joyce, lacan 1975

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Sinthome

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Joyce, el snthoma: invencin y suplenciaHay que elegir la va por dnde tomar la verdad, y esto tanto ms cuanto que una vez hecha la eleccin, no impide a nadie que la someta a confirmacin, es decir ser hertico de la buena manera la que, por haber reconocido la naturaleza del snthoma, no se priva de usarlo lgicamente, es decir hasta alcanzar su real, al cabo de lo cual no tiene ms sed (Lacan 1975, 10).

ntroduccin
De algn modo, los dos epgrafes que hemos elegido sealan el derrotero del presente trabajo. El primero de ellos, indica la localizacin de un punto de falla y sus efectos; el segundo, un modo de solucin de eso que ha sido claramente localizado. A caracterizar ambos hallazgos, el lapso y su reanudamiento particular, es que dedicamos este breve comentario de las elucubraciones de Jacques Lacan a propsito de James Joyce. En nuestro camino pondremos en conexin los conceptos de suplencia y desnthoma, y en particular el snthoma de Joyce. Para caracterizar elsnthomade Joyce como su singular modo de suplencia, repasaremos brevemente el concepto lacaniano delalengua, y la idea debricollaire, de la que Lacan se sirve a propsito de algunas consideraciones de C. Lvi-Strauss.

El snthoma ylalengua

En la primera clase del Seminario 23,El snthoma, aparece el trmino lalangue, relacionado por Lacan con la elacin, en el sentido de una relacin manaca con la lengua. En cambio, en la clase del 19-4-77 del seminario 24,Linsu, este trmino,lalangue, aparece vinculado a cierta propiedad elstica, que permite a las lenguas, en su elongacin, traducirse mutuamente, estirarse unas en otras. Si en el primer sentido podemos encontrar una alusin a lo que se produce autnomamente en una iteracin mecnica, al modo de la mana; en el segundo caso encontramos ms bien cierta capacidad de recubrimiento delalengua, que de modo envolvente, incluso sobre s misma y atravesndose, puede proceder a establecer la cobertura de su superficie sobre terrenos innombrados propiamente por algn idioma tomado en particular. Lalengua elstica que trasciende las convenciones y se estira hasta recubrir territorios impensados de otro modo. Un ejemplo entre el francs y el alemnUnbewusst:Linsuquesait de lune-bevue sailea mourre, y la polifnica condensacin de sentidos que permite su traduccin, poniendo en juego en el mismo ttulo conceptos e ideas tales como el saber, el fracaso, el inconsciente, el uno, equivocacin, azar, amor, etc.

Sin embargo, este segundo sentido sealado por Lacan en el Seminario 24, no es que no aparezca en el uso de Joyce. Por ejemplo en el Ulises, con los juegos de palabra que hace con el nombre de Molly, y su significacin griega (Circe), yOMolloy, yholly,holy, etc.
Y de hecho, es este movimiento joyceano sobre lalengua, lo que Lacan caracteriza como sinthome-roulettes, sntoma a rueditas, que se desplaza. Y de algn modo, este desplazarse del snthoma, esta versatilidad, presenta en Joyce toda la versatilidad delalenguaen su dimensin debricollage. De algn modo Joyce, elbricollairedelalengua, experto en deshacer significantes y llevarlos al plano de la letra, sabedor de hacer ah con la letrificacin de los significantes, se sirve de esta operacin, y hace uso de susnthoma. Pero para qu hace uso de l?

Joyce, el bricollaire
Antes de referirnos a este punto, diremos que este mismo movimiento que venimos sealando es lo que, segn Lacan, vuelve hertico a Joyce, como yo, dir. Hertico en dos sentidos: por un lado, la hereja consiste en hacer un uso (un buen uso) del snthoma, uso que cumple determinada funcin en la estructura del sujeto (funcin siempre lgica); y por otro lado, o por el mismo, pero alumbrando otra alusin de la hereja, se trata de un uso original de los modos posibles de articulacin entre Simblico, Imaginario y Real (RSI, en francs homofnico dehresie, hereja1).

En cuanto a un hacer original, o hacer desviado como plantea Lvi-Strauss enEl pensamiento salvaje2, un ejemplo de bricollage logrado es la mesa esquizofrnica mencionada en los Cahiers de lart brut por Henri Michaux3:

Desde el momento que uno la notaba, continuaba ocupando la mente. Incluso continuaba no se qu, sin duda su propio quehacer Lo que sorprenda era que, sin ser simple, tampoco era verdaderamente compleja, compleja de entrada o de intencin o de plan comlicado. Ms bien se desimplificaba a medida que era trabajada Tal como estaba era una mesa de aadidos, al igual que algunos dibujos de esquizofrnicos llamados abarrotados, y si estaba terminada era en la medida en que ya no haba forma de aadir nada; mesa que se haba ido convirtiendo en amontonamiento, dejando de ser mesa No era apropiada para ningn uso, para nada de lo que se espera de una mesa. Pesada, voluminosa, apenas era transportable. Uno no saba como cogerla (ni mental, ni manualmente). El tablero, la parte til de la mesa, progresivamente reducido, desapareca, y tena tan poca relacin con el voluminoso armazn, que uno ya no pensaba en el conjunto como una mesa, sino como un mueble aparte, un instrumento desconocido cuyo empleo se ignoraba. Mesa deshumanizada

Esta es la descripcin de Michaux. Por otra parte, Deleuze realiza una interpretacin en relacin a las mquinas deseantes y a los cuerpos sin rganos, que nada tiene que ver ms bien es refractaria con una lectura psicoanaltica seria. Nos limitamos a tomar el ejemplo, como un tipo interesante de bricollage. Si bien intil, tal la definicin de Michaux, desde el punto de vista utilitario (tal vez no ms que la literatura de Joyce y que las producciones artsticas en general), no podemos saber hasta qu punto la confeccin de la mesa por el bricollaire de turno ha ocupado cierto lugar lgico en su estructura, y tal vez esos planos imposibles y esas lneas inconvenientes son testiminio en lo real de una suplencia lograda. Y si as no fuere, vale el ejemplo como forma a la mano mesa tomada en su valor de til desviado (vg. Lvi-Strauss), tal como un buenbricollairesabe hacer, ya sea para arreglar la conexin elctrica de la casa, o para construir unsnthomaen el buen lugar, el del lapso del nudo.

El snthoma de Joyce

En cuanto a cul es el punto sobre el que podemos ubicar el uso delsnthomade Joyce como operando cierto recubrimiento, cierta operacin debricollage,lalengua(lenguajera manaca y elstica) revistiendo con su superficie cierta falla de anudamiento, cierto lapso del nudo; para sealar tal punto nos referimos ahora a la clase del 11-5-76:
Quin sabe lo que pasa en su cuerpo? La antigua nocin del inconsciente, de lo Unbekannte, tomaba apoyo precisamente en nuestra ignorancia de lo que pasa en nuestro cuerpo. Desde el origen, he articulado con cuidado que el inconsciente no tiene nada que ver con eso, sino con lo que se sabe, que es de una muy otra naturaleza se sabe unas cosas que resultan del significante. El inconsciente de Freud se sostiene en la relacin que hay entre un cuerpo que nos es extrao y algo que hace crculo, o recta infinita, y que es el inconsciente.

() La psicologa no es otra cosa que la imagen confusa que tenemos de nuestro propio cuerpo. Esta imagen no deja de comportar afectos, de donde se imagina lo psquico, algo psquico que se afecta, que reacciona. Eso, como Joyce testimonia de ello tras haber recibido los bastonazos4, no demanda ms que irse, dejarse caer como una mondadura.
Quiz eso le dio placer? El masoquismo, en efecto, no est para nada excluido de las posibilidades de estimulaciones sexuales de Joyce, l ha insistido bastante en ello en lo concerniente a Bloom. Pero esa vez, l no ha gozado, tuvo una reaccin de asco concerniente a su propio cuerpo, el sentimiento del desprendimiento de algo como una cscara, como alguien que pone entre parntesis y echa el mal recuerdo. La forma del dejar caer de la relacin con el propio cuerpo, es completamente sospechosa para un analista(Lacan, clase del 11-5-76).

Aqu, en este punto, este es el lugar en que Lacan seala lo que podemos pensar como el lapso del nudo, la interpenetracin entre lo simblico y lo real, que deja suelto lo imaginario, que se desprende, entonces, como la piel de un fruto maduro5. Por lo tanto, una vez ubicado el punto del lapso, de la falla en el anudamiento, se ha localizado el punto lgico de funcionamiento para ese sujeto, y el punto de desanudamiento a estabilizar mediante la construccin de una suplencia posible, de una suplencia, de un snthoma que pueda llegar a estabilizar el anudamiento (en caso de que se haga de l un buen uso, un uso lgico).

La tesis que podemos leer en Lacan respecto de Joyce es que all, a ese lapso, lo que adviene es la escritura. La particular escritura de Joyce, solidaria de la estructura de lalengua, que se vuelve sobre s y se estira, se elonga, incluso hasta otros cdigos, como el latn, el griego, el alemn, etc. Y adems, se elonga y se vuelve sobre s, y recubre el desanudamiento entramando el imaginario suelto. Pero esto no es slo un artilugio de escritura. Sino que se trata, en Joyce, de la escritura profesional, consagrada, incluso apostlica, el apstol Joyce, elSaint-homme, el Santo Hombre, elsnthoma, que anuda con y en su escritura, en susavoiryfaire avec, en su saberhacer ah con, anuda all nombre propio y lugar en la cultura, en el mundo de la Universitas Literarum.

Por lo tanto, si estamos en condiciones de ubicar el desanudamiento de Joyce como correlativo de una prdida del ego, soportado en el imaginario/cuerpo que es dejado caer, anestesiado, en una cesin de lo que puede no tenerse, con la articulacin delsnthomaescritura nombre propio El artista, podemos plantear, con Lacan, que es logrado un recubrimiento de la falla del anudamiento. Y tambin, que tal anudamiento se corresponde con una solucin cuaternaria, que como cuarto elemento bordea, anuda y sutura la falla, reanudando el imaginario, y en el mismo acto produce una invencin que es doble: por un lado, la invencin de una escritura nueva, una literatura nueva, un novedoso artefacto hecho de letras; y por otro, un nuevo sujeto, el sujeto de la invencin, el sujeto de la suplencia lograda: Joyce, elsnthoma.

En relacin a los mismos tres elementos del snthoma recortado por Lacan para Joyce, que mencionamos ms arriba, escritura nombre propio El artista, dos aos antes de la publicacin de Aportrait, en la serie de relatos cortos Dublineses, podemos encontrar tambin indicios de aquellos tres elementos. Por ejemplo, en Una nubecilla, el protagonista Chico Chandler, periodista, tiene sueos de triunfar como poeta; y adems de las ansias de escritor clebre (ansias de escritor clebre como tema de un relato, lo cual representa algo as como una escena dentro de la escena), elucubra all sus saberes ntimos respecto de la constitucin de un nombre propio adecuado:

Trat de sopesar su alma para saber si era un alma de poeta. La nota dominante de su temperamento, pens, era la melancola, pero una melancola atemperada por la fe, la resignacin y una alegra sencilla. Si pudiera expresar esto en un libro quiz la gente le hiciera caso. Nunca sera popular: lo vea. No podra mover multitudes, pero podra conmover a un pequeo ncleo de almas afines. Los crticos ingleses, tal vez, lo reconoceran como miembro de la escuela celta, en razn del tono melanclico de sus poemas; adems, que dejara caer algunas alusiones. Comenz a inventar las oraciones y frases que mereceran sus libros. Mr Chandler tiene el don del verso gracioso y fcil Una anhelante tristeza invade estos poemasLa nota cltica. Qu pena que su nombre no pareciera ms irlands. Tal vez fuera mejor colocar su segundo apellido delante del primero: Thomas Malone Chandler. O, mejor todava: T. Malone Chandler (Joyce 1914, 36-7).
Este Joyce de 1914 extremara luego sus elucubraciones respecto de estos tres elementos (escritura6, bsqueda de la gloria de El artista, y nombre propio) en sus grandes textos venideros, sobre todo enA portrait of the artist as a young many en el Ulises.

Para concluir

Para concluir nuestro breve comentario, diremos que, en definitiva, la suplencia es aquello que suple lo que no hay. Por lo tanto, hablar de la clnica de las suplencias, es hablar de la clnica de la invencin, de la invencin en relacin al snthoma. Alsnthomaque es inventado all en respuesta a una singular manera de desanudamiento, y en relacin tambin al nuevo sujeto que adviene con la estabilizacin posibilitada por la invencin que es suplencia de lo que no hay; sujeto tan novedoso como la invencin misma, ya que antes de tal invencin en qu lugar podramos ubicarlo? Esta reflexin no slo artcula invencin y snthoma, sino que pone en relacin tal invencin, tal eleccin, la eleccin de esa va por dnde tomar la verdad, una va hertica (va hertica porque elige, no responde al dogma religioso de la norma general, de la ley obligatoria; y porque elige respecto del modo hereje de usar Real, Simblico e Imaginario); pone en relacin esta va, decamos, con la dimensin del acto, en tanto lo que se funda con la elaboracin de unsnthomaes precisamente lo que este logra suplir all. Y lo que logra suplir all es el cumplimiento de una funcin lgica: la funcin lgica que no estaba porque all haba lo que no hay. Y eso, fruto de tal acto, de la perpetracin de la invencin considerada como acto, es el advenimiento de un nuevo sujeto.