la actividad ludica en la historia de la educacion española

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DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN COMPARADA E HISTORIA DE LA EDUCACIÓN LA ACTIVIDAD LÚDICA EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN ESPAÑOLA CONTEMPORÁNEA ANDRÉS PAYÀ RICO UNIVERSITAT DE VALENCIA Servei de Publicacions 2007

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psicologia educativa

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  • 1. DEPARTAMENTO DE EDUCACIN COMPARADA EHISTORIA DE LA EDUCACINLA ACTIVIDAD LDICA EN LA HISTORIA DE LAEDUCACIN ESPAOLA CONTEMPORNEAANDRS PAY RICO UNIVERSITAT DE VALENCIA Servei de Publicacions 2007
  • 2. Aquesta Tesi Doctoral va ser presentada a Valencia el dia 5 deJuliol de 2006 davant un tribunal format per: - D. Petra Mara Prez Alonso-Geta - D. Josep Gonzlez Agapito - D. Jos Maria Hernndez Daz - D. Luis Miguel Lzaro Lorente - D. Mara Carmen Agull DazVa ser dirigida per:D. Alejandro Mayordomo PrezCopyright: Servei de PublicacionsAndrs Pay RicoDepsit legal:I.S.B.N.:978-84-370-6689-9 Edita: Universitat de Valncia Servei de Publicacions C/ Artes Grficas, 13 bajo 46010 Valncia Spain Telfon: 963864115
  • 3. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaLA ACTIVIDAD LDICA EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIN ESPAOLA CONTEMPORNEA TESIS DOCTORAL Realizada por: Andrs Pay Rico Dirigida por: Dr. Alejandro Mayordomo Prez Valencia, 2006
  • 4. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea LA ACTIVIDAD LDICA EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIN ESPAOLA CONTEMPORNEA1.- INTRODUCCIN 1.1.- Introduccin...................................................................................................4 1.2.- Contextualizacin histrica.........................................................................112.- LOS VALORES Y LAS POSIBILIDADES EDUCATIVAS DEL JUEGO 2.1.- Juego como base de toda educacin. Importancia de la actividad ldica....30 2.2.- Educacin integral: la actividad ldica y su multitud de valores educativos............................................................................................................44 2.3.- Las relaciones entre juego y trabajo: dos caras de una misma moneda......68 2.4.- La diversin y el gozo ldico como elemento motivador del aprendizaje..........................................................................................................96 2.5.- El juego como instrumento de evaluacin o diagnstico educativo..........1183.- JUEGOS Y EDUCACIN FSICA O CORPORAL 3.1.- Educacin fsica: juego corporal y actividad ldica como alternativa a la Gimnstica.........................................................................................................143 3.2.- Juego como elemento transicional a la actividad deportiva......................1764.- LA ACTIVIDAD LDICA Y LA EDUCACIN INTELECTUAL 4.1.- Aplicaciones ldicas a las didcticas especficas......................................189 4.2.- El ajedrez en la escuela..............................................................................230 4.3.- Juego educativo y juguete didctico..........................................................239 4.4.- Afn de didactismo y explotacin pedaggica del juego..........................263 4.5.- La actividad ldica como descanso para despus del estudio o ejercicio intelectual...........................................................................................................2795.- EL JUEGO COMO RECURSO DE EDUCACIN MORAL Y CVICO-SOCIAL. 5.1.- Desarrollo de la sociabilidad, cooperacin y civismo mediante la prctica ldica..................................................................................................................291 1
  • 5. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea 5.2.- Folklore, juegos tradicionales y populares como instrumento de socializacin.......................................................................................................327 5.3.- Sexismo, coeducacin y diferenciacin de roles en el juego de nios y nias...................................................................................................................342 5.4.- Juegos blicos y educacin ldica para la paz...........................................3726.- LA UTILIDAD DEL JUEGO COMO ELEMENTO DE EDUCACIN ESTTICA. 6.1.- Actividad ldica, creatividad y educacin artstica...................................392 6.2.- La libertad como condicin indispensable para el juego artstico y expresivo............................................................................................................4127.- AGENTES Y ESPACIOS PARA EL JUEGO 7.1.- El rol del educador durante el transcurso del juego..................................429 7.2.- Formacin de los educadores para comprender y aplicar las actividades y estrategias ldicas..............................................................................................474 7.3.- Implementacin del juego en la institucin escolar..................................487 7.4.- La actividad ldica, principal ocupacin en la educacin infantil............513 7.5.- Los otros espacios de juego: patios, plazas, terrenos de juego y ludotecas............................................................................................................5288.- REFLEXIONES FINALES......................................................................................5709.- FUENTES DOCUMENTALES 9.1.- Manuales y textos de pedagoga................................................................581 9.2.- Libros y monografas.................................................................................583 9.3.- Artculos en revistas..................................................................................595 9.4.- Legislacin educativa................................................................................620 9.5.- Memorias tcnicas presentadas ante la Junta Provincial de Primera Enseanza de Valencia......................................................................................624 2
  • 6. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea1. INTRODUCCIN - 1.1.- Introduccin...................................................................................4 - 1.2.- Contextualizacin histrica.......................................................11 3
  • 7. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea 1.1.- INTRODUCCIN. La renovacin pedaggica que surge en Europa a finales del siglo XIX abogapor importantes cambios en la concepcin educativa y en el diseo y planteamiento delo que debe ser y ensear la escuela, adems de definir los nuevos papeles para eldocente. As pues, las ideas de la letra con sangre entra, las prcticas memorsticas,enciclopdicas y basadas en una organizacin escolar excesivamente intelectualista,cambian e intentan transformarse por la mxima horaciana de instruir deleitando, conuna educacin integral, activa y en donde el nio deja de ser objeto de educacin parapasar a ser sujeto protagonista del proceso educativo. La escuela anquilosada en elpasado con sus tediosas rutinas meramente instructivas, debe cambiar por completo yapostar por una formacin integral que aborde todas las facetas del ser humano y lleguea ser agradable y realmente til tanto al individuo como a la sociedad. Si se parte deestos postulados, qu mejor actividad para alcanzar estos objetivos que aquella a la quededica la infancia la mayor parte de su tiempo y el ms grande de sus intereses? Serentonces el juego un elemento clave en la nueva educacin, base y motivo de grandescambios en el proceso educativo y de principal importancia tanto para los aprendizajesde orden intelectual, como con aquellos relacionados con la educacin fsica o corporal,social o moral e incluso creativa y esttica. En el caso espaol toda esta corriente de pensamiento se explicita en gran partegracias al ideario pedaggico de la Institucin Libre de Enseanza; si bien las prcticaseducativas espaolas estaban todava demasiado arraigadas en el pasado y eran bastanteresistentes al cambio y a las innovaciones que vienen de fuera de nuestras fronteras.Ms tarde, el desastre del 98 y la mentalidad regeneracionista que surge a raz de ste,insisten en la necesidad de cambios y creen urgente buscar nuevas soluciones educativasque ayuden a la mejora y recuperacin del pas, entendiendo la formacin de ciudadanosy hombres ntegros como la clave para dicha mejora. La educacin haba abandonadolos aspectos corporales de la infancia, dando como resultado unos nios espaolesdebilitados fsicamente y con dficits de salud importantes, provocados por la apata yel quietismo de la rutina escolar que los llevaba a permanecer muchas horas sentados enunas aulas de condiciones insalubres. Surge entonces una corriente higienistaencabezada por mdicos y educadores que, desde una mentalidad paidocntrica,pretende la regeneracin fsica de la infancia, rescatando el adagio mens sana in 4
  • 8. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneacorpore sano que se repite constantemente para justificar la recuperacin fsica de lapoblacin escolar. Ser necesario comenzar por la modificacin de los edificiosescolares, mal ventilados e iluminados, carentes de patios y campos escolares dondepracticar una educacin fsica al aire libre acorde con los nuevos tiempos. Clave serpues, el restablecimiento del equilibrio entre educacin intelectual y fsica, conocidocomo surmenage mediante la disminucin de las horas dedicadas a la actividadpuramente intelectual, el renacimiento fsico acabar siempre en la conclusin sobre laimportancia y necesidad del uso (como hicieran ya en la antigedad las culturas greco-romanas) del juego corporal y al aire libre como elemento central de esta recuperacinfsica. Unos juegos y ejercicios corporales -que preferentemente se habrn de practicaral aire libre-, considerados ms naturales, espontneos y armnicos que la tradicionalgimnasia, ms artificial y rgida. Pero la necesidad de implantar la actividad ldica en la escuela no provienenicamente desde el rea de la educacin fsica, sino que, como ejemplo ideal deactividad integral favorecedora de otros aprendizajes, llega ms all. Las doctrinas deFrebel, Montessori, Decroly, Claparde y otros, andaban demostrando por toda Europalas virtualidades educativas de la actividad ldica, y gracias a la difusin de la prensapedaggica, las traducciones de sus obras y a los viajes y estancias de educadoresespaoles en pases europeos como los promovidos por la Junta para Ampliacin deEstudios-, pronto comenzaran a calar estos postulados y otras corrientes pedaggicaseuropeas en nuestro pas. As, las aplicaciones de estos juegos a la educacin de lossentidos y a aprendizajes como la lecto-escritura, geometra y aritmtica o la educacinsocial, con unos excelentes resultados, convencen poco a poco a aquellos maestros yeducadores que apuestan por la renovacin de las prcticas pedaggicas y creen en lasposibilidades educativas del juego como elemento formativo de primer orden. Aunque muy lentamente, de manera minoritaria o reducida a experienciaspuntuales y ahondando ms en el discurso terico que en el prctico, vemos como laescuela espaola va acogiendo a la actividad ldica en su seno. Si bien al principio losensayos son muy tmidos, casi siempre motivados desde la perspectiva de la educacinfsica y mezclados entre los deportes u otras actividades paralelas a la accin escolar,existen determinados educadores absolutamente convencidos de su poder pedaggico ylas iniciativas (gran parte de ellas en Catalunya, fruto del movimiento de la 5
  • 9. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaRenaixena, el Noucentismey del contacto con corrientes forneas de renovacinpedaggica) se hacen extensibles a todas las dems reas educativas. Y es que, aunquepartiendo o primando cada uno de los diferentes mbitos educativos (fsico o corporal,intelectual o cognoscitivo, cvico o social, creativo o esttico) que son los que arrastrano impulsan a recomendarlo o implantarlo, acaban siempre por considerar la integralidady virtudes de la actividad ldica en todas sus vertientes. A todas estas iniciativasprcticas y cambios en el pensamiento pedaggico espaol respecto a la actividad ldicadesde las diferentes perspectivas, centramos nuestro trabajo, atendiendo y utilizando lahistoria espaola contempornea para poder ir observando la evolucin en lasconcepciones y prcticas educativas a lo largo de ms de un siglo y medio. En la presente investigacin partimos del planteamiento de que cualquieractividad escolar abordada desde una actitud ldica, se puede considerar como juego, ya su vez cualquier juego planteado como tal, si se realiza como una actividad carente dedicha actitud ldica, se acaba convirtiendo en montona, rgida y ausente de alegra(caractersticas muy alejadas de lo que consideramos como verdadero juego),degenerando en un ejercicio escolar rutinario ms, carente de la motivacin que provocael juego en el educando. Por lo tanto y con el fin de acotar y delimitar nuestrainvestigacin, consideraremos aqu todas aquellas actividades, ideas o planteamientosque se planifican y que poseen en su caracterizacin aquellos rasgos que consideramosldicos. Si bien ello no exime de que en la prctica acaben derivando en actividadestradicionalmente escolares o meramente acadmicas e intelectualistas, debido al afn dedidactismo o aplicacin del juego que muchos educadores pretenden aadir a lasactividades ldicas, para obtener siempre un fin instructivo, dejando de ser juego parapasar a convertirse en otra cosa. As, pretendemos realizar un recorrido por la historiaeducativa espaola contempornea, atendiendo a estas actividades ldicas o juegos,como instrumentos, medios u orientaciones que poseen las virtudes ldicas deeducacin integral que iremos desarrollando a lo largo de este trabajo. Puesto que no es esta una investigacin de carcter psicolgico, pasamos poralto la abundante bibliografa y trabajos existentes respecto a las relaciones del juego yel desarrollo evolutivo o meramente cognitivo del nio, puesto que a ello ya se handedicado otras personas. Tampoco nos detenemos excesivamente a repasar lasnumerosas teoras del juego ni su contenido epistemolgico, aunque las tengamos en 6
  • 10. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneacuenta por la influencia que han tenido en el pensamiento educativo. Igualmente todosaquellos planteamientos de carcter antropolgico y sociolgico que establecen unacorrespondencia-identificacin del juego y la cultura, no sern centrales en nuestrainvestigacin. Si que sern en cambio objeto de nuestro inters y elemento clave para elanlisis y desarrollo de la investigacin, todas aquellas experiencias educativas que conmayor o menor acierto han ensayado la actividad ldica en las prcticas escolarescotidianas a lo largo del ltimo siglo y medio en nuestro pas. Tambin atendemos atodos aquellos planteamientos o llamadas realizadas por pedagogos espaoles (junto atraducciones o artculos de autores forneos en revistas espaolas de gran difusin) queclaman por la introduccin del juego en nuestras escuelas, o bien por elaprovechamiento de los tiempos ldicos extraescolares con fines educativos. Nuestrainvestigacin es pues, de carcter histrico, buscando apoyo y basndose en todasaquellas publicaciones pedaggicas de carcter peridico y rganos de expresindocente ms importantes de cada momento histrico estudiado (Boletn de la InstitucinLibre de Enseanza, Revista de Pedagoga, La Escuela Moderna, Boletn de la EscuelaModerna, Escuela Espaola, El Magisterio Espaol, Servicio, Vida Escolar, Revista deEducacin, Didascalia, Revista Espaola de Pedagoga, Mundo Escolar, Bordn,Cuadernos de Pedagoga, etc.) as como en monografas, manuales utilizados en lasEscuelas Normales, reuniones cientficas y congresos, legislacin educativa, junto a unaserie de memorias tcnicas presentadas por algunos maestros valencianos de principiosde siglo XX ante la Junta Provincial de Primera Enseanza. En este recorrido por la historia espaola contempornea, atendemos a diferentescategoras o tpicos que nos ayudan a definir, conocer y estructurar mejor nuestrotrabajo, con el fin de presentar de una manera ms clara, diferentes aspectos de lamentalidad docente y la prctica pedaggica entorno a la actividad ldica comoelemento educativo. Para sistematizar nuestra exposicin dividimos el trabajo en seisgrandes bloques, conformados asimismo por distintos aspectos o variables que facilitanla aproximacin histrica a cada una de estas unidades de contenido. El primero deestos grandes bloques lo dedicamos a realizar un repaso a las diferentes posibilidades yvalores pedaggicos que encierra el juego, resaltando su importancia pedaggica ymostrndolo como excelente ejemplo de actividad integral. Destacamos tambin laimportancia que el placer, la motivacin o la alegra juegan en esta actividad, lo cualprovoca el aprendizaje agradable, activo y significativo, adems de permitir la 7
  • 11. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaobservacin o el estudio diagnstico por parte del educador, facilitando la evaluacindel educando-jugador para poder adaptar con posterioridad el proceso de enseanza-aprendizaje a sus aptitudes y peculiaridades individuales. Adems, intentamos realizaruna pequea aproximacin a las relaciones que han tenido actividades aparentementetan distantes, pero en la realidad tan cercanas, como el juego (ocio) y el trabajo(negocio, o negacin del ocio); una dicotoma o diferentes caras de una misma monedaque ha estado y est continuamente presente en el debate histrico-educativo a la horade plantearse la idoneidad de introducir el juego en la escuela. Los cuatro bloques siguientes se dirigen, cada uno de ellos, al estudio de losdiferentes mbitos o reas en las que tradicionalmente se ha dividido la educacin:fsica, intelectual, social y esttica. En el primero de ellos, se estudia el movimientopedaggico que demanda la introduccin de la educacin fsica en la enseanzaespaola; aqu los juegos corporales, las actividades al aire libre y los deportes (tantoautctonos como extranjeros, especialmente ingleses) se ofrecen como alternativa a lagimnasia, ms artificial, rgida y mecnica que la actividad ldica integral, activa, librey adaptada a las necesidades psicofsicas infantiles. El siguiente bloque se centra entodo aquello relacionado con el juego y el aprendizaje intelectual o desarrollocognitivo. En un primer momento ofrecemos una serie de ejemplos de aplicacin de laactividad ldica a las diferentes didcticas especficas escolares (matemticas, lengua,lecto-escritura, ciencias, geografa, historia, etc.), detenindonos brevemente conposterioridad en un juego que tradicionalmente se ha utilizado para facilitar o apoyarestos aprendizajes sobretodo, el matemtico-, como es el ajedrez. Las diferencias yrelaciones existentes entre conceptos aparentemente idnticos y confusos como juegoseducativos y juguetes didcticos, y la explotacin o abuso que de este tipo deactividades u objetos ldicos se ha realizado en ocasiones con pretextos exclusivamenteinstructivos, nos ocupa tambin en este bloque dedicado a los aprendizajes intelectuales,que se complementa con la concepcin del juego como descanso o recarga de energaspara el posterior estudio o aprendizaje acadmico. A continuacin, el captulo relativo ala actividad ldica como recurso de educacin cvica o social, se encarga de destacar yponer de manifiesto las diferentes posibilidades que ofrece el juego para el aprendizajede la cooperacin, enculturacin, democracia, comunicacin, participacin, y vivenciascomunes que se ensayan en esta actividad mediante el acuerdo y respeto a unas reglasdeterminadas, consensuadas y compartidas por todos los jugadores. Dirigimos nuestra 8
  • 12. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneamirada hacia los juegos tradicionales o populares como un buen ejemplo de esteaprendizaje social, completando la visin al respecto con el estudio de dos importantesvariables a tener muy en cuenta a la hora de la prctica educativa ldica: de un lado, elsexismo o la distincin de roles entre juegos de nios y de nias; y de otro, lasrelaciones existentes entre juegos blicos, violencia y agresividad, as como laestrategias ldicas de educacin para la paz. El ltimo de estos captulos dedicados alestudio de las distintas dimensiones educativas, es el que atiende a la utilidad del juegocomo instrumento de educacin esttica. Aqu, la libertad que encuentra el nio en laactividad ldica y su conexin con la expresin creativa, esttica o artstica,complementan un rea dedicada al cultivo de la belleza y el pensamiento divergente, alque si bien se la ha prestado tradicionalmente menos atencin en el discurso pedaggicoespaol que a otros aspectos educativos, siempre ha estado presente por su importanciay vnculo con otras actividades estticas o expresivas como el teatro infantil, el dibujo olas manualidades escolares. Para finalizar nuestra investigacin destinamos un sexto y ltimo bloque alestudio de los diferentes agentes y espacios que son necesarios para la prctica ldicaeducativa. A la hora de introducir el juego en una dinmica pedaggica, escolar o no, seha de tener presente que adems de los nios y nias que practican esta actividad contotal libertad y gozo pleno, los docentes, padres y educadores en general, deben ejercertambin un papel protagonista a la hora de dirigir, tutorizar, encauzar, proponer o vigilarsus juegos. Al rol que han de asumir los educadores y a la formacin que habrn derecibir para poder conocer y aplicar las estrategias y metodologas ldicas en la tareapedaggica, dedicamos una primera parte. Con posterioridad, nos ocupamos de losdiferentes contextos o espacios donde tienen lugar estos juegos, considerando tanto elescenario escolar sobretodo, en el perodo maternal, preescolar o infantil-, como losotros espacios extraescolares como campos, plazas, terrenos de juego o ludotecas. As pues, el trabajo que a continuacin se presenta pretende esbozar o arrojar unpoco de luz sobre las diferentes consideraciones pedaggicas que a lo largo de ms deun siglo y medio han impulsado a nuestros educadores a incorporar la actividad ldica asu quehacer educativo. Unos los ms- desde la reflexin terica y otros a partir de suexperiencia prctica, tienen en comn la profunda conviccin en el potencialpedaggico que encierra el juego, al tratarse de una actividad educativa que, si bien se 9
  • 13. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneapuede afirmar que es tan antigua como la humanidad o la cultura, siempre ha estadopresente en un lugar preferente en la vida infantil, aunque ha necesitado de un largoperodo histrico para consolidarse y encontrar acomodo normalizado y con mltiplesusos pedaggicos en la prctica educativa espaola. 10
  • 14. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea 1.2.- CONTEXTUALIZACIN HISTRICA. Antes de comenzar el estudio pormenorizado de cada uno de los aspectospedaggicos que pretendemos desarrollar a lo largo de nuestro trabajo, nos gustarahacer una breve, aunque necesaria, contextualizacin, a modo de introduccin de losprincipales postulados o corrientes educativas acontecidas en nuestro pas durante laconstruccin y consolidacin del hecho histrico-educativo contemporneo espaol.Una sntesis histrica que, evidentemente, tomar como punto referencial y ejeexpositivo a la actividad ldica, en funcin de los principales agentes, espacios,acontecimientos polticos y movimientos de renovacin pedaggica del ltimo siglo ymedio. No es nuestra intencin realizar un exhaustivo anlisis de la Historia de laeducacin en la Espaa contempornea para lo cual ya existen numerosos, especficosy excelentes trabajos1-, sino poner en relacin o contacto los hechos histricos ypedaggicos ms relevantes con el objeto de nuestra investigacin, el juego. Pero, consideramos necesario realizar previamente una sucinta presentacinsobre los principales postulados y orientaciones pedaggicas de algunos archiconocidoseducadores forneos que influyeron directa o indirectamente en la pedagoga ldicaespaola: Frobel, Montessori, Decroly y Claparde. Estas ilustres figuras del mbitopedaggico, tienen mucho que decir respecto al uso del juego en la educacin, y no porser los primeros en acercar dicha actividad al mundo educativo, sino por la nuevaconcepcin que de ella realizan. Y es que, anteriormente otros educadores, habansentado una serie de precedentes utilizando el juego para sus fines: San Jernimo usabaletras de boj o marfil para que el nio aprendiera a conocerlas, instruyendo mediante eljuego; Erasmo confeccionaba letras de golosinas para que los nios aprendieran elalfabeto; Rabelais haca manejar a Garganta unos naipes para instruirle en los nmerospor entretenimiento y diversin, etc2. Pero todos ellos, no aportan nada nuevo mediantesus procedimientos pedaggicos, pues su concepcin contina basndose en que el1 Por ejemplo: DE PUELLES, M. (1999) Educacin e ideologa en la Espaa contempornea, Madrid:Tecnos, 4 edicin; ESCOLANO, A (2002) La educacin en la Espaa contempornea. Polticaseducativas, escolarizacin y culturas pedaggicas, Madrid: Biblioteca Nueva; DELGADO, B. (coord.)(1994) Historia de la educacin en Espaa y Amrica, Vol. III, Madrid: Ediciones SM y Morata;CAPITN, A. (1994) Historia de la Educacin en Espaa, Tomo II, Madrid: Dykinson; CAPITN, A.(2000) Educacin en la Espaa contempornea, Barcelona: Ariel; entre otros.2 Para un completo y breve recorrido sobre los fundamentos histricos y pedaggicos del juego, vaseLPEZ, R., y GARFELLA, P., El juego como recurso educativo. Gua antolgica, Valencia: Universitatde Valncia y Dept. Educacin Comparada e Historia de la Educacin, 1997 11
  • 15. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaconocimiento es el nico objetivo de la enseanza. Para ello y como nos indica AndrMichelet, se limitaban simplemente al uso de una forma atrayente destinada a envolvery mitigar amargas adquisiciones, y engaaban la memoria para permitir a la enseanzadoctrinal aferrarse a ella mediante mtodos parsitos3. Pero las figuras de las que nosvamos a ocupar a continuacin, tienen una concepcin distinta de la educacin; si bienen todos ellos tiene una influencia destacada el mensaje de Rousseau. Aqu lapreocupacin por el nio en cuanto a individuo, la necesidad de una educacin razonadadesde la primera edad, y la consideracin de los estudios como el medio y no como elfin de la educacin, hacen que el juego cobre un nuevo significado, que nada tiene quever con los juegos instructivos asociados a la enseanza que la facilitan por el atractivoinherente a esta actividad y se convierten en un medio accesorio de la enseanzadoctrinal. Frbel, Montessori, Decroly y Claparde van ms all, con un juegoconcebido como material educativo que permite al nio, mediante su propiaexperiencia, la educacin de los sentidos y el descubrimiento de las ideas. No ser ya eljuego un medio para facilitar la enseanza sino la enseanza misma, mediante lamanipulacin vendr el aprendizaje. A travs de conferencias, cursos, traducciones delibros, estancias en nuestro pas, ctedras creadas al efecto, adems de becas parapensionados espaoles4 que visitaron y aprendieron los mtodos en Alemania, Italia,Blgica y Suiza, estas experiencias o corrientes educativas encontraban cauces para ladifusin de sus mtodos en Espaa. Quizs unos de los primeros que plantearon un modelo educativo en el que eljuego cobraba especial protagonismo, fue el suizo Pestalozzi (1746-1827), el cualinfluido por el pensamiento de Rousseau, Kant y Basedow configur un modelo tericoy prctico de educacin introducido en Espaa a travs del Instituto MilitarPestalozziano (1804), los escritos de Pablo Montesino y la Institucin Libre deEnseanza. Pestalozzi concibe la educacin como un proceso mediante el cual se formael juicio del nio hablando a los sentidos5, mediante la observacin, ste conoce losobjetos, su nmero, partes, etc. Para ello recomienda una serie de ejercicios que ayuden3 MICHELET, A. (1977) Los tiles de la infancia, Barcelona: Herder, p. 114 Al respecto, existen una serie de recensiones de los propios pensionados en la Revista de Pedagoga queofrecen testimonios sobre la materia. Para ms informacin vase tambin, MARN, T. (1990) Larenovacin pedaggica en Espaa (1907- 1936). Los pensionados en Pedagoga por la Junta paraAmpliacin de Estudios, Madrid: CSIC.5 JULLIEN, MA (1862) Exposicin del sistema de educacin de Pestalozzi, Madrid: Lib. Len PabloVillaverde, p. 148. 12
  • 16. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaa desarrollar y formar los sentidos, confiando en que no ser difcil a la madreintroducir un cierto nmero de ellos en aquellos juegos de sus hijos que resultenapropiados para desarrollar y perfeccionar la vista y el odo. Pues es de desear que taltipo de ejercicios sean propuestos ms como juego que como cualquier otra cosa6. Estepostulado le lleva a crear juegos de construccin, de modelado, de reconocimiento deformas, tamaos, colores, sonidos, etc., aplicadas a la enseanza de la geometra,clculo o nociones de fsica y qumica, por ejemplo. Aunque las innumerablesaplicaciones que hace del juego como elemento educativo (para la intuicin,socializacin y dimensin moral), no quieren decir que desde su concepcin pedaggicano separe juego y aprendizaje7, con lo que habr que esperar a que su discpulo Frebelestablezca una metodologa ldica para que esto se produzca. Frederic Frebel (1782-1852) es uno de los grandes protagonistas de laeducacin mediante el juego, siendo constantemente citado por todos aquellos a quienesinspira su pedagoga, la cual encuentra una implementacin prctica en loskindergarten, donde la intuicin, la actividad y el juego son los verdaderosprotagonistas. Sus postulados sobre el juego y la educacin son como veremos msadelante- ampliamente difundidos entre los educadores de nuestro pas, basndose en lalibertad del nio para que exprese su vida interior, creativa y de fantasa mediante laactividad ldica: el juego es el mayor grado de desarrollo del nio en esta edad, por serla manifestacin libre y espontnea del interior (...) No debe ser mirado el juego comocosa frvola, sino como cosa profundamente significativa: sea, pues, el juego objeto dela minuciosa intervencin de los padres8. El pedagogo alemn concibe todo un sistemade juegos (dones) y ocupaciones, graduados y sistematizados para el desarrollo de lossentidos y el aprendizaje del clculo, para la prctica del dibujo, pintura, puntera, etc.;lo que le lleva a afirmar que la actividad ldica desarrolla el nio y contribuye enriquecerle de cuanto le prestan su vida interior y la vida de la escuela; por el juego se6 PESTALOZZI, JE (1982) Cartas sobre educacin infantil, Introduccin y traduccin de Jos MaraQuintana, Barcelona: Humanitas, p. 114.7 Al recomendar a la madre que evite a su hijo un tipo de enseanza que lo canse, no quiero con estodefender la teora de que el ensear ha de ser siempre una ocupacin entretenida o incluso como un juego.Estoy persuadido de que un maestro partidario de esta ltima idea comprometer definitivamente lasbases del aprendizaje. Si a los alumnos les falta un incentivo serio es imposible que realicen los debidosesfuerzos, con lo cual se llegara precisamente a aquel resultado que yo quisiera evitar tratando deejercitar constantemente las capacidades mentales Ibdem, p. 145.8 FROBEL, F. (1929) La educacin del hombre, Traducida por J. Abelardo Nez, New York-London:Appleton y Compaa, pp. 36-37. 13
  • 17. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaabre al gozo y para el gozo, como se abre la flor al salir del capullo; porque el gozo es elalma de todas las acciones9. Adems, tambin establece la prctica de juegoscorporales y otros que potencian el desarrollo de las ideas colectivas sobre asuntos deinters social. Desde el mbito de la educacin especial, es preciso destacar a dos doctores yeducadores de sobra conocidos y que tambin se plantean acudir al juego infantil para laeducacin de los ms pequeos: Mara Montessori (1870-1952) y Ovide Decroly (1871-1932). La pedagoga italiana fund las Casas dei Bambini en donde ensayaba su mtodode pedagoga cientfica, el cual se introduce en Espaa tras su estancia en Barcelona ypronto se difunde al resto del pas10. Para Montessori, el ambiente, el mobiliario y lalibertad que se ha de respirar en las instituciones educativas de los ms pequeos esclave11, pues el nio ha de poder expresarse con total libertad, para lo cual se lefacilitarn la prctica de juegos y el material adecuado para ellos. Esto no quiere decirque los educadores les proporcionen juegos intrascendentes o sin propsito educativoalguno, ya que muchos maestros de prvulos creen educar a los nios ponindose a sunivel con juegos y bufonadas y a veces diciendo puras tonteras. Por el contrario, lo quese ha de hacer es tratar de despertar en el alma del nio el hombre latente que duermetodava en l12; en cambio, se debern realizar otra serie de juegos ms educativos que9 Ibdem, pp. 254-255.10 Fruto del inters de instituciones catalanas por el mtodo Montessori, con gran influencia en eldesarrollo de la Escola Nova catalana, el Ajuntament de Barcelona envi a cuatro maestros en 1914 alcurso internacional que sobre el mtodo se celebr en Roma. Pero adems de las estancias temporales deeducadores en las Casas dei Bambini, Mara Montessori vino a Espaa en 1916 y con motivo deladvenimiento del fascismo en Italia y el cierre de sus escuelas por la dictadura de Mussolini, se quedar avivir entre nosotros hasta el inicio de la Guerra Civil, tiempo que le servir para difundir con mayordetenimiento y en primera persona, mediante cursos y conferencias, su mtodo de pedagoga cientfica. ElAyuntamiento de Barcelona en 1923 crea la Associaci Espanyola Montessoriana y en esta ciudad, secelebra el III Curso Internacional Montessori (1916) y el XVIII Curso internacional (1933). Barcelonatambin acogi los primeros centros en ensayar el mtodo Montessori: en la escuela de la SagradaFamilia, creada en 1910 por Gil i Pars, la Casa de la Maternidad de la Diputacin de Barcelona o elColegio Mont dOr dirigidos por Joan Palau i Vera. En Valencia, tambin se crearn diversas escuelas apartir de los primeros aos veinte tras el xito en Catalua, as como la celebracin de cursos, como elque organiz la Associaci Provincial de Mestres Nacionals de Castell en 1923 patrocinado por laInspeccin provincial, para el estudio y difusin de los planteamientos de los mtodos de Montessori yDecroly. GONZLEZ-AGPITO, J., MARQUS, S., MAYORDOMO, A., y SUREDA, B. (2002)Tradici i renovaci pedaggica. 1898-1939. Histria de leducaci. Catalunya, Illes Balears, PasValencia, Barcelona: Institut dEstudis Catalans i Publicacions de lAbadia de Montserrat, p. 51211 MONTESSORI, M. (2003) El mtodo de la pedagoga cientfica. Aplicado a la educacin de lainfancia, Estudio de Carmen Sanchidrin Blanco, Madrid: Biblioteca Nueva, p. 143.12 Ibdem. p. 116; tampoco los juguetes usuales sern vlidos para la educacin de los prvulos, puestoque el grande error de los juguetes consiste en poner alrededor del nio el facsmil en miniatura denuestros objetos complicados segn nuestra mentalidad, tal como las casitas de muecas, el material de 14
  • 18. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaayuden al conocimiento de la gramtica, lectura, aritmtica, geometra, dibujo lineal,educacin musical, religiosa u otras13. El rechazo a los juegos al uso y la propuesta deeste otro tipo de actividades ldicas, encuentra fundamento en su consideracin de queen educacin se habla, es cierto, de juego, pero hay que entender por tal un trabajolibre ordenado con un fin determinado y no el desenfreno que dispersa la atencin14. Por su parte, Decroly fu uno de los fundadores de la Liga de la Escuela Nuevay public el plan de estudios de 1936 del gobierno belga, un reconocimiento de susideas y del mtodo, que orient poco a poco el programa de los jardines de infanciahacia los principios decrolyanos. Pero sus postulados no se aplicaron nicamente enBlgica, pues al igual que ocurriera con Mara Montessori, educadores espaoles ysobre todo catalanes, mediante becas de viaje de la Diputacin y Ayuntamiento deBarcelona, as como las de la Junta para Ampliacin de Estudios, tuvieron oportunidadde tener un conocimiento directo del mtodo para introducirlo posteriormente ennuestro pas15. Decroly concibe tambin un sistema de juegos motores (auditivo-motores, visuales-motores); de relaciones espaciales; asociacin de ideas y deduccin;nocin del tiempo; juegos de iniciacin a la lectura, escritura y aritmtica, y otros16,para ayudar al desarrollo de las funciones mentales y a la adquisicin de conocimientosconcretos. El mdico belga, motivado por el xito que haba tenido anteriormente en suensayo con nios de educacin especial, pretende dar a la educacin un impulso nuevoy generalizar el uso de la actividad ldica en la institucin escolar; por ello, entre lasmedidas que considera necesarias para caminar hacia una escuela renovada, estableceque deben individualizarse los ejercicios y favorecer las repeticiones numerosas de losguerra, etc. En lugar de esto, los nios sienten especial delicia cuando encuentran objetos ms simples yconstruidos de diferente manera que los nuestros; as lo demuestran los nios que prefieren tan a menudoa los juguetes costosos, cualquier objeto que se han fabricado y acomodado ellos mismosMONTESSORI, M. (1932) Ideas generales sobre mi mtodo, Estudio preliminar de Lorenzo Luzuriaga,Madrid: publicaciones de la Revista de Pedagoga (2 edicin), p. 39.13 MONTESSORI, M. (1910) La auto-educacin en la escuela elemental, Traduccin castellana de JuanPalau Vera, Barcelona: Casa editorial Araluce, pp. 279-581.14 MONTESSORI, M. (2003) El mtodo de la pedagoga..., Op. Cit., p. 208. 15 Fruto de estos contactos, se comenzaron a producir ensayos de aplicacin de sus ideas en Catalunya, como las experiencias del Nou Col.legi Mont dOr de Pau Vila, o la aplicacin de los centros de inters en la Escola del Bosc de la mano de Rosa Sensat. Otras muestras de la trascendencia del mtodo en nuestro pas, son las numerosas conferencias sobre su metodologa, como la celebrada en 1923 por Frederic Ortega, Inspector de Valencia como base de renovacin pedaggica, bases y plan para su implantacin; o los cursos de las Escoles dEstiu, cuya edicin monogrfica en 1935 estar dedicada a la metodologa del sistema Decroly.16 DECROLY, O. y MONCHAMP, E. (1932) El juego educativo. Iniciacin a la actividad intelectual ymotriz, Traduccin y notas de Jacobo Orellana Garrido, Madrid: Lib. Espaola y Extranjera. 15
  • 19. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneajuegos educativos e instructivos17. Tomando como base los centros de inters del nioy el principio de globalizacin de las ideas, crea una serie de juegos educativos que seerigen en el centro de toda su metodologa, la cual puede ser aplicada no slo en lainiciacin de las tcnicas (lectura, escritura, ortografa), sino tambin en aquellas ramasdel conocimiento relativas a la naturaleza y al hombre (ciencias naturales, historia,geografa) y a la expresin de los conocimientos (redaccin, lenguas clsicas ymodernas)18; unas ideas y metodologas ldicas que conocern de primera manomuchos educadores espaoles que visitarn su Escuela para la vida y por la vida en lacalle del Ermitage en Ixelles (Bruselas). Sin nimo de exhaustividad y por no hacer muy extensa la nmina de losprincipales educadores extranjeros que influyeron en la pedagoga ldica proclamada yaplicada por algunos maestros y pedagogos espaoles, no podemos dejar pasar laocasin de hacer una pequea referencia a douard Claparde (1873-1940), el cualinspir los principios y mtodos de la Escuela Nueva y fund el Instituto de EducacinJ.J. Rousseau junto a Bovet y Ferrire. ste ltimo redact los Principios de la OficinaInternacional de las Escuelas Nuevas (1919), en los que figura que la gimnasia natural,los juegos y deportes sern los encargados el cultivo del cuerpo (n 9) y que laenseanza se basar en el inters espontneo del nio, teniendo en consideracin queentre los 4 y 6 aos, el juego ser su principal actividad (n 15)19. Los preceptospsicolgicos de Claparde reciben una fuerte influencia a raz de la lectura de la obra deKarl Groos sobre la significacin biolgica del juego, plantendose tras ello sobre esasrevelaciones ldicas, si no ha puesto acaso en manos de la pedagoga un instrumentode accin de primer orden? Nunca desde el punto de vista estructural hubiera el juegosugerido nada al educador20. El psicopedagogo de la Escuela de Ginebra, es unferviente defensor de todas las aportaciones que puede proporcionar la psicologa a la17 DECROLY, O. y BOON, G. (1934) Hacia la Escuela renovada, Traduccin de Sidonio Pintado,Madrid: Ediciones de la lectura Espasa-Calpe, p. 53.18 DECROLY, O. (1935) La funcin de globalizacin y la enseanza, Estudio preliminar de LorenzoLuzuriaga, Madrid: publicaciones de la Revista de Pedagoga (3 edicin), p. 78.19 FILHO, L. (1936) La escuela nueva, Barcelona: Labor, pp. 103-104.20 CLAPARDE, E. (1933) La psicologa y la nueva educacin, Prlogo y traduccin de Juan Comas,Madrid: Publicaciones de la Revista de Pedagoga, p. 18. Al respecto, en otra de sus obras, escribe que laconcepci de K. Groos, que sembl tan innovadora en el moment que la propos, tingu un ressconsiderable Per no sembla que sadvertissin de seguida totes les conseqncies educatives de qusestava prenyada, conseqncies que jo he procurat extreure. Si el joc respon a una necessitat constant delinfant, quin auxiliar tan precis ser per a leducador saber utilitzar-lo! CLAPARDE, E. (1991) 16
  • 20. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaeducacin, por lo que basar sus argumentos a favor de la inclusin y utilizacin deljuego, en supuestos de raz psicolgica. Es por esto, por lo que realiza una revisin delas teoras existentes sobre el juego hasta la fecha, dando noticia de las teoras deSchiller y Spencer en relacin al juego y el exceso de energas, Hall y su teora delatavismo o de la recapitulacin, Groos y la teora del ejercicio preparatorio o Carr y eljuego como estmulo de crecimiento. Para el desarrollo de las diferentes dimensioneseducativas -en la lnea de la educacin integral ldica que defendemos en estainvestigacin-, se apoya en los juguetes, los cuales estimulan el juego que fomenta lahabilidad manual y motriz, la actividad intelectual, el sentido social y la imaginacincreadora21. El psiclogo ginebrino, considera el juego como el mejor artificio que lanaturaleza ha concedido al nio para el desarrollo fsico y mental, por lo que ni laescuela ni los docentes podrn obviarlo, debiendo de ser el eje de toda la escuela activa: linfant s un sser que t per una de les seves principals necessitats el joc. I justamentt aquesta necessitat perqu s un nen; pot considerar-se, doncs, la tendencia al joc comoesencial a la seva naturalesa. Aquesta necessitat de jugar s la que precisament ens permetr dereconciliar lescola amb la vida, de fornir a lescolar aquells mbils dacci que alguns creienque era imposible de trobar en un aula. Qualsevol que sigui la tasca que voleu que realitzi elnen, si heu trobal el mitj de presentar-la-hi de manera que ell la vegi com un joc, ser capadalliberar tresors denergia en profit dell (...) El joc s, doncs, per a la realitzci de lescolaactiva duna importncia capital. s el joc que ens permetr de dur a terme a les classes elprincipi funcional. Ser el pont que relligar lescola a la vida; el pont llevads a travs del qualla vida podr penetrar dins la fortaleza escolar, les muralles i torres de la qual semblaven 22mantenir-la separada per sempre . Tras estas breves e inexcusables referencias a estos grandes maestros extranjerosde la pedagoga del juego, consideramos oportuno ahora centrarnos en el contextohistrico de nuestros pas, enumerando los hitos principales de la historia de laeducacin espaola contempornea, a la que nos referiremos y sobre la cual gira nuestrotrabajo.Leducaci funcional, Prleg i traducci de Josep Gonzlez-Agpito, Vic: Eumo Editorial i Diputaci deBarcelona, pp. 25-26.21 CLAPARDE, E. (1933) La psicologa...,Op. Cit., pp. 90-91.22 CLAPARDE, E. (1991) Leducaci funcional..., Op. Cit., pp. 141-142. 17
  • 21. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea El presente estudio comienza a mediados del siglo XIX, un momento en el cualse abre en Madrid la primera escuela de prvulos (1838) y la Escuela Normal Central(1839), ambas de la mano de Pablo Montesino, un mdico y pedagogo liberal quevuelve de su exilio ingls, donde recibi e import las ideas pedaggicas relativas a laeducacin infantil tan vinculada, como veremos, a la actividad ldica educativa. Elmismo educador zamorano ser autor del Reglamento de escuelas de 1838 y de dosimportantes, difundidas e influyentes obras: el Manual para los maestros de escuelas deprvulos y el Curso de educacin. Mtodos de enseanza y pedagoga; las cualestomamos como punto de referencia para el estudio de esta poca, por tratarse,especialmente este ltimo, del primer programa de pedagoga con el que se forman losdocentes de entonces. El inters de los postulados pedaggicos que defiende Montesinopara esta investigacin reside, adems, en la importancia que le concede a la educacincorporal (en la que incluye los juegos corporales al aire libre) y a la mejora del espacioldico escolar. Debido a la difusin (una disposicin de 1841 ordenaba el envo a todaslas provincias del Curso de educacin) y la pedagoga en ellos contenida, utilizamos aambas obras como documentos para el anlisis histrico de ese momento, junto a laspublicaciones de Mariano Carderera ms importantes: Principios de educacin ymtodos de enseanza (1861), Curso elemental de Pedagoga (1850, junto a JoaqunAvendao) y, especialmente, la importante obra de consulta que es el Diccionario deeducacin y mtodos de enseanza (1855-1858). Desde el extranjero tambin llegan aEspaa algunas corrientes de influencia de renovacin pedaggica como, por ejemplo,las relativas a la educacin froebeliana, crendose en Madrid una Escuela Frebel(1873), una ctedra de pedagoga froebeliana en la anteriormente citada Escuela NormalCentral y la edicin del Manual terico-prctico de educacin de prvulos segn elmtodo de los jardines de la infancia de F. Frebel, todo ello con un mismoprotagonista o responsable: Pedro de Alcntara Garca. Por ello, y debido al carcterldico de la pedagoga froebeliana que defiende y divulga, tomamos tambin la obra delpedagogo cordobs como otro de los puntos de referencia u objeto de anlisis. Aunque,a pesar de estas pioneras y tmidas incursiones en la naciente ciencia pedaggicaespaola, la realidad escolar y educativa en nuestro pas era bien diferente del idealpromulgado y deseado en estas obras y tratados pedaggicos. Son de sobra conocidaslas psimas condiciones escolares en las que se educaba una minora a mediados delsiglo XIX, donde el tiempo acadmico se ocupaba plenamente en las tareas escolares, 18
  • 22. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneabajo el silencio, quietismo o inmovilidad, trabajo y disciplina propios de un aprendizajelibresco y rgido heredado del Antiguo Rgimen. Generalmente no exista tiempo niespacio para el ocio ni el juego, pues la escuela era una cosa seria donde la pedagogade la vara y propia del repetido lema la letra con sangre entra rega la metodologaaplicada por el dmine. Lejos del ideal del aprender deleitando, las escuelas eranlugares insalubres e improvisados, donde la bajsima tasa de escolarizacin no secorresponda con lo promulgado por la Ley Moyano de 1857 y el escaso inters de lapoblacin por la enseanza, ms preocupada por otros menesteres como la alimentaciny la economa de subsistencia, no se planteaba el juego ms que como meroesparcimiento o vlvula de escape para descansar de otras actividades consideradas mstrascendentales, productivas o educativas que la propiamente ldica. En el perodo comprendido entre la Restauracin monrquica en 1874 hasta laproclamacin de la Segunda Repblica en 1931, Espaa vive uno de los momentos msactivos en cuanto a la eclosin y renovacin pedaggica se refiere. Quizs uno de loshitos que ms relevancia e importancia tuvieron en este dilatado momento histricocaracterizado por los gobiernos de alternancia poltica, fue la creacin en 1876 de laInstitucin Libre de Enseanza, de la cual nos ocupamos ampliamente en nuestrotrabajo, acercndonos a las ideas pedaggicas relativas a la actividad ldica educativapor ella defendidas a travs de su principal rgano de difusin: el Boletn de laInstitucin Libre de Enseanza (1877-1936). La eclosin pedaggica que vive Espaaen el perodo de entresiglos, encuentra en el movimiento institucionista el principalprotagonista y corriente pedaggica ms destacable. El objetivo de su fundador,Francisco Giner, de lograr una formacin de hombres y mujeres en el sentido msamplio y alejado del concepto de instruccin, donde la educacin integral atiende atodas las dimensiones humanas (corporal, intelectual, moral y esttica) y la actividad deleducando se convierte en un ejercicio necesario para el aprendizaje, se corresponde a laperfeccin con lo que encarna el espritu ldico: aprendizaje activo, educacin al airelibre y en contacto con la naturaleza, la intuicin, creatividad, libertad, etc. Es por ello,por lo que en el ideal institucionista de una educacin libre y natural que pretende lamejora de la infancia a travs del bienestar, la educacin fsica, higienismo y laformacin integral bajo un inters paidolgico, encuentra el juego perfecto acomodo,desarrollando los juegos corporales, deportes y actividades ldicas como pocasinstancias educativas o movimientos pedaggicos haban promovido hasta la fecha. 19
  • 23. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaPero la importancia de la ILE, radica tambin en la creacin, impulso o influencia queejerci en otras acciones pedaggicas de finales de siglo XIX, como la creacin delMuseo de Instruccin Primaria (1882) en 1884 pasar a llamarse Museo PedaggicoNacional bajo la direccin de Bartolom Cosso-, el I Congreso Pedaggico Nacional(1882), las primeras colonias escolares en nuestro pas (1887) donde el juego ocupa unlugar principal en la organizacin y dinmica pedaggica, la introduccin de lapsicologa o pedagoga cientfica, o la extensin universitaria, entre otras. El siglo XX se inicia con la creacin del Ministerio de Instruccin Pblica yBellas Artes (1900), lo cual representa el mayor inters e intervencin de laAdministracin central en la educacin espaola, comenzando una serie de reformas enla poltica educativa como el RD de 26 de octubre de 1901 el cual amplia las materias aimpartir en el currculum escolar o planes de estudios incluyendo asignaturas como lafisiologa, qumica, msica, canto y derecho; junto a otras de gran relacin con laactividad ldica y que hasta la fecha no figuraban en el corpus pedaggico escolar: lahigiene, los trabajos manuales y los ejercicios corporales. A partir de entonces sesuceden numerosas iniciativas que pretenden impulsar la ciencia pedaggica espaola:la creacin de la primera ctedra de Pedagoga en la Universidad Central de Madrid(1904); la Junta para Ampliacin de Estudios e Investigaciones Cientficas (1907) quesirvi para modernizar e importar corrientes ldico-pedaggicas como las de Frebel,Montessori o Decroly, mediante una poltica de becas y pensiones de los profesoresespaoles en el extranjero; la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio (1911) porla que, ya sea como profesores o como alumnos, pasarn educadores relevantes yconstantemente citados en nuestro trabajo como por ejemplo, Rufino Blanco, DomingoBarns, Adolfo lvarez Buylla, Lorenzo Luzuriaga (fundador y director de la Revista dePedagoga (1922-1936), Rodolfo Llopis, Mara Snchez Arbs, Rodolfo Toms ySamper o Federico Doreste, entre otros; la Residencia de Estudiantes (1910); laDireccin General de Enseanza Primaria (1911), la Residencia de Seoritas (1915), elInstituto-Escuela (1918) o la Oficina Tcnica para la Construccin de Escuelas (1920).A pesar del inters creciente desde la Administracin central por dar un arranque ydespegue definitivo a la educacin, motivado adems por el inters regeneracionistasurgido del desastre del 98, la realidad escolar contina siendo bastantedesesperanzadora, pues ni existan escuelas suficientes, ni los maestros estaban bienretribuidos, ni los alumnos asistan generalizadamente a la institucin escolar por 20
  • 24. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaencontrarse trabajando, una situacin que se agravaba ms todava si cabe, en el caso dela poblacin femenina. Por estas y otras razones, fue a menudo el inters de particulares,maestros y educadores el que, desde la prctica y la experiencia, motiv los intentos derealizar iniciativas renovadoras en las que se contaba con el juego como una de lasherramientas principales para cambiar la escuela tradicional, adoctrinadora, rutinaria,pasiva y libresca, por una educacin activa, nueva y ldica, centrada en los intereses ynecesidades del educando. Esta renovacin en los mtodos y experiencias escolares,qued reducida, en ms ocasiones de las deseables, a experiencias puntuales y pocogeneralizadas, pues la escuela espaola de entresiglos continuaba anclada generalmente,en prcticas tradicionales o limitadas a lo que dictaban los manuales escolares de lapoca. A pesar de ello, junto a la ILE y las acciones o iniciativas paralelas impulsadaspor los institucionistas, surgen otros movimientos de renovacin pedaggica de graninters para nuestro trabajo, puesto que la mayora de ellos contemplan el juego en suideal pedaggico como instrumento o herramienta para lograr los fines educativospretendidos. Desde la Iglesia catlica, provienen tambin algunas de las ideas yexperiencias renovadoras, concebidas e impulsadas en muchas ocasiones como fruto delcatolicismo social de la encclica de Len XIII Rerum Novarum (1891), aadiendo ala realidad de accin social una perspectiva pedaggica con fines similares a losregeneracionistas, si bien bajo una ptica catlica. Junto a las acciones educativas decarcter popular de Pedro Poveda, y las ideas defendidas por educadores como RufinoBlanco y Snchez o Ezequiel Solana (cuyos escritos principales analizamos en nuestrainvestigacin), es la obra educativa de activismo ldico-pedaggico de Andrs Manjnen las escuelas del Ave-Mara de Granada, la que centra la mayor parte de nuestraatencin, por defender tanto en su obra escrita como en la prctica educativa el podereducativo del juego y sus mltiples aplicaciones en la dinmica escolar. De otro lado,destacamos la experiencia anarquista de Ferrer i Guardia en Barcelona de la EscuelaModerna (1901) y las escuelas racionalistas. Esta pedagoga inspirada por el educadorcataln, tambin defiende el juego como experiencia de educacin activa, higienismo,coeducacin y la supresin de exmenes, premios o castigos, donde nios y niasdisfrutan de una experiencia ldica en libertad, propia de un racionalismo universal ycientfico libertario. Para el estudio de esta corta (se clausur en 1906) pero influyenteiniciativa pedaggica anarquista, analizamos las pginas del Boletn de la Escuela 21
  • 25. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaModerna como rgano de difusin del centro. Adems, estudiamos otra revista de lapoca, La Escuela Moderna (1891-1934) (revista pedaggica hispano-americana;revista pedaggica y administrativa de primera y segunda enseanza o revistapedaggica y administrativa de primera enseanza, como reza en sus diferentescabeceras), la cual sirvi de cauce de difusin y conocimiento pedaggico de lasprincipales corrientes nacionales e internacionales de la poca. Por ltimo y, ni muchomenos, menos importante, es preciso destacar la renovacin pedaggica vivida, demanera especial en el primer tercio del siglo XX, en Catalunya. Instituciones catalanascomo la Diputacin de Barcelona (la cual crear en 1911 el Consell de InvestigaciPedaggica posteriormente denominado Consell de Pedagoga-), el Ayuntamiento dela ciudad condal o la Mancomunitat, junto al movimiento de la Renaixena catalana,hacen que la efervescencia continua de innovacin pedaggica en este territorio seaextraordinaria e influyera posteriormente en otras experiencias educativas en el resto delEstado espaol. Entre las innumerables iniciativas educativas emprendidas porentonces, interesa recordar especialmente aquellas que utilizan al juego en suprogramacin pedaggica y que citaremos durante nuestro trabajo: el Colegi Mont dOrde Palau Vera (1905); la Escola Horaciana (1905) de Pau Vila, autor asimismo de unmaravilloso opsculo al que aludiremos en varias ocasiones en la presente investigacin(Qu els portaran els Reis als nostres fills?); la Escola del Mar (1922) y la Escola delBosc en Montjuc (1922) de Rosa Sensat como destacadas escuelas al aire libre enBarcelona donde el juego forma parte de la organizacin educativa como una de lasactividades centrales. Es importante tambin el papel del Ajuntament de Barcelona en lapromocin de colonias escolares (desde 1906), la organizacin del I Congreso Espaolde Higiene Escolar (1912) en el que se debati sobre el juego corporal y los espaciosldicos como elementos formativos e higinicos; las Escoles dEstiu (desde 1914), lacreacin de escuelas al aire libre y jardines de infancia; adems de la visita de lacreadora de las Casas dei Bambini, Mara Montessori, a la capital catalana en variasocasiones, organizando en ella cursos internacionales de pedagoga cientfica yfundando escuelas que seguan estos postulados donde la actividad ldica era una parteimportantsima de la educacin infantil. El tercer perodo en el que los historiadores de la educacin dividen nuestropasado ms reciente es el de la II Repblica y la Guerra Civil (1931-1939), por lo quenosotros tambin respetamos esta fragmentacin histrica en la que los objetivos de 22
  • 26. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaerradicacin del analfabetismo, modernizacin y laicizacin de la enseanza, as comola conquista de las libertades y el pluralismo poltico e independencia de pensamientopropios del perodo republicano, se vieron truncados con el estallido del conflicto blicoy la posterior instauracin de una dictadura. Entre las primeras iniciativas de la polticaeducativa del gobierno de la Repblica, figuran la aceptacin del bilingismo escolar enCatalunya (lo cual abra la puerta a otras identidades lingsticas y culturales dentro delterritorio espaol), la reorganizacin del Consejo de Instruccin Pblica y la regulacinde la enseanza de la religin en la institucin escolar. Ms all de estas decisionespolticas, la continuacin y consolidacin de experiencias iniciadas en el sistemapoltico anterior (como por ejemplo, las colonias escolares que se multiplicaron duranteeste perodo), o la creacin de otras nuevas como el Patronato de MisionesPedaggicas (1931), nos interesa destacar aqu, las iniciativas pedaggicas queresponden al inters ldico-educativo propias, por ejemplo, de las ideas para la reformaconstitucional de la educacin pblica que Lorenzo Luzuriaga enumera en una ponenciaante las Cortes Constituyentes de la Repblica en 1931, en cuyo punto dcimorecomienda que las instituciones circum y postescolares educativas (cooperativas,colonias, campos de juego, talleres, bibliotecas, campos agrcolas, viajes...) seintegrarn en la escuela como parte de ella, abriendo as una puerta y reconociendooficial o constitucionalmente el derecho al juego y el poder educativo que esta actividadcontiene. Este espritu ldico se mantendr, como veremos en esta investigacin,incluso durante la Guerra Civil, como muestran las bases del Consell de lEscola NovaUnificada (C.E.N.U.) catalana en donde, especialmente en la educacin infantil, eljuego habr de impregnar toda actividad pedaggica, si bien es obvio que durante eltriste episodio blico, la actividad ldica no figurara entre las principalespreocupaciones polticas ni docentes, ms ocupadas en otros menesteres de instrucciny formacin patritica o cultura de combate propias de la expresin vencer yconvencerenunciada por el rector de la Universidad de Salamanca, Miguel deUnamuno, el 12 de octubre de 1936. Aunque, con anterioridad a la Guerra Civil, losmovimientos de renovacin pedaggica junto a las generaciones de intelectuales del 98,14 y 27 pretendieron en este breve pero intenso perodo histrico, insuflar nuevos airesa la pedagoga espaola tomando como referencia experiencias forneas que llegarn anuestro pas a travs de los organismos anteriormente citados (Museo Pedaggico, Juntapara la Ampliacin de Estudios, Ajuntament de Barcelona, Ministerio de InstruccinPblica y las revistas arriba indicadas). A destacar dos de los hechos pedaggicos que 23
  • 27. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneacentraron las preocupaciones renovadoras de la II Repblica, la escuela nueva o activa,y la escuela nica, cuyo mximo defensor y representante en nuestro pas fue LorenzoLuzuriaga, por lo que atendemos a algunos discursos y artculos suyos para el estudio deeste perodo histrico, as como a otros escritos de la Revista de Pedagoga que ldiriga. Rodolfo Llopis, cuyo manual de Pedagoga analizamos en esta investigacin, esotro de los principales representantes de esta corriente pedaggica, siendo directorgeneral de enseanza primaria hasta 1933 e invitando a los educadores a introducir eljuego, la intuicin, el activismo y el acercamiento al medio natural en su prcticapedaggica. Lstima que estos y otros principios y objetivos propios de la polticaeducativa republicana tan susceptibles e ideales para la actividad ldica, se vierantruncados, como hemos dicho anteriormente, con la Guerra Civil y la dictadurafranquista. El franquismo se instaura definitivamente en todo el pas en 1939 tras el fin delas hostilidades blicas y finaliza con la muerte de Francisco Franco el 20 de noviembrede 1975, un largo y reciente perodo de nuestra historia contempornea que necesita serdividido o analizado en varias fases diferenciadas para su mejor anlisis y compresin.En la primera de estas mitades, el franquismo se caracteriza por una poltica educativapresidida por la idea del nacional-catolicismo y cuya mayor preocupacin es desarmartodos los logros pedaggicos realizados e iniciados durante la II Repblica parareconstruir o crear una nueva Espaa, comenzando por depurar al magisteriorepublicano, eliminar el bilingismo, laicismo y la coeducacin, as como la censura delibros de texto y cualesquier otro soporte que el entonces denominado Ministerio deEducacin Nacional consideraba impropio de una Espaa evangelizadora y con afanesimperialistas. En este nuevo orden pedaggico nacido en la posguerra, poco importabael ocio o el juego falto de seriedad e improductivo, en cambio s que se le dio un granimpulso a la educacin fsica y a los juegos corporales, predeportes y deportes porconsiderarlos un valioso instrumento para construir, fortalecer y consolidar esta nuevaraza de espaoles propia de una pedagoga fascista con un carcter paramilitar.Algunas de las primeras acciones destacables de la poltica educativa franquista, fueron:la creacin en 1939 del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas (CSIC) ensustitucin de la Junta de Ampliacin de Estudios; el Frente de Juventudes (1940) quese encargar de la instruccin y adoctrinamiento poltico o patritico, as como de laeducacin fsica, juegos y deportes; la sustitucin del Instituto-Escuela por el Instituto 24
  • 28. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaRamiro de Maeztu y del Museo Pedaggico Nacional por el Instituto de PedagogaSan Jos de Calasanz (1941), en manos de Vctor Garca Hoz (presidente tambin dela Sociedad Espaola de Pedagoga), algunos de cuyos trabajos estudiamos en estainvestigacin; la creacin de la Junta Nacional contra el Analfabetismo (1950); o lapublicacin en 1953 de los primeros Cuestionarios Nacionales de Enseanza Primaria(ampliados y renovados en 1965) que, como explicitan en su prembulo, perseguirnuna enseanza concreta, viva y activa, alejada del verbalismo y memorismo, y queconsidera a la actividad ldica como uno de los posibles instrumentos de aprendizaje(qu mejor material que el que ofrece la misma vida (...) Si se trata del clculo, ahestn las adquisiciones que satisfacen las necesidades domsticas, el coste de libros yjuguetes, los juegos de comprar y vender que pueden realizarse en la misma escuela).Adems, se crea en 1958 el Centro de Documentacin y Orientacin Didctica deEnseanza Primaria (CEDODEP) dirigido por Adolfo Mallo, ayudando a larenovacin del sistema educativo mediante la experimentacin de tcnicas yorientaciones didcticas difundidas, principalmente, a travs de la revista Vida Escolarque reciban todas las escuelas espaolas y cuyo contenido, en lo relativo a la actividadldica, estudiamos aqu, junto a Notas y Documentos, que dedica en 1970 un nmeromonogrfico al juego educativo en la edad preescolar. En los aos 60, con la llegada de Lora Tamayo al Ministerio de Educacin yCiencia, comienza la llamada etapa tecnocrtica, en la que la dictadura pretende dar ungiro hacia la modernizacin de la educacin espaola ms adecuada a los tiempos quecorren en Europa. Este impulso y aires de cambio se consolidar cuando el ministroVillar Palas, tras la publicacin en 1969 de un Libro Blanco sobre la reforma educativa,impulse la Ley General de educacin y Financiamiento de la Reforma Educativa en1970. Este cambio legislativo ser fruto y consecuencia de las nuevas necesidades de lasociedad espaola, que se industrializa y crece econmicamente requiriendo para susostenimiento y potenciacin de una poblacin con una formacin adecuada. Aunqueestas reformas planteadas no olvidaban el sistema ideolgico y de valores en el que sehaban gestado, continuando presentes si bien, de manera atenuada- los principalesrasgos o pilares patriticos y catlicos que sustentaban la dictadura. Fruto tambin de laLey de 1970, se crea en cada una de las universidades un Instituto de Ciencias de laEducacin (ICE) y el Centro Nacional de Investigaciones para el Desarrollo de laEducacin (CENIDE) que posteriormente se denominar Instituto Nacional de 25
  • 29. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaCiencias de la Educacin (INCIE)- con el propsito comn de favorecer lainvestigacin pedaggica y la formacin del profesorado. Pero ms all de estas creaciones e instancias oficiales que se encargaban dereproducir los mandatos de la poltica educativa franquista, como ocurra por ejemploen los Congresos de la Sociedad Espaola de Pedagoga cuya cabeza visible eraVctor Garca Hoz- o la pedagoga universitaria en manos de catedrticos afines alrgimen, existan paralelamente una serie de movimientos renovadores que seplanteaban como alternativa, los cuales tuvieron que refugiarse en muchas ocasiones enla clandestinidad o el exilio. Estos grupos comienzan a forjarse en la dcada de los 60,erigindose Catalunya, una vez ms, en el foco principal de estas corrientes derenovacin pedaggica en donde la actividad ldica educativa encuentra el caldo decultivo o clima ms idneo para su prctica. Quiz el mejor exponente de estaspedagogas paralelas a las oficiales, son las escoles destiu, principalmente lasorganizadas por la Institucin Rosa Sensat a partir de 1965. Con anterioridad, en laciudad condal pervivan centros educativos para la infancia inspirados en la pedagogade Mara Montessori o Decroly, experiencias catlicas renovadoras o el Instituto-Escuela de Barcelona, entre otros, que ayudaron a mantener viva una llama progresistao alternativa a la montona pedagoga de la dictadura. La agrupacin Rosa Sensat,permiti adems, mantener el contacto con otros movimientos de renovacin europeos,introduciendo y ensayando (fundamentalmente en territorio cataln) estas nuevaspedagogas y experiencias didcticas. En los ltimos aos del franquismo estos y otroscolectivos cobrarn una fuerza e importancia mayor, agrupando a todos aquelloseducadores interesados en dar nuevos aires e impulsar la caduca y endogmicapedagoga franquista, si bien, no se debe olvidar que en la cultura escolar habitual de lamayora de las aulas espaolas continuaban imperando prcticas tradicionalespropiciadas por una mentalidad docente que requerir un tiempo mayor para asimilar yrealizar estos cambios pedaggicos. Con la muerte del dictador se abre en nuestro pas un proceso de transicindemocrtica que culmina con la proclamacin de la Constitucin el 6 de diciembre de1978, convirtindose la educacin en un derecho de todos los espaoles recogido en elartculo 27 de la Carta Magna, afirmando adems, la libertad de enseanza. Esto abrirla puerta definitivamente a las diferentes perspectivas, visiones y prcticas pedaggicas, 26
  • 30. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaque sern reconocidas como legtimas siempre y cuando respeten los principiosdemocrticos de libertad, igualdad, justicia y pluralismo. El nuevo sistema poltico quese define con la Constitucin facilita la convivencia de mltiples pedagogas que aflorana partir de entonces, permitiendo que nazcan o se consoliden infinidad de iniciativas yexperiencias que proliferan, adems, al amparo de la descentralizacin autonmica y lariqueza cultural territorial espaola con la diversificacin de las innovacionespedaggicas gracias a las competencias atribuidas a los gobiernos autnomos. Elaumento cuantitativo de la escolarizacin en los primeros aos de vida democrtica esconsiderable, lo que har que en la ltima dcada del siglo XX se busque una mayorcalidad de la educacin, promulgndose reformas educativas como la LOGSE (1990) ola LOPEGCE (1995). En la dcada de los 80 se suprime el INCIE transfiriendo suscompetencias al Ministerio de Educacin y ciencia y al Ministerio de Universidades eInvestigacin; adems se crea en 1983 el Centro Nacional de Investigacin yDocumentacin Educativa (CIDE) y los Centros de Profesores (CEPs) en 1984,permitiendo la formacin permanente y reciclaje de los docentes, as como una va dedifusin de las experiencias de renovacin pedaggica. La innovacin educativaespaola tena la tarea de alcanzar y consolidar una modernidad, democracia, calidad,activismo y adaptacin al contexto que hasta entonces se haban tenido que refugiar enmbitos reducidos o marginales, o bien permanecer paralelos a la pedagoga oficial. Al cambio de la cultura escolar hacia unas prcticas ms democrticas einnovadoras se ha de aadir un hecho que para nuestro trabajo es de extraordinariointers: el auge en las dos ltimas dcadas del siglo XX de la pedagoga del ocio y eltiempo libre. La sociedad espaola del bienestar, una vez alcanzada la estabilidadpoltica democrtica y encontrndose generalizado o garantizado el derecho al trabajo ya la educacin (entre otros elementos del sistema de bienestar), se preocupa ms quenunca por el tiempo libre y el ocio, consolidndose poco a poco una dimensineducativa no formal que encuentra en las estrategias ldico-pedaggicas una excelenteherramienta de educacin paralela, en unas ocasiones, o inserta en otras, a la pedagogaformal. El caso es que, fruto de la formacin recibida en las Escuelas Universitarias delMagisterio, las Facultades de Educacin, los Centros de Profesores o del conocimientode experiencias ldico-educativas difundidas a travs de revistas como Cuadernos dePedagoga (cuyo anlisis de contenido tomamos en la presente investigacin como unode los principales puntos de referencia de esta poca), cada vez ms los docentes se 27
  • 31. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaaniman a introducir el juego en las aulas, enriqueciendo as su prctica pedaggica conherramientas ldicas que facilitan y hacen ms significativo el proceso de enseanza-aprendizaje de sus alumnos. Pero, como hemos indicado ms arriba, la pedagoga delocio se apoya en el juego para desempear su labor educativa, producindose a finalesde los 70 y principios de los 80 -una vez ms en Catalunya- el nacimiento de lasinstituciones de juego por excelencia: las ludotecas. A partir de entonces se hace difcil,afortunadamente, seguir la pista a todas las experiencias pedaggicas que toman enconsideracin a la actividad ldica, puesto que se multiplican extraordinariamente losusos y aplicaciones educativas que de ella se hacen, asentndose y formando parte, cadavez ms, de la realidad pedaggica cotidiana espaola, si bien no se ha de olvidar, comopretendemos poner de manifiesto en este trabajo, el largo y lento proceso histrico deimplantacin y consolidacin de este fabuloso instrumento en el quehacer educativo. 28
  • 32. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea2. LOS VALORES Y LAS POSIBILIDADES EDUCATIVAS DEL JUEGO - 2.1. Juego como base de toda educacin. Importancia de la actividad ldica.................................................................................30 - 2.2. Educacin integral: la actividad ldica y su multitud de valores educativos.............................................................................44 - 2.3. Las relaciones entre juego y trabajo: dos caras de una misma moneda..............................................................................................68 - 2.4. La diversin y el gozo ldico como elemento motivador del aprendizaje.......................................................................................96 - 2.5. El juego como instrumento de evaluacin o diagnstico educativo.........................................................................................118 29
  • 33. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contempornea 2.- LOS VALORES Y LAS POSIBILIDADES EDUCATIVAS DELJUEGO. 2.1- Juego como base de toda educacin. Importancia de la actividad ldica. A lo largo de la historia de la educacin espaola contempornea, el hecho deresaltar la importancia de la actividad ldica como base de toda educacin, ha sido unaconstante. Son muchos los educadores que han hecho mencin explcita a latrascendencia del juego para la accin educativa, por lo que dedicaremos unas pginas arevisar estos planteamientos y manifestaciones que subrayan su relevancia y reclaman lanecesidad de tomarlo en consideracin. En el ltimo tercio del siglo XIX, uno de los primeros en hacer referencia a estaidea es Pedro de Alcntara Garca, el cual, a propsito de los mtodos ms adecuadospara los jardines de infancia, advierte sobre el movimiento, el juego y el trabajo comoprimeras y naturales manifestaciones de la actividad del nio, son los elementos de quees menester valerse para estimular, disciplinar y secundar esta misma actividad, y enellos deben fundarse los procedimientos de todo mtodo racional de educacin23;siendo an ms explcito cuando considera el juego un gran elemento de educacin; enl se funda en gran parte el mtodo (...) entretener y la vez dirigir al nioagradablemente, en educarle hacindole jugar24. Tampoco deja pasar la oportunidad derecomendar las bondades educativas de esta actividad en uno de sus manuales msconocidos, Teora y prctica de la educacin y la enseanza, en el que al hacerreferencia a la educacin fsica, confa en el juego por el papel que desempea en todacultura de la niez, como una funcin genuinamente educadora, como un instrumentogeneral de educacin y enseanza25. Su apuesta por esta actividad y la necesidad deconsiderarla en toda pedagoga y mtodo educativo es evidente, pues no se esconde a lahora de manifestar con toda claridad cun justificada es la importancia que atribuimosal juego como instrumento de educacin (...). No es, por lo tanto, tarea balad la 23 GARCA, P. de A. (1879) Manual terico-prctico de educacin de prvulos segn el mtodo de losjardines de la infancia de F. Frebel, Madrid: Imprenta del colegio nacional de sordo-mudos y de ciegos, p. 61.24 Ibdem, p. 62.25 GARCA, P. de A. (1882). Teora y prctica de la educacin y la enseanza: curso completo yenciclopdico de pedagoga, expuesto conforme a un mtodo rigurosamente didctico. Tomo V. De laeducacin fsica. Madrid: Librera Hernando y Ca., p. 107. 30
  • 34. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneapretensin que hoy se manifiesta en toda la Pedagoga de querer formular en un comocuerpo de doctrina lo que podamos llamar la teora del juego, para hacer de ella lasoportunas aplicaciones la prctica de la educacin26. Habr pues que atender, segnPedro de Alcntara, a la relevancia del juego, que aunque aparentemente parezcainfantil y de poca entidad para la tarea formativa27, esconde tras de s los fundamentosde todo mtodo educativo que se precie. Su posicionamiento se sita entre la idea deFenelon de que todo debera aprenderse jugando (en lo cual incurre ciertamente en unerror, al menos en una exageracion)28 y aquellos postulados que defienden la rigidezdidctica, la severidad dogmtica y el montono formalismo de los antiguos mtodos yprocedimientos de enseanza, ni mnos que excluyan de sta las formas agradables yatractivas, ni siquiera el juego29, un camino intermedio que opta por la introduccin deljuego en la tarea educativa y su importancia, intuyndose aqu, los momentos derenovacin pedaggica que se estaban viviendo en el cambio de siglo. En las pginas del Boletn de la Institucin Libre de Enseanza, el conocidofolklorista Antonio Machado tambin destaca la importancia del juego como mtodo deenseanza, en este caso para la infancia, al calificar esta actividad como ideal para todoaquel que desee seguir un buen sistema de educacin maternal y en general, destinadopara quien desee hallar en el sistema natural y espontneo, con que el amor maternal vaproveyendo las necesidades del hijo, las verdaderas bases de un sistema de educacinreal y natural, y por tanto cientfico30. La magnitud que adquiere la actividad ldica enla educacin de los ms pequeos, queda tambin patente cuando Lpez Selva advierteque en la escuela maternal no debe haber lecciones, ni nada que esto se parezca; eljuego es el trabajo de los nios, y jugando se los debe ensear y educar31, siendo elsistema educativo que se fundamente en los juegos, el ms adecuado para estas edades.26 Ibdem, p. 108.27 en la frivolidad de los juegos infantiles hay muchas cosas serias que aprender, y estn contenidos losprocedimientos ms profundos, racionales y eficaces de un buen mtodo de educacin, Ibdem, p. 113.28 GARCA, P. de A. (1886). Teora y prctica de la educacin y la enseanza: curso completo yenciclopdico de pedagoga, expuesto conforme a un mtodo rigurosamente didctico. Tomo VI. Laeducacin intelectual y los mtodos de enseanza. Madrid: Librera Hernando y Ca., p. 46.29 dem.30 MACHADO, A. (1884) Juegos infantiles espaoles en Boletn de la Institucin Libre de Enseanza(en adelante BILE), n 175, p. 151.31 LPEZ SELVA, A. (1889) La educacin de los prvulos segn Mme. Kergomard en BILE n 297, p.187 31
  • 35. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneaOtros educadores como Alejandro San Martn, se remontan a Aristteles32 para ahondaren la relevancia del juego, aunque ste no est en absoluto de acuerdo con el filsofogriego, puesto que el smil citado corresponde no al juego, sino este ocioso recreo,que es bien diferente; (...) pero el verdadero juego educativo es cosa muy diferente33.Aprovecha tambin este foro de opinin educativa, el secretario del Museo Pedaggico,Ricardo Rubio, para defender que el juego corporal al aire libre durante la edadescolar, es un factor de primera importancia en la educacin34, considerndolo comoun elemento imprescindible en cualquier accin educativa que se precie. Ms explcito an es el doctor Garca Fraguas en su manual de gimnasiahiginica para centros educativos, al establecer que educar jugando es el idealpedaggico, siempre que logre producir la enseanza, reuniendo estas cuatrofundamentales exigencias: placer, libertad, belleza y utilidad moral35, -caractersticasque iremos analizando posteriormente en nuestra investigacin-, y va ms lejos ancuando clarifica que la diferencia en la calidad de la produccin de tres sujetos: vulgar,mediocre y genial; es que el primero engendra trabajando, el segundo ejercitndose y eltercero jugando36. No alberga ningn tipo de dudas respecto a la idoneidad del juegopara la pedagoga, ya que a su modo de ver, el juego, como ejercicio pedaggico, esuna esperanza llamada transformarse en realidad inmejorable y precisa el da que laciencia y el arte de la educacin puedan conocer y desarrollar con acierto las facultadesdel nio, encaminndolas la produccin til y moral con el menor esfuerzo posible37.En este fin de siglo, la pedagoga valenciana Mara Carbonell, tambin tiene palabraspara resaltar la envergadura de la actividad ldica en la educacin, la cual es imposibleobviar y por lo tanto habr que incorporar con pleno derecho: ya que el nio ha dejugar precisamente, procuremos que juegue educndose que se eduque jugando38,32 se dice que no debe convertirse en juego la educacin de la infancia: no se instruye jugando, y elestudio es siempre penoso en SAN MARTN, A. (1893) Notas sobre educacin fsica en BILE n 396,p. 232.33 dem.34 RUBIO, R. (1893) Los juegos corporales en la educacin, en BILE, n 391, p. 149 35 GARCA, J. E. (1896) Tratado racional de gimnstica y de los ejercicios y juegos corporales practicables sin aparatos y con ellos en las casas particulares, gimnasios, jardines y en el campo parauso de las Universidades, Institutos, Escuelas Normales y Municipales, Academias, Colegios, Hospitales, Sociedades de recreo, etc., etc. Tomo III. Pedagoga general, Educacin fsica y Juegos corporales. Madrid: Librera de la Viuda de Hernando y Ca, p. 13636 dem.37 dem.38 CARBONELL, M. (1897) Nios y juegos en La escuela moderna, n 74, p. 330. 32
  • 36. La actividad ldica en la historia de la educacin espaola contemporneauna interdependencia necesaria y enriquecedora la que aportar el juego a la educaciny viceversa. A principios de siglo XX, el Dr. San Martn insiste en que bajo el aspectoinocente y aparentemente infructuoso del juego infantil, se esconden substancialesenseanzas, sea cual sea la edad del educando, manifestando que el rasgo ms nimio deun juego pueril entraa provechosa enseanza para la pedagoga de todas las edades, yaque la educacin, como la Higiene, todas ellas alcanza39. Esta idea que insiste en larelevancia educativa de la actividad ldica para todas edades, es refrendada tambin poruna figura destacada en el panorama de la renovacin educativa, Flix Mart y Alpera;el maestro valenciano advierte que no todo en la educacin debe ser juego, ni tododebe hacerse jugando40, puesto que a cada momento o estadio evolutivo le correspondeun uso o grado de importancia diferente, ya que al principio es el juego la nica formaposible de actividad infantil; pero la atencin va siendo cada vez menos instintiva y msvoluntaria; el prvulo deja el encantador mariposeo y mira las cosas con mayor fijeza,