kutxi romero ruidografias
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RUIDOGRAFAS
RUIDOGRAFAS
kutxi romeroQuien pudiera
Quien pudiera ser
requiebro de una voz
que se revuelve en el fango,
que ansa ser algo,
y no mirada impasible,
declaracin de amor musitada
al odo del que como yo,
no quiere ser nada,
si acaso, relente de luna
piedra alada,
pero hoy no,
hoy no quiero ser nada.
Mis secretos
Los secretos que yo conozco
gritan a voces,
son secretos
que puedes or an estando sordo,
secretos plasmados en mi semblante,
de da y noche y viceversa,
de pequeas heridas,
de grandes cicatrices,
son puntos y comas de
mi pequea historia,
de una vida, la ma,
que cobra sentido al cruzarse
con otra vida, la tuya,
son secretos imperceptibles
al odo del vulgar,
del cotidiano,
pero perfectamente escuchables
al abrigo de los bares,
de las melodas tristes,
de noches de luna y sin luna,
de los ojos verdes que
tan bien conozco,
de los caminos que anduve,
pero cuidado, no los grites,
nadie te entender,
son como la locura,
todos la ven, la oyen,
pero nadie la entiende,
son mis secretos,
al fin y al cabo.
AutocastigoNo s donde le
que en el invierno ms terrible
hay un verano invencible,
algo as deben ser
mis noches de autocastigo,
de soar contigo,
de esa clase de inviernos
quiero pensar que est
hecha mi sonrisa insomne,
la nada de mis bolsillos,
a lo mejor de esos inviernos est
trazado el contorno del abismo
del que hablan los laureados
malditos,
los poetas de mierda,
aunque lo ms probable
es que solo sean eso,
un puado de versos destinados
al que sabe que su invierno
no dar paso a ninguna florida
primavera y que esta no preceder
a ningn verano invencible.
A degello
A degello,
cruzando aranceles, cerrando puertas,
salir corriendo,
un silencio,
que no otorga nada, ni a ti ni a mi,
ros de flujo y semen maniatados
durante aos que revientan y buscan,
palabras,
que el viento no arrastra,
que pasan,
que tapan los escombros
de alguna revolucin
que no sirvi de nada,
manchas,
que afloran a la menor
pizca de recuerdo,
que desaparecen ahora,
con aquella sonrisa que tampoco
nos sirvi de nada,
ni a ti, ...ni a m.
Bajo la nieve
De voluptuosas penas se hicieron
las almas de los que desafiaban los
ms crudos inviernos,
los que queran ver senderos bajo
la nieve,
los que dejaban el corazn a merced
de las ventiscas de besos y caricias,
que mostraban amores de callosas manos,
de nudos atados a las formas caprichosas
de nubes,
solo ellos saben lo que significa libertad,
an siendo presos de narcisistas desidias,
de vanos pensamientos,
en ellos vi horizonte y destino,
aunque de nada me sirvi,
no puedo tener el brillo de sus miradas,
la demencia de sus insomnes noches,
no son mas las ansias de tirar muros
ni de crear fronteras invisibles,
mas son soledad y derrota,
cobarda y recelo,
atisbo de anhelo... y la nada...
y la nada...
Ando
En sueos ando surcando espaldas,
todas en una la tuya son,
ondulndose como el trigo,
hasta en pedregosos caminos
cimbreando la cintura,
haciendo un sexuado destino,
un dibujo de la penumbra,
en l alambro el desatino
de quererte hasta la muerte
por lo menos hasta el alba,
y con mis malos despertares olvidarte
cuando quiera cuando pueda
mientras vadeo los ros,
los de siempre,
los de nunca,
de tus sueos,
de los mos.
Melifluo
Aunque dudes de mis melifluos versos,
de los abruptos caminos de mi alma,
de la nada que fui, soy y aspiro,
de mis grises sonrisas y torrentes
de verbos, mitad y mitad,
de los besos de humo,
del amor de humo,
del amor veleta,
de las lunas de una cara,
de mis traspis provocados
por la rutina del caer,
del suave dolor del despus
con el anhelo del antes,
tranquila,
el alba se encarga de todo,
la aurora no entiende de amor ni colores,
derribar semblantes alegres,
infectos bienestares,
todo lo que nos den los plenilunios para bien
ser derribado,
solo entonces te vers henchida de gozo
y razn,
mientras tanto trasegar mis insomnes
canciones de amor,
para ti,
como es mi deber.
Sers suyo
No pares, ejerce de viento, de marea,
de cascada indomable,
engaa al sueo con ansias hedonistas,
mientras, la desidia pulula en torno al
que descansa,
al que mira atrs,
trepa cuan enredadera por las tapias
del abandono,
quieres ser suyo?,
no siembres tu camino de rotas cadenas,
ni llenes tus manos de aire,
no distingas noche y da,
no juegues a vivir,
haz un romance con el tedio,
estar yerma tu alma de la
noche a la maana y para siempre,
ejerce de viento, de marea,
o sers suyo,
repito,
suyo.
Fin del romance
Se acab, no queda nada,
su corazn es un rido paraje,
no suena nada,
nada,
lo que fue desbocado se amansa
y domestica por si solo,
solo dndole unas vueltas
al minutero del comosiempre,
dejando intacto el camino
que se divisa al nacer,
si acaso vertindole sinsabores,
que no harn mas que enriquecer
su rutina,
acelerar la muerte del romance,
que no hiedan las camas vacas,
que mueran y entierren mil y una veces
a los lacrimosos poetas,
no encontrar penas en el fondo de
los vasos,
sumirnos en la duda de si existieron
besos y orgasmos,
hallar el sosiego del que huyo
pero necesito,
encontrarme y a cambio perderte,
morir sin fallecer,
palpar la calma,
encontrar al fin el soado
olvido.
Invierno
No eran preguntas susurradas,
eran splicas y alaridos,
creo que era el invierno preguntando por ti,
un invierno al desuso,
clido, sumiso, cubierto de lodo,
de oscura tez,
con los brazos abiertos,
un invierno despierto eternamente,
un invierno errante,
golpeando puertas y ventanas,
tal vez buscando resquicios
en tu alma,
por encima de todo y
a ras del suelo,
un invierno al fin vencido,
supongo que derretido
y vuelto agua lo convertiste
en sudor,
en aroma a ti,
condenado para siempre
a bregar con tu recuerdo,
a desistir como tantos otros
de tenerte,
a marchar mirando hacia atrs
cada dos pasos,
tu lo miras, impasible,
sonres,
te recuerda a ti misma,
en otro tiempo.
Amor?
Que sabrn los poetas y sus
mseras bocas de amor,
que doctrina habr en acariciar pieles
desde sus versos de mierda,
sus falsas vidas,
sus supuestos afligidos semblantes,
de sus torturadas vidas me ro yo,
porque yo he visto poesa en las
caras y los das de los mos,
en callos y sudores,
en enfrentadizas miradas a un mundo
que no vereis ni en el ms abyecto de
vuestros sonrosados sueos,
en pieles tatuadas por soles navajeros y
vientos del sur,
yo he visto poesa en madrugadas en vela,
en las paredes de mi casa,
he visto poesa huir de papeles, dogmas y
mtricas, poesa sin lgrimas,
sin malditismos ni presuncin alguna,
una poesa de pan y agua,
de te quiero porque s,
la que me trajo vida y se la llevar,
la que te ofrezco, mundo de mierda,
mientras viva.
De mimbre
Yo se porque retumba la tierra en cada
uno de sus pasos,
aun sin acabar de zurcir las heridas de
sus maldormidas noches,
resquebraja el suelo con atroces embestidas,
sumido su corazn en el ms absoluto de los ostracismos,
sus latidos surcan el cielo y caen a plomo,
se embriaga de nada y la nada trenza,
haciendo de la nada un ser latente,
y a mi, aunque inmvil, nimiedad a su lado,
me place ser polvo del rincn de sus penas,
me enorgullece ser algo etreo en su alma,
amo y seor de sus perdidas miradas,
cuidador de su corazn de mimbre,
que, aunque arrecien los vendavales ,
se doblar antes que partirse.
Me perder
Me he de perder,
aunque sea en esquivas miradas
que ahondaran en mi en el peor
de los momentos,
en esos besos voltiles de parasiempre
con la luna y nomeacuerdo con el alba,
en una inequvoca carrera contra todo,
contra todos y a por ti,
en la punta de las lanzas de los versos
envenenados,
de mis hipcritas poesas,
me perder para poder encontrarme,
aunque solo, lo s,
donde no habitan abrazos, ni lunas, ni soles,
ni nada,
donde duerme el abandono,
donde no tiene cabida la pena,
correr campo a travs dejando atrs silencios y malestares,
a por la locura de la indiferencia,
del no querer,
del olvidar cada segundo,
de la felicidad de la ignorancia,
tu me esperars en vela,
sabes que no tardar,
acoger tu hombro mi llanto,
roto en mil pedazos,
todo encajar de nuevo,
volver a doler la vida..
Soledad
Despus de trasnochar la encuentro, al fin,
mi acolchada soledad, hecha, a mi humilde parecer,
a la medida de los seres que la rehuyen,
en ellos se acenta su tibio dolor,
saba que vendra porque yo soy uno de ellos,
prepar las lgrimas y dej supurantes los
recuerdos de tu compaa,
ven,
no encontrars en mi piel obstculo alguno
para penetrar con tus mil alfileres,
tendrs mi penumbra y mi soez discurso a tu merced,
no habr claridad ni rencor alguno,
todo lo que necesitas para engrandecerte,
para tu perecedero hasto est en mi,
yo soy el todo que a los ojos de la gente
es el nada,
el todo que anhelas,
tu ms fiel amante,
el que se te ofrece, enemiga incansable,
cuando empieza a clarear.
Humo
Se va mitigando el clamor,
el tronco se torna ceniza y con ella el humo,
el que saba que llegara,
con el que tejer mi destino,
con el que procurar olvidarte,
llega y se vuelve niebla,
no,
no fuerces ni el corazn ni el alma,
no intentes verme,
contempla abatida y atnita
el cotidiano espectculo del fin del amor,
mira en mi la prepotencia de un ser
en la lucha contra el dolor,
aun a sabiendas de que me corroern
las entraas los abrazos sin hallarte,
volver a fabricar mi sonrisa de barro,
emerger un ignominioso orgullo de las heces
que hace tan solo unos minutos fue,
se impondr la hipocresa del olvido del querer en mi,
mientras se disipan las brumas ser piedra,
se har la luz y no ser,
tal vez tu seas.
Annimo ser
En una perdida batalla
intent desenmarcar la vida a golpe de pluma
y rado verso de ventanales y rutinas,
en un surrealista poema de
la mediocridad del poetastro que soy,
en el tedio que yo mismo adher a mi piel,
cercando un sueo universal que todos
los soadores egoistas creemos de nuestra propiedad,
intentando poner el opaco amor al trasluz,
haciendo de tripas corazn con el trajn del querer,
trasegando mi msero verbo y golpendolo contra
sordas voluntades,
en definitiva, transformar en materia el algo etreo
de mi asquerosa existencia,
negndome una y otra vez a rodar en el circulo
del fracaso que me asedia y me acoger a manos
llenas para llevarme con vosotros,
realzar la paradoja de mi escapar del mundo
habitando en l,
encontrar significado a la existencia,
extinguirme a los ojos de la humanidad,
saborear la libertad del annimo ser.
A ti
A ti te escribo, si, a ti,
al que hay detrs de esa aterrada mirada,
a ti que hiciste reino y lecho de la inmundicia del vivir,
al que traza malformadas realidades con la
dureza que te supone un simple amanecer,
a ti que hiciste de la rutina un de vez en cuando
y de la tristeza un guijarro en el bolsillo,
tu que borraste eslabones y cerrojos
mereces verbo, verso y beso,
a ti que te taladr el despecho,
que te desconch el querer la pared del miedo
dejando a la vista infinitas tormentas de luz
y vida,
tu tendrs mas que tinta,
tendrs recuerdo.
Me vuelvo tu
Al girar sin sentido en torno a ti
recojo el beneplcito de tus flujos y mentiras,
el utpico sueo de la felicidad
escapando de la tentacin de los torcidos caminos,
formando con mi existencia una raya ms en
el muro de la prisin de una hedionda vida,
fingiendo a todos los oidos el orgasmo
de una humanidad radiante,
borrando de las lineas de mi mano tedio y hasto,
pena y tristeza,
marcando en el lodo todos y cada uno de mis seguros pasos,
hacer que chispee mi mirada al encontrarse
con vuestras puercas vidas sabiendo que hasta
encontrarte la ma fue igual de insignificante,
sin secretos ni hazaas,
al girar en torno a ti me vuelvo mentira,
cambio de piel,
me vuelvo tu.
Otro amor
La pesadilla del perderte me hall al encontrarte,
con tu claridad trajiste un algo oscuro, la sombra de la desdicha
martilleando en mi supuesta felicidad,
la neblina del rencor, el regocijo del dolor ajeno
cuando uno se sabe con el poder en las manos,
porque me tienes a tu merced, enmaraado en tus deseos,
me tambaleo y rijo al comps de tu voz y tus latidos,
me despeo y fallezco en tus dudas,
no me reconozco en paz ni en soledad,
solo en el bravo cabalgar a tu lado encuentro un yo con sentido,
tal vez a tu marcha me vuelva humo,
a lo mejor ni siquiera muero,
simplemente ir desapareciendo a los ojos del mundo,
aunque puede ser que vuelto aire me inhalen otros besos,
me absorba otro amor,
otro amor?,
otro amor.
El sueo eterno
Intent abrir un butrn en la pared del sueo,
lo logr y al amanecer era una aparicin divina,
todo dignidad, todo razn y elocuencia gritndolo a
los cuatro vientos, a pleno pulmn,
recin pintado e intocable, con la palabra de barro,
con saliva en la sien,
de miembros destructores y apariencia esquiva,
un ente superior, la ms temida de las verdades,
el no querer despertar personificado,
la ms cobarde de las existencias,
un orgulloso excremento de la vida,
la pantomima de la soledad multiplicada por millones,
un alumno aventajado de la mayor de las traiciones,
el soplo inexcusable de los aires de grandeza,
intent volver atrs, acorralado por las envidias de
otros seres como yo,
ms los agujeros del sueo solo son de ida,
me un a los desdeados gritos y golpes
de los que claman piedad encerrados en el sueo eterno,
a los que murieron en vida,
baar los recuerdos con las lgrimas del arrepentimiento
que rehu despierto,
mantendr viva la llama del rencor hacia los insomnes,
os esperar siempre pues se que vendreis,
a dormir conmigo..Cera
Ahora que tengo lo que siempre anhel,
hoy que llevo en volandas mi tortuosa prisin,
en este preciso momento en el que las rejas se vuelven etreas
envolvindolo todo con violceas ojeras de triunfo y difusos recuerdos,
pierdo irremediablemente lo que tuve,
me saco los ojos intentando distinguirte pero entre aire y tormentas te empeas en fundirte como cera sumando una ms a la lista de perdidas batallas,
dejando que de mi ltimo paso antes de rendirme,
redimirme al pasar de los segundos, de los minutos, de las horas, de los aos,
colmado de safisfacciones abrazar la tristeza, trasegar con vientos
y recuerdos forjados por mi, siempre en soledad,
sugieres que embree mis pies clamando de puerta en puerta?,
quieres ser carcajeante testigo de mi decadencia?,
no dar pie a que mi fracaso sea algo palpable,
ya estoy preparando mi entrada triunfal en ti,
yo tambin ser cera,
me fundir contigo en un insoportable beso,
un cario que pasar tan desapercibido
como desapercibidas pasan nuestras vidas cuando
nada somos,
el beso de la nada ha de ser mi beso...
puesto que la nada soy.
Poeta
Junta las manos y espera,
no tardarn en llegar las despedidas,
los adioses que desconoces y temes,
se irn como vinieron las alegras y desdichas,
por la puerta del balcn,
por cualquier ventana,
en medio del ms placentero de los besos,
transformando un orgasmo brutal en el ms grande sinsentido
de tu vida,
y entonces que hars?,
dime, romntico de corazones perdidos,
dime, bufn, marioneta de mil almas,
tu, que te autodenominas poeta,
qu hars con tus versos sin su olor, sin su piel?,
acaso mitigarn el dolor de los que no quieren escucharlos?,
ojal revienten en tu boca,
ojal te ahoguen la soledad y el abandono salidos
de tu propia tinta, de tu propio papel,
porque como tu bien sabes,
los poetas no podeis dar nada, solamente palabras,
para que podamos saborear vuestras insulsas experiencias,
la falacia, la mentira de vuestras vidas,
sin la calidez del amor sois menos que nada,
igual que los dems mortales,
as pues fallece en tu palabra,
llora en soledad,
conoce al fin el dolor,
poeta.
Maana
Se que te preguntas sobre mi risueo rostro
cuando el cielo amaga cerner,
tu deberas saberlo,
quien mejor que tu conoce las punzadas del sufrir
cuando las bocas y odos no aciertan a comprender,
no existe el que, como tu, se corone principe
de las noches en vela,
orador del sinsentido,
maestro de la desazn del vivir,
no hay nadie que conozca mejor que tu
el sabor de la saliva de la boca de la pesadumbre,
en ti se refleja el suicidio del amor,
una muerte premeditada del cario,
maana sern palabras desconocidas,
vagos recuerdos,
gritos inaudibles,
maana sers roca cayendo en un alud
contra el mundo,
maana comprenders mi regocijo
cuando amenazan cielos grises,
te unirs conmigo en el despearse
por las laderas del no sentir,
y as, transformarnos en materia inerte,
ver como pasan generaciones,
observar nuestra salvacin en la destruccin
de otros,
sabernos a salvo de la vulgaridad omnipresente
de los humanos,
lograr una victoria silenciosa,
sin muertos ni batalla,
sern derrotados sin saberlo,
maana.
Como yo
Son los restos de saliva escarcha en la piel
cuando no acierto a recordar artimaas, melosas proposiciones,
el olor de noches todava presentes baadas de un algo
que tu llamaras amanecer,
son vidrios hmedos las miradas cuando decaen las pasiones,
son cartn piedra los recuerdos,
solo la nada prevalece,
intento beber de ella, paladear su esencia,
ser un cupido de plstico a los ojos del amor,
golpe a golpe esculpirme,
como humo de tabaco desvanecerme,
paso a paso desandar,
da a da desvivir,
ao tras ao desconocer,
mirar entre los dedos como se pudre
un mundo que hicieron demasiado grande para mi,
hacer de mi palabra aurora boreal, granizo de estrellas,
supuestamente impresionante,
pero a cambio predecible, efmera,
como los poemas, como las vidas,
como la nada, como el todo,
como yo.
Ruido
Un ruido indescriptible de caducas pasiones
agonizantes estrellndose contra el suelo
anuncia la llegada del otoo al alma,
un estruendo solo comparable al que forma
la algaraba de los corazones perennes,
sonidos mundanos y compatibles,
sonidos que actan como cido en mi,
melodas enloquecedoras,
de las de bailar en soledad,
an as deben haberos ensordecido,
no entiendo la impasibilidad de vuestros rostros,
no se como no danzais hasta caer exahustos,
si no os apresurais se irn,
como todo se va cuando no se aferra
como si en ello nos fuera la vida,
se ir la banda sonora de vuestra existencia,
o quizs se transforme en el comps que
os guiar a la muerte,
en todo caso parece no importaros,
yo por mi parte ser la nota perdida,
el desafinado aliento,
desacompasado bailarn
de ese vals montono de la vida,
ritmo indescifrable y sobrante en
la partitura del da a da,
pero nunca indiferente,
expectante,
atento,
tarareando la cancin que no
quereis escuchar,
mi cancin.
Si despertara
Si despertara le dira que fui yo,
si, yo,
el que dibuj su cuerpo en ese colchn
que parece esclavizarla para siempre,
el de los besos livianos, el de la sonrisa gris,
el de la mirada triste,
el que arrop sus labios haciendo con mi saliva
un ferreo escudo con la palabra amor,
qu te enmudeci?,
si lograras despertar quiz se secaran mis ojos,
cesara el temblor,
se inundaran las desrticas hojas
de ros de esperanza,
de nuevo los versos,
de nuevo un poeta,
todo cobrara sentido,
si despertaras yo dara el empuje necesario
para el renacer de tu alma,
sera el golpe de pincel que dara el toque
definitivo al lienzo de tu vida,
el que le dio brillo a nuestros ojos...
te acuerdas?...
Felicidad
Se fue,
ni como, ni porque s,
pero se esfum,
como vi vida y mis actos y mis palabras
y mi msera existencia se van
al vaivn de los pndulos,
al traqueteo del tren de las maanas,
al taconeo de los pasos de los das,
y a la voz de mando de una autoritaria luna
me encamino cegado y desvelado tratando
de buscar el ansiado sentido de las cosas,
la esencia del estar,
mas una y otra vez me despeo calle abajo,
enmudezco ante tanta estupidez,
me acoplo al puzzle del gento y el bienestar
derrochando mis grises sonrisas,
mis escpticas miradas,
aunque eso s,
guardando un pice de mi plida esencia para ti,
derramndola sobre nuestro camino,
escribiendo con ella la palabra felicidad en nuestros rostros y
repitindola cien mil veces a gritos,
dios mo que lgubre suena,
que triste,
que falsa y que real a la vez,
incesantemente,
recordndonoslo,
estais vivos.
Tierra
Cuando haya caricias sin asperezas
dejaran de arder los poemas,
cuando existan corazones romos, sin aristas,
conoceremos el sabor de los besos,
cuando se diluyan los soles de pena en charcos de sudor
sabremos de una vida verdadera,
entre tanto seguimos limando las esquinas del alma,
ignorantes, destrozados,
pero paradjicamente erguidos,
como si la desolacin fuese algo voluble,
negando a aceptar la pequeez de nuestro sino,
desechando la posibilidad de que los sueos e ilusiones
sean solo eso, sueos e ilusiones,
de que el destino sea una vana quimera,
el nico destino existente es el de esperar,
y cuando llega lo que esperamos fijar otro punto
en el horizonte, otra meta,
y esperar de nuevo,
y cuando lleguen los anhelos preguntarnos si mereci la pena,
si no es demasiado tarde para sacarle brillo al existir,
comprender la sinrazn de ser algo dentro de un algo
al que nada le importamos,
l solo gira,
ajeno e indiferente,
mientras nosotros nos matamos por vivir,
l solo gira,
sin saber que se est pudriendo,
l solo gira.
Nunca
Cre estar preparado,
ms me sorprendi,
una vez mas,
esta vez con el rostro lampio,
con impberes maldades,
en una ingenua infantil batalla,
arrojado y recogido para arrojarme otra vez,
con la seguridad y aplomo del que no ha visto nada,
del que afronta las cadas y magulladuras
con la condicin de que sean un aprender,
de guardarlas en los cajones del alma
para echar mano de ellas en desvencijados futuros,
nunca se est preparado,
somos virutas de un mundo
tallado a la medida de alguien que hace tiempo que se fue,
alguien al que nadie conoci,
nunca estamos preparados,
siempre nos coge desprevenidos y nos hace caer,
sin ni siquiera despeinarse,
con un parpadeo vertiginoso como de ala de colibr,
yendo y viniendo de unos a otros,
murindose y matndonos,
queriendo y hacindose querer,
haciendo notar su presencia en cada uno
de los amaneceres,
desnuda,
la vida.
Solos
Al crepitar del fuego salimos corriendo,
solos tu y yo,
cuando todos dorman,
entrelazadas nuestras manos,
anudados los corazones,
silbando la meloda del ser libre,
engaados,
por nosotros mismos,
creyendo ser nicos e irrepetibles,
pero solo siendo nada en pos de la nada,
ms no importa, nos sabemos fracasados,
solo puntos suspensivos,
solo corrientes de aire,
solo intervalos entre una luna y otra,
solo silencio,
solamente solos,
yo contigo y tu conmigo,
incomprensible trajinar de cuerpos,
pero solos,
amando, sin saberlo, a la soledad,
tu conmigo y yo contigo,
pero solos.
Que tengas suerte
Entre adoqun y adoqun,
en el leve intervalo que dejan los besos
cuando son de verdad,
en el suspiro errante del no conocer fronteras,
en el conocerse en los pasos,
de la mota de polvo de un segundo
naci mi futuro,
pausadamente,
acaricindome el pasado,
tejindome el presente,
moneda a cambio de aroma,
una despedida con arrugas,
sabia,
un susurro con manos brillantes,
que tengas suerte,
payo de ojos cansados,
que tengas suerte.
(A la gitana de Len de la rama de romero, que tengas suerte)
Yo lo llamo amor
Llmalo Enero,
o invierno si prefieres,
llama como quieras al temblor,
yo lo llamo amor,
ingenuo de m,
amor,
a la razn de mi desespere,
al beso salado en las maanas,
al puo agrio en el estmago de las noches,
al magnetismo de tu mirada,
amor,
al olor a barniz de los abrazos de la vida,
a los atardeceres color orina,
a los infranqueables escalones en los que me muero,
al calendario que mato con mi nombre,
con el tuyo,
amor,
a las heces a las que me sumo en mi cotidiano existir,
a la meloda del yunque en una primera vez,
al reguero de lagrimas de la ltima vez,
al imborrable recuerdo de las despedidas,
amor,
al odio, al rencor, que no son ms que los hijos
del abrazo, del tequiero,
amor.