ix premios de poesía blas de otero-villa de bilbao

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9 Bilbao a primera impresión que el lector se lleva al abrir las páginas de Guitarra de mesón es la de estar ante un esta- do de ánimo, la de recibir el murmullo de un paisaje auto- biográfico de desarraigo y due- lo, de movimiento constante a través de un buen número de países latinoamericanos, por sus formas de entender la cul- tura y sus referencias literarias. Ya en la primera composición, Semblanza íntima, leemos: “Sus ojos también pasaron por aquí. To- dos. Incluso otros que no escribió ni pudo detener la muerte”. Y más adelante: “Sus ojos pasaron por aquí y aquí algo dejaron, algo im- preciso. Algo más que amigos, libros y cenas elocuentes. Quizá dejó una sombra de su estampa, quizás la si- metría de sus gestos. Quizá dejó un presentimiento, otra manera de ha- bitar las fotografías”. Por mo- mentos impenetrable, hermé- tico, el tono que impone René Fuentes (Bayamo, Cuba, 1969) a lo largo del libro es el susurro rítmico de alguien que canta para el recuerdo. El poema es su patria, con esa extrañeza agreste y borrosa del caminan- te, verdadero dueño de su tie- rra, testigo de toda una memo- ria sensible. René Fuentes trae a Guitarra de mesón una amplia serie de poemas en prosa que bien podrían ser, tal es su cohe- rencia, uno solo, fragmentado. Como leemos en el titulado El poema del poema, innegable mo- tor de su propuesta poética, Este poema (todo poema) es cir- cunstancial. (…) El poema del poe- ma. La dirección precisa para per- dernos o encontrarnos” el poema busca también su reconstruc- ción por medio de la memoria perso- nal del lector. Es és- te un libro hecho de huecos, de esce- narios móviles y ensueños de bru- ma, de intertextua- lidad. Tenemos aquí el cántico a una epopeya cul- tural por donde se pasean los espec- tros de Lezama Li- ma, García Márquez, Juan Ra- món Jiménez o Juan Rulfo con sus palabras y lugares de vida. El poeta no encubre sus citas y sus recuerdos sino que sale a conversar con ellos, se confun- den las palabras del poeta con las de otros poetas que le prece- dieron, dejándose impregnar por cuanto en él evocan. Dividi- do en tres partes, Pumas en la noche, Aguafuertes costeñas y Tra- bajo de campo, sin ostentación ni re- tórica apenas, el logro mayor del li- bro está en su po- tente ambienta- ción, en la preci- sión de su lengua- je, en la calidad musical de su pro- sa versificada y en la capacidad su- gestiva e insinuan- te de sus imágenes poéticas. Buen ejemplo es el poema Pumas en la noche que da título a unas de las partes y cuyo germen está en un poema po- pular quechua; el poeta pasa a escribir un poema con rumores épicos, deja de lado el yo y lo confesional, y se deja llevar por voces heredadas, llenas de inte- rrogantes, de referencias im- precisas, turbias, no siempre su- yas, rescatadas, acaso no reco- nocibles. El lector, a medida que avanza la lectura, va acep- tando la comunicación directa que las palabras del poeta le dan con esa herencia y la incita- ción a contemplar y sentir el mundo en un ámbito de sensi- bilidad poética casi primitiva. René Fuentes escribe recu- rriendo a impresiones inmate- riales, simbólicas, a atmósferas etéreas y lugares de reencuen- tro, a efectos de iluminación y sombras. L iennale izenburuarekin datorkigu Beatriz Chivite poeta gaztea (Iruña, 1991) hirugarren liburu bate- kin, iaz euskera arloan Blas de Otero poesia lehiaketan saridu- na izan zena. Estiloari dagokio- nez, Chivitek poema gehienak molde laburretan eraikitzen di- tu, margolariaren lana imita- tuz, irudi baten inguruan maiz asaldatzen direlarik, tonu leun eta apalez. Isiluneen laguntzaz, tristura, herrimina, somatzen da poema askotan, baina baita bizitzarekiko gorespena ere, eta horrekin batera, kultura be- rri baten distirak, hain zuzen ere, txinatarrena. Chivite ber- tan egona da urte bete batean zehar; bestetik, txinatar filolo- gia ikasketak dauzka curricu- lum-ean. Poeta moderno asko- ren gogoeta metafisikoetatik urrun gelditzen da Chivitek proposatzen duen itinerario poetikoa, eta benetan miresga- rria da bizitzaren esanahi sako- naren bila egindako bidaia ho- netan eguneroko gauza arrun- ten balorea gogorarazteko aha- legina. Txikitako arora garamatza behin eta berriz, ohiturei eta familia harremanei buruz idazten duen ba- koitzean. Liburu epela da, emozio- nala, intimista, oso. Batez ere elip- sietan, esaten ez denaren mamian, oinarriturik dau- delarik, poemen hatsa indartsua da irakurlearen irudimenean. Gaiak nolabait nagusiki bizitza arruntarenak dira, maitasuna, denboraren iragan geldiezina, edertasuna, familia, sentimendu nahasiak, edota teknologia. Poemarioak diapositiba bilduma baten an- tzera funtzionatzen duela esan genezake. Hona hemen adibide argi bat, Bilatzen zaitut testuarena: Behatza kamerara hurbitzen duzu / ni ukitu nahian/ eta orduan ez zaitut ikusten. // Pantaila iluntzen da/ besar- katzen ninduzune- an / begiak itxiko ba- nitu bezala”. Haikuak ere ba- daude edo haikuen modura lan egiten duten poemak: “Guz- tiak joan dierenean / udazkeneko hostoen / soinua entzuten da” edo Goizeko seietan tituluari dago- kiona: “Sute-alarmak bakarrik egiten du/ burrumba etxe hutse- an”. Edonola ere, Chivitek subje- tua ahultzeko ahalmena dauka, nitasuna ezkutuan utziz, ia des- agertu arte, begirada nagusi de- larik. Fotografiak bailiran eutsi daitezen poemak. Harriaren bi- zitza-n, esaterako, irakurtzen dugu: “Itsasertzean distira egiten duen harria / nire poltsikoan/ iluntzen da”. Irudi trazu bat bes- terik ez da, baina boteretsua. Chivitek eskaintzen diguna po- emak ez ezik argi hariak direla- ko. Agian, eskematikoenak, hauts putz baten beroaz egini- koak bailira bezala, molde labu- rrari eta tradizio orientalari ho- beren egokitzen direnak irudi- tu zaizkit. Berrirakurtzeko libu- rua da Biennale hau. Ez da lan garratza edo desatsegina izan- go, ziur. Aitor Francos B adie, ningún lector mí- nimamente atento y con cierto interés por el gé- nero del diario y los li- bros de viajes debería dejar pa- sar inadvertido este magnífico Ciudades que se posan como pája- ros (Xórdica, 2017), entreteni- do volumen de estampas don- de Fernando Sanmartín (Zara- goza, 1959), que ya tiene varias entregas precedentes de este ti- po (como Apuntes de París, Xór- dica, 2000) se convierte en un observador inmejorable de las ciudades (Lisboa, Tánger, pero hay más) por las que se despla- za y toma nota de todo cuanto acontece, rememora o lee. San- martín entiende la escritura co- mo un espejo de la vida donde se enmarca la propia experien- cia. Uno, cuando viaja, va por las ciudades como perdiendo algo, con cierta agradable sen- sación de renuncia, y sabiendo que no podrá absorber por completo su verdadera esencia. Por eso aprecio encontrar en los diarios de viajes el apunte neu- tro, casi au- tomático, de lo que se ve, pero también, a la vez, el de- talle subjeti- vo, la refle- xión sustan- ciosa, des- cubrir la admiración del poeta por otros escritores, sentir que nos deja curiosear sus influen- cias, saber qué experiencias y qué lecturas motivaron ciertas ideas, imaginarle vagabunde- ando por parajes y rincones casi secretos, que se desvelan un momento sólo para nosotros, y verle escribiendo en todos esos diferentes lugares. Que el viaje sea mucho más que un viaje, que sea un enigma compartido y nos acerque a la tarea concre- ta del escritor. Ciudades que se po- san como pájaros empieza por al- go con una frase deslumbrado- ra de Charles Simic: “Todo, no cabe duda, es un espejo si lo miras el tiempo suficiente”. Sabemos cuál es la intención de Sanmartín, escribir sobre lo que leo en cada lu- gar, que los lugares condicionen mis lecturas”. Estos textos son auto- rretratos porque hablan de lu- gares donde el poeta escribe, de cuanto afecta e incita a la es- critura, de ciudades que ayu- dan a abandonar las escenas de lo cotidiano, de costumbres, de búsqueda, afirmación de sí e in- timidad. Sanmartín escribe so- bre los libros de lectura que le acompañan en esos viajes y sin los cuales el viaje mismo pierde toda su identidad. El reflejo de lo que leemos va unido, es indu- dable, a un dónde se lee. N IX Premios de poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao ‘Guitarra de mesón’, René Fuentes (Editorial Devenir), 2017 El Ayuntamiento acaba de editar las obras correspondientes a la edición de 2016 ‘Ciudades que se posan como pájaros’ ‘Biennale’, Beatriz Chivite (Erein argitaletxea), 2017 René Fuentesek eta Beatriz Chivitek saria jasotzen Aburto Alkatearen eskuetatik

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Page 1: IX Premios de poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao

9B i lbao

a primera impresión queel lector se lleva al abrirlas páginas de Guitarra de

mesón es la de estar ante un esta-do de ánimo, la de recibir elmurmullo de un paisaje auto-biográfico de desarraigo y due-lo, de movimiento constante através de un buen número depaíses latinoamericanos, porsus formas de entender la cul-tura y sus referencias literarias.Ya en la primera composición,Semblanza íntima, leemos: “Susojos también pasaron por aquí. To-dos. Incluso otros que no escribió nipudo detener la muerte”. Y másadelante: “Sus ojos pasaron poraquí y aquí algo dejaron, algo im-preciso. Algo más que amigos, librosy cenas elocuentes. Quizá dejó unasombra de su estampa, quizás la si-metría de sus gestos. Quizá dejó unpresentimiento, otra manera de ha-bitar las fotografías”. Por mo-mentos impenetrable, hermé-tico, el tono que impone RenéFuentes (Bayamo, Cuba, 1969)a lo largo del libro es el susurrorítmico de alguien que cantapara el recuerdo. El poema essu patria, con esa extrañezaagreste y borrosa del caminan-te, verdadero dueño de su tie-rra, testigo de toda una memo-ria sensible. René Fuentes trae

a Guitarra de mesón una ampliaserie de poemas en prosa quebien podrían ser, tal es su cohe-rencia, uno solo, fragmentado.Como leemos en el titulado Elpoema del poema, innegable mo-tor de su propuesta poética,“Este poema (todo poema) es cir-cunstancial. (…) El poema del poe-ma. La dirección precisa para per-dernos o encontrarnos” el poemabusca también su reconstruc-ción por medio dela memoria perso-nal del lector. Es és-te un libro hechode huecos, de esce-narios móviles yensueños de bru-ma, de intertextua-lidad. Tenemosaquí el cántico auna epopeya cul-tural por donde sepasean los espec-tros de Lezama Li-

ma, García Márquez, Juan Ra-món Jiménez o Juan Rulfo consus palabras y lugares de vida.El poeta no encubre sus citas ysus recuerdos sino que sale aconversar con ellos, se confun-den las palabras del poeta conlas de otros poetas que le prece-dieron, dejándose impregnarpor cuanto en él evocan. Dividi-do en tres partes, Pumas en lanoche, Aguafuertes costeñas y Tra-

bajo de campo, sinostentación ni re-tórica apenas, ellogro mayor del li-bro está en su po-tente ambienta-ción, en la preci-sión de su lengua-je, en la calidadmusical de su pro-sa versificada y enla capacidad su-gestiva e insinuan-te de sus imágenes

poéticas. Buen ejemplo es elpoema Pumas en la noche que datítulo a unas de las partes y cuyogermen está en un poema po-pular quechua; el poeta pasa aescribir un poema con rumoresépicos, deja de lado el yo y loconfesional, y se deja llevar porvoces heredadas, llenas de inte-rrogantes, de referencias im-precisas, turbias, no siempre su-yas, rescatadas, acaso no reco-nocibles. El lector, a medidaque avanza la lectura, va acep-tando la comunicación directaque las palabras del poeta ledan con esa herencia y la incita-ción a contemplar y sentir elmundo en un ámbito de sensi-bilidad poética casi primitiva.René Fuentes escribe recu-rriendo a impresiones inmate-riales, simbólicas, a atmósferasetéreas y lugares de reencuen-tro, a efectos de iluminación ysombras.

L

iennale izenburuarekindatorkigu Beatriz Chivitepoeta gaztea (Iruña,

1991) hirugarren liburu bate-kin, iaz euskera arloan Blas deOtero poesia lehiaketan saridu-na izan zena. Estiloari dagokio-nez, Chivitek poema gehienakmolde laburretan eraikitzen di-tu, margolariaren lana imita-tuz, irudi baten inguruan maizasaldatzen direlarik, tonu leuneta apalez. Isiluneen laguntzaz,tristura, herrimina, somatzenda poema askotan, baina baitabizitzarekiko gorespena ere,eta horrekin batera, kultura be-rri baten distirak, hain zuzenere, txinatarrena. Chivite ber-tan egona da urte bete bateanzehar; bestetik, txinatar filolo-gia ikasketak dauzka curricu-lum-ean. Poeta moderno asko-ren gogoeta metafisikoetatikurrun gelditzen da Chivitekproposatzen duen itinerariopoetikoa, eta benetan miresga-rria da bizitzaren esanahi sako-naren bila egindako bidaia ho-netan eguneroko gauza arrun-ten balorea gogorarazteko aha-

legina. Txikitakoarora garamatzabehin eta berriz,ohiturei eta familiaharremanei buruzidazten duen ba-koitzean. Liburuepela da, emozio-nala, intimista,oso. Batez ere elip-sietan, esaten ezdenaren mamian,oinarriturik dau-delarik, poemenhatsa indartsua da irakurlearenirudimenean. Gaiak nolabaitnagusiki bizitza arruntarenakdira, maitasuna, denborareniragan geldiezina, edertasuna,familia, sentimendu nahasiak,edota teknologia. Poemarioakdiapositiba bilduma baten an-tzera funtzionatzen duela esan

genezake. Honahemen adibideargi bat, Bilatzenzaitut testuarena:“Behatza kamerarahurbitzen duzu / niukitu nahian/ etaorduan ez zaitutikusten. // Pantailailuntzen da/ besar-katzen ninduzune-an / begiak itxiko ba-nitu bezala”. Haikuak ere ba-

daude edo haikuen moduralan egiten duten poemak: “Guz-tiak joan dierenean / udazkenekohostoen / soinua entzuten da” edoGoizeko seietan tituluari dago-kiona: “Sute-alarmak bakarrikegiten du/ burrumba etxe hutse-an”.

Edonola ere, Chivitek subje-

tua ahultzeko ahalmena dauka,nitasuna ezkutuan utziz, ia des-agertu arte, begirada nagusi de-larik. Fotografiak bailiran eutsidaitezen poemak. Harriaren bi-zitza-n, esaterako, irakurtzendugu: “Itsasertzean distira egitenduen harria / nire poltsikoan/iluntzen da”. Irudi trazu bat bes-terik ez da, baina boteretsua.Chivitek eskaintzen diguna po-emak ez ezik argi hariak direla-ko. Agian, eskematikoenak,hauts putz baten beroaz egini-koak bailira bezala, molde labu-rrari eta tradizio orientalari ho-beren egokitzen direnak irudi-tu zaizkit. Berrirakurtzeko libu-rua da Biennale hau. Ez da langarratza edo desatsegina izan-go, ziur.

Aitor Francos

B

adie, ningún lector mí-nimamente atento y concierto interés por el gé-nero del diario y los li-

bros de viajes debería dejar pa-sar inadvertido este magníficoCiudades que se posan como pája-ros (Xórdica, 2017), entreteni-do volumen de estampas don-de Fernando Sanmartín (Zara-goza, 1959), que ya tiene variasentregas precedentes de este ti-po (como Apuntes de París, Xór-dica, 2000) se convierte en unobservador inmejorable de lasciudades (Lisboa, Tánger, perohay más) por las que se despla-za y toma nota de todo cuantoacontece, rememora o lee. San-martín entiende la escritura co-mo un espejo de la vida dondese enmarca la propia experien-cia. Uno, cuando viaja, va porlas ciudades como perdiendoalgo, con cierta agradable sen-sación de renuncia, y sabiendoque no podrá absorber porcompleto su verdadera esencia.Por eso aprecio encontrar enlos diariosde viajes elapunte neu-tro, casi au-t o m á t i c o ,de lo quese ve, perotambién, ala vez, el de-talle subjeti-vo, la refle-xión sustan-ciosa, des-cubrir la admiración del poetapor otros escritores, sentir quenos deja curiosear sus influen-cias, saber qué experiencias yqué lecturas motivaron ciertasideas, imaginarle vagabunde-ando por parajes y rincones casisecretos, que se desvelan unmomento sólo para nosotros, yverle escribiendo en todos esosdiferentes lugares. Que el viajesea mucho más que un viaje,que sea un enigma compartidoy nos acerque a la tarea concre-ta del escritor. Ciudades que se po-san como pájaros empieza por al-go con una frase deslumbrado-ra de Charles Simic: “Todo, nocabe duda, es un espejo si lo miras eltiempo suficiente”. Sabemos cuáles la intención de Sanmartín,“escribir sobre lo que leo en cada lu-gar, que los lugares condicionen mislecturas”. Estos textos son auto-rretratos porque hablan de lu-gares donde el poeta escribe,de cuanto afecta e incita a la es-critura, de ciudades que ayu-dan a abandonar las escenas delo cotidiano, de costumbres, debúsqueda, afirmación de sí e in-timidad. Sanmartín escribe so-bre los libros de lectura que leacompañan en esos viajes y sinlos cuales el viaje mismo pierdetoda su identidad. El reflejo delo que leemos va unido, es indu-dable, a un dónde se lee.

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IX Premios de poesíaBlas de Otero-Villa de Bilbao

‘Guitarra de mesón’, René Fuentes (Editorial Devenir), 2017

El Ayuntamiento acaba de editar las obras correspondientes a la edición de 2016 ‘Ciudadesque seposan comopájaros’

‘Biennale’, BeatrizChivite (Erein

argitaletxea), 2017

René Fuentesek eta Beatriz Chivitek saria jasotzen Aburto Alkatearen eskuetatik