itoloca…. lo que se dice de alguien€¦ · exclama: el cielo se llena de gritos. ¡dios mío!,...
TRANSCRIPT
1 Itoloca.wordpress.com
ITOLOCA…. “Lo que se dice de alguien o de algo…”
La Información es la esencia de El Conocimiento y
génesis de la Cultura
Recopilación y análisis Político de la información, comentarios
e imágenes editadas en la prensa nacional.
Junio 25 del 2017
INFORMACIÓN
*****
COMENTARIOS
DE POLÍTICA Y COSAS
PEORES
Catón
ESPIONAJE CIBERNÉTICO ///// PAJAROS EN EL ALAMBRE
Gobierno de la República
PUNTUALIZA QUE.- En la naturaleza del Leviatán está espiar a sus enemigos.
El Estado, según Hobbes lo imaginó, es una criatura viviente, y tiene instinto de
conservación igual que todas las criaturas.
Para seguir viviendo necesita conocer aquello que lo amenaza, y adelantarse a los
designios de quienes pueden atacarlo.
Todos los gobiernos mantienen servicios de inteligencia -vale decir de espionaje-, y
someten a vigilancia permanente a sus adversarios.
Al hacerlo el Estado no reconoce límites legales: su supervivencia está por encima de la
ley. Desde luego tal cosa no justifica acciones que sólo Maquiavelo habría admitido como
válidas. En los hechos, sin embargo, así sucede, y es empresa inútil pedirle a Leviatán que
no espíe. Si somos realistas reconoceremos esa realidad, y quienes por razón de nuestro
oficio o actividad estamos frente al monstruo seremos cuidadosos de la manera en que
nos comunicamos, pues sabremos que nos vigila y recoge nuestras palabras para usarlas en
nuestro daño cuando le convenga.
¿Que eso es ilegal?
Claro que lo es, pero tal
ilegalidad no importa nada
a esa criatura que busca
sobre todo mantenerse, y
mantener su poder.
Lo demás para ella son
nimiedades.
Nuestras protestas son
nimiedades.
Negará que espía, y
mientras lo hace seguirá
comprando y usando
dispositivos para espiar.
Eso está en su naturaleza.
Quien no lo reconozca así será tan inocente que ni siquiera merecerá el honor de ser
espiado…
2 Itoloca.wordpress.com
Hay avance-Magú
El Cristalazo
Rafel Cardona Sandoval
rafael.cardona.sandoval
@gmail.com
elcristalazouno@hotmail
.com
ESPIONAJE. Claro que los gobiernos espían, siempre lo han hecho en instancias
federales y estatales.
Pero también espían particulares desde sus centros de poder y despachos que contratan.
Y cualquier caso es lamentable, inaceptable, pero operan en la impunidad;
PÁJAROS. Claro que espían.
Y la respuesta debió haber sido la de abrir una averiguación para saber quiénes espían
desde la instancias del gobierno y, también qué empresas, empresarios, dirigentes fácticos
y despachos privados espían, compran y venden su producto. ¿Será muy difícil? Si eso no
lo puede hacer el Estado mexicano, está y estamos en problemas;
ESPÍAS BUENOS; ESPÍAS MALOS
EXCLAMA: El cielo se llena de gritos. ¡Dios mío!, nos han espiado.
El gobierno fisga, mira, escucha cuanto le debería estar vedado no sólo por cumplir con la
ley, sino por decoro, por decencia. ¡A dónde hemos llegado!
Todo estalló con un refrito del New York Times, un periódico cuya fama no lo salva de
publicar las noticias con retraso.
La prensa mexicana dio a conocer hace ya muchos días (el 24 de mayo) las notas de
cómo, molestos y ofendidos por la desatención y la falta de investigación a sus denuncias
de espionaje, los integrantes civiles de la plataforma del “gobierno abierto” se habían
levantado de la mesa.
Son los mismos cuyos nombres ahora aparecen en el NYT y de quienes no hace falta
repetir identidades. Ya se sabe, ya se conocen.
Obviamente el espionaje es una práctica abusiva y ventajosa.
Y por desgracia para los gobiernos del mundo, necesaria e inevitable.
Para eso sirven los servicios de inteligencia. Para eso existen.
Hace años ese aparato en México estaba en una dirección de investigaciones “políticas y
sociales”. Hoy se llama Cisen. En aquel tiempo esa oficina trabajaba de la mano de la
Dirección Federal de Seguridad. Hoy ya no existe ese buró.
Sin embargo, muchos de quienes hoy se arrancan los ropajes en señal de duelo o ira, han
sido grandes promotores del espionaje.
3 Itoloca.wordpress.com
Atrás de las
instituciones-Hernández
El Cristalazo
Rafel Cardona Sandoval
¿No hay un diario mexicano orgulloso de pertenecer a la organización internacional de
WikiLeaks?
¿No han alzado un altar en honor de San Julian Assange?
¿No son cientos de miles las buenas conciencias capaces de sacar de la cárcel a Edward
Snowden?
Pero en esto, como en las viejas tiras cómicas de Antonio Prohias en la vieja revista Mad,
hay un espía blanco y uno negro.
Uno malo (quien me espía a mí) y otro bueno (quien me sirve a mí).
En México, buena parte de la prensa se alimenta de filtraciones y muchas de éstas (hasta
las de “Mexicoleaks”) provienen de fuentes inciertas, por decirles de alguna manera.
No podría ahora esta columna establecer una relación exacta de la cantidad de videos y
audios misteriosos con los cuales se han alimentado en los últimos años, noticiarios de
altísima calidad e impecable sentido del honor, provenientes de servicios de espionajes del
gobierno o de alguien más.
Esos materiales anónimos (videos, grabaciones destructivas de carreras políticas o
prestigios personales) son materia frecuente de la prensa más honorable del país.
Y en esos casos nadie chilla, nadie dice nada, sólo se mira subir la aguja marcadora del
rating o el tiraje. Se trata de “hazañas” periodísticas.
Hoy muchos alzan la voz contra el gobierno por haber espiado o por no haber investigado
las denuncias de espionaje.
El gobierno se hace a un lado (cosa bastante frecuente), pero nadie ofrece pruebas
definitivas.
Ni el NYT ni los quejosos iniciales.
Por el espionaje nos enteramos de los videos escandalosos de Bejarano, por ejemplo.
Por el espionaje sabemos de la diputada Cadena.
Así supimos hasta de los casos de pederastas y por filtraciones de diverso origen
sobreviven las más respetables catedrales (donde se dicta cátedra) del periodismo.
4 Itoloca.wordpress.com
El Cristalazo
Rafel Cardona Sandoval
NUDO GORDIANO
YURIRIA SIERRA
Obviamente, eso no autoriza al gobierno a fisgar en la vida privada de los activistas, pero
en una época de dispersión informativa, en la cual cada quien lleva consigo una cámara o
una grabadora en el teléfono celular, resulta demasiado fácil meter la nariz en la vida del
otro.
Cardona señala que él no sabe, como tampoco quienes lo han denunciado sin pruebas, si
ese malware proviene de las compras del gobierno a los judíos de la Mosad o el grupo
NSO o alguien hackeó a los hackers como algunos dicen.
Pero la intervención de los canadienses de un llamado Citizen Lab y la presencia de la
prensa estadunidense alimentada, obviamente desde aquí, nos llena de ingredientes para
novelar al estilo de John Le Carré o Ian Fleming.
Por lo pronto, si usted no tiene nada mejor por hacer en este día, abra esta página o vaya a
esta tienda. No será necesario volar en un Pegasus para saber las andanzas de quien usted
guste y mande.
Spy Shop Mexico
ZapMeta.mx/Spy Shop Mexico
Buscar Spy Shop Mexico Buscar en 8 Buscadores a la vez
Información 24/7
+100 Millones de Visitas · El Resumen Más Completo
P E G A S U S
RESEÑA : “Nosotros rechazamos el que, de parte del gobierno, se estén ocupando estos,
cualquier instrumento, para seguimiento o espionaje a algún medio de comunicación...”,
dijo Miguel Ángel Osorio Chong.
Había estado muy callado, aunque no le quedó de otra.
En un evento en Sinaloa fue cuestionado por los medios que acudieron, y los cuales, de
paso, protestaron por la violencia.
5 Itoloca.wordpress.com
En la redacción-Fisgón
NUDO GORDIANO
YURIRIA SIERRA
(Esa otra violencia que ha callado las voces de varios periodistas) y sobre el asunto del
#GobiernoEspía que el lunes pasado fue la primera plana de The New York Times. Y aunque si bien el tema ya había sido evidenciado hace unos meses por Juan Pardinas,
ahora supimos cuál fue la herramienta que se utilizó para seguir la pista, según el reporte,
de varios personajes públicos: el mismo Juan Pardinas, su esposa, Carlos Loret de
Mola, Carmen Aristegui y su hijo menor de edad, entre otras figuras públicas influyentes
en las diversas áreas en las que se desempeñan.
Y aunque la nota del New York Times deja
muchísimas interrogantes:
1. ¿Qué instituciones son las que habrían
pagado millones y millones por la
adquisición del software?
2. ¿En qué fechas exactamente fue
adquirido?
3. ¿Solamente el o los gobiernos pueden
adquirirlo o cabría la posibilidad de que
particulares también lo hubieran
comprado?;
4. ¿Con base en qué certezas puede
afirmarse que esos teléfonos fueron
intervenidos?)
Lo cierto es que la tan escueta declaración
que escuchamos del titular de la Secretaría
de Gobernación, así como el comunicado
de la vocería del gobierno federal del lunes
por la tarde, más de 12 horas después de
publicada la nota, dejan mucho que desear.
Una hoja sin membrete, mal redactada y
firmada por un funcionario que no
pertenece al primer círculo de
colaboradores del presidente Peña Nieto.
Así de pequeño les habrá parecido el asunto. Otro ejemplo del pésimo manejo de crisis,
que se ha convertido en sello de este sexenio. Será que tal vez no encuentran la manera
de responder a las preguntas que hoy se les plantean.
Si bien han llamado a la denuncia (para investigar lo que ya están negando que sucede), el
reporte divulgado, incluso por el mismo Edward Snowden en su cuenta de Twitter, no
reveló quién pagó los 80 millones de dólares que habría costado Pegasus, el malware con
el que se habrían realizado “trabajos de inteligencia no autorizados”, por aquello de que
les asusta la palabra “espionaje”.
Aunque todo el mundo entiende que el área —de inteligencia— la lleva Gobernación y de
ahí el interés en que Osorio Chong diera explicaciones, aunque no aportó absolutamente
nada que resolviera o desmintiera la información publicada.
6 Itoloca.wordpress.com
El Big Data
"Get Smart"
NUDO GORDIANO
YURIRIA SIERRA
por la tarde-noche se anunció que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos
contra la Libertad de Expresión iniciaría una investigación para indagar sobre esta
gravísima acusación publicada en The New York Times.
En cualquier democracia que quiera ser llamada así, las preguntas se responden en favor
de la transparencia y la gobernabilidad.
Qué mejor ejemplo que el que tenemos cruzando la frontera norte: a Donald Trump las
cosas se le han complicado terriblemente porque, a pesar de sus constantes negaciones, el
tema con Rusia y su injerencia en la elección estadunidense ha resultado todo lo opuesto a
lo que él y su equipo han pregonado durante meses.
La madeja de la opacidad y la ocultación siempre trae consigo un bumerán como efecto.
Y el otro tema que queda en el aire es que un gobierno que espía no sólo espiaría a
periodistas y a opositores. Siempre empieza por los suyos.
Como en una novela de Luis Spota… Y, vaya, el espionaje es una práctica tan antigua
como el paso del neandertal al homo sapiens.
Habilidad casi evolutiva que no ha hecho sino irse perfeccionando con la aparición de
cada nueva tecnología.
El gobierno federal tendría hoy que mostrar que ha aprendido de los errores cometidos:
salir y dar santo y seña de que lo revelado, según declaran, es mentira, que ninguna
dependencia pagó los 80 millones de dólares que habría costado el software de espionaje
(que sólo se vende a los gobiernos, por cierto)... Responder, en lugar de apostarle al
silencio, al paso de los días, como estrategia para apagar fuegos…
ADDENDUM. Pegaso, el caballo alado de la mitología griega, nació de la sangre
derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. La analogía se cuenta sola.
7 Itoloca.wordpress.com
LosPuntossobrelasíes
RAMÓN ALBERTO GARZA
ESPÍAS, GARCÍA LUNA Y SLIM
Curioso que en los dos temas de espionaje, el de 2009 y el de ahora, aparezcan nombres
de dos personajes que en su momento cuestionaron los intereses dominantes de Carlos
Slim.
CONSIDERA QUE.- Si alguien de verdad quiere llegar al fondo de las denuncias de
espionaje del gobierno mexicano a periodistas y activistas, publicadas por el New York
Times, que desempolve la historia y se asome a sus nombres.
Porque escuchar a otros suele ser una adicción de la casa, si recordamos los expedientes
revelados en 2009 cuando se abrió el caso del centro de espionaje montado en el Estado
de México.
En áquel entonces, el epicentro de ese espionaje era Manlio Fabio Beltrones, quien como
priista le disputaba a Enrique Peña Nieto la candidatura presidencial.
Lo que se descubrió fue una compleja red de intervenciones telefónicas a políticos,
dirigentes de partidos y periodistas, incluido el que esto escribe.
La denuncia se desplegó como tema de portada en la revista Proceso.
Eran los años de la antesala para la sucesión presidencial del 2012.
Pero aquella investigación terminó en nada. Nadie sabe, nadie supo, quien ordenó y para
qué se ordenó escuchar los celulares, incluso el de quien luego sería la primera dama
Angélica Rivera, quien todavía no se casaba con quien sería el futuro presidente de
México.
Por eso cuando hoy emergen en el
reportaje del New York Times los
nombres de Carmen Aristegui, Carlos
Loret de Mola, Juan Pardinas y Salvador
Camarena, entre otros, vuelven las
mismas denuncias, con los mismos
argumentos que inevitablemente acabarán
en lo mismo: en nada.
Vale la pena recordar que el primero de
estos sistemas israelíes de espionaje fue
adquirido por el gobierno mexicano a
Susumo Azano Matsura.
El empresario japonés fue el principal
contratista de equipos de inteligencia a
Gobernación y al Ejército Mexicano en
los tristes días del gobierno de Felipe
Calderón.
Fue el japonés corruptor, acusado hoy de
26 cargos en los Estados Unidos pero
impoluto en México, quien de la mano
de otro personaje insalvable, Genaro
García Luna, hicieron de Gobernación, el
CISEN y la Sedena una Gestapo azul.
A través de la secretaría de Seguridad Pública calderonista, y con la complicidad y el
interés de empresas de telecomunicaciones como Telmex y Telcel, se dilapidaron cientos
de millones de dólares en adquisición de software y hardware.
8 Itoloca.wordpress.com
LosPuntossobrelasíes
RAMÓN ALBERTO GARZA
Bajo vigilancia
LA COYUNTURA
Vladimir Galeana
*Director y conductor
de noticias Efekto tv y Radio Capital.
¿Qué pasó con la Plataforma México?
En esas operaciones comandadas por García Luna se vio involucrado Susumo Azano,
pero también el de Samuel Weinberg y José Kuri Harfush.
Fueron ellos, como coyotes o como proveedores, los que armaron al gobierno con
sofisticados y costosos sistemas de inteligencia, aprovechándose de los apetitos
revanchistas de un presidente agrio y desconfiado como lo era Calderón.
A partir de ahí se teje toda una red de intereses que terminan heredados al gobierno del
presidente Enrique Peña Nieto y que se fortalecen con nuevas adquisiciones en la
secretaría de Gobernación cuando Miguel Angel Osorio Chong absorbió la secretaría de
la Seguridad Pública.
Curioso que en los dos temas de espionaje, el
de 2009 y el de ahora, aparezcan nombres de
dos personajes que en su momento
cuestionaron los intereses dominantes de
Carlos Slim.
Uno, Luis Téllez, quien renunció a la
secretaría de Comunicaciones en medio del
escándalo de grabaciones comprometedoras
que lesionaban los intereses de Slim.
Dos, Juan Pardinas, quien es nada mas y nada
menos que director del IMCO (Instituto
Mexicano de la Competitividad) y acusioso custionador de la dominancia de “El Ingeniero”.
Si el mismo Slim, bajo cuyas órdenes opera
hoy, como asesor a la sombra, Genaro García
Luna.
El mismo “Ciertobulto” que presume su real o
ficticia influencia como accionista del New
York Times.
PRECISA QUE.- Salir a decir que el gobierno mexicano espía a los periodistas es una
brutal estupidez.
Y no es que quienes editan el New York Times sean estúpidos, porque al fin y al cabo la
costumbre es que por lo regular siempre hacen periodismo sensacionalista y tendencioso.
Pero hay otros que quizá lo sean más, porque se creyeron a pie juntillas aquello de que los
están espiando como si fueran objetivos de seguridad nacional como los grandes capos de
la droga o del crimen organizado.
Esos periodistas acostumbrados al martirio ahora hicieron un escándalo a causa de la
constante intromisión del Estado mexicano en sus vidas a través de un software que todo
lo hace, que todo lo sabe y que todo lo indaga.
Curiosamente, quienes salieron a señalar la constante vigilancia por parte de los servicios
de inteligencia son esos mismos que por costumbre o tradición lo antagonizan:
Carmen Aristegui, Emilio Álvarez de Icaza, principal operador del Centro Pro de
Derechos Humanos, y las reminiscencias de la Teología de la Liberación.
9 Itoloca.wordpress.com
Curiosidad-Magú
LA COYUNTURA
Vladimir Galeana
Ni que decir de Vidulfo Rosales y Felipe de la Cruz, testaferros del “negocio”
denominado Tlachinollan, organización dedicada a mantener el vínculo de la siembra de
amapola entre los indígenas y los “gomeros” en la zona de La Montaña, a quienes por
cierto les pagan una miseria.
La realidad muestra que lo que ahora se afirma tiene mucho de fantasioso y proviene de
quienes practican el deporte de cargarle culpas al Gobierno Federal, algo en lo que se han
especializado la señora Carmen Aristegui y seguidores.
Es más, hasta el informante Edward Snowden señaló que el espionaje a los activistas y
periodistas es un “crimen contra el público”. “No importa si es una sorpresa, o si nos
advirtieron.
Lo que importa es que se trata de un crimen contra el público”, dijo en su cuenta de
Twitter. Como bien señalan por ahí, “el burro hablando de orejas”, y pretende que
creamos sus mentiras disfrazadas de verdades. Bien haría en responder por la traición que
sigue manteniendo contra su país de origen.
Afirmar sin pruebas es pretender verle la cara a los mexicanos. Tampoco The New York
Times presentó esas pruebas que dice tener. Mucho menos la señora Aristegui y corifeos.
Y eso quiere decir que sus afirmaciones no son verdades a medias, sino mentiras
completas. Si profundizamos en el campo de las deducciones, habrá que señalar que el
golpe está dirigido al ocupante de Bucareli, lo que quiere decir que es a quien el señor
Andrés Manuel López Obrador visualiza como el enemigo a vencer, porque si de algo
podemos estar seguros es que la señora Aristegui responde a los intereses del tabasqueño.
Sin lugar a dudas, esto ha sido un tendencioso montaje, lo que también quiere decir que la
señora Aristegui y compañeros del mismo dolor participarán activamente en la sucesión
presidencial. Insisto, acusar sin pruebas es lo mismo que mentir, y utilizar a los medios de
comunicación para realizar campaña negra resulta oprobioso.
El tiempo colocará a cada quien en su real dimensión.
Por lo pronto, el Gobierno Federal retó a The New York Times a que presente pruebas.
Y lo mismo debieran hacer los corifeos de este país. Al tiempo.
10 Itoloca.wordpress.com
Estrictamente Personal
RAYMUNDO RIVA PALACIO
INQUIERE: ¿INOCENTES DE ESPIAR?
Unas cuantas horas después de que circulara el reportaje del The New York Times sobre
el spyware para intervenir comunicaciones de periodistas, abogados de derechos humanos
y activistas, el gobierno de México envió una carta al editor del periódico, donde afirmó
que “no (había) prueba alguna de que agencias del Gobierno mexicano (fueran)
responsables del supuesto espionaje descrito en (el) artículo”.
Firmada por un funcionario de segundo nivel de Los Pinos, la carta subrayaba el respeto a
la privacidad y la protección de datos personales, como “valores inherentes a nuestra
libertad, democracia y Estado de Derecho”. La carta jugó con la semántica.
Como el reportaje no identificó qué dependencia utilizó el programa llamado Pegasus, se
escabulló afirmando que no se tenían pruebas de participación oficial.
El Times, sin embargo, lo dejó claro.
Desde 2011, apuntó al menos tres
dependencias federales compraron en 80
millones de dólares el spyware a la
empresa israelita NSO Group que aclaró,
a petición directa de las instituciones que
hicieron la investigación publicada por el
diario, sólo vende ese programa a
gobiernos con el acuerdo explícito de ser
usado únicamente en el combate de
terroristas, narcotraficantes o criminales.
Es decir, si Pegasus sólo era vendido a
gobiernos, el gobierno mexicano es el
único que pudo haberlo utilizado contra
objetivos que no son criminales ni
terroristas.
El gobierno no quiso dar una respuesta
directa a la opinión pública mexicana, y
se escudó en la carta que decidieron,
antes de que fuera publicada por el
Times, divulgar su traducción a través de
la cuenta de Twitter del vocero
presidencial, Eduardo Sánchez, y
presentarla como la respuesta oficial.
La Presidencia, decía la carta, respetaba la privacidad de las personas y condenó
“cualquier intento de vulnerarla”.
Esta respuesta, sin embargo, es insuficiente.
Llena los espacios de opinión pública, pero no va ni al fondo del problema, ni atiende los
problemas que arrastran desde que inició la administración del presidente Enrique Peña
Nieto.
El caso de un periodista, fuera de la investigación que publicó el Times, es sintomático de
la dialéctica entre algunos periodistas y medios de comunicación, y algunos funcionarios
del gobierno.
11 Itoloca.wordpress.com
Estrictamente Personal
RAYMUNDO RIVA PALACIO
El Superespía-
Hernández
Entre varios incidentes, dentro del contexto del hostigamiento, intimidación y espionaje,
sobresalen:
1.- A mediados de 2014, después de varios textos sobre la ilegalidad de los grupos de
autodefensa en Michoacán, comenzó a ser seguido.
El periodista descubrió la cola y los confrontó. “Si me están tomando fotografías”, les dijo,
“les voy a tomar fotografías yo”. Dos fotografías fueron entregadas al secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien ofreció investigar quiénes eran.
Hasta la fecha, nunca dio respuesta. El periodista investigó y encontró que las placas del
vehículo correspondían a una empresa de seguridad en el Estado de México.
2.- A finales de 2014, molestos en la PGR por su cobertura sobre la investigación de la
desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, desde la oficina del entonces procurador
Jesús Murillo Karam, se ordenó que investigaran su vida privada, y durante semanas se
recopiló información a través de intercepción de teléfonos y de otros periodistas, para
conocer su patrón de comportamiento.
3.- En 2015 recibió varios mensajes de texto en su teléfono celular, similares a los
descritos en la investigación que publicó el Times, así como también uno repetido que
llegó como mensaje directo en su cuenta de Twitter, que procedía de la cuenta del
periodista Ricardo Alemán –muy probablemente clonada-, que decía: “Ya viste esta foto
tuya que esta en Twitter goo.gl/c85E4F Es real? si eres tu? Que te paso ese día!”.
4.- Durante 2015 y 2016 continuaron llegando mensajes de esa naturaleza a su teléfono
celular, referidos a presuntos robos en su casa, supuestas fotografías comprometedoras de
él o amigos suyos, o peticiones de apoyos solidarios.
5.- En el mismo periodo, varios intentos de penetrar a su teléfono celular fueron hechos
desde dos números telefónicos de direcciones inexistentes.
Los números desde donde se hicieron los intentos de penetración, aparecían siempre
ocupados cuando se marcó para rastrear esas llamadas.
Varios de estos episodios fueron
presentados informalmente en instancias de
gobierno que escucharon con atención, pero
nunca actuaron.
Tampoco mostraron alerta por lo que
sucedía.
Lo único que algunos altos funcionarios
aseguraron, era que no se trataba de un
tema ordenado por el gobierno.
No era el caso más serio ni más sistemático
que se había hecho contra un periodista,
pero al ser denunciado ante las mismas
instancias, tampoco hubo una respuesta de
interés por resolverlo.
Lo que sí sucedió fue que cuando publicó
una información que relacionaba al CISEN
con este espionaje, plumas oficiosas
descalificaron el texto, sugiriendo que se
trataba de una mentira.
12 Itoloca.wordpress.com
Estrictamente Personal
RAYMUNDO RIVA PALACIO
Intinerario Político
Ricardo Alemán
El caso del periodista revela un patrón de intimidación, hostigamiento y espionaje que
muestra en su conjunto, una vigilancia sistemática contra él.
Como probó la investigación en el Times, el uso político de las herramientas de
inteligencia es mucho más grande de lo imaginado, que abarca no sólo a periodistas,
abogados o activistas, sino a quienes consideren un adversario o enemigo potencial, aún
cuando este se encuentre -como irá emergiendo gradualmente-, dentro del mismo
gobierno.
Por esta última razón, fue lamentable la respuesta del gobierno al periódico neoyorquino.
Ojalá se hubiera abierto una investigación interna que pudiera sostener la palabra inicial
del gobierno o encontrar a quien dentro del propio gobierno está abusando del poder y
los recursos a su disposición.
La negación absolutista, cubre de sombras y sospechas el comunicado que eso quiso
disipar.
En estos tiempos, la apertura, no la cerrazón, es algo que debe considerar.
PERIODISMO MEXICANO: ¡YA PAREN DE SUFRIR!
TRAER A LA MEMORIA QUE.- Una lección de los viejos maestros de periodismo
apela a la autocrítica: “¡Algo está mal o muy mal, cuando los periodistas son noticia!”
Sí, algo anda mal en el periodismo mexicano. ¿Por qué?
Porque si hoy los periodistas marchan y exigen la protección de las instituciones del
Estado —ante la violencia—, si los periodistas creen que son la casta divina y los debe
cuidar el Presidente, entonces asistimos al fin del periodismo.
Y es que los periodistas habrán llegado a la conclusión de que su trabajo en prensa, radio
y televisión —y en redes— no sirve para nada. ¿Por qué?
Porque al recurrir a la protesta callejera, los periodistas renuncian al papel fundamental
del oficio: denunciar el abuso de todas las formas de poder. En cambio, exigen trato
especial, antes que exigir desde sus respectivos medios, la justicia para todos.
13 Itoloca.wordpress.com
Los Pinos y la prensa-
Helguera
Algo anda mal cuando los periodistas creen merecer cuidadores especiales del Estado,
cuando creen excepcional su trabajo, cuando suponen que otros oficios y otros
ciudadanos —cualquiera que sea el caso— son de menor importancia.
¿Será el periodista un ciudadano digno de los mejores privilegios sociales?
Algo está mal cuando los periodistas imaginan que la violencia generalizada es más grave si
la víctima es un periodista.
Ignoran que el mayor impacto de la violencia ocurre cuando la víctima es el ciudadano
anónimo que no importa a nadie y cuando no merece una línea ágata, una mención en
radio, un segundo en tele o un tuit en redes.
Cuando la víctima del crimen es un periodista deben parar prensas, cambiar titulares; se
exige duelo nacional. Y cuando la víctima es un ciudadano de a pie, a nadie importa.
Y es que los periodistas se movilizan y exigen, no que las instituciones le den seguridad a
todos; piden protección especial para un gremio.
Pero el maniqueísmo y la egolatría atrofiaron a muchos periodistas.
Olvidan que su labor no es proteger a su gremio y menos buscar patentes de impunidad.
Tampoco tratos especiales para “mantener vigente” la manoseada “libertad de expresión”.
Más que marchas a favor de privilegios, los periodistas deben usar sus espacios para
escribir, denunciar en radio y televisión, trabajar reportajes y editorializar —y todo meterlo
a redes—, contra los abusos del poder y a favor de la seguridad y la justicia… para todos, no
solo de su gremio.
Pero el maniqueísmo es otro escándalo
cuando se habla del espionaje, otra
calamidad que persigue periodistas.
Aquí la contradicción es patética.
Frente a la violencia criminal, los
periodistas exigen protección del Estado,
al tiempo que se quejan y acusan al
Estado de perseguirlos y espiarlos.
Piden protección contra la violencia
criminal y acusan de criminal al Estado
por combatir al crimen. ¡Patético!
Cualquier ciudadano concluirá que los
periodistas mexicanos solo buscan
privilegios; que poco o nada les importa
ejercer el periodismo para tener mejores
instituciones, mejor gobierno, mejores
partidos, mejor Congreso.
Y resulta peor cuando los “egos robustos”
del periodismo y los “alcohólicos de la
fama” se creen poseedores de los secretos
para tirar o construir al “México bueno”.
Cuando creen que ese “privilegio” los
convierte en blanco del espionaje del
Estado.
¿De verdad los periodistas mexicanos
creen tener tales poderes y tales secretos?
14 Itoloca.wordpress.com
Intinerario Político
Ricardo Alemán
EL ASALTO A LA
RAZÓN
Carlos Marín
¿Creen que el Estado los espía por sus “tesoros informativos”? Si eso creen, algo está mal
en el periodismo mexicano.
Nadie duda de la existencia del espionaje, sea de instituciones del Estado, sea entre
empresas mediáticas, entre políticos y partidos, entre bandas criminales.
Pero no existe una sola prueba de que los quejosos de la reciente temporada del espionaje
sean espiados por el Estado.
Peor aún, no pudo ser más ridícula la explicación del reportero que, frente a Carlos
Loret, dijo creer que cree que la creencia es el credo de que el gobierno cree espiar.
Joya del peor periodismo del mundo. ¿Por qué?
Porque el periodismo no es un acto de fe. Un periodista de investigación no puede decir
“yo creo que”.
El periodismo prueba o no hay historia y punto.
Además, nadie puede negar que el mayor ataque a las libertades periodísticas básicas no
viene del supuesto o real espionaje del Estado.
No, en realidad viene de las propias empresas mediáticas, muchas de las cuales imponen
líneas editoriales que coquetean en la frontera de la censura; una censura más perniciosa
que el supuesto o real espionaje.
Sería un exceso de vanidad y egolatría —adicciones del periodismo mexicano— suponer
que el problema central de los periodistas es el espionaje.
El problema, la tara, es el periodismo militante; que se dice de izquierda y defiende a la
derecha y sus dictaduras; que habla de pobres y saquea y engaña a los pobres, que exige
libertades como la de expresión, y en sus filas censura e impone el pensamiento único.
¿Algo les dicen Proceso, La Jornada, Reforma…?...Al tiempo.
EXCLAMA: ¡SÍ LOS ESPIABAN!
El informe del Citizen Lab de la Universidad de Toronto sobre el espionaje a periodistas,
defensores de derechos humanos y activistas en México es tan amplio que abarca unas
300 veces el espacio de este Asalto…
La lectura íntegra del documento (profuso en información precisa, coyuntural y
contextual) doblegó su crónico escepticismo (duda hasta de lo que piensa) porque, a
diferencia de la nota periodística del NYT, le parece verosímil y lo dá por cierto.
Es comprensible que el gobierno federal emplee las mejores herramientas para
salvaguardar la seguridad nacional y combatir la delincuencia organizada, pero queda
convencido de que los enlistados en el informe han sido víctimas del repugnante,
aviesamente ilegal, espionaje político.
Se une a la indignación de los que se sabe espiados: Juan Pardinas, Stephanie Brower,
Santiago Aguirre, Carmen y Emilio Aristegui, Alexandra Zapata, Rafael Cabrera, Sebastián
Barragán, Carlos Loret de Mola, Daniel Lizárraga, Salvador Camarena y Mario Patrón.
… y la ignorancia de cuántos más habrá (o habremos, kimosabi) le sobresalta.