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93 La cantera musical de Morelia Falló el intento U no de los proyectos educativos más importantes que se desarrollaron durante el periodo porfirista en Michoacán, sin duda, fue el de la Escuela de Artes y Oficios. Aquella institución, cuya característica principal fue la enseñanza técnica, significó un ejemplo concreto del apoyo del gobierno dado a la educación en la entidad. Los antecedentes de una escuela de ese tipo, empero, se remontan al año de 1868 cuando, en un intento por incentivar el desarrollo la industria de la seda, el ayuntamiento de Morelia propuso un proyecto —aprobado por el congreso estatal el 10 de agosto de ese año—, que establecía una escuela cuya intención sería fomentar la cría del gusano de seda y la fabricación de cáñamo y el lino, todo con la finalidad de activar la industria textil en la ciudad. 1 Con éste proyecto se pretendió establecer una escuela especial que enseñara en sus aulas conocimientos teórico-prácticos del ramo textil, lo que en otras palabras, significaba el impulso a un nuevo modelo de instrucción. 1 Ya en 1842 había funcionado en Morelia una fábrica de tejidos de seda, misma que habría de ser dirigida por franceses. Jesús Romero Flores, Historia de Michoacán, México, Gobierno de Michoacán, tomo I, 1946, pp. 804-805. Un trabajo reciente sobre la industria de la seda en México es el de Rebeca Vanessa García Corzo, Entramados de la seda en México. Actores y estrategias para la consolidación de esta industria durante el porfiriato, México, Universidad de Guadalajara, 2014.

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La cantera musical de Morelia

Falló el intento

Uno de los proyectos educativos más importantes que se desarrollaron durante el periodo porfirista en Michoacán, sin duda, fue el de la Escuela de Artes y Oficios. Aquella institución,

cuya característica principal fue la enseñanza técnica, significó un ejemplo concreto del apoyo del gobierno dado a la educación en la entidad.

Los antecedentes de una escuela de ese tipo, empero, se remontan al año de 1868 cuando, en un intento por incentivar el desarrollo la industria de la seda, el ayuntamiento de Morelia propuso un proyecto —aprobado por el congreso estatal el 10 de agosto de ese año—, que establecía una escuela cuya intención sería fomentar la cría del gusano de seda y la fabricación de cáñamo y el lino, todo con la finalidad de activar la industria textil en la ciudad.1 Con éste proyecto se pretendió establecer una escuela especial que enseñara en sus aulas conocimientos teórico-prácticos del ramo textil, lo que en otras palabras, significaba el impulso a un nuevo modelo de instrucción.

1 Ya en 1842 había funcionado en Morelia una fábrica de tejidos de seda, misma que habría de ser dirigida por franceses. Jesús Romero Flores, Historia de Michoacán, México, Gobierno de Michoacán, tomo I, 1946, pp. 804-805. Un trabajo reciente sobre la industria de la seda en México es el de Rebeca Vanessa García Corzo, Entramados de la seda en México. Actores y estrategias para la consolidación de esta industria durante el porfiriato, México, Universidad de Guadalajara, 2014.

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Aducimos que la instalación de aquella escuela fue el antecedente de la posterior de artes y oficios, porque en el proyecto de ley de agosto se especificó lo siguiente:

...cursaran esta escuela; primero, los individuos que lo soliciten; segundo, los jóvenes calificados de vagos; tercero, los jóvenes que por delitos leves fueran condenados a penas correccionales: y cuarto, los alumnos que designe la Inspección General de Instrucción Pública de los que asistan a los establecimientos de primeras letras de esta capital espensados (sic) por el Estado.2

Como puede verse en la cita, queda patente el carácter correccional, lo que identificaría a la futura Escuela de Artes y Oficios además de una férrea disciplina militar.3

Aunque en el caso de la escuela textil no se incluyó la música, ya que el objetivo era cimentar una educación técnica basada en aquél ramo particular de producción. De esta manera, el gobierno nombró como director al Sr. Luis Brutieaux, o Brutio, de origen francés, quien no hizo mucho por la institución ya que esta cerró sus puertas poco tiempo después de puesta en funcionamiento, debido, tal parece, a la falta de recursos económicos; el Sr. Brutio murió en 1869, dejando el establecimiento a la deriva. Un año después, con Ramón Silva como director, el plantel inició labores de nueva cuenta, sin embargo, para mediados de 1872 la situación económica hizo que, nuevamente, la escuela clausurara actividades por segunda ocasión en poco más de cuatro años.4

El fracaso parecía el destino final de la escuela textil, y no obstante los muchos tropiezos, el proyecto se mantenía presente. Así, a finales de 1872, un empresario de nombre José Orozco Varón, mediante un documento

2 Amador Coromina, Recopilación de leyes..., tomo XIX, pp. 127-129.3 La primer Escuela de Artes que hubo en México se fundó el 18 de abril de 1856,

en la capital del país, en este proyecto no se incluyó la música, solamente se establecieron talleres sobre diversas ramas de la producción artesanal. Dublán y Lozano, Legislación mexicana..., tomo 8, pp. 149.151.

4 Xavier Tavera Alfaro, Morelia en la época..., pp. 166-167.

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dirigido al gobierno afirma la necesidad de que crear, dice, “...una escuela de artes que enseñe a la juventud desvalida y le dé medios de subsistencia con los cuales puedan acrecer la riqueza pública.” Esto mediante una concesión que se pedía incluyera lo siguiente: primero, la creación de la escuela mediante donativos; segundo, la dotación de un lugar donde establecer la institución referida —que se pedía fuera el ex convento de San Diego—; y tercero, el establecimiento de una lotería con mil pesos mensuales de fondo y la condonación del impuesto sobre los productos del plantel. Para todo esto, Orozco Varón se comprometía a sostener en un inicio hasta 40 niños huérfanos de padre y madre, aumentando el número en función del desarrollo de la escuela.5

La respuesta del gobierno fue positiva, dándose entonces —al citado Orozco— el permiso para que estableciera la escuela en el ex convento de San Diego, bajo las siguientes condiciones: cinco años sin renta del edificio en cuestión, reconstrucción de la parte útil del inmueble cuyos gastos correrían por parte del Sr. Orozco, el establecimiento allí de un asilo de huérfanos, el cual sería sostenido en conjunción con el gobierno, además, se aprobó la lotería no con mil sino con mil 500 pesos de fondo como ayuda al sostenimiento de la escuela. De esta manera, se apoyaba el proyecto de Orozco casi en su totalidad, sin embargo, no se le eximió de impuestos sobre los productos de la escuela —como éste había pedido—, pues se argumentó que esto podría ser una competencia desigual para los productores particulares.6

5 Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán, (en adelante: AGHPEM), fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 1, fs. 2-3.

6 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 1, fs. 4-7. La lotería se aprobó mediante la ley número 87 del 2 de marzo de 1873, y aunque este proyecto se había aprobado originalmente en 1971, fue en el ´73 cuando finalmente se llevó a cabo. Ibíd., fs. 31-32. Amador Coromina, Recopilación de leyes..., tomo XX, pp. 121-125. En esto último no se puso bien de acuerdo el gobierno ya que al final de cuentas si se eximió de impuesto los materiales empleados en la escuela y por tanto también los productos creados en esta durante los cinco años que duraría la concesión. AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 1, fs. 2-3.

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Se designó entonces el primero de febrero de 1873 como fecha de la apertura de la institución, con los talleres de zapatería, carpintería y herrería además de veinte telares entre los que se encontraban: de hilados, de reboso de seda, de mantas, entre otros.; al mismo tiempo, el Ejecutivo dispuso una estricta vigilancia del funcionamiento de la escuela, y esto quedó estipulado en una de las cláusulas de convenio, estableciéndose el derecho de las autoridades estatales para hacer inspecciones al plantel cuando y como quisiera, con objeto de comprobar su correcto desarrollo.7

Se formó entonces un reglamento, que funcionaría como principio rector de la escuela. Aparte de crear los talleres mencionados, se establecía el cupo máximo de 40 niños de 12 años en adelante, se especificaba también, la apertura de una escuela nocturna de instrucción primaria para niños y adultos costeada por el ayuntamiento, en la que se enseñarían las materias inherentes a la instrucción de primeras letras.8

Se definieron también cuestiones relacionadas con los horarios, vestuario, ganancias sobre productos producidos por lo alumnos y se establecieron también los castigos y premios.9 En relación a las ganancias que en consecuencia habrían de generarse, estas se comenzarían a dar a los estudiantes sólo a partir de haber cursado el primer año escolar, de aquí en adelante, la distribución del excedente serviría como estímulo al alumno para que este aplicara todo su esfuerzo en sus estudios.

En esta segunda oportunidad tampoco se incluyó la música, y aunque ya funcionaba la academia de música del Colegio de San Nicolás, cuyo ejemplo era notorio en este sentido, no se incluyó una clase de música, ni tampoco dos años después, en un ambicioso proyecto de desarrollo que presentaron al gobierno los señores José María Celso Dávalos, Macedonio Gómez y Juan B. Rubio. En esta propuesta, se incluyó el aumento de materias, tales como dibujo lineal, teoría de las artes y manufacturas, teneduría de libros, historia, geografía, moral

7 Ibíd., fs. 4-7.8 Ibíd., fs. 9-13.9 Ídem.

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y urbanidad y aquellas inherentes a las matemáticas como álgebra y aritmética, sin inclusión de la música por supuesto. La respuesta del gobierno al citado proyecto fue negativa argumentándose la falta de recursos. Las autoridades estatales propusieron entonces que sólo se dieran materias relacionadas con las matemáticas, dibujo lineal, moral y urbanidad y que la teoría de las artes y manufacturas la podrían dar los maestros de taller en las horas de asistencia al mismo, sin incluir desde luego, la música.10

Las propuestas para el desarrollo de la escuela tienen su origen en el mal funcionamiento de esta, y es que la institución, en vez de ser un espacio de formación técnica, se había convertido en un taller donde no se hacía otra cosa que producir. Era visto entonces, que los jóvenes, si bien aprendían un oficio, no se preparaban del todo para el futuro pues dedicaban su tiempo al trabajo en el taller, sin prepararse como era deseable, en otras asignaturas, como aquellas inherentes a una educación acorde a la adolescencia. Es quizá por esto que aparecieron propuestas de desarrollo para la escuela, que en un futuro incluirían la formación artística.

De cualquier manera, el plantel no caminó de manera correcta, siendo muy probable en este sentido, que la intención del Sr. Orozco no fuera la ayuda a la juventud michoacana sino la suya propia. De hecho, existieron no pocas quejas respecto al incumplimiento de las responsabilidades de éste para con el arreglo pactado con el gobierno, y fue por esto que se clausuró el convenio entre ambos. La escuela entonces, cambió de manos directivas y entro al relevo el abogado Pedro Menéndez, quien intentó reactivar el proyecto aunque sin mucho éxito; en marzo de 1877, en el periódico local La Sibila se publicaba que los jóvenes de la escuela textil, en vez de estudiar “...no hacen otra cosa que destruir a toda prisa lo poco que se reedificó con tanto sacrificio”.11

10 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 2, fs. 34-40.

11 La Sibila, Morelia, 15 de marzo de 1877.

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La Escuela de Artes y Oficios

1876 fue un año importante por el inicio del periodo conocido como porfiriato. Desde ese momento y hasta 1911, la nación fue gobernada por Porfirio Díaz, el cual, con mano firme, reestructuró las roídas bases de la economía mexicana y pudo, poco a poco, dar cauce y orden al país.

Don Porfirio apoyó de manera consciente varios aspectos de la administración pública, uno de estos fue la educación como ya se ha mencionado. En este sentido, en los programas de estudio se hacía hincapié en la necesidad de encaminar a los jóvenes en el aprendizaje de algún oficio. Esta intención se explica de manera sencilla si se toma en cuenta el interés de entonces, por emular el desarrollo de países como los Estados Unidos, Inglaterra o Francia por citar algunos, en el sentido de encaminar a México a un proceso de industrialización, para lo cual haría falta una clase trabajadora calificada.

Es en este contexto que se ubica el apoyo al tipo de escuelas de artes y oficios. A decir de Mídala Bazant, estas se fundaron con la esperanza de formar en ellas, precisamente, a esos jóvenes técnicos necesarios para el desarrollo que tanto necesitaba el país.12

Bajo estas condiciones se inserta el proyecto de la Escuela de Artes y Oficios de Morelia, iniciado de manera incipiente en 1868 y cristalizado finalmente en 1885. El decreto de su fundación se promulgó el 12 de agosto de 1882. En sus postulados, a la letra, puede leerse que “…se faculta al Ejecutivo para que establezca a la mayor brevedad posible una escuela de artes y correccional, en el edificio conocido con el nombre de la Compañía”, un año antes, mediante una carta enviada al director del Colegio de San Nicolás, el Ejecutivo había solicitado la aprobación del congreso local para que se estableciera la escuela de artes en el edificio en cuestión —recordemos que el Colegio de San Nicolás se encontraba funcionando en el citado edificio de la Compañía porque el inmueble histórico de la casa de Hidalgo estaba en reconstrucción—. Siendo la

12 Mídala Bazant, Historia de la educación durante el porfiriato, México, El Colegio de México, 1996, pp. 17-18.

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respuesta satisfactoria, la de artes funcionó en el antiguo recinto de los jesuitas.13

El Ejecutivo tendría así, la responsabilidad de disponer lo necesario en cuanto a las normas de la escuela mientras no estuviera listo un reglamento, además, sería él mismo, el encargado de erogar los gastos sobre útiles y herramientas necesarios para el establecimiento de dicha institución. La escuela la inauguró el 15 de septiembre de 1885 el gobernador en turno, de nombre Pudenciano Dorantes, en lo que sería su último acto como Ejecutivo pues al día siguiente del hecho terminó su gestión, entrando al relevo el oaxaqueño Mariano Jiménez.

En el proyecto de fundación no se incluyó en un primer momento la educación musical. El plantel comenzó labores con los talleres de herrería, carpintería, hojalatería y encuadernación, además de una clase de dibujo y una escuela primaria.14 Hasta aquí, la que sería la cantera musical más importante del estado excluía la música, no obstante, esto cambió poco tiempo después. El 7 de octubre de 1886, se instituyó la educación musical con un objetivo claro: dar una alternativa de preparación académica a los alumnos del plantel. En todo caso, se instituyó una instrucción basada en los principios básicos de la ejecución musical, dirigiéndose el programa a formar músicos instrumentistas con especialidades en aliento y percusión;15 desde un inicio se habló de una preparación en cuya base descansarían los valores del trabajo y la disciplina.

En las circunstancias en que quedó establecida la escuela en agosto de 1885, se incluyeron las artes de imprenta y fotografía, que se cursaban en las oficinas de gobierno establecidas de manera acertada al interior del plantel. En cuanto a los alumnos, los hubo de dos tipos. Los presos

13 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 5, fs. 2, 4 y 12.

14 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y oficios, c. 8, exp. 5, fs. 22-24.

15 Al decir “aliento”, nos referimos a instrumentos para cuya ejecución se requiere el aire producido en conjunción de los pulmones y el diafragma. Están en éste tipo de instrumentos: la trompeta, el trombón, el clarinete, el saxofón, entre otros. La percusión es aquél instrumento de golpe, como tambor, tarola, platillos o timbales.

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en primer lugar, quienes eran aquellos jóvenes recluidos en la escuela con objeto de que cumplieran alguna sanción penal por delito cometido. Los reclusos por su parte, eran los confinados por petición de padres o tutores con objeto de corregir malas conductas. Aparte de estos se permitía también que cualquier persona de no más de 20 años pudiera ingresar al plantel a fin de aprender algún oficio.16 En cuanto a fondos, el gobierno sería el encargado de cubrir los requerimientos de la institución a este respecto, siendo canalizadas las ganancias de la venta de los productos fabricados en la escuela, a la tesorería del estado. Por último, la plantilla de maestros incluía a un director, que fue en un inicio el Dr. Rafael Miranda, 7 maestros —uno por taller—, uno de dibujo, uno de primaria y un portero.17

Así, la Escuela de Artes y Oficios inició esta etapa con bríos renovados y con el grande objetivo de que sus estudiantes tuvieran una buena instrucción en el arte u oficio a que se consagraran, adquiriendo buenos hábitos de trabajo además de un buen comportamiento. El objeto del gobierno para con los alumnos fue claro: se pretendía que estos adquirieran “…costumbres irreprensibles y bien arraigadas, por una conducta calcada en la más estricta moralidad...”.18 Y esto habría de complementarse con una dura disciplina de trabajo que, con apoyo de premios y castigos, obligaba al alumno al estudio y dedicación al taller y oficio. La escuela comenzó labores en un contexto mucho más favorable que en el pasado con la escuela textil, con la inclusión de mayor variedad de actividades y oficios y además, del impulso ofrecido a los jóvenes a partir de la creación de la academia de música, la cual fue base de toda una tradición formativa de músicos de banda de viento todo el periodo porfirista michoacano. El prestigio de la academia de música de la Escuela de Artes y Oficios lo comenzó su primer director, un profesional de la música, el capitán Encarnación Payén, el cual tuvo el primer año, a 72

16 Ídem.17 Véase el detalle completo del establecimiento de la Escuela de Artes en: Amador

Coromina, Recopilación de leyes…, tomo XXVII, pp. 97-99.18 Memoria de gobierno de 1886, Morelia, Imprenta del Gobierno, 1886, pp. 55-57.

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alumnos dispuestos a adentrarse en el difícil pero romántico mundo de Euterpe.19

Hasta el momento de la creación de la academia de música de la de artes, las disposiciones reglamentarias del plantel en general las definía el Ejecutivo del estado, pero a partir de 1887 debieron seguirse los lineamientos del Reglamento Oficial de la Escuela de Artes y Oficios, publicado en diciembre de ese año y cuyos artículos comenzarían a regir a partir de enero de 1888. En tanto al área de música respecto al tipo de instrucción, se estableció el que “...el director de la academia de música dará a los alumnos que a ella concurran, instrucción teórico-práctica”.20 Tal cosa tiene que ver con una instrucción musical aplicada al trabajo de campo, es decir, a la práctica musical inmediata. Para el caso de la música, a diferencia de otras áreas de la actividad humana, no es posible incursionar en la ejecución de algún instrumento con sólo la teoría musical, es necesario la aplicación inmediata de los conocimientos musicales en la práctica. En este sentido, la enseñanza musical comienza siempre con el estudio del solfeo, y si el plan de estudios es amplio, entre otros, se estudia la armonía, a la par que la práctica obligada de algún instrumento. Es en este sentido que entendemos esto de instaurar una instrucción teórico-práctica, es decir, la aplicación inmediata de la teoría en el trabajo musical propiamente dicho, a favor por supuesto, de un aprendizaje rápido y eficiente.

Sobre los alumnos, quedó establecido que “...serán admitidos en la academia de música los alumnos de la escuela, que a juicio del profesor tengan aptitud y condiciones físicas necesarias para la enseñanza”.21 Esto importa y mucho puesto que para la música son necesarias al menos dos cosas: sentido musical como elemento fundamental, y actitud para el estudio del arte. Lo primero se relaciona con la sensibilidad natural a captar los sonidos y el ritmo, lo cual también evoluciona con estudio pero no se aprehende, lo segundo aparece en función de identificar a aquellos

19 Gaceta Oficial, Morelia, 14 de octubre de 1886. 20 Véase reglamento completo: AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección

instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 5, fs. 120-130.21 Ídem.

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que pudieran comprometerse al estudio continuo de un instrumento musical. Finalmente, un elemento importante del reglamento citado son los horarios, estableciéndose el que “...la academia de música se abrirá de la 1 a las 3 de la tarde pudiendo variarse la hora de acuerdo con el director para conciliar las demás ocupaciones de los alumnos”.22 De esta forma, las actividades musicales no interferirían con las demás clases, lo que resultaba útil para los aspirantes a músico.

El examen del reglamento nos permite observar que la característica de las clases de música es la dualidad de la enseñanza, es decir, la instrucción musical tanto teórica, que incluye la enseñanza del solfeo y conocimientos de armonía, ambas materias impartidas por el profesor en turno; y práctica, es decir, la enseñanza aplicada en la ejecución de algún instrumento, que en el caso de la escuela, fueron en su totalidad de aliento y percusión. De aliento: cuya característica principal radica en el aire como elemento básico para producir el sonido y percusión: instrumentos de golpe directo sobre un parche.

Es importante dejar en claro que el tipo de enseñanza musical pretendido respondía a una necesidad acorde al contexto del momento, es decir, una actividad tan noble y práctica como la música se presentaba como complemento ideal para los jóvenes que acudían a la escuela a aprender algún oficio, es así que un carpintero, un herrero o un hojalatero, que además ejercieran la música como actividad secundaria, habría de permitir una mejora de la calidad de vida al aplicar los conocimientos musicales en el plano laboral. La gran mayoría de los alumnos de la Escuela de Artes y Oficios asistieron en años posteriores a la clase de música, algunos aprendieron el arte musical con facilidad, y así mismo lo aplicaban, y otros, simplemente acudieron a la práctica artística a sabiendas de que sus dotes eran pobres en la actividad artística. El arte de Euterpe se dispuso entonces como actividad complementaria básica, de gran popularidad en la escuela, además, la designación de un horario flexible hizo que los alumnos asistieran a la escoleta sin descuidar sus tareas en los talleres.

22 Ídem.

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A dos años de su apertura asistían a la escuela cerca de cien alumnos, muchos de estos a la clase de música, dirigida por supuesto, por el genial maestro Encarnación Payén. Aquí se desprende otra característica de la instrucción musical. Al igual que con el Colegio de San Nicolás, las clases en la academia de música de la de artes eran opcionales, no tenían el carácter de obligatorias ni contaban con un horario riguroso, y aunque el reglamento establecía de 1 a 3 de la tarde para la escoleta musical, este podía variarse de acuerdo a las actividades de los alumnos en los talleres. Todo esto hacía fácil la asistencia a la clase de música, la cual tuvo como un atractivo importante, la dirección del capitán Payén, quien para entonces contaba con la fama de ser uno de los mejores directores de bandas militares de viento en el país;23 por aquellos años fue siempre muy concurrida y ningún alumno llegaba tarde o faltaba a sus deberes en sus respectivas actividades.24

La calidad en la enseñanza musical no está en duda debido al nivel de excelencia del Sr. Payén, más por si acaso, las páginas de la prensa de la época son prueba de ello ya que registran los eventos artísticos en que los jóvenes músicos de la de Artes participaron. Esto no es de extrañarse con lo riguroso, en esto sí, que eran las escoletas en cuanto al estudio de la música, ya que apenas los jóvenes cumplían tres meses de instrucción, el maestro los presentaba en público, lo que significaba una meta de excelencia que debían cumplir los educandos.

La Escuela de Artes y Oficios funcionó los primeros años de su creación sin contratiempos y su fama como institución de prestigio se refleja en la demanda de alumnos de nuevo ingreso. En este sentido, de los casi cien alumnos que se inscribieron en marzo de 1887, para enero de 1888 el número había aumentado a 138, incrementándose a poco

23 Sobre las bandas de música en México, vale la pena revisar el trabajo de Georgina Flores Mercado (coordinadora) Bandas de viento en México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2015.

24 Memoria de gobierno de 1887, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 46, 1887. Las inscripciones a la escuela se daban cada dos meses con lo que la posibilidad de ingreso era continuo.

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más de 150 para mediados de ese año, cifra que se mantendría casi hasta finalizar la década en cuestión.25

Un dato interesante es el hecho de que el presupuesto otorgado a la academia de música —recién creada—, era el mayor que el gobierno otorgaba a cualquier área de la escuela. A este respecto, a la clase de música se le asignó la cantidad de 2,571 pesos, al taller de carpintería 1,974 pesos, al de herrería 1,912, al de hojalatería 201, al de zapatería 445 y al de fotografía 353 pesos.26 Estas cantidades ejemplifican el apoyo que se daba a la educación musical en la de artes, no obstante, hay que tener cuidado con el manejo de estas cifras, ya que aunque representan mayores cantidades que en el resto de los talleres del plantel, es posible que la compra de instrumentos y demás herramientas, necesarias para la escoleta musical, hayan hecho que el apoyo económico fuera mayor, más aun, considerando que 1887 era apenas el segundo año de funcionamiento de la academia de música de la escuela, por lo que deben contar aquí las adquisiciones de insumos y demás materiales, necesarios para un buen inicio.

Al respecto de herramientas e instrumentos, el inventario oficial de la clase de música era el siguiente: 2 flautines rosa cinco llaves, 20 clarinetes, 2 cuartetos de saxofones, 6 pistones, 3 trompetas, 8 sax horns, 9 trombones, 4 barítonos, 7 bajos (4 en si b y 3 en mi b), 5 contrabajos, 3 flautas, una en cinco llaves y dos el do, 2 requintos, 4 bugles, 1 tambor, 2 pares de platillos, 1 caja de guerra, 1 triángulo, 4 panderetas, 4 pares de castañuelas, varias cajas de cañas para las maderas, papel pautado y diversos métodos musicales, entre los que se encontraban, el Arban, el Eslava y el Romero.27

25 Memoria de gobierno de 1889, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 25, 1889.

26 Memoria de gobierno de 1887, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 44, 1887.

27 Ídem. De los instrumentos referidos, para aclarar la función de algunos de ellos, principalmente de los menos conocidos, lo siguiente. Cuando se menciona el instrumento a pistón se refiere a aquél emparentado a la trompeta, de sonido y cuerpo físico similar; los sax horn, son instrumentos de tesitura musical media a los que se les llama coloquialmente armonías o charchetas, en las actuales bandas de música michoacanas; los requintos son instrumentos que ejecutan generalmente notas agudas; los bugles son trompetas de

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La Escuela de Artes y Oficios complementó sus estudios a partir de la inclusión de una clase de música. Esta actividad aparece como una manera

de incentivar al individuo a aprehender un conocimiento práctico a la par

del taller elegido, lo cual permitía una instrucción amplia y compleja, que

significaba además una opción laboral futura.El apoyo económico a la clase de música de la escuela, puede explicarse

también por la afluencia de alumnos, sobre todo si se observa que la cantidad de jóvenes inscritos en esta área de la enseñanza del plantel fue

siempre considerable. Para 1889 por ejemplo, asistían a la escoleta musical

70 practicantes,28 un año después la cifra llegó a casi los 150 educandos

29 y mientras que en 1890 y 1891, la cantidad de practicantes era de 70 en

promedio, para 1892, la matrícula ascendió a poco más del ciento.30

En 1889, se anexaron a los bienes de la clase de música algunas

herramientas y música impresa, entre las que figuran 14 atriles, 2 boleros, 7 danzas, 9 fantasías, 12 marchas y pasos dobles, 8 mazurcas, 6 polkas, 4

sonido pastoso y suave. En relación a la denominación maderas, nos referimos a los

instrumentos que son de madera —aquí se incluye el saxofón aunque sea de estructura

metálica— y que utilizan caña de carrizo en la boquilla para producir el sonido; y por

último, de los métodos referidos, el Eslava es uno de los más tradicionales y se utiliza en la

actualidad en las bandas de música michoacanas y en otros puntos del país; el Arban por

su parte, es hasta hoy uno de los mejores y más completos métodos para instrumentos

de boquilla circular , es decir, para instrumentos como trompeta, pistón, trombón y

sax horn, entre otros. Este método ha sido adoptado en la actualidad por las mejores

instituciones en el mundo, en México, se estudia en los Conservatorios de la Capital del

país y en el de Guadalajara para dar un ejemplo, además, es el método de cabecera de la

clase de trompeta de la Facultad Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana de

San Nicolás de Hidalgo, institución heredera de la calidad musical del histórico Colegio

de San Nicolás.

28 Memoria de gobierno de 1890, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número

18, 1890.

29 Memoria de gobierno de 1889, Morelia, Imprenta del Gobierno, 1889, pp. 77-

78. Cabe destacar que para 1889 sólo la academia de dibujo de la escuela superaba en

número a la de música. Mientras tanto, de entre los talleres más concurridos estaban el de

carpintería, herrería y zapatería, además de la clase de instrucción primaria. Ídem.

30 Memoria de gobierno de 1892, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número

38, 1892.

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schottisch y 4 valses.31 En este sentido, lo más probable es que ya para este año, los alumnos de música estaban lo suficientemente avanzados para poder ejecutar en conjunto, piezas musicales de cierto grado de dificultad, por lo que la adquisición de material a este respecto, es sinónimo del avance de los jóvenes euterpianos.

A principios de la década de 1890, 22 alumnos de la clase de música de la de artes terminaron sus estudios incorporándose de inmediato al plano laboral, prueba de esto se encuentra en las páginas de la Memoria de Gobierno de 1892, donde se afirma que muchos de los egresados de la escuela “...prestan ahora sus servicios en las bandas militares de esta ciudad [Morelia] y en algunas de la capital de la República”. De estos, 8 ingresaron a la famosa banda del 8º Regimiento, dirigida por Encarnación Payén, 12 pasaron a servir a la banda del 1er. Batallón de Michoacán, mejor conocida como la Banda del Estado de Michoacán, y los restantes, en distintas músicas del país.32

Ahora, si algo es signo de desarrollo de una escuela, es la calidad de sus egresados, calidad que les permite obtener buenos trabajos. Si bien, es cierto que 22 alumnos graduados en poco más de seis años (de fines de 1886 a mediados de 1892), no son muchos, lo cierto es que este número representa seguramente a los más destacados, lo que no significa que muchos otros no hayan encontrado acomodo dentro de algún grupo musical local o nacional. Además, la calidad de los alumnos de la academia de música de la Escuela de Artes y Oficios, no se puede discutir, ya que el nivel musical adquirido en la institución les permitió formar parte de una de las mejores bandas de música del país y del mundo en la década de 1890, la del 8º Regimiento.33

31 Memoria de gobierno de 1889, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 27, 1889.

32 Memoria de gobierno de 1892, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 38, 1892.

33 Esta banda llegó a presentarse con mucho éxito en varios lugares de los Estados Unidos y Europa, así como en los escenarios musicales más importantes de México; compitió con las mejores bandas de música del mundo en su tiempo logrando siempre lugares de honor, así lo señala la prensa de la época, la cual elogió siempre a la banda del 8vo. y a su director, el maestro Encarnación Payén. Véase un ejemplo en: La Libertad, Morelia, 10 de marzo de 1894.

La educación musical en Morelia 1869-1911

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La década de 1890 trajo para la escuela una transformación que se veía venir desde hace tiempo. El cambio comenzó con un nuevo nombre, además de la instalación de una disciplina militar formal, un carácter de correccional, la inclusión de alumnos pensionados y la creación del llamado Batallón Morelos y una banda de música de viento, que vino a complementar el cuadro de excelencia. La metamorfosis que envolvió la escuela fue a partir de 1894, antes de esto, la clase de música observó una asistencia de no menos de cien alumnos en los primeros años de la década de 1890, sobrepasando los 200 para 1893.34 Hasta aquí, la clase de música de la Escuela de Artes y Oficios fue la actividad más solícita y popular, en ocasiones sólo por debajo de la clase de dibujo y pintura.

Para 1894, la transformación anunciada se llevó a cabo, y bajo el nuevo nombre de Escuela Industrial Militar “Porfirio Díaz”, la institución continuó su labor educativa, abasteciendo a los jóvenes morelianos de conocimientos y valores fundamentales para su futuro inmediato.

Gráfica I

34 Memoria de gobierno de 1894, Morelia, Imprenta del Gobierno, anexos, número 57, 1894.

la cantera MusIcal de MorelIa

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Nota: el total relativo de los alumnos que asistieron a la Escuela de Artes fue de 1,647 de los años referidos en la gráfica, de estos, 1199 asistieron a la academia de música de la escuela, que representan el promedio general señalado en la imagen. Fuente: Memorias de Gobierno.

En honor a Porfirio Díaz

Ya en noviembre de 1892 se tenía la intención de consolidar el carácter de correccional a la Escuela de Artes y Oficios, con objeto de que con esto se podría corregir de una manera más estricta a los alumnos, además de prever la delincuencia en los individuos desde niños, ofreciéndoles al mismo tiempo el aprendizaje de un arte u oficio que les incluyera en el proceso de producción. Se trató en todo caso, de un cambio importante que habría de darle un impulso fundamental a la institución hacía su consolidación educativa, como referente del apoyo del Estado en el ramo. Así, el 14 de diciembre del 1892 se promulgó el decreto que transformó la Escuela de Artes y Oficios por la Escuela Industrial “Porfirio Díaz”.35

En esencia, se ajustó el programa educativo para dirigirlo en exclusiva a los jóvenes y su preparación de carácter militar, ampliándose la oferta

35 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela de Artes y Oficios, c. 8, exp. 5, fs. 134-136. Amador Coromina, Recopilación de leyes..., tomo XXXII, pp. 16-17.

La educación musical en Morelia 1869-1911

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a estudiantes del interior de la entidad. En cuanto al arte de Euterpe, “...se mejoró la clase de música con la compra de instrumentos de la mejor calidad para la banda militar y orquesta, muchos de los cuales aún no se ponen en uso en espera de mayor número de alumnos”,36 además se siguió con la política académica anterior, en el sentido de que habría de permitirse que mediante horarios flexibles, los alumnos acudiera a las clases de música una vez que hubieran atendido de manera correcta las demás actividades. Todo esto ejemplifica la importancia de la instrucción musical, sobre todo por el hecho de que con esta actividad, los alumnos podrían “...aprovechar el tiempo que de otra manera sería perdido y dando al estudio algún atractivo, se realiza en cierto modo el propósito de ampliar la actividad del educando a mayor campo de acción. Por eso se dedica a los jóvenes cualquiera que sea el taller a que asistan, al estudio de la música que a la vez que entretiene su ánimo en ejercicios de lícita recreación, les ofrece un nuevo medio de futuro sostenimiento”.37

Inherente al cambio de nombre se creó un nuevo reglamento, el cual no difiere en mucho del anterior. Lo más característico en éste es el carácter militar que se le dio a la escuela y la creación en este sentido, del llamado Batallón Morelos, que tanto luciría en los desfiles cívicos de la ciudad de Morelia y el cual estaría formado por dos compañías, la primera, compuesta por 33 individuos y la segunda por 23, con un total de 56 elementos de tropa.38

36 Memoria de gobierno de 1892-1894, Morelia, Imprenta del Gobierno, pp. 128-143. El señalamiento de “banda militar y orquesta” puede confundir al lector. Al decir “banda militar”, la cita se refiere a la banda de guerra; mientras tanto, al señalar “orquesta”, se remite a la banda de música de viento. Afirmamos esto porque no fue sino hasta el año de 1901 que se formó, en toda la extensión de la palabra, una orquesta al interior de la academia de música de la escuela. Esta orquesta sería dirigida por el Sr. Román Guerrero y compuesta por 60 instrumentos. La Libertad, Morelia, 26 de julio de 1901. La diferencia entre banda de música y orquesta son el tipo de instrumentos que cada una contiene. La banda de música se compone solamente de alientos y percusiones, mientras que la orquesta incluye, además de alientos, instrumentos de cuerda como violines, chelos y contrabajos, entre otros.

37 Memoria de gobierno de, Morelia, Imprenta del Gobierno, 1896, pp. 206-222.38 Véase reglamento completo en: Amador Coromina, Recopilación de leyes..., tomo

XXXIII, pp. 3-44. AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela Militar Industrial “Porfirio Díaz”, c. 11, exp. 3, fs. 4-7.

la cantera MusIcal de MorelIa

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El reglamento establecía la división de la instrucción primaria en

dos: la elemental y la superior, en ambas, el estudio de la música era

materia obligada. Quedaron reafirmados también los talleres anteriores al cambio: carpintería, hojalatería, encuadernación, herrería, fotografía,

dibujo y música por supuesto, y se anexaron los de zapatería, fundición,

carrocería, litografía y tipografía. Los requisitos de admisión eran simples

y posibilitaban el ingreso sin problema en la mayoría de los casos. La edad

de ingreso se estableció de 8 a 10 años de edad, que luego se amplió de los

10 a los 14; se requería también buena salud y aptitudes por parte de los

aspirantes a nuevo ingreso, y mantuvo la política de dividir los alumnos en

dos grupos, los corrigendos por un lado, y los pensionados por el otro. La

diferencia entre estos es que los primeros estaban recluidos en la escuela

por algún delito, y los segundos se inscribían en la matrícula por petición

de padres o tutores.39 Ambos grupos, aunque con diferencias cualitativas,

se unían en la escoleta musical, espacio donde el contraste de condición

tutelar se borraba al compás de la batuta y el compás. El nuevo reglamento

favoreció la educación musical en toda la extensión de la palabra, y entre

otras cosas, hizo obligatorio su estudio a nivel elemental y estableció la

designación de dos profesores para el área de música, uno para la banda

y otro para la orquesta. El director y profesor titular de la clase de música

fue, a partir del año de 1894, el músico Estanislao Romero, el cual contó a

partir de 1895-1895 con un ayudante para la orquesta, el cual se encargaría

de la clase de violín.40

39 Amador Coromina, Recopilación de leyes..., pp. 3-44.

40 Ídem. La inclusión de un profesor para orquesta, cuya responsabilidad incluía la

clase de violín, nos remite a la afirmación de que se tenía la intención, como finalmente sucedió años después, de crear una orquesta a la par de la banda de música de viento.

Los ayudantes que figuraron durante la segunda mitad de la década de 1890 y principios de la de 1900 fueron Juan B. Fuentes y Román Guerrero. Estanislao Romero fue un

renombrado músico nacido en Pátzcuaro el 13 de noviembre de 1864. Las primeras

lecciones de música las recibió por parte del flautista Jesús Martínez, que le enseño algunos secretos de la música. A partir de la venida a Morelia de Encarnación Payén,

Estanislao Romero se unió a su trinchera artística, y con él logró formarse por completo

en el arte de la música, viajando con el Sr. Payén por los Estados Unidos y España. A su

regreso a Morelia, se encargó al ya profesor Romero la dirección de la Banda del Estado,

La educación musical en Morelia 1869-1911

111

La posibilidad de estudiar en la escuela industrial —aunque en la prensa se le siguió llamando Escuela de Artes y Oficios—, se ampliaba con el hecho de que los alumnos podían ingresar a ella en calidad de pensionados, ya fuera por el gobierno o por particulares. Para esto, la cuota de doce pesos mensuales que se cobraba hacía años, se disminuyó a ocho, además, se mandó una circular a todos los ayuntamientos del estado, para que al igual que en la Academia de Niñas, según veremos, se seleccionara un alumno para hacer sus estudios en la escuela.41 Esto permitió la ampliación de la instrucción técnica a mayor número de jóvenes, ahora no sólo de la capital, Morelia, sino del interior del estado, no obstante el apoyo al proyecto, la capacidad de la escuela era limitada y sólo algunos privilegiados tuvieron la escuela de artes.

Acudiendo a la convocatoria del Ejecutivo estatal, para el año de 1894 y 1895, varios municipios mandaron a un joven a hacer estudios en la escuela. Entre estos: Pátzcuaro, Santa Clara, Zacapu, Taretan, Uruapan, Tingambato, Nahuatzen, Cherán, Paracho, Charapan, Los Reyes Salgado, Periban, Tancítaro, Maravatío, Tlalpujahua, Ario de Rosales, La Huacana, Nuevo Urecho; Jiquilpan, Sahuayo, Tinguindín, Guarachita, La piedad, Numarán, Penjamillo, Zináparo y Ecuandureo, Puruándiro, Huango, Huaniqueo, Coeneo, Panindícuaro y Angamacutiro.42 La intención del gobierno era hacer extensiva la instrucción pública a una mayor cantidad de michoacanos posibles, no obstante, lo limitante de los espacios disponibles era real y bien sabido por las autoridades, es por esto que se afirmaba que aunque pocos, los afortunados podrían prepararse bien en las artes y los oficios, para luego volver a su lugar de origen a “...a propagar los conocimientos adquiridos”.43

y tuvo el cargo también, la de la escuela industrial. Murió el 8 de junio de 1908. Entre sus composiciones figuran valses, oberturas, marchas, piezas de carácter histórico (aires nacionales y fantasías), polkas, mazurcas y danzas. Mariano de Jesús torres, Diccionario Histórico..., tomo III, pp.189-190.

41 Ídem. Esto de acordó mediante la circular número 9 de 23 de septiembre de 1894. Amador Coromina, Recopilación de leyes..., tomo XXXIII, pp. 45-46.

42 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela Militar Industrial “Porfirio Díaz”, c. 11, exp. 2, fs. 2-123.

43 Ibíd., f. 2.

la cantera MusIcal de MorelIa

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La escuela caminó bien partir del nuevo orden administrativo. El 20 de mayo de 1896 se realizó una reforma al reglamento, la cual no cambió en nada las funciones de la academia de música, aunque sí se estableció un control más rígido de los alumnos, en el sentido de que el profesor de música estaba obligado a dar noticia por escrito de los adelantos y atrasos de cada alumno. En general, la reforma de 1896 tuvo como objetivo hacer ajustes necesarios sobre todo, en lo referente a la disciplina y el control de los alumnos. Un año después, en 1897, la academia de música se vio favorecida nuevamente con la compra de 17 instrumentos para la banda y orquesta, estos fueron especialmente traídos desde Alemania y su costo ascendió a la muy considerable suma de 2,261 pesos con 80 centavos, cantidad que muestra una vez más el gran apoyo que se daba a la clase de música.44

Caducando el siglo XIX, se reafirmó el fin de la escuela como creadora de valores, además de su labor como instituidor del conocimiento manual y artístico aunado a una estricta disciplina militar. En este contexto se inserta la música como “...medio para adquirir recursos pecuniarios”, aparte, se afirma que la actividad musical ponía a los jóvenes en “...buenas condiciones para hacer de ellos hombres útiles y honrados ciudadanos”.45

Esto aparece en documentos oficiales como corolario del ideal de la escuela para con su labor educativa en vísperas de un nuevo siglo, en el cual se presentaban síntomas serios de una creciente oposición que comenzaba en las aulas de instituciones como el Colegio de San Nicolás. En este contexto, era necesario e importante reafirmar que la intención del gobierno para con el pueblo era el apoyo a las clases bajas de la sociedad, mediante el acceso a la educación, sin embargo, las críticas, aunque reprimidas, fueron constantes, en especial por parte de nuevos actores que pugnaban por un lugar en la administración pública. Mientras tanto,

44 Memoria de gobierno de 1900…, pp. 150-159. Se sabe que en México habían casas de comercio que se encargaban de importar instrumentos musicales para las músicas mexicanas. Rafael Antonio Ruiz Torres, Historia de las bandas militares de Música en México: 1767-1920, México, Tesis de posgrado, Universidad Autónoma Metropolitana, 2002, p. 181.

45 Memoria de gobierno de 1900…, pp. 150-159.

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la escuela industrial siguió su marcha de producción de novo-técnicos, que luego figuraban en los empleos estatales. A este respecto, algunos egresados de la academia de música que se graduaron entre 1900 y 1903, —se mencionan a seis individuos de entre algunos más—, se insertaron en el plano laboral a formar parte de las fuerzas del estado, en la banda de música del Primer Batallón de Infantería.46 Para estos años se amplió el salón de música de la escuela, anexándole una parte de la cárcel de mujeres, con esto, los alumnos de música tenían más espacio disponible para sus actividades.47

Hasta aquí, la actividad de la educación musical al interior de la escuela es constante y los resultados concretos de la calidad de la instrucción se comprueban al examinar el devenir de su banda de música, la cual fue creada partir de la transformación de 1894. Esta banda formó parte del Batallón Morelos, que figuró en los principales eventos artísticos llevados a cabo en Morelia en años posteriores. Para 1894, fue su director el maestro Estanislao Romero y dos años después, la responsabilidad directiva de la banda recayó en la figura del músico y compositor Eustorgio Peñaloza, ambos fueron a su vez, en años diferentes por supuesto, directores de la banda de música del primer batallón del Estado.48

Ya con el encargo de la música, el maestro Peñaloza dirigió a sus alumnos el 1º de enero del año de 1896, a una presentación en el paseo de Santa María. La audición, en la que se ejecutaron piezas de compositores locales, fue muy aplaudida por el público asistente, y a decir de la prensa de la época, se mostraron adelantos sorprendentes. Ese mismo año, en

46 Al respecto de las bandas de música en Morelia, véase mi trabajo: Alejandro Mercado Villalobos, “Las bandas de música en Morelia, un acercamiento a la música de las mayorías, 1882-1911”, en: Georgina Flores Mercado (coordinadora), Bandas de viento en México…, pp. 71- 108.

47 La ampliación del espacio de escoleta era parte de las mejoras hechas al área de música que venían llevándose a cabo con anterioridad en el edificio que albergaba a la escuela, ya tiempo atrás se había dotado a la clase de música un entarimado necesario para la escoleta de todos los días. Memoria de gobierno de 1900-1904…, pp. 96-100.

48 La Libertad, Morelia, 30 de Junio de 1894. La Libertad, Morelia, 18 de agosto de 1896.

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diciembre, con motivo de los festejos por la reelección de Porfirio Díaz, la banda del batallón Morelos participó en tres ocasiones, el jueves 3, el domingo 6 y el sábado 12, en el kiosco de la plaza principal, conocida como de los Mártires. La intervención de la banda fue en conjunto con la del estado, la cual se convertía para este tiempo, en la rival a vencer en términos artísticos para los jóvenes de la academia de música de la escuela industrial.49 De hecho, a finales de siglo, se decía que la banda de la escuela industrial superaba a la del estado, cosa que dista mucho de la idea de que la educación musical en la escuela fuera superficial, como afirmaban algunos periodistas de la época siguiendo la idea de que la música era un área complementaria.

En las fiestas de septiembre de 1898 se organizó una audición, la cual fue calificada de “grandiosa” por la prensa de la época. Para este evento, se reunieron tres bandas de música: la del 6to. Regimiento, la del primer batallón de las fuerzas del Estado y la citada banda de la antigua escuela de artes. La actuación tuvo lugar en la Plaza de los Mártires bajo la batuta general del profesor Juan B. Fuentes. El programa fue variado e interesante, el cual puede darnos idea del nivel musical de los jóvenes músicos de la escuela industrial, o al menos, ubicar los avances que los jóvenes filarmónicos habían alcanzado, que por el hecho de haber sido invitados a participar al lado de las mejores bandas que existía en el estado en ese momento, ejemplifica la calidad musical que para entonces habían alcanzado.

El primer número corrió a cargo de la banda del 6to. Regimiento, la cual interpretó, bajo la batuta de su director, el teniente Daniel Camarena, la marcha “Porfirio Díaz”; en seguida, el profesor Eustorgio Peñalosa, con mano firme y seguido por los músicos de la banda de música del batallón Morelos, dirigió “Silvia”, para luego dar lugar a Estanislao Romero y la banda del estado, que deleitaron al pueblo con las fantasías “Enrique VIII” y “Fausto”, a continuación, el Sr. Profesor Juan B. Fuentes, al mando de las tres bandas, dirigió el tercer acto de una obra de Puccini titulada “La Bohemia”. El evento culminó con un nutrido aplauso del público, el cual

49 La Libertad, Morelia, 1 de diciembre de 1896.

La educación musical en Morelia 1869-1911

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reconoció la calidad de los músicos morelianos. Por la noche, las tres bandas acudieron nuevamente y en el mismo lugar, para gozo del pueblo moreliano, y tocaron en conjunto; a decir de las crónicas periodísticas aquello fue una verdadera gala musical. 50

Está bien registrado sobre todo en las notas periodísticas de la segunda mitad del siglo XIX, continuos elogios a la banda de música de la escuela industrial. Es cierto que la mayoría de los periódicos de la época, como La Libertad o el Periódico Oficial, entre otros, eran oficiales y en sus páginas se intentaba favorecer al gobierno, elogiando los logros de la administración y por supuesto a las instituciones que este sostenía, no obstante, es evidente que establecimientos como la Escuela Industrial “Porfirio Díaz” funcionaban muy bien, por lo que la participación de sus egresados en eventos culturales citadinos, eran muestra de los conocimientos adquiridos en la escoleta musical del plantel.

En consecuencia, ésta activa participación de los jóvenes músicos de la antigua Escuela de Artes y oficios en eventos artísticos de sobrada importancia, nos permite afirmar que la enseñanza musical cultivada respondía a los requerimientos del contexto del momento, y aunque la instrucción no sobrepasaba el nivel técnico-práctico, es decir, el nivel de mero músico ejecutante, sin llegar al plano de la composición,51 la enseñanza musical era la suficiente como para que a los músicos egresados de la industrial se les viera luego en las principales bandas del país, de hecho, en Morelia, la banda del 8º Regimiento, una de las mejores de México, tuvo en sus filas desde mediados de la década de 1890, a varios músicos salidos de la trinchera artística de su academia.

En 1901, como ejemplo del desarrollo de la clase de música de la escuela se formó una orquesta, la cual funcionaria a la par que la banda de música, sin menoscabo de la calidad de esta última. La orquesta

50 La Libertad, Morelia, 20 de Septiembre de 1898.51 En este sentido hemos encontrado algunas piezas musicales compuestas por

alumnos de la escuela industrial, lo que nos remite a una necesaria clase de armonía y composición. Esto alude a un esfuerzo por parte del profesor de música para enseñar los secretos de la composición musical a aquellos alumnos cuyo interés en la música iba más allá de la mera ejecución. Archivo Particular, Gerardo Sánchez Díaz.

la cantera MusIcal de MorelIa

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desde un inicio fue programada para ser grande, ya que se formó con 60 instrumentos, número bastante mayor que los requerimientos de un grupo musical de este tipo. Esta orquesta no estuvo dirigida por el maestro Peñaloza sino por un profesor de nombre Román Guerrero. No obstante, Eustorgio Peñaloza seguía al frente de la banda del batallón Morelos, es más, a mediados del año de 1901, el Sr. Peñaloza se encontraba preparando un método de solfeo, con objeto de simplificar el aprendizaje para los novatos en el arte de Euterpe, un aporte digno de su investidura musical. 52

La cotidiana actividad de la banda de música y orquesta permitieron al pueblo de Morelia darse cuenta del desarrollo de la institución, prueba de ello es que en las páginas de la prensa de la época se menciona que la escoleta musical de la escuela industrial, se había convertido en “...una magnifica academia de música en la que teórica y prácticamente se enseña harmonía [sic], composición, orquestación y todo lo que puede hacer de un discípulo con disposiciones, un verdadero genio. La banda del propio plantel está formada por filarmónicos que han aprendido allí mismo y dotado de instrumentos modernos que permiten interpretar las partituras más difíciles, hace la delicia de Morelia en las adiciones de la plaza de los mártires o del bosque de San Pedro”.53

La cita remite a dos cosas. Una es la participación activa de los jóvenes a los eventos culturales urbanos, otra, la inclusión en el terreno de la armonía y la composición, no obstante, lo cierto es que la clase de música se centraba en la ejecución del instrumento, no obstante, el maestro Peñaloza era un compositor consumado, y estaba dispuesto siempre a enseñar los secretos de la armonía a aquellos alumnos cuyos dotes musicales así lo permitieran. De cualquier manera, se hacía más énfasis en la ejecución que a la enseñanza de teoría musical, y no obstante lo limitado que esto parece, el nivel de las clases de música no se discute, ya que los programas de los eventos donde participaba la banda y la orquesta de la escuela industrial, no deja lugar a dudas, ya que generalmente, se ponían piezas de compositores europeos —y algunos locales— de dificultad considerable.

52 La Libertad, Morelia, 26 de abril de 1901.53 La Libertad, Morelia, 31 de mayo de 1901.

La educación musical en Morelia 1869-1911

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El principio de siglo fue de alegrías y sinsabores para la clase de música, la cual se mantuvo, en promedio, arriba del ciento en cantidad de alumnos. En 1901 se reformó el reglamento, a partir de lo cual se restringió el acceso a la clase de música a los alumnos que no tuvieran tres años de haber ingresado al plantel, esto, se decía, era porque muchos jóvenes dedicaban más tiempo a la música que a las demás actividades, desatendiendo de manera importante las labores de taller.54 Esto confirma la demanda y convocatoria que la clase de música tenía para con los alumnos, y es que la actividad musical es tan práctica, que en pocos meses el músico podía incorporarse al trabajo, cosa que presentaba un atractivo especial a los jóvenes.

A inicios del año de 1902, la fama de excelencia de la escuela industrial fue mayúscula en todo el Estado de Michoacán, para enero de ese año, la gran cantidad de solicitudes de ingreso no dejan la menor duda de que los padres de familia estaban convencidos de que sus hijos iban a encontrar el mejor camino en las aulas de la institución, así mismo, la academia de música hacía completo el escenario de excelencia de la escuela. En este contexto, constantemente se hacían mejoras al establecimiento, con objeto de mantener el buen funcionamiento de las instalaciones, además de facilitar el aprendizaje de los alumnos.

A partir de la creación de la orquesta el protagonismo musical cambió un poco, en el sentido de que, al menos durante la primera mitad de la década de 1900, la banda de música del Batallón Morelos perdió lugar en las noticias culturales de las páginas periodísticas de la época, sin que por supuesto desapareciera de los escenarios musicales citadinos.

La orquesta en cuestión se componía de cuatro secciones, de entre las cuales destacan varios jóvenes músicos, que aparecen continuamente en la Gacetilla cultural de los periódicos de la época. Entre estos, figuran Jesús Mendoza, Samuel Pineda, Rafael Cortés, de la orquesta; y Enrique Villaseñor, Jesús Solórzano, Buenaventura Zárate, Arturo Sánchez, Samuel Pineda, Jesús Mendoza e Ignacio Villegas, de la banda de música.55 En el

54 AGHPEM, fondo secretaría de gobierno, sección instrucción, serie Escuela Militar Industrial “Porfirio Díaz”, c. 11, exp. 2, f. 147.

55 La Libertad, Morelia, 24 de enero de 1902. Algunos jóvenes músicos aparecen actuando tanto en la orquesta como en la banda.

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sentido propiamente dicho de la actividad musical, es probable que existiera alguna rivalidad entre los dos grupos musicales, que les llevara a disputarse los espacios de actuación musical, lo cierto es que para las autoridades de la escuela, la demanda de los jóvenes por la música les llevaba a dotar a la academia del arte de Euterpe de las herramientas necesarias para su estudio; en 1903, se apoyó a la clase de música de un entarimado para la escoleta musical, seguramente con objeto de ensayar los programas musicales que aplicaban la banda y orquesta en sus presentaciones.56

En general, la escuela fue creciendo año con año, aumentando sus talleres de vez en cuando. Para 1904, se contaba con los nuevos espacios para la enseñanza del fotograbado, fundición y el vaciado de yeso, los cuales junto a los ya establecidos, hacían más atractiva la escuela para los jóvenes michoacanos. En el área de música, este mismo año se reafirmó a la clase de Euterpe como un espacio de formación excelente, que permitía al alumno la inmersión al plano laboral de manera pronta, así pues, se dijo que no era “...raro encontrar en las bandas y orquestas de la ciudad, en el ejército, en las tipografías y donde quiera, trabajadores salidos de la escuela Porfirio Díaz que ahora están ganando los medios de subsistir honradamente”.57 Este señalamiento refuerza lo dicho en páginas anteriores, al respecto de que la escuela marchaba como ejemplo de buen funcionamiento del gobierno en turno; era la institución, en este sentido, la carta de presentación con la que el gobernador presumía su obra educativa.

A partir de la creación de la orquesta la plantilla de profesores del área de música aumentó. En los primeros años de la década de 1890, para la clase de música figuraba un solitario profesor encargado de la enseñanza en general del arte de Euterpe, a partir del año de 1895, se contó con un ayudante, esto a partir de la conversión de la escuela a industrial militar. El sueldo del profesor de música, para 1893, era de 1 peso 50 centavos

56 Memoria de Gobierno de 1900-1904…, pp. 96-98. Para 1903, la banda de música seguía bajo la dirección de Eustorgio Peñaloza, y la orquesta se subordinaba a la batuta de Juan B. Fuentes. La Libertad, Morelia, 13 de noviembre de 1903.

57 La Libertad, Morelia, 1 de enero de 1904.

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por día, este salario no cambió sino hasta 1898, que el mismo aumentó a 1.65. Mientras tanto, el ayudante de música tenía un sueldo de 50 centavos diarios. Para 1902, la plantilla de maestros del área de música aumentó en uno más, ahora se contaba con el tradicional profesor de música, un profesor de orquesta y un ayudante de música. El primero tenía un sueldo de 1 peso con 75 centavos diarios y se encargaba de la banda de música, el segundo por su parte, ganaba 2.60 y se encargaba de la clase de cuerdas; y el tercero los ya señalados 50 centavos y tenía la obligación de ayudar de manera general en la atención a la enseñanza musical de los alumnos. Estos salarios serían los mismos, prácticamente durante el resto del periodo porfirista, no obstante, el sueldo del ayudante aumento paulatinamente, de 50 centavos, cantidad registrada desde 1893, a 1 peso con 30 centavos para los años de 1909 y 1910.58

Esto ejemplifica la partida que se destinaba al personal docente de la escuela, no obstante, los datos nos remiten a conclusiones importantes sólo mediante la comparación, en este caso, de profesores de otras instituciones. A estas alturas de la investigación, resulta lógico el análisis de la clase de música de la escuela de artes con su similar del Colegio de San Nicolás. A este respecto, en la primera partida de egresos que aparece desglosada en la Recopilación de leyes..., formada por Amador Coromina, para 1888, al profesor de música de la Escuela de Artes, se le asignó un sueldo anual de 720 pesos, mientras que a su homólogo del Colegio de San Nicolás, el sueldo ascendía a 800 pesos anuales, con la diferencia que este último debía pagar con su salario, a un ayudante —que generalmente ganaba entre 180 a 200 pesos anuales—.

Para 1894, con el cambió de nombre de la escuela de artes por industrial militar, el sueldo del profesor de música bajo a los 547 pesos 50 centavos por año, mientras que el del Colegio de San Nicolás se mantuvo en poco más de 600, con un ayudante que ganaba la cantidad de 200 pesos con 75 centavos. Un año después, se anexó a la clase de música

58 Véase al respecto de los salarios de profesores: Recopilación de leyes, de Amador Coromina, Recopilación de Leyes…, tomos XXXII al XL, específicamente en la parte que respecta a los egresos de la administración pública.

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de la de artes el ya mencionado ayudante, el cual con un sueldo de 146

pesos anuales, tenía la obligación de atender a los alumnos en el ramo de

orquesta; por su parte, al director de la academia se destinaron 306 pesos

con 60 centavos por año, sueldo muy disminuido de los 720 que se daban

en 1888; por otro lado, el profesor de música del colegio seguía igual que

antes, con 602 pesos 25 centavos anuales, y el ayudante con 200 pesos 75

centavos.

Para el periodo de 1898-1899, los sueldos se homologaron, y

los profesores de música de la escuela de artes y del Colegio de San

Nicolás ganaron a partir de ese entonces, 602 pesos 25 centavos por

año, además de contar ambas academias con un ayudante, que para la

escuela industrial se destinaba para la orquesta, y en la casa de Hidalgo,

para el violín.59

Los datos nos refieren a una diferencia de salario entre profesores de las dos instituciones analizadas, y a una paga comparativamente mayor para

el profesor de música de la escuela de artes que su similar del Colegio de

San Nicolás, lo que puede entenderse como un compromiso más profundo,

por parte de las autoridades estatales, para con la academia de música y

en general, para la escuela industrial. En este sentido, el presupuesto de

egresos que el gobierno estatal destinó durante los años que abarca nuestra

investigación, le otorga mayores recursos económicos a la escuela de artes

que a cualquier otra institución en el Estado, incluyendo al Colegio le San

Nicolás y a la Academia de Niñas.

Para ejemplificar esto acudimos nuevamente a los presupuestos de egresos, ahora de manera general: para el periodo de 1888-1889, se destinó

para la escuela de artes el monto de 14 mil 869 pesos, cantidad que creció

poco los siguientes años. Para el periodo de 1893-1894, el aumento en la

partida de egresos para la escuela fue de casi 50%, es decir, se destinaron

59 Los ayudantes en promedio, ganaban entre 180 y 240 pesos por año. Amador

Coromina, Recopilación de leyes..., tomos XXIX al XXXVI, en la parte destinada a egresos,

esto para los años de 1888 a 1903. De aquí en adelante, los datos están contenidos en la

Recopilación de Leyes..., formada en el Archivo General..., tomos XXXVII al XL, de igual

forma, en la parte destinada a egresos.

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31 mil 423 pesos. Esto es en consecuencia al cambió institucional que sufrió la escuela, lo que le dotó de mucho más talleres y personal docente. La cifra de los 30 mil pesos se mantendría con algunas variantes, hasta finalizar el periodo de estudio, no obstante, de 1896 a 1900, la partida de egresos para la escuela industrial ascendió a más de 40 mil pesos anuales, para volver a ubicarse a partir del periodo de 1901-1902, y hasta 1910, en el promedio de los 30 mil por año.60

Estas cifras ejemplifican el desarrollo y devenir de la escuela, los datos continuos y en clara evolución son el mejor ejemplo del apoyo del Ejecutivo para con la educación técnica, y en comparación con el Colegio de San Nicolás61 y otras instituciones educativas, el soporte económico fue mayor para la escuela industrial, que por sí sola abarcaba gran parte de la partida de egresos destinada a la educación en el estado.

Gráfica II. Comparativa del presupuesto destinado al Colegio de San Nicolás y la Escuela de Artes ( I )

Fuente: Amador Coromina, Recopilación de Leyes…, varios tomos.

60 Ídem.61 El presupuesto del Colegio de San Nicolás nunca ascendió arriba de los 25 mil

pesos anuales, de hecho, a partir de la separación de algunas carreras, como sucedió con Jurisprudencia y medicina durante el gobierno mercadista, el egreso destinado al colegio se ubicó entre los 15 mil y los 18 mil pesos por año. Ídem.

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Gráfica III. Comparativa del presupuesto destinado al Colegio de San Nicolás y la Escuela de Artes ( II )

Nota: es notable observar a finales de la década de 1890, la disminución del presupuesto de egresos destinado al Colegio de San Nicolás, esto es porque durante el periodo de gobierno de Aristeo Mercado, se separó las escuelas de Jurisprudencia y Medicina, esto repercutió también en la cantidad general de alumnos inscritos al Colegio.Fuente: Amador Coromina, Recopilación de Leyes…, varios tomos.

En el sentido de la asistencia, la matrícula general de alumnos de la escuela de artes pocas veces superó la cantidad de 200 educandos, y la del Colegio de San Nicolás por su parte, rebasaba siempre los 400; a todo esto, la academia de música de la escuela industrial mantuvo una asistencia constante de entre 50 a 90% de la matrícula general; mientras que la asistencia a la clase de música de la casa de Hidalgo, en relación a la matrícula general, no supero el 25% en promedio. El examen de todo esto nos permite afirmar que la música se estudiaba en la escuela de artes con fines más prácticos y de opción laboral que de ornato y pasatiempo. Además, el constante apoyo a los músicos de la escuela, representado, como ya hemos señalado en páginas anteriores, en materiales e instrumentos, no nos deja lugar a dudas de que el Ejecutivo estaba convencido de que la música era una actividad indispensable en la preparación de los jóvenes, por esto los apoyos y elogios se sucedían en los medios de comunicación oficiales de la entidad.

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Durante la segunda mitad de la década de 1910, la academia de música de la escuela continuó dando de qué hablar en términos sociales por su labor como formadora de músicos. Al respecto, no existe algún evento público —ceremonia cívica, entregas de premios, audiciones, etcétera—, donde los músicos de la escuela industrial no estuvieran presentes. Estos, al igual que sus análogos de la academia de música del Colegio de San Nicolás, se encargaban de amenizar las fiestas morelianas, y a la vez, legitimar el apoyo que por parte del gobierno recibían para sus respectivas instituciones. En 1906, en las festividades del 5 de mayo, la banda del batallón Morelos tuvo una participación especial. Era común que en este tipo de eventos el programa abarcara distintas actividades, en las cuales se ubicaban los grupos musicales que había en la ciudad. Lo más frecuente era que la banda de música de las fuerzas del Estado se ubicara en los principales escenarios durante los festejos, no obstante, para este año, la banda de música de la escuela de artes figura como el grupo principal en el festejo cívico. La Plaza de los Mártires, la más importante de la ciudad, fue el espacio donde la banda hizo muestra del dominio del arte de Euterpe.62

En los últimos años de la escuela industrial, como institución porfirista, hubo algunos cambios en el personal docente que mantenía funcionando la clase de música, en este sentido, para 1906, aparece un presupuesto para la clase de música que superó los 1500 pesos anuales, repartidos entre el profesor de música (985 pesos 50 centavos ), el ayudante de música y orquesta (657 pesos ), y una partida de 480 pesos por año para “gastos menores”, doce meses después, y hasta el término del periodo de estudio, la partida se mantendría en poco más de los 1500 pesos anuales, con la disminución del profesor de música a 912 pesos 50 centavos, el ayudante 474 pesos 50 centavos, y la partida para gastos menores con 240 por año. A la llegada del aniversario número cien de la independencia nacional, la Escuela Industrial Militar “Porfirio Díaz” funcionaba en el mismo edificio que la vio nacer, el inmueble que había albergado a la Compañía de Jesús durante la época colonial. Los talleres, las academias de dibujo y pintura y

62 Periódico Oficial, Morelia, 3 de mayo de 1906.

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las demás actividades productivas que allí se realizaban vieron el comienzo de la Revolución Mexicana. La escuela industrial por su parte, siguió funcionando más allá del periodo porfirista, con otro nombre pero con los mismos preceptos hasta su clausura en la década de 1960.

En suma, la Escuela de Artes y Oficios fue un ejemplo de buen funcionamiento. Su creación respondió a la necesidad de formar técnicos especializados que ayudaran en el aumento de la producción a nivel nacional, además de fomentar en el individuo el autoempleo bajo un régimen de estricta disciplina. El 7 de octubre de 1886, se instituyó la educación musical en la escuela con un objetivo claro, dar una segunda opción de preparación académica a los alumnos del plantel, una educación artística basada en los principios básicos de la ejecución musical, una instrucción dirigida a formar filarmónicos instrumentistas con especialidades en alientos, cuerdas y percusiones, con el ideal de una preparación en cuya base descansarían los valores del trabajo y la disciplina. La afluencia de estudiantes a la academia de música de la escuela fue siempre considerable en función a la matrícula general, en este sentido, el promedió de asistencia fue de 80%, lo que representa la mayoría del alumnado en franco interés por la música.

En este sentido, varios egresados de la trinchera musical de la escuela se incorporaron a asociaciones musicales de la entidad y del país, y aunque su actuación fue discreta, por actuar estos en grupo y no en calidad de solistas, como sucedía con los músicos del Colegio de San Nicolás, el actuar de los músicos de artes está en la prensa de la época como testimonio de que la música se aprendía, y bien, en sus aulas. Y aunque la educación musical al interior de la escuela era importante y de buen nivel, la instrucción no pasaba de ser teórico práctica, sin un programa de estudios que permitiera profesionalizar la enseñanza musical, lo que convertía a los músicos en meros ejecutantes, no obstante, algunos alumnos, pocos en verdad, lograron composiciones musicales propias, lo cual nos remite a un interés por educarse un paso más allá de la instrucción impartida en la escuela. A este respecto, lo más probable es que fuera el mismo profesor de música de la escuela el que ofreció la orientación educativa a estos alumnos para lograr su avance más allá de los límites institucionales.

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Al final, la Escuela de Artes y Oficios de Morelia cumplió su objetivo, formó maestros herreros, carpinteros, zapateros, fotógrafos, impresores, etc., y además de esto, les dotó otro oficio, tan viejo como la historia humana, la música. La enseñanza en las artes y los oficios no se limitó al ámbito de Morelia, ya que con la inclusión de alumnos pensionados del interior del estado, se abrió la posibilidad de que estos, al egresar del plantel, difundieran y aplicaran sus conocimientos por toda la entidad, y en el caso de la instrucción musical, por todo el país.

Hasta aquí, el examen de la institución más sobria del gobierno michoacano. Nos deja la certeza de que no hubo una institución durante el porfirismo en Morelia —ni en todo el estado—, donde se enseñara la música con la calidad y disciplina que en las aulas en la de Artes, no porque los profesores de ella superaran en un sentido estricto, al del Colegio de San Nicolás, sino porque los preceptos institucionales del plantel, aducían a una instrucción basada en la más estricta disciplina militar y excelencia académica, es por esto que los músicos egresados figuraron siempre en las mejores bandas de música del país.