kolakowski leszek las principales corrientes del marxismo ii la edad de oro alianza 1977 263pp myf

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Leszek Kolakowski Las principales corrientes del marxismo . ll, La edad de oro A lianza Universidad . .

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LeszekKolakowskiLasprincipalescorrientesdel marxismo .ll, La edad de oroAlianzaUniversidad. .Alianza UniversidadOtras obras deLeszekKolakowski enAlianza EditorialLB251 El hombre sinaltcrnatioaLB658 Husserl y la bsqueda de certezaAU276 Lasprincipalescorrientes delmarxismo1. LosfundadoresLeszekKol akowslciLasprincipalesdel marxismo.Sunacimiento, desarrolloy disolucinII. LaedaddeoroVersinespaola deJorgeVigilAlianzaEditorialTtulooriginal; GlOWIICNurty MarksizmuJIIt::JDlCE1. El marxismoylaSegundaInternacional .2. La ortodoxia alemana: Karl Kautsky ..3. Rosa Luxemburg y la izquierda revolucionaria .4. Bernsteinyel revisionismo .5. jeanjaures: El marxismocomo soreriologa ..6. Paul Lafargue: Un marxismohedonista .7. GeorgesSorel: Un marxismojansenista .8. Antonio Labriola: Unintentodeortodoxiaabierta ..9. LudwikKrzywicki: El marxismo como instrumento dela sociologa ~ ..10. Kazimierz Kelles-Krauz: Una rama polaca de la orto-doxia .11. Stanislaw Brzozowski: El marxismocomosubjetivismohistrico .12. Austromarxistas, kantianos en el movimiento marxista,socialismotico .13. Los comienzos del marxismo ruso oO 14. Plekhanovy la codificacin del marxismo ..15. El marxismoenRusiaantes dela aparicindel bolche-vismo .16. El ascenso del leninismo ..17. Filosofa y polticaen el movimientobolchevique .18. La fortuna del leninismo: De una teora del Estado a unaideologa de Estado .LeszekKolakowsk, 1976, 1977, 1978Ed. casr .: AlianzaEditorial, S. A., Madrid 1982CalleMiln,38; 'JI" 2000045 'ISBN; 84-206-29766 (O. C.)ISBN: 84-2062314-8 (Tomo2)Depsito legal; M. 27.1851980Compuesto en Linotipias Fernndez, S. A. Oudrid, 1LMadrid-20Impreso' enClosas-Orcoyen, S. 1. Pol gonoIgarsaParacuellos del jarama(Madrid)PrintedinSpainIndice analtico ~ 4 & ~ 4 .93766101118143151177195210217240302325349375406418.516Captulo 1ELMARXISMOY LA SEGUNDAINTERNACIONALElperiodode la IIInternacional (1889-1914)puedeserdenomi-nadosinexageracinlaedaddeorodel marxismo. Ladoctrinamar-xistahaba sidodefinidaconsuficienteclaridadcomo paraconstituirunaescuela, depensamientoreconocible como tal, perono estaba rgi-damentecodificada osometidaa unaortodoxiadogmtica como paraexcluir la discusino la defensa desoluciones rivales a los problemastericosy tcticos.Conseguridad, nienestapoca ni enningunaotrapuedeidenti-ficarseal movimiento marxista conlaideologadelospartidos quepertenecieronalaII Internacional. Lasmltiples fuentesdel socia-lismoeuropeo' no se habanagotado, perotenanpoca importancia encomparacin conlas teoras deMarx, aparentemente consistentes yuniversalmente aplicables. Slo enAlemaniafueposible, apesar dela largatradicindelIassallisrno, elaborar y mantener portiempo con-siderableunaideologauniformebasadaenpremisasmarxianas oge-neralmenteconsideradas comotales. El partido francs dirigidopOIGuesde poda haber reivindicadola ortodoxia para si, pues supro-grama haba sidoredactadobajo los auspicios y con la ayuda del pro-pioMarx; pero el movimientosocialista francsestuvodurante algntiempo enestado de desmembramiento, y latradicinmarxista eramsvivaenunos queenotros sectores. EnAustria, Rusia, Polona,Italia, Espaa yBlgica yencualquier otropasconunmovimientosocialista detrabajadores, su ideologa estuvopermeadapor el marxis-moenmayoromenor grado. La influenciadel marxismofuemenorenInglaterra, elpasenquese habaformuladosudoctrina bsica:910Lasprincipalescorrientes del marxismo1. El marxismoylaSegunda Internacional 11el socialismoinglsera msdeudordelasideas deOwen,BenthamyJ. S. Mill. Engeneral enEuropaser socialistanoeranecesariaI?e.nteser marxista pero, a excepcinde en Inglaterra, teora socialistahabasido obradepersonasque sedeclarabanmarxistas, auncuandocada una deell as entendiera este trmino asu modo . No habaunaclara distincin entre socialistas tericos yprcticos : adems de losmuchos tericos del socialismo, los lderes de partido como Bebel,Guesde Vctor AdleryTurati, que noeranintelectualesni tenanlaambici nde desarrollar la teora socialista, eran, sin embargo, horn-bres cultosysuficientementecapaces detomar parteen las nes tericas. El calibre intelectual general de los lderes departidono alcanzaranuncaun tanalto nivel, ni entrelos socialdemcratasni entrelos comunistas. El marxismoparecaestar en lacspidedesu ' fuerza intelectual. No era lareligin de una secta aislada, sino laideologa de un poderoso movimiento poltico; por otra parte, .notena medos de silenciar a sus oponentes, y los hechos de la vidapolticaleobligabanII defender suposicinenel terrenodelateora,Deesta forma, el marxismo aparecienlos medios intelectualescomounadoctrinaseda,queinclusosusadversarios respetaban. Tenaformidables defensorescomo Kautsky, Rosa Luxemburg, Plekhanov,Bernstein, Lenin, JaUIeS, Max Adler, Bauer, Hilerding, Labriola, Pan-nekoek VanderveldeyCunow perotambin crticos eminentescomoCroce 'Sombart Masaryk, Simmel, Starnmler,Gentile, Bohm-BawerkyStruve.' Suinfluencia se extendams allcrculoinme-diato de sus fieles, ahistoriadores, economistas ySOCIlogos que noprofesabanelmarxismoperoadoptarondeterminadas ideasycatego-ras marxistas.Las principales caractersticas de ladoctrinamarxistaestabanl-gicamenteligadas asusituacinsocial ysufuncinpoltica., Muchosfueronlos factores que contribuyeronasudesarrollocomoideologadelmovimiento obrero, pero al mismotiempo, entantoeste desarrolloestuvoafectadopor las corrientes polticas del momento, sualcanceseviolimitadoenmuchosaspectos. El cuartode siglodela IIInter-nacional conocilapublicacinde muchasobras tericasimportantessobrelos problemas generales del materialismohistrico, lainterpre-tacinmarxistadelasdiversasetapasysucesos histricosylaecono-ma del imperialismo. Surgiuna escuela roa.rxistade a;teyesttica(Plekhanov, Lafargue, Mehring, Klara Zetkin y Henriette Holst) y sepublicaron diversas obras sobre teora de la religin yetnologa(Cunow, Krzywicki yKeJles-Krauz).,Sin ?? huboun desarrollosimilar enlos mbitos ms estrrctamentefilosficos deIncpistemologfay laantropologa. Quienesseconsiderana s mismosmarxistas puedendividirse endos segnsuactitudhacia laspremisas filosficas del marxismo. Un grupo adoptla idea de queel marxismo erauna teora del desarrollo social y en especial de lasociedadcapit alistaysuinevitable colapso, ydequeesta teorapodaser complementadayenriquecidasincontradiccinpordoctrinasfilo.s ficas derivadas de otras fuent es, enparticularporel kantismoyelpositivismo. De estaformaintentaban unir el materialismohistricocon la tica kantiana (como hada el socialismotico) o la epistemolo-ga empireocriticista (porejemplo,los seguidoresrusos deErnstMachy deFr iedrich Adler). Sinembargo,la mayora ortodoxa mantena queladoctrina marxistacontena respuestas a todos o alamayor partedelosproblemasdelafilosofayquelasobrasdeEngels, enespecialel Anti-DiibringyLudtoingFeuerbacb, eranel desarrollonatural delasteoras econmicas y sociolgicas deMarx. Quienes consideraban almarxismocomountodosingulary uniforme -por ejemplo,Kautsky,Plekhanovy Lenin-noaadanmuchoalafilosofapopularde En-gelsyselimitabanporlogeneral arepetir susconclusiones sumarias,oa aplicarlasa la crticadenuevastendenciasidealistas. Tras lamuer-'te de Engels, los socialistas alemanespublicaronmuchas delasobrasdeMarxpreviamentedesconocidas -comolasTeoras sobre la plus-ualia, partede laIdeologa Alemana, la correspondenciaconEngelsyconotraspersonasy latesis doctoral-perosegu ansinpublicarseotros textos de granvalor filosfico, comopor ejemplo, los Manus-critosde Pars de 1844, laCrtica delaFilosofadel Derecho deHegel y los Grundrisse. Algunos seguidores,comoSorely Brzozowski,intentaron distinguir el materialismo de Engels de la antropologarnarxiana, peroestos intentos noconformaron una tendenciasignifi -cativa y nodesempearonun papel decis ivo. Enconjunto, el marxismocomo teora filos fica general seconvirtien letra muerta oadoptuna forma eclctica, a pesar de la grancantidadde literaturainter-pretativa de las premisas principales del materialismo hist rico, SeconocanycitabanlasTesissobre Eeuerbacb, pero ms comopiezasretricas que comoobjetos deanlisisserios. Lascategorastales comoalienaci n, reificaciny praxis, tanfrecuenteshoyda, recibieronunaescasa atencinenlaliteraturamarxista. .La II Internacional no fue una organizacinuniformeycentra-lizadacon un cuerpode doctrina elaboradoyreconocidopor todossusmiembros, sinoms bienuna ampliafederacindepartidosy sin-dicatos que actuaban independientemente perounidos por sufe enel socialismo. Noobstante, laInternacionalpareca ser laprimeraen-carnacindel sueodeMarx, que tambin10fue de Lassall e, deunmatrimonioentrelateorasocialistay el movimiento de tr abajadores,12 Las principalescorrientes del marxismo1. El marxismoylaSegundaInternacionalentre laluchadeclases y el anlisis cientficodelos procesos sociales,dos fenmenos de origenindependiente, condenados ala impotenciaen tantono alcanzaranesteestadode simbiosis oidentidad. Aunquelas tradiciones del socialismo no marxista no hubieran perdido sufuerza (el lassallisrnoen Alemania, el proudonismoy el blanquisrnoenFrancia, elanarquismo en ItaliayEspaa, el utilitarismoen In-glaterra), fue el marxismoel queseconvirtienla formadominantedel movimientoobrero yen laverdaderaideologadelproletariado.Alcontrarioquela1 Internacional, que fue uncentroideolgicomsque una organizacindel movimientoobrero, laIX Internacional fueuna uninde los partidos representativos de las masas.Sinembargo, qu significaba ser marxistadentrode los veinti-cincoaos anteriores ala1 GuerraMundial? Enrelacinaloseste-reotipos de! perodo, lanocindel marxismopuededefinirsesimple-mente enumerando algunas ideas clsicas que distinguan alos mar-xistas de los partidarios de todas las formas de socialismoutpicoyanarquismo, y a[ortiori de las doctrinas liberales y cristianas. Eramarxista quienaceptabalas siguientes proposiciones:Las tendencias de lasociedadcapitalista, yenespecial la concen-tracinde capital, han activado la tendencia natural del procesohis-tricohaciael socialismo, quees laconsecuenciaobieninevitableobienms probablede los procesosde acumulacin.El socialismosuponela propiedadpblicade los medios de pro-ducciny portantolaabolicinde laexplotacinyde los beneficiosno trabajados, del privilegio y la desigualdad derivados de la des-igual distribucinde la riqueza. Conl no habr discriminacin deraza, nacionalidad, sexo oreligin, ni tampocounejrcitopermanen-te . Habrigualdad de oportunidades para la educacin, libertad de-mocrtica para todos-libertadde expresin yreunin, representa-cin popular a todos los niveIes- y un sistemaglobal de bienestarsocial.El socialismointeresaa todalahumanidadyhar posible el des-arrollouniversaldelaculturayel bienestar, peroquiendeterminalosstandards en la luchapor el socialismoes la clase trabajadoracomoproductora directa de todos los valores bsicos ycomola clase msinteresada enla abolicin del trabajo asalariado.El progresohaciael socialismoexigeunaluchaeconmicaypol-tica porpartedel proletariado, que debe luchar por lamejorade susituacin a corto plazo dentro del sistema capitalista y debe hacerusode todaslasformaspolticas, y enespecial delas parlamentarias;para luchar en favor del socialismoel proletariadodebe organizarse1. civilizacin son numerosos y no pueden serreducidos por obra de magia; es decir, las fuentes de la vida civilizada nopueden ser remitidas ti una identidadde forma o de origen. Las civilizaciones,unidas por particulares relaciones, se desarrollan de acuerdo con sus propiastradiciones y por el int ercambio de valores; por ello debemos reconocer quelos factores primarios tienen un efecto modificantesobre las influencias secun-darias ... La consideracindetantas sedes defenmenos separadaseindependen-tes, de tantos factor esque se resistenalasimplificacin, de tantas coincidenciasno buscadas .. . hacealtamente improbable, yde hechono tns que una ilusin,suponer queenlarazde todo haya una unidadreal, un permanentesujetodeexperiencia que constituya el significado esencial de todo tipo de impulso 'Jactividad desdelosprimerostiempos hasta el presente.En resumen, la historia no tiene un significado general, noexiste una racionalizacin de su cursoreal, La observacin de losasuntos humanos nos obliga a reconocer que hay tanto progresocomo regresin: muchas naciones han sido destruidas, muchas em-presas han fracasado yse han aplicado muchos esfuerzos humanosenvano. La ideade progreso nos permitedecir que algunas cosashan mejorado -por ejemplo, se ha abolido la esclavitud, los hom-bres son iguales ante laley-pero no hayuna ley universal de lahistoria, y de hecho no existen tales leyes.Las personas hanint entadoextender a toda la especie humanaelesquema,creadoenFrancia, dela transicinde una econom!a desiervos auna economadesometidos ydespus de asalariados; pero cualquieraque utilice esta frmulasagrada no entender nada; por ejemplo, del siglo XIV en I nglaterra. Yqudecir de los br avosnoruegos, que no fueronnunca siervos ni esclavos? Cmoes que en Alemania, ms all del Elba, la servidumbre surgi yse desarrolldespus de la Reforma O que la burguesa europeainstituy de nuevo laesclavitudenAmrica?(Da unsecolo all'altro, IV).En su etapa marxista, Labriola crey ms fervientemente quenuncaque lacategorade progresono esinherentealos hechos sinoqueesuna formadeinterpretarlos, esdecirquenosproporcionaunaperspectivaevaluativa, perono surge de los propios bechos.Estoes especialmente importante tanto al considerar elpasadocomoel futuro. Labriolacrea que hay buenos motivos paraesperarla implantacindel socialismo, pero tambincrea queel futuronoestaba decidido. Ensu ltima obra dirige una observacin no slocontraHegel sino tambin contra las ms comunes interpretacionesdel marxismo: La ms sabiayeficaz objecinatodos los sistemasde filosofa de la historia es la propuesta por Wundt, a saber queno sabemos donde termina la historia; es decir, si yo le entiendocorrectamente, que nunca vemos a la historia como un todo comopleto (ibid., 1). Ydespus aade: El socialismo es una realidadactiva en tanto es la manifestacin y grito de guerra de una luchareal; pero cuando empieza a considerar las profecas del futurocorno, medida '! criterio del presente, no se convierte ms que enuna utopa.(lbid., IIl).ComoLabrola discute la continuidad, unidad yregularidad delproceso histrico, podra uno preguntarseenqu sentido acepta lafilosofa marxistade lahistoria. Afirmaser unmaterialistahistrico,pero da un sentido elstico a este concepto y a la relacin entrebaseysuperestructura. Segnl, laesenciadel materialismohistricose expresa en dos afirmaciones. Primero, los hombres han creadoinstituciones polticas ylegales en proporcin a la estructura eco-nmica dominante. Segundo, las ideas religiosas y morales siem-pre se corresponden con condiciones sociales determinadas; es taafirmacin la considera ms hipottica y extrae deella la inespe-rada inferenciade que la historiade la religinyla tica es psico-logaenel ampliosentidodel trmino (conferencias de 1902). Ensu obra principal afirma que la historia se basa en eldesarrollotcnico, que las ideas nocaen del cielo, que las ideas morales secorresponden enltima instanciacon las condiciones econmicasetctera. Estas formulaciones soncorrientesenlaliteraturamarxista:perohadafinale sdesiglonoeranespecficamentemarxistasexceptopor lareferenciadeEngels aladeterminacinenltimainstancia,cuyo significado no ha sido nunca dilucidado. La obra de Labriolasobre el materialismo histrico es en gran medida una crtica de10 que l consideraba interpretaciones vulgares del marxismo comouna teoria de la preponderancia o predominio del factor eco-nmico en la historia. El proceso histrico, afirma, se desarrollaorgnicamente, ylos llamados factores son abstracciones con-vencionales y no realidades sociales. Son necesarios para elhistoria.dar como instrumentos conceptuales y tambin para delimitar laesfera de sus investigaciones, peronodebenconsiderarsecomofuer-zashistricasindependientesparadespus asignar El una deellas unaprioridadcausal sobreel resto. Los hechos histricos nopuedensertraducidos a trminos econmicos, aunque en ltima ins tanciapuedenser explicados por las estructuras econmicas y estas estruc-turaspuedendar lugar, alargoplazo, alas correspondientesinsti-tucioneslegales ypolticas.En general, debe reconocerse que Lahriola no ayud a disiparlaoscuridad delas afirmacionespri ncipalesdel materialismo histrico,aunque intent darles un sentido 10 menos dogmtico posible. Aligual que Engels, crea en la interrelacin de todos los mbitos deactividadhumana, y enlafue rza independiente de la tradicin cris-talizadade las instituciones e ideologas. Sin embargo, no estclaroqu lmites pone ala determinacin por estructur as econmicasy en qu medidaelmaterialismo histrico, as entendido, difieredela suposicinque er aya un lugar comna finales del siglo X(X, dequetantolas institucionescomolasideasestnafectadasporlas rela-ciones de produccin.Otrorasgo caractersticode las ideas de Labriola -auncuandoaqu se expresa mediante generalidades- es su oposicin a la In-terpretacin naturalista de la historia . En su opinin, decir quelahistoria humana es una continuacin de la historia natural es algotan abstracto que carece de sentido. La historia se interesa por elentornoartificial que los hombreshancreadoyquereaccionasobreellos. Los nexossociales, es cierto, seformanindependientementedelasintenciones humanas, perolos seres humanossedesarrollantantoactiva como pasivamente, determinando las condiciones histricas yestandodeterminadosporellas.Sin embargo, las observaciones en este sentido (