john boyne - la apuesta (ed. salamandra 2010)

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John Boyne LA APUESTA

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Novela juvenil en la que Danny, un chico de 14 años, ve truncadas sus ansiadas vacaciones estivales por un grave e inesperado suceso. Sin embargo, al final todo se arreglará y la experiencia le servirá al muchacho para madurar.

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  • John Boyne

    LA APUESTA

  • John Boyne La apuesta 2

    Traduccin del ingls de Patricia Antn de Vez

    Ttulo original: The Dare

    Ilustracin de la cubierta: Elsa Surez

    Copyright John Boyne, 2009 Copyright de la edicin en castellano Ediciones Salamandra, 2010

    Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A. Almogvers, 56, 7 20 - 08018 Barcelona - Tel. 93 215 11 99

    www.salamandra.info

    Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacin escrita de los titulares del "Copyright", bajo las sanciones

    establecidas en las leyes, la reproduccin parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografa y el tratamiento

    informtico, as como la distribucin de ejemplares mediante alquiler o prstamo pblicos.

    ISBN: 978-84-9838-275-4 Depsito legal: B-10.896-2010

    1 edicin, marzo de 2010 Printed in Spain

    Impresin: Romany-Valls, Pl. Verdaguer, 1 Capellades, Barcelona

  • John Boyne La apuesta 3

    1

    Todo empez la tarde de un mircoles de julio, cuando llevaba varios das de vacaciones del colegio.

    Haba estado jugando al ftbol con Luke Kennedy, que viva con su madre y el novio de ella en la casa contigua a la nuestra. Su padre ya no viva all. Se haba mudado a otro sitio dos aos antes, el da despus de que Luke cumpliera los diez. Aquel fin de semana, para compensarlo, lo haba llevado a ver al Norwich, que jugaba contra el Arsenal. El Norwich haba perdido.

    No haba nadie en casa cuando volv, lo que me pareci raro. Slo eran las cuatro y media, as que saba que pap an tardara un poco en llegar, pero mam no sola salir a esas horas. Fui a la cocina, abr la nevera y beb un poco de leche directamente del cartn. Me gustaba estar solo en casa, aunque era mejor cuando faltaba poco para Navidad, porque entonces poda buscar regalos escondidos. Durante el verano no haba mucho que hacer.

    Fui al piso de arriba y me detuve ante la habitacin de Pete. Estaba en la universidad desde octubre y se supona que tena que volver para pasar el verano trabajando en la tienda de pap, pero haba telefoneado das antes para anunciar que iba a recorrer Europa en tren con unos amigos.

    Tpico de Pete, joder! haba exclamado pap despus de la llamada. Hace una promesa y luego la rompe.

    Es joven respondi mam. No puedes culparlo por eso. Mi madre siempre defenda a mi hermano, que era su favorito. Todo el mundo

    comentaba que pareca una estrella de cine y que resultaba tan encantador que cualquiera caera rendido a sus pies.

    No hagas ni caso me haba dicho la abuela una vez. T eres el cerebro de la familia, y la belleza no lo es todo.

    Aquellas palabras me hicieron sentir muy bien. Pete se llev la mayor parte de sus cosas a la universidad, o al menos todas las

    buenas. Cuando se march, confi en que hubiese dejado su equipo de msica, porque era mejor que el mo, pero no fue as. Se llev tambin casi todos los ceds y slo dej los ms cutres en un montn junto a la puerta. Su armario estaba prcticamente vaco. Las perchas del interior me recordaban esqueletos.

    Encima del armario tena una caja llena de cosas que deseaba conservar, pero que haba decidido dejar en casa. Aunque estaba sellada con precinto, una vez, cuando no haba nadie cerca, la abr para echar un vistazo a las revistas que guardaba. Al da siguiente compr un rollo de precinto para poder abrirla y mirarlas siempre que quisiera. As poda volver a cerrarla sin que nadie se enterara.

    Me sent en la cama y dese que Pete estuviera ah para poder hablar con l. No se pareca a otros hermanos mayores que conoca, esos que an iban al colegio y jams hacan caso a sus hermanos pequeos cuando los vean; Pete no era as.

    Volv a mi habitacin y mir por la ventana. Luke Kennedy hablaba solo arrodillado junto a su bici, comprobando la rueda de atrs en busca de pinchazos. No quera que me viera, as que me arrodill bajo el alfizar y segu observndolo hasta que volvi a entrar en su casa.

    No empec a pensar que algo iba mal hasta un rato despus. Ah, hola salud pap al llegar. Yo me haba tumbado en el sof y estaba

    viendo la televisin. Qu tal te ha ido el da? Bien. He salido en bici con Luke y luego hemos jugado al ftbol.

  • John Boyne La apuesta 4

    Deberan prohibir todas las bicicletas en las calles solt pap negando con la cabeza. Son un peligro pblico.

    A lo mejor lo que deberan hacer es quitar todos los coches, para que as la gente fuera en bicicleta. Hay demasiada polucin, por si no lo sabas contest justo cuando las noticias mencionaban la contaminacin. Por eso lo dije.

    Muy agudo, Danny repuso l dndome palmaditas en la cabeza como si fuera un perro. Claro, sa es la solucin.

    No respond. Pap siempre pensaba que era gracioso cuando se mostraba sarcstico.

    Dnde est tu madre? pregunt por fin, mirando alrededor. Pareca sorprendido de no verla all, en zapatillas y con una taza de t.

    Cuando he llegado ya no estaba. A qu hora has vuelto? A las cuatro y media. Qu raro coment echando un vistazo al reloj. Y no ha llamado para

    avisar de que iba a salir? No. Tampoco ha dejado una nota? No he visto ninguna respond al cabo de unos segundos. Pero la verdad

    es que tampoco he mirado. Normalmente, si no iba a llegar a casa a tiempo, mi madre escriba un mensaje

    en el bloc de notas que haba junto al telfono. Se me haba olvidado echar una ojeada al llegar a casa. Pap fue al vestbulo y volvi instantes despus, negando con la cabeza.

    No hay ninguna. Debe de haberse retrasado en algn sitio. Tienes hambre? Lo pens un momento. Estoy muerto de hambre.

    * * * A las ocho, mam todava no haba llegado y pap empezaba a preocuparse.

    Llam por telfono a varias amigas de mi madre, pero tampoco saban nada de ella. Supuse que deseaba telefonear a ms gente, pero en una ocasin anterior lo haba hecho y hubo problemas. Aquella vez result que mam se haba encontrado con alguien que conoca en la biblioteca, fueron a tomar una copa y se quedaron ms rato del que pretendan.

    Acaso no puedo tener vida propia? pregunt al enterarse de las pesquisas telefnicas de pap. O he de pedirte primero que autorices mis planes?

    No contest pap a la primera pregunta, sonriendo. Y s. Como de costumbre, crey que estaba siendo gracioso. Mam pas varios das

    sin dirigirle apenas la palabra, y Pete y yo tenamos que preparar la cena porque pap aseguraba que era incapaz de hervir agua sin quemar el cazo.

    Ser mejor que te vayas a la cama me dijo a las nueve y media, visto que mam an no haba vuelto.

    Pero si estoy de vacaciones... me quej. Maana no tengo colegio. Aun as, necesitas dormir. De modo que obedece, jovencito, por favor. Normalmente habra intentado quedarme un poco ms, pero pap estaba

    preocupado. Tambin yo empezaba a estarlo, as que supuse que sera mejor preocuparme solo en mi habitacin que all abajo con l. De manera que sub y puse un ced, pero al cabo de unos segundos lo quit porque quera or el ruido de las llaves en la cerradura cuando mam llegara.

  • John Boyne La apuesta 5

    Me acerqu a la ventana y mir afuera. El ventanal de la seora Kennedy estaba enfrente del mo y a veces la vea en su dormitorio, cuando corra las cortinas antes de acostarme. Una vez la haba visto en sujetador y me haba ruborizado, aunque estuviera solo en mi habitacin. Ella no se dio cuenta de que me encontraba all espindola, pero cuando cerr las cortinas me pareci que volva la cabeza. Despus, durante meses fui incapaz de mirarla a los ojos.

    Me puse el pijama y me concentr en tratar de flexionar los dedos de los pies uno por uno sin mover los dems, aunque no lo consegu.

    Haba empezado a leer David Copperfield, de Charles Dickens, pero cuando trat de retomar la lectura no pude concentrarme y me qued atascado en la misma lnea.

    Entonces o un coche en el sendero de entrada, pero no sonaba como el de mam. El suyo era un vehculo pequeo y lo llamaba Bertha, lo que siempre me haca rer. Aunque una vez que estaba de mal humor le haba dicho que era una estupidez ponerle nombre a un coche, y ella haba respondido que no deba tomarme las cosas tan en serio, que slo se trataba de una broma insignificante. Al principio pens que el coche pasara de largo por delante de nuestra casa, pero entonces lo o detenerse. El motor se apag y las portezuelas se abrieron y se cerraron.

    Empuj la puerta de mi habitacin y fui hasta el rellano, desde donde poda otear el vestbulo sin que nadie me viera. Son el timbre; pap se dirigi rpidamente a la entrada y abri. Era mam, pero no mir a mi padre a los ojos y tampoco al suelo. Era como si tuviera la vista fija en un punto de la pared, detrs de l, y fuera a quedarse mirndolo para siempre.

    La acompaaban dos policas. Uno de ellos se quit el casco y un montn de cabello rubio se le desparram sobre los hombros; entonces comprend que era una mujer polica. Todo el mundo pareca muy serio.

    No haca falta ser un genio para darse cuenta de que algo malo haba sucedido.

  • John Boyne La apuesta 6

    2 Rachel dijo pap mirndolos de uno en uno. Seor Delaney, podramos entrar, por favor? pidi el polica. Pap asinti con la cabeza y se hizo a un lado para dejarlos pasar al vestbulo. Qu ha ocurrido? pregunt, al tiempo que cerraba la puerta. Yo estaba de

    rodillas con la cara contra la balaustrada, tratando de permanecer muy quieto para que nadie me descubriera. Ha habido un accidente? Tu coche ha sufrido una avera?

    Los agentes se miraron entre ellos y luego a mam, que no pareca mam en absoluto.

    Va a hacer alguien el favor de decirme qu est sucediendo? insisti pap al cabo de unos instantes. Agente?

    Confirma usted que esta seora es su esposa, seor Delaney? pregunt el polica, quitndose tambin el casco. Llevaba la cabeza afeitada y no pareca mucho mayor que Pete, lo que de alguna manera me calm. La agente me recordaba a la protagonista de una teleserie.

    S, por supuesto que es mi esposa. Rachel, a qu viene todo esto? No puede alguien explicarme simplemente...?

    Si hace el favor de tranquilizarse, seor interrumpi el polica, se lo contaremos todo.

    Que me tranquilice? Mi esposa desaparece durante horas y luego llega a casa en un coche de polica... y quieren que me tranquilice? Dnde has estado? Qu ha pasado?

    Quiz podramos sentarnos sugiri la mujer polica. Su esposa ha sufrido una gran impresin, y una taza de t le vendra muy bien.

    De acuerdo. Vayamos a la cocina y pondr agua a hervir. Pero quiero saber qu ha ocurrido, me oyen?

    Por supuesto, seor respondi la mujer. Primero dej de orlos y luego desaparecieron de la vista, excepto el joven

    polica, que se qued en el vestbulo y dej el casco en la mesilla antes de mirarse en el espejo. Movi la cabeza hacia la izquierda, despus hacia la derecha y a continuacin tir del dobladillo de la chaqueta para alisar las arrugas. Al volverse, alz la mirada y me vio. Quise echar a correr, pero se limit a dirigirme una sonrisa triste y neg con la cabeza antes de entrar en la cocina para reunirse con los dems.

    Fue entonces cuando empec a preocuparme por Pete. Llevaba un par de das sin llamar, desde la vez en que anunci que se iba de viaje y que no pensaba quedarse encerrado tres meses en la tienda de pap mientras sus amigos andaban por ah pasndolo bien. Mam haba dicho en el desayuno que, si no haba telefoneado para cuando hubiese acabado Coronation Street, lo llamara ella.

    No s para qu te molestas haba respondido pap. Menudo niato desagradecido.

    Quiz le haba ocurrido algo a mi hermano, la polica haba venido a contrselo a mam y ella haba ido a la comisara para encontrarse con Pete metido en algn lo. O peor an: tal vez le hubiera sucedido algo malo, y yo ni siquiera haba podido hablar por telfono con l la otra noche, porque todos se haban peleado tanto que no me haban dejado.

    Baj sin hacer ruido por la escalera, pero las voces no se oan demasiado bien. El casco del polica segua en la mesita del telfono. Lo cog y me puse a estudiarlo.

    Era uno de esos cascos tradicionales, alto y duro, con una insignia de la polica de Norfolk en la parte delantera. Pesaba bastante y al ponrmelo me sent como si me

  • John Boyne La apuesta 7

    coronasen rey. Me iba enorme, tanto que me tapaba los ojos, de modo que me pregunt cmo podra el agente llevarlo todo el santo da.

    Entonces se abri la puerta de la cocina y al volverme vi que pap, incluso ms rojo que antes, sala al vestbulo seguido por los dos policas. Los tres se detuvieron y me miraron fijamente. Sent vergenza porque slo llevaba el pijama y aquel casco.

    Disculpe, agente dijo pap, quitndomelo. Danny, sube a tu habitacin ahora mismo.

    Sal disparado escaleras arriba y cerr la puerta de mi cuarto, pero no entr, sino que volv a ocupar mi puesto ante la balaustrada.

    Mi padre abri la puerta de entrada y los policas salieron. Si tienen ms noticias... dijo pap. Nos pondremos de inmediato en contacto con usted, por supuesto lo cort

    la mujer polica con tono muy serio. Pero necesitaremos volver a hablar con ella maana. Supongo que se hace cargo, no?

    Desde luego. Es un asunto terrible. Son los trmites habituales, seor Delaney. No tardaremos en comunicarnos

    con usted. Los o marcharse y a pap cerrar la puerta, pero durante unos instantes no se

    movi. Permaneci all de pie, mirando la pared, y luego se frot los ojos mientras soltaba un hondo suspiro. Entonces volvi a la cocina, cerr tras de s y todo qued en silencio.

    Cuando mam se acost, pap subi a hablar conmigo. Aunque estaba tumbado,

    me sent en cuanto entr en mi habitacin. An ests despierto dijo. No poda dormir. Qu ha pasado? Pete est bien? Pete? S, est bien. Oh, supongo que ser mejor que lo llame tambin.

    Bueno, maana. Puede esperar hasta entonces. Qu ha pasado? Ha habido un accidente contest con calma. Pero no quiero que te

    preocupes. Un nio pequeo ha pasado corriendo por delante de tu madre. Por delante del coche de tu madre, quiero decir. Vers, parece que ha salido de la nada. No es culpa de nadie.

    Lo mir fijamente sin saber qu decir. Parpade varias veces y esper a que continuara.

    Ahora se encuentra bien explic. Bueno, en realidad est bastante mal, pero lo han llevado al hospital, que por ahora es el mejor sitio donde puede estar, desde luego. All recibir el tratamiento ms adecuado y se recuperar, estoy seguro.

    Cmo puedes estar seguro? Porque tiene que curarse replic con firmeza. No te preocupes, me

    oyes? Todo saldr bien. Ahora duerme un poco y por la maana trata de no armar mucho jaleo y de no molestar a tu madre. Est muy afectada.

    Asent con la cabeza. l sali de la habitacin y se alej por el pasillo, pero no me tend hasta que o cerrarse la puerta de su dormitorio. Entonces apret los prpados y pens en aquel nio, confiando que se pusiera bien, pero algo me dijo que no sera as y que en casa nada volvera a ser como antes.

  • John Boyne La apuesta 8

    3

    Al da siguiente despert temprano. Cuando baj, mi padre ya estaba en la cocina, pero no haba ni rastro de mam.

    Se quedar en la cama esta maana me explic. Anoche apenas consigui dormir. Si puedes, mantente en un discreto segundo plano.

    Claro que poda, sobre todo porque me daba miedo verla. No habra sabido qu decirle. Sin embargo, un poco ms tarde, cuando sub a la habitacin a buscar mi David Copperfield, ella sali del bao y al verme se ech a llorar.

    Por el amor de Dios, Danny! exclam pap subiendo a toda prisa por la escalera. Te he pedido que no causaras problemas.

    Y no lo he hecho. Slo suba por esto contest blandiendo el libro. Vete fuera y punto repuso l negando con la cabeza. Por favor! Nunca

    haces caso de lo que te dicen, verdad? Sal al jardn y me sent en el columpio a leer, pero no consegu avanzar ni una

    lnea. Estaba demasiado enfadado para concentrarme, as que decid dar una vuelta en bicicleta.

    Cuando regres ya era por la tarde, y la casa volva a estar desierta. Eran casi las seis y advert que tena hambre. Abr la nevera y pens en hacerme un sndwich, pero antes de que me pusiera a ello, llamaron a la puerta de entrada.

    Danny? pregunt una voz de mujer. Danny, soy Alice Kennedy. Ests ah?

    Cruc el vestbulo y abr, pero no del todo; slo asom la cabeza, como hacen las viejas en los anuncios de televisin cuando viene el hombre del gas a leer el contador. Aunque a menudo no es el hombre del gas, sino alguien que va a robarles la pensin y darles una paliza.

    Hola salud. Qu tal, Danny contest sonriendo. Mam no est declar, porque cuando venan mujeres a casa siempre era

    por ella. Ya lo s. Me ha llamado tu padre. Cree que debes de tener hambre. Bueno, hoy no he comido admit. Y ya son casi las seis. Hemos pensado que podras venir a casa a cenar.

    Tendi una mano a travs del hueco de la puerta. Bueno, supongo que mam preparar la cena ms tarde repuse en voz baja,

    mirndome los zapatos. Tu padre ha dicho que tomarn algo de camino a casa. Me ha preguntado si

    podas cenar con nosotros y le he dicho que por supuesto. Nos encantar que nos hagas compaa. Luke est poniendo ahora mismo otro cubierto en la mesa. Pero ser mejor que te apresures, porque no quiero que se quemen los filetes.

    Me sac prcticamente a rastras y cerr la puerta detrs de m. Me gust que me llevara de la mano. Tena la piel caliente y la mano casi tan pequea como la ma. Pero como no quera que Luke me viese entrar de aquella manera con su madre, me solt antes de llegar.

    Y a esto lo llaman verano... coment mientras caminbamos, sonrindome como si no tuvisemos ninguna preocupacin en el mundo, como si en mi casa no hubiese pasado nada malo y el seor Kennedy an viviese en la suya. No es como los veranos de mi infancia, te lo aseguro. Por entonces el sol calentaba un poco ms.

    Una vez dentro, me lleg el aroma de la carne a la parrilla. Ya estamos aqu! exclam alegremente cuando entramos en la cocina.

  • John Boyne La apuesta 9

    Luke, sentado a la mesa, me mir como si no entendiera muy bien qu haca yo ah. Benjamin Benson, el novio de la seora Kennedy, que estaba de pie ante los fogones revolviendo algo en una cacerola, se volvi y me sonri. Era el hombre ms grande que haba visto en mi vida. Prcticamente un gigante, con espeso pelo cano y una poblada barba tambin blanca. Siempre haba pensado que pareca un oso polar.

    Buenas tardes, joven Danny me salud. Hablaba como alguien del siglo pasado. Por suerte, compr otro filete por si tenamos compaa. Siempre hay que estar preparado, se es mi lema. Has sido alguna vez boy scout?

    No. Los boy scouts son maricas intervino Luke, y el seor Benson se volvi

    para mirarlo y asentir con la cabeza. Me atrevo a afirmar que algunos lo son admiti. Y los hay tristones, y

    nerviosos, y locos de alegra. Todos somos propensos a tener naturalezas distintas. Espero que te guste la salsa de championes, Danny.

    Me encanta asegur. Excelente! exclam, volvindose hacia la cacerola para seguir removiendo

    el contenido. Sac la cuchara de madera y me la tendi. Prubala y dime si requiere ms sal. Recuerda que siempre puedes aadirla, pero nunca quitarla. Al contrario que con un corte de pelo: en ese caso siempre puedes quitar ms, pero no volver a poner.

    Acerqu con cuidado los labios a la punta de la cuchara, por si quemaba; estaba caliente aunque no demasiado. Y la salsa era deliciosa.

    Muy buena dije. Excelente repiti. Entonces te sugiero que te sientes mientras acabo de

    preparar la cena. Alice, confo que no pretendas colar las patatas; no es tarea para una mujer. Toma asiento, srvete una copa de vino y deja que te atienda, por el amor de Dios.

    Me acerqu a la mesa y Luke me salud con una inclinacin de cabeza. Qu tal dijo. Qu tal contest, y aad en susurros: No he pedido que me dejaran cenar

    en tu casa; tu madre ha venido a buscarme. Me da igual. Crees que me importa a quin invite a cenar? Sigue siendo la

    casa de mi padre, pase lo que pase. Danny llam la seora Kennedy, y me volv para mirarla. Me dio la

    sensacin de que haba repetido mi nombre un par de veces y no la haba odo. Qu quieres beber?

    Me da igual. Un vaso de agua. Creo que podemos ofrecerte algo mejor, no? Qu tal una Coca-Cola? O un

    zumo de naranja? Coca-Cola contest de inmediato. Muy bien, una Coca-Cola. Y t, Luke? No me importa gru mi amigo. De acuerdo contest su madre dejando un vaso de Coca-Cola ante m.

    Bueno, pues cuando te importe, ya sabes dnde est la nevera. La Coca-Cola estropea los dientes intervino el seor Benson. Me volv

    hacia l, preocupado por haberlo decepcionado de algn modo, aunque no pareca enfadado. Pero reconozco que soy incapaz de empezar el da sin beberme un vaso. Es una adiccin. Como el caf para otros. Mir muy serio a su novia, pero ella se limit a rer. Para algunos, lo es el tabaco. Volvi a mirarla furibundo y ella ri de nuevo, negando con la cabeza. No supe si l bromeaba, pero supuse que s porque ella pareci

  • John Boyne La apuesta 10

    encontrarlo divertido. En mi caso, soy adicto a la Coca-Cola. Qu me dices de ti, Luke? Qu adicciones tienes?

    Vamos a cenar de una vez? repuso mi amigo, mirndolo ceudo. O slo vamos a hablar de comer?

    Qu hombre ms hambriento... coment el seor Benson mientras serva los filetes, acompaados de patatas y verdura. Luego verti la salsa de championes sobre la carne y nos coloc los platos delante. Se sent frente a m, mientras Luke y su madre ocupaban ambas cabeceras. Por el chef brind levantando la copa. Y, como si hubiese olvidado algo, aadi: Oh, un momento. se soy yo. Qu grosero.

    La seora Kennedy solt una carcajada y yo una risita, pero Luke pareci a punto de matar a alguien, as que por pura precaucin trat de borrar la sonrisa de mi cara.

    Y qu has hecho hoy, Danny? quiso saber la seora Kennedy. Algo divertido?

    Fui en bici. Yo ya no puedo montar en bici coment el seor Benson. Soy demasiado

    grande para una bicicleta. La aplastara. De pequea me encantaba ir en bici cont la madre de Luke, y aadi:

    As fue como conoc a David, en realidad. En unas vacaciones en bicicleta, en Francia. David es mi padre me dijo Luke, aunque yo ya lo saba. sta es su casa. Bueno, de hecho es mi casa corrigi ella con la vista clavada en su hijo.

    Es ma y tuya. El seor Benson y yo intercambiamos una mirada, pero no dijimos nada. Trat

    de pensar cmo sera si pap no viviese en casa, si nunca nos viera, como le ocurra a Luke con su padre, pero no pude. No consegu imaginar nuestra casa sin l. O sin mam.

    Mir fijamente mi comida y, aunque estaba muerto de hambre, descubr que no tena mucho apetito.

    Qu ocurre, Danny? pregunt la madre de Luke. No tienes hambre? Sacud la cabeza con los ojos fijos en el plato. Empec a contar mentalmente de

    uno a diez todo lo rpido que pude, porque senta las lgrimas a punto de brotar y me daba cuenta de que poda echarme a llorar en cualquier momento.

    Si no comes te pondrs enfermo aadi. Ah, miradlo! exclam Luke con tono triunfal. Est llorando! No es verdad! grit, justo cuando una lgrima caa en el plato. Me volv

    para mirarlo, furioso, y sent que me temblaba la barbilla y que se me saltaban ms lgrimas. Me las enjugu con una mano.

    Cllate, Luke! le espet su madre. Lo siento me disculp. No hay nada que sentir repuso ella levantndose. Nada en absoluto. Ven

    un momento conmigo a la sala de estar. Vamos a concedernos un ratito de tranquilidad. Y Luke, no quiero orte decir ni po en nuestra ausencia, entendido?

    Mi amigo asinti con la cabeza y pareci un poco avergonzado cuando su madre me tom de la mano para conducirme fuera de la cocina. Mir atrs al cerrarse la puerta y vi a Luke y el seor Benson observarse fijamente.

    Ms salsa de championes, Luke? pregunt el hombre.

  • John Boyne La apuesta 11

    4

    Ms tarde, cuando estbamos viendo la televisin, son el telfono y la seora Kennedy fue a contestar. Habl unos minutos en el vestbulo antes de asomarse por la puerta.

    Danny. Es tu padre. Quiere hablar contigo. Hola dije con nerviosismo al ponerme al auricular. Hola. Perdona que no estuviramos cuando llegaste a casa. No pasa nada ment, pues s pasaba. Has cenado ya? S. Bien. Entonces necesito que me hagas un favor. Qu? No te importar quedarte a dormir en casa de la seora Kennedy, verdad? Se me cay el alma a los pies. Quera estar en mi casa. Quera que los tres

    estuvisemos juntos. Por qu? Dnde estis? Mi padre guard silencio. No te lo he dicho? pregunt al fin. No. Estamos en el hospital, Danny explic en voz baja. Tu madre no se

    encuentra del todo bien, ya te lo coment. Abr la boca para aadir algo, pero no me dio tiempo, pues la seora Kennedy,

    que haba aparecido a mi lado con mucho sigilo, me quit el auricular de las manos. Russell? pregunt en tono decidido. Soy Alice otra vez. Escucha, no

    tenis de qu preocuparos. Estamos todos viendo la televisin y Danny se encuentra perfectamente. T y Rachel ocupaos de vosotros y punto, de acuerdo?

    Hubo una pausa y o una voz al otro lado de la lnea, pero no consegu distinguir las palabras. La madre de Luke neg con la cabeza antes de proseguir.

    Siempre puedo pedirme el da libre. Otra pausa. Bueno, puedo si lo necesitis. Una pausa ms. Muy bien, entonces nos veremos por la maana. Me mir y pareci tomar una decisin, porque me volvi la espalda. Danny os desea buenas noches aadi, aunque yo no haba dicho nada. Buenas noches, Russell. Colg y se volvi de nuevo hacia m. Oye, tmatelo como una aventura dijo, leyndome el pensamiento.

    Pero dnde voy a dormir? En la habitacin de Luke. Tiene una litera. Eso me gust ms. Asent. En cul duerme l? pregunt. En cul quieres dormir t? En la de arriba contest tras pensarlo un momento. Entonces l duerme en la de abajo repuso guindome el ojo. Venga,

    vamos a la sala. Va a empezar mi programa favorito. Esa noche, la seora Kennedy sac sbanas, almohadas y un edredn de un

    armario y para preparar la litera de arriba. Despus cogi un pijama de Luke de un cajn y me lo tendi, y los tres nos miramos unos a otros con cierta incomodidad, antes de que la madre de Luke captara la indirecta.

  • John Boyne La apuesta 12

    Volver a subir dentro de unos minutos para asegurarme de que ya os habis acostado anunci. Te he dejado un cepillo de dientes nuevo en el bao, Danny. Lo vers junto al lavabo, todava en su envoltorio, as que no tienes de qu preocuparte.

    Fui al cuarto de bao y me lav los dientes lentamente. Al salir me fij en una puerta entreabierta que haba a mi izquierda y me asom. Se trataba del dormitorio de la seora Kennedy. La luz estaba apagada y el resplandor de la luna se colaba entre las cortinas abiertas, una claridad que se mezclaba con la oscuridad y las sombras. Aunque saba que no deba entrar, no pude evitarlo, as que avanc. La cama era muy grande, mayor incluso que la de mis padres. A la derecha haba un tocador con tantos frascos y cremas que me pregunt cmo los distinguira. Me acerqu a la ventana, mir por ella y vi mi propia habitacin al otro lado de la valla, porque la cortina estaba descorrida. Divis el sitio desde el que haba observado a la seora Kennedy. Recordaba dnde estaba yo la noche en que la viera en sujetador. Alcanc a distinguir los carteles en las paredes de mi dormitorio y la camiseta sucia que haba dejado en un brazo de la silla.

    Si mam estuviese en casa me dije, ya la habra puesto en el cesto de la ropa sucia.

    Has acabado? pregunt Luke cuando volv a su dormitorio. Asent. l ya se haba cambiado y pas ante m en direccin al bao; cuando cerr la

    puerta, me desvest tan rpido como pude y me apresur a ponerme el pijama que la seora Kennedy me haba dado. Cuando Luke volvi al cuarto, yo estaba doblando los pantalones y la camisa para dejarlos sobre el respaldo de la silla. Sub por la escalerilla a la litera de arriba y me met bajo el edredn.

    Benjamin es un idiota, verdad? coment mi amigo. El seor Benson? No est mal. Parece un oso polar. No debera estar aqu continu. Adems, qu derecho tiene a

    prepararnos la cena? sta no es su casa. Es la de mi padre. Cuando vaya a pasar unos das con l este verano, pienso contrselo.

    Me puse boca arriba, mirando el techo, y descubr que estaba cubierto por centenares de minsculas estrellas pegadas que brillaban en la oscuridad. As sera dormir en la cima de una montaa. Estir el brazo para tocarlas, pero no llegu del todo.

    Qu est pasando en tu casa? pregunt Luke al cabo de unos instantes. Nada. Pues claro que pasa algo. Cuntamelo. Te he dicho que nada insist, deseando que no me preguntara sobre el tema. Luke solt un bufido. No es eso lo que he odo. Y qu has odo? Pues que tu madre estaba borracha, que atropell a alguien y lo mat. Eso no es verdad declar, incorporndome en la cama. Mi madre lo dijo. De veras? pregunt, sorprendido. Bueno, no. No dijo que lo hubiese matado. Pero s que es probable que se

    muera. Que est en coma y no hay muchas esperanzas. La o comentarlo antes de que llegaras.

    Volv a tenderme y me qued observando las estrellas, aunque senta ganas de vomitar. Alguien llam suavemente a la puerta y abri, slo un poquito al principio, y luego de par en par. Entr un rayo de luz seguido por la seora Kennedy.

    Qu tal estis, chicos? Tienes cuanto necesitas, Danny? Va a quedarse tambin maana por la noche? pregunt Luke. No lo s contest su madre. Ya veremos.

  • John Boyne La apuesta 13

    Me quedar? intervine, preguntndome cunto iba a durar aquella situacin.

    No te preocupes. Trata de dormir. Por la maana sabremos algo ms. Y no os pasis hablando toda la noche, me os? Es tarde. Se inclin sobre la litera de abajo y la o dar un beso a Luke. Buenas noches, Danny dijo entonces, sonrindome. Si me necesitas ya sabes dnde estoy.

    Es la segunda puerta a la derecha puntualiz Luke. Oh, Danny ya lo sabe. La vi sonrer a la luz de la luna al salir, y aunque estaba oscuro not que me

    sonrojaba. Luke y yo estuvimos callados mucho rato. En cierto momento advert que el

    sonido de su respiracin cambiaba y que se daba la vuelta, as que me dije que quiz se haba dormido.

    No estaba borracha susurr.

  • John Boyne La apuesta 14

    5

    Por supuesto que no estaba borracha! asegur pap cuando se lo cont al da siguiente. Por el amor de Dios, Danny, dime cundo has visto, en toda tu vida, a tu madre borracha. Sabes siquiera qu significa estar borracho?

    Es como estn siempre los amigos de Pete cuando se quedan a dormir. Hum... repuso pap, gruendo al quitarse las gafas tras leer las

    instrucciones en un paquete de espaguetis. Bueno, en eso tienes razn. Pero deberas conocer mejor a tu madre. Fue un accidente. Eso es todo. La polica lo sabe. Los padres del nio tambin. Hasta tu madre lo sabe.

    Entonces por qu est tan afectada? Porque, aunque no fuera culpa suya, sigue sintindose responsable. Lo

    entiendes, verdad? Mira, volva a casa despus de ir de compras; conduca por Parker Grove. Una testigo lo vio todo. Dijo que tu madre ni siquiera iba rpido, pero que el niito, Andy, sali a toda pastilla de una casa y se dispuso a cruzar la calzada sin mirar ni a derecha ni a izquierda. A mam le habra sido imposible detenerse a tiempo. Ni siquiera sabemos muy bien qu haca all ese nio. Tampoco era su casa. l vive cuatro puertas ms all y al otro lado de la calle.

    Quiz se haba perdido suger. Bueno, lo averiguaremos a su debido tiempo, no te preocupes. Va a morirse? Pap neg con la cabeza. Por qu no sales fuera? La cena no estar hasta dentro de una hora. Suspir hondo y me fui al jardn. Mi bici estaba donde la haba dejado, apoyada

    contra la valla que separaba nuestra casa de la de Luke Kennedy. Mont de un salto en el silln, y fue entonces cuando la vi por primera vez. Estaba mirndome desde la acera de enfrente, de pie junto a un rbol. El cabello rojizo le llegaba a los hombros y llevaba unos vaqueros con un gran estampado de margaritas blancas en una rodilla. Era ms o menos de mi edad, pero no la conoca, de manera que no iba a mi colegio.

    Aunque no reduje la velocidad, la mir fijamente al pasar, preguntndome por qu me estara observando, antes de llegar ala esquina y desaparecer de la vista.

    *** Se me pinch una rueda cuando estaba por ah y como no llevaba nada para

    arreglarla, tuve que ir a pie empujando la bici durante el camino de vuelta a casa. Siempre regresaba por el atajo a travs de la urbanizacin, pero ese da segu una ruta distinta. Recorr Parker Grove, la va por la que conduca mi madre cuando el nio se le haba echado encima.

    Era una calle como la nuestra, con muchos rboles delante de las casas. No saba cul era la de Andy, pero mientras avanzaba empujando la bici, un coche se detuvo en una entrada y una mujer cruz la calle corriendo hasta l.

    Michael, Samantha! grit, llamando a la pareja que estaba bajando del coche. Cmo se encuentra Andy? Se sabe algo ms?

    Est... bueno, al menos no ha empeorado contest en voz baja la mujer que se llamaba Samantha. Los mdicos aseguran que eso es una buena seal. Siempre dicen que las primeras cuarenta y ocho horas son crticas, no?

    Entonces, que no est peor ya es algo repuso la otra. Seguro que no tardar en despertar.

  • John Boyne La apuesta 15

    Si al menos nos respondiera de algn modo... aadi entonces Samantha, sacudiendo la cabeza con frustracin. Le hablamos sin parar. Le ponemos las canciones que le gustan. Esta maana hemos instalado un vdeo para pasarle unos dibujos animados que suele ver, y se los hemos puesto una y otra vez, pero nada. Es como si...

    Se interrumpi y se ech a llorar. Hice girar unas cuantas veces la rueda de mi bici y descubr un fragmento de cristal clavado en el neumtico. En realidad no estaba buscando el pinchazo, pero de todas formas lo haba encontrado. Lo arranqu con cuidado y la rueda empez a sisear, lo que me hizo pensar que debera haberlo dejado donde estaba hasta llegar a casa.

    Y cmo lo est llevando Sarah? quiso saber la mujer. O a la madre de Andy sorberse la nariz como si tuviera un tremendo resfriado.

    Siempre que yo haca esa clase de ruido, mam me deca que usara un pauelo y que no fuera tan asqueroso.

    No lo s contest Samantha. Est muy callada. No quiere hablar de lo sucedido con ninguno de los dos. La verdad, jams la haba visto distanciarse tanto. Entonces guard silencio. Cuando levant la vista advert que las dos mujeres, de pie al fondo del sendero, me miraban fijamente. Ests bien? pregunt la madre de Andy.

    S, muy bien. Qu haces ah? Carraspe, tratando de parecer lo ms inocente posible. Se me ha pinchado una rueda de la bici contest incorporndome. Quera

    encontrar el pinchazo. Siguieron mirndome cuando apoy las manos en el manillar y empec a empujar la bicicleta. Tendr que llevarla a casa para arreglarlo.

    Ninguna de las dos respondi, pero me observaron alejarme; tard un par de minutos en llegar al final de la calle, y durante ese tiempo sent sus miradas fijas en mi espalda. Normalmente me habra ido pedaleando lo ms rpido posible, pero con la rueda pinchada no poda.

    Por fin volv la esquina, aunque an me cost unos veinte minutos llegar a mi casa. Ella estaba esperndome. La nia pelirroja. Sentada al final de la calle con la espalda contra un rbol, supe que me aguardaba a m. No se me ocurri por qu. Aunque no recordaba haberla visto antes de ese da, de algn modo comprend que quera hablar conmigo.

    Fui ms despacio al acercarme, entonces ella se volvi y me mir; luego se levant sacudindose la parte de atrs de los vaqueros. Mir hacia otro lado y me pregunt si an estara observndome cuando me girara otra vez, y as fue. No sola hablar con chicas porque siempre me miraban como si acabara de salir arrastrndome de debajo de una roca. Sin embargo, supe que tena que pararme a hablar con aqulla en concreto. No haba forma de evitarlo.

    Hola salud cuando estaba ms o menos a un metro de ella, detenindome con la bici entre los dos.

    Eres Danny? S. Lo saba. Te he visto antes. Estabas esperando delante de mi casa. Queras vigilarme? Ella abri la boca como para contradecirme, pero entonces se encogi de

    hombros como si en realidad no le importara. S, eso haca. Y en ese instante, de pronto supe quin era exactamente. Eres Sarah, verdad? La hermana de Andy.

  • John Boyne La apuesta 16

    Asinti con la cabeza. No pude evitar pensar que me haba quedado un buen rato espiando a su familia mientras ella se pasaba casi el da entero espiando a la ma. Y slo en ese momento, cuando la tarde estaba acabando, habamos llegado a hablarnos. Como si furamos agentes secretos que, hartos ya de todo, deciden confesar.

  • John Boyne La apuesta 17

    6

    Ese da, Sarah y yo quedamos en encontrarnos en el parque el sbado siguiente. Me sent en un banco cerca de la fuente y me puse a leer David Copperfield. Quera que se fijara en que me gustaba esa clase de libros. Al cabo de unos minutos, la vi entrar por las puertas que haba frente a m. Sonre y la salud con la mano. Me sorprendi lo contento que me puse al verla.

    No estaba muy segura de si vendras coment cuando se hubo sentado. Pens que igual cambiabas de opinin y no acudas.

    No respond, negando con la cabeza. Lo promet, no? Cre que llegara tarde. Mi madre iba al hospital a ver a Andy y quera que la

    acompaara; cuando le dije que no poda, se enfad conmigo. Vas a menudo? Todos los das. Y algunos, dos veces. Tienes hermanos? S, uno mayor. Pete. Ya ha cumplido los dieciocho y va a la universidad en

    Edimburgo. Se supona que volvera a casa a pasar las vacaciones de verano. Me lo prometi, pero luego cambi de idea y se fue de viaje por Europa.

    Sarah asinti con la cabeza. Andy tambin es mi nico hermano dijo. Quise preguntarle cmo era Andy, pero no supe expresarlo. Aunque yo no tena

    ninguna culpa de que estuviese en el hospital, de algn modo me senta responsable. Se pondr mejor? No lo sabemos contest. Slo podemos confiar en que despierte pronto. Seguro que s. Cmo lo sabes? Pues porque lo s. No pareci gustarle mucho mi respuesta, e incluso me dio la impresin de que se

    enfurruaba un poco, as que me mord el labio y decid que hara mejor en pensar ms las cosas antes de decirlas. No pareca la clase de chica que hablara por hablar.

    Cmo supiste quin era? me pregunt al cabo de unos minutos. Me refiero a cuando aparec ante tu casa. Enseguida lo adivinaste.

    No lo s. Tan slo pens que encajaba. Por qu viniste? Por curiosidad, slo por eso. En realidad era a tu madre a quien buscaba.

    Quera saber qu aspecto tena. Y entonces te vi. Estos ltimos das han sido horribles. Se inclin y se llev las manos a la cara. Me preocup que fuera a echarse a

    llorar, porque entonces yo no habra sabido cmo reaccionar. No iba a rodearla con el brazo, eso por nada del mundo. Y mucho menos all, donde toda la gente poda vernos. Pero cuando volvi a levantar el rostro, se limit a mirarme y negar con la cabeza.

    De todas formas, no es culpa de tu madre. Eso es lo que vuelve tan terrible el asunto. Es culpa ma. Pero no puedo contrselo a nadie. Y no s qu hacer para solucionarlo.

    La mir extraado, sin acabar de entender qu quera decirme. Estaba a punto de preguntrselo, cuando vi que tres personas recorran el sendero hacia nosotros. Se me encogi un poco el estmago, pero era demasiado tarde para alejarse: se trataba de Luke, su madre y Benjamin Benson.

    Dannydijo la seora Kennedy, y mir a Sarah un instante, como si se sorprendiera de verme all sentado con una chica, como si fuera lo ltimo que habra esperado.

    Aunque haba crecido varios centmetros en los ltimos tres meses, nadie excepto yo mismo lo haba notado.

  • John Boyne La apuesta 18

    Hola salud tratando de no mirar a Luke, que tena los ojos clavados en Sarah. Slo he salido a dar un paseo.

    Pues no vas a pasear mucho quedndote sentado brome alegremente el seor Benson. Un montn de ejercicio, eso es lo que necesita un chico de tu edad. Bueno, y un buen desayuno todas las maanas. Y tambin un bao de agua helada una vez al ao, tanto si te hace falta como si no.

    Frunc el ceo. Por qu tena que mostrarse siempre tan gracioso? Seguramente lo haca para impresionar a la seora Kennedy.

    No vas a presentarnos a tu amiga? pregunt la madre de Luke, y me qued mirndola sin saber qu responder.

    No quera contarle la verdad por si hablaba con mis padres y me meta en los. Aunque no estaba muy seguro de qu estaba haciendo mal, tena la sensacin de que haba algo en aquel asunto que no les hara ni pizca de gracia.

    No somos amigos se apresur a contestar Sarah. Estaba sentada aqu, eso es todo.

    Oh, perdonad repuso la seora Kennedy. Se os vea tan cmodos que casi no me atreva a interrumpiros.

    Yo ms bien dira que tratabas de ligar con ella coment el seor Benson. Eh, no pongas esa cara avergonzada, Danny. Todos hemos de empezar algn da.

    Me dijiste que tenas cosas que hacer intervino Luke, sealndome con el dedo. Y que por eso no podas venir hoy a mi casa.

    Bueno, he de irme dijo Sarah de pronto, levantndose. La mir; no quera que se marchara. Lo nico que deseaba era que Luke, su

    madre y el seor Benson prosiguieran su camino, que dejaran de tratar de parecer divertidos y hacerme pasar vergenza. Quera hablar a solas con Sarah y que me contara por qu el accidente no haba sido culpa de mam y por qu se crea ella responsable.

    Espera... empec. Vamos por las bicis me interrumpi Luke. Iremos a algn sitio. Y

    aadi: Los dos solos. Adis se despidi Sarah, echando a andar. Espera repet, pero ella neg con la cabeza. No tienes que irte por nosotros intervino la seora Kennedy, que ahora

    pareca arrepentida de haberse parado a hablarnos. Adis! exclam Luke dirigindose a Sarah. Nos vemos en otra ocasin,

    o no. Sarah se detuvo y lo mir un momento antes de alejarse. Luke frunci el ceo,

    no muy seguro de cmo tomarse una mirada como aqulla. Lo siento, amigo se excus el seor Benson. Me parece que la hemos

    espantado. Esa noche estuve fuera hasta ms tarde de lo habitual, y cuando llegu a casa me

    encontr a mi padre sentado en la sala de estar viendo la televisin. Cuando entr consult el reloj y pareci un poco sorprendido de que llegara con tanto retraso.

    Danny, son casi las diez. Ya lo s. Qu hacas dando vueltas por ah a estas horas? Me encog de hombros y me

    sent. Lo siento dije. He perdido la nocin del tiempo.

  • John Boyne La apuesta 19

    En realidad, yo tambin repuso bajando el tono. Ni siquiera me haba dado cuenta, o habra empezado a preocuparme por ti.

    Dnde est mam? No habis coincidido por muy poco. Se fue a dormir temprano. Se ha pasado en la cama el da entero? pregunt, enfadado. Cuando sal

    esta tarde ya estaba acostada! Danny, se levant poco despus de que te fueras. Cenamos juntos y luego

    estuvimos viendo la tele. Si hubieses llegado pronto a casa, como se supona que era tu obligacin, la habras visto y podras haber charlado con ella. Y por cierto, ya puestos, me gustara que hablaras un poco ms con tu madre.

    Asent mientras pensaba en irme a la cama, pero antes de que pudiese subir mi padre de pronto solt una risita y me dijo:

    Ah, por cierto. Hoy habl con tu abuela. Ella y el abuelo vendrn a visitarnos la semana que viene. Por tu cumpleaos. Celebraremos una pequea fiesta.

    Una fiesta? Ests seguro? Bueno, slo con la familia, nadie ms se apresur a precisar. Tu madre y

    yo, y los abuelos. Si quieres tambin podemos decirles a los Kennedy que vengan. No s si me apetece una fiesta. Fiesta no es la palabra adecuada explic negando con la cabeza. Ser

    una cena, simplemente. En familia, el jueves que viene. Al fin y al cabo, cenar hay que cenar. No pongas esa cara de circunstancias! Lo pasaremos bien.

    Me encog de hombros. En realidad no estaba pensando en eso, sino preguntndome cundo volvera a ver a Sarah, si es que volva a verla, y si averiguara por qu crea que todo haba sido culpa suya y no de mi madre. Decid que, si me enteraba, quiz podra contrselo a mam y as ella no estara ya tan afectada, y las cosas podran volver a ser como antes.

    De algn modo, supe que tena que descubrir el secreto de Sarah.

  • John Boyne La apuesta 20

    7

    Haba ocho cubiertos en la mesa, y yo ocupaba la cabecera puesto que era mi cumpleaos. Pap estaba al otro extremo, para poder ir y venir de la cocina siempre que advirtiera que se haba olvidado de algo. Los abuelos se sentaban a un lado, con un sitio vaco en medio, donde se supona que deba estar mam. Y frente a ellos se hallaban Luke Kennedy, su madre y Benjamin Benson, que mantena viva la conversacin.

    Mi padre pas la mayor parte de la guerra en la crcel nos cont. Fue objetor de conciencia, saben? No pudo soportar tantos combates. Fue un pacifista toda su vida.

    Vaya, no me diga repuso el abuelo, arqueando una ceja. Algo me dijo que no tena muy buena opinin de la gente que haba objetado; en

    el colegio habamos ledo cosas sobre el tema, pero yo no lo entenda demasiado. Se pas media vida manifestndose por la paz continu el seor Benson.

    Consigui que volvieran a meterlo en chirona en los setenta, cuando Nixon, ese viejo belicista, vino de visita. Vern, fue entonces cuando empec a interesarme en las leyes. Por la forma como trataron a un hombre sencillo que no quera hacer dao a nadie.

    Tiene usted mucha razn repuso en tono jovial mi abuelo. Probablemente habra sido mucho mejor que todos hubisemos acabado hablando alemn y marchando a paso de ganso por Trafalgar Square.

    Ya eran las siete y cuarto; mam se retrasaba quince minutos, pero nadie lo comentaba.

    Te han hecho regalos bonitos, Danny? quiso saber la seora Kennedy. No me han regalado nada contest, negando con la cabeza como si no

    pudiera dar crdito. Que no te han regalado nada? repiti Luke, asombrado. En tu

    cumpleaos? Eso no es verdad, Danny se apresur a intervenir mi padre. La abuela te

    compr un bonito jersey, no? Ah, s repuse, acordndome del suter de punto verde que haba metido en

    el armario y que no pensaba ponerme ni aunque me mataran. Es verdad, ya se me haba olvidado. Y mi abuelo me ha dado dinero.

    Dinero? repiti la abuela, mirando al abuelo y esbozando una mueca. Qu te haba dicho?

    Oh, slo han sido unas libras para el chaval repuso l. Cierra el pico, mujer.

    Yo tambin tengo algo para ti, Danny intervino la seora Kennedy. No es gran cosa, solamente un libro. Te lo dar despus de cenar.

    Y yo haba olvidado darte esto dijo pap tendiendo una mano hacia el aparador para entregarme un sobre. Lleg en el correo de la tarde.

    Sonre al reconocer la caligrafa. Dentro haba una tarjeta de Feliz Jubilacin en lugar de una de cumpleaos; tpico de Pete, pues lo encontraba gracioso: nunca compraba la tarjeta adecuada para la ocasin. Y haba tambin un billete de diez libras. Le rpidamente la felicitacin y me sent aliviado, ya que crea que se haba olvidado de m. Me pregunt si aparecera para la fiesta, pero haba llamado un par de noches antes desde Amsterdam y slo haba dicho tonteras por telfono. Pap me haba quitado el auricular de las manos y le haba advertido que no se molestara en volver a telefonear hasta que tuviera la cabeza ms despejada.

    Entonces por qu has dicho que no te haban regalado nada? quiso saber Luke.

  • John Boyne La apuesta 21

    Se refera a que ni su madre ni yo le hemos hecho un regalo explic pap. Pero este fin de semana saldremos los tres para comprarle algo especial.

    Pero no es lo mismo opin Luke. Tienes que recibirlo el da de tu cumpleaos, o no cuenta.

    Calla y come, Luke le espet su madre. Pero si todava no nos han servido la cena repuso l sorprendido, y tuve que

    morderme el labio para no rer. Luke tiene razn dijo pap consultando el reloj. Ya se retrasa veinticinco

    minutos. Ahora vendr, Russell, ya vers lo tranquiliz la abuela. Me alegra que ests tan segura. Uno de nosotros debera haberla acompaado aadi la abuela. Para

    asegurarse de que estuviera bien. Quiz debera ir a echar un vistazo sugiri la seora Kennedy. A lo mejor

    fue a dar un paseo. No es muy recomendable pasear por la zona de noche coment Benjamin

    Benson rascndose la barba. Lo ms probable es que te atraquen, te maten o algo peor.

    Tu padre tiene una forma bastante graciosa de ver las cosas le dijo el abuelo a Luke.

    No es mi padre contest l. Podra darme una vuelta rpida por el barrio para ver si... No! exclam pap dando un puetazo en la mesa que nos sobresalt a

    todos. Por un momento, nadie habl. Nos limitamos a mirarlo fijamente. Lleva media hora de retraso y todos tenemos hambre; adems, es el cumpleaos de Danny. Es hora de cenar. Mir a la abuela. Belinda, tal vez podras ayudarme a servir.

    Y a continuacin se fue a la cocina; entonces supe que en mi cena de cumpleaos el octavo asiento seguira vaco el resto de la velada.

    Estbamos tomando el pastel cuando a las nueve menos cuarto se abri la puerta

    y mi madre entr en el comedor, silenciosa como un fantasma. Qu pasa aqu? pregunt. Oh, vaya, me haba olvidado. Esta noche

    cocinabas t, no? Para cenar a las siete respondi pap. Dijiste que estaras de vuelta a esa

    hora. Me he retrasado. Lo siento si he... Eso no es suficiente la interrumpi pap con voz firme. No es suficiente

    en absoluto. Es el cumpleaos de Danny y dijiste que... Russell, ya he dicho que lo siento espet mi madre. Me he retrasado. No tenas intencin de venir. Oh, calla ya, Russell, por el amor de Dios! exclam mam, y todos nos

    sobresaltamos excepto mi padre, que permaneci inmvil, antes de levantarse y acercarse a ella.

    A m no me grites dijo muy despacio, espaciando mucho las palabras. Rachel, querida, qu tal si te sientas y te caliento un poco de... Se queda sin cenar declar pap volvindose hacia la abuela, que call de

    inmediato y asinti con la cabeza, comprendiendo quin estaba al mando. Si no es capaz de llegar a casa a tiempo, pues no cena.

  • John Boyne La apuesta 22

    O jadear a mam, pero no quise mirarla. Entonces solt un bufido que pareci casi una carcajada.

    Que si no llego a tiempo no ceno? pregunt con tono de sorpresa. Cuntos aos tengo, ocho? S, mam, si pudieses calentarme algo te lo agradecera.

    Qudate donde ests, Belinda orden pap, y se acerc ms a mi madre sin hablar, slo mirndola como si ya no la reconociera.

    Todos observamos la escena conteniendo el aliento. En esa ocasin, cuando mi madre habl, la voz se le quebr un poco, como si supiera que iba a desencadenarse una pelea largo tiempo postergada y en realidad quisiera aplazarla an ms. Slo un par de das. Hasta que se sintiera un poco ms fuerte.

    Lo siento musit con lgrimas en los ojos. Ya no aguanto ms esta situacin, Rachel dijo pap. Ninguno de nosotros puede ms.

    Que no aguantas ms? exclam ella, recuperando de pronto su tono habitual. Comprend que sa era ahora mi madre: una persona de la que no sabas qu esperar. Que no aguantas ms? T no tienes este peso terrible en la conciencia, Russell. T no estuviste a punto de matar a un nio. T no has de cargar con ello, verdad?

    Y t tampoco respondi l mostrndose firme. Fue un accidente. El nio an est vivo. Pero Danny tambin lo est, por si no te habas dado cuenta.

    Y lo mismo Pete. Qu me dices de los chicos, Rachel? No puedes pensar en ellos por una vez?

    Me volv en la silla para mirarla, sintindome tambin a punto de llorar. Me observ un instante y neg con la cabeza.

    Slo hay uno que importa declar, y supe que no estaba pensando en m. Normalmente habra supuesto que se refera a Pete, porque era su favorito, pero

    en ese instante me di cuenta de el nico nio que importaba era Andy. Esa misma noche mucho ms tarde, pasadas las once, estaba sacando a la calle

    los cubos de basura para la recogida de la maana cuando o una voz que susurraba mi nombre:

    Danny! Danny! Estoy aqu! Mir alrededor con rapidez, buscando de dnde proceda, y en ese momento ella

    sali de detrs de un rbol. Sarah dije, yendo a su encuentro. Has vuelto. Lo siento. No estaba segura de si deba hacerlo. Me alegro de que hayas venido. No puedo quedarme mucho rato explic. Si se percatan de que no estoy

    en casa voy a meterme en un buen lo. Asent en silencio. Quise contarle que era mi cumpleaos, pero no me salan las

    palabras. Me pregunt qu hara Sarah si lo supiera. Si me dara un beso. Quiero pedirte una cosa dijo. Qu? Qu haces el lunes? Nada. Por la tarde ir al hospital sola. Mis padres no acudirn hasta la noche.

    Querrs acompaarme? Titube, no muy seguro de si en realidad deseaba ver qu le haba hecho mi

    madre a su hermano. Mir el suelo, consciente de que tal vez no fuera buena idea. Por favor, Danny insisti. Me gustara que lo vieras.

  • John Boyne La apuesta 23

    Por qu dijiste que haba sido culpa tuya? Qu? El otro da, en e] parque. Dijiste que fue culpa tuya, no de mi madre. A qu

    te referas? Ahora la que titube fue ella. Apart la vista un instante, luego volvi a mirarme

    y asinti con la cabeza. Porque... empez, pero entonces se abri la puerta lateral y o salir a pap. Danny? llam. Danny, ests ah fuera? Por qu tardas tanto? El lunes a las cuatro en punto susurr Sarah cogindome del brazo. En la

    puerta del hospital. T lo explicar todo, te lo prometo. Y sali disparada calle abajo. Danny repiti mi padre, acercndose. Qu haces aqu fuera solo?

    Vamos, vuelve adentro. Asent con un gesto. S, ahora iba.

  • John Boyne La apuesta 24

    8

    Llegu al hospital antes de hora, pero Sarah ya estaba esperndome. Est en una habitacin privada me explic cuando nos disponamos a entrar

    en el ascensor para subir a la sexta planta. As que no hace falta que te preocupes por si alguien te contagia. Y acto seguido aadi: Me alegro mucho de que hayas venido. Detesto visitarlo sola.

    Entramos en la habitacin y me qued mirando al niito de la cama. Pareca profundamente dormido. De no haber sido por los aparatos que lo rodeaban, habra jurado que podra despertarlo sacudindolo por los hombros. Tena un gotero de suero conectado a un brazo. A su derecha haba una mquina con un monitor. Las cifras y las lneas no paraban de cambiar y emita un pitido intermitente.

    ste es Andydijo Sarah. Se volvi para mirarme y pregunt: Qu pasa? No deberamos hablar en voz baja? Para no molestarlo. Sarah ri, y me di cuenta de que haba dicho una estupidez. Danny, si nos oye y despierta ser bueno, recuerdas? Claro repuse. Lo siento. No quieres decirle hola? A Andy? S. Lo mir y tragu saliva, nervioso. Tena una carita redonda y el mismo color de

    pelo que su hermana. Y tambin la nariz pecosa. Estaba con la boca medio abierta y llevaba un pijama del oso Rupert, como los que yo usaba de pequeo.

    Hola, Andy dije, sintindome torpe y cohibido. Andy, ste es mi amigo Danny. Ha venido a visitarte. Crees que puede ornos? pregunt, y ella se encogi de hombros. Los mdicos dicen que s. Y aunque no sea as, no le hace ningn dao que le

    hablemos, no crees? Es mejor que quedarse aqu sentado sin decir nada. Supongo que s. No da la impresin de sentir dolor, verdad? No respondi Sarah negando con la cabeza. De pronto pareci muy triste y

    aadi: Al menos, eso espero. Mi hermano Pete estuvo en el hospital una vez, cuando lo operaron de

    apendicitis. Se salt las tres ltimas semanas de colegio. Pete llevaba varios das quejndose de que le dola la barriga, pero nadie lo haba

    credo. Entonces, una noche, le haba reventado el apndice y podra haberse muerto; aunque no muri, s tuvo que ir en ambulancia. No s qu habra hecho mi madre si no se hubiese recuperado, porque es su favorito.

    Me volv al advertir que Sarah ya no estaba a mi lado. Se haba sentado en la butaca en una esquina de la habitacin, la cara entre las manos.

    Sarah la llam en voz baja, acercndome. Ests bien? Se supona que slo era un juego respondi levantando la vista hacia m.

    Estaba plida, pero no lloraba. No tena que acabar as. Qu? Qu era un juego? La tarde que lo atropellaron. Muchas veces jugbamos a eso, a apostar que

    haramos una cosa u otra. Andy siempre haca lo que yo le peda. Quise sentarme, pero el nico sitio posible era el borde de la cama, y no me

    pareci prudente. Esa tarde continu Sarah, le propuse jugar al ring ring, corre corre.

    Has jugado alguna vez?

  • John Boyne La apuesta 25

    Claro, sobre todo antes, hace un tiempo. Es guay ir llamando a timbres y salir corriendo.

    Ya. En una casa enfrente de la nuestra, en el nmero cuarenta y dos, tienen dentro un perro grande que se pone a ladrar como loco si te acercas a la puerta. Apost con Andy a que no conseguira recorrer el sendero de entrada sin que el perro lo oyera; luego tena que llamar al timbre y salir corriendo. Le expliqu que lo vigilara desde la ventana de mi habitacin en el piso de arriba. Y l apost a que s lo hara. Recorri el sendero y al llegar ante la puerta se dio la vuelta, me mir muy sonriente y levant el pulgar para indicar que el perro no ladraba. Entonces se volvi para pulsar el timbre. En cuanto lo hizo, supe que el perro haba enloquecido, porque Andy dio un brinco. Se asust tanto que sali pitando y corri derecho a la calle sin mirar, y cuando lo hizo... cuando cruz a la carrera... fue entonces cuando...

    Volvi a ocultar la cara entre las manos, y ahora s la o sollozar. Sarah... Me acerqu, sin saber muy bien cmo consolarla. Lo ves, Danny? aadi mirndome. Fue culpa ma. Si no le hubiese

    propuesto ese estpido juego, si no hubiera apostado a que no lograra llamar al timbre del nmero cuarenta y dos...

    Entonces mi madre nunca lo habra atropellado repuse, completando su frase. Al pensarlo, empec a sentirme furioso. Mam cree que fue culpa suya. Pero no es as, verdad?

    Quise aadir algo, contarle cmo andaban las cosas en mi casa por culpa de aquel estpido juego, pero de pronto o voces al otro lado de la puerta, y los dos la miramos, y a continuacin nos miramos uno al otro, asustados.

    Son mis padres! exclam en un susurro, palideciendo an ms. Tienes que esconderte. Se enfadarn mucho si te encuentran aqu. Corre, debajo de la cama!

    Qu? Mtete debajo. Las sbanas llegan casi al suelo. No te vern. Me volv y mir la cama de Andy. El ltimo sitio en que deseaba estar era ah

    abajo. No puedo dije negando con la cabeza. No puedo hacerlo. Danny, por favor insisti. La puerta se entreabri y omos a una mujer que hablaba con un mdico en el

    pasillo. Rpido! exclam Sarah, y me empuj. Antes de advertir muy bien qu ocurra me encontr deslizndome por el suelo

    bajo la cama. En cuanto me hube escondido, o que la puerta se abra del todo y capt ruido de pasos: alguien estaba entrando en la habitacin.

    Sarah, ests aqu dijo una voz de mujer. Se acerc mucho a donde estaba yo, y supe que estaba inclinndose para besar a

    Andy, porque ol su perfume y la o susurrar: Hola, cario. Has estado llorando? pregunt el padre. Un poquito contest Sarah. No soporto verte tan alterada dijo la madre y suspir hondo. Cuando

    pienso en lo que esa mujer ha hecho a nuestra familia... Esboc una mueca de rabia. Confi en que no empezara a hablar mal de mi

    madre, porque entonces no sabra cmo actuar. Hemos hablado con el doctor Harris intervino el padre. Dice que Andy

    sigue estable por el momento, lo que es buena seal. Al menos no ha empeorado. Ms vale contrselo, Michael.

  • John Boyne La apuesta 26

    Contarme qu? quiso saber Sarah. Hubo una breve pausa. Esta tarde estuvimos en la comisara prosigui al fin el padre. Nos

    confirmaron que no van a presentar cargos contra Rachel Delaney. Es increble! espet la madre, furiosa. Esa manaca pasa a toda

    velocidad por nuestra calle, casi mata a mi hijito, y ni siquiera van a formular cargos contra ella. Qu clase de sistema judicial tenemos cuando alguien que...

    Samantha, ya nos lo han explicado. No fue del todo culpa suya. Pero qu ests diciendo? Que fue culpa de Andy? Ests culpndolo de lo

    ocurrido? Por supuesto que no. Slo digo que... Es absolutamente ridculo! exclam la madre. Esa mujer, esa maldita

    mujer sin nocin alguna del bien y el mal acta de ese modo y sale impune. Bueno, pues no pienso tolerarlo. Si tengo que ir en persona a...

    No pude resistirlo ms. Sal a rastras de debajo de la cama y estuve a punto de golpearme la cabeza contra el somier de metal. El padre de Sarah grit por la sorpresa y la madre retrocedi de un brinco como si hubiese visto un ratn.

    No fue ella! les espet al tiempo que enrojeca de rabia. Fue Sarah. Por qu no le preguntan a ella qu ocurri en realidad? Entonces sabrn... Me contuve. N

    Nos miramos unos a otros, sin saber qu decir. Slo poda hacer una cosa. Ech a correr.

  • John Boyne La apuesta 27

    9

    Danny dijo pap esa misma tarde, al entrar en mi habitacin sin llamar siquiera. Dime que no lo hiciste.

    Que no hice qu? pregunt, mirndolo como si no lo entendiera. Lo sabes muy bien. Y por tu expresin s que lo hiciste. Pero cmo

    demonios se te ocurri? No s de qu me hablas. Yo... Por favor, no te hagas el tonto. Acabo de tener una conversacin con unos

    policas que han venido y me ha costado mucho convencerlos para que me dejaran hablar contigo, en vez de hacerlo ellos. Por lo visto, los seores Maclean te han denunciado por entrar sin autorizacin en la habitacin de su hijo en el hospital. Dime que no es verdad, por el amor de Dios. Dime que se han confundido.

    Agach la cabeza, avergonzado. Por un instante consider la posibilidad de decir que s, que estaban muy equivocados, que ni siquiera me haba acercado al hospital. Despus de todo, por qu iba a ir all? Adems, probablemente conseguira que Luke me proporcionara una coartada si de verdad la necesitaba. Sin embargo, no me quedaba alternativa. Tena que confesar.

    No es lo que parece... empec. No puedo creerlo! exclam, alzando los brazos en un gesto de

    frustracin. No te parece que ya he recibido bastantes malas noticias de la polica para toda una vida? Cmo demonios se te ocurri? Y qu hacas all?

    Quera verlo. Sarah dijo que le gustara que lo viera y... Sarah? pregunt sorprendido. Quin diantre es esa chica? Nunca te he

    odo mencionarla. Sarah Maclean. La hermana de Andy. La hermana de... Reflexion un instante, se sent en la cama y negando con

    la cabeza solt una risita. Eres amigo de la hermana de ese nio? Y no me lo habas dicho?

    No somos amigos. Antes de todo esto no la conoca de nada. Vino aqu hace un par de semanas. A nuestra casa?

    Esper ah fuera, en la calle. La vi observndome. Hablamos un poco y despus nos encontramos en el parque y volvimos a hablar. Y entonces pas por aqu despus de mi fiesta de cumpleaos. Lo mencion con la esperanza de despertar su comprensin, teniendo en cuenta cmo haba acabado aquella noche. Y sin saber muy bien por qu, aad: Es muy simptica.

    No me importa que sea simptica o no. No tiene que aparecer por aqu, como t tampoco tienes que visitar a su hermano en el hospital. Cmo crees que se sentira tu madre si se la encontrara y descubriera quin es?

    Ese comentario no me parece muy adecuado respond. No te las des de listo conmigo me espet ponindose en pie y sealndome

    con el dedo. Pareca muy enfadado, as que me arrepent de haberlo dicho. Cmo crees que se sintieron los padres de ese pobre nio al verte salir de debajo de la cama?

    Oh, ya estoy harto de l! grit. No est todo el mundo harto de l? Ojal se muriera de una vez, si es que ha de morirse, y dejara de...

    No acab la frase, porque pap me dio una bofetada. Parpade, incrdulo. Mi padre jams me haba pegado. Me qued mirndolo y tratando de no llorar.

    Danny dijo en voz baja, y retrocedi; me pareci que estaba tan impresionado como yo. Danny, lo siento...

  • John Boyne La apuesta 28

    No quise seguir escuchndolo. Cerr los ojos, no dije nada y esper hasta que se march. Ya no deseaba seguir viviendo en aquella casa.

    ***

    Una hora despus llamaron a la puerta, y me pareci que era mi imaginacin la

    que me haca or la voz de Sarah en el piso de abajo. Baj corriendo y me encontr a pap hablando con ella.

    Danny, vuelve a tu cuarto, por favor dijo con tono de agotamiento. Qu est pasando? He venido a disculparme respondi Sarah, de pie en el vestbulo. Mis

    padres tambin se han puesto como energmenos. Creen que estoy en mi habitacin, pero escap por la ventana.

    Oh, esto pinta cada vez mejor ironiz pap, soltando una risita de frustracin. Sarah, no s qu decirte. De verdad que no deberas estar aqu. Si tus padres lo descubren...

    No les importar contest ella. Total, slo piensan en Andy. Porque est en el hospital replic mi padre pasndose la mano por la cara

    . Por supuesto que van a estar pensando constantemente en l mientras siga tan enfermo. Puede subir Sarah a mi habitacin para hablar conmigo? pregunt. No! Por supuesto que no! Pero por qu? Porque se supone que tiene que estar en su casa. Sus padres se preocuparn. Y

    no hay motivos para que haya venido aqu. Entonces nos mir, primero a uno y despus al otro. Y vosotros no tenis por qu ser amigos. Sarah, no es nada personal contra ti, pero dada la actual situacin de nuestra familia, no ayuda mucho que ests aqu. Lo comprendes? Y tampoco es de ninguna ayuda que Danny vaya a visitar a tu hermano o se esconda debajo de su cama. Por qu os resulta tan difcil entenderlo?

    Slo quera hablar con l murmur ella. Quera explicrselo. Vete a casa, Sarah orden pap. Ella mir hacia la escalera como si quisiera subir, pero mi padre se interpuso en

    su camino y neg con la cabeza. Vete a casa repiti. Por favor, haz lo que te pido. Si Rachel vuelve y... No te vayas, Sarah rogu. Ella me mir y neg con la cabeza. Lo siento. Ser mejor que me vaya. Gracias repuso pap en voz baja. Ella se dirigi hacia la entrada. Te llamar! exclam. Seguiremos en contacto. No, no lo haris sentenci pap, y cerr la puerta detrs de Sarah. Entonces me di la vuelta y sub a la carrera a mi habitacin. Mi padre me llam,

    pero no contest y me encerr en mi cuarto. Me acerqu corriendo a la ventana para llamar a Sarah. Sin embargo, en ese instante vi algo que hizo que el estmago se me revolviera de celos.

    Sarah ya haba llegado al final del sendero, pero no estaba sola, sino hablando con Luke, que le estaba diciendo algo muy deprisa. Ella neg con la cabeza y sonri, y a continuacin se ech a rer. Mi bici estaba tirada en el sendero; Luke la seal y sigui hablando, y Sarah volvi a hacer un gesto negativo. Entonces l aadi algo y ella asinti. Mi amigo se dirigi corriendo a su casa y desapareci de mi vista.

  • John Boyne La apuesta 29

    Frunc el ceo. No saba qu ocurra, pero no tena buena pinta. No me gustaba nada que Luke hablara con Sarah. Fui a abrir la ventana, pero en ese momento reapareci Luke con su propia bicicleta. Pas una pierna por encima y con los pies en el suelo se qued con la barra entre las piernas. Sarah se acerc y se apoy en su brazo para subir detrs. l cimbre un poco al principio, pero consigui controlar la bici y entonces se alej pedaleando calle abajo. Se detuvo un momento en la esquina, antes de doblar a la derecha y desaparecer.

    Me daba igual. No quera volver a verlos nunca ms, a ninguno de los dos. Ni a pap. Tampoco a mam. Ech un vistazo al reloj. Eran las siete. Vi a mi madre acercndose a casa con un cartn de leche en la mano. Tom una decisin. Esperara a que todo el mundo se hubiese ido a la cama.

    Y entonces me escapara. Aguard hasta que estuvo muy oscuro, casi hasta las once y media. Mis padres

    ya se haban acostado. Entonces prepar una mochila con una muda de ropa y baj a la cocina para llevarme unas galletas y una botella de agua. No estaba seguro de adnde ira, slo saba que ya no quera vivir all. Adems, tena trece aos y ya iba siendo hora de que empezara a abrirme camino en la vida. David Copperfield lo haba hecho mucho ms joven.

    Sal por la puerta trasera y mir alrededor para asegurarme de que no haba nadie. Con la mochila a la espalda, mont en la bici y pedale calle abajo.

    Por lo que a m respectaba, no pensaba volver a casa jams.

  • John Boyne La apuesta 30

    10

    Esa primera noche no dorm nada. Fui pedaleando hasta el colegio, donde haba un sitio tranquilo detrs del

    pabelln de deportes; all podra esconderme. Habra debido llevarme un saco de dormir, pero no se me ocurri, de manera que me las arregl como buenamente pude. Cada vez que cerraba los ojos, tema que alguien apareciera por la esquina, quiz un perro enorme o un vagabundo, y me matara.

    Al cabo de un par de horas consider la posibilidad de volver a casa, pero decid que no. No poda rendirme tan fcilmente. Al final, permanec despierto toda la noche y slo empec a cabecear cuando ya estaba amaneciendo. Para entonces eran ms de las siete, as que pens que mejor sera ponerme en marcha si no quera que me descubrieran.

    Llevaba encima algo de dinero, las diez libras que Pete me haba mandado de Amsterdam por mi cumpleaos. Dej la bici en la calle y entr en un local de comida rpida para comprar una hamburguesa y patatas. Se me hizo extrao desayunar hamburguesa con patatas, pero el local estaba abierto, as que pens que no me tomaran por loco. Cuando sal, haba pasado algo malo: me haban robado la bicicleta. La haba dejado all, sin atar, porque al salir de casa olvid coger el candado.

    A la hora de comer sent hambre otra vez. Compr otra una hamburguesa con patatas y esta vez aad un helado, y como estaba buensimo, volv en busca de otro. Para entonces slo me quedaban tres libras, pero me dije que si me empeaba podra hacerlas durar mucho. Mientras recorra las calles empec a sentirme intranquilo, en especial cuando vea a un polica venir en mi direccin. Era probable que pap hubiese llamado para comunicarles mi desaparicin, y que anduvieran buscndome. Aunque me pareca que me corresponda a m decidir si quera vivir en casa o no, saba que ellos no estaran de acuerdo conmigo.

    Alrededor de las cuatro, entr en el centro comercial y fui al cine de la ltima planta. A esa hora haba una sesin especial para nios que costaba exactamente tres libras. Era lo que me quedaba, as que compr la entrada, pues me apeteca sentarme en un lugar clido y tranquilo. Estaba harto de deambular por las tiendas y evitar a los policas.

    Cuando anocheci no volv al colegio porque decid que, si eres un fugitivo, tienes que cambiar de sitio cada noche para que nadie consiga encontrarte. As que estuve dando vueltas por la ciudad hasta que qued casi desierta y entonces me dirig al aparcamiento que hay detrs del centro comercial y me sent con la espalda contra la pared. Estaba demasiado cerca de los grandes contenedores de la basura y pens en moverme porque ola fatal, pero al cabo de un rato ya no not el olor, de modo que me qued all. Empec a pensar en mi cama y en lo cmoda que era, y en que mam sola hacrmela los das de colegio. Acab ponindome triste, pero no llor, porque uno no puede echarse a llorar cuando se ha escapado de casa y est viviendo por sus propios medios.

    No paraba de pensar en comida, pues tena tanta hambre que el estmago me haca ruiditos raros. Sin embargo, ya no poda remediarlo, porque no me quedaba dinero y adems las tiendas ya haban cerrado.

    Esa noche tampoco dorm, aunque de vez en cuando me venca el sueo y de pronto cabeceaba, pero enseguida despertaba sobresaltado y senta un fro intenso. No me gustaba nada que me pasara eso, as que trat de permanecer despierto, pero me costaba, y volv a cabecear una y otra vez. Aquella noche pareci durar ms que la

  • John Boyne La apuesta 31

    anterior. Trat de no mirar muy a menudo el reloj. Cada vez que crea que habran pasado dos o tres horas, resultaba que slo haban transcurrido diez o quince minutos.

    Al amanecer me levant; me dola todo el cuerpo. Tena los brazos y las piernas entumecidos y llevaba cuarenta y ocho horas sin cambiarme de ropa. Me pregunt qu hara ese da, y decid que ya era hora de ir a Londres y conseguir un trabajo, porque no poda quedarme en aquel lugar para siempre.

    Y entonces me llev una sorpresa. Al pasar por delante de una tienda de televisores, me par un momento a mirar las pantallas en el escaparate. Todas tenan sintonizado el mismo canal y supuse que eran las noticias, pero no oa nada, slo vea las imgenes. Apareci la fotografa de un nio y pens que se pareca a m. Me llev unos segundos comprender que de hecho era yo. Se me tens el estmago, pero mi imagen desapareci de la pantalla, sustituida por un reportero de pie ante mi casa. Ms me vala marcharme a toda prisa, antes de que algn peatn advirtiera que haba un famoso entre ellos. Pero me pareci que todo el mundo iba de camino al trabajo, de modo que nadie me mir cuando sal a la calle.

    Fue entonces cuando me percat de que estaba totalmente solo. Unas horas despus, empez a preocuparme tener tanta hambre y sentir los

    brazos y las piernas como si fueran de mantequilla. Adems, como no haba dormido en dos das y medio, estaba mareado. Pens en volver a casa, pero si regresaba no me dejaran salir hasta que cumpliera los treinta, de modo que no me pareci buena idea. No estaba seguro de qu me haran mis padres cuando me echaran el guante, pero lo que ms me apeteca en el mundo era irme a casa, comer, darme un bao y sentarme a mirar la tele con ellos dos.

    Como me haba visto en las noticias, estaba seguro de que todo el mundo andara buscndome. Se me ocurri que lo mejor sera conseguir un disfraz, as que entr en una tienda de ropa y me llev un gorro de lana. Jams en mi vida haba robado nada, pero fue ms fcil de lo que imaginaba. Simplemente me met en la tienda ms grande que encontr, cog un gorro de un estante, arranqu la etiqueta, me lo puse y me march. Pas un poco de miedo al salir del establecimiento y, aunque nadie me persigui, ech a correr por si acaso. Estaba demasiado cansado y hambriento para seguir corriendo mucho rato, e incluso me sent ms mareado que antes, as que me detuve. Entonces vi mi imagen reflejada en un espejo: qu pinta ms rara tena con aquel gorro. Haca mucho calor, pero pens que de ese modo nadie me reconocera y segu mi camino.

    Cuando mir el reloj, pasaban unos minutos de la una y las calles estaban llenas de gente que compraba bocadillos o iba a almorzar. Cada vez que vea a alguien comer se me haca la boca agua y una punzada me sacuda el estmago, que ya no haca ruidos raros; ahora slo me dola.

    Quera ir a Londres, pero no saba muy bien cmo llegar. No me quedaba dinero para un billete de tren ni de autobs, y me daba miedo que hubiese policas apostados en las estaciones. Ojal hubiese tenido la bici, porque entonces podra haber llegado pedaleando, aunque habra tardado semanas. Pero eso habra formado parte de la aventura y no me habra importado. Empec a hacerme a la idea de que tendra que ir andando. Y aunque pareca una ocurrencia estpida, record que David Copperfield haba recorrido solo y a pie todo el camino de Londres a Dover, as que si l haba podido, yo tambin.

    Esa noche me qued dormido entre los rboles al fondo del campo de rugby del colegio. No s por qu no se me haba ocurrido antes ese sitio, pues el terreno era mucho ms blando que en el pabelln de deportes o el aparcamiento y no me dolera tanto la espalda. Me puse la mochila bajo la cabeza a modo de almohada y utilic la chaqueta como manta; de esa manera me las apa para dormir unas horas. Al despertar,

  • John Boyne La apuesta 32

    sin embargo, me sent peor que nunca. Durante unos minutos ni siquiera supe quin era ni qu haca all al aire libre, y cuando lo record, me pregunt si aquella situacin cambiara alguna vez. Aunque slo haban pasado tres das, me parecan tres aos, tres vidas enteras. Me pregunt si pap y mam ya se habran acostumbrado a no tenerme en casa.

    Cuando me puse en pie, pas algo malo: me ca. Volv a levantarme, y entonces tuve que extender los brazos a ambos lados como si caminara por la cuerda floja. Tard unos minutos en recuperar el equilibrio. Cuando lo consegu, el estmago volvi a jugrmela y acab doblado en dos, con un dolor terrible. Mir alrededor, buscando algo con que alimentarme. Pero en ese momento me di cuenta de que ya no me apeteca ni comer, aunque no hubiese probado bocado desde la segunda hamburguesa de la primera tarde. En realidad no senta apetito, slo dolor.

    De ese da conservo un recuerdo borroso, en el que camino sin cesar por las calles con un hambre atroz. A veces senta deseos de ir a casa, pero saba que no poda regresar.

    Apenas me quedaban sitios donde refugiarme, pero an no haba estado en el parque, as que decid pernoctar all. Adems, no estaba muy lejos, lo cual era una buena idea, ya que no sera capaz de caminar mucho ms. Las piernas me temblaban demasiado.

    Llegu al parque alrededor de medianoche; estaba desierto. Pas por delante del banco en que me haba sentado con Sarah y el recuerdo me entristeci. No me imaginaba entonces lo afortunado que era por tener una casa a la que volver, y comida en la nevera, y una madre y un padre, aunque mam ya no hablase con nadie y pap me hubiese pegado. Incluso as, era mejor que vivir de aquella manera. Anhel regresar, pero era demasiado tarde; tena la sensacin de que despus de lo que haba hecho no iban a permitrmelo.

    Encontr un sitio tranquilo cerca de unos matorrales, donde puse la mochila para que me sirviera de almohada como la noche anterior. Pero cuando iba a tumbarme, me ca y me golpe el brazo contra un rbol. Al mirarme la herida vi que empezaba a sangrar; aunque no me dola, cuanto ms la observaba, ms me mareaba. Mir alrededor, los rboles, los matorrales y el parque, y los colores parecieron emborronarse a tal punto que ya no saba ni dnde estaba. Tuve la impresin de que el parque se volva ms y ms pequeo y se cerraba en torno a m, y de que cuando lo hiciera por completo, me ahogara y ah acabara todo. Me morira, o quiz me quedara en coma como aquel nio cuyo nombre ya no consegua recordar. Intent frotarme los ojos para que las cosas dejaran de estar borrosas, pero slo consegu que el estmago me doliese an ms.

    Grit y me encog tratando de mitigar el dolor. Pens que quiz me sentira mejor si lograba ponerme en pie, pero cada vez que me esforzaba por levantarme, las piernas me fallaban y volva a caer. En mi ltimo intento, aterric estrepitosamente boca arriba y me qued ah tendido, mirando al cielo, mientras decida que nunca ms volvera a levantarme. Simplemente permanecera ah tumbado y no me movera hasta que me encontraran. Me pregunt si iba a morirme.

    Empec a cerrar los ojos y todo comenz a volverse oscuro, pero justo en ese instante, cuando estaba bajando los prpados, percib algo raro. Tuve la sensacin de que haba alguien de pie a mi lado que me llamaba por mi nombre, pero no supe quin era y pens que quiz estaba soando.

    Entonces la figura se inclin y sent sus brazos debajo de mi cuerpo. Cuando me levant del suelo no me doli nada, porque ya era incapaz de sentir. Pens que tal vez uno experimentaba esa sensacin al morir, que aqul era el momento de mi muerte,

  • John Boyne La apuesta 33

    aunque en realidad no tena la certeza de que se tratara de eso. Intent abrir los ojos una ltima vez para ver quin era, para saber quin me haba encontrado, quin me llevaba por el parque, quin me haba salvado la vida. Cuando lo consegu, cuando los abr, descubr quin haba sido. Quise hablarle, pero ni siquiera me sala la voz. Slo fui capaz de decir una palabra, que son como un graznido que no reconoc como mo.

    Pete dije. Acto seguido cerr los ojos y todo se oscureci.

  • John Boyne La apuesta 34

    11

    Y entonces, una maana de finales del verano, de pronto Andy despert. Una enfermera entr en su habitacin del hospital a echarle un vistazo y se lo

    encontr con los ojos abiertos, totalmente conciente, preguntndose dnde estaba y qu haca all y llamando a sus padres. Estbamos desayunando en la cocina cuando son el telfono. Pap fue a contestar; cuando volvi estaba muy plido y nos preguntamos qu habra pasado. Fue derecho a mam, que se tema lo peor, pero la abraz y le dijo que las cosas iban a salir bien. Que Andy haba despertado. Que ya no estaba en coma. Que ya no iba a morirse. Entonces mi madre se ech a llorar, pero no fue como las lgrimas que haba derramado hasta ese momento. Ahora lloraba porque aquello haba terminado y por fin Andy iba a recuperarse.

    Ocurri la primera maana tras mi vuelta del hospital, donde me haban llevado cuando Pete me encontr en el parque. Haba tenido que quedarme seis noches, pues el mdico asegur que haba corrido el riesgo de pillar una neumona y adems estaba deshidratado. No recuerdo gran cosa de esos das, excepto que cuando despert en la cama de la clnica estaba famlico. Pero no me dieron mucho de comer, porque dijeron que teman que mi organismo no tolerara los alimentos de golpe. Y estaban todos all cuidndome: Pete, pap e incluso mam. La familia al completo volva a estar reunida.

    Una vez en casa, se supona que tena que quedarme en la cama el da entero hasta que recobrase las fuerzas. Al menos eso fue lo que aconsejaron los mdicos. As pues, estaba de vuelta en mi habitacin un par de horas despus de la llamada telefnica cuando alguien llam a la puerta. Pete entr y cerr tras de s.

    Vaya noticia, eh? coment con una amplia sonrisa. S contest. Mi hermano se haba vuelto a la cama y acababa de levantarse, pasada la hora de

    comer. Tena el pelo revuelto y necesitaba un afeitado. Bueno, y cmo te encuentras? pregunt. Estoy bien. Un poco cansado. Me quedo dormido todo el rato. Y todava

    tengo hambre, aunque no paro de comer. No tardars en recuperarte. Nos diste un buen susto a todos, sabes? Mam y

    pap estaban volvindose locos. Asent en silencio y apart la mirada. Me senta un poco avergonzado, sobre

    todo porque nadie pareca enfadado conmigo por haberme escapado de casa. La verdad es que se mostraban ms simpticos que nunca.

    Cundo llegaste? quise saber entonces. Pensaba que te encontrabas de viaje por Europa.

    Y as era. Cuando pap me llam y me cont que habas desaparecido estaba en Praga.

    Y volviste? Pete se ech hacia atrs en la silla y pareci sorprendido. Pues claro que s. Qu creas? Regres enseguida. Estaba aqu unas seis

    horas despus de que me telefoneara. Todo el mundo se lanz a buscarte. Estuviste desaparecido tres das, Danny aadi ponindose serio. Qu anduviste haciendo, por cierto?

    Slo caminar por ah. Com hamburguesas el primer da y me pase por las tiendas. Intent pasar las noches en sitios distintos, pero no fue fcil porque eran al aire libre. Cuando llegu al parque aquella noche, llevaba siglos sin comer y no me senta bien; pens que iba a morirme. Pero me encontraste.

    Sonri dbilmente, aunque pareca triste.

  • John Boyne La apuesta 35

    No tendras que haberlo hecho, Danny. Lo sabes, verdad? No debiste haber escapado de casa.

    No me qued ms remedio. No sabes cmo se haban puesto las cosas aqu. T no estabas. Mam se negaba a hablar con nadie y no paraba de dar vueltas por ah, aturdida. Y pap tena que encargarse de todo en la casa, y no daba pie con bola. Entonces se enfad conmigo porque me hice amigo de la hermana de Andy...

    S, de eso tambin me he enterado me interrumpi Pete negando con la cabeza. No fue muy sensato por tu parte.

    Por qu no? Qu tuvo de malo? Que te pasaste todo el tiempo detrs de esa chica, asegurndote de que

    estuviera bien, cuando de quien deberas haberte ocupado era de nuestra madre. Para eso estamos nosotros aqu.

    Pero si mam ni siquiera me hablaba protest. T no estabas en casa, Pete. No sabes nada.

    Ya s que estaba fuera, pero... Y seguro que ni siquiera tienes previsto quedarte ahora. Suspir. Bueno, el verano casi ha acabado. Tengo que volver a la universidad dentro de

    unas semanas. Empec a enfadarme con l, como si nada de todo aquello hubiese sucedido de

    haber estado mi hermano en casa. Pero dijiste que no iras a una universidad lejos. Me lo prometiste el ao

    pasado. Y luego hiciste otros planes y te marchaste a Escocia, cuando habas dicho que te quedaras aqu conmigo.

    Danny, necesitaba un cambio... Pero me lo prometiste! No te promet nada respondi con calma, aunque yo estaba cada vez ms

    furioso. Pero te doy mi palabra de que podrs ir a visitarme, si me prometes una cosa. Vale. Qu? Que nunca volvers a hacer nada tan estpido. Que si alguna vez sientes

    deseos de escapar de casa, me llamars y hablars conmigo, de acuerdo? De acuerdo asent. Te lo prometo. Muy bien concluy ponindose en pie; me revolvi el pelo. Entonces yo

    tambin te lo prometo. Ahora ser mejor que me d una ducha. Me siento hecho un asco.

    Gracias por salvarme. Para qu estn si no los hermanos mayores? repuso, volvindose con una

    sonrisa. Antes de que empezaran las clases fuimos a pasar unos das con los abuelos.

    Pete no nos acompa porque dijo que an estaba a tiempo de ir a Viena y Berln si se apresuraba, de modo que mam le pregunt a Luke si quera venir en su lugar. Ese mismo da, Luke y Sarah fueron en bici a decirles a los padres de ella que yo no era tan ma