jesucristo en el dogma y en la teología

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  • 7/24/2019 Jesucristo en El Dogma y en La Teologa

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    Jesucristo en el Dogma y en la Teologa

    1. Dios HijoLos catlicos profesamos nuestra fe en un nico Dios, creador y seor del unierso, !ue es uno y trino" el misteriode una esencia y tres personas.

    La fe catlica -dice el smbolo Quicumque- es que veneremos a un solo Dios en la Trinidad, y a la Trinidad

    en la unidad; sin confundir las personas ni separar las sustancias. orque una es la persona del adre, otrala del !i"o y otra la del #spritu $anto; pero el adre y el !i"o y el #spritu, $anto tienen una soladivinidad, %loria i%ual y coeterna ma"estad& 'Den(. $c). *+.

    La segunda persona, o la persona del Hijo, segn nuestra fe, asumi mediante la encarnacin la naturale#a del$om%re. &egn lo definido ya en los sm%olos de la fe de los primeros tiempos, 'sta segunda persona asumi en lapersona de Jess

    La fe cristiana profesa adem(s !ue la &egunda )ersona de la &antsima Trinidad, el Hijo o *er%o de Dios, se $aencarnado, $a asumido una naturale#a $umana. +risto es, pues, Dios y $om%re erdaderos, como defini el+oncilio de feso y e-plic ampliamente el +oncilio de +alcedonia" perfecto en la diinidad, perfecto en la$umanidad/ Dios erdaderamente y erdaderamente $om%re, con alma racional y con cuerpo/ consustancial con el)adre en cuanto a la diinidad, y consustancial con nosotros en cuanto a la $umanidad, semejante en todo a

    nosotros menos en el pecado/ engendrado del )adre antes de los siglos en cuanto a la diinidad, y, en los dasculminantes, por nosotros y por nuestra salacin, engendrado de 0ara *irgen, 0adre de Dios en cuanto a la$umanidad 2Den#.&c$. 3415.6l estudio dogm(tico so%re +risto se diide, pues, en dos artculos" el primero se ocupa de la tem(tica trinitaria, elsegundo de la cristolgica en sentido estricto.

    1. Dios Hijo+reemos 7dice el sm%olo del +oncilio de 8iceaen un solo Dios )adre omnipotente..., y en un solo &eorJesucristo, Hijo de Dios, nacido unig'nito del )adre, es decir de la sustancia del )adre, Dios de Dios, lu# de lu#,Dios erdadero de Dios erdadero, engendrado, no $ec$o, consustancial al )adre 2Den#.&c$. 19:5. 6s de esteartculo de la fe cristiana de lo !ue amos a tratar a!u, limit(ndonos a la consideracin de la &egunda )ersona de la&. Trinidad, es decir, a Dios Hijo. )ara completar la e-posicin por relacin a la totalidad del dogma trinitario.

    15 6-plicacin de la terminologa.6l t'rmino $ijo 2en latn filius, en griego uios, en $e%reo %en5 designa en el lenguaje ordinario la relacin fsico7%iolgico7moral !ue surge en el arn $acia el padre y la madre. +uando el $ijo es nico, reci%e el nom%re deunig'nito/ y al primero de los $ijos se le llama primog'nito, aun!ue en el uso escriturario muc$as eces se llama asal primer nacido, sigan o no otros $ijos 2Le 9,;5. La o# $ijo puede reci%ir otras significaciones, fundadas enrelaciones morales y jurdicas, an(logas a las !ue surgen de la concepcin y el nacimiento, pero no es necesarioe-plicarlas a!u con detalle, ya !ue nos atenemos al significado primordial. Hay en cam%io !ue llamar la atencincon respecto al concepto de generacin, tal como es e-igido para salar la relacin real de filiacin.6l t'rmino generacin puede ser tomado en sentido amplio, y entonces significa cual!uier clase de mutacin en !uese produce alguna cosa. 6n sentido propio, sin em%argo, slo se aplica a a!uellas mutaciones !ue se reali#an en losseres iientes, en irtud de las cuales uno tiene su origen de otro. La nocin plena de generacin, !ue es la !ue est(

    a la %ase de la relacin de filiacin, e-ige no slo el origen de un iiente de otro, sino tam%i'n !ue ese origen d'lugar a una semejan#a de naturale#a 2origo ientis a principio iente coniuncto in similitudinem riaturae, origende un iiente a partir de otro con el !ue est( unido, en semejan#a de naturale#a" &. Tom(s, &um. T$. 1 !9; a95. 6sas como el $ijo procede del padre y de la madre, ya !ue 'stos le comunican su misma naturale#a especfica.a$?'$ se aplica en el

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    $ay !ue decir de su significacin cristolgica, %ien esta%lecida por &an )a%lo 2 el &eor Dios le dar( eltrono de Daid su padre.... Etra serie de te-tos implican igualmente el car(cter mesi(nico de ese ttulo, pero paramarcar !ue el 0esas es de aut'ntica descendencia dadica y posee una erdadera naturale#a $umana 20t 1,1/ lo;,A9/ om 1,3/ 9 Tim 9,B/

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    6l uso neotestamentario de las dos e-presiones !ue aca%amos de anali#ar muestra la profundidad y la ri!ue#a delmesianismo de Jess, !ue trasciende lo anunciado en el

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    con el )adre. Las dificultades de los )adres antenicenos, y $asta la $ereja arriana, encuentran su ra#n de ser en lamisma difcil profundidad del misterio trinitario.Krente a la $ereja de

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    :5 Etros nom%res de la &egunda )ersona de la &. Trinidad.La tradicin cristiana $a ido anali#ando y distinguiendo los nom%res propios de cada )ersona diina, para darlamejor a conocer. Hemos $a%lado ya suficientemente del nom%re de Hijo, deteng(monos a$ora en otros nom%res dela &egunda )ersona de la &antsima Trinidad.a5 Fnig'nito 2en griego, monogenes5 y )rimog'nito 2prototoos5. Fnig'nito es un adjetio !ue determina la o#Hijo, pero !ue pronto fue sustantiado. 6n la &. 6. lo emplea slo &. Juan 2lo 1,1A.1B/ 3,1G.1B/ 1 lo A,C5, para refor#arel sustantio Hijo. 6l adjetio primog'nito por su parte tiene una funcin cristolgica, m(s !ue teolgica y trinitaria2Lc 9,;/ om B,9C/ +ol 1,1:.1B/ He% 1,G5.

    %5 *er%o 2en griego, Logos5. 6ste ttulo proiene de &. Juan 2lo 1,1.1A/ 1 lo 1,1/ teniendo un Logos, no lo tendr( sin su%sistencia, !ue comience y aca%e/ por!ue nuncae-isti un tiempo en !ue no e-istiera el Dios7Logos. Dios tiene siempre su Logos engendrado por l/ no al igual !uenuestra pala%ra sin su%sistencia, !ue se desanece en el aire/ sino una pala%ra su%sistente, iiente, perfecta, unapala%ra !ue no le a%andona jam(s, sino !ue permanece en l. )or!ue =dnde estara esa )ala%ra, si estuiera fuerade l@ 2De fide ort$odo-a, 1,G" ) BA,B495.Kue 7como decamos7 &.

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    pertenece a nuestra naturale#a 2intelectual5 y se distingue de ella. )ero, precisamente esta diferencia entre nosotrosy Dios funda la posi%ilidad de aplicacin analgica para salar los dos e-tremos polares del dogma" !ue la &egunda)ersona proceda de un modo intelectual, pero de un modo tan eminentemente inmanente, !ue esa procesin serealice sin salir del ser diino. &i en la analoga aplicada a%straemos de la imperfeccin propia slo de nuestramente, nos $emos acercado, en lo posi%le, al intellectus f idei del misterio trinitario. 6l Damasceno, citado a!u por&. Tom(s, lo dice claramente" 6l *er%o de Dios es sustancial y e-iste $ipost(ticamente. Todos los dem(s er%os, esdecir, los nuestros, son moimientos del alma 2De fide ort$odo-a, 1,13" ) CA,B:; la especulacin escol(stica le $a seguido fielmente. 6-plicando elconcepto de imagen, &. Tom(s 2&um. T$. 1 !3 al5 dice !ue implica tres cosas" semejan#a, car(cter especfico de esasemejan#a, y relacin de origen. 6sto le llea a concluir !ue el nom%re de magen es erdaderamente personal y !uees propio del Hijo, ya !ue el 6spritu &anto no puede con propiedad llamarse imagen por!ue le falta la segunda

    nota" la semejan#a especfica, ya !ue el 6spritu &anto no procede como semejan#a, sino como impulso de amor. >ase e !ue, si &. Tom(s y la 6scol(stica pudieron resoler una cuestin !ue a los griegos les pareci insolu%le, espor!ue presentamos una teora de la imagen distinta y m(s ela%orada.

    1. +risto, Dios y Hom%re

    15 ntroduccin6l nom%re Jesucristo es el resultado de la fusin de dos pala%ras" jess, el nom%re propio 7ciil, podra decirse2aun!ue de origen celestial" Le 1,3157 del &alador, y +risto, el ttulo mesi(nico con !ue los

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    desde all $a de enir a ju#gar a los ios y a los muertos, y a su enida todos los $om%res $an de resucitar con suscuerpos y dar cuenta de sus propios actos, y los !ue o%raron %ien, ir(n a la ida eterna/ los !ue mal, al fuego eterno.6sta es la fe catlica y el !ue no la creyese fiel y firmemente, no podr( salarse 2Den#. &c$. ;G5.Ke e-presada con la limitacin propia de las pala%ras $umanas, pero !ue es necesario mantener, o%serar ydefender, ntegramente, con sentido io y erdadero, fe firme y ferorosa en a!uel Dios, Fno en esencia, Trino enpersonas, en cuyo nom%re $emos sido %auti#ados e insertados en +risto, Dios y $om%re... 2)aulo *5. &lo a partirde la fe o%jetia de la glesia puede el creyente 2y el telogo, por tanto5 adentrarse en una comprensin personal deJesucristo, cuya calidad se medir( siempre por la fidelidad con !ue da ra#n de la fe comn.)ara comprender a Jesucristo $ay !ue tener presente su ida terrena y su ser actual glorificado, y, durante su ida

    pasi%le, el unirse en 6l la plenitud de gracia y la realidad $umana sin detrimento de lo uno o de lo otro. +on esto se!uiere indicar no !ue Jesucristo sea simplemente una figura transida por lo temporal y lo eterno, sino !ue lotemporal y lo eterno ad!uieren en 6l una dimensin nuea e insospec$ada. La realidad de Jesucristo, como !uiera!ue se mire, e-ige la aceptacin de su misterio total, aun!ue su modo de ser y de e-istir e-ceden toda capacidad$umana. 6s decir, no un simple sometimiento al misterio, sino una aceptacin ca%al y completa !ue impli!ue ladecisin de confiar en todo lo !ue 6l es. 8inguna realidad $umana puede pedir una respuesta tan total/ perotampoco ninguna faceta de la eelacin, aun teniendo car(cter a%soluto, compromete la li%ertad tan radical,$onda y afectiamente corno la fe en 6l.Los testimonios de la &. 6. nos descri%en, relacion(ndolos ntimamente, los misterios de la 6ncarnacin y de laedencin. La salacin est( ya en acto desde el momento mismo en !ue el *er%o se $ace carne" la pasin, lamuerte y la resurreccin gloriosa e-plicitan el sentido y finalidad de la 6ncarnacin. +on y en +risto, lo !ue irrumpeen la ida de los $om%res es el amor eterno, li%re y so%renatural de Dios" )ero Dios, !ue es rico en misericordia,por el gran amor con !ue nos am, y estando nosotros muertos por nuestros delitos, nos dio ida por +risto 7pues

    gratuitamente $a%'is sido salados7, y nos resucit y nos sent en los cielos por +risto Jess, a fin de mostrar en lossiglos enideros la e-celsa ri!ue#a de su gracia, por su %ondad $acia nosotros en +risto Jess 26p$ 9,1714/ cfr. 6p$1,1719/ Tit 3,37:5, el amor de Dios $acia nosotros se manifest en !ue Dios eni al mundo a su Hijo unig'nito para!ue nosotros iamos por l... 21 lo A,C/ cfr. lo 3,1G5.La misin del Hijo nos introduce en el seno del )adre, en la intimidad de la ida trinitaria y en las decisioneseternas 2de creacin, de 6ncarnacin, de edencin5. i la ciudad santa, la nuea Jerusal'n, !ue descenda del cielo del ladode Dios, ataiada como una esposa !ue se engalana para su esposo. > dijo el !ue esta%a sentado en el trono" He a!u!ue $ago nueas todas las cosas. > dijo" 6scri%e, por!ue 'stas son las pala%ras fieles y erdaderas. Djome" Hec$oest(. >o soy el alfa y la omega, el principio y el fin.

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    pregunta en torno a la !ue giran todas las controersias cristolgicas y con respecto a la cual se decide la aceptacino el rec$a#o de la fe cristiana.6n la literatura y en la mitologa greco7romana se $a%la con frecuencia de $ijos de los dioses en sentido metafricoo pantesta. La tradicin judeo7cristiana, al trasmitir la eelacin de Dios, destruye la am%igPedad con respecto alo diino !ue reina%a en el mundo $elenista. Dios, afirma%a el judasmo y predican los cristianos de un e-tremo aotro del mperio omano, es un ser personal, distinto del mundo, dotado de ida propia, perfectsimo, eterno,omnipotente, creador y seor del unierso !ue $a $ec$o surgir de la nada con su sola pala%ra... Toda relacin entreel unierso 2o el $om%re5 y Dios no puede, pues, ser ya conce%ida por a de identificacin o confusin, sino desu%ordinacin, conocimiento, amor, o%ediencia, etc., en el interior de la alteridad !ue la eelacin $a $ec$o

    conocer plenamente y !ue la nocin de creacin e-presa con toda su profundidad.Nasta leer los escritos de los )adres apologistas, para adertir el impacto !ue esa predicacin produjo en el mundogreco7romano. Los cristianos reci'n conertidos del paganismo eran, en efecto, claramente conscientes de la pure#ay perfeccin del mensaje so%re Dios propio del cristianismo, cuando no $a%a sido 7como dice claramente de smismo &. Justinola pure#a de ese mensaje lo !ue prooc su conersin. 6s necesario recordar esos $ec$os$istricos para $acer reiir de algn modo el esc(ndalo !ue la predicacin so%re +risto de%a producir, y colocarseas en situacin de maraillarse ante el misterio y de captarlo en toda su plenitud.6s, en efecto, en el seno del estricto monotesmo %%lico, de la afirmacin neta y tajante de la a%soluta distincinentre Dios y el mundo, donde se sita la predicacin cristiana so%re el misterio cristolgico, !ue consiste en afirmar!ue ese Dios a%solutamente trascendente no slo se $a acercado a los $om%res, sino !ue se $a acercado de talmanera !ue se $a $ec$o l mismo $om%re aun sin dejar de ser Dios. Fna mentalidad potencialmente racionalista,es decir, !ue $aya asumido la fe cristiana pero !ue no se $aya connaturali#ado plenamente con ella, no aca%ar(nunca de aceptar ese esc(ndalo, y tender( ( reducirlo. Tal es el origen de las diersas deformaciones del dogma

    cristolgico, tanto en la 'poca antigua como en la moderna, a %ase de una presentacin meramente moralista delmisterio de +risto, es decir, de la consideracin de +risto como $ijo adoptio de Dios, $om%re tocado por lo diino oen el !ue Dios $a%ita, o meramente como profeta perfectsimo y reelador pleno del amor de Dios, momentoradical y definitio de la manifestacin de Dios a los $om%res, etc. 6-presiones todas ellas !ue e-cluyen, o encu%renam%iguamente, el dato %%lico y dogm(tico fundamental" la realidad de +risto Dios y $om%re, la afirmacin de laigualdad de +risto con Dios )adre tal y como la predic Jess mismo y la trasmiti y mantuo la tradicin cristiana.&ealemos !ue esas maneras de pensar y $a%lar, aun!ue se presenten 7e incluso puedan aparecer as a los ojos desus sustentadores7 como respetuosas de la trascendencia diina, implican un desconocimiento profundo de larealidad de Dios. La eelacin cristiana anuncia, en efecto, !ue Dios es radicalmente distinto del mundo, peroafirma a la e#, e insepara%lemente, !ue Dios puede comunicarse y !ue el $om%re es capa# de Dios. Hay manerasde predicar a Dios como el totalmente otro !ue suponen implcitamente la aceptacin del naturalismo, es decir,la afirmacin de !ue el $om%re se reali#a en s y por s y no por su ordenacin y relacin a Dios, ya !ue interpretande tal manera la trascendencia diina !ue caen en la isin pagana o desta de una diinidad cerrada en s misma y

    ajena al mundo de los $om%res, !ue aca%an por tanto siendo ordenados a lo meramente mundano 2inferencia 'sta!ue $a sido claramente manifestada en la crisis de la teologa %art$iana5. 6s lo !ue, en plena controersia arriana,pusieron ya de reliee los )adres al com%atir 7especialmente en la pol'mica contra 6unomio la identificacin entreinmuta%ilidad diina e incomunica%ilidad en !ue

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    *iceersa, una e# reafirmada netamente en el +oncilio de 8icea la diinidad del *er%o, se esta%a en condiciones deplantear en toda su claridad el pro%lema cristolgico, yendo al fondo de las declaraciones so%re su filiacin diina$ec$as por +risto. 6l tema, en efecto, aparece a$ora en toda su nitide#" =!u' unin e-iste entre el *er%o diino y el$om%re +risto7Jess@, e incluso, m(s precisamente, =en !u' sentido puede $a%larse del $om%re7+risto@, =es+risto acaso $om%re por s mismo y luego unido al *er%o, o m(s %ien la $umanidad de +risto su%siste por el *er%ode modo !ue el mismo e-istir de +risto en cuanto $om%re es por ra#n del ser !ue el *er%o comunica a lanaturale#a $umana por l asumida@ La tendencia racionalista se manifiesta a!u en esos errores antit'ticos, aun!ueconcordes en la ra#, !ue son el nestorianismo y el monofisismo, frente a los !ue la ortodo-ia cristiana aca% deperfilar las formulaciones dogm(ticas. emitiendo de nueo para la e-posicin $istrica a los artculos citados,

    limit'mosnos a!u a resear sint'ticamente los puntos centrales de la fe catlica so%re el misterio de +risto,%as(ndonos precisamente en la definicin del +oncilio !ue constituye el t'rmino, resumen y culminacin de esa$istoria" el de +alcedonia. &iguiendo a los &antos )adres 7dice dic$o +onc.7 todos a una o# enseamos !ue $a deconfesarse a uno solo y el mismo Hijo, nuestro &eor Jesucristo, perfecto en la diinidad y perfecto en la$umanidad, Dios erdaderamente y erdaderamente $om%re de alma racional y de cuerpo, consustancial con el)adre en cuanto a la diinidad y consustancial con nosotros en cuanto a la $umanidad, semejante en todo anosotros menos en el pecado/ engendrado del )adre antes de los siglos en cuanto a su diinidad, y, en los dasculminantes, por nosotros y por nuestra salacin, engendrado de 0ara *irgen, madre de Dios, en cuanto a la$umanidad. Mue se $a de reconocer a uno solo y el mismo +risto Hijo &eor unig'nito en dos naturale#as, sinconfusin, sin cam%io, sin diisin, sin separacin, en modo alguno %orrada la diferencia de naturale#as por causade la unin, sino conserando m(s %ien cada naturale#a su propiedad y concurriendo en una sola persona y en unasola $ipstasis, no partido o diidido en dos personas, sino uno solo y el mismo Hijo unig'nito, Dios *er%o &eorJesucristo 2Den#.&c$. 34173495.

    )odemos, pues, esta%lecer y comentar lo siguiente"a5 La unin del *er%o 6ncarnado no es una unin en la naturale#a, como si la naturale#a diina y la $umana,uni'ndose, dieran origen a una naturale#a nuea, sino !ue permanecen ntegras y sin confusin despu's de launin. Fna unin en una nica y nuea naturale#a no es en realidad ni si!uiera pensa%le, ya !ue implicaramuta%ilidad en Dios. De $ec$o, los monofisitas se ean por eso a%ocados a negar la realidad de la naturale#a$umana de +risto. &u%rayemos por eso !ue el dogma catlico afirma la realidad plena y completa de la $umanidadde Jess, como fue definido en la 'poca antigua no slo frente al monofisismo, sino, antes, frente al apolinarismo"el *er%o $a asumido no slo un cuerpo $umano, sino una naturale#a $umana completa con todo lo !ue implica deida racional y olitia.%5 )or otra parte la unin no es meramente moralaccidental, por a slo de adopcin y santidad, sinofsicosustancial, es decir, en la $ipstasis o persona 2unin $ipost(tica5. 6l *er%o, Hijo unig'nito de Dios, &egunda)ersona de la &antsima Trinidad, tiene realmente unida a & una naturale#a $umana, distinta de su naturale#adiina, pero !ue $a erdaderamente asumido en irtud de la decisin trinitaria por la !ue se produce la

    6ncarnacin.c5 6l misterio del *er%o 6ncarnado no es, pues, el misterio de la santificacin o diini#acin de un $om%re, sino elde la asuncin de una naturale#a $umana en la )ersona diina. 6n otras pala%ras, +risto no es un $om%reconstituido con independencia de la unin $ipost(tica y $a%itado por Dios, sino !ue la naturale#a $umana de +ristoe-iste por la e-istencia misma de Dios. Hay, pues, as dos naturale#as, pero un nico sujeto, y ese sujeto no es unsujeto moral 2Dios y un $om%re unidos5, sino fsico y sustancial" el *er%o, Hijo consustancial de Dios )adre !ue,por la 6ncarnacin, asume una naturale#a $umana, es decir, se une real y erdaderamente a una naturale#a$umana a la !ue comunica el ser. De a$ !ue +risto sea Hijo natural de Dios )adre, y en modo alguno $ijo adoptio"siendo uno solo el sujeto, es una sola la filiacin.d5 La unin $ipost(tica comien#a en el mismo instante de la concepcin de +risto, como afirma el te-to eang'lico2efr. Le 1,34733.3B5. La naturale#a $umana de +risto no $a pree-istido ni un solo instante a la unin/ afirmarloconducira ineita%lemente a una isin meramente adopcionista de la 6ncarnacin, ya !ue desconocera lo !ue seaca%a de afirmar en el par(grafo anterior 2!ue la naturale#a $umana de +risto no e-iste por s misma, sino por el

    *er%o5, y por tanto lleara a interpretar de manera reductia o minimi#ante el misterio de la 6ncarnacin,confundi'ndolo con el de la santificacin.e5

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    !ue est' asumida por la )ersona del *er%o7 todas esas acciones de +risto son acciones reali#adas real yerdaderamente por la &egunda )ersona de la &antsima Trinidad segn la naturale#a $umana !ue $a unido a &.6stas erdades $an sido anali#adas y ela%oradas por la teologa cristiana mediante la profundi#acin en losconceptos de naturale#a y persona, y prolongadas, en la 'poca escol(stica tarda, mediante el estudio del llamadoconstitutio formal de la personalidad. 6sos temas $an sido ya e-puestos, podemos, pues, limitarnos a!u a ladescripcin general ya $ec$a.

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    6l reduccionismo cristolgico !ue se encuentra en la escuela %ultmaniana, en la teologa de la muerte de Dios, y enlos otros autores !ue $emos mencionado o%edece en realidad a la su%ordinacin del pensamiento teolgico a unafilosofa agnstica !ue impide dar ra#n de la fe cristiana, ya !ue, de por s, conducira a su negacin. De a$ laposicin am%igua e inco$erente de esos autores, y la oposicin en !ue se sitan con respecto a la tradicin cristiana/lo !ue, por su parte, les conduce a una teora so%re la eolucin de los dogmas de tipo $istoricista y destructora delpatrimonio de la fe. 8o es, pues, de sorprender !ue la &anta &ede, con fec$a 91 fe%. 1C;9, emitiese una importantedeclaracin so%re la materia. 6sta declaracin, !ue proiene de la +ongregacin para la Doctrina de la Ke, $a sidoapro%ada y ratificada por )aulo *, !ue orden !ue se promulgase para salaguardar de algunos errores recientesla fe en los misterios de la 6ncarnacin y de la &antsima Trinidad. La declaracin no menciona a ningn autor

    concreto, pero del te-to y del conte-to se deduce !ue las opiniones a las !ue se refiere son las anteriormentee-puestas.Despu's de recordar %reemente las ensean#as de la 6scritura y de los +oncilios ecum'nicos so%re +risto, ladeclaracin contina" &on claramente opuestas a esta fe las opiniones segn las cuales no sera reelado yconocido !ue el Hijo de Dios su%siste desde la eternidad, en el misterio de Dios, distinto del )adre y del 6spritu&anto/ e igualmente, las opiniones segn las cuales de%era a%andonarse la nocin de la nica persona deJesucristo, nacida antes de todos los siglos del )adre, segn la naturale#a diina, y en el tiempo de 0ara *irgen,segn la naturale#a $umana/ y, finalmente, la afirmacin segn la cual la $umanidad de Jesucristo e-istira, nocomo asumida en la persona eterna del Hijo de Dios, sino, m(s %ien, en s misma como persona, y, en consecuencia,el misterio de Jesucristo consistira en el $ec$o de !ue Dios, !ue se reela, estara presente de un modo sumo en lapersona $umana de Jess. Los !ue piensan de semejante modo permanecen alejados de la erdadera fe deJesucristo, incluso cuando afirman !ue la presencia nica de Dios en Jess $ace !ue pl sea la e-presin suprema ydefinitia de la eelacin Diina/ y no reconocen la erdadera fe en la unidad de +risto, cuando afirman !ue Jess

    puede ser llamado Dios por el $ec$o de !ue, en la !ue dicen ser su persona $umana, Dios est( sumamentepresente. >, finalmente, concluye" lo !ue est( e-presado en los documentos conciliares arri%a citados 2es decir"8icea, +onstantinopla 1, +alcedonia, Lateranense *, *aticano 5 so%re el nico y mismo +risto, Hijo de Dios,nacido antes de los siglos segn la naturale#a diina y en el tiempo segn la naturale#a $umana..., pertenece a lainmuta%le erdad de la fe catlica. 6sto ciertamente no !uita !ue la glesia considere como su de%er, teniendotam%i'n en cuenta los nueos modos de pensar de los $om%res, reali#ar el esfuer#o de profundi#ar en esosmisterios mediante la contemplacin de la fe y el estudio de los telogos, a fin de !ue sean cada e# mejore-plicados en forma adecuada. )ero al reali#ar el necesario tra%ajo de inestigacin, es necesario estar atentos paraeitar !ue esos sagrados misterios sean interpretados en un sentido distinto del !ue la glesia $a entendido yentiende 2

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    35 La actiidad diina y $umana del *er%o 6ncarnado/ perfecciones de lanaturale#a $umana de Jesucristo.

    a5 )lanteamiento general. Las dos naturale#as, diina y $umana, de +risto se dan 7dice la frmula de+alcedoniasin confusin, sin cam%io, sin diisin, sin separacin, en modo alguno %orrada la diferencia denaturale#as por causa de la unin, sino conserando m(s %ien cada naturale#a su propiedad y concurriendo en unasola persona y en una sola $ipstasis 2Den#.&c$. 3495. 6ste te-to $a constituido a lo largo de la $istoria el puntoconstante de referencia para toda a!uella parte de la cristologa !ue se ocupa no ya del misterio de la persona de+risto, sino de su actiidad y operacin.6n la 'poca antigua el tema de las operaciones de +risto se plante con especial radicalidad en la controersiamonotelita, !ue dio as origen a la primera aplicacin solemne de los principios de +alcedonia con respecto a estacuestin. 6s, pues, til resumir %reemente sus coordenadas principales.&in entrar en discusiones de detalle so%re la interpretacin e-acta de las afirmaciones de uno u otro de los autoresmonotelitas, podemos decir !ue, en sustancia, su deificada consista en conce%ir de tal modo deificada la naturale#a$umana de +risto por su unin con la )ersona del *er%o !ue, aun admitiendo la realidad de dos oluntades 7comofacultades o potencias7 en +risto 2la diina y la $umana5, $a%la%an slo de una operacin o actiidad diino7$umana. Krente a ellos, &. &ofronio, patriarca de Jerusal'n, y &. 0(-imo el confesor defendieron la necesidad demantener la dualidad de operaciones en la unidad de persona. 6n otras pala%ras, la naturale#a $umana de +risto eseleada por la unin, pero no pierde su peculiaridad, ni por tanto su actiidad/ $ay, pues, !ue $a%lar en +risto dedos operaciones" una diina y otra $umana, %ien entendido !ue esta ltima no slo es de +risto, nica )ersona !uesu%siste en dos naturale#as, sino !ue procede de una naturale#a santificada por la unin $ipost(tica.

    6l +oncilio de +onstantinopla 2a. GB15 sancion dogm(ticamente esta posicin, aadiendo el siguiente p(rrafo alas definiciones ya $ec$as en +alcedonia" )redicamos igualmente en l 2+risto5 dos oluntades naturales y dosoperaciones naturales, sin diisin, sin transformacin, sin separacin, sin confusin/ y dos oluntades nocontrarias como dijeron los impos $erejes, sino !ue su oluntad $umana sigue a su oluntad diina y omnipotente,sin opon'rsele ni com%atirla, antes %ien, someti'ndose por entero a ella 2Den#.&c$. ::G5. Hay, pues, !uedistinguir"a5 Las operaciones propias de +risto en cuanto Dios, es decir a!uellas acciones !ue siendo propias de la diinidadson a%solutamente incomunica%les/ tales son los actos nocionales por los !ue se originan las procesiones trinitarias,o, en el campo de las acciones ad e-tra, la actiidad creadora, propia y e-clusia de Dios. 6sas acciones 7y laspropiedades y atri%utos anejos7 pueden y de%en predicarse de +risto, ya !ue es una sola la )ersona, pero precisa ye-clusiamente en cuanto Dios, ya !ue en ellas no participa la naturale#a $umana.%5 Las acciones de +risto en cuanto $om%re. 6stas acciones y operaciones son del *er%o, Hijo de Dios, nicapersona e-istente en +risto, pero segn la naturale#a $umana !ue, por la 6ncarnacin, $a asumido. )ara intentar

    comprender las caractersticas de esta actiidad 7de la !ue nos ocupamos ampliamente a continuacin7 es necesariotener presente tres cosas" !ue la naturale#a de +risto es una naturale#a $umana aut'ntica, con todas lascaractersticas, propiedades y irtualidades !ue le son propias/ !ue, al ser asumida por el *er%o, $a sido eleada y,por tanto, perfeccionada y dotada de prerrogatias especiales/ !ue, sin em%argo, durante la ida terrena de Jess nose manifestaron todas las consecuencias glorificadoras !ue derian de la unin $ipost(tica, ya !ue el *er%o !uisoasumir una naturale#a $umana precisamente en estado de 'nosis, es decir, de $umillacin y de%ilidad, para asoperar nuestra edencin.%5 La pasi%ilidad de +risto. La &. 6. $a%la de la pasi%ilidad de +risto no slo al narrar su )asin y 0uerte, sino enotros muc$os momentos" Jess padeci el $am%re 20t A,95, la sed 2lo 1C,9B5, el sueo 20t B,9A5, el cansancio 2loA,G5/ se alegra%a 2lo 11,1:/ Lc 14,915, se entristeca 20t 9G,3;5, se emociona%a 2Lc 1C,915, ama%a profundamente 2lo11,3:73G/ 0e 14,915. La $umanidad de +risto es, en suma, una $umanidad erdadera, igual a la nuestra, con lasconsecuencias !ue de a$ se derian con respecto a la corporalidad, ida anmico7pasional, etc.6n los primeros siglos de la ida cristiana, no faltaron !uienes, ante el esc(ndalo de un Dios $ec$o $om%re,

    intentaron paliar el sentido de esa afirmacin. De a$ la posicin del docetismo, !ue reduca la corporalidad de+risto a mera apariencia/ o la de la secta monofisita de los llamados altardocetas, surgida en el s. i, segn loscuales, por la 6ncarnacin, el cuerpo de +risto esta%a dotado de la incorrupti%ilidad, es decir, !ueda%a sustrado ala corrupcin y a la pasi%ilidad. La glesia $a reaccionado con energa frente a toda desiacin de este tipo" est( a$en juego la realidad de la 0uerte y de la )asin de +risto, y, por tanto, la erdad de nuestra edencin y de toda lafe cristiana.6l docetismo apareci en plena 'poca apostlica/ de a$ !ue la reaccin frente a 'l se manifiesta ya en los mismosescritos inspirados, p. ej., en el 6angelio de &. Juan, !ue insiste fuertemente en la realidad de la carne de +risto.Los )adres mantuieron firme esta erdad, en una tradicin !ue culmina en las definiciones de los +oncilio * deLetr(n y de Klorencia" segn la $umanidad, pasi%le y mortal 2+oncilio de Letr(n, a. 191:" Den#.&c$. B415/pasi%leI y mortal por la condicin de la naturale#a asumida 2+oncilio de Klorencia, a. 1AA9" Den#.&c$. 133;5.&i la consideracin de la pasi%ilidad de la $umanidad de +risto es, para una mentalidad racionalista otendencialmente racionalista, ocasin de esc(ndalo, para !uien $a connaturali#ado su mente con la fe es, por el

    contrario, alimento, impulso y estmulo. +iertamente !ue Dios asuma un cuerpo $umano, y un cuerpo pasi%le,constituye un misterio para la inteligencia, algo !ue jam(s ningn $om%re podra $a%er soado. )ero una e#producido ese $ec$o, una e# !ue Dios mismo nos $a atestiguado su erdad, se conierte en algo !ue ilumina lainteligencia reel(ndole la $ondura del amor de Dios $acia los $om%res, y el e-tremo $asta el !ue $a !uerido llearla manifestacin de ese amor. De a$ !ue la piedad cristiana guste de contemplar las escenas en la ida $umana de

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    Jess, !ue nos muestran al &eor !ue se anonada, !ue recuerdan !ue Dios nos llama, !ue el Emnipotente $a!uerido presentarse desalido, !ue $a !uerido necesitar de los $om%res 26scri( de Nalaguer, 6l triunfo de +ristoen la $umildad, $omila de 8aidad, 3 ed. 0adrid 1C;1, A15. )or!ue, como dice &.

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    las tres proposiciones siguientes" 8o consta !ue en el alma de +risto, mientras ii entre los $om%res, se diera laciencia !ue tienen los %ienaenturados y comprensores. 8o se puede calificar de cierta la doctrina !ue sostiene !ue+risto nada ignor, sino !ue desde el comien#o conoci todas las cosas en el *er%o, las pasadas, presentes y futuras,todo lo !ue Dios sa%e por su ciencia de isin. La tesis de algunos modernos so%re la ciencia limitada del alma de+risto no tiene menos derec$o de ciudadana en las escuelas catlicas !ue la antigua tesis de la ciencia uniersal2Den#.&c$. 3GA:73GA;5.6-pongamos el tema siguiendo, pues, esas perspectias"a5 *isin %eatfica. La sentencia segn la cual +risto en cuanto $om%re posey durante su ida terrena, y desde elprimer instante de la 6ncarnacin, la isin inmediata e intuitia de la esencia diina, en la !ue consiste la

    %ienaenturan#a del cielo, !ue 7como decamos7 ena siendo enseada, pr(cticamente en esos mismos t'rminos,desde la 6dad 0edia, fue puesta en discusin por algunos autores del s. -t- 2

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    )or eso, en el terreno de la ida intelectia en el !ue a$ora estamos situados, $ay !ue e-cluir de +risto todo error ytoda ignorancia en sentido propio 2es decir, carencia de a!uellos conocimientos !ue de%a tener5, ya !ue eso dicera#n de pecado y es incompati%le con la diinidad de la nica persona de +risto. )ero eso no llea a negar unconocer $umano en +risto, sino al contrario a afirmar el ejercicio real de sus facultades cognoscitias y una cienciaperfecta, con las caractersticas y gradaciones de lo !ue es posi%le a un alma $umana. )or eso la doctrina catlica no$a atri%uido jam(s a +risto en cuanto $om%re la omnisciencia diina, y si $a%la con respecto a l de una ciencia$umana perfecta, entiende esa perfeccin no en el sentido de la perfeccin a%soluta, propia de la ciencia de Dios,sino de la perfeccin relatia de la !ue es capa# una inteligencia $umana.Mui#( la e-presin !ue m(s permita penetrar, en la medida en !ue eso nos es dado, en la comprensin de la ida

    intelectia de +risto durante su e-istencia terrena es la !ue dice !ue fue simul iator et compre$ensor, a la e#caminante y poseedor del t'rmino del camino. 6l *er%o !uiso encarnarse asumiendo una naturale#a $umana capa#de sufrir, para iir la ida $umana en lo !ue tiene de aflictia y li%rarnos as del pecado. La oluntad $umana de+risto, *er%o 6ncarnado, se ad$iere plenamente a ese plan diino de salacin. +risto conoci, pues, el dolor nopor!ue estuiera o%ligado a ello, ya !ue en 'l no $ay pecado, sino por amor a los $om%res, propter nos 8omines etpropter nostram salutem, como dice el &m%olo niceno7constantinopolitano. Hay, pues, en +risto un recorrer elcamino, pero un recorrerlo no por necesidad, sino en li%ertad, no en la oscuridad, sino en el pleno conocimiento delplan diino. )oner en duda esa realidad es desconocer esa tensin !ue marca toda la economa cristiana entre eleino de Dios !ue est( ya presente, plenamente dado en +risto, y !ue a la e# an no es todaa en toda su plenitudpor!ue la o%ra de +risto de%e an manifestar todas sus irtualidades en la )arusa. *erdad !ue aclara no slo laeclesiologa, sino tam%i'n la ida de +risto durante su e-istencia terrena, e-plicando el sentido de la presenciacontempor(nea en l de la pa# y del dolor. )or!ue 7como dijo la teologa escol(stica siri'ndose de la distincinagustiniana entre ratio superior y ratio inferior7 durante su e-istencia pasi%le, la glorificacin !ue deria de la

    isin %eatfica !ued restringida a la parte superior o cspide del alma, sin !ue produjera sus efectos en lasregiones inferiores del alma y en el cuerpo 2cfr. &.

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    $umanidad de +risto y condenada por &. +irilo como cuasi7nestoriana. La consideracin de la $umanidad de +ristocomo $omo assumptus 7dice De Nasly7 fundamenta en +risto un yo $umano, !ue es el !ue $a%la en los6angelios y !ue slo in o%li!uo afecta al *er%o. 6l intento suscit in!uietud en cuanto !ue pona en +risto unacierta e-terioridad y yu-taposicin de sus naturale#as, !ue $a%a !uedado e-cluida definitiamente por el +onciliode feso. 6l discpulo de De Nasly L. &eiller lle $asta el e-tremo las posiciones de su maestro y su o%ra Lapsyc$ologie $umaine du +$rist et 1Iunit' de personne 2)ars 1CAC5 fue puesta en el ndice.6n una lnea diersa, aun!ue con puntos de contacto con la anterior, se situ ). altier, con su o%ra LIunit' du+$rist. tre, personase/ consciente 2)ars 1C3C5. )artiendo de la afirmacin segn la cual la persona es slo sujetode atri%ucin, pero no principio de actiidad de las acciones de una naturale#a. 6n este sentido 7afirma7 la )ersona

    del *er%o es e-terna a la actiidad psicolgica $umana de +risto, es principio de unidad ontolgica, pero no deunidad psicolgica. Hay, pues 7concluye7, dos conciencias psicolgicas en +risto, una diina y otra $umana, y, enese sentido, un yo $umano, distinto del yo $ipost(tico del *er%o, pero !ue capta su unidad ontolgica en la )ersonadel *er%o por la isin %eatfica.)ietro )arente, en diersos artculos sinteti#ados despu's en LIlo di +risto 2Nrescia 1C:15, se enfrent fuertementecon la posicin de altier. econoce )arente la e-istencia de una do%le conciencia psicolgica en +risto, pero insisteen !ue la )ersona del *er%o es tam%i'n el principio psicolgico 2adem(s de ontolgico5 de unificacin de am%as,sujeto agente, y no slo de atri%ucin, de las operaciones y, por tanto, el nico >o de am%as conciencias. )arente 7ensu deseo de cerrar el paso a toda afirmacin de una separacin entre lo psicolgico y lo ontolgico7 afirma adem(s!ue el alma $umana de Jesucristo conoca e-perimentalmente la )ersona diina a tra's de la percepcin $a%itual yactual de su naturale#a, de su e-istencia y de su actiidad $umanas" la isin %eatfica refuer#a, pero no e-plica, launidad de la conciencia psicolgica de +risto, ya !ue 'sta se da con anterioridad a ella 2se $a%la a!u, o%iamente,de anterioridad lgica y no cronolgica5.

    6sta doctrina de )arente suscit a su e# perplejidades" =cmo es posi%le, se o%jeta%a, un conocimiento$umanoe-perimental de la diinidad a partir de actos $umanos, aun!ue sea de actos $umanos eleados como losde +risto@, =no compromete eso acaso la trascendencia de Dios@, =no e!uialdra adem(s a e-plicar el misterio de+risto por a de la accin de Dios en la naturale#a $umana 7lo !ue nos conducira de nueo al nestorianismo7 enlugar de por a de la unin de la naturale#a $umana con la )ersona diina@ De a$ !ue la pol'mica se ampliarainteriniendo en ella otros numerosos autores" ii're, audel, Oi%erta, Dieppen, +iappi, arrigou7Lagrange,H'ris, etc.6n 1C:1, con motio del 1:44 aniersario del +oncilio de +alcedonia, )o O pu%lic la enc. &empiternus e-, en la!ue incluy un p(rrafo !ue afecta a nuestro tema, y en el !ue se insiste fuertemente en la necesidad de !ue lainestigacin teolgica no pierda jam(s de ista la unidad del *er%o encarnado. &i %ien 7dice7 nada impideinestigar m(s profundamente la Humanidad de +risto, tam%i'n %ajo el aspecto psicolgico, sin em%argo no faltan!uienes en tales estudios a%andonan m(s all( del justo lmite las cosas antiguas para construir noedades,apoy(ndose e!uiocadamente en la autoridad y en las definiciones del +oncilio de +alcedonia para fundamentar

    sus propias opiniones. stos acentan de tal modo el estado y condicin de la naturale#a $umana de +risto !ue la$acen aparecer como un sujeto su iuris como si no su%sistiese en la )ersona misma del *er%o. )ero el +oncilio de+alcedonia, en perfecto acuerdo con el de feso, afirma luminosamente !ue una y otra naturale#a de nuestroedentor se unen en una persona y su%sistencia y pro$%e poner en +risto dos indiiduos, como si se situara juntoal *er%o un cierto $omo assumptus dotado de plena autonoma 2Den#.&c$. 3C4:5.La encclica marca los lmites dentro de los !ue de%e moerse la inestigacin so%re la psicologa de +risto, a la e#!ue seala el peligro nsito en la e-presin $omo assumptus, si no es %ien interpretada, ya !ue 7como deca &.Tom(s7 el Hijo de Dios no es el $om%re !ue l asumi, sino el $om%re cuya naturale#a asumi 2&um. T$. 3 !A a3ad35/ es decir, +risto no se constituye como $om%re con independencia del *er%o, sino en el *er%o. 6n esta lnea,diramos la e-presin yo $umano de +risto 7a la !ue, por lo dem(s, !uienes la emplean atri%uyen significadosmuy diersos7 de%e ser eitada, ya !ue es, al menos, e!uoca por la connotacin !ue la pala%ra yo $ace de lapersona.)asando de una cuestin meramente terminolgica al fondo de la cuestin, es decir, a la consideracin de cmo se

    estructura la conciencia $umana de +risto, ca%e esta%lecer los puntos siguientes"a5 *arios de los autores antes mencionados intentan e-plicar la conciencia de +risto, $a%lando de una conciencia$umana, autnoma en s, pero referida a la persona del *er%o, nico sujeto ltimo de atri%ucin. =Da cuentas estae-plicacin relacional del misterio de la unidad de +risto tal como lo testifica la fe catlica@ < nuestro parecer no, ya!ue esa unidad no es meramente relacionaU, sino de e-istencia, de ser. +risto se constituye como $om%re en el*er%o, y eso no slo a niel ontolgico, sino tam%i'n psicolgico. 8o tener esto presente conduce, en nuestraopinin, a soluciones artificiales !ue yu-taponen entre s las diersas ciencias o conocimientos de +risto olidandosu unin ital como perfecciones de su nico intelecto $umano, y !ue encu%ren en realidad un planteamientotendencialmente nestoriano. 6!uialen, en efecto, a preguntarse" =cmo toma la naturale#a $umana de +ristoconciencia de s@, lo !ue es $acer de esa naturale#a $umana un sujeto, cuando en realidad el nico sujeto es el*er%o. +omo $a escrito uardini, la personalidad $umana de +risto es no slo m(s fuerte, m(s grande, m(sperfecta, !ue la nuestra, sino cualitatiamente diersa. 6n l, el ser consciente, el estar en s, el enfrentarse con lascosas y oler so%re s mismo desde ellas, es dierso !ue en nosotros no slo de grado, sino a%solutamente, por!ue

    el !ue dice yo en +risto es dierso 2. uardini, ealidad $umana del &eor, 1G171G35. 6n otras pala%ras, es el*er%o !uien, por medio de su alma $umana, proclama su pree-istencia eterna en el seno del )adre, ista y posedapor el Hom%re7Dios como un %ien personal 2H. Nou'ss', Le tnst're de lIncarnation, ;;B5.%5 La pregunta !ue de%e formularse es, pues, la siguiente" =cmo perci%e +risto, segn su conciencia $umana, sudiinidad@ o, en t'rminos tal e# m(s completos, =cmo toma conciencia de & el *er%o en su naturale#a $umana@

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    )lanteada as la cuestin tiene una clara ra#n de ser, ya !ue +risto, en cuanto $om%re, tiene conciencia de ser elHijo de Dios )adre" es al nico yo de +risto al !ue las narraciones eang'licas 7y, consecuentemente con ellas, laTradicin cristiana7 atri%uyen tanto los afectos y sufrimientos $umanos, como la pree-istencia diina.

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    ello a partir de un an(lisis de la psicologa $umana, concretamente de la distincin entre la sensi%ilidad, elmoimiento espont(neo de la oluntad !ue reacciona frente a un o%jeto 2telesis, oluntas ut natura5, y el acto de laoluntad por el !ue se elige un o%jeto, aun!ue repugne, por orden a un %ien !ue se !uiere reali#ar 2%ulesis, olunt(sut ratio5. +risto e-periment, en efecto, la repugnancia frente al dolor y a la muerte, pero enci esa repugnancia desu naturale#a, de modo !ue su oluntad $umana se someti con plena decisin a la oluntad diina, reali#(ndolasin acilacin alguna. 6n ello $a consistido precisamente la 'nosis, $umillacin o anonadamiento, de +risto" endejar !ue su $umanidad padeciera y sufriese conforme a su propia naturale#a, y ofrecer a Dios )adre ese sacrificioen perfecta o%ediencia y filiacin 2cfr. &. Tom(s, &um. T$. 3 !1B aa973,:7G/ er tam%i'n la cuestin 91 donde se tratade un tema muy relacionado con 'ste" la oracin de +risto5.

    )ero de%emos dar un paso adelante, si !ueremos comprender adecuadamente esta cuestin, su%rayando doserdades capitales" la rectitud de la oluntad de +risto, su santidad, m(s an su impeca%ilidad/ y a la e# su plenali%ertad, no slo como li%ertad de coaccin e-terior 2li%ertas a coactione5, sino como li%ertad de necesidad interior2li%ertas a necessitate5.La santidad de +risto, en primer lugar. La &. 6. nos $ace conocer a +risto e-ento de todo pecado" l es el cordero!ue !uita el pecado del mundo y en el !ue no $ay manc$a alguna 2lo 1,9C.3G5. Jess tiene clara conciencia de sua%soluta pure#a/ =!ui'n de osotros me argPir( de pecado@, pregunta a los judos 2lo B,AG/ cfr. adem(s lo B,9C5.Etro te-to del 6angelio de &. Juan pone de reliee la ertiente soteriolgica de ese $ec$o" +risto es el saladorso%re el !ue el prncipe de las tinie%las no puede tener poder alguno 2lo 1A,345. 6n las cartas apostlicas se reiterauna y otra e# esa misma erdad" en +risto no $u%o pecado alguno 21 lo 3,:/ 1 )et 9,99/ 9 +or :,91/ He% A,1:/ ;,9G5.6l 0agisterio de la glesia $a precisado diersas cuestiones al respecto" a5 +risto estuo li%re del pecado original2sine peccato conceptus, +oncilio de Klorencia, Den#. &c$. ;115/ %5 estuo li%re de todo pecado actual, es decir, go#de impecancia o ausencia de $ec$o de todo pecado 2no conoci el pecado, +oncilio de feso, Den#.&c$. 9G1/

    igual en todo a nosotros, e-cepto en el pecado, +oncilio de +alcedonia, Den#.&c$. 3415/ c5 m(s an, no slo nopec de $ec$o, sino !ue no poda pecar, es decir, estuo dotado del don de la impeca%ilidad 2condena de la doctrinasegn la cual +risto fue plenamente impeca%le slo despu's de la esurreccin, +oncilio de +onstantinopla,Den#.&c$. A3A5. La ra#n radical de esta impeca%ilidad de +risto se encuentra 2como ya puso de reliee &. es precisamente por esa plena yperfecta unin por lo !ue puede disponer de & mismo para entregarse con esa li%ertad suprema !ue manifiesta a lolargo de toda su ida, y de modo muy especial en su aceptacin de la muerte en la +ru#, en la !ue culmin la o%ra de

    nuestra edencin.)odemos por eso concluir recogiendo un pensamiento !ue ya apunt(%amos al considerar a +risto como iator simulet compre$ensor 2cuestin, por lo dem(s, ntimamente relacionada con la presente5" en +risto, no slo en sue-istencia actual gloriosa, sino tam%i'n 7aun!ue en grado dierso7 en su e-istencia terrena y pasi%le, se incoa yanuncia el eino de los cielos, y, con 'l, la plenitud de los dones escatolgicos. La li%ertad de +risto es, en ese

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    sentido, el paradigma de la li%ertad a la !ue est( llamado el cristiano y de la !ue, aun!ue de modo slo incoatio, es$ec$o partcipe ya desde a$ora en el don de la gracia.f5 La gracia de +risto. Hemos tratado en el apartado anterior de la santidad de +risto desde una perspectiapredominantemente moral" en cuanto rectitud de la li%ertad, o%ediencia plena a la oluntad de Dios )adre,ausencia de todo pecado. a$?'$ te $a ungido con el leo de la alegra m(s !ue a tus compaeros 2)s AA,B/ cfr. He% 1,1/ a$?'$ 2s 11,9/ cfr. Le 1,1:5. Haci'ndose eco de esos te-tos, y de latradicin teolgica !ue los $a comentado y profundi#ado, )o O escri%e en la 6nc. 0ystici corporis !ue en Jess$ay tal plenitud de gracia !ue es imposi%le conce%irla mayor.Los te-tos mencionados $a%lan tanto de +risto ungido por Dios, como de la presencia en +risto de dones diinos.)rofundi#ando en ese dato 7y anali#(ndolo a la lu# de la doctrina general so%re la unin $ipost(tica7 la tradicin

    patrstica y escol(stica $a sealado la presencia en +risto de un do%le principio de santidad, es decir, de dos gracias"la gracia de la unin y la gracia santificante.a5 La gracia de la unin. &e entiende por tal a la misma unin $ipost(tica 7o, m(s e-actamente, el mismo ser del*er%o7 en cuanto !ue santifica a la naturale#a $umana de +risto. Los )adres griegos y latinos $an tratadoa%undantemente de este tema, poniendo de reliee !ue la ntima unin e-istente entre la $umanidad de +risto y la)ersona del *er%o implica la santificacin plena de a!u'lla. +uando el *er%o se $i#o carne entonces 7escri%e &.

    supere-celente, la !ue la santifica. +iertamente, ya !ue la distincin de naturale#as permanece, sera errneoafirmar !ue la $umanidad de +risto es santa con la santidad misma de Dios/ pero sera minusalorar la realidad dela unin $ipost(tica er en ella slo un ttulo e-igitio o la ra#n meramente radical de la santidad. )arece encam%io necesario afirmar !ue la unin $ipost(tica santifica formalmente a la $umanidad de +risto, ya !ue la uneinmediatamente a la )ersona del *er%o y, por tanto, reali#a en ella una deificacin o diini#acin de gradoa%solutamente superior al !ue la gracia santificante produce en el cristiano. +on frase sint'tica podramos decir !uemientras los santos ad!uieren o alcan#an la santidad, +risto es santo desde el primer instante de su ser/ y !uemientras los santos tienen la santidad, +risto es la santidad, ya !ue en l la diini#acin tiene lugar al niel de lara# misma de su propio ser.%5 La gracia santificante. &i %ien la gracia de la unin santifica formalmente a la $umanidad de +risto, sera sinem%argo errneo 2tendencialmente monofisita5 afirmar !ue la $umanidad de +risto no necesit de la gracia$a%itual, santificante y eleante. 6n +risto no $ay confusin de naturale#as, su inteligencia y su oluntad $umanaslo son en sentido pleno, e incapaces, por tanto, de alcan#ar por s solas a Dios en el misterio de su ida ntima.

    6sta%an, pues, necesitadas de esa eleacin !ue reali#a la gracia santificante. 8o tiene en realidad sentido oponer ocontraponer gracia de la unin y gracia santificante, sino !ue $ay !ue erlas en su profunda unidad" la gracia de launin, en efecto, santificando formalmente a +risto en el orden personal, e-ige y produce la gracia santificante.)recisamente por esa pro-imidad de la naturale#a $umana de +risto a Dios, en ella $ay no slo gracia santificante,sino plenitud de gracia tanto en intensidad como en irtualidad" una eleacin de toda su naturale#a y de todas suspotencias, en irtud de la cual todas sus acciones resultan eleadas y santificadas. De a$ la plena inculacin yunin a Dios !ue +risto manifest a lo largo de toda su ida 2cfr. &. Tom(s, &um. T$. 3 !; al.C5.< esas ra#ones de orden cristolgico, $ay !ue aadir 7como $ace el mismo &. Tom(s en el primero de los artculosmencionados7 otra de orden soteriolgico" +risto es mediador entre Dios y los $om%res/ es, pues, necesario !ue sugracia sea una gracia capa# de ser comunicada. +risto posey, en efecto, la gracia no slo para &, sino comoprincipio uniersal de justificacin y santificacin de toda la $umanidad. )ero de la gracia de +risto en cuantogracia capital se tratar( en el apartado siguiente 2nV A5. Ecup'monos, en cam%io, aun!ue sea %reemente, de unaconclusin !ue se deduce de todo lo anterior" la gracia $a%itual de la $umanidad de +risto fue plena, m(s an

    infinita, no de una infinitud a%soluta, propia slo de Dios, sino relatia, es decir, segn la ra#n propia de gracia. 6nese sentido, concluye la tradicin teolgica, no es suscepti%le de crecimiento. &urge en este punto una dificultad" laafirmacin e-presa del 6angelio de &. Lucas segn la cual +risto creca en edad, sa%idura y gracia 2Lc 9,:95. =6snecesario, ante ese te-to eang'lico, a%andonar toda la profundi#acin teolgica !ue $a lleado a la conclusin !ueaca%amos de mencionar@ +iertamente no, ya !ue esa profundi#acin est( anclada profundamente en todo el

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    conjunto del te-to %%lico y aalada por la Tradicin y el 0agisterio. =+mo pues compaginar esos dos datos@ Lamayora de los autores, siguiendo a &. Tom(s 2&um. T$. 3 !; al9 ad35, afirman !ue, si %ien no $u%o crecimiento enla gracia como $(%ito, s $u%o un crecimiento en cuanto a sus efectos, >a !ue a medida !ue +risto aan#a%a enedad, como corresponda a su condicin de erdadero $om%re, la gracia manifesta%a sus irtualidades produciendoo%ras cada e# m(s perfectas. dea !ue, para ser comprendida en toda su profundidad, de%e entenderse no como deuna manifestacin o produccin meramente e-terior, sino !ue esa plenitud de gracia i%a informando las nueasposi%ilidades $umanas !ue el crecimiento en edad de +risto traa consigo y los actos !ue i%a re!uiriendo en cadainstante el desarrollo de su misin salfica.g5 La operacin de +risto. Hemos considerado $asta a$ora diersos aspectos del iir de +risto y los principios de

    !ue dimanan/ nos enfrentamos a$ora m(s %ien con su accin u operacin en conjunto, en lo !ue implica no sloconocer y !uerer, sino tam%i'n actuar y reali#ar, consider(ndola adem(s no %ajo una perspectia parcial, sino en sutotalidad. =Mu' cosas oper, reali#, +risto Jess@, =!u' alor y alcance tiene su operacin@ &ealemos !ue no nosocupamos de las operaciones propias y e-clusias de Dios, y !ue, por tanto, el *er%o reali#a incomunica%lemente2crear, conserar el mundo, etc.5, sino de las operaciones de +risto en cuanto $om%re. 8uestra pregunta es, pues, lasiguiente" =!u' alor confiere la unin $ipost(tica a las acciones y operaciones $umanas de Jesucristo@Todas las acciones de +risto son acciones del *er%o, ya !ue en +risto no $ay dos personas, sino una sola. 6l *er%o,Hijo de Dios, se encarn para salar a los $om%res" nuestro +reador !uiso ser tam%i'n nuestro edentor. +risto esmediador entre Dios y los $om%res, ca%e#a del g'nero $umano necesitado de edencin, centro del mundo y de la$istoria, ya !ue el plan diino $a decretado !ue sean recapituladas en l todas las cosas 2cfr. 6p$ 1,145. Todas ycada una de las acciones !ue +risto reali# so%re la tierra se ordenan al cumplimiento de esa misin, y captamos susentido slo cuando las situamos en esa perspectia. =+mo contri%uyen, pues, a la reali#acin de esa misin@, o, enotras pala%ras, =de !u' modo +risto en cuanto $om%re es el autor de la salacin, de la Notera, dando a ese oca%lo

    todo su alcance %%[email protected] primera respuesta surge tal e# de modo especialmente espont(neo" por a de m'rito y de satisfaccin. Jess,asumiendo so%re & el castigo !ue la $umanidad $a%a merecido por el pecado, satisface la justicia diina, nosreconcilia con Dios y nos merece la gloria a%ri'ndonos las puertas del cielo, del !ue el pecado nos tena apartados.0(s an, como el !ue padece y muere no es un mero $om%re, sino Dios mismo $ec$o $om%re, sus acciones tienenun alor infinito/ la o%ediencia de +risto trasciende infinitamente a la deso%ediencia de

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    $umana y de la operacin !ue le corresponde. > es precisamente por!ue $a sido eleada por lo !ue 7aadamos7 laoperacin $umana de +risto puede alcan#ar el efecto so%renatural !ue es la colacin de la gracia.6n el 0edieo occidental el pro%lema a a oler a plantearse precisamente en los t'rminos !ue aca%amos deescri%ir. +onsiderando !ue la colacin de la gracia es un acto atri%ui%le slo a Dios, una serie de telogos concluyen!ue +risto en cuanto $om%re no interiene en ella de una manera fsica, sino slo moral. De a$, en soteriologa, lae-plicacin de la edencin casi e-clusiamente por a de m'rito y de satisfaccin por lo !ue se refiere a la llamadaedencin o%jetia, o de m'rito e impetracin, en cuanto a su aplicacin o edencin su%jetia/ y, ensacramentaria, la consideracin de la causalidad sacramental como meramente moral. 6sta lnea, !ue parte dediinidad, algunos efectos so%renaturales, concretamente los milagros y la colacin de la gracia. 6n am%os casos7milagros, colacin de la gracia7 +risto en cuanto $om%re acta no por a slo de m'rito, sino por a fsica, enirtud del poder !ue le $a sido comunicado y !ue, en ese sentido, est( en l como propio.+a%e, pues, concluir lo siguiente con respecto al car(cter y al alor de la operacin de +risto en cuanto $om%re" a5las operaciones proporcionadas a la naturale#a $umana, es decir, reali#adas segn la irtud !ue es propia del$om%re 2como, p. ej., caminar, padecer, $acer oracin, o%edecer, etc.5, !ue, proiniendo de la oluntad rectsima de8uestro &alador y siendo acciones del *er%o, nica )ersona e-istente en +risto, tienen un alor meritorio,satisfactorio e impetratorio infinito/ %5 las operaciones en las !ue la $umanidad de +risto participainstrumentalmente de acciones diinas comunica%les, es decir, en las !ue o%ra por la irtud !ue reci%e del agenteprincipal 2su naturale#a diina5 2como, p. ej., reali#ar milagros y conferir la gracia5/ acciones !ue tienen un alor!ue podemos calificar de instrumental7sacramental, y a tra's de las cuales la causalidad de +risto en cuanto$om%re se e-tiende a la o%ra de la edencin en su totalidad.Jesucristo, !ue con su o%ediencia satisfi#o por nosotros al 6terno )adre y nos mereci la gloria, interiene en la

    colacin de los frutos de su o%ediencia. La $istoria es real y erdaderamente el crecimiento y desarrollo del cuerpode +risto, ya !ue a tra's de los sacramentos, actos de +risto, los $om%res !ue los reci%en con fe son iificados y$ec$os partcipes de la gloria !ue llena el alma y el cuerpo de 8uestro &alador y &eor, y por l, con l y en l sonlleados a la comunin con el )adre y el 6spritu &anto.

    J. L. LL

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    a5 racia capital de +risto/ +risto protosacramento. +risto es ca%e#a de la $umanidad, y $a sido constituido porDios )adre como principio uniersal de salacin para todos los $om%res. &. Tom(s e-plica este tema partiendo dela consideracin de la plenitud de gracia reci%ida por +risto" La gracia fue reci%ida en el alma de +risto de lamanera m(s eminente. < causa de a!uella eminencia de gracia !ue reci%i, tiene la facultad de $acerla llegar $astalos dem(s. 6n esto consiste su calidad de ca%e#a. )or consiguiente, la gracia personal !ue justifica el alma de +ristoes esencialmente la misma 2eadem secundum essentiam5 !ue la gracia segn la cual es ca%e#a de la glesiajustificando a los otros" slo $ay entre ellas una distincin conceptual 2differt tamen secundum rationem5 2&um.T$. 3 !B a:5. La llamada gracia capital es, pues, la misma gracia santificante en cuanto !ue comunica%le/ y deriade la unin $ipost(tica en cuanto !ue ella es la fuente de la plenitud de gracia. La 6nc. 0ystici corporis de )o O

    se refiere a esta capitalidad de la gracia de +risto cuando dice !ue de l dimana so%re el cuerpo de la glesia todala lu# con !ue son iluminados so%renaturalmente los fieles, y de l se derian todas las gracias por las !ue ellos sonsantificados como +risto era santo 2...5 +risto es el fundador y autor de la santidad 2...5. La gracia y la gloria %rotande su plenitud inagota%le 2cfr.

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    es uniersal/ la Teologa, a partir del s. -X, $a e-plicado la din(mica redentora de esta mediacin $a%lando de unmodo triple de desarrollo, es decir, afirmando !ue se trata de una mediacin !ue incluye tres funciones o munera2munus en el sentido de potestad, mandato o misin otorgada por Dios a +risto para !ue ejer#a, como $om%re,acciones mediatorias ordenadas efica#mente a la salacin5. +risto es ey, )rofeta y &acerdote, ttulos !ue $anaparecido repetidas eces 7aun!ue separadamente7 en la literatura %%lica y !ue algunos $acen corresponder a laspropias pala%ras de J." >o soy el camino, la erdad y la ida 2lo 1A,G5. 8os atendremos, en la e-posicin !uesigue, a esa diisin, dada su utilidad did(ctica.c5 La reale#a de +risto. )or ser Dios, +risto 7con el )adre y el 6spritu &anto7 posee la reale#a suprema, pero por serHom%re, tam%i'n es ey de toda la creacin y como tal, es legislador y jue# de los $om%res. 6sta doctrina de fe

    so%re la reale#a o seoro de +risto est( proclamada por las ensean#as de la &. 6., el testimonio de los )adres ytoda una tradicin !ue se remonta a los primeros sm%olos de fe 2cfr. Den#.&c$. 34,;G,1:4, etc,5. Los testimonios%%licos so%re el seoro celeste de +risto y so%re su futura enida como jue# del unierso y del poder legislatio !ueejerce, principalmente, en la predicacin y organi#acin de su eino, son a%undantsimos" de $ec$o, Jess tiene laltima pala%ra y decisin so%re los preceptos, y e-ige el cumplimiento de sus mandatos 2cfr. 0t :7;/ lo 13,3A y1:,19/ 1A,1:/ 1:,14/ 0t 9B,94/ cfr. Den#.&c$. 1:;15/ junto a su poder legislador, destaca el poder judicial !ue lecorresponde 2cfr. lo :,99/ 0i 9:,AG5/ etc. La 6nc. Muas )rimas, de 1C9:, !ue instituy la fiesta de +risto ey2Den#.&c$. 3G;:79G;C5, ensea, entre otras cosas, !ue el ttulo de ey le corresponde en su $umanidad, en elsentido propio de la pala%ra por!ue $a reci%ido del )adre el poder, el $onor y la reale#a.6l fundamento de la reale#a de +risto es radicalmente la unin $ipost(tica" +risto 7escri%e la Muas primas7 no slo$a de ser adorado como Dios por (ngeles y $om%res, sino !ue tam%i'n (ngeles y $om%res $an de o%edecer y estarsujetos a su imperio de $om%re, y eso aun por el solo ttulo de la unin $ipost(tica 2Den#.&c$. 3G;G5. < la lu# delfin salfico de la 6ncarnacin, se manifiesta adem(s la unin ntima al misterio pascual 20uerte y esurreccin5 y

    el car(cter uniersal de la so%erana mesi(nica de +risto glorioso. La misma encclica afirma !ue J. tiene de su)adre, un derec$o tan a%soluto so%re todas las cosas creadas, !ue todas est(n puestas %ajo su ar%itrio 2Den#.&c$.3G;C5. Desde el s. -X se discuti si +risto como Dios7Hom%re es rey del orden temporal/ la Muas primas no dejalugar a dudas" el poder !ue +risto tiene so%re todo lo creado es uniersal, pero 7aade7 su sentido y su orientacinson espirituales 2cfr. Den#.&c$. 3G;C5. La especulacin teolgica aade !ue el dominio de +risto so%re el uniersoentero es pleno a partir de la 6ncarnacin, pero !ue, antes de la parusa, se reali#a de forma incoada/ con lasegunda enida de +risto glorioso se manifestar( plenamente 2cfr. 1 +or 1:,9A5.La reale#a de +risto no se puede separar del eino !ue predic e instaur/ y tampoco de lo !ue l es en s mismo.&u reino no es de este mundo, pero ino al mundo para dar testimonio de la erdad 2lo 1B,3;5, $aci'ndosecamino para todos los $om%res. De all la importancia soteriolgica de la reale#a de Jesucristo.d5 6l magisterio de +risto.

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    o%lacin del cuerpo de Jesucristo $ec$a una sola e# 214,145/ y ese sacerdocio contina 7aun!ue en forma distinta7despu's de la e-altacin celestial.Los testimonios de la Tradicin y del 0agisterio so%re el sacrificio sacerdotal de J. son numerossimos. +itemosslo algunos" la diina 6scritura dice !ue +risto se $i#o nuestro &umo &acerdote y

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    consumi en la cru#, mediante el cual nos rescat y nos arranc del poder de las tinie%las y nos traslad a sureino 2cfr. +oncilio de Trento, Den#.&c$. 1:99, 1:93, 1;:15.Jesucristo o%tuo la ictoria so%re el pecado, el demonio, la7muerte con el &acrificio copioso y so%rea%undante de la+ru#. La relacin entre muerte, demonio y pecado es eidente. La muerte es consecuencia del pecado/ y +risto 7!ueno tuo pecado7 en el &acrificio de la +ru# asume la materia mortal para ofrecer toda la creacin al )adre/ con susacrificio cruento reconoca la so%erana de Dios )adre so%re toda la creacin, destrua todos los pecados de los$om%res y les a%ra el acceso al cielo 2cfr. +oncilio de Klorencia, Decr. pro iaco%itis" Den#.&c$. ;115.)or eso el sacrificio del +alario no termina en s mismo, sino !ue se ordena a la glorificacin" +risto resucita,confirma a los suyos en las ensean#as, poderes y mandamientos de su 8uea de esa forma todo cristiano, iiendoen +risto, confirma la realidad de +risto y la da a conocer a los $om%res, manifestando !ue l o%ra con el poder deDios y !ue por eso, en l y con l, la muerte es ida" +uando ele'is al Hijo del $om%re entonces sa%r'is !ue yosoy 2lo B,9B5.

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    &. 0\O0E 6L +E8K6&E, Disputatio cum )yrr$o, ) C1,9B;73:AZdem., Epuscula t$eologica et polemica ad 0a-imum, ) C1,C79BG&. JF