la ciudad, un espacio para aprender
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La ciudad, un espacio para
aprender.
La ciudad es un espacio de
enseñanza-aprendizaje, como dice el texto,
un centro de valores y recursos como los
que nos ofrece el patrimonio.
El patrimonio es un conjunto de bienes
muebles, inmuebles… que son relevantes para la sociedad. Activar
elementos patrimoniales, dependerá de quién ostente el poder.
Al observar estos dos conceptos, entendemos las ciudades
como grandes conjuntos patrimoniales. Esto podemos observarlo
cuando vemos monumentos u obras de arte de dichas ciudades, en
este caso hablamos del patrimonio cultural edificado. Pero
encontramos también el patrimonio cultural intangible, ya que
muchas otras ciudades se caracterizan por determinadas fiestas o
tradiciones.
También podemos encontrar el patrimonio vernáculo, el cual
se define como la expresión fundamental de la identidad de una
comunidad, de sus relaciones con el territorio y también la expresión
de la diversidad cultural del mundo.
Podemos entender que el patrimonio tiene valores múltiples,
pero el patrimonio urbano posee una característica que lo hace
fundamental, y es que es colectivo.
En cuanto a patrimonio y educación se refiere, el texto nos
muestra una idea fundamental, esta es que, el patrimonio, se nos
presenta como un fragmento del pasado que forma parte de nuestro
presente. Esto es fundamental porque el poder del pasado lo decide
casi todo en la vida.
Por todo esto, entendemos que el patrimonio es la parte visible de la
historia, y nos permite una aproximación al pasado. Este es, sin duda
alguna, uno de los principales valores en el campo educativo.
Observar, contemplar, estudiar y valorar el patrimonio, nos
lleva a aumentar los saberes de los ciudadanos y los conocimientos
sobre su sociedad.
Para poder educar a través del patrimonio se requieren muchos
esfuerzos formativos promoviendo actividades y situaciones que den
lugar al desarrollo de una ciudadanía de calidad. Podemos realizar
actividades tanto en entornos cerrados como abiertos, de este modo
visitar desde museos hasta calles.
Es fundamental no olvidar que la ciudad educadora no debe ni puede
prescindir de los recursos que la tecnología del siglo XXI le ofrece.
Se pueden realizar diferentes actividades dependiendo del
grado de interacción:
Primer grado: actividades en las cuales se emite un
mensaje y se supone que alguien ha de recibirlo (ej. panel
iconográfico).
Segundo grado: se da cuando la actividad parte de un
diálogo o pregunta previa.
Tercer grado: las actividades son el resultado de múltiples
interacciones entre el personal de las instituciones
patrimoniales y los ciudadanos.
Todas las actividades se realizan con un objetivo, que
normalmente suele ser de tipo informativo (visitas guiadas, paneles
informativos, trípticos…).
Las actividades educativas pueden ser de tres tipos:
Carácter lúdico-recreativo: intentan promocionar un
elemento patrimonial ya sea al aire libre o en el interior
de un edificio.
Carácter metodológico: enseñan a desarrollar
conocimientos de manera procedimental.
Carácter ético y de educación para la ciudadanía: quieren
desarrollar valores, formas de comportamiento y otras
maneras de ver la realidad.
La idea fundamental de todo
esto es que la educación no es el
resultado de la escuela, sino la
escuela es el resultado de la
educación. Por esto, es necesario
potenciar la ciudad educadora, ya que es ésta quien educa y sus
ciudadanos son el resultado de su poder educador.
Pienso que el patrimonio es algo que influye directamente en la
educación, y que por lo tanto la idea de ciudad educadora debería de
tenerse más en cuenta de lo que se tiene. Podemos extraer mucho
partido de nuestro patrimonio, y es un recurso que deberíamos
exprimir al máximo. Por esto, la idea del texto de que la ciudad
educadora debería de ser uno de los pilares donde se apoyara todo
un sistema de valores ampliamente compartidos, la comparto
totalmente.