la adoración de job-2

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La adoración en medio de una aflicción tan enorme como esa. En realidad pocas personas reciben golpes tan grandes como los que cayeron sobre Job. En el espacio de pocas horas perdió bienes y familia, excepto su esposa. Satanás, el autor directo o indirecto de la mayoría de las aflicciones, estaba seguro que Job negaría o blasfemaría a Dios al sufrir estas pérdidas. Esta fue una verdadera prueba de su carácter y su fe. La adoración, a pesar de ignorar la razón de la aflicción. Cuando uno entiende el porqué de una adversidad ya sea, por culpa propia, o por la de otro; es más fácil aceptarla y aun recibir un beneficio de ella. Por ejemplo, cuando el hijo de David y Betsabé murió, David adoró a Dios, pero sabía muy bien que ese desenlace se debía a su propio pecado. El caso de Job fue distinto, pues no se daba cuenta de ningún mal que hubiera hecho como para merecer el castigo que estaba recibiendo. Dos de sus pérdidas se debían a dos grupos de enemigos que atacaron para matar y robar: los sabeos y los caldeos. Más difícil habrá sido para Job la pérdida debida a fuerzas naturales: fuego de Dios (probablemente relámpagos) y un fuerte viento. En el caso de los destrozos de hombres malvados, Dios no tendría parte directa en los hechos, pero en el caso de la destrucción causada por fuerzas naturales es otra cosa. Muchos piensan que puesto que Dios tiene control directo sobre la naturaleza, sería responsable por tales destrozos. Sin embargo, “en todo esto Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:22). La adoración que revela una fe inquebrantable en Dios.

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Page 1: La Adoración de Job-2

La adoración en medio de una aflicción tan enorme como esa.

En realidad pocas personas reciben golpes tan grandes como los que cayeron sobre Job. En el espacio de pocas horas perdió bienes y familia, excepto su esposa. Satanás, el autor directo o indirecto de la mayoría de las aflicciones, estaba seguro que Job negaría o blasfemaría a Dios al sufrir estas pérdidas. Esta fue una verdadera prueba de su carácter y su fe.

La adoración, a pesar de ignorar la razón de la aflicción.

Cuando uno entiende el porqué de una adversidad ya sea, por culpa propia, o por la de otro; es más fácil aceptarla y aun recibir un beneficio de ella. Por ejemplo, cuando el hijo de David y Betsabé murió, David adoró a Dios, pero sabía muy bien que ese desenlace se debía a su propio pecado. El caso de Job fue distinto, pues no se daba cuenta de ningún mal que hubiera hecho como para merecer el castigo que estaba recibiendo. Dos de sus pérdidas se debían a dos grupos de enemigos que atacaron para matar y robar: los sabeos y los caldeos. Más difícil habrá sido para Job la pérdida debida a fuerzas naturales: fuego de Dios (probablemente relámpagos) y un fuerte viento. En el caso de los destrozos de hombres malvados, Dios no tendría parte directa en los hechos, pero en el caso de la destrucción causada por fuerzas naturales es otra cosa. Muchos piensan que puesto que Dios tiene control directo sobre la naturaleza, sería responsable por tales destrozos. Sin embargo, “en todo esto Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:22).

La adoración que revela una fe inquebrantable en Dios.

Dios permitió que Satanás probara a Job para demostrar la calidad de fe que éste tenía. La adoración de Job vino a revelar el grado de fe que él tenía para con Dios y, a la vez, vindicar la confianza que Dios tenía en él. Sin lugar a dudas, Dios se agradó en este acto de adoración rendida a él por un hombre severamente probado. No defraudó Job la confianza que Dios tenía en él. No sólo es que Job no defraudó a Dios, al contrario, se humilló, adoró y bendijo a Dios: “¡Sea bendito el nombre de Jehovah! En todo esto Job no pecó ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:21b, 22).

Page 2: La Adoración de Job-2

La fe inquebrantable de Job sigue manifestándose a través de más pruebas.

Una aflicción física muy dolorosa, insensibilidad y acusaciones falsas de sus amigos y finalmente el desprecio de su esposa. Job dijo: “He aquí, aunque él (Dios) me matare, en él esperaré” (Job 13:15). De sus labios sale uno de los testimonios más solemnes de fe y de confianza en la vida venidera: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de desecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19:25 26). No existe otra afirmación en todo el Antiguo Testamento de la resurrección y vida eterna más clara que ésta. ¡Y pensar que expresó esa clase de fe cuando aún la mano de Dios pesaba terriblemente sobre él! Sí, ¡la adoración de Job con seguridad subió como un incienso suave y agradable hasta el trono de Dios!

También tenemos a otro gran hombre de fe que dijo:

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza. Romanos 5:3, 4

El carácter de Job fue aprobado por Dios, en su tribulación.

El agrado de Dios y su aprobación se ve en la restauración y bendiciones que Job recibió después que la prueba había pasado.

Después de la prueba

Lo que Dios hizo pasada la prueba

7 Y aconteció, después que Jehovah habló estas palabras a Job, que jehová dijo a Elifaz el temanita: — Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros, porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.

8 Ahora pues, tomad para vosotros siete toros y siete carneros, id a mi siervo Job y ofreced holocausto por vosotros. Entonces mi siervo Job orará por vosotros, porque a él atenderé para no trataros con afrenta. Porque no habéis hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.

Page 3: La Adoración de Job-2

9 Entonces fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como Jehovah les había dicho. Y Jehovah atendió a Job.

10 Jehovah restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó Jehová al doble todo lo que había pertenecido a Job.

11 Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que Jehovah había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un pendiente de oro.

12 Jehovah bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener 14.000 ovejas, 6.000 camellos, 1.000 yuntas de bueyes y 1.000 asnos.

13 Tuvo también siete hijos y tres hijas.

14 A la primera le puso por nombre Jemima; el nombre de la segunda era Quesia, y el nombre de la tercera, Queren-hapuj.

15 No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.

16 Después de esto, Job vivió 140 años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones.

17 Y murió Job anciano y lleno de años. (Job 42:7-17)