itinerario catequetico

Asociación Pública de Fieles “Con Vosotros Está”

Itinerario de Catequesis de Adultos

Unidos para evangelizar

Córdoba (España)

Asociación Pública de Fieles “Con Vosotros Está” Itinerario de Catequesis de Adultos Primera edición: Córdoba, 1992 Segunda edición (corregida y aumentada): Córdoba, 2010


Asociación Pública de Fieles “Con Vosotros Está”

Unidos para evangelizar

ÍNDICE

PRÓLOGO 7 INTRODUCCIÓN 8 DESARROLLO DEL ITINERARIO 19 FINALIDAD 19 CARACTERISTICAS 21 RESPONSABLES 25 ESTRUCTURA GRADUAL Y POR ETAPAS 26 Nuestro itinerario catequético en síntesis 27 Primer anuncio 29 Objetivo 29 Características 29 Duración 30 Etapa Precatequética 31 Acogida 31 Objetivos 31 Características 33 Medios 34 Duración 34 Criterios de discernimiento 35

Etapa Catequética 36 Acogida 36 Objetivo 36 Características 37 Medios 38 Duración 40 Criterios de discernimiento 40 En el transcurso de esta Etapa 42 Etapa final 43 Acogida 43 Objetivos 44 Medios 45 Celebraciones y Ritos 46 MATERIALES Y TEXTOS 50 UNA ÚLTIMA PALABRA 51

SIGLAS I

SAGRADA ESCRITURA

Ab Abdías Ag Ageo Am Amós Ap Apocalipsis Ba Baruc 1Co 1 Corintios 2Co 2 Corintios Col Colosenses 1Cro 1 Crónicas 2Cro 2 Crónicas Ct Cantar de los cantares Dn Daniel Dt Deuteronomio Ef Efesios Esd Esdras Est Ester Ex Éxodo Ez Ezequiel Flm Filemón Flp Filipenses Ga Gálatas Ha Habacuc Hb Hebreos Hch Hechos de los Apóstoles Is Isaías Jb Job Jc Jueces Jdt Judit Jl Joel Jn Juan 1Jn 1 Juan 2Jn 2 Juan 3Jn 3 Juan Jon Jonás Jos Josué Jr Jeremías

Jud Judas Lc Lucas Lm Lamentaciones Lv Levítico 1M 1 Macabeos 2M 2 Macabeos Mc Marcos Ml Miqueas Mt Mateo Na Nahum Ne Nehemías Nm Números Os Oseas 1P 1 Pedro 2P 2 Pedro Pr Proverbios Qo Eclesiastés (Qohelet) 1R 1 Reyes 2R 2 Reyes Rm Romanos Rt Rut 1S 1 Samuel 2S 2 Samuel Sal Salmos Sb Sabiduría Si Eclesiástico (Sirácida) So Sofonías St Santiago Tb Tobías 1Tm 1 Timoteo 2Tm 2 Timoteo 1Ts 1 Tesalonicenses 2Ts 2 Tesalonicenses Tt Tito Za Zacarías

II DOCUMENTOS DE LA IGLESIA

AG CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto sobre

la Actividad Misionera de la Iglesia, Ad gentes divinitus (7 diciembre 1965)

CA COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y

CATEQUESIS, Catequesis de adultos. Orientaciones pastorales (2 diciembre 1990)

CC COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y

CATEQUESIS, La catequesis de la comunidad. Orientaciones pastorales para la catequesis en España hoy (22 febrero 1983)

CCE Catecismo de la Iglesia Católica ed. Española del

Catechismus Catholicae Ecclesiae (11 octubre 1992) Ch L JUAN PABLO II, Exhortación apostólica post-sinodal

Christifideles Laici sobre los fieles laicos. (30 diciembre 1988)

CT JUAN PABLO II, Exhortación apostólica Catechesi

Tradendae, sobre la catequesis hoy (16 octubre 1979)

DCG SAGRADA CONGREGACIÓN PARA EL CLERO,

Directorio general para la catequesis (15 agosto 1997) EN PABLO VI, Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi,

sobre la evangelización del mundo contemporáneo (8 diciembre 1975)

IC CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La

iniciación cristiana. Reflexiones y orientaciones (27 noviembre 1998)

ICA COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y

CATEQUESIS, Iniciación al catecumenado de adultos. Cuadernos de Catequesis 1(1979)

MPD SÍNODO DE LOS OBISPOS, Mensaje al Pueblo de

Dios Cum iam ad exitum sobre la catequesis en nuestro tiempo (28 octubre 1977)

PC COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y

CATEQUESIS, Proyecto catecumenal I y II. Cuadernos de Catequesis 2 y 3 (1981 y 1983)

PO CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto sobre

el ministerio y vida de los presbíteros, Presbyterorum ordinis (7 diciembre 1965)

RICA Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos, ed.

Española del Ordo Initiationis Christianae Adultorum, Editio Typica, Typis Polyglottis Vaticanis (1972)

UR CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decreto sobre

el Ecumenismo, Unitatis redintegratio (21 noviembre 1964)

Asociación Pública “Con Vosotros Está”


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PRÓLOGO

¿Qué ofrece este Itinerario?

Tienes en tus manos el Itinerario de Catequesis de

Adultos inspirado en el Catecismo de la Conferencia Episcopal Española “Con vosotros está” y su proyecto teológico y pedagógico-catequético. Mantiene la inspiración catecumenal, siguiendo el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos.

¿Por qué surge?

En la situación actual de la fe de muchos cristianos,

necesitados de evangelización, “el anuncio misionero y la catequesis, sobre todo a jóvenes y adultos, constituyen una clara prioridad” (DGC 26). Así lo veíamos en los comienzos de este proyecto, en 1977, y así continuamos viéndolo en el momento presente, acrecentándose su necesidad.

¿Para qué se inició?

Pretendíamos y seguimos pretendiendo ofrecer un

proyecto concreto de renovación de la fe de tantos bautizados, no suficientemente evangelizados, y de personas que, no habiendo sido bautizadas en su infancia, se plantean su adhesión a la fe y fomentar y desarrollar el tejido comunitario de la Iglesia y la experiencia comunitaria eclesial, en la que tanto insistió el Concilio Vaticano II.

¿Quién lo ofrece?

En el momento presente, la Asociación Pública de

Fieles “Con Vosotros Está”, surgida en el año 2002 como fruto del desarrollo del propio Itinerario.



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INTRODUCCIÓN

Desarrollo histórico de nuestro Movimiento

Nuestra experiencia comienza en la Ciudad de

Córdoba, allá por octubre de 1977, cuando un grupo de adultos sienten la necesidad de madurar en su experiencia de fe y, al mismo tiempo, responder a la llamada a la evangelización de adultos bautizados planteada por la Iglesia Española.

Varias de estas personas pertenecían al equipo del

Secretariado Diocesano de Catequesis. Así surge un primer grupo que comienza a vivir una catequesis de talante catecumenal, centrada en la experiencia personal, social y eclesial, promovida por el Secretariado Nacional de Catequesis y que, con el paso del tiempo y a partir de la experiencia vivida, ha dado lugar a una realidad que hoy conocemos como Grupos y Comunidades “Con Vosotros Está”, que remiten al espíritu, teología y pedagogía de este Catecismo tan utilizado por grupos de jóvenes y adultos entre 1975 y 1985, y que muchos catequetas españoles siguen considerando un instrumento válido para impulsar una catequesis misionera, que tiene en cuenta el primer anuncio de la fe.

Esta catequesis de adultos, vivida a partir de las

propuestas del Catecismo “Con vosotros está”, se impulsó, hasta marzo de 1992, por el Secretariado Diocesano de Catequesis de Córdoba como proyecto catequético diocesano, que pudiera servir de referencia a los demás proyectos existentes o que pudieran iniciarse.



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Conscientes de que no hay comunidad cristiana viva

sin catequesis de adultos (Cf. CA 52) –“forma principal de la catequesis” (Cf. CT 43) - la experiencia nos lleva a iniciar grupos de adultos en los medios y ambientes más diversos (parroquias, colegios, casas...) que, en muchos casos, desembocan en pequeñas comunidades cristianas que siguen trabajando en la tarea de la evangelización.

La relación constante y nuestro deseo de

comunicarnos, el hecho de participar en proyectos y objetivos comunes y sentirnos en comunión por compartir una misma experiencia eclesial y estilo catequético, fueron suscitando en nosotros la necesidad de asociarnos para evangelizar, lo que dio lugar al nacimiento y aprobación de la Asociación Pública de Fieles “Con vosotros está” en el año 2002.

¿Qué nos identifica? Desde los comienzos nos mueve una opción clara por la renovación de la Iglesia, en línea con el Concilio Vaticano II (Cf. UR 6) y la promoción de pequeñas comunidades que devolvieran a la Iglesia parte de la frescura original de sus primeros tiempos. Para nosotros es esencial la escucha atenta de la Palabra de Dios en los acontecimientos personales, sociales y eclesiales, a la luz de la Escritura y la Tradición viva de la Iglesia, procurando discernir los signos de los tiempos (Cf. Mt 13, 3) y crecer en la fe comunitariamente, en pequeñas comunidades donde las personas se sientan acogidas, escuchadas y abiertas a percibir el rostro alegre y cercano de la Iglesia, para sentirse parte de ella… como al principio (Cf. Hch 2, 42-47).



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¿Para qué nos asociamos? Para evangelizar. Nuestra razón de ser, como cristianos adultos, es participar en la misión de la Iglesia, lo que exige mayor disponibilidad y actitud de servicio, estando siempre dispuestos a dar respuesta, a todo el que nos pida, razón de nuestra esperanza (Cf. 1 Pe 3, 15). Un largo proceso de discernimiento, con sus dudas y dificultades, nos lleva a constituir la Asociación Pública de Fieles “Con Vosotros Está”. Don Francisco Javier Martínez Fernández, entonces Obispo de Córdoba, la erige canónicamente como Asociación Pública de la Iglesia y le concede personalidad jurídica propia el 24 de Octubre de 2002. La Asociación no pretende ser un fin en sí misma, sino simple instrumento al servicio de la evangelización (Cf. Lc 17, 10), promoviendo la catequesis de adultos de inspiración catecumenal, desarrollada como proceso de iniciación cristiana integral que conduzca a la creación de pequeñas comunidades cristianas estables y comprometidas (Cf. CA 94).

¿Cómo se concreta este servicio? En el acompañamiento y atención a los grupos de adultos que se inician y a las comunidades ya constituidas; en las Escuelas de Catequistas, abiertas a todos aquellos que deseen iniciarse en un estilo vivo de catequesis y en la experiencia comunitaria de la fe compartida; en la participación y animación de experiencias catequéticas diversas con niños, jóvenes y adultos; en el trabajo y discernimiento constantes para integrar plenamente en la experiencia comunitaria a niños y jóvenes.



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La catequesis de adultos que pretendemos promover e

impulsar, tiene tres objetivos claros: la maduración en la fe, la escucha de la Palabra de Dios en los acontecimientos personales, sociales y eclesiales y la reconstrucción del tejido comunitario de la Iglesia. Éstos son la razón de ser de los grupos, de adultos y jóvenes, y comunidades que promueve la Asociación, a los que se acompaña y anima en parroquias y otros lugares “donde dos o tres están reunidos en mi nombre...” (Cf. Mt 18, 20). La urgencia de la evangelización hace que estemos especialmente atentos, con espíritu misionero, a las necesidades existentes y a aquellas llamadas que nos puedan llegar de cualquier lugar, para iniciar un proceso de catequesis de adultos. Nuestro lema, “Asociados para evangelizar”, expresa nuestra disposición y deseo de participar activa y corresponsablemente en la única misión de la Iglesia de Jesús: anunciar la Buena Noticia del Reino (Cf. Mt 28, 19-20).

Fundamentos teológico-pastorales de este proyecto

Nuestro proyecto se fundamenta en la misión fundamental que Jesucristo ha encomendado a su Iglesia, que “existe para evangelizar” (EN 14). Si la misión de la Iglesia es evangelizar, por evangelización entendemos “el proceso total mediante el cual la Iglesia, Pueblo de Dios, movida por el Espíritu:

• anuncia al mundo el Evangelio del Reino de Dios,



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• da testimonio entre los hombres de la nueva manera

de ser y vivir que él inaugura, • educa en la fe a los que se convierten a él,

• celebra en la comunidad de los que creen en él

mediante los sacramentos la presencia del Señor y el don del Espíritu, e

• impregna y transforma con su fuerza todo el orden

temporal” (CC pág. 169). La evangelización, por tanto, es algo complejo (Cf. EN 24) por la diversidad de elementos que encierra y dinámico, porque se desarrolla de modo gradual, según tres fases sucesivas o acciones:

— la acción misionera que, dirigida a los no creyentes y alejados de la fe, trata de suscitar en ellos la fe y la conversión iniciales.

— la acción catequética que, dirigida a los que han

optado por el Evangelio, trata de conducirles a una confesión adulta de la fe.

— la acción pastoral que, dirigida a los fieles de la

comunidad cristiana ya iniciados en la fe, trata de que crezcan continuamente en todas las dimensiones de la misma, a través del ministerio de la Palabra, de la liturgia y el amor fraterno, para fortalecer su comunión eclesial y animar su participación en la tarea evangelizadora de la Iglesia.



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La evangelización que hoy pide la Iglesia ha de ser integral y, por tanto, incluir las tres acciones (Cf. CA págs. 39-41). En consecuencia, “la catequesis es uno de los momentos en el proceso total de la evangelización” (CT 18) y “una tarea necesaria y primordial dentro de la misión evangelizadora de la Iglesia. Sin ella la acción misionera no tendría continuidad ni llegaría a desplegar su fecundidad y la actividad pastoral de la comunidad cristiana no tendría raíces y sería superficial y confusa” (CC 35).

Es claro que la catequesis necesita de la comunidad pero, a su vez, no hay comunidad cristiana viva sin catequesis de adultos (Cf. CA 52). Podemos afirmar, entonces, que “la catequesis de adultos es la forma principal de la catequesis, porque está dirigida a las personas que tienen las mayores responsabilidades y la capacidad de vivir el mensaje cristiano bajo su forma plenamente desarrollada” (CT 43) y a ella, de alguna manera, se ordenan todas las demás formas de catequesis, siempre ciertamente necesarias (Cf. DGC 59). Esta catequesis de adultos tiene, como toda catequesis, un modelo que es el Catecumenado bautismal, formación específica que conduce al adulto convertido a la profesión de la fe (Cf. MPD 8); sin embargo, por su Bautismo, “su condición difiere de la condición de los catecúmenos” (RICA 295). No obstante, en cuanto a la personalización de su fe, pueden encontrarse en una situación muy similar a la de los catecúmenos (Cf. CA pág. 268). Junto al Catecumenado bautismal, el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos es también modelo referencial de la catequesis de adultos.



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En el Catecumenado bautismal, la catequesis precede al Bautismo; en los adultos ya bautizados es posterior.

En este caso, lo que pretende la catequesis es hacer descubrir “las inmensas riquezas del Bautismo ya recibido” (ChL 61). Por tanto, la catequesis de adultos ha de tener inspiración catecumenal y:

• ser iniciación cristiana integral (que educa en todas las dimensiones de la fe), sistemática (ordenada, no improvisada) y básica,

• ser un tiempo convenientemente prolongado, pero

con una duración definida. Aquí “conviene distinguir entre el grupo catequético, en el que se realiza una formación de duración limitada, y la comunidad cristiana, que tiene carácter estable y en la que el adulto debe alimentar permanentemente su fe” (CA 94),

• tener carácter gradual,

• celebrar lo que se vive y enseña,

• ayudar a la creación de comunidades cristianas

donde haya relaciones fraternas entre los cristianos adultos y los que están siendo catequizados,

• tener referencia constante a los sacramentos de la

iniciación cristiana que, aunque ya se han recibido, necesitan ser interiorizados y personalizados.



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En consecuencia, la catequesis de adultos de inspiración catecumenal es la catequesis desarrollada como proceso de iniciación cristiana integral, y por la que nosotros hemos optado.

Clarificamos términos Llegados a este punto, es conveniente clarificar algunos términos en torno a la acción catequizadora de la Iglesia, que nos permitan situarnos en todo momento (Cf. CA págs. 267-272).

Iniciación cristiana: Acción por la cual la Iglesia, mediante los Sacramentos de la iniciación cristiana y la educación en la fe, por la fuerza del Espíritu, incorpora al hombre a Jesucristo, le transforma en una criatura nueva y le introduce en la vida de fe, de la liturgia y del amor del Pueblo de Dios.

Los Sacramentos de la iniciación cristiana

Bautismo, Confirmación y Eucaristía implican una confesión personal y adulta de la fe. Cuando ésta falta, como es el caso de muchos adultos cristianos, debe ser propiciada por la catequesis.

“El ministerio de la Palabra es elemento

fundamental de la evangelización” (DGC 50). La Iglesia, para favorecer la educación en la fe, lo realiza de múltiples formas que conviene distinguir (Cf. DGC 51):

• El primer anuncio, convocatoria y llamada a la fe, que

la mayoría de nosotros hemos recibido siendo niños y que se dirige, principalmente, a los no creyentes y bautizados alejados.



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• La catequesis de iniciación, en íntima relación con los

sacramentos de la iniciación cristiana. Puede ser ocasional -con motivo de determinados acontecimientos de la vida personal, familiar, social y

eclesial-, presacramental y sistemática, entendida como proceso.

• La educación permanente de la fe o catequesis permanente, para cristianos ya iniciados que necesitan madurar constantemente su fe. (Cf. DGC 71)

• La homilía, para los adultos ya iniciados; forma

habitual, permanente y no temporal como la catequesis.

• La predicación en general.

• La teología, en la dinámica de la fe que busca

entender, promueve “la enseñanza sistemática y la investigación científica de las verdades de la fe” (DCG 51).

• La formación cristiana en el seno de los movimientos

y asociaciones, más orientada a la finalidad específica de cada uno de ellos. (Cf. CA 100-101)

• Los ejercicios espirituales.

Por tanto, la educación en la fe, que dura toda

la vida, se realiza por medio de múltiples acciones educativas, no exclusivamente mediante un proceso catequético, que es la acción básica y tiene una duración limitada.



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Catecumenado bautismal: Institución de la Iglesia al servicio de la iniciación cristiana de los adultos recién convertidos, que se preparan para el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, sacramentos de esa iniciación.

Proceso catequético: Es el conjunto de la acción catequizadora, que realiza un grupo cristiano determinado, en cuanto acción dinámica, desarrollada progresivamente a través de una programación y unas etapas sucesivas. Requiere un tiempo determinado, marcado por un principio y un final. No produce automáticamente el crecimiento de la fe de los catequizandos, pero está al servicio de su proceso de maduración de la fe. Proceso de maduración de la fe: Es el proceso interior que sigue la persona, desde la situación de no fe o de fe inicial, hasta convertirse en cristiano adulto. Éste proceso de maduración es esencial, ya que puede seguirse exteriormente un proceso catequético y no llegar a madurar interiormente en la fe.

Proyecto diocesano de catequesis: Es la oferta catequética global de una Iglesia particular. Integra, de manera articulada y coherente, los diferentes proyectos catequéticos ofrecidos por la diócesis a cristianos en las diferentes edades de la vida.

Proyecto diocesano de catequesis de adultos: Marco referencial ofrecido por una Iglesia particular para responder a las necesidades de catequización de los adultos y en el que se especifican los objetivos, contenidos básicos, convicciones pedagógicas fundamentales, tipo de catequistas, inserción en el Plan Diocesano de Pastoral... que se juzgan deben ser



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asumidos en cualquier Itinerario catequético que sea propuesto en la diócesis.

Se trata, por tanto, de los “mínimos comunes” asumidos por todos y garantizadores de la unidad.

Itinerarios catequéticos: Formas concretas de realizar el Proyecto diocesano de catequesis de adultos. En este sentido y haciendo relación a todo lo anterior,

desde la experiencia iniciada en Córdoba por el Secretariado Diocesano de Catequesis, en el año 1977, este Itinerario de catequesis de adultos se inspira en el ofrecido por el Secretariado Nacional de Catequesis (ICA y PC); en el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos y en el Catecumenado bautismal. Por último, no queremos terminar esta introducción sin indicar los documentos que han servido de referencia para su elaboración y revisión y que han resultado clarificadores en todo momento:

COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, La catequesis de la comunidad. Orientaciones pastorales para la catequesis en España hoy (22 febrero 1983) COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Catequesis de adultos. Orientaciones pastorales (2 diciembre 1990)

SECRETARIADOS DIOCESANOS DE CATEQUESIS DEL SUR DE ESPAÑA, Catequesis Misionera de Andalucía, Criterios para una catequesis de inspiración catecumenal con adultos (1992)

SAGRADA CONGREGACIÓN PARA EL CLERO,

Directorio general para la catequesis (15 agosto 1997)



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DESARROLLO DEL ITINERARIO

I. FINALIDAD Llegar a confesar la fe de la Iglesia. Esto supone:

a. Reconocer a Jesucristo como Señor de la Historia y de nuestra vida y convertirnos a Él, lo cual implica:

1. Pasar de una fe inicial a una fe adulta; de una

fe heredada o que no existe, a una fe consciente, viva y responsable y explicitada en el Símbolo o Credo, síntesis de la fe de la Iglesia.

2. Educar en la escucha y discernimiento de la

Palabra de Dios, manifestada en la Escritura, en la Tradición viva de la Iglesia y en los acontecimientos personales, eclesiales y sociales (Cf. Lc 11, 28).

3. Asumir básicamente el estilo de vida del

Evangelio (Cf. Mt 5, 1-48).

b. Pertenecer a la comunidad cristiana, que supone: 1. Iniciarse en la celebración festiva de la

Eucaristía y de la Palabra de Dios cumplida en los acontecimientos.

2. Iniciarse en la oración viva y espontánea,

personal y comunitaria (Cf. Lc 11, 1-13).



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3. Integrarse en la comunidad cristiana o participar

en la creación de la misma si no existiese (Cf. Hch 2, 36-41).

c. Ser cristianos en el mundo, previa Iniciación en

el compromiso para la misión, que implica comprometerse en:

1. La evangelización, especialmente de los bautizados alejados y no creyentes.

2. La reconstrucción del tejido comunitario de la

Iglesia.

3. La transformación de la sociedad, con especial atención a los más necesitados (Cf. Mt 25, 31-46).

4. Estar atentos a los signos de los tiempos y a los

acontecimientos, para poder discernir desde la fe (Cf. Mt 16, 1-4).



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II. CARACTERÍSTICAS

Está inspirado en el Catecismo de la Conferencia Episcopal Española “Con vosotros está”, en el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos y en el Catecumenado bautismal. 1. SE OFRECE

1.1. Como servicio a la catequesis de adultos de inspiración catecumenal y como medio para la creación de pequeñas comunidades cristianas (objetivo de los diferentes Planes Diocesanos de Pastoral de la Diócesis de Córdoba).

1.2. Como servicio a la evangelización de los no

creyentes y bautizados alejados que necesitan una reiniciación, teniendo en cuenta su realidad concreta, en los medios y ambientes más diversos.

2. INTENTA RESPONDER

2.1. A la persona concreta, en su realidad particular, respetando su ritmo de acercamiento, crecimiento y maduración en la fe y la iniciativa de Dios.

2.2. A las necesidades específicas de cada grupo

que surja. 3. SE REALIZA en grupos de inspiración catecumenal con las

siguientes características:



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3.1. Surgen y se reúnen allí donde dos o tres

personas se congregan en nombre del Señor (Cf. Mt 18, 20), aunque los animadores tienen clara su pertenencia a su comunidad concreta de origen, que actuará siempre con referente comunitario del grupo.

3.2. Heterogéneos. Integrados por personas de

cualquier estado, condición y cultura.

3.3. Abiertos a la incorporación de jóvenes y adultos en cualquier momento del Itinerario catequético. Los nuevos incorporados han de tener el acompañamiento adecuado, que favorezca su proceso personal de iniciación o de reiniciación.

3.4. Plurales. Cada grupo mantiene la comunión y la

unidad del Itinerario catequético con todos los demás, salvaguardando su propia identidad.

3.5. Comunicativos. Cuidan una constate relación e

intercomunicación con los grupos que siguen el mismo Itinerario catequético.

3.6. Eclesiales. Fomentan la comunión con la Iglesia

local y universal y la relación cordial con otros Itinerarios y familias catecumenales.

3.7. Vida evangélica. Quieren vivir la sencillez, el

compartir y la comunicación de bienes, propios de este estilo de vida.

3.8. Corresponsables. Sacerdotes y laicos son

animados a compartir la responsabilidad en el servicio de las personas y los grupos.



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3.9. Ecuménicos. Abiertos al diálogo con personas

creyentes de otras confesiones religiosas. 4. DESTACA

4.1. La iniciación en la escucha de la Palabra de Dios dicha hoy en los acontecimientos personales, eclesiales y sociales, a la luz de la Palabra de Dios dicha ya en la Escritura y en la Tradición viva de la Iglesia e interpretada por su Magisterio.

Se trata de escuchar no cualquier palabra, sino la Palabra de Dios que se cumple en la historia (Cf. Ez 12,28).

Si Dios habla, de la forma que sea, la persona creyente ha de escuchar. Se requiere un respeto a la iniciativa de Dios, un fiel e imprescindible discernimiento y, finalmente, la acogida de algo que, por encima de todo, es don de Dios, más allá de todo racionalismo (que considera imposible que Dios hable hoy), más allá de todo iluminismo (que proclamara una “nueva revelación” o un “tercer testamento”) y más allá también de toda magia, juego o manipulación (que pretendiera falsamente hacerle hablar a Dios).

4.2. La fe en la acción del Espíritu: el discernimiento

personal, pastoral y comunitario de los acontecimientos y los signos de los tiempos. “No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Absteneos de todo género de mal” (1 Ts 5, 19-21)



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5. PUEDE ADAPTARSE a un Catecumenado en sentido estricto, para aquellos que no han recibido alguno de los sacramentos de la iniciación cristiana, invitándolos abiertamente a que se incorporen al grupo para favorecer la continuidad de su educación y maduración en la fe (Cf. IC 114).



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III. RESPONSABLES

* El Obispo, como primer responsable de la catequesis en la Iglesia local (Cf. MPD), es también responsable de los distintos Itinerarios catequéticos que existan en la diócesis.

* La Asamblea General y la Junta de Gobierno de la

Asociación Pública de Fieles “Con Vosotros Esta”. * La Comunidad “Con vosotros está” a la que

pertenecen los animadores de los grupos catecumenales. * Los responsables de aquellas instituciones eclesiales

(parroquias, movimientos apostólicos, colegios religiosos, etc.) en las que se ha aceptado llevar a cabo este Itinerario para la educación en la fe de sus miembros. * Los responsables concretos: • Los presbíteros, como “educadores en la fe”

(PO 6b). • Los animadores del grupo catecumenal y

catequistas, que realizan la educación básica e integral de la fe.

• Aquellos que realizaron el primer anuncio (“acompañantes”) y que se encuentran plenamente integrados en el grupo.



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IV. ESTRUCTURA GRADUAL Y POR ETAPAS.

La gradualidad de la formación catecumenal era una característica clara en el Catecumenado primitivo, que se mantiene actualmente para los adultos que se preparan para recibir el Bautismo. La catequesis de adultos ya bautizados, inspirada en el modelo catecumenal, es también una formación gradual, como signo del respeto que la Iglesia tiene al proceso de maduración humana de la persona y a las exigencias de la fe. Por todo ello, deben darse las debidas garantías de autenticidad, con un discernimiento y evaluación adecuados, pero con la FLEXIBILIDAD propia del que reconoce que el Espíritu actúa libremente en el corazón del hombre, y con el REALISMO en la práctica catequética concreta (Cf. CA págs. 186-191).



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Nuestro Itinerario Catequético en síntesis

Primer anuncio Convocatoria y llamada a la fe. Acogida de la persona que responde afirmativamente. Primera Etapa

ETAPA PRECATEQUÉTICA O PRECATEQUESIS Primera evangelización. Celebración de admisión y entrega de la Biblia. Segunda Etapa

ETAPA CATEQUÉTICA Fase primera: La experiencia bíblica de la fe

Fase segunda: La experiencia cristiana de la fe. Jesucristo nos descubre una nueva imagen de Dios, del ser humano y del mundo.

Celebración de la “elección e inscripción del

nombre”.



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Tercera Etapa

ETAPA FINAL

Encuentros comunitarios para discernimiento, siguiendo las claves evangélicas de los domingos de Cuaresma.

Renovación de las promesas bautismales.

Celebración del final del Itinerario catequético.



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1. PRIMER ANUNCIO

Fruto de la fidelidad al mandato del Señor: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16, 15) OBJETIVO Despertar en jóvenes y adultos la inquietud religiosa y el interés por la figura de Jesús. CARACTERISTICAS

a. Informal

b. Espontáneo

c. Rápido

d. La iniciativa parte de la persona que anuncia y ofrece el evangelio, saliendo al encuentro del no creyente.

e. Realizado por cualquier cristiano, en razón de su Bautismo.

f. Puede hacerse:

• Individualmente, a personas concretas, en cualquier lugar y situación.

• En grupos reunidos en:

- parroquias.



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- lugares de referencia religiosa. - casas particulares. - lugares de referencia social.

DURACIÓN Sin determinar previamente; depende de las circunstancias de quien recibe este primer anuncio y de su acogida a la buena noticia del Evangelio.



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2. ETAPA PRECATEQUÉTICA

Inspirada en el Precatecumenado para adultos no bautizados.

ACOGIDA En una reunión de la comunidad ya existente o del grupo catecumenal, la persona que desea incorporarse es presentada, preferentemente, por quien le hizo el primer anuncio y la ha acompañado hasta tomar la decisión. La bienvenida y la acogida, por parte de todos, marcan el inicio de esta Etapa sin necesidad de celebración. En caso de iniciarse un grupo allí donde no existe ninguno, la comunidad de los animadores que van a llevar a cabo el acompañamiento del nuevo grupo, se hace presente para ofrecer su testimonio, acoger en nombre de la Iglesia e impulsar la puesta en marcha del mismo. OBJETIVOS

a. Acoger a los que han recibido el primer anuncio para:

• Dialogar con ellos.

• Ayudarles a descubrir, entender y sentirse atraídos por la Buena Noticia que se les anunció.

• Que se relacionen con creyentes adultos.

b. Ayudar a que la inquietud inicial se transforme en

una acogida cordial de la acción de Dios, se reconozca que



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Cristo vive y es el Señor (FE INICIAL) y haya un deseo de cambiar de vida (CONVERSIÓN INICIAL).

c. Llevar a cabo una primera evangelización, que supone anunciar con gozo el evangelio, al Dios vivo y a Jesucristo, y hacer llegar la semilla de la Palabra a la tierra de la experiencia humana, con las constantes que desde el principio estuvieron presentes en la predicación apostólica y de la Iglesia:

• Reconocimiento actual de que JESUS ES EL SEÑOR, es decir, que actúa en la historia a la manera de Dios (fe inicial) –Cf. Flp 2, 9-11-.

• Este reconocimiento lleva a un cambio

profundo y radical de la persona. (CONVERSION inicial) (Cf. Hch 2, 37-38)-.

• Aceptación del amor gratuito de Dios y de su

juicio favorable. Quien se inicia en la fe y en la conversión ya está juzgado favorablemente por Dios. A la fe inicial y a la conversión inicial, el evangelio (=buena noticia) responde con el PERDON TOTAL POR PARTE DE DIOS: “Dios no tiene nada contra ti, te ama” (Cf. Hch 10, 43).

• EL DON DEL ESPIRITU (Cf. Hch 2, 38). Para

que el Espíritu sea reconocido es preciso que sea anunciado. El reconocimiento actual de Jesús como Señor es posible por la acción del Espíritu (Cf.1 Co 12, 3).

• SOMOS TESTIGOS. Quien evangeliza es un

testigo, no un predicador vacío y superficial de la Palabra de Dios; por eso, desde la experiencia de la fe convoca a la experiencia de fe (Cf. Hch 10, 36-42).



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• Quien acoge la evangelización se

INCORPORA A LA COMUNIDAD (Cf. Hch 2, 47). Evangelizar es formar comunidad. Quien acoge la Palabra proclamada se vincula a la comunidad cristiana, al menos de forma inicial. Es el paso de lo individual a lo comunitario.

d. Comunicación primera de la propia experiencia

de fe por parte de la persona que ha sido acogida. CARACTERISTICAS

a. Es un tiempo de búsqueda:

• Del Dios vivo, desde situaciones de indiferencia e increencia.

• Del Dios de Jesucristo, desde situaciones de

cristiandad o de religiosidad superficial, cuyos planteamientos necesitan madurar.

b. Parte del interés que muestra por la fe aquel que

desea encontrar respuestas.

c. Puede realizarse en grupos o mediante acompañamiento individual por aquellos que realizaron el primer anuncio o miembros de la comunidad que tengan encomendada esta misión.

d. Hay libertad para adaptarse a las personas a las que

se acoge, sin imponer exigencias a quienes aún no se han decidido por el evangelio.

e. Tiene la flexibilidad necesaria para favorecer una

atención especial a las inquietudes e interrogantes de la persona interesada.



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f. La persona interesada busca; la Iglesia, por medio

de la comunidad cristiana, evangeliza. MEDIOS

a. Acompañamiento personal, encuentros y diálogos frecuentes.

b. Catequesis adecuadas a los objetivos de esta

Etapa. Éstas se enmarcan en el contexto de los temas de nuestro Itinerario: 1 (Buscando la luz) y 2 (Cristo vive, ¡Convertíos!). Tanto los documentos como los esquemas para el animador quedan recogidos en la Carpeta 1: “Precatequesis”.

• El planteamiento claro respecto al ser

creyente: ¿Cómo es nuestra fe? • La escucha de la Palabra de Dios, como

objetivo catequético. • El conocimiento de las líneas básicas del

Itinerario Catequético. • El descubrimiento y la experiencia, en la

propia vida, de las señales del Evangelio (Cf. Lc 7, 18-23).

c. Encuentros que favorezcan la oración en común y la

celebración. DURACION No se determina previamente. Depende del ritmo que marca la persona y el mismo grupo y de la presencia de signos que muestren que los objetivos se han cumplido, especialmente en lo que se refiere a la iniciación a la



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experiencia fundamental de escucha de la Palabra de Dios y a la fe y conversión iniciales. No conviene ni acelerar el final de la etapa, ni prolongarlo excesivamente. CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO PARA EL FINAL DE ESTA ETAPA El discernimiento han de realizarlo, escuchando a la persona interesada, el responsable pastoral del grupo, con la ayuda de la comunidad y de los animadores. En el discernimiento conviene preguntarse:

a. Si el candidato reconoce, inicialmente, a Jesús como Señor (FE INICIAL).

b. Si se ha producido en él una CONVERSION INICIAL y voluntad de cambiar de vida.

c. Si ha vivido la experiencia inicial del PERDÓN DE DIOS, sintiéndose liberado, inicialmente, del pecado.

d. Si tiene una aceptación inicial de Dios como referencia última de la vida.

e. Si ha comenzado su iniciación en la oración, personal y comunitaria.

f. Si ha mostrado el deseo de incorporarse a la

comunidad cristiana para vivir, con otros, la fe. g. Si ha iniciado la experiencia de relaciones fraternas

con los miembros de la comunidad o del grupo y de aceptación de pertenencia a la Iglesia.

h. Si ha comenzado a comunicar su propia experiencia de fe.



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3. ETAPA CATEQUETICA

Inspirada en la Etapa Catecumenal propiamente dicha de los adultos no bautizados, “es un tiempo prolongado en que los candidatos reciben la instrucción pastoral y se ejercitan en un modo de vida apropiado (Cf. AG 14), y así se les ayuda a que lleguen a la madurez las disposiciones de ánimo manifestadas a la entrada” (RICA 19). ACOGIDA Celebración de entrada en la Etapa Catequética, que incluye:

• Presentación de los que van a iniciar esta Etapa.

• Admisión por parte de la comunidad.

• Ritual de la entrega de la Biblia. Si se trata de un nuevo grupo que acaba de iniciarse,

conviene que quede reflejada esta característica en la celebración.

OBJETIVO Favorecer la maduración de la fe mediante una catequesis adecuada, cuya finalidad es iniciar en:

a. El conocimiento vital de los misterios de la salvación.



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b. El estilo de vida del Evangelio.

c. La oración, la celebración y los símbolos y ritos de la

liturgia.

d. El compromiso para la misión.

e. La dimensión comunitaria de la fe.

Este proceso de maduración se realiza en dos fases:

• Fase Primera

Su Objetivo es ayudar a descubrir a Jesús por los caminos de la vida. Estos caminos quedan recogidos en las grandes experiencias bíblicas: el amor, en la alianza; la libertad, en el éxodo; las dificultades de la vida, en el desierto…

• Fase Segunda

Su Objetivo es iniciar o reiniciar en la experiencia cristiana de la fe: que Jesús nos descubra los grandes misterios que abarca nuestra vida: Dios, el hombre y el mundo.

CARACTERISTICAS

a. Es un tiempo de maduración.

b. Es un tiempo de superación de resistencias.

c. Ha de conducir a la persona a una decisión firme de seguir a Cristo.



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MEDIOS Siguiendo las indicaciones del Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (nº 19), proponemos los siguientes:

a. Catequesis apropiada, gradual e integral, que favorezca el conocimiento y experiencia de los contenidos de la fe y del misterio de la salvación:

• Fase Primera: Las grandes experiencias bíblicas: “Nos encontramos con Cristo por los caminos de la vida”. Temas 3 al 11 del Itinerario, Carpeta 2.

• Fase Segunda:

• El Misterio de Dios: Nos encontramos con

Dios en Cristo. Temas 12 al 21 (Catequesis sobre Dios) del

Itinerario, Carpeta 2. • Jesucristo nos descubre el Misterio del

hombre: del “hombre viejo” al “hombre nuevo”. El estilo de vida del Evangelio.

Temas 22 al 59 (Catequesis sobre el hombre) del Itinerario, Carpetas 3 y 4.

• Jesucristo nos descubre el Misterio del

Mundo: de la Creación a la Nueva Creación. Temas 60 al 74 (Catequesis sobre el mundo)

del Itinerario, Carpeta 5.

b. Práctica comunitaria de la vida cristiana, ayudados por la comunidad ya existente o la comunidad de referencia, concretada en:



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• Orar a Dios, personal y comunitariamente, con

más espontaneidad, de la misma manera que lo hace la Iglesia: en alabanza, intercesión, como acción de gracias o pidiendo de perdón. De esta manera, la persona llegará a expresar:

- sus dificultades personales, - su lucha interior, particularmente en las

renuncias que supone adecuar su vida a las bienaventuranzas,

- la necesidad de la ayuda de Dios para poder caminar con ánimo, gozo y paz,

- las expresiones del amor de Dios y de la Iglesia.

• Testimoniar la fe.

• Ejercitarse en el discernimiento de la voluntad de Dios.

• Vivir la experiencia de esperar en el Señor.

• Vivir el amor y el servicio al prójimo hasta la

entrega de sí mismo.

• Un cambio de sentimientos y costumbres, manifestado socialmente, como consecuencia de la experiencia de fe que se vive.

• La celebración de acontecimientos concretos

de la vida cotidiana: nacimientos, cumpleaños, onomásticas, etc.

c. Vida litúrgica:

• Celebraciones de la Palabra.

• Celebración de la Eucaristía.



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d. Cooperación en la labor evangelizadora y en la

edificación de la Iglesia con el testimonio de la vida y la confesión de la fe. DURACION

Nada puede determinarse a priori, depende: • De la repercusión de la acción de Dios en la persona.

• De la disponibilidad del propio catequizando. • De la ayuda y acompañamiento de los sacerdotes,

animadores y de la propia comunidad. CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO PARA EL FINAL DE ESTA ETAPA Y DEL ITINERARIO CATEQUETÍCO. El Itinerario catequético concluye con la maduración de la experiencia de fe de la persona. Para constatar si la ha alcanzado, conviene tener en cuenta los siguientes criterios:

a. Si reconoce, de forma viva y habitual, a Jesús como Señor de la Historia y de su propia historia, constatando que ha pasado de la primera experiencia de fe a la experiencia adulta de la fe.

b. Si vive, de manera habitual, en actitud de conversión a los valores del Evangelio contenidos en el Sermón de la Montaña (Cf. Mt 5, 1-7, 29), hecho que se percibe por signos y actitudes concretas, pasando así de la primera conversión a la conversión habitual.



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c. Si tiene un conocimiento fundamental de los

contenidos de la fe y de los misterios de la salvación. d. Si reconoce el hecho fundamental de que Dios nos

ha juzgado de forma favorable y, por tanto, experimenta de modo habitual la paz interior y es capaz de una actitud constante de reconciliación con los demás.

e. Si reconoce en él la acción del Espíritu Santo, que

permite amar a los demás, teniendo conciencia de que Dios siempre ama primero y a todos (Cf. 1 Jn 4, 19).

f. Si vive la oración, personal y comunitaria, de manera habitual.

g. Si confiesa la fe de la Iglesia y, por tanto, la celebra en plenitud.

h. Si ha aceptado de manera gozosa su compromiso en la misión evangelizadora de la Iglesia (“somos testigos”), que implica la clarificación del propio carisma y vocación.

i. Si vive, de forma fundamental y habitual, la comunicación de bienes del Evangelio (Cf. 2 Cor 9, 7).

j. Si ha llegado a una integración plena y fundamental en la comunidad cristiana o creación de la misma si no existiese. Una comunidad no de “selectos”, sino abierta al pueblo y ecuménica, abierta al diálogo con otras confesiones religiosas.



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EN EL TRANSCURSO DE ESTA ETAPA

Dada la duración de esta etapa, sería conveniente tener, periódicamente, encuentros de discernimiento, a modo de seguimiento de la experiencia de fe que está viviendo la persona, utilizando los criterios indicados y celebrando lo vivido con alguna celebración sencilla que incluya la acción de gracias y la petición. Como ayuda para estos encuentros remitimos a la Etapa Final de este Itinerario de Catequesis de Adultos.



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4. ETAPA FINAL Está inspirada en la segunda (Tiempo de “Purificación e Iluminación”) y tercera Etapa (Tiempo de la “Mistagogía”) del Catecumenado Bautismal. Se trata de un tiempo más breve, en el que los adultos, ya catequizados propiamente en la segunda Etapa, recapitulan y gustan lo vivido en ella y asumen públicamente los compromisos de los Sacramentos de la iniciación cristiana que ellos ya recibieron (CA 217). Es un periodo más bien orientado al conocimiento espiritual y sapiencial que a la instrucción doctrinal (Cf. RICA 25). ACOGIDA Celebración de la elección e inscripción del nombre (Cf. RICA 133-151):

• Elección: es realizada por la Iglesia, y se funda en la elección de Dios, en cuyo nombre actúa (Cf. Jn 15, 16).

• Inscripción: los que van a iniciar esta Etapa,

como signo de fidelidad y pertenencia a una comunidad cristiana concreta, inscriben su nombre en el Libro de la Comunidad (Cf. Lc 10, 20).

Se puede celebrar el primer domingo de Cuaresma o en otra fecha de especial significado eclesial o comunitario.



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En el caso de existir catecúmenos que van a recibir los

sacramentos de la iniciación cristiana, se seguirá lo propuesto en el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos.

OBJETIVOS

a. Celebrar la superación de resistencias. b. Garantizar y celebrar la transmisión de una síntesis

viva de fe. c. Garantizar y celebrar la transmisión de la oración

cristiana. d. Realizar una catequización sobre los sacramentos

(especialmente los de iniciación). e. Descubrir la importancia:

• De la comunidad cristiana: estrechar más

profundamente el trato y los lazos con los miembros de la comunidad.

• De la participación litúrgica.

• Del misterio sacramental de la Iglesia.

f. Experimentar con gozo y sabiduría:

• El sentido de la vida que da la fe.

• El significado de los sacramentos.

• Las relaciones fraternales adquiridas en comunidad.



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g. Asumir públicamente los compromisos de los

sacramentos de la iniciación cristiana. h. Progresar, junto a la comunidad, en la percepción

profunda del misterio pascual y en la manifestación del mismo en la vida.

MEDIOS

a. Catequesis adecuadas, según el espíritu de esta Etapa, sobre los sacramentos y sobre la Iglesia:

• Itinerario de Catequesis de Adultos, Carpeta 4:

- Tema 36: “Amarás al Señor tu Dios con

todo el corazón” - Temas 52 al 59 (Celebrando la fe -

Sacramentos)

• Itinerario de Catequesis de Adultos, Etapa Final.

b. Reafirmación personal del Bautismo, mediante:

• Catequesis. • Entrega del Símbolo o Credo. • Entrega del Padre Nuestro. • Renovación de las promesas bautismales y

confesión pública de la fe en la Vigilia Pascual.



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c. Reafirmación personal de la Confirmación,

mediante:

• Catequesis. • Discernimiento sobre el modo y lugar donde

desarrollar la propia vocación. • Manifestar públicamente, en la celebración

final, la decisión de reconocer como propia la misión de Cristo, encomendada a la Iglesia, concretando el compromiso personal.

d. Celebrar vivamente la Eucaristía, centro de la vida

de la comunidad cristiana:

• Catequesis

• Concretar la forma de vivir en adelante la vida comunitaria.

e. Celebración del sacramento de la Reconciliación.

CELEBRACIONES Y RITOS

a. Encuentros comunitarios para discernimiento (inspirados en los escrutinios del Catecumenado Bautismal), que permitan a la persona:

• Descubrir en su interior lo que es contrario al Evangelio para sanarlo y lo que es bueno, positivo y santo para afianzarlo.

• Descubrir el grado de conversión alcanzado y

los signos que la acompañan.



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• Progresar en el conocimiento sincero de sí

mismo.

• Llegar a sentir, en lo profundo del corazón, a Cristo y a la Iglesia.

Estos Encuentros y los diferentes procesos de

discernimiento personal, pueden favorecerse viviendo y desarrollando las catequesis bautismales más antiguas que ofrece la Iglesia, recogidas en la liturgia de la Palabra de los domingos de Cuaresma del Ciclo A: • Catequesis del agua viva – Evangelio de la

samaritana (Jn 4, 5-44). En el Catecumenado Bautismal se tenía durante el Primer Escrutinio, el Tercer Domingo de Cuaresma.

• Catequesis de la luz – Evangelio del ciego de

nacimiento (Jn 9). En el Catecumenado Bautismal se desarrollaba durante el Segundo Escrutinio, el Cuarto Domingo de Cuaresma.

• Catequesis de la resurrección y la vida –

Evangelio de la resurrección de Lázaro (Jn 11, 1-45). En el Catecumenado Bautismal se tenía durante el Tercer Escrutinio, el Quinto Domingo de Cuaresma.

Los Encuentros y catequesis, en los que la Palabra de

Dios ha de ocupar un lugar preeminente, pueden celebrarse en cualquier momento, según la necesidad personal o comunitaria, o en fechas de especial significado eclesial o comunitario.



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b. Las entregas:

• El Símbolo o Credo: con él se entrega la fe

de la Iglesia y se recuerdan las grandezas y maravillas que Dios ha realizado para nuestra salvación. Puede celebrarse durante la Tercera Semana de Cuaresma o en otra fecha significativa.

• El Padre Nuestro: ayuda a los adultos a

descubrir más profundamente el espíritu de hijos, otorgado por el Bautismo y gracias al cual llamamos Padre a Dios, así como a interiorizar las actitudes básicas de la relación con Él. Puede celebrarse durante la Quinta Semana de Cuaresma o en otra fecha significativa.

c. Renovación solemne, ante la comunidad, de las

promesas bautismales actualizadas a lo largo del Itinerario catequético: en la Vigilia Pascual.

d. Celebración del final del Itinerario, como signo concreto de la incorporación plena a la comunidad y participación en la misión evangelizadora: en la festividad de Pentecostés o en otra fecha de especial significado eclesial o comunitario.

El final del Itinerario catequético, en la práctica, supone la integración plena y fundamental en la pequeña comunidad cristiana, que en su día aceptó este mismo Itinerario y continúa evangelizando, o la creación de la misma si no existiese, por ser la “primera generación” de catequizandos que termina el Itinerario. En ambos casos, la comunidad cristiana puede estar integrada, preferentemente, en la Parroquia, considerada ésta como comunidad de comunidades, o participar de otra forma



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en la misión evangelizadora de la Iglesia, siempre en comunión con ella, con otros tipos de presencias (casas, centros eclesiales no parroquiales, etc.), y desarrollando, como tal comunidad, en su vida cotidiana, las tres dimensiones pastorales que le son propias:

• Profética: como ministerio de la Palabra (Ver Introducción).

• Litúrgica o celebrativa de la fe de la Iglesia, conocida

y vivida. • Caritativa: supone el servicio y atención a la

comunidad y el compromiso concreto con el mundo.



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MATERIALES Y TEXTOS Un Itinerario catequético no se identifica, necesariamente, con unos materiales concretos, aunque es fácil que del uso de éstos se derive un cierto estilo de catequesis y, por tanto, un Itinerario con estilo propio.

a. Nuestro Itinerario presenta sus propios materiales con el título Itinerario de Catequesis de Adultos inspirado en “Con vosotros está”, compuesto por cinco libros que recogen: los documentos principales de las catequesis (“Documentos catequéticos”), los “Esquemas de catequesis” para cada tema y el libro sobre la Etapa Final del Catecumenado.

b. Materiales básicos: “Cuadernos de Catequesis” del Secretariado Nacional de Catequesis,

1. Iniciación al Catecumenado de Adultos. 2. Proyecto Catecumenal I. 3. Proyecto Catecumenal II.

c. Textos de referencia:

1. Catecismo “Con vosotros está” y su Guía

Doctrinal, Manual del Educador 1. 2. Catecismo de la Iglesia Católica (CCE). 3. Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA).

d. Otros textos y materiales, diferentes de los

anteriores, que puedan adaptarse y favorecer la finalidad y el desarrollo de este Itinerario catequético.



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UNA ÚLTIMA PALABRA

Nosotros, como discípulos de Jesús, estamos inmersos en el mundo como levadura (Cf. DGC 24) y creemos que “(La Iglesia), por medio de una catequesis en la que la enseñanza social de la Iglesia ocupe su puesto, desea suscitar en el corazón de los cristianos „el compromiso por la justicia‟ y la ‟opción o amor preferencial por los pobres‟, de forma que su presencia sea realmente luz que ilumine y sal que transforme” (DGC 17). Creemos que la catequesis, en cuyo centro “encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret” (CEC 426) es, también, medio para la renovación de la Iglesia (Cf. UR 6).

Es este un proyecto para vivir comunitariamente la experiencia de la fe, con la alegría de hacerlo desde la sencillez y la libertad de los hijos de Dios (Cf. Rm 8, 14-28); un proyecto abierto, nunca terminado, como todo aquello que se deja guiar por el Espíritu de Dios, siempre renovador, siempre constructor de realidades nuevas.

Vivimos un proceso, un camino que se hace cada día, a veces remando mar adentro (Cf. Lc 5, 1-11), porque sabemos de quién nos hemos fiado (Cf. 2 Tm 1, 7-12) y afrontando los nuevos retos con ilusión: corresponsabilidad eclesial, evangelización en las parroquias, anuncio de la Buena Noticia a los jóvenes, realidades sociales, diálogo con alejados y no creyentes… siempre en la dinámica del Espíritu que “sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va” (Jn 3, 8).



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“La referencia primera y última de esta catequesis será siempre Jesucristo que es „el camino, la verdad y la vida‟ (Jn 14, 6)” (CCE 1698)

Córdoba, 17 de junio de 2010

itinerario catequetico

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