jesús terán

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agosto de 2014 a analizar el itinerario profesional y político del oriundo de San Luis de Letras. La colaboración de Juan Antonio Dávila Ponce hace un recuento sobre la influencia que la Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos” de San Marcos, Loreto, Zacatecas, ejerciera sobre la acción magisterial y política del profesor Olivares Santana. Augusto Gómez Villanueva, cercano colaborador de nuestro homenajea- do, hace una emotiva remembranza de la actitud patriota y juarista que siempre distinguió a Enrique Olivares Santana. Finalmente, Héctor Alfredo de Velasco Dávila recurre a una de las opera- ciones mentales más interesantes como es la de la comparación, para establecer semejanzas y diferencias, abismales estas últimas, entre quienes hoy ejercen el poder en México y en el mundo y la trayectoria político-diplomática de quien como don Enrique Olivares Santana hizo del servicio público a su país una vocación renovada cada día. Por último, Aurora Terán, Alejandro Márquez, Martín Ávila y el escribano agradecen a nuestra casa editorial, La Jornada Aguascalientes, creer en el Suplemento Jesús Terán y permitirnos su publicación. El eminente bardo y literato estadounidense, Ralph Waldo Emerson, escribió en su obra Hombres Representativos, respecto al papel que los “grandes hombres” han desempeñado en la historia de la humanidad, y analizó una serie de virtudes en los personajes por él considerados como de excelencia. Agrarista, profesor rural, sindicalista y masón son varias de las etiquetas con que se pudiera describir la trayectoria del profesor Enrique Olivares Santana –oriundo de San Luis de Letras, entonces Municipio de Rincón de Romos. Sin embargo, hay dos que destacan: “Un hombre de la Revolución Mexicana”, tal y como lo describe su biógrafo Alberto Vital Díaz, y su convicción republicana, la cual se manifestaba en “una formalidad impecable” y en una profunda admi- ración por el Prometeo de San Pablo Guelatao, Benito Juárez. Cada época de México ha sido testigo de como sus mejores hijos se convierten en los “hombres representativos” de los que nos hablara Emerson. Si el siglo XIX en Aguascalientes fue encarnado por Jesús Terán Peredo; en la centuria XX Enrique Olivares Santana –legislador estatal y federal, dirigente partidista, gobernador del Estado, líder de la Cámara de Senadores, secretario de Gobernación y embajador de México en Cuba y El Vaticano- es, sin lugar a dudas, “el personaje distintivo”. Por todo lo arriba mencionado, y como homenaje en el décimo aniversa- rio de su desaparición física, el Suplemento Jesús Terán dedica su edición de JESÚS TERÁN SOREN HÉCTOR DE VELASCO GALVÁN Suplemento sobre Estudios Internacionales para La Jornada Aguascalientes Agosto 2014 Coordinadores: Aurora Terán Fuentes Soren Héctor de Velasco Galván Diseño: Alejandro Márquez Díaz del Castillo No. 17 Martín Ludin Ávila García Editorial http://4.bp.blogspot.com/-ob8e0JzbWes/TjNOU7MpJ- jI/AAAAAAAAAN- M/yXpasSKVshg/s1600/Sin+t%25C3%25ADtulo-2.j Develación de la estatua del general Emiliano Zapata Cuernavaca, Morelos. 8 agosto de 1979

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Suplemento de La Jornada Aguascalientes

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Page 1: Jesús Terán

agosto de 2014 a analizar el itinerario profesional y político del oriundo de San Luis de Letras. La colaboración de Juan Antonio Dávila Ponce hace un recuento sobre la influencia que la Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos” de San Marcos, Loreto, Zacatecas, ejerciera sobre la acción magisterial y política del profesor Olivares Santana. Augusto Gómez Villanueva, cercano colaborador de nuestro homenajea-do, hace una emotiva remembranza de la actitud patriota y juarista que siempre distinguió a Enrique Olivares Santana. Finalmente, Héctor Alfredo de Velasco Dávila recurre a una de las opera-ciones mentales más interesantes como es la de la comparación, para establecer semejanzas y diferencias, abismales estas últimas, entre quienes hoy ejercen el poder en México y en el mundo y la trayectoria político-diplomática de quien como don Enrique Olivares Santana hizo del servicio público a su país una vocación renovada cada día. Por último, Aurora Terán, Alejandro Márquez, Martín Ávila y el escribano agradecen a nuestra casa editorial, La Jornada Aguascalientes, creer en el Suplemento Jesús Terán y permitirnos su publicación.

El eminente bardo y literato estadounidense, Ralph Waldo Emerson, escribió en su obra Hombres Representativos, respecto al papel que los “grandes hombres” han desempeñado en la historia de la humanidad, y analizó una serie de virtudes en los personajes por él considerados como de excelencia. Agrarista, profesor rural, sindicalista y masón son varias de las etiquetas con que se pudiera describir la trayectoria del profesor Enrique Olivares Santana –oriundo de San Luis de Letras, entonces Municipio de Rincón de Romos. Sin embargo, hay dos que destacan: “Un hombre de la Revolución Mexicana”, tal y como lo describe su biógrafo Alberto Vital Díaz, y su convicción republicana, la cual se manifestaba en “una formalidad impecable” y en una profunda admi-ración por el Prometeo de San Pablo Guelatao, Benito Juárez. Cada época de México ha sido testigo de como sus mejores hijos se convierten en los “hombres representativos” de los que nos hablara Emerson. Si el siglo XIX en Aguascalientes fue encarnado por Jesús Terán Peredo; en la centuria XX Enrique Olivares Santana –legislador estatal y federal, dirigente partidista, gobernador del Estado, líder de la Cámara de Senadores, secretario de Gobernación y embajador de México en Cuba y El Vaticano- es, sin lugar a dudas, “el personaje distintivo”. Por todo lo arriba mencionado, y como homenaje en el décimo aniversa-rio de su desaparición física, el Suplemento Jesús Terán dedica su edición de

JESÚSTERÁN

SOREN HÉCTOR DE VELASCO GALVÁN

Suplemento sobre Estudios Internacionales para La Jornada Aguascalientes

Agosto 2014

Coordinadores: Aurora Terán Fuentes Soren Héctor de Velasco GalvánDiseño: Alejandro Márquez Díaz del Castillo

No. 17

Martín Ludin Ávila García

Editorial http://4.bp.blogspot.com/-ob8e0JzbWes/TjNOU7MpJ-jI/AAAAAAAAAN-M/yXpasSKVshg/s1600/Sin+t%25C3%25ADtulo-2.j

Develación de la estatua del general Emiliano ZapataCuernavaca, Morelos. 8 agosto de 1979

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derivado de la globalización y la apertura de mercados que han puesto en entredicho la rectoría del Estado Nacional. Urge que las políticas sociales encuentren su destino. Como maestro, diputado local y federal, senador, gobernador, secretario de Gobernación entre otras responsabilidades públicas y administrativas, vive en nuestra memoria histórica, en nuestra conciencia social y como un modelo digno de imitarse no solo en el discurso o en la pasividad de la pluma, pues son las acciones la mejor manera de conservar sus ideales vivos. Hoy lo evocamos con orgullo desde su alma mater, institución que lo formó académicamente y lo nutrió con la savia social del compromiso con México, misión que desempeñó con creces y que lo hacen un ejemplo para las presentes y futuras generaciones de maestros y políticos, porque hizo de la educación y la política un vehículo de transformación y de emancipación libera-dora.

FUENTE: Archivo de la Institución Educativa

Un rayo de sol mortecino languidece… y parece acariciar con nostalgia el viejo casco de la ex hacienda de San Marcos, Loreto, Zac., sus muros de piedra y de cantera guardan secretos que duermen cuando el sol se oculta. Bajo la sombra de la troje y el latifundio se tejieron historias que en la distancia han sabido conjugar el tiempo y el olvido. Las escuelas normales rurales fueron el fruto de la gesta heroica revolu-cionaria en ese afán de búsqueda de justicia por la imperiosa transformación de un México caracterizado por la asimetría de gobiernos que olvidaron su esencia libertaria fraguada en el movimiento independentista, quizá por ello para quienes nos formamos en una Escuela Normal Rural parte de nuestra ideología está marcada con ese sello especial, con ese deseo profundo de construir los andamiajes que nos permitan avizorar un mejor futuro. Hoy transitamos por las calles de la amnesia y evocamos la memoria de uno de los hijos predilectos de nuestra alma mater, calificativo otorgado por los egresados de la “General Matías Ramos Santos” a nuestra institución formado-ra de docentes, uno de ellos, en particular, vio su luz primera en San Luis de Letras, Rincón de Romos, Ags., y un día decidió ser maestro rural, para ello llega a San Marcos, pero no viene solo, su equipaje guardaba sus convicciones y sus sueños y en 1938 decidió coadyuvar en la transformación de México con la luz del alfabeto. Sí, este hombre este personaje tan reconocido y respetado en el sistema político mexicano es el Profr. Enrique Olivares Santana, un maestro y un político interesado en salvaguardar los intereses de la República y para quien la voluntad y la firmeza de sus convicciones fueron los instrumentos que cincelaron su actividad política y administrativa. Hombre del sistema político mexicano supo direccionar sus cargos administrativos y de elección popular, la Secretaría de Gobernación, antesala de la Presidencia de la República, lo colocó como una de las figuras más repre-sentativas de México pero el ajedrez de la política determinaría otra jugada. El maestro Olivares tuvo claro que México es un país que requiere de vital entrega, donde el servicio público demanda de la vocación y el espíritu crítico. En la actualidad la pobreza en México, causa principal de todos los movimientos sociales, tiene un común denominador, la incapacidad o la falta de voluntad política de tecnócratas que le siguen apostando al modelo económico

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MTRO. JUAN ANTONIO DÁVILA PONCE

Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos”San Marcos, Loreto, Zacatecas.

Enrique Olivares Santana: El maestro, el político

Escuela Normal Rural Gral Matías Ramos Santos. Imagen recuperada dehttp://static.panoramio.com/photos/large/12418675.jpg

http://dialogoentreprofesores.blogspot.mx/2011/12/normal-rural-de-san-marcos-zacatecas-en.html

Page 3: Jesús Terán

Direcciones electrónicas de contacto:

Aurora Terán [email protected]

Soren Héctor de Velasco Galvá[email protected]

Cuando me confió su nombramiento como embajador en el Vaticano, don Enrique Olivares Santana, tenía grandes dudas. Su antigua militancia en la izquierda como alumno de la Normal de San Marcos Zacatecas y después como profesor rural, cardenista, ejidatario e hijo del primer dirigente agrario de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, lo ubicaba por convicción, militancia y raíz en la corriente radical y anticlerical. Como maestro rural siem-pre recordó origen de un niño campesino, que al decir del mismo aprendió a leer debajo de un árbol. Recuerdo cuando su gira como candidato a gobernador en San Luis de Letras, al iniciar su discurso, quería acordarse ese origen y a medio discurso, cuando evocó el pasaje de que el dueño de la Hacienda no lo dejo entrar por su vestimenta humilde y de huaraches, lo traicionó el llanto y yo continué el discur-so. En la intimidad me relató emocionado su procedencia y su orgullo de ser en ese momento el candidato a gobernador. Recuerdo también como gobernador aquélla anécdota en que el entonces presidente municipal, Camilo López, líder agrario de Calvillo, pretendía encarcelar al cura de su parroquia que había violado a una dama del lugar , y el profesor no dudó ante la presión del arzobispado que pretendía el desafuero de Camilo. Los líderes Agrarios de todo el estado, incluido su padre, lo invitaron a dialogar y don Teodoro en una comida de los Comisariados Ejidales y de la Vieja Guardia Agrarista le comentó en forma respetuosa y retadora: “recuerda que a ti te parieron los campesinos.” El gobernador abrazó a su padre y me dijo: “licenciado, programe el domingo una gira a Calvillo.” y en pleno centro acompañado de Camilo, pronunció un encendido discurso: “vengo a dejar un reto en esta plaza, ante los calvillenses, a ver qué hacemos por los humildes y su pueblo, la revolución desde el gobierno o la iglesia”. Después me dijo: “como embajador ante El Vaticano lo primero que haré será un pedestal a Benito Juárez así su efigie será honrada desde Roma.” ¡Y lo cumplió! Don Enrique era un hombre que pertenecía a otra estirpe, maestro hasta el último momento de su vida; poseedor de una sensibilidad social que lo equili-bró como ser humano y hombre destinado al ascenso del poder, que le hizo un predicador en la escuela más humilde, en la tribuna camaral, en la vida sindical, la política, las finanzas y la diplomacia. Padre y retoño ejemplar que las nuevas generaciones lo añoran por su sencillez y su sabiduría. Hijo preclaro de Aguascalientes que dejó huellas y

AUGUSTO GÓMEZ VILLANUEVASecretario de la Reforma Agraria (1974-1975)Embajador de México en Italia y NicaraguaDiputado Federal XLVII, LIV y LVIII LegislaturasPresidente de la Confederación Nacional Campesina (1967-1970)

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caminos que hoy siguen apuntando la ruta correcta y la sabia combinación del valor de la provincia, nacional y la dimensión internacional. Don Enrique dejó una herencia, un legado, que nos honra como sus discípulos, tantos como páginas de un libro que debemos escribir una y otra vez, para honrar su memoria.

http://www.panoramio.com/photo_explorer#view=photo&posi-tion=23&with_photo_id=67250054&order=date_desc&user=6596642

http://www.panoramio.com/photo_explorer#view=photo&posi-tion=20&with_photo_id=67250452&order=date_desc&user=6596642

Patriota y Juarista

Murales de palacio nacional de Diego Rivera.

Leyes de reforma. Detalle

Page 4: Jesús Terán

Dedicado al Profr. J. Refugio Esparza Reyes, distinguido hermano mayor sanmarqueño.

Cuando mis ojos y mi mente pasan revista a las mujeres y los hombres que inter-vienen protagónicamente en el México y en el mundo de nuestros días, una mezcla de escepticismo, impotencia y resentimiento invade mi ser. Hurgo en mis esquemas y en mi memoria de trabajo en la búsqueda de argumentos causales, funcionales y de ejemplificación que me permitan comprender el por qué la humanidad y en particular México, envuelto en la vorágine de corrupción, mediocridad y violencia; parecen obligadas a escribir como Dante a las puertas del infierno: “Perded toda esperanza”. Si por liderazgo debe entenderse la acción de una persona o grupo de personas que gobiernan, guían e inspiran a sus conciudadanos, en el mundo y en el México de hoy, creo que uno de los pocos derechos que no nos han sido esquil-mados es el de preguntarnos qué pasó con las creencias filosóficas e instrumen-tales de los líderes actuales quienes, citando a José Ingenieros, nadan en el mar de la aurea mediocritas, porque carecen de códigos operacionales que les permitan seleccionar los medios para alcanzar sus objetivos políticos, actuar proactivamente para controlar, calcular y determinar los riesgos de su acción política y aceptar que el azar puede, hasta cierto grado, ser influenciado si se desarrolla lo que los expertos en la psicología política denominan the matter of timing of action. En el museo de los horrores de los liderazgos actuales encontramos una colección a nivel nacional e internacional de guiñoles, bodrios mediáticos, hommes de paille; die Würstchenen, etc., envueltos en el laberinto de intermina-bles dudas hamletianas, ignorantes, improvisados, de doble o triple moral; confundiendo el servicio público con el latrocinio, Chickening out como Obama o degonflé como David Cameron. A excepción de Frau Angela Merkel y del discípulo más aventajado de Hitler y Stalin: Vladimir Putin, la conclusión es apocalíptica: Non chi sono condottieri (No hay líderes). En México uno tiene derecho a preguntarse, parodiando a don Jorge Manrique en las coplas a la muerte de su padre: ¿Dónde están los hombres y las mujeres que, como Enrique Olivares Santana, supieron ascender por la escala de la evolución política desde la humildad de un magisterio rural, pasando por la diputación, la gubernatura, la senaduría y la Secretaría de Gobernación hasta colocarse en la antesala de la Presidencia de la República? ¿Dónde están los líderes que como don Enrique adquirieron al contacto con la gente el conocimiento de las necesidades más apremiantes del ciudadano común, llámese homo economicus, homo faber, homo sapiens, para, con sensibil-idad especial instrumentar políticas públicas racionales y eficientes, evitando reducirlo groseramente a una simple variable inserta en las ecuaciones econométricas? Si mi economía de jubilado me lo permitiera, trataría de adquirir en un bazar de antigüedades la famosa lámpara de Diógenes para buscar al zoon

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HÉCTOR ALFREDO DE VELASCO DÁVILA

Maestro rural, profesor investigador jubilado y becario de la primera generación Chevening del British Council

politikon que como el hombre de San Luis de Letras supo aplicar como pocos los principios de la negociación política; porque él, liberal, racional, tolerante y juarista convencido supo caminar impertérrito sobre la cuerda floja de las com-plejas relaciones entre México y la Santa Sede y de esa espina in Obama's feet llamada Cuba. La historia no se escribe con subjuntivos o condicionales, pero creo que, de haber llegado a la primera magistratura, otro hubiese sido el derrotero de México. Para empezar, estoy cierto que él no se hubiera recluido vergonzosa-mente durante el sismo de 1985. Lo imagino, a la manera de Winston Churchill, recorriendo los escombros y organizando a la sociedad civil porque era, ante todo, lo que los germanos llaman einer Mann der Tat: un hombre de hechos, un hombre de acción.

Sea este un humilde reconocimiento a un hermano mayor sanmarqueño que como muchos de nosotros grabó, con el fuego avasallador del patriotismo en su corazón, el lema de una gran escuela situada en el corazón de la campiña zacatecana: DISCIPLINA, ORDEN Y TRABAJO. Don Enrique, al igual que don J. Refugio Esparza Reyes fue un paradigma que a la manera de Waldo Ralph Emerson supo ejercer a plenitud las tres profesiones que, según el literato norteamericano anteriormente citado, dignifican plenamente al hombre que las practica: cultivar la tierra (como hijo de campesino), enseñar al ignorante (como profesor rural) e impartir justicia (como gobernador del Estado) Decía Nicolás Maquiavelo, y en eso estoy completamente de acuerdo con él, que ningún hombre es completamente bueno ni completamente malo y, sin pretender asumir una actitud asertórica como los hierofantes del Antiguo Egipto en el Libro de los Muertos, el balance de la vida pública y privada de don Enrique Olivares Santana es altamente favorable para una entidad que como la nuestra y salvo escasas excepciones, ha sido gobernado por seres profundamente comprometidos con el bienestar de la ciudadanía de esta tierra generosa.

Campaña por la gubernatura. Rincón de Romos, Aguascalientes, 1962 Archivo de la Familia De Velasco Dávila

auténticos estadistasNostalgia por los