La calidad , una de las bases diferenciales de los productos de STEGO.

La sabiduría popular cuenta que “lo barato, sale caro”. Y esto, que es totalmente aplicable a cualquier ámbito de la vida, lo es todavía más cuando hablamos de componentes para la gestión térmica, componentes que precisamente deben controlar de forma correcta niveles de temperatura y humedad.

En este momento, el mundo de los componentes electrónicos se encuentra invadido por producciones realizadas en países de alta producción y bajo coste. Un bajo coste que se consigue reduciendo, por ejemplo, la calidad de los plásticos de las carcasas o de los metales de las sondas. Estas producciones de menor calidad son en muchos casos casi imposibles de distinguir de aquellos productos que pretenden imitar, tal es el grado de copia en formas, tamaños y colores.

En STEGO se han realizado pruebas de fiabilidad, comportamiento y calidad, comparando productos de la marca con otros de otras marcas de bajo coste. Y los resultados, en algunos casos, han sido sorprendentes.

Comparando el Termostato KTO 011 de la marca STEGO, un contacto abridor para la regulación de aparatos de calefacción, pequeño, compacto y fiable, con otro termostato supuestamente de iguales características y diseño, fabricado en un país oriental, nos encontramos, de entrada, con la sorpresa de que el plástico de la carcasa del producto más barato, sometido a una alta temperatura durante breves momentos, prendía y se encendía provocando llama y goteando el plástico derretido, incumpliendo así la categoría V0 del estándar de flamabilidad UL94 que decía cumplir. Por otro lado, el KTO 011 de STEGO cumplió con ese estándar a la perfección, no goteando el plástico derretido y extinguiéndose la llama inmediatamente.

Otra prueba que se realizó fue la de tensión máxima de conexión. Las especificaciones de STEGO de aceptar 10 amperios en una conexión a 250V se cumplieron con creces. Por el contrario, al probar la copia, se observó que aunque también especificaba 10A el bimetal saltaba a los 7A, incumpliendo de esta manera sus propias especificaciones y comprometiendo así el funcionamiento de cualquier instalación.

También se comprobaron los límites de la temperatura de servicio. Y mientras que el producto de STEGO cumplía perfectamente con sus especificaciones prometidas de -45 a +80 ºC, el otro producto no llegaba a esas, aún cuando especificaba las mismas.

Cuando un Termostato, cuya función es asegurarse de que las condiciones climáticas no implican un riesgo para los equipos electrónicos, provoca tantos problemas relativos a la temperatura o incumple directamente sus propias especificaciones, demuestra claramente que su supuesta economía va tan en detrimento de la calidad que se convierte en un gasto adicional. Los costes económicos por pérdidas de trabajo en equipos electrónicos, afectados por condiciones climáticas adversas y mal protegidos por componentes de control de mala calidad, pueden ser totalmente imprevisibles y muy graves.

Por ello, en STEGO se sigue trabajando para que la calidad del producto se acople a las necesidades reales del usuario, cumpliendo completamente con las normativas más exigentes tanto en tecnología, como en fabricación, como en materiales, dándole al usuario un producto de calidad que cumpla con sus necesidades, como es el caso de el Termostato KTO 011.

Por ello podemos afirmar que, como dice la sabiduría popular, lo muy barato sale caro. Pero podríamos añadir que la buena calidad y el buen trabajo siempre representa una buena economía.