LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN EL CAPITALISMO

Por Antonio Montalvo Correa

La tesis principal del presente ensayo es plantear que el capitalismo no es la panacea respecto al desarrollo de la ciencia y la tecnología, sino por el contrario es el sistema en el que más atraso y especulación en cuanto a estos temas ha generado.

Debemos tener en cuenta que en los albores del capitalismo la ciencia no constituía parte de las fuerzas productivas, ya que la agricultura, ganadería, alfarería y otras formas de producción se realizaban de manera casi artesanal, las pequeñas mejoras que se realizaban no alcanzaba para asignarla un papel trascendental, mas por el contrario los diversos temas de estudio científico se realizaban en lugares exclusivos y era obra de unos pocos Quienes como parte de su ocio se dedicaban al cultivo de la ciencia.

El cambio realmente radical fue a partir de la llamada primera revolución industrial, con la construcción de las maquinas herramientas con las cuales se podía multiplicar la producción con menor coste de fuerza de trabajo. Son casi ya 200 años en que los inventos viene produciendo cambios en la cultura, en los gobiernos, en la organización social, en la defensa militar, en la economía, en la política, educación, etc. y casi todas las esferas del quehacer humano, que abarcan todo lo relacionado con el desarrollo del conocimiento, del entretenimiento que la ciencia y la tecnología requieren para su utilización en la interconexión mundial de nuestros tiempos.

Es innegable que las enormes industrias mecánicas, electrónicas y nuclear hicieron su aparición bajo el régimen capitalista, y con una mayor relevancia justo después de la segunda guerra mundial, pero, en virtud de la esencia del propio sistema capitalista este desarrollo de las ciencias y tecnologías se realizó solo en ciertos países privilegiados ni aun en estos países la ciencia y la tecnología logran llenar los propio vacíos que generan, así mismo generando otros como la cultura del consumismo.

En el capitalismo la finalidad que se le atribuye a la ciencia y tecnología es monstruosa porque al estar concentradas en pocas manos estas ayudan a incrementar las ganancias y desigualdad con 7 naciones ricas y con las burguesías locales creando fronteras cada vez más grandes con el resto del mundo no solo económicas sino sociales por la utilización de la ciencia y tecnología, cuyo objetivo principal son las intervenciones militares.

Desde siempre la venta y reventa de armas han sido factores que han incidido profundamente en la geopolítica, pero, después de la guerra del Vietnam, se introdujo el narcotráfico como un factor determinante para la inseguridad social, consumo de drogas desestabilizan por sus consecuencias físicas y mentales a las sociedades, en lo político, la penetración del dinero del narcotráfico no solo ayuda al sistema bancario mundial sino que el lavado desestabiliza poderes de justicia de varios gobiernos. Y, con la tecnología electrónica se sostiene la dependencia tecnológica de la mayoría de países del mundo con un puñado de países ricos y desarrollados, pero, sin cambiar su viejo objetivo de capital-mercancías igual a valor- plusvalía más inseguridad que oprimen y expolian a los pueblos atrasados con tres yugos capitales nacionales e internacionales y violencia.

Así mismo en un modo de producción caracterizado por el incremento constante de la concentración de la propiedad privada y la sobreproducción, uno de los rasgos que determinan el desarrollo de las fuerzas productivas es el creciente grado de

monopolización de las innovaciones científicas y tecnológicas. En nuestros tiempos es evidente el continuo crecimiento de la inversión de capital, ingentes cantidades de dinero son destinadas a la investigación bajo el nombre de desarrollo de la ciencia y la tecnología. Esto es un hecho tan común desde los inicios de la revolución industrial que se puede considera trivial en nuestros días. Lo que no resulta trivial es comprender el carácter monopolista de este proceso y de sus consecuencias para el modo de producción capitalista en su conjunto y para el sistema de relaciones económicas internacionales en el que aquél constituye la forma dominante. Justamente la creciente concentración de la propiedad y la producción es lo que permite sustituir paso a paso el trabajo manual por el trabajo maquinizado —incluido el automatizado— en las funciones decisivas del proceso productivo, invertir cantidades colosales de capital en el desarrollo de nuevas tecnologías y garantizar la exclusividad de su uso, poner al servicio del capital contingentes de científicos e ingenieros especializados en la creación de nuevos procedimientos productivos y en la experimentación de las innovaciones técnicas.

Esto se ve reflejado en las industrias farmacéuticas, donde ya entrando al extremo del cinismo del sistema hasta crean enfermedades para luego poder vender los productos que la puedan sobrellevar, por ejemplo, la famosa gripe NH1, o incluso respecto a los estudios sobre el cáncer, se conocen en la actualidad ciertos estudios que pueden a la larga contrarrestar la enfermedad pero no se hace nada por seguir investigando, las ingentes cantidades de dinero invertido en estos tiempos es especialmente para dos cosas: primero desarrollar el poderío bélico de estos países y así garantizar su supremacía a nivel mundial , considerándose los gendarmes del mundo, invadiendo y atropellando a quién no le rinda pleitesías y segundo asegurarse de comprar todas las patentes que se puedan generar y así no entorpecer sus intereses mezquinos.

Sin embargo en los países que buscan el socialismo la industrialización viene dictada no solo por causas internas sino determinadas por el comercio internacional y porque la creación de una industria pesada asegura la autonomía económica y la soberanía del Estado respecto a la hegemonía de los países capitalistas asunto que a las naciones ricas lideradas por los EEUU no les gusta para nada porque le restaría fuerza a su poder imperial.

En el socialismo la finalidad del progreso técnico consiste en aumentar y mejorar la producción de bienes de vida con un mínimo gasto de recursos materiales, naturales, laborales y económicos para ampliar la variedad y calidad de la producción sin explotar al trabajador, y siempre y cuando la maquinaria contribuya a elevar la producción reduciendo las horas de trabajo para que la tecnología cumpla su verdadera finalidad.

La historia socialista nos enseña que en sus procesos el desarrollo tecnológico es rápido e ininterrumpido sin olvidar el nexo orgánico entre ciencia y producción como lo demostró la ex URSS con la física, las matemáticas, la cibernética, la química, la ciencia nuclear y espacial, la comunicación, la electrónica, la nano tecnología, son enormes éxitos que llevaron a la masificación de la ciencia en salud, educación y la generación la electricidad con energía nuclear, algo que EEUU no puede decir por ser el único país en la historia de la humanidad que utilizo armamento atómico en Nagasaki e Hiroshima para rendir a Japón.

Sin embargo, son marcados los dos mundos con la revolución electrónica con efectos

polarizantés entre países y al interior de los países con la llamada brecha tecnológica señala las disparidades en cuanto al uso de la ciencia en las ramas industrial, comunicacional y militar, marcan un abismo gigantesco entre los ciudadanos que saben y los que no saben partiendo desde los que están conectados a Internet, uno de los principales parámetros para medir el grado de desarrollo de los países hoy.

Inglaterra está a la cabeza con el 80% de la población con acceso a Internet, Malta 78.3%, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Islandia, Suecia, EEUU, Japón y Canadá con un promedio del 75%; España, Singapur, Australia, Noruega, Francia, Alemania, Holanda con un 67%; Suiza, Polonia, Italia, Taiwán con un 53%, Argentina 49%, Turquía y Brasil 34.5%, Rusia 27% México 25%; Vietnam y China 24.5% son los países más destacados en cuanto a ciudadanos con acceso a Internet. En América Latina con el peor porcentaje esta Haití 11%, Honduras y El Salvador 13%, Cuba 15% (antes de la fibra óptica que va desde Venezuela) el resto de países latinos se sitúan entre el 20% al 27% (caso de Perú) de facilidades para acceder al Internet.

Esto es un ejemplo de la utilización del mundo digital para indicarnos el atraso en el que se encuentra el mundo subdesarrollado y el desarrollado por el aspecto económico- cultural que incide en el acceso a las modernas tecnologías de la información, del conocimiento y con la ciencia y tecnología propiedad de esos 7 países que dominan el avance hacia la tecnología de última generación en todos los campos.

Y, esta brecha se amplía más por los efectos socio-económicos multiplicadores pobreza, desigualdad, dependencia económica, industrial y militar que exige el capitalismo o la esclavitud moderna del siglo XXI con la electrónica o como decía Lenin “el capitalismo no puede existir ni desarrollarse sin ampliar constantemente la esfera de su dominio, sin colonizar nuevos países ni arrastrar a los viejos países no capitalistas al cauce de la economía mundial”. 

Como podemos darnos cuenta este sistema por donde se mire no tiene forma de justificarse y ya debemos silenciar las voces de quienes alardean de que si algo bueno hemos de reconocer de este sistema es el desarrollo de la ciencia y la tecnología, lo que debemos preguntarnos es ¿para quienes?, ¿quiénes se benefician de este desarrollo? Porque lo que es en nuestro país nos llegan los avances científicos y tecnológicos con casi 20 años de desfase, lo cual suena irónico, solo lo comercial y superfluo está en la onda de la tecnología.