y sociales que

    inducen y orientan la prctica participativa.

    Segn hemos visto, la ciudadana no puede

    quedar reducida a la decisin electoral o a la

    representacin poltica de las instituciones de

    gobierno, la ciudadana demanda una actitud

    hacia las necesidades colectivas que se convier-

    ten en asuntos pblicos, y tambin una bsqueda

    del ejercicio de los derechos y atribuciones que

    el ser ciudadano reconoce en los sujetos. En

    este sentido, la ciudadana aparece como una

    accin cotidiana que se concreta social, temporal

    y espacialmente. Concretar un espacio para el

    ejercicio de la ciudadana permite separarla de su

    marco formal para posibilitar su existencia con-

    creta, lo que a su vez permite la existencia de

    ciudadanos concretos.

    Es necesario sealar que la expresin de la

    voluntad ciudadana y la posibilidad de que sta

    se refleje en los rganos de gobierno se ven con-

    dicionadas a una serie de recursos, instituciones

    e instrumentos polticos que han sido dispuestos

    para dar forma a la representacin poltica; tales

    medios pueden ser considerados como las

    distancias entre los ciudadanos y los poderes

    federales. Estas distancias condicionan el ejer-

    cicio cotidiano de la ciudadana, la democracia y,

    en particular, el ejercicio de los derechos ciuda-

    danos. Entendida como praxis cotidiana, la

    democracia desplegara su dimensin filosfica,

    para permear las acciones del ciudadano en los

    espacios inmediatos, incluyendo los asuntos

    pblicos y aquellos que siendo privados tienen

    una expresin en la esfera pblica (la localidad, el

    barrio, la colonia, la escuela, las agencias de

    servicios, el lugar de trabajo, etctera). Una praxis

    y una filosofa democrtica pueden desembocar

    en una cultura poltica si los ciudadanos cuentan

    con una serie de insumos que les permitan cum-

    plir la responsabilidad ciudadana; entre estos

    insumos se encuentran: la identificacin de sus

    atribuciones, conocimiento de la estructura del

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  • 96

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    marco normativo del pas, las diferentes dimen-

    siones en que se concreta esta estructura, la

    promocin del ejercicio de esta prctica, la re-

    ceptividad de las instancias de representacin

    poltica, entre otros. Como puede verse, todos

    estos insumos para el hacer ciudadano tienen

    en alguna medida una dimensin congnitiva que

    es materia de conocimiento que puede ser

    apropiado, significado y utilizado por los ciudada-

    nos. En el caso que particularmente nos ocupa,

    cabe preguntarnos en dnde, cundo y cmo

    puede el ciudadano comn y corriente hacerse

    de todos estos insumos necesarios para desem-

    pearse activamente como ciudadano, en qu

    espacios y situaciones puede poner a prueba y

    desarrollar las habilidades necesarias para el

    hacer ciudadano.

    Hasta ahora, la concepcin liberal de la ciu-

    dadana prevalece socialmente en nuestro pas;

    como en muchos otros, esta perspectiva ha

    enfatizado el discurso de los derechos del

    ciudadano, en detrimento de la conciencia sobre

    las responsabilidades polticas. Esto ha dado

    lugar a una lectura limitada de la ciudadana, que

    la restringe al derecho al voto, lo cual significa

    que es el voto el que hace al ciudadano y que su

    poder democrtico se limita a esta prctica

    concreta.

    Desde su otra faceta, la ciudadana como

    responsabilidad despliega una amplia gama de

    espacios y prcticas polticas que van ms all de

    la accin electoral, para situarse en la cultura

    democrtica. Si consideramos entonces que el

    voto hace la democracia pero no la agota ya

    que votar involucra el proceso de gobernar, y

    corresponde al ciudadano la participacin

    vigilante de este proceso entonces votar hace

    al ciudadano pero no lo termina, ya que ste tiene

    adicionalmente las atribuciones de asociarse,

    informarse, participar en los asuntos pblicos,

    expresar sus opiniones, etctera. As pues, votar

    es slo una responsabilidad del ciudadano entre

    el conjunto de sus atribuciones polticas, no

    obstante que stas no son expresadas por las

    leyes como obligatorias. En estos trminos, el

    hacer ciudadano se remite a las diversas esferas

    en que el ciudadano puede ejercer sus atribucio-

    nes espacial y temporalmente a lo largo de la

    estructura poltica del pas.

    Sin la praxis no es posible que la democracia

    evolucione, se desarrolle, se expanda y madure

    como actitud y ejercicio de la ciudadana.

    El crculo de la democracia requiere completo

    al crculo de las atribuciones ciudadanas; la

    democracia es un sistema integral en donde

    cada uno de sus elementos requiere al otro para

    existir y no terminar en figuras fragmentadas o

    nominales de la poltica.18

    En este sentido podemos afirmar que el ciuda-

    dano es quien conoce y acta en consecuencia

    para acceder a sus derechos, quien participa en

    los procesos de opinin y eleccin de las

    decisiones que sus representantes toman, en

    nombre del bienestar de la mayora.

    Ciudadana y sistema educativo

    La discusin del concepto de ciudadana en el

    marco de un proceso formativo, muestra un

    conjunto de interrogantes en torno a las agencias,

    a los procesos y las metas que se ven involucra-

    dos en la formacin del ciudadano, de este sujeto

    participativo, informado, habilitado, competente

    para llevar a cabo una accin poltica congruente

    con las demandas y los discursos democrticos

    de los tiempos posmodernos. Una respuesta

    medular, pero parcial la encontramos en la insti-

    tucin escolar, que es considerada el espacio por

    excelencia del ensear y aprender, entre otras

    cosas, del ser y hacer ciudadano.

    La escuela progresista, como la llama Giraux,

    es la escuela que de manera genrica sobrevive

    hasta ahora mayoritariamente en todos los pases

    del mundo19, es esta escuela caracterizada por su

    funcin reproduccionista, del orden sociopoltico

    y de la desigualdad social; esta escuela que sur-

    gi como una estructura paralela a los Estados-

    nacin modernos, o Estados unitarios, que ini-

    cian su desarrollo en el siglo XIX y se organizan

    bajo la lgica de unidad nacional equivalente a:

    una cultura, una lengua, una patria y una nacin.

    Las instituciones educativas inventadas por este

    orden y expandidas a lo largo del mundo como

    frmula global para soportar el crecimiento

    socioeconmico de la produccin y el consumo

    en serie, tienen adems la funcin de desarrollar

    y dar soporte a la idea de comunidad imaginaria, a

    la imagen de la nacin, a la identidad nacional y,

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  • 97

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    por ende, al desarrollo de vnculos afectivos con

    los smbolos que la representan.

    En este marco, los estados republicanos

    depositan en la institucin escolar la responsabili-

    dad de la reproduccin social y, en particular, la

    formacin de ciudadanos, de acuerdo con las

    caractersticas del proyecto de nacin que

    desean impulsar. De este modo, es pertinente

    buscar en la escuela las respuestas concretas

    que se dan a la consecucin de esta meta. De

    antemano sabemos que la bsqueda de respues-

    tas a las interrogantes sobre la formacin de los

    ciudadanos en la escuela, requiere necesaria-

    mente de una base emprica que de cuenta

    cualitativa y sustancialmente de este proceso. No

    podemos perder de vista que la escuela como

    institucin social se mueve en los espacios y con

    los guiones que el sistema poltico le marca, por

    esta razn, y sin perder de vista el anlisis empri-

    co que tambin se est realizando como parte de

    esta investigacin, nos abocamos aqu, en

    principio, a discutir algunos de los espacios

    formales en que se define la formacin del

    ciudadano.

    En el apartado siguiente nos abocamos a

    discutir la imagen del ciudadano que se genera a

    partir del discurso contenido en el libro de texto,

    teniendo como marco de referencia el anlisis de

    la ciudadana como un proceso de construccin

    sociocultural y sus implicaciones como proceso

    formativo. Para llevar a cabo este ejercicio, nos

    apoyamos en el anlisis diacrnico que han

    realizado Corona y De la Peza sobre los libros de

    texto de educacin primaria,20 donde se ha

    plasmado la imagen del ciudadano que de una u

    otra manera se difunde en la escuela.

    Reinventando al ciudadano

    Si entendemos la ciudadana como una categora

    sociopoltica, resultado de un proceso de cons-

    truccin sociocultural, podemos pensar en el

    ciudadano como una invencin social emanada

    de un rgimen poltico, que surgi teniendo

    como imaginario el ideal de un sujeto social y

    poltico que embona con un orden social republi-

    cano y democrtico; es por este proceso que la

    imagen del ciudadano es discutida, negociada y

    reinventada, en la medida en que este rgimen

    sociopoltico se transforma.

    La imagen del ciudadano se ha reinventado a

    la luz de los proyectos de nacin que cada go-

    bierno impulsa; el perfil de ciudadano al que se

    aspira en cada caso, se plasma en el discurso

    oficial y se concreta en la poltica social que lle-

    van a cabo las diferentes instituciones sociales,

    entre ellas la institucin escolar, que mediante

    sus planes, programas, recursos y prcticas da

    forma a dicha imagen y la concreta en los nios y

    jvenes que pasan por sus aulas.21

    Los interesantes trabajos de Villa Lever y los

    de Corona y De la Peza centrados en explorar la

    imagen y los valores del ciudadano que los libros

    de texto proyectan en diferentes momentos his-

    tricos del pas, han aportado informacin muy

    rica para interpretar el proceso de reinvencin

    del ciudadano.22 Particularmente uno de los tra-

    bajos de Corona y De la Peza, contiene un inte-

    resante anlisis sobre el tipo de sujeto poltico

    que puede construirse a partir de los contenidos

    que componen los libros de texto de historia y

    civismo.23 En este sentido, compartimos la opi-

    nin de las autoras al considerar que el libro de

    texto representa una herramienta fundamental

    del sistema educativo y expresin fehaciente de

    las estrategias de enseanza-aprendizaje utiliza-

    das en los distintos momentos de la historia del

    pas para la formacin de los futuros ciudada-

    nos.24 Por esta razn, me apoyo en el anlisis

    que realizaron las autoras, en el que identificaron

    los perfiles de ciudadano que se han impulsado

    en los diferentes periodos presidenciales; esta

    informacin nos permite reconocer cmo el

    ciudadano ha sido imaginado por el gobierno e

    interpretado por la institucin educativa.

    En el siguiente cuadro resumo los resultados

    del estudio de Corona y De la Peza,25 que a mi

    juicio resultan ms significativos para compren-

    der el proceso de reinvencin del ciudadano en

    nuestro pas. Adems, traduzco en trminos de

    conocimientos y habilidades el perfil del ciudada-

    no que se proyecta en cada caso, y correlaciono

    cada modelo de ciudadano con los estilos de

    ciudadana activa o pasiva que pudieran estarse

    propiciando mediante los proyectos educativos

    que han impulsado los diferentes gobiernos. El

    esquema logrado tiene como objetivo apreciar

    las conceptualizaciones sobre el ciudadano y la

    estrategia formativa del perfil que se han produci-

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  • 98

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    Proceso de construccin del ciudadano

    1920-1924lvaro Obregn

    1924-1928Plutarco Elas Calles

    1928-1934El maximato

    1934-1940Lzaro Crdenas

    1940-1946Manuel vila Camacho

    1946-1952Miguel Alemn Valdz

    Concepto ciudadanoPeriodo Conocimientos/Habilidades Concepto de ciudadana

    En esta etapa, el futuro ciudadano seeduca en la literatura y practica elarte, no hace historia ni practica lapoltica.

    Los ciudadanos son personas cas-tellanizadas, campesinos trabajado-res y nios que obedecen las leyes.El ciudadano de la accin es aqu eltrabajador, que no se ocupa delgobierno.

    Ser ciudadano significa ser capacita-do en habilidades tcnicas para eltrabajo.

    Un ciudadano solidario, colectivo,perteneciente a sindicatos, cooperati-vas y comunidades agrarias.

    El futuro ciudadano alimenta suespritu con arte, piensa y medita enlas obras de los hroes del pasado.

    El ciudadano ama la patria, que esAmrica; aprende a amar y a respe-tar a todos los grandes hombres delcontinente. El respeto a lo espiritual ylo humano que todos tenemos encomn, subroga la accin poltica.

    Conocer las leyes a que debensujetarse las personas. Las obliga-ciones de unos con otros y de todoscon la nacin.

    Ensear a loa nios y nias a serbuenos mexicanos. Para lo cual de-ben comprometerse a seguir las 11leyes: del dominio de s mismo, dela buena salud, de la bondad, deldeporte, de la confianza en s mis-mo, de la veracidad, del trabajoejecutado, de la cooperacin y de lalealtad.

    Conocer declogos de limpieza,mximas memorizables que exaltanal campesino y al indio. Glorificar eltrabajo, las mquinas, las fbricas yel amor patrio.

    Los declogos morales: se honra aquien mejor sirve; ayuda a tu prjimocomo a ti mismo; quien bien hace,bien merece. Combatir el fanatismoy los prejuicios, y dar un conceptoracional y exacto del universo. Laenseanza cvica se bas en los quy no propuso los cmo.

    La escuela del amor fomenta la uni-dad nacional, forman la nacionali-dad y rechazan cualquier ideologa.En contra de los ideales de la escue-la socialista. La escuela homogneacontribuye a desaparecer las dife-rencias sociales pero no las des-igualdades. El nacionalismo y elamor patrio se materializan en lageografa estatal, los himnos esco-lares, biografas de hroes y defen-sores de la patria, con la abiertainvitacin a imitarlos, aunque no sedice cmo.

    Educacin para el manejo de lasmquinas: aprender haciendo. Elobjetivo de la escuela se defina co-mo el lugar donde se aprende a serfeliz. Surge una intencin panameri-canista, Amrica es la patria. Se en-fatiza el aprendizaje de la ortografa,la gramtica y las habilidadestcnicas.

    Pasiva. Supone un ciudadano culto,

    apoltico. Conoce las leyes como dato. No implica habilidades.

    Pasiva. El ciudadano es un sujeto

    mestizo, trabajador, apoltico. Sucompromiso es la observanciade leyes centradas en la salud, eldeporte, el trabajo y la lealtad.

    Ciudadano apoltico. No implica habilidades.

    Pasiva. Ciudadano apoltico, trabajador

    tcnico, patriota. No implica participacin

    poltica.

    Supone la posibilidad deasociacin y representacin.

    Ciudadano moral, servicial.Obrero o campesino. Inserto enuna colectividad para producir ypara agremiarse.

    Participacin poltica pocodefinida.

    Pasiva. Ciudadano culto, patriota,

    viviendo del pasado histrico. Un ideal imaginario, proyectado

    en figuras cuyos comportamien-tos son inalcanzables.

    Apoltico.

    Pasiva. Ciudadano apoltico. Patriota continental. Trabajador tcnico. Sin conflictos. Vaca de accin poltica.

  • 99

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    Proceso de construccin del ciudadano (continuacin)

    1952-1958Adolfo Ruiz Cortnes

    1958-1964Adolfo Lpez Mateos,1964-1970Gustavo Daz Ordaz

    1970-1976Luis Echeverra lvarez1976-1982Jos Lpez Portillo1982-1988Miguel de la Madrid

    1988-1994Carlos Salinas de Gortari

    Concepto ciudadanoPeriodo Conocimientos/Habilidades Concepto de ciudadana

    Se invita a todos como iguales (cam-pesinos, obreros, ricos, etctera) aparticipar de una doctrina educativade autntica mexicanidad que nodesprecia los valores universales sinoque trata de incorporarlos a la propiatierra mexicana en un feliz equilibriode lo universal y lo nacional. El ciu-dadano ideal se imagina participan-do en conmemoraciones patriticas,con gran fervor cvico, entonandohimnos a la patria.

    Concepcin de una ciudadanatotalitaria. Para alcanzar la ciudada-na basta tener la edad necesaria.Se enfatizan los actos que acarrean laprdida de la ciudadana. Losciudadanos acatan y repiten lasleyes.

    Un ciudadano informado, situado anivel mundial, preocupado por losrecursos naturales y la contamina-cin. Valora los recursos que se handado. La invitacin a Si todosparticipamos en la vida poltica delpas, la democracia establecida pornuestras leyes ser una realidad.

    Al futuro ciudadano se le ensea aconservar pasivamente la herenciade sus antepasados y a amar a lapatria, para lo cual slo tiene queconocer sus hroes y tomar parte enlas prcticas cvicas.

    Honestidad como equilibrio ytolerancia; el civismo como partici-pacin en los actos conmemorativos.La tolerancia sera la base de launificacin nacional. Conocer lasleyes para saber lo que cada quintiene que hacer. Obedecer en lafamilia, en la escuela y las leyes.

    Fomentar los mitos patrios, venerar alos hroes rgidos, identificar patria ygobierno. Se busca inducir la obe-diencia al sistema poltico social. Ladidctica consiste en repetir la infor-macin, copiar dibujos, pegarestampas, iluminar y resumir.Conocer la Constitucin equivale adarse cuenta (informarse) de laorganizacin del pas, de los dere-chos y obligaciones, principalmente.

    Contextualizar a Mxico en elpanorama mundial Se destacan losmovimientos de liberacin, guerras,revoluciones, la dependenciacultural del tercer mundo. La accindel ciudadano se reduce al voto. Lainformacin se presenta de maneradiacrnica, descontextualizada.

    Propicia el mito de la patria como unpacto sagrado entre hermanos igua-les, reunidos todos en torno a lamadre; es la voluntad comociudadanos. El eje cvico no es laeducacin ciudadana sino una con-dicin innata que se expresa en losrituales y los mitos en torno a loscuales se ha construido la memoriacolectiva y la identidad nacional.La historia de Mxico se presentacomo un proceso lineal continuo, enel cual los buenos mexicanos han idopreservando los principios comoherencia en los que se encuentrafundada la legitimidad de la iden-tidad nacional.

    Pasiva. Ciudadano con valores de

    igualdad, de unidad nacional,obediente de las instituciones yleyes.

    Partcipe de las celebracionescvicas.

    Patriota, sin conflictos.

    Pasiva. Ciudadano por definicin. Supone informarse pero no

    actuar. Obediente al sistemapoltico.

    Pasiva, reducida al sufragio.Invita a la participacin poltica,proporciona herramientas.

    Ciudadano informado delmundo.

    Desalentadora de la accin y laopinin fomenta la apata.

    No supone habilidades polticas.

    Pasiva. Mtica, conservadora de la

    tradicin. Basada en unahermandad patritica.

    Ciudadano apoltico. No supone habilidades polticas,

    slo la actitud de celebracincvica.

  • 100

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    do en cada periodo histrico para alcanzar esta

    meta.

    Los datos concentrados en el esquema ante-

    rior y ledos desde una perspectiva de la ciudada-

    na como construccin sociocultural y como pro-

    ceso formativo, muestran lo siguiente:

    De los 13 sexenios analizados, el concepto

    de ciudadano refleja un sujeto predominante-

    mente apoltico, que desarrolla su vida en un

    mundo congruente y sin conflicto.

    En todos los casos, los nios quedan exclui-

    dos de la ciudadana, ya que la definicin de

    ciudadano es de corte liberal.

    Otro segmento excluido, salvo en uno de los

    perodos, es el indgena, que no aparece

    citado ni referido en estos conceptos.

    Las clases medias y muchos otros segmen-

    tos de la poblacin quedan tambin

    desdibujados en el panorama ciudadano.

    En todos los casos, la ciudadana es de corte

    pasivo, por lo que no implica o supone el

    desarrollo de habilidades para la competen-

    cia en la participacin poltica.

    En ms de la mitad de los periodos, la

    ciudadana queda directamente asociada a

    un patriotismo construido en torno a los

    hroes y al amor a la patria, expresados

    ambos en actitudes de celebracin cvica,

    dejando de lado la relacin ciudadana

    derechos-democracia.

    La ciudadana queda reducida a la tradicin

    liberal sustentada en el discurso de igualdad

    poltica entre los ciudadanos, y al derecho o

    compromiso del sufragio, que en todo caso

    prescribe el comportamiento pero no

    impulsa la participacin poltica.

    Es posible sealar una discontinuidad en el

    proceso del ser y hacer ciudadano, es decir, no

    hay evidencias de prcticas o discursos que

    induzcan una interconexin progresiva entre el

    momento en que un sujeto es ciudadano y el

    momento en que ha de ejercer dicha ciudadana

    de manera activa.

    Como resultado del anlisis de los datos

    anteriores, parece obvia la contradiccin entre

    una concepcin de ciudadana activa, sustentada

    en la expectativa de la participacin de los

    ciudadanos en la esfera pblica y en sus distintos

    foros de discusin y deliberacin, y la concep-

    cin y los recursos educativos con los que se

    encara la educacin cvica de los ciudadanos. En

    otros trminos, el ciudadano contina siendo un

    imaginario, creado en el rejuego de un discurso

    poltico que se legitima a s mismo en el ideal

    democrtico.

    Los mediadores

    Si bien la revisin y el anlisis de los libros de

    texto permiten reconocer los elementos propo-

    sitivos de la imagen de un ideal ciudadano, no

    podemos perder de vista que la traduccin y

    concrecin de esta propuesta adquieren sus

    dimensiones reales en la puesta en escena del

    guin oficial, que implica la interpretacin, la

    organizacin y la ejecucin de las acciones

    dirigidas a la formacin del ciudadano. Es oportu-

    no comentar los puntos de vista de los docentes,

    desde la perspectiva de su funcin como media-

    dores en el proceso de aprendizaje y formacin

    de los alumnos como ciudadanos. Las maneras

    como ellos interpretan y significan tanto los

    conceptos como los procesos formativos, y la

    manera en que asumen y se posicionan frente a

    esta tarea, nos proporcionan elementos como

    primeros intentos de discutir el papel de la

    escuela en el proceso formativo de los ciudada-

    nos.

    A continuacin se presentan algunos de los

    segmentos textuales que corresponden a la

    opiniones de los docentes entrevistados en las

    escuelas que participan en la investigacin que

    se ha referido.26

    En primer trmino, la conceptualizacin que

    los docentes tienen sobre la ciudadana y la

    posicin que ellos asumen frente a la tarea

    formativa, nos ayudan a completar una perspecti-

    va sociocultural de la construccin de la ciudada-

    na y crear un marco ms adecuado para discutir

    la formacin de los ciudadanos que por

    cuestiones de espacio no tratar en este artculo.

    Sobre la manera como los docentes interpre-

    tan el concepto de ciudadana, es posible decir

    que para los profesores entrevistados se trata de

    un trmino poco comn, ambiguo y polismico.

    Ello muestra la confusin y el poco consenso

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  • 101

    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    que existe en el bagaje conceptual de los

    docentes en torno al tema. Entre las respuestas

    que proporcionaron los profesores sobre el

    concepto de cuidadana, se identificaron tres

    categoras:

    La idea de pertenencia: pertenecer o ser

    parte de.

    Una forma de ciudadana sustantiva o civil:

    haber nacido en un pas y/o tener ciertos

    derechos y obligaciones por nacimiento.

    Una forma bsica de ciudadana poltica: se

    refiere a los derechos y obligaciones, y a

    quien cumple las leyes.

    A partir de las respuestas de los docentes se

    evidencia que el concepto de ciudadana se

    limita a las formas y los niveles ms elementales

    contenidos en el proceso de construccin y

    desarrollo sociocultural de la ciudadana que, de

    acuerdo con la cronologa que se ha presentado

    en la primera parte de este artculo, correspon-

    den a los siglos XVIII, XIX y primeras dcadas del

    XX. Por otra parte, el modelo de ciudadana

    contenido en estas fases supone que ejercer la

    condicin ciudadana es sinnimo de un proceso

    pasivo receptivo que no requiere de una praxis

    participativa, ni de cierta conciencia poltica por

    parte del sujeto.

    Acerca de lo que significa para los docentes

    ser ciudadano, las entrevistas mostraron que los

    docentes en general conceptualizan al ciudadano

    en trminos de la pertenencia a una colectividad,

    es decir, ser ciudadano es, sentirse parte de un

    grupo en el que uno va a interactuar.

    Aun cuando el concepto ciudadano resulta

    ms familiar para los docentes y en sus respues-

    tas puede reconocerse que incorporan ms

    elementos orientados hacia una definicin en

    trminos polticos y civiles, las ideas son limita-

    das, y poco explcitas en cuanto a los derechos,

    obligaciones prcticas ciudadanas que esta

    categora supone: una persona con derechos y

    obligaciones que esto implica , una persona

    que tiene derechos y obligaciones [...] tiene

    derecho a ser educado, salud, vivienda.

    Las respuestas de los docentes, conservan la

    perspectiva pasivo-receptiva de la condicin de

    ciudadano. Slo uno de los nueve docentes

    entrevistados se refiri a una actitud o comporta-

    miento que debe observar el sujeto, es decir, el

    ciudadano es Quien cumple las leyes, no slo

    porque vive o ha nacido en Mxico.

    Otro de los docentes se refiri al concepto de

    ciudadano, desde la idea unitaria de ciudadana,

    que de acuerdo con la teora se deriva del

    surgimiento del Estado-nacin, ser parte de una

    sociedad, y tener los mismos reglamentos,

    obligaciones, leyes, idioma, la misma nacin e

    intereses.

    Los conceptos que los maestros expresaron

    respecto de ser ciudadano, son, en la mayora de

    los casos nominaciones pasivas, que no deman-

    dan de las personas ningn tipo de compromiso

    activo o participacin dirigidos a alcanzar el

    estatus de ciudadanos; se trata de una categora

    pasiva y esttica, en la que se es o no ciudadano,

    y una vez que se es ciudadano no hay situacio-

    nes o posibilidades de dejar de serlo.

    Por otra parte, en todos los conceptos expli-

    citados por los docentes se pueden reconocer

    contenidos cognitivos suceptibles de traducirse

    en operaciones conceptuales y habilidades por

    desarrollarse con los alumnos si se pretendiera

    formarlos o instruirlos en este sentido. No

    obstante, los docentes no se reconocen como

    participantes en el proceso de formacin de los

    ciudadanos.

    En la entrevista que se realiz con los profeso-

    res se les pregunt. cmo y en dnde se forma

    un ciudadano? Su respuesta mostr, en primer

    trmino, sorpresa ante el tema; en todos los

    casos se not un esfuerzo por encontrar y

    elaborar una respuesta, adems de sus comenta-

    rios fueran escuetos.

    Una creencia dominante entre los sujetos

    entrevistados seis de siete es que la familia es la

    encargada de la formacin de los ciudadanos, y

    tambin consideran que hay otras instancias y

    espacios en que este proceso tiene lugar, entre

    ellos aparece la escuela, que aun cuando se le

    cita con frecuencia, no ocupa una posicin

    relevante en este proceso; en palabras de una de

    las profesoras:

    El ciudadano se forma principalmente en la

    casa, en la escuela, en la calle , todo eso. En su

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    casa por los valores que se le van inculcando.

    En la escuela se les trata de dar algunos valores

    para que se conduzcan con armona entre las

    dems personas: Respeto, honestidad.

    Las repuestas de los docentes se centran en citar

    las instituciones y los lugares en donde suponen

    que se forma el ciudadano, sugiriendo un listado

    en el que ocurren tambin mucho otros proce-

    sos formativos, por ejemplo:

    Los ciudadanos se forman en las urbes, en la

    familia, con los conceptos en escuelas; en la

    calle equivocadamente porque forma malos

    ciudadanos.

    Respecto de cmo se forma el ciudadano, los

    profesoras expresaron ideas muy vagas y genera-

    les, como: Los ciudadanos se forman en la

    interaccin social, mediante proceso de aprendi-

    zaje social.

    La generalidad con que se expresan los

    docentes sobre el proceso formativo del ciudada-

    no, evidencia tambin una comprensin de este

    proceso como un hecho espontaneo e informal,

    en el que la escuela tiene una participacin

    reducida al fomentar algunos valores de convi-

    vencia social. Ninguno de los docentes entrevis-

    tados se refiri a algn tipo de contenidos espec-

    ficos o prcticas formales que pudieran trabajarse

    sistemticamente en la escuela, incluso para

    algunos la inexistencia de un libro de texto ratifica

    la espontaneidad de este proceso: un ciudadano

    se forma desde que nace, en su casa, despus

    en la sociedad, la escuela; los ciudadanos se

    forman ms en la familia [...] valorar la patria, a

    querer su familia. En la escuela, con conocimien-

    tos, las acciones, la vida, la sociedad nos hacen

    ciudadanos. Los medios son una influencia que

    nos frena por ejemplo con lo de las drogas. Yo

    creo que estamos invitados a ser buenos ciuda-

    danos.

    Como podemos ver, la formacin ciudadana

    carece de un contenido preciso; para algunos

    docentes, supone valores morales o sociales, en

    tanto que para otros se trata de actitudes hacia la

    convivencia. Solo uno de los profesores entrevis-

    tados hizo una referencias a lo que podra llamar-

    se un contenido social y cierta orientacin

    poltica, sin que estas referencias llegaran a ser

    puntualizadas en ellas o conceptos concretos,

    identificados por el maestro como parte del

    proceso de formacin del ciudadano.

    El ciudadano se forma mediante el conocimien-

    to que se tenga acerca de su entorno, de lo que

    es Mxico, su pas. En el lugar o comunidad o

    [...] en el lugar social donde viven, su pas,

    Mxico. No hay un libro especfico, yo me guo

    en la Constitucin, que la misma SEP hizo, en la

    biblioteca y otros libros de secundara.

    Con una intencin ms directa se pregunt a los

    docentes Cmo contribuye la escuela a la

    formacin ciudadana? Sus respuestas dejaron

    ver y ratificaron una vez ms, que el concepto de

    ciudadana es ambiguo para ellos y que la idea

    general que manejan, se asocia con valores y

    hbitos que cuando se definen bien no van ms

    all de valores para la convivencia y hbitos

    asociados al patriotismo; algunos ejemplos:

    La manera en que la escuela ayuda es, primero,

    formando hbitos, con actividades escolares

    repetitivas. Hay esferas del conocimiento, del

    saber hacer cosas de manera adecuada.

    Responsabilidades de sus actos, una parte de la

    responsabilidad humana.

    Uno [como maestro] no nada ms los instruye

    en la escuela, sino rescata esos valores que se

    estn perdiendo responsabilidad, respeto,

    amistad.

    La escuela ayuda a formar buenos hbitos,

    amor a la patria, responsabilidad con la familia,

    los reglamentos de la escuela; ayuda a ser un

    buen ciudadano en un cuarenta por ciento,

    digamos; formarse totalmente, eso es despus.

    En estas entrevistas slo una maestra se refiri a

    lo que podemos llamar la funcin informativa de

    la escuela, en su opinin, la manera en que la

    escuela participa en la formacin ciudadana es:

    dando la informacin de sus derechos y debe-

    res.

    Desde esta perspectiva, podemos pensar que

    la formacin poltica del ciudadano que acude a

    estas escuelas primarias, se limita a cierta

    informacin relacionada con derechos y deberes,

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    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    quedando pendientes los aspectos formativos

    referentes a los procesos de ser y hacer ciuda-

    dano. En trminos del proceso cognitivo, pode-

    mos suponer que la contribucin que realiza la

    escuela a la formacin ciudadana se hace en una

    dimensin pasivo receptiva que, de acuerdo con

    las teoras cognitivas, no garantiza la apropiacin

    del conocimiento ni el desarrollo de habilidades

    para un uso eficiente del mismo.

    Uno de los profesores se refiri a la contribu-

    cin de la escuela desde una perspectiva cvica

    que abarca: valores comunitarios, los smbolos

    patrios como condicin legal y a las leyes y

    derechos. En esta opinin podemos encontrar

    una perspectiva ms amplia sobre el contenido

    que puede tener la formacin ciudadana; en

    palabras del profesor, la escuela contribuye:

    Primero en los valores sobre la comunidad, los

    smbolos patrios, porque dentro de las leyes

    estn los smbolos patrios, las leyes, los

    derechos y todo lo dems; es lo que esta

    haciendo la escuela en parte, por medio del

    civismo.

    De acuerdo con este profesor, la formacin

    ciudadana tiene lugar dentro de la escuela en al

    rea de civismo. Esta respuesta deja una interro-

    gante y evidencia un vaco en el sentido de lo

    intencionado que puede ser el proceso de for-

    macin de los ciudadanos pues sabemos que la

    materia de civismo como tal ha desaparecido

    formalmente del programa de educacin primaria

    desde hace por lo menos tres aos y es opcin

    de cada maestro trabajar o no en dichos conteni-

    dos con sus alumnos. Ms all de los aspectos

    de contenido citados por el profesor, el nivel en

    el que estos contenidos son manejados por la

    escuela es impreciso; es decir, no sabemos si

    estos contenidos son tratados slo como infor-

    macin que se ofrece a los alumnos o como

    aspectos orientados a desarrollar en ellos algn

    tipo de habilidades.

    La idea del papel complementario de la es-

    cuela dentro de este proceso formativo es tam-

    bin una creencia de la mayora de los docentes

    entrevistados, como lo refiri una de las maes-

    tras:

    Pienso que [el papel de la escuela] es funda-

    mental puesto que afirma o da lo que la familia

    no da; de diez aos para ac la escuela dej a

    un lado los principios basados en el civismo,

    deslig la formacin integral del nio. Pienso

    que son intereses de unos cuantos que no se

    preocupan [por la educacin].

    La participacin de la escuela es considerada

    como complementaria de la formacin que la

    familia proporciona a los nios, especficamente

    en los aspectos cvicos, que de acuerdo con la

    profesora tambin han sido descuidados por la

    escuela en los ltimos aos.

    Sumario

    He pretendido dejar planteados algunos elemen-

    tos que considero centrales para una primera

    aproximacin orientada a discutir el proceso de

    formacin de la ciudadana desde un marco

    educativo institucional. Me he referido primero a

    la importancia de comprender a la ciudadana

    como un proceso sociocultural a partir del cual

    puede situarse la formacin poltica de los

    sujetos. En consecuencia, me he referido a las

    implicaciones que esto tendra en la prctica.

    Despus abordo la importancia que ha tenido

    la invencin del sujeto poltico como un marco

    que ha sustentado la expectativa ideal de formar

    al ciudadano, proceso que a la vez deja al

    descubierto las tensiones y contradicciones

    implicadas en la formacin poltica de los sujetos.

    Por ltimo coment la importancia de los

    instrumentos y sujetos que participan en la

    mediacin del proceso formativo en la institucin

    escolar, concretamente los libros de texto y los

    docentes, pues mediante sus discursos y

    significaciones contribuyen a perfilar y concretar,

    por medio de la accin educativa, las posibilida-

    des de emergencia de un ciudadano real, que

    existe y se desempea social y polticamente en

    escenarios concretos.

    De ningn modo podemos considerar que

    este texto agota el tema, y tampoco es posible

    anticipar conclusiones a un asunto de por s

    complejo; por el contrario, los puntos aqu

    tratados abren una serie de interrogantes que

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    Sinctica 18

    ene-jun/2001

    demandan un estudio cuidadoso e interdisci-

    plinario. Algunas de estas interrogantes son

    abordadas por la investigacin que est en

    proceso, y otras se quedan sobre la mesa como

    invitacin al dilogo.

    Notas

    1. El presente artculo se deriva de una investigacin

    etnogrfica, que se realiza en dos escuelas primarias

    pblicas, localizadas en la periferia de Guadalajara.

    La investigacin pretende dar cuenta de los proce-

    sos que inducen la formacin ciudadana en el

    contexto escolar; la informacin emprica proviene

    de la documentacin de las practicas en el aula y de

    las entrevistas realizadas con maestros y alumnos de

    6. El trabajo de campo se realiz en el ciclo escolar

    1999 - 2000 y, la investigacin como totalidad est en

    proceso; el enfoque del estudio es antropolgico y

    conjunta en su marco analtico los puntos de vista

    del constructivismo, la antropologa interpretativa y la

    sociologa del poder.

    2. Ramrez Juan Manuel. Las dimensiones de la ciuda-

    dana, en Espiral, nm.2, Universidad de Guadalaja-

    ra, Guadalajara, 1995, pp.1-95.

    3. Leal, Antonio. Poltica en el fin de siglo: Democra-

    cia y derechos de ciudadana, en La piragua,

    Revista latinoamericana de educacin y poltica,

    nm.10, 1er. semestre de 1995, CEAL. Santiago de

    Chile, p.46.

    4. Ibidem, p.47.

    5. Ibid., p.47.

    6. Ibid.

    7. Ramrez, op cit., p.1.

    8. Somers, citado por Ramrez, ibid., p.92.

    9. Touraine, citado por Ramrez, ibid. p.90.

    10. Citado por Ramrez, ibid., op. cit., p.92.

    11. Ibidem.

    12. Ibid.

    13. El trmino unitario se aplica como derivado de los

    Estados unitarios desarrollados alrededor del siglo

    XIX, caracterizados por inducir la idea de naciones

    unificadas mediante una lengua, una cultura, un

    smbolo, una patria.

    14. Corona, Sarah y Carmen de la Peza. La educacin

    ciudadana a travs de los libros de texto, en

    Sinectica, nm.16, enerojunio de 2000, ITESO,

    Guadalajara.

    15. Ibidem.

    16. Ibid., p. 18.

    17. Ramrez, op cit., p. 90.

    18. IFE. Los eslabones de la democracia, Direccin

    Ejecutiva de Capacitacin Electoral y Educacin

    Cvica, 2000, Mxico.

    19. Giraux, Henrry. La escuela y la lucha por la ciudada-

    na.. 2. Ed. 1998. Siglo XXI. Mxico.

    20. Corona y de la Peza, op cit.

    21. En este sentido, es importante sealar las aportacio-

    nes que han hecho los trabajos desde la

    historiografa, que se han centrado en el anlisis de

    los contenidos histricos que se incluyen en los

    libros de texto; estos trabajos se han enfocando

    principalmente en: cules contenidos se incluyen y

    cules se omiten, la calidad de la informacin

    histrica que se presenta a los escolares, otros ms

    en la metodologa y aspectos didcticos que apoyan

    la calidad de los contenidos; algunos que adems se

    han ocupado, de analizar los valores implcitos en

    dichos contenidos. Todos ellos aportan de por s,

    una valiosa informacin en la lnea de, cmo la

    informacin histrica abona hacia la significacin de

    la identidad nacional, desarrollando una idea de

    origen socio histrico en los alumnos. Sin embargo,

    la mayora de estos trabajos carece de la dimensin

    emprica que de cuenta de cmo estos contenidos

    son negociados en el proceso de aprendizaje en el

    aula y, son poco explcitos tambin de la manera en

    que los contenidos histricos y cvicos se entretejen

    con la dimensin emocional de la identidad del

    sujeto.

    22. Villa Lever, Lorenza. Los libros de texto, Universidad

    de Guadalajara, Mxico, 1988; y Corona y De la Peza,

    obras citadas.

    23. Desde un enfoque de la comunicacin como

    produccin de significados, las autoras realizan un

    anlisis discursivo del corpus de los textos de

    historia y civismo para la educacin primaria,

    considerando las publicaciones que han circulado

    de 1923 a 1988 (edicin vigente).

    24. Corona y de Peza. La educacin ciudadana..., p. 16.

    25. Ibid., pp. 16-30.

    26. Se realizaron 9 entrevistas con docentes de educa-

    cin primaria, en escuelas pblicas, sobre los temas

    de ciudadana y enseanza de la historia. El instru-

    mento se compone de 18 preguntas abiertas,

    aplicado en el ciclo escolar 1999 - 2000.

    Otra bibliografa

    Anderson, Benedict. Las comunidades imaginadas,

    FCE, Mxico, 1993.

    Brcena, Fernando. El oficio de la ciudadana. Introduc-

    cin a la educacin poltica. Paidos. Espaa, 1997.

    Nolasco, Margarita. Educacin bilinge: la experiencia

    en Mxico, en: Bertely Busquets Mara y Adriana

    Robles Valle (coord.) Indgenas en la escuela,

    COMIE Mxico 1997.

    Osorio, Vargas Jorge. Ciudadana y posibilidades de una

    educacin del sentido de lo comn, en: La piragua,

    Revista latinoamericana de educacin y poltica,

    nm. 10, 1er. Semestre de 1995, CEAL. Santiago de

    Chile.

    Rowel, Elsie (coord.). La escuela cotidiana, FCE,

    Mxico, 1995.

    Vargas, Mara Eugenia. Educacin e ideologa Cons-

    truccin de una categora de intermediarios en la

    comunicacin intertnica. CIESAS, Mxico, 1994.

    Vsquez, Zoraida Josefina. Nacionalismo y educacin

    en Mxico, El Colegio de Mxico, Mxico 1975.