la argumentación en el discurso periodístico sobre la inmigración

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Para mis padres

AgradecimientosParafraseando a Eduardo Galeano, esta tesis tiene muchos cmplices y es un placer para m denunciarlos uno por uno: Denuncio a mi director, Salvador Gutirrez Ordez, por haberme guiado a travs de los complicados caminos de la Lingstica y por haberme proporcionado las herramientas y la libertad necesarias para realizar este trabajo; a Marina, porque crey en m antes que nadie; a Manuel, por todas esas apasionantes conversaciones sin las cuales esta tesis no sera lo que es; a Juan, por haberme apoyado desde los lejanos tiempos lorquianos; a Paco, por ser un ejemplo constante de integridad y coherencia; a Pablo, por haberme iniciado en todo esto; a Miguel, por demostrarme da a da que las acciones concretas de las personas pueden cambiar realmente una sociedad; a Juan Ramn, por su apoyo incondicional y por todos esos buenos momentos que hemos pasado (y pasaremos) juntos; a Janick, por su energa vespertina sin la que no hubiera podido redactar gran parte de esta investigacin; a todos mis compaeros del Departamento de Filologa Hispnica, por haberme soportado todo este tiempo; a Noelia, por un montn de complicidades que sera imposible poner en palabras; a Maribel, por haberme ayudado en absolutamente todas las fases de este trabajo; a Desi y a M Jos, por haber estado siempre ah y por todas esas cosas que ellas ya saben; a Guillermo, Hctor, Fernando, Maxi, Jose, Csar, Alejandro, Rebo, Jorge y Suso, por haberme hecho pasar todos esos ratos tan divertidos en los que desconectaba por completo de esta tesis; a mi hermana Vicky, porque sin ella este trabajo no tendra el aspecto que tiene y, por ltimo, a mis padres, Marcos y Manolita, porque sin ellos nada de esto habra sido posible.

La verdad es siempre relativa a un sistema conceptual, que es definido en gran medida, por medio de metforas. La mayora de nuestras metforas se han desarrollado en nuestra cultura en largos periodos de tiempo, pero muchas, tambin nos son impuestas por la gente en el poder, los lderes polticos, religiosos, los grandes de los negocios, de la publicidad, los media, etc. En una cultura donde el mito del objetivismo est vivo y la verdad es siempre verdad absoluta, la gente que consigue imponer sus metforas sobre la cultura consigue definir lo que es verdad, lo que consideramos que es verdad absolutamente y objetivamente verdadero. G. Lakoff y M. Johnson

ndiceINTRODUCCIN I. LOS ESTUDIOS TEXTUALES 1. El estatuto cientfico de los estudios textuales 1.1 Introduccin 1.2 Los estudios textuales y los criterios de empiricidad en Lingstica 1.3 El surgimiento de los estudios textuales y la nocin de paradigma 2. Los estudios textuales: un proceso de integracin de lo lingstico y lo social 2.1 El TesWesT de J. S. Petfi 2.2 El modelo textual de T. A. van Dijk 2.3 La teora textual de M. A. K. Halliday y R. Hasan 2.4 El Anlisis Crtico del Discurso II. EL CONTEXTO SOCIAL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIN 1. Introduccin 2. Caractersticas generales del discurso meditico actual 2.1 El esquema de la comunicacin meditica 2.1.1 El emisor 2.1.2 El receptor 2.1.3 El mensaje 2.1.4 El canal 2.2 El esquema de la comunicacin meditica revisado 2.2.1 El emisor 2.2.2 El mensaje 3. El modelo de propaganda de N. Chomsky y E. Herman 3.1 Primer filtro: magnitud, propiedad y orientacin de los beneficios de los medios de comunicacin 3.2 Segundo filtro: para hacer negocios se necesita el beneplcito de la publicidad 3.3 Tercer filtro: el suministro de noticias a los medios de comunicacin 3.4 Cuarto filtro: el con el mazo dando de los reforzadores de opinin 3.5 Quinto filtro: el enemigo como mecanismo de control 3.6 Conclusin III. EL DISCURSO MEDITICO SOBRE LA INMIGRACIN 1. Introduccin 2. Algunos datos significativos sobre la inmigracin en Espaa 3. Causas de la inmigracin 3.1 Factores econmicos 3.2 Factores sociales 4. Principales caractersticas del discurso meditico sobre la inmigracin 4.1 La imagen meditica del Nosotros 4.1.1 Las polticas sobre la inmigracin 4.1.2 Actitudes de los espaoles hacia los inmigrantes 4.1.3 Prejuicios y racismo 4.2 La imagen meditica del Ellos 11 17 17 20 27 39 40 42 59 72 89 91 91 92 93 94 97 99 100 106 114 116 122 127 132 133 134 137 140 145 145 146 149 152 152 155 159 161

4.2.1 Inmigracin y delincuencia 4.2.2 Inmigracin y trabajo 4.2.3 Inmigracin, integracin y diferencias culturales IV. LAS TEORAS SOBRE LA ARGUMENTACIN 1. Introduccin 2. Nociones tericas bsicas 2.1 Significacin, designacin y denotacin 2.2 El significado 2.3 El sentido 2.4 El referente 3. Teoras referencialistas 3.1 Tipos de teoras referencialistas 3.1.1 J. C. Anscombre y G. Kleiber 3.1.2 S. Gutirrez Ordez 3.1.3 V. Escandell Vidal 3.2 Consecuencias de la adopcin de una visin referencialista 3.3. Teoras sobre la argumentacin basadas en un enfoque referencialista 3.3.1 El tratado de la argumentacin de C. Perelman y L. OlbrechtsTyteca 3.3.2 El enfoque Pragma-dialctico 3.4 Problemas de las teoras referencialistas 3.4.1 La incompatibilidad entre lo subjetivo y lo objetivo 3.4.2 La inclusin del referente en la significacin 3.4.3 El problema de la informatividad 3.4.4 El problema de los actos de habla 3.4.5 El problema de la utilizacin de lenguajes formales 3.5 Conclusin 4. Teoras no referencialistas 4.1 Presupuestos tericos bsicos de la ADL 4.1.1 La significacin es de naturaleza argumentativa 4.1.2 La significacin est formada por instrucciones argumentativas 4.1.3 La nocin de dinmica discursiva 4.1.4 El sentido se obtiene a partir de la significacin 4.1.5 El principio de inmanencia 4.1.6 La nocin de semntica integrada 4.1.7 El lxico es gradual 4.2 Etapas iniciales de la ADL 4.2.1 Primer estadio: el descriptivismo radical 4.2.2 Segundo estadio: el descriptivismo presuposicional 4.2.3 Tercer estadio: la argumentacin como un constituyente de la significacin 4.3 La teora de los topoi: la versin standard de la ADL 4.3.1 El concepto de topos 4.3.2 El concepto de forma tpica 4.3.3 El concepto de fuerza argumentativa 4.3.4 La teora de los modificadores argumentativos 4.4 Las ltimas versiones de la ADL 4.4.1 La teora de los bloques semnticos 4.4.2 La teora de los estereotipos 4.5 Un complemento indispensable: la teora de la polifona

163 165 169 173 175 176 178 182 184 186 188 188 190 191 192 195 196 199 204 205 207 208 211 212 214 216 217 218 220 222 223 224 226 227 229 229 230 231 232 233 236 238 240 245 249 251 253

5. Una nueva propuesta: el Componente Sintctico de la Teora de los Modificadores Argumentativos 256 5.1 El Principio de Restriccin Sintctica 256 5.2 El Principio de Restriccin Sintctica aplicado al mbito verbal 264 5.2.1 El aspecto lxico 265 5.2.2 Tipos de adverbios 270 5.2.3 Modificadores argumentativos de verbos de estado 274 5.2.4 Modificadores argumentativos de verbos de proceso y accin 285 5.3 El Principio de Restriccin Sintctica aplicado al mbito nominal 295 5.3.1 Tipos de adjetivos 296 5.3.2 La regla de la modificacin argumentativa en el SN 301 5.3.3 El Principio de Restriccin Sintctica y la estructura argumental de los sustantivos 303 5.3.3.1 Sustantivos sin estructura argumental 304 5.3.3.2 Sustantivos con estructura argumental 305 6. Conclusin 312 V. LA ARGUMENTACIN EN LA COBERTURA MEDITICA DE LOS SUCESOS DE EL EJIDO 1. Introduccin 1.1 Cuestiones metodolgicas 1.2 Los sucesos de El Ejido 1.3 Herramientas tericas generales 2. La modificacin argumentativa y los procesos de atenuacin e intensificacin discursiva 2.1 Los conceptos de atenuacin e intensificacin discursiva 2.2 La teora de los modificadores argumentativos como herramienta para estudiar los procesos de atenuacin e intensificacin discursiva 2.3 Los modificadores argumentativos en la representacin de los inmigrantes 2.3.1 El trmino inmigrante 2.3.2 Las expresiones inmigrante con/sin papeles e inmigrante (i)legal 2.3.3 El trmino trabajadores 2.3.4 La expresin trabajadores marroques (magrebes, extranjeros) 2.4 Los modificadores argumentativos en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 2.4.1 La representacin meditica de los vecinos de El Ejido 2.4.2 La representacin meditica de las administraciones pblicas y de los polticos 2.5 Los modificadores argumentativos en la representacin de los no inmigrantes con actitud comprometida 2.6 Conclusin 3. Los marcadores del discurso y los procesos de atenuacin e intensificacin discursiva 3.1 Aspectos tericos generales sobre los marcadores del discurso 3.1.1 Introduccin 3.1.2 Definicin de los marcadores del discurso 3.1.3 La naturaleza procedimental de los marcadores del discurso 3.1.4 Propiedades formales de los marcadores del discurso 3.2 Los marcadores del discurso en la ADL 3.2.1 Principios tericos bsicos 3.2.2 Conectores y operadores argumentativos

315 315 320 322 328 328 333 336 337 346 356 368 375 376 399 418 429 431 431 431 432 434 439 441 441 449

3.2.3 Marcadores argumentativos y polifona 3.3 Los marcadores argumentativos en la cobertura meditica de los sucesos de El Ejido 3.3.1 Marcadores contraargumentativos 3.3.1.1 El marcador contraargumentativo PERO 3.3.1.2 PERO en la representacin de los inmigrantes 3.3.1.3 PERO en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 3.3.1.4 El marcador contraargumentativo SIN EMBARGO 3.3.1.5 SIN EMBARGO en la representacin de los inmigrantes 3.3.1.6 SIN EMBARGO en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 3.3.1.7 El marcador contraargumentativo AUNQUE 3.3.1.8 AUNQUE en la representacin de los inmigrantes 3.3.1..9 AUNQUE en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 3.3.1..10 AUNQUE en la representacin de los no inmigrantes con actitud comprometida 3.3.2 Marcadores no contraargumentativos 3.3.2.1 El marcador argumentativo INCLUSO 3.3.2.2 INCLUSO en la representacin de los inmigrantes 3.3.2.3 INCLUSO en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 3.3.2.4 El marcador argumentativo ADEMS 3.3.2.5 ADEMS en la representacin de los inmigrantes 3.3.2.6 ADEMS en la representacin de los no inmigrantes con actitud discriminatoria o preventiva 4. Conclusin CONCLUSIONES GENERALES REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

455 457 459 466 471 488 495 498 503 507 510 513 515 516 517 520 523 526 528 531 535 537 541

Introduccin

IntroduccinSi puedes controlar a la gente por la fuerza no es tan importante controlar lo que piensan y sienten. Pero si pierdes la capacidad de controlar a la gente por la fuerza, se hace ms necesario controlar actitudes y opiniones. Noam Chomsky

En la sociedad actual, la mayora de las personas admite que el discurso meditico moldea la percepcin que posee acerca de cmo suceden las cosas. Dicho de otra forma, ese discurso influye de una u otra forma en la visin que la gente tiene sobre la realidad social que les rodea. Esta afirmacin no tiene nada de particular si pensamos que a travs de los medios de comunicacin obtenemos informacin relativa a sucesos y acontecimientos de los que resultara complicado conseguir un conocimiento directo. As, parece lgico suponer que los nicos datos que tengamos sobre un acontecimiento concreto condicionarn inherentemente nuestra visin del mismo. Ahora bien, lo que quiz ya no sea tan evidente es un hecho sealado a menudo por Noam Chomsky: los medios de comunicacin no solo influyen en nuestra percepcin de la realidad social sino que adems, y esto es lo fundamental, ejercen un control efectivo sobre nuestras opiniones y actitudes. Este control no se ejerce, en contra de lo que pudiera pensarse, a travs de medios directos como la censura sino que se produce mediante mecanismos y procedimientos mucho ms complejos y sutiles: los medios de comunicacin tienen la capacidad de seleccionar qu temas aparecern en las portadas y cules no, tienen 11

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la capacidad de mantener durante un prolongado espacio de tiempo una cuestin en el centro del debate social y, a la vez, de relegar a la ltima pgina de un peridico otras, tienen la capacidad de presentar a un determinado actor social de una forma positiva y de hacer aparecer negativamente a otros, etc. Sin embargo, no todo el mundo estara dispuesto a admitir que los grandes medios de comunicacin controlan efectivamente sus opiniones. Si esto es as es porque existe una imagen estereotipada de la labor periodstica fundamentada en la suposicin de que los trabajadores informativos son mensajeros cuya funcin se limita a transmitir de una forma totalmente objetiva los hechos que suceden en el mundo. De esta manera, las opiniones que cualquier persona se forme sobre la base del discurso periodstico no estarn controladas ms que por la pura y dura realidad. No obstante, existe otra forma de concebir la funcin social de los medios de comunicacin que, desde mi punto de vista, se ajusta mucho ms a la realidad cotidiana de los mismos. Las tendencias sistemticas que demuestran a la hora de seleccionar los temas y sobre todo el tratamiento que se da a los mismos permiten afirmar que los medios construyen una representacin simblica de la realidad social condicionada poderosamente por el contexto socioeconmico en el que se desarrolla su labor, puesto que antes que informadores son empresas preocupadas por obtener una serie de beneficios. Desde esta perspectiva, abordar el tratamiento que el discurso periodstico da al fenmeno de la inmigracin se convierte en una tarea extremadamente difcil. La inmigracin es uno de los procesos sociales ms importantes de nuestro tiempo. Es evidente que est transformando la sociedad actual pero tambin resulta evidente que, en contra de lo que determinado discurso sostiene, no es un fenmeno en absoluto nuevo. Todos los pueblos han desarrollado procesos migratorios con una serie de particularidades concretas. A lo largo de la historia, miles de personas han salido de sus lugares de origen para tratar de establecerse en otras regiones. Es ms, se podra afirmar que todos los pases que conocemos no seran lo que son sin la contribucin de los diferentes grupos sociales que los procesos migratorios han puesto en contacto. La inmigracin no es ms que la puesta en prctica del derecho que toda persona tiene a buscar una vida mejor, a tratar de encontrar un futuro digno. A pesar de ello, la percepcin que la mayora de la gente tiene sobre este fenmeno es bien distinta. En las sociedades del denominado primer mundo, la inmigracin es vista fundamentalmente como un problema: los inmigrantes cometen delitos, no respetan nuestros valores y costumbres, su cultura les impide integrarse en las sociedades occidentales avanzadas, perjudican al mercado laboral porque trabajan a cambio de salarios

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Introduccin

nfimos Los sucesos de El Ejido ocurridos en febrero de 2000 se han convertido, desgraciadamente, en el smbolo de este compendio de desencuentros generado por una percepcin negativa del fenmeno de la inmigracin. Por lo tanto, las preguntas que representan el punto de partida de este trabajo surgen por s mismas: qu papel desempean los medios de comunicacin en la percepcin que la sociedad actual tiene acerca de la inmigracin? o ms especficamente qu mecanismos concretos emplearon para caracterizar a los distintos actores sociales que se dieron cita en las noticias sobre los sucesos de El Ejido? Esta investigacin parte de la suposicin de que los medios de comunicacin construyen a diario una representacin simblica del fenmeno de la inmigracin. Ese proceso se da fundamentalmente a travs de medios lingsticos, es decir, el principal instrumento que todo periodista tiene a la hora de construir una imagen concreta de un determinado actor social es el lenguaje. En este sentido, el estudio de la argumentacin se convierte, a mi modo de ver, en uno de los procedimientos ms productivos para dar respuesta a las preguntas anteriores. La argumentacin puede concebirse de distintas formas que van a incidir decisivamente en el proceso de descripcin de la funcin que los medios de comunicacin desempean en esa representacin del fenmeno de la inmigracin. Por un lado, se puede pensar que hablar es bsicamente aportar una descripcin de la realidad extralingstica. El significado de las palabras estara compuesto por valores de carcter informativo que se concretaran en las capacidades referenciales de un trmino, es decir, la lengua nos informara de cmo es objetivamente el mundo. Desde este prisma, la argumentacin estara fundamentada en los hechos y la lengua no hara ms que ordenar de un modo persuasivo esos hechos para tratar de convencer a un hipottico interlocutor. Esta posibilidad obliga a suponer que existen usos objetivos de las palabras en los que simplemente se est describiendo una realidad tal y como es y obliga a suponer, por tanto, que cuando el discurso meditico ofrece una determinada caracterizacin de una realidad social, la inmigracin en este caso, est aportando una descripcin objetiva del mismo basada en esa supuesta capacidad informativo-descriptiva de la lengua. Pero, por otro lado, tambin se puede suponer, en consonancia con los presupuestos tericos de la Teora de la Argumentacin en la Lengua, que hablar no es en absoluto aportar descripciones de la realidad sino ms bien elegir puntos de vista determinados desde los que construir un discurso sobre una determinada situacin. Esa eleccin previa determinara los elementos lingsticos seleccionados por el hablante.

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Desde esta otra perspectiva, hablar es argumentar ya que no es posible emplear un trmino sin pretender orientar nuestros discursos en una direccin concreta. Si queremos elaborar un discurso sobre una persona que est en la calle con una pancarta podemos optar por emplear un trmino como manifestante u otro como alborotador. Esa eleccin previa es argumentativa: condicionar nuestro discurso e impondr un punto de vista (positivo o negativo) desde el que concebir ese acto de protesta. No habra usos objetivos de las palabras, puesto que la lengua no describira la realidad sino que proporcionara puntos de vista argumentativos desde los que construir un discurso. De este modo, los medios de comunicacin no describiran objetivamente el fenmeno de la inmigracin sino que elegiran puntos de vista concretos (favorables o desfavorables) desde los que construir sus discursos. Por tanto, el objetivo principal de este trabajo es el de hacer explcitas las estructuras y estrategias argumentativas, concebidas como el resultado de la eleccin previa de un punto de vista, que los medios de comunicacin espaoles emplearon en la caracterizacin de los actores sociales implicados en los sucesos de El Ejido. As, se puede comprender con claridad que el marco metodolgico en el que se encuadra mi investigacin es el denominado Anlisis Crtico del Discurso. Esta orientacin debe ser entendida ms como un enfoque desde el que abordar los anlisis lingsticos que como una teora concreta. Su principal inters radica en el estudio de la vertiente discursiva de los procesos sociales en los que se den relaciones desiguales de poder. Consecuentemente, tratar de hacer patentes las estructuras lingsticas a travs de las cuales se configuran discursivamente esa clase de relaciones sociales. Es una evidencia que en los sucesos de El Ejido, y en general en el fenmeno de la inmigracin, se dan relaciones desiguales de poder entre diferentes grupos sociales por lo que la aplicacin de ese enfoque metodolgico resulta muy adecuada. ElCAPTULO

I est dedicado precisamente a presentar el marco metodolgico de

este trabajo. En primer lugar, realizo un breve repaso a los diferentes motivos y razones que permiten afirmar que los estudios que tradicionalmente se encuadran en el Anlisis del Discurso (o la Lingstica Textual) poseen un estatuto cientfico. Posteriormente, llevo a cabo un repaso selectivo de algunos de los modelos que se han desarrollado en este campo. La finalidad de esta exposicin es la de comprender adecuadamente el lugar que ocupa el Anlisis Crtico del Discurso. Por este motivo, el criterio que ha guiado esa seleccin se basa en el grado de integracin de lo social y lo lingstico que presentan los diferentes modelos. As, se parte de un modelo como el TesWest de Petfi en el que lo social apenas

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Introduccin

tiene cabida para llegar a la exposicin de los principios del Anlisis Crtico del Discurso, enfoque en el que la integracin de esos dos parmetros es total. ElCAPTULO

II parte, en cierto sentido, del primero. Para el Anlisis Crtico del

Discurso la comprensin de los elementos del contexto social en el que un discurso es producido resulta crucial para desvelar las estructuras lingsticas empleadas en el mismo. De este modo, ese captulo trata de analizar qu factores del contexto en el que los medios de comunicacin desarrollan su labor tienen una influencia efectiva en las caractersticas discursivas de las noticias. Para ello se emplea como herramienta general el Modelo de Propaganda elaborado por Noam Chomsky y Edward S. Herman. El CAPTULO III estudia las principales caractersticas del discurso meditico sobre la inmigracin. Debe ser entendido, por tanto, como el marco general en el que se encuadran las informaciones sobre los sucesos de El Ejido. El CAPTULO IV est dedicado a la argumentacin. El eje que gua este captulo es la relacin entre la lengua y el mundo. De esta manera, abordo en primer lugar las particularidades de aquellos enfoques semnticos que conciben la lengua como una descripcin del mundo (teoras referencialistas) y las teoras sobre la argumentacin basadas en ese supuesto. En segundo lugar, trato de explicitar los problemas que conlleva la adopcin de una perspectiva referencialista. En tercer lugar, expongo los principios tericos y la evolucin de la Teora de la Argumentacin en la Lengua, teora no referencialista que concibe que son los elementos lingsticos y no los hechos del mundo los que determinan el progreso argumentativo de un discurso. Uno de los componentes de este enfoque es la denominada Teora de los Modificadores Argumentativos. Esta (sub)teora es principalmente semntica, sin embargo, desde mi punto de vista, la sintaxis impone igualmente restricciones a los procesos de modificacin argumentativa. Por este motivo, propongo la existencia de un Componente Sintctico en dicha (sub)teora que es necesario tener en cuenta para comprender correctamente el alcance explicativo de la misma. ElCAPTULO

V, finalmente, analiza las estrategias y estructuras argumentativas que

los medios de comunicacin espaoles emplearon en la representacin simblica de los principales actores sociales implicados en los sucesos de El Ejido. Lgicamente, un estudio de todos y cada uno de los fenmenos argumentativos tratados en el mbito de la Teora de la Argumentacin en la Lengua rebasara con creces los lmites de este y de cualquier trabajo. Por ello, mi anlisis se centra en dos aspectos complejos que permiten explicitar las caractersticas discursivas de la imagen meditica de dichos actores: los procesos de

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modificacin argumentativa y los marcadores argumentativos. Estos dos elementos representan las dos maneras principales a travs de las cuales las unidades lingsticas pueden contribuir en la construccin del significado global de un discurso. En los procesos de modificacin argumentativa entran en juego unidades conceptuales mientras que los marcadores argumentativos son prototpicamente unidades de carcter procedimental o instruccional. Por este motivo, el anlisis de estos dos aspectos permite ofrecer un panorama completo de la cobertura meditica de los sucesos de El Ejido. Por ltimo, es necesario sealar que todas las noticias que sirven de base para los anlisis presentados en este captulo estn recogidas en el CD que se adjunta al final de este trabajo. En su mayora proceden de las ediciones digitales de los diferentes medios de comunicacin estudiados, aunque algunas han sido extradas tambin de las respectivas ediciones en papel. He tratado de mantener lo mximo posible el formato en el que aparecan esas noticias. La excelente recopilacin elaborada por el profesor Julio Zino Torrazza y disponible en http://www.ub.es/penal/historia/ejido/principal.htm es la base fundamental del corpus sobre el que he trabajado, por lo que le estoy enormemente agradecido.

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I. Los estudios textuales

La ciencia son hechos; de la misma manera que las casas estn hechas de piedras, la ciencia est hecha de hechos; pero un montn de piedras no es una casa y una coleccin de hechos no es necesariamente ciencia. Henri Poincare

1. El estatuto cientfico de los estudios textuales

1.1 Introduccin

Toda investigacin cientfica debe partir de una serie de hiptesis iniciales o de principios bsicos bajo lo cuales observar su objeto de estudio. Parece imposible acercarse a cualquier fenmeno sin una serie de concepciones previas que nos permitan delimitar adecuadamente los problemas que nos vamos a encontrar y las posibles soluciones que seamos capaces de aportar. Este trabajo pretende ser un estudio de las caractersticas argumentativas de cierto tipo de textos o discursos, en concreto, de textos periodsticos. Por tanto, es necesario esbozar una serie de hiptesis de partida que permitan abordar adecuadamente dicho objetivo. Estos planteamientos harn referencia, desde un punto de vista muy general, al tipo de objeto de estudio y a las herramientas tanto tericas como metodolgicas a emplear.

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La argumentacin es un fenmeno extremadamente complejo en el que confluyen numerosos intereses procedentes de varios campos de estudio: para la filosofa, la argumentacin puede ser un medio de organizar el razonamiento humano; en las ciencias jurdicas, es una pieza clave, puesto que para defender o atacar adecuadamente una postura es necesario ordenar los hechos y los conceptos de una manera determinada con el fin de convencer a un juez o a un jurado; la importancia de la argumentacin en el terreno poltico apenas necesita ser reseada, la discusin y el debate son, o deberan ser, la esencia de cualquier proceso poltico; los estudios sobre la propaganda1 se centran en los medios a travs de los cuales se nos trata de convencer para que compremos un determinado producto o adoptemos una opcin poltica concreta, es evidente que el lenguaje, y ms concretamente, los procedimientos argumentativos, juegan un papel fundamental en este proceso (al margen de que tambin se utilicen otros elementos como imgenes o sonidos). Sin embargo, el centro de inters de este trabajo va a ser la argumentacin en tanto que fenmeno lingstico, es decir, cmo el lenguaje configura o determina el desarrollo de todo proceso argumentativo. Evidentemente, esto no implica que se dejen a un lado sus aspectos sociales o polticos. Si esto es as, la primera pregunta que hay que formular es por qu incluir un captulo sobre anlisis del discurso en un estudio de argumentacin? La respuesta es a todas luces evidente: la argumentacin desde el punto de vista de un lingista es, antes que nada, un proceso de carcter discursivo. Aunque puedan existir, y de hecho existen, procesos argumentativos en niveles inferiores al enunciado2, la argumentacin se da bsicamente en el nivel textual o discursivo, es decir, se articula a travs de enunciados. En este sentido, uno de los aspectos en los que ms se han centrado los estudios argumentativos es precisamente en los conectores o marcadores textuales (MONTOLOZORRAQUINO, DURN

y

MARTN

1998;

MONTOLO DURN,

2001) partculas que unen o enlazan los

enunciados y que nos indican la funcin que stos desempean dentro del nivel textual. En consecuencia, si es un proceso tpicamente discursivo, es evidente que previamente a cualquier otra consideracin, hay que tener claro en qu campo nos vamos a mover y cul ha sido su evolucin. Pero adems existen razones de tipo terico que justifican la inclusin de un captulo sobre los estudios discursivos en una investigacin que se centre en laPara un repaso completo de los principales acercamientos a la funcin de la propaganda en nuestros das vese PRATKANIS y ARONSON (1994) 2 En un sintagma como la intensa bsqueda de la solucin el adjetivo intensa desempea tambin una funcin argumentativa, puesto que aumenta la fuerza del sustantivo bsqueda: no es lo mismo buscar una solucin que buscarla intensamente.1

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I. Los estudios textuales

argumentacin. Si estamos ante un proceso discursivo, es necesario, elegir una de las mltiples teoras que se engloban dentro del vasto campo conocido como Anlisis del Discurso. Como es absolutamente evidente, si no se parte de unas hiptesis previas sobre lo que es el discurso y sobre los fenmenos que se incluyen en l no se podr realizar ninguna investigacin medianamente seria. El hecho de acercarse a un conjunto de datos o de recopilar y clasificar una serie de muestras de algn hecho lingstico sin ms no constituye ningn trabajo de investigacin. Para que esto sea as es fundamental observar esos datos desde alguna perspectiva previa, se debe asumir un modelo terico que proporcione unos anteojos a travs de los cuales observar el objeto de estudio. Como recientemente ha sealado ESCANDELL VIDAL (2003: 52):El no tener hiptesis previas es, me parece, el mayor error en que se puede incurrir, y no garantiza en absoluto la objetividad; al contrario, lo que asegura, ms bien, es no tener una direccin clara en la que buscar, ni una meta a la que tender. Si el objetivo general de cualquier investigacin es avanzar, lo primero que tenemos que tener claro es dnde estamos; pero con esto no basta: para avanzar debemos saber tambin en qu direccin hemos de movernos para ir hacia delante [] es la adopcin de las hiptesis de una teora [] lo que, a partir de lo que sus logros sugieren, nos permite disear una estrategia para proseguir en una direccin determinada.

Por tanto, hay tener claro dnde estamos en los estudios discursivos, es decir, qu modelos o qu orientaciones tericas se han desarrollado en esta disciplina y en qu direccin hemos de movernos, esto es, qu teora se ha de asumir para intentar avanzar. A menudo, se suele afirmar que alrededor de los aos sesenta del pasado siglo XX se produjo un cambio importante en la ciencia lingstica. Este proceso supuso el surgimiento de numerosas disciplinas que tenan una caracterstica en comn: se centraban en aspectos del lenguaje que hasta ese momento haban sido desatendidos por razones tericas de peso entre las que destaca principalmente el presupuesto compartido tanto por el estructuralismo como por el generativismo de que el terreno de la actuacin o del habla era el terreno de lo asistemtico, de lo irregular, de lo no susceptible de estudio cientfico. Una de las disciplinas emergentes en esa poca y que pronto cobr una gran importancia debido a los numerosos estudios que se empezaron a realizar fue lo que hoy se conoce como Lingstica del Texto o Anlisis del Discurso. Sin embargo, este proceso no fue en absoluto simple, puesto que inmediatamente afloraron cuestiones bsicas que era necesario resolver. En primer lugar, se poda sostener la viabilidad de un estudio cientfico del texto, es decir, era posible elaborar una ciencia del texto?; y en segundo lugar, si admitimos la posibilidad de una ciencia textual qu tipo de cambio supone esta disciplina con respecto a los estudios lingsticos anteriores?, dicho de otra manera, es posible hablar de un cambio de paradigma o de una revolucin con el surgimiento de la Lingstica Textual? 19

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1.2 Los estudios textuales y los criterios de empiricidad en LingsticaLa respuesta a la primera pregunta no es en absoluto simple, no basta con afirmar que, dado que los estudios sobre el texto se encuadran dentro de la Lingstica, poseen automticamente el estatus de trabajo cientfico. Esta asercin necesita ser demostrada, puesto que hay que comprobar que el tipo de trabajo que se realiza bajo la denominacin de estudios textuales responde positivamente a una serie de criterios generales sobre lo que es ciencia y sobre el tipo de ciencia en el que se incluyen. De una manera general, se suelen distinguir dos clases de ciencia: la emprica y la no emprica. Aunque, como sealaFERNNDEZ PREZ

(1984), los significados y usos del

trmino emprico son mltiples y es necesario deslindarlos claramente. En filosofa de la ciencia, se aplica el trmino emprico a aquellos constructos tericos que tienen un correlato en la experiencia. Pero, desde otra perspectiva, se entiende que una teora cientfica es emprica cuando es factual, es decir, cuando estudia hechos y, por tanto, se opondra a las teoras formales que estudiaran ideas. Sirva como ejemplo de esta oposicin las diferencias existentes entre una ciencia como la fsica y las matemticas: la primera estudiara datos y hechos provenientes de la experiencia, mientras que la segunda se centrara en abstracciones ms o menos complejas. Pero an existe un tercer uso del trmino emprico y es aquel en el que se opone a racional. La pieza clave aqu sera el trabajo con los datos: las ciencias empricas trabajaran exclusivamente con datos mientras que las ciencias racionales sobrepasaran ese lmite y elaboraran hiptesis sobre esos datos. Evidentemente, esta distincin es muy poco productiva, puesto que en toda fase de investigacin cientfica se dan esos dos estadios: el trabajo con datos y la posterior racionalizacin de los mismos. En consecuencia, si se tiene en cuenta el tipo de objeto de estudio inicial, parece ms adecuado emplear la dicotoma factual (hechos) frente a formal (ideas).PREZ (1984: FERNNDEZ

134) aade un criterio ms para determinar la empiricidad de una ciencia y es

la posibilidad de hallar evidencia contrastadora relevante, esto es, sern empricas todas aquellas teoras para las que se pueda elaborar una serie de procedimientos de contrastacin con los datos significativos de la realidad.

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I. Los estudios textuales

CLASES DE CIENCIATipo de objeto de estudio

Factuales o empricas (trabajan con hechos)

Formales (trabajan con ideas)

Posibilidad de contrastacin

Empricas

No empricas

El problema fundamental a la hora de aplicar esta clasificacin a la Lingstica es el de decidir a qu tipo de ciencia debemos adscribir los estudios lingsticos. Segn Itkonen (apud MANTECA ALONSO-CORTS 1982: 38), se la debera incluir en las ciencias no empricas o hermenuticas que son aquellas que describen normas sociales, es decir, se centran en las actividades sociales que estn gobernadas por reglas; para este autor, las ciencias empricas describiran contenidos de experiencia, contrastables en un eje espacio-temporal. Desde un punto de vista metodolgico, las ciencias empricas utilizaran una explicacin de carcter hipottico-deductivo, en el caso de las ciencias hermenuticas esta explicacin no sera posible dado que las reglas sociales nicamente pueden ser objeto de descripcin. La razn que lleva a Itkonen a incluir la Lingstica en este segundo grupo de ciencias es la naturaleza de los datos con los que trabaja: los hechos lingsticos no seran magnitudes contrastables en un eje espacio-temporal, no seran mensurables sino que se asemejaran ms a tipos de comportamiento. Los hablantes conoceran una serie de reglas sobre el lenguaje que aplicaran en sus actos comunicativos de la misma manera que tienen en cuenta tambin otro tipo de reglas en diferentes mbitos de la vida social (dejar pasar a las personas mayores, cruzar por los pasos de cebra, etc). Sin embargo, como sealaMANTECA ALONSO-CORTS

(1982: 40), hay un cierto

malentendido en esta caracterizacin: la confusin de los datos lingsticos con las idealizaciones sobre las que trabajan los lingistas. En efecto, al igual que el fsico desarrolla sus teoras sobre la base de idealizaciones de ciertas propiedades de los fenmenos naturales, el lingista trabajara con abstracciones de los datos lingsticos. Por lo tanto, desde esta perspectiva, la Lingstica se incluira dentro de las ciencias empricas, puesto que:Los hechos lingsticos [] son propiedades y relaciones (empricas) que se inscriben en la experiencia del hablante, como las propiedades de los objetos materiales que estudia la fsica, tales como la madera flota, los cuerpos pesados caen o el hierro se oxida en contacto con el agua que son propiedades de la madera, del hierro y de los objetos pesados. Ahora bien los hechos

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Mario de la Fuente Garca lingsticos son de una clase no homologables estrictamente con los fsicos, por estar aquellos sujetos a una variabilidad, que surge en virtud de diversos parmetros que operan sobre ellos, como son los sistemas de creencias, las presuposiciones del hablante, los varios sistemas cognoscitivos, la estructura de la memoria, el estado del organismo, la estratificacin social, etc. (MANTECA ALONSOCORTS 1982: 41)

Como se puede observar, se trata de una cuestin de grados: la Lingstica sera emprica pero en menor grado que ciencias como la fsica, ya que los datos que maneja poseen ciertas caractersticas que los individualizan y separan frente a los manejados por estudios prototpicamente empricos. Pero, por otra parte, si se quiere calificar con propiedad a la Lingstica de ciencia emprica, hay que tener en cuenta una serie de aspectos sobre la propia investigacin interna en Lingstica. Siguiendo a seran: 1) Tipologa de los datos lingsticos. Las expresiones empeladas por los hablantes seran los datos de los que parte cualquier estudio lingstico. La pregunta, en consecuencia, es si es posible considerar esos datos como empricos, es decir, observables. En este sentido, la propia autora realiza una precisin fundamental: es necesario ampliar el concepto de percepcin para incluir en l no solo la conseguida de una manera directa (cuando escuchamos una cadena de sonidos articulados, percibimos directamente esos datos) sino tambin la conseguida indirectamente. Parece evidente que existen ciertos fenmenos que nos indican la presencia de otros, esos sonidos podran ser entendidos como indicadores de la presencia de un significado o sentido no perceptible directamente3. Por tanto, si se acepta esto, la Lingstica sera una ciencia emprica. 2) Procedimientos para determinar la relevancia o significacin de esos datos. En general, pues, sern datos significativos en lingstica todos aquellos que respondan a necesidades de comunicacin (FERNNDEZPREZ FERNNDEZ PREZ

(1984: 148) los ms importantes

1984: 153). Adems,

existira un segundo filtro de relevancia: si nosotros realizamos una investigacin particular dentro del vasto campo de la Lingstica, los lmites de la disciplina en la que nos movamos constituirn un procedimiento para determinar la pertinencia de los datos.3 En cada nivel de la teora, la evidencia emprica se hace ms indirecta. Pero sta no es una situacin ajena a la verdadera ciencia emprica como la fsica. Basta echar una mirada a la historia de esta ciencia y ver que en la microfsica los primeros investigadores no pudieron observar la microestructura de la materia, lo que no impidi que se conocieran importantes propiedades de sta (MANTECA ALONSO-CORTS 1982: 47).

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I. Los estudios textuales

3) Desarrollo de la contrastacin lingstica. Las investigaciones particulares debern contrastarse con los datos lingsticos y a su vez ser compatibles con los resultados de otras investigaciones particulares. Por otra parte, Wunderlich (apudMANTECA ALONSO-CORTS

1982: 37) establece

unos criterios que toda lingstica emprica debe cumplir: a) b) c) Los fenmenos lingsticos son observables (en la actividad del habla) y constituyen, por lo tanto, un tipo de experiencia. Son fenmenos sujetos a descripcin. Son susceptibles de explicacin

En esta lnea, se establecen tambin dos criterios metodolgicos para este tipo de lingstica. a) b) Adecuacin observacional: la teora debe incluir todos los datos relevantes del fenmeno lingstico observado. Adecuacin descriptiva: consiste en aprehender mediante un sistema de procedimientos no solo los fenmenos observados en un tiempo y espacio dado, sino de todos los posibles fenmenos observables. (MANTECA ALONSO-CORTS 1982: 38) Si la Lingstica es una ciencia emprica, dado que cumple los requisitos anteriores, es necesario ahora descender al nivel de los estudios textuales y comprobar si se adecuan a esa caracterizacin. Tipo de datos que manejan los estudios textuales. Parece fuera de toda duda que los textos pueden ser considerados como datos de experiencia: son magnitudes cuantificables, medibles y perceptibles de una manera directa. Esto es cierto tanto en los textos de carcter escrito (ya sean impresos o en formato digital) como en su vertiente oral, en ambos casos estamos ante datos observables. Tambin en este nivel necesitamos acudir al concepto de percepcin indirecta, puesto que hay ciertas caractersticas de los textos que no son perceptibles a primera vista pero de las que, sin embargo, existen claros indicadores. Uno de los ejemplos ms claros en este sentido se encuentra en las relaciones de coherencia y

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cohesin: la coherencia puede ser entendida como un fenmeno no perceptible a primera vista mientras que los mecanismos de cohesin como pueden ser la anfora y la catfora, los conectores textuales, la repeticin, los elementos decticos, etc., desempearan la funcin de indicadores de esa coherencia. Procedimientos para determinar la relevancia de los datos. Si se pretende que los estudios textuales obtengan el estatus de disciplina cientfica, hay que acotar qu tipo de datos lingsticos van a estudiar. El criterio fundamental para determinar qu hechos lingsticos sern relevantes para la ciencia textual se podra enunciar de la siguiente manera: sern datos pertinentes todos aquellos fenmenos que sobrepasen el nivel de los enunciados, que presupongan relaciones entre enunciados y para los cuales no se pueda hallar una explicacin coherente con las herramientas explicativas empleadas en los niveles inferiores al enunciado. La Lingstica cientfica que parte del paradigma estructural-generativista se haba postulado como una lingstica de carcter oracional; la oracin, o si se quiere el enunciado, era el lmite superior de anlisis a partir del cual las investigaciones sistemticas no eran posibles. La viabilidad cientfica de los estudios textuales radica en el hecho de que tratan de explicar un mbito de la realidad que la lingstica anterior no haba descrito, bien porque consideraba que no era posible establecer regularidades en el nivel textual, bien porque no haba desarrollado los instrumentos tericos que ofrecieran una descripcin adecuada de ese nivel. Tomemos como ejemplo el siguiente texto (BENEDETTI [1994] 1998: 475):SU AMOR NO ERA SENCILLO Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les crey cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. l padeca claustrofobia, y ella, agorafobia. Era slo por eso que fornicaban en los umbrales.

Si nicamente se tiene en cuenta el nivel oracional, no es posible explicar adecuadamente la funcin catafrica del pronombre los, ni describir completamente todas las funciones de la expresin en realidad. Estos fenmenos seran, por tanto, datos relevantes para un estudio de carcter textual. Desarrollo de la contrastacin lingstica. Es una evidencia que cualquier hiptesis que se elabore sobre los fenmenos de ndole textual puede ser contrastada en el nivel de los datos lingsticos. Por ejemplo, si se sostiene que el elemento pero es un conector textual de carcter contraargumentativo, es factible descender al nivel de los textos reales producidos

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I. Los estudios textuales

en espaol y comprobar la veracidad de esta hiptesis4. Por otro lado, los estudios textuales seran el complemento necesario para las investigaciones de carcter morfolgico, sintctico o semntico a la hora de describir y explicar adecuadamente todos los niveles presentes en nuestros actos comunicativos. En cuanto a los criterios de adecuacin metodolgica, los modelos tericos desarrollados dentro de los estudios textuales cumplen los requisitos exigidos. Fijmonos en el conocido modelo TesWest elaborado por J. S. Petfi (PETOFI y GARCA BERRIO 1978). Es una teora que pretende describir y explicar todos los datos relevantes de los textos, para ello se articula en tres componentes: gramtica del texto, semntica del mundo y el lexicn. Tratara as de cubrir tanto las relaciones internas que se dan en los textos como las relaciones externas que los textos mantienen con la realidad en la que son producidos. Por otra parte, este modelo se articula en una serie de reglas y variables a la manera de la gramtica generativa que tratan no solo de describir los textos existentes sino tambin de dar cuenta de todos los posibles dentro de una lengua. Sin embargo, no han faltado las crticas al estatus cientfico de los estudios textuales. Tomar como ejemplo las de ORTEGA (1991). En este trabajo, la autora sostiene que no es posible elaborar una ciencia del texto. Su razonamiento se apoya en el hecho de que un texto depende en gran medida del contexto en el que ha sido emitido y, en consecuencia, el estudio del texto depender del conocimiento que poseamos del contexto: pues si del contexto depende totalmente el texto resultante (punto sobre el cual nadie parece ya albergar duda ninguna), no podemos, si queremos obtener resultados satisfactorios, operar con el texto hasta no disponer de un conocimiento claro y completo del contexto. (ORTEGA 1991: 207-208)

Para Ortega, el contexto no es una nocin cientficamente til, ya que no es un concepto sistematizable, no se pueden hallar regularidades en los factores de carcter extralingstico que influyen en los textos, no se puede elaborar un sistema de modelos contextuales por una razn bsica: que hay tantos tipos de textos como contextos existen, esto es, un infinito nmero de tipos de textos diferentes porque cada contexto es distinto e irreducible. (ORTEGA 1991: 210) El estudio del texto debe ser entendido ms bien como el estudio de las estrategias de actuacin que utilizamos a la hora de producir y comprender los textos. Desde esteHace diez aos fui por ltima vez orador oficial de una comida de la Libertad de Prensa, durante el periodo del licenciado Miguel de la Madrid, y es hasta ahora que vuelvo a expresar mis puntos de vista, que creo comparte, claro, la totalidad de editores y periodistas, no la totalidad de editores y periodistas, PERO s una gran mayora que est formada por pequeas minoras y a la que debe respetarse o por lo menos tratar de explicar la situacin que impera en el pas y los problemas de la industria productora de peridicos de Mxico. (EXCLSIOR 08/06/1996, CREA [en lnea])4

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punto de vista, las investigaciones textuales seran un arte y no una ciencia (ORTEGA 1991: 214). En mi opinin, esta descripcin de la disciplina textual es errnea. Si se aplica ese mismo razonamiento a otros campos se llegara a conclusiones ciertamente equivocadas. Si sostenemos que el texto depende por completo del contexto y que, como no podemos ofrecer una descripcin adecuada de todos los factores contextuales, no podemos construir una ciencia textual, nos veremos obligados a sostener la invalidez de la Lingstica actual como ciencia. Esta disciplina toma como unidad bsica de anlisis el enunciado; parece fuera de toda duda el hecho de que en la descripcin terica de esta unidad el contexto juega un papel fundamental, por tanto, deberamos sostener que no es posible un estudio cientfico del enunciado, puesto que puede haber tantos enunciados como contextos posibles. Esta conclusin es equivocada, ya que, como se ha visto, los argumentos para sostener la validez de la Lingstica como ciencia son abundantes. Adems, teoras como el Principio de Cooperacin de Grice demostraran que no todas las propiedades contextuales son nicas y especficas, nuestros intercambios comunicativos estn sujetos a ciertas normas que son constantes, regulares y que funcionan sistemticamente Por otra parte, Ortega sostiene que el contexto no es sistematizable porque existen en l demasiadas variables que no se pueden controlar. Sin embargo, el contexto no debe ser entendido como el conjunto de absolutamente todos los elementos extralingsticos sino nicamente aquellos que tengan una influencia efectiva en las propiedades de un texto o, si se quiere, de un enunciado. Desde esta perspectiva s que es posible establecer regularidades y disciplinas como la Sociolingstica son una prueba ms que evidente. Hay ciertos factores contextuales, no todos, que tienen una influencia sistemtica y regular en nuestros actos comunicativos. Desde mi punto de vista, no es adecuado sostener la invalidez de una disciplina cientfica porque en el estado actual de sus investigaciones no haya llegado a describir por completo su objeto de estudio: no sera correcto afirmar que, dado que los estudios sobre el cerebro no han descrito por completo todos los aspectos de este rgano, la neurologa es imposible como ciencia. De la misma manera, no se puede invalidar el estatus cientfico de disciplinas como la Pragmtica o la Sociolingstica porque en la actualidad no hayan descrito completamente todos los factores contextuales. Por lo tanto, parece que s es posible hablar de una disciplina cientfica que aborde el estudio del nivel textual, ya que disponemos de las herramientas tanto tericas como metodolgicas para ello.

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1.3 El surgimiento de los estudios textuales y la nocin de paradigmaLa siguiente cuestin que haba planteado era el tipo de cambio representado por la aparicin de esta nueva disciplina cientfica dentro de los estudios sobre el lenguaje. Si bien hay numerosos estudios que se han centrado en cmo se produce el progreso dentro del mundo de las ciencias (POPPER [1935] 1982; LAKATOS 1998; BUNGE 1979 y 2000) quiz sea la obra deKUHN

([1962] 1975), La estructura de las revoluciones cientficas, una de las ms

influyentes en este sentido5. Uno de los objetivos principales de este trabajo es describir cmo surgen nuevas teoras o, ms exactamente, nuevos paradigmas. Segn Kuhn, la sustitucin de un paradigma por otro distinto se produce mediante una revolucin cientfica, concepto que se define de la siguiente manera:las revoluciones cientficas se consideran aqu como aquellos episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevo e incompatible. (KUHN [1962] 1975: 149)

Pero para comprender adecuadamente este proceso es necesario tener en cuenta una serie de conceptos fundamentales. Uno de los ms importantes es el de ciencia normal, estadio de gran desarrollo cientfico del que partiran los procesos revolucionarios. Esta nocin se basa en la idea de paradigma como un modelo o patrn aceptado por todos. As, un paradigma cientfico proporcionara los elementos fundamentales para toda investigacin: los presupuestos tericos sobre los que trabajar, el mbito de la realidad sobre el que vamos a centrar nuestra investigacin, el tipo de fenmenos para los que podemos ofrecer una explicacin coherente (igualmente, tambin nos indicar qu hechos o problemas quedan fuera de nuestro alcance explicativo), las herramientas metodolgicas de las que nos serviremos, los lmites que nuestra investigacin no podr superar, etc. La ciencia normal sera el trabajo que se desarrolla dentro de un determinado paradigma. Este trabajo, si quiere ser productivo, debe centrarse en una parcela relativamente pequea de la realidad y, en consecuencia, sus resultados sern principalmente descriptivos, es decir, no se propone como objetivo descubrir nuevos fenmenos sino llegar a diseminar lo ms completamente posible su parcela de estudio. En este sentido, el trabajo dentro de la ciencia normal estar dirigido a la articulacin de aquellos fenmenos y teoras que ya

Mi intencin en este punto no es la de examinar con detenimiento los planteamientos del terico norteamericano sino simplemente la de tratar de comprobar la posible aplicacin de algunos conceptos del esquema kuhneano al surgimiento y evolucin de los estudios textuales.5

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proporciona el paradigma (KUHN [1962] 1975: 53). En esta fase del trabajo cientfico, los investigadores se enfrentan a dos tipos de problemas. En primer lugar, tendrn que hacer frente a problemas de carcter emprico o factual, relacionados con los siguientes tipos de hechos: 12Hechos que el paradigma ha mostrado que son particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. Hechos que, aunque no tengan a menudo mucho inters intrnseco, pueden compararse directamente con predicciones de la teora del paradigma. Kuhn hace referencia en este punto a todos los procedimientos que se han elaborado para contrastar en la naturaleza las hiptesis que nos proporciona el paradigma. 3Trabajo emprico emprendido para articular la teora del paradigma, resolviendo algunas de sus ambigedades residuales y permitiendo resolver problemas hacia los que anteriormente solo se haba llamado la atencin. (KUHN [1962] 1975: 54-60) En segundo lugar, y derivadas de las anteriores, debern resolver dificultades de carcter terico: 1- La determinacin del hecho significativo. Una parte de la labor de investigacin se dedicar a la elaboracin de predicciones sobre hechos que tengan una relevancia importante para el paradigma. 2- El acoplamiento de los hechos con la teora. Muchas de las reformulaciones que sufren los paradigmas derivan de la resolucin de este tipo de problemas, son casos en los que la experimentacin fctica obliga a reformular hiptesis de naturaleza terica. 3- La articulacin de la teora. Los presupuestos tericos de un paradigma necesitan concretarse en posteriores aplicaciones, descripciones pormenorizadas de aspectos parciales, etc.6

6 los hombres que idearon los experimentos que deban establecer la distincin entre las diversas teoras del calentamiento por compresin fueron generalmente los mismos que haban formulado las versiones que iban a ser comparadas. Trabajaban tanto con hechos como con teoras y su trabajo no produjo simplemente una nueva informacin sino un paradigma ms preciso, obtenido mediante la eliminacin de ambigedades que haba retenido el original a partir del cual trabajaban. En casi todas las ciencias, la mayor parte del trabajo normal es de este tipo. (KUHN [1962] 1975: 66)

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I. Los estudios textuales

Como ya he comentado, el trabajo cientfico en ciencia normal no est encaminado a producir novedades sino a ampliar el conocimiento de un determinado aspecto de la realidad pero siempre bajo un conjunto delimitado de reglas y principios. El principal problema al que se enfrenta un cientfico que trabaja siguiendo un paradigma determinado consiste en la aparicin de hechos o procesos que violan abiertamente las normas con las que trabaja. Es lo que Kuhn denomin anomala, es decir, un hecho que no puede ser explicado con los principios tericos ni con las herramientas metodolgicas existentes y que, por tanto, requiere o bien la adaptacin de la teora para que lo que antes era anormal se convierta en algo esperado o bien la sustitucin de esa teora por otra que explique adecuadamente esa anomala. Son precisamente las anomalas y las soluciones que se elaboran las que acaban produciendo novedades y descubrimientos que de otra manera no habran sido posibles. Kuhn seala una serie de caractersticas comunes en estos procesos: a) Percepcin de la anomala b) Aparicin gradual y simultnea del reconocimiento tanto conceptual como de observacin. c) Cambio en las categoras y procedimientos del paradigma, acompaado a menudo por resistencia. (KUHN [1962] 1975: 107) Aunque parezca contradictorio, la propia naturaleza de los paradigmas (el hecho de que estn diseados para describir una parcela de la realidad minuciosamente) es la responsable de que el trabajo en ciencia normal sea el mejor contexto para la percepcin de las anomalas. Si tenemos claro el tipo de fenmenos que vamos a observar, los mtodos que vamos a emplear y los resultados que esperamos obtener, cuando se produzca algn hecho anmalo, algo que no esperbamos, estaremos en la mejor disposicin para darnos cuenta de ese producto inesperado. Cuando este tipo de anomalas afectan a los fundamentos tericos de un paradigma se produce una etapa de crisis, ya que las herramientas que antes describan perfectamente la parcela estudiada pierden su utilidad y, en consecuencia, es necesario redisearlas. En estos perodos de crisis los cientficos aplicarn con ms ahnco que nunca las reglas de la ciencia normal para ver hasta donde pueden dar de s. En el momento en que se percaten de que es necesario un cambio realmente profundo y no un simple reajuste, la crisis

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paradigmtica habr tocado techo. A partir de aqu, el proceso de investigacin se asemejar mucho a la imagen un tanto estereotipada que existe del cientfico: una persona que elabora teoras y experimentos de una forma especulativa para intentar resolver un problema que ha sobrepasado los lmites del paradigma del que parta. Lgicamente, muchas de las soluciones que aporte sern errneas pero servirn para ir delimitando con precisin el camino hacia el nuevo paradigma. Son bsicamente tres fenmenos sobre los que se desarrollan nuevas teoras: a) Fenmenos que ya han sido bien explicados por los paradigmas existentes. b) Fenmenos cuya naturaleza es indicada por paradigmas existentes, pero cuyos detalles solo pueden comprenderse a travs de una articulacin ulterior de la teora. c) Anomalas reconocidas cuyo rasgo caracterstico es su negativa tenaz a ser asimiladas en los paradigmas existentes. Solo esta clase se convertir en acicate para las revoluciones cientficas. (KUHN [1962] 1975: 156-157) El trabajo en esta fase suele ir casi siempre acompaado de reflexiones de carcter epistemolgico sobre la propia naturaleza de la disciplina cientfica en cuestin, sobre sus bases tericas y metodolgicas o sobre el alcance descriptivo y explicativo de la misma. Estos procesos de crisis cientfica se suelen resolver a travs de dos vas diferentes: 1. La aparicin de nuevas teoras que no supongan una negacin total del paradigma sino una serie de cambios importantes dentro del mismo. Estas teoras suelen hacer referencia a hechos desconocidos por el paradigma pero cuya explicacin entre dentro de los lmites del mismo o bien pueden ser teoras que engloben a las anteriores.7 2. La revolucin cientfica en la que un paradigma es sustituido por otro incompatible con el anterior que desarrolla nuevos principios y normas bajo las cuales lo que antes era considerado una anomala ahora es algo perfectamente explicable. Este cambio es muy profundo, puesto que no solo afecta a los los tipos de

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Como seala KUHN ([1962] 1975: 153-154): una teora nueva no tiene por qu entrar en conflictos con cualquiera de sus predecesoras. Puede tratar exclusivamente de fenmenos no conocidos previamente, como es el caso de la teora cuntica que trata (de manera significativa, no exclusiva) de fenmenos subatmicos desconocidos antes del siglo XX. O tambin, la nueva teora podra ser simplemente de un nivel ms elevado que las conocidas hasta ahora, agrupando todo un grupo de teoras de nivel ms bajo sin modificar sustancialmente a ninguna de ellas.

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I. Los estudios textuales

presupuestos tericos de un paradigma sino tambin a los criterios que determinan lo que es un problema cientfico y las soluciones aplicables al mismo8. En resumen, los cambios de paradigma se produciran cuando en un estadio de ciencia normal se descubre una anomala que hace tambalearse los principios bsicos de la teora. La salida de este callejn se producira bien a travs de la reformulacin profunda de la teora o bien a travs del cambio revolucionario de paradigma. La pregunta que es necesario plantearse ahora es la siguiente: es aplicable esta descripcin al surgimiento y evolucin de la lingstica textual? Se podr observar que existen ciertos paralelismos que, en un principio, permiten plantearse la posibilidad de esta aplicacin. Suele ser algo aceptado el hecho de que tanto estructuralismo como generativismo comparten ciertos presupuestos tericos y metodolgicos que los engloban bajo un mismo paradigma cientfico. En la siguiente tabla se resumen algunos de los ms importantes (GUTIRREZ ORDEZ 2002a: 143):

PARADIGMA ESTRUCTURAL-GENERATIVISTA Finalidad Objetivo Actitud mbito Concepcin Unidad bsica Disciplina central Objeto de descripcin Descriptivo-explicativa Conocimiento de la lengua Inmanente Lenguaje oral Sistemtica Oracin (enunciado) Sintaxis Lengua-Competencia

BERNRDEZ

(1981: 179) tambin alude a estas caractersticas comunes compartidas

por el estructuralismo y el generativismo, para este autor ambas corrientes pueden ser

8 En este cambio [] se conjugan fenmenos internos a la propia ciencia y fenmenos externos, pragmticos (sociolgicos, psicolgicos, etc.), dado que es la comunidad cientfica (conjunto de cientficos que defienden un mismo paradigma) el soporte bsico para la aceptacin o rechazo de los paradigmas y quien juzga realmente la adecuacin del nuevo paradigma y la inadecuacin del anterior, comunidad que, lgicamente, posee unos condicionantes propios de la sociedad en que est inmersa. (BERNARDO 1995: 59)

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incluidas en un mismo paradigma, puesto que su labor puede ser entendida como un proceso de estudio del sistema del lenguaje en oposicin al paradigma histricocomparado que lo vera como fenmeno socio-individual histrico. Desde este punto de vista, el paradigma estructural-generativista representara el estadio de ciencia normal kuhneano. En esta fase, los investigadores tenan que enfrentarse a problemas de carcter emprico o factual relacionados con tres tipos de hechos. Hechos que son particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. Uno de los presupuestos tericos fundamentales del paradigma es la concepcin del lenguaje como una facultad innata y programada biolgicamente en los seres humanos. As, existiran una serie de universales lingsticos comunes a todas las lenguas. Si se desciende a la realidad emprica de las lenguas es posible comprobar que estos universales existen. Por ejemplo, para la Teora de Principios y Parmetros (TPP) habra dos tipos de categoras sintcticas (LORENZO y LONGA 1996: 71): - Las categoras lxicas (Nombre, Preposicin, Adjetivo y Verbo) que formaran clases de inventario abierto (a excepcin de la preposicin), tendran un contenido de tipo descriptivo y propiedades de seleccin argumental y se manifestaran en casi todas las lenguas. - Las categoras funcionales (Conc, Tiempo, Neg, Det) que estaran asociadas a clases de inventario cerrado, careceran de contenido descriptivo aunque ayudaran a fijar el de los elementos de tipo lxico y, a pesar de que son ms variables segn las lenguas, apareceran en muchas de ellas.LORENZO y LONGA (1996:

68) proporcionan un ejemplo de la universalidad de estas

categoras, presentes incluso en lenguas muy alejadas de nuestro entorno cultural:En muchas lenguas se registran en el sistema nominal fenmenos de concordancia semejantes a veces idnticos a los que se aprecian en el sistema verbal. Por ejemplo, en yupik, una lengua esquimal de Alaska central, entre el poseedor y lo posedo en una estructura nominal se mantiene una relacin de concordancia en la que media el mismo tipo de partcula que en la concordancia entre el verbo y el sujeto: a. angute-m kiputa-a lit. hombre-suj comprar-pas. el hombre lo compr b. angute-m kuiga lit. hombre-pos ro el ro del hombre

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I. Los estudios textuales

Existira una categora funcional (Conc) que estara presente en casi todas las lenguas, sera, por tanto, un universal lingstico. Este tipo de datos empricos son particularmente reveladores de uno de los principios bsicos del paradigma: la naturaleza innata y universal de la facultad del lenguaje. Hechos que, aunque no tengan a menudo mucho inters intrnseco, pueden compararse directamente con predicciones de la teora del paradigma. Por ejemplo, dentro del terreno de la sintaxis se han elaborado numerosos procedimientos para comprobar predicciones de la teora. El principio terico de que la raz verbal es la que selecciona la estructura argumental de un verbo, es decir, la responsable de la valencia verbal se puede comprobar empricamente mediante la aplicacin de la prueba de Happ. Este procedimiento consiste en la sustitucin del verbo y algunos de sus complementos por la proforma hacer. Los complementos que queden incluidos en esta sustitucin pertenecern a la estructura argumental del verbo como se muestra en (1): (1) Mara toma caf en la universidad >Lo hace en la universidad As, se puede comprobar cmo el sintagma caf es un complemento argumental mientras que en la universidad sera un complemento no argumental o satlite. Trabajo emprico emprendido para articular la teora y resolver sus ambigedades. Dentro del campo de la sintaxis, la caracterizacin que realizALARCOS

(1990) de la funcin de

Suplemento es un ejemplo muy claro de este tipo de trabajo emprico. Haba un problema terico que conllevaba ciertas ambigedades: la naturaleza de cajn de sastre de la funcin de Complemento Circunstancial. En ella se incluan elementos que, aunque aparentemente fueran similares, realmente eran muy diferentes. Fijmonos en el siguiente par de enunciados. a. Hablan de la ltima novela de Benedetti b. Hablan de memoria Entre los segmentos preposicionales de a y b hay diferencias formales y funcionales importantes:

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1- los de a dejan todos como sustituto un referente tnico precedido de la preposicin correspondiente (Hablan de eso). Los de b, en cambio, dejan un adverbio (Hablan as). 2- Los de a pueden ser conmutados por el interrogativo qu (de qu hablan?); los de b, por el interrogativo cmo (cmo hablan?). 3- Los segmentos preposicionales de a y b aceptan estructuras ecuacionales diferentes (De la ltima novela de Benedetti es de lo que hablan/ De memoria es como hablan). 4- No son coordinables entre s. 5- Pueden aparecer en la misma secuencia: Hablan de la ltima novela de Benedetti de memoria. Todas estas caractersticas demostraran que estamos ante segmentos diferentes funcionalmente, los de a seran Suplementos mientras que los de b seran Aditamentos. A travs de este tipo de trabajo emprico, se consigue una mayor articulacin de la teora a la vez que se resuelven ciertas ambigedades de la misma. El trabajo de investigacin en la fase de ciencia normal deba enfrentarse, asimismo, a una serie de dificultades de carcter ms terico. Determinacin del hecho significativo. Una gran parte de la labor de investigacin debe dedicarse a elaborar predicciones sobre hechos relevantes para el paradigma. Muchas de la hiptesis que se han propuesto tenan como objetivo resolver uno de los problemas fundamentales de este paradigma: cmo adquirimos los seres humanos una lengua determinada, es decir, cmo a partir de un conjunto de datos inconexos y desordenados somos capaces de elaborar una gramtica que nos permita producir y comprender un nmero ilimitado de oraciones. El acoplamiento de los hechos con la teora. Como ya he mencionado anteriormente, en ocasiones el trabajo emprico obliga a reformular hiptesis tericas. Para la TPP, las categoras lxicas pueden ser las responsables de proyecciones de su misma categora (LORENZO y LONGA 1996: 56): - Qu haces? - Saltar (SV) - Qu suele anidar aqu? - Jilgueros (SN) - Cmo era el hombre que vino?

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I. Los estudios textuales

- Alto (SA) Sin embargo, este principio parece no cumplirse en el caso de las preposiciones: - dnde suelen dirigirse las cigeas? - * Hacia A partir de datos como estos, se hace necesario aadir nuevos elementos a ese principio para que pueda dar cuenta de ejemplos como los anteriores. Si se tiene en cuenta el concepto de transitividad, esos datos problemticos tienen una explicacin. Hay ciertos elementos que para formarse correctamente exigen la presencia de unos complementos. En el caso de que no se tuviera en cuenta esta restriccin, habra que afirmar que algunos SV transitivos tampoco pueden sostener proyecciones de su misma categora por s mismos lo cual es abiertamente errneo. Como sealan LORENZO y LONGA (1996: 57):Una pieza lxica es transitiva si selecciona obligatoriamente un complemento. Esta obligatoriedad depende del significado de la pieza en cuestin. Podemos suponer, por tanto, que lo que ocurre con las preposiciones es que, debido a las caractersticas de sus significados, encarnan un caso de transitividad extensible a lo largo de toda una categora.

Por tanto, a travs de esta reformulacin el principio terico conserva su validez, no es que las preposiciones no puedan producir proyecciones de su misma categora por s solas sino que, como elementos transitivos, necesitan de sus complementos para formarse correctamente y as sostener dichas proyecciones. La articulacin de la teora. Como ya se ha visto, el paradigma estructural-generativista posee una serie de principios generales que caracterizan su forma de trabajar. Pero, para que se produzca un desarrollo terico adecuado al objeto de estudio, es necesario articular esos principios. Para cumplir su objetivo general, caracterizar el conocimiento innato que los seres humanos poseen del lenguaje, la TPP ha elaborado una serie de subteoras que se centran en aspectos parciales de la gramtica de los hablantes. As por ejemplo, la teora se encargara del estudio del origen y la forma de las estructuras argumentales seleccionadas por las piezas lxicas, la teora X establecera las condiciones formales bsicas que encauzan la manifestacin de los argumentos en el enunciado, la teora del caso regulara las condiciones que se deben cumplir para que un elemento sea visible en la sintaxis en una determinada posicin, adems existiran otras subteoras como la teora del ligamiento, la teora de la acotacin, la teora del control o la teora de la reccin (LORENZO y LONGA 1996: 40).

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Con esta serie de ejemplos he querido mostrar la posibilidad de establecer un paralelismo entre los principios tericos y metodolgicos del paradigma estructuralgenerativista y el concepto de ciencia normal de Kuhn. Si se contina intentando aplicar el esquema de Kuhn a la aparicin de la lingstica textual, la siguiente cuestin que es necesario plantear es cul fue, si es que hubo alguna, la anomala que motiv la aparicin de esta disciplina. Al margen de numerosos factores de carcter externo, uno de los principales hechos que motiv la aparicin de los estudios textuales fue la constatacin de que determinados fenmenos lingsticos no podan ser descritos y explicados adecuadamente empleando las herramientas existentes. Me estoy refiriendo a toda la serie de fenmenos que sobrepasan el nivel oracional y que, en consecuencia, presuponen relaciones entre enunciados. En este sentido, se pueden destacar, entre otros muchos, los procesos catafricos y anafricos, la funcin de los conectores textuales, la expresin de la coherencia y la cohesin, las relaciones argumentativas, la intertextualidad, etc. La lingstica estructural-generativista se haba planteado como una disciplina bsicamente oracional, puesto que supona que en los niveles superiores a la oracin no era posible establecer patrones ni encontrar reglas, por lo tanto, haba desechado el terreno de la actuacin como parte de su objeto de estudio. La aparicin de la lingstica textual hay que situarla en un marco ms amplio caracterizado por el reconocimiento de que en el habla s era posible establecer regularidades y, consecuentemente, hacer ciencia. En este contexto, surge un gran nmero de disciplinas (Sociolingstica, Pragmtica, Anlisis de la Conversacin) cuyo denominador comn es que toman como centro de atencin la realidad comunicativa de una lengua. Sin embargo, este proceso no puede ser equiparado con el concepto de anomala postulado por Kuhn cuya caracterstica principal era su negativa tenaz a ser asimilada por el paradigma existente, ya que los hechos que constituyen el eje de los estudios textuales haban sido tenidos en cuenta por la lingstica cientfica aunque no los hubiera estudiado en profundidad. Dentro de la clasificacin que haca Kuhn de los fenmenos que pueden producir nuevas teoras los que llevaron al surgimiento de la lingstica textual podran equipararse al segundo tipo, es decir, fenmenos cuya naturaleza es indicada por paradigmas existentes, pero cuyos detalles slo pueden comprenderse a travs de una articulacin ulterior de la teora. En este sentido, la lingstica textual supuso una ampliacin de los estudios a un nivel superior que necesitaba de herramientas tericas y metodolgicas nuevas. Pero el proceso que llev a la elaboracin de conceptos propios de

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I. Los estudios textuales

la disciplina que estaba surgiendo no fue en absoluto sencillo. Estuvo precedido por una poca de crisis en la que se intentaba describir el nuevo campo de estudio con las herramientas y procedimientos que haban tenido gran xito en la descripcin de los niveles inferiores a la oracin pero que demostraron ser inadecuadas para el tratamiento de los problemas prototpicamente textuales. As por ejemplo, se intent formalizar una gramtica de nivel superior que pudiera generar un texto, esta tarea se llev a cabo en el proyecto de Constanza Este intento de formalizacin textual fue realizado por lingistas como Hans Rieser, Peter Hartmann, Jnos Petfi o T. A. van Dijk. En principio, se tomaron como base alguno conceptos bsicos de la gramtica generativa, se intent as construir un sistema gramatical y un lexicn abstracto que serviran para generar un texto de Brecht. Pero los resultados no fueron los esperados, ya que se lleg a la conclusin de que las diferencias entre una gramtica textual y una oracional eran ms amplias de lo que se haba supuesto en un principio. Como sealan BEAUGRANDE y DRESSLER ([1981]1997: 62):De nuevo, se haba aplicado un mtodo gramatical a un proceso textual, y, de nuevo, nada parece haberse probado excepto que las oraciones exhiben las mismas propiedades estructurales tanto en su dimensin gramatical como en la textual. Tampoco se encontraron normas para distinguir lo que es un texto de lo que no lo es. De todo ello se dedujo que las reglas gramaticales no pueden reflejar los procesos que operan en la produccin o en la recepcin de un texto.

A partir de experiencias como la de Constanza, los investigadores comenzaron a darse cuenta de que la solucin a esa crisis no se hallaba en la mera aplicacin de conceptos gramaticales sino que era necesario elaborar nuevos conceptos que pudieran explicar adecuadamente el nuevo campo de estudio. Pero, en contra de lo que podra suponerse, la lingstica del texto no surgi a travs de un proceso de revolucin cientfica sino ms bien a travs de un desarrollo acumulativo. Los estudios textuales no implicaban una negacin total del paradigma anterior ni la creacin de un marco terico incompatible sino que incluan en su seno a toda la lingstica oracional. Por tanto, se debera hablar ms bien de una ampliacin del objeto de estudio que llev a la lingstica a niveles anteriormente desatendidos. Hasta aqu he intentado aplicar, quiz de una forma un tanto esquemtica, las ideas de Kuhn al surgimiento de la lingstica textual. Esta comparacin me ha servido para ver el tipo de cambio que supuso la aparicin de esta disciplina en el panorama de la lingstica a finales de los aos 60. Sin embargo, es fundamental entender el hecho de que los esquemas del terico norteamericano no pueden aplicarse sin ms a la ciencia lingstica, es necesario tener en cuenta una serie de restricciones importantes que limitan hasta cierto 37

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punto los posibles paralelismos.

BERNRDEZ

(1981) sostiene que existen una serie de

factores que condicionan la aplicacin de la obra de Kuhn a la historia de la lingstica. En primer lugar, el hecho de que en la lingstica no solo influyen las motivaciones de carcter interno sino tambin, y en algunas ocasiones forma decisiva, las influencias de otras ciencias o saberes mientras que en ciencias como la fsica las causas internas son las principales responsables de los cambios. Por ejemplo, el surgimiento del concepto de competencia comunicativa no podra entenderse sin la aportacin fundamental de los estudios etnogrficos. En segundo lugar, en lingstica un cambio de paradigma no supone la desaparicin de los anteriores sino que en la mayora de las ocasiones conviven varios a la vez.Efectivamente, pese a las diversas revoluciones, siguen existiendo los paradigmas antiguos: sigue habiendo anti-estructuralistas, que continan la llamada gramtica tradicional []; y no hay duda de que, pese a que el centro de gravedad de la lingstica se ha desplazado hacia las ideas generativistas, sigue habiendo estructuralistas que no puede decirse que se limiten a vegetar. (BERNRDEZ 1981: 178)

Y, por ltimo, en tercer lugar, es importante resaltar que los cambios de paradigma son, en realidad, desplazamientos del objeto de estudio, es decir, las distintas corrientes lingsticas se diferencian porque fijan su centro de atencin en aspectos distintos del lenguaje. As, mientras que la gramtica generativa se centra en explicar la capacidad lingstica innata que nos permite producir y entender infinitos enunciados (lengua I), el estructuralismo pretende describir las relaciones que contraen los diferentes elementos y niveles lingsticos dentro del sistema que es la lengua (lo que para los generativistas sera la lengua E). Bernrdez concluye este repaso con una afirmacin muy esclarecedora a la hora de entender las relaciones entre las ideas de Kuhn y la evolucin de la ciencia lingstica:podramos apuntar que resulta ms prctico considerar la lingstica como un conjunto de disciplinas prximas. Los paradigmas seran entonces parciales, esto es, afectaran a disciplinas lingsticas diferentes y, en consecuencia, no seran reconocidos como tales ms que por los estudiosos de una de esas disciplinas parciales. Esto encajara en las observaciones de Kuhn sobre los paradigmas que slo lo son para una parte de los cientficos de una determinada disciplina amplia. (BERNRDEZ 1981: 180)

En conclusin, la respuesta a la pregunta que haba planteado anteriormente radica en el reconocimiento de que el surgimiento de la lingstica textual no puede ser descrito como un proceso de revolucin cientfica sino ms bien como el resultado de un desarrollo acumulativo. En este surgimiento influiran adems dos factores fundamentales:

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I. Los estudios textuales

a) el giro que se produjo en la lingstica a finales de los 60 hacia el terreno de la actuacin que conllev la aparicin de disciplinas como la Sociolingstica o la Pragmtica. b) la toma de conciencia por parte de los algunos lingistas de que existan numerosos fenmenos que no podan ser explicados empleando las herramientas de una lingstica puramente oracional.

2. Los estudios textuales: un proceso de

integracin de lo lingstico y lo socialLa evolucin de los estudios textuales o discursivos puede ser vista desde mltiples perspectivas. Quiz una de las caractersticas ms importantes que va a marcar ese proceso es el intento constante de tratar de elaborar un modelo descriptivo en el que tengan cabida tanto los elementos y estructuras lingsticas como los factores de carcter contextual o de ndole social que determinan de una manera fundamental los rasgos de un discurso. La intencin de este captulo no es la de ofrecer un repaso de todos los enfoques que se incluyen dentro de etiquetas como Lingstica del Texto o Anlisis del Discurso9 sino la de indagar en algunos de los modelos ms representativos de ese camino que va de lo puramente lingstico a lo tpicamente social porque al final de l se encuentra el Anlisis Crtico del Discurso, que tomar como marco terico para esta investigacin, en el que se conjugan perfectamente el estudio de las estrategias discursivas y de los rasgos sociales que las configuran. As, el TesWest de Petfi, representa el primer estadio de este trayecto, ya que en l los aspectos sociales apenas tienen cabida, su principal preocupacin es la de trasladar los postulados de la Gramtica Generativa al nivel textual. La teora de T. A. Van Dijk es, tal vez, el primer intento de incluir el mundo de lo contextual y lo social en este terreno, a travs de su componente pragmtico y su nocin de macroacto de habla las intenciones de los participantes en los actos comunicativos se insertan por primera vez en este nivel de descripcin. Sin embargo, sern los trabajos de Halliday y Hasan los que elaboren un modelo textual dedicado exclusivamente a estudiar cmo el contexto social determina las estructuras lingsticas articulando nociones como Campo, Modo Tenor o Configuracin Contextual que, como se ver, resultarn fundamentales en este sentido.9

Para ello puede consultarse FERNNDEZ SMITH (2004)

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Finalmente, el Anlisis Crtico del Discurso llevar estos presupuestos un paso ms all porque incluir en su modelo todos los aspectos ideolgicos que afloran en el discurso y se dedicar preferentemente a estudiar las estrategias que representan relaciones de desigualdad social a la hora de emplear el lenguaje.

2.1 El TesWeST de J. S. PetfiLa influencia de la gramtica generativa en las primeras etapas de investigacin de unidades superiores a la oracin es fundamental. Muchos de los modelos textuales que se elaboraron en esta poca tenan la forma de una gramtica de este tipo y se centraban en la nocin de transformacin como elemento clave a la hora de explicar los procesos de produccin e interpretacin de los textos. En estos modelos se presupona la existencia de dos partes o componentes textuales: uno profundo y otro superficial. El objetivo terico bsico consista en formular una serie de reglas que permitieran explicar el paso de uno a otro en un nivel textual. En esta lnea de investigacin, destaca el modelo textual de Jnos S. Petfi, conocido como TesWeST10. La idea fundamental de la que parte Petfi es que en el estudio del texto deben tenerse en cuenta dos tipos de factores que determinan su naturaleza: factores internos propiamente textuales y factores externos que lo relacionan con el mundo. En el modelo se los denomina aspectos co-textuales y aspectos con-textuales respectivamente. Como consecuencia de este presupuesto, los objetivos tericos que debe satisfacer el TeSWeST son bsicamente dos: por un lado, debe ser capaz de explicar los procesos de produccin y de interpretacin textuales (tambin denominados de sntesis y de anlisis) y, por el otro, se propone relacionar las caractersticas textuales con el mundo en el que se inserta el texto, es decir, atender de manera especfica a los problemas que conlleva el fenmeno de la referencia. Para ofrecer una representacin adecuada de los textos el modelo de Petfi se estructura en tres partes: a) gramtica del texto b) semntica del mundo c) lexicn

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Teora de la estructura del texto/ estructura del mundo. Para una introduccin adecuada a los presupuestos y mtodos del modelo consltese PETFI y GARCA BERRIO (1978)

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I. Los estudios textuales

El componente de la gramtica del texto est formado por dos tipos de reglas. Unas actan sobre los elementos del lexicn y producen representaciones abstractas y generales del texto y a continuacin otro tipo de reglas actan sobre esas representaciones y las convierten en estructuras superficiales reales, posibles dentro de una lengua. La tarea principal del primer tipo de reglas es producir representaciones no ambiguas de los textos que posteriormente sern transformadas en expresiones reales (textos-omega en la terminologa del modelo).11

El componente de gramtica textual consta de un componente de formacin sintctica desambiguadora, que es el que permite la formacin de las representaciones semnticointensionales, y de un componente de proyeccin, que en el anlisis permite la asignacin de representaciones semntico-intensionales a una manifestacin textual lineal dada y en la sntesis permite que se llegue a una o varias manifestaciones textuales a partir de una manifestacin textual semntico-intensional. (ALBADALEJO MAYORDOMO y GARCA BERRIO 1983: 240)

Veamos, siguiendo un ejemplo propuesto por Bernrdez, una frmula de este tipo: AQU Y AHORA (COMUNICAR (x, y, z: [SABER x, z: (Can mat a Abel)])) Se podra reformular como Yo te comunico aqu y ahora que s que Can mat a Abel. Lgicamente, es un ejemplo excesivamente simple, pero sirve para ver cmo funciona este componente. Por un lado, este tipo de representaciones deben ser unvocas totalmente y, por el otro, deben poseer un nivel de jerarquizacin muy fuerte, cada elemento queda integrado en otro, si bien la aplicacin de estas reglas puede ser recursiva el orden jerrquico no puede alterarse. Sobre esta frmula actuara el componente de proyeccin para producir una representacin textual. El componente de semntica del mundo tiene como finalidad integrar cada texto particular dentro de un mundo posible, es decir, relacionarlo con los elementos extralingsticos a los que se refiere.El motivo de estudiar especficamente este aspecto consiste en la posibilidad sealada en la semntica lingstica y la filosfica, as como por la lgica- de que existan mundos diversos donde no coinciden las, digamos, reglas de comportamiento. No se trata slo de mundos objetivamente distintos, sino tambin de fenmenos como el mundo onrico, etc., donde la realidad no coincide con la del mundo de la vigilia (el mundo real). Para poder sintetizar o analizar textos, por ejemplo, literarios, en los que se utilizan conceptos o relaciones de mundos

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Al igual que en los restantes componentes, las reglas tienen forma de predicaciones con argumentos: {A}, donde es un predicado y A indica los distintos argumentos que pueden (o deben) usarse juntamente con aqul. Estos argumentos se especifican con denominaciones casuales a la manera de la gramtica de casos de Fillmore, es decir, agente, objeto, etc. (BERNRDEZ 1982: 172).

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Mario de la Fuente Garca distintos al normal, es preciso poder integrar en el modelo todos los mundos posibles.(BERNRDEZ 1982: 168-169)

El componente del lexicn sera el responsable de aportar las definiciones de los elementos sobre los que van a trabajar los otros dos componentes. Por lo tanto, estas definiciones deben cumplir varios requisitos: no deben ser ambiguas ni circulares y adems deben contener en la medida de lo posible la mayor cantidad de conocimientos del mundo que posea un hablante (podramos equipararlos, en cierto sentido, al actual concepto de conocimiento enciclopdico propuesto desde la teora de la relevancia, teniendo en cuenta las evidentes diferencias). Pero, a pesar de su alto grado de formalizacin, el modelo propuesto por Petfi no consigui resolver uno de los problemas fundamentales: cules son las propiedades relevantes de los textos. Para Beaugrande y Dressler la causa de este desajuste radica en la utilizacin de la lgica:Parece claro que si se emplea cualquier tipo de lgica conocida se pierde de vista buena parte de la naturaleza de los textos; por lo tanto, la resolucin de este problema exige acondicionar la lgica de manera que permita realizar un tratamiento lo ms adecuado posible de los textos. [...] Pareci quedar demostrado, [...] que un enfoque menos riguroso y menos formalizado se aproximara con mayor acierto a la manera en que los humanos utilizamos los textos en la interaccin comunicativa cotidiana. (BEAUGRANDE y DRESSLER [1981] 1997: 64)

El modelo de Petfi representa una tendencia muy extendida dentro de la lingstica textual europea que toma como base algunas nociones bsicas propuestas desde la gramtica generativa como son las de estructura profunda y superficial (con las lgicas adaptaciones a la hora de considerar una unidad como el texto) o el concepto de transformacin, entendido como un proceso en el que mediante la aplicacin de reglas podemos pasar de un nivel a otro.

2.2 El modelo textual de T. A. van DijkLa figura del lingista holands es una de las ms influyentes tanto dentro de la Lingstica del Texto como en los estudios de Anlisis del Discurso. Su evolucin terica e intelectual es quiz una de las muestras ms claras y evidentes de los caminos que han seguido los estudios discursivos desde sus inicios hasta la actualidad12. Se podra decir, talPara una excelente revisin de esta evolucin, elaborada por el propio autor, se puede consultar VAN DIJK (2004) disponible en su pgina web http://www.discourse-in-society.org/teun.html, donde adems podemos encontrar numerosos trabajos de van Dijk as como mltiples recursos para los estudios discursivos, entre los12

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I. Los estudios textuales

vez de una manera excesivamente simplista, que el leit motiv que ha marcado esta evolucin es la preocupacin cada vez mayor por la funcin que el contexto social y cultural tiene en nuestros actos comunicativos. Sus intereses iniciales se centraron en el campo de la literatura, de hecho, estudi teora literaria en la Universidad de Amsterdam. Pero pronto sus investigaciones fueron derivando cada vez ms hacia cuestiones lingsticas relacionadas, en un principio, con el discurso literario (uno de los temas principales de esta etapa fue el intento de aplicacin de la gramtica generativa a los textos poticos) como se puede observar en VAN DIJK (1972a, 1976a).Under the influence of Chomskys Transformational-Generative Grammar, such a question at the end of the