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MMMm^mm^ Doa Rosala rtigas e Ferreira DE estirpe e hroes; lustre por su cuna, ilustre por ella misma, que fu orgu- llo e salones y orgullo e su hogar; matro- na que conseru y aument los timbres e su abolengo; uiui Intensamente para su casa, moelono en sus hijos ejemplos e cluaonos. El apellio - blasn sin mcula, que es como una aurora resplaneciente en la Historia e Hmrica tuuo en ella una guoraora altiua y seuera. Gc! r^;:-cilic! H.'.k:': :)v- n ;, 6asa Gorralejo PLaza eoNSTiTueioN Rico Mantcaux de Terciopelo de Lana, adornado con Piel Modelo Bernard, de Pars Capita y Manchn de Armio Ruso Elegantsimo Modelo de la Casa Revillon de Pars Modelos exclusivos de nuestra casa ANO I NUMERO I MONTEVIDEO, MAYO DE J9I7 OFICINAS: CIUD ADELA. 1387 Suscripcin tnenKual $ 1. 00 semestral 6.00 - anual I.OO SELECTA DIRECTOR: JUAN CARLOS GARZN ~,7 X vamos a una aventura d^atcntida. llcnius mc- .'ilo nuestras fuerzas, nos heniot tratado un camino, tenemos un ruml)o marcado y cas>j)i seguridad del viajero que tiene su itinerario prefijado y conoce la semla. iniciamos la marcha con paso firme \' la convic- cii')n de que haremos olira ii d amor, de piedad y de fraternidad qu enarbolaran en el pasado ilustres ma tronas. En nmeros subsiguientes publicare mos en estas pginas, honrnilonos alta mente con ello, los retratos y semblanza de las seoras 1.. '. 1 M 1 Mi'' 1 ' ii - ' 1 li . . ...'1,1 \ .11.1 i ' .: .1 .1-, i. ;. ! 1. !., .;. . - -' , I-, U- . i , 1 ; . . ; 1 .1 - M |. M .1 iMi \^d-: StUtCI A .:'vV^ r=f3l) y un abanico que es una admirable, im;i estupenda labor, digna de Chelini. Pertenece este abanico a la distingui- dsima seora doa Dolores Folie de ("i'inicz. Obra admirable de orfebrera, donde el metal ha sido trabajado con Un arte ex- quisito, con una meticulosidad llevada al extremo. * Todo el envarillado es de orf) macizo. v los padrones son dos soberbias piezas donde el cincel ha hecho verdaderas ma- Pcnetones usados por las damas^cn 1830 ravillas. audacias de calado y bajos re- lieves. La unic'm de las varillas la constuuye una lmina de finsimo cuero, donde el pincel de un hbil decorador ha pintado una escena griega, de gran carcter y mrito de colorido, formando el todo un severo conjunto y constituyendo una joya de (recio elevadsimo. ipie puede ser or- gullo de una coleccin an cuando se trate de la ms rica y la ms famosa. Los ])einetones rememoran, con la elo- cuencia de sus ligersimos cuerjios 'de ca- rev, una poca nunca lo suficientemente bien evocada para ejempUi y para admi- racii'in. f^as damas de LSofl, en estos ])aises que constituan el antiguo dominio cisplatno. llevaban -tsos peinetones realzando con ellos la majestad de sus portes, la ele- gancia de sus tocados y sus hermosuras soberanas, donde el afeite no intervenga para nada v donde la frescura de la piel era tma afirmacin de belleza. Moda que hoy discutiran cpiiz los smart, pero que busca su fundamento -n un sentimiento de realeza: esos jieineti nes tienen algo de corona real y nunc mejor esos signos de majestad ipie e cabezas de mujeres, las nicas reinas iii discutidas e indiscutibles en medio il la arrobadora ola de democracia que tras torna al mundo. La distincii'in y l;i gracia que realzaro estos ])einetones, tuvieron elocuente ejeui po en damas tan dignsimas conu> est;i (lUc acuden a nuestra memoria: '.\ i:-i'. "i;.!. Irr- !n \1 SELECTA de cucxdro> de Di? OMMoiioRrffiri l'".s creencia tic que en nuestro l>:is no existen cultores, verda- deros cultores del arle, vale de- cir, personas de espritu selecto iedad. Es mozo de consejo. Ser un d, /:;:i;.iri-i . v M:;n.'/ I-.nr i-.~;'i~ -ilT.i^ .l.iii -i :a ualrri.i nvi ..,::; > i'-'r .-ir. I ]t.^'..^ m!\ !;u:'!*_' >!. ^|:ii; .--.i ' \..._-rM. ;.:.:-.:,- -, . ^ ' -:. ' ' " "_ l.>i mI^ U'!;i- .1 ;::;:.! V i"': \A'"r \^- \rt\\:i\.-i>Ui\\. n ;' , M.i-ra-ra.- Jn-.|!"'-." n.n.a/a;:. >" :',^;,{:. i.-P:i.r'.a"M)i Wav :u: '\. -.r i a ni,i-li i ^.'ir;-:)" \i|:ti; -a;'"' -'!! "ir- '!! ari" ilr-'-^ia ^ali-ri-i lia rl-. ;;i!m V- . -.1 !:'. .HU :.'. ', 'li : ,' .-i"u'-i'li' \ al- '". i a- . .i>r.i- 'iiia- ;^ ".;' ...i- ^'v ,"f 1- iin..' i. ':: ' * an; .rituui- r.i;'' i :'.'' ;;.. --"lii-!!..-- .iVi'- .-rviliir rr-ffei-t- * ..'U.- i->Ia . >.I al>a-., r' ' '-. ."c""riJ>:*ii!' -. a- a !r:i '. i-r-.' ia* rt,;].v> 'ii-.i- >:(- i. ",-;;;,..-.;, ., j,, .; j ^ ! M p ! . -Ir \ ! a-rr , ' IM . . Z - ! . ' V -. ' t M 1 .^ v ; .... ^:.-'''"' :!:.. a'.i-n:-ar mli-Zm ,-' r,,\,n;t.. .. ,;1 .i-i.;!!--; "Ki ' .'," .i':--" v>- . i ',rt-"'.t zar);' i. ;a -i. >;ili- lia \ ir; , - ;;ii!i;!i i i-v:-!'. . . "..^/; V ;:; -a';.]' (-i.-ni;" --u/ .11 i.a-1-..ri.I 'Ulu-'i. >-;t i-..in.i !.'!:i- !,l- * .i;"-.'- ' \ .r,>. ]'!.,/ .. ].- uia l^'a r- ..i]-^\i\ --I .l'i;!-. S. ' -.'UA "'l.a lirr.ii-a'' ;. i- ;r a '..i^::''':;."-'!!: .1 > ni' _ *" '.Jii"' , a '.1 j !'< v .-nrn > : ] uii.i.rl-a-" .' ,>:' !"i;,'-' '",.-!' .rimero en los anales del canto en los sa- lones. Voy a remontarme con la imaginaci- d^'.i- ..Mi , .;, bu. s.iliM .1 1.1 :u.vi.lr:iu.i .--l i:-.i;,i. Si .-. M, puv-blu \ ,! j-u.vl.. lu ,u,iuiu. .1 1.1, i-i iiit.-!iM n.- TA-b^-Iiuii vi.ii:.-,i MI ; ; _;nt' i"!l pi.iiiu. d.- uu ii; .'-..i'^M ^". ::;,' . Iiinlu .1 i'vt.i li^.ir.i l,:r, ..,:;ir..l;, ,1 X.., i,-|,-iniu., .1 1 1 K.ui.i \'ki....,. :, Kiuv d-- -u ..1.1. .i.i.i.i J-.-1 .-ntiru .i! , J-.-Mll hb'i. d.'dic.l.'i.i .""11 >n! ,:-:. 1 .;r .1 !u^ uicnc su'ri.vi,.. .i !"- qw i,i ii,-*,! ,^ (.!uniu pu.^ .H.- !.i .".un 1 v.-;i."i.i d. I,; s.lili^r.' i'ii^u os. .1.- 1.1 riiii."i"s.i s,i...ii Kn Tvicslr,) ,;...b.id.' . i- J-: .i.iu. lu.o. . . .:i , p. >n iMi uu i^rup" i lu ,i ;il.i ."i..^. I ..s bii.is A; 1,.. K.-V.-S ,i." I".:- ! 1 b, -u ,-l,..ii . 1. -u^ . - i.r,- ,. 1.1, ,.!-.-i,, MnLbCi A I Aiuca noclu' sal (le casa pcrfccta- nit'iUe decidido a averiguar la verdad. K! cielo, sin un as- tro, encapotado por las revueltas nubes de tormenta, pareca un inmenso lomo de grafito. Por instan- tes, una culebra de fuego boradaba la nocbe. y a poco, el sordo redoble del trueno, sal- tando de monte en monte, hacia temblar los r- !)(>!es y pona en fuga las manadas de lobos bam- brientos. Kl viento y la lluvia dificultaban bastante mi marcha. Dos veces ya, en medio de las tinieblas (|ue se amontonaban sobre la tierra, a la vera de grupos de rboles, haba estado a puiUo de caer. Pero uada me desanimaba. Tena (pie ave- riguar, an cuando me costara la vida, qu .mis- terio envolva al viejo Saale. Mis noches sin sueo me resultaban intolerables. La imagen hirsuta del entliablado viejo, desde el hallazgo de los rubs y esmeraldas, me persegua sin segundo. Una fiebre extraa, que me arrebataba hacia el misterio, lata en mis venas. Por lo dems, en toda la comarca la misma curiosidad envenenaba !a existencia de sus pobladores. Todas las noches, apenas las sombras se abatan sobrer la tierra, cien ojos escrutadores se clavaban en el mismo rincn del vaMe: all abajo, entre el grupo de retorcilas y vetustas encinas, el extrao resplan- dor lvido filtraba entre las maderas de la ca- bana del viejo Saale. Algunos hombres que por acaso, alguna vez. haban tenido que abandonar el lecho a altas horas de la mchc. contaban ha- lier visto siempre aqitel resplantlor. ;Ou poda estar haciendo el hurao vieio en scmeiantcs cir- cunstancias? T-a verdad es que las costumbres y modos del personaie no eran de las ms aparentes pnra infundir confianza al . v^rindario : iamr'i-^ diriira la palabra a perdona al trun a ; si se le sa^idaba. quedaba '^in roni-'stacin el saludo: s se buscaba su nroxmidad hua como una fiera sorprendidn. Mi bimo encuentro con l. ha- Manie decidido al fin a intentar la emnre=a de so^-nrcnder su secreto. Vagaba una tarde por el claro del bosque que se amontona en e^ fondo del valle, soando, for- iaudo mn'merns. pscnchando una estrofa n^r bata su-i rdas en c' fondo de mi ahnn. pronta a re- montar el vuelo. De pronto, un crabo extraor- dinario fulgur ante m como un joyel de pedre- ra. Kra uno de e.-^os hermossimos insectos a (inien Fabricius dio precisamente ese nombre erabus gematus por el brillo cobrizo, de pie- dras preciosas, que refulge en los bordes de sus litros. Kxtasiado contemplaba el crabo, diva- gando ya la forma de asociar sus resplandores al verso que germinaba en mi cerebro, cuando otro insecto extrao, de un verde esmeralda in- tenso, con litros de oro y abdom;en azul, pas c^mio una flecha de iris, multicolor y relampa- gueante, sobre el verde mate del boscaje. ',Qu(^ maravillas hace la naturaleza!, pens para mis adentros, exaltado por las opulencias prismti- cas (pie durante un segundo vibraron ante jpi vista. E hice el propVsito de volver a mi cstrota. Pero un sbito rumor de ramas tronchadas y de hojas sacudidas me dej clavado en el sitio. L'na exclamacin extraa, no s si de ira o de sorpresa, haba precedido a la ma. Luego, v.n enjambre de insectos fulgurantes se desprendi lie las matas removeuas si tuve ' tiempo de reconocer al \iejo Saale. y ya estaba yo ()tra vez solo, ro- deado de silencio. Mas lo extraordinario del caso fu que. al reponerme de mi .sor])resa e inclinarme sobre el Mtio donde debi estar oculto el hurao perso- naje, hall sobre el sueh. junto al ])ie de un rbol, unas piedrecillas diminutas, verdes y rojas, que centelleaban extraordinariamente. Pselas en la palma de mi mano para contemplarlas mejor, y cul no sera mi estup descompuesta el viejo Saale. que haba entrado sin yo advertirle. T,a sorpresa me dej mudo. Fntonces l. reco- nocindome, cinitinu ms calmado: : .A.h ! Ks usted, el joven poeta de all abajo, ^'a lo comprendo todo. Ha querido usted pene- trar mi secreto. Ha tenido usted la misma curio- sidad que los rsticos. Yo cre que los poetas amaban y respetaban un poquillo ms el misterio y lo desconocido. Y la curiosidad le ha hecho a usted ms osado que a toda esa grey de imbciles que viven del otro lado del ro... Mientras esto deca, haba encendido luces v nrri'rlado sus trastos, sin dejar de observarme de reoio. Yo me encontraba tan turbado que ni por u'i instante se me ocurri la idea de escapar. De pronto el viejo Saale se puso a sonrer tristemente. \'^nva, no est ah usted tan azora-do, sin- tese. Ya ve une yo, (pie podra mostrarme irri- tad. n ofendido, po lo estoy. ^; Xo ha venido lis- tel para snber? Pues bien: satisfar su curio- sidad. .\'gn da habra de haber revelado vo mismo, a alguna .academia o Sociedad cientfica, n^i secreto. Se lo revelar a usted primero que a los otros: eso es todo. Xo me desagrada que sea un ]>oeta el que coja la primera nueva. Pero, est usted temblando, hijo mo. aadi: si tiene fro. allgue>e api. al hogar. Aqu tiene un banco. Kncogido todava por la sorpresa, a pesar de sus buenas palabras, fu a sentarme. Saale me detuvo cf)n un gesto, a fin de retirar una caja jue yo no haba visto colocada sobre la silla. Aguarde usted: he de sacar esa caja. Y con toda naturalidad agreg: Son las piedras preciosas. ; Las piedras preciosas? interrogu, sa- liendo de mi mutismo. Piedras preciosas, s : repuso el viejo. Vea usted : aqu hay esmeraldas, rubs, diamantes, tunpiesas, amatistas, zfiros, (palos, jacintos, to- pacios... vea, vea usted. y diciendi, haba abierto la caja y haca centellear entre sus dedos descarnados la lluvia multicolor de la fabulosa pedrera. lista vez el asombro me caus un escalofro. \''A viejo Saale me nv.r sonriendo y, sin darme tiempo de balbucear una palabra, aadi: Xo he robadf) esto, ni lo lie fabricado tam- poco. Son los ltimos vestigios de mi fortuna. \ti he sido inmensamente rico, a'l en Yeypoore, en el Indostn. Pero, a usted ,:qu le importa lo que yo he sido? Soy \m pasajero de la vida: be lle- gado aqu desde remotas regiones; He sufrido mucho y muy hondos han sdo mis desengaos: he estudiado balitante.: pero no S()y ms que un hombre, l.o |ne he sido no importa: lo que hago ahora es lo esencial... l'jitonces. aproximndose a mi odo, con una voz distinta, murmur brevemente: A estas piedras les infundo vida. Mir, regocijado, la sorpresa de mis ojos. y. sin vacilar ya. con un entusiasmo febril, (pie au- mentaba a medida 6.50 Anual It.50 SELECTA DIRECTOR: JUAN CARLOS GARZN ''^l^r^ V,- - '. i - '; - >;"i>M^' RODO Hombre - Cumbre que se abati cuando ms inpostivaniente henda las anguslas serenidades del pensamiento; Conquistador del alma europea, indi- ferente y hermtica, rendida por el en admiracin ante la intelectualidad americana, tan pictrica, tan noble, tan sana, tan honda; orgullo nuestro; glora representativa d*^ la Rata; Maestro de la juventud de Amrica, en cuyos destinos est el porvenir del Continente y con esos destinos la ms alta glorificacin del que en ''Ariel" nos seal la ruta luminosa y^ triunfal. SELECTA GRDoy a todof Las i'lugiusas manifestaciones de la prensa me- Iropolitana y las muchas misivas y parabienes los muy acredi- tados de A.Barreiroy Ramos) elementos de " primsim oartello", que al honrarse as mismos con trabajos tan tmerados. honran la industria nacional. Todo el material que este primer nmero de "Selecta" cuntiene, es escogidsimo, tanto en la parte grfica como LMi el texto. En la cartula, luce, en tricroma un retrato (ie doa losala Artigas de Ferreira. dama que "vivi intensamente para su casa, modelando en .sns hijos ejem- plos de ciudadano.s ". En el interior del nmero, figuran fotografas hernio- ssimas, de damas que fueron orgullo de nuestra socie- dad y de otias que lo son actualmente. Contiene, adems, notas de actualidad, de arte, de modas, etc. En resumen, un nmero de primer orden, que augura "Selecta "la mejor de l.is acoiridas. Dakio ih-:l IM.aia. Apareci "Selecta" - t^u hemosa, la nueva revista de Juan Carlos Garzn! Hermosa lor donde quiera que se le mire, la presentacin, la parte grfica, la literaria... La eaitula es inia estupenda tricronn'a : el retrato de doa liosala Artigas de Ferreira. Esfuer- zos como este, honran la prensa ilustrada de un pas, (arzn encontr dlliujantes notables, cuya existencia iiTiiorbamos. Es una revelacin. Todo lo ms chic y soeial est en "Selecta". Por algo se llama como se llama. La Razn. ' Selecta"- ('rgullo del progreso de las artes gr- ficas en el pas, y elegantsimo exponente de gusto ar- tstico que preside esta nueva imblicaci'in, "Selecta" se ha presentado reclamando el puesto de primera fila que en su cai'cter le corresponde, y el arlauso que mo ha de serle escatimado ante la exhibicin de tan vigoroso es- fuerzo. Se trata de una re\sta que nada tiene que apren- der, en cnanto belleza de jiresentaein, las ms lujosas del extranjero, y esta manifestacin justis^ima sirva de estmulo los iniciadores de esa obra de cul- tura, y de poyo para cpie la indiferencia no resjionda - como se acostumbi'a aqu una Iniciativa de taiitn tuelo. \o extraaril nadie el resultado niajrnifico del costoso entpeo a! saber (jue la direccin de ''Selecta" est en- comendada ;i un espritu tan distinguido como el de Inan Carlos fiarzn. cuyo nombre ea slida garanta de ('xito en la simptica y abrumadora empresa que nos oculta. La-Tuiiu.na Poimi.ak. Melecta Una nueva rc\isla ilustrada ha venido aumentar el nmero de las que existen en el pas, .'se trata sin embargo, de una gian re\ ista, (pie slo puede comparrsele con "Plus Ultra" de Buenos Aires. Y as quedara hecho su mejor elogio. ICs menester, pesar de esto ponderar como se merece el criterio verdade- rantente artstico ilones que reprodu.dmos. l'",l jefe de los Treinta \ Tres rejios en l sus fatigas inmensas de soldado valiente y ejemplar. Y en este punto no resistimos a la tentacin de transcribir unos ])rrafos del historiador Bauza sobre esta figura patricia. " Lavalleja no fue un estadista ni un tc- tico : fu sencillamente un hroe, en la acep- cin de la ]>alabra. Como todos los hrt)cs. tena el aturdimiento genial (jue excluye la reflexin, y que .slo es grande cuando toma consejo de si mismo en el peligro. ( )ficial obscuro en las ])ostrmeras de la guerra de .\rtigas, llama repentinamente la atencin (le pas al caer ])risionero de los ]>ortugite- ses. luchando el solo contra un escuadrn. Su figura varonil se destaca por ese hecho entre la multitud guerrera de su tiempo, v todos |)resienten ipie a(|iiel brazo formidable ser capaz ele esgrimir la esjiada de la Ke- Silln del jurisconsulto Dr. Joaqun Requena Silln del General Juan A. Lavalleja ])i'ibliai ciKiiu'ui suene la hora de las reivin- dicaciones. " A la l'ii^nra nubleniente patriarcal de |oa- (|nin Snarez la cont ii|)la;nos ocupando nno (le esos sillones ([ue hov cotistititven una de las notas ms interesantes de las colecciones del Museo llistrico Nacional. Joa(|iiin Siirez es una de las personalida- 4^;^_3^(5^j^ Silln del General Jos Rondeau Sabemos valorar lo que de meritorio, ar- tstico, cmodo V i'itil nos ofrecen estos tiempos nuestros : ])ero nadie negar que en las ])ocas idas ir.uchas. muchisruas co- ^as, desde las alhajas v las obras de arte, hasta los objetos de uso coiiiin, tenan no slo un aspecto de majestad, de seoro, de amijlitud, sino (|ue todo estaba construido en forma .slida, para resistir a los embates del tiempo, sin dobleces, sin complicacio- nes (|ue le (piitaban resisteu'.-ia y (|ue hoy Silla de Don Felipe Alvrez Bengochea Secretario de la Asamblea de la Florida. tan frecuentemente encontrair.os en los ob- jetos de uso corriente. I'.n estos sillones v sillas (jue han pasado a la veneracin de nuestros das por virtud (le los (|ue fueron sus dueos (personajes altamente representativos en las distintas pocas del coloniaje v de la independen- cia, ese aspecto de solidez, de fortaleza, de aiqi'.itud y de seoro, est periecta- nieiile evidenciado. .\o hay ms (pie cont ni)lar con un jioco de detencin esos ejempla- res. Todas las distintas partes de esos .uuebles tienen siempre un detalle, un rasgo, al.go, en fin. (pie dice bien claramente eso (|ue antes hemos afirmado. .Muebles propios de aquellos hombres ijue conocan la exacta medida de todas las pasiones y las necesidades de su poca. (|ue lleva- dos por los dictmenes de su vo- luntad iiKpiebrantab'e llevaron a cabo sus ensueos v sus ideales, creando ciudades, formando i)tie- blos. libertando multitudes, guian- do sent;r.ientos colectivos v siem- pre con noble inspiracin, equivo- cados o no. |>ero sin doblez v con r.dmirab'e fe. \' cn.indo va nos retirbamos, en la penumbra ipie invada el gran saln del ^^I1seo. contempla- mos de nuevo los majestuosos si- llones V jxir un esfuerzo de nues- tra i uaginacin. los vimos ocupa- dos por sus gloriosos dueos, fi- guras austeras, de una dignidad soberana, altivos, solemnes, radian- tes de ))atriotismo. de nobleza, de c:'.ergia. caracteres de hierro. ])roj)ios de una ])0-"a de lucha, de pasiones violentas v (le formacin de nuestra nacionalidad. 0/ Ui>c t3-a. tiestras C] .^ LA (lama fcmilisiina (|11l- ila l>rillo a csla iis^ina es una (le nufstras co.iipatriolas ms distin- Liiidas V ms bellas (|ne en el extranjero y en las altas esferas de la . de mil formas. de distintas pocas, aceros valiosos y de leyenda. l{n marco tan admirable, tan majestuoso, en medio de tantas riquezas, la concurrencia realz su brillo. ^ nunca las damas concurrentes fueron mejor admiradas, nunca mejor puestas ante la exultacin de nuestra ms refinada galantera. ijue en esos salones colmados de riquezas. Las recuerda nuestra mente en deliciosa evo- cacin y volvemos a ver a la distmguida duea de casa, doa Sofa Platero de idiarte Borda, avan- zando en triunfo de realeza, ataviada con un ele- gantsimo traje negro y realzado su porte se- orial con joya-- tiesiumbranies. de las que se destaca un hilo de perlas maravilloso. La seora Mara Anglica Platero de Wiison acompaa a su distingiuda hermana en las Imas atenciones para todos los invitados, y luce una riqusima toilette blanca y negra, magnificada por adornos de encajes y joyas rutilantes. V en delicioso grupo, con brii.o de constela- cin, surgen en nuestra memoria las siluetas de las seoras \alentina Butier de Fyn. Jua X'lle- gas de Shaw, Cami.a Man de Hughes, Josefina Gmez de Pastori. Carmen Lmala de Peixoto y Clotilde Lussich de Hughes. Rodeando a la gentilsima seorita Margarita Idiarte Borda Platero, y formando un grupo deh- cioso donde la belleza y la gracia se disputan so- berana, vimos a las seoritas : Adelaifla Cran* well. Ernestina Muoz Oribe. \'alentina Fyn. Lsther Alvarez Mouli. Mara Luisa Daz Four- nier, Ju-ia Shaw Villegas. Silvia Viciorica, Mar- garita Bcnzano. Corina Morales Berro y CU>- tilde Santayana. V en este punto de nuestra crnica, entornamos los prpados, reconcentra- mos el pensamiento, y " ' vientlo " ' de nuevo todo lo visto en la suntuossima recepcin, otra vez se sumerge nuestro esjjritu en la delicia de los momentos gustados, que fueron muchos y rany intensos. 4 ;aV HOMF.XAJK a la sran nacin britni -a, que cumple sus destinos y nfirnia su jodero. es esta pgina, que tledicamos al Mo- narca ingls. S. M. Jorge V, Rey de Inglaterra y Empera- dor de las Indias. Para celebrar el natalicio de este soberano ninguna nota ms interesante que esta que engalana la pgina. Kn esa fotografa aparece la familia real e imperial en los repre- sentantes de cuatro genera- ciones : la Reina \'ictoria. lirimera soberana inglesa que ci la corona ini])erial de las Indias; el Rey Eduardo VII, el actual monarca y el prin- cipe de Gales. Cuatro genera- ciones, en sus personalidades ms representativas v para quienes el pueblo ingls guar- da tanto cario, tanto respeto. V rinde tanta pleitesa. .'\1 Rey Jorge V le ha to- cado goljernar al gran reino V al gran imperio en una po- ca terrible, como no la pasara nunca ni Inglaterra, ni Eu- ro|)a. Su ciencia poltica se ha manifestado plenamente, y con ella pudo realizar el alto ideal de unificar pareceres, de reunir actividades y de acallar casi por co:npleto las divergencias que en el reino, como en toda nacin moder- na, agitan pasiones y dividen a los hombres. En este sentido no cabe ms que admira- cin para este monarca, el cual, por otra parte, ha procurado en todo momento man- tener inclumes las buenas relaciones que unen al gobierno ingls con nuestro pais. V en este sentido el soberano no hace ms t[ue coadyuvar a los deseos de la laboriosa y honestsima colonia inglesa en el Uruguay. Todos los coni])onentes de esta colonia son hombres que nos han trado su energa de accin, sus iniciativas altamente ])rogresis- tas, su espritu de empresa, fecundo en re- sultados beneficiosos para nuestro pas. De modo que ])or un elemental deber no ya de cortesa, sino de aspiraciones comu- nes, puesto que ellos contribuyen al engran- decimiento de nuestra |)atra, nosotros coino ellos sentimos regocijo al celebrar el nata- licio del Soberano de Inglaterra. Desde los tiempos lejanos del coloniaje, cuando estas tierras estaban en el momento lgido de las floraciones nacionales, la san- gre inglesa se mezcl a la sangre nativa y siem|)re dando resultados indiscutibles l;-.;;r;;j:Tnr-:;. II!-- ; f.'U!', - v)ijnlc]-i en (innt!.- -a; (!i;-m:- .i;-- [i:h nnins 1i;Icu;rtii ic ci-- .1. '' i'irn^- ; 'iii'i --i:!!' olMt'nidni fi in ctinili 1 l-ki".c!.i c-: Y ''...:- :i- nt'jiTTir l:- ;ii;'^-ti:; p:;* i:l!: :ui* * -^--^s'Ss?^* z^rf - i ' 'oritn: marcjnritn Hcbcr Urinrtc y Bimba Bclicrcn ulio Rrtrngn y 1o5t'' Pero Segundo Seoritas: n-arin Inrs de Rrtcnqn y Elisa Tnranro miqurl Hrbri y Tunn las e Rrtenga . LEPORTE l',ji:itn-> iTi tiiri;!.' --i; il; ;;:- ::i;'i r-, ;; ;i - .r cri! in.ir r: ;' !;- L.i . .:-. - f-C t;hifli). 1 -,: tinlas tt:I{;i;rni[r.- .t . i 'i . i c.i ." 1 .-m.i :: 1. 1 ;..; irr.-- 1 ..1,^'f'" r . M ' V . ;."'_;. "''' i- a Inr,' fp;ii:'T[jH H.- r.-i-.: - Ur .TU' V k- ! i- 1 ; . - i- i : .; r f I.-, i:: ::. r-Tr.: . . ..:.::' ', i.V ' -t,3 l'lL-UC \j-i'':nu T'm' ;.;,. ".-.I, e:i ';"'";,'" - : .-. ::::,: ...t uiucrifr i;- rn;s:iK; \::- k l!i :iiL .;iT-i 'jrr :.;(.- ':::.. 1,>- . : -1 i,; -;.:-. . iv;{-:ni' ci-:.;:rn-. .:r:I 1 f !. ,-:; Ur^ M.' ; ; .- :,;! ." '\'.-.: />'^^ SELECTA ' . " t^ '-. * 11. '* '. ,.\ _ ^p ^mi - -iV*;-*,. ,-,, ^,, -,A^^' -%menzo a creer que si bien no te ojjones, por lo menos dudas y vaci'as... Esa era toda tu preocupa- cin, toda tu angustia? .A.MKLIA. Si. francamente, s. ( Pausa K Dox Jaime. Y... por qu? .A.MELIA. Por que... no s... es algo raro... instintivo quizs... pero... Dn.v J.\iME. Habla, Amelia... t ocultas algo. Xo tengas secreto para m. Dime toda la verdad, sin reservas, sin temores. .Amelia. Yo no se mentir, bien lo sabes. Dox Jaime. Qu piensas, qu jiresumes. qu temes? Amelia. Esa es la palabra: temo si. temo i)or los dos. Si no fuesen felices ! Si a'gn da se reprodujese el espectculo de dos vidas... como las nuestras. Dox Jaimk. Como las vuestras! Amelia. S, pap... es horrible. Estar junto a la persona elegida por compaera y sentir que hay un abismo entre los dos. La \"ida resulta absurda. uK^ntona y nada ms que por deber se contina una simu'acn de dicha que... s'.o engaa a los dems. Dox J.MMK. De manera que nada han podido los aos sobre t? \'uelvc a resurgir la Amelia, aquella Mely de los primeros tiempos... .Ah... esa cabecia ! A.MELIA. Xo. es el alma. pap. nti'mente tratamo'i de (lue se adormezcan las fi- bras ntimas, imponindonos el sacrificio de nuestros gustos, de nuestras preferen- cias, de nuestros anhelos, de nuestros sueos, en linminaje a la... vida en co- mn, a... la iranquilidad. a... lo de todos los das. Llega un momento en que todo renace, todo vibra, todo se es- tremece } entonces. . . s'o el sacrificio es capaz de evitar el desastre. Y es( temo. Dox Jaime. Dudas de ti? .Amelia. Xo. de ellos, de l, a q-uien veo sur- gir como un fantasma, para acusarme, para atormentarme. Dox Jaime. Amelia... Alberto... Qu mis- terio es este .' .Amelia. Por Dios, pap! Qu piensa^? Dox Jaime. Xo, no; pero hablas de fantas- mas. .Amell\. S, si. porque es e>o... es una ven- ganza, un castigo, he sido cobarde, co- barde, cobarde! D(>N Jaime. Pero hija, no com])rendo. Sin- tate, hablemos con tranqui'idad, per. claramente, >!n esas reticencias que... me confunden y me sorprenden. Ten confianza en mi... dimelo todo. .Amelia. Tienes razn. Me exa'to y pierdo la calma. ( Sentndose ) . Si t supieras! Dox Jaime. Bueno, asi. tranquila. Confale, no tengas temor ninguno, dime toda la verdad. Amelia. (l^cspucs de mirar con recelo hacia el saln). Escucha... (Pausal. T no sabes, pap, lo que han sido estos largos aos de matrimonio. Al principio re- cuerdas? cuando naci Catta y tu te SELECTA fuiste de nuevo a viajar, yo misma es- taba convencida de que poda ser feliz. Prspero no era, ciertamente, el hombre que yo hubiera preferido y bien sabes que renunci a un sueo que pareca iir,- posib'e porque estbamos los dos solos en la vida y era indispensable asegurar el porvenir con una boda seria, correcta, ventajosa no es eso? que me pusiera a cubierto de toda inccrtidumbre. Don Jaimk. Es un reproche? Amki.ia. Xo : no hubo egosmo de tu i>arte y me explico que en tu situacin, prefi- rieras para m un matrimonio tranquilo gu a convencerme, que hasta me aver- gonzaba de haber tenido otras veleida- des, llegando hasta pensar que ciertas selecciones del alma slo sirven para conspirar contra la verdadera felicidad... si la felicidad es esto que nos rodea. Do.\ J.MMK. .\h,.. siempre la misma! .\.Miai.\. Escucha: te lo dir todo. Catita si- gui creciendo y constituy toda mi pre- ocupacin. Ah... s; (pie no fuera lo que haba silo yo : que no despertaran en eKa aspiraciones y ensueos que luego no habran tle rea'izarse! ^' emprend entonces una obra lenta, tenaz, paciente : obra... que hoy me asusta y hasta me Amei.I-\. Xo, no es eso. l ve la vida de otro modo. Es un alma de lucha y de com- bate. Don J-Mmk. Amelia! Amei.i-v. (ll,valtidost') . Es un sincero, es un sensitivo, que no se conforma con la vulgaridad de esta vida montona y es- ttipida . . , Don J.mmk. Pero Amelia! A.MKLi.v. (Con cutiisiasnifl) . Si, yo lo adivino: Alberto ser un triunfador. Sus senti- mientos son hermosos y elevados, su corazn late junto a la vida intensa y necesita a su lado un alma como la suya. antes (pie una luiion puramente senti- mental... Pero es intil, pap, preten- der engaarnos! Somos, lo que somos... y tarde o temprano pagamos el error. Al da siguiente de casada, me di cuenta de lo que haba hecho. Prspero es bueno, es leal, es generoso... pero es as... es Prspero y yo soy .Amelia, la misma Melv de los primeros aos que t edu- caste con tanto mimo, con tanto amor, preparando su alma para la vida afee iva. para comprender, para admirar, para (uerer. para soar... l'.il realidad yo no tena derecho a quejarme, jiorque todo, todo aquello de que fuera capaz Prspero yo no hubiera tenido ms que jjedirlo : todo, menos lo que yo quera... Pas el tiempo y casi llegu a conven- cerme (le que la vida era eso : una a'ianza traiKinila, buena mesa, lecho blando, pla- yas en verano, teatro en invierno, leer los diarios, camliiar de trajes, en una lialalira : ; matar el tiemiio ! V tanto lle- avergenza. Lo cierto, [lap y te lo digo sin rubor que yo misma he ido matando en ella, lentamente, todo ger- men de originalidad, de independencia, de vida interior, para que fuera la mu- equita ms seductora, la que haba de enamorar a un hombre fuerte y normal, a un buen iiartido, a otro Prspero, ca- paz de ser y sobre todo, de hacerla feliz. Comprendes, ahora, toda la amargura LTto : un artista, un ensi- mismado, un sentimental que s'.o ha visto en ella os perfiles y la frente de que te hablaba con tanto entusiasmo? Comprendes mis vacilaciones, mis du- das, mis temores? D(i.\ J.vi.ME. S. pero... no es para preocu- ])arse tanto. Alberto, a pesar de sus cua- dros, es un hombre como cu:il(iuier (Uro. .\mi:i.i.\. Xo. no: yo lo presiento. Don .I.mmk. ICs un caballero correcto, genii! V ser un correctsimo niarido. porque en i, por encima de todo, hay vehemencia, hay temperamento, hay vi- sin de gloria. . . Don J.m.me. Amelia... .Amelia. T... t... .\meui.\. Qu? qu? Qu piensas? No. mentira. Te engaas. Qu he dicho? Oh . . . pap . . . tambin t ! . . . Don J.mme. Xo, no es eso. Tal vez he sido injusto mimndola). Pero no te exal- tes. Ten cuidado con lo que dices. Mira que el mundo es malo y egosta. .Amelia, clmate y no pierdas la serenidad. Por favor ! .\.\nci,i.\. (Despus de una pausa). Si. tienes razn. Ya he vuelto a ser la de antes. Te aseguro que no tendrs queja de m. (Voz interior). Mam, mam. Don J.mme. Catita! .Amki.i.s. Schsst... X una palabra ms. ../tmae/^ (So-vft l/KtA-. Sierras de Crdoba. 1516. SELECTA (yirsif^**'"" f- Para. "SELECTA" X fSpirilu delicadsimo, un alma que vibra a todos los ms sutiles impulsos del arte. tal es este joven que inicia su labor de bc- eza en una forma bi.*n auspiciosa y bien definida. Juan F. de Soria es un enamorado del ideal. Su cm])rensividad exquisita lo coloca en ]*;)>.'- sin de esas joyas inapreciables que nos da el estudio bien encaminado : sentido recto, energa fie convicciones, verdadera orientacin para la conquista de la be.leza. De ahi que hayan sido tan celebrados sus pri- meros pasos en e! difcil arte de la composicin musical, estilizacin armnica de .sentimientos y de sensaciones, alta manifestacin de idean:iad. I, a moderna tendencia que Soria ha adoptado y sigue en sus trabajos musicales, no obsta jiara que, llevando esa tendencia a un personalismo que se define con lineas bien enrgicas, la haga accesible a todas las p.Tcepciones. porque sus trabajos tienen a:nplia inspiracin y un senti- mentalismo que llega al que sabe apreciar y al que juzga. El vals que Soria ha tenido la gentileza de dedicar a Ski.i'.CTa. es una hermo-a prueba de esto que i I -^ < H > rf-f^ I 1 - ^ M*^ A\ 1 1 1 1 * [> ^ 1 1 1 -i 1 ^ . -1 ^ \ i { -4 1 1 i'_J^ :!4resionabilidad de un tempera- mento. Sus retratos actuales y sus paisajes tienen la atraccin del colorido vibrante, quiz a veces demasiado violento, pero siempre atraycnto, con tonalida- des Cjue si no son en todos los casos el reflejo de la verdad, en cambio tienen el encanto de los tonos luminosos, de los contras- tes, de las medias tintas extra- as, casi exticas, pero siempre inspiradas en un refinado sen- timiento de belleza. Hoy, Parpagnoli nos agr. la tanto como paisajista que como retratista, aun cuando su espe- cialidad sea el retrato. Los de lioy como los de ayer son de una gran fuerza de parecido, con esa verdad psicolgica, rasgo ca- racterstico que da el carcter intimo de la persona retratada, efluvio de alma que slo con- siguen dar a los retratos los que conocen a fondo esta difcil ra- ma de la pintura. Tiene el estimado artista infi- nidad de proyectos de obras de gran aliento, a todas las cuales dar , feliz culminacin, porque Parpagnoli es un artista que co- noce todas las ventajas que en el trabajo da el nietodo y el ejerci- cio de la voluntad. De nuestra visita a la residen- cia del artista conservamos una agradabilsima impresin, que an perdura en el instante de es- cribir estas lineas. El Cronista. Un ngulo del magnifico estudio del sKor Parpagnoli StLbClA (^nTemplanpo UNAS LAS fotografas no teniendo \a prenda cjue jugar, se acord tlel esplndido anillo de su esposa. La desgracia es inexorable- La valiosa alhaja lucia pocos minutos ms tarde en el dedo anular del ganancioso marqus. Don Fernando se estremeci de \ergenza > remordimiento. Despidise el marqus y X'ergara lo acompaaba a la sala ; pero al llegar a sta, volvi la cabeza hacia la mampara que comu- nicaba al dormitorio de Evange'.ina. y al travs lie los cristales viola sollozando de rodillas ante una imagen de Mara. Un vrtigo horrible se a]>oder del espritu de don Fernandcj. y rpido como el tigre, se aba- lanz sobre el niartius y le dio tre.-- jualadas en la espalila. El desventuradii iiu\o hacia el dormitorio, y cay exnime delante del lecho de l'^vangelina. II "^0 conde de la .Monclova. mu_\ jt)ven a la sazn, mandaba una compaa en la batalla de Arras, dada en 1654. Su denuedo lo arrastr a lo lus reido de la pelea, y fu retirado del campo medio moribundo- Restablecise al fin. liero con prdida del brazo derecho, que hubi necesidad de amputarle. El lo sustituy con otrj jilateado. y de aqu vino el a])odo con que en Mjico y en Lima lo bautizaron. Hl virrey '' Brazo de Plata " ". en cuyo escudo de armas se lea esta nota; * ' Ave Mara gratia plena*', sucedi en el gobierno del Per al ilus- tre don Melchor de Navarra y RocafuH. " Co'i igual prestigio que su antecesor, aunque con menos dotes administrativas dice Lorente, - de costumbres puras, religioso, conciliador y mo- derado, el conde de la Monciova edificaba en Lima magnificas casas. \\*rdad tpie el testro p- blico no anduvo muy floreciente, pero fu por causas extraas a la poltica. Las procesiones } SELECTA fiestas religiosas de entonces recordaban por su magnicencia y '.ujo. los tiempos del conde Le- mos. Los porta'es, con sus ochenta y cinco ar- cos, cuya fbrica se hizo con gasto de veinticinco mil pesos, el Cabildo y la ga'eria de palacio fue- ron obra de esa poca. En 1694 naci en Lima un monstruo con dos cabezas y rostros hermosos, dos corazones, cua- tro brazos y dos pechos, unidos por un cart- lago. De la cintura a los pies poco tena de fe- nomenal, y el enciclopdico limeo don Pedro de Peralta escribi con el titulo de ' ' Desvos de la naturaleza ' '. un curioso libro, en que. a la vez que hace una minuciosa descripcin anat- mica del monstruo, se empea en probar que es- taba dotado de dos almas. Muerto Carlos el Hechizado en 1700. Felipe \', que lo sucedi, recompens al conde de la Monclova hacindolo grande az: la cada y la elevacin de los Imperios: los aniversarios ])blcos : las dichas ])artictda- res : e! nacimienlo, el matrimonio, la fecundi- dad; las alianzas; las victorias po]ndares ; las constituciones polticas; la ereccin de lU'.a igle- sia: el establecimiento de un asilo; las dotes de las doncellas honradas; Kis jiremios a la vr- luarticuIos para criaturas, signifi- cndolos por su lujo, por su elegancia y por la modicidad de sus precios- :: :: :: :: 6asa en Pars: Ru Dunkerque, 48 MONTEVIDEO Juan Carlos Gmez, J3J5 al 1321 t Automviles Dodge Brothers El gran automvil universal Al alcance de todos Construccin francesa moderna adaptada a fabricacin americana sus PROPIOS COMPRADORES SON SUS MAS FERVIENTES PROPAGANDISTAS. 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Fn c-a -olcmne npor1ur,idad iic elegido prcsidcnli ic Id Asamble-i el honorable prevbiie-o Juan Frjnc-., o Larrobla. painoia ilustre v ciudadano clcm piar. Sobre la Piedra Alta. >-e lev>' e! iocumci.i n, I ..n detinit.v,^ -ara la conM:b da, ,nn de ] r .n . v po cll,> bien puede ,ons,d.t-.- e e- . .rtiir., .-.an.t :.. ,on-.o,; Pede-'..' de 'a P.Hr,a SELECTA ~ - Con tju coinjioiier la pri^Ina destinada al HiinuoV Saco, del Cartapacio de mi obni Los Emblemas Nacionales, lan co- {>iaB, tomada u la letra, del Himno Xaclonal de Figiieroa y del elogio ((ue le hizo Don Andrs Lamas Con ellas y con los mejores retratos de Fifrue- rua. Lamas y Dan Fernando (uljano. ' los libres adoren triunfante De las lexes el rico joyel. La estrofa siguiente es digna en todo sentido de la Repb'ica. representada en ella. T,a maics- tad de esta gran fi.gura corresponde perfeela- mente al original. De laureles ornada brillando La .\mazona soberbia del Sud. F.n su escudo de bronce reflejan Fortaleza, justicia y virtud. \i enemigos le humillan la frente .\i opresores le imponen el pie; Que en angustias sell su constancia, ^" en bautismo de sangre su fe. La dcima estrofa es una reminiscencia de los antiguos colores del Himno y el autor la ha colocado probablemente en l para C(mser- varle algo de su sabor primitivo. La ltima estrofa 110 ha sufrido ms que una Kvisima alteracin ; el pueblo hi ha hecho suya \ el poeta ha debido respetarla. .\nte esa aprobacin en una composicilm de .- - , -,, . : . , I.-.. , . .; SELECTA Don Francisco Acua de Figueroa este yiKTo. todo otro criterio e ineonipeteiite porine ella podra resistirlo... Slo ai'iadiretnos a esc juicio, algunas lineas que sern como una continuacin de las que hemos escrito con motivo de la estrofa octava. En todo pas donde por limitada que sea la accin puede ejercitarse legtimamente, en que puede combatirse en la tribuna, en la prensa, en las elecciones: recurrir a la oposicin armada, atacar a la autoridad constituida, por la violen- cia, herirla con el hierro de la insurreccin, es el mayor uede cometer un ciudadano. ''Mientras haya en la Constitucin, dice un "gran orador de nuestros tiempos, un punto de "apoyo en el que pueda colocar mi. pie como ' ' el punto de apoyo de .Arqumedes, coinbatir por la libertad violada de mi pas. Se habla "de guerra civil, pero mientras yo est vivo no 'habr guerra civil... Nosotros no hemos de principiar la guerra ; nos hemos de atrincherar ' ' en la legalidad, y si nos invaden, entonces ya "no ser inia guerra civil... Xo violaremos "ninguna ley divina ni humana; queremos per- " manecer en el terreno constitucional mientras n(js lo permitan : pero si nos rechazan I ac " victis! Pero es iiwiie.sler que iws obliguen "a ello, esto es que Violentadas todas las leyes. '^totltts los dereehos. nos presenten la espada "de saojire de Cromwell que barri el pas des- " parramando el terror y la muerte." (i) litonces cuando pesa sobre el pueblo una ti- r;inia inflexible y absoluta, cuando es preciso re- chazar el hierro con el hierro, cuando la razn es impotente y la ley es la fuerza. !a violencia, slo as, en ])resencia de un poder como el de Ro- sas... i'ur vielis! y este nos parece el pensa- miento del ltimo verso del himno, que quisi- ramos se comprendiese bien. Toda equivocacin sobre esto sera grave y funestsima. \\\ Gobierno, pues, ha ai>robado en nuestra o])inin con muclisiiua razn las reformas (pie h:i recibido de su autor el Himno .Nacional. Slo desearamos (pie el Gobierno mandase componer la miisica con (.pie (lel>e cantarse : sin una nn'isica digna del objeto, y sobre todo i'iniea el Himno Nacional no existir para el pueblo. ]'.! seor Figueroa (pie ocupa dignamente el primer lugar entre los poetas nacionales, no necesita nuestros pobres auiuiue sinceros home- najes. Nos i)crmitir sin embargo que volvamos sobre un mrito suyo (pie hemos indicado en otra parte de este escrito. La revdncin litera- ria que se ha i')pera(lo en los ltimos tiempos lo ha encontrado al seor h'igueroa en aquel pe- rodo de la vida en que el hombre se apega, ge- neralmente, de tal manera a sus ideas, a las for- mas en que las ha vaciado, (lue es inaccesible a toda variacin y permanece inmvil como la roca en medio del mar cuando todo se agita y se mueve en torno suyo. Slo es dado a inteli- gencias privilegiadas quebrar esta regla comn. El seor Figueroa ha seguido el movimiento de nuestros das, adoptando con tino y discrecin las innovaciones que ha juzgado acertadas y con- venientes, y no ser ste el menos lozano de los laureles de su clarsimo ingenio. HIMNO N.\CIO.\AI. IiK l.\ KEPUlil,IC.\ OKIENT.M, DEL L'KL"G.\"i' KKFOKM.MKl V Ili;cI.,\R.\llO T.M. KN 12 111 DE 1845 CORO /Orientales, la Patria o lo tumba! ; Libertad, o eon (gloria morir! lis el voto que el alma pronuneio y que heroicos sabremos cumplir. I ; Libertad. Libertad ! Orientales Este grito a la Patria salv Que a sus bravos en fieras haialhi De entusiasmo sublime inflanij. De este don sacrosanto la gloria .Merecimos... Tiranos, temblad 1 Libertad en la lid clamaremos. ^ muriendo, tambin libertad ! II Dominando la Iberia dos mundos Ostentaba su altivo poder, V a sus plantas cautivo yaca 1*^1 Oriente sin nombre ni ser. Mas repente, sus hierros trozando .\nte el dogma que Mayo inspir... Entre libres y dspotas fieros L'n abismo sin puente se vio. VI ; Orientales! mirad la bandera De Iu-r.,i>;iio iil;;eiitc eri>td : .Vuestras lanzas defienden su brln; ; .Vadie insulte la imagen del Si^l! De los fueros civiles el goce Sostengamos; y el cdigo fiel X'eneremos inmune > glorioso t'c.nio al .'Vrca Sagrada. Urael, \'1I Ponjue filete ms alta tu gloria. \' brillasen ui precio y poder Tres diademas ; oh Patria I se vieron Tn dominio gozar y perder... i ,? I Libertad, libertad adorada. ; Mucho cuestas tesoro sin jiar! Pero valen tus goces divinos E.sa sangre que riega tu altar. vrri Si a los pnel)lo^ nn lirbaro agita l oro Engalana su hermoso arrebol. Del Olimiio la b\eda angusia Resplandece \ un ser d\ina] Con estrellas escribe en los cieh")S. Dulce Patria, tu nombre inmortal! XI De las Le\es el numen juremos Igualdad, patriotismo y unijii Inmolando en sus aras divinas Ciegos odios > negra ambicii'm. ^' hallarn los (pie fieros insulten La grandeza del pueblo Oriental. Si enemigos, la lanza de .Marte Si tiranos, de Hruto el inial. ;> - i 3 I Kpafia. IiiLdaterra y el Mrasil. (jiif doniinaroii la primera (iesde el deseiibriiiiieiito (iel pas hasta iwi.1. la setriiiida se's nitses iel ao IwtT. y la tercera destte 1SI7 basta 18:!8. en (pie el pas despus de una tarara Tuerra. sacudi la dominacii. y eando en el fondo de un cliz areo \- cuando ella arl()])ie la plstica actitud en el xtasis, la estancia toda y el modesttt lecho se iluminen > se transformen como un astro ipie difunde sns fulgores en la cambiante i)olicrom:i del bronce, de la luz y de las fhires. Mientra-- la santa, en el adis, en sn arrebato de purisim^ amor a Jess, disponiendo.se i>ara la a>censin triunfal alumbra su rostro de una sonrisa inefa- !)le. el proscenio se inunda de luminosas azaleas. (le lirios difanos y perfumada^ lila'- que derra- man su lluvia sobre el lecho en tanto que las no- tas tenues, serficas, del rgano lejano, desgranan hts ari)egios de Palestrina subiendo hacia lo alto como un cntico. Entonces domina an como una gloria en el lecho, que es ya nn ani])o de luz. I:^ plstica belleza de una actitud; la cabeza echad. t hacia atrs con sonriente gracia, el bu-to ]>udo- ro^amente turgente b:ijo las tenues vestidnra> y en el rostro, difano como un rayo platead.! de luna, la caricia suprema de la visin celestial. ; De qu clsico modelo ha traducido S;^rah el ]>rodigio? ; Dnde ha sorprendido la f.>rnvi ideal? d('>nde? La idea alborea y se i)erfila en los recuerdos, como una estancia oliscara -i aerara con la vibracin voltaica, que reentina ]> -r los cristales filtra. La Santa Teresa de lernini ! Es all en la ciudad eterna, bajo el capital de prfido y de bronce, bajo la> cpulas marm''>r(.a^ de Santa Mara del'a X'ittoria (pie gnania 'o- trofeos arrancad' ^s lor Marco .-Xulonio Colonni en la clebre jornada de Le])anto. Roma eterna en la gloria! De un gru]io impecable ha hecho Sarah su divina copia, y ha lomado su divina *'pose". De im trofeo ms glorioso, del iriuTifo del arte inmortal : chispa centellante del Bernini (ne ])lasm en la ])iedra inerte, pero animndola con el soplo genial de la belleza, el grupo nisu- ])erable de "Santa Teresa con .Xngelo". Musa soadora del teatro lranc>. Sarah I'xr- nhardt en ''su otoo** coiijuisti') el laurel de re- novar a travs de las edadc" el aletazo genial del lernini. Aladino del cincel maravilloso. Para - y l-..-,ino.., ~.-nlinu.-nl.i cri.liailo. Desdo la .-riLM d.- MI uiida.-M,i. i,,l,-ora c] Cons.-io Dirc-tivo d,-I Halmnat,. dv- l)a;i;a~ \ la ac>:io,i de bondad y d.- socorro de ,-sla i.:-l luen.n. i-n,iiei:lra -leinpie en ela la voluntad mas decidida, i .1 iiobrliMui.i d.uii.i. rein.l en el l!os;ar del eaballero l'oelor iJo-i ieoorii) kodnoue;. eonio eieiiiflo de virtud y eerd.d .itew'liv.i. SELECTA es la Piedra Alto D. Carlos Anaya No pudo tener esCnario mas humilde U reunin solemne de la Asamblea de 1 Provincia Oriental, que el 25 de Agosto de 1825 de- clar la Independencia de la Patria. En un rancho-de reducidsi- mas proporciones, cubierto de paja se reunieron los representantes por los departamentos, denominados entonces de : Guadalupe, de San Josc. de Florida, de San Salvador, de Nuesiya Seora de los Reme- dios Rocha . de San Pedro Durazno , de Maidonado, de San Juan Bautista, de Las Piedras, del Rosario, de las Vacas y de ias Vibo- D. Manuel Calleros D, Juan Toms Nuer ras y proclam.iron, en documento vigoroso, que la Provincia era libre e independiente de todo poder extrao. Si no hubiramos .ido tan d^jspreocup.idos con los sitios y las cesas que sirvieron para las luchas de nuestra independencia, aquel humilde rancho se conservara hoy conio una reliquia patritica. En esta pagina damos los retratos de algunos de los componentes de aquella asamblea y una reconstruccin de la escena tan decisiva para nuestra vida institucional. Primera lectura del Acta de la Independencia, en un rancho de la Florida, De un apunte de la poca. D. Gabriel A. Pcrera D. Felipe A. Bencochea D. Luis E. Peres D. Santiago Sierra SlLl.Cl .\ =^;"^ / m///////i- j/imi ' ///jm I jE principesca sociabilid.id, con un elevado espritu comprensivo y una amplia ilustracin, tiene la se- ora Garln de Mane las mas brillantes afirmaciones de cultura y distincin. Es una de las damas que presti giosamcnte ocupan alto ransjo en nuestra sociedad. Como presidenta de "Entre Nous" realiz labor exquisitamente inspirada, aplicando a ella las bellcras de su carcter y todas las delicadezas y pur.is sensibilidades de su espi ritu. C; SELECTA jm B LAXES es la ms alta personalidad artstica de Sud - Amrica. Su gloria es gloria nacional y su genio una de- mostracin co'ncluyente de que no debemos envidiar a nadie cuando se trate de con- trilniir a la dignificacin ms indiscutible de la raza americana. Pltora de hombres de talento ha contado y cuenta nuestro pas. Nada tiene que dar sitio a nadie. Hay que proclamarlo esto una y otra vez y nunca en mejor oportuni- dad (|ue esta, cuando hemos de hablar de im uruguayo ilustre como Juan M. Blanes. Xo es nuestra intencin hacer un detenido estudio critico de la enorme labor realizada por e! gran pintor. Xuestro propsito es ofrecer una ola explicativa de esta nota- ble figura artstica uruguaya, cuya fama abarca todo el continente y .se impone a la consideracin de la posteridad con sus soli- disimos prestigios y con una obra ([uc no ha sido hasta hoy superada. V a e.ste respecto nos llegan a los puntos de la ]>luma ciertos amargos re])roches (|ue merecen los (|ue corresixinden a la poca del apogeo de su genio, ofrecen a la miraila del estudioso y del ecunire. dificulta- des enormes, salva- das con arte y con verdadera y cons- ciente iraestria. Kn la tela (|iie ri'- )roduce los ltimos ir.omentos del gene- ral Carreras, el co- lor ofrece dificnlti- des tan extraordina- rias que otro pintiir hubiera renunciaiio ultimar tan grande obra. Rsa penumbra en (|ue estn envueltas personas y caras dentro del higtilire calabozo, es un es.ci- 11o puesto al ])incel en cada centnu-lro de la tela. Y los esco- llos han sido venci- dos con gran maes- tra y el efecto estu- pendo de luz peiie- En l.i culminacin de su talento artisticOf Blanes, pint el cuadro titulado: Episodio de la fiebre Amarilla. s ura soberbia tela de composicin, que obtuvo un xito extraordinario. trando por la l>ortczuela. luz de iradrugada triste, es (k- una lielleza indiscutible y no su- perada en ninguna tela de pintor arericano. listando Rlaiics en Florencia cono pen- sionado envi a .Mo:Uevi(ko dds telas. de- Obra de arte y de cario, este retrato de la madre del pintor es una verdadera gran obra. Admirable por el dibujo y el colorido, ha que- dado como una demostracin del talento de nuestro gran artista. ostrativas de sus progresos de estu- diante. Son ellas: "La casta Sii.sana" y un "San Juan"' ( (|ue se conservan en el .Mu- seo Xacional de Bellas Artes). Habis e.xaminado detenidamente estos cuadros, ejecutados por Blanes en 1S63, ciuiiido hacia ajjcnas cinco aos (|ue estii- di;d)a en la bella ciudad italiana, asediado |:or dificultades de todo orden, principal- luente econmicas? Sin (|ue sea desconocer mritos de nadie, sin que con ello (jucranios empequeecer la obra de los pintores que han surgido des- |nis, ])ero si co.iio una comprobacin jus- ticiera del genio de Blanes. digamos rick. SELECTA EX la oportunidad de su funcionamiento, hemos vis'tado la Ex- posicin de Labores, organi- zada i)or el Patronato de la Aguja en uno de los salones principales de la Mueblera Caviglia. saln que fu cedi- do con fina gentileza por su propietario, en contribucin n'.uy encomiable. muy digna de ser elogiada, a la obra me- ritoria de esta magnnima institucin. Xo tenemos ms que elo- gios, pero elogios muy calu- rosos y muy firmemente fun- dados para los trabajos e.x- puestos, soberbios esfuerzos llevados a cabo, generalmen- te, en hogares humildes, don- de sin embargo existen ma- nos femeninas tan hbiles y tan delicadas como para lle- var a la realidad ms per- fecta encajes, puntillas y bor- dados de elevado valor y perfecta belleza. La decoracin ( digmoslo asi) puesta por la Casa Cavi- glia a esta exhibicin, no pu- do ser ms elegante y ms apropiada. En dos salitas y en un comedor, amueblados con el gusto modernsimo ([uc caracteriza todo lo que fa- brica o importa la renombra- da casa, las piezas delicad- simas que constituan la ex- ])0sicin. obtenan un gran realce, se valoraban justa- mente y causaban la ms agradabilsima de las impresiones. Xo hemos de detenernos en el elogio de las labores expuestas. All haba de todo, de todo lo que puede constituir un atracti- vo, una delicia para un ama de casa, deseosa de poseer esos tan delicados complementos que tanto adornan, que tanto visten a los U'uebles. que tan chic resultan, dando una sensacin de confort, de claridad, de fres- cura. Muchas veces no nos detenemos a i)ensar en el por qu de una agradable impresin recibida en una sala, en un comedor o en cualquier otra habitacin de una casa. Pero si analizramos esa grata sen.sacin de bien- estar y buscramos lo que la (reduce, in- dudablemente (pie nos fijaramos en esas po(|Ueas cosas que complementan un mue- blaje y Ilegariamos hasta los encajes, os almohadones y bordados, caquets y toda una infinita variedad de otros detalles de este gnero, donde bien puede tener cabida la mantelera de un co'.nedor, elemento ya ms esencial en el alhajamiento de una casa. En la Exposicin realizada por el Patro- nato de la .Aguja figuraron piezas verdade- Seora Dela Castellanos de Etchepare Presidenta de la benefactora institucin ramente valiosas. Cortinados, manteles, car- petas, bordados en una variedad de apli- caciones inmensas, visillos de alio valor. En este sentido no pudo exigirse nada ms coni- ])leto y nada (|Ue despertara ms la admi- racin de todos los que visitaron las salas instaladas en la Casa Caviglia. Sin detenernos mayormente en conside- rar la riqueza y la perfeccin de todo lo expuesto, vamos a formular algunas justas y absolutamente necesarias consi:!eraciones respecto de la bondad de la obra (|ue cumple el Patronato de la Aguja con una encomia- ble dedicacin por parte de todas las seo- ras que lo com])onen. y que preside la ilus- trada seora Dclia Castellanos de ltche- pare, mentalidad hondamente cultivada, (jue brilla deslumbrante en nuestro mundo so- cial. La .seora Castellanos de Etchepare uti- liza sus elevadisimas dotes intelectuales en la acertadsima direccin de una pgina fe- menina que inserta semanalmente nuestro colega " El Bien ". Con el pseudnimo de " Madre " la ilustrada dama realiza en el diario citado una labor educativa de sana orientacin, dando a su consejo dulzura y * energas. Al frente del Pa- tronato de la .\guja la seora Castellanos de ltchepare po- ne en evidencia su valiossi- ma cooperacin. De tal suerte la obra del Patronato se realiza con una eficacia halagadora. X'o re(|uiere esa labor ma- yores complicaciones, no exi- ge ni grandes y cmodas se- des, ni personal tcnico y numeroso. L'na idea absolutamente prctica preside la obra del Patronato. Y he aqu en qu forma : En la intimidad de algunos hogares humildes se trabaja durante meses en li confec- cin de delicadsimas labores. En esos trabajos se cifran muchas esperanzas ; sobre bases tan sutiles se labran iroyectos de ordenacin eco- nmica, satisfaccin de sen- cillos gustos. Y todo ello por- (|ue saben las obscuras bor- dadoras que. terminados sus trabajos, el Patronato los acoger, los prestigiar y du- rante la exijosicin podrn ser vendidos a buen precio. Es herniosa la contribucin indirectamente caritativa que el Patronato lleva a cientos de hogares necesitados, don- de laboriosas manos femeni- nas realizan verdaderas obras de arte con el hilo y la seda. Con la imaginacin nos trasladamos hasta esas casas humildes y contemplamos a las n^odestas cultoras del arte de la aguja, tan lleno de dificultades, tan difcil como cualpiier otro arte, y de esa suerte tambin muy digno de ser te- nido en cuenta, de ser elogiado y de ser admirado. Cf)n la lacieute labor en el empleo de la aguja .se realizan todas esas jiequeas ma- ravillas que tan amablemente nos sorpren- den ; combinaciones delicadsimas de he- bras de algodn o de seda, cuyos dibujos. re:redan e.xtraas, fantsticas formas, di- rase de ensueo. Y fueron muchas de esas delicadsimas labores las que exhibi el Patronato de la -\guja. vendindolos todos a muy buenos precios. La inauguracin de la Exposicin de La- bores dio lugar a una hermossima fiesta social. Todo Montevideo elegante desfil por las salas y las ventas se realizaron r- pidamente, con el ms halageo de los resultados. _ SELECTA I V.\ alma iK- Jnlm Lpez su asomaba a los la- !)i(>s (le John Lpez, y como era im alma en- ferma, los labios -e contraan en una mueca de fastidio. . . Tambin fastidian a los la)ios rojtjs de sa- tisfaccin, las almas enfermas... John Lpez era arcliimillnario. Sus monedas de oro liuhieran ])udid() competir en nmero con las estrellas. \'aciadas sus talcf^as en el espa- cio, se formara fci'mente con su contenido ima via urea... Adems de su oro al)ruma(lor. po- sea John Li)ez otro caudal quiz aun ms deslumbrante : su juventud. . . Los jvenes po- bres se reirn di- esta j)aradoja. ^' por himo, era John L])ez un hombre sano y hermoso... Tena todo lo (|ue se necesita para ser feliz... ^ no era feliz. . . ;Por qu no era feliz John Lpez?... Porque su alma haba cometido el feo de- liro de homicidio en la ]>ersona de una buena seora llamada Ilusin, y en castjo de crimen tan h'irrendo arrastraba ])or la erg^stula de co- das las opulencias el pesado rUete del hasto... Un da en que la desesperante disciplina de lo vulpar. ms odiosa le presentaba la crcel de su vida, decidi evadirse... Jnpar el todo por el todo murmuraron sus labios rebeldes de jiereza o encuentro la verdadera dicha o... L'n secundo de perplejidad y despus. Resuel- tamente : ; Xo. matarme no!... Kl suiciilio es est- pidamente vultrar... ^'a ni suicidarse es i)OS- ble en esta horrible vul}arizacin de todo... >' John Lpez que era descendiente de uu fidalgo y nacido en tierra sajona se lanz con ansias de hand>riento o de enamorado en busca de la Absoluta Felicidad... ir John Lpez empez por comprar un esi>lndido \aclu y so lanz a los mares. Sobre el ])uente de su buque, a la caricia de las brisas marinas, su rostro varonil : perennemente hundida en el ms all, la mirada de sus ojos nejaros; sur- cada la piel de la frente por la huella profunda de la meditacin infatij^able : ansiosas las fosas nasales en una asj)iracin peri)etua de ])erfnmes desconocidos; avizor el odt) a los rumores incla- sificados. John Lpez ci al mundo con el lazo anhelante de su investigacin extraa. La Civilizacin europea le hizo probar todos sus refinamientos. Al brillo encandilante de su oro, acudie-ron en Pars todas las mujeres glorio- samente hermosas... Infinitos labios femeninos dejaron en sus labios poemas de emociones... Pulsaron sus manos las arpas divinas de admi- rables cuerpos de mujer... Todas las audacias de Tenorio las realiz l y las super... V al fin el vicio de Pars no tuvo nada nuevo (jue ofrendarle y la hoiiestidad de Pars nada ocult tpie desj>ertara su tentacin... Dej Euro])a. Lleg a Turqua y puso su planta infiel en el serrallo ms guardado. Deslumhr con vicios de europeo, los vicios brbaros de las odaliscas. Provoc temi)estades de celos en las almas de muchos seores turcos. Llev a su yacht la be- lleza admirable de la favorita de! Sultn, y dej la tierra de la media luna con el alma an ms cansada. Por aquellos das sus pupilas se fijaron en un volumen de Dostoyewsky y tuvo el cai)nchu de las emociones del juego... ; Xo eran acaso do- loro.^aniente felices his jugadores?... I-'n a Monte Cario... Gan, perdi. Sopl vendavales de oro sobre todas las mesas... Puso pnico en los banqueros. . . Arruin a potentados. . . Provoc, ejerciendo de Destino, el suicidio de tres hombres... A uno de ellos le vio morir y record asqueado como mueren los cerdi>s... L'n da el Prncipe temi por la esiabilidaor todas las borrascas... Cuando las estrellas ilu- dieron ])roporcionar una ruta, John L])ez rtnn- ]) las cadenas del timn... Los tripulantes ate- rrados quisieron rebelarse, pero John Lpez mat a uno de un balazo y los domint en se- guida. . . .Aquella carrera ]iiernas se negaron a r^ustenerl. . . Se >ent en una lea, Sn> bcmibres lo roflearou esiieramlo lo iuvsperadu . . . .\1 atardecer, un dolor agudo contrajo el est- mago de John Lpez... bjitonces sac' lenta- mente su revlver y mir a tt)d(js .sus hombre- uno a uno. detenidamente, con pericia de mata- rife... Su-- ojos se fijaron en un muchacho blanco, rubii i. roliusto . . . Ri)idamenle le seal Con el cao de su re\lver >' le part* i el cr- neo. . . ]'.] espanto paraliz a los -itros... John Lpez dej desangrar el cadver, mand ilesnis (|iie se hiciera una hviena hoguera, 'irden al co- cinero de a bordo (|ue cortara del muerto la>> ' iire-as "" mejores, l ayud luego a cocerlas y cuando Lsiu\"ierou asaiias fu el i>rimero (|ue comi... h'.u aquel momenlt tuvo la conviccin de (jue lo-- canibalo no posern nada de gastr- nomos . . . Continu la marcha \ al lin diiron tu nn po- blado: estaban en .-Xsia. Joim Lpez decidi en- tonces recorrer el connnenie de todos los or- genes. \'ivi en las costumbres y en la historia de puebhts exticos. Se desesi)er en las soledailes sil)eriana--. experiment todas las rarezas de la (iran Mogidia. ICstuvo entre los Osetas del valle del Cucaso. Convivi con las grandes fami- lias semticas: en el Lbano, en el Kurdistn. en la Siria, en la .Araba v en las horribles soleda- des del Kt-Thy. Hurg(') en las tradiciones jajKinesas. en el amor de las *' shinzos " y de las " .samb ' ". en los misterios de las costumbres... Kecorri las cos- tas del Mar Rojo, del Mar Xegro. rantes de Hakounine. . . Cayi'i su mente cansada .--obre los esludios de Rechis... >' en la cspide altsima de muchos sijlos de tliscusin. de reforma y iie anhelo humanos in- satisfechos, contenilo muy abajo e! hormiiuero humano, y >intetiz: ['ara llegar a la t-jecuciim de estos hermosos -ue" >. se necesita la realidad de un hombre nuevo. Kl actual es nioralnienle deforme: no >irve. . . ; Kntonces: ^ al ^o pe de e>la deliniti\a interro,i;acn. ca> se muere de angustia... Su alma tuvo un s()lilo(iuio supremo: , .\o es digno ni capaz el hombre actual de alcanzar la realizacin del aforismo : ' ' l'.l individuo libre en la -ociedad libre"? ;Xo!... ;P'Mlr modelarse de nuevo la conu'ni arcilla humana a las presiones evolutivas." Xo!. .. ; Poilrn ser radicalmente eficaces las revo- luciones? Xo!... La vida llegar a no .'riginar-^e del dolor y del dolor no sustentarse? Xo!... ; X'ale la vida la pena de vivirla? X"!... ; I'uede ser una (Lfinitiva obra de libe- !acial exlerminio. lanzi') un grito de triunfo. L'n perrillo ipie >iem]ire estaba a lo- iies :1 ! millonario. >e azor a! grito de ^u ame y ladr-' con furia a un in\ isible peligro .. . Para externunar de un golpe a la I linnauidail. lolm Liiez v>tuvo (iiscurriendo ms de un ao... Lstudi indo^ los medios ile destruccin ms eficaces, y ante la magnitud de la mortifer'i obra en i)royecto le resultaron juegos infanti- les. . . Pen- envenenar las aguas, y calcul (pie no haba en el mundo suficientes veneno-... Ls- tudi iodo> hs explosivos, y las bomba- m- tMriiiiclable- le parecieron insignificantes i)etar- div-... Keimii'> a 1"S ms temibles fabricante- de caones, y le,- pidi uno (|ue pudiera destruir ciu- tlade< enteras en meos miinito-... Ij's indu-lria- le- de la guerra -e tleclararon \encdo.-... ; I\to es que aca-o e-a iiileslruclible la Hu- manidad .'.. . N pensar tpie >. pone tanhi cui- dado en prolongar la vida a li>s enfermos, a lo- dbiles y a 1" - ancianos ! . . . Casi per-naililo al fin de que no enconiraria el modo de ejecutar su acto de nihilismo defi- nitivo. John Ljiez estaba un dia en su biblio- teca, tendido en un amplio silln, la cabeza ave- jentada cada hacia atrs, vaga y triste la mi- rada... De pronto en un grui>o de libros del es- tante ms alto, se produjo un extrao movimien- to... hlran libros insignificatites. . . Pareca (pie una mano invisib'e empujaba un tomo... ^' efec- tivamente, un libro elemental de fsica, resbal de a estantera y ca\-o a los >ies de John I,(')pez... Lo recogi John Lpez y lo abri al azar, ma- ipiinalmente . . . Xo se daba cuenta acabada de lo (|ue Iiacia... Le\ despus cuabper prrafo y ) or ltimo una pa'abra tcnica despert('> su inters ... La pa aiira era : electrlisis. . . ls- ludi de una ojeada el sencillo efecto qumico de !a pila elctrica, cuyas corrientes de diferentf,s polos descomponen el agua volvindola a -us elenietilos di origen, y sbitamente, con viileiicia de Dios, cnni]ir.-ndi tpie al fin tena en sus nn- n(.s el ined o suficientemente poderoso ]ara oca- sionar la ltima catstrofe... La frmula er.i se'ici' a : " Disconijioner con ornida!)!es corrientes elec- tro! |utmit:as las a;.: as de! .-X'.lntico y cuando la aimi'isfera terrestre estuviera saturada de hi- drgeno, con una nnseula chi-pa prov tcar el incendio de las enormes masas del inflamable gas y calcinar en un minuto con la espantable llama, lodo lo (ue sobre la tierra exista "... John Lpez balda nacido en tierra sajona, y los sajones no sacrifican una iiciativa impor- tante, al desaliento ele millones de incoineniente-. Tres aos, des])us del dia en (pie John Lpez concibi su estupendo proyecto nihilista, a lo largo de las co-tas de la Amrica del Sur y de -\ frica se ele\'aban enormes usinas, dondj mi- llones de poderosas pilas, sistema Buisen. espe- raban descargar en las aguas del ocano a lo largo de mltiples cables hundidos en las ]iro- !' un di dad es insonrlables. una ci'rriente elctrica capaz de fundir una montaa... John Lpez habia dispue-to la- comunicaciones, de manera oner en actividad atpiella ciclpea balera... Durante tres aos, millares de obreros traba- jaron en a(piellas obras (pie todos crean una soberbia locura, pues nadie imagin su espantable finalidad; cientos de ingenieros electricistas des- entraaron lo- intrincados problemas de las con- miit;iciones : y todos los diarios (\v\ mundo li:i- blaron de :i(piel gran demente (pie no (|ueia explicar el objeto (11 t;ui fenomenal laborato- rio . . . Al fin. mi dia. J(hn Li'>pez recii)iaz infi- nita de los cam])os v del cielo, tiene modu- laciones solenmes de rgano. Cuadro de gloga : conjunto amable (|U.- liroclania ima irresistible aleg.ia ile vivir: rebullir de ])asi:i i|ue atraviesa los cam|;()s en eclosin infinita : ola de a.iior (jue ])a- euenlran una acoj^iil.i amable. ]iori|ue en t(i(',o> lado,- 1;, vid.a i->lalla en flcn-es. ti; fru- to>. en gc-uia-. en beso-, en amor: .amor in- iinilo. inconmcn^nrabl(. (pie llega de lo ig- noto del esp.acio con la lla)na .ardiente del >(jI. (|ue brilla en las inm'i. lleras estrellas, ipie alravie-,i el esjjaniable v;ici(j cabal- g;ind(] en un r;i\(( de luz \ ]ior el rayo de luz se e-tablece comunin triunfal entre un mundo \- (itro mmido. lorpie en todos ello- el a idr e- una soberbi.a verdad ejecutiva. Carcajad.a- de aiKjr. tan divinas en '..a b(jca de un;i niar(pie^a cono en la boca de una ca:i'pesina. realidad ab-olutamente i.gua- iit.iria. la i'nu'ea (|ue no ad-^ite discusin: carc:ii.adas ijue ennoblecen a todas las niu- iere-. (|.ie ,l t(((l,as eleva. (|Ue a todas lier- nio>ea : ns dulc (|Ue un;, n fsica divina de vidlines. u - arrnllador.a rpie el susurro de la bris.i en el fo'laje. m.- tierna (pie una canci('in de niadre. m- seductora (pie un triunfo de cel.aj;- e:i lui atardecer d.' ])ri- n-avera . . . .M.arelia el grupo ]>or la caiujia de es;ne- raida. i:(^'.ii,' en c.ad.a in-ecto )(alpit:i un an- rece surgir de la tierra. por:pte llev.a luia iKJuda intenci('i:i de fecundidad en su rui- doso .avance. Los brazos establecen C()mii:ii(')n pcrfecl;i en el gru])o: lazo de unin tpie rematan las manos. ])ali)itantes de caricias, ardientes, con ini])nls(js de coiKpiista, casi de r(]b(i, con ansias de violencia, de asalto. Las manos dicen lo ipie gritan los ojos. (l(jnde las miradas centellean : dicen lo (pie la boca calla. ])or(pie los labios se estreme- cen al batir de las carcajadas o se contraen nerviosamente ensayando la inmens.i. la grandiosa, la triunfal ex])losin de un beso. l""n la calma ma.gestuosa del cre])sculo, marcha el .grupo despertando con su est;i- llar de risas los ecos dormidos en el fondo de los barrancos, en los huecos de las cis- ternas, en, las lejanas imprecisas, brumo.sas con el vaho que se des])rende de la tierra, enardecida por la larga mirada ardiente del sol. Las lleva el eco de una a otra loni.a. de una a (jtr:t llanura. \ en todos lados eii- N'armol d,?I cscul'or Garclla propiedad del Dr. Caries A. Fcin -;:i intinil:i de vid.i. do:ide tnd(j e- .afir.i.a- eii]:i. donde t()d(j canta \' re. Lo- talles cimbreante- de las cam])esinas in\ii;in al .abrazo do:iun;idor de los labrie- go-. Lo- cu, los torneados, .anhelantes, se oireceti libres v tersos en l,'i inconsciencia, en la locura ,i (pie ;is lleva la carcajada (pie provoca 1.1 tr;iucs f|u;'. irradiando, no dejis nunca extinguirse al nio sublime en el alma il'-' hombre !. . . En el fondo de mi ser son, por pri- niera vez. la hora singular del jwdre rey. (|ue suena hace veinte siglos en el reloj de lo eterno, pero que yo no haba .sentido. ])orque no haba sido posible que la sin- tiera hasta entonces. Tamas conquistador satisfecho, ni em])e- rador poderoso, sinti ms honda su satis- faccin V su ]XKler. ni jams lo conmovi n^s ternura en sus efemrides que la cpie envolva todo mi ser en aquel momento en (Ule los bblicos revs de Tharsis. de .Ara- bia v de Sab fusionaban sus coronas, .sus cetros V sus mantos para investir mi feliz paternidad. Ea mueca de ))orccdana. la caja de tacos, el arca de Xo. los chocolates v los caramelos, eran, por el amor que los depositaba en los pequeos zanatitos, dones del soberano de Ormuz. de Rznagar o de Colquide. Pero lo glorioso de mi imierio no estaba en el acto de mis ddivas, sino que me es- peraba en la felicidad de mi muchachita rubia, cuando al siguiente da. apenas dcs- jierta. fu a recoger la re?ia ob'acin de los generosos Magos. Sus gritos, su jbilo, su za])ateo. su general alborozo, fueron him- nos de mi coronacin, fueron a mi alma .sabros. campanas y victores. Es (|ue en aquel corazoncito resida el porqu de mi soberana y en af|uella caliecita se reflejaba. a(|Ulatndose. el prodigio de mi poder. Ea hora de aqulla um exaltacin pas, pero mi investidura ha seguido en su do- minio V su ])restigio. Pues (iu. ser im- perecedero mi reinado, como fu. v es. real V legtin-o. dilatado y masrnifico. firme v lleno de amor? Xo se divisa en su tornc ninguna anienaza. oero. es humano, v all, en la leiam'a de su horizonte. ;iso:iia un;i nube informe. . . ;E1 mueco que yaca en el suelo de la estancia, sobre el riue triunf mi relato de la levenda cristiana, encarnar algn da la deslumbrante y humana levenda del prn- cipe azul. y. vengador, vendr a la recon- (|uista de lo f|Ue su))0 mi cario arrebatarle : V. con su triunfadora presencia, vendr a burlarse de mis nuevos intentos de seduc- toras narraciones?... Mi imaginacin vaga vida v peri)leja kii lo indescifrable de la vida: y suspiro: si no es imperecedera en m esta solx'rana. es eterna en s misma, como eterna es la risa de la divina Eulalia de que nos hnbia Daro. J. J . Ylla Moreno. SELECTA (cr Sn El abraco de 1 os Es altamente iioiiroso para los puoblu.s del N'ucvo Continenle. i)ara nosotros, el contrasto que se ofrece a la consideracin del reflexivo. Mientras en Europa, en el centro, en la fuente de la ci- vilizacin y de cultura, las colectividades se entregan a una obra espantable de muerte y destruccin, ahondando in- mensos surcos de furia y de venganza, de odio y de di- visin, cuanto ms grande es el derramamiento de sangre, cuanto ms se empean del otro lado del Atlntico en derrumbar todo el costosi edificio elevado por la Ciencia, por la Razn y por la Justicia: aqu, en esta Amrica nueva. fecunda y generosa, los pueblos se estrechan cada vez ms en un abrazo leal de fraternidad, comprendiendo, ante la horrible experiencia ajena, que slo el desvario puede en- genlrar el cb()que fratricida, que es la guerra. 1.a visita (ue los marinos de la Unin realizan i)or las naciones del continente Sud. es como la materializacin de un abrazo entre las dos Amricas. hasta hoy demasiado alejadas, desconocida la una para la otra, sin intercambio intelectual y comercial, como si la Amrica del Xorte estuviese a una cudruple distancia de nosotros de lo que est Europa. Para beneficio de todos {y este es el anhelo ferviente de los quv han recibido cariosa y espontneamente a los ma- rinos), la unin pan - americana ha de ser ima realidad no socamente dijlotntica sino que tambin sellada y mantenida por el afecto de los pueblos y por la realidad de una alianza, ((ue nt> -ea temible para una guerra. ara las tournees al Rio de la P:ata. Con una intuicin que habla inuy bien del pblico montevideano, el abono para la tempo- rada lrica ha tenido el ms grande de los xi- tos. \' elogiamos esa intuicin porque es nece- sario considerar las enormes dificultades que se presentan para traer compaas de Kuropa a .Amrica, s se desea apreciar en toda su imi)or- tancia el esfuerzo realizado por los em|>resarios Da Rosa y Mocch. Xo tenemos por qu hablar de estas jiarticu- laridades de organizacin siguiendo un propsito de elogio. I,o hacemos, libres de toda intencin secundara, pues es justo, de alta justicia, se- alar a la consideracin del pblico las circuns- tancias difciles, casi insalvables en que deben formarse los elencos y embarcar luego a -os ele- mentos que los componen. En lem])os normales es enorme el trabajo que significa la formacin de una compaa erdonan que rindan culto a la elegancia sin tacharlas de coquetas... Este comentario rutinario e inconscientemente ofensivo, es como una telaraa- que va envol- viendo dignisimos apellidos y que va tomanro])sito de recordar las efemrides ms culminantes y los natalicios de los jefes de Kstado con los cuales nuestro ]jais se halla en buenas relaciones, damos en este nmero una nota del I'.mperador Carlos 1 a)an. el general Mitre no pudiese dejar de or. C(nio oy, las -iguieutes palabras dirigidas a Monsieur Lef- vre de Becour: * ' ,; Qu noticias puede usted darme del seor general Guido. t7 hombre ms ilisHit- (luido de la Kepiiblica Argentina? ' '. ^' Lamas estaba seguro de haberle amargado ajuel momento del ban(iuele al general Mitre. Otra vez gracias intr su interesante obsequio. \ i)erdneme nii imposibilidad de escribir, (i) Con la vieja amistad. Jos Siitru Carrauza. ' I ) .\l liUrar a la piihlicidad c.itu [liriiia du itli- leiicia epistolar, juhlu t-s ipie f^u ctmni.LiiR' \u ipie >'\\i pei'jiKear a su olijcto aiieccllit-n. puLMir .-^urvir a liiiiio- el carcter de las altaa pcrsonalidailes de eiiyu iceiieniu trata. Arii. es de notar la iioblev-a C'Hi (pie el ilusliadu anior del libro suhre el general se asoci al homenaje consisti en la reproduccin del clsico discui'so pro- nunciado por el fTeneral (nido en 1854 al transbordaise en Montevideo los restos del venced()r de Ituzain^^ venidos de los Estados Tnidos en viaje para Itueims Aires. V fu en realidad un doble bomenaje, siendo i-l diario del .ireneral Mitre el (pie enalteca la memoria (iel autor al i)r(>hijar su ol>ra bajo el epgrafe de l*A- OINA UE niioNcp; . Nada de eso disminuye la .L'raeia del alfilerazo diplu- niatico de don Andrs Lamas: comprobando slo qui- llay rasgos de cortesa (pie en su hidalga espontaneidad valen ms (|ue una reparacin por la armas. Sicnru Carranca. SELECTA l^on su porte magestuoso, con la noble sencillez de sus actos, ^** con la elevada cultura de su espritu, magnific - doquier la llevara la carrera diplomtica de su esposo, el eminente com- patriota don Daniel Muoz los prestigios de nuestras damas y la distincin de nuestra sociedad. En las cortes de Europa y ante los gobiernos continentales, su figura gentilsima fu siem- pre un triunfo de elegancia. Actualmente ocupa en el gran mundo argentino un puesto de honor. SELECTA DE: L_A rQAheE- ^ PACL ti n./r\icbei AhntbAutL MIcliel Ainiebault, es uu pseiuUSnlmo que };uard en sus mantillas a un eximio escritor francs, que no quiere que su modestia sea tocada por la luz det da. Es un ori^cinal: todo Par3 lo sabe y hay que respetar su determinacin de vivir contento en la bruma. El artculo que insertamos sobre la perso- nalidad de Eufienlo arzn. debe aparecer en Les Xouvelles . publicacin quo se edita bajo los auspicios del Ministerio de Relacio- nes Exteriores de Franela. Al a;rradecer muy ntimamente al seor Micltel Annebault su concurso, esperamos que su preciosa colabo- racin seiruir favorecindonos. Lti Hi'daccin. 1h y a quatre sicles passs, Christophe Co- lomb (icotivrait l'Amrique et encor celte (lcouverte lui est-eHe conteste. I! y a vingt ans, 1 'Atnrique (lu Siid, en tant que nation. socialemeiit. inte'Jectuellenient, cononii- quement, nous tait peu pres inconnue, naus latins et peuple propagateur de toutes les initi'a- tivc. et de tous les progrs. Phnomnc inou de paresse et d 'inconsciente indiffrence! Nous avions lass fuir quatre sicles, et nime un peu plus, sans nous inquiter d 'une terre merveilleuse, neuve. I'aubc de- la vie. qu 'aucun de nos poetes n 'avait cliante. qu "aucun de nos conomistes. fait plus grave, n "avait tent de rapprocher de nous, pour qu "elle rponde nos besoins. 11 tallut que. devant 1 'emprise allemande, un homme politique de cette Amrique. un littrateur et un artiste. un i>olmiste et un gentilhomme, mit sa grce nergique et fire faire cesser notre in- concevabie ignorance son gard. Kt celui-l qui est notre hte, qui compte parmi les p'.us I)rcieux et les plus dvous ams de la France, c est M. Kugenio Garzn. \'.t \\ y a peut-trc une saveur )lus intense a se que ce soit justc- ment hii. citoyen libre de la libre Amrique la- tine, qui vienne nous, nous offrir d 'ainier et de servir cette P'rance si attirante. simplement, pour le plaisir de l'ainier et de la servir. Comment cette idee cbevaleresque et d 'un si grand intrOt i>our 1 'avenir, vint-elle au propa- gandiste uruguayen ? Les diverses et fcondes nia- nifestations de sa tenace action journalistique au h'itiaro. nous 1 'apprendront. 11 y a vingt ans. TAmrique du Suprcier encor l'immense et inconiniensiiraiilf prcdent qu'il avait cre. .e lendemain mme de sa rentre a Paris. Gar- zn roccupait sa place au -igarii. Cette place, il n 'a pas cess de la lenir avec esprit, science et tact. 11 a comhattu l.yon, lors de la semaine latine de l'Kxposition; combat commercial, mais ur la soldit (pi "el'e a su dninier un grou])ement social, pour rini- IMirtance qu'elle a fait acqurir un lien d'amiti. amiti eonomique. intellectuelle. financire, ar- tistique. amiti (pii. grce lui. le prcnr-seur, ne se dnouera plus. K'Amri(pie latine, groupemenl de penples, est dfinitivement sondee l'l''u- rope. I/preuvc de la guerre et la genrense atli- tude prise par la jeune Amrique nous en sont la plus grande preuve. K'ocan Atlantijue n 'existe plus que comme un trait d'union (pii i)araohve 1 'accord in(ral, non comme une mer qui separe deux races. Garzn, celui que Rubn Dario, !e grand poete, appcla le Mousijiietairr de la Fala, unissant ain-'i. dans une formu'e heureusement roniantque, ses qualits de fongue retenue et d'lgancc spiritue- lle de bautes et purs races, incarnera dsormais l'Amrique latine elle-mine. Son (euvre est in- separable de 1 'homme tres fin, tres bou et tres profondment psychologue que tant de Parisiens ont appris connaitre et admirer. Une fois de plus et publiquement, au seuil de bello carcter. > le i>ro- fes verdadero cario, (ne le conserv en la vida con ]iredileccin_ Distinguido por Saldaa. el ao 2^ cuando surgi la lucha entre lusitan,>s c imperiales, se form el cuerjio cvici^ al niand',) cU! ])alrioIa Murgiondo. y el joven Miguel Ximnez fu nombrado su ayudante. En esa clase hizo su estreno en la milicia, sosteniendo simptica causa de la libertad, iiroclamada por el Cabildo Re- presentante de Montevideo, bajo la proteccin de la divisin de voluntarios Reales, a cuyo frente se hallaba el brigadier dcm AIvan> da Costa de Souza Macedo, gohernador de la i)!a/a. Sabiilo es (lue entonces el dulce nombre de Patria estaba en los labios de los orienta'es, (pie crean llegada la o]iorlunida(l de recon(|ni-^tarla. cuamlo por la voz entusiasta del Cabildo Representante de Mon- tevideo se les deca : "Orientales! I, a guerra est ]>rineipiaila. l,a ^'\ isirar nuestra dulce y adorada libertad. Con esa esperanza y paritico propsito sc ttr- ganizaron los cvicos en ocho cmupaas. teniemio pi^r capitanes a los {atriotas don Antonio Clio- liitea. don Romn Aclia. don Gabriel Pereira. don Jos ^[ara Platero, don Manuel \'idal. (hn amiga. ]arlo lara (Jpoiti a dar la liberiail a Portugal y cidocar >u corona sobre las sene- de su hija la excei-d doa Maria II. bji esa lucha el general Ximn,z militando oon el rluque de Saldaa bajo las han: leras del ii;- trpido Ximnez. k' dice : - -' ' .Miguel. ju.Liabas tu cabeza t'U este lance. extralimia-ulo nii> rlenes. !>-- un liroe ! ' '. En el siii,, de Lisboa hace irodigios de valor loman lio una de sus Ire-. dectculo, conducido con .suma habilidad por los encargados de co- municarles vida escnica a los muecos 1 Las escenas guignolescas fueron larga- mente aplaudidas y la ms grande alegra le cin para encontrar bueno lo (|ue creamos n\alo y .soliiciin a u;\ [iroblema que se pre- sentaba ante nues- tros ojos con ;is])ecto .aterrador. l'n da. unas ho- ras tan .slo, entre los nios ejercen so- bre nuestra mentali- dad un efecto piiri- licador, regenera- dor. Xos vincula co;i nuestro ])ropio ja- sad o. recordamos nuestra niez. ])en- samos que entonces fuimos I genero.sos. altruistas y sencillos, y bajo la influencia de aquella vida (pie para todos es jiia- centera, nos senti- nos capaces de ser irs buenos, menos egostas, ms sensi- tivos. De ah que nos sintamos tan ntimamente gratos a las dos fiestas infantiles de tiue da:r.os cuenta en esta ])gina. Tanto Juan Jos Amzaga .Mvarez como Mara Ins l^eixoto La.sala y Panchito La- sala Boffil. fueron obsequiados con muchos v muv ricos regalos. mpleaos Toin, SELECTA riTERlAaOflAL CAHADERIA No pin'dc pcrnianacer Ski.kcta indiferente ante las KramUs. las verdaderamente gloriosas manifes- taciones de la riqueza nacional, exteriorizada en torneos como el que se realiz en el Prado y al cual lii' l>rillo inusitado la concnrrencia de familias mny principales. Constatar, elogiar deliidamente, Iiacer que todo ello se cnnf>zca profusamente en el extranjero, cuando de manifestaciones de progreso se refiera, es coadyuvar a la gloria del pas, porque si nuestros guerreros y nues- tros patricios han puesto el nombre de la nacionalidad como una afirmacin de arrogancia, de virilidad y de herosmo; hoy nuestros hombres de trabajo y de ini- ciativa son los encargados de hacer conocer las ca- ractersticas actuales de nuestro pueblo, vale decir, todo lo que ha podido avanzar en menos de una cen- turia eu la senda luminosa del progreso, senda que guarda para nuestras actividades nuevas, una riqueza en cada palmo, una facilidad de produccin en cada recodo y en una meta no muy lejana una potencialidad econmica, que ha de ser en el Continente Sud como nn faro radiante que atraer irresistiblemente a todas las voluntades, a todas las iniciativas que, en los m- bitos ms remotos del mundo anhelen un ambiente propicio para su fecunda aplicacin. La Exposicin Internacional de Ganadera fu un admirable triunfo del pas y fu una demostracin bien concluyente de que ya nuestro solar no es ms una extensin semisalvaje de tierra, donde el contraste de un abandono que fu resaltaba aun ms lamentable- mente con los progresos de la capital. Va las " cuchltas " no estn deshabitadas, ni las lla- nuras se ofrecen al viajero como una desolacin. Ahora tenemos inmensas praderas, praderas que remedan las famosas norteamericanas, donde los ganados de san- gre, de alto refinamiento, desarrollan una riqueza que es ya asombrosa en relacin al tamao de nuestro te- rritorio. Hl afn y la direccin inteligente de los hombres progresistas, de los uruguayos que honran al pas, ha amplificado la produccin ganadera en una forma ad- mirable. } de la bondad de los productos que se ad- quieren dan fe las magnficas cotizaciones que las car- nes del pas disfrutan en los mercados del mundo. Kn nuestros establecimientos rurales ya no hay ga- nado "criollo". Un rodeo de cinco o seis mil cabe- zas Durham o Hereford no es cosa asombrosa, y de uno a otro confn de la Reptiblica se alienta un esp- ritu nobilsimo de emulacin que dar al pas grandes, envidiables satisfacciones. I.a antigua "estancia", que no era ms que una gran extensin de tierra donde los ganados crecan en estado salvaje, sin que el hombre le proporcionara nin- gn recurso para defenderse de las inclemencias de la naturaleza ya no existe casi en nuestro territorio, y si aun queda algn ejemplar, como verdadera curio- sidad lo contemplamos. V es que el progreso sacude todos las voluntades, aun las ms reacias, y lo remueve todo sin detenerse en sensibleras intiles, para obtener un mayor ren- dimiento de riqueza y de felicidad. El Presidente de la Reptiblica acompaado de los miembros de la Asociacin Rural, entrando al local de la Exposicin. 1 brillante concurso de familias presenciando el desfile de los valiosos productos exhibidos El seor Vdiella (hijo) y familia visitando las dependencias de la Exposicin SELECTA sQLTLmOMJyh tmve/ Je c/o histonm Q o Q Q Q QQQQ OQQ 9 9 Q Q Q g 99 QQQ MAS (le medio siglo tiene ya nuestro pri- mer coliseo. Hs casi un monumento na- cional, no slo >r los hombres |ue inter- vinieron en las estion^'s jiara su construccin, ^ino tairii)i;; ]ior los artistas lloriosos (|ue ma.- nificaron su e-^cenario. l''s ya venerable ese ambiente ce alta inte- lectualidad (|ue forma como una aureola al coliseo principal, aureola en la (lue se mezclan los re- cnerdos de muchos i^enialcs cantantes, artistas, oradores, concertistas y i)oelas. que han dejado en la amplitud armnica de la sala como un eco de -^u-. voces, de sus concepciones admirables. Teatro de tradicin, teatro que surj^i de entre los fragores de una lucha terrible, come un iris de bonanza, como la materializacin de un fr- \ido anhelo de orden, de cultura, de civilizacin. \ que bien nos dice, con las lineas severas de su :tr(|uitectura. cjue Irs hombres de acjuella poca \ Guscppna Medor, ilustre cantante que actu en 1857 !i"i--le. en qui.' Amrica toda se estri.'meeia (\v liu- rror, no se rendan a las inixi-iciones brbaras del inomeTUo. \- mientras condiatian. pensaban (|ue !iay ali^o superior a todas los conibates de las pasiones y a tuilos los impulsos de la ambicin: el arte. -Nsi stirgi el Teatro Sol.-., asi se cnnsuid al .ser "apadrinado"* por los ms esclarecidos ciu- thulantts de entonces, y al atraer mny luego a su escenario infinidad de glorias artsticas. ad(]uiri rpidamente w) prestigio (jue no se lo disptua ningn otro coliseo sudamericano, .Antes decimos (pie es un monumento nacional _\ tal repetimos a! examinar ahora todas las ca- r:icteri>ticas (pie precedieron a su construccin y ai recorrer las inginas de su historia radiante. J-'.l J4 de Junio de 1840 surgi la idea de cons- truir lUi teatro, que reuniese las condiciones exi- gidas por la importancia de nuestra capital y la cultura de la poblacin. l.a primera Comisin nombrada para estudiar Francisco Javier Garmenda, Arquitecto, autor de los planos que sirvieron para la construccin del Teatro Sols un plan jior el t|ue se tudiera degar a e>ie fin. la ccmponian los seores; Juan l''ranci>co CjM'o. como I*resi(K'nle : Juan Miguel Martnez. Conta- .!or : Kamn Arlagaveyta. Tesorero; y \'ce-nL \"z(pH 7. S^":reiar!o Como se V-', eran todas pi-rsoiialiclale^ Ki- que acogieron con entusiasmo !a idea de ctnistruir un eolis^'o y los (|ue din sus nond)res conienza- 1 on a pre^tigia^ tan noble ]iropsilo. ',e lfes'.igio se acrecent al nombrar^e al dia siguiente de la fecia indicada, la Comi-in :pu deba formar !a sociedad por !a cual se llevara a la trctica la idea de construir un teatro. Componan esa Comisin los seores: Antonio kius. \'iccnte \'z(uez, Luis Tamas. Juan Ilenitu Pdanco, Kamn Artagaveytia. Manuel ilerrera y )i)L>. Juan Miguel Martnez, l'rancisco iuTo! \ i-'lorenti'io Caslellanos. I l'-sta Comisin tuvo a >u cargo todo lo relativo .. la organizaci'm de la nueva sociedad y el l de Jidio del mismo ao se noinbr la prinuTa (."omisin Directiva, elegida con arreglo a los Ts- '.atulos redactados y en la nle\ ideo. Ago>to ^^ de !H5(). Don Pedro Etchegaray, Presidente lA ACTUAL COMISIN pelTeatro5ols Don Romn Freir, Vcc-prcsdcntc Dr. Alfredo Etchegaray Secretario Lus Ollver Montero Contador Juan Lorenzo Etcheverry Vocal Juan Benbow Gerente Administrador SELECTA ==t V^^^'5^'5^-,^ " Arturo Durante Barbot Martha Deluch Turenne SELECTA -Wj OXOR a la hermana transandina! Honor