iztapa-2005-516méxico la dificil transicion al nuevo capitalismo.pdf

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México: la dificil transición al nuevo capitalismo Sergio de la Peña Treviño * a regularidad en el crecimiento económico d e Méxi- L co sólo es posible mediante la reinserción inteligen- te del país en las nuevas condiciones mundiales, de la actual et;apa superior del capitalismo. El otro referente insoslayable es el conjuto de cambios que para bien o para mal se han impuesto en más de una década de conmocio- nes, desequilibrios, violentas rupturas d e relaciones so- ciales y estructuras productivas y comerciales. Estos son los antec:edentes para toda discusión sobre la situación actual dc: México y sus perspectivas.' El cambio del régimen económico. Primer intento Hay que recordar que la transición en México se inició en firme a partir de la crisis de la deuda externa en 1982, que sacudió al mundo financiero, pero sus causas profun- das provenían de la inadecuación del régimen económico y las deficiencias y excesos d e la dirigencia política y económica del país ante los grandes cambios mundiales que se iniciaron desde una década atrás. De hecho, tales cambios hasta entonces pasaron casi inadvertidos en Mé- xico don.de insistía la propaganda oficial, y en otra forma lo compartía incluso la oposición, en cuanto a que tiene un carác:ter único. 0 q IZTApALAPA 38 ~~XTMORDINARIO DE 19% pp. 77-xl * Investigador, Instituto de investigaciones Sociales y Facultad de Eeonamia, UNAM.

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  • Mxico: la dificil transicin al nuevo capitalismo

    Sergio de la Pea Trevio *

    a regularidad en el crecimiento econmico d e Mxi- L co slo es posible mediante la reinsercin inteligen- te del pas en las nuevas condiciones mundiales, de la actual et;apa superior del capitalismo. El otro referente insoslayable es el conjuto de cambios que para bien o para mal se han impuesto en ms de una dcada de conmocio- nes, desequilibrios, violentas rupturas d e relaciones so- ciales y estructuras productivas y comerciales. Estos son los antec:edentes para toda discusin sobre la situacin actual dc: Mxico y sus perspectivas.'

    El cambio del rgimen econmico. Primer intento

    Hay que recordar que la transicin en Mxico se inici en firme a partir de la crisis de la deuda externa en 1982, que sacudi al mundo financiero, pero sus causas profun- das provenan de la inadecuacin del rgimen econmico y las deficiencias y excesos d e la dirigencia poltica y econmica del pas ante los grandes cambios mundiales que se iniciaron desde una dcada atrs. De hecho, tales cambios hasta entonces pasaron casi inadvertidos en M- xico don.de insista l a propaganda oficial, y en otra forma lo comparta incluso la oposicin, en cuanto a que tiene un carc:ter nico.

    0

    q IZTApALAPA 38 ~~XTMORDINARIO DE 19% pp. 77-xl

    * Investigador, Instituto de investigaciones Sociales y Facultad de Eeonamia, UNAM.

  • Seypio de la Pea Trevio

    En iodo caso la conmocin explot ha- cia 1981-82, cuando se volvi impaga- blc la deuda externa por la clausura de las Cuentes de financiamiento externo (a consecuencia no poco de la astrh- gencia del mercado mundial de capita- les), el aumento sbito de las tasas de inters internacionales, y la coda de precios de exportaciones, de frente a compromisoscarosy decorto plazo que fueron adquiridos de manera precipita- da y equvoca por el gobierno ante el desequilibrio externo inmanejahle des- de principiosdelos ochenta. El trasfon- do de la crisis era la incompetencia estructural de la economa frente al ex- ierior, gracias a dcadas de proteccin irresponsable y corrupcin.

    La nocin de lo que pasaba era a tal grado equvoca que la grave emergen- cia se enirent primero con polticas lradicionales que, desde luego, mostra- ron su ineficacia. Dos aos ms tarde se opt por el ajuste recesivo queencami- n a desmontar el rgimen del nacionalis- mo econmico de vigorosa proteccin, intervencinestatal yordenamiento ms o menos corporativo de la sociedad, para emprender la apertura ai exterior, el predominio del mercado, la central- dad de la competencia, de la empresa privada y la inversin extranjera. El giro se debi en parte a presiones externas, pcro no menos a las del nuevo grupo poltico y tcnico que desplaz del po- der al histrico priista que haba llevado

    al pas al callejn sin salida del naciona- lismo revolucionario. De hecho fue un auio golpe de estado silencioso, o giro radical del gobierno respecto al progra- ma con el que lleg al poder.

    La reorientacin del rgimen eco- nmico era inevitable ante los cambios mundiales del capitalismo, no as la vio- lencia wmo se procedi para cfeciuar el trnsito. Aun menos la modalidad que se procurb de desregulacin radical y de economa abandonada a los impul- sos del mercado interno y externo, que aparte de ser altamente traumtica, prometa y ha resultado ser ineficaz [rente a otras opciones ya probadas en elmundo.

    En iodo caso los preparativos para el cambio se empezaron a concretar. A mediados de 1985 se emprendi la apertura radical y unilateral de la eco- noma, y se complet en dos aos. En 1986 el pas ingres ai GATT.3 ~l mismo tiempo avanz la privatizacin de la economa, de la que es parte la venta de empresas paraestatales y la restriccin de la accin pblica, en cuanto a elimi- nar subsidios y abatir la inversin pbli- ca, incluso en sectores tan estratgicos como ei petrolero!

    La expectativa del nuevo aiquema liberal era que, con la apertura y ade- cuacin de la economa, la inversin extranjera acudira en abundancia y se- ra el motor de la transformacin tecno- lgica de la planta productiva para

  • ..

    Mnco: la dificil transicin al nuevo capitalismo 19

    hacerla competitiva. Se esperaba que provocase una verdadera reconver- sin industrial, como se conoceran despus tales procesos. Los empresa- rios nativos haran el resto, y la econo- ma sera sana y competitiva.

    Lo cierto es que la economa sufrir5 severas rupturas desde el inicio de l a crisis, por la radical astringencia del fi- nanciamiento externo e interno, del gasto pblico. y alteraciones estructu- rales ante el cambio acelerado d e las relaciones econmicas. Ent re stos destaca la apertura unilateral, acelera- da y radical d e la economa al exterior, desde mediados de 1985, de manera que a finales d e 1987 la proteccin se haba desmantelado? Al mismo tiempo se restringi la intervencin estatal e n los procesos productivos, la regulacih de precios, y los subsidios al consumo y a la produccin. En cambio aument la accin estatal para imponer transfor- maciones, cargas sociales y disciplinas!

    Las consecuencias d e los cambios fueron formidables entre 1982 y 19813. El lapso transcurri entre la parlisis de la actividad (el PIB creci 0.2 por ciento anual), d e la demanda interna (crece 0.3 por ciento anual), las tormentas cambiarias (de 26 pesos por dlar pasa a 2 300), la intensa inflacin (con mxi- mo anualizado d e 160por ciento a fines de 1987), el encarecimiento de las ni- portaciones, y la contraccin del crdi- to y del gasto pblico en trminos

    reales. El aparato productivo sufri seve- ras tensiones. La desocupacin se acen- tu y sc convirti en subocupacin masiva refugiada en actividades informa- les. Los salarios reales decayeron sin fin, por los iopes del gobierno a su ajuste?

    Al mismo tiempo se erosion un tan- to el tradicional sesgo anti-exportador en muchas empresas, sobre todo las vin- culadas a inversiones extranjeras. En gencral, la ventaja fue muy grande para la exportacin, entre la contraccin sa- larial y la tendencia a la subvaluacin del peso que prevaleci en el lapso, que abarataba el precio en dlares de los insumos nacionales? En cambio, para los productores para el mercado inter- no, se encarecieron las importaciones en pesos. Esto, ms el estancamiento de la economa, provoc que las importa- ciones se mantuviesen en torno a 12 mil millones de dlarcs (mmd) entre 1984 y 1987, a pesar de la apertura del mercado. En cambio en 1988 aumenta- ron 52 por ciento (y 24 por ciento anual de all a 1994), al iniciarse la recupera- cin, que fue cuando resinti la planta productiva la competencia de las im-

    Cierto que mejor la productividad industrial a partir de 1987 (cuadro ane- xo), pero fue ms un electo estadstico por el cierre de plantas, la desocupacin masiva de trabajadores menos califica- dos, y el avance del estrato exportador, quc debido a un movimiento general d e

    portaciones. 9

  • iiioileriiizacidn y tmnificacin de ia plan (:I productiva. La cxccpcih iueron las cniprcs~is cxitosa. exportadoras o no. que por iniciativa propia lo hicieron, por- que no Iiuhr> ni hay, mis ail de la retri- ca. una poltica de cambio tecnolgici).!

    i.a ruptura y eliminacin acelerada ciei proteccionismo que tena ms de incdio siglo de vigencia, y la competen- l.iii

  • . I , . , . , . , . . . *

    Mnco: la dificil transicin al nuevo capitalismo 81

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    I

    pblicas, as como a programas sociales ante la miseria creciente y las presiones externas para hacer algo ai respecto.

    La negociacin del ' ~LC se empren- di en el momento en que aumentaba la oferta mundial d e capitales, que em- pczaron a llegar en abundancia a Mxi- co. Adems ya haba sucedido para entonces una cierta depuracin de la planta productiva por la desaparicin de unidades que no soportaron la com- petencia. Todo ello favoreci en los noventa el restablecimiento d e la esta- bilidad macroeconmica, bajo una es- tricta austeridadpblicaycontroldclos salarius (que se recuperaron un tanto). A la vez la apertura del mercado de

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    I , I"

    I

    valores al capital externo, le permiti captar entre 1990 y 1993 un gran vo- lumen de capital d e corto plazo." Por el apetito insaciable d c capital, se aceptaron todas las inversiones y fi- nanciamientos posibles, sin modera- cin ni prudencia.

    La consecuencia obvia estaba ya Considerada en la obra clsica d e me- dio siglo atrs (Comisin Mixta, 1953). Los capitales externos rebasaron con mucho la capacidad d e la economa pa- ra absorberlos productivamente. Una gran parte se desvi a importar, y otra se esteriliz, pero con todo sucedi la previsible presin sobre la paridad al rnantcner el anclaje de la tasa de cam-

  • SL Sew0 de lu Pena Trevirio

    bio como instrumento central de la po- ltica monetaria.

    En iodo caso fue muy intenso cl cfccto de la abundancia de inversiones directas extranjeras y en cartera a partir dc 1989. Se elevaron las exportaciones totaics, cn parte por l a negociacin y apertura del 'I,[.(: (crecen en dlares 12 por ciento anual entre 1988 y 1994) y a n mis las importaciones y los pagos por interesesde ladeudayutilidadesde inversioncs extranjeras (crecen 10 por cicnlo anual), gencrndose as un in- nicnso dticit en cuenta corriente, fi- nanciado con capital externo." ~ . justificacin que se manej para man- t m e r esa conducta imprudente fuc quc sc financiaba con deuda privada que no comprometa a la nacin."

    Bajo esas condiciones la tendencia a in sobrcvaluacin del peso era inevita-- lile. Cierto que aportaba efectos positi- vos, como bajar la inflacin (a 8 por ciento en 1 994), y favoreca a los expor- tadores al disponer insumos importados baratos. Pero tambin negativos, como abatir la competitividad de la produccin interna frentc a la? importaciones, y des- vincularla an ms de la cxportaci6n.

    I>e esta manera las importaciones sc elevaron en la oferta global, de 10.4 por c icntoen1988alX.lenl9 anual), lo que fue natu- ral ante el aumento de la inversin de sdo 8 por ciento anua1z3 En realidad slo crecieron las ramas exportadoras y unas cuantas ms, y retrocedi el resto. As el sector manufacturero, supuesto motor de la economa, creci solo 3.5 por ciento anual, y desocup 160 O00 trabajadores en cl lapso (16 por ciento de la planta). Las deficiencias del de- sempeo econmico destacaron una y otra vez que el mercado era incapaz por s solo de establecer una vinculacin adecuadaentrelaeconomainternayel

  • , .

    Mnco: la difcil transicin a1 nuevo capitalismo 83

    sector exportador, incluso en el tram- porte, donde ha sido mayor.

    Derrumbe y reiteracin del nimbo

    El pal3 qued muy expuesto a variacio- nes sbitas del capital financiero mum dial en busca de ganancias. As como la cada de la tasa de inters en EUA aus- pici el ingreso de grandes volmenes de capital a principios de los noventa, su incremento en 1994 provoc su sail- da masiva, incluso de mexicanos, y fue factor principal para detonar el de- rrumbe de diciembre.24 De hecho con la poliica aplicada desde 1985 se haban creado las condiciones estructurales de la vulnerabilidad y del endeudamiento irresponsable que ms temprano que tarde creara una situacin de banca- rrota. A tales factores estructurales se sumaron nuevas iniciativas erradas ten el 94, como fue la apuesta imposible d e ganar de convertir deuda interna en externa y esperar que mgicamente se- guira creciendo el formidable flujo de capitales, dando tiempo a que en un futuro impreciso las exportaciones fi- nalmente anaran la carrera a la impor- taciones. Aparte de los desaciertos de la poltica econmica, influyeron en al- guna medida el brote guerrillero en Chiapas, los avatares dc la negociacin de la paz, y los asesinatos del PRI en familia que sucedieron a lo largo del

    2

    94.26

    El derrumbe a partir de diciembre de 1994, anunciado a lo largo del ao por las salidas crecientes de capitales externos y de nativos, el dficit formida- ble que se acumulaba, y la sobrevaluacin del peso, abri paso al ciclo de devalua- ciones y a la huida masiva de capitales, que se agrav en el primer semestre de 1995. Se aplic una rigurosa poltica restrictiva para enfrentar la emergen- cia, en combinacin con el apoyo exter- no de 52 mmd, el ms grande que ha sucedido por parte de EUAy el FMi (del paquete se ha utilizado el 60 por cien- io), en medio de violentos desajustes. Con todo, se empez a estabilizar la economa en un nivel ms bajo (el PIB cay casi 7 por ciento en 1995), con abatimientos severos en el consumo privado (7 por ciento, o sea 9 por ciento por habitante), la inversin bruta fija (29 por ciento), la paridad, y las impor- taciones (12 por ciento). Creci la infla- cin de 7 por ciento a 52 por ciento (anualizada) en seis meses. Tambin las exportaciones, que como siempre, co- rrieron en su mayora (el 80 por ciento), a cargo de pocas empresas entre las exportadoras (2.7 por ciento).

    El crdito disminuy 16.7 por cien- to, pero peor an fue que el violento incremento de las tasas de inters (la de Certificados de Tesorera pas de 13.7 por ciento en noviembre de 1994 a 74.8 en 5 meses) volvi impagables las deu- das, ms an bajo la radical contraccin

  • S q i o de /u Peiiu Trevifio

    econmica que se prtwoc para I-ccu- perar los equilibrios vitales d e l a econo- ma. El efecto lue que de pronto sc volvieron iiisolvcntes cientos d e miles de empresas y personas, lo que provoai violenios tensiones sociales que no acii- ban ano y medio ms tarde. A su vez la hanca qucd en quiebra tcnica, por lo que se crearon divcrsos fondos, meca. nismos y formas de intervc,ncin pora salvarlos. Pero, como en otros aspectos, cI desastre bancario sc gestc desde an- tes, en este caso desde 1990, con cl aumento desproporcionado del crdi- to, it partir de la gran liquidez generada por la abundancia de capital externo." En efecto, la banca recin privatimda aument imprudentemenic la coloca- cicn de crkdiio (en relacin al PIR, pasa de 18 por ciento en 1988. a 22 en i9W y a 44 por ciento e n 1995), al facilitarlo en exceso, incluso sin garanias razon;i- hles, por la combinacin de avaricia c ineptitud de empresarios y amigos me- tidos a banqueros.

    Una cuestin clara esqueeldcrrum- he y la crisis del 95 no fue slo un t ro- piezo coyuntural causado por excesos y cirorcs quc son usuales en Mxico a1 linal de cada ;rdministracin, sino por deficiencias proiundas que pcrsistirhn i i pcsar d e que se mantenga restringido el consumo, abatidos los salarios reales, rlcsaparczca otro tanto de la plania pro- ductiva, y crezcan las exportaciones.

    Por lo pronto en 1995, entre el dc-

    rrumbe de la actividad econmica y de la paridad, sc elevaron las exportacio- ncs, cayeron las importaciones, desapa- i.~cieldi.ficitexternodemsde 18000 inillones de dlares, y se obtuvo un su- pervii en cuenia corriente. Ao y m e - dio despus del derrumbe, se rcanudi, l a , . ' ' .i~tividad econmica. Se recuperaron los equilibrios vitales macroeconmi- cos, no as un crecimiento equilibrado entre exporiaciones y produccin para uso interno, cntre sectores, entre aho- r ro interno y capitales externos, enirc apertura y control, entre libre mercado y regulacih. Por ello es previsible que resurgir el dMicit externo tumultuoso al clevarse las importaciones financia- das por grandes volmenes de capitales externos que acuden al pas. Desde lue- go habr nuevos desequilibrios, cadas y recuperaciones violentas.

    Tal vcz la nica solucin para evitar en parte las grandes conmociones que promete el camino que se ha retornado, y de mantener un crecimiento ms sano, es cl rescate de ciertas regulaciones que han probado su eficacia para conjurar algunos desajustes, como en algunos pa- ses del suresic aiitico. Consiste, entre otros, en poner Imiies a l capital externo que se incorpora, segn ia capacidad de absorcin de l a economa y su fortaleza frente a la cveniual salida repentina de una parie sustancial del capital de corto plao. de manera que &a cause cuando ms un estancamiento manejable.28

  • Mckico: la dificil tfimsicin ai iiiievo capitaiisino 85

    Tanto o ms importante es la rcgula- cin para que los ajustes y transformacio- nes, la acumulacin y la reproduccin del proceso productivo, causen meno- res costos sociales y econmicos. 121 apertura repentina y sin redes de segu- ridad en una economa atrasada, Iha probado ser muy penosa para el pas. como lo ha sido para muchos otros. Peoran,estlejosdeasegurarun t r h - sito exitoso. De hecho ha probado (en otros pases ser menos electivo para el crecimiento y la construccin de una economa ms sana, frente a la opcic5n de estrategias y medidas de control se- lectivo, como es el apoyo y promoci'n temporales de ramas, industrias o em- presas. Ahora se suma Mxico como ejemplo de fracasos resonantes de la JW- ltica de la desregukdcin ilimitada.

    Es obvio que e n cualquier cambio de rumbo tendr un papel central la h e r - vencin estatal, la que no tiene que :ser ineficaz, a menos que as se quiera. 1% slo eso, e n Mxico se ha inhibido dicha intervencin e n la economa para favo- recer la operacin mercantil, pero en cambio se ha intensificado notabsle- mente en la tarea d e romper estructu- ras proteccionistas, formar otras nns abiertas, imponer al trabajo y ala.pob1a- cin como conjunto, los sacrificios y las nuevas normas, y dar apoyos a los em- presarios e inmensas facilidades quc con frecuencia violentan los mercados.

    Tanto as que d e hecho est suce-

    diendo desde mediados de los ochenta una suerie de "segunda acumulacin originaria", comandada por el gobier- no. Tales acciones dcnotan una voca- cin de intervencin y manipulacin tanto o ms intensa que la practicada por el nacionalismo revolucionario con su rgimen protegido anterior, que por sus exageraciones no logr un creci- miento sano, y la actual, para imponer el rgimen de compctcncia desreguk- da, que ha sido tamhiCn inclicaz, hasta ahora, para resolver los problemas del pas.

    La reorientacin es urgente. Es in- sostenible el contraste entre la riqucza fastuosa dc un pcqucrio cstrato, y la pobreza creciente de dos tcrcios de la poblacin. O la polarizacin entre em- presas trasnacionales y maquiladoras cxitosas, y las ruinas de decenas dc mi- les empresas de nativos. La regulaciin de la economa es vital, al igual quc hacer programas indusirialcs, agrcolas, y comerciales, sobre la base del control democrtico de la regulacih estatal. Se trata de que algn da la economa cum- pla con su. nico cometido rclevantc, quces asegurar condiciones devida ma- terial adecuadas a los habitantes del pak, cosa que no promete la aclual va impuesta.

    Nada de ello es posible sin un nuevo pacto social acorde con las nuevas con- diciones econmicas. El gobierno des- truy desde 1984 las bases ideolgicas y

  • 86 Sergio de la Pena Trevino

    de reproduccin consensual del nacio- nalismo revolucionario, que tampoco eran las ms sanas. Pero el problema mayor es que no cr& nuevas, y recurrc en cambio a formas anteriores para el control social y poltico, como el progra- m d de Solidaridad del gobierno anterior, y la reproduccin de un corporativismo vergonzante. L a consecuencia es el

    cquvoco, la tensin social, la rustra- cin, las demandas sin respuesta.29 De no establecer dicho compromiso hist- rico nacional, el pas seguir rompin- dose, con o sin exportaciones y capitales externos. El problema no es sencillo. Sc debe construir otra cultura y otra na- cin, conunaeconomaabiertayexpor- tadora. Pero tiene que ser democrtica,

    ANEXOS

    C'rtdito y Lartera Vencida

    Banca Comercial

    19WJ-iY95 (96)

    Ao Crdito/PIB Cartcra vrncidai Cariera vencida/ cartera total capital + reserva f

    resultados

    19x9 1X.5 1900 22.1 LY9l 25.9 1992 31.2

    1994 43.5 1W5 43.6

    1997 34.8

    I .7 29.2 2.7 42.8 1. I 61.5 4.2 77.0 5.h 96.5 h.6 131.5

    12.1 852.8

  • . . . I

    Mnco: la difcil transicin al nuevo capitalismo 87

    Mxico: Industria Manufacturera

    11980-1995

    Aiio PIB'

    1980 1464 1981 1596 1982 1563 1983 1423 1984 1490 1985 1562 1986 1474 1987 1523 1988 1560 1989 1683a 1990 1796 a 1991 1859 a 1992 1937 a 1993 1924a

    1995 1911 a 1994 2002 a

    Exportacin'

    3030 336a 3018, 4581, 5595' 497E; 79651

    10499 1233;! 13191~ 15138 16670 17627 20765 249413 36448

    3 Importacin

    16408 21037 12971 6644 9122

    11261 11307 11941 18176 23046 28812 35668 44816 45901 55072 4M30

    Productividad4

    100.0 101.6 100.9 101.0 103.0 105.9 102.3 104.3 107.5 111.9 116.7 123.2 131.1 140.2 151.4

    Fuenfev y mm:

    1. Millones de nuevos pesOS de 1980. INEGJ 2 y 3. 4. a.

    Datos FOB. Millones de dblarer;. Banco de Mxico Pre/persona ocupada con base en Encuesta Industrial Mensual Encadenado con serie a precios de 1993

  • RH Se~,$o de la 'Mu Trevino

    participativa y justa: para aspirar a que sca razonablemente estable.

    NOTAS

    j 'iihe desiacar que la abundancia de inur. inlxiil estadstica que desde nicdiados de !os ochcnta existe, no correspoiide a su con- liabilidad. Es el caso de las series del PIB y su transfcirmacin :I dlares, entre niuchor

  • 14

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    21 22

    Mxico: iu difcil truiisicin u1 nuevo capiiuiinio 89

    I a reforma al artculo 27 Constitucional per- mite privatizar las lierriis c.jdales por deci- sin colectiva, para su compraventa, que muchos desean o han hecho ilegalmente. Pc- ro 121 tierra se puede perder por deudas. no como antes que se condonahan de VCL cii cuando i3 el fiii del pacto histrico con 10s campesinos. ILas actuales revueltas armad,is se sustentan cn este malestar. l>c u n total de 1058 empresas paraestatales que habfa en 1982, se redujeron a 549 1:n 1990, y a 239 en 1996, mediante liquidacin, fusin o venta. Poder Ejecutivo Fcderal (1996). Otras fuentes, con cifras difcrcnta, apuntan i&unI tendencia. Se logr un gran plazo para abrir el campi financiero en el TLC, pcro en 1'995, con 13 crisis, se him :I u n lado para salvar bancos quebrados. No hubo protestas. I>e 3 400 millones de dOlares en 1990 lleg6 a 28 900 en 1993. En promcdio lue 4 a 5 veccs la inversin directa en esos aos, que a su VCL se multiplic por 3 respecto a la inedia de fines de los ochenta. L a proporcin de la inversin en cartcra rcspecto al PIB pas dc 1.3 por ciento cn 1990, a 7.4 por cicnto e n 1993 y 3.1 por ciento en 1994 (cuadros a(j. juntos). La exportacin total de bienes creci 12 por ciento :iiiual entre 1989 y 1994, la de maquild Ifiporciento,ydc manufacturas31 porcie:o- io.Alavczcldficiiencuentacorricntc,pa:i de5800a29700millonesdcd~lares(1~~~1). E n Mxico se repitieron todos los errores e ineptitudes de una reinsercin mundial, des- critos por Mckinnon (1973). 90 por cienlo de las importaciones de incr- caiicas son de manufacturas, aparte maqiii- ladoras. De 1990a 1994 sumaron 130mmd. Vzise i:ujii y Lora (1996). Procesos con custo del trabajo de 35 por ciento en I ~ A , se producc con 20 por cicn!:o

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    en Mxico. Ixcuons (1996), p. 94. Desde luego el salario puede clcvarsc cn Mxico, pcro tambin la produciividad. la inversin privada creci 9.7 por ciento

    anual entre 1989 y 1994, con un componente extranjero en torno al 10 por ciento. 1 .a tasa de inters bsica en EUA pas de 11.3 por cicnto en 1989, a 6 a mediados de 1992. Se mantuvo hasta el scgundo trimestre de 1994, pero a fines de ao era 8.1 por ciento. Federal Reserve I3ulletin. 1.0s Tesobonos del gobierno qucdaron de-

    nominados en pesos pero con una referencia fila en dlares, que se pacaron a su venci- iniento en pesos, con la paridad en esc mo- mento, incluso los interescs devengados. Entre los desaciertos est la renuencia a am- lcrar la devaluacin diaria del pcso desde 1

  • O0 Ser& de la Pena Trevio

    Aspe, Pedro, El camino maicano u la irmfor- mncin, Mxicn, PCE, 1993.

    Clavijero, F. y Casar J.I., (wmpiladores)Ta in- dustria mexicana en el mercado mundial. Elementos para una poltica industrial. Lec- turasdel lrU>tfsneEconbmiconm. 80, M- xico, PCE, 1994.