juan de mena y las guerras del laberinto · 6 de dios, “sobre la génesis y los caracteres del...

e-Strateacutegica 2 2018 bull ISSN 2530-9951 pp 141-164 141

Juan de Mena y las guerras del Laberinto

The wars of Juan de Menarsquos Labyrinth of Fortune

Feliciano Novoa Portelalowast

Ministerio de Cultura Espantildea

ldquoMirar atraacutes aprovechar estos y otros azares

para mirar atraacutes porque es la uacutenica direccioacuten

en la que se ve algo digno de contarse

(Mariano Peyrou)

Resumen

Juan de Mena le dedicoacute al rey Juan II en 1444 un largo poema narrativo con el tiacutetulo de Laberinto de Fortuna El poema es ademaacutes una croacutenica y un programa de gobierno con el que intentar superar los enfrentamientos civiles que se suce-diacutean en Castilla desde principios del siglo XV En el programa la guerra tiene el mayor protagonismo cuaacuteles eran sus causas para el poeta cordobeacutes por queacute la consideraba el principal instrumento de la poliacutetica su legitimidad son algunas de las cuestiones que trataremos en estas paacuteginas

Palabras clave

Juan de Mena Laberinto de Fortuna Juan II guerra medieval ldquoguerras civilesrdquo Reconquista siglo XV

Doctor en Historia por la Universidad Autoacutenoma de Madrid Teacutecnico de Museos Minis-terio de Cultura Espantildea Correo electroacutenico felicianonovoagmailcom

httpwwwjournal-estrategicacom

e-Strateacutegica 2 2018 bull ISSN 2530-9951 pp 141-164142

Feliciano novoa Portela

Abstract

Juan de Mena dedicated to King Juan II in 1444 a long narrative poem with the title of Labyrinth of Fortune The poem is also a chronicle but above all it is a program of government which to try to overcome the civil clashes that were happening in Castile from the beginning of the fifteenth century In the poem the greatest role is the war What were its causes for the Cordovan poet Why he considered it the main instrument of politics or legitimacy There are some of the issues that we will discuss in these pages

Keywords

Juan de Mena Laberinto de Fortuna Juan II medieval war civil warsrdquo Recon-quest 15th century

Introduccioacuten

Cuenta Jacques Le Goff en una publicacioacuten reciente que los poetas y escritores del siglo XV sobre todo italianos aunque no soacutelo ellos te-niacutean la impresioacuten de que se moviacutean en una atmoacutesfera de cambio his-toacuterico poliacutetico y tambieacuten de vida1 que mejorariacutea la situacioacuten del hom-bre y supondriacutea un gran avance cientiacutefico-teacutecnico para la sociedad la creencia en el cambio le serviacutea al medievalista franceacutes para explicar que Europa occidental se encontraba en un periacuteodo de transicioacuten en el que a la vez que iba disolvieacutendose la identidad medieval emergiacutea otra la modernidad como en la cancioacuten de Bob Dylan los ldquotiempos es-taban cambiandordquo por lo menos asiacute lo creiacutean los intelectuales del siglo XV que manifestaban ademaacutes un fuerte rechazo por el pesado fardo del tiempo medieval2

En la Peniacutensula Ibeacuterica asistimos al mismo proceso de cambio con todas las matizaciones que se quiera aquiacute como al otro lado de los Pi-rineos la temporalidad moderna se hizo progresivamente visible en todos los aacutembitos pero sobre todo en aspectos relacionados con la mo-nopolizacioacuten del poder por parte de los reyes como no se habiacutea dado antes esto uacuteltimo se evidencia en la documentacioacuten con la aparicioacuten de expresiones propias del absolutismo monaacuterquico de las que es un

1 Para este autor el periodo de transicioacuten (un concepto de difiacutecil precisioacuten) hacia el es-tado moderno durariacutea hasta el siglo XVIII en concreto 1751 antildeo en que se publica la Enciclopedia el manifiesto fundacional del Estado Moderno (LE GOFF iquestRealmente es necesario cortar la historia en rebanadas pp 22 y 95)

2 PARDO Esto no es muacutesica p 9 y ss



buen ejemplo una formula tan significativa como ldquomi poderiacuteo real abso-lutordquo3 que aparece por primera vez en un privilegio de Juan II de 14384

Pero el proceso de transicioacuten a la modernidad por lo menos en Cas-tilla no estuvo exento de graves conflictos que la mayor parte de la his-toriografiacutea atribuye a la disputa entre los partidarios de dos proyectos poliacuteticos con concepciones enfrentadas sobre los liacutemites del poderiacuteo real y la soberaniacutea el de la nobleza y otro diferenciado el de la monarquiacutea una afirmacioacuten que quizaacutes convenga matizar5 porque el proceso de au-toritarismo monaacuterquico al que nos referimos contoacute en todo momento con la anuencia de buena parte del estamento nobiliario6 y ademaacutes toda accioacuten de un lado u otro se hizo en nombre y al servicio de la Mo-narquiacutea o por lo menos con esa excusa

En este crispado clima unos y otros recurrieron a todo tipo de ar-mas las militares obviamente pero tambieacuten a las de la propaganda7 Eacutestas uacuteltimas estuvieron sobre todo en manos de poetas y cronistas convertidos a lo largo de la Baja Edad Media en propagandistas y legi-timadores de los intereses de sus clientelas8 ndashmonarcas o bandos aris-tocraacuteticosndash y en detractores de todo lo que se les opusiera Que estos

3 NIETO SORIA ldquoLa Monarquiacutea como conflicto de legitimidadesrdquo p 534 SAacuteNCHEZ AGESTA El concepto de Estado en el pensamiento espantildeol del siglo XVI pp

169-170 A partir de esa fecha el teacutermino volveraacute a aparecer con frecuencia en la do-cumentacioacuten lo mismo que ldquosacra majestadrdquo ndashprimero reservado a Dios despueacutes al emperador y por uacuteltimo a los reyes ndash o ldquorey soberanordquo ldquosoberano sentildeorrdquo o ldquonovel au-gustordquo que tambieacuten aparecen con frecuencia en los documentos reales y en las obras de cronistas y poetas del siglo XV (NIETO SORIA ldquoLa Monarquiacutea como conflicto de legitimidadesrdquo p 53 y ss)

5 Todo lo maacutes se plantearon matizaciones sobre el papel de la nobleza en el nuevo con-texto y sobre los liacutemites del poder en fin redefinir los papeles de unos y otros pero nunca existioacute proyecto alguno de la nobleza diferente o ajeno al monarquismo (VILLA-CANtildeAS BERLANGA La Monarquiacutea Hispaacutenica p 516)

6 DE DIOS ldquoSobre la geacutenesis y los caracteres del estado absolutista en Castillardquo p 30 Ver tambieacuten el trabajo de QUINTANILLA RASO ldquoDiscurso aristocraacutetico resistencia y conflictividad en el siglo XV castellanordquo p 543 y ss

7 NIETO SORIA ldquoPropaganda poliacutetica y poder real en la Castilla Trastaacutemara una pers-pectiva de anaacutelisisrdquo pp 489-516 VILLA PRIETO ldquoLa escritura de la Historia en la baja Edad Media deseo racional versus propaganda poliacutetica La mentalidad de los cronis-tasrdquo pp 65-84

8 TATE ldquoEl cronista real castellano durante el siglo XVrdquo pp 659-668 ldquoThe Official Chronicler in the Fifteenth Century A Brief Survey of Wester Europerdquo pp 157-185 RUIZ GARCIacuteA ldquoEl poder de la escritura y la escritura del poderrdquo p 280 y ss KAGAN Los Cronistas y la Corona p 68 y ss FERNAacuteNDEZ GALLARDO ldquoLa croacutenica castellana (ca1310-1490) Conflictividad y memoria colectivardquo p 307 y ss Sobre el concepto de la ideologiacutea y sus distintas definiciones ver la obra de EAGLENTON Ideologiacutea Una introduccioacuten



fueron importantes lo demuestra el hecho de que se consolidara insti-tucionalmente la figura de un cronista oficial del reino y que aparecie-ran innumerables relatos historias y croacutenicas a lo largo del siglo XV la mayor parte dotadas de una gran creatividad literaria y un origi-nal pensamiento poliacutetico Pablo de Santa Mariacutea Alonso de Cartagena Fernando del Pulgar Gonzalo Chacoacuten Fernaacuten Peacuterez de Guzmaacuten Juan Alfonso de Segovia Diego de Valera Hernando de Talavera Alonso de Palencia Enriacutequez de Castillo y otros fueron los encargados como dijo Jimeacutenez Heffernan de ldquoponer orden narrativo en la masa de los desoacuter-denes que amenazaban el reinordquo9

Tambieacuten lo fue Juan de Mena cordobeacutes secretario de cartas latinas cronista oficial del reino y sobre todo poeta10 que escribioacute un extenso poema narrativo que en 1444 dedica al monarca con el tiacutetulo de La-berinto de Fortuna11 al que muchos criacuteticos consideran el origen de la poesiacutea culta espantildeola y el primer poema nacional12 El poema es tambieacuten una croacutenica una historia de Castilla13 ndashldquoaver por estoria la mi compantildeera14rdquondash por la que transitan mitos (no hay historia sin ellos) personajes y acontecimientos del pasado Mena no se olvida del por-venir de eso se trata pero tiene dudas a causa de ldquolos diacuteas malosrdquo que pasa Castilla15 y de un rey poco resuelto16 y poco ejemplar17 Por eso el

9 JIMEacuteNEZ HEFFERNAN ldquoGuerras civiles y virtud republicana Nota sobre la influencia de Lucano en Juan de Menardquo p 75

10 El libro de referencia sobre Juan de Mena sigue siendo la obra de LIDA DE MALKIEL Juan de Mena poeta del prerrenacimiento espantildeol

11 Para este trabajo utilizo la edicioacuten del Laberinto de WEISS y CORTIJO OCANtildeA en Glosa sobre las ldquoTrezientasrdquo del famoso poeta Juan de Mena de Hernaacuten Nuacutentildeez de Toledo a partir de ahora Laberinto En algunos manuscritos el nuacutemero de coplas del Laberinto de Fortuna es solamente de 297 pero hay ediciones en que se le antildeaden tres maacutes de ahiacute el nombre de Trezientas con el que tambieacuten se le conoce (MENA Obras completas ed Peacuterez Priego p 303)

12 MOYA GARCIacuteA ldquoJuan de Mena Aacutelvaro de Luna y los Mendoza literatura y estrategias de linajerdquo pp 54-74

13 JIMEacuteNEZ HEFFERNAN ldquoGuerras civiles y virtud republicanardquo p 7814 Laberinto copla 200 p 75615 ldquoO siglo nuestro cruel trabajosordquo (Ibidem copla 219 p 808)16 De esta forma lo califica Alonso de Palencia (Croacutenica de Enrique IV p 50)17 De hombre deacutebil y veleidoso lo conceptuacutea France Autesserre epiacutetetos parecidos a los

que utilizaron algunos sentildealados contemporaacuteneos del poeta cordobeacutes (ldquoLa vision du monde dans le Laberinto de Fortuna de Juan de Mena reacuteeacutecriture de la repreacutesentation du monde dans le De Imagine Mundi drsquoHonorius Augustodunensisrdquo p 127



poeta le conmina a que ponga orden y deacute estabilidad a unos reinos afligidos por deacutecadas de contiendas civiles18 y para lograrlo le indica los caminos por donde ir y los instrumentos que utilizar para tener el ldquoreino regidordquo19 en este sentido el Laberinto como escribioacute Jimeacutenez Heffernan es un manual de gobierno una suerte de ldquoEspejo de Priacuten-cipesrdquo20

Una de las cuestiones maacutes significativas del programa de gobierno de Mena es la guerra y quienes estaacuten llamados a su ejercicio El poeta cordobeacutes le dedica uno de los siete ciacuterculos u oacuterdenes la quinta la orden de Marte la maacutes extensa y desarrollada21 aunque la guerra tiene una presencia constante a lo largo de todo el texto22 no sorprende este prota-gonismo era el instrumento maacutes importante de la poliacutetica23 y la materia maacutes importante con la que confeccionar la historia (y la memoria)24 Estas paacuteginas tienen pues como objetivo analizar todas las cuestiones relativas a los conflictos beacutelicos en el Laberinto sus causas connotacio-nes poliacuteticas la instrumentacioacuten que Mena hace de ella su justificacioacuten su obligacioacuten su legitimidad el ruido de la guerra etc

18 JIMEacuteNEZ HEFFERNAN ldquoGuerras civiles y virtud republicanardquo p 7919 Laberinto copla 212 p 77220 JIMEacuteMEZ HEFFERNAN ldquoGuerras civiles y virtud republicanardquo p 7521 Son numerosos los estudios que distinguen tres partes diferenciadas en la obra la

primera (glosas 1 a 60) es una exposicioacuten de las intenciones de Mena y una explica-cioacuten del mundo de su sentido y del desorden en que se encuentra la segunda parte (61-267) constituye una alegoriacutea del presente y un canto a gestas famosas en la uacutelti-ma (268 a 297) el poeta cordobeacutes trata de mostrarle al rey el camino hacia una meta salvadora (GIMENO CASALDUERO ldquoNotas sobre el Laberinto de Fortunardquo p 199 y ss GERICKE ldquoLa estructura narrativa del Laberinto de Fortunardquo p 329 CUMMINS Laberinto p 29 MARTIacuteN FERNAacuteNDEZ ldquoLa estructura mitoloacutegica del Laberinto de Fortunardquo pp 191-208 MENA Obras Completas ed Peacuterez Priego p XXII y ss AUTES-SERE ldquoLa vision du monde dans le Laberiacutento de Fortunardquo p 128

22 MARTIacuteN ROMERO ha sentildealado que en esta centuria fueron numerosos los tratados doctrinales que aparecen sobre el hecho beacutelico cita a autores como Honoreacute de Bouvet ndashautor del Aacuterbol de Batallasndash Stratagemata de Frontino don Juan Manuel y su Libro del cavallero y del escudero Gil de Roma con su difundidiacutesimo Regimiento de priacutencipes quizaacutes el autor maacutes difundido fue el latino Vegecio autor del Epitoma de rei militaris (ldquoEl reflejo literario de la batalla en Juan de Menardquo p 839

23 Carl Schmitt llega a decir incluso que es la poliacutetica en siacute (un comentario sobre la frase del filoacutesofo alemaacuten en HAN Topologiacutea de la violencia p 66)

24 MARTIacuteN ROMERO La guerra en la literatura castellana del siglo XV sobre todo la intro-duccioacuten pp 7-13



1 Las dos guerras del Laberinto

Curiosamente Mena expresa a lo largo de todo el poema una decidida apuesta por la paz ndashel ldquopuerto tranquilordquo al que el monarca debe dirigir el reinondash por la ldquotoga y oliva y non armas ni peltasrdquo25 La conclusioacuten es que la guerra solo era para eacutel un instrumento de la poliacutetica26 y por eso hay veces que conviene hacerla claro que no cualquier guerra Mena habla de la ldquojusta guerrardquo (mejor seriacutea decir legal) o la ldquosanta guerrardquo27 que traeraacuten la paz a Castilla y llenaraacuten de envidia a los reinos vecinos28 Se refiere obviamente a la Reconquista a la que el poeta cordobeacutes cali-fica de guerra ldquovirtuosa y magniacuteficardquo que solo acabaraacute cuando toda la tierra de los antepasados vuelva a ser ocupada por sus verdaderos due-ntildeos y la iglesia catoacutelica restaurada29 el poeta le pide al rey que todo debe hacerse sin demora30 y con ldquofuerccedila coraje valor y prudenciardquo31

Pero este acicate reconquistador ocultaba un propoacutesito maacutes acu-ciante acabar con otras guerras las que no convienen que no son otras que las luchas intestinas que asolaban un reino que ardiacutea en rebeldiacuteas y amenazaban su orden juriacutedico poliacutetico y moral ldquoeran tiempos de grandes bolliccedilios guerras e escaacutendalos e muertes () por ser sembrada tanta sizanna e odiordquo leemos en un fragmento de un acuerdo firmado por Luis de la Cerda e Intildeigo Loacutepez de Mendoza el 11 de noviembre de

25 El Laberinto copla 147 p 65626 BERMEJO CLAVERO ldquoIdeales poliacuteticos de Juan de Menardquo pp 153-17527 Laberinto coplas 138 y 197 pp 619 y 750 Curiosamente Mena no hace mencioacuten algu-

na a una cuestioacuten que ha llenado los libros de historia (y sigue llenando) la distincioacuten entre ldquoguerra justardquo y guerra santardquo probablemente porque un poema no es el lugar para hacerlo pero tambieacuten porque la diferencia entre una y otra fue siempre un asun-to de teoacutelogos (desde luego fueron ellos sus inventores) poco ldquointeresanterdquo para un poeta del siglo XV que ya presentaba en su discurso connotaciones de una moderna secularizacioacuten Sobre esta cuestioacuten de la guerra justa y guerra santa en general pero sobre todo en el mundo peninsular ver el trabajo de GARCIacuteA FITZ La Edad Media Guerra e Ideologiacutea Justificaciones religiosas y juriacutedicas

28 ldquoayan envidia de nuestra victoria los reinos vecinosrdquo (Laberinto copla 153 p 672)29 GARCIacuteA FITZ La Edad Media Guerra e Ideologiacutea p 48 y ss30 ldquopues ya no se dilate ya maacutes ni detengardquo (Laberinto copla 153 p 672)31 ldquohazed verdadera la gran Providencia de mi guiadora en este camino la qual vos mi-

nistra por mando divino fuerccedila coraje valor y prudencia por que la vuestra real exce-lencia aya de moros pujante victoria y de los vuestros asyacute dulce gloria que todos os hagan sentildeor reverenciardquo (Laberinto copla 297 p 969) MOYA GARCIacuteA ldquoEl Laberinto de Fortuna y la frontera de Granadardquo pp 491-498



144332 que sintetiza perfectamente el estado del reino y difiere poco de lo que dice nuestro poeta cuando alude a los ldquoque componen en guerra las pazesrdquo a los despojadores y despojados a ldquola furia civilrdquo a las ldquodis-cordanccedilasrdquo que enfrentan a hermanos contra hermanos en fin todas ldquolas guerras que vimos de nuestra Castilla los muertos en ella la mucha manzillardquo Frente a este estado de cosas el poeta exige que la violencia que existe en el reino se dirija contra los enemigos extranjeros ndashldquola yra la yra volved en los morosrdquondash como mejor forma de acabar con las luchas fratricidas33 y restituir el ldquoorden naturalrdquo de las cosas

Obviamente el alegato no lo dirige Mena al rey sino a la nobleza movilizada contra eacutel no toda y no por principios poliacuteticos no exclu-sivamente por lo menos34 sino por razones maacutes mundanas la codicia y el poder35 A esos nobles el poeta cordobeacutes les advierte de la indig-nidad moral de su conducta36 y les acusa de paralizar la guerra de Re-conquista que traeraacute de nuevo la gloria que Espantildea habiacutea conocido en la eacutepoca de los godos En su reproche los pone frente a aquellos que por el contrario participaron en la justa guerra buscando no la fama o el poder sino ldquomorir por su tierrardquo A ellos los maacutes virtuosos Mena los coloca en lo maacutes alto del ciacuterculo de Marte y por el contrario a los belicosos soberbios e injustos ldquodebaxo ccedilufriendo pesaresrdquo37 arriba y abajo pero tambieacuten en el pasado y en el presente para compararlos38 sabiendo que los hechos del ayer teniacutean consecuencias en el hoy

32 QUINTANILLA RASO ldquoIntegracioacuten nobiliaria violencia y faccionalidad en tiempos de Juan IIrdquo pp 85-87

33 Laberinto coplas 85 155 y 255 pp 414 677 y 89834 iexclQuaacutentas licencias y despedimentos al buen condestable fueron demandadas iexclQuaacutentos

hizieron palabras osadas con vana sobervia de los mandamientos (Laberinto copla 257 p 900)

35 MONSALVO ANTOacuteN ldquoPoder poliacutetico y aparatos del Estado en la Castilla bajomedieval Consideraciones sobre su problemaacuteticardquo p 150 ver tambieacuten del mismo autor La Baja Edad Media en los siglos XIV-XV Poliacutetica y cultura p 49 y ss

36 En ese sentido varios autores han visto tambieacuten en el Laberinto un intento de fortale-cer el ejercicio de la virtud en la nobleza y apartarla del pecado (LAPESA ldquoEl elemento moral en el Laberinto de Mena su influjo en la disposicioacuten de la obrardquo pp 112-122 MENA Obras Completas ed Peacuterez Priego p XIX)

37 ldquoy vimos debaxo ccedilufriendo pesares los bolliciosos en causas indignas y los que murieron en guerras marinas y de otros soberbios muy muchos millaresrdquo (Laberinto copla 138 p 619) COSTARELLI ldquoLa Epopeya Culta en ldquoLaberinto de Fortunardquo de Juan de Menardquo

38 GIMENO CASALDUERO ldquoNotas sobre el Laberinto de Fortunardquo p 200



2 El pasado y el presente

Para el pasado maacutes antiguo Mena acude al mundo claacutesico por su formacioacuten intelectual y por su dominio del latiacuten39 pero curiosamente en la Orden de Mars (coplas 138-213) al contrario que en el resto del poema la antiguumledad claacutesica ocupa solamente dos coplas (139 y 140) y ademaacutes los ejemplos de virtuosos guerreros que enumera en ellas no son emperadores ni grandes heacuteroes al contrario son nombres ldquopoco celebradosrdquo que el poeta cordobeacutes conoce como ha escrito Peacuterez Priego por la lectura del polifaceacutetico Valerio Maacuteximo iquestpor queacute entonces Mena distingue a Lucio Cecilio Metelo a los Camilos a Petreio y Affranio a Marco Licino Craso y a Mucio Esceacutevola frente a los grandes protagonis-tas de la historia Es verdad que a Esceacutevola lo menciona Cervantes en la segunda parte del Quijote40 y que Craso habiacutea alcanzado un gran presti-gio despueacutes de sofocar la sublevacioacuten de Espartaco pero probablemente las verdaderas razones de Mena para citarlos a ellos y no a los grandes protagonistas de la historia tengan que ver por un lado con su intento de no minusvalorar a los guerreros patrios de los que el poeta cordobeacutes va a hablar a continuacioacuten y por el otro con el hecho de que todos ellos habiacutean luchado por causas dignas (la virtud romana) contra extranjeros (cartagineses francos partos etruscos) y no contra siacute mismos como ocurriacutea en Castilla

En cualquier caso el poeta cordobeacutes tiene prisa por contar lo que sin duda maacutes le interesa las guerras del pasado maacutes proacuteximo y las del presente Para hablar de ellas Mena describe una supuesta silla real ri-camente labrada41 sobre la que el poeta situacutea al rey Juan II con la espada asida en la mano derecha42 y donde se representan como en el escudo de Aquiles43 los reyes anteriores a eacutel y sus grandes victorias militares contra los musulmanes Es evidente el caraacutecter propagandiacutestico y poliacuteti-co de la imagen de Juan II sentado sobre la historia y sobre unos antepa-

39 En ambas cuestiones tuvo mucho que ver su larga estancia italiana JIMEacuteNEZ CALVEN-TE ldquoLos comentarios a las Trescientas de Juan de Menardquo pp 21-44 CANtildeAS GAacuteLVEZ ldquoJuan de Mena secretario de latiacuten y cronista del Rey un letrado de la Cancilleriacutea Real al servicio de Juan II y Enrique IVrdquo pp 11-22

40 LOacutePEZ FEacuteREZ ldquoPersonajes histoacutericos griegos o romanos en el Quijoterdquo pp 119-13241 Mena describe fiacutesicamente la silla en las coplas 142 a 14642 ldquode armas fulgentes la su delanteraguarnida la diestra de fulmiacutenea espadardquo (Laberinto

copla 142 p 645)43 Ibidem copla 144 p 650 TAYLOR ldquoJuan de Mena la eacutecfrasis y las dos fortunas

Laberinto de Fortuna 143-208rdquo p 176



sados a los que Mena adorna con atributos como la justicia prudencia los rectos derechos el empentildeo reconquistador ndashhacer ldquomaacutes largos sus regnos estrechosrdquondash propio seguacuten el poeta de los ldquoAlfonsos y todos sus mandosrdquo los ldquoFernandosrdquo y los ldquoEnriquesrdquo en fin reyes guerreros44 reyes justos el mejor espejo donde mirarse45

Maacutes sucinto es Mena en las batallas representadas en la silla las Na-vas de Tolosa (1212) la batalla del Salado (1340) y la posterior toma de Algeciras (1344)46 Obviamente el poeta cordobeacutes no las elige porque siacute sino porque formaron parte del imaginario de la Edad Media pe-ninsular pero tambieacuten de todo el Occidente europeo47 fue tal su pro-tagonismo que no faltaron controversias sobre cuaacutel de ellas tuvo maacutes importancia y trascendencia la Gran Croacutenica de Alfonso XI le dedica todo un capiacutetulo a esta cuestioacuten en el que si bien el cronista comienza

44 ldquoAlliacute vi por orden pintados los hechos de los Alfonsos y todos sus mandosy lo que gana-ron los reyes Hernandos haciendo maacutes largos sus reynos estrechosalliacute la justicia los rectos derechosla mucha prudencia de nuestros Enriquespor queacute los tales tuacute Fama publiques y hagas en otros semblantes provechosrdquo (Laberinto copla 145 p 652) Los Alfonsos a los que se refiere Mena seriacutean seguacuten Fernando Castillo Alfonso I II VI VIII XI (del que dice que es rebisabuelo de Juan II copla 288 p 957) y quizaacutes tambieacuten Alfonso X los Fernandos que hicieron maacutes largos sus reynos estrechos seriacutean Fernan-do I y sobre todo Fernando III el monarca que despueacutes del propio Juan II recibe maacutes atencioacuten por parte del poeta cordobeacutes y por uacuteltimo cuando Mena cita a los enriques se refiere en concreto a Enrique II y III de los que remarca su mucha prudencia (CASTI-LLO CAacuteCERES ldquoEl trono de Juan II en el Laberinto de Fortunardquo p 67 y ss

45 ldquocomo hariacutea en espejo notorio los tiacutetulos todos del grand abaloriode los sus iacutenclitos progenitoresrdquo (Laberinto copla 143 p 647)

46 Sobre la batalla de las Navas y su trascendencia ver GARCIacuteA FITZ Las Navas de Tolosa (sobre todo el primer capiacutetulo) del mismo autor ldquoLas batalla de la Navas de Tolosa el impacto de un acontecimiento extraordinariordquo pp 11-36 ALVIRA CABRER Las Navas de Tolosa 1212 Idea liturgia y memoria de la batalla pp 27-54 Sobre la guerra del Estrecho ver entre otros trabajos LADERO QUESADA ldquoLa guerra del Estrechordquo pp 255-294 VARA THORBECK y GARCIacuteA ARANGUEZ La Batalla del Estrecho Encuentros y desencuentros de culturas en el Mediterraacuteneo SEGURA GONZAacuteLEZ ldquoLa batalla del Salado (antildeo 1340)rdquo pp 1-32 GARCIacuteA RIOL ldquoLa Campantildea del Estrecho y la Batalla del Saladordquo pp 331-342 ARIAS GUILLEacuteN Guerra y fortalecimiento del poder regio en Cas-tilla El reinado de Alfonso XI (1312-1350) sobre todo el capiacutetulo 2 PEacuteREZ CASTANtildeERA Enemigos seculares Guerra y treguas entre Castilla y Granada (c 1246-c 1481) pp 43-56 Guerra Santa y Cruzada en el Estrecho El occidente peninsular en la primera mi-tad del siglo XIV Carlos de Ayala Martiacutenez J Santiago Palacios Ontalva y Martiacuten Riacuteos Saloma (eds)

47 Hernaacuten Nuacutentildeez primer comentador del Laberinto sentildealaba a finales del siglo XV que el triunfo de las Navas de Tolosa auacuten se solemnizaba en algunas iglesias de Espantildea (Laberinto p 653) y un siglo antes en la vieja Inglaterra Chaucer autor de los ldquoCuentos de Canterburyrdquo aludiacutea al asedio de Algeciras y situaba a uno de sus protagonistas en la ciudad andaluza Tambieacuten influyoacute la consideracioacuten de cruzadas que les dieron los papas Inocencio III y Benedicto XII aunque curiosamente no haya mencioacuten expresa alguna a esta cuestioacuten en el Laberinto



diciendo que seraacuten los historiadores los encargados de valorar tal he-cho acaba afirmando que sin duda la batalla del Salado es maacutes de loar que la de las Navas48 tambieacuten el uacuteltimo verso de la copla 146 del Labe-rinto entroacute en la poleacutemica aunque fuera por una mala interpretacioacuten seguacuten el manuscrito que se consulte puede leerse en el uacuteltimo verso de la copla ldquoque no fue menor cosardquo o ldquoque nos fue mayor cosardquo a propoacutesito de la batalla del Salado una cuestioacuten como escribioacute Juan Luis Carria-zo no baladiacute ya que la primera expresioacuten antepondriacutea la batalla de las Navas a la del Salado mientras que en la segunda la situacioacuten seriacutea la contraria49 En fin fuera como fuera Mena conociacutea la historia y esco-ge bien las grandes batallas entre cristianos y musulmanes50 aunque no se recrea en sus descripciones (no debiacutean interesarle demasiado) se conforma con contadas pero descriptivas y poeacuteticas alusiones51 las armas de su oficio

Aunque tampoco la informacioacuten es muy detallada Mena se mostroacute maacutes exhaustivo al narrar el uacutenico gran hito militar que Juan II mantuvo contra los musulmanes52 Nos referimos a la entrada que hicieron sus tropas en la Vega de Granada (acompantildeado de su privado el ambicioso Aacutelvaro de Luna) que culminaraacute en la famosa batalla de la Higueruela53 a finales de junio de 1431 en la que el rey (y su privado) alcanzaron una sentildealada victoria54 con efectos maacutes propagandiacutesticos que militares55 Sin

48 ldquopertenesce a los ystoriadores e fazedores de algunos libros fazer departimientos en los fechos porque los omes sepan qual es mas de loarparesce que fue esta sancta batalla que fue venccedilida cerca de Tarifa que la que se dize de las Nauas de Tolosardquo (Gran Croacutenica de Alfonso XI t II p 439-441)

49 CARRIAZO RUBIO ldquoAlfonso XI en el Laberinto de fortuna de Juan de Menardquo pp 71-8250 Si bien la batalla de las Navas abrioacute el paso del reino castellano hacia el Guadalquivir

la del Salado y la posterior toma de Algeciras supusieron el fin de la batalla del Estre-cho y el control de su orilla europea

51 ldquoEscultas las Navas estaacuten de Tolosa triumpho de grande misterio divino con la mo-risma que de Aacuteffrica vino pidiendo por armas la muerte santildeosa estaacuten por memoria tambieacuten gloriosa pintadas en uno las dos Algeziras estaacuten por cuchillo domadas las iras de Albohaceacuten que no fue menor cosardquo (Laberinto copla 146 p 653)

52 Maacutes allaacute de la labor reconquistadora que durante su minoriacutea de edad llevoacute a cabo su tiacuteo Fernando de Antequera y en concreto a la campantildea que culmina con la toma de Antequera en 1410

53 PINO GARCIacuteA ldquoLas campantildeas militares castellanas contra el reino de Granada durante los reinados de Juan II y Enrique IVrdquo pp 763-684

54 Laberinto coplas 147 a 151 pp 656 a 66955 MEDINA AacuteVILA ldquoJuan de Mena propagandista del poderiacuteo real absoluto (reflejo li-

terario de una idea juriacutedico-poliacutetica) p 813 NIETO SORIA ldquoEl ciclo ceremonial de la batalla de la Higueruela (1431)rdquo pp 389-404



embargo Mena no solo compara su trascendencia56 con la que tuvieron las Navas y el Estrecho y a Juan II con Alfonso VIII y Alfonso IX sino que da un paso maacutes allaacute al sentildealar que la Higueruela y las batallas del futuro borraraacuten de la memoria de la gente todo lo hecho hasta entonces57

La entrada de las tropas cristianas en la Vega granadina la describe el poeta con parecido vocabulario beacutelico al utilizado por los cronistas de los que en realidad difiere poco en los datos saqueo tala de olivares toma de fortificaciones en fin pequentildeas pinceladas que dibujan las ca-racteriacutesticas generales de una incursioacuten desarrollada mediante la taacutecti-ca de razias y llevada a cabo por un contingente de maacutes de ochenta mil ldquogentes armadasrdquo de los que Mena no especifica su composicioacuten ni el desarrollo pormenorizado del ataque ni mucho menos la duracioacuten de la refriega pero siacute subraya el enorme terror que la poblacioacuten musulmana sintioacute con la entrada de los ejeacutercitos cristianos en su territorio58 El re-sultado se saldoacute con la muerte de un gran nuacutemero de musulmanes que el poeta cordobeacutes no especifica probablemente porque el dato era de sobra conocido o porque no le interesaba aunque lo conociera Mena prefiere utilizar recursos literarios que en este pasaje adquieren carac-teriacutesticas cercanas a un poema eacutepico59 por ejemplo cuando se refiere a la muerte de infieles con teacuterminos como la ldquomucha morisma descabeccedila-da o por pieccedilas tajadardquo o cuando les llama cobardes por su actitud en el combate ndashldquohuyendo no huye la muerte el cobarderdquondash o cuando se refiere al aterrador fragor de la batalla60 e incluso a sus consecuencias61 seguacuten el poeta los muertos musulmanes fueron tantos que formaron un collado pero ademaacutes los cadaacuteveres no se descompusieron para que sirvieran siempre como testigos de la derrota o de la victoria seguacuten se mire y

56 Conocida tambieacuten como la batalla de Sierra Elvira57 ldquoSeraacute rey de reyes sentildeor de sentildeores sobrando y venciendo los tiacutetulos todos y las ha-

zantildeas de los reyes godos y rica memoria de los sus mayores y tanto y tan alto favor de loores sus hechos ilustres al tu rey daraacuten que en su claro tiempo del todo seraacuten como olvidados sus antecesoresrdquo (Laberinto copla 271 p 922)

58 ldquoCon dos quarentenas y maacutes de millares le vimos de gentes armadas e punto syn otro maacutes pueblo inerme alliacute junto entrar por la vega talando olivares tomando castillos ganando lugares haciendo con miedo de tanta mesnada con toda su tierra temblar a Granada temblar las arenas fondoacuten de los maresrdquo (Ibidem copla 148 p 659)

59 JIMEacuteNEZ HEFFERNAN ldquoGuerras civiles y virtud republicanardquo p 76 y ss60 Laberinto coplas 149 y 150 pp 661-663 Ver los trabajos de MARTIacuteN ROMERO ldquoEl

reflejo literariordquo p 841 y La Batalla campal de los perros contra los lobos Una faacutebula moral de Alfonso de Palencia sobre todo el capiacutetulo II p 15 y ss

61 Laberinto p 841 y ss NIETO SORIA ldquoEl ciclo ceremonial de la batalla de la Higuerue-lardquo pp 389-404



de ahiacute la expresioacuten ldquoarena momiardquo en la copla 151 que Hernaacuten Nuacutentildeez relaciona con el episodio del rey de Persia Cambises cuando despueacutes de dirigirse al desierto africano para destruir el templo de Juacutepiter-Ammoacuten su ejeacutercito quedoacute aplastado62

En fin el objetivo de Mena al contar la entrada en la Vega de Granada y la batalla de la Higueruela no era aportar datos ni atender a cuestio-nes relacionadas con el arte militar como siacute hizo por ejemplo Saacutenchez de Areacutevalo en Suma de la poliacutetica63 sino ofrecer seguacuten eacutel el mejor y maacutes eficaz ejemplo para encauzar la violencia de la nobleza hacia los enemi-gos extranjeros

Pero el autor no tiene maacutes victorias que cantar y contar que la Hi-gueruela no las hubo por eso alude a otros enfrentamientos ndashldquono tan-to bruntildeidosrdquo dice Mena64- que ademaacutes teniacutean causas poco dignas Nos referimos a los conflictos con otros reinos cristianos en realidad a las guerras civiles castellanas con Aragoacuten en Ariza (1429) y Benalmazaacuten (1430) y con Navarra en Medina de Campo (1441) en todos los casos los partidarios de Juan II tuvieron enfrente a los famosos infantes de Ara-goacuten los liacutederes del mayor grupo oligaacuterquico del reino

Mena coincide aquiacute tambieacuten con los cronistas al decir que en Ariza y Benalmazaacuten no se produjo ninguacuten enfrentamiento maacutes allaacute de pe-quentildeos altercados muchos alardes y una gran movilizacioacuten militar por ambos lados ldquode no vencedores halleacute ni vencidosrdquo Distinta fue la situa-cioacuten en Medina en la que Juan II conocioacute ldquola furia civilrdquo (no especifica maacutes) despueacutes de la entrada de las tropas rebeldes en la ciudad aunque lo que fue una derrota para las tropas reales se convierte en una victoria cuando los infantes de Aragoacuten y los nobles que les acompantildeaban le be-saron la mano e ldquohizieacuteronle reverencia reconoscieacutendole por sentildeorrdquo dice Hernaacuten Nuacutentildeez de Toledo el comendador griego65

iquestPor queacute Mena alude a estos enfrentamientos y no a otros de los mu-chos que hubo durante el reinado de Juan II Probablemente porque en estos estaacuten reunidos todos los protagonistas que jugaban un papel esen-cial en el reino infantes de Aragoacuten maestres de las oacuterdenes la nobleza

62 Laberinto copla 151 p 669 COSTARELLI ldquoLa Epopeya Culta en ldquoLaberinto de Fortu-nardquo de Juan de Menardquo

63 SAacuteNCHEZ DE AREacuteVALO ldquoSuma de la poliacuteticardquo pp 89-11664 Laberinto copla 154 p 67365 Ibidem coplas 154 155 y 156 pp 673-681



Aacutelvaro de Luna y sobre todo el mismo rey66 y porque tanto en Ariza y Benalmazaacuten como en Medina unos y otros llegaron a acuerdos que se saldaron como hemos visto con declaraciones solemnes sobre la pri-maciacutea absoluta del rey que recordemos era el primer objetivo de Mena

3 Arriba y abajo

Ya dijimos que el poeta cordobeacutes coloca a los guerreros en dos dimen-siones la temporal izquierda-derecha que acabamos de ver y la espa-cial arriba-abajo a los justos y patriotas (incluidos los reyes) en lo maacutes alto del ciacuterculo de Marte en lo maacutes alto de la silla y abajo los soberbios y todos los adalides de causas indignas y guerras injustas67

A estos uacuteltimos el poeta no les pone nombre (no quiere o no lo ve necesario) pero parece claro que se referiacutea a los infantes de Aragoacuten y al grupo de nobles que apoyaban a los hijos de Fernando de Antequera por el contrario cita con nombre y apellido a los que estaacuten en lo maacutes alto de la silla68 todos contemporaacuteneos suyos y todos heacuteroes aunque algunos no lo parezcan y es probable que en realidad ninguno lo fuera todos muertos en la frontera guerreando a los moros o en las luchas internas entre cristianos algunos en combate otros en incidentes tri-viales casi estuacutepidos y todos por el poder arbitrario de la Fortuna69 en pugna siempre ldquocon el poder ordenador de la Providenciardquo que represen-ta el rey70

De todos ellos Enrique de Guzmaacuten71 conde de Niebla es el que goza de mayor atencioacuten tanta que hay criacuteticos que afirman que parece el verdadero protagonista del poema72 Se nos cuenta su muerte cuando

66 PORRAS ARBOLEDAS Juan II p 148 y ss67 Los que murieron en guerras marinas (Laberinto copla 138 p 619) Difiacutecil es la explica-

cioacuten de la frase en ese contexto aunque Barry Taylor piensa que el verso debe leerse de la siguiente manera ldquoe los que morieron en guerras malignasrdquo ( ldquoJuan de Mena la eacutecfrasis y las dos fortunasrdquo p 180)

68 ldquosublimados del throno mavorciordquo (Laberinto copla 159 p 688)69 ldquoO dura Fortuna cruel tribulante por ti se le pierden al mundo dos cosas las vidas y

laacutegrimas tan piadosas que ponen dolores de espada tajanterdquo Ibidem copla 202 p 75970 MENA Obras Completas ed Peacuterez Priego p XIX CURIacute QUEVEDO ldquoLaberinto de Fortu-

na Juan de Menardquo Laberinto copla 200 p 75671 LADERO QUESADA ldquoDon Enrique de Guzmaacuten el ldquobuen conde de Nieblardquo (1375-1436)rdquo

pp 211-247 tambieacuten Guzmaacuten La casa ducal de Medina Sidonia en Sevilla y su reino 1282-1521 pp 89-123

72 Mena dedica a este suceso 28 coplas (159-187)



a comienzos de septiembre de 1436 intenta la toma de Gibraltar con un ejeacutercito aproximadamente de cinco mil hombres dramatizando unos hechos de los que el poeta comienza diciendo que todo el mundo conoce el final ldquoque todos sabeacuteis bien adonde dio fin al diacutea del curso hadadordquo73

Un diacutea largo que Carrizo Rueda divide en tres actos como las obras de teatro74 en el primero el maestro de la flota y los marineros advir-tieron al Conde de la aparicioacuten de sentildeales75 que auguraban un desastre en caso de intentar el asalto de Gibraltar76 por lo que le rogaron aplazar la salida El Conde atribuyoacute esos malos presagios a la supersticioacuten de la marineriacutea a la vez que sentildealaba que las uacutenicas predicciones ciertas proveniacutean de observar la naturaleza y eacutesta indicaba un tiempo de bo-nanza en la mar como lo probaba la luna los vientos las corrientes la presencia o no de delfines cormoranes cisnes cornejas en fin toda una leccioacuten de buena navegabilidad en el siglo XV ldquoDesplega las velas puesuna empresa tan sancta llevamos qual otra en el mundo podraacute ser alguna presuma de vos y de miacute la Fortuna no que nos fuerccedila maacutes que la forccedilamosrdquo77

En la segunda escena Mena cuenta el asalto a Gibraltar Con la ma-rea baja ldquoentre el agua y el borde del murordquo quedaba un lugar seguro desde el que intentar el asalto un asalto que debiacutea hacerse con toda rapidez antes de que las aguas volviera a ocupar la playa78 El conde de Niebla lanza un ataque frontal79 que el poeta cordobeacutes narra con pare-cidos elementos a los utilizados al describir la batalla de la Higueruela aunque ahora con mayor profusioacuten de datos y desde luego con una

73 Laberinto copla 160 p 69374 CARRIZO RUEDA ldquoEl conde de Niebla en Croacutenicas Romances el Laberinto de Mena y

el Tractado de Tafurrdquo pp 553-55975 No hay referencia alguna a malos augurios en ninguna de las croacutenicas que cuentan la

muerte del Conde de Niebla (Ibidem p 554) 76 ldquonon dedes causa a Gibraltar que haga en sangre de reyes dos veces estragordquo (Laberinto

copla 167 p 711) La otra vez a la que se refiere es la derrota y la muerte de Alfonso XI cuando tambieacuten intenta conquistar Gibraltar

77 Ibidem coplas 160 163-165 167 169-7378 ldquoquien llega maacutes tarde presume que yerrardquo (Ibidem copla 176 p 727)79 Sofiacutea Carrizo Rueda apunta que el anaacutelisis de las croacutenicas indica que si bien la acome-

tida fue vigorosa no hubo respuesta alguna por parte de los moros eacutestos esperaban pacientemente la crecida de las aguas Distinta a la oficial es tambieacuten la versioacuten de Pero Tafur quien sentildeala que las huestes del conde de Niebla se acercaron a las mura-llas de la fortaleza sin ninguna preparacioacuten como si fuera una mera salida de reco-nocimiento (ldquoConstruccioacuten y deconstruccioacuten de un personajerdquo p 554) Ver tambieacuten LADERO QUESADA Guzmaacuten La casa ducal de Medina p 114



expresa dramatizacioacuten formacioacuten de la pavesada escalas que crecen hacia lo maacutes alto de las almenas las ldquoartes mantildeosas de guerrardquo los can-tos de los moros el lanzamiento de piedras el disparo de lombardas truenos trabucos dardos hachas de fuego azagayas lluvias de saetas y todo ello ldquomientras moriacutean y mientras matabanrdquo los cristianos aunque parece que solamente haciacutean lo primero80

La tercera y uacuteltima escena nos cuenta el desenlace la muerte del Conde que se produce cuando despueacutes de abandonar en barca la playa ya anegada por la marea escucha los gritos de socorro de sus hombres y regresa para salvarlos con el traacutegico resultado que conocemos Versioacuten que ha provocado ciertos recelos porque en realidad parece una torpe estrategia de Enrique de Guzmaacuten en su intento de asalto81 El mismo poeta cordobeacutes deja entrever que algo de eso pudo suceder aunque lo achaca a la mala Fortuna82 Lo que sucedioacute realmente no le importa a Mena ni siquiera que Enrique de Guzmaacuten no fuera un ejemplo de gue-rrero (por lo menos hasta entonces) le importa uacutenicamente destacar su valentiacutea los valores cristianos y caballerescos del conde en el asalto que relaciona con la guerra de reconquista83 y el papel de la mudable Fortu-na que como acabamos de decir acaba con la vida del conde de Niebla y con las de los que con eacutel se habiacutean subido a la barca encallada84 Las coplas dedicadas al conde de Niebla finalizan con las siguientes pala-bras ldquoser la tu muerte por siempre plantildeidardquo85 un deseo de inmortalidad un deseo hay que decir que no aparece cuando Mena se refiere a Juan II o a Aacutelvaro de Luna aunque es verdad que en esos momentos los dos seguiacutean vivos lejos del olvido

80 Laberinto copla 179 p 729 Joseacute Julio Martiacuten Romero sentildeala a este propoacutesito que si en acontecimientos anteriores se mencionaba uacutenicamente la muerte de los musulmanes ahora se representa exclusivamente la de los cristianos ldquoSorprende no encontrar nin-guna imagen de cristianos peleando sino tan solo muriendordquo (ldquoEl reflejo literario de la batalla en Juan de Menardquo p 842)

81 Escribe Sofiacutea Carrizo Rueda que tanto las croacutenicas como el propio Mena atribuyen la accioacuten del conde de Niebla a su generosidad pero para Pero Tafur por el contrario la muerte del conde y de los que le acompantildeaban se debioacute a la confusioacuten e imprevisioacuten del repliegue Esta misma autora auacuten recoge una segunda versioacuten que pasa por el hecho de que el conde no regresoacute a por sus hombres porque no habiacutea abandonado la playa muriendo en el intento de hacerlo (ldquoConstruccioacuten y deconstruccioacuten de un perso-najerdquo p 554 y ss)

82 ldquoes el valiente non bien fortunadordquo (Laberinto copla 160 p 693)83 CARRIZO RUEDA ldquoConstruccioacuten y deconstruccioacuten de un personajerdquo pp 555-55684 GIMENO CALSALDUERO ldquoNotas sobre el Laberinto de Fortunardquo p 21485 Laberinto copla 186 p 732



La misma suerte que Enrique de Guzmaacuten corrieron en la guerra con-tra los moros otros inscritos en el trono de Marte los adelantados Diego de Ribera y Rodrigo de Perea y el alcaide de Antequera Pedro de Nar-vaacuteez el primero en el sitio de Aacutelora86 (1434) ldquomoriendo como ombrerdquo por culpa de una saeta que le lanza un ballestero musulmaacuten cuando se quitaba la armadura para parlamentar con el alcaide de la ciudad (coplas 190-192) el segundo adelantado de Cazorla87 y hermano del fa-moso arzobispo de Toledo don Juan de Cerezuela muerto en el verano de 1438 envenenado por los moros tras ser hecho prisionero en Castril o quizaacutes por el dolor que le habiacutea causado la muerte de todos los que le acompantildeaban (coplas 193-195) el tercero y uacuteltimo Pedro de Narvaacuteez que muere en 1437 al quedarse solo sin posibilidad de huir o sin que-rerlo hacer despueacutes de la poco preparada incursioacuten desde Antequera ciudad de la que era alcaide Es posible que su temeridad tuviera en realidad que ver con una especie de inconsciente competicioacuten con su padre Rodrigo de Narvaacuteez ldquoEl Buenordquo del que Fernando del Pulgar dijo que era el maacutes eficaz guerrero ldquoen los atos de la guerrardquo tanto como para ser uno de los Claros Varones de Castilla88 en fin muertes accidentales desdichadas honestas ndashldquopurgue la falta el honesto morirrdquo dice Mena de Rodrigo de Perea89- heroicas literarias muertes todas en las que siem-pre estaacute presente la Fortuna y su poder arbitrario ldquocruel tribulanterdquo90

Los mismos calificativos pueden caracterizar las muertes de otros heacuteroes que Mena puso tambieacuten en lo maacutes elevado de la silla real pero que sorprendentemente habiacutean sucedido en las guerras que no con-veniacutean Juan de Pimentel conde de Mayorga hijo mayor del conde de Benavente encontroacute la muerte en 1437 a manos de un criado cuando se ejercitaba con armas91 Juan de Merlo alcaide de Alcalaacute la Real y el clavero de Calatrava Fernando de Padilla murieron durante los nu-merosos enfrentamientos que entre 1442 y 1443 conmovieron el reino los dos eran partidarios de Juan II al primero lo matoacute un ldquovil peoacutenrdquo en 1443 cuando perseguiacutea a los partidarios de Juan Ramiacuterez de Guzmaacuten comendador mayor de la Orden de Santiago y Rodrigo Manrique de

86 SALAS ldquoAacutelora la bien cercada riqueza estiliacutestica del romancerdquo87 CEBALLOS-ESCALERA GILA ldquoUn antiguo mayorazgo palentino El de los Sentildeores de

Santa Cruz Castillejo y las Torres de Reinosordquo p 12388 PULGAR Claros varones de Castilla p 16589 Laberinto copla 196 p 746 90 Ibidem copla 202 p 75991 ldquoalce Fortuna sus peacuterfidos remosrdquo (Ibidem copla 188 p733)



esa misma orden92 por su parte Fernando de Padilla murioacute el mismo antildeo cuando ndashdespueacutes de la batalla de Barajas (1442) que le enfrentoacute a los seguidores de los infantes de Aragoacuten a cuya cabeza estaba el comen-dador mayor de Calatrava Juan Ramiacuterez de Guzmaacutenndash encerrado detraacutes los muros de la villa de Almagro fue alcanzado de forma fortuita por el impacto de una honda lanzada por uno de sus escuderos93 valientes guerreros monaacuterquicos de Juan II muertos como en el caso de los ante-riores por los ldquoHados crueles soberbios rabiosos que siempre robades los maacutes virtuosos y perdonades la gente peor94rdquo

El uacuteltimo de los ldquosublimados del throno mavorciordquo es Lorenzo Daacutevalos (coplas 201-207) y quizaacutes eacutel como ninguno le sirve a Mena para subra-yar aquellos aspectos que maacutes le interesan destacar en su poema y que hemos repetido a lo largo de estas paacuteginas lo indigno y despreciables que son las guerras civiles lo honorable que es hacerlo contra los moros y ldquola dura Fortunardquo siempre ciega

Lorenzo Daacutevalos fue camarero mayor del infante de Aragoacuten don En-rique lo que le situacutea poliacuteticamente en el bando nobiliario contrario a Juan II Su muerte tuvo lugar en la primavera de1441 cerca de Escalona cuando las tropas del Infante de las que formaba parte se enfrenta-ron a las de Aacutelvaro de Luna La muerte del joven Daacutevalos impresiona a Mena por las heridas que sufrioacute en la cara ndashldquoheridas deshonestasrdquondash que le destrozaron el rostro y le arrebataron la belleza (ldquorobado donairerdquo) que al parecer teniacutea el joven camarero Cuenta tambieacuten el poeta cor-dobeacutes que el diacutea de la muerte de Daacutevalos habiacutea sido tambieacuten el diacutea de sus primeras armas pero no dice nada ni de su valentiacutea ni de su cobar-diacutea ni participa de la gloria que tienen los demaacutes heacuteroes Seguramente como escribioacute Peacuterez Priego95 la escasez de los elogios se debe a que al

92 Seguramente Juan de Merlo constituye el arquetipo de un noble caballero del siglo XV peninsular hizo armas en el ldquoPasso honrosordquo de Suero de Quintildeones herido en la frontera de Jaeacuten participoacute en las Justas de Valladolid de 1434 al antildeo siguiente justoacute en Arras (Francia) y maacutes tarde en Basilea Cervantes en el Quijote lo cita como caballero andante lusitano y por uacuteltimo Fernando de Pulgar lo distingue tambieacuten como uno de los Claros Varones de Castilla (Claros varones de Castilla p 166 y ss)

93 Mena escribe una diatriba contra los mallorquines al parecer inventores del artefac-to ldquoporque maldigo a vos mallorqueses vos que las fondas fallastes primerordquo (Laberin-to copla 209 p 767) Sobre el linaje de los Padilla ver entre otros RODRIacuteGUEZ-PICA-VEA MATILLA ldquoNobleza y sociedad en la Castilla Bajo Medieval el linaje Padilla en los siglos XIV-XVrdquo pp 121-153

94 Ibidem copla 198 p 75295 PEacuteREZ PRIEGO ldquoLa muerte de Lorenzo Daacutevalos (Laberinto de Fortuna cs 201-207)rdquo

pp 157-174



fin y al cabo Daacutevalos era un enemigo del rey proacuteximo a los infantes de Aragoacuten Asiacute que para mantener distancia con el personaje Mena hace hablar a su madre y lo hace con un lenguaje maacutes poeacutetico e intenso que el utilizado hasta entonces maacutes didaacutectico pero con el mismo discurso que pretendiacutea legitimar el poder del monarca y denunciar el enfrentamien-to civil la madre maldice a quien matoacute a su hijo maldice las guerras (ci-viles) que achaca a las discordias del reino maldice las mudanzas de la Fortuna que no se la lleva a ella y se lleva a su hijo Mena no podriacutea ha-ber encontrado mejor ejemplo para poner de manifiesto una vez maacutes las cuestiones que recorren todo el poema y figuran en el ldquoprograma de gobiernordquo que presentoacute al rey Juan II en Medina

Conclusiones

Juan de Mena escribe su famoso poema el Laberinto de Fortuna como un programa de gobierno con varios objetivos principales ensalzar la figura del rey Juan II ante sus contemporaacuteneos respaldar un discurso proacuteximo al poderiacuteo real absoluto recordarle al rey sus responsabilida-des pero sobre todo acabar con las ldquoguerras civilesrdquo que socavaban al monarca y al reino y atentaban contra los rectos derechos de todos Mena anticipaba lo que el famoso antropoacutelogo Pierre Clastres explicoacute muchos antildeos despueacutes que la guerra ldquoimpide el Estado (el moderno cla-ro) y que el Estado impide la guerrardquo96

Asiacute pues no es extrantildeo que el autor dedique a la guerra el maacutes ex-tenso de los ciacuterculos en que se divide el nuacutecleo central del Laberinto en concreto el quinto dedicado a Marte Habla en eacutel de la guerra que con-viene la Reconquista la ldquojusta guerrardquo (legal mejor) o la ldquosanta guerrardquo que traeraacute la paz a Castilla (ldquoel puerto tranquilordquo a donde debe dirigirse el reino y el verdadero anhelo del poeta cordobeacutes) y llenaraacuten de envi-dia a los reinos vecinos Reivindica la continuidad de esta larga guerra ahora detenida o casi detenida hasta que se produzca la conquista de Granada

Frente a esta guerra de Reconquista que provee de identidad propia a las gentes del reino estaacuten las guerras que no convienen las civiles que asolaban el reino y amenazaban su orden juriacutedico poliacutetico y moral ldquolas guerras que vimos de nuestra Castilla los muertos en ellardquo dice Mena

96 CLASTRES ldquoArqueologiacutea de la violenciardquo p 215



De esas guerras es culpable una parte de la nobleza (no toda) por causa de su codicia Frente a ella la justa nobleza de las que pone ejem-plos sobre todo aquellos que protagonizaron la historia maacutes proacutexima y sobre todo los contemporaacuteneos del poeta Enrique de Guzmaacuten conde Niebla Diego de Ribera Rodrigo de Perea Pedro de Narvaacuteez Juan de Merlo Lorenzo de Aacutevalos y Fernando de Padilla todos muertos por cul-pa de la cruel Fortuna muertos en las guerras que convienen y en las que no todos heacuteroes tanto como para que sus nombres aparezcan en la silla de montar del Rey todos monaacuterquicos menos Lorenzo de Aacutevalos cuya historia es la que mejor expresa lo que el poeta de Coacuterdoba queriacutea contar el rechazo a las discordias entre cristianos y la alabanza a gue-rrear contra los moros ldquola yra la yra volved en los morosrdquo Esa paz civil era necesaria para construir una imagen poderosa de la monarquiacutea de acuerdo con los tiempos modernos que ya casi estaban sucediendo

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Fecha de recepcioacuten 18-09-2017

Fecha de aceptacioacuten 18-01-2018

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Abstract

Juan de Mena dedicated to King Juan II in 1444 a long narrative poem with the title of Labyrinth of Fortune The poem is also a chronicle but above all it is a program of government which to try to overcome the civil clashes that were happening in Castile from the beginning of the fifteenth century In the poem the greatest role is the war What were its causes for the Cordovan poet Why he considered it the main instrument of politics or legitimacy There are some of the issues that we will discuss in these pages

Keywords

Juan de Mena Laberinto de Fortuna Juan II medieval war civil warsrdquo Recon-quest 15th century

Introduccioacuten

Cuenta Jacques Le Goff en una publicacioacuten reciente que los poetas y escritores del siglo XV sobre todo italianos aunque no soacutelo ellos te-niacutean la impresioacuten de que se moviacutean en una atmoacutesfera de cambio his-toacuterico poliacutetico y tambieacuten de vida1 que mejorariacutea la situacioacuten del hom-bre y supondriacutea un gran avance cientiacutefico-teacutecnico para la sociedad la creencia en el cambio le serviacutea al medievalista franceacutes para explicar que Europa occidental se encontraba en un periacuteodo de transicioacuten en el que a la vez que iba disolvieacutendose la identidad medieval emergiacutea otra la modernidad como en la cancioacuten de Bob Dylan los ldquotiempos es-taban cambiandordquo por lo menos asiacute lo creiacutean los intelectuales del siglo XV que manifestaban ademaacutes un fuerte rechazo por el pesado fardo del tiempo medieval2

En la Peniacutensula Ibeacuterica asistimos al mismo proceso de cambio con todas las matizaciones que se quiera aquiacute como al otro lado de los Pi-rineos la temporalidad moderna se hizo progresivamente visible en todos los aacutembitos pero sobre todo en aspectos relacionados con la mo-nopolizacioacuten del poder por parte de los reyes como no se habiacutea dado antes esto uacuteltimo se evidencia en la documentacioacuten con la aparicioacuten de expresiones propias del absolutismo monaacuterquico de las que es un

1 Para este autor el periodo de transicioacuten (un concepto de difiacutecil precisioacuten) hacia el es-tado moderno durariacutea hasta el siglo XVIII en concreto 1751 antildeo en que se publica la Enciclopedia el manifiesto fundacional del Estado Moderno (LE GOFF iquestRealmente es necesario cortar la historia en rebanadas pp 22 y 95)

2 PARDO Esto no es muacutesica p 9 y ss






































































































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juan de mena y las guerras del laberinto · 6 de dios, “sobre la génesis y los caracteres del...

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