la bruja bella y el solitario_libro infantil

5/16/2018 La Bruja Bella y El Solitario_Libro Infantil

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ILa b ru ja b ella

Habia una vez, en la ciudad de Santia-go de Chile, una bruja muy bella.Vivia en el barrio antigua, en un casti-llo, en la calle Gorbea can Avenida Es-pana.No era una bruja como las otras: no ha-bra telarafias colgan do de los techos desu casa, ni ranas muertas en la cocina.Tampoco habia polvo por ninguna parte.Vivia en un castillo impecable, Silluna gota de desorden.Y, fiUY importante ... , todas las mal-dades que had a le resultaban bien.Y no se le movia un pelo.Era una bruja perfecta.Y malvada.


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Un dia, chasqueo los dedos y e l Ma-pocho se lleno de ranas azules.Otro dia, arrisco la nariz y cayo unalluvia de tinta china sobre la ciudad.Y un dia miercoles, muy temprano,la bruja se robo una vieja campanade clases, yDING DONG,

;DING DONG,,:DING DONG

_ - . 0 . ; . ,

la hizo sonar tres veces por todoSantiago.Ai sonido de la campana, todos losban cos y todas las sillas de todos loscolegios de la ciudad salieron volan-do por los aires. Los inspectores, su-bidos en los tejados de los colegios,desesperados, trataban de arajarlos.Pero nada pudieron lograr.

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I

Ir)II

Los bancos y las sillas, despues dedar una vuelta por Santiago, aterri-zaron suavernente, como volantineschinos, unos sabre otros, en el cen-tro del Parque Forestal y formaronuna bella torre de madera.La torre se bamboleaba suavementeen el viento de ese otofio.Y los p ijarosse posaban cautelosossabre esta nueva estatua gigantedel Parque Forestal.Y ningun nifiotuvo clases ese dia:ni el otro,ni el otro,ni el otro.

IIEI castillo perfecto

Despues de hacer maldades, la brujaSe acodaba en su ventana y dejabaflotar su melena morada finisirna,rnientras el viento de la tarde seadentraba par Ia ciudad.Entonces, cerraba los ojos y se poniaa pensar en su pr6xima maldad.Pero la bruja bella tenia un solo problema:No podia pensar si una sola cosaestaba fuera de su sitio,No podia hacer absolutamente nada sila mas pequefia mota de polvo entrabaen las habitaciones del castillo:

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habitaciones altasllenas de cortinajesy gobelinos,muebles de madera oscura,j arrones de cristal,todo quieto,todo silencioso,en ese mundo perfectosin un solo papel arrugado.Ella, can su pelo morado, cerraba laventana y recorda su castillo vigilan-do que todo estuviera en su sitio.


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LJDI I I

El solitario

Por ese mismo tiernpo, en el mismobarrio de Santiago, vivia un solitario.Siempre andaba solo.Era muy timido,Y muy fragil.Tenia pelo castanoy poca estatura,Habia muchas cosas que no sabia ha-cer: no sabia andar fuera de su barrio,porque era distraido y se perdia.No sabia manejar.No sabia cambiar los tapones de luz.No sabia arreglar los lavatorios tapados.No sabia cambiar los balones de gas.


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La vida era dificil para e l, Todo le da-ba un poco de susto, sabre todo losruidos y mordiscos de la ciudad tu-multuosa.Por eso, e 1 solitario vivia solo,en su casa antigua,ahi en Gorbea con Republica.No' tenia amigos.Ni un solo amigo.5 6 1 0 tenia a Send,su paloma mensajera.E1 solitario no se atrevia a casi nada.Solo se animaba a atravesar la calle to-dos lo s dias a las cinco, en direccion alalmacen La lOyi ta, a comprar unamarraqueta calientita, unas hojas delechuga y una sola tajada de rnorta-dela. Nadie venia nunca a tamar tecon el, asf es que siempre el solitariocompraba 1 0 mismo.

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El solitario era algo triste y retraido.Se limpiaba los anteojos can su pafiueloa cuadros porque no sabia que existianlos pafiuelos de papel.Y balbuceaba asustado cuando hablabapor teleiono porque no sabia quien es-taba al otro lado de la linea.


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IVLa fortaleza del solitario

Pero e l solitario tenia una gran forta-leza: cuando subia al ultimo piso desu casa, donde estaba su escntono,todo cambiaba.El solitario escribia libros.Los hacia muy bien.Su escritorio era su reino.Y el era e l rey.Era experto en contaraventuras de piratasy aventuras en la selva;era experto en con tarcomo sus heroes escapaban, apenas,de las garras de 1a m uerte;y como salvaban doncellas


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de las fauces de leones hambrientos.Y sabia contar tambienlas palabras de arnorque se susurrabanel heroe y su amada.Todoslos que leianestos librosHorabancon las hermosas palabras de arnor.Estas casas extraordinarias las escribiael solitario mientras cornia su sand-wich de mortadela con lechuga.

VLa bruja desde la ventana

Un dia, al volver de comprar su rna-rraqueta, el solitario via entreabiertauna de las ventanas del castillo deGorbea can Avenida Espana.El solitario era muy cunoso y seacerco de puntillas.Se ernpino y mira:Entonces,vio a la bruja bellapeinando su melena moradaa la 1uz de la tardeque cab sobre Santiago.Peinaba su melena moradacon aire distraido.


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Al solitario se le cayo e l paquete depan y olvido doride estaba y hastacomo se llamaba.El mundo se le habia dado vuelta.Nunca habia vista una mujer tan be-lla. Mas bella que las doncellas mashermosas que aparedan en sus libros.La puerta del castillo estaba entreabierta.El solitario se puso a temblar. ~Seatreveria a subir para preguntarle sunombre?Sin duda, debia tener un nombre tanbello como ella misma.Intento marchar resueltamente, co-mo 1 0 hadan los heroes de sus libros.Intento empujar la puerta y entraren e l castillo, tal vez diciendo casascomo:~Puedo subir, princesa?o si no:Hola, soy Alone; BIas Alone. ~Y ttl


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como te llarnas?.o tal vez:Hola,2como estas?Perc paso una hora y e l solitario sequedo mirando tristemente la puenaentreabierta del castillo sin animarsea entrar.Sabia que nunca se atreveria.De pronto, sonaron pasos y el solita-rio escap6 a perderse. Corda aterra-do como si 1 0 hubieran sorprendidohacienda alga malo. No paro hastallegar a su casa. Y ahi se dio cuentade que habia olvidado su compra.

Que habia olvidadohasta su nombrey que su boina negrade solitariohabia quedado abandonadaen la vereda.

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Tan impresionado estaba por la bellabruja que habia visto peinindose enla ventana del castillo de Gorbea canAvenida Espana.


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VIEl solitario suefia

E1solitario se asorno a su propia ven-tana y se puso a sonar mirando 1a to-rre Entel.Tal como los heroes de sus propioseuentos, el solitario sofia que subia ala torre y desde ahi lanzaba una grue-sa soga que atravesaba todo el barrio eiba a caer sobre la cumbrera del techode ELLA .Y entonees, tal como los heroes de susrelatos, el atravesaba l a ciudad sabrela cuerda floja para llegar justa a suventana donde ella estaba esperando-1 0 can una sonrisa de amor.E1 solitario se quedo tanto tiemposofiando que llego el sol del otro dia


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y 1 0 encoritro durmiendo en la ven-tana j un to al tazon de cafe frio,Entonees, se senro a su eseritorio ytrato de escribir sus libros.

Pero 1 0 unico que le salfaera contaracerea del castillo aguely de la hermosa mujerque peinaba su melena,su melena moracia,distraida,junto a 1 a ventana.

'Irato de pensar en otra cosa y no podia.Par todas partes se le apareda la 1 -gura de la bella mirando a 1 0 lejos,enmareada en la ventana, jugandocon su pelo morado.El solitario paso ese dia y el otro y elotro sin pader escribir ni una solaaventura para sus libros.

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El editor 1 0 11an16 y 1 0 apur6.El solitario se ponia mas y mas ner-vioso y no podia escribir absoluta-mente nada.Entonces toearon el timbre.E 1 solitario baj6 a abrir y no habianadie.S6lo un papelito que deda:

Bu eno s dia s.S om os lo s reco ged ores

de fa ba sura . Esperamo s que sea cuerde de no so tro s en es ta N avida d.))No estaba firmado.E1 solitario volvio a subir las escale-ras pensando en que podia hacer,cuando de pronto mir6 el papelito yuna idea maravillosa apareci6 entresus eeps.Era simple, simple.Claro.


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Si el no se atrevia a hablarle a la mu-jer mas hermosa del mundo, si sabiaque iba a tartamudear y ella 1 0 cree-ria un tonto, en tonces, tan simple, lemandaria cartas.Esas S 1 que sabia escribirlas.Para eso era escritor.Eso es, dijo el solitario en voz alta.A escribir nadie me gana.Trajo papel y lapiz, se hizo un termocon cafe y un sandwich de mortade-la can lechuga. Muy animado y con-tento, se ericerro en su escritorio aescribir.

V IILos mensajes de arnor

A la mafiana siguiente el solitario te-nia ojeras azules y a ambos lados desu escritorio habia dos altos de pape-les.Eran todas cartas de amor muy bieneseritas llenas de mayusculas para laspalabras como

y pequefias minusculas como suspires.Entonees el solitario penso que teniaque decidirse a mandar siquiera unade esas eartas de amor. Pero no seatrevia a llevarlas el mismo.2Que hacer?


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Una idea 1 '1 ', e 1 urru I 1rro l lama S no a cara E1 l'bid a end con 0 so ita-1 0 L 1 un pe ~

1 d a pa orna m ,queno 5i1-an 0 y I ensajem 1 1 Id paso su sua ego vo-e plumas di 0 ve cuello de milsu I ' mlDutas 1 esunrco amig POf a cara dL 1 0, e- eva estab carta al 'ea con Av id castillo de G.' enl a Es 0 ~ Of-

EJesque nadie te 1 pana, pero no de-

LLA. a saque si nA

(I 0 esS1 diti I e 1)0 e l solitario a So como una bi end quienllevando la .. anca cana ella par-rrusrvn. m isma

Send golpea la uchas veces p erta del castilloA ' b pero nad i l' rnu-tIS 6 por 1 ' ie sa 1 0 a ab . 1b' a rrusrn titeia mirado e l s 1 " a .ventana que ha~nadie. 0 rtario pero n 'VlO a

Estafi d esocupadpenso Send, ,p 0 este castillm d "I ara' 0,an ado el soiit ' que me habraano con esta carta? ,


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Pero Send no podia ver a la bruja her-mosa que pasaba una y otra vez par lascuarenta habitaciones del castillo. Nopodia verla, porque la bruja se ejercita-ba en su girnnasia de hacerse invisible.Y 1 0 hacia tan perfecto,que no se la vela para nada.Y estaba tan concentrada. .en su glmnaslaque no escuchabalos golpes de Send.Entonces Send, cansada de esperar,deja la carta de amor en la entradadel castillo y la empuj6 con la parita.

V I nLos anonimos

inundan el castillo

A partir de ese dia, la bruja mas be-lla del mundo cornenzo a recibir car-tas de arnor por debajo de su porton.N i siquiera son cartas, deda indignada.Solo son anonimos. No tienen firma.Y apenas los abda, los botaba de in-rnediato al tarro de la basura, pen-sando fiUY enojada:~Carno puede haber alguien quernalgaste su tiernpo escribiendo ana-nimos de arnor?La bruja no podia imaginar que cxis-tiera alguien tan tonto que hablarade arnor, que le hablara de arnor aella, cuando habia tantas casas masentretenidas que hacer:


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Enchuecarlos postes de la luz.Enredarlos cables del telefono.Poner pequefios guarisaposen las botellasde agua mineral.Tantas cosas inreresanresque hay para hacer en la vida.En ese rnornento, aparecio otro ano-nirno por debajo de la puerta.

tv .D./YYLD,deda simplemente.Y 1 Y ~ ~ vrv ~ n u u r v l c r~ iv _Q)[(U; LIYYYU:rrv ~deda otro.

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mJt ~I ~ rn.i. NJmfUTWJn,cQ;~

rW~vyu~,deda uno mas largo, doblado en cuatro.

~JJJYW'~,

deda uno cort ito, como un suspiro.

Los papeles de los anonimos cornen-zaron a inundar el castillo de la bru-ja perfecta y a ponerla intranquila yde mal genio.No podia pensar: tenia que levantarsemuy temprano para alcanzar a bartertodos los papeles, armar los montonesen el patio y quemarlos antes de quesiguieran llegando mas y mas.Dos a tres veces, empleados de labrigada de la no contaminaci6n de laciudad habian tocado a su puerta.Y le habian Hamada la atenci6n.Su hermosa melena morada estaba


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llena de humo y no le alcanzaba eltiempo para hacer maldades. No Iealcanzaba el tiempo para tener sucasa perfecta can todo ordenado ylimpio. Pasaba la mayor parte del diaarrugando y quemando papeles.Y a veces,sin querer,Ida algunos:

t .w~L6;~~~~,

decia uno, muy poerico.C0~~,~,

h-0kJnJkk~~~, Gru~, - - 6 J JTIU;~,~~?decia otro que a ella le parecio cono-cido y tambien:


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La bruja hermosa arrugaba can fre-nesi los papeles y los echaba a balsasinmensas que juntaba en e l centrodel patio.Queria que su castillo siguiera irnpe.,cable como siempre.

IXLa reunion de brujas

Un dia fue de compras. Vendrfan susamigas del colegio de brujas. Y que-ria tenerles un budin especial de eri-zos que nadie podia hacer como ellaen quinientas leguas a la redonda.Cuando regreso a su casa, cncontrotodo el primer piso del castillo aba-rrotado de papeles. No se podia abrirla puerta de entrada.La bruja hermosa estuvo horas y horaslimpiando y no pudo preparar e l bu-din de erizos. Sus amigas tuvieron queconformarse con una sopa de sobre.Se miraron entre ellas.-~Esds segura de que te sientesbien? -Ie preguntaron.


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-5, segura -dijo la bruja perfecta,nada de segura.Y subio hacia la terraza porque riece-sitaba tomar un poco de aire,Abajo, sus amigas se quedaron co-mentando.-Esta mas delgada -dijo una.-Ya no tiene ese cutis tan suave quetenia -dijo otra, llena de gozo.-2Y se han fijado que los dientes yano los tiene tan blancos, sino que es-tan como ahumados? -dijo unatercera.Y las dernas sonrieron en la esperanzade que la bruja bella se volviera prontofea y Iaca como elIas.Pero no sospechaban 1 0 que pasaba.Arriba, en la terraza, la bruja hermosase sento en un banco y trato de pensar.Queda que sus amigas se fueran y ladejaran tranquila.No queria salir a hacer maldades ni a


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desordenar el mundo.S6lo queria dormir.Estaba muerta de cansancio.De pronto, divis6 a Send en el ante-pecho de la terraza del castillo conun papelito en el pico, echandolopor la chimenea.Entonces se puso de pie con lo s ojosbrillantes y se abalanz6 sobre Send.Mientras la paloma mensajera aletea-ba y se debatia creyendo que 1abrujala transformada en arafia, 1a brujahermosa le amana un cordelitoinvisible a la pata izquierda y la dej6libre.Send vol6 asustada a la casa del soli-tario sin sospechar que la bruja la se-guia desde el aire, detras del hilo in-visible.En la esquina de Republica se detu-vo Send y entr6por una ventana.

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La bruja se asom6 y vio al solitarioescribiendo. Tenia 1a cara hermosa-wente ilurninada por el arnor y laiOspiraci6n.La bruja 1 0 miro un largo rato.Babia llegado hasta ahf furiosa, en-treteniendose en pensar c6mo casti-gada al mandador de an6nimos.Le haria desaparecer los lapices.o mejor, los dedos,para que no pudieratomar los lapiccs.o mejor los ojos,para que no pudierayet 1 0 que escribia.o mejor, e l pensamiento,para que no pudierapensar en las hermosasfrases de amor.pero cuando 1 0 Via pequefio, fragil,


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solo, escribiendo llcno de arnor suultimo anonirno de la tarde, entoncesalgo cedio en su corazon de bruja y secornenzo a poner colorada y muy,muy hermosa. Mas que antes, si esofuera posible.Y via que las cartas eran todas paraella. Porque era ella y no otra la quee l solitario amaba como a nadie en e lmundo.Las palabras volaban llenas de fuerzadesde los papeles, entraban por susoidos y se iban a apozar a su corazonque se ibaensanchando

ensanchandoy ensanchando.


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xE l encuentro

La bruja bella sintio que estaba feliz yque el mundo le pareda maravilloso.Entorices, golpe61a puerta del solita-rio con la fuerza de una bruja.Cuando el solitario fue a abrir y seencontro con la mujer mas hermosadel mundo frente a frente, cara a ca-ra, ahf, a un metro de distancia, no1 0 creyo cierto.Pense que era una alucinacion.Y cerro la puerta mientras buscabauna silla donde sentarse porque laspiernas le flaqueaban.Y porque erda que estaba viendo vi-siones a se habia vuelto loco.Entonces se oy6 el segundo golpe en

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la puerta.Y el solitario abri6 con una cara deasombro tan grande que la bruja qui-

Iso sonreir, pero no sonno.-Que tonteria es esta, -le dijo consu fuerte voz de bruja-. Ya la puertade rn i casa no se puede abrir con tan-tos papeles.Y 1 0 rniro sin parpadear como estabaacostumbrada a mirar a la gente.~Ah -dijo el solitario sin que se leocurriera absolutamente nada quedecir.-~Por que me escribes? -volvio apreguntar la bruja mientras se leacercaba un poco.El solitario retrocedi6.Estaba aterrado.-~C6mo sabes que soy yo? -dijocon lengua de trapo.-Porque le amarre un cordel a tupaloma, y la segui -dijo la bruja-.


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. regunta.as contestado rm pPero no ib 51' escn e . a.Por que me b la lengua par' e tra a I-Porque se 1 1 1 de una sola vez, ehablar. ..te =dijosolitario. , te traba la lengua?.Y por que se do en esa-c . mostran=sonrio la bruja, dadera herrnosura,. toda su veronnsaIde adentro. muy.i.her-a ue eres-Ehhh, porq, I solitario. .balbuceo e SPl-moss ... , , llado mientras tranY se quedo cab Por dentro, d . r de tern-ra a , podia eFSu corazon no

bl . d mirada.r. df n dejar eSus ojos n.o po ,l~hermosa del rnun-Es la mujer mas,do, penso. 1 na morada .. , u me e blu-lla agl to s . do con susd despeina , ,Lo vio rnu 0, do sin saber que 11S desteriidos, para I s bolsillos yjea n las manos en 0hacer, co


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la boca abierta por la sorpresa.Es muy fragil, pens6 1abruja, perono 10 dijo.En eambio habl6:-No me queda ticm po para nadamas. Paso todo e l dla apilando tusanonimos en el patio de arras.-~Por que los apilas? -pregunt6 elsolitario.-Para quemarlos, por supuesto -di-jo ella-. Si no 10 hiciera, ya habrianeubierto 1a ciudad.Y sonri6 can su sonrisa irresistibleque desrruia e l miedo.El solitario entonces se atrevi6 tam-bien a sonreir.-~No has Ietdo ni uno? -pregunt6.-No tengo tiernpo -dijo la bruja-.Tengo que ordenar y lim ...-~Quieres subir a mi escritorio? Teleere algunos, -dijo e l solitario.Y tenia los ojos tan brillantes y

estaba tan hermosa que la bruja 110pudo resistir y subi6 con el solitarioal escritorio del ultimo piso.


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XIE l arnot

Ahi, el solitario se sento en su si1l6nde la creaci6n y le leyo los 178 ano-nimos que habia escrito desde queSend habia llevado e l ultimo.y entonces, la bruja perfecta, la queno podia adrnitir que nada estuvierafuera de su sitio se sali6 ella mismade su sitio y se enarnoro del solitario.1 le torno las manos y se las besomuy suavecito,Despues 1a abrazo, Y en el abrazo ti-bio, la bruja se dio cuenta de que noera una bruja como la otras porqueno tenia un sapo en vez de coraz6n.E1 solitario sintio latir ese corazonsuavfsimo como las plumas del cuello


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m u e r .

Send los mirabadesde arriba,a BIas Aloney la bruja bella,y pensabaque este euen toteniaun final feliz,en Santiagode Chile,euandoya comenzabael sigloXXI .

de Send, un corazon que latia di-ciendole te quiero mucho.-Como en rnis anonirnos -dijo elsolitario, gozoso abrazandola,Ella 1 0 abrazo tarnbien mientras sumelena morada se desmayaba en elhombro del solitarioy la bruja

se volvia

Entonees, se fueron carninando losdos hasta el almacen de la esquina.Esta vez eompraron dos marraquetasy palta y huevos. Varias casas parados personas.Ella ya no volabapar los aires.Caminabacomo una mujer.


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ANA MARIA DEL RIO

Ana Maria del Rio , conocida autora chi-lena de libros para adultos, incursionatamhien en la literatura para nifios, AnaMaria es licenciada en Pedagogia en Cas-tellano en la U niversidad Cat6lica y seespecializ6 en literatura latinoamericanaen EE , UU . Ha publicado en esta mismacoleccion L a his to ria de M anu (2000) yLita, la n ina del fin de l m undo (2004),Actualmente vive en e l campo cerca deTalagante, e l pueblo donde nacio, A l I i es-cribe, cultiva la tierra y los fines de semanarecibe la visita de sus tres hijos y su niera,

INDICE

I. La bruja bella , 9II. E l castillo perfecto " 13III. El solitario 17IV , La fortaleza del solitario 21V . La bruja desde la ventana , 23

V I. El solitario suefia 28VII, Los mensajes de amor 33VIII. Los an6nimos inundane l castillo , 37

IX . La reunion de brujas 43X . E l encuen tro 50

X I. E l amor 57


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