iv. augusto y turiaso · 2014. 1. 17. · 503 floro, ii, 33; dio casio, 53, 25, 2: «la fatiga y...

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Ya se ha visto cómo entre los exvotos, el de divus Augustus toma un lugar de privilegio por su especial naturaleza. El hecho de que en época de Trajano se pre- sentase esta ofrenda reutilizando un retrato anterior de Domiciano, requiere, evi- dentemente, una explicación, que a la fuerza tiene que basarse en la relación en- tre el propio emperador Augusto y la ciudad de Turiaso, además de los propios lazos de Trajano como heredero de la dinastía. Para ello forzosamente hemos de referirnos a determinados acontecimientos de la vida del propio Augusto y a las emisiones monetales de la ciudad que nos dan la clave para la interpretación del conjunto que estudiamos. 1. La curación de Octavio Augusto (fig. 150) Es conocido el episodio de Augusto, que durante su estancia en Hispania con motivo de las Guerras Cántabras (29-25/24 a. C.) se vio afectado por unas fluxio- nes de hígado. Estas lo redujeron a tan desesperado estado que hubo de someterse a un remedio arriesgado y dudoso: puesto que no se le aprovechaban las compresas calientes, se le aplicaron las frías por prescripción de Antonio Musa 499 . Esta situación se preci- pitó en el año 26 (octubre-noviembre) en el asedio de Aracillum, cinco millas al norte de Iuliobriga 500 . Schulten sugirió en primer lugar que esta curación con com- presas o baños fríos se había producido en el balneario pirenaico de Aquae Tar- IV. Augusto y Turiaso (M.B.LL.) CÆSARAUGUSTA 76 259 CÆSARAUGUSTA 76 499 Suetonio, Augustus, 59, 81; Dio Cassius, LIII, 30, 3. 500 En el Aradillos actual, RODRÍGUEZ COLMENERO, A. 1977, 76. La toma de esta ciudad fue llevada a cabo después por Cayo Antistio. La situación de este enclave sin embargo, no carece de dudas como ha puesto de relieve RAMÍREZ SÁDABA, J. L., 1999, 186 ss.

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  • Ya se ha visto cómo entre los exvotos, el de divus Augustus toma un lugar deprivilegio por su especial naturaleza. El hecho de que en época de Trajano se pre-sentase esta ofrenda reutilizando un retrato anterior de Domiciano, requiere, evi-dentemente, una explicación, que a la fuerza tiene que basarse en la relación en-tre el propio emperador Augusto y la ciudad de Turiaso, además de los propioslazos de Trajano como heredero de la dinastía. Para ello forzosamente hemos dereferirnos a determinados acontecimientos de la vida del propio Augusto y a lasemisiones monetales de la ciudad que nos dan la clave para la interpretación delconjunto que estudiamos.

    1. La curación de Octavio Augusto (fig. 150)

    Es conocido el episodio de Augusto, que durante su estancia en Hispania conmotivo de las Guerras Cántabras (29-25/24 a. C.) se vio afectado por unas fluxio-nes de hígado. Estas lo redujeron a tan desesperado estado que hubo de someterse a unremedio arriesgado y dudoso: puesto que no se le aprovechaban las compresas calientes,se le aplicaron las frías por prescripción de Antonio Musa499. Esta situación se preci-pitó en el año 26 (octubre-noviembre) en el asedio de Aracillum, cinco millas alnorte de Iuliobriga500. Schulten sugirió en primer lugar que esta curación con com-presas o baños fríos se había producido en el balneario pirenaico de Aquae Tar-

    IV. Augusto y Turiaso

    (M.B.LL.)

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    499 Suetonio, Augustus, 59, 81; Dio Cassius, LIII, 30, 3.

    500 En el Aradillos actual, RODRÍGUEZ COLMENERO, A. 1977, 76. La toma de esta ciudad fue llevada acabo después por Cayo Antistio. La situación de este enclave sin embargo, no carece de dudascomo ha puesto de relieve RAMÍREZ SÁDABA, J. L., 1999, 186 ss.

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    bellicae501, pero parece que hay que deslindar en la vida de Augusto, en primer lu-gar, el episodio de su curación tras la guerra cántabra y después, la toma de ba-ños en su regreso a Roma en un balneario («pirenaico» según la versión de Cri-nágoras502).

    501 SCHULTEN, A., 1962, 184.

    502 Hay varias posiciones en la identificación de este baño «pirenaico»:

    1. Quienes simplemente sitúan el episodio en los manantiales del Pirineo, sin espepecificar (SYME,R., 1989, p. 420).

    2. Quienes, como MONTENEGRO, A., 1982, 185, sitúan la estancia balnearia de Augusto en AquaeTarbellicae, identificada con Dax, en las Landas francesas, tras abandonar Tarraco. Le siguen otrosautores posteriormente, como GOZALVES CRAVIOTO, E., 1997, 241.

    3. Los autores que ponen en duda la identificación de este balneario entre los muchos conocidosen el ámbito pirenaico, como puso de relieve ETIENNE, R., 1952, 8 ss., haciendo ver que la refe-rencia de donde ha partido la hipótesis, el epígrama de Crinágoras (Anthol. Pal., IX, 419), men-ciona únicamente a las aguas de los Pirineos. En dicho lugar, la estancia de Augusto había dadouna enorme fama a unas aguas hasta entonces desconocidas y a las que solo acudían los leña-dores (en la alusión estricta a los pirineos franceses pudo ser Aquae Tarbellicae, Vicus Aquensis,Aquae Onesiorum...). Uniendo a esta referencia las alusiones de Suetonio (V Aug. LXXIII: ... con-tentus hoc erat ut insidens ligneo solio, quod ipse Hispanico verbo duretam vocabat...) concluye, porla cita del autor a la bañera hispana, juntamente con la alusión a las marinae aquae, que la re-ferencia pirenaica había de aplicarse, desde el lenguaje retórico (traduciendo Purhnh como«promontorio») al Cabo Cerbera o Bear. En su defecto, admitiendo el valor tradicional dePurhnh, cabría pensar en un establecimiento de la vertiente española (Ayguafreda, Caldas deMontbuy ¿?).

    4. Por su parte BLÁZQUEZ, J. M., GARCÍA-GELABERT, P.,1992, 60 ss. opinan directamente que el bal-neario debe buscarse en Hispania y no en Dax.

    BellumCantabrum

    Balneario HISPANIA

    Balneario GALIAS

    Estancia enTARRACO Balneario HISPANIA

    Curación enTARRACO

    Curación enTURIASO

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    Bellum Cantabrum(26 a.C.)

    “bañera hispana”(Suetonio)

    “marinae aquae”(Suetonio)

    “agua pirenaica”(Crinágoras)

    “baños de agua fría”(Suetonio) Roma

    1º 2º 3º

    FIG. 150. Esquema de las hipótesis en torno a la enfermedad de Augusto. Según M. Beltrán.Gráfico: A. Blanco.

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    soEs evidente que esta dolencia le obligó a retirarse a Tarraco, donde tenía esta-blecidos sus cuarteles de invierno, como menciona Floro503 y en la misma línea in-sistió Dion Cassio, aunque éste no alude mas que a las fatigas y preocupacionesque le hicieron enfermar, teniendo que retirarse a Tarraco para reponerse504. Es sa-bido el papel desempeñado por el médico del emperador, Antonio Musa cuyosbaños fríos salvaron la vida del emperador505, pero en ningún lugar se afirma queestos baños los recibiera Augusto en la propia Tarraco, como deducen algunos au-tores del simple hecho de haberse trasladado a dicha capital tras el quebranta-miento de su salud506. El único hecho seguro que se deduce de lo comentado es lacuración del emperador gracias a los baños de agua fría, el papel activo que en surecuperación tuvo Musa y que estos acontecimientos (que en la capital del Impe-rio adquirieron proporciones enormes al divulgarse el rumor de que el propio em-perador había fallecido507) tuvieron lugar en Hispania (en la Tarraconense) en tor-no al final del primer episodio del bellum cantabrum.

    El regreso de Augusto hacia Tarraco hubo de realizarse por el camino más cor-to, por el Ebro, desde donde el desvío a Turiaso es ciertamente factible.

    2. Las emisiones monetales de Turiaso y Augusto

    La ciudad inició sus emisiones a partir de los años 29-28 a. C. como se razo-na más abajo a propósito de las emisiones con la interesantísima cabeza femeni-na, el letrero SILBIS, un tipo ecuestre y la leyenda TVRIASO. El episodio de la cu-ración de Augusto en las aguas de Turiaso hubo de producirse en el 26 o entredicho año y su marcha de Hispania en el 24 a. C., episodio que puede coincidircronológicamente con la primera emisión, que tal vez recuerde o conmemore di-cho acontecimiento, como evocaría la presencia de la ninfa Silbis.

    2.1. La primera emisión monetaria. El tipo ecuestre508

    2.1.1. Primera variante (figs. 151,1,2)

    De esta emisión se conocen dos variantes en el reverso. En esta versión, se tra-ta de un jinete a la izquierda, sobre caballo parado que levanta la pata derecha y

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    503 Floro, II, 33; Dio Casio, 53, 25, 2: «la fatiga y las preocupaciones le hicieron enfermar, y tuvo queretirarse a Tarragona para reponerse».

    504 Dio Cassio, 53, 25, 6.

    505 Plinio, NH. XXV, 38. Se le llegó incluso a erigir una estatua en Roma, junto a Esculapio (Suetonio,Augusto, LIX). Musa fue un seguidor de Asclépiades de Bitinia y junto a su hermano Euphorbus,desarrolló un nuevo sistema de tratamiento con aguas frías (JACKSON, R., 1988, 56).

    506 GOZALBES, E., 1997, 242 ss.

    507 Horat. carm., III, 14.

    508 No se entra ahora en el análisis metrológico de estas series cuyas expresiones pueden verse en BUR-NETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 401 ss. La primera emisión con ases de peso medio entorno a 12,28 grs. También VILLARONGA, L., 1979, 244; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., BLÁZQUEZ, C., 2001,379, etc.

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    FIG. 151. 1, 2: Turiaso. Primera emisión, primera variante (RPC, 401/23; 401/29); 3. Áureode Octavio del año 43 a. C. (Crawford, 497/1); 4. Denario de Octavio del año 43a. C. (Crawford, 490/1); 5. Denario de Octavio (Crawford, 490/3).

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    soque se sitúa sobre una moldura marcada, evidenciando pertenecer a un tipo esta-tuario509. El personaje, alza el brazo derecho al frente, en el gesto de la adlocutio ytomando las riendas con el izquierdo.

    Las referencias a este tipo hay que buscarlas en el monumento ecuestre quefue erigido en honor de Octavio, el 2 de enero del año 43 a. C. en Roma junto ala tribuna de los oradores. El modelo del joven César procede de la estatua repro-ducida en el reverso del áureo de A. Manlio, acuñado en Roma, anterior al año 80a. C.510. En esta estatua aparece, sobre caballo parado a la izquierda, el dictador, L.Sila, vestido con la toga, que le deja al aire el hombro derecho, cuyo brazo alza alfrente, con la mano extendida, en el gesto habitual del general que se dirige a lastropas.

    El primer modelo de la estatua aludida de Octavio, está reproducido en losáureos del mismo año 43 a. C.511, con caballo parado, en el que Octavio sustentaun lituus en la mano derecha y phalerae al cuello del animal, habiéndose figuradodebajo de la moldura un espolón de barco aludiendo al lugar del emplazamientode la estatua, con los rostra como elemento decorativo. En estas piezas se hacemención a la resolución del senado que hizo posible el homenaje. S(enatus) C(on-sultum) (fig. 151,3).

    Los denarios de Octavio del año 43 a. C. con la leyenda C. CAESARIMP/S.C. (fig. 151, 4) nos ofrecen la mejor imagen de Octavio, aparentementedesnudo, sobre caballo parado a izquierda y con el brazo alzado al frente con lamano levantada, en dos series que se ordenan a partir del título exclusivo de im-perator512, sucediéndole el que alude al Triunvir Reipublicae Constituendae (fig.151,5)513. Esta estatua, como se ha dicho, parece ser la descrita por Velleius Pater-culus en Roma514 en el año 43 por decreto del senado, y antes de la guerra contraMarco Antonio. El tipo se ajusta estrechamente al monumento ecuestre ya men-cionado de L. Sila.

    En la misma línea tipológica está el denario del año 41 a. C.515, en el que sefigura el tipo estatuario conocido, pero esta vez con el caballo al galope, mar-chando a la izquierda y con la leyenda POPVLI IVSSV. Es decir, por decisión delpueblo y no del senado como inicialmente se había acordado.

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    509 VIVES, A., 1924, lám. 155, 2. Ej. de no buena calidad. Mejor se observa en el reproducido en ETIEN-NE, R., 1958, lám. XIII, 5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 401; BANTI, L., SIMÓNET-TI, L., 1975, VIII, 12.

    510 Con la leyenda L(ucius) SVLL(a) FELI(x) DIC(tator): SYDENHAM, E. A., 1975, 762; TRILLMICH, W.,1988, 475, fig. 208 b.

    511 ZANKER, P., 1992, 59; CRAWFORD, M. H., 1974, 497 1; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1974, IV, 167, n. 169-170. También insiste en este modelo GOMIS, M., 1997, 47. El báculo de augur alude a la autono-mía militar de Octavio.

    512 CRAWFORD, M. H., 1974, 490, 1.

    513 CRAWFORD, M. H., 1974, 490, 3; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1974, V, 272-273, núms. 709-711 y 708respectivamente. La erección de la estatua, según Sydenham, fue provocada por la devolución depoderes al Senado en el año 27 a. C., hecho que entonces no tendría relación con los aconteci-mientos de los años 42-39 a. C.

    514 II, 61, 3.

    515 CRAWFORD, M. H., 1974, 518, 2.

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    so Finalmente en los áureos del 32-29 a. C. con la leyenda Caesar Divi f.516, queparece el aspecto definitivo del monumento ecuestre que nos ocupa (en la líneadel modelo reproducido en los denarios del 41 a. C.), encontramos a Octavio le-vantando el brazo derecho al frente y sujetando la brida del caballo con la iz-quierda, y con un manto envuelto a la cintura, ondeando al viento (¿?), en opi-nión de Zanker517.

    Hasta aquí los modelos y sus versiones del monumento del joven César. Vol-viendo al representado en la emisión turiasonense, nos parece evidente que se tra-ta de un tipo estatuario518, circunstancia a la que ya aludieron el propio Vives519 yGrant520, aunque sin ajustar los tipos reproducidos. Sobre los modelos oficiales deOctavio, decididos por el senado y el pueblo de Roma, observamos como en eltipo de Turiaso introduce una clara variante formal, en la que el caballo, parado ya izquierda, levanta la pata derecha.

    Es sintomático el gesto con el que aparece Octavio, con la mano extendida.Su figura no se encuentra desnuda como en los modelos referidos de Roma. Seaprecia parte de su atavío, sobre todo una túnica corta en la que se advierten lospliegues desde la cintura y la coraza521. Es evidente que va vestido como coman-dante del ejército, y se separa así de los modelos antecitados, con lo cual la inten-cionalidad es clara, estamos ante una alusión al general de la república, al impera-tor, adoptando la actitud normal al dirigirse a las tropas con la mano derechaextendida.

    Una representación de Octavio, figurado en la actitud de imperator y protago-nizando una adlocutio, con el brazo extendido al frente, estaba declarando de for-ma abierta el importante papel del centro emisor, Turiaso, en la retaguardia de laguerra y dejando patente su dedicación a la figura de Octavio. El tipo de caballoparado que levanta la pata derecha, parece original de este momento, en lo referi-do a otros modelos de Octavio figurados en las emisiones de oro y plata, lo queno impide pensar que estuviera directamente inspirada en las estatuas erigidas enlas fechas mencionadas, cuyo momento más tardío se sitúa en el año 29 a. C., apartir del cual hay que situar la emisión turiasonense522.

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    516 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, IV, 83 ss. 46, 47; GROSS, W. H., 1986, 34 y fig. 6; GIARD, J. B., 1988,lám. IV, 82-84.

    517 ZANKER, P., 1992, 60 y fig. 30 a). En opinión de Kraft (KRAFT, K., 1969, 221) se trataría de una esta-tua erigida en honor de los combatientes que participaron en la batalla de Actium. No se aprecia conclaridad el detalle del manto ondeando al viento en los ejemplares que hemos podido consultar.

    518 No es este el único modelo de estatua ecuestre reproducido, ya que se conocen otros, distintos,con caballo con pata levantada, sobre pedestal alto ante la puerta de una ciudad, (Ceca de Roma,año 17 a. C.) (GIARD, J. B., 1988, XVI, 357-361).

    519 VIVES, A., 1924, vol. IV, 92: estatua ecuestre de Augusto (?).

    520 GRANT, M., 1969, 168.

    521 Véase el reverso especialmente bien conservado reproducido en BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPO-LLÈS, P. P., 1992, lám. 28, 401 (caballo parado). No se aprecian otros detalles, pero el torso podríair cubierto con coraza. También, el ejemplar reproducido en VILLARONGA, L., 1979, n. 902, que con-firma las mismas conclusiones que el anterior. El mismo atuendo se desprende del dibujo de lamoneda en DELGADO, A., 1976, lám. CLXXX, 11: en él se ha dibujado la coraza, el paludamento yun calzado alto a modo de cothurnus.

    522 Este modelo del emperador con el brazo levantado y caballo parado levantando la pata izquierda,reaparece después en la amonedación de Adriano, según recoge PINA, F., 1988, lám. 1, 4 y pp. 112 ss.

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    soPor otra parte no deja de ser significativa la elección del lenguaje iconográfi-co en el que Octavio aparece también, al mismo tiempo, como pacificador, fenó-meno en el que se insiste en las Res Gestae523, sin perder de vista que en cada casomencionado, la paz dependió de la guerra que tuvo que imponer en la Galia, His-pania y Germania, desde Gades hasta el Elba524.

    Ya a partir de esta amonedación, juntamente con otras (Dertosa, Saguntum,Calagurris y Osca) dedujo Etienne en su día525 la participación de Turiaso en la co-niuratio del año 32 a. C. que expresan las Res gestae Divi Augusti, y en consecuen-cia la recompensa recibida por las ciudades fieles a Augusto, que fueron incluidasen la política de urbanización acometida por el emperador a través de sus ejecu-tores, como C. Calvisio Sabino y T. Statilio Tauro526.

    2.1.2. Segunda variante

    La segunda variante527 en la que el jinete, sobre caballo que se alza sobre laspatas traseras, retrasa, horizontal, el brazo derecho (fig. 152,1), se ha interpretadocomo un trasunto del jinete ibérico con espada, presente en las propias emisionesindígenas de Turiasu528 y siguiendo la tendencia, como en otras cecas, de incorpo-rar tipos ibéricos en las primeras emisiones latinas (Bilbilis, Osca, Segobriga ...).

    Una observación atenta de los escasos ejemplares conocidos, elimina de pla-no dicha interpretación. Es evidente que el brazo retrasado no sustenta ningún ob-jeto y se presenta extendido y horizontal al suelo, y no acodado como en las ver-siones ibéricas portadoras de un arma. El brazo izquierdo, se dirige claramentehacia las riendas del caballo.

    Esta actitud en la numismática hispanolatina, resulta original y, atendiendoa lenguaje de los gestos, no podemos sustraernos a las semejanzas con los dena-rios de Octavio (leyenda CAESAR DIVI F: 29 a. C.529), en los que se reproduce untipo estatuario, en el cual figura nuestro personaje el joven César, con hábito mi-litar como en las monedas turiasonenses, conduciendo a su ejército con el gestodel brazo, que extiende, horizontal, hacia delante (fig. 152, 2)530. En la emisión deTuriaso, sin duda por problemas de espacio, se ha reproducido la misma actitud,pero con el brazo hacia atrás, en gesto equivalente.

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    523 RG, 26.2-3.

    524 GRUEN, E. S., 1986, 54 ss.

    525 Siguiendo a GRANT, M., 1969, 168 ss; ETIENNE, R., 1958, 359.

    526 Ténganse en cuenta sin embargo las fechas aducidas para Dertosa, que pudo recibir en época deCésar su rango municipal, que se confirma después en las monedas de Tiberio (BELTRÁN LLORIS, M.Y F., 1980, 66).

    527 VIVES, A., 1924, lám. 155, 1; BANTI, L., SIMÓNETTI, L., 1975, VIII, 12bis; BELTRÁN LLORIS, M. BELTRÁNLLORIS, F., 1980, 27; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 402; RIPOLLÈS ALEGRE, P. P.,1998, 353.

    528 VIVES, A., 1924, lám. 52, 7 y 8, que son precisamente las series más modernas de la ceca indígena.Estas series son análogas en la representación a las del área vascona, de bentian (VIVES, A., 1924,XLIV), baskunes (VIVES, A., 1924, XLV), etc.

    529 GROSS, W. H., 1986, 46.

    530 GIARD, J. B., 1988, 65, ns. 1-4; TRILLMICHT, W., 1988, 483 ss., cat. 326.

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    FIG. 152. 1. Turiaso. Primera emisión, segunda variante (RPC, 402); 2. Denario de Octavio,32-29 a. C. (Giard, 1988, 84); 3. 4. El mensaje de Actium en las monedas de Octavio (Giard, 1988, I, 1 y 11).

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    soEl modelo aludido, con otros dos en los que Octavio está hablando al ejérci-to con el brazo levantado al frente (como en la primera versión de Turiaso) (fig.152, 4), o bien figurado con el pie sobre globo, victorioso (recordando la actitudde Neptuno)531, pertenece al programa victorioso que el joven César formuló an-tes de la batalla de Actium: dirigiéndose al ejército primero, conduciéndolo alcombate después (fig. 152, 3), y bendecido finalmente por la Paz gracias a su Vic-toria532. La misma actitud de la adlocutio es la que se adopta en el conocido mo-delo estatuario de Prima Porta, en el que aparece Augusto, alzado sobre una tri-buna, con traje militar de gala, con túnica, coraza y paludamentum, creación quesimboliza el nuevo orden a raíz del año 27 a. C.533. El 16 de enero de dicho año,recibió el joven Octavio el título de Augustus.

    En esta situación y atendiendo al especial planteamiento de las guerras en elNorte de Hispania, queda fuera de toda duda que en el programa referido en la nu-mismática hispanolatina de Turiaso, se está recurriendo al mismo lenguaje gestualque evidencian, con claros efectos propagandísticos, las series de Roma.

    Habida cuenta de la situación referida en la emisión turiasonense, en la queOctavio aparece en secuencias que se asocian claramente a la situación bélica con-tra cántabros y astures reinante en Hispania, es evidente que los tipos monetariosse están haciendo eco del nuevo orden que impone Octavio después de Actium,evocado especialmente en las emisiones del año 29 a. C.

    2.1.3. Cronología del tipo estatuario

    Partimos así de unos antecedentes precisos. En esta situación no cabe dudade que esta primera emisión de monedas con sus dos variantes, tiene que situarsedespués del año 29 a. de C. En las monedas se están copiando los modelos referi-dos de Actium, que, en nuestra opinión, están aludiendo al propio Octavio. En estepunto conviene fijar la cronología por su límite inferior, a partir de la fecha enun-ciada, el año 29 a. C.

    Está claro que el senado de Turiaso escoge para el anverso el tipo relevante dela ciudad, la ninfa Silbis cuya notoriedad debió ser grande en dicho momento. Enesta elección está haciendo gala de su carácter de municipio romanizado que in-corpora a su nueva situación una figura emblemática de su ideario religioso pre-rromano. El tipo estatuario, aludiendo a la simbología augústea ya comentada,evidencia, por otra parte, la inclinación del municipio en un momento políticocrucial en los avatares hispánicos. La elección del tipo estatuario promovido des-pués de Actium está en la misma línea de los retratos iniciales de Octavio que fue-

    267

    531 ZANKER, P., 1992, 77.

    532 La emisiones romanas alternan en los anversos las cabezas de la divinidades correspondientes:Pax, Venus y Victoria, en clara alusión a los hechos referidos. GROSS, W. H., 1986, 32 ss. para lostipos emitidos con motivo de Actium series triunfales que sitúa en el 29 a. de C. y por lo tanto des-pués de la victoria, tipos caracterizados artísticamente por el estilo de tendencia clásica, en cuyasrepresentaciones, no obstante podemos seguir identificando las normas propagandísticas enun-ciadas.

    533 ZANKER, P., 1978, 44 ss. Si bien es verdad que no fue debido a hechos relacionados con Hispania.

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    so ron recogidos directamente, desde el mismo momento, en otras cecas hispanas dela tarraconense con ánimo de prestigiar y potenciar las emisiones y facilitar su me-jor difusión, entre otras cosas (Calagurris, Segobriga, Segovia, Bilbilis, Celsa, Osca).En estas emisiones aparece la cabeza de Octavio desnuda reproduciendo los ras-gos de sus retratos iniciales que constituyen una primera referencia a tener encuenta, a partir del tipo de Actium534.

    En este punto parece claro que la cronología puede deducirse a partir de cri-terios estilísticos, con relación al modelo iconográfico seguido en el retrato, o biensegún aspectos estrictamente numismáticos, como las leyendas presentes o la me-trología de las series enunciadas. Conviene sin embargo partir de un argumentoex silentio, referido al título de AVGVSTVS que obtuvo el emperador el 16 de ene-ro año 27 a. C. y que se ha utilizado para otorgar a determinadas series unas fe-chas post quem o ante quem en función de su presencia o ausencia. Este criterio seha aplicado a las primeras emisiones hispánicas en las que aparece el retrato deOctavio, sin su nombre en las cecas enunciadas, a las que cabría sumar la de Tu-riaso.

    a. El título de AVGVSTVS

    Algunos autores defienden que la ausencia del título de Augustus en las seriesaludidas es prueba de su cronología anterior al año 27 a. C.535.

    De este modo las series con retrato sin leyenda identificatoria o corona delaurel se vienen fechando sistemáticamente con anterioridad al año 27 a. C. Sinembargo, algunos autores, como Ripollés, estiman que no existen pruebas sólidasque avalen esta conclusión536, aunque en otras ocasiones es éste el argumento uti-lizado para fechar positivamente determinadas monedas, como las emisiones delMunicipium Italica, que se hacen posteriores al año 27 a. C. por la presencia del tí-tulo537.

    b. El retrato de Octavio

    Ya hemos aludido en otra ocasión al hecho de que las primeras emisiones deAugusto tienen una evidente unidad, remitiendo claramente a las emisionestriunvirales de Octavio, aunque se plantean evidentes problemas basados en la li-bertad de copia con la que se actúa y según las referencias que podrían hacerseatendiendo a las tres variantes que estableciera Grant, por ejemplo538. La varian-te A se origina en los años 36-28/27 a. C. y está presente en Celsa cuyo tipoespecial parece basado en la serie citada, mientras las variantes B (variante del

    268

    534 ZANKER, P., 1978, 13 ss.; VIERNEISEL, K., ZANKER, P., 1979, 29 ss, 50, «Octavians-Typus», según la ca-beza del Museo Capitolino de Roma entre otras réplicas.

    535 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1950, 50, (a propósito de las monedas de Osca, Bilbilis, Segobriga), etc.; VI-LLARONGA, L., 1979, 241, 245, 255, etc.

    536 Así lo hace RIPOLLÉS, P. P., 1997, a propósito de la ceca de Calagurris, -355-, y repite la argumenta-ción más tarde —377—, aunque sin desarrollarla. También BELTRÁN LLORIS, M. y F., 1980, mani-festando la inestabilidad de dicho argumento, 18, 28, 31 etc.

    537 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 77; id. 1997, 342.

    538 GRANT, M., 1953, 65, ss. A: lám. I, 1-3; B: I, 4, 8, 9; C: I, 5, 6.

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    soEste) y C (28-27 a.C.), derivadas del prototipo inicial se sitúan a partir del 28 a.C. Segovia539 y Segobriga parecen incluirse en la variante B (28-20 a. C.), mientrasque Calagurris y Osca lo harían en la C.

    Dentro de este marco de referencia iconográfica quedan todavía numerososproblemas, derivados de la disparidad de opiniones y del arte variado de las mo-nedas aludidas. La primera emisión de Celsa con el retrato, variante A, enlaza portipología y peso con las últimas emisiones de Lépida540, habiéndose llevado deforma unánime a un momento anterior al año 27 a. de C. e incluso a partir del 36a. de C.541.

    La cabeza de Augusto (desnuda y sin título) de Segobriga en la primera emi-sión de la ciudad, ha provocado también argumentos encontrados. Así Grant542 lasitúa en torno al 12 a. C., opinando que sigue la serie de Lión de dicha fecha, aun-que no deben desestimarse los retratos de las monedas del 28 y del 27-26 a. C.543,y sin que otros autores precisen este momento augústeo544. Las mismas referenciasretratísticas (series del 28 al 26 a. C.) se encuentran en las efigies desnudas de Oc-tavio de Segovia, que ahora el propio Grant fecha en cronología alta (28-26 a. C.)545, siguiéndole Ripollés546. En la misma tónica se encuentra la cabeza des-nuda de Augusto de Calagurris, cuya cronología fue llevada inicialmente por A.Beltrán en torno al 42 a. C.547, mientras que Grant, con base en paralelos icono-gráficos la lleva a fechas entre el 29-27 a.C.548, como Villaronga549 y M. y F. Beltrándespués550, punto que adopta Ripollés pero solo de partida, fechando dicha seriedespués del 29-27 a. C.551. Las mismas conclusiones cabría deducir para la serie deOsca, cuyo tipo artístico se reencuentra en emisiones del año 16 a. C. de la ceca deRoma552.

    269

    539 Nótese sin embargo el arte ciertamente evolucionado del retrato de Segovia, semejante a las emi-siones secundarias de C. Plotius Rufus, GRANT, M., 1953, 140, lám. VI, 4.

    540 BELTRÁN LLORIS, M., MOSTALAC, A., LASHERAS, J. A., 1984, 22.

    541 GRANT, M., 1953, 65; BANTI, A., SIMONETTI, L., 1975, 1333 (antes del 29 a. C.); VILLARONGA, L., 1979,244 (del 36 al 27 a. C.); RIPOLLÉS, P. P., 1992, 112, plantea la misma cronología con interrogante(antes 27 a.C.?); GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 238.

    542 GRANT, M., 1946, 335; GIARD, J. B., 1988, lám. LVI, 1403.

    543 RIC. 545, RIC. 487, 491; BELTRÁN LLORIS, M., BELTRÁN LLORIS, F., 1980, 62.

    544 VILLARONGA, L., 1979, 241 hace la serie augustea por el peso, 10,23 gr., que sigue el patrón teóricode 11,30 (real: 10,83) vigente entre los años 23-20 a. C.; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ,M. P., 2001, 339, aducen simplemente como argumento cronológico su presencia en los campa-mentos de Novaesium y Oberaden, que marca un término bajo para nuestros propósitos.

    545 GRANT, M., 1946, 336, cronología que admite RIPOLLÉS, P. P., 1992, 144.

    546 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 144; GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 341, augustea orepublicana.

    547 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1984, 59.

    548 GRANT, M., 1946, 165.

    549 VILLARONGA, L., 1979, 245.

    550 BELTRÁN LLORIS, M., Y F., 1980, 62. De Calagurris procedía la guardia personal de Augusto que con-servó hasta la batalla de Actium en el 31 a. C. Suet., Aug. 49.

    551 RIPOLLÉS, P. P., 1997, 355. Entre el 27 y el 13 a. C. se fecha por GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCESBLÁZQUEZ, M. P., 2001, 222, con base en su ausencia en el campamento de Oberaden.

    552 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 115: ¿antes 27 a.C.?. Las emisiones de Roma, GIARD, J. B., 1988, lám. XVII, 362.

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    so Finalmente el retrato de Bilbilis, se ha asociado a los presentes en las series delos años 19-18 a. C. por Grant553, en opinión que parece seguir Ripollés554. Hayque reconocer el enorme parentesco entre el retrato bilbilitano y el modelo de loscistóforos de dicho momento, correspondientes al grupo VII de Sutherland (19-18 a. C.)555, circunstancias que marcan iconográficamente una referencia ajusta-da556.

    Así parece que los paralelos iconográficos nos llevan desde fechas tempranashasta el segundo decenio a. de C., de donde no podemos extraer una consecuen-cia única que abone el argumento ante quem derivado de la ausencia del título deAugustus. Por otra parte la existencia de determinadas emisiones en otras cecasprovinciales del mismo fenómeno, nos inclina a favor de unos términos cronoló-gicos más amplios, que rebasan claramente el año 27 a. C. Así las emisiones deCorinto con la cabeza de Octavio sin su nombre y con dunviros de los años 10/9-5/4 a. C.557, los áureos del Reino del Bósforo fechados entre los años 15-9 a. C.558,la emisión de Nicomedia del año 25 a. C.559, la Liga Licia que emitió denarios en-tre el 27-20 a. C.560, con retratos de muy buen arte, o las emisiones de Ascalon (Si-ria) del 4/3 a. C.561, entre otras.

    Volviendo ahora al tipo turiasonense, si concluimos que la representación es-tatuaria ecuestre hace referencia directa a Octavio, y que se pueden parangonar lasconclusiones emitidas para las series referenciadas con la cabeza de Octavio sin sunombre, tendríamos que concluir que nos encontramos ante una serie emitida enun marco cronológico amplio, a partir del año 29 a. C.

    c. El mensaje de las monedas.

    Se reproducen en esta emisión dos situaciones, su recuerdo, referidas al iniciode una campaña militar, la «arenga» del general a sus tropas y al acto de «condu-cirlas» después al combate. Cabe situar estos acontecimientos entre los años su-pracitados, en todos los cuales se produjeron situaciones análogas en el escenariobélico, protagonizadas por los generales de Augusto o por el propio Augusto. En elaño 29 a. C., Octavio recibió en Roma su triple triunfo el 13, 14 y 15 de agosto562,

    270

    553 GRANT, M., 1946, 170. No se explica la duda de Villaronga (1979, 244), ya que se trata claramen-te de la efigie de Augusto, que la fecha a pesar de todo en un momento anterior al 27 a. C.

    554 RIPOLLÉS, P. P., 1992, 128.

    555 SUTHERLAND, C. H. V., 1970, grupo vii; GIARD, J. B., 1988, ns. 2216-220, especialmente 2219, 2220.

    556 No se explican las dudas que manifiesta Villaronga respecto de la identificación de la cabeza deOctavio (VILLARONGA, L., 1979, 244), que en caso afirmativo haría algo anterior al año 27 a.C.,pero sin manifestar el argumento. GARCÍA Y BELLIDO, M. P., CRUCES BLÁZQUEZ, M. P., 2001, 64, sitúanla emisión bilbilitana antes del 13 a. C.

    557 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 251, núm. 1134.

    558 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 331, núm. 1865; incluso 1873 (2 d. C.), 1879 (10d. C.).

    559 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 348, núm. 2062.

    560 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 524, ns. 3307-3309.

    561 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 674, núm. 4877.

    562 BENGTSON, H., 1981, 53.

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    socomo liberador del pueblo romano tras Actium, o bien después de la salutatio querecibió Statilio Tauro por su victoria, ya en Hispania, contra cántabros, astures y vac-ceos563, que significa el comienzo efectivo de los operativos militares de la guerracántabra. En episodios de este conflicto obtuvieron sendos triunfos tanto el legadoCalvisio Sabino, que reemprendió la lucha contra los cántabros en el año 28 a. C.,aunque ignoremos el teatro de sus operaciones564, como, al año siguiente, 27 a. C.,Sexto Apuleyo (cónsul en el 29 a. C.), que fue quien llevó el peso de la lucha comolegado de Augusto, preparando las posiciones romanas en los confines del territo-rio cántabro, circunstancias que le valieron igualmente su triunfo en dicho año565.

    Debemos así situar esta primera emisión turiasonense, a partir del año 29 a.C., marcando las situaciones del bellum cantabrum abundantes ocasiones hasta elmismo año del episodio de la curación de Augusto, tras su llegada a Tarraco coin-cidiendo con la celebración de su VIII consulado y su intervención en el 26 a. C.en el escenario bélico, en el momento en el que actuaba como su legado C. An-tistio Vetio.

    En estas circunstancias adoptamos como hipótesis de trabajo que el senadoturiasonense está recordando en sus primeras emisiones el episodio que relacionaa Augusto con la ninfa Silbis (su sanadora y protectora) tras sus triunfos en lasguerras cántabras, actuando ahora como lo hizo el propio Augusto, en sus emi-siones oficiales del 29 a. C., que escogió la compañía de las divinidades que le ha-bían amparado en sus victorias de Actium, Naulocos, y Philippos566. La no presenciade leyendas, referentes a Augusto, en las primeras emisiones hispánicas567, se ex-plica por no ser éstas, emisiones de la administración central, es decir de un mu-nicipio, como otros tantos de Asia Menor, que emitieron moneda en un ambien-te económico incipiente en el que no podían imponerse unas pautasexcesivamente rígidas por la falta de medios, como evidencia la propia aplicacióndel sistema monetario augusteo, que no se difundió homogéneamente y desde losaños 28/27 a. C. en todos los rincones del Imperio568.

    2.1.4. Salus sive Silbis

    En la primera emisión aludida el anverso se refiere a una cabeza femenina,Silbis, mirando a la derecha, laureada, con peinado con rodete, moño posterior,del que cuelgan unos ricitos alargados y adornado el cuello con collar perlado,

    271

    563 DION, 51, 20, 5. En ese momento era Gobernador de la Citerior y Grant (1969, 165), le atribuyóla fundación de Calagurris, basándose en el emblema parlante del toro y según la comparación delos tipos monetarios con los denarios romanos del 30 a. C. Pero el tipo del toro no es exclusivode esta ceca, como es bien sabido a partir de la amonedación de la Colonia Lepida.

    564 Acta Triumphalia al año 28 a.C.

    565 Acta Triumphalia al año 27 a.C.

    566 GIARD, J. B., 1988, 4 ss.

    567 Tanto del titulus de Augustus, que recibe en el 27 a. de C., como de otras referencias nominales an-teriores con las que aparece Octavio en las emisiones anteriores: Caesar divi f., Imp. Caesar divi f.,u otras fórmulas.

    568 GIARD, J. B., 1988, 7 ss.

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    tipo que se repite invariablemente en las dos series enunciadas (fig. 153, 1, 2)569.Completa el atuendo de esta divinidad un pendiente de silueta cruciforme, a par-tir de de glóbulos, como parece observarse en alguno de los mejores ejemplaresconservados de esta ceca (fig. 153, 3)570.

    Se ha identificado por Etienne, así como Sear depués, como una transposi-ción de la propia Livia que incluso simbolizaría a la ciudad de Turiaso571, en un in-tento evidente de manifestar la relación del anverso de la moneda con la estatuaecuestre de Augusto en el reverso, pero anticipando, a nuestro entender, en estemomento la figura de Livia que solo se hará patente en la numismática de la ta-rraconense, más tarde.

    272

    569 HEISS, A., 1870, lám. XXII, n. 11; VIVES, A., 1924, lám. 155, 1 y 2; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPO-LLÈS, P. P., 1992, láms. 28, 401/23 y 29 y lám. 29, 402; VILLARONGA, L., 1979, 244, n. 902.

    570 CALICÓ, X. & F., 1979, n. 1211. No se aprecia este detalle en otras ilustraciones del modelo ni enlos ejemplares de diversos monetarios que hemos consultado.

    571 ETIENNE, R., 1958, 400; SEAR, D. R., 1974, 89.

    FIG. 153. Silbis: 1. Seg. Calicó, 1979, 1211; 2. RPC, 401/29; 3. Dibujo de la representaciónde Silbis; 4. Salus: Denario de Mn. Acilio Glabrio (Crawford, 1974, 442/1a).

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    soTambién se sugirió por parte de Hill su identificación con una ninfa o divi-nidad local572, al igual que A. Beltrán posteriormente reafirmó la posibilidad de suinterpretación como una ninfa573, sin que se haya progresado más en la identifi-cación574. Igualmente se ha querido relacionar el nombre Silbis con el río Queiles,el Chalybs de las fuentes, lo que resulta difícil de demostrar575. Grant, por su parte,insistió en la calidad de un segundo apelativo de la ciudad, como Dertosa IIerca-vonia o Calagurris Nassica576. Parece claro que esta figura ha de referirse a una divi-nidad cuyo nombre nos resultaba desconocido hasta la fecha.

    Afortunadamente la iconografía numismática nos proporciona preciosos pa-ralelos en determinadas emisiones que nos conducen directamente a la figura deSalus, protectora de la salud física. Nos interesan así en primer lugar los denariosde Mn. Acilius Glabrio que emitió moneda en la ceca de Roma en el año 49 a. C.con cabeza de Salus en el anverso (fig. 153, 4)577, que constituye hasta el momen-to el mejor antecedente del tipo turiasonense, coincidiendo en el tipo de peinado,collar de perlas en el cuello, pendiente cruciforme578 e incluso disposición especialde los dos ricitos que cuelgan sobre el cuello y por detrás del moño. Más lejos estáel modelo anterior, del año 91 a. C. que reproduce el denario de D. Iunius Silanuscon cabeza de Salus, que se acerca más a los prototipos griegos579.

    En época de Augusto observamos la misma efigie turiasonense en las mone-das de Buthrotum en las emisiones broncíneas de P. Pomponius Graecinus y M. Pu-llienus del año 10 a. C.580. En las primeras emisiones romanas hemos de ver alu-siones a la construcción de un templo de Salus en el Quirinal (emisión deSilano)581 o una referencia a la introducción de la medicina griega en Roma por

    273

    572 HILL, G. F., 1931, 166.

    573 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1977, 45; Id. 1980a, 138; también RIPOLLÈS, P. P., 1998, 353, divinidad lo-cal o ninfa.

    574 BELTRÁN LLORIS, M., BELTRÁN LLORIS, F., 1980, 54, con las referencias a los posibles modelos gene-rales de Libertas o Venus, en modo alguno concluyentes.

    575 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953a, 26. Sobre hidrónimo Chalybs, véase GARGALLO, M., 1993-1994, 46 ss.De Chalybs procede el posterior nombre, Queiles, por atracción de la y a la sílaba inicial acentua-da, asimilación del grupo -bs a -s e introducción de una e como vocal de apoyo. En documenta-ción del 1127 se menciona el río Kelles y en los escritores árabes figura como Kalas o Calez.

    576 GRANT, M., 1969, 168.

    577 anv) Cabeza de Salus a derecha con leyenda SALVTIS; rev) Salus de pie (Valetudo), apoyada en unacolumna y con serpiente en la diestra, MN. ACILIVS.IIIVIR.VALETVD(inis); está clara la identifi-cación de Salus con Valetudo, dotada de los atributos de Hygieia. SYDENHAM, E. A., 1975, 154, fig.922 (año c. 55 a. C.); CRAWFORD, M. H., 1974, n. 442 1 a, y p. 461 (49 a. C.). MARWOOD, M. A.,1988, 22. M. Acilio fue un seguidor de César. Veánse las numerosas variantes de esta emisión enBANTI, A., 1980, 85 ss.

    578 Entre las variantes del pendiente, pueden observarse algunas idénticas a la de Tarazona, en la quela forma cruciforme se hace menos estilizada con una cierta tendencia al aspecto arracimado, pro-ducido por el aspecto perlado o redondeado de las extremidades distales de la parte superior dela cruz, como evidencian, entre otras, las variantes 15/1, 17/1, 19/7, 19/20, etc. recogidas en BAN-TI, L., 1980, que reproducen un tipo de pendiente con travesaño central o barrita rematada en gló-bulos (perlas) y la barrita vertical, también rematada de la misma forma o con una esferita dora-da, sin que sea posible entrar en mayores detalles.

    579 CRAWFORD, M. H., 1974, n. 337 2b.

    580 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 275, lám. 70, n. 1389.

    581 Atribuido a C. Iunius Bubulcus Brutus, del que desciende Iunius Silanus.

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    so parte de los Acilii en la emisión del 49 a. C. Por su parte la referencia a SALVTIS enla moneda de Buthrotum, así como a la Concordia, en otro ejemplar de la mismaceca, está aludiendo claramente, como puso de relieve Grant582, retomando el pa-saje de Dion Cassio583, a la erección por parte de Augusto y en el año 11 a. C., deestatuas de él mismo junto a las de Salus Publica, Concordia y Pax, pasaje del quese hizo eco igualmente Ovidio584. En este sentido Salus aparece como el equiva-lente romano de Hygieia585.

    Encontramos de este modo una preciosa aclaración al anverso de la monedaturiasonense que retoma los atributos de Salus, personificación divina de enormeriqueza relacionada con el restablecimiento de un orden positivo contra los peli-gros, y absorbiendo en el ejemplo presente los rasgos salutíferos de una deidad li-gada a las fuentes586. La iconografía clásica de la amonedación turiasonense esciertamente explícita, pero al conservarse el epíteto indígena, se sitúa claramenteen un momento histórico en el que la interpretatio romana se muestra respetuosacon el culto prerromano de Silbis, un ejemplo que sería paralelizable al de otrasdivinidades que portan nombres romanos más epítetos indígenas y en los que yahan insistido otros autores: Aquae Eleteses, Fons Sag[---], Salfus, o la propia SalusBidiensis, así como las referencias a determinadas ninfas, cuya denominación ro-mana puede obedecer, sin embargo, a significativos fenómenos de sustitución re-ligiosa, que debieron ser muy eficaces, por ejemplo, en el ámbito del NO587.

    En esta situación al igual que en los modelos del 29 a. C. de Roma, se asocianlas estatuas de Augusto (adlocutio, conductor del ejército y general vencedor), conlas diosas Pax, Venus y Victoria, observamos un fenómeno análogo en el modeloturiasonense. Es evidente que no se trata de las divinidades aludidas que se acom-pañan todas de rasgos específicos. Desde el punto de vista artístico no pueden ne-garse los parentescos entre nuestra imagen y las referidas, e incluso en algunos ras-gos concretos, (tipo de moño, rizo posterior, collar perlado o pendientearracimado), nos acercamos a la cabeza de Venus, de la que se separa, no obstan-te, por la láurea en lugar de la diadema que luce la diosa invariablemente588.

    La singularidad en el ejemplo que analizamos se encuentra en la sustituciónde las divinidades que acompañan a Octavio en los denarios de Roma, por Silbis

    274

    582 GRANT, M., 1969, 271.

    583 LIV, 35, 2.

    584 Fasti III, 881: Ianus adorandus, cumque hoc Concordia mitis, et Romana Salus araque Pacis erit.

    585 MARWOOD, M. A., 1988, 13 ss.

    586 SALADINO, V., 1994, 656.

    587 TRANOY, A., 1979, 119 ss.; DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 126.

    588 En la moneda de Octaviano luce exclusivamente la diadema (ZANKER, P., 1992, fig. 42b), seg. va-ciado plástico de moneda de la Biblioteca Nacional de París; GIARD, J. B., 1988, 65, 1-4); en otrosejemplos la diadema se acompaña por láurea (SYDENHAM, E. A., 1975, 884 —63-62 a. C.—; Id., 929—54 a. C.—; Id., 992 —45 a. C.— etc.).

    PAX/adlocutio VENUS/conductor VICTORIA/vencedorSILBIS/adlocutio SILBIS/conductor

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    (Salus), divinidad local cuyo papel en los acontecimientos, como veremos, es cier-tamente significativo.

    En relación con el culto a las aguas y enlazando la figura de Salus con los ge-nios, ninfas o divinidades salutíferas acuáticas, debemos mencionar la pátera deépoca de los Flavios de Otañes (Santander)589, con la inscripción Salus Umeritanaen la que junto a las conocidas escenas del culto a las aguas, con bebida, envasa-do y transporte (en las que faltan la inmersión u otro tipo de instalaciones balne-arias), se ha figurado a la ninfa en la parte superior en actitud tradicional, repre-sentada como una joven, desprovista de atributos o adornos, con el torsodesnudo, tendida en el suelo y apoyada en un recipiente del que simbólicamentemanan las aguas590 (fig. 154). Este modelo de la ninfa recostada, parece corres-ponder a una variante escultórica del tipo de ninfa dormida sobre ánfora que se

    275

    589 GARCÍA Y BELLIDO, A., 1949, 467 ss., lám. 345; BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 59; BA-RATTE, F., 1992, 45 ss. fechando la pátera en el siglo IV d. C.

    590 La misma representación parecen admitir las dos esculturas atribuidas a ninfas de Bormos (Cá-diz), desnudas y recostadas, fechadas en el s. II d. C. (GARCÍA Y BELLIDO, A., 1949, 164, lám. 133;BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 52; DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 388). Hay que destacarla falta de atributos en los modelos relativos a las ninfas que deja en la imprecisión, en cuanto asu identificación, a determinados hallazgos como la escultura acéfala, con túnica y manto, en-contrada en la inmediatez de los baños de Alhama de Almería (CARA BARRIONUEVO, L., RODRÍGUEZLÓPEZ, J., 1992, 414).

    FIG. 154. La Salus Umeritana en la pátera argéntea de Otañes.

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    so transmite desde el helenismo hasta Roma591, también conocida en las representa-ciones musivarias, en las que es frecuente el único adorno de un collar de perlas ycabellos recogidos por diadema592.

    También cabe la posibilidad de que Silbis sea el nombre de una divinidadasociada a la fuente de Tarazona, como las documentadas en el territorio hispáni-co indoeuropeo (Cohvetena —Firol, Lugo—, Suleis Natugaicis —Condado, Oren-se—)593.

    Se conocen en Hispania hasta doce testimonios del culto a Salus594, testimo-nios que parecen alejarse de la personificación abstracta de la Salud, mediante ad-vocaciones unidas al agua, en forma de documentos epigráficos que parecen ma-nifestar analogías con el culto asociado a las ninfas, sanadoras en cuantorepresentan al agua en si misma, mientras que a Salus, le vendría otorgado el cul-to acuático derivado del carácter curativo del líquido elemento. Así se observa enlas dos dedicatorias de Baños de Montemayor (Cáceres)595, la de Baños de Valde-lagarza (Cáceres)596, el ara de Montánchez597, la inscripción de Valencia de Alcán-tara (Cáceres)598, Robledillo de Trujillo (Cáceres)599, la lápida de Bóveda (Orense)a las Ninfas Salutares600 o la dedicatoria de Trocus en Caldas de Montbuy (Barcelo-na)601, que no hacen sino (dentro de cierta ambivalencia) corroborar su identifi-cación con las ninfas, concretándose así el significado de dicha advocación salutí-fera. La inscripción de Montánchez recoge igualmente el apelativo indígena de laadvocación, Salus Bidie(n)sis602. Ya puso de relieve Mangas603 los evidentes rasgos

    276

    591 FABBRICOTTI, E., 1976, 67 ss.; LOZA AZUAGA, M. L., 1994, 263 ss.

    592 SAN NICOLÁS PEDRAZ, M. P., 1997, 467 ss. No entramos ahora en la cuestión de la identificación deeste hallazgo con un manantial de tipo termal, ya que por las circunstancias de su hallazgo —jun-to a otros objetos de plata— podría calificarse como un tesorillo de platero.

    593 MARWOOD, M. A., 1988, 116 ss.; DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 140 ss., También MARCO, F., 1999, 157ss. No se olvide que Coventina se clasifica también como ninfa en contextos termales británicos:DÍEZ DE VELASCO, F., 1992, 142.

    594 MANGAS, J., 1986, 315-316; DÍEZ DE VELASCO, F., 1987, passim. Este trabajo contenido en microfi-chas es resumido por BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992; DÍEZ DE VELASCO, F., 1998, 101ss.

    595 ROLDÁN HERVAS, J. M., 1965, núms. 1-2; RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 357 y lám. II. Junto a los epí-grafes se encontraron además numerosos exvotos en barro cocido, representando pies, manos,brazos, animales domésticos, etc.

    596 Recogidos también por BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 35; RODRIGO, V., HABA, S.,1992, 362 ss. Tanto en el epígrafe de este lugar como en el de Baños son anómalas las referenciascomo Safu y Salfu por Salus.

    597 ALBERTOS, M. L., 1952, 60.

    598 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 58.

    599 RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 379, lám. X.

    600 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 60. Del siglo II d. C.

    601 BLÁZQUEZ, J. M. y GARCÍA-GELABERT, P., 1992, 45.

    602 Nombre posiblemente referido a la fuente Bidia, en opinión de BLÁZQUEZ, J. M., 1977, 307; SALI-NAS DE FRÍAS, M., 1982, 339, n.º 36; RODRIGO, V., HABA, S., 1992, 378. No deben olvidarse las Nim-phae fontis Ameueni (León), CIL II, 5084 (BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 62), y la propuesta como ninfa deAmeipicer (Bracara), Celiborca (Villasbuenas), Frovida (Braga), las nimphae Varcilenae (Valtierra), lascaparenses (Caparra) (BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 62 ss. y fig. 6), auriensis (RODRÍGUEZ COLMENERO, A.,1997, 101), silonis (id., 99), etc.

    603 MANGAS, J., 1986, 315 ss.

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    sode indigenismo del culto a Salus en el territorio lusitano donde se concentran lostestimonios604, contrastando con la helenizada Salus en el resto de Hispania.

    En el caso turiasonense, es evidente que estamos ante un culto instituido enun momento anterior a la presencia de Roma, sin que podamos aducir otros tes-timonios que la persistencia de Silbis en la primera amonedación augústea, salvoinsistir en el sustrato que parece afectar a estas manifestaciones en toda la porciónde ámbito indoeuropeo hispánico, cuyas raíces son evidentemente profundas ennuestra sociedad antigua605.

    En éste culto ha obrado, en la representación iconográfica, el sincretismo deRoma que plasma en el modelo monetario mediante la imagen de Salus, comoocurre en el ejemplo de la divinidad salutífera, la ninfa Umeritana que recibe lamisma denominación, ejemplos que se unen a las divinidades indígenas ocultasbajo las denominaciones romanas, como el epíteto Salutatibus de Bóveda o la ad-vocación a las nymphis s(alutaris) de Villabermudo (Palencia)606. La interpretatio deRoma ha actuado en este caso asumiendo la representación de la ninfa Silbis conla imagen monetaria de la Salus romana y muy posiblemente potenciando susfunciones y valor dentro de las virtudes propias de ésta. En el ámbito del valle delEbro607 es esta la única «advocación» a Salus que se conoce hasta el momento y enel conjunto peninsular se trata también de un unicum numismático608.

    Esta asociación de Silbis/Salus protegiendo a Octavio representado en los doshitos de su programa victorioso (adlocutio y conductor del ejército) contra los cán-tabros, precisamente en emisiones de una ciudad situada en la retaguardia tran-quila del escenario bélico, son precisamente los argumentos que prestan origina-lidad al episodio que narramos, en el que se incrementa la relación del jovenCésar con la ciudad del Queiles y su santuario de aguas salutíferas como se razona.

    2.2. La segunda emisión de Turiaso: Augusto y Livia (fig. 155)

    Desde la emisión anterior hasta la presente, no se emitió moneda, transcu-rriendo pues un importante lapso de tiempo. Se introduce ahora, después del 2 a.C., en el anverso la cabeza de Augusto laureada, con la leyenda IMP.AVGVSTVS.P.P.y en el reverso una cabeza femenina desnuda con TVRIASO, teniendo esta serie lascorrespondientes variantes y emitiéndose ases y sémises609. Es evidente el cambio

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    604 VÁZQUEZ HOYOS, A. M., 1979-1980, 66.

    605 DELIBES DE CASTRO, G., FERNÁNDEZ MANZANO, J., PÉREZ RODRÍGUEZ, F. J., 1997, 117 ss.

    606 CIL II 2911. También las ninfis salutatibus de San Pelagio de Bóveda: RODRÍGUEZ COLMENERO, A.,1997, 100.

    607 DUPRÉ, N., PERÉX AGORRETA, M. J., 1992.

    608 Exceptuado el posible trasunto de las drácmas ampuritanas, muy anteriores, relacionadas con laninfa Aretusa, y que evidencia del mismo modo la existencia de una divinidad o ninfa local queprotege el asentamiento colonial (OLMOS, R., 1992, 107). Recoge nuestra interpretación Salus/Sil-bis, BELTRÁN LLORIS, F., 2002, 50; Id., 2002a, 170, en la recensión de divinidades celtibéricas orien-tales, resaltando su ausencia de los repertorios de divinidades celtibéricas hechos hasta la fecha yanotando que el nombre no tiene paralelos en la epigrafía celtíberica ni latina.

    609 VIVES, A., 1924, lám. CLV, 3 y 6, 4 y 5; HILL, G. F., 1951, lám. XXXII, 7; BURNETT, A., AMANDRY, M.,RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 403-407.

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    que se ha obrado en la estampa del reverso con la cabeza femenina, cuyo arte se hamodificado ostensiblemente.

    Heiss ya situó esta moneda en la serie de Augusto y Livia610. Grant611 incidióen la identificación con Livia, anotando su anticipación respecto de su aparienciaen época de Tiberio612 y también Etienne se refirió a él como una Livia muy idea-lizada simbolizando la ciudad de Turiaso613.

    Se trata de un retrato con peinado característico que se aleja del modelopresente en la versión de Salus/Silbis, aunque manifiesta cierto parentesco, des-apareciendo la láurea de la cabeza, así como el adorno en el cuello y rematán-dose el peinado en un característico moño o «nudo», ciertamente simple que seaprecia con claridad en los ejemplares mejor conservados614 y del que pendendos trencillas, o coletas largas de aspecto ciertamente rígido y en las que se apre-cia cierto detalle ondulado. Podría pensarse que corresponden a las extremida-des de unas infulae, pero es notoria la diferencia entre este detalle y el presenteen la misma moneda en el anverso con la cabeza de Augusto en cuyo retrato lasínfulas se presentan onduladas y lisas, sin la rigidez y perfil rugoso del retratofemenino.

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    610 HEISS, A., 1870, lám. XXII, 12.

    611 GRANT, M., 1969, 169; Id., 1950, 143.

    612 Sobre el retrato de Livia en la amonedación augústea, puede verse, GROSS, W. H., 1962, 22 ss., porejemplo en Alexandrea (Aegyptum).

    613 ETIENNE, R., 1958, 400, XIII, 6.

    614 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, lám. 29, n. 403.

    FIG. 155. Turiaso. Segunda emisión. 1. Livia y cabeza de Augusto laureada (RPC, 403); 2-3.Sémises (RPC. 404/2 y 404/7).

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    soEsta representación especial de doble coleta no aparece con frecuencia en lasmonedas habituales de Livia, con la excepción de determinados bronces de cecaincierta con leyenda griega en reverso ICIN junto a la cabeza femenina y retrato deAugusto, sin leyenda en anverso615. Más clara es la identificación con Livia en losases de Thessalonica, de la época de Tiberio616, en donde se advierte el mismo de-talle en el peinado, con la diferencia de la diadema visible ahora sobre la cabeza.

    Este tipo de peinado está presente en el camafeo de Boston y se ha identifi-cado como la forma 5 del peinado de Livia, «sacerdostyp»617, en el que se asocia latrenza especial con sendos bucles alargados que caen sobre los hombros, en mo-dalidad que se ha fechado por Polaschek en época temprana de Tiberio618 y queaún podría ser anterior, de época augústea tardía619. Este tipo de trenza, es un avan-ce del modelo que veremos más tarde en los retratos de Agripina Maior (en épocade Calígula), o Antonia Minor (Claudio).

    Interesa resaltar la cronología de esta emisión y la temprana aparición de Li-via, que se explica bien después del año 4 a. C., el de la adopción de Tiberio porAugusto, en cuyo momento, como madre del sucesor del César, Livia pasa a des-empeñar un importante papel.

    En este punto debemos comparar el retrato de Turiaso con el reproducido enlas monedas alejandrinas de época augústea, en las que aparece Livia, como unajoven mujer, de largo y esbelto cuello y rostro finamente delicado, en el que des-taca la nariz con vigorosa personalidad, además de los detalles del labio superior,boca y barbilla, como ha puesto de relieve Gross620, características todas presentesen nuestras emisiones, a pesar de su estado de conservación.

    En la Tarraconense, el culto de Livia, solo se extiende a partir del reinado deTiberio621, como divinidad o en calidad de sacerdotisa, como fue considerada a lamuerte de Augusto. Su presencia en las monedas es aclaradora:

    279

    615 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 717, lám. 193, 5428.

    616 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 301, lám. 77, 1568, fechada entre el 14-20/23 d.C.

    617 WINKES, R., 1982, 134 y fig. 5.

    618 POLASCHEK, K., 1973, 164.

    619 WINKES, R., 1982, nota 2, recogiendo la opinión de Gross: «spätaugusteisch-frühtiberische».

    620 GROSS, W. H., 1962, 22 ss.

    621 Véase sobre todo ETIENNE, R., 1958, 428 ss.

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    A la vista del cuadro presente observamos de una parte el predominio de Li-via, como diosa, siempre en época de Tiberio, asociada o identificada como:

    — Genetrix Orbis622,

    — Pietas Augusta,

    — ¿Ceres?

    — Salus Augusta.

    Independientemente de las asociaciones a Pietas y Genetrix Orbis, nos intere-san las identificaciones como Salus. En el ejemplo emeritense, eliminando la po-sibilidad de que la figura del reverso pueda ser una referencia a Ceres623, (recuér-dese la estatua de Livia como Ceres de Leptis Magna, de época de Tiberio624),tendríamos la conjunción de Livia diosa (Salus Augusta) y Livia sacerdotisa (IVLIAAVGVSTA), como vio Etienne625, en moneda acompañada en el reverso de la le-yenda permi(issu) Augusti626. También es clara la aparición de la diosa (con la efi-gie de Livia) en la ceca de Carthago Nova, en moneda del año 39 d. C., que se ha

    280

    622 Aparece sobre globo y con luna en fase creciente, con una claro valor cósmico BURNETT, A.,AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 73; BANTI, L., SIMONETTI, L., 1975, VIII, ns. 2-6.

    623 Obsérvese la espiga en su mano.

    624 CAPUTO, G., TRAVERSARI, G., 1976, n. 58, lám. 54.

    625 ETIENNE, R., 1958, 430.

    626 PERM AVGVSTI SALUS AVGVSTA, VIVES, A., 1924, lám. 145, 4-5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPO-LLÈS, P. P., 1992, ns. 38-39.

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    soquerido explicar como un voto por la salud de Calígula cumplido en dicha ciu-dad. Ello explicaría la leyenda Sal Aug, con representación de Salus en la emisiónde los II viri Cn Atellius Flaccus y Cn. Pompeius Flaccus627. Más dudosa resulta la in-terpretación de SAL AVG sobre altar, en relación con Livia, (en ausencia de imáge-nes), en la amonedación de Ilici.

    Por otra parte interesa anotar bajo Tiberio la fórmula específica de Salus Au-gusta que aparece en la ceca de Roma (22-23 d. C.)628.

    Finalmente en calidad de sacerdotisa, únicamente aparece en las cecas de Ita-lica y Caesar Augusta.

    También se ha querido ver en estas referencias el ejemplo de una asociaciónentre la grave enfermedad de Livia629 y la leyenda Salus Augusta.

    En todo caso llama la atención la fecha temprana, augústea, de la presenciadel tipo especial de Livia en la moneda de Turiaso, que se convierte en una verda-dera anticipación de lo que veremos en la moneda hispánica desde Tiberio encuyo momento, tras la muerte de Augusto, toma Livia el título de Iulia Augusta,desde el 14 d. C. No ocurre así en otras cecas como en las orientales, en las que enépoca de Augusto es frecuente la aparición de Livia, como ha resaltado Gross630.

    La ausencia de leyendas explícitas en la moneda turiasonense impide llegarmás lejos en estos comentarios, pero no deja de ser extraordinariamente signifi-cativo el hecho de que a la emisión con el tipo de Silbis/Salus, suceda precisamen-te esta serie en la que continúa Augusto y una personificación de Livia, provistasin duda alguna, a los ojos de los provinciales de un cierto carácter sagrado. La an-ticipación respecto de lo que ha de venir después nos parece sin duda un hechode extraordinaria importancia.

    2.3. Salus y el emperador

    Se ha insistido en la evidente relación entre la figura de Salus y el empera-dor631. A los antecedentes de época de Augusto comentados, que se intensificaránsi cabe a partir de Tiberio, se añaden los testimonios posteriores. En dicha ópticadeben situarse los votos anuales de los fratri arvales por la Salus del emperador ydel estado romano que tenían lugar el 3 de enero632 y que tiene su mejor expre-sión en los sucesivos monumentos que perpetúa la numismática. Estos van referi-dos tanto a la época de Tiberio como a la etapa flavia en forma de notorios alta-

    281

    627 BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953, 58. Esta cabeza fue identificada con Cesonia por Vives (1924, p. 23)y con Livia, sin fundamento, por Etienne (1958, 429), aunque este autor mezcla el anverso de lamoneda de Ilici con el altar con el reverso de la moneda de Carthago Nova, como han resaltadoBURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 92. Se propone la existencia de un templo de Sa-lus en el mons Sculapii de Carthago Nova (BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1947-48, 220).

    628 MATTINGLY, H., 1965, 131, ns. 81-84, lám. 24, 2.

    629 GROSS, W. H., 1962, 18 ss.

    630 GROSS, W. H., 1962, 22 ss.

    631 HILD, J. H., 1969, 1058 ss.; STEVENSON, S. W., SMITH, C. R., MADDEN, F. W., 1964, 713 ss.; MAWOOD,M. A., 1988, 9 ss.; SALADINO, V., 1994, 656 ss.

    632 WISSOWA, P., 1970, 1483-1485.

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    so res de culto, que en Hispania se encuentra presente incluso en la ceca de Ilici633 yque tiene su mejor expresión en los sestercios de Roma de época de Tito y Domi-ciano con altares en forma de templo634. Saladino ha anotado un desarrollo espe-cial en los votos que pronunciaron los Arvales en el año 86 d. C. por la Salus deDomiciano, mediante una fórmula en la que se pretendía incluir a todos los ciu-dadanos del imperio: ex cuius incolumitate omniun salus constat, sentido que se in-crementará sobre todo en la época de Trajano635.

    La iconografía monetaria recoge la imagen de Salus, sentada o de pie, con di-versos atributos y posturas, de forma ininterrumpida en la amonedación de Ne-rón, Vespasiano, Tito, Domiciano, Trajano y sucesores, en representaciones queseguirán repitiéndose hasta el siglo III con leyendas alusivas, Salus Augusti, SalusAugusta, Salus Publica, Salus generis humani (con Trajano), etc.636.

    Igualmente en el calendario de las fiestas militares de Dura Europos se esta-blece la celebración de juegos de circo en honor de Salus en las nonas de Agosto,y en honor a Marte el 4.º día de los idus de Mayo. Estos ludi habrían de tener lu-gar en el campamento de la cohorte XX Palmyrenorum. El documento se data en-tre los años 225-227637.

    2.4. El tipo de ob civis servatos (fig. 156)

    No deja de ser significativo que la tercera emisión de Turiaso de época de Au-gusto, a partir del 2 a. C., por la constatación de P(ater) P(atriae), adopte el tipode la corona civica de roble, relacionada con Augusto en calidad de salvador, repi-tiendo el modelo de ob civis servatos, pero conteniendo ahora el nombre del mu-nicipio638, que en una de las variantes se constata su condición augústea en la le-yenda MVN AV TVRIASO639 y volviendo a incidir en el fenómeno de la salvacióncolectiva en la clara alusión además al municipio de Turiaso. El mismo reverso serepite en las emisiones posteriores de Tiberio, hasta llegar a los modelos del toro.La corona civica fue uno de los elementos de propaganda más difundido en épocade Augusto, basada en el homenaje que recibió en el año 27 a. C., tras su nom-bramiento como Augustus. El Senado honró a Augusto plantando a la entrada desu residencia en el Palatino, dos laureles y colocando una corona civica (de roble)sobre la puerta, ob civis servatos640. Así aparece la corona en la primera emisión

    282

    633 VIVES, A., 1924, lám. 133, 10-11; BELTRÁN MARTÍNEZ, A., 1953, 61, referido a la enfermedad de JuliaAugusta, la madre de Tiberio; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 196-197. Épocade Tiberio.

    634 Tito: MATTINGLY, H., 1966, 261, lám. 50, 1, altar en forma de templo mostrando cuatro columnassobre el podio. Domiciano: MATTINGLY, H., 1966, lám. 70, 7 (altar con doble puerta central, 84-86d. C.), 72, 1 (90-91 d. C.); SALADINO, V., 1994, 660.

    635 SALADINO, V., 1994, 660 ss.

    636 Véase el elenco en SALADINO, V., 1994, 656 ss.

    637 PEREA YÉBENES, S., 2001, 364-366.

    638 VIVES, A., 1924, lám. 155, 9, 10, 12; lam. 156, 11. BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992,ns. 408-412.

    639 GARCÍA Y BELLIDO, M., P., BLÁZQUEZ, C., 2001, 380, 13.ª emisión.

    640 ALFÖLDI, G., 1973.

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    (aureus) del año 27 a. C.641, siendo significativo que es el águila de Júpiter la queporta dicha enseña, junto a las leyendas Augustus y Caesar cos. VII civibus servateis.El mismo tipo de corona de roble aparece en otras cecas hispánicas642.

    2.5. ¿El toro de Venus y de la Fortuna Caesaris adoptado por Augusto?(fig. 157)

    Se conocen tres emisiones con toro en el reverso, correspondientes a los dunvi-ros C. Caec. Sere/M. Val. Duad., M. Pont. Marsus/C. Mari. Vegetus y L. Caec. Aquinus/M.Cel. Palud.643. La simbología del toro en la numismática se presenta como un fenó-meno ciertamente complejo644, dependiendo de la ceca y de la tipología645 formal de

    283

    641 BMC, I, 58, núm. 317, lám. 6, 2; GIARD, J. B., 1988 189, núm. 1280, lám. 51.

    642 GOMIS, M., 1997, 42.

    643 VIVES, A., 1924, láms. CLVII, 1; CLVI, 10-11 y 12 respect.; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOOLÈS, P. P.,1992, 132-133 y ns. 417-419. Se sitúan en las emisiones finales de Tiberio, antes de las corres-pondientes a los tipos del Divus Augustus.

    644 STEVENSON, W., 1964, 135; vide LÓPEZ MONTEAGUADO, G., 1973-74, 233 ss. Está claro que la inter-pretación del toro en la moneda hispano-latina hay que buscarla alejada de las creencias indíge-nas debiendo buscarse su interpretación en la simbología y mensajes que contienen las emisionesconsideradas dentro de los programas propagandísticos que ponen en uso las ciudades en funciónde sus intereses.

    645 Hacemos excepción de los toros unidos a un arado en los ritos fundacionales de las colonias deCaesar Augusta y Emerita con sacerdote, o en ejemplo del labrador de la Colonia Lepida con claraalusión a la riqueza del territorio colonial.

    FIG. 156. Turiaso. Tercera emisión. Augusto y el tipo de la corona cívica de roble (RPC, 405,406 y 411).

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    so este animal según los atributos que le acompañen y la apariencia de Bos Vittatus, Boset Stellae646 o Bos Cornupeta que puede adoptar en sus apariciones en solitario:

    El toro infulado tiene su mejor aclaración en la amonedación de César647 conla leyenda Iov(i) Optt(imo) Max(imo) sacr(um), en la que aparece un toro infula-do con frontale triangular, ante un altar de sacrificio e incluso con dorsuale, comoclara víctima en el sacrificio a Júpiter. Por su parte el bos cornupeta de la Colonia Le-pida se explica en el contexto de la amonedación cesariana de dicha ceca648, mien-tras se mantiene aparentemente lleno de incógnitas el toro figurado en solitario,como se evidencia en nueve cecas de la Tarraconense. Encontrar una explicacióngeneralista649 para la presencia de este animal en dichas amonedaciones se pre-senta sumamente difícil, máxime sin proceder a un estudio in extenso de la sim-bología del toro en otros contextos no numismáticos y además teniendo en cuen-ta la tradicional presencia del toro en los cultos, creencias y ritos prerromanos650,e incluso sin olvidar el valor del toro como representación de una divinidad de ca-rácter fluvial cuyos prototipos se remontan a postulados griegos651. No obstante supresencia inicial en la amonedación de Lepida Celsa aboga por una interpretaciónexclusivamente romana para esta representación, como veremos.

    En la evidente asociación de significados de los tipos de anverso y reverso quese deduce en la interpretatio numismática (estatua de culto/templo, programaspropagandísticos religiosos, etc.), no hemos de perder de vista la asociación en Le-pida en la serie II de L. Nep. y L. Sura (circa 39 a. C.)652 del toro del reverso a la fi-

    284

    646 Solo el caso de Segobriga (VIVES, A., 1924, lám. 135, 2), que se relaciona además con la tradiciónestilística de la Bética (RIPOLLÈS, P. P., ABASCAL, J. M., 1996, 31).

    647 El mismo tipo estereotipado (triángulo, ínfulas, dorsal) que aparece en otras representaciones,como en el bajorrelieve con cortejo del Templo de Apolo en el Campo de marte en Roma (c. 20 a.C.) (SIMON, E., 1986, 141).

    648 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 16.

    649 BELTRÁN LLORIS, F., 2002a, 174, generaliza una interpretación religiosa, evidentemente, pero no pa-rece claro que todas las referencias al toro hayan de explicarse en sentido sacrificial.

    650 BLÁZQUEZ, J. M., 1957, 28 ss.; MARCO SIMÓN, F., 1978, 47 ss.

    651 Como recoge Blázquez, siguiendo la opinión de ALTHEIM, S., 1951, 35.

    652 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 16.

    Vittatus Stellae Cornupeta Bos ÉpocaTuriaso Augusto

    Cascantum (mitrado) (semis) Cascantum TiberioGracurris (mitrado) Gracurris (cabeza) Tiberio

    Calagurris AugustoClunia Augusto

    Ercavica (mitrado) Ercavica AugustoOsicerda (mitrado) Osicerda TiberioCaesar Augusta (mitrado)

    Lepida Lepida 39-37 a. C.Celsa Augusto-TiberioCarthago Nova (semis) 22 a. C.

    Tarraco (semis, cuadrante) Tarraco (cuadrante) AugustoSegobriga (semis)

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    gura de Venus, siendo intencionada la relación zodiacal del signo de taurus con ladiosa653, antepasada del propio César y por lo tanto proclamando a través de susatributos el origen divino de la gens Iulia, cuyas imágenes y origen de la estirpeasumió sin dudas Octavio, como proclaman una vez más, entre otras, los denariosdel año 31 a. C. con Venus Genetrix y la leyenda Caesar divi filius o las piezas ante-riores con los retratos del Divus Iulius y el Divi filius654.

    En la misma ceca, Lepida, queda la posibilidad de la serie IV que podría aso-ciar a la Fortuna655/toro. La polivalencia del toro656 así, no se detiene en su nexocon Venus, pues se asocia además al prodigio que se produjo cuando César ofre-ció un sacrificio a la diosa Fortuna en el año 49 a. C., escapándose entonces el ani-mal y explicándose el acontecimiento como señal inminente del éxito militar queobtendría allende el mar657. La Fortuna (Caesaris) le acompañó desde entonces.

    285

    653 Dion. XLI, 39, 2.

    654 SYDENHAM, E. A, 1975, 1335, 1336.

    655 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 17.

    656 Que es muy significativa en la ceca de Lepida, exceptuado el toro cornúpeta, asociado a cabeza deRoma (BELTRÁN LLORIS, M., et alii, 1984, 13), el tipo de toro parado se encuentra en el siguientecontexto:

    657 Dion, XLI, 39, 2.

    FIG. 157. Turiaso. Emisiones con el toro de época de Tiberio (RPC, 417-419).

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    ANVERSO REVERSO SERIEHércules Toro parado a derecha I, semisVenus Toro parado a derecha II, asFortuna ¿? Toro parado a derecha IV, as

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    so Vemos así como el tipo de toro, íntimamente arraigado en la tradición julia,se convierte en una auténtica referencia al origen de la ciudad. Así no extraña quela primera emisión de Augusto, reproduzca nuevamente el tipo de toro parado(años 36-31 a. C.)658, ejerciéndose una evidente continuidad en la simbología dela ceca. Parece evidente la intención de Augusto en mantener esta prolongación enel tipo del toro, que veremos más tarde en los denarios de Pérgamo del 27 a. C.659

    y en los áureos de Lugdunum (15-14 a. C.)660. Por otra parte tampoco cabría des-echar, en la prolongación del uso de este tipo en la amonedación de Augusto, lainterpretación tradicional del juego de palabras entre taurus y el cognomen inicialdel propio Augusto, Thurinus661.

    Se enriquece de esta manera la multiplicidad de significados bajo este sím-bolo, ligado tanto a la figura de César como a la del propio Octavio Augusto. Lasseries emitidas en Celsa, a partir del año 27 a. C., perpetúan el tipo con numero-sas variantes, prolongándose hasta la amonedación bajo Tiberio.

    Pensar de este modo en una aplicación generalizada del símbolo en las cecastarraconenses, como ocurre con la corona cívica, no podría estar desencaminado,por más que este tema requiera una investigación en profundidad, dentro del con-texto general que cada ceca ofrece dentro de su ámbito histórico. Deducir así quela presencia del toro en las series turiasonenses constituye una nueva referencia alemperador y a su linaje nos parece ciertamente apropiado en el contexto generalque inspiran las restantes series.

    2.6. El tipo de divus Augustus (fig. 158)

    Las últimas emisiones de Turiaso, de época de Tiberio continúan haciendogala de los lazos entre el municipio y Augusto, y en dicha tónica muestran los ti-pos de divus Augustus en dos emisiones que con la misma leyenda reproducen untipo estatuario sedente662 y el busto del emperador radiado663. El primero se rela-ciona tipológicamente con la representación figurada en el sestertius de Tiberio fe-chado en el año 21-22 d. C.664.

    2.6.1. Tipo sedente a lo jupiterino

    En el tipo estatuario, que repite el esquema iconográfico de Júpiter, de enor-me éxito en la época imperial665, aparece Augusto sentado a izquierda en sella cu-rulis, con corona radiada fulmen y cetro (fig. 159, 1)666, o con pátera (fig. 159, 2)

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    658 BELTRÁN LLORIS, M. et alii, 1984, 22.

    659 GIARD, J. B., 1988, XXXVI, 941-943.

    660 MATTINGLY, H., 1928, 78, 450.

    661 Suetonio, Augusto, 7, 1.

    662 VIVES, A., 1924, 156, 2; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 422.

    663 VIVES, A., 1924, 156, 3, 5; BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 423, 424.

    664 RIC 48.

    665 NIEMEYER, H., 1968, 59 ss. Veánse las numerosas réplicas que recoge MADERNA, C., 1988, 163 ss.

    666 DELGADO, A., 1876, lám. CLXXXII, 26; VIVES, A., 1924, lám. 156, 2; VILLARONGA, L., 1979, 247, fig.1053; también GARCÍA Y BELLIDO, M. P., BLÁZQUEZ, C., 2001, 381 n. 46.

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    en lugar de fulmen667. Este tipo se ha dado como copia del sestercio de Tiberio delaño 21-22 d. C. con Ara Providentiae668, cuya forma original remite al modelo re-publicano del Júpiter Capitolino, derivado a su vez de las representaciones hele-nísticas de Zeus669. Sin embargo, ya expresamos que no se trataba de una copia ser-vil de dicho modelo (el del sestercio de Tiberio)670, pues dicho prototipoestatuario representa al emperador divinizado delante de altar cuadrado, sentadosobre trono y con los pies sobre taburete muy fino, portando en la mano rama delaurel y cetro, en una de las variantes (fig. 159,3)671, o pátera y cetro en la segun-da (fig. 159, 4)672. Para Sydenham673 se trata de una estatua de Augusto dedicada

    287

    667 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 422.

    668 SUTHERLAND, C. H. V., 1984, I, 48.

    669 MADERNA, C., 1988, 27 ss.

    670 BELTRÁN LLORIS, M., 1984, 129.

    671 COHEN, M., 1985 (I), 105, núm. 309; Véase un elenco en BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 936;GIARD, J. B., 1988a, III, 50 (22-23 d. C.).

    672 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 937; GIARD, J. B., 1988a, III, 51 (22-23 d. C.).

    673 SYDENHAM, E. A., 1968, 32.

    Caesar Augusta

    Tarraco

    Emerita

    Corduba

    Italica

    Turiaso

    150 Km.

    DIVUS AUGUSTUS EN HISPANIA

    Representaciones numismáticas de Divus Augustus como Júpiter.Representaciones estatuarias del tipo de Divus Augustus (épocas varias).Representaciones numismáticas del tipo de Júpiter sedente. Tiberio.Representaciones numismáticas de la cabeza radiada de Divus Augustus.

    FIG. 158. Divus Augustus en Hispania. Según M. Beltrán, cartografía A. Blanco.

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    FIG. 159. El tipo de Divus Augustus sedente. 1a. Turiaso (Vives CLVI, 2); 1b. Turiaso(Delgado, CLXXXII, 26); 2. Turiaso (RPC, 422); 3. Roma (Giard II, 50); 4. Roma(Giard. II, 51); 5. Tarraco (RPC, 224); 6. Tarraco (RPC, 222); 7. Caesar Augusta(RPC, 346/14).

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    sopor Livia en el año 22 y que se alzó junto al teatro de Marcelo en Roma, delantedel Ara Providentiae674. Este tipo se repite posteriormente tanto en emisiones de Ti-berio-Caligula675 en silla curul y grueso taburete, como en las restituciones de Tito,Domiciano y Nerva676.

    Ni los atributos de que se acompaña Augusto, ni el tipo de trono sobre el quese sienta permiten deducir una copia servil de este modelo en las emisiones his-pánicas conocidas. Un tipo análogo con la leyenda Divo Augusto S.P.Q.R. se emi-tió en la ceca de Roma (34-35 d. C.), sobre carro tirado por cuatro elefantes, repi-tiendo el modelo del 22 d. C. con rama de laurel677, o con pátera, en emisión del36-37 d. C.678.

    La variante con pátera (también sin altar como en Turiaso), se presenta igual-mente en Tarraco (fig. 159, 5)679, en donde se añade la variante de Victoria sobreesfera universal, precisamente en las monedas con la singular y anticipativa le-yenda Deo Augusto680, tipo que no deja de relacionarse con el figurado en los de-narios anteriores al año 31 a. C. en los que aparece Octavio sobre sella curulis conla Victoria en la misma actitud (fig. 159, 6)681. Es evidente que estos tipos estatua-rios debieron erigirse a continuación de la ascensión de Tiberio y el comienzo dela edificación del templo dedicado a Augusto. El modelo presente en Caesar Au-gusta repite el tipo estatuario ya conocido en Tarraco, pero representándose ahorano Augusto, sino el emperador Tiberio, que ostenta la pátera, en las emisiones del28-29 d. C. y del año 31-32 d. C. (fig. 159, 7)682. En el ejemplo más temprano laasociación al templo hexástilo dedicado a la Pietas Augusta abona también suidentificación como una estatua de culto.

    Así las cosas vemos como las copias tarraconenses resultan originales en losmodelos con fulmen y Victoria de Turiaso y Tarraco. En lo relativo al municipio delEbro, hay que considerar la estatua de Tiberio del Museo Chiaramonti de Roma683,que lucía cetro y muy posiblemente el rayo, con lo que tendríamos una clara apro-ximación al modelo común seguido en dicho lugar y en Turiaso. En Leptis Magna,por otra parte se han documentado estatuas sedentes del propio Augusto684 y de

    289

    674 FUCHS, G., 1969, 44, lám. 9, 105-107.

    675 BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 863; GIARD, J.B., 1988a, III, 52-53 (22-23 d. C.).

    676 Tanto el modelo con pátera (Tito, 80 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, ns. 949-953—)como el el portador de rama de laurel (Tito, 80 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, ns. 939-948—, Domiciano, 82 d. C. —BANTI, L., SIMONETTI, L., 1974, VI, n. 1016—, Nerva —BANTI, L., SI-MONETTI, L., 1974, VI, n. 1041—).

    677 GIARD, J. B., 1988a, V, 84-85.

    678 GIARD, J. B., 1988a, V, 111-112.

    679 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, n. 224.

    680 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 221-223.

    681 GIARD, J. B., 1976, núm. 43. La Victoria sobre globo en HÖLSCHER, T., 1967, 6 ss.

    682 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, ns. 344 (28-29 d. C.), 346 (31-34 d. C.).

    683 NIEMEYER, H., 1968, 105, n. 85, lám. 28.

    684 NIEMEYER, H., 1968, 104 ss; Museo de Trípoli n. 611751. La estatua de Augusto mantiene el globoen la mano derecha y se apoya en el cetro con la diestra. Sobre la cabeza corona radiada. Nótesela túnica colgando por el hombro izquierdo, con el resto del torso desnudo, exactamente como elmodelo reproducido en las monedas conocidas.

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    so Claudio, repitiendo el tipo de «Jupiter-Kostüm»685, cuyos antecedentes encontra-mos ya en la Gemma Augustea (10 a. C.)686 y en la interesantísima exedra erigida enel foro de Tibur (Tívoli) por el liberto M. Vareno, en cuyo ábside se encontró unaestatua sedente, aunque falta de cabeza, correspondiente al mismo modelo jupi-terino687.

    Así, no tendría nada de particular, teniendo en cuenta las galerías de retratosde la Casa julio-claudia que vemos presentes en numerosas ciudades, que rivali-zaban entre si en esta oferta hacia el emperador, que en Turiaso (dada la singula-ridad del modelo representado) pudiera alzarse una estatua en la línea señalada,poniendo de relieve el carácter divino en el prototipo jupiterino adoptado, que ennuestro ejemplo, de forma singular, se ve realzado por la presencia del fulmen. Esnotable la progresión conseguida en este modelo, en el que Augusto asume losatributos del mismísimo Júpiter, al que se aludía en modelos anteriores a travésdel águila que portando la corona civica en sus garras honraba al propio Augustosegún el magnífico áureo emitido en Roma en el año 27 a. C.688.

    En cuanto al momento cronológico del modelo de Turiaso, se ha repetido sudependencia del modelo romano (sestercio de 21-22 d. C.) y de las emisiones deCaesar Augusta del 28-29 y 31-32 d. C., haciéndose posterior a dicha data689, lo queno parece comprobable atendiendo a las diferencias enunciadas.

    En el ejemplo de Tarraco parece patente la interpretación como una estatuade culto dependiente del templo (como en Caesar Augusta), figurado en los rever-sos de las monedas690 y que demuestran el desarrollo del culto de divus Augustusdesde el año 15 d. C., documentado en los textos y en los hallazgos epigráficos691.Hay que recoger la opinión de Woods692 que considera que los tipos templariosRPC 219 y 221-23, con el modelo de estatua de Augusto con Victoria y globo sonsimplemente proyectos del mismo modelo, cristalizado definitivamente en el mástardío RPC 224, lo que no nos parece probable dados los antecedentes conocidoscon el tipo de la Victoria sobre globo, de fecha anterior.

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    685 NIEMEYER, H., 1968, lám. 30.

    686 KÄHLER, H., 1968, lam. 5. Augusto se representa con lituus, lám. 12, 2.

    687 PARIBENI, R., 1925, 249-252 y fig. 7; MADERNA, C., 1988, n. JT 14; ZANKER, P., 1992, 365, fig., 248.

    688 GIARD, J. B., 1988, I, 144 ss., núm. 911f.

    689 BURNETT, A., AMANDRY, M., RIPOLLÈS, P. P., 1992, 130.

    690 VIVES, A., 1924, CLXX, 6.

    691 Quintil., Ins. Orat. VI, 3, cuando los tarraconenses anunciaron a Augusto el nacimiento de una pal-mera sobre su altar; Tacitus, Ann., I, 78, sobre la embajada hispana que solicitó permiso a Tiberiopara edificar un templo a Augusto (15 d. C.). Este templo no se ha encontrado todavía en las ex-cavaciones de Tarragona y se ha situado en la parte baja de la ciudad, integrado en el foro de la co-lonia, de donde proceden los restos epigráficos y estatuarios relacionados con el culto imperial(AQUILUE, X. et alii, 2000, 31 ss., 69 ss.). Relacionada con el culto a Augusto, está la dedicatoria deuna estatua en época flavia por Marcus Acilius Ninphodotus, a DIVO AVG(usto) (TARRATS, F., MASSO,J., KOPPEL, E. M., NOGALES BASARTE, T., CAZES, D., s/a, 202; CIL II, 4094; ALFOLDY, G., 1975, 34, n.65; RIT 65). En la misma zona debió ubicarse el altar de Augusto. También se suma al culto de losemperadores la campanita ritual de bronce con la inscripción alusiva ... salvis Augustis et populo Ro-mano, felix Tarraco: ALFÖLDY, G., 1975, 200 ss., lám. CXLII, 1-2.

    692 1975, 345 ss. Opinión también re