la abominación desoladora
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La abominación desoladora¿Qué es? ¿Qué significa? ¿Qué debemos hacer?
¿De donde surge la expresión?
Se origina en el libro de Daniel Daniel 8:13 – “Prevaricación (rebelión) asoladora”
Contexto: La obra del cuerno pequeño Daniel 9:27 – “con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador”
Contexto: Las 70 semanas Daniel 11:31 – “Abominación desoladora”
Contexto: La obra del Rey del Norte Daniel 12:11 – “Abominación desoladora”
Contexto: Los 1290 días que sería quitado el continuo (Tamid) Es también mencionada por Cristo
Mateo 24:15 Marcos 13:14 Contexto: Destrucción de Jerusalén y señales del tiempo del fin
¿Qué es la “abominación desoladora”? Original: “Abominación que causa desolación” Note que hay dos partes
Abominación - Causa Desolación – Efecto
¿Es la abominación desoladora un evento único o es algo que se repite en la historia?
¿Quién pone la abominación y quien la practica son siempre la misma gente?
Daniel y las 3 desolaciones
Prólogo del libro Daniel 1:1-2 nos da el marco histórico del libro ¿Por qué llego Daniel a Babilonia?
En el centro del libro Daniel 9 nos habla de las abominaciones que trajeron desolación en relación
al Mesías y las 70 semanas cortadas para el pueblo judío. Al final del libro
Daniel 11 y 12 nos hablan de una abominación desoladora sellada para el tiempo del fin.
La primera abominación desoladora
Daniel 1:1-2 – “En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá…”
¿Por qué? 2 Crónicas 36:5,8 – “Cuando comenzó a reinar Joacim era de
veinticinco años, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios. […] Los demás hechos de Joacim, y las abominaciones que hizo, y lo que en él se halló, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá; y reinó en su lugar Joaquín su hijo.”
La primera abominación desoladora
Note que después de Joacim el pueblo y sus lideres siguió con las abominaciones
2 Crónicas 36:14, 17 y 21 – “También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén. […] Por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito; todos los entregó en sus manos. […] para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.”
Todo el libro de Daniel se da en el contexto histórico de que el pueblo de Dios llevo a cabo abominaciones y por eso Jerusalén fue desolada
¿Cuáles fueron las causas de esta primera desolación en Daniel? Jeremías 17:27 – “Pero si no me oyereis para santificar el día de
reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo, yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará.”
Abominaciones presentadas según Ezequiel (Ezequiel 8) Ídolos en el santuario (8:5, 8:10) Animales abominables (inmundos) dentro del atrio (8:10) Incienso para ídolos y animales inmundos (8:11) Mujeres llorando y rindiendo culto a Tamuz, deidad caldea de la fertilidad (8:14) Darle la espalda al ministerio del santuario (8:16) Adoración al sol (8:16)
Daniel 9: Segunda abominación desoladora Daniel 9:24-27 – “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y
sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos (¿Quién o que?). Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos (¿Quién confirma?); a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.”
¿Cuál es el centro de Daniel 9?
Profecía especial para Israel (Judá) Es parte de una visión mas grande (ver Dan. 8) El personaje principal es el Mesías
Menciona su aparición (v.25) Su ministerio (v.27) Su muerte (v.26)
Se habla de la destrucción de la ciudad y el santuario El contexto lo presenta como consecuencia de la muerte del Mesías La destrucción permanecería “hasta el fin de la guerra” El rechazo al Mesías (la máxima abominación) trae como consecuencia la llegada
del desolador
Jesús habla de esta segunda desolación Mateo 24:15 – “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación
desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),” Lucas 21:20 – “Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed
entonces que su destrucción ha llegado.” Jesús interpreta Daniel 9 y claramente apunta a la destrucción de Jerusalén por los
romanos en el año 70dc como su cumplimiento Note:
Esto elimina la posibilidad de que Antíoco Epífanes sea quien trae la abominación desoladora
Nerón destruye Roma, no Jerusalén, por lo tanto no puede ser el desolador La primera desolación fue por darle la espalda al Sábado y al ministerio del santuario La segunda fue por rechazar el ministerio de Cristo, acusado falsamente de violar el
Sábado y de hablar contra el santuario
Tercera desolación: Daniel 11 y 12
Daniel 11 y 12 son una misma profecía Daniel 11 nos habla de los actos del “Rey del Norte” Daniel 12 nos habla de la respuesta de “Miguel” a los actos del “Rey del
Norte” Daniel 11:31 – “Y se levantarán de su parte (Rey del Norte) tropas que
profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo [sacrificio], y pondrán la abominación desoladora.”
Daniel 12:11 – “Y desde el tiempo que sea quitado el continuo [sacrificio] hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.”
Los 1290 días
El historicismo tradicionalmente ha identificado al papado como el cuerno pequeño de Daniel 7 y 8, y el Rey del Norte de Daniel 11
La interpretación historicista de Daniel 12 expone que el comienzo de los 1290 “días” comienzan en el año 508dc con la conversión de los Francos al catolicismo.
Con esta unión comenzó la supremacía papal 30 años más tarde en 538dc se destruyen los godos y comienza la fase
perseguidora de 1260 “días”, 42 meses o 3 ½ tiempos El papado a través de los siglos instauró
El uso de imágenes en las iglesias Le “quitó” el ministerio sacerdotal a Cristo para darlo a los hombres Le dio la espalda al Sábado como día de reposo “Santifica” el domingo, día pagano dedicado a la adoración del dios sol
¿Qué es entonces la abominación desoladora? ¿Quién la lleva a cabo? La abominación que causa desolación es
Reemplazar las leyes divinas por practicas, tradiciones y mandamientos de hombres
Rechazar el ministerio de Cristo Quien practica la abominación desoladora es el pueblo escogido, no el
desolador 1ra y 2da vez – Israel 3ra vez – el cristianismo apóstata
¿Para cuando es el mensaje de Daniel 11-12 y que sucederá en ese tiempo? Daniel 12:9-10 – “El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras
están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.”
¿Qué nos corresponde hacer? 1 Pedro 1:22-23 – “Habiendo purificado vuestras almas por la
obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”