julio meinvielle y las esencias
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Julio Meinvielle y las esencias1
En este confuso y confundido mundo en que nos toca vivir un de los signos ms
evidentes de la crisis total que sufre la civilizacin es la falta de respeto por lo que
es aqu, ahora y siempre. El hombre llevado por un fatal y egoltrico subjetivismo
se cree el creador de todo y as manipula las esencias de las cosas a su gusto y
paladar, pero, al no subordinarse a la realidad dada -anterior, superior y
trascendente a l- se ha de esclavizar a la tirnica y cambiante subjetividad, horra
de toda regla y, por tanto, carente de toda medida y sujeta a todo capricho.
Paradigmtico es a este respecto mucho de lo que ha ocurrido en los ltimos
tiempos en el campo de la pastoral: se habla de retiro espiritual, pero no se hace
silencio, se intoxican con cientos de cigarrillos (muchas veces aprenden a fumar los
que todava no lo haban hecho), donde se empachan de golosinas y donde se
conversa a porrill.
En un pueblito de la sierra donde fuimos ha misionar nos encontramos, los
primeros das, con la gente reacia a la misin. Qu ocurri?, aos atrs un
sacerdote acompaado por jvenes de ambos sexos acamp junto al arroyito del
pueblo -no quiso utilizar la casa parroquial- e invitaban a la gente lugarea, a tocar
la guitarra, a tocar y a cantar folklore y a eso le llamaban: Misin. Qu relacin
tiene un festival folklrico con el fin de las misiones: la conversin de los
pecadores?2
Cuenta el Card. Ratzinger que un grupo de delegados de una aldea indgena fueron
a agradecer a un Obispo sudamericano todas las obras sociales realizadas por l y
el empeo por mejorarles el nivel de vida, pero adems le avisaban que como
necesitaban tener una religin se hicieron protestantes, ya que los catlicos slo se
ocupaban de lo temporal.3 Convertir a la Iglesia en mera sociedad de beneficencia,
en un sindicato o en un partido poltico, es no representar su esencia sobrenatural.
Un ex-provincial de una Orden religiosa me cont que un sbdito le pidi permiso
para hacer una semana de Ejercicios Espirituales, los que quera hacer en una
carpita junto al mar. Ciertamente, que eso nada tiene que ver con el fin propio de
1C. Buela, en Verbo, n 185, Agosto, 1978.
2San Alfonso Mara de Ligorio, Sermones abreviados, Garnier Hons., Pars, 1887, tomo II, p. 203.
3Der Fels, Mayo 1978, pp. 156.
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los Ejercicios: vencerse a s mismo, y ordenar su vida sin determinarse por
afeccin alguna que desordenada sea.4
Unos jvenes seminaristas me decan muy orondos que haban hecho
campamento; al preguntarle dnde me respondieron: en el Hotel de Villa
Mascardi. Por supuesto con cocineros y personal de servicio, camas y colchones,
calefaccin, cuartos de estar y TV, baos y ducha de agua caliente, etc. Por la
misma fecha nosotros levantamos nuestras carpas a la orilla del arroyo Fresco,
afluente del Lago Mascardi, y no tenamos ni agua corriente, ni personal de servicio,
ni calefaccin, el duro suelo era la cama y el colchn, unas zambullidas en el
Mascardi era la ducha, tenamos que lavarnos la ropa y hacernos la comida. En
qu se parece una y otra cosa? Tan solo en estar en el mismo lugar, porque la
diferencia no puede ser ms total: es la que existe entre un turista y un
campamentero.
S de jovencitos de 13 y 14 aos que se renen para hablar sobre lo que les ocurre
y a eso le llaman reunin... de Teologa!
En fin, en este mundo en el cual las mujeres quieren ser como los hombres y
algunos hombres como las mujeres, en que los laicos quieren ocupar el lugar de los
sacerdotes y los sacerdotes el de los laicos, en que los jvenes toman costumbres
de los viejos y los viejos quieren hacerse los jvenes, en este mundo tan confuso e
incoherente el Padre Julio Meinvielle dio ejemplo de respeto por las esencias.
De l escuchamos esa expresin y referida a un caso de pastoral. Sabido es que el
P. Julio fue uno de los primeros en realizar Campamentos juveniles como parte
importante de la pastoral parroquial, como a tal, le consult sobre una ltima teora
por la que se daban largas plticas varias veces al da a los chicos en campamento
para mentalizarlos, fue all cuando con una sonrisa caracterstica me dijo: Hay que
respetar las esencias. El campamento es para que el joven se ponga en contacto
con Dios a travs de la naturaleza, del Sacrificio y Sacramento diariamente
realizado en la Santa Misa, de la oracin en el Santo Rosario y de alguna cortaexplicacin de la Palabra de Dios pero no para atiborrar las cabezas de los jvenes
con teoras acerca del cristianismo, ms teniendo en cuenta que esos tales no les
celebraban diariamente la Santa Misa y estaban contra el rezo del Santo Rosario
diario.
Para ordenar, de alguna manera, mis recuerdos sobre la manera como el P. Julio
respetaba las esencias dividiremos estas lneas en tres partes: Temporal, pastoral y
doctrinal, ejemplificando en cada uno de esos campos.
4San Ignacio de Loyola, Exercicios Spirituales, Ap. de la Prensa, 1956, 9 ed., (21), PP. 24 .
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1) En lo temporal
Creo que es ejemplar el respeto manifestado por el P. Julio en el terreno temporal.
Durante toda su vida llam al pan, pan y al vino, vino. Nada de medias tintas, ni
anfibologas, ni palabras bonitas. Su primer apostolado fue el apostolado de laverdad. Nunca crey que la realidad se cambiaba, con slo imaginar uno su cambio.
Nunca crey en los flatus vocis, por eso no fue uno de los tantos falsos profetas
que pululan hoy da, de los cuales dijo Jeremas: Son puro flato (5, 13).
En una oportunidad, cuando el auge del tema del desarrollo, le pregunt por qu no
escriba sobre el tema del cual tanto se hablaba. Me contest que el principal
obstculo para el desarrollo de los pueblos estaba en el judasmo internacional, o
capitalismo internacional del dinero como lo llam Po XI en Quadragesimo ann,
y que l la haba denunciado con claridad, mientras que los que tanto hablaban dedesarrollo ni siquiera lo mencionaban. En nuestra Patria basta nombrar a los
Todres, Cabuli, Madanes, Bodrosnick, Misraji, Mazar, Barnett, Broner, Natim,
Bleger, Timmerman, Gelbard, Graiver, etc. para certificar, lo justo y prctico de tal
aserto. Mal que le pese a Mejas, el de la gua.
Tampoco se crea que el Padre Julio era conservador en lo temporal. Su sentido de
la realidad no se lo permita. As denuncia la injusticia social. Nuestra masa
asalariada se encuentra en una situacin de flagrante injusticia que clama el cielo,
y lo demuestra sealando que (en marzo de 1961) de la renta nacional slo un 40
por ciento corresponda a sueldos y salarios, mientras que en EE.UU. corresponda
el 66 por ciento y en Europa Continental el 60 por ciento.5
Tambin es de notar el gran sentido de la realidad y, por tanto, su respeto de las
esencias de las cosas, en el campo de la poltica donde se destaca n slo en el
orden doctrinal,6 sino en el orden prctico7 donde n se maneja por tabes, ni por
afectos o rencores, sino que cabalgando sobre la misma realidad, habida cuenta
que muchas veces otros manejos no eran posibles y que otras haba que
contentarse con el mal menor. No cay en el mal de tantos eclesisticos que
piensan la realidad poltica con categoras dogmticas lo que les lleva a desconocer
las circunstancias tan cambiantes, las opciones tan contingentes, y a perder la
oportunidad de cambiar de rubro en el momento preciso. ara algunos la poltica
era inmutable como el Denzinguer, y eso no es respetar la esencia de las cosas.
5Meinvielle, Julio, El Comunismo en la Revolucin Anticristiana, Cruz y Fierro ed.,Bs. As., 3 ed.,
1974, pp. 113.
6Meinvielle, Julio, Concepcin catlica de la Poltica, Ed. Dictio, Bs. As., pp. 197.
7Ver la Coleccin de Presencia y el libro Politica Argentina, Ed. Traful.
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Pero sin duda, donde sobresale la obra del Padre Meinvielle es en lo que dice en
orden a la civilizacin cristiana, a la ciudad Catlica, a la Cristiandad, y al respecto
cabe recordar el juicio del Dr. Carlos Alberto Sacheri, su discpulo mrtir: Julio
Meinvielle es el mximo telogo de la Cristiandad en la que va del siglo XX.8 Por
eso su lucha contra la nueva y utpica cristiandad maritainiana que no respeta la
esencia nica de la Cristiandad. Y, no es acaso la civilizacin del amor de que
tanto habla S.S. Pablo VI, la civilizacin cristiana de que tanto hablaron los
Pontfices anteriores y por la que tanto batall el P. Meinvielle? Qu diferencia hay
entre una y otra civilizacin? Adems, del cambio nominal, hasta el presente, la
diferencia ms grande es la cantidad de textos pontificios referidos a la civilizacin
cristiana y, por tanto, ms abundante y precisa doctrina sobre la misma9, que
sobre la civilizacin del amor10. Es decir, que son sustancialmente idnticas,
como no puede ser de otra manera, ya que una es la naturaleza del hombre y de lacivilizacin y de la Iglesia de Cristo.
2) En lo pastoral
El gran sentido de lo prctico que tena el Padre Meinvielle es una de las
consecuencias de su respeto por la naturaleza de las cosas.
Estando en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Salud, en Versailles (Cap. Fed.)
necesitaba crdito del Banco para poder comprar la primera mquina de cine. Fue a
ver al gerente del Banco, quien comenz a darle varios consejos sobre loinoportuno de la inversin, razones de conveniencias, etc., tajante intervino el P.
Julio: Ud. dme el crdito, los consejos los doy yo, y le otorgaron el crdito.
Parecido ocurri en otra oportunidad. Eran los tiempos en que se vea la necesidad
de realizar en forma urgente una gran Revolucin Nacional. Un seor Coronel, gran
catlico, patriota y amigo, le deca al P. Julio que rezaba todos los das, que iba a
Lujn en peregrinacin, etc. Pero, el Padre quera noticias sobre la marcha de la
Revolucin Nacional y viendo que su interlocutor no sala del campo religioso
privado, le espet un: Ud. haga la revolucin, y yo rezo!.
Un ex scout de la Parroquia le inform que un personaje eclesistico de mucho peso
andaba en confusos pasos con cierta dama. All fue con otras personas en una
estanciera llevando un televisor para tener la certeza que el domicilio de la
persona en cuestin era el real. Y as hacindose pasar los laicos por tcnicos de TV
8Prlogo a El Comunismo, op. cit.
9Ver Enc. y Discursos Pontificios.
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Madueo, Manuel, La Civilizacin del Amor en el pensamiento de Paulo VI, Sedoi 25, Bs. As.,1977.
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averiguaron la verdad. Digno del chestertoriano Padre Brown! Y no fue un pequeo
servicio el que prest a la Iglesia en esta ocasin.
En otra oportunidad un joven aventajado, actualmente profesor, le pregunt la
razn por la que gastaba tanto dinero y tiempo envindole material sobre Karl
Rahner a un famoso filsofo italiano, amigo personal del P. Julio. La respuesta no se
hizo esperar -aproximadamente dijo-: Cuando Fabro refute a Rahner en Europa, se
acab Rahner. Cosa que hemos visto concretada nosotros.
Su sentido del respeto de las esencias le haca temible en la lucha. Saba dar en el
blanco y no se entretena en cosas intrascendentes o pueriles, pona en prctica el
consejo del gran Cardenal Pie: Dejad pasar lo muy fino, dejad pasar lo fino, dejad
pasar lo grueso, quedaos con lo muy, muy grueso. No hay tiempo para ms; no se
da abasto. En nuestros tiempos, hay tantos errores en el orden espiritual y
doctrinal que sucede anlogamente a lo que le pas al P. Ganchegui -que fue varios
aos teniente del P. Julio- en una oportunidad en defensa de la fe: Qu noche!
Dnde tiraba una trompada, haba una cara!. Hoy casi no hay libro que no tenga
alguna hereja. Esa es la razn del carcter eminentemente polmico y apologista
de la obra intelectual del P. Meinvielle. Bien saba que la vida del hombre sobre la
tierra es milicia (Job 7, 1) y que el reino de los cielos est en tensin y los
esforzados lo arrebatan (Mt. 11, 12). Luchaba sin sacar los pies del plato, es
decir, sin extralimitarse de su condicin de catlico y de sacerdote, por eso aunque
muchos lucharon contra l no pudieron vencerlo porque Yo estoy contigo, para
salvarte y librarte, dice el Seor (Jer 15, 20).
Como Prroco a sus feligreses no les hablaba ni de Ciencia Poltica ni de poltica
prctica y a los innumerables jvenes que tenan vocacin poltica n les hablaba de
la problemtica parroquial. El Ateneo Popular Versailles lo diriga como tal, y no
como asociacin parroquial. No univocaba las esencias que de suyo eran equvocas,
ni equivocaba las unvocas.
Por respetar la naturaleza de las cosas de su ministerio pastoral fue tan fecundo ytan intenso. Practicaba el dilogo verdadero como una amplitud increble con gente
de toda extraccin: ocultistas, bolches, nazis, curas tercermundistas... (una vez
pregunt por qu invitaba a almorzar a unos de estos tristemente clebres,
rindose me dijo: Porque le saco toda la informacin que quiero). No por nada
muchos aos antes de que se pusiera de moda el dilogo -tantas veces mal
interpretado- l haba fundado una importante revista teolgica llamada justamente
Dilogo como deca el N 1: quiere ser una revista...abierta a las ms diversas
corrientes de pensamiento... sin otra limitacin que la impuesta por la exigencias
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de un saber autntico y responsable...aunque...no ha de renunciar...a sostener su
propia conviccin y a expresarla con claridad y firmeza. (Primavera 1954).
Su respeto por las esencias de las cosas iba a llevarle al mximo respeto por la
esencia jerrquica de la Iglesia, aunque, como es lgico, unida al mximo respeto
por la verdad. Por ello, mientras por un lado se mantiene frreamente unido a la
jerarqua de la Iglesia, por otro denuncia el Aparato publicitario de la Iglesia
formado por los judos, junto con los masones y los comunistas (que han) logrado
encaramarse en posiciones claves de la Iglesia11. Durante su funeral, en medio de
toda la tristeza del momento, no pude dejar de sonrerme al mirar a los
concelebrantes y recordar el juicio certero y, a veces custico, con que designaba,
sin eufemismo, a algunos: es una monja, es un pastelero, es una seora
gorda, es el hombre ms... que he conocido... No era un mojigato, ni un
oficialista que slo quiere estar bien con el que est arriba sin preocuparse por
estar bien primero y siempre con Cristo.
Un ex scout, ya padre de varios hijos, lo llevaba en su camioneta junto a un Sr.
Obispo del interior y me contaba Renzo -as se llamaba el ex scout- que no saba l
dnde meterse porque desde Versailles, donde el Obispo haba ordenado sacerdote
a un ex dirigente parroquial del P. Julio hasta el Centro donde lo dejaron al Sr.
Obispo, el P. Meinvielle lo puso de vuelta y media al Obispo que defenda a un de
los sacerdotes de su Dicesis, que fue uno de los que ms dao caus a la Iglesia y
a la Patria, que lleg posteriormente, incluso, a escribir libros herticos. Buscando
excusarle argument que el sacerdote en cuestin rezaba, a lo que pronto cay la
respuesta: Tonto, no sabs que los herejes tambin rezan?.
3) En lo doctrinal
Su profundo sentido de la realidad de las cosas y respeto por lo esencias hace que
distinga, denuncie y refute los principales errores progresistas. Estos errores lo
llevan a decir: que est en movimiento y gestacin dentro de la Iglesia Catlica
Romana una nueva religin, sustancialmente diversa de la que dej Cristo,y que adquieren los caracteres de una gnosis pagana y cabalstica
perfectamente configurada12.
En todo era claro, decidido y definido. Nada de posturas ambiguas. Era enemigo
acrrimo de lo que l llamaba pasteleadas, producidas por los pasteleros, cuyo
lema es virtus in medio, pero que mal entienden y peor aplican. Los pasteleros,
tambin llamados yenques en Espaa, nombre que viene de un baile que se
11
Prlogo al libro de Pierre Virion, La Masonera dentro de la Iglesia, Ed. Cruz y Fierro.12Meinvielle, Julio, De la Cbala al Progresismo, Ed. Calchaqu, Salta, 1970, pp. 325, subrayado por
el A.
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realiza primero sobre el pie izquierdo, luego sobre el derecho y as
alternativamente, tiene antecesores muy remotos, por ejemplo los judos del
tiempo de Elas (alrededor del ao 850 antes de Cristo) a quienes apostrofa este
gran profeta: Hasta cundo vais a estar cojeando con los dos pies?, es decir
bailando para Dios y para el Diablo, Si Yavh es Dios, seguidle; si Baal, seguid a
ste (1 Reyes 18,21), con lo que vemos que Dios por boca de los profetas
verdaderos -que nunca son pasteleros- obligan a los hombres a que se definan, a
que dejen de pastelear.
Adems, la voz pasteleros es una palabra muy castiza, aprobada por la Real
Academia Espaola: 3 fig. y fam. Persona acomodadiza en demasa, que elude las
decisiones vigorosas, lo mismo que el verbo pastelear: Contemporizar con miras
interesadas, es un calificativo ya usado en el siglo pasad aplicado a los catlicos
liberales, as, por ej., Gabino Tejado ya en 1862 hablaba de los agentes de la
Revolucin que llamaba; equilibristas, prudentes, vacilantes, y con frase ms
vulgar... el pueblo espal llama pasteleros... son los progenitores del Catolicismo
liberal...(que) no es ms ni menos que el pastelerismo, como el pastelerismo en
especie respecto del gnero mximo Revolucin13.
Por qu mal entienden los pasteleros aquello de la virtud est en el medio? Por
varias razones:
1) Porque consideran que las virtudes estn en el medio entre el bien y el mal,como si el medio fuese entre ser honrado y ser ladrn y eso n es virtuoso, sino ser
mediocre. Qu distinto el P. Julio! El ensea: Virtud viene de vir y de vis. Vir
significa varn. Vis significa fuerza. Virtuoso es el que tiene la fuerza del varn14 .
Las virtudes morales estn en el medio15 de dos vicios contrario un por defecto y
otro por exceso, all la virtud de la valenta se alza como un monte entre dos valles
viciosos de la cobarda y de la temeridad.
2) Mucho ms mal entienden los pasteleros la virtud est en el medio cuando lo
aplican a la virtudes teologales de fe, esperanza y caridad. En estas la virtud noest propiamente en el medio, porque nunca se puede amar exageradamente a
Dios, ni esperar demasiado en Dios, ni creer con exceso en Dios. Las virtudes
deben tender a los extremos de la perfeccin, nada del eclecticismo, ni de
centrismo ni de equilibrismo mediocre, ni oportunismo. Por a eso a tantos el P. Julio
produca escozor.
13Cabino Tejado, El Catolicismo Liberal, Madrid, Lib. Cat. Intern., 1875, pp. 21-22.
14El Comunismo en..., op. cit., p. 106.
15Aristteles, tica, L. 12, cap. VI.
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3) Simplemente desastrosa es la aplicacin del medio de la virtud al orden
intelectual donde el objeto es la verdad y donde lo que la define es el extremo de la
exactitud: aqu no cabe ningn medio, propiamente hablando. La verdad es
objetiva y est en un extremo: la perfecta adecuacin del entendimiento a la cosa.
Si una persona sostiene que el tringulo tiene tres lados y otra que tiene cinco,
vendr el pastelero y sostendr que el tringulo tiene cuatro lados16. El pastelero es
el extremista del centro. Si uno le preguntara qu es la verdad? es la mitad,
respondera si fuera sincero. Si Pilato le preguntara;-A quin queris que os
suelte, a Cristo o a Barrabs?, ellos diran: A los dos; si son presionados: A
ninguno; y si la presin es ms grande: A Barrabs. Aunque a decir verdad,
Pilato es el santo patrono de los pasteleros, sabe que Cristo es justo pero lo manda
a Herodes con quien termina siendo amigo a costa de la Verdad, luego lo pone en
disyuntiva con Barrabs, ms tarde lo hace azotar para mover a compasin,despus lo presenta pblicamente, a rengln seguido lo interroga una vez ms,
finalmente se lava las manos (el logotipo de los pasteleros). En fin el pastelero
puede decir como Unamuno: No estoy con unos ni con otros, aunque estoy ms
con unos que con los otros. El pastelero nunca morir mrtir.
Claro que hay grado entre los pasteleros: alguno lo son ms y otros lo son menos.
Y no slo hay variacin en la intensidad, sino tambin, en la mayor o menor
cantidad de aspectos que abarque sus pasteleadas. Unos son solamente pasteleros
en el ejercicio del poder; otro, adems, lo son en el terreno tico o moral, personal
y social; y algunos; tambin lo son en el orden de la inteligencia. El que es
pastelero en lo intelectual, necesariamente lo ser en otros campos, pero viceversa
no; aunque no es tan fcil quedarse en uno solo de los campos, por ejemplo, el que
es pastelero en la ejecucin de gobierno, de alguna manera, no intelige con claridad
que es preciso que Cristo reine (cfr. 1 Cor.15, 25). Esta interrelacin entre la
prctica y la teora se evidencia en el conocido apotegma: quien no vive cmo
piensa ha de terminar pensando como vive. El que en la prctica vive haciendo
componendas, terminar con una cabeza en la que slo cabe componendas.
El pastelero hace estragos en el campo de la ejecucin del poder. Son
pendularistas que un da estn con unos y otro estn con los diametralmente
opuesto, que en un momento sealan un objetivo a alcanzar y en otro el contrario.
No tienen unidad de objetivo, tampoco lo tendrn en el mando y menos an en la
accin, de la multiplicidad de grupos y de la pulverizacin de la unidad. La
16Ver Victorino Rodrguez, op. Justo Medio? Nada demasiado?, en Ig. Mundo N 37, pp. 16-17; R.
Garrigo-Lagrange, La Unin del Sacerdote con Cristo, Sacerdote y Vctima, RIALP, 1962, p. 280; RafaelGambra, La obsesin del punto Medio.
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indecisin es reflejo de la perplejidad de la voluntad y de confusin de la
inteligencia. Como los perritos de plstico que adornan algunos automviles por el
lado de la luneta y mueven la cabeza al moverse el coche, stos se pasan diciendo
s a todos (los nicos no son para nosotros). Se olvidan que jugador de dos
cartas no es acertador de ninguna. Con su pendularismo impiden, al no atacar el
mal, que la realidad sea enseoreada por Cristo y contribuyen a que el mal se
extienda, como dice Solzhenitzin: La bondad con el mal slo aumenta el mal en el
mundo17. Pero n vaya a creerse que los tales estn como un peso en el medio,
aunque mucho cacareen de ello, porque siempre se inclinan para un lado, el lado
que ms les conviene -aqul en el cual los hombres estn ms inficionados del
espritu del mundo-, o sea, hacia aquellos que ms los dejarn sobrevivir debido a
que, como no son trigo limpio y, por tanto, tienen cola de paja, no les causan
problemas. El pastelero gobernando siempre se inclinar hacia la demagogia.
El pastelero en el campo moral es un flojo en quien slo reina la mediocridad (que
no es la urea, por cierto), debido a su fluctuante voluntad, no es ms que un
acomodaticio que en cada circunstancia cambia los principios, no hay en l ningn
seoro, ninguna verdadera excelencia. Es el eterno candidato a la claudicacin y al
entreguismo. El pastelero en lo moral personal se inclinar por el situalismo, por la
moral de situacin y en lo social por el liberalismo si es burgus, por el marxismo si
quiere ser ms avanzado.
El pastelero ser, en el terreno intelectual, un eclctico en Filosofa, buscador de la
sntesis entre Santo Toms y Kant, o Hegel, o Marx, o...; un sincretista en
Teologa, que mezclar el maniquesmo social de Maritain, con el evolucionismo
convergente de Teilhard, con el giro antropolgico de Rahner, con el...; ser un
irenista en el dilogo con las dems creencias y no-creencias, propiciando el tutti
fruti de la masnica religin igualitaria universal. Para el pastelero todo est bien,
no hay religiones falsas ni una nica verdadera, nada es verdad ni mentira, todo
es igual (como Cambalache de Discpolo). El pastelero en lo intelectual, tratar
de borrar toda frontera, nivelando la verdad con el error, encaminndose por un
ecumenismo masnico, no el catlico. Y podr hacer todo esto o parte solamente,
pero nunca del todo, jams claramente, siempre tirando la piedra y escondiendo la
mano, ninguna vez definidamente, sin llegar hasta las ltimas consecuencias en
nada, cambiando como el camalen, usando la tctica del avestruz, de modo que
siempre pueda afirmar la contraria o negar la que ha afirmado. Qu distante
estuvo de todo esto el Padre Meinvielle, que brilla con el fulgor de un gran seor en
el intelecto, en la conducta y en la accin!
17Memorias, Ed. Argos, Barcelona, 1977, p. 77.
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Dante describe as a los pasteleros: Esta msera suerte -me contest-sufren las
almas tristes de aquellos que torpemente vivieron sin vituperio y alabanza. Estn
mezclados con aquel odioso coro de los ngeles que ni se rebelaron contra Dios ni
le fueron leales, sino que permanecieron apartados. Los cielos los rechazan por no
ser bastante buenos, y el profundo infierno no los admite, ya que alguna gloria
recibiran de ellos los condenados... En seguida comprend, y estuve seguro de que
aquella era la secta de los viles, ni agradables a Dios ni a sus enemigos18.
Esa fidelidad a la esencia de la verdad se manifiesta, en el Padre Julio, entre otras,
por dos caractersticas notables. La primera era la decidida y tajante exclusin del
error, fruto de poseer los hbitos de los primeros principios... en grado
eminente19 y entre ellos el primero del ser y del pensar: Imposible es que el ser y
el no-ser sean lo mismo20. No se puede apreciar en toda la obra y la vida del Padre
Julio nada que huela a componenda, a transaccin con el error, a silencio cmplice,
a contentarse con exponer la doctrina en positivo, como mal dicen algunos al
creer que es negativo refutar el error, nada de eso, excluye con fuerza los errores
contrarios que es una de las condiciones que les seala San Pablo a los Obispos:
argir a los que contradicen (Tit. 1, 9) y que es una de las cosas para la que es
til la misma Sagrada Escritura: para argir (2 Tim. 3, 16). Propio del pastelero
es no refutar el error, sino adems, contentarse con exponer la doctrina pero sin
argir a los que contradicen la doctrina; con eso creen que quedan bien con ms
gente, lo que podra ser, pero con seguridad quedan mal con Dios porque no
aborrecen el mal: Temer a Dios es aborrecer el mal (Prov. 8, 13), porque: el
Seor ama al que aborrece el mal (Ps. 97, 10). El Seor no ama a los pasteleros.
Incluso, la refutacin del error hace brillar como por contraste, ms la luz de la
verdad, como dice Santo Toms de Aquino: todo ser se conoce mejor con su
contrario, porque puestos juntos se destacan mejor21.
18
Ed elli a me: Questo misero modotegnon l'anime triste di coloroche visser sanza infamia e sanza lodo.Mischiate sono a quel cattivo corode li angeli che non furon ribellin fur fedeli a Dio, ma per s fuoro.Caccianli i ciei per non esser men belli,n lo profondo inferno li riceve,ch'alcuna glria i rei avrebber d'elli...Incontanente intesi e certo fuiche questa era la setta de'cattivi,a Dio spiacenti ed a'nemici sui.La Divina Comedia, Infierno, canto 3, n 34- 42. 61- 63.
19Cfr. Artculo sobre el P. Meinvielle en ikael N 9, pp. 85.
20Santo Toms, In XI Met., lect. 5.
21Supp. 94, a 1.
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La lucha contra el error da ms relieve a la verdad. El pastelero, al no luchar contra
el error quita brillo a la verdad. Pretende exponer en positivo y dice vaya lo uno
por lo otro, como el cirujano que amput la pierna sana. Esto no podrn
entenderlo nunca quienes no tienen claro el principio de no contradiccin y estn
intelectualmente castrados.
La segunda caracterstica, es la intrepidez en predicar la verdad. No fue el Padre
Meinvielle uno de los tantos perros mudos de los que habla el profeta Isaas.
Habl, predic y escribi sin retacearse tiempo, quitando horas al descanso y al
entretenimiento. Cunto debe agradecer la Patria y la Iglesia a quien siempre
predic la verdad del Evangelio! Porque como dice mi amigo, el Padre Carlos
Lojoya: Cuando callan los profetas verdaderos, los burros hablan, como en el caso
de la burra de Balaam. Y con su predicacin incansable el Padre Julio tap la boca a
ms de un burro. Ciertamente que a esa oracin letnica: Callar en el dolor es
herosmo el Padre Julio le agregara una ltima: Callar cuando hay que hablar es
cobarda22.
Confiamos que muchos imiten el respeto por la naturaleza de las cosas, de que hizo
gala ese hombre excepcional que fue el Padre Julio Meinvielle, a quien llamara el
Padre Leonardo Castellani: No el Obispo, sino el Prroco del Pas... que edifica con
su alegra, como le escuchamos decir en una conferencia
23
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De manera particular, esperamos que las jvenes generaciones de estudiosos
buceen en ese venero de doctrina que son todos los libros del Padre Meinvielle, que
profundicen y amplen los grandes problemas tratados por l: la Teologa de la
Historia, la Cristiandad y sus enemigos, los innumerables problemas surgidos por la
ltima hereja, los grandes temas de la Patria.
El manto de silencio tejido sobre la obra intelectual y apostlica del Padre Julio, por
parte de progresistas y pasteleros, de catlicos liberales y sus cmplices, no hace
otra cosa que aureolar con ms brillo su, para estos tiempos, titnica empresa.
Nunca le dejaremos de agradecer al Padre Julio el haber renunciado a la fcil tarea
de ser redactor de plomizos tratados, para confutar el error, para develar an ms
la verdad, para enardecer la caridad, para concitar la accin, para realizar en esta
poca gnstica -peor que la de los primeros siglos del cristianismo- una tarea
22Vase el libro en prensa El progresismo Cristiano, Ed. Cruz y Fierro, Bs. As., que recopila sus
anlisis sobre progresistas argentinos y extranjeros.23Pablo Jos Hernndez. Conversaciones con Leonardo Castellani, Ed. EMECE, Bs. As., 1977, p. 132,
dice que el P. Julio fragu un telegrama contra el P. Castellani. Ese escrito es de alrededor de 1951,posteriormente el P. Castellani reconoci haber sido mal informado sobre el presunto autor de dichotelegrama.
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7/28/2019 Julio Meinvielle y Las Esencias
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semejante a la de los Padres Apologistas, a quienes la premura del tiempo y la
variedad de hierofantes con mltiples teoras herticas, apenas si les permitan tan
slo refutar brevemente para confirmar a los hermanos en la fe.
Que interceda siempre por nosotros este campen de la fe, que luch sin descanso
para que Cristo reine sobre los individuos y los pueblos y a quien sigui
confiadamente porque es el nico que tiene palabras de vida eterna (Jn. 6, 64).