joyce meyer - cómo oir a dios

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 PREND ONO ER SU V O Z  TOM R L S DE ISIONES  ORRE T S

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  • APRENDA A CONOCER

    SU VOZ Y TOMAR

    LAS DECISIONES CORRECTAS

  • "ORA DIOS ES VITAL PARA DISFRUTAREL PLAN ETERNO DE NUESTRAS VIDAS."

    O r a Dios es nuestra decisin: nadie puede hacerlo por nosotros. Diosno nos fuerza a elegir su voluntad, pero l hace todo lo posible paraalentarnos a decir s a sus caminos. Dios encuentra formas paraalcanzarnos a diario y nos ofrece ser el gua en todas las cosas granaesy pequeas-todos los das de nuestras vidas. La pregunta es, estsoyndolo a l?

    En este libro Joyce Meyer te ensear cmo abrir tu corazn y desarrollarla sensibilidad a diversas y sorpresivas maneras en que Dios contesta a tuspreguntas. Utilizando la Palabra y sus propias experiencias, Joyce te ayudar a:

    Or a Dios hablndote a travs de tus pensamientos y emociones, laspalabras de otras personas, sus sueos y mucho ms.

    Protegerte de personas negativas, chismes, la televisin y hasta lascosas religiosas que te distraen.

    Entender por qu debes seguir los consejos de Dios para recibir lasbendiciones que l quiere darte.

    Saber que con simplemente pedirle a Dios que santifique tu corazny tus odos, se te har ms fcil or lo que l quiere decirte.

    La autora te ayudar a descubrir paso a paso cmo poner tu confianza enDios. Finalmente, la decisin es sencilla: Si oyes, podrs escuchar.

    Joyce Meyer ha estado enseando la Palabra desde 1976 y en elministerio desde 1980. Su programa "Disfrutando la vida diaria" se transmitepor radio y televisin a travs del mundo. Adems, viaja internacionalmentecompartiendo la Palabra. Es la autora de ms de 70 libros, entre ellos:Controlando Sl/S emociones, La batalla es del Seor, Conozca a Dios ntimamente yEl desarrollo de un lder. Ella y su esposo, Dave, tienen cuatro hijos adultos yresiden en Sto Louis, Missouri.

    e A S ACREACIONA STRANG COMPANYwww.casacreacion .corn

    Vida cristianalVida prctica!Crecimiento personal~ ISBN: 1-59185-425-3

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  • ~~~OIRA

    JOYCEMEYER

  • ~~~OIRA

    JyeEMEYER

    -CREACiOA STRANG COMPANY

  • Cmo ora Diospor Joyce MeyerPublicado por Casa Creacin

    Una compaa de Strang Communications600 Rinehart Road

    Lake Mary, Florida 32746www.casacreacion.com

    No se autoriza la reproduccin de este libro ni de partesdel mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado

    en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningnmedio -electrnico, mecnico, fotocopia, grabacin u otro-

    sin permiso previo escrito de la casa editora,con excepcin de lo previsto por las leyesde

    derechos de autor en los Estados Unidos de Amrica.

    A menos que se indique lo contrario, todoslos textos bblicos han sido tomados de la versin Rena-VaIera, de

    la Santa Biblia, revisin 1960. Usado con permiso.Tambin se han usado las siguientes versiones:

    La Biblia de las Amricas (LBLA), 1986,por The Lockman Foundation;

    y Nueva ~rsin Internacional (NVI) 1999por la Sociedad Bblica Internacional.

    Usadas con permiso.

    Copyright 2004 por Joyce MeyerTodos los derechos reservados

    Este libro fue publicado originalmente en inglscon el ttulo: How to hearfrom God; Copyright 2003 por

    Warner Faith, una divisin de AL Time Warner Book Group.

    Traducido por Carolina Laura GraciosiEditado por Mara del C. Fabbr Rojas

    Disefio interior por: Lillian L. McAnally

    Library of Congress Control Number: 2004103201ISBN: 1-59185-425-3

    Impreso en los Estados Unidos de Amrica06 07 08 09 BP 12 11 10 9 8 7

    ContenidoIntroduccin Vll

    Primera parte: Aprende a escuchar1 Dios nos habla todos los das . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Cmo crear una atmsfera

    donde or a Dios 193 Dios habla por medio de

    la revelacin sobrenatural 374 Dios habla por medio de

    las cosas naturales 575 Dios habla por medio de la paz interior 756 Dios habla por medio de la conviccin 917 Cmo desarrollar un "odo entrenado" 105

    Segunda parte: Aprende a obedecer8 La obediencia mantiene

    sensible nuestra conciencia 1239 Podemos conocer slo en parte. . . . . . . . . . . . . . 143

    10 Dios abre y cierra las puertasde la oportunidad 161

    11 Obstculos para or a Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . 17312 Mantn tu receptor libre de interferencias 19913 Santifica tus odos para el Seor 22114 Disfruta de una vida guiada por el Espritu 239Notas 258Acerca de la autora 260

    v

    AdministradorEX LIBRIS ELTROPICAL

  • Introduccn

    ~render a or la voz de Dios y a ser dirigidos por suEspritu Santo es realmente apasionante. Dios quierehablarnos del plan que tiene para nuestras vidas. El suyo esun buen plan, pero corremos el peligro de pasarlo por alto sino aprendemos a escuchar y obedecer la voz de Dios.

    Hablamos a nuestros hijos todo el tiempo, por qu elPadre Celestial no habra de hablarles a sus hijos? Nosotrosno esperaramos que nuestros hijos sepan lo que queremosque hagan si antes no lo hablamos con ellos, por qu Diosno habra de sentir lo mismo?

    Dios quiere hablarnos acerca de ese buen plan que tienepara nuestras vidas. l envi al Espritu Santo para quehabite en nosotros y sea nuestro Consejero y Ayudador en lavida y tambin en otros aspectos. Juan 14:26 dice que l nosensear todas las cosas y nos traer a memoria las que Diosnos ha enseado. El Espritu Santo es el Espritu de Verdad;por lo tanto, nos guiar a la verdad, no al error.

    Dios nos habla de muchas maneras; stas incluyen lassiguientes -pero sin limitarse a ellas: su Palabra, la naturaleza,las personas, las circunstancias, la paz, la sabidura, la inter-vencin sobrenatural, sueos y visiones, y lo que llamamos el

    Vl1

  • CMO OR A DIOS

    testigo interior. A este ltimo se lo describe como una "intui-cin" en lo profundo de nuestro ser. Dios tambin nos hablacon lo que la Biblia llama un silbo suave y apacible, que creoque se refiere a este testigo interno.

    Dios tambin nos habla por medio de nuestra conciencia,de nuestros deseos, y de una voz audible. Algunos consideranraro, y otros imposible, or la voz de Dios. En mi vida heodo la voz audible de Dios en tres o cuatro oportunidades,dos de las cuales ocurrieron a la noche, cuando fui desper-tada por su voz que deca mi nombre. Todo lo que o fue:"[oyce", pero supe que era Dios que me estaba llamando. Nome dijo qu quera, pero intuitivamente supe que tena quever con un llamado de mi vida al ministerio, aunque noobtuve claridad al respecto sino varios aos despus.

    Tambin o la voz audible de Dios el da en que fui llenadel Espritu Santo, en febrero de 1976. Esa maana le grit aDios que mi vida era un desastre, le dije que estaba faltandoalgo en mi relacin con l, y que senta que haba llegado alfinal de la cuerda, por as decirlo.

    Su voz pareci llenar el interior del coche, y simplementedijo: "Joyce, te he estado enseando paciencia". Puesto quesa era la primera vez que oa algo de semejante magnitud, mecaus tanto emocin como conmocin. Intuitivamente supelo que me quera decir, pues unos meses antes de esemomento le haba pedido a Dios que me enseara paciencia,sin darme cuenta de que la leccin incluira un largo perododurante el cual sentira que mi vida estaba en suspenso. Lafrustracin que ese sentimiento me produjo alcanz su puntolmite esa maana de febrero, cuando clam a Dios con deses-peracin, pidindole que hiciera algo y que me diera lo queme estaba faltando, sea lo que fuere. Cuando o la voz deDios, repentinamente me sent llena de fe en que l haraalgo maravilloso en mi vida y, aunque no saba qu sera, vivel da con expectativa y accin de gracias. Esa noche en miauto, mientras regresabadel trabajo a casa, el Espritu de Diosme toc de una forma especialy me llen con su presencia.

    Vl11

    Introduccn

    Ese suceso fue el comienzo de una nueva dimensin en mirelacin con Dios. Y creo, sin temor a equivocarme, queantes de entrar a un nuevo nivel de relacin con Dios, l noshabla de alguna manera. Pdele a Dios que abra tus odos ylos santifique para hacerlos sensibles a su voz. l quierehablarte, desarrollar una relacin ms ntima contigo. Comocreyente nacido de nuevo en Jess, tienes el privilegio y elderecho de gozar de la comunin diaria con Dios el Padre,con Jesucristo su Hijo, y con el Espritu Santo. '

    Debemos pedirle a Dios que circuncide nuestros odospara no distraernos con los deseos carnales, que nos impidenor su voz suave y apacible. Necesitamos aprender a escuchar,porque es imposible or sin escuchar. No podemos or a Diosmuy bien cuando nuestras vidas estn excesivamente ocu-padas y saturadas de ruido; para poder orlo, entonces,necesitamos aprender a disfrutar de la soledad, y asegurarnosde hacerlo con regularidad. Este libro te ayudar a aprender acrear esa atmsfera propicia para or a Dios en tu vida.

    La Biblia nos dice que los pasos del hombre son ordenadospor el Seor (ver Sal 37:23), y que podemos confiar en quel no dejar que perdamos el rumbo. En este libro quierocompartir las distintas formas de vencer algunos de los obst-culos para or a Dios y de desarrollar una conciencia sensibley en sintona con la voz de Dios.

    Este libro te ayudar a gozar del placer de vivir una vidaguiada por el Espritu y te mostrar cmo or a Dios y nopermitir que Satans, el engaador, te desve del camino.

    IX

  • PRIMERA PARTE

    Aprende aescuchar

    "Mirad, pues, como ois; porque a todo el que tiene, sele dar; y a todo el que no tiene, aun lo quepiensa

    tener se le quitar".- JESS, EN LUCAS 8:18

  • 1Dos nos habla todos los das

    El mundo hace que nos resulte relativamente fcillle-narnos los odos con toda clasede cosas que ahogan la voz deDios y lo alejan a l, relegndolo ms y ms a un lugarsecundario en nuestras vidas. Sin embargo, a cada persona lellegar un da en que lo nico que le quede ser Dios. Todaslas otras cosas de la vida finalmente pasarn; pero cuandoesto suceda, Dios seguir estando all.

    LaPalabra de Dios ensea que lo que se conoce de Dios esevidente para todos porque l se dio a conocer en la con-ciencia interna de cada ser humano (ver Ro 1:19-21). Algnda, cada uno de nosotros comparecer delante de l para darcuenta de su vida (ver Ro 14:12). Cuando rehusamos servir aDios con nuestra vida, queriendo seguir nuestro propiocamino, encontramos formas de tapar e ignorar ese instintivoconocimiento interno del Creador, que quiere hablarnos yguiarnos por el camino que debemos seguir.

    Nada podr satisfacer nuestro anhelo de Dios, sino lacomunin y el compaerismo con l. El profeta Isaasexpres tan bien nuestra hambre de Dios cuando escribi:"En la noche (oh, Seor) te desea mi alma, en verdad miespritu dentro de m te busca con diligencia" (Is 26:9

    1

  • Dios tiene paranuestras vidasun plan que

    nos guiar a unlugar apacible.

    CMO OR A DIOS

    LBLA). El apstol Juan escribi: "Y el mundo pasa, y susdeseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para

    siempre" (l Jn 2:17).Or a Dios es vital para poder disfrutar de su plan eterno

    para nuestras vidas. Pero escucharlo es nuestra decisin;

    nadie ms puede hacerlo por nosotros. l no nos forzar aelegir su voluntad, pero har todo lo posible para estimu-larnos a aceptar sus caminos.

    Dios quiere participar hasta de los mnimos detalles denuestra vida. Su Palabra dice que debemos reconocerlo en

    todos nuestros caminos, y l enderezar nuestras sendas (ver Pr3:6). Reconocer a Dios significa interesarnos en lo que lpiensa y pedirle su opinin. El versculo 7 de Proverbios 3,

    dice: "No seas sabio en tu propia opinin". En otras palabras:

    ni siquiera se te ocurra pensar que puedes tomar las riendas

    de tu propia vida y gobernarla bien sin la ayuda y la direc-

    cin de Dios. A la mayora nos toma demasiado tiempo

    aprender esta importante leccin.Aunque amaba sinceramente a Jess, asist a la iglesia

    durante aos sin saber que Dios le habla a la gente. Yo obser-

    vaba todas las reglas y fiestas religiosas, e iba a la iglesia todos

    los domingos. Cumpla sinceramente todo lo que por

    entonces saba que deba hacer; pero no bastaba para satis-facer mi anhelo de Dios.

    Aunque hubiera dedicado cada momento a la iglesia o a la

    Biblia, no habra logrado apagar esa sed de una profundacomunin con el Seor. Necesitaba hablarle de mi pasado y

    orlo hablarme de mi futuro; pero nadie me ense que Dios

    quera hablar directamente conmigo. Tampoco nadie tena

    respuesta para el sentimiento de insatisfaccin que meembargaba.

    Al leer la Palabra, aprend que Dios s desea hablarnos, y

    que tiene para nuestras vidas un plan que nos dirigir hacia

    un lugar de paz y contentamiento. Es la voluntad de Dios

    que alcancemos el conocimiento de ese plan por medio de sudivina gua. Esto que vaya decir podr sonarte algo extremo,

    2

    Dios nos habla todos los das

    pero creo.que todava hay muchos que se preguntan si real-

    mente DIOS le habla a la gente. Y, si lo hace, entonces sepreguntan:

    Realmente est interesado Dios en dirigir nuestrasvidas cada da?

    De verdad l quiere participar de los ms pequeosdetalles de nuestra vida?

    O solamente deberamos acudir a Dios y esperar orloen esas situaciones tan difciles que no podemosresolver por nosotros mismos?

    La Biblia ensea que Dios tiene un plan maravilloso para

    todo aquel que pone su fe en Jesucristo como el Seor de su

    v~da. Ese plan es completo y detallado, y conducir a unaVIda abundante a todos los que sigan al Seor.

    Per~ e~toyconvencida de que slo unos pocos alcanzan elcumplimienm del plan perfecto de Dios para sus vidas, sim-

    plemente porque la mayora de la gente no sabe cmo or las

    ind~cacio~es de I?ios para poder seguirlas. En lugar de eso,deciden (InCOnSCIentemente o no) seguir su propio camino.Seran mucho~ m.s los que podran caminar en la perfectavol~ntad de.DIOS SI tan slo aprendieran cmo orlo y seguirsus rnstrucciones.

    Nunca dudes en presentar aDios las cosas que consideraspequeas o insignificantes; endefinitiva, todo es pequeo paraDios. A veces actuamos como sipensramos que abusaramos del si le pidiramos demasiadaayuda. Recuerdo a una mujer .......~~-~-----_........Jque vino a solicitar oracin, yme p~egunt si estara bien pedirle a Dios dos cosas; asegurque SI no, pedira una sola.

    Es vital saber lo que la Palabra de Dios dice acerca del

    3

  • l es nuestroGua y Maestro

    de la verdad,nuestro

    Consejeroy Ayudador.

    CMO OR A DIOS

    papel que l tiene en nuestras vidas, porque confirma que sudivino plan est ntimamente ligado con todo lo que nosconcierne.

    "Porque yo s los pensamientos que tengoacerca de vosotros, dice Jehov, pensamientos depaz y no de mal, para daros el fin que esperis.Entonces me invocaris, y vendris y oraris a m,y yo os oir; y me buscarisy me hallaris, porqueme buscaris de todo vuestro corazn. Y serhallado por vosotros, dice Jehov, y har volvervuestra cautividad, y os reunir de todas lasnaciones y de todos los lugares adonde os arroj.dice Jehov; y os har volver al lugar de donde oshice llevar" (jer 29:11-14).

    Espera que l te hableJess dijo a sus discpulos: ''An tengo muchas cosas quedeciros. pero ahora no las podis soportar. Pero cuando l. elEspritu de verdad venga, os guiar a toda la verdad. porqueno hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo loque oiga. y os har saber lo que habr de venir" (jn 16:12-13. LBLA). Tambin les dijo que el Espritu Santo nosenseara todas las cosas y que nos recordara todo lo queDios dijo en su Palabra (verJn 14:26).

    Cuando Jess habl estas palabras. se estaba dirigiendo ahombres con quienes haba compartido esos ltimos tresaos; haban estado con l da y noche. y aun as les dijo quetena ms cosas que ensearles. Bien podramos pensar que siJess en persona hubiera estado con nosotros durante tresaos, da y noche. habramos aprendido todo lo que habaque saber. Creo que si yo compartiera un mes completo conla misma gente. podra decirles todo lo que s. Sin embargo.Jess dijo que esperemos ms. porque l siempre tiene algo

    4

    Dos nos habla todos los das

    que decirnos sobre las nuevas situaciones que nos tocaenfrentar.

    Jess siempre saba lo que era correcto hacer, puesto queslo haca lo que vea hacer a su Padre. Como nuestro Seor,podemos confiar que l nos gua cada da por el caminocorrecto. l es el Hijo Unignito de Dios, pero nosotros tam-bin somos hijos e hijas adoptados por Dios, y debemosimitarlo en todo lo que hacemos. l se hizo carne y experi-ment todo lo que a nosotros nos toca vivir, por eso entiendenuestras necesidades. Fue bautizado en el Espritu Santo, ascomo nosotros necesitamos recibir ese bautismo (ver Jn1:32-33). Y era guiado por el Espritu, de la misma maneraen que nosotros podemos ser guiados por l, porqueascendi a los cielos y envi al Espritu Santo para que nosdirija y nos encamine.

    En Juan 16:13, Jess con-tina explicando la obra delEspritu en nuestras vidas,diciendo: "...porque no hablarpor su propia cuenta, sino quehablar todo lo que oiga, y oshar saber lo que habr devenir" (LBLA).

    El libro de Juan ofrece unestudio extensivo de la promesa L..--_~ ~.......Jque Dios hizo de guiarnos ntimamente. En el captulo 6,Jess dijo: "Escrito est en los profetas: 'Y todos sern ense-ados por Dios.' Todo el que ha odo y aprendido del Padre,viene a m" (v. 45, LBLA).

    Como Dios saba que necesitaramos ayuda para entendersu plan para nosotros, envi al Espritu Santo para que habi-tara en el interior de cada cristiano. l es nuestro Gua,nuestro Maestro de la verdad. nuestro Consejero yAyudador. Tambin es nuestro Consolador. o parakletos (par-ak'-lay-tos), trmino que, segn el Vine DiccionarioExpositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento

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  • CMO OR A DIOS

    Exhaustiuo'Z, es alguien "llamado a nuestro lado". 1 El tr-mino "era utilizado en las cortes de justicia para denotar a unasesor legal, un defensor, un abogado ... que defiende lacausa de otro, un intercesor". 2 El Espritu Santo nos pro-mete que nunca nos dejar ni nos abandonar. Podremosvivir una vida abundante, si aprendemos a escuchar su voz.Jess dijo que era mejor que l se fuera, porque si no se iba,el Consolador (el Espritu Santo) no vendra a nosotros (verJn 16:7). Jesucristo estaba limitado a un cuerpo como noso-tros, por eso slo poda estar en un lugar a la vez. Pero elEspritu Santo puede estar en todos y cada uno de nosotrostodo el tiempo, dondequiera que vayamos, para dirigirnos yguiarnos en forma personal. En Juan 14:15-20 Jess explica:

    "Si me amis, guardaris mis mandamientos. Yyo rogar al Padre, y l os dar otro Consoladorpara que est con vosotros para siempre; es decir, elEspritu de verdad, a quien el mundo no puederecibir, porque no le ve ni le conoce, pero vosotross le conocis porque mora con vosotros y estaren vosotros. No os dejar hurfanos, vendr avosotros. Un poco ms de tiempo y el mundo nome ver ms, pero vosotros me veris; porque yovivo, vosotros tambin viviris. En ese da conoce-ris que yo estoy en mi Padre, y vosotros en m, yyo en vosotros" Un 14:15-20, LBLA).

    Jess dijo que l mismo vendra a nosotros y que nos dar-amos cuenta de que est en nosotros.

    .

    Espera orlePor medio de Cristo, y el poder de su Espritu Santo, Diosquiere hablarte cada da, desarrollando una relacin personalcontigo; quiere guiarte paso a paso hacia las cosas buenas quetiene preparadaspara ti. Dios est interesadoan en los detalles

    6

    Dios nos habla todos los das

    nfimos de tu vida; y hasta tiene contados los cabellos de tucabeza (ver Mt 10:30). Le importan los deseos de tu corazny quiere revelarte la verdad que te har libre de toda preocu-pacin o temor.

    Dios plane tener comunin ntima contigo antes de quenacieras. El salmista dijo de Dios: "Tus ojos vieron miembrin, y en tu libro se escribieron todos los das que mefueron dados, cuando no exista ni uno solo de ellos" (Sal139:16, LBLA, nfasis de la autora).

    En el libro de los Hechos, el apstol Pablo dijo de Dios:"De un solo hombre hizo todas las naciones para que habi-taran toda la tierra; y determin los perodos desu historia y lasfronteras de sus territorios. Esto lo hizo Dios para que todos lobusquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, lno est lejos de ninguno de nosotros" (Hch 17: 26-27, NVI,nfasis de la autora).

    Si, antes de que nazcamos,Dios conoce todos y cada uno delos das de nuestra vida, y sabe dnde vamos a vivir, no eslgico que sea importante aprender a orlo? Or la voz de Diosno s~lo es apasionante, sino que adems nos mantiene en elcammo correcto.

    En Mateo 7:13-14, Jess habl de un camino angosto quelleva a la vida y otro espacioso que lleva a la destruccin, ynos dijo que permaneciramos en el angosto. Si logramosdiscernir la voz de Dios, podremos advertir si nos estamosdesviando hacia el camino equivocado, y enmendarlo antesde cosechar los resultados de una mala decisin.

    Or la voz de Dios a travs del da ha llegado a ser mimodo natural de vivir desde que recib la llenura del Esprituque Jess nos prometi. El Padre dar a todo el que se lo pidael don de Su Espritu Santo (ver Le 11:13), quien nos ayu-dar a entender la Biblia para poder aplicar su sabidura anuestra vida (ver Jn 14:26). Quiero enfatizar una vez msque cada uno de nosotros puedeor a Dios y ser guiado dia-riamente por su Espritu.

    Parece increble que Dios pueda tener un plan para cada

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  • Necesitamosque el EsprituSanto nos gue

    cada da denuestra vida en

    esta tierra.

    CMO OR A DIOS

    persona de la tierra, pero tambin produce gran paz sabeique l puede tomar nuestro caos y convertirlo en algovalioso y significativo. Y nos revelar ese plan a travs de unacomunin ntima con l.

    Si deseas llegar a conocer a Dios a profundidad, te reco-miendo que leas mi libro titulado Conozca a Diosntimamente, en el que comparto de modo ms detalladocmo puedes acercarte a Dios tanto como quieras.

    Dios nos ofrece una comunin perpetuaUn da, el Salmo 48:14 alegr mi corazn, porque dice queDios nos guiar aun ms all de la muerte! Qu maravillosoes saber que tenemos un gua que nos lleva desde una esta-cin de esta vida hacia la prxima! Cuando mi esposo Dave yyo viajamos, solemos contratar un gua para que nos muestrelos lugares ms importantes y mejores, para visitarlos.

    En una ocasin decidimos explorar por nuestra propiacuenta, as podramos hacer lo que quisiramos y cuando lodeseramos. Sin embargo, muy pronto vimos que nuestrasexcursiones independientes eran un rotundo fracaso. Confrecuencia pasbamos gran parte del da perdidos, y desper-dicibamos mucho tiempo tratando de hallar el camino deregreso. As que concluimos que aprovecharamos muchomejor nuestro tiempo siguiendo a un gua, que deambu-lando sin rumbo e intentando encontrar esos sitios pornuestros propios medios.

    Creo que este ejemplo se aplica al modo en que actuamosen la vida. Deseamos tomar nuestro propio rumbo parapoder hacer lo que queremos y cuando queremos, pero, enrealidad, terminamos prdindonos y malgastando nuestravida. Necesitamos que el Espritu Santo nos gue cada da denuestro tiempo en esta tierra. Dios se comprometi aguiarnos hasta que dejemos esta vida, as que parece impor-tante aprender a or lo que l nos dice.

    8

    Dos nos habla todos los das

    Uno de los mayores beneficios de escuchar a Dios es quel nos ayuda a prepararnos para el futuro. El Espritu Santonos da el mensaje que el Padre le ha dado para nosotros. Nosanuncia y declara las cosas que ocurrirn en el futuro (verJn16:13 otra vez).

    En la Biblia hay muchosejemplos en los que Dios dio ala gente informacin sobre elfuturo. Le dijo a No que sepreparara para el diluvio quedestruira a todos los habitantesde la tierra (ver Gn 6:13-17). Ledijo a Moiss que se presentaradelante del Faran para pedir '----- -.Jque los israelitas fueran libe-rados, pero tambin le dijo que elFaran no los dejara partir(ver x 7). Obviamente, l no nos habla de todo lo que ocu-rrir en el futuro, pero la Biblia dice que nos hablar de lascosasque habrn de venir.

    Hay momentos en que puedo sentir en mi espritu quealgo bueno o, a veces, algn desafo, est por suceder. Porsupuesto, cuando percibo que est por sobrevenir unaprueba espero estar equivocada y que slo sea fruto de miimaginacin. Pero si estoy en lo cierto, ese conocimientoanticipado obra como un amortiguador en mi vida. Si unautomvil con buenos amortiguadores cae en un pozo delcamino, stos absorbern el impacto del golpe, para quenadie se lastime. Lo mismo ocurre cuando Dios nos anticipainformacin.

    Recuerdo muchas oportunidades en que Dios me informde hechos que iban a suceder. En una ocasin, sent muy cla-ramente en mi corazn que uno de mis hijos estaba luchandocon algo muy fuerte. Cuando le pregunt al respecto, mi hijome dijo que todo estaba bien, pero yo saba por el Esprituque no lo estaba. Das despus recib noticias muy dolorosasy desalentadoras, pero creo que habra sido mucho ms

    9

  • CMO OR A DIOS

    difcil si Dios no me hubiera alertado a tiempo.En 1 Corintios 2:5 se nos ensea que no debemos poner

    nuestra confianza en la sabidura de los hombres (filosofahumana), sino en el poder de Dios. El versculo 11 dice quenadie discierne los pensamientos de Dios sino el Espritu deDios; y, puesto que el Espritu conoce los designios secretosde Dios, es fundamental que sepamos cmo or lo que quieredecirnos. l nos ayudar a conocer, a comprender y a apre-ciar los dones divinos y las bendiciones que Dios nos haconcedido. La sabidura humana no nos ensea esta verdad,sino que viene del Espritu Santo, quien nos da la mente deCristo (ver vv. 12-13).

    El Espritu Santo conoce tanto la mente de Dios como elplan individual que l tiene para ti. El mapa de rutas quetiene para ti no es necesariamente igual al de los dems. Poreso, de nada sirve tratar de imitar la vida de otro o lo que l oella han escuchado de Dios, porque l tiene un plan originaly nico para ti. El Espritu Santo lo conoce y te lo revelar.

    Su Espritu nos guiar, y DiosDios nos mismo ser nuestro Pastor (ver

    . d. . Ez 34:1-16). Primera de JuanIn ~car qu. 2:27 explica que, como creyentes

    camIno.segun, en Jesucristo, recibimos del Seorpero nosotros una uncin que permanece en

    nosotros para ensearnos todastenemos que las cosas, as que no necesitamos

    caminar. que nadie ms lo haga.Con esto no quiero decir que

    no debamos reunirnos y estudiarjuntos la Palabra de Dios. En un captulo posterior examina-remos con ms detalle c6mo podemos darnos cuenta de queDios nos est hablando a travs de otra persona, pero ahoraes importante saber que nosotros mismos podemos conocerlo que Dios nos est diciendo personalmente, y que podemosser guiados por su Espritu Santo sin necesidad de recurrircontinuamente a otros.

    10

    Dos nos habla todos los d{as

    Fui creyente durante varios aos antes de aprender queDios quera hablar conmigo todos los das, directamente y enforma personal, para que yo pudiera caminar en la plenitudde su plan para mi vida. En aquellos tempranos das de fe, nosaba que poda or la voz de Dios sin ser engaada. Peroahora conozco la voz de mi Padre, y no seguir la de unextrao (verJn 10:4-5).

    La Biblia est llena de grandes promesas para nuestroandar personal con Dios. Dice: "Por Jehov son ordenadoslos pasos del hombre, y l aprueba su camino. Cuando elhombre cayere, no quedar postrado, porque Jehov sostienesu mano" (Sal 37:23-24). Dios nos indicar cul caminoseguir, pero nosotros deberemos caminarlo. Nuestro andarcon Dios se produce dando un paso de obediencia a la vez.Algunas personas quieren ver el plano completo de sus vidasantes de tomar una decisin; esa no es la forma en que Dioshabitualmente obra, sino que nos gua a dar un paso por vez.

    Por fe, damos el paso que Dios nos ha mostrado, y luegonos dirige al siguiente. En ocasiones podramos caer, y debe-ramos volver a levantarnos; podramos tropezar, pero lsiempre nos ayudar. Por su gracia y su fuerza seguimos ade-lante, sabiendo que Dios nos guiar cada vez que nosencontremos ante una encrucijada del camino.

    No pierdas la oportunidadRecientemente, Dios me dijo que nuestra falta de disposicina orlo en un rea, puede incapacitamos para orlo en otras. Aveces decidimos hacer odos sordos a lo que sabemos que elSeor nos est diciendo claramente, y atendemos s610 lo quequeremos or. Esto se denomina "escucha selectiva". Despusde un tiempo, la gente cree que ya no puede or la voz deDios, pero lo que realmente ocurre es que quedan pendientesmuchas cosas que l quiere que hagan, y ellos an nohicieron. He aprendido que, cuanto ms pronto cumplo lo

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  • CMO OR A DIOS

    que el Seor me pide que haga, ms rpidamente me revelael prximo paso que debo dar.

    En cierta ocasin, una mujer me comparti que le habapedido a Dios que le dijera qu quera que ella hiciera. Dioshabl claramente a su corazn, dicindole que quera queperdonara a su hermana por una ofensa ocurrida entre ambasmeses atrs. Como no estaba dispuesta a hacerlo, abandonsu tiempo de devocin. Pero cuando buscaba al Seor porcualquier otra cosa, l siempre responda: "Primero perdonaa tu hermana".

    Durante un periodo de dos aos, cada vez que peda la guade Dios acerca de un nuevo asunto, l le recordaba muy dul-cemente: "Quiero que perdones a tu hermana". Finalmente,tuvo que reconocer que nunca crecera espiritualmente amenos que volviera a la ltima cosa que Dios le haba dicho,y la hiciera.

    Entonces, se arrodill y or, diciendo: "Seor, dame elpoder para perdonar a mi hermana". Al instante pudo ver,desde el punto de vista de su hermana, muchas cosas que nohaba considerado antes, y al poco tiempo su relacin se sany se hizo ms fuerte de lo que haba sido anteriormente.

    Si de verdad queremos or a Dios, no podemos acercarnosa l con una actitud de escucha selectiva, esperando limitarla conversacin a los temas que nos interesan. La gente suelededicar tiempo para escuchar a Dios cuando tiene cuestionesque a ellos les importa resolver. Si, por ejemplo, tienen unproblema en el trabajo, o si necesitan sabidura para alcanzarmayor prosperidad o para tratar con un nio, son todo odospara escuchar lo que Dios tiene para decirles.

    No acudas a Dios slo para hablarle cuando quieras onecesites algo; tambin' toma tiempo para estar con l yescucharlo. l te descubrir cosas escondidas si quieres per-manecer en su presencia, simplemente escuchndolo.

    Para muchos, escuchar es una capacidad que debe serdesarrollada mediante la prctica. Siempre he sido conversa-dora; nunca tuve que esforzarme para hacerlo. Pero s deb

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    Dios nos habla todos los das

    esmerarme para aprender a escuchar. El Seor dice: "Estadquietos, y conoced que yo soy Dios" (Sal 46: 10). Nuestracarne est llena de energa y, por lo general, quiere estaractiva, haciendo algo, as que para algunos de nosotros puederesultar dificil quedarnos quietos.

    Como dije antes, hablar siempre fue fcil para m. Un dale dije a mi marido que necesitbamos hablar ms, porqueme pareca que l nunca quera sentarse a conversar con-migo. Me respondi: "[oyce, nosotros no conversamos; thablas y yo escucho". Tena razn, y yo deba cambiar sianhelaba que l deseara mi compaa. Tambin descubr queestaba haciendo lo mismo con Dios; hablaba y esperaba quel escuchara. Me quejaba porque nunca oa su voz, pero laverdad es que yo nunca prestaba atencin a lo que l tenapara decirme.

    Cuando le pides algo a Dios, dedica un tiempo a escuchar.Aunque no te responda de inmediato, l lo har a su debidotiempo. Tal vez ests realizando una tarea rutinaria cuandoDios decide hablarte, pero si lo has honrado escuchndolocomo parte de tu comunin diaria, l te hablar en elmomento justo.

    En los prximos captulos me gustara compartir variasmaneras que Dios elige para hablarnos y guiarnos. Contaralgunas verdades importantes que aprend para mantener mi"receptor" libre de todo engao. Primero, y sobre todo, Diosnos habla por medio de su Palabra escrita, y toda otra formade comunicacin que l use siempre estar de acuerdo con laBiblia. Adems, voy a detallar distintas maneras en las quepodemos crear una atmsfera para escucharlo, y as aumentarla expectativa de or su voz.

    Una vez que comenzamos a orlo y a escucharlo, esimportante obedecer lo que l nos diga, sea lo que fuere. Laobediencia estrecha nuestra relacin con l. Podramos decirque la prctica la perfecciona. En otras palabras, nuestra con-fianza aumentar a medida que ganemos experiencia. Serequiere mucha prctica para llegar a la completa sumisin al

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  • Jess dijo:"S "

    gueme .l no dijo:(~delntate

    . .. "que yo te sigo .

    CMO OR A DIOS

    seoro de Dios. Aun sabiendo que sus caminos son per-fectos y que, si nos sometemos a su plan, todo saldr siemprebien, podemos simular ignorancia cuando nos pide algo quenos suena como un sacrificio. Pero no hay error en loscaminos de Dios.

    A! enfrentarnos con la verdad divina, debemos dejar quenos haga libres para disfrutar todo lo bueno que l tiene paradarnos. Te aseguro que si ries con Dios cada vez que te pideque hagas algo, sers muy desdichado.

    Jess dijo: "Sgueme''. No dijo: "Ve adelante, que yo tesigo". He aprendido que es mejor hacer lo que Dios nos dice,rpidamente y de la manera que l quiere, porque si dese-amos disfrutar de sus planes perfectos para nuestra vida, a lalarga vamos a tener que seguirlo.

    Hace poco le dije a uno demis hijos: "Nunca vaya decirtealgo que no crea que es para tubeneficio". Mientras pensaba enello, me di cuenta que Diosacta de la misma forma connosotros. Nunca nos dir a ti o am algo que no sea para nuestroL..-_~~_~~~_---I beneficio. A medida que escu-driaba las Escrituras, encontr varias referencias que, dedistintas maneras, decan: "Haz todo lo que te mando, paratu bien".

    Tal vez t eres como yo fui, y desperdiciaste muchos aosandando en tus propios caminos sin buscar la gua de Dios.La buena noticia es que no es demasiado tarde para volvertey comenzar a caminar en una nueva direccin: rumbo al plany al propsito de Dios para tu vida. Tampoco es demasiadotarde para aprender a or a Dios. Ests interesado en hacerlo,pues si no, no estuvieses leyendo este libro. Si ests sincera-mente dispuesto a obedecer a Dios, l te guiar en un viajeapasionante en el que aprenders a orlo cada da de tu vida.

    Como dije anteriormente, Dios tiene un plan para nuestras

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    Dos nos habla todos los das

    vidas; y debemos seguirlo a l para que ese plan se ponga demanifiesto. Un ejercicio excelente para adiestrar nuestrosodos es preguntarle a Dios si quiere que des una palabra denimo o de bendicin a alguien que la necesita; luego perma-nece quieto y escucha. Te sorprender la rapidez con queresponde, y llenar tu corazn con pensamientos y metaspiadosos. Traer a tu mente nombres de personas que sernbendecidas por la atencin que les dediques, y tal vez te digaque hagas cosas especificas para animarles. l tiene para darteideas que ni siquiera se han cruzado por tu mente. Escchalocuidadosamente; luego sigue las directivas dadas en Juan 2:5:"Haced todo lo queos dijere'.

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  • CMO OR A DIOS

    Preguntas para reflexionar

    l. Experimentaste alguna vez una situacin en laque "slo te quedaba Dios"? Si es as, descrbela.Cules eran tus emociones? A qu verdades teaferraste? Cmo y qu te habl Dios durante esetiempo? Vali la pena perder todo para poderexperimentar a Dios de ese modo?

    2. De qu maneras te alent Dios a decir s a suscaminos?

    3. Crees que Dios tiene un buen plan para prospe-rarte, para darte esperanza y un futuro? Si es as,cmo se reflejaesto en tu vida? Si no, ora pidin-dole a Dios que te ayude a aceptar y a creer suPalabra.

    4. Por qu razn crees que Dios nos dice sloalgunas de las cosas que van a ocurrir, pero notodas? De qu forma nos ayuda esto a fortalecerla esperanza, la paciencia y la confianza?

    5. Describe una situacin en la que te diste cuentade que estabas poniendo tu fe en la sabidura delos hombres. En qu aspectos difera ella de laverdad de Dios?

    6. Has intentado vivir de acuerdo con el modelode otra persona o lo que Dios le ha dicho a otro?Es una experiencia del pasado o una situacinpresente?

    7. Cules son los peligros de recurrir principal-mente a otros para que nos digan lo que Dios nos

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    Introduccin

    quiere decir? Cmo haces para asegurarte quedisciernes la voz de Dios?

    8. Hay algo que Dios te dijo que hicieras y quetodava no has obedecido? Por qu razn estasvacilando? Existe en las Escrituras alguna pro-mesa que te resulta difcil de creer?

    9. A quin desea Dios que des una palabra denimo? Lohiciste?

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  • 2Cmo crear una atmiferadonde or aDos

    Si queremos que el Espritu de Dios nos conduzca hacia lavictoria, tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestromodo de vida cuando Dios nos habla. El primer cambio quedebemos lograr, es la necesidad de crear una atmsfera pro-picia para que Dios nos hable. Por atmsfera quierosignificar el clima, el ambiente o el estado de nimo predo-minante que nos rodea. Esta atmsfera se genera a partir delas actitudes, y existen algunas que favorecen nuestra relacincon Dios mientras que otras la estorban.

    Por ejemplo, si vivimos en constante estado de conflicto,que es un problema espiritual, esto puede percibirse en laatmsfera. Si entramos a una habitacin donde hay variaspersonas enojadas y molestas, podemos palpar ese clima dedisensin aunque nadie est diciendo nada en ese momento.Deberamos ocuparnos de crear y mantener una atmsferaapacible: "Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estaden paz con todos los hombres" (Ro 12:18).

    Podemos pensar superficialmente que queremos or aDios, pero buscarlo de todo corazn es una tarea de tiempo

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  • CMO OR A DIOS

    completo. Para disfrutar la plenitud de la presencia de Diosdebemos ser constantes en mantener una atmsfera propiciapara buscarlo, honrarlo y serle fieles y obedientes. Si que-remos or a Dios, debemos rendir nuestras actitudes alseoro de Jesucristo para aprender a ser guiados por elEspritu en todos nuestros caminos.

    Mantn el odo atentoEscuchar es una clave importante para or! Te has encon-trado alguna vez con alguien que hace preguntas, pero queno escucha las respuestas? Es difcil hablar con personas queno escuchan, y esroy segura de que Dios ni siquiera semolesta en hablar a los odos sordos. Si no vamos a orlo,Dios buscar a alguien que escuche el sonido de su voz.

    Hebreos 5:11 nos advierte que si no tenemos una actituddispuesta a escuchar, perderemos la oportunidad de aprendervaliosos principios de vida: ''Acerca de esto tenemos muchoque decir, y es difcil de explicar, puesto que os habis hechotardos para or" (LBLA).

    Una actitud dispuesta evitar que nos hagamos tardos paraor. No deberamos tener el hbito de escuchar las indica-ciones de Dios slo cuando estamos desesperadamentenecesitados de ayuda. Por cierto que nos sentimos dispuestosa escucharlo cuando estamos en problemas. Pero Dios quierehablarnos de manera constante, por eso necesitamos tenersiempre el odo atento.

    Cuando hoy me sent frente a mi computadora, lista paraempezar a trabajar en el proyecto de este libro, sent que elSeor me deca: "Toma unos minutos y simplemente esperaen m". Esper un poquito, y luego comenc a hacer una lla-mada telefnica. l me dijo muy suavemente: "No te dijeque hicieras llamadas; slo que esperaras en m". Nuestracarne est tan llena de energa que nos resulta difcil perma-necer quietos y callados. Y, en un rea tan importante como

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    Cmo crear una atmsfera donde or a Dos

    sta, debemos desarrollar esos nuevos hbitos.As que esperen silencio por un rato, y el Seor comenz a

    hablarme acerca de los ngeles -algo que, por cierto, no meesperaba. Me gui a buscarvarios pasajes de lasEscrituras, y ter-min recibiendo una mini leccin bblica acerca del poder y lapresencia de los ngeles. Dios tiene un motivo para todo lo quehace, y creo que quera que estuviera ms conscientede que susngeles estaban actuando a mi favor -algo en lo que franca-mente no haba pensado durante mucho, mucho tiempo.

    Tal vez preguntes: "Joyce, cmo puedes estar segura deque Dios te estaba hablando, y que no era tu mente la queinventaba todo eso?" La respuesta es que tena paz acerca delo que estaba recibiendo, y en mi interior senta que era fide-digno. Mi espritu lo confirmaba como algo que realmenteproceda de Dios. Hay cosas que conocemos acerca de l porel espritu, no necesariamente por la mente. Por supuesto,enviamos la informacin a la mente, pero la revelacin vienea nuestro espritu por medio del Espritu Santo.

    Hubo otras ocasiones en lasque esper en Dios y escuchuna voz similar, pero intuitiva-mente supe que no era la suya.Debemos conocer su carcterpara diferenciar lo que viene del y lo que no. Como vamos aver, l es manso, no spero,duro, cortante, ni importuno(ver Mt 11:28-30). Por ejemplo,cuando tom el telfono parahacer la llamada, Dios no se

    enoj conmigo ni me grit. Su voz fue dulce y amable. lentiende nuestra naturaleza y saba que yo no estaba desobe-deciendo a propsito, sino que mi carne slo quera estarocupada "haciendo algo".

    El carcter de Dios tiene muchas facetas, y cada una esms asombrosa que la otra. l es fiel, verdadero, amoroso,

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  • .requIereprctica.

    Mantener unodo alerta

    CMO OR A DIOS

    amable, magnnimo, justo y honesto, entre otros maravi-llosos atributos. Si creyera escuchar que Dios me dice quedeje de hacer algo slo porque es difcil para m, me cuestio-nara si ese mensaje vino de l, porque conozco su carcterfiel. Su Palabra dice que, aunque seamos infieles l perma-nece fiel (ver 2 Tim 2:13); por consiguiente, es improbableque me diga que abandone todo rpidamente.

    Si fuera de compras y volviera a casa con algo extra que nopagu, y pensara que Dios me dice que es su manera de ben-decirme, sabra que no es su voz, porque l siempre eshonesto. Jams se adueara de algo que no pag, y nosotrostampoco deberamos hacerlo. Recientemente compr dospares de zapatos y una cartera que haca juego con uno deellos.Al llegar a casa, me di cuenta que el vendedor me habadado dos pares de zapatos y dos carteras haciendo juego,pero que slo me haba cobrado una. Me cost tener quedevolver la cartera -francamente, me consumi tiempo ycombustible-, pero saba que la honestidad era el modo deactuar de Dios.

    El vendedor estaba tan impresionado que, mientras yosala, vi que les deca a los dems que no poda creer quehubiera devuelto la cartera. La gente necesita ver a Dios enaccin y l quiere obrar por medio de sus hijos. No dejes queSatans te engae respecto a escuchar a Dios. Conoce a Dios,conoce su carcter, y estars capacitado para discernir lasvoces que vienen a tu mente, si provienen de l, de ti, o delenemIgo.

    Jess dijo que la gente tiene odos para or, pero no oye; yojos para ver, pero no ve (ver Mt 13:9-16). l no se refera anuestros odos fsicos; hablaba de los odos espirituales querecibimos cuando nacemos en el Reino de Dios, que estnsintonizados para captar la voz.de Dios. Para poder escu-charla, necesitamos tener una actitud de quietud y deexpectativa.

    Un ejemplo de disposicin a escuchar se presenta natural-mente cuando Dave y yo hacemos planes tentativos para el

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    Cmo crear una atmsfera donde or a Dios

    fin de semana. Si lo que queremos hacer requiere buen clima,empezamos a escuchar el pronstico del tiempo; perocuando no tenemos deseos de salir a ningn lado, no nosinteresa cul ser el estado del tiempo. Cuando necesitamosinformacin, mantenemos nuestro odo alerta para or lasrespuestas que estamos buscando. No sabemos con exactituda qu hora darn el informe meteorolgico, as que encen-demos la radio esperando escucharlo.

    Podemos estar ocupados en las tareas de la casa, pero lasinterrumpimos tan pronto como omos que dicen algo sobreel estado del tiempo, porque nos propusimos mantener elodo alerta. Es necesario que escuchemos a Dios con estamisma actitud de expectacin, como si supiramos que est apunto de darnos informacin importante que afectar losproyectos que orgamzamos.

    Cuando las personas pasan alaltar para recibir oracin, aprenda escucharlas no slo con misodos fsicos, sino tambin con losespirituales. Escucho para saber siDios me est diciendo algo especi-fico para orar por l o ella. En

    '----.......;.-.......;.---............ muchas ocasiones, la gente nocuenta toda la historia, y quizs ni siquiera la conoce.

    Pero Dios s conoce toda la historia, y por eso quiere quenos entrenemos para lograr una actitud dispuesta a escu-charlo. Esto requiere prctica, porque no es algo que nazcanaturalmente. Hay que crear una atmsfera de expectativaque diga: "Dios, estoy escuchando. Si no te agrada lo queestoy haciendo, por favor dmelo. Estoy escuchndote".

    Durante nuestras conferencias, es notorio que los direc-tores de alabanza y los msicos estn escuchando al Seor,porque con frecuencia escogen canciones que complementanperfectamente el mensaje que Dios me indica compartir.Muchas veces es imposible coordinar anticipadamente laseleccin de canciones, as que estoy agradecida por trabajar

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  • Dios es el, .

    uruco quepuede

    ..

    rrurustrarnosvida.

    CMO OR A DIOS

    con gente que oye a Dios y que es guiada por su EsprituSanto. Cuando Dios confirma su mensaje por varias per-sonas al mismo tiempo, aumenta nuestra fe para saber querealmente reconocemos y discernimos su voz.

    Mantn una actitud que honre a DiosOtra actitud que atrae la presencia de Dios a nuestra atms-fera es la de honrarlo por encima de todo 10 dems. Esnecesario que tengamos esta actitud que dice: "Dios, noimporta lo que me digan los dems, no importa 10 quepiense de m misma, no importa cules sean mis propiosplanes; si realmente te oigo decirme algo y s que eres T,voy a honrarte a Ti y 10 que me digas por encima de todo 10dems".

    A veces prestamos ms atencin a 10 que la gente nos diceque a 10 que Dios nos dijo. Si oramos con diligencia y escu-chamos a Dios, pero luego empezamos a preguntar quopinan los dems, estamos honrando la opinin de la gentems que su Palabra. Esta actitud nos impedir desarrollarcon l una relacin tal que estemos escuchando su voz demanera constante.

    La Palabra garantiza que podemos confiar en que Dios nosinstruir sin necesidad de la confirmacin constante de losdems: "Yen cuanto a vosotros, la uncin que recibisteis del permanece en vosotros, y no tenis necesidad de que nadieos ensee: pero as como su uncin os ensea acerca de todaslas cosas, y es verdadera y no mentira, y as como os ha ense-fiado, permanecis en l" (l Jn 2:27, LBLA).

    Este pasaje no est diciendo que no necesitamos que nadienos ensee la Palabra; de otro modo, Dios no nombraramaestros en el Cuerpo de Cristo. Lo que s dice es que, siestamos en Cristo tenemos una uncin que permanece ennosotros para guiar y dirigir nuestra vida. Ocasionalmente,podemos pedirle a alguien su consejo, pero no necesitamos

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    Cmo crear una atmsfera donde or a Dos

    recurrir constantemente a otros para preguntarles con res-pecto a decisiones que debemos tomar en nuestras vidas.

    Cuando miembros del equipo me preguntan: "Qu piensasque debo hacer?", lesdigo: "Tienes que escuchara Dios".

    Si vamos a desarrollar la capa-cidad de escuchar la voz de Diosy de ser guiados por su Espritu,tenemos que empezar a tomarnuestras propias decisiones, con-fiando en la sabidura que Diosdeposit en nuestro corazn.

    El diablo quiere hacernoscreer que no somos capaces de

    escuchar a Dios, pero la Palabra dice que eso no esverdad. ElEspritu Santo habita dentro de nosotros porque Dios quiereque seamos individualmente guiados por su Espritu. Noestamos viviendo bajo el antiguo pacto en el cual debamosrecurrir todo el tiempo al sacerdote para saber 10 que deber-amos hacer.

    En Jeremas 17:5-7 el profeta nos dice:

    ''As dice el Seor: Maldito el hombre que en elhombre confa, y hace de la carne su fortaleza, ydel Seor se aparta su corazn. Ser como arbustoen el yermo y no ver.el bien cuando venga; habi-tar en pedregales en el desierto, tierra salada y sinhabitantes. Bendito es el hombre que confa en elSeor, cuya confianza es el Seor" (LBLA).

    El Seor est diciendo muy claramente que no debemosfundar nuestra fortaleza de la carne humana. Severas conse-cuencias esperan a quienes confan en la fragilidad humana;pero son benditos aquellos que honran y confan en la uncinde Dios que habita en ellos. Si escuchamos a Dios, sucederncosas buenas. l quiere ser nuestro brazo derecho y nuestrafuerza: Dios es el nico que puede ministrarnos vida.

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  • CMO OR A DIOS

    Jess oy claramente a su Padre decirle que era necesarioque fuera a la cruz. En Marcos 8:31, Jess les dijo a sus disc-pulos que era necesario que padeciera muchas cosas, quefuera probado y aprobado, que fuera desechado por losancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser muerto;pero que despus de tres das, l resucitara. El versculo 32dice que Pedro "le tom aparte y comenz a reconvenirle".

    Pero Jess no tom en cuenta la perspectiva de hombresdbiles como Pedro, y "volvindose y mirando a los disc-pulos, reprendi a Pedro, diciendo: Qutate de delante dem, Satans! porque no pones la mira en las cosas de Dios,sino en las de los hombres" (v, 33).

    Jess honraba todo lo que su Padre deca, sin importar elcosto personal que le demandara. A veces, slo escuchamos aDios si lo que nos dice no va a costamos nada, o si nos dicelo que nosotros queremos or. La mayora de las veces, si reci-bimos una palabra que nos incomoda, actuamos como Pedroy decimos: "Oh, no, este no puede ser Dios!" Pero si que-remos tener odos que oigan su voz, debemos honrar suspalabras por encima de todo lo dems.

    Mantn una actitud de feCuando fui llamada al ministerio, quera contrselo a todo elmundo, y cuando lo hice enfrent mucha incredulidad. Noobstante, cuando Dios nos da una palabra, en nuestrocorazn no existe duda respecto de lo que debemos hacer.Debemos mantener la fe en lo que l nos dice, aun cuandonadie ms lo crea.

    Pablo haba estado persiguiendo a los cristianos y no era lapersona ms indicada 'para ser llamada a predicar. Si yohubiera sido uno de los compaeros de Pablo, me habra cos-tado mucho trabajo aceptar que haba sido llamado. l sabacul sera la reaccin a su ministerio, as que escribi:

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    Cmo crear una atmsfera donde or a Dos

    "Pero cuando agrad a Dios, que me apartdesde el vientre de mi madre, y me llam por sugracia, revelar a su Hijo en m, para que yo le pre-dicase entre los gentiles, no consult enseguidacon carne y sangre, ni sub a Jerusaln a los queeran apstoles antes que yo; sino que fui a Arabia,y volv de nuevo a Damasco" (GIl: 15-17).

    Pablo dijo que no revel a nadie la noticia de su llamado;tampoco lo consult con la "gente importante" que supues-tamente siempre escuchaba la voz divina. Saba lo que Dioshaba hecho con l en el camino a Damasco. Saba que habasido transformado para siempre (ver Hch 9:3-8). Saba queel Hijo de Dios haba sido revelado y descubierto en su inte-rior. Sabia que no poda volver a la vida que haba vivido.Saba que, por el resto de sus das, tendra que predicar elevangelioy permanecer fiel a lo que Jess le haba dicho.

    Pero tambin tena sabidura para comprender que a lagente su llamado le parecera inconcebible. Entonces esperen Dios; no corri a consultarlo con los otros discpulos,diciendo: "Oigan, muchachos, vi una luz en el camino y meca del caballo y pas esto y aquello. Qu piensan ustedes?"En lugar de eso, se fue a Arabia. Luego, volvi a Damasco.Tres aos ms tarde, "sub a Jerusaln para ver a Pedro, y per-manec con l quince das" (Gll:18).

    Pablo guard la Palabra de Dios en su corazn, dejandoque creciera y se manifestara por s misma. Entoncescomenz a hacer lo que haba sido llamado a hacer. Prontolos dems empezaron a reconocer que l evidentemente tenaun llamado de Dios. Pablo termina diciendo: "Y glorificabana Dios en m" (Gll:24).

    A menudo, cuando Dios le habla, la gente quiere una con-firmacin, citando la regla bblica segn la cual deberamosesperarque cada palabra seaconfirmada por dos o tres testigos(ver 2 Ca 13:1). Pero esa Escritura nada tiene que ver con orla voz de Dios; en realidad, estaba destinada a propsitos de

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  • "Dichosos losque no han. .VIsto YSInembargocreen."

    CMO OR A DIOS

    correccin cuando haba algn caso de acusacin contra uncristiano. Si un cristiano era acusado de cometer algo inde-bido, no se dara crdito a la acusacin a menos que fueraratificada por otros dos o tres creyentes.

    Pero esto de buscar dos o tres testigos nunca se aplic a labsqueda de consejo respecto a la gua de Dios en la vida deun cristiano individual. Cuando omos a Dios, no tenemospor qu esperar que tres personas vengan a decirnos lomismo; simplemente debemos tener una actitud de fe, comoPablo, y esperar que Dios nos muestre el prximo paso.

    En ocasiones, algunos quieren que Dios confirme su lla-mado con una seal, como hizo Geden cuando puso elvelln de lana sobre la era (jue 6:36-40). Dios honr su peti-cin, aunque no le pareca que fuera lo mejor. CuandoToms estaba lleno de dudas, diciendo que tena que ver paraluego creer, Jess le dijo: "Dichosos los que no han visto y sinembargo creen" On 20:29, NVI).

    Dios hace algunas cosas especiales por nosotros cuandosomos cristianos inmaduros; pero a medida que maduramosen el conocimiento de su seoro, le complace que apren-damos a obrar por fe.

    Hay quienes abren la Bibliaal azar, con la esperanza de quese abra en un pasaje relativo a lasituacin que estn atravesando.Obran as porque temen hacerpor fe lo que Dios les ha dichoque hagan. En el pasado, pudohaber ocasiones en las que Dios '-- --Jrespondi al pedido de unaseal, pero esa "fuente" de confirmacin se secar rpida-mente cuando llegael tiempo de moversesolamente por fe.

    Yo tuve que aprender a ser guiada por mi hombre interior.Como dijo elapstol Pablo: "Mi conciencia me da testimonioen el Espritu Santo" (ver Ro 9:1). Esta es la nica confirma-cin que debemos tener cuando Dios nos llama a hacer algo.

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    Cmo crear una atmifera donde or aDos

    A m me gusta el modo en que lo hace mi pastor, RickShelton. l cuenta que cuando cree haber escuchado queDios le habla, dice: "No voy a actuar hasta saber con certezaque encaja en mi interior'. Todo lo que es correcto y propiopara nuestras vidas tiene un lugar en nuestro ser interior, yall se acomodar perfectamente.

    Quizs Dios nos llame a hacer cosas que no siempre nosgusten en la carne, pero en lo profundo de nuestro ser nosdarn placer si realmente el llamado ha venido de l. Porejemplo, no estoy ansiosa por pasar cada fin de semana enhabitaciones de hotel, porque para m son todas iguales, peros lo que fui llamada a hacer. Me entusiasma mucho poderpredicar, as que no pienso en los aspectos menos placenterosde mi ministerio.

    Existe dentro de m una motivacin profunda, queresuelve cualquier inconveniente asociado con mi llamado, ys que debo hospedarme en hoteles para hacer lo que amohacer.

    Dios puede llamarte a hacer cosas que no ests acostum-brado a hacer, y tal vez, en lo natural, tengas miedo, pero tedars cuenta de que eso que ests haciendo armoniza contodo lo dems que l ha desarrollado en ti. Mantener unaactitud de fe te ayudar, con toda seguridad, a avanzar haciael cumplimiento de tu llamado.

    Mantn una actitud pacienteYo necesito or a Dios todos los das, y quiero escuchar su vozen todas las reas de mi vida. Para esto, debemos estar dis-puestos a esperar con la sabidura que nace de la pasin poranhelar, ms que cualquier otra cosa, la voluntad de Dios.Oiremos su voz mucho ms claramente si estamos decididosa no dejarnos llevar por el ardor de nuestras emociones odeseos humanos. Seremos bendecidos si esperamos a estarseguros de que Dios nos ha hablado antes de dar cualquier

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  • CMO OR A DIOS

    paso. Entonces deberamos hacer lo que l nos dice quehagamos, aunque nos duela, y aunque nos cueste algo.

    Hace varios aos empec a coleccionar videos de pelculasclsicas, porque no haba nada decente para ver en la televi-sin. Hoy en da tengo una bonita coleccin de videos queyo misma fui comprando o que la gente me regalaba. Dehecho, a veces mis hijos bromean, diciendo que mi coleccinse llama "JoyceBuster" (en lugar de Blockbuster).

    En cierta ocasin, lleg una revista con un listado demuchas pelculas buenas y sanas. Todo lo que figuraba en lalista era entretenimiento con base cristiana y moralmententegro; era como si Dios mismo hubiera puesto la oportu-nidad a mi alcance. Me entusiasm y seleccion unos quincevideos que quera comprar, pero luego decid dejar aparte lalista durante varios das. Finalmente, despus de vencer misemociones, con paciencia, y usando sabidura divina, volv aleerla, y solamente encargu dos nuevas pelculas.

    Si hubiera decidido en un momento de excitacin, habrasolicitado demasiados videos, y de seguro no habra sidoDios quien me guiaba a hacerlo. Necesitamos recibir sanasabidura antes de actuar por impulsos que creemos que pro-vienen de Dios.

    Aprende a esperar. Las emociones que nos elevan y nosaceleran, pronto se desvanecern, y la energa emocional nonos conducir al lugar adonde realmente debemos llegar.Necesitamos el poder de Dios, que es la determinacin delEspritu Santo, para llevar a cabo lo que Dios dijo.

    Dios tiene una voluntad y un plan para todo el mundo;cada uno precisa conocer qu es lo que l requiere de noso-tros, y luego, esperar su tiempo para cumplirlo. Todosnecesitamos seguir la Sabidura:

    "Bienaventurado el hombre que me escucha,velando a mis puertas cada da, aguardando a lospostes de mis puertas. Porque el que me halle,hallar la vida, y alcanzar el favor de Jehov. Mas

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    Cmo crear una atmsfera donde or aDos

    el que peca contra m, defrauda su alma; todos losque me aborrecen aman la muerte" (Pr 8:34-36).

    En nuestro apuro por conseguir lo que queremos,corremos el riesgo de pasar por alto a Dios. Si no esperamos,especialmente en reas importantes, nos acarrearemos pro-blemas. La paciencia se va perfeccionando en mi vida a cadainstante.

    Por naturaleza enfrento las cosascon determinacin. Antes,si quera resolver alguna cuestin, le haca frente y forzabauna solucin. Tard aos en aprender que a vecesno es buenoactuar tan directamente. Comprend que poda empeorar lascosas o interponerme en el camino de Dios, y terminar vol-viendo al punto de partida. Todo por no esperar el tiempo deDios. Estaba impaciente y no le di oportunidad a Dios paraque resolviera esassituaciones por m.

    Aprend que, cuando siento que aumenta mi ansiedad pormanejar un asunto, debo dejar que se aplaque al menosdurante veinticuatro horas antes de actuar. Es asombrosocmo cambia nuestra mente cuando dejamos pasar untiempo para que las cosas se apacigen. Si aprendemos aesperar en Dios, nos ahorraremos muchos problemas.

    Mantn una actitud obedienteDavid, el salmista, dijo de Dios: "Sacrificio y ofrenda decereal no has deseado; has abierto mis odos; holocausto yofrenda por el pecado no has requerido" (Sal 40:6, LBLA).

    Dios se deleita en la atmsfera de nuestra obediencia. Porsupuesto, no tiene sentido que nos hable si no vamos a escu-char y a obedecer.

    Durante muchos aos quise que Dios me hablara, pero yoquera escoger en qu cosas obedecerle. Slo quera hacer loque me pareca una buena idea; si no me gustaba lo que oa,actuaba como si no proviniera de Dios. l nos ha dado tanto

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  • Es asombrosocmo cambianuestra mente

    cuandodejamos

    que pase untiempo para

    que las cosas seapacigen.

    CMO OR A DIOS

    la capacidad de orlo como de obedecerlo. Dios no nos pidems sacrificio que nuestra obediencia. Algunas de las cosasque Dios te diga sern emocionantes; otras no lo sern tanto.Pero eso no significa que lo que te dice no resultar para tubien si te sujetas y lo haces a su manera.

    Si Dios te dice que fuiste grosero con alguien, y que quiereque le pidas disculpas, de nada servir que repliques: "Bueno,esa persona tambin me trat mal!" Aunque hayas orado, yaunque hayas escuchado, si respondes con excusas todava nohas obedecido. En lugar de eso, si Dios te dice que vayas y tedisculpes, ve y hazlo. Decdete a caminar por la senda de laobediencia y dile a esa persona: "Fui descorts contigo, losiento". Ahora si has obedecido. Ahora la uncin de Diospuede fluir a travs de tu vida, porque fuiste obediente.

    Me conmovi el relato de una historia sobre el mensaje deun pastor de una iglesia muy numerosa, que predic en unaconferencia de pastores en Tulsa, Oklahoma. Cientos de pas-tores de todo el pas asistieron para escuchar a este hombrehablar de lo que haca para que su iglesiacreciera. Su mensajefue simplemente ste: "Oro, y obedezco, oro y obedezco".

    Uno de los ministros quehaban asistido me confeso sudesilusin respecto del mensajede este pastor, y me dijo: "Gasttodo ese dinero y viaj desde tanlejos para escuchar a este ldermundialmente reconocido decircmo su ministerio haba cre-cido a tal punto. Durante treshoras, y de varias maneras, dijolo mismo: 'Oro. Obedezco. Oro.Obedezco. Oro. Obedezco.' Peroyo sigo pensando: SeguramenteL.....~..........__..................~.......J hay algo ms".

    Al rememorar las tres dcadasde mi caminar con Dios, estara de acuerdo en que la

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    Cmo crear una atmsfera donde or aDios

    explicacin ms sencilla para todos los xitos que hemosalcanzado, si tuviera que expresarlo con palabras, es quenosotros tambin hemos aprendido a orar, a escuchar su voz,y luego, a hacer lo que Dios nos dice. A lo largo de los aoshe buscado a Dios respecto al llamado para mi vida, y heavanzado hacia lo que siento que l me dijo que haga. Laesencia de todo esto es que or y obedec. No siempre fuealgo muy popular, pero yo or, obedec, y result. El plan deDios no es difcil; nosotros lo hacemos complicado. Si anhelasla voluntad de Dios para tu vida, puedo darte la receta mssimple: Oray obedece, porque Dios te dio la capacidad parahacer ambas cosas.

    Ora.Y obedece.

    Ora.Y obedece.

    Ora.Y obedece.

    Ora.Y obedece.

    Si lo haces, cuando quieras acordar estars dando los pasoscorrectos dentro del perfecto plan de Dios para tu vida.

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  • CMO OR A DIOS

    Preguntas para reflexionar

    1. Qu atmsfera (clima, ambiente o estado denimo predominante) te rodea? Qu actitudespersonales crearon esa atmsfera?

    2. Describe alguna situacin en que oste la voz deDios. Cmo supiste que era su voz? Qu loconfirm?

    3. Describe alguna situacin en que escuchaste unavoz que no era la de Dios... Cmo supiste queno era su voz? Qu lo confirm?

    4. Cmo distingues con seguridad entre la voz deDios y otras voces?

    5. Ests vacilando en permanecer firme en lo queDios te ha dicho? Por qu perdiste la esperanza?Ests escuchando a otros ms de lo debido?Qu debes hacer con lo que Dios te habl? Tedijo algo especfico o debes continuar buscn-dolo en oracin y esperando en l?

    6. Hay en tu vida algo que Dios te dijo que perdo-naras o que pidieras perdn? Si es as, actuasteen consecuencia? Si no fuiste obediente, qu teest deteniendo para no hacer lo que Dios tehabl?

    7. Nota los aspectos importantes para crear unaatmsfera para or a Dios -escuchar, honrar,tener fe, ser paciente y ser obediente. En culesde estas reas ests ms fuerte? Cules te resultanms problemticas?

    34

    Cmo crear una atmsfera donde or aDos

    8. En qu aspectos de tu vida ests siendo habitual-mente obediente? Existe alguno en el que estsdesobedeciendo? Si es as, en cul y de qumanera?

    9. Qu te est guiando a hacer Dios en respuesta almensaje de este captulo?

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  • 3Dos habla por medo de

    la revelacn sobrenatural

    A veces, Dios trasciende las leyes de la naturaleza y noshabla por medio de la revelacin sobrenatural. No hay nadams sobrenatural que la Palabra de Dios, dada a nosotros porla divina inspiracin del Espritu Santo que habla a travs desus profetas y discpulos. La Biblia tiene una respuesta paracada pregunta que podamos formularnos, y est llena deprincipios de vida, de historias reales de la misericordia deDios respecto al comportamiento humano, y de ricas par-bolas colmadas de verdades importantes para cada individuode esta tierra.

    Todo el que quiera or la voz de Dios debe ser un estu-diante de la Palabra. Ninguno de todos los otros medios porlos que Dios nos pueda hablar, estar jams en contradiccincon la Palabra escrita, a la que originalmente se haca refe-rencia con la palabra griega logos, mientras que su Palabrahablada se denomina rema. Dios trae a nuestra memoria sulogos especficapara cada situacin; su rema puede no figurarliteralmente, palabra por palabra, en la Biblia, pero el prin-cipio que contiene siempre estar sustentado en la Palabra

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  • Conocer laPalabra escritanos protege del

    engafio.

    CMO OR A DIOS

    escrita. La Biblia confirma si lo que estamos percibiendo es ono de Dios.

    Por ejemplo, la Palabra escrita de Dios, la Palabra logos, nonos dice cundo comprar un automvil nuevo o qu clase decoche elegir; quizs necesitemos una palabra de Dios habladao revelada (rema) respecto a ese asunto. Aunque la Palabraescrita no da instrucciones especficas para la compra de unautomvil, s dice mucho acerca de la sabidura. Si necesitoun coche, y creo or que Dios me dice que compre ciertomodelo, pero se cuesta ms de lo que podra pagar, y signifi-cara endeudarme por aos, poniendo a mi familia en unasituacin complicada, yo debera tener suficiente sentidocomn (sabidura) para saber que la voz que estoy oyendo noes la de Dios.

    Existen muchas voces que hablan a nuestros pensa-mientos, y nuestra propia voz es una de ellas. Descubr que,cuando deseo ardientemente algo, me resulta fcil pensar queDios me est diciendo que lo haga. Por esta razn siempredebemos verificar si tenemos paz al respecto, y si lo queestamos haciendo es sabio.

    La Biblia fue escrita como una carta personal para cadauno de nosotros. Dios nos habla, ministra nuestras necesi-dades, nos dirige por el camino que debemos seguir y nosdice cmo deberamos vivir. A veces nos parecer que unpasaje de las Escrituras se ilumina o se hace particularmentevivo: es entonces cuando una porcin de la palabra logos seconvierte en rema especficapara nosotros. LaPalabra se haceviva como si Dios acabara de decrnosla al odo.

    En ocasiones, Dios puede decirnos cosas que no seencuentran en un captulo o versculo especfico de la Biblia,pero ese mensaje siempre estar de acuerdo con su Palabra.Por ejemplo, la Biblia no nos dice dnde tenemos que tra-bajar, pero Dios nos hablar si lo buscamos.

    Nos equivocamos si creemos que podemos or claramentea Dios sin dedicar tiempo a su Palabra, porque escuchar suvoz cuando no estamos practicando el hbito de la lectura

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    Dos habla por medio de la reveladn sobrenatural

    bblica, nos expone a or voces que no son de Dios. El cono-cimiento de la Palabra escrita nos protege de engaos.

    Intentar or a Dios sin leer las Escrituras es irresponsable yhasta peligroso. Los que quieren ser guiados por el Espritupero que, a la vez, son demasiado haraganes para dedicar untiempo a la lectura de la Palabra o a la oracin, se exponen aser engaados fcilmente: hay muchos espritus malignoslistos para susurrar mentiras a un odo predispuesto.

    Hay quienes slo acuden a Dios cuando estn en pro-blemas y necesitan ayuda. Pero, si no estn acostumbrados aescuchar a Dios, les resultar dificil reconocer su voz cuandorealmente lo necesiten; el propio Jess debi resistir las men-tiras de Satans respondiendo: "Escrito est" (ver Le4).

    Cualquier idea, insinuacin, opensamiento que nos lleguedebe ser cotejado con la Palabrade Dios, y todo argumento vanodebe ser derribado e ignorado(ver 2 Co 10:5), porque el cono-cimiento de la Palabra escrita deDios es de vital importancia

    para discernir la voz de Dios.Mucha gente siente que est demasiado ocupada para leer

    la Palabra; si eso es verdad, realmente estn demasiado ocu-pados. Una sorprendente cantidad de personas que trabajanen el ministerio usan el servicio a tiempo completo comoexcusa para no dedicar un tiempo personal a la lectura de lasEscrituras y a la comunin con Dios. Ellos consideran que suserviciopara l es pasar tiempo con l. Naturalmente, todostenemos que servir al Seor, sin detenernos a pensar sinuestra tarea est clasificada como un ministerio o no. Perosi vamos a ser aptos para trabajar para Dios, siempre debemosdedicarle tiempo a Dios, escudriando su Palabra y conver-sando con l. Todo aquel que trabaja en el ministerio es unblanco seguro para el enemigo y necesita la proteccin de laPalabra escrita an ms que otros. El apstol Pablo nos dice:

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  • CMO OR A DIOS

    "Pues aunque andamos en la carne, noluchamos segn la carne, porque las armas denuestra contienda no son carnales, sino poderosasen Dios para la destruccin de fortalezas, destru-yendo especulaciones y todo razonamiento altivoque se levanta contra el conocimiento de Dios, yponiendo todo pensamiento en cautiverio a laobediencia de Cristo" (2 Co 10:3-5, LBLA).

    Si no conocemos la Palabra, no tendremos con qu com-parar las teoras y argumentos que guerrean contra la perfectavoluntad de Dios para nosotros. El diablo puede presen-tarnos ideas descabelladas que para nosotros parezcan tenersentido, pero no por ser lgicas significa que vengan de Dios.Podemos or lo que queremos or, pero esto no quiere decirnecesariamente que hayamos odo a Dios. Una idea puedeparecernos buena segn nuestras emociones, pero no logrardarnos paz si no est en lnea con la Palabra de Dios.

    Dedica tiempo cada da a leer la Palabra. Tal vez te inclinespor algn plan de lectura en especial. Por ejemplo, yo dis-fruto de la Biblia Amplificada (en ingls) porque explica elsignificado de palabras importantes. Tambin es provechosoleer distintas versiones de la Biblia para adquirir mayor com-prensin. Adems, disponemos de maravillosos libros dereferencia que nos proporcionan informacin sobre el con-texto histrico de las Escrituras y las implicaciones culturalesdel perodo en que fueron escritas. Lo fundamental es leerla;as, ante cualquier prueba que nos toque enfrentar, Diospuede hacer brotar las respuestas escondidas en las pginas desu Palabra escrita.

    Dios habla por medio dela sabidura y del sentido comn

    Una de mis formas favoritas de escuchar a Dios es a travs de

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    Dos habla por medio de la revelacn sobrenatural

    la sabidura convencional y del sentido comn. La sabiduradiscierne la verdad en una situacin, mientras que el sentidocomn nos proporciona buen juicio para saber qu hacercon esa verdad. Considero que la sabidura es sobrenaturalpuesto que no es enseada por el hombre, sino un don deDios.

    Existe mucha gente inteligente y sofisticada que carece desabidura y sentido comn. La Palabra dice: "Pero si algunode vosotros se ve falto de sabidura, que la pida a Dios, elcual da a todos abundantemente y sin reproche, y le serdada" (Stg 1:5, LBLA).

    Realmente, me asombra cunta gente parece creer quetodo su sentido comn debe anularse para poder ser "espiri-tuales". Pero lo cierto es que la gente espiritual no se pasatodo el da flotando en nubes de gloria mientras ve ngeles yescucha voces incorpreas. Vivimos en un mundo real consituaciones reales y necesitamos respuestas reales. Esas res-puestas se encuentran en la Palabra de Dios, y su EsprituSanto se encarga de revelrnoslas.

    Nosotros debemos buscar a Dios y l nos hablar, y comol es el Espritu de sabidura, no nos dir que hagamos cosasnecias. La sabidura y el sentido comn estn ntimamenteligados; por eso me gusta decir que sabidura es decidirse ahacer hoy algo de lo que estaremos satisfechos el da demaana o ms tarde en la vida.

    Cuando voy de compras, a menudo le pido a Dios que med sabidura. No es que ore antes de comprar cada cosa, perosiempre trato de reconocer a Dios en todos mis caminos. Sivoy a gastar una suma considerable de dinero, espero en elSeor durante un tiempo para ver si siento paz al respecto ono.

    Muchas veces le pedimos a Dios que nos hable y nos gue;pero, aunque no nos responda con una palabra especfica,deberemos seguir el curso de nuestra vida diaria. Tomamosdecisiones a lo largo de todo el da, y Dios no nos va a estarindicando cmo adoptar cada pequea resolucin, sino que

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  • Si la genteescuchara

    a la sabidura,se evitaramuchos

    problemas.

    CMO OR A DIOS

    nos da sabidura para superar las dificultades que se nos pre-senten durante la jornada. Cuando no recibimos una palabrarema de parte de Dios, debemos recurrir a la sabidura con-vencional para realizar nuestras elecciones.

    He aprendido a hacer espedficamente lo que Dios me dicecuando me habla. Pero si no lo hace, no significa que no meest guiando. Dios confa en que, en ciertas cuestiones, sercapaz de reconocer lo que est bien y lo que est mal. Nonecesito recibir una "gran palabra" de parte de Dios, peroaprend a esperar en l para ver si es preciso que intervengaen lo que estoy planeando hacer.

    Por ejemplo, si pregunto: "Seor, est biensi compro esto?':y no oigo que Dios diga nada, mi siguiente pregunta es:"Puedo afrontar elgasto?" Obviamente, si no puedo hacerlo,la sabidura responder: "No lo compres". No es necesaria lavoz audible de Dios cuando la sabidura est dicindome cla-ramente la verdad.

    Si la gente escuchara a lasabidura, se evitara muchosproblemas. El libro de Proverbioses una gran fuente de consejossabios y prudentes, y te reco-miendo que leas al menos unoscuantos versculos de este libro ytambin de los Salmos cada da.Con esto no intento establecernormas o reglamentos, sino sim-

    plemente compartir lo que ha sido de provecho para m. Casitodos los das leo algn pasaje de estos libros; el de losSalmos siempre me alienta y me edifica, y Proverbios meaconseja cmo evitar problemas.

    Dios nos habla sabidura por medio de lo que llamo el"sentido comn santificado". Muchas personas, incluso cris-tianas, ignoran su sentido comn y toman decisionesimprudentes. Un ejemplo del no uso del sentido comn escuando una persona siente que va a sucederle algo malo a

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    Dos habla por medio de la revelacin sobrenatural

    alguien, y le llama para decirle: "Estuve orando por ti, y sentque algo realmente malo est por sucederte". Partamos de labase que no creo que sea sabio decirle cosas como esa a unapersona. Esa clase de noticias slo puede infundir temor, y laPalabra de Dios nos dice que no temamos. El sentido comndice que, si lo que recibimos respecto de alguien viene deDios, es un alerta para que oremos por la proteccin de esapersona. Qu lograramos con atemorizarla con semejantenoticia?

    Por supuesto, no descarto que Dios pueda guiarnos a darlea alguien una palabra espedfica para una situacin especfica,pero jams nos mandar a infundirle a nadie un temor gene-ralizado. Son dos cosas muy diferentes. Solamente el sentidocomn nos ayuda a razonar sobre el posible resultado denuestras decisiones y a saber qu camino deberamos tomar.Pdele a Dios que te d sentido comn santificado paraguiarte.

    Aprecio profundamente a la gente que usa su sentidocomn. En ocasiones, preferira estar rodeada de personasconocidas por esa cualidad, y no de algunos consideradosgigantes espirituales.

    Dios habla por medio de sueos y visionesEn la Biblia hay muchos relatos en los que Dios habla a lagente por medio de sueos y visiones, pero sta es una de lasformas que l usa menos frecuentemente para hablarnos, yno podemos dar por sentado que cada sueo que tengamosprovenga de Dios. Si lo hacemos, podemos malinterpretarimgenes que nos llevarn a confusiones.

    Sueo mucho, pero la mayora de mis sueos no son pro-fticos. No he tenido muchos que sienta que fueronmensajes espirituales, pero s so algunos que s que eran deDios, ya sea porque recib la interpretacin al momento dedespertar, o porque simplemente permanecieron en mi

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  • CMO OR A DIOS

    memoria hasta que Dios me revel su significado.Lo que sigue es un ejemplo de un s~efio espir~tual.que

    tuve una vez. Acababa de dejar mi trabajo en una iglesia deSto Louis para empezar a hacerlo por ~i.propia c~enta.Estaba realmente asustada de iniciar el rrurusteno a uempocompleto. Cierta noche so esto:

    Iba manejando por una calle, en una lnea detrnsito. De pronto, los dems conductores empe-zaron a salirse de la calle, estacionando a uncostado del camino, o disminuan la velocidadpara encontrar algn lugar por dnde dar vueltapara regresar.

    Me preguntaba qu estara sucediendo ms ade-lante, que haca que toda esa gente estacionara suscoches o se volviera por donde haba venido. Tratde ver ms adelante y observ que la autopistaconduca a un puente totalmente sumergido en elagua. Por supuesto, comprend por qu la gentetena miedo de avanzar.

    Mir el puente, luego volv mi mirada hacia ellugar de donde haba venido. Mir el puente nue-vamente, y otra vez volv mi mirada hacia atrs.

    Cuando despert, Dios me habl, diciendo: "[oyce, hasemprendido un nuevo viaje. Ests tran~itand? un ca~inoque en ocasiones va a parecerte un poqUito peh~roso o inse-guro". Pero l dijo: "Siempre habr en el cammo muchoslugares donde puedas estacionar o dar la vuelta y re~resar alsitio de donde viniste, pero estoy buscando a alguien queavance hasta el final y paga lo que Yo le digo que haga" .

    En ese instante comprend lo que Dios me estabadiciendo, y me he afirmado sobre esa palabra muchas veces,cuando estuve en luchas o cuando las cosas parecan compli-carse. Me recuerda que, al principio, Dios me advirti queme sentira tentada a detenerme ah donde est, o a dar la

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    Dos habla por medo de la revelacn sobrenatural

    vuelta, porque ignoro lo que haba ms adelante. El conoci-miento de que los tiempos difciles eran parte de su plan, mehizo seguir avanzando a travs de los caminos inciertos.

    Por algn tiempo, Dios estuvo tratando muy severamenteconmigo respecto de mi actitud; me corrigi respecto a misacciones durante un par de das turbulentos y rebeldes, y eraobvio que no se detendra hasta que me humillara ante suinstruccin.

    En esa etapa de desaliento, sofi con una fila de cinco oseis modelos de casas muy bonitas que se exhiban en unnuevo loteo. Las casas eran de diferentes tamaos, y la queme llam particularmente la atencin fue una de las msgrandes. Vea cmo la gente entraba en esa casa y, mientrasrecorran las habitaciones, se encontraban con toda clase debasura dejada por el equipo de construccin. Haba restosindeseables desparramados por todas partes, y especialmenteen la habitacin donde todos entraban. Al despertar, entendde inmediato la interpretacin de ese sueo.

    El Sefior me dijo: "Nos estamos preparando para estar entelevisin dentro de pocas semanas, y estoy preparndomepara ponerte en exhibicin; pero cuando la gente mire tuvida, no quiero que encuentre basura".

    El suefio me reconfort, porque era una palabra positivade parte del Sefior; y, aunque fue duro soportar su correc-cin, entend que realmente l no poda exhibirme entelevisin como yo anhelaba, hasta que estuviera ms sujeta asu plan.

    Por otro lado, literalmente he sofiado miles de suefios quecarecen completamente de sentido. Realmente, si quisierahacer que dijeran algo especfico, creo que me causaramucha confusin y, adems, muchos problemas. Los suefiosson interesantes, pero habitualmente resultan demasiadoinestables para tomarlos como gua. Como habrn escu-hd h "sue d . " " d "e a o, mue os son sue os e plZza o sue os e tacos ; en

    otras palabras, son el resultado de comer alguna comidapicante antes de irse a dormir, lo que impide que tengamos

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  • Los sueosson lntere- .santes, pero

    muyinestables

    para tomarloscomo gua.

    CMO OR A DIOS

    un descanso profundo y reparador, y entonces sofiamos cosasbastantes extraas durante casi toda la noche.

    Recientemente, mi hija so que yo era la presidente delos Estados Unidos y que todos estaban enojados conmigoporque dejaba que la gente se enfermara. Me pusieron en lacrcel pero el tribunal convino en dejar que mi hija fuera acuidarme. Entonces carg el coche con todas las cosas que am me gustan para que estuviera cmoda en la prisin;incluso llev el agua burbujeante de la cual suelo beber unascuantas botellas por da.

    De pronto, vio que el guardiase iba a hacer otra cosa, y me dijoque subiera al auto para escapar.Me apresur a hacerlo y humanejando a toda velocidad,mientras ella me llamaba tratandode decirme que haba olvidado mitelfono celular.

    Conozco personas que efectiva-mente trataran de "interpretar"este sueo, buscndole el lado

    espiritual. La realidad es que en mi familia siempre me hacenbromas sobre llegar a ser la primer mujer presidente; que mihija es la que se encarga de muchos detalles de mi vida,incluso de preparar mi equipaje cuando tengo que viajar; ytambin, que toda nuestra familia mantiene demasiado ocu-pada la lnea de celulares. Realmente no s por qu sofiamostantas cosas extraas y aparentemente confusas. Pero esto esseguro: en mi opinin, la gente que trata de darle demasiadasvueltas a sus sueos, con seguridad ser ms susceptible alengao,

    Comprendemos que Dios s habla por medio de suefios.Le habl en suefios a Jos, y ste interpret los del Faran, ytambin los de los dos sirvientes con quienes estuvo en lacrcel (ver Gn 40 y 41). La Biblia registra varias otras per-sonas a quienes Dios les habl mediante suefios. joel 2:28

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    Dos habla por medo de la revelacn sobrenatural

    afirma que en los ltimos das los ancianos sofiarn suefios ylos jvenes vern visiones. Tengo una amiga, a quien conozcodesde 1983, que tiene muchos suefios espirituales. Duranteaquellos afios me comparti cuatro que tuvo acerca de m,cada uno de los cuales fue asombrosamente exacto.

    Los suefios son, ciertamente, una de las formas vlidas enlas que Dios habla, pero es tambin un rea en la cual lagente se confunde con mucha facilidad, por el simple hechode que tantos alrededor del mundo suefian casi todas lasnoches y no todos los suefios son espirituales. Usa el discerni-miento, la sabidura y el equilibrio; y si Dios est tratando dehablarte o de decirte algo por medio de un suefio, estoysegura de que tendrs la confirmacin en tu corazn.

    Dios tambin habla por medio de visiones, que difieren delos suefios en que estos ocurren cuando dormimos. Yo heexperimentado dos clasesde visiones. A una de ellas la llamovisin abierta, y sucede cuando tengo los ojos abiertos, peroslo veo el mbito espiritual, en vez del ambiente que merodea.

    Dios me dio una breve visin en la que me mostraba quedebera llevar nuestro ministerio al norte, al sur, al este y aloeste. Haba comenzado un perodo especial de ayuno y ora-cin, y era la primera vez que trataba de mantenermesolamente con agua. Estaba desesperada por escuchar a Dios,porque pensaba que me estaba diciendo que dejara mi tra-bajo en la iglesia y comenzar mi propio ministerio. Como setrataba de una decisin seria, quera estar segura de escu-charlo claramente.

    Dios no nos da visiones porque s; creo que nos habla deestas maneras ms espectaculares en momentos de nuestravida en los que necesitamos una direccin definida. Adems,las visiones parecen venir a la gente cuando est especfica-mente buscando a Dios.

    Otra clase de visiones que he experimentado con mayorfrecuencia, es cuando veo cosas en el espritu. Hubo oca-siones en que estaba observando a alguien, pero en mi

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  • Dios habla por medio de la profeca

    Soy una, .persona uruca,

    con un

    llamadoigualmenteindividual

    , .....y umco,

    CMO OR A DIOS

    espritu vea algo relativo a esa persona que mis ojos naturalesno perciban. Por lo general, cuando en el mbito espiritualveo algo relacionado con cierta persona, tambin recibo pala-bras profticas para animarle especficamente.

    Las visiones son muy parecidas a los sueos; indudable-mente son usadas por Dios, pero debemos ser prudentes yprobar los espritus, como la Biblia nos instruye hacer (ver 1Jn 4:1-3). Creo firmemente que existen personas msdotadas que otras en sueos y visiones.

    He conocido unas pocas personas que siempre parecenestar viendo cosas en el mbito espiritual. Dicen que venngeles como yo veo a la gente. No quiero dar por sentadoque ellos no ven ngeles simplemente porque mis dones nofuncionen en esa direccin; ni intento hacer que me ocurraalgo, slo porque otros me han contado que a ellos les sucede.Aprend a dejar eso en manos de Dios. En este libro, he deci-dido hablar ms sobre lo que normalmente le sucede a lamayoria; y no de lo que puedapasarle a unos pocos.

    Creo que si exaltamos lo que les ocurre a unos pocos,todos los que no han tenido experiencias similares sentiranque carecen de algo -por ejemplo, pensaran que sonenanos espirituales o simplemente que no saben cmo or aDios. Conozco gente a quien Jess se le apareci varias veces,sentndose con ellos al lado de su cama y sosteniendo unaconversacin durante un tiempo prolongado; pero jams meocurri a m.

    Cuando me senta menos segura de mis dones espirituales,me comparaba con esa gente, y me preguntaba: Quandamal en mi? Desde entonces, aprend que soy una personanica, con un llamado igualmente individual y nico. Losdones que recib de Dios estn de acuerdo con ese llamado, ytodos son para su propsito y su plan.

    Estoy contenta y satisfecha, y te animo firmemente aadoptar la misma actitud. Despus de todo, "un hombre nopuede recibir nada, si no le es dado del cielo" On 3:27,LBLA).

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    Dos habla por medio de la revelacn sobrenatural

    Hay veces que Dios habla profticamente a travs de otraspersonas, para revelar su plan para nuestras vidas. Una pro-feca inspirada por Dios fortalecer, alentar y confortar alque la recibe (ver 1 Co 14:3).

    Existe una diferencia entreuna persona que tiene el don deprofeca y alguien que ha sidodesignado para el oficio de pro-feta en el Cuerpo de Cristo. Unprofeta tiene una palabra msfuerte para la iglesia en general,mientras que aquel en quienopera el don de profeca simple-mente fortalece y anima a los '-- ....-Jcreyentes en forma individual.La Palabra nos exhorta a recibir y aceptar la profeca divina-mente inspirada:

    "Procurad alcanzar elamor; pero tambin deseadardientemente los dones espirituales, sobre todo queprofeticis. Pero elque profetizahabla a los hombrespara edificacin, exhortacin y consolacin. El quehabla en lenguas, a s mismo se edifica, pero el queprofetizaedificaa la iglesia" (1 Co 14:1,3-4, LBLA).

    La profeca debe ser conforme a la Palabra de Dios, y unapalabra proftica personal debera confirmar algo que ya esten tu corazn. Es lindo cuando eso ocurre, porque sabes quela persona no conoca nada de lo que Dios te estabahablando. Pero si alguien te dice que salgas al campo misio-nero, o al instituto bblico, no dejes tu trabajo y vayas amenos que sepas que Dios habl esa misma palabra a tu

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  • La oposicines una de lasseales msgrandes de

    .que su mensajeerade Dios.

    CMO OR A DIOS

    corazn. He visto gente meterse en los terribles por tratar debasar su vida en lo que otros le dijeron que era un "mensajeproftico de parte de Dios".

    Si la profeca no armoniza en tu corazn, ni siquiera tepreocupes. Hay mucha gente bienintencionada que creerecibir palabra de Dios para otros, pero no es as. Si alguiente profetiza algo que no est en tu corazn, te sugiero queescribas las palabras que declararon sobre ti y esperes a que elSeor te revele si provienen de l o no.

    En repetidas ocasiones, se me acercan personas y me com-parten su inquietante preocupacin de que estn intentandohacer algo porque alguien les profetiz que deban hacerlo. Y,en muchas oportunidades, se sienten confundidos porque lasituacin no ha mejorado en nada. Me produce tristeza vercmo algunos tratan de hacer que una profeca se cumpla,porque no debemos fundamentar nuestras vidas en ese tipode cosas.

    Si una profeca viene real-mente de Dios, l har que secumpla a su tiempo. Haz la pro-feca a un lado y slo espera paraver si Dios la hace realidad. l tehablar de otras maneras paraconfirmarla, si realmente es suya.

    Conozco situaciones en quepasaron de cinco a diez aos'--~ ~_...........~ --' antes de que sucediera algo para

    probar que una profeca enverdad era de Dios. Aun cuando tenemos clara direccin deDios, es necesario dejar que l cumpla sus promesas, sin tratarde manipular ese cumplimiento. Cuando una promesa secumple, el Espritu Santo traer a la memoria la palabra querecibimos aos antes, para que sepamos que estamos cami-nando en elperfecto plan de Dios.

    Si una buena palabra fue declarada sobre ti por medio deotros creyentes consagrados y de oracin, la oposicin es una

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    Dios habla por medio de la revelacin sobrenatural

    de las ms grandes seales de que su mensaje era de Dios.Afrrate a ese mensaje hablado o escrito cuando el diablo tediga que no fuiste llamado o llamada, o que nunca vas alograr lo que est en tu corazn hacer, o que nunca vas aprosperar o que tu situacin nunca mejorar. Tu arma contrasus ataques sern las palabras que han sido profetizadas sobretu vida.

    Recuerda, lo que fue dicho mediante el don de profeca teayudar a permanecer firme en la fe cuando el diablo declareguerra contra tu llamado. Si la profeca es realmente de Dios