¡l iv° i nternacional no ha muerto ¡v iv° i nternacional

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2 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938 A 70 años del asesinato de León Trotsky, desde la Fracción Leninista Trotskista Internacional rendimos un homenaje a su obra más grandiosa: fundar la IV Internacional, que fuera continuidad del bolchevismo y la III Internacional, es decir, de la fracción internacionalista y revolucionaria del proletariado mundial. La fundación de la IV Internacional en 1938 fue la síntesis de la experiencia histórica y la continuidad del socialismo científico en la época imperialista de dos generaciones: la que desde 1902 en el marxismo ruso y desde 1906 en el marxismo alemán se puso de pie para enfrentar la traición del reformismo al proletariado en la primera guerra mundial; y la generación, que unida a la que sobrevivió de este combate, enfrentó al stalinismo, esa segunda horneada de menchevismo, que no fue otra cosa que los verdugos del bolchevis- mo y los estranguladores de la revolución de octubre y mundial. La fundación de la IV Internacional y el programa que ésta puso en pie, como síntesis histórica del programa para la revolución socialista internacional, fue la obra más gran- de y a la que le dedicó su más grande esfuer- zo el camarada León Trotsky. Para golpear a este movimiento revolucionario que se había puesto de pie cuando ya se iniciara la segunda guerra mundial actuó a cuenta del imperialis- mo el golpe certero contrarrevolucionario del stalinismo que asesinó a Trotsky y a decenas y decenas de sus camaradas de combate. Así, a principios del siglo XX, la burguesía y el imperialismo y las direcciones traidoras tuvieron que escarmentar y exterminar física- mente a la fracción internacionalista de la socialdemocracia alemana de Liebknecht y Rosa Luxemburgo (asesinados a manos de la soldadesca socialdemócrata de Noske en la revolución de los consejos obreros del ’18 y ’19 de ese país). Ellos junto a Lenin, el bol- chevismo y el camarada Trotsky, se subleva- ron contra la traición abierta de la socialde- mocracia, que llamó al proletariado a enfren- tarse entre sí en el campo de batalla al servi- cio de las pandillas imperialistas en la prime- ra guerra mundial. El stalinismo, como emergente de la des- composición y aislamiento del estado obrero a partir de mediados y fines de los ‘20, fue el encargado de llevar hasta el final, y con un cinismo un millón de veces superior, la labor contrarrevolucionaria que comenzara la social- democracia a principios del siglo XX, para liqui- dar a la fracción revolucionaria internacionalista del proletariado mundial. Los revolucionarios internacionalistas que, fundando la III Internacional y tomando el poder en Rusia, le demostraron a la clase obrera mundial que se podía tomar el cielo por asalto. Ante el terror de la burguesía imperialista, el proletariado amenazó con hacerse del poder en toda Europa. Por la inmadurez de los jóvenes y nuevos partidos comunistas que surgían a la sali- da de la primera guerra mundial, el proletariado no se pudo hacer del poder en Alemania, lo que llevó a que la URSS quede aislada y sometida a las terribles presiones de la economía mundial dominada por el imperialismo y al atraso de sus fuerzas productivas. El camarada Trotsky, como la vieja guardia bolchevique, sufrió lo mismo que sufrieron las masas y el proletariado alemán y europeo, que no pudieron hacerse del poder. Sufrieron las mis- mas condiciones de resistencia y padecimiento que las masas de la URSS, cuyas energías que- daron agotadas luego de 4 años de guerra civil y un durísimo combate contra 14 ejércitos impe- rialistas. Los revolucionarios sufrían la reacción emergente de estas condiciones, que al interior del estado obrero cercado llevaban a la emergen- cia de una cínica y arribista burocracia contrarre- volucionaria, que lo llevara luego a su degenera- ción completa. A partir de allí, Trotsky y el trotskismo, desde la URSS y combatiendo por recuperar la III Internacional en occidente, iniciaron la continui- dad del bolchevismo, esta vez en resistencia con- tra el stalinismo, obra que pega un enorme salto histórico con la fundación de la IV Internacional en el año ’38, continuadora del bolchevismo y la III Internacional revolucionaria. Un nuevo Kienthal y Zimmerwald que se preparaba para la lucha por la toma del poder en la segunda guerra mundial, después de ella y en todo el período histórico posterior. Cuando hoy los más grandes detractores de Trotsky lo alaban como una “personalidad polí- tica más del movimiento socialista”. Cuando el mismo Chávez (el que abastece con el petróleo de Venezuela a toda la maquinaria de guerra imperialista) llama a leer sus libros (entregados a sus manos por renegados como Alan Woods). Cuando inclusive los renegados del trotskismo PESE AL ASESINATO Y LA MASACRE DEL ESTADO MAYOR BOLCHEVIQUE Y DE LA III INTERNACIONAL POR PARTE DEL STALINISMO PESE AL ASESINATO Y LA PERSECUCIÓN AL BOLCHEVISMO EN LA RESISTENCIA EN LOS ’30; A LEÓN TROTSKY , LEÓN SEDOV , RUDOLPH KLEMENT , ABRAHAM LEÓN, ASESINADOS ENTRE OTROS MÁRTIRES DEL PROLETARIADO MUNDIAL POR LA KGB, EL FASCISMO Y EL IMPERIALISMO PESE AL REVISIONISMO Y EL PABLISMO, QUE NO DEJARON PIEDRA SOBRE PIEDRA DEL BOLCHEVISMO Y LA CUARTA INTERNACIONAL En el 70º aniversario del asesinato de León Trotsky Desde la Fracción Leninista Trotskista Internacional afirmamos León Trotsky, fundador de la IV° Internacional y del Ejército Rojo de la URSS ¡L A IV° I NTERNACIONAL NO HA MUERTO ! ¡VIVA EL COMBATE POR LA REFUNDACIÓN DE LA IV° I NTERNACIONAL! - I -

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Page 1: ¡L IV° I NTERNACIONAL NO HA MUERTO ¡V IV° I NTERNACIONAL

2 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

A70 años del asesinato de LeónTrotsky, desde la Fracción LeninistaTrotskista Internacional rendimos un

homenaje a su obra más grandiosa: fundar laIV Internacional, que fuera continuidad delbolchevismo y la III Internacional, es decir, dela fracción internacionalista y revolucionariadel proletariado mundial.

La fundación de la IV Internacional en1938 fue la síntesis de la experiencia históricay la continuidad del socialismo científico enla época imperialista de dos generaciones: laque desde 1902 en el marxismo ruso y desde1906 en el marxismo alemán se puso de piepara enfrentar la traición del reformismo alproletariado en la primera guerra mundial; yla generación, que unida a la que sobrevivióde este combate, enfrentó al stalinismo, esasegunda horneada de menchevismo, que nofue otra cosa que los verdugos del bolchevis-mo y los estranguladores de la revolución deoctubre y mundial.

La fundación de la IV Internacional y elprograma que ésta puso en pie, como síntesishistórica del programa para la revoluciónsocialista internacional, fue la obra más gran-de y a la que le dedicó su más grande esfuer-zo el camarada León Trotsky. Para golpear aeste movimiento revolucionario que se habíapuesto de pie cuando ya se iniciara la segundaguerra mundial actuó a cuenta del imperialis-mo el golpe certero contrarrevolucionario delstalinismo que asesinó a Trotsky y a decenasy decenas de sus camaradas de combate.

Así, a principios del siglo XX, la burguesíay el imperialismo y las direcciones traidorastuvieron que escarmentar y exterminar física-mente a la fracción internacionalista de lasocialdemocracia alemana de Liebknecht yRosa Luxemburgo (asesinados a manos de lasoldadesca socialdemócrata de Noske en larevolución de los consejos obreros del ’18 y’19 de ese país). Ellos junto a Lenin, el bol-chevismo y el camarada Trotsky, se subleva-ron contra la traición abierta de la socialde-mocracia, que llamó al proletariado a enfren-tarse entre sí en el campo de batalla al servi-cio de las pandillas imperialistas en la prime-ra guerra mundial.

El stalinismo, como emergente de la des-composición y aislamiento del estado obrero apartir de mediados y fines de los ‘20, fue elencargado de llevar hasta el final, y con un

cinismo un millón de veces superior, la laborcontrarrevolucionaria que comenzara la social-democracia a principios del siglo XX, para liqui-dar a la fracción revolucionaria internacionalistadel proletariado mundial. Los revolucionariosinternacionalistas que, fundando la IIIInternacional y tomando el poder en Rusia, ledemostraron a la clase obrera mundial que sepodía tomar el cielo por asalto.

Ante el terror de la burguesía imperialista, elproletariado amenazó con hacerse del poder entoda Europa. Por la inmadurez de los jóvenes ynuevos partidos comunistas que surgían a la sali-da de la primera guerra mundial, el proletariadono se pudo hacer del poder en Alemania, lo quellevó a que la URSS quede aislada y sometida alas terribles presiones de la economía mundialdominada por el imperialismo y al atraso de susfuerzas productivas.

El camarada Trotsky, como la vieja guardiabolchevique, sufrió lo mismo que sufrieron lasmasas y el proletariado alemán y europeo, queno pudieron hacerse del poder. Sufrieron las mis-mas condiciones de resistencia y padecimientoque las masas de la URSS, cuyas energías que-daron agotadas luego de 4 años de guerra civil yun durísimo combate contra 14 ejércitos impe-rialistas. Los revolucionarios sufrían la reacciónemergente de estas condiciones, que al interiordel estado obrero cercado llevaban a la emergen-cia de una cínica y arribista burocracia contrarre-volucionaria, que lo llevara luego a su degenera-ción completa.

A partir de allí, Trotsky y el trotskismo, desdela URSS y combatiendo por recuperar la IIIInternacional en occidente, iniciaron la continui-dad del bolchevismo, esta vez en resistencia con-tra el stalinismo, obra que pega un enorme saltohistórico con la fundación de la IV Internacionalen el año ’38, continuadora del bolchevismo y laIII Internacional revolucionaria. Un nuevoKienthal y Zimmerwald que se preparaba para lalucha por la toma del poder en la segunda guerramundial, después de ella y en todo el períodohistórico posterior.

Cuando hoy los más grandes detractores deTrotsky lo alaban como una “personalidad polí-tica más del movimiento socialista”. Cuando elmismo Chávez (el que abastece con el petróleode Venezuela a toda la maquinaria de guerraimperialista) llama a leer sus libros (entregados asus manos por renegados como Alan Woods).Cuando inclusive los renegados del trotskismo

PESE AL ASESINATO Y LA MASACRE DEL ESTADO MAYOR BOLCHEVIQUE Y DE LA III INTERNACIONAL POR PARTE DEL STALINISMOPESE AL ASESINATO Y LA PERSECUCIÓN AL BOLCHEVISMO EN LA RESISTENCIA EN LOS ’30; A LEÓN TROTSKY, LEÓN SEDOV, RUDOLPH KLEMENT,ABRAHAM LEÓN, ASESINADOS ENTRE OTROS MÁRTIRES DEL PROLETARIADO MUNDIAL POR LA KGB, EL FASCISMO Y EL IMPERIALISMOPESE AL REVISIONISMO Y EL PABLISMO, QUE NO DEJARON PIEDRA SOBRE PIEDRA DEL BOLCHEVISMO Y LA CUARTA INTERNACIONAL

En e l 70 º an iversar io de l ases inato de León TrotskyDesde la Fracc ión Len in i s ta Trotsk i s ta In ternac iona l af i rmamos

León Trotsky, fundador de la IV° Internacional y del Ejército Rojo de la URSS

¡LA IV° INTERNACIONAL NO HA MUERTO!¡VIVA EL COMBATE POR LA REFUNDACIÓN

DE LA IV° INTERNACIONAL!-I-

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3Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

les llevan a los burócratas castristas,revestidos de “democráticos”, algunasobras de Trotsky a la feria del libro deLa Habana. Cuando en los últimos 70años en nombre del trotskismo y deTrotsky, luego de su muerte, se pusieraa la IV Internacional y su programa alos pies del stalinismo, el verdugo dela clase obrera mundial y del movi-miento revolucionario internacional,por un oportunismo y un revisionismosurgido de las entrañas mismas de laIV Internacional. Cuando hoy, ennombre de la IV Internacional, se vuel-ve a levantar y a camuflar el mismoprograma y las pseudoterías ya viejasy desdentadas del menchevismo y elstalinismo para estrangular al proleta-riado mundial… los trotskistas denun-ciamos lo que ya denunciara Lenin ensu obra “El Estado y la Revolución”, apropósito de cómo se transformó aMarx en un león sin dientes por partede sus detractores y falsificadores:

Como decía Lenin entonces:“Ocurre hoy con la doctrina de

Marx lo que ha solido ocurrir en lahistoria repetidas veces con las doctri-nas de los pensadores revolucionariosy de los jefes de las clases oprimidasen su lucha por la liberación. En vidade los grandes revolucionarios, lasclases opresoras les someten a cons-tantes persecuciones, acogen sus doc-trinas con la rabia más salvaje, con elodio más furioso, con la campaña másdesenfrenada de mentiras y calumnias.Después de su muerte, se intenta con-vertirlos en iconos inofensivos, cano-nizarlos, por decirlo así, rodear susnombres de una cierta aureola de glo-ria para "consolar" y engañar a lasclases oprimidas, castrando el conte-nido de su doctrina revolucionaria,mellando su filo revolucionario, envi-leciéndola. En semejante "arreglo" delmarxismo se dan la mano actualmentela burguesía y los oportunistas dentrodel movimiento obrero. Olvidan, rele-gan a un segundo plano, tergiversan elaspecto revolucionario de esta doctri-na, su espíritu revolucionario. Hacenpasar a primer plano, ensalzan lo quees o parece ser aceptable para la bur-guesía. Todos los socialchovinistasson hoy -- ¡bromas aparte! -- "marxis-tas". Y cada vez con mayor frecuencialos sabios burgueses alemanes, queayer todavía eran especialistas en pul-verizar el marxismo, hablan hoy ¡deun Marx "nacional-alemán" que,según ellos, educó estas asociacionesobreras tan magníficamente organiza-das para llevar a cabo la guerra derapiña!”Cuánta verdad histórica encierra

esta posición de Lenin. Una granlección para desenmascarar a losque adulan al leninismo y al trots-kismo, mellando el filo revoluciona-rio de su combate y de su legadopara rodearlos de una cierta aureolade gloria para “consolar” y engañara las clases oprimidas. Así lo hizo elstalinismo luego con Lenin, y ahoralos renegados del trotskismo conTrotsky y su legado, la IVInternacional.

Desde la FLTI, a 70 años de la eje-cución de Trotsky, denunciamos laimpostura que los renegados del trots-kismo hacen de sus posiciones revolu-cionarias y el combate implacable que

dieron Trotsky y los bolcheviques-leninistas contra la burguesía y losexplotadores.

El trotskismo combatió contra todacolaboración de clases. No sólo contrael frente popular en Francia o enEspaña en los ’30, sino ya en el ’27 enChina, cuando Stalin llevó al PartidoComunista a ingresar como alaizquierda del Kuomintang, un movi-miento nacionalista burgués, cuyo diri-gente Chiang Kai Shek fuera invitadocomo presidente de honor a los con-gresos de la III Internacional stalinista,y luego volviera a China dondemasacró a un millón de comunistas yaplastó la insurrección de Cantón de1927.

Ver hoy a los renegados del trots-kismo sostener a Chávez, solicitarle“que avance al socialismo”… solici-tarle a Morales “que expropie al impe-rialismo”, mientras se revuelcan conellos y demás desechos del stalinismoen el Foro Social Mundial, como hanhecho todos los renegados del trotskis-mo en Latinoamérica, no es más quever la vieja película de Stalin soste-niendo a Chiang Kai Shek, como sir-viente de las burguesías nativas.

Ver hoy a los renegados de la IVInternacional sostener al Obama“democrático contra el Bush fascista”en EEUU, defender a rajatabla la uni-dad de la Europa imperialista deMaastricht, y seguir acompañando(como lo hacen) a la burocracia cas-trista, inclusive a las puertas de la res-tauración capitalista en Cuba, es repe-tir hoy, pero esta vez ensuciando lasbanderas de la IV Internacional, lavieja política stalinista de apoyo a los“imperialismos democráticos” comoel de los asesinos Churchill yRoosevelt, no menos masacradores ysaqueadores de los pueblos oprimidosque el fascista Hitler.

Los que “conmemoran” en estafecha la “personalidad política” deTrotsky “como un socialista” más, sonlos que a cada paso destruyeron sulegado y su combate histórico. Son loque renegaron de él y, en última ins-tancia, del bolchevismo y la IVInternacional, el partido mundial de larevolución socialista, al cual destruye-ron mil y una veces.

Ellos son “trotskistas” y hacenactos para “homenajear a Trotsky talcual icono inofensivo” tan sólo cuandose trata de controlar al ala izquierda dela clase obrera. Una vez que lo hacen,que le atan las manos al proletariadopara pelear, que desmoralizan su luchay sus combates, le hacen un adiós aTrotsky, a su legado… hasta el próxi-mo “homenaje” dentro de un año.

Por eso silencian que la obra másgrande, y por la cual hoy ellos se venobligados a tener que hablar ennombre del trotskismo para mejordestruirlo, es que se fundó la IVInternacional con un programa yuna perspectiva de llevar al triunfoal proletariado internacional a finesde los años ’30. Su programa y sulegado fueron tan fuertes en la historiaque aún hoy, luego de que fueran milveces falsificados, revisados y bastar-deados, el programa de la IVInternacional es el único desde donde

se puede hablar y mirar a los ojos alproletariado mundial para luchar porsu liberación. Por ello, corrientesmorenistas, mandelistas y healistas,pablistas de la primera y segunda hora,y un sinfín de liquidadores de la IVInternacional, le dedican obituarios yrecordatorios al camarada Trotsky.

A los que hablan en su nombre lesdecimos: aunque lo que ustedes haganes una impostura de Trotsky, lo quelogran al hablar de él es lo mismo quelograron sus antecesores, que obrerosperspicaces y jóvenes revolucionariosvayan a leer sus obras, se incendien depasión revolucionaria y comprendien-do el verdadero combate del bolche-vismo, comiencen a ver que sus“maestros trotskistas” de hoy no tienennada que ver con el trotskismo, comoya afirman millares de obreros cons-cientes en el mundo.Por ello, a 70 años del asesinato

de Trotsky, volvemos más que nuncaa reafirmar: el trotskismo, su teoríay programa, como continuidad delbolchevismo, pasaron la prueba dela historia. Los “trotskistas”, no… losrenegados del trotskismo no pasaron laprueba. A pesar y en contra de losusurpadores del trotskismo, luchandopor recuperar las banderas del marxis-mo revolucionario y su legado, la IVInternacional vive. El trotskismo no hamuerto y ya se reagrupan las fuerzaspara refundar la IV Internacional. Esees nuestro más grande homenaje anuestro camarada caído en el combate,León Trotsky.

Como decía el volante que sacaranlos grupos trotskistas en Argentina enel año 1940, luego de 70 años, desde laFLTI decimos junto a los fundadoresde la IV Internacional, enfrentando alos renegados del trotskismo, a los fal-sificadores y detractores de Trotsky, alos que intentan convertir a Trotsky enun ícono inofensivo, castrando su doc-trina revolucionaria: “¡León Trotsky hamuerto, camaradas! Ha caído comocaen los que luchan, como caen loshéroes del proletariado, rindiendo suvida por una humanidad mejor. Hacaído en horas aciagas del mundo,cuando más necesaria era su palabraorientadora y su presencia de jefeindiscutido del proletariado revolucio-nario de todos los países. ¡LeónTrotsky ha muerto, camaradas! Que lacongoja varonil que anuda nuestragarganta y cierra nuestros puños nos

lleve a tomar la firme decisión de com-penetrarnos aún más de sus excepcio-nales virtudes y de vengarlo recogien-do aquello que había en Trotsky queno podrán destruir jamás los que igno-miniosamente lo asesinaron: sus ideasde fiel continuador de Marx, Engels yLenin que, junto con las de éstos, con-ducirán la futura revolución proletariamundial. ¡León Trotsky ya no está connosotros! Recojamos las últimas pala-bras que se le atribuyen y levantémos-las como bandera junto a su imperece-dera figura de hombre, de líder y derevolucionario: ‘¡ESTOY CONVEN-CIDO DEL TRIUNFO DE LA CUAR-TA INTERNACIONAL! ¡ADELAN-TE!’” (Volante del Grupo ObreroRevolucionario, IV Internacional,Buenos Aires, Agosto de 1940)

Desde la FLTI rendimos homena-je al bolchevismo, a la IIIInternacional, a los combatientes dela izquierda de Kienthal yZimmerwald y a sus continuadores enla noche negra de los ’30, cuando elstalinismo, el frente popular y el fas-cismo estrangularon la revolución pro-letaria y abrieron el camino a la segun-da carnicería imperialista mundial.Rendimos homenaje al bolchevis-

mo en la resistencia, que levantócabeza inmediatamente ante la muertede Lenin a fines de los ’20 y principiosde los ’30, combatiendo a la burocra-cia stalinista, que usurpando el estadoobrero liquidó a los mejores elementosbolcheviques y destruyó al partido deLenin y a la III Internacional.

El bolchevismo en la resistenciacontra la ofensiva contrarrevoluciona-ria stalinista, era encabezado por LeónTrotsky y su Oposición de Izquierda alinterior de la III Internacional y delPartido Comunista de la UniónSoviética, luego de que fuera derrotadaen 1924 la última ofensiva revolucio-naria del proletariado alemán, y de quelas fuerzas de la revolución de octubrequedaran diezmadas y aisladas des-pués de 4 años de guerra civil contra14 ejércitos imperialistas, lo que dioorigen a la emergencia de la burocraciastalinista como una excrescencia alinterior del estado obrero.

Rendimos homenaje al camaradaLeón Trotsky y a la IVInternacional, que en su combatecontra el stalinismo, dejó las leccionesrevolucionarias que completaron la

Lenin y la III Internacional en 1919

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4 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

teoría-programa de la revolución per-manente en la revolución china de1927 y en la lucha por la revoluciónpolítica al interior de la URSS pararestaurar el poder de los soviets, derro-cando a la burocracia, para así trans-formar al estado obrero nuevamente enun bastión de la revolución mundial.

En los duros combates contra elfrente popular en los ’30, en su luchacontra el centrismo que a cada pasointentaba abortar el giro a la izquierdade amplias capas de la clase obrera,contra los “frentes únicos por arriba”del stalinismo y la socialdemocraciaque estrangularan el camino a la huel-ga general en Inglaterra a fines de los‘20, y contra el fascismo en Alemania,donde el stalinismo y su política de“tercer período” entregaran dividido yderrotado al proletariado alemán antela emergencia del fascismo en el ‘33,en esos años el trotskismo formó cua-dros revolucionarios, bajo las durísi-mas condiciones de revolución y con-trarrevolución. La IV Internacional seconstruyó como continuidad del bol-chevismo enfrentando la noche negradel stalinismo, el fascismo y el servi-lismo de las direcciones traidoras a los“imperialismos democráticos” que lle-varon a las tragedias de las derrotas dela revolución española y francesa, ysometieron a la clase obrera norteame-ricana e inglesa a los carniceros impe-rialistas de Roosevelt y Churchill.

Con estas primeras derrotas seasentaba entonces la lacra stalinista nosólo en la URSS, sino también en la IIIInternacional.

Nos ponemos de pie para home-najear a los bolcheviques-leninistasque en 1933 valientemente luego de latraición del stalinismo al proletariado

alemán, iniciaron su combate porponer en pie una nueva internacio-nal: la IV Internacional, que fue con-quistada en el campo de batalla de laguerra civil española contra las traicio-nes del stalinismo y el frente popular.Y también contra la impotencia y ser-vilismo al reformismo por parte delcentrismo que lo sostenía por izquier-da, como el POUM español, surgidode un acuerdo sin principios entreAndrés Nin y los bujarinistas, lo quesignificó una verdadera tragedia parala revolución socialista en España.

La IV Internacional no se abstuvoante la emergencia de capas enterasdel proletariado que ante el avance delfascismo en España y Europa rompíancon la socialdemocracia, giraban a laizquierda y buscaban un camino revo-lucionario que el stalinismo no brinda-ba. El trabajo de la IV Internacionalsobre el centrismo, para facilitar rápi-damente la evolución de centenares demiles de obreros al programa revolu-cionario, se concentraba en una políti-ca clara de flexibilidad táctica e intran-sigencia estratégica.

Es que al decir de Trotsky, el cen-trismo es el factor más importante denuestra época. La tarea del movimien-to revolucionario no es darles vitua-llas, sino obligarlo a optar entre lareforma o la revolución.

La imagen creada por renegadosdel trotskismo de que Trotsky “fuesectario” es una infamia. Como decíaTrotsky, los reformistas, cuando nosacusan de “sectarios” atacan la solidezque tenemos los bolcheviques leninis-tas en nuestros principios y nuestraintransigencia irreductible en la luchapor la revolución proletaria. Los opor-tunistas no atacan nuestros puntosdébiles (que indudablemente los tene-

mos), ellos atacan nuestros puntosfuertes.

Rendimos homenaje a la secciónrusa de la IV Internacional fundadapor León Trotsky como la fracciónleninista del partido bolchevique queenfrentó las ignominias del stalinismoy la burocracia soviética contra el pro-letariado internacional. Después de la emergencia de la

burocracia stalinista, el trotskismoen la URSS daba con sus huesos enlos campos de concentración stali-nistas como en Vorkuta. Desde allítambién se combatía, en lasentrañas del stalinismo, por la IVInternacional.

La sección rusa era centralizadadesde occidente por el secretariadointernacional de la IV, encabezado porTrotsky junto a Cannon, VanHeijenoort, Rudolph Klement, entreotros. Junto a ellos, emergía una nuevageneración de cuadros internacionalis-tas encabezada por el camarada LeónSedov, perseguido por la Gestapo ale-mana y asesinado por la KGB por laespalda. Ellos y muchos otros consti-tuían un estado mayor internacionalis-ta que le daba continuidad al legado dela III Internacional. ¡Viva la heroicasección rusa de la IV Internacional,masacrada por el stalinismo en loscampos de concentración y mil vecestraicionada por la espalda por los liqui-dadores de la IV Internacional, que enoccidente sometieron su programa y sucombate a los pies del stalinismo y supolítica contrarrevolucionaria de coe-xistencia pacífica con el imperialismoen la posguerra! Ellos fueron sirvien-tes de Mao Tse Tung, Tito, Castro, HoChi Mihn. Y son los responsables dedejar aislada resistiendo a la IVInternacional en la Unión Soviética,como dejaron dislocada la revoluciónsocialista en occidente de la revoluciónpolítica en oriente que enChecoslovaquia, Hungría, Poloniaenfrentaba a la burocracia stalinista.

Desde la FLTI homenajeamos a lateoría y al programa conquistado en lafundación de la IV Internacional, yreafirmamos su plena vigencia yactualidad. Lo hacemos denunciando alos falsificadores, revisionistas y rene-gados del trotskismo, que le han echa-do la culpa de todos sus males y la cri-sis de nuestro partido mundial a susbases teóricas y programáticas.Homenajeamos al camarada

Trotsky como símbolo de una gene-ración de marxistas revolucionariosinternacionalistas que desde la pri-mera década del siglo XX, en la quese desarrollara y se sobreviviera elcapitalismo, esta vez como imperialis-mo -es decir como capitalismo parasi-tario-, ajustó la teoría y el programadel marxismo con el método del socia-lismo científico, preparando las condi-ciones para llevar al proletariado a lavictoria. Como ya dijimos, esa genera-ción comenzó con un puñado de inter-nacionalistas que concentraban las pri-meras experiencias revolucionarias enla nueva época imperialista que seabría en los inicios del siglo XX, tantoen Rusia con el bolchevismo, como enAlemania con Rosa Luxemburgo yLiebknecht. Estos revolucionariosinternacionalistas fueron los que se

fusionaron definitivamente en 1914,rompiendo con los renegados y traido-res del marxismo como Bebel,Kauztky y demás socialdemócratascomo los mencheviques, todos ellossirvientes del imperialismo ruso,alemán y europeo, que entregaban alproletariado a las distintas pandillas delas potencias imperialistas que se dis-putaban el mundo en la carnicería de laprimera guerra mundial.

Desde la FLTI denunciamos y rea-firmamos ante el proletariado mundial,que el asesinato de Trotsky fue un hitodecisivo para terminar de liquidar atoda una generación de revoluciona-rios socialistas e internacionalistas queno se pusieron de rodillas ante la bur-guesía; que dijeron como Liebknechtque ¡el agua y el fuego no se juntan!;que enfrentaron implacablemente a lostraidores de los sindicatos y las organi-zaciones obreras, como la socialdemo-cracia. Que en la Rusia de los zares,bajo la dirección y centralización deun estado mayor internacional surgidode la fusión de los internacionalistasen Kienthal y Zimmerwald, lograrondemostrarle a la clase obrera mundialque podía hacerse del poder y cambiarel curso de la historia, terminando conel régimen de explotación capitalista.

El asesinato de Trotsky a manos delstalinismo fue un golpe certero, cen-tralizado y monitoreado por las cama-rillas del imperialismo mundial, deuna cadena de golpes contrarrevolu-cionarios precedido por la masacre yel asesinato vil de Rosa Luxemburgo yLiebknecht por parte de la soldadescasocialdemócrata de Noske, para derro-tar la gloriosa revolución de los conse-jos de obreros y soldados del ‘18 y ‘19en Alemania, y por los juicios deMoscú, donde la burocracia stalinis-ta liquidó a toda la generación bol-chevique de la III Internacional.

¡Transformemos entonces este70º aniversario del asesinato deTrotsky en un homenaje a KarlLiebknecht, Rosa Luxemburgo y losasesinados en los juicios de Moscúcomo toda la vieja guardia bolchevi-que! Homenajeemos a los camara-das León Sedov, Rudolph Klement,Abraham León y todos los trotskis-tas y revolucionarios masacradospor la espalda por la quinta colum-na stalinista en la guerra civilespañola… Rindamos homenajeentonces al camarada León Trotskyy a toda la generación de revolucio-narios socialistas internacionalistas,que junto a Lenin, demostraron queera posible llevar al triunfo al prole-tariado mundial y conquistar lascondiciones para la victoria.

Desde la FLTI sabemos que liqui-dar y destruir a toda una generaciónde revolucionarios internacionalistase incorruptibles es lo que permitió enúltima instancia que el capitalismo sesobreviva, puesto que el proletariadosufrió un duro golpe a la centraliza-ción internacional de su combate, suorganización y conciencia internacio-nalista, condiciones indispensablespara que la clase obrera pueda libe-rarse de la explotación en la sociedadcapitalista.

Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo

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5Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

Desde la FLTI afirmamos queese golpe dado a la IVInternacional con el asesinato

de Trotsky fue un golpe certero, peropudo ser decisivo debido a que elsecretariado internacional de la IV,capitulando ante el terror del stalinis-mo y los cantos de sirena de los “impe-rialismos democráticos”, disolvió elcentro Internacional, por responsabili-dad, en gran medida, de la direccióndel SWP norteamericano que se volvióa EEUU. El centro de Coyoacán“quedó vacante”. Así dejaron a las sec-ciones nacionales de la IVInternacional aisladas, sometidas amiles de presiones, al aislamiento totalbajo condiciones terribles de la guerraen Europa y a golpes contrarrevolucio-narios del fascismo y el stalinismo.La obra más grande del bolche-

vismo: la IV Internacional encabe-zada por Trotsky en los ’30, no fuedestruida por el golpe asesino delstalinismo, sino porque los dirigen-tes del centro internacional a lamuerte de Trotsky desertaron de sustareas de mantener centralizadasmás que nunca las filas del partidomundial de la revolución socialista,cuando la guerra ya era un hecho, elproletariado se desgarraba en loscampos de batalla y la URSS erainvadida por el fascismo alemán.

Sólo desde esta perspectiva yvisión se puede comprender el accio-nar contrarrevolucionario de la social-democracia primero y del stalinismodespués. El objetivo siempre fue, consus golpes certeros, liquidar el estadomayor de la revolución. En los juiciosde Moscú: obligar a capitular al estadomayor bolchevique y masacrarlo; ycon el asesinato de Trotsky: obligar acapitular al estado mayor de la IVInternacional.

Los encargados y financiados parael oficio de ejecutar al ala internacio-nalista del proletariado mundial fue-ron la socialdemocracia y el stalinis-mo, que en los primeros 40 años delsiglo XX cumplimentaron esta obraque el imperialismo no podía hacerdirectamente, inclusive con las fuer-zas contrarrevolucionarias de susestados. Fue el stalinismo el que cum-plió con esta misión, con el asesinatode Trotsky ya en plena segunda gue-rra mundial y de toda fracción revolu-cionaria del proletariado mundial queen los últimos 70 años osara enfrentara la camarilla stalinista.

El pánico de las pandillas imperia-listas era que la guerra fuera partera derevoluciones. Había que darle un golpedecisivo a la IV Internacional y aTrotsky como su dirigente más impor-tante. El asesinato de Trotsky perse-guía el objetivo de disgregar la IVInternacional y su estado mayor, paradispersar la centralización que teníanlos internacionalistas. Esta centraliza-ción se había conquistado en 1914 enla primera guerra mundial, en la IIIInternacional con la toma del poder enRusia y con el bolchevismo en la resis-tencia contra el stalinismo en los ’30.

Así se mantuvo vivo el programa de lalucha por la toma del poder y la revo-lución socialista mundial.

Al inicio de la segunda guerra mun-dial había que culminar la persecucióny el asesinato que propinó el stalinis-mo como quinta columna a lo mejor dela vanguardia revolucionaria en la gue-rra civil española y los juicios deMoscú. Había que llevar hasta el finalel escarmiento a la IV Internacionalque estaba en curso con la masacre a lasección rusa, antes y después de losjuicios de Moscú, el asesinato a LeonSedov y el degollamiento a RudolphKlement, el dirigente de la IVInternacional que iba a dar el informedel Programa de Transición en el con-greso de fundación de 1938, por ponertan sólo un par de ejemplos.

Como denunciaba Trotsky, el stali-nismo tenía ventajas sobre la socialde-mocracia en su oficio contrarrevolucio-nario, no sólo por su grado de cinismoy sed de venganza, sino sobre todo porsu centralización y alcance mundial desus fuerzas contrarrevolucionarias.Había que asesinar no sólo a los

jefes de la fracción internacionalistade la clase obrera mundial, la únicaque demostró que se podía tomar elcielo por asalto y puso en peligro eldominio imperialista del planeta,sino que fundamentalmente, liqui-dando a esta fracción revoluciona-ria, se buscaba liquidar el interna-cionalismo militante del proletaria-do mundial. Internacionalismo mili-tante que había llevado al surgi-miento de la I Internacional, a lashuelgas generales mundiales por lajornada de 8 horas, demostrandoque el proletariado mundial podíaunirse como un solo puño para gol-pear a los explotadores; y como lohizo la III Internacional, demostrarque se podía tomar el poder en unpaís, y que este poder solamentetriunfaba o se mantenía como unepisodio de la revolución internacio-nal y si lograba extenderse a nivelmundial.

El asesinato de Trotsky fue enton-ces, repetimos, un terror blanco con-trarrevolucionario ejercido por la buro-cracia stalinista a cuenta de la bur-guesía y el imperialismo mundial. Fueasí la última ejecución de los juicioscontrarrevolucionarios de Moscú, queterminó de liquidar a toda la genera-ción revolucionaria del partido bolche-vique y la dirección revolucionaria dela III Internacional y a los cuadros másvaliosos de la IV Internacional. En1940 el único dirigente del comitécentral del partido bolchevique quehabía tomado el poder en la URSSera… el asesino Stalin.

El golpe físico dado contra Trotskyy gran parte de su equipo internaciona-lista por parte de la KGB, persiguió elobjetivo histórico de liquidar al últimode los dirigentes que en 1914 y 1915se “sentara en el sillón” de Kienthal yZimmerwald.

Desde la FLTI afirmamos y reivin-dicamos lo que denunciara Krupskaya,

la compañera de Lenin, que afirmó,basada en esta tesis de los internacio-nalistas, de que si Lenin no hubieramuerto en 1924, Stalin -expresando lasfuerzas de la contrarrevoluciónburocrática y la expropiación de larevolución de octubre- lo hubiera ase-sinado. ¡Cuánta razón!

Con el asesinato al camaradaLeón Trotsky se trató en última ins-tancia de que al inicio de la segundaguerra mundial y a su salida, la IVInternacional no pudiera jugar elrol de preparar a los partidos revo-lucionarios para que lleven al prole-tariado a la toma del poder, como lohicieran Kienthal y Zimmerwald yla III Internacional a la salida de laprimera guerra mundial.

Hoy los renegados del trotskismo,junto a impostores, falsificadores ycharlatanes varios, quieren negar estaslecciones revolucionarias ante los ojosde la nueva generación del proletaria-do para que las mismas no perduren ypermitan poner de pie nuevamente afracciones internacionalistas centrali-zadas del proletariado mundial. Leechan la culpa de la crisis de la IVInternacional a “la muerte de Trotsky”y no a sus propias capitulaciones yadaptaciones a cuantas direccionesreformistas de todo color, olor y pelajecon las que se contuvo y se ató lasmanos del proletariado mundial en losúltimos 70 años.

Por la crisis de estos últimos 70años de la IV Internacional y del socia-lismo internacional en las filas del pro-letariado mundial quedó demostrado,aunque por la negativa, que sólo condirecciones revolucionarias internacio-nalistas el proletariado consiguió sustriunfos, los únicos triunfos de su his-toria. Consiguió inclusive mantener,en las derrotas, lecciones revoluciona-rias que prepararon y forjaron nuevasgeneraciones más revolucionarias yconscientes que las anteriores. Y le diocontinuidad al programa histórico delsocialismo científico.

El proletariado consiguió sus triun-fos con la comuna de París en el sigloXIX declarando a todos los obreros del

mundo “ciudadanos de la comunaobrera”. Los consiguió en las huelgasgenerales revolucionarias por la jorna-da de 8 horas a fines del siglo XIX,que amenazaron desde sus cimientosal capitalismo mundial. Los logró con-quistando el pan y la tierra, liquidandola autocracia y rompiendo la cadena deenfrentamiento entre obreros en la pri-mera guerra mundial, con la toma delpoder en Rusia. Y justamente fue por-que la revolución rusa no se pudoextender a Alemania y al resto de lospaíses imperialistas, por inmadurez delos jóvenes partidos comunistas, que loque vino no fueron triunfos sino derro-tas y calamidades para el proletariado.

Y cuando se preparaba la fraccióninternacionalista, bajo la dirección deTrotsky y su estado mayor, para orga-nizar el segundo acto de la revoluciónmundial a la salida de la segunda gue-rra interimperialista, es que el stalinis-mo da este golpe certero asesinando aTrotsky.

La disolución del centro internacio-nal de la IV es lo que volvió histórica-mente decisivo el asesinato de Trotsky.El movimiento revolucionario pagahoy la capitulación de los que disol-vieron el estado mayor de la revolu-ción proletaria con 70 años de crisis denuestro partido mundial. Las leccionesrevolucionarias del proletariado inter-nacional como clase para sí se inte-rrumpieron en la historia. Toda genera-ción ha tenido que comenzar de nuevosu experiencia y aprendizaje pasandopor durísimas crisis. El revisionismo yel oportunismo liquidaron toda conti-nuidad del programa marxista.

Para los liquidadores de la IVInternacional no hay ni habrá justifica-ción. Sólo una condena de todos loscombatientes que luchamos por refun-dar la IV Internacional y poner en pienuevamente el estado mayor de larevolución socialista mundial. ¡Seacabó la época de los programasnacionales! ¡Sólo la refundación de laIV Internacional podrá darle continui-dad al programa de la revoluciónsocialista!

León Trotsky en 1919 en el soviet revolucionario de Petrogrado

II. EL VIL ASESINATO DE TROTSKY CUMPLIÓ SU COMETIDO EN LA MEDIDA EN QUE LOS DIRIGENTESDE LA IV INTERNACIONAL DISOLVIERON EL CENTRO INTERNACIONAL DE COYOACÁN

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6 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

El trotskismo en los ’30 puso elmismo grito y la mismamoción ante el proletariado

mundial que el bolchevismo y Leninante la lucha contra el menchevismo.Contra la Segunda y la TerceraInternacional contrarrevolucionarias yla de Ámsterdam, los trotskistas en los’30 plantearon: “que los mencheviquesy reformistas hagan su partido, que losbolcheviques haremos el nuestro parapreparar el triunfo de la revoluciónsocialista”.

La IV Internacional heredera delbolchevismo era consciente de que elimperialismo era la escisión del socia-lismo; y que sólo derrotando los inte-reses de la burocracia y la aristocraciaobrera, compradas por el capital finan-ciero y la burguesía para someter a laclase obrera y sus luchas, podía ypuede el proletariado hacerse delpoder.

Se quiere ocultar y camuflar que elcombate de Kienthal y Zimmerwald yde la III y la IV Internacional fue larespuesta del marxismo revolucionariodel siglo XX para enfrentar la traiciónde la socialdemocracia y el stalinismoque se pasaron de bando, a defenderlos intereses del capitalismo en su faseagónica.Ya sea en la fase de ascenso o de

retroceso, en el poder o en la resis-tencia, desde Kienthal yZimmerwald al centro de Coyoacánde Trotsky en México en el ‘40, elproletariado revolucionario logrósostener un centro internacional, unestado mayor que centralizó su com-bate a nivel mundial contra el estadomayor de la contrarrevolución de lasburguesías imperialistas y las direc-ciones traidoras. No bien la socialde-mocracia dirigida por los social-impe-rialistas de Kautzky y Berstein sepasan, en 1914, al campo de la contra-rrevolución imperialista, surge un alainternacionalista que reagrupa las filasdel marxismo revolucionario en laguerra, le presenta batalla y prepara enKienthal y Zimmerwald la lucha por elpoder durante y a la salida de la guerra.

La IV Internacional, a la muerte deTrotsky, no pudo jugar ese rol. Loscentristas y oportunistas le liquidarontoda posibilidad de ser continuidad delprograma marxista, puesto que éste esinternacional y no se puede desarrollaren un partido que no sea mundial, ymucho menos en grupos nacionalesfederados de vez en cuando en congre-sos para lavarse la ropa, como sucedie-ra con la IV Internacional en estos últi-mos 70 años.

A diferencia de esto, en vida deTrotsky, la IV Internacional, por sercontinuadora del bolchevismo,enfrentó sin piedad al frente popular y

la política de estrangulamiento de larevolución en Occidente por parte delstalinismo y la socialdemocracia.Recibió los tiros por la espalda en laguerra civil española contra el fran-quismo desde el mismo campo “repu-blicano” a manos de la quinta columnade la KGB, la misma quinta columnaque por la espalda asesinó a Trotsky enMéxico.

Por eso, contra la impostura de losrenegados del trotskismo, afirmamosque el movimiento revolucionariointernacionalista hasta la fundación dela IV Internacional del ‘38, lo únicoque ha hecho ha sido “sembrar drago-nes para cosechar luego de 70 añossolamente pulgas”, como afirmaba eltrotskismo sobre el stalinismo en los’30 en Francia.

Los trotskistas de la FLTI homena-jeamos a Trotsky y con él a la secciónsoviética de la Cuarta Internacional, ala sección francesa que fue preparadapara combatir a los imperialismos“democráticos”, como demás seccio-nes europeas, que fueron formadas pornuestro partido mundial para interve-nir en la segunda guerra interimperia-lista con el grito de “¡dar vuelta elfusil!” y el programa de derrotismorevolucionario.

La Cuarta Internacional que hace-mos nuestra es la que llevó en AméricaLatina el combate contra el fascismoen Brasil en el ’36 y sus leccionesrevolucionarias a Bolivia, en donde en1946 la Federación Minera votara lasTesis de Pulacayo, el programa deltrotskismo para la revolución del ’52que fuera adoptado por la COB esemismo año.

Queremos reivindicar y homenaje-ar al SWP de Trotsky y el jovenCannon en EE.UU., que en los ’30enfrentó implacablemente a los roosel-veltianos y al stalinismo en el movi-miento obrero norteamericano, que

separó sus banderas del oportunismobujarinista y lejos de poner a la claseobrera a los pies de Roosevelt, comohace toda la izquierda cobarde nortea-mericana hoy con Obama, enfrentóabiertamente al fascismo y al imperia-lismo “democrático”, cuando afirmabaque: “en la actualidad la II y la IIIInternacional y la de Ámsterdam sonorganizaciones contrarrevoluciona-rias cuyo objetivo es frenar y paralizarla lucha revolucionaria del proletaria-do contra el imperialismo ‘democráti-co’”. (Entrevista con Mateo Fossa del23/9/1938).

Desde la FLTI hacemos nuestratoda pelea y combate dado por fraccio-nes de la IV Internacional que deforma honesta intentaron mantener eserío de sangre que existe y existió entremenchevismo y bolchevismo, entrestalinismo y trotskismo, entre reformay revolución.

Homenajeamos a los combatientesde la sección rusa que fueron abando-nados en la avanzada de combate con-tra la lacra stalinista y traicionados enoccidente por los liquidacionistas de laIV Internacional que usurparon sunombre y su bandera a la muerte deTrotsky. Homenajeamos a estos márti-res que morían fusilados en los cam-pos de concentración del stalinismo algrito de “¡Viva la revolución de octu-bre! ¡Viva el bolchevismo! ¡Viva eltrotskismo! ¡Viva la IVInternacional!”.

Hacemos nuestros los mil y unintentos con los que distintas genera-ciones del proletariado en los últimos70 años dieron su vida para poner enpie una fracción internacionalista delproletariado mundial, que ansiabanmilitar bajo el programa y las banderasde la IV Internacional, pero que per-manentemente fueron llevados pordirecciones oportunistas, centristas yliquidacionistas a derrotas físicas,

políticas y a la desmoralización.Esos heroicos esfuerzos de las

generaciones que nos precedieronsólo merecen de nuestra parte ponernuestras fuerzas más que nunca paradarle continuidad al programa mar-xista del internacionalismo militante,para que nunca más las nuevas gene-raciones del proletariado sean lleva-das por los impostores del marxismoa nuevas frustraciones y desmoraliza-ciones en el campo de batalla de lalucha de clases.

Denunciamos que para los renega-dos del trotskismo y para los destruc-tores de la IV Internacional hablar dela IV Internacional hoy equivale a unsuicidio político, y nadie se suicida enpolítica, porque ya hace rato que estagente abandonó la lucha y el combatepor la IV Internacional. ¿Cómo hablary reivindicar a la IV Internacional, suteoría y su programa, que han pasadola prueba de la historia, cuando no hanhecho más que revisarlos durantedécadas, para preparar su partida, yaahora a velas desplegadas, a las filas dela V Internacional, donde levantan conlos desechos del stalinismo y la social-democracia las viejas teorías ya ente-rradas por el marxismo revolucionariocomo la de la “revolución por etapas”,“socialismo en un solo país”, “apoyo ysostenimiento de los frentes ‘democrá-ticos’ para enfrentar al fascismo”, o“frentes nacionales para enfrentar alimperialismo y después la lucha por larevolución socialista para las calendasgriegas”?

Vamos a afirmar que duros golpescontra el trotskismo no sólo vinierondel stalinismo, sino del pérfido accio-nar del pablismo y el revisionismo,que desde las propias entrañas de la IVInternacional liquidaron su teoría,legado y programa, como sucedieracon la II y III Internacional.

III. EL TROTSKISMO Y LA IV INTERNACIONAL FUE LA ÚNICA Y AUTÉNTICA CONTINUIDAD DEL BOLCHEVISMO

1938. La célula de la sección griega de la IV Internacional en el campo de concentración de Acronopaulia

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7Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

El Programa de Transición de laIV Internacional de 1938 plan-tea que ésta “le declara una

guerra implacable a las burocraciasde las II y III Internacionales, de lainternacional de Ámsterdam y la inter-nacional anarco-sindicalista. Lomismo que a sus satélites centristas; alreformismo sin reformas, al democra-tismo aliado a la GPU, al pacifismosin paz, al anarquismo al servicio dela burguesía, a los revolucionariosque temen mortalmente a la revolu-ción. Todas estas organizaciones noson promesas del porvenir sino super-vivencias podridas del pasado. Laépoca de las guerras y las revolucio-nes no dejará ni rastros de ellas.”(negritas nuestras)

Hoy cuando vemos a los renegadosdel trotskismo de todo color y pelaje,juntarse o separarse para realizar susactos “homenaje” a León Trotsky, ado-cenándolo o transformándolo en unícono, es decir en un tigre desdentado,no podemos menos que recordar queestamos frente a “revolucionarios quetemen mortalmente a la revolución”.

Hay un hecho distintivo que une atodas las variantes de los renegados deltrotskismo: hoy todos lo ubican aTrotsky y le rinden “homenaje” comouna “personalidad socialista y revolu-cionaria más del movimiento obreromundial”, como Gramsci (Mao TseTung), Fidel Castro, el Che Guevara.Lo mismo hicieron con Trotsky lasalas camufladas de izquierda de laburocracia castrista, los Petras, CeliaHart y demás alas stalinistas, paraposar de combativas o de izquierdistasy así poder seguir hablando ante elproletariado internacional después deque el stalinismo entregara los estadosobreros en el ’89.

Muchas de estas corrientes usurpa-doras del trotskismo, como la IMT(International Marxist Tendency) deAlan Woods, vienen de entregarle elPrograma de Transición a Chávez,quien en su programa “Aló presidente”se dedicaba a decirle a las masas quelo lean, pero que recuerden que hoy endía se llega al socialismo “por vía pací-fica”. Y afirmaba esto mientras con sumano derecha le enviaba petróleo a lamaquinaria de guerra yanqui quemasacra en Irak y Afganistán, y con sumano izquierda estrangulaba a la resis-tencia colombiana.

Otros que hoy “homenajean” aTrotsky, son los del Nuevo PartidoAnticapitalista francés, cuyo dirigenteOlivier Bensancenot se dedicó a reco-rrer en 2008 las colonias francesasinsurrectas como Guadalupe paradecirle a las masas que los ciudadanosde París no debían pagar el aumento desalario por el que peleaban los explo-tados con su huelga general, tal cual lohabía anunciado el carnicero imperia-lista Sarkozy.

Ya hace rato que la LCR francesa ylos partidos pablistas europeos se

habían declarado enemigos de laComuna de París y de los comunerosque dieron su vida en la misma. Ellostan sólo son eurodiputados en laEuropa imperialista de Maastricht yvulgares socialimperialistas. Los queno pueden serlo, se dedican a votar asocialistas o laboristas para que seansus representantes en esas cuevas debandidos. Así demuestran ser los con-tinuadores de Thorez, Carrillo, losBerlinguer y demás camarillas stalinis-tas que en la Europa imperialista juga-ban la suerte del proletariado europeoal destino de sus propias burguesíasimperialistas.

Los que le rinden “homenajes” -que a esta altura ya es una verdaderaimpostura- a Trotsky son esos falsifi-cadores del marxismo como el SWPinglés y la ISO de EE.UU. que organi-zaron las conferencias de “Socialismo2010” cuyos principales dirigentes ydisertantes en sus encuentros y confe-rencias son y fueron integrantes delPartido Demócrata del carniceroObama y sus juntas electorales, enmunicipios y comités locales, comoalcaldes y funcionarios varios de estepartido burgués imperialista.

Le rinden “homenaje” a Trotskycomo una “personalidad asesinada porel stalinismo” los que se agruparon enla “Cumbre de los Pueblos” de Madriden mayo, donde votaron “unir a laclase obrera europea para pelear poruna Europa social y unida” (lo queequivale al grito de ¡Viva Maastricht yla unidad imperialista europea!) y lla-mar a la huelga general europea recién¡el 29 de septiembre! Así impusieronel aislamiento de la clase obrera euro-pea país por país, permitiendo que elcapitalismo en bancarrota concentretodas sus fuerzas para aplastar loscombates de las masas griegas y hacer-le pagar los costos de la crisis al prole-tariado alemán, francés, italiano,español, etc. Sus huelgas generales sonpara no llamarlas nunca y darle tiempoal capitalismo a aplastar al proletaria-do y salir de su crisis.

La Merkel, el Bundesbank y WallStreet ya aplauden a estos mariscalesde derrotas de los partidos socialimpe-rialistas europeos y sus podridas buro-cracias sindicales. Con la devaluacióndel euro, con el subsidio a sus propiastransnacionales, con una altísima pro-ductividad del trabajo y sobre la basede la ruina y el endeudamiento delresto de las potencias imperialistaseuropeas, Alemania ha comenzado acrecer al 2,2% trimestral y sale a dis-putar el mundo. Las direcciones refor-mistas contuvieron al proletariado enla Europa imperialista arruinada, cer-caron a la clase obrera revolucionariagriega y francesa para que sean los car-niceros alemanes los que salgan victo-riosos en el medio de la crisis. ¡¿Yahora se atreven a rendir “homenaje”al camarada León Trotsky?!

Ahí está, como un ejemplo más eneste 70º aniversario del asesinato deTrotsky, el pequeño acto del PTS enArgentina. Esta corriente viene deaños y años de denostar y revisar altrotskismo. En 1999/2000 veían uncapitalismo floreciente y un imperia-lismo “que se expandía a principiosdel siglo XXI con democracias portodo el mundo”. Anunciaban gobier-nos “democráticos de izquierda, esta-bles y de la tercera vía -como enInglaterra- en toda América Latina.Esta gente, mientras veía un capitalis-mo floreciente a principios del sigloXXI, bajaba rápidamente su programapara llevar al proletariado a pelear pordemandas mínimas para conseguirconquistas dentro del capitalismo.

No bien decían esto, don Bush sevolaba las torres gemelas, invadíanAfganistán e Irak y masacraban enPalestina. Lejos de gobiernos “de latercera vía” lo que surgían eran gobier-nos de frente popular, nacionalistasburgueses, que expropiaban la revolu-ción en el mundo semicolonial.

Cuando parecía que se venía unaépoca de 50 años de paz, el PTS seproclabama “continuadores deGramsci”. Sí, aunque parezca mentira.Tanta impostura hay en este 70º ani-versario del asesinato de Trotsky, quegente que apoyó abiertamente aGramsci, el dirigente stalinista enItalia que en los ’20 llamaba desde lacárcel a masacrar a todos los trotskis-tas en el planeta, hoy se intenta reves-tir de “trotskista”. Cuando el revisio-nismo se viste de Trotsky, lo hace paradestruirlo, y lo que es más importante,para abortar el giro a la izquierda y almarxismo revolucionario de capasenteras de la clase obrera.

En su acto de algunos centenares deobreros y jóvenes, de golpe se volvie-ron “trotskistas”, luego de someter apequeños sectores de vanguardia a susprogramas mínimos impotentes depresionar al parlamento burgués y a loscapitalistas para que den concesiones.Todos los días son programa mínimo ysometimiento de la clase obrera a laburguesía, y tal cual la vieja socialde-mocracia, “los días de fiesta”, los pri-meros de mayo, los aniversarios deTrotsky, hablan de “socialismo” o de“trotskismo”.

Es vergonzoso ver hoy tambiéncómo homenajean a Trotsky sin pudorlos morenistas y mandelistas que hace

pocas semanas se reunieron en la cum-bre de Santos, Brasil en el CONCLAT(Congreso de la Clase Trabajadora),sucesor del ELAC organizado en 2008por el PSTU/LIT-CI, donde vistieronde ropaje “trotskista” al burócrataMontes de la COB boliviana, el mismoque sostenía al gobierno de Morales,mientras éste pactaba con la MediaLuna fascista. Homenajean a Trotskylos que son incapaces de unir en unasola lucha y un solo combate al heroi-co proletariado latinoamericano. Lointentan homenajear los que sometie-ron al proletariado en EE.UU. aObama.

Bajo las órdenes del Foro SocialMundial, con total firmeza el CON-CLAT de la LIT y el mandelismo el 5de Junio aclaró: “no vamos a denun-ciar ni a enfrentar a las burguesías nati-vas, tan solo les vamos a exigir quecumplan con lo que prometen”. Asíaplicaban nuevamente la política de laburocracia de la COB que hoy sometea la clase obrera boliviana a comisio-nes de “negociación” con el gobiernode frente popular de Evo Morales,quien acaba de darle 30 años de pri-sión a los heroicos comuneros que sesublevaron en 2004 en Ayo Ayo contraMesa y la rosca, y que tiene las manosmanchadas de sangre de mineros ycampesinos pobres. Esta gente quierehacerle creer al proletariado que pre-sionando a la burguesía, ésta cede supropiedad y sus riquezas, sin revolu-ción, sin expropiarla y sin destruir lamaquinaria contrarrevolucionaria delestado que le garantiza su propiedad.

Nuestro homenaje a León Trotsky ylos fundadores de la IV Internacionalnada tiene que ver con la impostura delos renegados del trotskismo. Hay queseparar las banderas. Los obrerosavanzados tienen que distinguir conclaridad quién lucha por el progra-ma de la revolución socialista yquién está por someter su combate ala burguesía y los explotadores. Traslas banderas de la IV Internacional otras las huellas de la socialdemocracia,el menchevismo y el stalinismo. Esasson las dos opciones que se le presen-tan al proletariado mundial.Revolución o reforma. Entre ellas, unrío de sangre.

IV. A 70 AÑOS DEL ASESINATO DE LEÓN TROTSKY:¡FUERA LAS MANOS DEL OPORTUNISMO Y DELREVISIONISMO DE LAS LIMPIAS BANDERAS DE LA IVINTERNACIONAL!

Lenin y Trotsky en la insurrección triunfante de Octubre de 1917

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“La izquierda de la VInternacional”, es decir losrenegados del trotskismo,

“transformando a Trotsky en un íconoinofensivo”, intenta darle una “ciertaaureola de gloria”, pero para “mellarleel filo revolucionario de su combate”.Desde este punto de vista, no tienennada que envidiarle al stalinismo y sus“homenajes” a Lenin… así son “losrevolucionarios que temen mortal-mente a la revolución”. Son enemi-gos de decirle al proletariado, hoycuando termina la primera década delsiglo XXI y el capitalismo está enabierta bancarrota, la única verdad:que si en Grecia pese a 8 huelgas gene-rales no paramos el ajuste; si sigue elataque a nuestras conquistas enEspaña, Francia, Alemania y todaEuropa del Este; si la clase obrera nor-teamericana continúa sometida igual opeor que los obreros latinoamericanosal escarnio de la desocupación y lamiseria; si el África martirizada, comotodo el mundo semicolonial, se desan-gra por el saqueo y la expoliación detodas las potencias imperialistas; si losinmigrantes que ayer, como mano deobra esclava, levantaban las cosechas ylos edificios de las transnacionales delas potencias imperialistas, hoy sonechados como perros al Mediterráneoo asesinados por los Sheriff fascistasdel “democrático” Obama en la fronte-ra del Río Bravo o por las bandas fas-cistas parapoliciales de México, ESPORQUE LA CLASE OBRERANO TOMÓ EL PODER.

Esta nueva horneada de menchevis-mo que ha surgido de las entrañas mis-mas de la IV Internacional se niega adecirle a la clase obrera china que sihoy padece las peores de las penuriases porque al no triunfar la revoluciónpolítica –aplastada sangrientamentepor la burocracia restauracionista en lamasacre de Tiananmen- la lacra stali-nista-maoísta devino en nueva claseposeedora, se convirtió en esclavista yencerró en maquiladoras a centenaresde millones de obreros esclavos some-tidos a la superexplotación de la eco-nomía mundial capitalista.

Se niegan a decirle a la clase obre-ra china que ha llegado la hora de ligarsu combate -que ya ha empezado- a lalucha por la restauración de la dictadu-ra del proletariado bajo formas revolu-cionarias, no sólo en China, sino tam-bién en la ex URSS y en el este euro-peo. En estos últimos, estos sirvientesde los imperialismos “democráticos”afirman que la restauración se hizo porvía pacífica… con la OTAN masacran-do en los Balcanes, con las tropasblancas contrarrevolucionarias dePutin masacrando en todo el Cáucasoy realizando genocidios como enChechenia, con centenares de golpescontrarrevolucionarios en las pequeñasrepúblicas soviéticas dados por viejosgenerales de la KGB sostenidos por lasbases yanquis… con un régimen bona-

partista contrarrevolucionario en Rusiaque hace empalidecer y “vuelvedemocrático” a Pinochet y Videla…hay que inventar que “Trotsky se equi-vocó”, que “la restauración capitalistafue pacífica”.

El cinismo, la desfachatez y lamentira deben ser desenmascarados eneste 70º aniversario del asesinato deLeón Trotsky.

¿Y qué dicen los renegados deltrotskismo en relación a la cuestiónchina, una de las cuestiones decisivasy acuciantes del siglo XXI? El refor-mismo se ha dividido en dos alas.Ambas con una premisa común: en lacuestión china se concentra el auge yempuje del sistema capitalista.

Para algunos es tan floreciente elcapitalismo que puede permitir laemergencia de nuevas potencias impe-rialistas… no es que éstas sobran en elplaneta ante la decadencia y crisiscapitalista. Mientras se hunden Grecia,España y Portugal, y el Japón imperia-lista está en recesión desde hace ya 20años, vienen a anunciarnos que ha sur-gido una nueva superpotencia imperia-lista como China.

La FLTI ya ha demolido esta posi-ción que confunde a un campo de con-centración de millones de obrerosesclavos en maquilas, a cuenta delsaqueo y la superexplotación de lasdistintas potencias imperialistas, con“nuevas potencias imperialistas”.

La otra ala, que tiene la misma pre-misa, es la que encabezan los social-demócratas como el PTS, la LIT ytodas las alas parecidas colgadas a losfaldones de las pseudoteorías del men-chevismo. Ésta afirma que es tan, perotan fuerte el empuje capitalista queChina “es un gran taller”, que ha jun-tado a 400 millones de obreros. Laclase obrera china habría logrado fuer-za “por su cantidad”. Esa es la tesismenchevique. A mayor concentraciónobrera, que deviene luego de una fasede expansión capitalista que “el parti-do obrero tiene que apoyar”, vendrá lasegunda fase de “la lucha por el socia-lismo”. Parecería ser que en China yahabría empezado esta segunda etapa.

Esto es de un cinismo que no tienesimilitud. “China un gran taller”. ¿Porqué no van a trabajar ellos a ese “grantaller”? China es un gran campo deconcentración donde empieza a haberdesocupación masiva, hambruna gene-ralizada, desarraigo de la tierra, comoantes de la revolución del ’49 cuandose expropió a la burguesía y así seliquidó el hambre e inclusive el cani-balismo. ¿Qué hubo en China si noeran millones de obreros y trabajado-res agrícolas que comían todos los díasen “un enorme taller”, convertidoluego en un campo de concentraciónque el mismo Hitler ni se animaría aponer en pie ni a soñar con él?

Esta gente llama “gran taller” a unGhetto de Varsovia generalizado.

Como ayer en el ’89, hoy en la

cuestión china no sólo reniegan de lalucha por el poder, sino que le dicen ala clase obrera que no hay que tomar-lo, porque “el capitalismo desarrollalas fuerzas productivas” y lo que hayque hacer es esperar que aumente elnúmero de obreros para hacerse másfuerte y en un futuro tomar el poder.

El reformismo nunca va a aprenderdel reformismo. El socialismo revolu-cionario y el trotskismo han demostra-do y demostrarán toda su potenciali-dad en la historia.

Los países imperialistas en ruinaspor la crisis que golpea al planetadesde el 2007, pero con empresasimperialistas que ganan 70% u 80% deganancias anuales fuera de sus fronte-ras, es lo que explica en última instan-cia “el crecimiento chino”… son losmillones de obreros inmigrantesexpulsados de Europa y EEUU, sonlos millones de obreros sometidos alparo y la desocupación en Europa,EE.UU. y regiones enteras de Asia…“pero China crece”, con millones decampesinos y trabajadores agrícolasdespojados de sus tierras, en hambrecrónico, con millones de desocupados(un total de 1.200 millones de habitan-tes en estas condiciones). A no dudar-lo, el próximo crac que golpeará aChina, si el proletariado no entra ennuevas maniobras de revolución socia-lista en todo el Pacífico, dejará a lagran mayoría de los 400 millones deobreros chinos también desocupadoscomo lo ha hecho en occidente y en lospaíses imperialistas.

Los renegados del trotskismo,que ven un progreso, en última ins-tancia “democrático” y “económico”en los ex estados obreros, reniegande toda lucha por volver a restaurarlas dictaduras del proletariado bajoformas revolucionarias allí en dondese ha expropiado a la burguesía.

Un rejunte de direcciones traidorasse niega a que las masas que combatenen las guerras civiles nacionales veanque son las burguesías nativas las quea cada paso pactan con los invasoresque ocupan su territorio como enPalestina, Afganistán e Irak. Hace ratoya abandonaron el programa militardel proletariado para las guerras deliberación nacional. Y mucho más seniegan a que los protagonistas de lasheroicas resistencias nacionales veanque su triunfo está en la revoluciónsocialista en su país, expropiando a losinvasores y en la unidad con la claseobrera europea y norteamericana, quecomo en Vietnam, fue la que garantizósu triunfo en las calles de Washingtony Nueva York.

Aunque el reformismo y los liqui-dadores del trotskismo no lo digan y loguarden bajo siete llaves, los interna-cionalistas de la FLTI afirmamos quesi en la Bolivia revolucionaria se siguecocinando con bosta de llama; si en

Madagascar pese a armarnos no conse-guimos el pan; si en Guadalupe aún noconquistamos los 200 euros; si enGrecia y la Europa imperialista nohace más que pasar el ataque de losexplotadores; si en EE.UU. estamoscomo clase explotada peor aún que enel resto de América Latina; si en Áfri-ca el capitalismo esclavista desangracon dobles cadenas de explotación,saqueo y genocidios al proletariado deese continente, es porque la claseobrera aun no se hizo del poder.

Ahora se entiende por qué tantosilencio en los “homenajes” a Trotskysobre las tareas y programa sobre losque se fundó la IV Internacional bajola dirección del camarada Trotsky y suequipo internacionalista: el silencio espara ocultar que para la IVInternacional, así como para la IIIInternacional revolucionaria, su tareainmediata de todos los días era prepa-rar al proletariado para la toma delpoder. La IV Internacional, a dife-rencia del stalinismo y la socialde-mocracia, planteó abiertamente quesólo tomando el poder la clase obre-ra mantenía sus conquistas o podíaconseguir algunas nuevas. Y queluchar todos los días por el poder esla única posibilidad de sacarle aquíy allá demandas parciales a losexplotadores, que sólo se ven obliga-dos a dar algo para no perder todoante la revolución proletaria.

Con este álgebra y estrategia revo-lucionaria se fundó la IVInternacional, continuadora del bol-chevismo y de los revolucionariosinternacionalistas alemanes de princi-pios del siglo XX.

El trotskismo y la IV Internacionalno ha logrado ser hoy un factor objeti-vo en la vida del proletariado mundial.Nuestro partido mundial fue copadopor el revisionismo y el oportunismo.Es por esto que este podrido sistemacapitalista logró hoy, cuando vive unade sus más grandes crisis en la historia,dispersar y desincronizar las luchas dela clase obrera mundial y cercar losprocesos revolucionarios. Y lo hizoconcentrando a todos sus sirvientes enel movimiento obrero para impedir unacontraofensiva de masas victoriosa.

El resultado no es otro que el quegritara entusiasmado el parásito de lapatronal de Kraft, Warren Buffet, quepudo decir en la bolsa de Wall Street“si existe una guerra de clases, noso-tros la estamos ganando”, mientras lapolicía asesina de los Kirchner molía apalos a los obreros de esa fábrica enArgentina.

La crisis de dirección, que no esotra cosa que la sobreabundancia dedirecciones traidoras, también deoportunistas, centristas asustadizos einválidos políticos, no ha hecho másque profundizarse. Sostenidas por elcapitalismo en crisis y no precisamen-te por su inteligencia y capacidad sinopor el apoyo de los estados burgueses,

8 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

V. LA LUCHA DEL MARXISMO REVOLUCIONARIO DE LA ÉPOCA IMPERIALISTA ES LA LUCHA DELPROLETARIADO POR LA TOMA DEL PODER PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS MÁS ACUCIANTES DE LASMASAS. PARA EL REFORMISMO Y EL LIQUIDACIONISMO, ESTO QUEDA PARA EL PRÓXIMO MILENIO

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9Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

las direcciones reformistas y oportu-nistas sometieron a la clase obrera alos frentes populares y las bur-guesías nativas, dejando aislados losprocesos revolucionarios y desincro-nizando la lucha del proletariado delmundo semicolonial de la clase obre-ra de las potencias imperialistas.

Desde la FLTI no tememos endeclararle una batalla política implaca-ble ante las masas a todas las direccio-nes del proletariado que están colgadasa los faldones de la burguesía, a losque le han dicho a la clase obrera que“peleando por poco se consigue algo”.A los que afirman que “sólo hay quepelear por lo que es posible y no por lonecesario”. A los sirvientes de la bur-

guesía que le dicen a la clase obreraque “yendo de a poco –es decir, paso apaso, sin que los explotadores se dencuenta, presionándolos para que seanbuenos y den algo- se consiguemucho”. Todo obrero con concienciade clase sabe que está cada vez peor.Que el capitalismo no es un sistemabasado en la beneficencia ni en la cari-dad. Que para arrancar la más mínimade las conquistas hay que hacer luchasdecisivas y que los capitalistas sólodan algo cuando tienen miedo de per-der todo. Ya hace rato que estasdirecciones reformistas han dejadode explicarle a las masas que todaconquista que se consigue en el capi-talismo, SE PIERDE si no se avanzahacia la toma del poder.

No se puede homenajear y reivindi-car al camarada León Trotsky y decir-le todos los días a las masas que elcamino “no es la revolución”, que esmentira el apotegma leninista de que elpan se consigue con los soviets y latoma del poder, que la clase obrera

–como afirman- no debe prepararsepara derrocar a las burguesías naciona-les con el triunfo de la revoluciónsocialista en el mundo semicolonial,puesto que a ellas hay que “exigirlesque completen su revolución democrá-tica”, presionándolas para que le den elpan, la tierra y la independencia nacio-nal a las masas, para luego, algún díahacer el socialismo.

Hay que separar las banderas de laIV Internacional de las del reformismoque fueron puestas allí por el oportu-nismo, el revisionismo y los liquidado-res de la IV Internacional. Hoy losrenegados del trotskismo se han aline-ado con la vieja y archirreaccionariateoría de “revolución por etapas”, de

colaboración de clases, de someti-miento del proletariado a las alas“democráticas” de los explotadores.Una nueva horneada de menchevismoha surgido de las mismas entrañas dela IV Internacional por años de adapta-ciones y capitulaciones y por la dege-neración nacional del movimientorevolucionario internacional.

En los últimos 70 años, desde el díamismo en que asesinaron a LeónTrotsky, ha surgido un oportunismo yun centrismo que abandonando el cen-tro internacional de Coyoacán, dejó ala deriva país por país a los grupos ymilitantes de la IV Internacional, loque terminó imponiendo la peor de lasadaptaciones nacionales y degenera-ción nacional trotskista de sus seccio-nes nacionales. Adaptaciones que lle-varon luego a otras capitulaciones,capitulaciones que llevaron a traicio-nes, y traiciones que llevaron a ladegeneración completa del movimien-to, tal cual alertara Trotsky.

Afirmamos junto a la IV

Internacional y sus fundadores, que seha acabado la época de los programasnacionales. Afirmamos que la revolu-ción socialista no es una suma de“revoluciones nacionales” con progra-mas nacionales, como prometía el sta-linismo. Sino que es una sola revolu-ción socialista internacional, de la cuallas distintas revoluciones en cada paísno son más que eslabones de la misma.Sólo en la revolución socialista inter-nacional, en la palestra mundial,podrán triunfar las revoluciones y lasinsurrecciones del proletariado mun-dial de cada país.

Toda la experiencia, los triunfos yduras derrotas del proletariado mun-dial demuestran este apotegma delmarxismo en esta época de crisis, gue-

rras y revoluciones. Recuperar el inter-nacionalismo militante del proletaria-do mundial, que no es otra cosa querefundar la IV Internacional, es la con-dición para la victoria.

País por país al proletariado sólo leespera estar sometido a su propia bur-guesía, que como ya ha sido demostra-do, el capital no tiene patria sino nego-cios por realizar y el proletariado sólocadenas por romper.

Ya todos quieren dar por muerta ala IV Internacional, como si fuera cosadel pasado. Todos los renegados deltrotskismo se han centralizado como el“ala izquierda” de la V internacionalde Hu Jintao, Chávez y la burocraciarestauracionista castrista, es decir delos nuevos Chian Kai Shek, como losque sostuvieran ayer Stalin y Bujarinen el ‘27 desde la III Internacionaldegenerada. Su objetivo es atarle lasmanos al ala izquierda del proletariadointernacional.

Esa es la verdad. Hoy los renegados

del trotskismo ya no están centraliza-dos copando o mimetizándose bajo lasbanderas de la IV Internacional, ocamuflándose en la misma. Hoy yaestán abiertamente centralizados desdesu “Cumbre de los Pueblos” deMadrid, su “Foro Social Mundial” enEE.UU., su CONCLAT en Brasil y sunuevo encuentro que se preparan ahacer en Tokio, como estaba centrali-zado el stalinismo desde Moscú o lasocialdemocracia desde los privilegiosdel parlamento imperialista alemán.

Por eso hoy en todos los “homena-jes” a Trotsky ha desaparecido estalección central del programa y el lega-do del trotskismo y el bolchevismo: nohay solución para ninguno de losproblemas de las masas si éstas no

reconstituyen su inter-nacionalismo proletarioy si no avanzan a supe-rar a su direcciónactual que las sometena la burguesía, comoprerrequisitos indis-pensables para avanzaral triunfo de la revolu-ción socialista.

Afirmemos entonceslo que afirma el trotskis-mo y el combate por elcual el camarada LeónTrotsky dio su vida,como todos los revolu-cionarios internacionalis-tas. El programa quemantiene total actuali-dad, que no es otro que elPrograma de Transiciónde 1938, plantea: “Laorientación de las masasestá determinada, poruna parte, por las condi-ciones objetivas del capi-talismo en descomposi-ción, y de otra, por lapolítica de traición delas viejas organizacionesobreras. De estos dosfactores el factor decisi-vo, es, por supuesto, elprimero: las leyes de lahistoria son más podero-sas que los aparatosburocráticos. Cualquieraque sea la diversidad de

métodos de los social traidores (de lalegislación “social” de Blum a las fal-sificaciones judiciales de Stalin), nolograrán quebrar la voluntad revolu-cionaria del proletariado. Cada vez enmayor escala, sus esfuerzos desespe-rados para detener la rueda de la his-toria demostrarán a las masas que lacrisis de la dirección del proletariado,que se ha transformado en la crisis dela civilización humana, sólo puede serresuelta por la IV Internacional”.

Las fuerzas de la FLTI están pues-tas para combatir a brazo partido paradarle un punto de apoyo a todas lasfuerzas revolucionarias internaciona-listas del proletariado mundial, pararecomponer sus filas y avanzar resuel-tamente a poner en pie y refundar nue-vamente el único partido que podrállevar al proletariado a la victoria: laIV Internacional bajo la teoría y el pro-grama de 1938. Este es nuestro mejorhomenaje al camarada León Trotsky.

Del Comite Central Bolchevique de 1917; para 1939 solo quedaban con vida Trotsky en exilio y Stalin, el resto fueron asesinados por el stalinismo

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Para terminar con la miseria del revi-sionismo y de los renegados deltrotskismo, que ocultan su propia

capitulación en la historia; y para rendirlehomenaje al último de los internacionalis-tas revolucionarios que fue llevado a laarena histórica, producto de combateshistóricos del proletariado desde laComuna de París y la Revolución deOctubre y la cadena de revoluciones quedieron origen al marxismo revoluciona-rio, el camarada Trotsky, afirmamos: nofue el programa, la teoría y el pronósticode la IV Internacional lo que provocó sucrisis, sino las capitulaciones y adaptacio-nes de los “trotskistas”, que ni siquierapudieron pasar la primera prueba decisivaque le puso la historia cuando Trotskyfuera asesinado.

Esa prueba y desafío, como ya afirma-mos, no era otro que mantener el centrointernacional de la IV Internacional. Nolo hicieron. Se adaptaron y capitularon alterror del stalinismo en los ’40, así comose sometieron a él en los ’50 y en todoYalta, porque “allí estaban las masas”,decían.

El centro internacional construido porTrotsky en Coyoacán México, fue disuel-to.

Bajo estas condiciones adversas,donde había que remar al principio contrala corriente, no aterrorizarse frente a losgolpes del stalinismo y el fascismo, niceder a la demagogia y los “cantos desirena” de los “frentes democráticos”, lamayoría del secretariado internacionalque organizaba la dirección de la IV juntoa Trotsky, luego del asesinato de susmejores elementos, capituló. Se volvierona sus países y liquidaron el centro inter-nacional: el de Kienthal y Zimmerwald,el estado mayor de la IV Internacional,dejando a la deriva a sus secciones nacio-nales. Allí, de forma centralizada, el stali-nismo, el fascismo y los imperialismos“democráticos” diezmaron sus filas y lassometieron a terribles presiones y adapta-ciones.

Esta fenomenal crisis de la IVInternacional fue provocada por la deser-ción nacionalista de sus ex dirigentes,sobre todo de la dirección del SWP norte-americano que desertó de Coyoacán pararecluirse en el aislamiento nacional deEE.UU. La excusa fue que iban a lucharpor la política militar proletaria frente a laguerra en y desde EEUU. El exclusivismonacional fue la justificación revisionistapara abrir las puertas a la liquidación delcentro internacional de la IVInternacional. Van Heijenoort se refugia-ba en la sección francesa para desde allíterminar capitulando, como no podía serde otra manera, a la lucha por “la auto-nomía de Francia contra la Alemaniaagresora” levantada por el POI-CIfrancés.

Es decir que, a la muerte de Trotsky,un sector del Secretariado Internacionalse va a Estados Unidos y otro a Europa,abandonando el carácter de direccióninternacional, y la IV se quedó sin direc-ción. Cannon, Hansen, Van Heijenoort,que eran el equipo de dirección en

C tr g ra p la y c S fr p h a c c S 1 d c n to o n m c ru In in

c c se In in re h só K

In h re se ta g a n q s te re d b d ex te y a u fo la m li Á so d tr la p m v d c s lu c

10 Por la Refundación de la

Rudolph Klement

VII. “LA IV INTERNACIONAL DESTRUCCIÓN DEL CENTRO POR LA ESPALDA A LA FR

Durante años un historiadordedicado a seguir de cerca lavida de León Trotsky se pre-

guntaba por qué el fundador del ejérci-to rojo y el dirigente de la IIIInternacional y del octubre victoriosose dedicaba a discutir y a organizar gru-pos tan pequeños y perdió tantas horasreagrupando cuadros en la noche negradel stalinismo y el fascismo en los ’30,para fundar la IV Internacional.

Para este historiador llamado IsaacDeutscher, que escribiera trabajoscomo “El profeta desarmado” y “Elprofeta sin visado”, no hubo error másgrande de Trotsky que perder tiempoorganizando la IV Internacional, a par-tir de la ruptura de la Oposición deIzquierda con la III Internacional,luego de la derrota que le propinó elstalinismo al proletariado alemán amanos del fascismo y de Hitler en elaño 1933.

Hoy todos los renegados del trots-kismo, por más que escriban ríos detinta y realicen sus “homenajes” frau-dulentos, no pueden negar que son con-tinuadores de esta visión pequeñobur-guesa de Deutscher, que realmente lerinden un homenaje apócrifo al verda-dero combate de Trotsky y su lucha porfundar la IV Internacional. Ellos sólose han dedicado, con sus distintos “cau-dillos nacionales-internacionales” deYalta, a hacer “sus” internacionales,con sus partidos madres y grupos saté-lites que sólo le daban cobertura a lastrapisondas que cada uno realizaba ensu país.

Ellos han usado a la IVInternacional como cobertura de fede-raciones de grupos nacionales, para ensus pomposas relaciones diplomáticasinternacionales practicar y encubrir elpeor de los nacionalismos-socialistaspara poner al proletariado de sus paísesa los pies de sus propias burguesías.

Para el trotskismo -que afirma queya hace rato se acabó la época de losprogramas nacionales-, para el que larevolución en cada país no es más quela refracción de las condiciones inter-nacionales creadas por el dominio polí-tico, económico y militar del planetadel imperialismo, afirma que la únicatarea nacional de un partido revolucio-nario es ganarse a la mayoría del prole-tariado y sus organizaciones de comba-te para centralizarse junto a la claseobrera mundial para triunfar y dirigiren cada país una insurrección victorio-sa.

Los liquidadores de la IVInternacional, con sus federaciones

diplomáticas internacionales, con suspartidos madres y satélites, sólo hanlogrado liquidar la continuidad de unpartido centralizado del proletariadomundial.

Cuando Trotsky era visitado enMéxico por centenares de cuadrosrevolucionarios apasionados y ansiososde conocer su experiencia al frente delejército rojo, éste se negaba a respondersobre esta cuestión.

Sus visitantes insistían en queTrotsky les comente su visión sobre susexperiencias al frente del ejército rojo ysu extraordinario aporte hecho como laguerra de maniobras al programa mili-tar del proletariado. Trotsky solamenterespondía: “La III Internacional y elbolchevismo ruso ya han escrito muchosobre eso. Lean esas lecciones y fór-mense con ello”.

El fundador de la IV Internacionalafirmaba: “para dirigir la toma delpoder, para fundar la III Internacional ypara defender el poder de los soviets,en donde jugué un rol importantísimo,yo podría no haber estado e igualmenteel bolchevismo lo hubiera logrado”.Contra los estafadores que rinden“homenajes” falsificando al trotskismo,vamos a decir la verdad. El camaradaTrotsky les respondía a sus visitantes (yhoy a sus detractores): “para lo que sísoy importante y debo jugar un rolcentral es en la tarea de fundar la IVInternacional, el partido mundial dela revolución socialista. Sin ello, lapróxima generación del proletariadoestará perdida. La próxima guerraserá tan sólo una catástrofe que lesucederán otras catástrofes si notriunfa la revolución socialista mun-dial. La perspectiva de la revoluciónsocialista se alejará por años, y labarbarie asolará el planeta.”

Fundar la IV Internacional fue laobra más grande de Trotsky y su equi-po internacionalista para continuar conla labor del bolchevismo y la IIIInternacional.

Abrahm León

Mario Pedrosa

James Cannon

VI. PARA LOS LIQUIDADORES DE LA IVINTERNACIONAL, LA IV INTERNACIONAL NOEXISTE

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Coyoacán, se negaron a mantener el cen-ro internacional. Después no hubo nin-una dirección internacional que corrigie-a las desviaciones de las secciones euro-peas, que defendiera al marxismo contraas posiciones de capitulación en Francia la Europa ocupada por los nazis. Noonocemos ni un sólo documento del

SWP sobre la posición del POI-CIrancés. No hay ni pizca de preocupaciónpor la suerte de la sección soviética, esosheroicos militantes trotskistas que eransesinados en los campos de concentra-ión stalinistas en Rusia, que estaban des-onectados de la IV desde que León

Sedov fue asesinado a comienzos de938. Los cuadros europeos intentaron

dar una respuesta como podían en lasondiciones de fascismo y ocupación. Era

natural que, en condiciones de aislamien-o, cedieran ante la enorme presión de laocupación nazi y la guerra. Pero no huboningún centro internacional que pormedio de luchas políticas les sirviera deontrapeso y los ayudara a retomar elumbo. ¡Desde 1940 hasta 1945 la IVnternacional se quedó sin una direcciónnternacional revolucionaria!

Podrán aducir las “terribles y durasondiciones” que había para semejanteapitulación. Mentira. Ya la IV y Trotskye habían encargado de aclarar que la IVnternacional tenía enormes ventajas alnicio de la segunda guerra mundial enelación al puñado de revolucionarios quehabía reagrupado sus filas y cabían tanólo en un sillón en las conferencias deKienthal y Zimmerwald en el año 1914.

Así preparaba el trotskismo a la IVnternacional para pasar la prueba de lahistoria. En su artículo “Una Leccióneciente” escribía: “En este momento, hayecciones de la IV Internacional en trein-a países. Es cierto que son sólo la van-guardia de la vanguardia. Pero si hoy,antes de la guerra, contáramos con orga-izaciones revolucionarias de masas, loque estaría planteado no sería la guerraino la revolución. Por supuesto, no lasenemos y no nos hacemos ilusiones alespecto. Pero la situación de la vanguar-dia revolucionaria es mucho más favora-ble que hace 25 años. La conquista fun-damental es que ya antes de la guerraxisten en todos los países más importan-es del mundo cuadros probados, cientos miles de revolucionarios cuyo númeroaumenta constantemente, ligados por launidad de una doctrina y templados en laorja de las más crueles persecuciones dea burguesía imperialista, de la socialde-mocracia y en particular de la mafia sta-inista. La II Internacional, la III y la deÁmsterdam no pueden reunir sus congre-os porque las paraliza su dependenciadel imperialismo y las destrozan las con-radicciones nacionales. Por el contrario,as secciones de la IV Internacional, apesar de sus recursos extremadamentemagros, de su dificultad para obtenerisas, del asesinato de su secretario1 ydel aumento de la represión, fueron capa-es, en el momento más crítico, de reuniru congreso internacional y adoptar reso-uciones unánimes que formulan con pre-isión y concretamente las tareas de la

titánica lucha actual, apoyándose en todala experiencia histórica”. Los revolucio-narios que se reunieron en Zimmerwald yKienthal se habían encontrado en la gue-rra misma con que la II Internacional sehabía pasado al bando burgués imperia-lista y, en una feroz lucha de tendencias yfracciones, tuvieron que forjar los princi-pios, la estrategia y el programa bajo elfuego cruzado de los cañones imperialis-tas. Eso no impidió que dos años después,cuando la guerra parió la revolución rusa,la izquierda de Zimmerwald y Kienthal -un centro internacional- pudiera guiar alproletariado a la toma del poder y tuvierala misma oportunidad en Alemania.

Siguiendo esa lógica, Trotsky con-tinúa diciendo: “Ninguna ola chovinistaapartará de su camino a estos valiososcuadros, ni los intimidarán los máusers ylos puñales stalinistas. La CuartaInternacional entrará en la próxima gue-rra como una unidad compacta, cuyassecciones seguirán todas la misma políti-ca más allá de las fronteras que las sepa-ren. Es probable que a comienzos de laguerra, cuando el ciego instinto de auto-conservación combinado con la propa-ganda chovinista empuje a las masaspopulares hacia sus gobiernos, las sec-ciones de la Cuarta Internacional seencuentren aisladas. Sabrán cómo supe-rar la hipnosis nacional y la epidemia depatriotismo. Los principios del interna-cionalismo serán su baluarte contra elpánico generalizado de los de abajo y elterror de los de arriba. Verán con despre-cio las oscilaciones y vacilaciones de la“democracia” filistea. Por otra parte,permanecerá estrechamente ligada a lossectores más oprimidos de la población yal ejército que derramará su sangre.Cada nuevo día de guerra trabajará anuestro favor. La humanidad se ha vueltomucho más pobre que hace veinticincoaños, mientras que los medios de destruc-ción se han vuelto mucho más poderosos.Por lo tanto, en los primeros meses deguerra estallará la reacción de las masascomo una tormenta en medio de las nie-blas del chovinismo. Las primeras vícti-mas de esta reacción, además del fascis-mo, serán los partidos de la Segunda y laTercera Internacional. Su colapso será lacondición indispensable para el renaci-miento del movimiento revolucionario,que no podrá girar alrededor de otro ejeque no sea la Cuarta Internacional. Sustemplados cuadros dirigirán a los traba-jadores en la gran ofensiva”.

Pero en el mismo manifiesto, Trotskyalertó también de una desventaja de la IVcon respecto a Zimmerwald y Kienthal:“Ya antes del estallido de la guerracomenzó a escala mundial el exterminiode los internacionalistas. El imperialismoya no tiene necesidad de ningún “felizaccidente”. La mafia stalinista cuentacon una agencia internacional prepa radapara el exterminio sistemático de losrevolucio narios”

La liquidación del centro internacio-nal, por capitulación y adaptación de loscuadros que desertaron de Coyoacán,impidió que la IV Internacional jugara

ese rol para el que tuvo mil y una oportu-nidades, inclusive para fundar la secciónsoviética de la IV Internacional, con mil yun intentos del proletariado de los paísesdel este europeo y de la China misma deenfrentar a la burocracia stalinista.

Del ’40 al ’89 el proletariado le dio ala IV Internacional mil y una oportunida-des para estar en la cresta de la ola. Laliquidación del internacionalismo mili-tante y de su centro internacional le impi-dió ser continuidad de los combates deRosa Luxemburgo y Liebknecht, deKienthal y Zimmerwald, de los combatesde la III Internacional y la revolución deOctubre, de las lecciones de las revolu-ciones en la década negra del stalinismo yel fascismo. Por lo tanto fue inútil e impo-tente para aprovechar cada una de lasoportunidades que le dio la historia.

Esto es lo que explica en última ins-tancia la cadena de tragedias que vivió laIV Internacional, sus adaptaciones y capi-tulaciones durante la guerra y en la pos-guerra. El centrismo que emergió de susentrañas fue parte del problema y no lasolución de la crisis de dirección del pro-letariado.

A la salida de la guerra, en la confe-rencia del ’46 y el congreso del ’48, no sesacaron para nada estas lecciones revolu-cionarias sobre la destrucción del centrode la IV Internacional. Ambas conferen-cias y congresos fueron una negociaciónde una federación de grupos y partidos,bajo la dirección de Pablo en Europa, quehabía encabezado la resistencia de la IVen la guerra, y capitulado permanente-mente al “frente democrático” y al stali-nismo. Puesto que más allá de tal o cualacción heroica, no se mantuvo en pie lapolítica antidefensista y de lucha por larevolución política de la IV Internacionaldurante la guerra.

Pablo no se hizo “malo” en el ’53cuando llamó ya abiertamente a entrar alos Partidos Comunistas. A éstos le capi-tuló durante la guerra, junto a la secciónfrancesa, la alemana en el exilio, etc. Erauna nueva generación que entraba al com-bate sin un centro internacional revolu-cionario.

En esos congresos y conferencias elSWP norteamericano, con su dirección,ya había perdido toda autoridad y estabaen un verdadero curso centrista y deexclusivismo nacional.

Todos se probaron, pese a las pompo-sas conferencias y congreso del ’48 y el’51, en la revolución boliviana del ’52.Todos terminaron apoyando las medidas“progresivas” del gobierno “provisional”de Paz Estenssoro en Bolivia.Kienthal y Zimmerwald, con la

dirección de Liebknecht, RosaLuxemburgo, Lenin y Trotsky, llegó atiempo a la Rusia revolucionaria defebrero del ’17 para impedir que elpartido bolchevique cediera a la mareacampesina que embriagaba al proleta-riado en los soviets, reencauzándolo enla lucha contra el gobierno quedefendía la guerra imperialista y pre-parando la lucha por la toma del poder.

11 IV Internacional de 1938

L ENTRARÁ A LA PRÓXIMA GUERRA COMO UNA UNIDAD COMPACTA” LAO INTERNACIONAL DE COYOACÁN A LA MUERTE DE TROTSKY: UNA PUÑALADARACCIÓN INTERNACIONALISTA DEL PROLETARIADO MUNDIAL

Wang Fanxi

León Sedov

Ta Thu Tao

Erwin Wolf

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El centro federativo de la IVInternacional del ’46, ’48 y ’51 sólollegó a poner de rodillas al proleta-riado boliviano ante su verdugo: elgobierno burgués expropiador de larevolución boliviana. El proletaria-do buscó al trotskismo en el ’52. Yale había votado su programa en laCOB: las Tesis de Pulacayo. Yahabía demolido al ejército y puestoen pie las milicias obreras de laCOB.

¿Y los trotskistas? Los que no apo-yaban directamente al gobierno bur-gués de Paz Estenssoro, lo hacían indi-rectamente fortaleciéndolo un millónde veces más. Como el morenismo,que llegó a plantear: “ministros obre-ros del gobierno que rindan cuenta a laCOB”. Afirmaban que criticar algobierno de Paz Estenssoro o atacarloabiertamente era “preparar las condi-ciones de la derrota y separarse delproletariado”. Igual que la posición deStalin-Molotov que apoyaban “crítica-mente” al gobierno provisional hastaque llegara Lenin a Rusia en abril del’17.

Nuevamente se perdió una oportu-nidad en la historia, pero la tragedia noson las oportunidades de los trotskis-tas, sino las derrotas y penurias quepadecen las masas.

Sacar estas lecciones revoluciona-rias es nuestro homenaje y nuestrodeber para con los revolucionarios quefundaron la IV Internacional.

Así, entonces, la IV devino en unaverdadera federación, que sólo atinabaa dar respuestas parciales, pero siem-pre ubicados a la izquierda del stalinis-mo, sosteniendo a Tito en Yugoslavia,a Mao en China, esperando siemprelas “alas izquierda” del stalinismodesde donde construirse.

El estallido del ’53 no fue casual.La IV devino en centrismo, en unanueva “dos y media”, luego con zigzagy zigzag, con unificaciones y rupturas,y no pudo pasar la prueba y la granoportunidad que volvió a darle el pro-letariado mundial del 68/74.

Ninguna lección había sido sacada.Un error llevó a otro error. El error a lacapitulación, y la capitulación a ladegeneración del movimiento.

Esta es la verdad. Homenajeamosal camarada Trotsky y a los fundadoresde la IV Internacional afirmando quela liquidación por capitulaciones delcentro internacional de Coyoacán fueel que permitió el camino al precipiciode la obra maestra de toda una genera-ción de revolucionarios, que con suvida y sacrificio pusieron en pie lacontinuidad del bolchevismo, la IVInternacional.

Afirmamos que el asesinato deTrotsky fue un ataque directo al estadomayor internacional de la IVInternacional. Y ese lugar, como el deRudolph Klement, el de León Sedov,el de Trotsky el de Abraham León en elcentro internacional de Coyoacán fueabandonado. El exclusivismo nacionaly las adaptaciones a los imperialismos“democráticos” que “enfrentaban alfascismo en la guerra” llevaron al cen-trismo y al oportunismo a la IVInternacional y la dejaron a la deriva.Luego, de allí a capitular y adaptarse alstalinismo durante Yalta, había tan sólo

un paso.Lo que se intenta hoy es que no

quede ni pizca de continuidad de estaslecciones revolucionarias. Desde laFLTI levantamos esta bandera. Esnecesario un reagrupamiento decisivode cuadros revolucionarios que quie-ran poner sobre sus hombros la res-ponsabilidad histórica de recomponeren el proletariado mundial un podero-so movimiento de socialistas revolu-cionarios internacionalistas, que latraición y el servilismo del oportunis-mo abortó en la historia.

En el siglo XXI que ya ha comen-zado, la crisis de la IV Internacional ysu degeneración se ha transformado enel factor más atrasado de las condicio-nes para el triunfo de la clase obreramundial. Y esto es responsabilidad de

los desertores del centro internacionalen 1940, como de cada una de las capi-tulaciones, adaptaciones y la degene-ración abierta a la que fue llevada la IVInternacional en manos del oportunis-mo y el revisionismo.

Pero es vano llorar y lamentarsepor la leche derramada. No hay tiempoque perder. Nuevamente la historia ledará mil y una oportunidades al movi-miento revolucionario para ponerse depie, a condición de plantearse convalentía las tareas históricas. Comoafirmaba la IV Internacional en el ’34:“En la época actual, la política prole-taria no puede menos que plantearselas tareas internacionales. Y estas nopueden menos que exigir la unión delos cuadros internacionales. No sepuede postergar ni un día esta tarea

sin capitular ante el imperialismo”.“La historia (…) tampoco perdonará aesos indecisos, grupos centristas queeluden el problema de la internacionalbuscando caminos puramente nacio-nales, no llevan ningún problemahasta su conclusión, éstos no tienenperspectiva y se alimentan coyuntural-mente de la agitación y confusión de laclase obrera”. ¡Cuánta actualidad! Deque se ponga en pie este movimientorevolucionario internacional del prole-tariado dependerán en última instanciasi las próximas condiciones serán devictorias o de derrotas.

1 Aquí se refiere a Rudolph Klement

12 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

Los renegados del trotskismo, lanueva generación de Yalta, enca-bezada por el pablismo a la sali-

da de la guerra y demás fracciones quesurgieron de sus divisiones, le echaronla culpa a los pronósticos de Trotsky deque “la Cuarta Internacional no hayasido de masas a la salida de la guerra”.Hacían esto como si la IVInternacional hubiera pronosticado quese podían construir partidos revolucio-narios con influencias de masas, porejemplo, disolviendo a la IVInternacional –como lo hicieron- ycolocando a sus militantes dentro delos Partidos Comunistas bajo la excusaque “la URSS iba a ser atacada por elimperialismo y el stalinismo se iba aver obligado a tomar el poder”. O bienentrando al frente popular como en SriLanka. O que se podían poner en piepartidos revolucionarios de masas apo-yando al gobierno burgués de PazEstenssoro y colaborando con estran-

gular la revolución socialista en Boliviaen 1952, como ya dijimos. Y no diga-mos nada de cuando se pusieron bajo ladisciplina de Fidel Castro y el stalinis-mo en los ’60, o bien cuando a los piesde la socialdemocracia y el stalinismoterminaron todos estrangulando el pro-ceso revolucionario del 68/74, y negán-dose a encabezar el combate de la claseobrera del este europeo que enfrenta-ban abiertamente en Checoslovaquia,Polonia y Hungría al ejército asesinode la burocracia stalinista.

Se la pasaron echándole la culpa aTrotsky y al trotskismo de las crisis eimpotencias del centrismo y el oportu-nismo. Entre tantas falsificaciones ycinismo de los que comenzaronadaptándose, luego capitulando, paraterminar traicionando y degenerarabiertamente, después de tantas déca-das bien vale que reafirmemos, en este70º aniversario del asesinato de LeónTrotsky, el verdadero pronóstico de laIV Internacional y cómo ésta preparó a

las jóvenes generaciones de revolucio-narios internacionalistas para no trai-cionar, como condición para ser lleva-do a la cresta de la ola del proletariadomundial en todo un período de crisis,guerras y revoluciones.

El verdadero pronóstico de la IVinternacional, y cómo preparó eltrotskismo a los jóvenes partidosrevolucionarios a fines de los ’30, fuede una precisión milimétrica. Así fuecómo el trotskismo se preparó paratoda una época signada por crisis,guerras y revoluciones: “El mundocapitalista no tiene salida, a menosque se considere salida a una agoníaprolongada. Es necesario prepararsepara largos años, sino décadas, deguerras, insurrecciones, brevesintervalos de tregua, nuevas guerrasy nuevas insurrecciones. Un partidorevolucionario joven tiene que apo-yarse en esta perspectiva. La historiale dará suficientes oportunidades y

VIII. LA CUARTA INTERNACIONAL “NO FUE DE MASAS A LA SALIDA DELA GUERRA” POR LAS ADAPTACIONES Y CAPITULACIONES DE LOS QUECOMBATIERON DURANTE LA MISMA Y EN LA POSGUERRA BAJO SUSBANDERAS

En la firma del Pacto de Yalta, Churchill, Roosvelt y Stalin.

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posibilidades de probarse, acumularexperiencia y madurar. Cuánto másrápidamente se fusione la vanguar-dia, más breve será la etapa de lasconvulsiones sangrientas, menor ladestrucción que sufrirá nuestro pla-neta. Pero el gran problema históricono se resolverá de ninguna manerahasta que un partido revolucionariose ponga al frente del proletariado.”

Y esa época de enormes oportuni-dades es la que devino en el ’40, en los’50, en los ‘60, en los ‘70 hasta nues-tros días, tal cual pronosticó la IVInternacional. Estas condiciones nodejaron de sucederse después de lamuerte de Trotsky, ni durante laguerra, ni después de la misma en elmonumental ascenso revolucionariode Asia en los ’50, la revolución deIndochina ni en la revolución boli-viana, ni en el 68/74, ni en los últi-mos estertores de la revolución polí-tica a principios y mediados de los’80, donde las masas revolucionariasle dieron al movimiento trotskistauna nueva oportunidad. Pero ya añosde adaptación, de no sacar leccionesrevolucionarias de las capitulaciones,las falsas revisiones y de los combatesdados, no formaron los cuadros ni elestado mayor capaces de pasar esaprueba para terminar luego con parti-dos impotentes, grandes o pequeños,en el más feroz de los nacional-trots-kismo estériles de los ‘80.

Nuestro partido mundial tuvo mil yuna oportunidades en estos 70 años dedemostrar que podía conquistar la con-tinuidad de Kienthal y Zimmerwald,de la III y la IV Internacional, con-quistando partidos revolucionarios enel mundo e inclusive haciéndose delpoder.

La IV Internacional tuvo la oportu-nidad de avanzar a “ser de masas” enBolivia a condición de no traicionar,cuando el proletariado tomó su progra-ma y todas, absolutamente todas lascorrientes de la IV Internacional, rei-vindicándose “pablistas de la primerahora”, terminaron apoyando al gobier-no de Paz Estenssoro y colaborando enestrangular la revolución boliviana enel ‘52.

Tuvo esa oportunidad en Asia,donde el partido comunista japonés serompía con enormes fracciones prole-tarias que miraban al trotskismo luegode la revolución de los consejos obre-ros de Hungría que en el ‘56 fue aplas-tada por el stalinismo, que tenía laspuertas abiertas para penetrar en elpoderoso proletariado chino sometidobajo la bota de las camarillas stalinis-tas-maoístas.

Reafirmamos, y no nos cansaremosde decirlo, que cuando se levantaba laclase obrera en revolución política enAlemania en el ‘53, en Polonia en el‘71, en Checoslovaquia en el ‘68, enUcrania en el ‘68/’69… ¿los trotskis-tas en occidente dónde estaban?Estaban junto a Fidel Castro, junto alos comandantes sandinistas y enArgentina haciendo carrerismo electo-ral con el “frente del pueblo” junto alPC de Codovilla, el organizador delasesinato de Trotsky en México.

El Secretariado Unificado deMandel y compañía estaban como ase-sores del castrismo y negándose alevantar la consigna de “¡fuera el ejér-

cito rojo del glacis europeo!”. Y des-pués de ser tan, pero tan sirvientes delstalinismo en occidente, inclusivehabiéndose disuelto dentro del mismoa la salida de la segunda guerra mun-dial hasta el auge revolucionario del‘68/’74, se pusieron a llorar por “elatraso de las masas en oriente y en laURSS”, echándole la culpa a la claseobrera -y no a sus propias capitulacio-nes y adaptaciones- de que no existie-ran las secciones rusa, checoslovaca,china y húngara de la IV Internacional.¿Cómo iban a existir esas secciones sitodas las corrientes de la IVInternacional en los ‘60 y ‘70, desde elpablismo al morenismo, plantearonque su sección cubana era “ese nuevojacobinismo revolucionario” dirigidopor el stalinista Fidel Castro?

Como ya dijimos todo el trotskismode Yalta se dedicó a falsificar elpronóstico del Manifiesto de laGuerra, diciendo que “la IVInternacional sería de masas a la salidade la guerra”. No se trataba de esto el

pronóstico de la IV Internacional, quenunca fue una poción mágica comoesperaban los oportunistas.Insistimos, se trataba de no traicio-nar, señores. Se trataba de que si setraicionaba en todo un períodohistórico, como fue el de la posgue-rra que duró hasta el ’89 (en el cualésta se definió a favor del imperialis-mo con la restauración del capitalis-mo en los estados obreros); el cami-no a las masas estaba indudable-mente cerrado. El trotskismo durantedécadas no fue más que un grupo depresión sobre el stalinismo y la social-democracia, para luego, a partir del’89 cruzar el Rubicón y ser un cuartode fervorosos militantes de la VInternacional de las burguesías boliva-rianas, los desechos del stalinismo y lasocialdemocracia. Todo intento demarchar al internacionalismo militantey volver al programa de la IVInternacional fue efímero y de cortaduración. Nunca se llegó hasta el finalporque siempre se intentó justificar laadaptación y la capitulación.

El manifiesto de la guerra de la IVInternacional alertaba que si perdurabael régimen de la guerra (el pactoChurchill-Stalin-Roosevelt) los parti-dos revolucionarios iban a degene-rar… siempre y cuando les “gustara”adaptarse al stalinismo que usurpabalos triunfos de las masas a la salida dela segunda guerra. Y si antes se disol-vió el centro internacional, combatiresta presión a la adaptación ya no eraposible. La IV Internacional, centrali-zada para el combate mundial del pro-letariado, ya no existía como tal. Enuna federación de grupos nacionales,las capitulaciones nacionales ya fueronla moneda corriente.

Estamos ante una escuela de falsifi-caciones y falsificadores que ya llevan70 años intentando que no quede pie-dra sobre piedra de la continuidad delmarxismo revolucionario internacio-nal. ¡Fuera las manos del revisionismoy liquidacionismo de León Trotsky yla IV Internacional!

Los que siempre buscaron y ahora

buscan “un camino a las masas” y“hacerse de masas” ya lograron suobjetivo. Fueron utilizados por el stali-nismo y la socialdemocracia, y sus“partidos de masas” durante Yalta paraestrangular la revolución proletaria. Yaestán en la V Internacional, que “es demasas”. Hoy le administran los sindi-catos a la burguesía, entrando inclusi-ve a los gobiernos burgueses, soste-niendo a los Obamas, a la coronainglesa, con sus eurodiputados del par-tido laborista. Son asiduos impulsoresde los Foros Sociales Mundiales, man-dando caballos de Troya en sus buques“democráticos” para “liberar al marti-rizado pueblo palestino y terminar elbloqueo” como si fuera posible quellegue el pan a las hambreadas masasde Gaza sin arrebatarle el fusil y des-truir al ejército sionista asesino. ¡Yason de masas en su V Internacionalcon Hu Jintao, los Castro, los Chávez,el laborismo inglés, la izquierda deJesse Jackson del Partido Demócrata!¡Festejen!

Pero no “serán de masas” ni estarán

con ellas cuando éstas se levanten ennuevas revoluciones abriendo la cuartarevolución china, cuando se vuelva alevantar el proletariado norteamerica-no contra Obama, tan carnicero y ase-sino como Bush, cuando se desarrolley se extiendan las revoluciones obrerasen las ex repúblicas soviéticas, cuandoel proletariado ruso vuelva a levantarla estatua de Lenin junto a la deTrotsky en sus próximos embatesrevolucionarios. No serán los queharán flamear la bandera de la IVInternacional en La Habana, en Mazari Shariff ni en la Gaza ensangrentada.

Pierdan cuidado, no “serán demasas” cuando los obreros revolucio-narios bolivianos vuelvan a levantar elprograma de la IV Internacional, el delas tesis de Pulacayo, y el grito de gue-rra de “¡Fusil Metralla, Bolivia no secalla!”

Ya en el ‘89 el revisionismo nohabía dejado piedra sobre piedra de laIV Internacional. Sus revisionespasarán a la historia como un ultrajemás al marxismo. Junto a las del rene-gado Kautzky, las pseudoteorías de“revolución por etapas” y del “socia-lismo en un solo país”, se le debenañadir ahora las pseudoteorías de losrenegados del trotskismo que recogenlo peor del stalinismo y la socialde-mocracia para sostener, en nombredel trotskismo, a los cínicos contra-rrevolucionarios de la VInternacional, inclusive a exponentesburgueses en los frentes popularesasesinos de obreros y expropiadoresde la revolución proletaria.

Por eso, en nuestro homenaje aTrotsky y la IV Internacional, vamos aafirmar que no fue ni el programa ni lateoría ni la estrategia del trotskismo loque le cerró a la IV Internacional elcamino a las masas, sino que fue elservilismo del revisionismo y el opor-tunismo, que saliera de las entrañasmismas de nuestro partido mundial,que en el ‘89 se pasó abiertamente alcampo del reformismo.

Vamos a homenajear al camaradaLeón Trotsky, a la IV Internacional ysus fundadores, afirmando ante lanueva generación del proletariadomundial, que no fue el programa, lateoría de la IV Internacional la que fra-casó, sino que fueron los renegadosdel trotskismo los que transforma-ron al bolchevismo en una excepciónen estos últimos 70 años.

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¿Por qué una figura comoTrotsky fue tan calumniadaen la historia? Para el impe-

rialismo alemán y los 14 ejércitosimperialistas, derrotados por el prole-tariado soviético y europeo en los ‘20,Trotsky era un “vil carnicero” y “ase-sino sediento de sangre” que “masa-craba a niños indefensos”. Para el sta-linismo, que usurpó el poder de lossoviets, se había transformado en unagente contrarrevolucionario delMikado japonés y de la Gestapo nazi.Para la Gestapo no había “agente rojomás peligroso”.

Así terminó Trotsky, asilado enMéxico, sin visado, calumniado de seragente de Franco y luego de Cárdenas.Cuando el stalinismo firma el pacto de“no agresión” con Alemania en el año’38 (Molotov-Riventropp), la burocra-cia soviética acusa a Trotsky de seragente de Roosevelt. Bajo esas terri-bles condiciones, Trotsky había puestoen pie el centro internacional de laCuarta Internacional, una red de revo-lucionarios firmes que desde Portugala Moscú organizaban la sección sovié-tica y ponían en pie un partido revolu-cionario en el corazón mismo deEEUU, el SWP del joven Cannon.

¿Por qué tanta calumnia contra esta“personalidad” revolucionaria?, nospodemos preguntar. En una conferen-cia durante la guerra, Churchill yRoosevelt, los representantes delimperialismo norteamericano e inglés,discutían quién ganaba la guerra siEEUU entraba a la misma. Ambos serespondían: “gana Trotsky”, cuandoéste no tenía más que algunos miles demilitantes en el mundo.

Es que para las clases enemigas ysus estados mayores, en este caso losjefes de las pandillas imperialistas“democráticas”, el trotskismo, al igualque la Liga de los Comunistas de 1848de Marx y Engels, era el fantasma y elespectro de la revolución. Ellos sabíanque la guerra engendraba revoluciones

y que el trotskismo podría ser el parte-ro de sus triunfos, como lo fueran losinternacionalistas -que apenas cabíanen un sillón- que en el ’14, cuandocomenzaba la primera guerra mundial,se reunían en las conferencias deKienthal y Zimmerwald.

Pero a Trotsky, como también aLenin, no solamente se lo calumnió yse lo bastardeó. También se lo revisó,se lo intentó adocenar, se lo puso a lospies de los Castro, los Tito, los Mao, ode cuanto socialdemócrata “de izquier-da” o “progresista” anduvo en elmundo. Se lo sometió al peor de loscretinismos sindicalistas y al no menorde los cretinismos parlamentarios.

¿Por qué tanta saña en este 70º ani-versario del asesinato de Trotsky? ¿Porqué tanta falsificación e impostura delos que ya han roto abiertamente con eltrotskismo y su legado? Vamos a serclaros: tanta ignominia es para queno quede ni un solo trotskista queponga sobre sus hombros el legadoteórico y programático de la IVInternacional que mantiene su totalvigencia y vigor, que vuelva a ocu-par la silla vacía del congreso de susfundadores para darle continuidadal programa del marxismo revolu-cionario ante los nuevos aconteci-mientos con el método del materia-lismo histórico y dialéctico, bajo lasbanderas de la teoría de la revolu-ción permanente y el programa parala toma del poder. Buscan que nohaya trotskista alguno al que se leocurra poner en pie un centro inter-nacional para reagrupar al proleta-riado mundial bajo las banderas delinternacionalismo.

Les va la vida en que no se logreconstituir un punto de apoyo dondetodo obrero del mundo que quieraluchar por la revolución proletariainternacional y unirse con sus herma-nos de clase del mundo -como únicaposibilidad de triunfar en cada país-pueda agruparse bajo las banderas lim-

pias del programa que nos legaran losfundadores de la IV Internacional de1938, de Kienthal y Zimmerwald y dela III Internacional de Lenin y Trotskyen los ‘20.

Los reformistas, sirvientes de laburguesía y quienes les pagan, el capi-tal financiero y los capitalistas, todossaben que si la fracción internaciona-lista del proletariado mundial vuelve alcorazón de los explotados, volverá larevolución como la de los consejosobreros en Alemania, volverán lossoviets con direcciones revoluciona-rias para hacerse del poder, surgirán enlos países imperialistas partidos revo-lucionarios que jugarán su destino aldel proletariado del mundo colonial ysemicolonial que sus propias bur-guesías imperialistas oprimen y masa-cran. Volverán a surgir en el mundosemicolonial los partidos revoluciona-rios que no cederán ni un ápice ni ledarán el más mínimo apoyo a lascobardes burguesías nativas y sus

gobiernos, y que ligarán la suerte delproletariado de las colonias y semico-lonias al triunfo del proletariado en laspotencias imperialistas.

Ellos saben que hay cuentas quesaldar y que las saldará el internacio-nalismo militante de la fracción revo-lucionaria del proletariado mundial. Ylo hará cuando ya han comenzado acombatir los obreros chinos en manio-bras de motines, revueltas y accionesrevolucionarias.

En Kirguistán, desde la periferia alcentro, amenaza con volver en manio-bras revolucionarias el proletariado dela ex URSS. El escenario Vietnam esplanteado por el combate heroico delas masas de Afganistán. El fantasmadel trotskismo los aterra a todos.

¡Viva el Trotskismo! ¡Viva la IVInternacional!

Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

IX. LEÓN TROTSKY Y SU LEGADO: MIL Y UNA VEZ CALUMNIADO, Y MIL Y UNA VEZ FALSIFICADO

Los militantes trotskistas de la IV Internacional en Johanesburgo, Sudafrica 1934

Militantes de la Oposición de Izquierda en la URSS

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En este 70º aniversario del asesi-nato de León Trotsky, queremosrendirle un homenaje; y éste no

es más que el homenaje a su combatehistórico decisivo: la fundación de laIV Internacional y su legado, la teoríade la revolución permanente y su pro-grama, el Programa de Transición de1938. Queremos rendirle un homenajea la obra monumental más extraordi-naria que Trotsky contribuyó a con-quistar, y que sus destructores, detrac-tores y falsificadores aún no han podi-do derrotar y liquidar históricamente.Porque el programa de la IVInternacional y sus lecciones nosrecuerdan que las leyes de la historiason más fuertes que cualquier aparato.

El reformismo defiende y sostienea un sistema decadente que a cadapaso desecha a sus agentes tal cuallimones exprimidos. El reformismo nopuede resolver ninguno de los proble-mas de las masas. El capitalismo nisiquiera puede otorgar limosnas paraque los reformistas las hagan pasarcomo reformas. Por ello hacen sus“homenajes” a Trotsky a 70 años de suasesinato pintándose de trotskistaspara mejor denigrar al trotskismo yfalsificar su legado.

De las enormes contradicciones deun sistema que no merece vivir, antelos mayores padecimientos inauditospara las masas, se crean y recrean lascondiciones para que vuelva a resurgirmil y una veces el bolchevismo.Pequeños grupos revolucionarios dehoy podrán formarse y tendrán milesde oportunidades en todo un períodode crisis, guerras y revoluciones, queno sólo sigue abierto sino que se pro-fundizará de forma abierta y candenteen el siglo XXI.

Si no triunfa la revolución proleta-ria en una o varias potencias imperia-listas y en el mundo semicolonial, laemergencia del fascismo y nuevas gue-rras imperialistas locales o mundialesserán inexorables. Allí y en esas condi-ciones, el reformismo hocicará comopescado fuera del agua.

¡La IV Internacional no ha muerto!El marxismo vive en miles y centena-res de luchas de fracciones y tenden-cias a nivel internacional. La lucha porrefundar la IV Internacional y ponerlanuevamente en pie se corresponde a lanecesidad de la joven generación delproletariado de recibir un programa yuna bandera sin mácula para luchar ytriunfar.

Sólo la IV Internacional refundadacon su método y teoría, con las leccio-nes revolucionarias de los últimos 70años y de los tests ácidos más canden-tes de la lucha de clases mundial podráeducar a la nueva generación del pro-letariado para llevarla aguerridamentea la victoria.

Desde la FLTI afirmamos que enesa lucha por la refundación de la IVInternacional no habrá lugar paraoportunistas, para los que conviven adiario con las direcciones traidoras,para los que se sometan a los frentespopulares, a las burguesías bolivaria-nas e islámicas, ni para los que buscanuna solución junto a los imperialistas“democráticos”, que son tan carnice-

ros y asesinos como los Hitler y losMussolini de ayer.

Afirmamos con Trotsky y nuestroPrograma de Transición que “las trági-cas derrotas que el proletariado mun-dial viene sufriendo desde hace unalarga serie de años han llevado a lasorganizaciones oficiales a un conser-vadurismo todavía más acentuado y,al mismo tiempo, a los "revoluciona-rios" pequeño-burgueses decepciona-dos, a buscar "nuevos" caminos.Como siempre en las épocas de reac-ción y decadencia, por todas partesaparecen magos y charlatanes quequieren revisar todo el desenvolvi-miento del pensamiento revoluciona-rio. En lugar de aprender del pasado,lo "corrigen". Unos descubren lainconsistencia del marxismo, otrosproclaman la quiebra del bolchevismo.Unos adjudican a la doctrina revolu-cionaria la responsabilidad de los crí-menes y errores de quienes lo traicio-nan (…) La mayoría de estos apóstolesse han convertido en inválidos moralessin batalla.”

En este homenaje a León Trotsky a70 años de su asesinato, desde la FLTIafirmamos, parafraseando a nuestroPrograma de Transición, que con elropaje del trotskismo y revelacionesdeslumbradoras no se ofrecen al prole-tariado hoy, a principios del siglo XXI,más que viejas recetas enterradasdesde hace mucho tiempo en los archi-vos del socialismo anterior a Marx.

Desde la FLTI le declaramos unaguerra implacable, como lo hace elprograma de la IV Internacional, a laburocracia restauracionista castrista, ala lacra stalinista que devino en bur-guesía y entregó los estados obreros ala restauración capitalista. Le declara-mos una guerra implacable a las pan-dillas de parásitos imperialistas que sedisputan el botín sobre el flagelo, elhambre y la esclavitud de millones deobreros del mundo. Declaramos nues-tro compromiso irrefutable de enfren-tarlos con el método de la revoluciónproletaria.

Le declaramos la guerra a la VInternacional y a los renegados deltrotskismo que la sostienen porizquierda, tal cual satélites que orbitansobre ella. Es decir, tal cual plantea elPrograma de Transición, le declara-mos una batalla sin piedad al refor-mismo sin reformas, al pacifismo sinpaz y a los revolucionarios quetemen mortalmente a la revolución.

Homenajeamos al camaradaTrotsky y con él a los fundadores de laIV internacional, a los que tuvieron lavalentía de poner en pie un centrointernacional bajo las peores condicio-nes del fascismo, la contrarrevoluciónstalinista y la guerra para mantener ellegado de la III Internacional revolu-cionaria y de las lecciones más impor-tantes del marxismo revolucionario delsiglo XX.

Llamamos a continuar ese caminoy a poner en pie a la fracción interna-cionalista del proletariado mundialpara que vuelvan a juntarse en unKienthal y un Zimmerwald todos losrevolucionarios del mundo. Llamamosa las nuevas generaciones revoluciona-

rias a hacer uso de la crítica, a pensarcon su propia cabeza y a buscar la ver-dad. Tanto engaño, mentira y falsifica-ción contra el trotskismo, sobre todo elque se realiza en nombre de él, no que-dará impune en la historia. Y de lamisma forma llamamos a la claseobrera mundial más que nunca, a nodejarse atar las manos, a confiar sóloen sus propias fuerzas, a convencersede que nada se puede conseguir enalianza con los enemigos de clase y losexplotadores.

Llamamos al proletariado interna-cional a autoorganizarse, a recuperar lademocracia obrera y a expulsar firme-mente a los traidores de nuestras orga-nizaciones.

Afirmamos que la espontaneidadque el movimiento de masas ha des-plegado en el combarte ha sido unmillón de veces superior a la cobardíay al servilismo que han llamado a tenerlas direcciones reformistas con losexplotadores.

Llamamos a las nuevas generacio-nes del proletariado, sobre todo a sudestacamento más explotado como lajuventud obrera y la mujer trabajadora,a combatir para que vuelva el apoteg-ma del marxismo al proletariado mun-dial de que LA LIBERACIÓN DELOS TRABAJADORES SERÁOBRA DE LOS TRABAJADORESMISMOS.

Más temprano que tarde la jovengeneración del proletariado compren-derá que los que hablan en los “días defiesta” en nombre del socialismo y eltrotskismo, no luchan por él todos losdías ni combaten por su programa parallevar al proletariado al triunfo. Ellosen este 70º aniversario hacen promesasde victorias, para todos los días dejar-le al proletariado solamente jalones dederrotas.

Ha llegado la hora de fortalecer uncentro internacional, de poner en pieun estado mayor de la revolución mun-dial, del cual la FLTI se considera sóloun punto de apoyo para conquistar unComité Internacional Refundador de laIV Internacional de 1938.

Contra el revisionismo y el oportu-

nismo sin principios, en este homenajea Trotsky decimos “la IVInternacional no busca ni inventa nin-guna panacea. Se mantiene entera-mente en el terreno del marxismo,única doctrina revolucionaria que per-mite comprender la realidad, descu-brir las causas de las derrotas y pre-parar conscientemente la victoria. LaIV Internacional continúa la tradicióndel bolchevismo que por primera vezmostró al proletariado cómo conquis-tar el poder. La IV Internacional des-hecha a los magos, charlatanes y pro-fesores de moral. En una sociedadbasada en la explotación, la moralsuprema es la de la revolución socia-lista. Buenos son los métodos que ele-van la conciencia de clase de los obre-ros, la confianza en sus fuerzas y suespíritu de sacrificio en la lucha.Inadmisibles son los métodos que ins-piran el miedo y la docilidad de losoprimidos contra los opresores, queahogan el espíritu de rebeldía y deprotesta, o que reemplazan la voluntadde las masas por la de los jefes, la per-suasión por la coacción y el análisisde la realidad por la demagogia y lafalsificación. He aquí por qué lasocialdemocracia, que ha prostituidoel marxismo tanto como el stalinismo,antítesis del bolchevismo, son los ene-migos mortales de la revolución prole-taria y de la moral de la misma. Mirarla realidad cara a cara, no buscar lalínea de la menor resistencia, llamar alas cosas por su nombre, decir la ver-dad a las masas por amarga que ellasea, no temer los obstáculos, ser fielen las pequeñas y en las grandescosas, ser audaz cuando llegue la horade la acción, tales son las reglas de laIV Internacional. Ella ha mostradoque sabe marchar contra la corriente.La próxima ola histórica la pondrásobre su cresta”.

¡Viva la IV Internacional!¡Viva el internacionalismo proletario!¡Por el triunfo de la revolución

socialista internacional!

SECRETARIADO DE COORDINACIÓN INTERNACIONAL

DE LA FLTI

15Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

X. BAJO LA BANDERA DE LA IV INTERNACIONAL

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16 Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

El camino a la guerra se abrecon la derrota de la revolu-ción española y francesa, ycon el proletariado alemán

aplastado por la bota de Hitler. En1938 con la excusa de “impedir queHitler invada la URSS”, el canalla deStalin le firma un pacto de no agresiónal fascismo alemán.

Hitler, como correctamente denun-ciaba la IV Internacional, le firmódicho pacto a la burocracia stalinistaporque necesitaba del trigo de Ucraniapara abastecer sus ejércitos y así mar-char sobre Occidente para tomarFrancia -como lo hizo- y toda Europa.El ejército alemán no terminaba de lle-gar a las puertas de París que largabaun ataque furibundo sobre la URSSque dejó el saldo de 500.000 obreros ycampesinos asesinados en una semana,mientras el cobarde de Stalin llorabaen una Dacha y era buscado por toda laburocracia soviética que le pedía “porfavor” que vuelva a salvar los interesesde todos ellos.

Como afirmaba Trotsky, el acuerdode Stalin con Hitler de “no agresión”significaba “decirle al zorro que no secoma a la gallina”, puesto que lasegunda guerra mundial demostrabatener un doble carácter, como correcta-mente lo había predicho la IVInternacional. Era interimperialista enla medida en que Alemania debía rom-per el cerco del tratado de Versallesque le habían impuesto los vencedoresde la primera guerra mundial, y tam-bién en la medida en que EE.UU.debía salir con su enorme capitalfinanciero a dominar el mundo. Pero asu vez, el objetivo de ambos imperia-lismos (el fascista y el “democrático”)no era otro que quedarse con la URSSrestaurando el capitalismo. Así searmaba y se preparaba el trotskismopara centralizar las fuerzas de losinternacionalistas frente a la segundacarnicería mundial a la que la deca-dencia del imperialismo empujaba a lacivilización entera.

Mientras Hitler continuaba inva-diendo la URSS, Stalin se sentaba enla mesa con Churchill y Roosevelt aformar el nuevo comando “democráti-co” de la contrarrevolución mundial.Éstas eran las condiciones internacio-nales en las que la KGB tejía y prepa-raba los golpes contrarrevolucionariosa los militantes trotskistas y en parti-cular al camarada Trotsky. Es que laIV Internacional enfrentaba la cobardepolítica del stalinismo también en laguerra misma.

El asesinato de Trotsky persiguió el

objetivo de dispersar las filas de la IVInternacional y poner en pie ese “fren-te democrático” entre la burocraciasoviética y los imperialismos“democráticos” de Churchill yRoosevelt, que al finalizar la guerracon la derrota alemana le garantizarala propiedad de conjunto al imperialis-mo y al capitalismo mundial. Y sobretodo, que le permitiera a este bloque,predecesor y fundador de la ONUactual, realizar la restauración delcapitalismo en la URSS a la salida dela guerra.

No todo les salió bien. La guerraresultó ser nuevamente partera derevoluciones y todos juntos no pudie-ron impedir la expropiación de la bur-guesía en un tercio del planeta.

Si la burocracia stalinista no leentregó las llaves de Moscú al impe-rialismo “democrático” –como lohicieran Yeltsin y Gorbachov en los’80- y si Churchill y Roosevelt nopudieron llegar, comandando a losmismos generales alemanes que se rin-dieron luego de la caída de Hitler enAlemania, o sea si el comando de losimperialismos “democráticos” esta vezcon Mc Arthur a la cabeza no pudo lle-gar a tomar la URSS, fue por la heroi-ca resistencia de las masas. El proleta-

riado soviético y de Europa del Este yde Occidente pusieron más de 25millones de muertos para aplastar alfascismo, y algunos millones más paraderrotar a las fuerzas asesinas japone-sas y de Chan Kai Shek en China yhacer huir en desbandada de Asia a lastropas de Mc Arthur tras la guerra deCorea en 1952, que la canalla burocra-cia stalinista-maoísta contuvo en elparalelo 38. De la misma manera, lacamarilla stalinista contuvo el avancede las masas de la URSS y del esteeuropeo en las puertas de Berlín, justa-mente para no expropiar al imperialis-mo alemán y que no triunfe la revolu-ción en ese país. El pacto de Yalta yPostdam le dio a la burocracia stalinis-ta desde Alemania del este hastaMoscú, el rol de controlar a la revolu-ción proletaria en oriente, y de desar-mar al proletariado italiano, griego,francés, etc. para impedir el triunfo dela revolución socialista en la Europaimperialista de occidente.

Rendir homenaje entonces aTrotsky a 70 años de su asesinato y alos fundadores de la IV Internacional,es saldar cuentas con décadas de revi-sionismo y liquidacionismo al interiorde nuestro partido mundial en la pos-

guerra, que le echó la culpa a Trotskyy a la IV Internacional de sus propiosfracasos, ignominias y capitulaciones,y que transformaron a nuestro partidomundial en un apéndice del stalinismoy la socialdemocracia durante Yalta.

Nada más justo que el pronóstico yel programa de la IV Internacional conel que se preparó al proletariado mun-dial frente a la guerra a mediados delsiglo XX. Trotsky en persona, en unaconferencia de la IV Internacional,ajustó e intervino de forma decisiva ladeclaración de dicha conferencia, quefue el Manifiesto de la Guerra de la IVInternacional. De estas lecciones yprograma reniegan hoy todos los rene-gados del trotskismo, negándose a pre-parar de esta forma a las nuevas gene-raciones del proletariado para las pró-ximas guerras, revoluciones y contra-rrevoluciones que preparará el sigloXXI en condiciones aun más agudas.

En el ’40 el programa de la IVInternacional -que mantiene hoy unaenorme vigencia y enfrenta abierta-mente a todas las direcciones servilesde las “caras democráticas” de los car-niceros imperialistas- afirmaba:¡Ningún apoyo a los imperialismos“democráticos” ni de Roosevelt ni de

LA IV INTERNACIONAL CON LEÓN TROTSKY PREPARÓ A LAVANGUARDIA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL PARAINTERVENIR CON UN PROGRAMA REVOLUCIONARIO EN LASEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y EN TODO UN PERÍODO DE

REVOLUCIONES EN LA POSGUERRA

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17Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

Churchill, ni mucho menos a las pan-dillas imperialistas francesas, aliadasunas a Hitler y otras a Churchill, que siéstas ganan la guerra con sus aliadosangloyanquis masacrarán en el mundopeor o igual que el fascismo!

¡Cuánta razón y justeza encerrabael programa y el legado de la IVInternacional, cuando vimos en la pos-guerra a los asesinos de las pandillasimperialistas “democráticas” francesasmasacrar a un millón de obreros ycampesinos en la revolución que sacu-diera a Argelia en los ’50, y dando cur-sos y lecciones de tortura a todos losejércitos contrarrevolucionarios delplaneta!

Ni hablar de las masacres y geno-cidios cometidos en los últimos 70años por el imperialismo angloyan-qui, el vencedor “democrático” de lasegunda guerra, cuyo resultado se ter-minó de definir en el ’89 cuando laburocracia stalinista, una vez que fuederrotado y sacado de escena el prole-tariado en occidente, entregó los esta-dos obreros y se pasó con armas ybagajes al capitalismo.

Así EE.UU., imponiendo la restau-ración capitalista, terminar por erigirsecomo el vencedor de la guerra. Estavez su mercado interno ya es el mundoentero, y lo domina con la teoría deHitler y de los generales nazis de “civi-lización o barbarie”, donde ellos son la“civilización” que deben masacrar,contener y dominar a los pueblos “bár-baros” y oprimidos con centenares ycentenares de bases militares en todoel mundo, organizadas y centralizadascon 5 comandos militares en todo elmundo.

¡Cuánta razón la de los pronósticosde Trotsky y la IV Internacional! Del“frente imperialista democrático” sur-gieron los generales “nazis” de Obamay Wall Street para masacrar y controlarel mundo.

Durante la guerra la CuartaInternacional luchaba por la defensade la URSS invadida por Hitler. Peroafirmaba que esa defensa pasaba pororganizar células revolucionarias en labase del ejército alemán para que losobreros dieran vuelta el fusil en laFrancia ocupada y en el frente de bata-lla de Stalingrado, para apuntar contraHitler y su camarilla imperialista.

La IV Internacional afirmaba quemientras se combatía al fascismo,como lo hacían millones de obreros ycampesinos rojos, se conquistaban lasmejores condiciones para derrotar aStalin, que era el gran impedimentopara que el proletariado sea el quegane la guerra y no las pandillas impe-rialistas. Por esa vía era que sedefendía a la URSS. El grito de guerrade los trotskistas era: “¡Para defenderla URSS hay que derrotar a la pandillacontrarrevolucionaria de Stalin, que seapresta a entregar el estado obrero alimperialismo “democrático” deChurchill y Roosevelt!”

Todo obrero con conciencia declase podrá ver que más allá de los rit-mos, este proceso de entrega de laURSS a Roosevelt y Reagan -Churchill y Thatcher se dio apenas 40años después. La tardanza fue graciasa la heroicidad del proletariado mun-dial y sus procesos de revoluciones enoccidente que lo impidieron, y no por

la “defensa de la URSS” que hicieronlas pandillas stalinistas, liquidando yabortando la revolución socialistamundial.

Para el trotskismo y la IVInternacional el triunfo de la revolu-ción política contra la burocracia sta-linista era la única garantía de poner ala URSS como bastión de la revolu-ción europea durante y después de laguerra.

“¡Pero esto no se dio!”, chillan losrevisionistas. Pero no por la valentíastalinista, a la que ellos sirven, sinopor la heroicidad de las masas y por-que no triunfó la revolución políticadurante y a la salida de la guerra. Noolvidemos que todos los renegados deltrotskismo en Europa, bajo las órdenesdel pablismo, ya habían colocado den-tro de los partidos comunistas a la IVInternacional. ¿Cómo iba a encabezarel trotskismo los procesos de revolu-ción política, si estaba dentro de lospartidos comunistas?

Porque no triunfaron las revolucio-nes políticas que sacudieron a los esta-dos obreros en toda la posguerra, quefueron traicionadas abiertamente porlos liquidadores de la IV Internacional,es que los triunfos tácticos del proleta-riado mundial devinieron en derrotasestratégicas en el ’89.

Pablistas, mandelistas, morenistas,healistas, lambertistas han revisado elprograma, la teoría y la estrategia conla cual la IV Internacional preparó alproletariado mundial para la guerra ypara todo el período de la posguerra,para jugar un rol central y decisivo enel período histórico que se abría.

El morenismo y el pablismo afir-maban, como así también lo hacíanlas secciones nacionales abandonadasa su suerte durante la guerra enEuropa, de que ésta había sido una“guerra de regímenes” entre “demo-cracia y fascismo”.

Los oportunistas del trotskismo deYalta se creyeron la novela del impe-rialismo “democrático” de Roosevelt ysus sucesores. Se creyeron el verso deldesembarco en Normandía de las tro-pas del imperialismo “democrático”,es decir la invasión a Europa que estoshicieron “para liberarla del fascismo”recién en el ’45 para dejar que las tro-pas alemanas desgastaran, masacrarany devastaran a la Unión Soviética.Como lo afirman todos los archivoshoy desclasificados del Pentágono, lapolítica yanqui no era otra que:“Alemania aplaste a la URSS, pero queno gane la guerra”. Esto lo expresabacínicamente Truman, que afirmabaque “Alemania debe destruir lo sufi-cientemente a Rusia como para quenos permita a nosotros quedarnos conella sin resistencia, pero no puedederrotarla más allá de la cuenta yganarla guerra”. Es que si lo hacía, sequedaba Alemania con un nuevo mer-cado y le abría a EE.UU. una disputaabierta por el mundo. Así, el imperia-lismo “democrático” preparaba que-darse con el botín del estado obrero…En su estrategia, el fascismo de Hitlerera un componente decisivo y clavepara quedarse con la URSS, junto alsometimiento del stalinismo al frentede los aliados con Churchill yRoosevelt.

¡Cuánta verdad encerraba, como

síntesis del bolchevismo, la estrategiay el combate de la IV Internacionalfrente a la guerra!

Y esto no es música del pasado.Hoy vemos a toda la izquierda mun-dial ponerse a los pies de Obama ysostener a los gobiernos bolivarianos“democráticos”, como los frentespopulares de Bolivia. ¡Cuánta actuali-dad la de estas lecciones revoluciona-rias! Ahí está en la historia el frentepopular “democrático” del imperialis-mo francés, que luego de estrangular larevolución del ‘36 en Francia, cuandolas tropas de Hitler van llegando a laspuertas de París en el ’38, con LeónBlum a la cabeza va a buscar al gene-ral Petain, que es nombrado por el par-lamento como el “salvador de Francia”para que la “defienda” de Hitler.

Ese “salvador” Petain, el generaldel frente popular, es el que le entrególas llaves de París a Hitler y se asociacon el ocupante para hacer buenosnegocios, demostrando que el capita-lismo no tiene fronteras sino negocioscomunes y/o guerras por el botín cuan-do las necesitan.

Cualquier similitud con el socialis-ta Allende nombrando a Pinochetcomo comandante en jefe de las fuer-zas armadas en Chile en el ‘73, paraque luego éste aplaste a los cordonesindustriales con un golpe contrarrevo-lucionario, no es mera casualidad.Cualquier parecido con el pacto deMorales y la Media Luna fascista paramantener el poder de la Rosca que fueenfrentado por la revolución del2003/2005 en Bolivia, tampoco espura casualidad.

Los Clinton y Obama, sosteniendocon una mano a los golpistas, y hacien-do recorrer con la otra a ZelayaCentroamérica, quien fuera sostenidopor toda la izquierda del continenteamericano, para luego legitimar conelecciones al régimen golpista enHonduras, no fue una estrategia bur-guesa inventada por los estrategas delpentágono en el año 2010. En nombrede la “democracia” y la “libertad”mandar a Irak a la Edad Media yenviar nuevas tropas “democráticas”para masacrar en Afganistán, no esninguna novedad. Tampoco es novedo-so el Obama “democrático” sostenido

por todas las organizaciones obrerassocialimperialistas.

El revisionismo de la IVInternacional, continuador del men-chevismo y el stalinismo, no le hadejado ningún legado al proletariadomundial. Sólo una trampa que losomete a la burguesía.

Rendirle homenaje a Trotsky hoyes sacar las lecciones revolucionariasde la revolución y las guerras del sigloXX. Sin esas lecciones no se podránconquistar las condiciones para la vic-toria del proletariado en el siglo XXIni mucho menos preparar a los parti-dos revolucionarios para nuevas gue-rras que depara el putrefacto sistemaimperialista mundial, que a no dudar-lo, si no triunfa la revolución proleta-ria, comenzará en el siglo XXI dondeterminó la segunda guerra mundial,con los bombazos atómicos deHiroshima y Nagasaki. ¡Ay del prole-tariado mundial –decía el manifiestode la guerra de la IV Internacional en1940- si cree que la anterior fue la últi-ma de las guerras!

La debacle actual y la bancarrotadel capital financiero profundizaránlas disputas de las potencias imperia-listas por el mercado. Los imperialis-mos perdedores en la actual crisismundial se volverán agresivos pararecuperar sus zonas de influencia.Como buitres, los vencedores se inten-tarán repartir un mercado mundial quese achica, y más temprano que tarde, siel proletariado no lo impide, los pico-tazos serán entre ellos.

SCI

La toma del Palacio de Invierno en Rusia 1917.

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18 Por la Refundación de la IV Internacional de 18

En 1989 todos los renega-dos del trotskismo esta-llaban país por país, algo

consternados por los cascotazosdel muro de Berlín y las estatuasde Lenin en Moscú que se caíansobre sus cabezas. Un revisio-nismo contra el trotskismoemergió de las profundidades delas cloacas decadentes del siste-ma capitalista.

El pasaje de los renegadosdel trotskismo abiertamente alas filas de la V Internacionalfue preparado con este revisio-nismo despiadado que fue elfuego que calentó una nuevahorneada de menchevismo sur-gida de las filas de la IVInternacional.

En el ’89 se daba, por lanegativa, exactamente elpronóstico de la IVInternacional: “o triunfa unarevolución política que derribe ala burocracia o ésta devendrá ennueva clase poseedora entregan-do la conquista del estado obre-ro al sistema capitalista mundial”.

En ese momento, el trotskismo era el único lugardesde donde se podía hablarle al movimiento obrero.La burocracia stalinista contrarrevolucionaria, deve-nida en restauradora, convertía el rublo y con susmaletas cargadas con millones de dólares huía adepositarlos en el Citibank, y se apresuraba a actuarcomo agente directo del mismo y del FMI, privati-zando de forma salvaje la ex URSS.

Ya las fuerzas productivas de esos estados obre-ros estaban decadentes. Ya no había conquistas paradefender. La burocracia stalinista las había enterradoentregando la revolución mundial.

Los renegados del trotskismo, que habían seguidocomo alma al cuerpo al stalinismo, estallaban comoun big bang. Entre tanta crisis… ¿a quién había queecharle la culpa?… A Trotsky.

Sectores de los renegados del trotskismo afirma-ban en ríos de tinta que se estaba ante una “restaura-ción capitalista pacífica”, mientras se caían las esta-tuas de Lenin, mientras se masacraba en la Plaza deTiananmen, mientras los aviones de la OTAN bom-bardeaban los Balcanes, mientras los ejércitos blan-cos rusos masacraban en Chechenia y mientras 23ejércitos comandados por Bush padre invadían Iraken el ’91… Un cinismo y una mentira a los que sóloles faltaba colgarse de la bandera “democrática” nor-teamericana.

Como no podía ser de otra manera, surgió unrevisionismo del oportunismo de la IV Internacional,que no dejó piedra sobre piedra del trotskismo. Paraéste, el mal de todos los males estaba en la matriz, enla teoría y el programa de fundación de la IVInternacional. Para este revisionismo del ‘89 y prin-cipios de los ‘90 “la culpa” de tanto desastre la teníaTrotsky y el trotskismo, porque “fue sectario”, “novio que había una guerra de regímenes en España”,“aplicó una política antidefensista equivocada en laguerra”. Es decir, estamos frente a un revisionismoque no sólo justificaba las adaptaciones y capitula-ciones que habían llevado a la ruina a la IVInternacional, sino que inclusive renegaba de la polí-tica que ellos mismos habían sostenido décadasatrás, para así pasarse abiertamente al reformismo.

En este caso ya no podían echarle la culpa a que“perduraba el régimen de la guerra” para justificarsus capitulaciones, porque que surgía el régimen del’89, de “fortaleza del capitalismo”, al que ahora

“había que adular” y prepararse para “50 años deexpansión capitalista luchando por reformas”.

La conclusión de este revisionismo contra elsupuesto “sectarismo” de Trotsky no podía ser otraque la que iluminara los pasos de los sirvientes de laRenault, la Citroën y la V República francesa comola LCR que rompían abiertamente en su programacon la lucha por la dictadura del proletariado. Separecían grotescamente a Felipe González deEspaña, que en la década anterior declaraba pompo-samente “abandonar el marxismo”. Y decía estocuando se preparaba a ser comandante en jefe delejército del imperialismo español, junto al reyBorbón.

Aunque ambos, los felipillos y los amigos deAlain Krivine y Mandel, ya hace rato habían renun-ciado al marxismo y a la toma del poder, tenían quevenir ahora a decirlo abiertamente para envenenar laconciencia de millones de obreros del mundo. Ellostenían que decirles que la dictadura del proletariadoya no era posible, y tal afirmación tenía que venir delos conspicuos y reconocidos dirigentes de la IVInternacional.

Otros revisionistas, sin decir que rompían con lateoría y el programa del marxismo revolucionario,anunciaban muy sueltos de cuerpo que “Trotsky y laIV Internacional se habían equivocado porque sededicaron a defender un estado obrero indefendible,que había dejado de ser tal a partir de los ’30 o los‘40”. Formulaban estupideces pseudoteóricas, quehoy repiten el MAS de Argentina o varios “socialis-tas” europeos, hablando de la URSS como “un esta-do burocrático”, cuestión que ya fuera refutada porTrotsky en “En Defensa del Marxismo”, en “LaRevolución Traicionada” y en todo un manual decombate por la revolución política. Si faltaba algunaprueba en la historia, ya el trotskismo demostró queel carácter de clase de los estados tiene que ver conqué clase ostenta el poder, qué clase es propietaria delos medios de producción y de cambio. Y por másque escriban ríos de tinta, nunca existió un “estadoburocrático que no es ni obrero ni burgués”.

Ante los golpes de la revolución internacional yla revolución política en los entonces estados obre-ros, la burocracia se desintegraba, y esto la empujóen la historia a devenir en clase poseedora. Pero paraello antes tuvo que aplastar al proletariado mundial,como lo hizo en primer lugar entregando el triunfode la revolución socialista a la salida de la guerra,

desarmando al proletariado europeo y sometiéndoloun millón de veces más para la reconstrucción de laspotencias imperialistas. En segundo lugar, la buro-cracia stalinista fue un factor fundamental en cola-borar con derrotar el ascenso revolucionario 68/74,aplastando los procesos de revoluciones políticas deleste europeo. Este y no otro fue el pronóstico expre-sado en el manual de la revolución política en “LaRevolución Traicionada”, ese magnífico trabajo deLeón Trotsky y la IV Internacional.

Todos los que anunciaron el “sectarismo” deTrotsky y la imprecisión del legado teórico y pro-gramático de la IV Internacional se rompieron losdientes en la historia, pero fue el proletariado el queen la vida sufrió las durísimas derrotas.

Jack Barnes, el destructor del SWP norteamerica-no, anunciaba que la revolución era tan potente y taninminente, que “con cualquier dirección se podíatomar el poder”. Así liquidaba la premisa central delprograma trotskista, que versaba justamente de queel factor determinante del avance o no de la revolu-ción proletaria tenía que ver con el carácter revolu-cionario o no de la dirección del proletariado.

“Su” dirección terminó siendo… la pandillaburocrática de los Castro, a los pies de los cuales,luego de expulsar a toda la vieja guardia del SWP,pusiera a ese partido como un apéndice de la buro-cracia castrista.

En lo que respecta al revisionismo, el morenismono le perdió pisada al pablismo y a los liquidadoresdel SWP norteamericano. Había que reformar lateoría. Había que inventar la revolución democráticacomo “el primer paso de la revolución socialista”.“¡Todos contra la burocracia!” decían los morenistasen Rusia, en Polonia, en China, etc. Y en una segun-da etapa o paso de la revolución política, vendría “larevolución socialista de los soviets”.

Esta revisión brutal del programa y la teoría de larevolución política al interior de las organizacionesobreras y del estado obrero equivalía a decir “todos,inclusive con la burguesía ‘democrática’, contra laburocracia totalitaria para echarla de los sindicatos”,es decir del estado obrero. Esta cuestión terminócomo tenía que terminar: con la burguesía “democrá-tica” destruyendo “los sindicatos”, o sea los estadosobreros, ya sea con contrarrevoluciones “democráti-cas” o “burocráticas”. Y el segundo paso de sus revo-luciones políticas demostró que lo que surgieron fue-

A PARTIR DEL ’89 SE DESBARRANCA EL TROTSKISMO DE YALTADEL REVISIONISMO AL LIQUIDACIONISMO DE LA IV INTERNACIONAL

Los procesos de la restauración capitalista en 1989

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19Por la Refundación de la IV Internacional de 1938

ron los Yeltsin, los Deng Xiao Ping, los Hu Jintao,los Lech Valesa en Polonia como los más grandessirvientes del Citibank y de los yanquis, que ya antesse habían dedicado a socavar todas las conquistas delos estados obreros. En Argentina, donde se votó y sedesarrolló la pseudoteoría de la revolución democrá-tica (en el viejo MAS), ésta sólo dio como origen elrégimen infame de la constitución del ‘53 a partir dela caída de la dictadura militar.

Así le fue al MAS, al SWP, a la LCR francesa, allambertismo y al healismo. No dejaron ni rastros decontinuidad teórica y programática de la IVInternacional y su legado.

Es que más y más la teoría y el programa deltrotskismo mostraban su validez histórica en el ’89,y más y más los oportunistas y renegados del mar-xismo se alejaban del trotskismo y rompían abierta-mente con él.

Aparecían pseudoterías “marxistas” de la “pos-modernidad” como hongos bajo la lluvia, queseguían a los eruditos pequeño-burgueses académi-cos y pseudomarxistas de las universidades yanquisy europeas. Petras pasó a ser el gran teórico y conse-jero de los renegados del trotskismo, mientras pres-taba sus buenos servicios a la burocracia stalinistacastrista y participaba de todas las reuniones interna-cionales de los supuestos “trotskistas”.

Indudablemente todos estos “intelectuales” ycharlatanes varios, rápidamente, sólo porque se caíanun par de estatuas, renegaban del leninismo yvolvían a levantar ellos las estatuas del capitalismo.Esto se vio, por ejemplo, cuando cambiaron al bol-chevismo por el “socialismo libertario”. Así, al igualque el stalinismo, posaban sus garras y pesuñassobre Rosa Luxemburgo (transformándola previa-mente en una demócrata liberal) para contraponerlaal bolchevismo, después de que estos movimientosinternacionalistas superaran sus diferencias enKienthal y Zimmerwald, en la III Internacional y enríos de sangre en la revolución alemana y sus leccio-nes que dejaron un enorme legado al proletariado

mundial.Otros llegaron más lejos. Tal cual alquimistas y

curanderos quisieron unir a Trotsky y Gramsci. Esteinvento lo desarrollaron los liquidacionistas del PTS.Vieron a partir del ’89 “un capitalismo floreciente”,inclusive a un imperialismo que para sostenerse ydominar el mundo “expandía la democracia portodos lados”. Por supuesto que esta gente ni pasabacerca de Irak ni de las masacres de Afganistán y nodigamos nada de Gaza, del África ensangrentada, deChechenia, o de los Balcanes… Es más, llegaron aver, ya bien entrados los primeros años del sigloXXI, que surgía “una tercera vía” entre el capitalis-mo y el socialismo, que tal cual expansión de TonyBlair de Inglaterra, iba a llegar a América Latina yAsia. Pero lo que vino allí fue bonapartismo, genoci-dio, frentes populares, golpes contrarrevoluciona-rios, muchas cárceles de la CIA y bases militares entodo el mundo, hasta que la “tercera vía” no existiómás. Tal cual magos escondieron el conejo que antessacaban de su galera para luego mostrar otro distin-to. Aun no se sabe en qué momento, si en el 2007,2009… ¿2010? el PTS dejó de parlotear sobre que“en la URSS no había restauración capitalista porqueno había un funcionamiento normal del capitalis-mo”, es decir ordenado y serio, y “sólo había bandasde protoburguesías que se robaban y saqueabantodo.” ¡Pero si ese es el capitalismo moderno, elimperialismo!

Hoy estos pseudoteóricos charlatanes tendríanque decir que el capitalismo no existió nunca, cuan-do ven que estalla la crisis del 2007 en Wall Street yqueda al desnudo la pudrición de este sistema capi-talista imperialista y las bandas de delincuentes quecomponen las pandillas imperialistas.

Por supuesto que para esta gente se trataba deaplicar la teoría de “acumular poder popular” deGramsci para los tiempos de estabilidad burguesa.Tan sólo programas mínimos sectoriales con colate-rales para las mujeres, para los obreros, para los estu-diantes, para los abogados, con los socialistas “ilus-trando” a sus propios militantes… e intentaban con-

ciliar esto con elPrograma deTransición que porsupuesto sólo sirve yserviría para losmomentos de crisis yrevolución abierta.Esto significa plantear“todos los días lucha-mos por la reforma yde vez en cuandohablamos de revolu-

ción, y cuando ésta llega… tenemos cuadros y parti-dos que sólo saben hablar el lenguaje de la reforma,y en la revolución sólo saben adaptarse a las direc-ciones traidoras”. Toda similitud con el stalinismo demediados y fines de los ’20 no es mera casualidad.

Gramsci, el stalinista que llamaba desde la cárcela masacrar físicamente a la Oposición de Izquierda yliquidar a Trotsky, era puesto por el PTS como otrapersonalidad política de la izquierda mundial comoPetras, Perry Anderson o Hobsbawm, y todos ellosjunto a Trotsky. Un pérfido chiste de mal gusto.

Y con mucho mal gusto, también la LIT/PSTUllevaba a sus encuentros y reuniones en Conlutas nosólo al castrista Petras para que diera los informesinternacionales, sino que compartía mesas y reunio-nes del Foro Social Mundial con las protoburguesíasbolivarianas, a las que siempre les hicieron de com-parsa en las mismas.

No hubo generación más cínica del movimientotrotskista y de la posguerra que la que en los ’90 leterminó de echar la culpa a la IV Internacional y suprograma de sus propios fracasos e ignominias con-tra el proletariado mundial. Luego fueron ellos losque a principios del siglo XXI cruzaron el Rubicónpara instalarse en la orilla del reformismo.

Estos revisionistas hicieron y hacen todo estopara ocultar la única verdad: que el programa de laIV Internacional pasó la prueba y los trotskistasno. Así pagó la IV Internacional la disolución de sucentro internacional en el ’40, deviniendo comofederación y como movimiento centrista durante y ala salida de la guerra. De esto no fueron responsableni el stalinismo ni el asesinato de Trotsky. Fueronlas adaptaciones, como ya dijimos, a los imperia-lismos “democráticos” durante la guerra, y al sta-linismo y la socialdemocracia en la posguerra.

Ahí están las consecuencias. La clase obreramundial ha perdido y hoy no tiene un estado mayorinternacionalista, cuando éste es cada vez más nece-sario en la historia para que triunfe la revoluciónsocialista y la humanidad toda no se precipite a labarbarie.

En el ’89 se enojaban con Trotsky y con todo ellegado de la IV Internacional y sus fundadores. Hoy,luego de destruirlo, le hacen homenajes hipócritas,dándole a Trotsky “una aureola de gloria” para reves-tirse un poco de ella y mejor engañar a las masas. Alrevisionismo y a los renegados del trotskismo bienles cabe las posiciones de Trotsky frente al stalinis-mo en Francia en los ’30: “Lenin sembró dragones ycon ustedes sólo se cosechan pulgas”.

SCI

Pida las Resolucionesdel 2do Congresode la FracciónLeninista TrotskistaInternacionalSobre la CuestiónChina

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