Segn Luis Kancyper en el CPA no se atienden adictos. Si no le creen lean las descripciones de adictos que nos brinda en esta artculo, sin dejar de tener en mente nuestras experiencia: O somos sordos o Kancyper atiende en otra galaxia.El paciente adictoUno de los cambios ms flagrantes en la patologa actual es la proliferacin de la adiccin. A partir de la observacin clnica con pacientes adictos, propongo replantear, en este Panel, los siguientes temas:1) Revisin de la estructura narcisista y edpica en la adiccin.2) Propuesta de delimitacin del concepto de adiccin.3) Adolescencia y adiccin. Una lectura desde la teora del narcisismo y de la resignificacin.

Introduccin. Los autores que se han ocupado del estudio de los analizandos adictos, coinciden en que la adiccin sera un objeto muerto-vivo, un objeto anti-duelo que no permite la elaboracin del objeto perdido.El objeto guarda estrecha relacin con las fijaciones orales y con la muerte, crendose una paradoja: la experiencia vital que lo preserva del derrumbe narcisista deviene una experiencia corporal y psquica de muerte.Si bien por un lado este objeto parece responder mgicamente a todas las necesidades inmediatas de evitar las tensiones internas y externas, ofrecindose como una tentadora promesa de herosmo (Yo ideal mediante), conlleva a su vez el desafo a la autoridad y promueve por otro lado una nueva forma de dependencia. El objeto de la adiccin se halla en estrecha relacin con aquel de la dependencia infantil. Pero tambin con otro, presente y actual, que intenta explotar esa dependencia reanimando las fijaciones arcaicas.Segn el consenso de la mayora de los autores, el objeto de la adiccin representara la presentificacin de un duelo patolgico proveniente de una elaboracin melanclica, a partir de una simbiosis madre-hijo insuficientemente estructurada, que alberga promesas y fines antidesestructurantes.En este Panel que nos convoca, intentar desarrollar que el objeto de la adiccin estara, adems de lo ya expuesto, condicionado por la patologa singular del padre con quien el analizando ha participado en la configuracin de una nueva simbiosis vicariante, estructura que denomino simbiosis padre-hijo. Esta proviene, por un lado, de la instrumentacin que emplea el hijo de la huida, no como un pasaje sino como un proceso utilizado como defensa por exceso de las ansiedades paranoides. Huyendo de un objeto madre amenazante hacia el refugio de un objeto padre idealizado. Este padre intenta a su vez, por otro lado y en forma adicta, apropiarse de su hijo-droga, programndolo como un elemento-cosa entre animado e inanimado, al servicio de su lbil regulacin narcisista. Estos pacientes suelen presentarse a la consulta por el padecimiento de severas alteraciones en la identidad, centrando privilegiadamente su sintomatologa en derredor de un personaje nico: el padre.Durante la primera entrevista la presencia de la figura del padre es permanente, as como la ausencia de la figura de la madre es total. Cuando el analista seala esta diferencia e invita al analizando a que efecte la descripcin de la madre que ha sido omitida en su discurso, suele generalmente sorprenderse y tener respuestas tales como: no sabra cmo describirla, si bien mi madre vive, para m no existe. O para m, mi madre es como un OVNI, un objeto volador no identificado. Entre ambos males me quedo sin dudarlo con mi padre. El objeto de la adiccin en el hijo operara, por lo tanto, como un recurso a la vez infructuoso y desesperado, para alcanzar una cierta y transitoria espacializacin del cautiverio narcisista parental.

I La simbiosis padre-hijo sera la resultante de una particular interaccin entre los roles y funciones que ejercen cada uno de los integrantes dentro de una singular estructura familiar. Situacin en la cual el padre ejerce gran atractivo sobre el hijo por sus constelaciones psicolgicas particulares.Padre que solo se ama, en realidad, a s mismo. No necesita amar. No necesita amar, sino ser amado y acepta al hijo que llene esta condicin. Padre que tras la manifiesta omnipotencia encubre una insaciable necesidad de reaseguramiento narcisstico, creando para tal fin depositarios de veneracin.El hijo no representa a Su Majestad el Beb. En esta situacin el Beb Majestad es el padre que, al ser beb, por ende no cumple funciones paternas. Es un padre en lo manifiesto que se presenta a s mismo como objeto de idealizacin, atrincherndose en un rol unvoco para cumplir con el Yo ideal, adornado, como el infantil, con todas las perfecciones. El padre mismo no quiere renunciar a la perfeccin de su niez, compitiendo por lo tanto con el narcisismo infantil del hijo, forzando a que ste renuncie a su propio narcisismo. El padre se ofrece como objeto de idolatra y el hijo es colocado como sujeto de veneracin creando un pacto, una alianza Dios-hijo. Esta relacin vincular Padre Dios-Hijo venerador esperante instrumenta un engao, conciente o no, subvirtiendo una situacin para obtener fines distintos. Bajo la apariencia de dar al hijo, su objetivo es inverso: sacar al hijo. Es un dar que resta, que inmoviliza, posee y empobrece al hijo, es un dar que quita: el desquite, la venganza, la revancha. El padre, al ofrecerse como el Gran liberador de las preocupaciones materiales y emocionales del hijo, genera una relacin compleja e indiscriminada.Esta alianza narcisstica cierra el acceso del hijo hacia la bsqueda de la madre como objeto total. Es una relacin dual padre-hijo que obtura el movimiento hacia la triangulacin. Por ende, este padre no cumple con sus funciones paternas de dar acceso a la realidad, sino que activamente mantiene la simbiosis padre-hijo. Simbiosis que cabalga bsicamente sobre el mecanismo de la desmentida. Desmentida de la primera simbiosis biolgica y afectiva entre la madre y el hijo.Razn por la cual el padre compulsivamente necesita anular el rol de la madre ante el hijo para apropiarse de su maternidad con el fin de asumir l un rol bisexual.Este rol bisexual, el Ma-Padre, nos evoca a la figura de Zeus, el dios de los dioses griego que particip en la gestacin y parto de Dionisio, llamado tambin Baco por los romanos. Personifica al dios de la via, del vino y del delirio mstico. Representa el arquetipo mtico de la adiccin. Recordemos que Dionisio es hijo de Zeus y de Smele. Smele, amada por Zeus, le pidi que le mostrase en todo su poder, cosa que hizo el dios para complacerla pero, incapaz de resistir la visin de los relmpagos que rodeaban a su amante, cay fulminada. Zeus se apresur a extraerle el hijo que llevaba en el seno y que slo estaba en el sexto mes de gestacin. Lo cosi enseguida en su muslo y al llegar la hora del parto, lo sac vivo y perfectamente formado. Era el pequeo Dionisio, el dios nacido dos veces.Las tcnicas de robo del rol madre y del rol hijo son provocadas por las interferencias provenientes de los celos que despliega el Beb-Pap-Majestad, generando un estado de ambigedad en el vnculo madre-hijo. Esta ambigedad le impide al hijo acceder a la consolidacin de un objeto interno confiable, estable y sostenedor de una ilusin y vivificador de la misma.Estas tcnicas de robo del rol materno pueden llegar a ser mltiples, en forma manifiesta o sutilmente latentes, dentro de la compleja red de la dinmica interpersonal, donde la madre ocupa un lugar secundario, como objeto parcial. Auxiliar, mediadora, pero nunca adquiere un carcter de existencia autnoma como madre-Sujeto, pues atentara entonces contra la creacin de la fantasa autosuficiente de un Padre Dios.Es necesario destacar que estas tcnicas de robo del rol materno son, en mltiples casos, inducidas parcial o totalmente por la actitud de la propia madre, al no asumir ella misma su lugar adulto correspondiente. Colocndose a s misma a la espera del reencuentro, para la satisfaccin de su propio narcisismo, de un padre con caractersticas omnipotentes infantiles, adscribindose al grupo de los hijos como una hija ms, para glorificar y temer al mismo tiempo al Gran Pap.El padre, contraidentificado con el deseo de la madre, ocupa por relleno los lugares abandonados por la mujer, reinstalndose, no por robo sino por ejercicio vicariante, la simbiosis paterno-filial. El abandono desde la madre de su rol diferenciado puede ser el producto de sus caractersticas psicolgicas particulares manifestadas a travs de inhibiciones y sntomas en el ejercicio de su feminidad y maternidad. Fomentado a su vez por la cultura actual que, a travs de las nuevas condiciones de vida y en especial el progreso tecnolgico, han influido sobre el psiquismo humano, mediante la exacerbacin cultural de los estados narcisistas (Raquel Soifer). Con la consiguiente narcisizacin de los vnculos objetales de amor y de la confusin de los roles masculino-femenino.

II El hijo queda, por ende, apresado dentro de esta red inextricable. Imposibilitado de liberarse de la implantacin de este Dios que se apropia para s mismo, de la autovaloracin del hijo. Este queda sometido y empobrecido por las excesivas cargas de objeto que le son sustradas en aras de mantener al objeto padre engaosamente como superior y protector. Incapacitado, entonces, para alcanzar l mismo su propio ideal, no consigue enriquecerse de nuevo por las satisfacciones logradas en los objetos y por el cumplimiento del ideal debido a que se halla subsumido dentro del padre. Sus logros no son vividos como propios sino como ofrendas para ensalzar al padre Dios. Se crea una relacin centurica, relacin en la cual el padre representa la cabeza de un ser fabuloso y el hijo al cuerpo que lo contina completndolo y viceversa. El hijo adherido a tal simbiosis se vive vedado en superarlo porque atentara contra la fantasa del cuerpo fusionado de un dios continuado en un hijo eterno, acarreando el peligro de la ruptura del pacto que conducira a fantasas de fragmentacin, de descuartizamiento, de abandono y de muerte, de ambas partes comprometidas. Con vos hijo no puedo vivir, sin vos hijo me muero.Se crea por lo tanto una relacin adicta de dependencia recproca e irrefrenable. Entre el padre erigido como droga e inductor en el hijo de su fascinacin narcisista adicta, permaneciendo ambos en un reconocimiento de bscula de intercambiabilidad de roles. La droga/adiccin padre-hijo es una relacin pasional a su vez amorosa y desptica, de temor y de sometimiento del sujeto al objeto. Objeto que inhibe el desplazamiento hacia otros objetos, deteniendo y reteniendo al sujeto y al objeto en una circularidad repetitiva y en una temporalidad singular. La estructura adictiva aparece en forma manifiesta o visible y en otras formas enmascaradas, unidas a diversos sntomas que operaran como sus equivalentes farmacolgicos.Lo ms visible sera la drogadiccin, el alcoholismo, la obesidad, el tabaquismo. Existen sin embargo ciertos hbitos que presentan una cualidad compulsiva e irrefrenable; por ejemplo, la adiccin a no poder dejar ninguna tarea o trabajo por cumplir. En este caso el sentido del trabajo guarda semejanza con aquel paciente que ingiere drogas en forma indiscriminada porque representa un recurso estructurante que deviene finalmente desestructurante.En este mismo sentido la adiccin al psicoanlisis deviene un antiproceso analtico. El analizando tras la aparente colaboracin a la asociacin libre y a la escucha, se cosifica y cosifica al analista-droga para garantizar una unidad dual de inmortalidad con su analista, que prolonga indefinidamente el proceso analtico.

III Resulta necesario aclarar la diferencia existente entre la simbiosis padre-hijo y el complejo paterno. Este trmino ha sido utilizado por Freud para designar una de las principales dimensiones del complejo de Edipo: la relacin ambivalente hacia le padre.Las fantasas y las angustias que participan en su constitucin se relacionan con la castracin flica. En la simbiosis Padre-hijo las fantasas y angustias intervinientes corresponden en cambio a las formas pre-flicas de la angustia (angustia de separacin y angustia de fragmentacin), situndose por lo tanto dentro de una relacin dual y no triangular. Pero, qu sucede cuando la realidad material rompe este sistema especular del nio-hijo-eterno perpetuado en un Padre Dios? Es decir, cuando el propio hijo obtiene, a travs del transcurso del tiempo, logros de crecimiento que son incluso socialmente valorados, conducentes a su individuacin y reconocimiento como sujeto. Aparece una ruptura de la alianza, manifestndose en momentos confusionales de extrema y violenta agudeza, pues implica la destruccin de una instalacin narcisstica que desencadena las fantasas anteriormente descritas.Esto acontece durante la adolescencia por ser el momento privilegiado de la resignificacin, del a posteriori, pues constituye una nueva etapa libidinal en donde se alcanza por vez primera la identidad sexual genital como un fenmeno psicolgico, biolgico y social. Perodo particular en el cual tanto el hijo como sus padres atraviesan al mismo tiempo la reestructuracin en todas sus instancias psquicas, durante un momento en que el territorio de su sentimiento de s presenta mxima incertidumbre. Para lo cual ambas partes necesitan liberar sus batallas de ambivalencia para conquistar la requerida individuacin mediante un proceso inevitable: el proceso del desafo.Utilizo el trmino desafo para designar el proceso de reestructuracin permanente, que se presenta como un duelo entre dos sistemas en pugna. Entre el sistema narcisista intrasubjetivo y el sistema narcisista intersubjetivo parental. Este desafo instrumenta tcnicas de enganche y desenganche que intervienen en la regulacin de la complejidad narcisista.Al desafo, que se presenta como la inquietud que quiebra el silencio de las verdades congeladas de la lgica narcisista propia y parental, que al mismo tiempo que cuestiona lo establecido crea productos nuevos, lo denomino desafo trfico por estar signado por la pulsin de vida. El desafo trfico conduce al desenganche (a la discriminacin y a la asuncin de la incompletud narcisista en cada una de las partes comprometidas), promueve el crecimiento hacia la individuacin.En cambio, el desafo fantico se halla signado por la pulsin de muerte, ya que a travs de las provocaciones sado-masoquistas entre ambas partes aliadas, repite compulsivamente el reenganche entre ambos sistemas narcisistas. El sujeto permanece entretenido en una guerrilla de desgaste con los padres, para quedar finalmente detenido en una pseudo-individuacin, en una prolongada e interminable adolescencia.Considero que la adiccin es una de las manifestaciones del desafo tantico. Pone en evidencia a las situaciones pretritas insuficientemente estructurantes a travs de la resignificacin de las angustias confusionales y de fragmentacin, y denuncia una situacin alienante actual, familiar y social. En donde la drogadiccin y/o sus subrogados actuaran como un ltimo recurso desesperado y paradojal de una precaria estructuracin psquica.