l - instituto de investigaciones jurídicas -...

37
SEGUNDA C0NI;ERINCIA EL PROBLEMA AGR.%KIO ACTU:\L Martes 12 de marro de 1968 Confel-ericinntc: Srñor ingeniero KAMÚK F'I.K~~ÁSDIL Y FEKXÁNDEZ Mesa Redoridn: Señor doctor O C ~ ~ A V I O HEXNÁNOI<Z Señorita licenciada h l ~ ~ l a LUISA Lrai. 1 1~:~ Señor licenciado KAÚL LEMLS CAR<:~A Señor 1icenci;icio Lcis HUERTA CAMPUIANO y Señor licenciado TLouu~o ANGELES ZL.RI.IA zllo<l~rador: Señor licenciado Joaci. GAnairi. GARC~A Kqps www.derecho.unam.mx

Upload: phamdang

Post on 26-Aug-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

SEGUNDA C0NI;ERINCIA

EL PROBLEMA AGR.%KIO ACTU:\L

Martes 12 de marro de 1968

Confel-ericinntc:

Srñor ingeniero KAMÚK F ' I . K ~ ~ Á S D I L Y FEKXÁNDEZ

Mesa Redoridn:

Señor doctor O C ~ ~ A V I O HEXNÁNOI<Z

Señorita licenciada h l ~ ~ l a LUISA Lrai. 1 1 ~ : ~

Señor licenciado KAÚL LEMLS CAR<:~A

Señor 1icenci;icio Lcis HUERTA CAMPUIANO y

Señor licenciado TLouu~o ANGELES ZL.RI.IA

zllo<l~rador:

Señor licenciado Joaci. GAnairi. G A R C ~ A K q p s

www.derecho.unam.mx

Page 2: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

Moderador:

Señor director Ernesto Flores Zavala; señor licenciado Jos6 Luis Gonzá- ler Robles, representante del señor profesor Juan Gil Preciado, secreta- rio de Agricultura y Ganadería: doctor Mauricio Carril, experto de la FAO, asesor de la Secretaría de Agricultura y Ganadería: honorables miembros del Presídium y distinguidos maestros que componen la Mesa Redonda: gentiles profesores que nos honran con su presencia: com- pañeros. Continuando con el ciclo de conferencias de Mesa Redonda que sobre la reforma agraria en MCxico, ha organizado la Dirección de la Facultad de Derecho, tenemos con nosotros al señor ingeniero Ramón Fernández y Fernindez, quien sustentará la conferencia titu- lada "El problema agrario actual", para quien solicito un caluroso aplauso.

La personalidad destacada del ingeniero Ramón Fernández y Fer- iiindez es tan conocida en círculos nacionales como internacionales, sobre la materia agraria, y, a manera de reseña, citaremos algunos de sus pasajes de su curriculum vitae:

Nacionalidad: mexicana. Obtuvo sii título profesional en 1930 en la Escuela Nacional de Agricultura. Hizo estudios de posgra- duado en la Escuela Nacional de Economia de la Universidad Na- cional de México y en la Graduated School del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Experiencia: Economista agrícola. Oficina de Estudios Económi- cos de los Ferrocarriles Nacionales d r Mkxico; jefe del Departa- mento de Estadística Agrícola, Dirección de Economía Rural, Se- cretaría de Agricultura y Fomento; Economista Agricola del Depar- tamento de Estudios Económicos, Secretaría de Economia: Jefe del Departainento de Investigación Económica, Dirección de Ingresos. Secretaria de Hacienda y Crkdito I'úblico; jefe de la Oficina de Es- tudios Económicos del Banco Nacional de Crkdito Agricola, y mu- chos más.

Fue, adernás, profesor de Economía r l ~ ~ í c o l a en la Escuela h'acio- nal de Agricultura, Chapingo, Estado de Mkxico: fue profesor de Economía Agricola en la Escuela Nacional de Economía de la Uni- versidad Nacional Autónonia de México: fue profesor de Economía Agrícola en la Facultad de Ciencias, Universidad Central de Vene- zuela; profesor de Economía Agricola de la Facultad de Ingenieria Agronómica de la misma Universidad. Es profesor de Economía Agricola en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos de Mkxico: fue profesor de Crkdito Agrícola en el Curso Internacional de CrCdito Agricola; fue profesor Auxiliar de Programacibn Agrico-

Page 3: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

52 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

la en el Curso de Desarrollo Económico: fue profesor de tenencia de la tierra y credito agrícola en e l CUM de Reforma Agraria orga- nizado por la FAO en Lima, Perú. Es profesor de tenencia de la tierra en el Centro de Economía Agrícola, Colegio de Posgraduados Escue- la Nacional de Agricultura. Es profesor de credito agricola en la Es- cuela Nacional de Agricultura.

Entre algunas de sus publicaciones contamos El trigo en México, E1 café de Veranuz, Crédito agricola en Estados Unidos, Crédito agri- cola y capacidad de p g o , La pobreui rural de México, Los intereses del crPdito agricola, El desarrollo integral de la Cuenta del Tuy, Re- forma agraria para Venezuela, Crédito agricola supervisado para Gua- temala, Propiedad privada versus ejido, Política agrícola, Ensayo sobre flormas para México, Economía agricola y reforma agraria, Notar so- bre la reforma agraria mexicana, Reformo agraria y crédito ngricola cn Ecuador, Los programas de desarrollo en wnas rurales en Estados Unidos, Tenencia de la tierra y crédito agrícola; Contribuciones del ejido y la pequeña propiedad al desarrollo agricola.

Entre otras actividades se encuentran que concurri6 a la Conferen- cia Internacional de Economistas Agrícolas de Canadii en 1939; a la Segunda Conferencia Interamericana de Amicultura en Mexico en 1942; a la Comisión Mexico-Americana de ~>icultura en Washington en 1945: a diversos coneresos aeron6micos en diversas fechas: al Se- - " minario Centroamericano de Credito Agrícola en Guatemala en 1952; al Seminario Latinoamericano de problemas de la tierra en Sao Paulo, Brasil. en 1953; a diversas convenciones de Productores Amicalas; al Congreso Científico Mexicano organizado por la Sociedad ~ e x i c a n a de Geoeraeía v Estadística: a la Conferencia Internacional de Economistas

u - ,

Agrícolas. Helsinki, Finlandia. en 1955, y muchas otras actividades. Entre sus premios tenemos: por su contribuci6n al Congreso de In-

genieros de Durango, por su contribcción al Congreso Científico Me- xicano, por su contribución al buen exito de los censos de 1930. Medalla de la Escuela Nacional de Agricultura con motivo del cente- nario de ese Plantel, placa de plata de la Universidad Central de Venezuela, premio de Economía del Banco Nacional de Mexico por el año de 1953, premio anual de Economía del Banco Nacional de Mexico por el año de 1961.

Esta es la carta de presentación de la distinguida personalidad. a cuyo cargo estarii la sustentación de la conferencia titulada: "El pro- blema agrario actual".

Con ustedes, el ingeniero Ramón Ferniindez y Ferndndez.

Page 4: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

PONENCIA

Page 5: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO ACTUAL

Es para mí un honor, señores, estar en esta ilustre cátedra. Ruego que se me perdonen las fallas en que incurra, porque soy un simple afi- cionado a este interesantísimo problema que, desde hace tantos años, casi tantos como la historia misma de nuestro país, viene aquejándonos e impulsáiidonos a buscar soluciones. El paso más importante en estas soluciones fue dado por la Revolución Mexicana, a partir del año d< 1915; entonces se desencadenó, primero tímidamente y después con un vigor inusitado, una redistribución de la propiedad raíz rústica en México, que llegó a transformar, para la actualidad, la fisonomía com- pleta de la tenencia de la tierra mexicana.

Al principio, dije, se operó con timidez; se tenía enfrente una clase aristócrata terrateniente, absentista, y una fortísima concentración de la tierra, con la característica de una opresión casi esclavista sobre la mano de obra. La Revolución atacó esto de manera de minar el poder político y el poder económico de esa clase terrateniente aristócrata, a la que justificadamente se asimilaba con el partido científico del porfirismo.

Se trató fundamentalmente de una reforma agraria contra de una reforma agraria destructiva. Por lo que respecta al régimen que habría de sustituir al que se estaba echando por la borda, los designios fueron mucho menos claros. Se titubeó con mucha frecuencia; se cambió de rumbos. Al principio prevaleció la idea, pudiéramos decir elemental, de reivindicación de las tierras por los pueblos. La forma tradicional, se argumentaba, de tenencia de la tierra en nuestro país, es la propiedad comunal; es el pueblo como sujeto de derecho agrario y como poseedor de tierras que pertenecn al común de ese pueblo, y se distribuyen entre los vecinos en la parte que es de labor; porque los pastos y los bosques permanecen en posesión comunal para un uso libre e indistinto de los vecinos. Esta forma de propiedad, que viene desde los aztecas, coincidió curiosamente con la institución del ejido y de las tierras de común repartimiento, transplantada a nuestro país por los conquis- tadores españoles; la propiedad comunal se había venido debilitando con el tiempo, pues las tierras de los pueblos habían sido adquiridas o usurpadas por las haciendas. Consecuentemente, y ésta era la doctrina fundamental de la reforma, se consideró de elemental justicia devolver esas tierras a sus legítimos propietarios, que eran los pueblos.

Nadie se puso a pensar si de esta manera le dábamos un giro retró.

Page 6: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

56 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXZCO

grado a la historia; si caeríamos en formas de propiedad que en su tiempo estuvieron bien, pero para Cpocas posteriores podían ya no coin- cidir con los requerimientos de la técnica, con la evolución económica y social que experimentan todos los pueblos. El hecho es que se resucitó una institución antañona.

Durante todo el curso de la historia de México, desde la Cpoca del imperio azteca, lucharon en nuestro país dos formas de propiedad; la comunal de los pueblos y la privada. Cuando la comunal estaba, no totalmente vencida pero en una gran proporción vencida, la reforma agraria mexicana originó su gran resurrección. Esto ocurrió con el tiempo, porque a l principio, como ya lo indique, hubo titubeos, se partió de posiciones moderadas que después fueron haciendose mis radicales; a l principio se dio al ejido (nombre nuevo para las tierras comunales de los pueblos, pues en la colonia significaba solamente las tierras de pastos y montes, pues las de labor se llamaban de común repartimiento, y ahora, después de la Revolución, ejido era el todo, las de pastos y bosques y las de labor, el conjunto de las tierras del pueblo, y así cambió la significación del término) .

Ahora, decia, al asignar originalmente ejidos a los pueblos, se trataba de algo muy sencillo y de pocos alcances: de robustecer la economia de subsistencia de quienes anteriormente habían sido peones. Los peones acasillados recibían ya de las haciendas un pedacito de tierra que cultivaban por su propia cuenta, que denominaban milpa, en algunas regiones, elotes en otras, piojal, corrupción de la palabra castiza pegujal, en otras regiones. El nombre castizo es pegujal o acuaro. Concedían las haciendas, pues, estas minúsculas parcelas a sus peones acasillados, como uno de los medios (había otros más violentos, el endeudamiento por ejemplo) como uno de los medios de retener, de enraizar, de "arraigar" se decia, la mano de obra, a la sazón escasa, y además disputada porque no había un mercado libre de esa mano de obra sino que era semiesclava; y, por consiguiente, se le tenia que retener para que no, digámoslo violentamente, se fugara de la Cgida del patrón.

El ejido se concibió a l principio como una institucionalización del pegujal. No trataba de destruirse la hacienda. No se alentaban espe- ranzas de que el ejido se convirtiera con el tiempo en una empresa agrícola potente, produciendo para el mercado, ni siquiera para el mer- cado interno menos para la exportación; se quería sólo dar un ali- vio, una mayor libertad, al peón acasillado; que viviera en pueblos, que esos pueblos gozaran de tierras propias para que el individuo se sintiera más digno y más libre, y que el hacendado ocurriera a esos pueblos a contratar la mano de obra que necesitara, ya que las tierras propias se iban a dar a los peones en cantidades sumamente pqueñas, que harían que el beneficiario de todas maneras tuviera que seguir trabajando como asalariado. Esta situación del ejido no se pudo man-

Page 7: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEAfA AGRARIO ACTUAL 57

tener. Pero desde el origen la reforma agraria pensó en los peones y olvidó a los pequeños cultivadores, aparceros y arrendatarios y pro- pietarios minifundistas, con experiencia. En el curso de la reforma esta interesante clase fue más bien víctima que beneficiaria.

Paralelamente se dictaron otras leyes que si trataban de quebrantar el latifundio, que si trataban de cortarle la c:ibeza al latifundio: fueron las leyes de fraccionamiento de latifundios que, de acuerdo con la Constitución, Iiabrian de expedir los gobiernos de los Estados. Pero el movimiento ejidalista tomó iin gran impulso, el gobierno le dio preferencia en sus acciones. Ademis, aun cuando se discutió mucho sobre si los beneficiarios habrían de pagar por la tierra que recibían o no, de hecho se empezó a dar la tierra ejidal gratuitamente. Por el cauce (le la ejiclalizacibn se fue la acciOn agraria fundamental, hasta el punto de que otras leyes agrarias destinadas a la redistribución de la tierra, emperaroii a entrar en pugna con las leyes relativas a la ejida- lización, y tuvieron que ser retiradas de su efectividad, como sucedió con las de fraccionamiento de latifundios, ctimo sucedió con la de las tierras ociosas, hasta llegar a ser de Iiecho, derogadas, como ha pasado en aiíos recientes con la ley de colonización.

hTos fuimos por el camino del ejido, en una forma no planeada. Así sucedió. Xadie pensó que el ejido, a partir del raquítico concepto de ejido-pegujal que se ha señalado, habría de adquirir tal importancia. Nadie pensó que habria de llegar a absorber el 50y0 de la tierra de labor del país, y eso desde el ano <le 1940; hacia 1930 se planteó el pro- blema: el ejido debe ser el asiento <le una agricultura productiva; el ejido no debe ser solamente una forma de redistribución de la tierra, sino una empresa o un conjunto de empresas agrícolas capaces de dar productividad a la mano de obra, capaces de originar un bienestrir econbmico y un bienestar social, que es la aspiración de la Revolucióri para las grandes masas campesinas. Por la época del general Cárdenas Iiabía una gran inquietud intelectual en el sentido de encontrar caminos que condujeran Iiacia esa finalidad; se pensó en los pequeños mini- fundio~ que estribarnos creando en cada ejido al asignar una parcela que con frecuencia ha sido minhscula; se enniendaron las leyes aumentando la unidad de dotación Iiasta crear la parcela de 10 hectáreas de riego o 20 <le temporal como mininzo. Esto no ocurrió hasta como por los cuarentas. Anteriormente, se decía, hay 100 individuos con derecho y el radio de 7 kilbmetros alrededor del pueblo toca fincas afectables que no pueden proporcionar sino 50 hectáreas, y no hay más afectable; por consiguiente, que los 100 se conformen can 50 hectáreas, o sea que la unidad de dotación sea de '/2 hectárea.

Asi surgieron una gran cantidad de ejidos con parcelas minúsculas <le los cuales poco podía esperarse en materia de progreso agrícola, porque tenían los graves inconvenientes que caracterizan al minifundio.

Page 8: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

58 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

En la epoca del general Cárdenas, se dijo que la manera de acabar con el minifundio es juntar todos los minifundios del ejido y explotarlos como una sola unidad; sin embargo, en la colectiva cardenista perma- necia latente el minifundio, porque si a estos 100 individuos con 50 hectáreas en total se les organiza colectivamente, a los 100 para explotar las 50 hectáreas, kse es un minifundio organizado. Hay así una empresa grande, que aparentemente puede aprovechar todas las ventajas de la empresa de grande escala; pero que, de hecho, está tarada por una relación insatisfactoria entre los individuos y la superficie con que cuen- tan, por una relación insatisfactoria desequilibrada entre el hombre y la tierra. Así nacieron, con esta tara, las colectivas cardenistas y, por consiguiente, poco kxito pudieron tener, sin tomar en cuenta que cambios de las tendencias políticas hicieron pensar, posteriormente, que se trataba de una institución exótica y que, por consiguiente, habia que disolver las colectivas formadas o cuando menos habia que estar impulsando a los campesinos a la disolución; es decir, posterior- mente se les sabote6.

De esta manera, se les han dado vueltas a l a problemas, encontrán- doles soluciones cada vez más difíciles y que con frecuencia fracasaban. Otro inconveniente de la colectiva cardenista es que el ejido mismo no estaba compactado. El sistema establecido por nuestra legislación del radio de 7 kilómetros que toca fincas con superficie mayor de la inafectabilidad y que respeta a las pequeñas propiedades o propiedades inafectables que toca ese mismo radio, origina que, con una gran fre- cuencia, los ejidos pertenecientes a un pueblo se encuentren fragmentados en cuatro, cinco, seis, diez o doce pedazos dispersos, lo que ha originado tambikn una gran cantidad de dificultades para la organización de la explotación del ejido y aun para su mismo usufructo, para su simple ex- plotación, cualquiera que sea el sistema que se adopte, porque tienen los ejidatarios muchas veces que cambiar de lugar el poblado, pues resulta que todas las fracciones les quedan muy lejos y, por consiguiente, más vale que vuelvan a establecer el poblado si encuentran un sitio adecuado. Se cambian siquiera cerca de la fracción mayor. O que el poblado se haga tambikn pedazos y se vaya a las correspondientes frac- ciones. Esto tiene trascendencia, pues origina que nuestra reforma agraria haya dado bandazos y tropezado con muchas dificultades.

El otro aspecto de este sistema de redistribución de la tierra, producto del renacimiento del poblado como sujeto de derecho agrario, consiste en que las antiguas unidades de explotación, más o menos racionales, quedaron destruidas. El hacendado iba, en una forma racional, no por pura geofagia ciega que tambikn la padecía, pero no se dejaba llevar solamente por ella, sino en una forma racional iba diversificando los recursos con los que la hacienda contaba. Si tenia puros temporales aspiraba a tener tambien algunas tierras de riego; los temporales pobres

Page 9: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO ACTUAL 59

los daba a medieros para compartir con ellos los riesgos; las tierras buenas de riego las explotaban por administración directa, mediante asalariados; aspiarba a tener las dos cosas, no solamente tierras de temporal que eran entonces, más que ahora, las más abundantes. Cons- truía elementales obras de riego aprovechando, mediante cajas de agua, bordos, algunas presas de mampostería, las aguas broncas que bajaban de la serrania; o bien usurpaba, compraba, robaba tierras en las que ya el riego estaba establecido mediante derivaciones de las corrientes super- ficiales que atravesaban el lugar; si le faltaban bosques para las nece- sidades de conibiistible y de madera de construcción, quería que la hacienda contara con esos bosques y loi adquiría, los usurpaba, los compraba, los robaba. Lograba al final tener bosques. La combinacihn de ganadería con agricultura le atraia y queria tener también pastos y a veces queria tener pastos con distintos climas y clistintas humedades, para hacer una ganaderia trashumante. Toda la ganadería era de tipo extensivo y uno de los aspectos de la ganadería extensiva es la ganaderia trashumante. En las vertientes del Estado de Veracruz aparecieron haciendas con la foriiia de los minifundios; el minifundio muy pequeiío no adopta uiia forma cuadraua porque es muy difícil, para los animales, estar trabajando con continuas vueltas, sino que se vuelve largo; hay quien tiene digamos 6 surcos, pero son como de un kilómetro de largo o cuando menos de muchos cieiitos de metros de largo. En las fotografías aéreas del Estado de México se pueden observar. Bataillon, un francés que vino a estudiar cuestiones geográficas relacionadas con la tenencia de la tierra, presenta estas fotografías en su libro. Pues bien, había en las vertientes del Estado de Veracruz grandes haciendas de miles de hec- táreas con esa forma alargada característica de los minifundios. Esa forma era racional. El ganado en la parte baja y húmeda del Estado de Veracruz encontraba en el invierno pastos verdes, pero venia el verano y estas tierras sc empantanaban o inundaban y el calor agotaba al ganado; entonces se decía: hay que llevarlo a refrescar a las partes altas, y se le traia a la parte alta, y en ésta, como era época de lluvias, el ganado encontraba otra vez forraje adecuado, pasto verde. Pues bien, todas estas unidades, más o menos racionales, fueron rotas violentamente por la reforma agraria. Es natural que ésta haya originado, asi, tanto desperdicio; es natural que ésta no haya tenido un éxito completo.

Todo esto, y otras cosas más que se podrían decir, no significan un reniego de la reforma. La reforma fue un éxito al romper una estructura econGmica y social, además de injusta, desf;~vorable para el desarrollo económico del país; en ese sentido fue un éxito; en cuanto a la estruc- tura nueva que habría de sustituir a aquella que quedú destruida, y que en buena hora quedó destruida, alli el éxito ha sido solamente parcial. Alli podemos hablar de éxitos pero también de fracasos. Alli todavía tenemos que seguir pensando en que debemos hacer, en cómo

Page 10: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

60 REVISTA D E L A FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

debemos perfeccionar los resultados de la reforma, y en cómo debemos, como alguien ha dicho por ahí, pero sin explicar bien el contenido de su frase, reformar a la reforma agraria, lo que no quiere decir de ninguna manera deshacerla, regresar hacia atrás, sino impulsarla, ir hacia delante.

En la epoca de Cárdenas se tuvo una gran preocupación. Mucha gente estudiaba el problema. Se publicaban libros, había abundantes escritos, había muchas discusiones como esta que está teniendo en buena hora lugar aquí en la Facultad de Derecho de la Universidad, y bullía la inquietud por encontrar nuevos rumbos; todavía durante la etapa siguiente, la epoca de Avila Camaclio, se sigui6 estudiando, se sigui6 pensando, se siguió hablando sobre que debía hacerse con la cuestibn agraria. Pero parece que nos cansamos, y a partir del siguiente periodo presidencial entramos en una etapa de desidia. De tanto darle vueltas al problema sin encontrarle adecuada solución, de tanto observar que cosas en las que se habían fincado muchas esperanzas despues se encon- traban todas deterioradas, caímos en la indolencia y se empezó a no discutir esos asuntos, a dejar que la rueda girara y a repetir dogmas oficiales más o menos vacuos; a sobar los lemas elementales que inspi- raron la reforma pero que no constituyen sino un lema y no una doctrina consistente, como: "la tierra es para quien la trabaja", "toda la tierra para los campesinos", y cosas por el estilo.

Así hemos llegado a la situación actual. Ahora se notan muy clara- mente los problemas derivados de la reforma misma. Es decir, la reforma resolvió unos problemas, pero creó otros problemas de tenencia. Al mismo tiempo, se notan residuos de los viejos problemas a los que se enfrentó la reforma. Estos nuevos problemas creados por la reforma, con la adición de los residuos de los problemas viejos, todavía no atacados por la reforma, configuran una fisonomia de la tenencia de la tierra que es ya muy diferente de la que tenía cuando se expidió nuestra legislación agraria. Nuestra legislación agraria se inspiró en la fisonomia de entonces. Ahora tenemos una fisonomía nueva del problema, muy diferente. Sin embargo, nos sigue rigiendo la misma legislación y segui- mos repitiendo las mismas ideas. No las hemos actualizado.

Entonces, la conclusión es que nuestra legislación agraria vigente es obsoleta, y que nuestras ideas respecto al problema agrario son obsoletas. Pero (es que tenemos un problema agrario cuando llevamos 50 años de estar haciendo una reforma agraria? Sí tenemos un problema agrario, porque ya indique que nuevos problemas han surgido como efecto de la reforma y que hay cosas incompletas que la reforma no ha logrado atacar todavía en forma suficiente. Padecemos un problema agrario, porque, por definición, un sistema de tenencia de la tierra que tiene defectos para el desarrollo económico de la agricultura o para el bienestar social, es un sistema de tenencia de la tierra en que está

un problema agrario, y correlativamente. podemos definir

Page 11: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO A C T U A L 61

reforma agraria como un proceso dirigido de cambios en la estructura de la tenencia de la tierra, de tal manera que se corrijan los deIectos de esa estructura y así se facilite el desarrollo económico de la agricultura y el bienestar social.

La actual estructura de la tenencia de la tierra tiene defectos; luego existe un problema agrario; luego necesitamos todavía una reforma agra- ria. Como venimos haciendo una reforma agraria, y esto no puede negarse, entonces lo que necesitamos es reorientar la reforma agraria. ¿Reorientarla en que sentido? En el sentido del nuevo problema. Nece- sitamos replantear el problema, conocer con qiik nos estamos enfrentando y luego delinear una política agraria adecuada para hacer frente a ese nuevo problema, con sus características actuales.

La segunda parte de mi charla se referiri a dar a ustedes algunas ideas sobre en que consiste el nuevo problema, cuáles son sus compo nentes, aunque sin entrar en mucho detalle porque no hay tiempo sufi- ciente. Y la tercera parte se referirá a un esbozo, sumamente discutible, sobre en qué debiera consistir la nueva política agraria para hacer frente a ese nuevo problema. Para plantear el nuevo problema necesi- taríamos estudiarlo con detalle, de manera que las ideas que voy a expresar a ustedes, a falta de esa investigación empírica, son prelimi- nares, so11 subjetivas. Es mi impresión personal que puede estar equi- voca<la, pero ojalá sirvan de estimulo para que, personas más calificadas, mejor dotadas que quien les habla, hagan un planteamiento más certero.

Agrupo en tres clases los deIectos actuales de la estructura de la tenen- cia de la tierra. El planteamiento del problenia agrario actual no es tan sencillo como el planteamiento del problema agrario de 1915, que podía concretarse a un objetivo: destruir el latifundio, redistribuir la tierra entre los campesinos. Ahora la cosa se coniplica; hay una gran cantidad de pequeños detalles que, sumados, vienen a originar lo que he llamado el problema agrario actual. Esos detalles los agrupo, como dije, en tres clases. Llamo al primer grupo inseguridad en la tenencia; dentro (le este primer grupo encontramos una serie de caracteristicas. Ejidos sin deslinde, por ejemplo, las Ilaniadas posesioiics virtuales de la época del rardenismo; iio había deslinde topográfico con tal de apresurar la distribución; y todavía quedan, no sabemos cuántos Iior que los censos agrícolas siguen un cartabón que hace la FAO para Uso internacional y que no se adapta muy bien a las ~eculiaridades de nuestro país: deberiamos adaptarlo nosotros. Debería el censo agrícola captar estos detalles de formas defectuosas de la estructura de la tenencia de la tierra. Debería el censo agrícola informarnos, sobre esto, de preferencia a otras cos;is (le trascencleiicia menor y que, sin embargo, están incluidas en el ceiiso porque se toman del cartabón internacional para elaborar la boleta. Claro que el hecho de que el ejido no tenga deslinde es una

Page 12: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

62 REVISTA DE LA RACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

causa de inseguridad y de malestar social, que a veces conduce a hechos sangrientos.

Propiedades sin títulos en regla, es otro de los defectos de este grupo. Se han hecho algunas encuestas. En el Estado de Jalisco hubo una muy interesante. El censo no nos informa sobre si la propiedad privada está o no titulada con todas las de ley, o si tiene una posesión legalmente defectuosa. Además de los títulos malos, con mucha frecuencia falta el certificado de inafectabilidad. El certificado de inafectabilidad para la propiedad privada inafectable es muy necesario, aun cuando de todas maneras debe respetársele, pero es muy necesario para asegurar ese respeto, para asegurar todas las garantías de que puede gozar este tipo de propiedad; pues bien, faltan muchísimos certificados de inafec- tabilidad por dar.

Pasando a otro punto, se estableció desde el origen de la reforma un curioso método de dos instancias, derivado, según se dice, del respeto a la soberanía de los Estados; yo no soy jurisperito, de manera que ustedes me perdonarán cuando en materia jurídica diga las cosas mal. Según este sistema al gobernador se le hace la petición por el núcleo de población solicitante de ejidos. El gobernador otorga o niega en primera instancia, y después pasa el caso al Departamento Agrario, en donde el presidente de la República es el que otorga o niega en definitiva; el resultado es que hay muchos ejidos que están esperando la resolución definitiva, están en una situación insegura o precaria.

Los contratos concesión de inafectahilidad ganadera, iniciados en la época del cardenismo, establecen una situación precaria, ya en sí mismos, puesto que se trata de un contrato por 25 años. A medida que se acerca el termino de los 25 años, los efectos sobre el inversionista, sobre la explotación de esas tierras, se vuelven más y más negativos, de manera que aquí tenemos otro aspecto de precariedad de la posesión de la tierra, y al mismo tiempo de subsistencia del latifundio, que debe enlis- tarse entre los defectos actuales de la estructura de la tenencia de la tierra.

Las invasiones a la propiedad privada. Ya no voy a ir discutiendo uno por uno sino simplemente enumerándolos, por falta de tiempo. La falta de parcelamiento legal, de títulos parcelarios y aun de certificados de derechos agrarios en muchos ejidos. La situación anárquica, dentro de una laguna jurídica, de las antiguas comunidades indígenas.

Estos y quizá otros aspectos, forman el grupo de defectos por agrupar en el rubro inseguridad en la tenencia, en el planteamiento del problema agrario actual.

Un segundo grupo se referiría a la falta de flexibilidad en la tenencia. Aquí quiero detenerme en uno de esos defectos porque es muy importante.

El primero sería la falta de una política adecuada para facilitar y regular el traspaso en forma satisfactoria de la propiedad privada,

Page 13: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO ACTUAL 63

en primer lugar para hacer más fáciles las transacciones, en segundo lugar para evitar la excesiva subdivisión, ya que tenemos legislación en materia de evitar la excesiva concentración, pero no la excesiva subdivisión, por herencia o por venta. No la liemos evitado, porque no contiene nuestra política agraria ninguna foima de combate al mini- fundio privado. Inclusive, hay defensores del minifundio.

El otro aspecto son los mismos contratos concesión de inafectabilidad ganadera. Tienen una serie de normas de inflexibilidad, so pena de que el contrato quede denunciado y pierda vigencia; así, no se pueden construir obras de riego para transformar los pastizales en tierras de cultivo, porque si se abren tierras al cultivo en esa finca, se está violando el contrato concesión; no se puede vender parte de la tierra; en fin, además de los inconvenientes de precariedad o inseguridad en la tenencia de los contratos concesión de inafectabilidad ganadera, tienen estos contratos otras características que hacen que tambikn se les deba enlistar en el grupo de falta de flexibilidad en la tenencia.

Finalmente, es de señalarse la rigidez de vinculo tierra-hombre en los ejidos. Este es un punto muy iniportante, y antes de describir la solución que propongo, tendrk que hacer referencia a la actitud que debe tomar una reforma agraria ante el problema demográfico y a la necesidad de fortalecer una clase media campesina próspera. Por lo pronto, simplemente la descripción del problema. Dentro de cada ejido existe una situación en que al ejidatario se le ha asignado una parcela, con frecuencia muy pequeña; esta parcela se encuentra rodeada de parcelas análogas, todas son inalienables; no puede haber transacciones con parcelas. Entonces, si la parcela es pequeña, quedará pequeña para siempre; si su ejidatario es un mal trabajador, un borracho, un holga- zán, tambitn ahí permanecerá; si es trabajador y emprendedor, no prosperará. Se ha atado de por vida a cada individuo a un pedacito de tierra, eliminándole cualquiera otra oportunidad, so pena de perder el único patrimonio con que cuenta, lo cual es duro para la gente de recursos escasos; si se quiere ir de bracero a los Estados Unidos porque allá se ganan dólares, pues se va y generalmente no le pasa nada por falta de cumplimiento de la legislación agraria, pero se está jugando la perdida de derechos de su parcela, porque la ha dejado encargada o arrendada al vecino y, por consiguiente, no la está explotando personal y directamente como lo indica la legislación agraria. Si ya no quiere ser agricultor, pues del campo constantemente salen oleadas de gente a surtir los otros sectores de la economía que demandan brazos; si ya no quiere ser agricultor porque le atrae la ciudad, porque le atrae el trabajo como obrero en la industria, violando la Ley si se puede ir, pero legalmente tiene vedada .la salida. Ahí se tiene que quedar aunque le atraiga la industria y le atraiga la ciudad, porque tiene que explotar personal y directamente su tierra. Claro qne no es forzoso, en el sentido

Page 14: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

64 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

de que se le vaya a meter a la cárcel porque se va; pero le van a quitar su Único patrimonio sin recibir nada a cambio.

Al mismo tiempo, frente al credito, este sujeto se transforma en un ente invulnerable; si pagó qué bueno, si no pagó, que malo, pero nadie le puede hacer nada. Son garantía las cosechas, que se pueden ocultar. pero la tierra misma no se puede dar como garantía del credito.

Un movimiento de concentración parcelaria, limitado hasta cierto punto, no puede llevarse a cabo. Un movimiento de selección espontánea, automática, da lqs ejidatarios no puede realizarse. A este respecto debemos recordar que el elemento selección faltó completamente en nues- tra reforma agraria, o, si estuvo presente, fue en un sentido negativo. La Ley partía del otorgamiento de derechos; se iba al poblado solicitante y se censaban los individuos con derecho. Se estaba ejerciendo un derecho y, por consiguiente, no podía haber alguna forma selectiva para otorgar la tierra a quienes hubieran demostrado mayor capaci- dad para cultivarla, etcetera. Muchas haciendas que estaban cultivadas por arrendatarios, entraron, viendo venir el movimiento de reforma, en tratos con sus arrendatarios. Les dijeron: miren, de una vez ya llevense esto, se los vendemos barato; de todas maneras lo vamos a perder. Llegó la afectación ejidal, desplazó a esos arrendatarios, agri- cultores probados, experimentados, y los sustituyó por peones acasillados. Se desconocían esas ventas llamándolas fraccionamientos simulados.

Lo anterior puede ser muy hermoso desde el punto de vista de la justicia social, pero es muy feo desde el punto de vista del desarrollo económico, del progreso de la agricultura. A esto me refiero pues, y dejamos lo que yo propongo para cuando hable de los remedios. Pero mientras tanto, entre las formas de inflexibilidad de la tenencia que caracterizan a la estructura agraria actual, debo señalar como una de las principales la rigidez del vínculo tierra-hombre en los ejidos.

Finalmente, el tercer rubro incluye las formas insatisfactorias de tenen- cia; las formas insatisfactorias de tenencia son: la subsistencia de lati- fundios y existencia de neolatifundios; el minifundismo privado sobre el cual hay legislación pero no se aplica; la fragmentación; el minifun- dismo ejidal; los arrendamientos y aparcerías privados y ejidales; las antiguas comunidades, con regímenes internos caóticos, otra vez apare- oen aquí porque tienen que ver con el rubro de formas insatisfactorias de tenencia.

Queda muy poco tiempo, y, por consiguiente, me veo obligado a cortar esta parte no dando mayores detalles y a resumir la parte Última que se refiere a en que debiera consistir una nueva política agraria. La nueva política agraria debería comenzar por establecer una legis- lación con enfoque actual, a partir del artículo 27, pasando por su ley reglamentaria principal que es el Código Agrario. Deberíamos remozar los ordenamientos legales, de tal manera que sirvieran de base a esta

Page 15: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO ACTUAL 65

nueva política; pero debería la legislación ser suficientemente flexible para que dejara formas diversas de proceder de unas regiones respecto a otras. Yo me imagino, y otra vez hablando entre abogados probable- mente este yo diciendo despropósitos, me imagino una ley sustantiva muy general, y u n Código Agrario que se reglamente muchas veces. Un reglamento distinto para cada una de las regiones, que se expediria despues de estudiar la situación prevaleciente en esa región, y de esta manera iriamos atacando integralmente (no me refiero a la idea absurda y coufusionista de reforma agraria integral) iríamos atacando integral- mente (en el sentido de acción completa sobre la tenencia de la tierra) todos los aspectos del problema agrario actual, es decir, dejando resuelto en cada una de las regiones el problema agrario actual.

Cuanclo vi, a priticipio de este régimen, que el Departamento Agrario procedía a dividir cada uno de los Estatlos en regiones, y a mandar brigadas a esas regiones para hacer estudios de la situación, dije: eso es magnilico, y en realidad lo ha sido; pero todo ha girado alrededor de los viejos conceptos y entonces lo que se hace región por región es rebuscar tierras afectables, a fin de realizar su afectación, si no es a petición de núcleos de población, de oficio. Todo esto está muy bien, pero le falta la integridatl, le falta atender a la multiplicidad de aspectos actuales del problema, y dejar corregidos todos esos aspectos que enu- mere, los que constituyen el problema agrario actual, porque es u n hecho que puede observarse, yendo a l campo, que esos problemas están originando inconvenientes para el progreso de la agricultura y están ori- ginando malestar social.

He meditado sobre las posibles fuerzas subversivas potenciales que pudieran encontrarse en nuestro pais y he pensado que vivimos en u n paraíso sociológico. Los empresarios están con el gobierno. Los comer- ciantes también estin unificados con el gobierno. Los sindicatos, bien manejados si ustedes quieren, pero también apoyan todos al gobierno. Los caml~esinos también están organizados, también son objeto de un control político en que se pone mucho interés porque forman una masa mayoritaria. Los asalariados campesinos no cuentan, porque son unos parias desorganizados. Sin embargo, se va a los ejidos y es donde se siente el malestar: "nos roban, nos explotan, estamos muertos de ham- bre" y una serie de quejas. Se trata de los beneficiarios de la reforma agraria. Y llega uno a pensar, pues, que el único potencial subversivo que existe en nuestro país está en el grupo ejidatario, precisamente en el grupo a quien benefició la reforma. Esto es paratlójico. Ahi hay algo malo, ahi hay algo iio fundamentalmente erróneo en dirección, pero fundamentalmente incompleto, fundamentalmente deficiente, por- que no ha logrado dar la satisfacción a que se aspiraba. Claro que la agricultura es una ocupación residual, que en todas partes en la agricul- tura hay un sector, <le mayor o menor tamaño, econúmicamente sub-

Page 16: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

66 REVISTA DE LA EACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

marginal, de agricultores que practican la agricultura por hambre, por falta de alternativa; eso existe en todos los paises, aun en los desarrollados, pero debieramos tratar de que ese sector de la agricultura submarginal fuera lo más pequeño que sea posible, corrigiendo una serie de defectos que impiden el avance de muchos núcleos de población que si tienen potencialidades, que no están condenados, como otros, a seguir siendo económicamente submarginales por falta de posibilidades y que, sin embargo, no aprovechan esas potencialidades por factores de tipo insti- tucional.

Al mismo tiempo que se lleva a cabo esta revisión, región por región, expidiendo un reglamento del nuevo Código Agrario para esa región en lo particular, la legislación nueva debe contener una serie de ideas fundamentales, de las cuales solamente, porque ya se agotó el tiempo, voy a referirme a una, a una que es la más discutible y que, por consiguiente, ahí espero que los señores que van a comentar mi plática no me dejen hueso sano. Esa idea es que deben introducirse modifi- caciones en la estructura interna de los ejidos, es decir, que debe resolverse el problema a que yo me referia de la rigidez del vínculo tierra-hombre. Esas modificaciones consistirían en permitir la transmi- sión onerosa del usufructo y mejoras de la parcela, en una forma condicionada, internamente en el ejido. Esto traerá un mayor espíritu de progreso entre los ejidatarios, sentirán más segura la posesión de su parcela, se concentrarán las parcelas hasta el límite que se establezca internamente dentro del ejido, por transacciones que se realicen inter- namente dentro del ejido. Se provocará, como explicaba, una selección espontánea de los ejidatarios; quedará abolido el minifundismo ejidal por una acción automática, vigilada por el poder público. Todas esas ventas tienen que ser aprobadas por la Asamblea de Ejidatarios y por el Departamento Agrario.

Ya existe eso, ya hay conceutración de parcelas, pero en una forma viciosa, con todos los inconvenientes de lo clandestino, y entonces no puede lo actual dar un buen resultado. Sin embargo, a base de viola- ciones a la ley han progresado muchos ejidos, y esto debe hacernos meditar seriamente. Estudiamos en Chapingo un ejido cercano a Texcoco: Chiconcuac; encontramos parcelas de 0.7 hectáreas, semiabandonadas; los individuos se dedican a artesanía, forrado de garrafón y tejido de lana y tambien trabajan como obreros de fábricas que las hay por aquellos rumbos, y muy mal atienden, escapándose de su trabajo, sus pequeñas parcelas. Pero en aquel ambiente de desatención de la agri- cultura, de trabajos raquíticos, casi furtivos, encontramos un ejidatario con 17 hectáreas; había acaparado como 20 parcelas y había juntado 17 hectáreas. Ese hombre ya tenia su pozo y estaba cultivando verduras para traer a la ciudad de Mkxico. O sea, que la Unica explotación

Page 17: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEhfA ACRAlZIO ACTUAL 67

sati>factoria dentro del ejido sc Iiabia logratlo a base de violación a la ley.

En el Banco Ejidal, cuando yo trabajaba alii, uno de los gerentes dio una disposicibn en el sentido de que a cada ejidatario no se le diera mis crédito de avio que el relaciona<lo con su parcela, porque oyó decir que muchos ejidatarios recibían más porque eran acaparadores de parcelas, y sacaban el crédito necesario para cultivar todo lo que poseían. Eso está mal, estamos solapantlo violaciones a la ley, dijo el gerente, deben vigilar los jefes de zona y los inspectores <le canipo, que cada individuo no reciba sino lo correspondiente a la dotacibn agraria iiiclividual de ese ejido. Se envió una circular en ese sentido. Inmedia- tamente todas las agencias qiie recibieron la circular, le contestaron :iI gerente: seiior, por favor no; son los únicos que pagan, la situacibn financiera del Banco va a empeorar.

Estas cosas no deben permanecer así. Se trata [le vilvulas de escape <le fuerzas incontenibles a las que hay que abrir cauce legal; hay quc iristitucionalizarlas para que no vivan, romo les decía, con todos los iiiconvenientes, con todas las inseguridades di.1 que esti fiiera de la ley. Lo mismo resulta con los pastos ejidales, en gran parte explotados por l>.~rtimlares, en vez de ser explotados por el ejido, aunque ahí con la :iiitoriracibn (no sé hasta qué punto legal) de las autoridades agrarias. Y lo mismo sucede con un sin fin de detalles que ya no tengo tiempo para exponer a ustedes.

Creo que esta despetrificaciOn del ejido, que esta destrucción de ¡a mano muerta ejidal, sin acabar con el ejido, que tiene virtudes [~ropias, sino ocurriendo a la salvacibn del ejido que estk en crisis, es dc una gran trascendencia.

Hacc ticiii~>o vengo expresando esta idea. Creo haber notado, porque tengo aiios de estar predicando en desierto, creo haber notado que, ciiando menos, ya Iiay más toleraricia para oírlas. .4nteriormente se me deci;i reaccioriario despreciable y se me llenaba de insultos; ya actual- iiiente, siquiera se ine oye con cierta serenidad. Espero que aqui iambitn ocurra lo riiismo. Hay preocupacibn por estos problemas, que se dice siin fiintlameiitales, pero no se les encuentra una solucibn metbdica y completa. Quc los obreros les den a los ejidaearios u n de sus gr:itificaciones, esas no son soluciones. El <lcfecto es de estructura, y [>or consiguiente liay que motlificar la estructura. Una solución a esto, qiie se Iia tlirho moch;is reces pero sin precisiiin, que es el problema Iirnclameiital de RilCxico, es algo que ccinsi<lero urgente para nuestro pais.

Felicito a 11)s señores organizadores de estas conferencias, porque están nicrecicndo bien de nuestra patria al iratar de esclarecer estos asuntos, aun cuarido caigan en algunos errores, corno el de liaberme traído :rqui, ;i rni, a 1i;icerlcs perder cl t ie in~~o.

Page 18: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

SEGUNDA MESA REDOND.4

PRIMERA REPLICA: SEÑOR DOCTOR OCTAVIO IIERNAMDEZ

Scíior doctor don Ernesto Flores Zavala, <lire<:tor de nuestra Facultad: se5or ingeniero (Ion Ramón Fernández y Fembdez , seiiwes com- paiieros del Presídium de la Mesa Redonda y de Escuela. Realmente, y ustedes lo saben, de Dcreclio Agrario este servidor de ustedes conoce menos que de muchas otras disciplinas, lo que ya es muclio decir; propiamente aceptk esta invitación, para mi Iionrosa, por espíritu <le solidaridad universitaria pero no porque espere que de lo poco que haya que decirles, vaya a salir una idea que contribuya a iluminar algo este tenebroso problema que conocemos con el nombre de reforma agraria, y contesto con gran timidez y con todas las reservas del caso al señor ingeniero Fernández, de quien pensaba yo cuando le escuchaba decir que él era uii simple aficionado, pues que sería tan aficionado como lo podría haber sido un Manolete a los toros, porque la faena que Iia dado esta tarde, ustedes mismos la han apreciado. Propiamente, voy a tratar de razonar en voz alta, y recuerdo un amigo mío que decía que cuando alguien advertía que iba a pensar en voz alta, nos preparábamos ;i escuchar un buen número de sandeces; ustedes nos sabrán disculp.ir por ello, pero quisiera nada más cumplir con mi deber.

Quiero también advertir que cualquier dosis de critica que pueda Iiaber en mis palabras, no implica discrepancia con la opiriión del sus- tentante, a quien por su propia categoría rindo tributo de respeto, ni inenos crítica a quien ha manejado la llamada reforma agraria; en todo caso hay autocrítica a todos los mexicatios que en mayor medida nos preocupamos por esos problemas y tal vez hayamos tenido oportunidad de participar ideológica, o material, o profesion;ilmeiite en su resolución. Voy a tratar, por la brevedad del tiempo, de concretar mis ideas. Pri- mero, yo si creo que, como lo afirma el seiior irigeniero Fernández, esta- mos en presencia de una legislación obsoleta, pero no admito que nues- tras ideas sobre el problema de que nos ocupamos sean obsoletas, si fueran obsoletas no estaríamos aquí. Me parece que se necesita hacer un ajuste de tenninología conceptual; me he preguntado a que grado está justi- ficado que nosotros hablemos de la reforma agraria; la reforma agraria tal ver no tenga ya más valor que el de u n hecho histórico profunda- damente aleccionador, pero que ya cumplió su ciclo; la reforma agraria cristalizó en México con la Constitución de 1927 y encontró su expresión

Page 19: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

70 REVISTA D E LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXZCO

jurídica en el articulo 27 de este código político, su justificación nadie la discute; la existencia del latifundismo inhumano, herencia directa de la encomienda de la epoca de la colonia, es un hecho innegable al que la reforma agraria vino a abatir: pero han pasado 50 años la vida política y nosotros seguimos hablando de reforma agraria; no sería más indicado, más de acuerdo con la realidad de que habláramos ya no de reforma que quedó consumada en 1917, cuando menos en principio, sino de política agraria para llevar a sus últimas consecuencias esa refor- ma. Segunda reflexión: creo que con frecuencia confundimos problema agrario o política agraria, con política agrícola; reforma o política agra- n a atañe al régimen de tenencia de la tierra, que está jurídicamente estatuido en la Constitución y que, seguramente, como lo ha hecho notar al señor ingeniero Fernández, necesite afinación y precisión de muchos de sus conceptos; pero no debe de envolverse, de incluirse en esta noción la política agrícola que se refiere a los medios tecnicos necesarios para que surta efectos económicos, sociales y políticos, el regimen de tenencia de la tierra estatuido por la Constituciún; y me parece que muy fre- cuentemente se confunden estos dos conceptos. Tercera reflexión: el pueblo mexicano, yo lo he sostenido en muchas ocasiones porque estoy convencido de ello, ha resuelto sus grandes problemas mediante un genio intuitivo que es característico de 61. En el año de 1917 expidió un código político que respondía a las necesidades de ese entonces, y, 60 años despues, ese código político que desde el punto de vista de la técnica está catalogado como lo que en la disciplina de la materia, se conoce Constitución rígida, ha sufrido en números redondos 130 modificaciones, reformas o adiciones. En alguna ocasiún recuerdo que conversaba yo con uno de los diputados constituyentes del Congreso el 16-17, y me decía en un tono no exento de indignación: -"Bueno, es que ésta, no es la Constitución que nosotros hicimos, es otra Constitución"; y mi respuesta, con todo el respeto y la veneración que debo yo en lo persc- nal a esta persona y en general a todas aquellas que con él contribuyeron a darle a México una nueva fisonomía interna y un nueio aspecto hacia el exterior, mi contestación fue: -"Es la de que el México actual no es el del Mexico de 1916." Y con la llevada y traída reforma agraria, con el problema del campo de México, sucede exactamente lo mismo, esta- mos viviendo, y lo apunta con toda precisión y yo estoy conforme con él, el señor ingeniero Fernández, estamos viviendo un problema del campo completamente distinto al que imperaba hace 53 o 60 años; con- secuentemente las soluciones tienen que ser distintds. Yo no podría, fundamentalmente por la limitación de tiempo del que no quiero abu- sar, y le voy a rogar a mi querido amigo y compaíiero, señor licenciado García Rojas, que ejerza con toda energía sobre esos servidores de uste- des sus funciones de moderador y que me pare el alto antes de que me lo paren ustedes, porque le tengo más confianza, no menos respeto.

Page 20: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEMA AGRARIO 4 C T U A L 71

Yo no podría Iiacer ni siquiera una enumeración de los muchísimos aspectos, de lxs mticliisimas siigerencias que vienen a la mente con moti- vo de lo escuchado al sefior ingeniero Fernández; simplemente quisiera sintetizar o resumir mis ideas sobre el particular. Creo que el problema agrario, no el problema de la relorma agraria (me lie olvidado de ella iritencional y deliberadamente), el problema agrario en México, es un problema de número que recae o que gravita sobre los elementos: exten- sión de la tierra y número de la poblacidn, número de sus pobladores. Tenemos una superticie limitada, tina superlicie dada por repartir con base en un régimen de tenencia jurídicamente estatuido y que debe siempre de estar sujeto a revisión; insisto en la idea, en la nocióii, de que debemos de coricebir esto en forma dinimica y en forma estitica; podrí;imos, para valernos de una imagen, concebir que el territorio (le la República disponible para fines agricolas, consecuentemente agra- rios, lo tenemos representando y parcelado también, en esta pared, pero esta pared es exactamente la misnia que existía en el aíio 1917, y sin embargo, los aspirantes a participar en la tenencia, en el usufructo, en el producto, eii el rendimiento, en el proveclio <le lo que rinde esta tierra representada en esta pared, nos hemos multililicado, y nos liemos mul- tiplicado y nos seguiremos multiplicando en una forma inconcebible; Iiay que ver algunas cifras de caricter estadístico que, por brevedad y con el propósito [le no quedarnic a medias en la exposición, me voy a permitir, con la mayor rapidez que me lo permita la claridad que deseo <lar ;il concepto, expresar a ustedes. En el primer término tenemos su- perlicie repartible y aprovechable con alguiios índices de la tierra; Mé- xico tiene, todos lo sabemos, alrededor de dos millones de kilómetros cuadrados. Desde el punto de vista agrícola, sus tierras se dividen en las siguientes cütegorias: el 28% de su territorio tiene iin declive supe- rior al 25%, por lo que el cultivo de estas tierras termina en la erosión, cn su agotamiento y en la imposibilidad de seguir obteriiendo provecho de ellas, el 64% del territorio tiene un declive inferior a ese 25y0,pero sólo el 8% tiene un nivel parecido o plenamente horizontal. Las tierras cultivables alcanzan sólo veinte millones de hectáreas y de estos veinte millones de hcctireas 52% está coiistituido por tierras iridas, 30y0 ppr tierras semiáridas, l ly, por tierras semihúmeilüs, y solo el 7% por tie- rras húmedas; es decir; cualquier aficionado a la interpretación de datos estadisticos medianamente versado eii economía, tiene que con- cluir, si no Iia de faltar a la verdad, de que México es agrícolamente pobre. En el otro extremo tenernos el de la población; &léxico sigue un ritmo [le crecimiento demogrilico más acelerado que CI que registran la generalidad de los paises: tenemos una población que ocupa el 29

lugar en su ritnio de crecimiento entre todas las del orbe, según datos de la Organización de las Naciones Unidas del año de 1960, y el panora- ma mundial que se avecina en este sentido y del que México forma

Page 21: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

72 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

parte, es el siguiente: a la iniciación de la era cristiana el mundo con- taba con 50 millones de habitantes, en el año 1600 la población de 500 millones de habitantes, o sea que en 1600 años la población registró u n aumento de 450 millones; eran los primeros años de la evolución cul- tural a la que nosotros pertenecemos; en cambio, en la sexta parte de este tiempo, es decir 300 años después para el año de 1900, la población se había elevado a 1,500 millones de habitantes; en la sexta parte de este tiempo el crecimiento fue tres veces mayor que en el siglo anterior. En los escasos 60 años de este siglo la población mundial se ha elevado a 3,000 millones de gentes; excuso dar a ustedes el detalle del crecimien- to diario, el crecimiento mensual, crecimiento anual, que es dramático, porque el tiempo no me lo permite, pero quiero referime, para terminar, a cómo está esta población de 3,000 millones de gentes distribuidas en el mundo terráqueo. De los 3,000 millones de habitantes de la tierra registrados en 1960, 1967 corresponden a los países llamados subdesarro- llados, y más de 2,000 millones -quiero decir- 967 corresponden a los países desarrollados y más de 2,000 millones, o sean más de las dos terceras partes de la humanidad padecen hambre, frío, falta de albergue y están avocados a la muerte. Los pronósticos de crecimiento demográfi- co son verdaderamente extraordinarios. &uál es el remedio? Ese es asunto que los tkcnicos tienen que sugerir. El muy combatido, muy defendido control de la natalidad, no ha podido nacer porque se ha ejercido un control de la natalidad sobre él, pero Mexico forma parte de este problema angustioso que aqueja a la humanidad y la política agraria y la politica agrícola que se siga es decisiva para saber si México está condenado a perecer o si, una vez más, dando ejemplo al mundo, logra salvarse.

Señor director de la Facultad de Derecho, doctor don Ernesto Flores Zavala; señor irigeniero don Ramón Fernánder y Fernández; compañe- ros: quisiera que valieran para mi las consideraciones que tan brillan- temente se ha servido hacer el doctor Hernández, tanto con respecto a la exposición brillante del ingeniero Feruández, como por lo que toca a la crítica y a la definición que quería se le diera al término crítico en esta intervención. Hubiera querido hacer algunos comentarios respec- to al aspecto jurídico que prehetita, en mi opinión, como problema, la solución propuesta por el señor ingeniero Ramón Fernández y Fer- nández, respecto a la reforma que debe hacerse en materia de la legis- lación agraria; el tema, en virtud del escaso tiempo, creo que con mayor claridad podrá exponerlo alguno de los señores profesores de la materia. El doctor Hernándeí, muy gentilmente, hizo una diferenciación entre

Page 22: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

E L PROBLEMA AGRARIO ACTUAL 73

el problema de la reforma agraria y de la politica agraria, y al terminar su intervención, tambien brillante, ya me había colocado dentro del tema o del problema de una política agraria a seguir, como una de tantas otras políticas que integren aquella que ;iyude a que un pais salga o no de la etapa que él también ya señaló, de subdesarrollo en la que se en- cuentra el nuestro. Y en virtud de las circunstancias tendré que referir- me a problemas agricolas y no a problemas agrarios, pensando que estos últimos son una parte de aquel concepto más amplio, que es el concepto agricol;~.

Al hablar el doctor Hernández de la relación entre recurso natural y población, está haciendo referencia al mayor o menor grado o nivel de ingresos que obtengan los habitantes en el país, que en el sector rural ascienden a casi el 507, de la población total del mismo; el nivel suma- Irlente bajo, uno de los más bajos de todo el continente, de ahí que todavía seamos uno de los paises subdesarrollados latinoamericanos, sig- nifica, según la opinión del señor ingeniero Kamón Fernández y Fer- nindez, un malestar social, pero identificado por él con la falta de des- linde de las tierras. Haciendo referencia a su consideración sobre el tema agrario yo lo pasaré al campo agricola, y diría, para ejemplificar y para abrir el punto al que quiero entrar, que son iina peor causa de malestar social los datos que el doctor Hernández nos dio, como son, por ejem- pli.1, la fülta de agua y la falta de bienes de capital con que puede contar u11 campesino para dar un mayor grado de productividad a la tierra, que en nuestro sistema jurídico le ha sido otorgado en condiciones espe- ciales y atendiendo, como también lo seiialara el ingeniero, a una men- talidad esliecial y a un movimiento especial y a un fenílmeno caracte- rístico de México, y con esas peculiaridades se instituyó. De la misnia iiianera, el problema agricola debe de enfocarse, teniendo presente las características especiales del campo mexicano. Brincar6 a olro renglón importante que seiialó el ingeniero Fern.indez en materia de inversiúii; :iI Iiablar <le la precariedad de la tenencia de la tierra como una de 13s coiiseciiencias de la estructura jurídica de esta tenencia de la tierra, y iiie l~resentó mis <ludas sobre si la precariedad en esa tenencia de la tic- rro no deriva de la estructura jurídica, sino de la carencia de los elc- rnentos determinantes, en un mayor o menor grado de desarrollo como pueclen her los factorcs productivos que en nuestro medio y en el sector rural son taii esc;isos. "mte el dato de que el sector rural en el pais, de q11e la actividad agrícola lia coadyuvado en forma muy importante ü csc grado de des;irrollo, que cada vez se a1c;inza con mayor velocidad eri iiucstro medio, y ante la amenaza de que la productiviclad de ese sector agricola disminuye año con ano, a punto tal ile que se espera una falta de rclaciúii de 1.57, aproximaclainente de detiianda y olerta del produc- to del campo para los pi-óximos 3 años, es qiie el problema agrario lo refiere al nivel de la productividad de diclios sectores. El problema

Page 23: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

74 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXZCO

agrario, como uno de los males o como una de las causas del proble- ma agrario, está en la falta de una legislación coherente y actualizada, que valgan las expresiones del doctor Hernández, en este concepto dinámico deben de constantemente revisarse; pero la situación del campesino mexicano se presenta ya como la necesidad de aumentar con todos los recursos disponibles, y ahí es donde interviene una acción coordinada por parte del sector público; el ingreso de esa gran masa de la pobla- ción, y el ingreso en la mejor forma distribuido dentro de esa misma masa; si bien la redistribución debe de ser una aspiración general, puesto que el crecimiento del sector rural no ha sido uniforme y, por lo mismo, pretender hacer un análisis del problema agrario con base .en un ejemplo de falta de productividad, o de falta de ingresos, o de pobre situación económica, como en el caso de un ejido, seria tanto como afirmar que sería aceptable la solución propuesta por el ingeniero que, ahí intervengo un poco en el campo jurídico ingeniero, no solamente se opondría a nuestro sistema coustitucional total, sino que podría dar lugar, podría originar a que se nos olvidara la falta de igualdad o al grado de diferencia, de desarrollo entre las entidades federativas; el pro- poner que sea un mismo Estado el que reglamente las bases generales establecidas en un nuevo ordenamiento constitucional, en un nuevo precepto constitucional, seria tanto como pensar inicialmente en un principio, que cada Estado, cada entidad federativa sería autosuficiente para resolver su problema actual; entonces en mi opinión, atendiendo al mismo planteamiento que el ingeniero presentó con tantasbrillantez y dejando los comentarios de tipo jurídico, u n poco enfocándolo al aspecto agrícola, creo que no es más que problema de diferenciación de terminología; estaremos de acuerdo en que se requiere esa acción coor- dinada del sector público en ayuda de el total del sector rural en México, a efecto de elevar, con todas las sugestiones que 61 ya ha apun- tado, como crédito, obras de interestructura, etcbtera; incrementar el nivel de ingresos de la población campesina.

Yo me permito felicitar al ingeniero Fernández y Fernández porque tenía sumo interés en escucharle y me ha dejado muy satisfecha, para mí ha sido un honor. Muchas gracias también a la Facultad de Derecho por este gran honor que me han conferido.

Señor director de la Facultad de Derecho, don Ernesto Flores Zavala; señor ingeniero Ramón Fernández y Fernández; distinguidos miembros del Presídium; compañeros de la Mesa Redonda; damas y caballeros. Me permito antes que todo, sumar mi felicitación a la del ingeniero Fernández, para la Dirección de la Facultad de Derecho, así como para

Page 24: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL I'ROBLE.IfA AGRARIO ACTCAI. 75

la Comisión Organizadora de cstas Mesas Redondas. Indiscutiblemente, el problema agrario de h'léxico es uno de los que inquietan mis a todos los sectores del ptiis, y fundamentalmente una cuestidn que Iia apasio- iiarlo ;i los cstudiaiitcs de la Faciiltad de Dereclio. En merito al tiempo lirriite que se nos ha fijado, vamos a hacer una considcración muy general cn torno a la brillante conferencia del ingeniero Fernández, sin ciitrar en detalles, algunos de los cuales son de gran importancia para iiosotros y que anierit:iriaii, desde luego, una consideración específica. Con todo el respeto y consideración que nos merece el ilistinguido in- geniero Feriiánder, yo me pei-milo hacer uria consi~leraciún de tipo gcneral, eri cuanto al plaii~eamiento de la problemática agraria que nos I i a presentado; desde mi punto de vista, parece incompleta en virtud ile qiie se refiere o alude sulamente a un aspecto de lo qiie en realidad rs el problema agrario. En efecto, los piintos fuodainentales de su pro- blernática los rediice a la regulación de las formas de tenencia de la tie- rra y, etirnológicamcnte, el ttrmino agrario es un termino mucho más ;iniplio por lo que no puede reducirse a ese solo aspecto la problemi- tica agraria. De conformidad con la derivacii~n etimológica yo considero que la reforma agraria es una institucihn cuyo objetivo total se orienta al logro de una reestructuración radical, tanto de los sistemas de tencn- cizi coino de los inétodos de explotación [le la tierra, corrigiendo injus- ticias y realizando iina sana justicia social <li~trihutiva en beneficio (le la población campesina; desde este punto (le vista yo considero que el problema agrario es uiia cuestión compleja de carictcr sociueconómico fundamentalmente, manifestada en la realidad del país, a través de uiia regulacidn inadecuada, inconveniente y perjudicial en las formas de te- nencia de la tierra y en los sistemas cle explotación, que se refleja en el estado de miseria y servidumbre de las familias campesinas y en un atraso general en la economía de la nación y el cual dcbe resolverse por medio de los proceclimieiitos técnicos que nos proporciona la ciencia. Yo pienso qiie si reducimos la relorma a~garia a uno solo de los aspec- tns, al de la tenencia (le la tierra, la estamos deIormarido porque la reforma agraria mexicana por sus antecedeiitcs, fundamentales, se plan- teó como un inedia de redimir de la miseria a las clases cam~~esirias, y este propósito, eate objelivo total de la reforma agraria no se alcanzaría si simplemente lo dejamos en la mera distribución de la tierra, en esa virtud es iiic1ud;ible que deben considerarse con toda atención los dos aspcclos fund;inientalis, de la cuestidn agraria: aliora bien, y recomen- cláiiclole al nioderador, licenciado Garcia Rojas, que nie señale cl mo- mento [le terminar mi intervención, de acuerdo con este criterio yo voy ;i serialar algunos puntos, los que alcance a dcsarrollar, respecto a la problemitica actual del problema agrario en México. México cuenta con una superficie de 196 millones 389 mil hectáreas, y en esto voy a reiterar las nociones que ya nos apuntaba el doctor Hernández, de las

Page 25: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

76 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

q u e son susceptibles de cultivo, según cálculos periciales, 30 millones, aun cuando en la actualidad solamente se encuentran en proceso pro- ductivo un poco más de quince millones de hectáreas, de las que más de tres millones quinientos mil son de riego, un millón quinientos mil de jugo de humedad y 10 millones de temporal; frente a la limitación te- rritorial y demás recursos de la naturaleza nos encontramos ante el grave y delicado fen6meno como lo es el explosivo crecimiento demográfico que no es particular de Mexico sino que lo afronta el mundo entero, lo .cual implica una mayor demanda de satisfactores agrícolas, a lo que hay que agregar, de conformidad con el sistema agrario mexicano, una .existencia mayor de tierras por parte de las nuevas generaciones cam- pesinas que reúnen los requisitos de capacidad por la ley; en la actua- lidad cálculos conservadores estiman que los campesinos con derechos a campos, exceden de tres millones. Ahora bien, resulta imposible dotar de tierras a todos los campesinos con aptitud de trabajo, es imprescindi- ble canalizar su fuerza de trabajo hacia otros campos de la actividad humana; actualmente, según cálculos tbcnicos, la industria y el comercio absorben el 25% y los servicios generales un 15%. Considerando las actuales condiciones que guardan los 22 ejidos creados por la reforma agraria mexicana, resulta imperiosa la acción del Estado en estricto cumplimiento de los artículos 151, 152, 153 y relativos del Código Agra- rio, a efecto de que se realicen sistemiticamente las depuraciones cen- sales, se parcelen y se deslinden las tierras ejidales otorgando los cer- tificados de derechos agrarios o títulos parcelarios a los campesinos beneficiados, según se trate de ejidos con sistema de explotación colec- tiva o individual. Es pertinente que el Departamento de Asuntos Agra- rios y Colonización expedite el trámite de los expedientes dotatorios en revisión, a efecto de resolver el problema que afrontan los ejidos provisionales. En materia de procedimientos legales, cálculos extra- oficiales estiman que en la actualidad y en terminos aproximados, exis- ten más de 68 mil expedientes agrarios, de los cuales 20 mil son relativos

. a restituciones, dotaciones y ampliaciones de ejidos, encontrándose 9 mil tramitándose en la primera instancia y once mil en la segunda; por otra parte, hay más de nueve mil expedientes en los que se tramita la

-creación de nuevos centros de población agrícola, y 7 mil relativos a inafectabilidades agrícolas y ganaderas; 2,970 respecto a confirmación, titulación de bienes comunales y conflictos de límites, y más de 29,100 que se relacionan con diversos conflictos surgidos entre ejidatarios comu- neros y pequeños propietarios. Atento a los datos anteriores, considera- mos que es pertinente mejorar los actuales mecanismos de la justicia agraria y crear, para lo futuro, un sistema propio que resuelva en forma expedita y oportuna los conflictos que, con motivo de la aplicación de las leyes de la reforma agraria, surgen entre ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, cada día en mayor número. En un alto porcen-

Page 26: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PIIOBI.Ei1iA AGRARIO ACTLrA12 77

taje [le los ejidos de la República se estiii operando los feri0menos del arrendamiento y acaparamiento de parcelas, constituyendo una fuente de iiitranquilidad en el medio rural que <la origen a múltiples proble- nias con evidente violación a los artículos 171 y 159 del Código Agrario. Estimanios pertinente que, para afrontar la cuestión del acaparamiento de parcelas, deben las autoridades agrarias activar en forma regular y sistemitica las depuraciones censales en toda la República: por lo que respecta a la venta de parcelas, deben establecer sanciones drásticas en contra de los particulares arrendatarios y en su caso, proceder en contra (le los ejidatarios arrendadores en los términos de los articulos 169 y 173 del Código Agrario que establecen la pérdida de derechos ejidales en tales casos.

Debemos considerar, dentro de la actual problemática agraria, la cuesti6n de las zonas urbanas ejidales que, por sus dimensiones y tras- cendencia para los campesinos del pais, reclaina la atencióii inmediata de las autoridades agrarias; en efecto, es tal la gravedad que reviste el problema, que ainerita una reorganiiacióii administrativa para regulari- zarlas confornie a la legislación vigente; pero, acleinis, es necesario realizar iiiia revisión [le la ley que la rige, ron el propósito de actuali- zarla y lograr una mayor protecci0n de la familia campesina.

Aparte de estos puntos, consideramos otros muy fundamentales; desde luego, la organización de los ejidos, a efecto de que se constituyan en empresas agricolas convenientemente refaccionadas, que puedan pro- ducir en beneficio de la nación; en consecuencia, Iiay tina serie de mediilas que deben considerarse en forma muy imj~ortante, como la cuestión de crédito, de planificación, de seguro agricola, [le srguro so- cial, de irrigación, caininos vecinales, electrificación, mejoramiento de la viviencla rural y, fundamentalinente, la coordinación de las institu- ciones que cleberi participar en la aplicación de las leles de la rclorm;~ agraria. Para terminar, yo quisiera, puesto que es uno de los puiitos de solución fiindamentales que nos Ixop<>ne el ingeniero, preguntarle si, conforme a su tesis, debe modificarse 1;i :tctual estructura agraria y crearse otra, y ciiáles serian las bases torales desde el punto de vista de la sisteiriitica constit~icional.

Seíior director de la Facultad; seiior iiigiiiiero Ramóii Fcrriáride~ y Fernánder, miembros del Presi<liiini; conipafieros de ¡ilesa Redonda; 5efior;is y señoicl. 1;ii o b ~ i r ~ ile que iiie tnqiieii la c;iiiipaii;i, voy a pro- curar ser inuy breve, y, desde luego, tratar sol~iinente este zispecto que se nos Iia plante;i<l« esta noclie en iiiia fiirin;i siiniamente general. Ha- bría llara muchas hfesas Redonclas y para niuclias horas de trabajo, de

Page 27: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

78 REVISTA DE L A FACULTAD DE DERECHO DE MEXZCO

trabajo arduo, el comentar la brillante exposición nacida de la expe- riencia y del estudio del distinguido conferenciante. Independientemen- te de esta situación y, naturalmente, con el respeto académico que se requiere en un acto tan importante desde nuestra querida Facultad de Derecho, quiero yo plantearle determinadas situaciones, determinada, digamos no critica, sino a manera de comentario en relación con las ideas del señor ingeniero Ramón Fernández y Fernández; pienso yo que toda la conferencia del ingeniero, nacida, como ya dije antes, de su experiencia, por una parte y por otro lado por una cierta conciencia que se está creando en el mundo de las ideas de México, que se está creando por primera vez y, desgraciadamente, iniciada por un grupo que real- mente no tiene idea de que es lo que debería él haber planteado, puesto que, con toda tranquilidad, expone sus ideas en una reunión de perso- iias, de técnicos, que resulta ser una reunión internacional; me refiero, como ustedes ya lo esrán pensando, a la iniciación de este grupo, de este sistema de ver las cuestiones del campo con mucho interés, plan- teada por los empresarios, los banqueros, los poderosos de México; estas personas, naturalmente siguiendo su trayectoria especial, están buscando ?que, un mercado? Al tratar de encontrar un mercado ponen su índice de fuego sobre el aspecto de que el campesino mexicano, preferente- mente el ejidatario mexicano no puede ser, para ellos, sujeto de cré- dito, y al no ser sujeto de credito no pueden ellos extender la obra, la ayuda de la iniciativa privada que es tan importante para resolver estos problemas; puesto que el Gobierno no es posible que los resuelva, hacia el campo de México; entonces, pues, ésta es una postura sumamente có- moda, claro, sin embargo ha traído efectos benéficos, ha traído una serie de estudios, de comentarios, periodísticos inclusive; ha traído in- clusive, también, reuniones como ésta en donde u n grupo de personas, no de gentes, están viendo cuál es la realidad del campo en h.lexico. Ahora bien, como decia a ustedes, no puedo referirme especificamente a todos y cada uno de los aspectos técnicos y tecnológicos que podían derivarse de la brillante conferencia del ingeniero Fernández; sin em- bargo, si quiero establecer algunos aspectos especiales en relación con nuestra realidad agraria.

Se dice que nuestra legislación es obsoleta, se ha hablado y nueva- mente tendremos que tratar nosotros de expresar nuestras ideas alrede- dor de una sola fase del problema agrario de México; es decir, como ayer muy justamente dijo alguna de las personas que intervino, un distingui- do maestro de esta Facultad, se ha planteado esto solamente a base de crítica; vamos a resolver el problema agrario criticando lo malo que existe en el problema agrario mexicano; es decir vamos a tener una fundamentacibn de los aspectos negativos de la mal llamada, como decia muy bien el ingeniero, reforma agraria y del problema agrario mexicano; entonces, claro, aspectos negativos hay muchos; pero, en el aspecto ne-

Page 28: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EI. PRORI.EhIA AGRARIO . 4 C T r A I . 79

gativo tal vez, es en el que no estamos de acuerdo, estanios tratando de encontrar soluciones al problema agrario de México, y hablamos de so- lucionar el problema agrario de México y solamente nos estamos ocu- pando del problema agrícola mexicano. Son cosas totalmetite distintas; e l problema agrario de México tiene como problemática principal pri- maria, no la única, la tenencia de la tierra. Efectivamente, el momento e n que el núcleo campesino que fue el que ganó la revolución, el obrero fue el que la usufructuó, en que el núcleo campesino se levaiita con el objeto <le establecer una justicia soci:il cii el campo mexicaiio, enciieii- tra naturalmente los ideólogos, esos ide0logos de esa envergadura con10 don Antonio Diaz Soto y Gama y tantos Juaii Sarabia y todos los demis, q u e con mucha anterioridad a 1915, con mucha anteriorid;icl a Luis Cabrera en sus fiimosas Leyes 6 de enero 191.5, y con :~iitcriori<larI, in- clusive, a l scfior Madero y tantos otros, ya 11;ibian planteado esta situ;i- ción en el campo; ya en 57 hace más de 100 afios, 1;i Iiabía pl;iriteado Ponciano Arriag.1 en el seno del Coristituycnte. Vemos, entonces, que se buscaba una justicia social; la justicia sricial se obtuvo por medio del Articulo 27 constitucional; entonces; esa justicia soci;il que se b;is:i en 1:i tenencia de la tierra fue mal eticau~acla, mal Ilevad;~, pero ade- más, no nos debe esto de extrañar; nosotros los mexic:inos, un puebl<i inteligente, un mestizaje muy inteligerite porque lo somos, estamos acostumbrados a que todzis las cosas que Iiacemos a como da liigar, a como viene, sobre las rodillas resolvemos los problenias mis arduos, entonces, se Iiaii resuelto estos problem:~s, uno, otro y otro, en virtii<l d e determinada disposición o de alguna idea que la persona que estaba en turno en ese mornento ordenado, pues, le parecía que así debía ser; desde liicgo, no Iiubo una teriiificaciiin para resolver, para aplicar el verdadero espíritu del Articillo 17 constitucional. Estas leyes resu1t;iii obsolet;is, dire el señor ingeniero confereticianie, lo acrpta el <lector Oc- tavio Hern;indez, pero no acepta que nuestras ideas lo sean, rl;iro, r i i las ideas ni las 1e)es son obsoletai; no es u11 probleina <le leyes el que se haya resurlto o tr:it;iclo cIc rcsolver el ~iri>l>lerii;i agrario eii México, m:il conio se 1i;i resuelto; no, el problerna es otio, el problema es un pro- blema sociolligico, es iin problema de vicios, de vicios iiuestros, de los eric:irgados de resolver este problema, que iio lo Iinii q~iericlo resolver, y no lo I1:iri qucri(1o resolver porque cürlii quieri va buscaii~lo algo; tio resolver el irleal agrícola o agrario <le h'16sic0, sino a ver q116 sac:iii conio consecuciicia de esto.

Ese es un punto <!e vista que no Iienios observ:rdi) ni ayer ni hoy; ~>cro , rolriendo a tratar el ;isuiito, porque, como les decía yo a ustedes, realmente ci moderador está en una situación <lilícil por la preniura riel tiempo y queriendo yo, y respetin~lolo tanto <:oiiio lo liago, pues quiero que me tenga un poco de paciencia porque son problemas real- iiientc ii i i iy importantes; fuera de esta situación, fuera de este contuber-

Page 29: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

80 REVISTA DE L A FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

nio, verdadero contubernio que existe entre el comisariado ejidal, entre las comisiones agrarias mixtas, entre los mismos encargados de la vigi- lancia, entre, pues tantos y tantos funcionarios que intervienen, el jefe de zona, el mismo gerente o digamos agente como se le llama, del Banco Ejidal para conceder créditos, tantos y tantos desmanes, verdaderos des- manes que se cometen en el campo mexicano; pues, como les decía a us- tedes, no terminaríamos solamente de enumerarlos en una conferencia que comenzara, por ejemplo, a las 8 de la mañana y estaríamos si acaso, terminando; no quiero llegar a un campo totalmente distinto, al campo que fue el que dio la niesnra, la mesura más bien dicho, para que pen- sáramos en una reforma, en una reforma completa de lo existente en las épocas anteriores; no solamente durante la dictadura del general Diaz, sino con anterioridad, durante todo el México independiente y con mucha anterioridad, a través inclusive de 4 a 5 virreyes que bon- dadosamente trataron de ayudar al pueblo indígena, al pobre campe sino mexicano, a salir un poco de su servidumbre y que no pudieron hacerlo porque, recuerden ustedes que existía aquella frase tan famosa que parece ser que nosotros también la hemos heredado, las órdenes del monarca indiscutiblemente que eran unas 6rdenes tendientes a es- tablecer un régimen de bondad, se ponían sobre la cabeza y se decía en las audiencias tradicionales "obedércase, pero no se cumpla". Ahora, también al poderoso se le dice "obedézcase, pero cumplirlo, a ver cuán- to me deja". Independientemente de esta situación y entrando en ma- teria de la tesis del señor ingeniero don Ramón Fernandez y Fernández, el ingeniero presupone que sería una forma de resolver la situación del campo mexicano si se permitiera la venta del usufructo y de las mejo- ras del minifundio, con el objeto de que se fuera acrecentando la canti- dad de tierra que tuviera cada ejidatario; hemos visto, a través de las elocnentísimas palabras y sobre todo de la estadística, más elocuente todavía, del señor maestro Lemus García, cuál es la situación del campo en México; todo esto viene y proviene de las afirmaciones que venían, que inclusive se trató por Abad y Queipo desde hace 200 años de comba- tir. Mkxico no es un pais agrícola no puede ser un pais agrícola; si nosotros tuvieramos las planicies de Argentina, tuviéramos las planicies de riego de los Estados Unidos de Norte América, sería una cosa com- pletamente distinta, abundan muchos aspectos con el señor conferen- ciante en función de que todo esto que 61 dice que esta mal hecho debe mejorarse, debe tratar de hacerse bien, pero, recuerdo tambien al sefior ingeniero don Ramón Fernández y FernAndez, que según pare- ce que escuché, laboró en el Departamento Agrario, ahora Departa- mento de Asuntos Agrarios y Colonización, que él debe haber vivido en carne propia el presupuesto ridículo de este departamento, inde- pendientemente de la buena o mala voluntad de los ingenieros, mn- chos de ellos que la forman, gran cantidad de ellos, sumamente hones-

Page 30: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EL PROBLEAIA AGRARIO ACTUAL 81'

tos, que materialmente no pueden ni siquiera movilizarse; el señor ingeniero quiere, naturalmente, que se hagan una serie de trabajos que claro que deberían hacerse. Para terminar, digo lo siguiente: en rela- ción con la tesis del señor ingeniero don Ramón Fernández y Fernán- dez, no me parece que sea una tesis adecuada, rompe con uno de los principios consagrados en el Artículo 140 del Código A~qario y con- sagrados, naturalmente, por los ideólogos de la Constitución y por la misma Cr~nhtitución; no me parece que el ejido, la parcela. se vuelva un instrumento de comercio, pero además [le no parecerme cjue se vaya a violar este principio fundamental de nuestra reforma agraria, no me parece porque sus resultados serían nugatorios; tendríamos entoii~ ces, en relación con los 20 mil ejidos existentes, posiblemente tendría- mos, pues para ser un poco liberales con los que forman el comisariado, digamos 60 propictarios, 60 ejidatarios, y quk es lo que va a Iiacer, y ésta es una pregunta que hago a l señor conferenciante para termiliar, qué es lo que va a hacer o qu6 podría hacerse con cuatro millones y medio de ejidatarios que venderiaii su minifundio y aunado a los S millones y casi medio millón tambibn, de campesinos con dereclios a salvo, con esa frase tan traída por los políticos, con derechos a salvo, pues ya casi hacen oclio millones de campesinos que no tienen acomodo ni tendrían acomodo en ninguna parte; primero tenemos que crear los empleos, las plazas, dentro de la industrialización, coino se ha hecho en otros países, en los mismos países, en que son privilegiados como los Estados Unidos de Norre AmPrica que en donde el 8y0, el 8 y fracción por ciento de la población se dedica al campo y con eso c i más que suficiente para obtener todo lo necesario para la vida del 92:; restante de la población; entonces digo yo, si la tesis del señor conferenciante no va a traer, en primer lugar, no traería resultados favorables, de ninguna manera podría traerlos; en segundo lugar, yo digo lo siguiente: nuestra reforma agraria con todos los defectos quc estamos dispuestos a aceptarle, con toda esa serie [le problemas que se presentan que es posible atacar poco a poco, <le acuerdo con el presu- puesto; no esperamos de ninguna manera qiie los señores Sdnchez Nava- rro y compañia, se movilicen hacia el campo; no se movilizarán nunca; pero digamos el gobierno, la ronciencia agraria que debe plantearhe en México, vaya ayudando a que la gente del campo vaya mejorando dentro de l o que pueda; no hagamos un ~anegir ico de 10 dicho por el señor delegado de Francia, en el que dijo que la tierra, volteando cl con- repto filosófico de la tenencia de la tierra, es de quien la trabaja, la tierra es de quien la trabaja bien; este señor estaba trabajando para los intereses bancarios. Yo digo, finalmente para concluir con esto, que considero que es preferible el progreso lento en busca de la justicia social, que la potencialidad económica más grande, a base de la ser- vidumbre y malestar del pueblo.

Page 31: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

REVISTA DE L A FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

QUINTA REPLICA: SEÑOR LICENCIADO TEODULO ANGELES ZURITA

Señor director de la Facultad de Derecho; distinguidos miembros del Presidium; señoras y señores. Quiero unirme a la felicitación que se ha hecho por los comentarios anteriores al señor ingeniero Fernández, por la brillante conferencia que nos ha dado en esta noche, donde nos ha ilustrado en muchos aspectos; ello no es sorprendente puesto que la capacidad del ingeniero Fernández es por todos reconocida. Yo, para los efectos de mi comentario, voy a acoplarme a la terminología y a la connotación que el da a vocablos como son, el problema agrario en Me- xico. Él identifica el problema agrario en Mkxico con el problema de tenencia de la tierra; y como seria ocioso, además de necio, ponernos a entrar en digresiones de carácter conceptual, yo me voy a colocar, dándole esta connotación al termino del problema agrario en México, y entonces a mi se me plantea esta primera inte- rrogante: 41 piensa -el señor ingeniero Fernández- y esto que voy a decir no significa que no este de acuerdo con casi la totalidad de su conferencia, con casi la totalidad de sus observaciones, pero si él, nos dice que debe modificarse la estructura del ejido permitiendo la enaje- nación condicionada de la parcela y permitiendo una concentracióii hasta cierto limite, y además, el cree y nos dice, que el problema agrario, o sea el problema <le la tenencia, se resuelve y se soluciona a base de <lisposiciones de carácter jurídico; yo pienso que el Derecho es un ins- trumento muy eficaz en la solución de los problemas sociales, pero me parece, en primer lugar, que no es el único instrumento y que, además, el Derecho es producto de otros fenbmenos sociales y que, ade- más, debe guardar concordancia con esos hechos y fenómenos sociales que van a regular. Nosotros, aquí en la Facultad, sabemos desde un principio, o sea en nuestros cursos de introducción al estudio del Dere- cho, que hay dos clases de normas que idealmente son obligatorias; iinas normas que componen el Derecho vigente, pero que no se cum- plen; y otras que integran el Derecho positivo, o sea aquellas que, ade- más de ser obligatorias, se cumplen en la realidad porque responden a una necesidad de carácter social; esto me lleva a ccincluir que, para establecer una reglamentación jurídica adecuada de la tenencia de la tierra, o sea para resolver el problenia agrario actual, es menester tomar en consideración otros factores, otros factores que constituyen lo que llamamos las fueiites reales del Derecho, otros fenómenos socia- les, no jurídicos, rnetajuridicos, pero son los que dan lugar a la forma- ción y a la producción del Derecho. Para mi, el problema del campo, entre el cual esti encuadrado el problema de la tenencia de la tierra, tiene varias complicaciones; para mí, desde luego, tiene una implica- ción de carácter económico y esta implicación está relacionada de ma-

Page 32: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

riera íntima con el desarrollo del pais y, adrmis, coi, el momento his- tórico eii que se está desarrollando el país, porque no todos los países han llegado a su clesarrollo económico en la misma etapa histórica; y, ademis, en cada etapa Iiistórica las condiciones han sido distintas; cuando el desarrollo económico de Inglaterra, con motivo de la acu- niiilaci6n original del capital, a través de actividades lícitas o ilícitas, morales o inmorales, etcktera, entre las cuales estaban, por ejemplo, la trata de negros, la piratería, etcktera, pero dieron lugar esos fenóme- nos, junto con otros aunados a su comercio, a las condiciones necesarias paxi que se desarrollara Inglaterra económicamente, y claro, fue el primer país que llega a la industrialización y al desarrollo ecoiiómico; clcspiiés le siguen Estados Unidos de Borteamérica, también en con- (licioiies distintas a las de Inglaterra, y así van incorporándose al des- arrollo económico los restantes países; hay algunos que apenas se están incorporando o que se i r jn a incorporar, como aquellos que componen el llamado tercer mundo, eii el AIrica.

hlbxico se encuentra en la actualidad en condiciones especiales; espe- ciales, no porque seamos mexicanos y tengamos esa peculiaridad, sino porque cada país ha llegado al desarrollo económico en condiciones diversas; entonces, a mi me parece que el problema de la tenencia de la tierra, la regulación jurídica de la tenencia de la tierra, debe conectarse de manera directa con los otros aspectos, con aspectos de <lesarrollo económico del pais, y que necesitamos pensar en la mano industrial, que necesitamos pensar en la industrialización de los produc- tos del campo, en darles ocupación a los campesinos, etcétera; pero ;i lo que quiero llegar, fundamentalmente, es que para el desarrollo económico es necesario iin firianciamiento, o sea tina riqiie~a previa creada. En México, hasta hace 30 o 40 años, en realidad no existía rapital para financiar el desarrollo económico: el desarrollo económico del pais, yo pienso, como miichos otros mexicanos, que debe hacerse fundamentalmente con capital nacional; ah, pero se dice que el capital nacional no existe; por ejemplo, para canalizar el credito al campo eso resulta imposible, porque lo que ya se había dicho que para los baiiqueros mexicanos los campesinos no son sujetos de crédito bueno. resulta que el financiamiento oficial es iiisuficiente; pero el financia- miento que se po<lria lograr con el ahorro público, o sea capital que esti ocioso y que es de consideracibn, si es factible canalizarlo hacia el desarrollo ecoiiómico del pais; o sea que los banqueros dejen de ha- ccr negocios de viuda y además de financiar actividades que son, en lugar de benéficas, perjudiciales para el pais; por ejemplo, el aparato de distribución es excesivo, tanto en el comercio al gran mayoreo, al medio mayoreo y al menudeo; es excesivo el aparato de distribución que tenemos, y el ahorro público que no es de los banqueros pero que ellos lo (letentan, siiio que es del pueblo. ése se va a canalizar hacia

Page 33: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

84 REVISTA D E W FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

esas actividades, a mí me parece que si el Gobierno lograra canalizar el ahorro público, el capital que está ocioso, hacia actividades básicas y beneficas para el desarrollo económico del país, tanto en el campo como en el aspecto industrial, entonces se podria solucionar el proble- ma; y, al crearse dentro de la industria el número de empleos suficientes para los campesinos que quedan desplazados, al mecanizar la agri- cultura, al aumentar la productividad en el campo, realmente nosotros nos podríamos encuadrar por un desarrollo sano y que evitariamos posibles explosiones como ya se ha señalado aquí, por la situación de miseria que tienen los campesinos.

Moderador:

Y ésta es la participación de cada uno de los distinguidos maestros haciendo comentarios, sugerencias o replicas francas sobre la confcren- cia del señor ingeniero Fernández y Fernández. He advertido que el señor Fernández y Fernindez ha apuntado y ha estado atento a las observaciones que se le han hecho; estimo, en lo personal, que fun- damentalmente se reducen a señalarle que el problema del campo en Mkxico tal vez no sea un problema de cambio de estructura jurídica, o no lo sea fundamentalmente; que afronta actualmente una despro- porción entre el crecimiento demogrtífico y la limitación territorial, y que adolece el campo mexicano de falta de método y tecnificación; aparte de que pueda hablarse tambikn, en cierto modo, de una falta de moralidad pública en el tratamiento de este problema.

Finalmente, el señor licenciado Huerta Campuzano hizo alusión a que la legislación no es obsoleta actualmente y que con los instrumen- tos juridicos que cuenta el país para tratar el problema del campo, es posible obtener el desarrollo en este aspecto.

Queda la al abra al señor ingeniero Fernández y Fernández, con el objeto de que haga las observaciones o responda a las objeciones que le han sido formuladas.

Contestacidn del ingeniero Ramdn Ferndndez y Ferndndez

Voy a abusar de la paciencia de ustedes lo menos posible, haciendo concretas mis contestaciones a algunas observaciones que se me formu- laron y he anotado.

Ante la presión demográfica pueden tomarse, a mi juicio, dos acti- tudes; a la una le llamarla derrotista, y a la otra progresista: la derrotista se parece a aquella actitud de los ludistas o rompe máquinas del tiem- po de la revolución industrial: "las máquinas son malas porque crean desocupación, porque nos quitan el trabajo", y, al destmir las má-

Page 34: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

EI. PROBLEMA AGRARIO A C T U A L 85

quiiias, clestruían un importante instrumento de desarrollo, que poste- riormente les iba a dar trabajo, porque iba a diversificar las actividades y a hacer crecer la economía. La actitud derrotista en materia agraria implicaría: "No llevemos a cabo la nueva política agraria en la forma propuesta, debido a que desplaza ejidatarios, aunque éstos se despla- i.arán voluntariamente, pero, de todas maneras, si no podemos darles tierra a todos porque no ajusta, demosla al mayor número posible, :iiiiique le toque a cada persona, como decía Edmundo Flores en una de sus pintorescas charlas, solamente un pedacito chiquito, de dos metros <le la]-go por uno de ancho.. . y dos de profundidad."

lríamos al minifundio generalizado, o sea a un estancamiento del desarrollo, o sea a un agravamiento del problema de la presión demo- gráfica sobre los recursos.

En cambio, la actitud progresista hace caso omiso, temporalmente, del problema de la presihn demográfica: crea estructuras favorables al desarrollo, confiando en que el desarrollo será el mejor remedio piira la presibn demográfica, y no el estancamiento y la falta de <lesarrollo.

De acuerdo con mis ideas, marchariamos hacia la constitución de una clase media campesina, en vez de un proletariado con tierra, levantisco e inconforme. Una clase media campesina próspera me parece el mejor ;imortiguador de las luchas sociales, el mejor factor de paz social. Claro que hay personas que no quieren el amortiguamiento de las luchas so- ciales, que no quieren la paz social: ellos pensarán de otra manera. Quizá piensen que debemos agravar los problemas, para que de una vez hagan explosiún; pero si se piensa en terminos de bienestar social, yo creo que la idea de la clase media campesina, progresista, acomo, dada, en vez del proletariado con tierras es una idea atinada.

Respecto al crédito, un corolario de la despetrificaciún de la estruc- tura interna del ejido, prohibido por el C6cligo Civil, permitido por excepción en la Ley de crkdito agrícola; es la anticresis. Se aplicaría principalmente de sociedad local o grupo solidario a ejidatario, cuando el ejidatario no pagara. Es un sustituto de la hipoteca lo que estoy proponiendo para los ejidos, sin desvirtuar las características del ejido. Cuando el ejidatario no pagara, la sociedad local, la sociedad de eji- datarios, digamos para simplificar el conjunto de los ejiclatarios, aun, que hay socierlades que solamente tienen una parte, intervendría esa parcela y la explotaría con sus propios medios hasta resarcirse del adeudo, y en seguida la devolvería; de esta manera estaríamos fortifi- cando la vida de la sociedad local que, de acuerdo con nuestra legisla- ción, debe ser una cooperativa de servicios varios, a partir del crkdito, pero que ha funcionado mal. En realidad se conceden los crkditos in- dividualmente por el banco, y pocas veces la sociedad tiene una vida que vaya poco más allá de los papeles en que están los estatutos. Si el

Page 35: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

86 REVISTA D E LA FACUI,TIID DE DERECHO DE MEXICO

ejidatario, como pudiera ocurrir con una parcela muy pequeña, ha desaparecido para el momento en que la parcela se devuelva, entonces la sociedad podría optar por dos cosas, claro que de acuerdo con lo que la Asamblea de Ejidatarios acordara: conservar como un patrimo- nio colectivo, como parte de los negocios propios de la sociedad esa parcela, o bien utilizarla para aumentar otras parcelas y, por consiguien- te, combatir el minifundio dentro del ejido.

Se podría aplicar tambien la anticresis de banco a sociedad. Todo el conjunto deja de pagar los créditos que ha recibido. Hay mora y no hay garantías suficientes ni perspectivas ciertas de que va a salir de esa situación; entonces el banco interviene toda la sociedad y explota las tierras con sus propios medios. Esto sería solamente en el caso de los bancos oficiales, no los privados. Explotaría el ejido en cuestión, como una sola empresa; es decir, lo transformaría en ejido colectivo, utilizando como asalariados o como en parte asalariados y en parte socios, porque distribuiría parte de las utilidades a prorrata del trabajo aportado por los socios, despues de ir tomando una parte para ir pa- gando el adeudo. Organizaría la explotación colectiva del ejido, la cual, si esta en buenas manos, si es atinadamente llevada, quedaría encarrilada en una forma racional. Resarcido el banco del adeudo, en- tregaría la explotación a los ejidatarios, que seguirían, seguramente, en vista del bxito, explotando ese ejido colectivamente.

Esto es un correlativo de lo que yo proponía; del traspaso de las parcelas o de la flexibilización de la estructura interna del ejido, en lo que concierne a hacer más factible el crédito para los ejidatarios.

Los reglamentos, y así contesto a la señorita, que yo concibo con mi poco conocimiento jurídico, no serían reglamentos del Artículo 27 y menos expedidos por las autoridades locales, sino serían reglamentos del nuevo Código Agrario, el que solamente tendría lineamientos muy generales respecto a esa revisión del conjunto de defectos que en cada región presente la estructura de tenencia de la tierra. Estos reglamentos indicarían lo que en particular debe hacerse en esa región, para resol- ver de una buena vez e integralmente el problema agrario.

Ya tenemos algunos antecedentes: en la epoca de Cárdenas se expe- dían decretos para ciertas regiones, para atacar integralmente la distri- bución de la tierra en esa región. Un decreto de 1936 se refiere a La Laguna; y así hubo otro referente a Yucatán, etcétera. Ahora se tra- taría de resolver todos los problemas planteados en la región, y un reglamento específico diría cómo se van a resolver en esa región especí- fica, reglamento derivado del Código Agrario, que, a la vez, sería la nueva Ley reglamentaria del nuevo Artículo 27 Constitucional.

Respecto a que el problema agrario no es solamente el problema de distribución de la tierra o de tenencia de la tierra, si nos atenemos al diccionario, es cierto. Lo agrario es más o menos equivalente a lo

Page 36: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

E L PROBLEMA A G R A R l O A C T U A L 87

:~grícola, pero la costumbre mexicaria Iia venido consagrando las ex- presiones "agrario" como referente a la tierra, y "agrícola" como referente a la agricultura en general, concepto más alto, que incluye lo agrario. Creo que debemos de conservar esta distincidn, p r q u e es Útil, y que el concepto de reforma agraria integral es confusionista, porque destruye esa distinción. Esto no quiere decir que no deba acom- pañarse la acción agraria de las demás acciones de la politica agrícola que deben favorecer la agricultura: pero sí quiere decir que no debemos confundir los terminos; que debemos, por método, considerar el pro- blema de tenencia de la tierra por un lado, y los demás acompañantes por otro, y entre todos formar la política agrícola conjunta que debe seguirse. También hay relaciones con otras políticas como la indus- tria, etcktera, y no por eso nos vamos a hacer un lío de unas cosas con otras, sino que conviene irlas considerando una por una.

Respecto a la depuración de los censos a que se hizo alguna referen- cia, es una mina muy importante para destruir vicios, que seguramente [lebe utilizar la nueva política agraria con amplitud; pero cuando se prive de derechos a ejidatarios porque no han cumplido con la legisla- ción vigente, no debe utilizarse esa parcela, si existe un problema de parcela insuficiente, para colocar uri nuevo ejidatario "con sus dere- chos a salvo", como se hace en la actualidad, sino que debe utilizarse para ampliar las parcelas, o para adecuar convenientemente la relacidn tierra-hombre en ese ejido; esto último en el caso de que se tenga en el mismo establecida una organización colectiva o semicolectiva, ya sea Irorizoiital o vertical.

Respecto a si yo pretendo transformar totalmente con In nueva polí- tica agraria la fisonomía actual de la tenencia de la tierra en Mkxico, contesto que de ninguna manera. Trato s61o (le establecer una cierta cantidad de retoques o de correcciones, que por muy numerosos y por muy necesarios que se están haciendo, se han vuelto un problema ur- gente. Es tina acumiilación de cletalles, pero esa acumulación es ya tal que esti poiiiendo en peligro los resultados mismos de la relorma agra- ria, y, en vez de que sigamos con las ideas actu;iles de la? dos instancias, y del radio de 7 kilómetros, y del poblarlo como sujeto de derecho agra- rio (por cierto ya se dan tierras de oficio, sin necesidad de pedirlas, pero eii la legislación no está consagrado eso) ; en vez de que sigamos cori todas esas cosas, modificar la legislación de manera que nos dé el cauce, que nos dé la pauta para esa nueva política agraria.

Yo creo que necesitamos algo conio base y que conio base de una ac- ción debe haber una legislación. Estoy entre abogados, de manera que no tengo nada que enseñar, pero ésas son modestamente mis ideas al respecto. Entonces, yo propugno la coexistericia de la pequeiia propiedad y del ejido, y no que el uno se coma al otro, ni la ~ropiedad privada al ejido, n i el ejido a la pequeiia propiedad, sino que me parece sana

Page 37: L - Instituto de Investigaciones Jurídicas - UNAMhistorico.juridicas.unam.mx/.../librev/rev/facdermx/cont/73/pr/pr4.pdf · Al principio, dije, se operó con timidez; ... Cuando la

88 REVISTA DE LA FACULTAD DE DERECHO DE MEXICO

esa coexistencia porque permite ir observando los acontecimientos. per- mite que no nos encerremos en un callejún estrecho, sino que podamos tener multiplicidad de acci6n. Por consiguiente, creo que no se deben vulnerar, de ninguna manera, en la nueva política agraria, ni los de- rechos de los pequerios propietarios, inafectables, ni los derechos de los ejidatarios, sino reafirmarse. La nueva política agraria consistirá, en parte, en esta reafirmaciún y, en parte, en la corrección de ese cúmulo de imperfecciones y de defectos, que, en buena parte como producto de la reforma misma, se han venido acumulando, hasta dar fisonomía a lo que considero es ya un nuevo problema agrario.