joseph stiglitz

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He escrito en repetidas ocasiones sobre los problemas de la globalización: un régimen de comercio global injusto que impide el desarrollo; un sistema financiero global inestable que resulta en crisis recurrentes, donde los países pobres se encuentran, una y otra vez, agobiados por una deuda insostenible; y un régimen de propiedad intelectual global que niega el acceso a drogas accesibles que salvan vidas, incluso cuando el sida está azotando al mundo en desarrollo. También escribí sobre las anomalías de la globalización: el dinero d ebería fluir de los países ricos a los países pobres, pero, en los últimos años, lo ha estado haciendo en dirección contraria. Mientras que los ricos están en mejores condiciones de afrontar los riesgos de las fluctuaciones de la moneda y las tasas de interés, los pobres son los que soportan el impacto de esta volatilidad. Es más, me he quejado tan airada y ruidosamente sobre los problemas de la globalización que muchos llegaron a la conclusión errónea de que pertenezco al mo vimiento antiglobalización. Sin embargo, creo que la globalización tiene un enorme potencial siempre que se la maneje de manera apropiada. Hace unos 70 años, durante la Gran Depresión, John Maynard Keynes formuló su teoría sobre el desempleo, que describía cómo la acción gubernamental puede ayudar a restablecer el empleo pleno. Mientras los conservadores lo difamaban, Keynes, en realidad, hizo más para salvar el sistema capitalista que todos los financistas pro-mercado juntos. Si se hubiera seguido el consejo de los conservadores, la Gran Depresión habría sido mucho peor y la exigencia de una alternativa para el capitalismo habría sido más fuerte. Por la misma razón, a menos que reconozcamos y abordemos los problemas de la globalización, será difícil de sostener. La globalización no es inevitable: hubo derrotas en el pasado y puede volver a haberlas. Los defensores de la globalización están en lo cierto cuando dicen que tiene el  potencial de mejorar la calidad de vida de todos. Pero no fue lo que hizo. Las cuestiones planteadas por los trabajadores franceses jóvenes, que se preguntan cómo hará la globalización para mejorar sus vidas si implica aceptar salarios más bajos y una menor protección laboral, ya no pueden ignorarse. Tampoco se puede responder a esos interrogantes con la esperanza nostálgica de que todos algún día se beneficiarán. Como señaló Keynes, a la larga, todos estamos muertos. La creciente desigualdad en los países industrializados avanzados fue una consecuencia largamente pronosticada pero rara vez divulgada de la globalización. La integración económica plena implica la igualación de los salarios no calificados en todas partes del mundo y, aunque ahora estamos cerca de alcanzar este “objetivo”, la presión descendente sobre los que están abajo es evi dente. En la medida que los cambios en la tecnología contribuyeron al casi estancamiento de los salarios reales para los trabajadores poco calificados en Estados Unidos y otras partes en los últimos treinta años, es poco lo que los ciudadanos pueden hacer. Pero pueden hacer algo sobre la globalización. La teoría económica no dice que todos ganarán con la globalización, sino solamente que las ganancias netas serán positivas, y que los ganadores, por ende, podrán compensar a los perdedores y aún así salir beneficiados. Pero los conservadores sostuvieron que, para poder seguir siendo competitivo en un mundo global, se deben recortar los impuestos y se debe reducir el estado de biene star. Esto fue lo que se hizo en Estados Unidos, donde los impuestos han sido menos progresivos y se otorgaron recortes impositivos a los ganadores los que se benefician tanto con la globalización como con los cambios tecnológicos-. En consecuencia, Estados Unidos y otros que siguieron su ejemplo se están convirtiendo en países ricos con gente pobre. Sin embargo, los países escandinavos demostraron que existe otra manera. Por supuesto, el gobierno, como el sector privado, debe bregar por la eficiencia. Pero las inversiones en educación e investigación, junto con una red de seguridad social fuerte, pueden conducir a una economía más productiva y competitiva, con más seguridad y mejores estándares de vida para todos. Una red de seguridad sólida y una economía cercana al empleo pleno o frece un contexto propicio para que todos los protagonistas trabajadores, inversores y empresarios- se comprometan en la toma de riesgos que las nuevas inversiones y firmas requieren. El problema es que la globalización económica superó el ritmo de la globalización de la política y las mentalidades. Nos hemos vuelto más interdependientes, incrementando la necesidad de actuar en conjunto, pero no tenemos los marcos institucionales para hacerlo de manera efectiva y democrática.

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He escrito en repetidas ocasiones sobre los problemas de la globalizacin: un rgimen de comercio global injusto que impide el desarrollo; un sistema financiero global inestable que resulta en crisis recurrentes, donde los pases pobres se encuentran, una y otra vez, agobiados por una deuda insostenible; y un rgimen de propiedad intelectual global que niega el acceso a drogas accesibles que salvan vidas, incluso cuando el sida est azotando al mundo en desarrollo.Tambin escrib sobre las anomalas de la globalizacin: el dinero debera fluir de los pases ricos a los pases pobres, pero, en los ltimos aos, lo ha estado haciendo en direccin contraria. Mientras que los ricos estn en mejores condiciones de afrontar los riesgos de las fluctuaciones de la moneda y las tasas de inters, los pobres son los que soportan el impacto de esta volatilidad.Es ms, me he quejado tan airada y ruidosamente sobre los problemas de la globalizacin que muchos llegaron a la conclusin errnea de que pertenezco al movimiento antiglobalizacin. Sin embargo, creo que la globalizacin tiene un enorme potencial siempre que se la maneje de manera apropiada.Hace unos 70 aos, durante la Gran Depresin, John Maynard Keynes formul su teora sobre el desempleo, que describa cmo la accin gubernamental puede ayudar a restablecer el empleo pleno. Mientras los conservadores lo difamaban, Keynes, en realidad, hizo ms para salvar el sistema capitalista que todos los financistas pro-mercado juntos. Si se hubiera seguido el consejo de los conservadores, la Gran Depresin habra sido mucho peor y la exigencia de una alternativa para el capitalismo habra sido ms fuerte.Por la misma razn, a menos que reconozcamos y abordemos los problemas de la globalizacin, ser difcil de sostener. La globalizacin no es inevitable: hubo derrotas en el pasado y puede volver a haberlas.Los defensores de la globalizacin estn en lo cierto cuando dicen que tiene elpotencialde mejorar la calidad de vida de todos. Pero no fue lo que hizo. Las cuestiones planteadas por los trabajadores franceses jvenes, que se preguntan cmo har la globalizacin para mejorar sus vidas si implica aceptar salarios ms bajos y una menor proteccin laboral, ya no pueden ignorarse. Tampoco se puede responder a esos interrogantes con la esperanza nostlgica de que todos algn da se beneficiarn. Como seal Keynes, a la larga, todos estamos muertos.La creciente desigualdad en los pases industrializados avanzados fue una consecuencia largamente pronosticada pero rara vez divulgada de la globalizacin. La integracin econmica plena implica la igualacin de los salarios no calificados en todas partes del mundo y, aunque ahora estamos cerca de alcanzar este objetivo, la presin descendente sobre los que estn abajo es evidente.En la medida que los cambios en la tecnologa contribuyeron al casi estancamiento de los salarios reales para los trabajadores poco calificados en Estados Unidos y otras partes en los ltimos treinta aos, es poco lo que los ciudadanos pueden hacer. Perospueden hacer algo sobre la globalizacin.La teora econmica no dice que todos ganarn con la globalizacin, sino solamente que las ganancias netas sern positivas, y que los ganadores, por ende, podrn compensar a los perdedores y an as salir beneficiados. Pero los conservadores sostuvieron que, para poder seguir siendo competitivo en un mundo global, se deben recortar los impuestos y se debe reducir el estado de bienestar. Esto fue lo que se hizo en Estados Unidos, donde los impuestos han sido menos progresivos y se otorgaron recortes impositivos a los ganadores los que se benefician tanto con la globalizacin como con los cambios tecnolgicos-. En consecuencia, Estados Unidos y otros que siguieron su ejemplo se estn convirtiendo en pases ricos con gente pobre.Sin embargo, los pases escandinavos demostraron que existe otra manera. Por supuesto, el gobierno, como el sector privado, debe bregar por la eficiencia. Pero las inversiones en educacin e investigacin, junto con una red de seguridad social fuerte, pueden conducir a una economa ms productiva y competitiva, con ms seguridad y mejores estndares de vida para todos. Una red de seguridad slida y una economa cercana al empleo pleno ofrece un contexto propicio para que todos los protagonistas trabajadores, inversores y empresarios- se comprometan en la toma de riesgos que las nuevas inversiones y firmas requieren.El problema es que la globalizacin econmica super el ritmo de la globalizacin de la poltica y las mentalidades. Nos hemos vuelto ms interdependientes, incrementando la necesidad de actuar en conjunto, pero no tenemos los marcos institucionales para hacerlo de manera efectiva y democrtica.Nunca fue mayor la necesidad de organizaciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial y la Organizacin Mundial de Comercio, y rara vez la confianza en estas instituciones fue ms baja. La nica superpotencia del mundo, Estados Unidos, manifest su desdn por las instituciones supranacionales y trabaj asiduamente para socavarlas. El fracaso amenazador de la Ronda de Desarrollo de las conversaciones de comercio y la prolongada demora en la exigencia por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de un cese del fuego en el Lbano son apenas los ltimos ejemplos del desprecio de Estados Unidos por las iniciativas multilaterales.Entender mejor los problemas de la globalizacin nos ayudar a formular remedios algunos pequeos, otros grandes- destinados tanto a ofrecer alivio sintomtico como a abordar las causas subyacentes. Existe un amplio espectro de polticas que pueden beneficiar a la gente tanto en los pases en desarrollo como desarrollados, brindndole as a la globalizacin la legitimidad popular de la que actualmente carece.En otras palabras, la globalizacin se puede cambiar y, de hecho, se va a cambiar. El interrogante es si el cambio ser impuesto por una crisis o ser el resultado de una deliberacin y un debate cuidadosos y democrticos. El cambio impulsado por la crisis corre el riesgo de producir un coletazo contra la globalizacin, o una reformulacin fortuita, planteando as el escenario de ms problemas en el futuro. Por el contrario, tomar el control del proceso plantea la posibilidad de reformular la globalizacin, de modo que, al fin, cumpla con su potencial y su promesa: mejores estndares de vida para todos en el mundo.

Cmo hacer que la globalizacin funcionePor Joseph Stiglitz, resea de Erik HutterJoseph Stiglitz, uno de los economistas ms conocidos del mundo, fue presidente del Consejo de Asesores Econmicos del presidente Clinton, y Economista Jefe del Banco Mundial hasta enero de 2000. Actualmente es profesor de finanzas y economa en la Universidad de Columbia, Nueva York, y en 2001 fue galardonado con el Premio Nobel de Economa. Norteamericano, es autor deEl malestar en la globalizacinyLos felices noventa. En 2006 escribiCmo hacer que la globalizacin funcione. A continuacin reproducimos la primera parte de la entrevista.A principios de la dcada de 1990 la globalizacin recibi una calurosa acogida de muchos economistas y polticos. En seis aos el flujo de capitales hacia pases en desarrollo se sextuplic. La globalizacin, se pens, convertira a todos en ganadores, tanto en los pases desarrollados como en los en vas de desarrollo. Las manifestaciones a gran escala contra la globalizacin en diciembre de 1999 en Seattle, fueron una gran conmocin para los defensores del libre mercado. La globalizacin haba realmente unido de forma exitosa a los ciudadanos de todo el mundo, pero contra la globalizacin.Obreros de fbrica en Estado Unidos vieron peligrar sus puestos de trabajo por las importaciones baratas de China. Los agricultores en pases en desarrollo encontraron amenazada su subsistencia por los productos altamente subvencionados de los pases ricos. Los activistas de ayuda vieron cmo los nuevos acuerdos comerciales elevaban los precios de las medicinas hasta niveles que la mayora del mundo no puede permitirse. Las organizaciones ecologistas se centraban en el impacto negativo de la globalizacin en los ecosistemas. Las manifestaciones de Seattle fueron una prueba de que muchos dudaban de que la globalizacin converta en ganadores a todos en los pases en desarrollo y desarrollados.La globalizacin puede convertir a todos en ganadores, segn Joseph Stiglitz, pero hasta ahora no ha sabido cumplir con su potencial. En 2004 la Comisin Mundial sobre la Dimensin Social de la Globalizacin, creada por la Organizacin Internacional del Trabajo, public los hallazgos de un informe entre 73 pases. Excepto en el Sur de Asia, Estados Unidos y Europa, el desempleo haba crecido en todas partes entre 1990 y 2002. El cincuenta y nueve por ciento de la poblacin mundial vive en pases donde crece la desigualdad. Incluso en los pases ricos, los ricos se hacen ms ricos, mientras el estndar de vida de los pobres disminuye.Existen varias formas con las cuales las naciones industrializadas se aseguran que la globalizacin sirve exclusivamente sus intereses.Las dos principales instituciones financieras del mundo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), datan del tiempo en que EEUU y Europa ejercan un reinado supremo del mundo (1944). Aunque se ha renunciado al colonialismo hace mucho, an prosigue de forma muy acentuada la vieja red de pases ricos donde se toman las decisiones. El presidente del FMI siempre es europeo, el nmero dos es norteamericano, y EEUU es el nico pas con veto. Los derechos a voto del FMI estn basados en el equilibrio de poder econmico de hace 60 aos. El presidente del Banco Mundial es elegido por el presidente de Estados Unidos. Esta eleccin a menudo tiene ms que ver con los intereses polticos norteamericanos que con el conocimiento financiero, testimonio de ello son los nombramientos de Paul Wolfowitz y Robert McNamara, ambos ex secretarios de defensa de EEUU.El Banco Mundial y el FMI, as como tambin otras instituciones internacionales, toman decisiones que no favorecen los intereses de los pases en desarrollo. Sin embargo, dice Stiglitz, estas instituciones slo tienen un poder limitado porque son controladas por EEUU, Europa y otras naciones industrializadas. Los gobiernos de estos pases, a su vez, slo son responsables parcialmente porque son escogidos por un electorado egocntrico que pone las necesidades de su propio pueblo por delante de las de otros pases. En un mundo en el cual se contabiliza de forma precisa la cifra de muertes norteamericanas en Irak pero la cifra de muertos iraques preocupa considerablemente menos, no es de extraar que las misma desigualdad exista en trminos econmicos. La prdida de puestos de trabajo y un declive de la riqueza en casa son profundamente deplorados, pero cuntas personas en pases ricos agitarn la bandera para una creciente riqueza en China, India y otras partes del mundo?La globalizacin hace al mundo cada vez ms pequeo y Stiglitz aconseja que tenemos que vernos cada vez ms como parte de una comunidad mundial. Tenemos que preguntarnos: qu consideraremos justo si vivimos en otra parte del mundo? Si queremos otra forma de globalizacin necesitamos empezar a pensar globalmente de una forma diferente, afirma.Barreras comercialesLa asimetra entre naciones ricas e industrializadas y los pases en desarrollo es tambin aparente en el comercio internacional y los tratados financieros, que favorecen unilateralmente a los pases ricos a costa de los pobres. Estos tratados proporcionan a los pases desarrollados acceso a los mercados de los pases en desarrollo, pero a menudo no sucede lo contrario. Despus de aos de negociaciones dentro de la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), se alcanz un acuerdo en 1994 que era tan injusto que las zonas ms pobres del mundo, frica Sub-Sahariana, tuvieron prdidas de 1.200 millones de dlares anuales. Los pases desarrollados, el 15 por ciento de la poblacin, disfrut de los beneficios del 70 por ciento de las ventajas, que sumaban 350.000 millones de dlares anuales.Stiglitz indica que las normas del juego del comercio internacional han cambiado para beneficiar a los pases ricos de otras formas, tambin: los aranceles comerciales impuestos por las naciones desarrolladas sobre los productos de las naciones en desarrollo son cuatro veces mayores que los impuestos a productos de otros pases desarrollados. El monto que los pases pobres pagan por estas barreras comerciales es tres veces ms elevado que el monto que reciben en ayuda al desarrollo.Stiglitz defiende un sistema de reciprocidad entre socios iguales en vez de reciprocidad entre todos los socios comerciales, como es el caso actualmente: los pases ricos deben abrir sus mercados a naciones pobres sin exigir reciprocidad. Los pases con ingresos medios tambin deberan abrir sus mercados a los pases menos desarrollados, pero no a los pases ricos. Los pases industrializados pueden abrir sus mercados entre ellos, porque sus economas son lo suficientemente robustas.

Resumen: Por captulos:1. Otro mundo es posible La globalizacin no tiene por qu ser buena para unos pases (los ms desarrollados + China y, en algunos aspectos, India) y mala para otros (los menos desarrollados); es posible lograr un equilibrio. Pero la actual gestin e implementacin de la globalizacin no est haciendo otra cosa que ampliar la distancia.2. La promesa del desarrollo Desparecido el comunismo, hoy en da quedan dos grandes escuelas de pensamiento econmico: la liberal y la del estado intervencionista. A su juicio, est segunda es la vlida, la que puede impulsar el estado del bienestar, la que puede ayudar a gestionar la globalizacin. Es la aplicada en el este asitico que ha llevado al buen camino. El liberalismo aplicado en Latinoamrica, por el contrario, ha fracasado. Las nuevas tecnologas y la globalizacin aplanan el mundo para quien tiene acceso a estas NTIC y a la globalizacin; pero para frica, lo que est sucediendo es que el mundo cada vez es menos plano. Por ello, es fundamental intentar nivelar el terreno para dar igualdad de oportunidades.3. Cmo hacer que el comercio sea justo La liberalizacin comercial no es simtrica, no todos los pases la pueden aprovechar igual. Suele haber elementos ratifcales que crean asimetras. Adems, incluso en un pas hay quien sale perjudicado (p.e. por la prdida de empleos). Los aranceles proteccionistas a las industrias y pases en desarrollo son necesarios. Es posible crear un sistema comercial justo para todos. Primero, ser permisivos con los pases pobres: permitirles el libre comercio hacia los pases ricos sin exigir reciprocidad; permitirles proteger sus industrias libremente. Segundo abrir los mercados agrcolas eliminando previamente las subvenciones a la explotacin en los pases ricos, especialmente las que van a parar a las grandes corporaciones. Tercero, modificar los aranceles para no perjudicar a los ms pobres. Cuarto, permitir la libre circulacin no slo de los servicios que exigen un elevado grado de cualificacin, sino tambin de los de baja cualificacin (p.e. construccin). Quinto, incluir otro tipo de barreras no arancelarias. Sexto, reducir los acuerdos bilaterales y, en general, aquellos en los que estn presentes pocos pases. Sptimo, realizar una serie de reformas en las instituciones internacionales para permitir todo lo anterior.4. Patentes, beneficios y personas En una sociedad poco amante de los monopolios, los derechos de propiedad intelectual lo que buscan es, precisamente, crear monopolios (i.e. caso farmacutico). Y esto, al final, disminuye la innovacin de los pequeos a favor de los grandes. En general, los mayores investigadores (las universidades) no tienen mayor inters en las patentes. Si es saber es de dominio pblico se aumenta la innovacin (Linux). Solucin. Primero, adaptar los mecanismos de propiedad intelectual a las necesidades de los pases en vas de desarrollo. Segundo, acceso universal a los medicamentos. Tercero, detener la biopiratera. Cuarto, reformar la WIPO para que tenga en cuenta a los pases y empresas menos desarrollados antes de conceder una patente.5. Acabar con la maldicin de los recursos Hay muchos pases en vas de desarrollo que son ricos en recursos naturales que progresan muy mal a pesar de ello (Azerbaiyan, Nigeria, Venezuela, Arabia Saud). La primera causa es que para llegar al poder se ha usado la violencia, necesitando posteriormente usar los recursos para comprar ms violencia que permita al dictador mantenerse en el mismo. Para romper con esta dinmica se deben dar una serie de factores. Primero, que obtengan por sus recursos lo que realmente valgan. Segundo, tienen que gastar bien el dinero obtenido, sin despilfarrarlo. Tercero, manejar el mal holands (si obtienen dlares de la venta de recursos, sube el valor de la moneda, lo que perjudica las ventas en el exterior de todo aquello no cercano a los recursos principales); para ello, hay que evitar cambiar todo lo vendido y aprovechar para ahorrar. Soluciones desde el punto de vista internacional. Primero, transparencia en la compra de recursos. Segundo, reducir la venta de armas. Tercero, obligar a que haya un certificado para la exportacin de recursos naturales. Cuarto, prestar ayuda financiera finalista. Quinta, definir una serie de normas. Sexto, limitar los daos medioambientales.6. Salvar el planeta El tema medioambiental afecta tanto a pases desarrollados como a los no desarrollados. Hasta ahora la globalizacin no ha sido capaz de gestionar adecuadamente esta cuestin. El problema es que el medio ambiente es comn, por lo que hay dos soluciones: privatizarlo o usar el control social. El protocolo de Kyoto est pensado para los pases ricos, ya que obliga a todos a volver a 1990. La alternativa es hacer que todo el que contamina pague proporcionalmente por ello.7. La corporacin multinacional Las corporaciones, en su bsqueda de obtencin de beneficios, han favorecido a los pases menos desarrollados llevndoles prosperidad, pero tambin los han perjudicado en numerosas ocasiones (Bhopal, Exxon Valdez, Wal-Mart, etc.). Solucin: Primero, admitir y trabajar con la base de la RSE (Responsabilidad Social de la Empresa). Segundo, limitar el poder (tamao, posicin en los mercados) de las corporaciones. Tercero, mejorar la gestin de las corporaciones. Cuarto, leyes globales en una economa global. Quinto, reducir el alcance de la corrupcin.8. La carga de la deuda La deuda externa plantea un gravsimo problema a los pases en vas de desarrollo, ya que hace que todos sus recursos salgan del pas. El tema es que han pedido dinero y ahora se ven expuestos a los tipos de inters crecientes, devaluaciones, etc. Causas: excesivas peticiones, pero tambin excesivas concesiones de prstamos, subidas de tipos de inters, eventos imprevistos. Solucin. Primero, condonar la deuda y no prestar tan alegremente en el futuro. Especialmente, no obligar a devolver los prstamos de la deuda odiosa, la solicitada por regmenes totalitarios para mantenerse en el poder; al no pagar esta deuda, queda claro que en el futuro no se harn prstamos de este tipo. La condonacin no puede ser a costa de querer dirigir el pas.9. Reformar el sistema global de reservas Actualmente, los pases ms pobres prestan dinero (es la forma de tener reservas) al pas ms rico a un inters del 1%. En vez de que el dinero fluya de los ricos a los pobres y el riesgo de los pobres a los ricos, sucede justo al contrario. La exigencia de contar con un sistema de reservas tiene un coste de oportunidad brutal para los pases en vas de desarrollo. Solucin: reservar el sistema global de reservas. Para ello, o bien tener dos monedas globales (no slo el dlar) o bien crear un dlar global para que todos tengan sus reservas en esa moneda.10. Democratizar la globalizacin Ante los evidentes problemas que arrastra consigo la globalizacin, hay tres soluciones: aceptarlos, rebelarse o aceptarlos tratando de modificarlos para minimizar su efecto. En general, no ha habido organismos transnacionales que hayan hecho bien su trabajo por el bien de los ms desfavorecidos. En el futuro, los organismos internacionales deben ser ms transparentes, ms participativos. Adems se debe llegar a un nuevo acuerdo social global que favorezca a los pases ms pobres.11. Pues creo que es de justicia dedicarle unas lneas a este libro en el blog. Aunque lo de leerlo no fue algo que saliera de m, sino que fue una obligacin impuesta por una asignatura de la universidad (optativa, por cierto, que ya les vale hacernos leer un libro para una asignatura as).Joseph Stiglitzno era un desconocido para m, ya lo conoca de algunas asignaturas de la licenciatura de Economa, pero al volver a l he ampliado mucho la visin que tena de l y su enfoque del mundo. Stiglitz, ganador del Premio Nobel de Economa den 2001, es conocido sobre todo por su visin crtica de la globalizacin, y justo sobre esto es sobre lo que trata el libro. No solo es una crtica de la globalizacin, sino que propone soluciones concretas y asumibles por los pases, tanto desarrollados como en vas de desarrollo.12. En realidad, lo que he tenido que hacer ha sido una sntesis terriblemente sinttica (valga la redundancia) del libro, centrndome en tres cuestiones clave. Es imposible hacerle justicia a un libro as de ese modo, y de todos modos, tampoco voy a hacerlo en esta entrada. Pero s que me gustara dejar constancia de esta lectura para recomendarla por varios motivos.No suelo leer obras de no ficcin, quizs debera empezar a hacerlo. A diario leemos no ficcin: los peridicos, artculos de opinin o de anlisis en revistas, incluso blogs. Como se suele decir, muchas veces la realidad supera con creces a la ficcin, y tambin es cierto que tenemos el deber, si no ya de hacer ms de lo que hacemos de saber en qu mundo vivimos, de estar informados para poder al menos opinar con conocimiento de causa.13. Lo que nos cuenta Stiglitz en el libro es qu implica la globalizacin y qu consecuencias tiene en el desarrollo, centrndose sobre todo en pases en vas de desarrollo. Tiene otros libros en los que seguro que completa esta visin de la globalizacin, y en este lo que quiere mostrarnos como el ttulo indica son posibles soluciones a los problemas que esta ha generado. Stiglitz sabe de lo que habla, le avalan sus mritos acadmicos y un historial de profundo inters por las realidades de pases en desarrollo. Poniendo ejemplos de polticas y formas de actuar que han funcionado y otras que no, hace un recorrido por los principales problemas que ha generado la globalizacin, y plantea soluciones y alternativas a cmo se hacen las cosas ahora mismo.14. 15. Aunque por lo general se asocia la palabra globalizacin a sus efectos negativos, el autor nos muestra que tambin tiene su parte buena (ha creado nuevos cauces de comercio, ha mejorado la riqueza de algunos pases, ha abaratado en cierto modo el precio de algunos productos en pases desarrollados, traslada tecnologas a los pases en vas de desarrollo). Como se puede ver, por cada efecto positivo hay decenas de consecuencias indeseadas, como el empobrecimiento de la poblacin o un crecimiento de la desigualdad en los pases. l parte de la base de que lo malo no es la globalizacin en s misma, sino la forma en que se ha gestionado, la forma incorrecta e ineficiente de aplicarla, sin un marco legal definido ni instituciones que sigan unas directrices justas para todos. En el libro hay captulos sobre el comercio justo, las patentes, los recursos naturales, el medio ambiente, la deuda (tan mentada estos das verdad?), y tambin la necesidad de democratizar la globalizacin para lograr as acabar con sus efectos negativos.16. En resumen, es una lectura interesante para quien se sienta interesado por esos temas. Hoy por hoy, la verdad es que deberan interesarnos a todos porque estamos metidos de lleno en esas consecuencias de las que habla. Quizs el primer paso para hacer algo bueno, sea informarse sobre el mundo o la economa, en este caso en que vivimos. Y es que no hace falta comprar este libro, ni ningn otro, que ya se sabe que actualmente la cultura es casi un artculo de lujo. Seguramente basta con mantener los ojos abiertos, mantener un espritu crtico y estar al tanto de lo que ocurre a nuestro alrededor. La verdad es que suena duro, pero casi dira que en ciertos temas el estar informado debera ser un deber, y no solo un derecho

En los debates que se dan dentro del progresismo argentino tenemos dos posturas claras. Por un lado, la de Jos Pablo Feinmann; y por el otro, la de Juan Jos Sebreli. Para Feinmann la globalizacin debe combatirse a muerte, porque es un proceso imperialista que terminar de destruir al mundo y lo dejar en manos de los Estados Unidos y la Unin Europea. En contraposicin, Sebreli argumenta que no es un proceso imperialista sino que se trata de un proceso imparable que forma parte de la historia de la humanidad y que, al final de cuentas, todos seremos felices porque estaremos ms unidos.

En su trabajoCmo hacer que funcione la globalizacin, el economista estadounidense Joseph Stiglitz se coloca entre ambas posturas: cree que la globalizacin beneficiar a la humanidad, pero que en estos momentos est siendo utilizada por los pases desarrollados como herramienta del imperialismo.

Quin es este tipejo Stiglitz que cuestiona a Feinmman? Stiglitz es profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Una de las ms caras y prestigiosas de yanquilandia. No slo eso, en la Administracin Clinton fue presidente del Consejo de Asesores Econmicos, creado en 1946 al final de la Segunda Guerra Mundial, cuya funcin es elaborar el famoso plan econmico del gobierno, que todos les reclaman a los polticos en Argentina durante las elecciones.

Concluido su perodo al frente del Consejo, rechaz la reeleccin que le propuso Bill y acept el ofrecimiento del Banco Mundial para ocupar la vicepresidencia del organismo y ser su economista jefe. Segn aclara el propio Stiglitz enEl malestar en la globalizacinlo hizo porque quera cambiar al mundo.

La vicepresidencia de Stiglitz fue la comidilla de la prensa estadounidense: no aceptaba las disposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), organizaba conferencias de prensa para presionar a Clinton y lograr un desembolso multimillonario en algn pas africano marcado por el FMI como irrecuperable, cuestionaba duramente el Consenso de Washington y aseguraba que las privatizaciones eran un horror. Todo esto colm la paciencia del entonces secretario del Tesoro -ministro de Economa- Larry Summers y orden que lo echasen a patadas sin jubilacin.

A pesar de todo, en 2001 gan el Premio Nbel de Economa por su teora sobre la libertad de informacin y su papel en los mercados. Desde ese momento Joseph se ha mostrado como un personaje extrao, casi incomprensible para un argentino: no avala el comunismo pero tampoco cree en el neoliberalismo capitalista. En sorna, lo denomin Fundamentalismo del Mercado. De hecho, cuestion duramente a Alan Greenspan por su papel como presidente de la Reserva Federal Banco Central- porque su poltica de no regulacin de los mercados caus mucho dao por estar basada en una ideologa.

Se podra asegurar que Stiglitz es el fundador de una nueva corriente de economistas que se llaman a s mismos pragmticos. Son similares a los cientficos empricos que slo creen en lo que puedan comprobar en la realidad sin detenerse en las ideologas. (Sin hilar muy fino, emprico y pragmtico quieren decir prctico).

As es que nos encontramos frente a uno de los economistas ms importantes de nuestro tiempo. En lo personal, me permito asegurar que est a la altura de un John Maynard Keynes, un Carlos Marx, un Adam Smith o un David Ricardo. Principalmente, por el nivel de difusin con que cuenta entre los movimientos polticos de izquierda y el mundo de la poltica en general, y porque plantea un quiebre con las dems escuelas econmicas, aunque se considera un descendiente directo de la keynesiana.

Para Stiglitz en los ltimos siglos hemos sigo testigos de un perodo de la historia en que el Estado ha tratado de corregir los errores del mercado y el mercado los del Estado. Bsicamente podra sostenerse que el problema del capitalismo ha sido un exceso del papel del mercado y el del comunismo un exceso del papel del Estado.

Subido a la ola de una nueva escuela econmica, Stiglitz presenta un trabajo formidable porque nadie hasta ahora lo ha hecho- que articula la globalizacin con un proceso beneficioso para los pases en vas de desarrollo que pone lmites al poder de los grandes imperios.

Cmo hacer que la globalizacin funcionese divide en 10 captulos, que son la receta para logar un mundo mejor y ms justo para todos. Comprende los desequilibrios macroeconmicos de los pases latinoamericanos, las situaciones de extrema pobreza del continente africano, las luchas por la independencia econmica del sudeste asitico, la contaminacin y el medioambiente, la maldicin de los recursos naturales, el fracaso del sistema de reservas y la hipocresa de Estados Unidos y la Unin Europea.

Latinoamrica

La rivalidad entre Argentina y Brasil forma parte del folclore latinoamericano, y Stiglitz vuelve a encender la mecha. Para l Brasil se equivoc al no entrar en default en 2002. Desde su ptica, la deuda externa es una locura. Un negocio para las grandes elites financieras que ha destruido a los pases en vas de desarrollo.

Puedo imaginrmelo con lgrimas en sus ojos mientras redactaba: Argentina es uno de los pases ms valientes y dignos que haya visto. El default no slo fue lo correcto, sino que el no pago a los holdouts, a los que el CEMA tanto defiende, tambin lo fue. Segn explica, la situacin era catastrfica porque nuestro pas se vio en la disyuntiva de tener que pagar su deuda o invertir ese dinero en la estabilizacin macroeconmica.

Los fondos que van a pagar la deuda se desvan de otras reas que para Stiglitz tienen mayor peso para el desarrollo de una nacin, como la baja de impuestos a los ms pobres, la educacin y la salud.

El breve gobierno de Rodrguez Saa entendi eso y declar la cesacin de pagos para poder usar esos fondos en la reconstruccin de la desvastada economa interna. El FMI enfureci y pidi un castigo ejemplar. En ese momento entr en escena el ministro de Economa Roberto Lavagna que negoci con uas y dientes una quita del capital como condicin. Stiglitz se emociona de tal manera que describe a la negociacin de la deuda muy criticada por los medios argentinos, ya que uno debe pagar sus deudas- como el hecho poltico ms trascendente de la historia moderna.

El relato pasa por las negociaciones intramuros cuando los funcionarios del FMI liza y llanamente apretaban a Lavagna y lo amenazaban con duras sanciones, pero el ministro no cedi, porque se trataba de una persona bien informada, remata. Tal es su emocin, que se remonta a 1902 cuando el canciller Lus Mara Drago impuso una doctrina al evitar que Gran Bretaa, Italia y Alemania invadieran a Venezuela para exigir el pago de su deuda externa. Lavagna es su hroe, sin lugar a dudas.

Quines son los pobres holdouts del Club de Pars que los economistas vernculos tanto defienden? Stiglitz nos da su versin. Cuando la crisis argentina se desat, muchos tenedores de bonos pensaron que nunca iban a poder cobrar la deuda doctrina Drago- por lo tanto decidieron venderlos por centavos al mercado financiero. All, los fondos buitres del Club de Pars formados por importantes capitalistas de Europa, Estados Unidos y Japn- los adquirieron por migajas creyendo que su esfera de influencia poltica pondra a la Argentina de rodillas y lograra que se les pague su valor nominal, y encima con intereses. Pero Lavagna resisti y no pag. A partir de ese momento, Argentina, sin reservas en su Banco Central y habindole dado la espalda al FMI, comenz a crecer como nunca antes lo haba hecho en su historia.

Las deudas que se hayan contrado con regmenes dictatoriales, o corruptos, no pueden considerarse legtimas y los pueblos no tienen por qu cargar con ellas. La culpa es de quienes prestaron ese dinero, porque cometieron una estafa. El caso argentino es el punto de partida de toda la reforma global que propone Stiglitz.

La situacin de frica

Los pases africanos son los ms lesionados por el fundamentalismo del mercado. Los prstamos que pidieron en los 80 no fueron utilizados precisamente para ayudar a su poblacin, se desviaron hacia las arcas de sus lderes corruptos y la deuda externa aument monumentalmente junto con la pobreza. En los 90, lleg una nueva generacin al gobierno que quera cambiar las cosas. Pero se encontr con los genios del FMI que les pedan reformas estructurales para refinanciar sus deudas.

Se puede decir que as como Argentina es el modelo de lucha contra la globalizacin imperialista, frica es el resultado de no oponerse a ella.

Al ser un continente con un nivel muy bajo de industrializacin y de desarrollo agropecuario no puede competir con los productos que pasan libremente por sus fronteras. Lo peor es el papel que cumplen los emprendimientos mineros que se dedican a extraer diamantes. (Lamentablemente, en este aspecto, Latinoamrica no est muy lejos hoy en da). Son las nicas empresas que se desarrollaron en su territorio. Stiglitz, de plano, afirma que la minera es una actividad que debe realizar el Estado de ser posible directamente la prohibira-. Los pases, por lo general, no reciben grandes ganancias de ella, ni genera una cantidad de empleo suficiente como para justificar el terrible dao medioambiental que ocasiona. Adems, ha sido utilizada para financiar horrendos genocidios por parte de las empresas.

El mayor de los problemas que enfrenta frica es la pandemia de sida. Aqu Stiglitz entra en un debate sobre los derechos de autor, enarbolando la bandera de la piratera. Con qu derecho existen los derechos de autor?, se pregunta. La solucin que propone es que todos los pases deberan crear un fondo para las artes y la ciencia y utilizarlo para pagarles a los cientficos, artistas e investigadores. Por lo dems, Stiglitz considera muy daina su existencia porque impiden el avance de la sociedad. Es como si dijera: Si un programador no puede copiar a Windows, cmo har para superarlo?.

Las investigaciones cientficas, o las creaciones artsticas, alimentan el alma del ser humano y sientan las bases para construir algo mejor sobre ese conocimiento que todos hemos adquirido. No puede pertenecerle a una persona u otra. Debe ser patrimonio de todos.

En su diatriba contra los derechos de autor nos relata una historia muy graciosa sobre los problemas que debi enfrentar Europa para introducir sus autos en Estados Unidos tras el apogeo del fordismo. Ford aseguraba que el automvil era un invento suyo, cuando en realidad ya exista en el viejo continente. Esto hizo que se llevara adelante una de las peleas diplomticas ms absurdas. Finalmente, se acept liberar la patente y todos se beneficiaron con la entrada en masa de los automviles europeos, que logr bajar los precios de los estadounidenses.

Para el pueblo lo que es del pueblo y para los africanos medicamentos baratos y genricos para tratar el sida. De ser posible, elaborados en laboratorios nacionales.

El tigre asitico

La India y China parecen ser las nuevas potencias mundiales. Ambas han invertido gran cantidad de dinero en desarrollos tecnolgicos y han elaborado programas econmicos muy interesantes. Los chinos tienen lo que se llama fondo de estabilizacin, donde destinan un 42 por ciento del ahorro del Estado. En pocas de crisis, lo utilizan para inyectar liquidez a su economa y evitar la recesin tambin lo hace Chile-. Stiglitz toma esta idea y propone que todos los pases hagan lo mismo.

Por otra parte, la India, sabiendo que la corrupcin se encuentra a la orden del da por parte de los inversores extranjeros, ha democratizado su sistema poltico y deleg mayor autoridad en los municipios y en sus vecinos. El gobierno no puede permitir un emprendimiento si quienes viven all no lo permiten. Esto sent las bases para la creacin de pequeos bancos que financian a las familias del lugar para que enven a sus chicos al colegio.

La educacin pblica se ha orientado hacia las necesidades de desarrollo que tiene el pas. "De lo contrario, en los jvenes se genera angustia y rencor como ocurre en Latinoamrica con su constante fuga de cerebros, un subsidio encubierto a los pases desarrollados", sostiene.

Asimismo se han creado cursos de capacitacin para que las mujeres conozcan sobre sus derechos, aprendan a cocinar y a administrar el dinero de sus hogares. Puede parecer machista, pero no lo es. Se trata de una cuestin de superviviencia. Stiglitz relata que muchas mujeres indias no saban darle de comer a sus hijos cuando tenan todos los elementos para hacerlo.

As y todo, Estados Unidos impidi la creacin del Fondo Monetario Asitico en plena crisis de 1997. La idea era que China pudiera financiar junto con Japn a sus vecinos en apuros. Con la excusa de que no se trata de una economa de mercado, desde Washington son muchas las trabas que se ponen en el camino del gigante tigre asitico, que tarde o temprano correr libre.

La contaminacin y el medioambiente

En un principio Stiglitz comienza con una humorada, proponiendo que cada vez que el planeta se contamine demasiado nos mudemos al de al lado. Este es el marco para explicar la cruda realidad: el mundo es uno solo para todos, debemos ser responsables y cuidarlo.

Lo ideal sera articular entre todos los sistemas judiciales mecanismos de sanciones para las empresas contaminantes. De hecho, cree que se deberan realizar las denuncias contra una subsidiaria en el lugar del mundo donde se encuentra su casa matriz. Esto porque lo ms comn es que se contamine en los pases en vas de desarrollo, donde la empresa no tiene ningn tipo de responsabilidad legal.

La necesidad de re forestar el planeta es inaplazable. Para obtener ese fin, Stiglitz propone pagarles a los Estados un subsidio por rbol que planten. A la vez, est convencido de que para medir el crecimiento de la economa de una nacin hay que tener en cuenta la degradacin que sufre su medioambiente. En el caso de la minera, se puede decir que se extraen millones de dlares en oro, pero las aguas y los suelos se contaminan de tal forma que se vuelven inutilizables. El pas cuenta con un recurso natural menos, del que ya no podr extraer ms riqueza.

Los recursos naturales

Los recursos naturales pueden ser muy buenos, pero tambin una maldicin. Sin una correcta reforma agraria que los democratice y los ponga al alcance de todos, quedan en manos de las oligarquas. Al mismo tiempo, muchos pases han logrado mejorar sustancialmente sus niveles de vida invirtiendo en otras reas.

Para sobrevivir en la globalizacin es mejor usar el ingenio que los recursos naturales. Ya dbamos cuenta de lo que hicieron la China e India, que se dedicaron al sector tecnolgico y no a exportar arroz. Si uno se acerca al Buenos Aires Design se va a encontrar con multitud de artculos chinos. Exportar carne no es tan necesario cuando todos los pases tienen carne, aunque no sea de gran calidad. Hay que lanzarse a la aventura de ser productivo y no a la comodidad de la renta. Sobretodo, porque los recursos naturales tarde o temprano se agotan y son permeables a lo que Stiglitz denomina externalidades negativas, como puede ser una cada de precios de los commodities en el mercado de Chicago.

El sistema de reservas

Stiglitz debe ser un profesor excelente. La forma en que logra que conceptos totalmente inentendibles se vuelvan sencillos para el ms lego en cuestiones econmicas es increble. Siempre me pasa lo mismo cuando leo sus libros. El caso ms sorprendente es del sistema de reservas de los bancos centrales.

Si antes me preguntaban a m qu son las reservas de las que hablan todos los medios de comunicacin, yo hubiera contestado que son pilones de dlares que se encuentran en las bvedas de los bancos centrales, o en su defecto en una cuenta bancaria a nombre del Banco Central. La realidad es muy distinta y siniestra.

Las reservas se encuentran en bonos del Tesoro de los Estados Unidos, por los cuales los pases pagan un inters. Estos bonos son convertibles en dlares o en la moneda nacional al tipo de cambio del mercado. Por lo tanto, la Reserva Federal de los Estados Unidos recibe todo el tiempo un flujo de capital proveniente de los dems bancos centrales por mantener esas reservas. Es como una forma de deuda encubierta. Un negociado que empez en Bretton Woods, en 1944.

Cuando Estados Unidos acept ser el garante de las reservas del mundo, no lo hizo como una hermanita de la caridad, lo hizo porque eso significaba que en lo sucesivo el pas ms rico del mundo vivira de prestado de los pases ms pobres del mundo. Ante esta atrocidad, Stiglitz propone crear lo que llama global greenbank reserva global-, un tipo de bono sin inters que todos los Estados deberan guardar en sus fondos de estabilizacin para utilizarlo en casos de emergencia y que se convertira en el mercado al precio de la moneda local, sin que se viera afectado por las fluctuaciones de los tipos de cambio.

Aqu es donde volvemos al caso argentino. Argentina demostr que un pas sin reservas puede funcionar sin problemas. Entonces, para qu sirven las reservas? Stigliz cuestiona duramente su existencia. Los bancos centrales tuvieron un incremento enorme de sus reservas en los ltimos 20 aos y nada ha cambiado. Todo sigue siendo igual. Hay pobres y fracasos por donde se lo mire. El nico beneficiado ha sido Estados Unidos. Incluso Japn ha sufrido muchas prdidas cuando el dlar empez a fluctuar contra el yen, en 2004, por la constante poltica devaluacionista de George W. Bush. El resultado: la Unin Europea, China y Japn migraron la mitad de sus reservas de dlares a euros. El mundo se cans de ser la vaca lechera de Estados Unidos.

Si bien el libro fue publicado en 2006, anunciaba el desencadenamiento de la crisis de 2008. El abandono del dlar como moneda de reserva puede ser metdico y suave, ocurrir en un perodo de meses o aos. O puede suceder de golpe sin mtodo alguno, en un crack. En el primer caso, el mercado de valores slo experimentar un ligero malestar, puede que incluso contine subiendo, aunque a menor ritmo. En la segunda circunstancia, la economa entrar en una crisis. En el caso de un crack, es muy difcil predecir qu tipo de suceso puede precipitarlo. Pueden ocurrir muchas cosas, incluido algn rumor infundado que desembocara en un crack. O la situacin de Oriente Prximo que se agravara. Ni ms ni menos, meses antes de la cada de Lehman Brothers, Stiglitz pronosticaba el final del dlar como moneda de reserva y su agona representada por una enorme crisis econmica mundial desencadenada por cualquier circunstancia. Poda ser un atentado terrorista o una quiebra generalizada del sistema financiero. El dlar ya era algo insostenible.

La hipocresa de Estados Unidos y Europa

El principal problema econmico de la globalizacin es el proteccionismo que emplean Estados Unidos y la Unin Europea. Utilizando como ardid cualquier excusa, impiden el ingreso de productos altamente competitivos en sus mercados. O lo que es peor: si ellos producen jugo de naranja, bajan los aranceles a las naranjas que importan pero los elevan por los cielos para los jugos de naranja que llegan de otras partes del globo. As se aseguran una provisin de naranjas frescas y un bloqueo a la competencia industrializada.A Brasil, por ejemplo, le prohibieron importar carne porque argumentaban que sus vacas tenan fiebre aftosa. Era falso, pero no importaba. Serva como excusa para defender a los productores agropecuarios.

Los subsidios son lo peor. Les permite exportar sus productos por debajo del costo de produccin. Esta prctica es conocida como "dumping".Estados Unidos pasa por el Congreso millones de dlares con la forma de un Acta Secreta de Financiamiento de Defensa.En todo el mundo, las leyes secretas que involucran la seguridad nacional no pueden ser revisadas por el pblico ni cuestionadas por los medios. Pero el concepto que Estados Unidos tiene sobre como financiar la Defensa de su nacin es muy curioso. Esas actas son en realidad subsidios que van a parar a los grandes productores agropecuarios.

Con otro de sus geniales chascarrillos, Stiglitz nos recuerda que es mejor ser una vaca en Europa que una persona pobre en un pas en vas de desarrollo. Justamente porque cada vaca recibe miles de veces ms en subsidios de lo que recibe un nio pobre en Argentina.

La India es el ms perjudicado. All se encuentra la industria algodonera ms importante del mundo, que ha sido destruida por los subsidios que Estados Unidos enva a los productores algodoneros estadounidenses. En respuesta a las crticas que reciben estos gobiernos por la forma en que defienden su seguridad nacional, han explicado a los medios que las subvenciones son para ayudar a los pequeos productores. Stiglitz asegura que no es as, sino todo lo contrario. Los pequeos productores se ven absolutamente perjudicados porque el dinero de todos los contribuyentes termina en los bolsillos de los grandes pooles, que arrasan a los ms chicos.

En el plano polticomilitar, Stiglitz se pregunta por qu se embarga y bloquea a Cuba y no se hace lo mismo con otros pases. Por ejemplo, los que compran o venden armas, los regmenes dictatoriales que surgieron tras un golpe de Estado, los que fabrican armas nucleares, los que invaden a otros, etc. Sin ms, propone que se graven con fuertes impuestos los productos provenientes de los Estados que violen los derechos humanos y el principio de paz Estados Unidos y la Unin Europa incluidos-. Y como frutilla del postre, que ese dinero recaudado sea utilizado para subsidiar a los ms pobres.

El mundo se ha integrado mucho a nivel econmico, pero no lo ha hecho a nivel poltico. Las transnacionales han sobrepasado a los Estados y nada parece detenerlas. Sin bien existen instituciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial, la Organizacin Mundial del Comercio y la Organizacin de las Naciones Unidas, slo sirven a los intereses de los Estados capitalistas triunfadores de la Segunda Guerra Mundial -a Estados Unidos ms que a ningn otro-. Es imperioso para Stiglitz democratizar la globalizacin, que quienes integran esos organismos sean elegidos directamente por el pueblo y que su representacin sea igualitaria. Sin ser explcito, coquetea con la idea de un gobierno global que ponga orden y frene al imperialismo y a las injusticias de las transnacionales. Las pases tienen miedo porque perdern su soberana, pero a cambio se conseguir que la globalizacin funcione para todos.