italia-espaÑa-europa'': literaturas … · propias italianas por parte de aprendices...

18
"ITALIA-ESPAÑA-EUROPA'': LITERATURAS COMPARADAS, TRADICIONES Y TRADUCCIONES XI CONGRESO INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ITALIANISTAS Coordinadores: Mercedes Arriaga Flórez ]osé Manuel Estévez Saá Dolores Ramírez Almazán Leonarda Trapassi Carmelo Vera Saura . CCF76173

Upload: dinhdieu

Post on 22-Sep-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

"ITALIA-ESPAÑA-EUROPA'': LITERATURAS COMPARADAS, TRADICIONES Y TRADUCCIONES

XI CONGRESO INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ITALIANISTAS

Coordinadores: Mercedes Arriaga Flórez ]osé Manuel Estévez Saá

Dolores Ramírez Almazán Leonarda Trapassi

Carmelo Vera Saura

~\\~\~\\\\\\~\\\'\~ . CCF76173

OTECACE~

POLOSC

"ITALIA-ESPAÑA-EUROPA": LITERATURAS COMPARADAS, TRADICIONES YTRADUCCIONES

XI CONGRESO INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ITALIANISTAS

Subvencionado por: Junta de Andalucía: Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa Sociedad Española de ltalianistas, SE! Plan Propio de la Universidad de Sevilla

Proyecto de los grupos de Investigación "Escritoras y escrituras" y "Literatura italianna" de la Junta de Andalucía.

1 Edición, 2005 Ilustración de porrada: Carlos Salgado Diseño y maquetación: Marcelo González- Bane Coordinadores de la edición: Mercedes Arriaga Flórez, José Manuel Estévez Saá, Dolores Ramírez Almazán, Leonarda Trapassi y Carmelo Vera Saura. Ca-editora: Ángeles Cruzado Rodríguez.

© 2005 Arcibcl Editores ISBN: 84-934085-4-9

Depósito Legal: SE-2316-2005 European Union Impreso en España- printed in Spain Impresión: Publidisa

XI Congreso internacional de la sociedad española de iralianistas

ÍNDICE José Abad, Universidad de Granada: "Maquiavelo en el espejo de Lope de Vega". Arianna Alessandro y Pablo Zamora, Universidad de Murcia: "Las construcciones causativas en español y en italiano: semejanzas, divergencias y neutralizaciones en el discurso". Celia Aramburu, Universidad de Salamanca: "Un estudiante florentino en Salamanca en el siglo XVII: contaminaciones lingüísticas". Luca Bani, Universidad de Bérgamo: "La fatale alternariva: il dissidio tra arte e vira in Ditlna e Ltl Tud,t di Luigi Pirandello". Lorenzo Bartoli, Universidad Autónoma de Madrid: "Leonardo Bruni in Spagna, fra poli rica e rradizione restuale". María José Bertomeu Masiá, Universitat de Valencia: "El ajuar en el siglo XV". Rafael Bonilla Cerezo, Universidad de Córdoba: "Cítara argentando plumas: el gongorismo en las Novelas exemplares y prodigiosas historias de Juan de Piña". Miam Bucuré, Universidad de Valencia: "La ropa de casa y el ajuar en el siglo A.'V". Benedit Buono, Universidad de Santiago de Compostela: "Alcune considerazioni sulla storia delle grammatiche bilingui per ispanofoni: strurrura composita e incongruenre". Assumpta Camps, Universidad de Barcelona: "Clásicos italianos en el siglo XX. Para una historia de la fortuna contemporánea de Francesco Petrarca en ámbito hispánico". Luigi Cannoni: "La Castita Di Lucrezia D'Alagno nei componimenti quarrrocenreschi dei poeti alfonsini". Laura Carlucci, Universidad de Granada: "Un caso di inrerdisciplinarieta della traduzione lerreraria". Fabio Contu, Universidad de Génova: "!1 Rapporto dell'autore con i suoi personaggi: Niebla di Miguel de Unamuno e Sei personaggi in cemt cl'autore di Luigi Pirandello". José Luis Couceiro, Universidad de Santiago de Compostela: "Relaciones entre la filología italiana y la filología gallega". Francesco De Benedicris, Florencia: "Un cancionero ritrovato nella biblioteca Riccardiana di Firenze: esempio di rapporro pro fondo". Francisco de Borja Gómez Iglesias, Universidad de Salamanca: "La srrada de Federico Fellini en la obra narrativa de Mario Benederri". Francesco De Martina, Universira di Foggia: "F,m,¡ volgare. L'Elettra di Sofocle". Fausto Díaz Padilla, Universidad de Oviedo: "La Comunicación dialógica: la lengua coloquial en los diálogos narrativos en Ralfaele Nigro". Ana María Domínguez Ferro, Universidad de Santiago de Compostela: "La ciudad de Sevilla en la crónica del viaje de Cosme III De' Medici a Espaila de Giovan Battista Gornia". Joaquín Espinosa Carbonell, Universidad de Valencia: "Estudio comparativo de dos traducciones de Seis personajes en bwc,t de autor". José Luis Espinosa Sales, Universidad de Bérgamo: "Achille Campanille: dramaturgia, humorismo y traducción". Toribio Fuente, Milagro M. Clavija, Amonio Marqués, Universidad de Oviedo: "Relaciones italo-espaúolas y su reflejo en los cancioneros castellanos del siglo XV". Ignacio García AguiJar, Universidad De Córdoba: "Lope de Vega: Literarura italiana y preceptiva paratexrual".

7 12

18

24

51

62 69

86

94

101

110

123 3

132

147

165

176

183 202

243

258

267

275

235

- "ltalia-t-spaüa-t.uropa: literaturas comparaoas, rracuuuHe> y uauuLuvue;

Mónica García Aguilar, Universidad de Granada: "Censura política en las primeras 283 traducciones españolas de los R11ggum·di di Pi1171t1.rso de Tbiano Boce<llini". Linda Garosi, Universidad de Córdoba: "Jo e Pirandello": nota sui comarri tra due 293 aurori europei". Roberto Gigliucci, Universidad La Sapienza de Roma: "Dentro e contra Gillén". 303 Manuel Gil Rovira, Universidad de Salamanca: "Notas sobre dos periodistas 316 narradores: Manuel Vázquez Montalbán y Franco Miami".

'OLO se Jesús Graciliano González de Miguel, Roma: "Don Diego Sandoval De Castro: 339 ¿Un legendario caballero espaúol o un malogrado poeta italiano, víctima de una absurda venganza política?". Estela González de Sande, Universidad de Cáceres: "El viaje a través de la obra de 348 Raffaele Nigro". Isabel González Universidad de Santiago de Compostela: "Cimportanza di 358 Compostella nella lerreratura odcporica: Viaggio da Napoli a S. Giacomo di Galizia di Nicola Albaní". Mercedes González de Sande, Universidad de Bérgamo: "La traducción de los 376 refranes y sentencias de El Quijote en dos ediciones italianas del siglo XX". Vicente González Martín, Universidad de Salamaca: "Teoría y praxis de la 385 literatura comparada ítalo-española". Jean- Paul Goujon, Universidad de Sevilla: "Éxito y aventuras en Francia de la 392 Hypneroromachia Polophili (1499) de Francesco Colonna". Andrea Gualano, Universidad de Turín: "lnterferenze linguistiche nella prima 412 traduzione italiana clella Celestina: l'elemento romanesco". Javier Gurierrez Carou, Universidad de Santiago de Compostela: "Cario Gozzi fra 428

4 'Culos' e 'Don Cado': Le droghe d'amor". Manuel Heras García, Universidad de Salamanca: "internet recurso didáctico en la 440 enseñanza/ aprendizaje del italiano/ LE". Pedro Luis Ladrón ele Guevara, Universidad de Murcia: "Presencia de Leopardi en 457 la poesía espa!lola del siglo XX". Eugenio Maqueda Cuenca, Universidad de Jaén: "Italia en dos poemas de Antonio 463 Carvajal". Elena E. Marcello, Universidad de Castilla-La Mancha: "La commedia Gli Ingmmt1ti 477 ed i Decepti di Juan Pérez Petreyo". Pilar Martina Alba, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid: "La inspiración 488 artística de Josef Engelhardt: Sevilla-Taormina-Viena". María del Prado Martín Prado, Universidad Complutense de Madrid: "Las Lettere 499 t1 Jouvence de Gabriel e d'Annunzio". Maria Milena Miazzi, Universidad de Valladolid: "G/i indifferenti di Alberto 508 Moravia e Nuevt1s Anli.rtt1des di Juan García Hortelano: clue opere prime a confronto". Emanuela Mini: "Frai Antonio de Guevara e Italia: Un breve apunte". 519 Eva Muñoz Raya, Universidad de Granada: "Discursos sobre la traducción en la tradición italiana". Andrés Navarro Lázaro, Universidad de Valencia: "El léxico de la caza en el ms. 947 530 de la Biblioteca Histórica de la Universitat de Valencia". Anna Nencioni, Universidad de Salan1anca: "Spunti per un percorso di memoria 536 italiano". Gianluca Pagani, Universidad Pablo Olavide: "Un trovatore italiano alla corte 542 d'Alfonso X".

XI Congreso internacional de la sociedad espaúola de italianistas

2il3

293

303 316

l39

148

58

76

85

12

~8

o

7

3

7

Victoriano Peúa, Universidad de Granada: "La revista Colombo (1926-1930): Propuestas y contenidos del hispanismo italiano de ideología fascista". Beatriz Peralta García, Universidad de Oviedo: "Sá de Miranda y Maquiavelo: Similirudes y Divergencias". Soledad Porras Castro, Universidad de Valladolid: "Eclmondo De Amicis. Lerrere Dalla Spagna". Paula Quiroga Murguía, Universidad Adam Miczkiewicz (Polonia): "La fraseología en la didáctica del italiano en Espaúa". Marcelino Rodríguez Donís, Universidad de Sevilla: "La hermenéutica de la religión en el Ateimw trionfitto de Tommaso Campanella". J. Inés Rodríguez, Universidad de Valencia: "La Feria de Vtt!demoro de Clavija y Fajardo". Irene Romera Pintor, Universidad ele Valencia: "Petrarca en la acrualidad: Ediciones y traducciones (Siglos XIX y XX)". Isabel Rubín Vázquez De Praga, Universidad Complutense De Madrid: "El uso del castellano y catalán enjohan Padau a la descoverta de!Americhe de Dario Fo". Cinzia Sama, Universidad Nacional Autónoma de México: "Ricezione della narrativa di Dacia Maraini in Spagna". M." Dolores Del Mar Sánchez González, UNED Madrid: "La influencia de los escritores italianos en el pensamiento jurídico-penal espaúol del siglo XIX". José Sánchez Herrero, Universidad de Sevilla: "Composición y significado del Címico del Hermano Sol". Jorge J. Sánchez Iglesias, Universidad de Salamanca: "Fosilización y lenguas afines". María Teresa Sanmarco Bande, Universidad de Santiago ele Compostela: "Alfonso de Ulloa: literaro, traductor y lexicógrafo en la Venecia del siglo XVI". Isabel Serra Pfenning, Universidad Complutense de Madrid: "Espacios amropológicos de las vanguardias europeas: Futurismo, Expresionismo y Dadaísmo". Carmen Solsona Martínez, Universidad de Zaragoza: "Asimilación de las preposiciones propias italianas por parte de aprendices hispanohablantes de italiano/LE: estrategias, errores y posibles causas". Begoúa Suarez Moreno, EOI Pontevedra: "Cine y did;ictica: Algunas observaciones sobre el parlato cinematográfico. Dos propuestas didácticas". Juan de Dios Torralbo Caballero, Universidad de Córdoba: "Traducción anasémica, imitario y paráfrasis en Viaje del Pamaso". María Dolores Valencia, Universidad ele Granada: "Una gramática bilingüe en la Espaúa del siglo XIX: ex;unen teórico de los elementos del discurso". M" Soledad Villarrubia Zúfliga, Universidad de Alcalá: "De Dante al Bosco: la imagen de los pecados capitales". Jara Yáúez Sancho, Universidad Autónoma ele Madrid: "Suono, immagine, parola: cinema e avanguardia tra Italia e Spagna". Saral1 Zappulla Muscara, Universita di Catania: "Luigi e Stefano Pirandello nel tempo della lontananza". Enza Zappulla, Isrituto di Storia dello Spettacolo Siciliano di Catania: "II teatro sicili;mo in Spagna".

550

562

574

584

594

616

626

634

644

659

671

679

687 5

700

705

717

727

734

747

757

764

777

734

"Iralia-España-Europa": literaturas comparadas, tradiciones y traducciones

UNA GRAMÁTICA BILINGÜE EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX: EXAMEN TEÓRICO DE LOS ELEMENTOS DEL DISCURSO

Mr~ Dolores Valencia Universidad de Granada

Es de sobra conocido y aceptado como tal que la lingüística es, como ciencia, reciente. De hecho, en muchos manuales escritos en la segunda mitad del siglo XIX y en la segunda del XX, se asume como punto de partida de la historia de la lingüística 'científica' los primeros anos del siglo XIX. Sin embargo, es evidente que el interés, descriptivo o filosófico, por el lenguaje existía desde antiguo (Morpurgo Davies 1994,

III, pp. ll- 399). Conviene, por tanto, no olvidar que cada época ha tenido su propia idea de lo que es la ciencia y de lo que son los científicos, y que los estudios lingüísticos actuales se hallan inevitablemente cimentados en las doctrinas de la tradición, cuyos presupuestos teóricos siempre han sido tenidos en cuenta, ratificándolos o rebatiéndolos,

para establecer nuevos principios que dieran una mayor consistencia científica a los modernos estudios gramaticales. A pesar de ello, hasta la segunda mitad del siglo XX no se empieza a prestar la debida atención a nuestra historiografía lingüística y todavía hoy los estudios en este campo no son tan abundantes como sería de desear, sobre rodo en lo referente a autores y textos de gramática del siglo XIX. Sirva como ejemplo de lo que decimos la obra que será objeto del presente estudio, escrita en una época a caballo entre la Lingüística más o menos tradicional y la nueva Lingüística: el E->:amen teórico de los elementos del diswrso para servir de estudio preliminar a los ejercicios prácticos de la lengua italiana, escrito en italiano y español por Pascual Cataldi y Rafael García Tapia (1850; cfr. Hidalgo, 1968 (reed. 1973), III, p. 113).

Es indudable que a comienzos del siglo XIX existía en Europa un notable interés por las lenguas y por la lingüística, pero no es fácil separar las distintas escuelas o corrientes. Se pueden distinguir dos tendencias opuestas: por una parte la lingüística que concede una importancia capital a los datos y por otra la tradición de la gramática universal o filosófica tal como fue concebida por el sensualismo o empirismo psicológico de sus máximos representantes, Condillac y Destutt de Tracy, y que habría de tener una sensible influencia en los lingüistas filósofos españoles del ochocientos, como veremos a continuación. La introducción de las ideas sensualistas de Jhon Locke en el pensamiento español del siglo de las luces, ha sido considerado como una causa remota del interés mostrado en las primeras décadas del siglo XIX por la filosofía del lenguaje (Rodríguez

Aran da, 1962). La teoría lockeana de que las ideas y los conocimientos proceden de la sensación y de la reflexión, expuesta en su Ensayo sobre el mtmdimiento humano (1690), influirá decisivamente en el nuevo giro que se le dará en España al estudio del lenguaje; la aplicación de un examen sobrio y experimental al mundo del conocimiento, supondrá, naturalmente, el abandono de la concepción aristotélico-escolástica. Acabada

la primacía de Locke, su influencia continuará a través de su discípulo Condillac, sobre

XI Congreso internacional de la sociedad española ele iralianisras

todo a partir de la traducción de su Lógica, en cuya segunda parte expone su teoría del lenguaje (Condillac, 1788), muy en consonancia con su línea ideológica: las palabras no son más que sensaciones o rastros de sensaciones más o menos complicadas. Condillac seguirá presente en el pensamiento español a través de uno de sus seguidores, el conde Desrutt de Tracy, que será el escritor extranjero más traducido en España en la primera mirad del siglo XIX. Su obra Eléments d1déologie (Icléologie, Grammaire, Logique) fue acogida con bastante oposición por parte de los escolásticos, pero su influencia fue considerable en el campo social y en el de la economía política, por no hablar de la aportación de su Gramática Gmeraf5 a los tratados de lingüística de la primera mitad del ochocientos.

Ya a finales del siglo anterior se registran tentativas de trasladar a España las ideas de las gramáticas filosóficas procedentes de Francia. Lázaro Carreter ha señalado que González Valdés y Jovellanos marcan el comienzo de la Gramática general, sobre todo los Rudimentos de gramática general (1795) de este último vienen a ser "el primer intento formal de incorporar estas enseñanzas a nuestra Patria" (Carreter, 1949: 191). Pero será en el siglo XIX cuando empiecen a proliferar las gramáticas lógicas o generales por el influjo tardío -al que ya nos hemos referido- de las gramáticas francesas posteriores a Pon-Royal. A través de la lógica se formularán una serie de leyes que estarán presentes en todas las lenguas, o al menos ésa era la pretensión de los gramáticos filósofos (Cfr. Mourelle-Lema, 1968). La misma que guiará a los autores en su obra Examen teórico de los elementos del discurso, que en la introducción afirman que son pocos los que "poseen de antemano los principios constitutivos de todas las lenguas posibles", por el contrario "los más, descuidando la suya nativa, se contentan con adquirir cierto baño gramatical 735 de la que han hablado Dame, Moliere o Mil ton, sin penetrar en el fondo de la ciencia" (p. IX).

Los autores se muestran convencidos de la importancia que tiene el conocimiento de la Gramática en el estudio de las lenguas extranjeras. Pero también afirman que la experiencia les ha enseñado que "los métodos prácticos dan resultados más rápidos y satisfactorios que los antiguos sistemas doctrinarios" (p. VII). De igual modo advierten de que el aprendizaje de memoria y la repetición sin conocimiento de causa de un número mayor o menor de frases, no llevará al alumno a conocer la estructura y la filosofía de la lengua, y que la dificultad se incrementa si se estudian como algo secundario los principios gramaticales de ésta; como consecuencia de ello "no transcurren muchos días sin que el alumno se retraiga aburrido de su empresa, después de haber sacrificado dinero y tiempo" (p. XI). Precisamente para solventar en lo posible los inconvenientes que surgen de los sistemas puramente prácticos, así como la confusión "que naturalmente resulta al hacer aplicaciones de lo que se ignora o se conoce muy someramente", creen los autores útil la publicación de su obra, en la que recogen "rodas aquellas noticias generales de gramática, que en nuestro sentir debe saber el principiante antes de ejercitarse en la práctica de la lengua italiana, para poder comprender al menos las observaciones oportunas y las explicaciones necesarias que en el curso de las lecciones ha de hacer el profesor" (p. XI).

Como podemos comprobar, la obra presenta, entre otras características interesantes, la de ser reflejo directo y, a la vez, material de apoyo de una concreta experiencia didáctica. Antes de adentrarnos en el análisis de esta gramática, creo que

736

"Italia-Espaüa-Europa": literaturas comparadas, n·adiciones y traducciones

vale la pena detenerse en la metodología que la sustenta, poniéndola en relación con la didáctica y el aprendizaje de las lenguas extranjeras del momento. Los españoles que quisieran aprender la lengua italiana en el siglo XIX podían disponer de gramáticas italianas escritas en latín, de gramáticas multilingües, de libros de diálogos, manuales de conversación, diccionarios, tratados epistolares o de las gramáticas italianas escritas para hispanohablantes. Por lo que respecta a estas últimas, hay que señalar que en líneas generales, su estructura y finalidad son bastante semejantes. Suelen estar estructuradas en dos partes: una teórica con reglas y nociones gramaticales y otra práctica con ejemplos, conversaciones o ejercicios diversos, variando naturalmente su valor científico a tenor de la formación de sus autores.

Cataldi y García Tapia anuncian en su introducción que "como continuación de este opúsculo preliminar publicaremos por separado una parte práctica, a fin de que el alumno recurra en caso necesario a consultar las lecciones correlativas" (p. XIII). Este libro habría de tener el mismo orden de materias que el teórico; se señala, por tanto, una clara interdependencia entre la parte teórica y la práctica. Sin embargo, nada sabemos de su publicación, o puede que quedara en un proyecto no realizado desgraciadamente, aunque por las indicaciones que los autores van dando a lo largo del texto podemos saber de su composición. Los ejercicios de los casos difíciles, e incluso la exposición teórica de las reglas complicadas, quedan para la parte práctica, remitiéndose a menudo a ésta y a la ayuda del profesor. Este hecho confirma nuestra idea de que el Examen se escribió como instrumento de apoyo y no solamente como un texto para el aprendizaje autónomo de la lengua.

Dos son las tendencias más interesantes que ocupan la práctica didáctica en la época en que se escribe nuestra obra, la didáctica llamada "tradicional", que se apoya en la gramática en el sentido más clásico del término, y la que se basa en los métodos "directos" o "naturales". Los estudiosos de la glotodidáctica parecen tener claro que la contraposición entre ambos métodos no surge en este siglo, sino que se remonta a épocas pasadas:

Si possono individuare due correnti opposte nell'insegnamento linguistica tra il Rinascimento e l'Ottocento. La miglior pratica pedagogica in questi secoli seguiva il buon senso e non era ancora stata infettata dal virus del 'grammaticalismo' formale: in altre parole, era ancora abitudine comune insegnare le lingue tramite il contatto dal vivo, sia nel versante scritto che in quello orale. La seconda tendenza nell'insegnamento linguistica post-rinascimentale aveva gia incominciato ad essere formalizzata in un insegnamento sistematico della grammatica, basato su paradigmi, tabelle, declinazioni e coniugazioni (Titone, 1980: 59).

De acuerdo con esto, el texto que estamos analizando no escaparía a este último planteamiento, al igual que la mayoría de las gramáticas y métodos destinados a la enseñanza de la lengua italiana que se publicaron en la España del siglo XIX (Arce, 1988: 7-15; Silvestri, 2001) no obstante, creemos que ambos métodos no se contraponen tan rígidamente como podría parecer ni en ésta ni en muchas de las otras obras que se publicaron en España tras la introducción del estudio de las lenguas extranjeras en los programas escolares, hecho que se debió fundamentalmente al decisivo apoyo prestado

XI Congreso internacional de la sociedad española de italianistas

por Jovellanos, como queda reflejado en sus Bases para la Jomwción de 1111 plan general de Instrucción Pública (1809).

Cuando las lenguas "modernas" empezaron a incluirse en el curriculum de las escuelas europeas en el siglo XVIII, se enseñaban usando los mismos procedimientos básicos que en la enseñanza del latín. Los libros de texto consistían en enunciados de reglas abstractas de gramática, listas de vocabulario y oraciones para traducir. Hablar la lengua extranjera no era el objetivo primordial, y la práctica oral se limitaba a que los alumnos leyesen en voz alta las oraciones que habían traducido. En el siglo XIX, este enfoque basado en el latín se consideraba el camino normal para el esrudio de las lenguas extranjeras en las escuelas; se le conoce como el método gramática- traducción y dominó en la enseñanza hasta mediados del siglo XX. Los defensores a ultranza de los métodos "directos" o "naturales" fueron sus principales detractores y le colocaron la etiqueta negativa de método "tradicional". Debido a un cierto eclecticismo, en estos últimos años se habla de "vuelta" a la gramática, de "reflexión gramatical" (Colombo, I 982: 12-70); naturalmente para la adquisición de la primera lengua se propone una gramática intuitiva y analítica, mientras que para el aprendizaje de una segunda lengua es muy importante la gramática didáctica, destinada a la enseñanza de conceptos y a la formación de habilidades, al no tener ningún conocimiento previo de la lengua extranjera, el esrudio gramatical no puede basarse en un saber intuitivo sino en el conocimiento científico de la gramática (Titone, 1992). Esta perspectiva actual nos permite una mejor comprensión del texto que nos ocupa, que a pesar de que fuera concebido, como señalamos anteriormente, para ser utilizado como material de apoyo al trabajo del docente en el ámbito de una concreta práctica didáctica, no por ello carece 737 de una interesante reflexión gramatical.

La traducción entendida como instrumento o actividad didáctica, compañera de camino de este método, está presente en toda la obra ya que se trata de una edición bilingüe12

:

Con el objeto de que los alumnos no muy orientados en los rudimentos gramaticales, puedan sacar un doble fruto de las primeras versiones, hemos creído conveniente escribir este Examm en italiano y espai1ol, para que les sirva de primer texto, y a la vez que se familiaricen con los giros correspondientes en ambos idiomas, se penetren más y más de la naturaleza y del oficio de los elementos del discurso (p. XIII).

A nuestro parecer es interesante que los autores hablen de "versiones" como paso anterior a la traducción propiamente dicha. La versión entendida como una traducción literal que debe respetar rigurosamente tanto el fondo como la forma del texto, y para cuya realización parece ser suficiente el dominio de las nociones contenidas en el análisis, mientras que para una traducción más libre son imprescindibles las reglas sintácticas, en este caso aún no conocidas por el alumno.

La mayoría de los autores que publican sus obras de gramática en la segunda mitad del siglo XIX, definen, a veces con algunas variantes, la gramática conforme a la tradición, es decir como el arte de hablar y escribir correctamente una lengua o idioma. Obsérvese que la presencia en esta definición del adverbio "correctamente", que a veces

"lralia-Espaiía-Europa": literaturas comparadas, tradiciones y traducciones

se sustituye en otras con el término "bien", hace referencia directa a la gramática de tipo normativo y prescriptivo, cuya presencia en este período es superior a la de la gramática descriptiva (Hjelmslev, 1976: 243-254). El objeto de estudio del B:amen teórico es naturalmente la gramática de la que los autores dicen lo siguiente:

Que la gramática se defina la ciencia de los signos, o que según el conde de Tracy, deba considerarse como la continuación ele la cimcia de las ideas, es para nosotros un objeto de orden secundario, en atención a que uno y otro parecer contienen verdades, que naturalmente nos llevan al conocimiento y al enlace de los elementos que entran en la forma de expresión de nuestros pensamientos, fin de toda gramática (p. XVII).

Vemos cómo la mención explícita al término "ciencia" y el deseo de los autores de que quien estudie una lengua posea los "principios constitutivos de todas las lenguas posibles", como señalamos anteriormente, nos permite considerar a este texto como una gramática general y filosófica (Gómez Asencio, 1981: 30; Calero Vaquera, 1986: 34-35) 14

, nada prescriptiva, por cierto; sus autores, conscientes de que las publicaciones lingüísticas de todo orden se suceden rápidamente, de la dificultad que entraña abordar ciertos temas y de la opción lingüística elegida, advierten que no pretenden haber resuelto cuestiones de suyo bastante espinosas, aunque, al menos, se muestran convencidos de que sus opiniones no influirán negativamente en los jóvenes alumnos, quienes podrán rectificar con el tiempo "en vista de razones para ellos más convincentes" (p. XV).

La gramática racionalista o general empieza a dar sus frutos en España sobre 738 todo cuando en 1822 Caamaño traduce la Grammaire de Destutt de Trae (1822); como

7-­hasta el momento las gramáticas que se venían publicando tenían como arquetipo las gramáticas latinas y se movían, por tanto, dentro de las normas tradicionales, el traductor señala en el prólogo que se trabajaba muy poco en España sobre la gramática universal, es decir sobre los principios comunes y fundamentales de la ciencia. A partir de esta fecha comienzan a proliferar las gramáticas filosóficas o generales en España, entre las que destacan la de Gómez Hermosilla (1835), la de Balmes (1874), y la de Arbolí (1844) (Mourelle-Lema, Op. cit., pp. 273-349). En Italia la situación es bastante diferente, puesto que la historia de su gramática se vio condicionada por la tradicional "questione della lingua", pero, a pesar del dominio del normativismo propuesto por Bembo y la Crusca, se produjeron algunos intentos de apertura en el panorama gramatical del momento con las obras de Giovanni Romani y Mariano Gigli 17

Tras la definición, alejada de la más pura línea tradicional y académica, que Cataldi y García Tapia nos dan de la gramática, nos aclaran que la ideología "nos enseña el origen y la generación de las ideas. Cuando percibimos una idea contenida en otra, o sea la diferencia existente entre dos ideas, decimos que formamos un juicio. El juicio escrito toma la forma de proposición, la cual se compone de dos o de tres partes, a saber: de sujeto y verbo, o de sujeto, verbo y término" (p. XV). Esta teoría gramatical es la misma de Desrutt, que en la introducción a su Gramática escribe estas significativas palabras: "La Gramática es, según se dice, la ciencia de los signos; convengo en ello, pero me gustaría, más que se dijese, y en especial que siempre se hubiera dicho, que es la continuación de la ciencia de las ideas" (Op. cit, p. 63).

La inclusión de la gramática general o lógica en la enseñanza española se debió al

XI Congreso internacional de la sociedad española de i ralianistas

hecho de que se consideraba muy importante, incluso para la enseñanza de los idiomas, en una época en la que las oportunidades de comunicación entre los europeos eran cada vez mayores y en la que aumentaba la demanda en torno a la capacidad de hablar lenguas extranjeras. A este respecto, decía el traductor de la Gramática de Destutt de Tracy, Caamaño:

Su estudio es, pues, no sólo utilísimo, sino indispensable para componer o estudiar la gramática particular de cualquier lengua; y si por fortuna se introdujese en las escuelas públicas, prepararían a los jóvenes para aprender todos los idiomas, y reduciría la enseñanza, ahora tan larga y cansada, a un corto número de reglas particulares a cada uno; ventaja inapreciable hoy día en que puede decirse que nada sabe quien no sabe lenguas (Destutt de Tracy, Presentación de la Gramática General, cit.)

Pero una clara muestra de que ya en 1845 las ideas gramaticales racionalistas francesas habían penetrado en el terreno de la enseñanza lo constituye el hecho de que en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Madrid se explicaba Ideología junto con Lógica.

Lo primero que nos llama la atención en la definición de Gramática que ofrecen nuestros autores, es que en ella no se alude explícitamente a las reglas como elementos constituyentes o como finalidad de la gramática general, lo que hace presuponer que la conciben como una ciencia puramente descriptiva y especulativa, fundamentada en principios a priori. Idea que hay que poner en conexión con las tareas encomendadas a esta gramática: "Expresar todas las modificaciones y accidentes de las partes de la proposición, y el enlace de unas proposiciones con otras en el discurso" (p. XIX)2° . 739 Para llevar a cabo estas funciones se valen los autores de ocho elementos gramaticales denominados: nombre, adjetivo, pronombre personal, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección, cuya "índole y naturaleza" se proponen exponer y analizar en el presente Exame1111

.

Pero dejemos a un lado las declaraciones programáticas contenidas en la introducción y pasemos a analizar el contenido de la gramática y a comprobar si existe adecuación entre la definición y la división que los autores hacen de la gramática o entre la definición y los contenidos del texto, dado que no son pocas las gramáticas de la época en las que aparece esta contradicción.

Por lo que respecta a la división de la gramática, el único autor de este período que es consciente de los problemas que plantea una división tajante en "partes", alejándose decididamente de la tradición, es A. Bello (1847), precisamente porque esa repartición no se da de hecho en el decurso hablado o escrito; todos los demás se muestran de acuerdo en que la gramática ha de dividirse en partes. Por ello, Gómez Asencio señala que "la huella indeleble de la tradición gramatical de Occidente es fácilmente reconocible en cualquiera de las divisiones propuestas en la época; la innovación y la originalidad a este respecto son, si existentes, mínimas" (Asencio, Op. cit., p. 33; Llorente, 1967: 215­370). Atendiendo a la terminología gramatical empleada, los contenidos que se abordan en nuestro texto conformarían la Analogía, antes llamada Etimología (denominada también por algunos autores Elementos o Rudimentos), entendida como el estudio total, es decir, en todos sus aspectos, de las palabras, partes de la oración o partes del discurso23 tomadas separadamente, prestando más atención a sus propiedades formales

"Italia-España-Europa": literaturas comparadas, tradiciones y traducciones

que a las funcionales, aunque éstas no están totalmente ausentes del texto. De todos modos queda claro que los autores no pretendían exponer los aspectos sintácticos de las lenguas analizadas; este mismo hecho no es ajeno a otras gramáticas de italiano para hispanohablantes de la época como por ejemplo las de Vergani y Costanzo (Silvestri, Op. cit., pp. 81 y 105).

Cataldi y García Tapia describen las partes del discurso de forma autónoma y detallada, con un planteamiento argumentativo rígido y racional. Toda categoría gramatical es definida de forma clara, apoyándose, como veremos, no en ejemplos literarios sino construidos ad hoc, si bien es cierto que en contadas ocasiones se apela a la lectura reflexiva de los buenos autores como modelo y punto de referencia, no parecen hacerlo con mucha convicción, y se propone con una mayor frecuencia el uso del diccionario y la práctica de la lengua.

Como hemos señalado anteriormente, nuestros autores adoptan un sistema de clasificación de ocho clases de palabras2

\ lo que denota un esfuerzo por alejarse de la tradición26 y por introducir ciertas "innovaciones" en el estudio de la gramática. A primera vista es interesante señalar, como veremos más detalladamente en el estudio de estas categorías, que en este sistema el adjetivo y el sustantivo ya no se consideran subclases del nombre, se elimina, además, el participio de la nómina de las categorías verbales; y no se considera el artículo como clase independiente incluyéndolo en la categoría del adjetivo.

Por lo que respecta al nombre, siguiendo en esto a los gramáticos griegos, es para nuestros autores una clase primaria de palabras que es dividida fundamentalmente

740 de dos modos: nombre propio y apelativo, frente a otra división, nombre sustantivo y adjetivo, propugnada por la tradición escolástica medieval y que fue asimilada por la mayor parte de los gramáticos de la primera mitad del siglo XIX. A la hora de definir esta parte del discurso, Cataldi y García Tapia utilizan indistintamente los términos nombre y sustantivo para designar una cosa existente en la naturaleza o en nuestra imaginación. El nombre es una categoría semántica o lógico-objetiva, independiente del adjetivo. Si en esta definición resulta evidente que la lengua es un reflejo inmediato de la realidad, por lo que esta relación entre la cosa y la palabra se inscribe en la línea de la más pura tradición, no obstante debido a la influencia de la gramática filosófica francesa, entre la sustancia real y la palabra se insertan las ideas(= las ideas de los objetos); ya no son, pues, las palabras la expresión directa de la realidad, sino la expresión de las ideas que de esa realidad tenemos. Este parece ser el punto de vista que adoptan nuestros autores cuando afirman que los nombres metafísicos, a través de una serie de transformaciones del lenguaje, pasan "a tener existencia sustantiva en nuestra mente cuando en su origen eran meras calificaciones" (p. 23) y que hay "una serie de nombres a los cuales da nuestra imaginación una existencia propia que no tienen en el mundo" (p. 25). Por otra parte siguen también un criterio sintáctico colocacional al considerar que el nombre mstantivo subsiste por sí solo en la oración, representa a una idea que no necesita de otra para subsistir. Estos dos criterios, semántico y sintáctico, se ven apoyados por el criterio formal, que tiene en cuenta la forma y la estructura material de la palabra, en este caso se habla de género, número y caso. Quizás lo más novedoso sea la utilización del criterio sintáctico funcional cuando consideran que el sustantivo es el primer elemento de la proposición, pudiendo ser sujeto de ésta, "o sea la persona o cosa a la que se refieren

XI Congreso internacional de la sociedad espaüola de iralianisras

todas las otras partes que la componen" (p. 29); este criterio en las dos modalidades empleadas por Cataldi y García Tapia, es el menos utilizado por los gramáticos de esta época, a pesar de que Bello ya lo había adoptado como el único válido en la clasificación de las distintas categorías verbales (Calero Vaquera, Op. cit., p. 53).

El ac(jetivo es considerado en el Examen como una clase de palabras autónoma, absolutameme distinta de todas las demás y optando en su definición por el criterio semántico, se dice que: "es el signo que representa una cualidad, un atributo del nombre" modificándolo o determinándolo, en líneas generales es "todo signo que expresa una idea la cual no puede existir sino contenida en otra" (p. 32). Son varias las denominaciones del adjetivo, tantas como modificaciones distintas pueda tener el nombre: indicativo, calificativo, determinativo, numeral, conjuntivo e incierto o indeterminado. A nuestro parecer, uno de los aspectos más interesantes es que nuestros autores, basándose en el criterio funcional, reconocen el carácter adjetivo del artículo y considerando que es en la categoría adjetiva donde éste debe insertarse, lo llaman adjetivo indicativo "porque de ellos se desprende tan sólo una mera indicación" y "por la analogía que tiene el significado de esta voz con el oficio que desempeña en la proposición" (p. 43). Aducen, en su razonamiento, que esta voz no es precisa en la estrucmra de las lenguas, como lo demuestra la latina que carece de ella, y que "filosóficamente hablando, como signo de indicación, debiera ser invariable y común a todo género y número; pero la lengua italiana y la española, por ley de concordancia, le dan formas distintas para expresar el singular y el plural, el masculino y el femenino" (p. 45). Por este motivo muestran su extrañeza ante el hecho de que una gramática recienre, demostrando un claro apego a la tradición, define erróneamente, a decir de nuestros autores, el artículo 741 como una partícula que "antepuesta y acompañada con el nombre, nos da a conocer su género, número y caso" (p. 45) (Gómez Asencio, Op. cit., pp.l55-157). Como hacen en otras ocasiones poniendo la lengua inglesa como ejemplo de la teoría que sustentan, recomiendan: "consúltese ésta y se verá que the, su único indicativo lo mismo que los demás adjetivos, es invariable y sirve para todos los géneros y números" (p. 47). Vemos, por tanto, que nuestros autores definen el artículo semánticamente por su valor deíctica, porque son, en definitiva, palabras que no nos suministran ninguna idea de los objetos, sino que se limitan a indicarlos o señalarlos. Estas palabras, siguiendo las ideas de Coseriu, nos vienen a decir que el artículo es el actualizador mínimo del nombre (Coseriu, 1967: 282-323).

La mayoría de los autores del periodo al que pertenece la obra que comentamos, consideran el pronombre como una categoría autónoma. Para Cataldi y García Tapia todos entran a formar parte de la clasificación del adjetivo que hemos dado más arriba, salvo el pronombre personal, que es el único que reconocen como tal. Definen el pronombre como "la palabra que sustituye al nombre para evitar su repetición", de manera que pronombre equivale a decir "por o en vez de un nombre" (p. 83). Este criterio de caracterización del pronombre entra en la línea más pura de la tradición grecolatina y pocos autores del momenro se replantearon esta definición; se apela, pues, a un criterio imraoracional (sintáctico colocacional) para definir el pronombre. Pero más adelante, señalan que "rigurosamente hablando, estos signos son compuestos y no elementales, porque cada uno de ellos contiene dos ideas, una sustantiva que reproduce la de un nombre, y otra adjetiva, la cual indica si éste pertenece a la primera, segunda

742

"Italia-Espat'ia-Europa": literaturas comparadas, tradiciones y traducciones

o tercera persona" (p. 87). Por tanto, a los rasgos de sustituir al nombre y evitar su repetición, se añade un tercero consistente en señalar las personas gramaricales de los actos de habla. Para nuestros autores, persoua ha de ser entendido no como "la expresión de una entidad racional, sino como signo referente a los sujetos o seres personificados que intervienen en el discurso" (p. 83). Los únicos pronombres en que concurren estos tres rasgos son los personales, como señalan los propios amores, y envían a las lecciones prácticas para establecer las reglas de aplicación de los mismos.

La categoría preposicióu es definida con los siguientes criterios. En primer lugar con el criterio formal, al describirla como una voz de forma "invariable", para pasar a continuación a utilizar criterios de índole semántica y sintáctica para completar su caracterización. Dicho signo "denota relación" no entre cosas u objetos sino entre "palabras". Teniendo en cuenta fundamentalmente que la preposición se antepone en

italiano y en español a otra palabra, se utiliza este hecho como criterio básico: "el puesto que ocupa en la oración es siempre delante de un sustantivo expreso o tácito" (p. 197). Por lo que respecta a su clasificación, los autores tienen en cuenta los casos que ésta puede regir, lo que recuerda el primer valor funcional asignado a las preposiciones; no obstante, ha perdido ya parte de su carácter formal como palabra que rige un caso, para anunciarlo simplemente, la preposición expresa en italiano y español la misma circunstancia que su correspondiente caso latino. Veámoslo con un ejemplo tomado del ablativo:

denota un punto de partida material o ideal, procedencia, o causa, y se expresa con la preposición italiana da, correspondiente a las españolas de, por:

En italiano: Vengo da Firenze. Questo lavoro estato fatto da tua figlia. En español: Vengo de Florencia. Este trabajo ha sido hecho por tu hija (p. 209). Por lo que respecta a la conjunción "es un signo que sirve para enlazar un periodo

a otro en una misma frase " (p. 211), por tanto, señalan los autores, "jamás funciona como parte integrante de la oración". Vemos aquí una teoría bastante acertada, desde la perspectiva de la lingüística actual, porque si la conjunción sólo une oraciones y, por tanto, se encuentra fuera de ellas, es lícito dudar sobre la conveniencia de que la categoría conjuntiva sea una parte de la oración. En aquellos casos en los que la conjunción empieza la frase o sólo une palabras, los autores los resuelven mediante el recurso de la elipsis; y concluyen diciendo que "cualquiera que sea el lugar que la conjunción ocupe en el discurso, siempre se refiere a un antecedente y a un consiguiente " (p. 217).

En su definición de la inte1jección, Cataldi y García Tapia coinciden con un grupo de gramáticos de la época, influenciados por las teorías lingüísticas de Destutt de Tracy, en considerar que las interjecciones son el modelo primario de la actividad lingüística: "son los signos naturales y primitivos del lenguaje articulado " (p. 217). Es, por tanto, independiente del contexto sintáctico: "en fuerza de su sentido absoluto es independiente, no tiene designado un sitio fijo" (p. 219).

La parte dedicada al verbo es, aunque incompleta, la más amplia de la obra (ocupa desde la página 89 a la 188). Señalan los autores que son muchas las teorías,

algunas opuestas entre sí, que se han formulado para descubrir el origen de este elemento gramatical, hecho que dificulta enormemente su estudio, lo que hubiera podido evitarse

XI Congreso internacional de la sociedad española de italianistas

investigando filosóficamente su naturaleza. Pero en contra de lo que cabría esperarse no se muestran totalmente de acuerdo con la llamada " teoría del verbo único" del verbo sustamivo, cuyos antecedentes pudieran encontrarse en Aristóteles, pero que adquirió verdadera importancia en la gramática francesa del siglo XVIII. Dicha teoría consiste, según explican los mismos autores, en que sólo el verbo ser merece tal nombre, porque afirma la existencia de los seres; las restantes palabras llamadas verbos no son tales, son "signos de ideas compuestas de ser y un modificativo; por cuyo supuesto toman la denominación de verbos acijetivos" (p. 93); los partidarios de esta doctrina, continúan los autores, en la frase: "'Tu hermana canta', el signo canta puede descomponerse dando esta nueva forma a la oración: 'Tu hermano es cantando"' y como quiera que esta forma verbal presenta a los seres en el ejercicio de sus t"lmciones "tanto la índole de la lengua italiana como la de la española piden el verbo estar y no ser" (p. 95). No obstante admiten la calificación de "adjetivos" para los verbos activos, sin que ello conlleve aceptar que "sean un compuesto de un modificativo y del verbo ser" (p. 97); y, tras una amplia argumentación de tipo filosófico, concluyen señalando que admitir este hecho sería un contrasentido: "pues tanto valdría decir que un compuesto puede existir antes que las partes componentes" (p. 1 05). Al verbo ser lo denominan afirmativo porque expresa siempre la afirmación. Al definirse el verbo desde este punto de vista ya no se toma aisladamente en la oración, sino que, por el contrario, se valora el marco de la proposición - juicio en que se inserta. No es difícil ver en este punto, como en otros de esta obra, la influencia de la gramática general, que, como se sabe, hace coincidir las categorías lógicas con las gramaticales. Estaríamos ante una propuesta de análisis intradiscursivo del verbo también cuando Cataldi y García Tapia postulan que "verbo 743 equivale a palabra esencial, porque en verdad es de absoluta necesidad para poder emitir nuestros conceptos" (p. 91).

Por lo que se refiere a la clasificación de los modos verbales, no había en la época un modelo único, si bien es cierto que la mayoría de las gramáticas de entonces se acogen al modelo propuesto por la Gramática de la Academia en sus ediciones de 1854 y 1870, que propugnaba cuatro modos: indicativo, imperativo, subjuntivo e infinitivo. En el Examen esta clasificación se modifica con la inserción de un nuevo modo, el condicional, que ya se ofrecía en las gramáticas francesas, pero todavía no en las españolas. En cuanto a los tiempos verbales sólo queremos señalar la falta de acuerdo de los gramáticos para asignarles una denominación adecuada, hecho que, según nuestros autores, se debe a la imposibilidad material de "encontrar voces que marquen propia, clara y distintamente, todas las aplicaciones que nosotros damos a los tiempos en los giros de nuestros pensamientos" (p. 1 29). A propósito de los verbos intransitivos se oponen a que formen una clase distinta de los activos con el nombre de "neutros", tal como viene ocurriendo en algunas gramáticas antiguas y modernas, porque "sostener que correr, subir, bajar y otros, no designan acciones, es negar la evidencia. Nosotros no podemos dejar de atribuirles tanta actividad como a los transitivos, sin otra diferencia que la de no comunicar las acciones a otros objetos, y de aquí, el llamarlos intransitivos" (p. 163).

A lo largo de la obra se ofrecen algunas consideraciones de tipo contrastivo, que inciden más bien en las disimetrías de los dos sistemas lingüísticos; como en el caso de los verbos de estado, que exponemos brevemente:

"Italia-España-Europa": literaturas comparadas, tradiciones y traducciones

Si queremos indicar un estado accidental, esto es: las alternativas que experimentan los seres durante su existencia, la índole de una y otra lengua varía. Los españoles emplean siempre el verbo estar para designar los estados transitorios, y sería una falta imperdonable valerse en semejantes locuciones del verbo ser. Los italianos por el contrario, fuera de algunos casos en que el sentido se altera según que una misma frase lleva uno u otro verbo, usan indistintamente de ser o de estar (p. 157)

O bien cuando hacen referencia a los tiempos compuestos de los verbos "que se forman en italiano con los tiempos de los verbos avere, essere, y en español con los de haber, seguidos de un adjetivo llamado pasivo derivado de los verbos" (p. 145).

Nos encontramos, por tanto, ante un texto cuyo modelo gramatical más sólido es el propugnado por la escuela racionalista francesa. El denominador común de las gramáticas del siglo XIX es el recurso a la tradición más o menos cercana; unos autores se inscriben en la línea de la tradición grecolatina, que en el Renacimiento había encontrado su máximo exponente en Nebrija, y otros lo hacen en la de los gramáticos racionalistas franceses (Condillac, Destutt de Tracy, Beauzée, etc.); la inmensa mayoría de estas obras carecen de un método coherente y sistemático que ayude a una caracterización uniforme de los conceptos gramaticales. Por tanto, atendiendo a estas consideraciones, debemos juzgar esta obra situándola en su contexto gramatical, sin extrapolar al momento actual las posibles aportaciones que en ella hubieren. Quizás de este modo, podamos entender que los autores en su Examen pretendan ser originales y que nos adviertan de que "las innovaciones introducidas en las ideas comúnmente adoptadas, son el resultado de nuestras convicciones propias" (p. XV), sin que por ello abriguen la más mínima

744 esperanza de haber resuelto los múltiples problemas que los hechos gramaticales presentan. En su obra gramatical se advierte la influencia de las nociones lógicas en los presupuestos teóricos que la sustentan y en la mayoría de sus aplicaciones prácticas. Por ejemplo, admiten parte de la "teoría del verbo único", recurren a la teoría de la elipsis, como en el caso de la conjunción, con el fin de dar explicación a determinadas "anomalías sintácticas", algunas nociones gramaticales se hacen coincidir con conceptos lógicos: idea- palabra, juicio- oración, etc. Sin embargo, son mínimas las reminiscencia de la gramática latina, así mientras que mantienen el esquema de la declinación en el caso de la preposición, pero sólo para hablar de equivalencia, rechazan la existencia de verbos neutros. Además, Cataldi y García Tapia se desligan de los moldes tradicionales cuando, basándose en criterios funcionales, reconocen el carácter adjetivo del artículo y lo consideran una categoría adjetiva, y al señalar que puesto que la conjunción une oraciones y, por tanto, se encuentra fuera de ellas, afirman que debe formar parte del período.

Por último, cabría destacar que en esta gramática de mediados del siglo XIX encontramos una serie de avances respecto a la tradición y que hoy pueden pasar desapercibidos porque se encuentran plenamente integrados en la gramática moderna. Nos referimos a la consideración del sustantivo y del adjetivo como dos categorías independientes, al carácter deíctica del pronombre personal, a la consideración de un nuevo modo, a imitación de la gramática francesa, el condicional, que habría de recoger las formas verbales en -ría que estaban agrupadas en el subjuntivo y, por último, a que el participio deja de ser categoría independiente y se trata en el capítulo del verbo.

XI Congreso imernacional de la sociedad espaúola de iralianisras

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ARCE, A., "Principales gramáticas y diccionarios bilingües en la Es pafia del XIX", en V Gonzá.lez Martín (ed.), El siglo XIX italiano (Actas del 111 Congreso Nacimltll de ltaliani.rtttJ), Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca y Juma de Castilla y León, 1988, pp. 7-15. BRÓNDAL, V, Les pttrties du discours: Partes mYitionis. Études sur les catégories linguistiques, Copenhague, Einar Munksgaard, 1948. CALERO VAQUERA, M. L., Historia de la gmmdtica espmíola (1847 -1920), Madrid, Credos, 1986. CATALDI P. Y GARCÍA TAPIA, R., E>:ameu teórico de los elementos del di.rwrso pam servir de estudio prelimÍiltlr a los ejercicios prácticos del,¡ lengufl itlllimza,Madrid, Imprenta de D. Anselmo Santa Coloma, 1850. COLOMBO, A., "La riflessione grammaricale: riAessione di un conservarore", en Imegllltre la lingua. Qua/e gmnmzatica?, Milano, Mondadori, 1982. CONDILLAC La lógica o los elementos primeros de pensm: Trad. De B. Ma. de Calzada, 2a ed., Madrid, Imprenta Real, 1788. COSERIU, E., "Determinación y entorno. Dos problemas de una lingüística del hablar", en Teoría de/lenguaje)' liugzlístictl general. Cinco estudios, Madrid, Gredos, 2" ed., 1967, pp. 282­323. COSERIU, E., "Sobre las categorías verbales ('partes de la oración')", en Gmmdtictl, semrílltictl, univmale.r, Madrid, Gredos, 1978, pp. 50-79. DE MIGUEL, D., Imroducción ala gmmrítica pmYI el u.ro de la infoncia de mnbos sexos. 111 parte. Eswdio de las palabms habladas)' escritas, co1z.ridemdas como signos representativos de nuestms idefls .rueltas )' aMada.r, Barcelona, Imprenta de Francisco Granell, 1885. DESTUTT, M., Conde de Tracy, Par de Francia, Gramática Geneml, por, Traducida por Juan Angel Caamaúo, Madrid, Impr. de D. José del Collado, 1822. GÓMEZ ASENCIO, J. J., GiYIIIIríticfls )'categorías verbales en la tmdiciólz espmiola (1771- 1847), Salamanca, Studia Philologica Salmanticensia, Anejos, Esrudios 5, 1981. HIDALGO, D., Diccionario genend de bibliografía espmíola, Madrid, Imprenta de J. Limia y G. Urosa, 1968 (reed. 1973), III. HJELMSLEY, L., Prilzcipios de gmmrítica geneml, Madrid, Gredos, 1976. l'Analisi dellinguaggio di Mariano Gigli", en U. Vignuzzi- G. Ruggiero- R. Simone, Teoría e storia degli studi linguistici, Roma, Bulzoni., 1975. LÁZARO CARRETER, F., Las ideas lingüísticas en Espmía dumnte el siglo XVIII, Madrid, C.S.I.C., 1949. LLORENTE, A., "Morfología y Sintaxis. El problema de la división de la gramática" (1955), en Teorfa de lalmg11a e historia de ltzlingiiística, Madrid, Alcalá, 1967, pp. 215-370. MORPURGO DAVIES, A., "La lingüística dell'Ottocento", en Storia defft1linguistica, a cura di G. C. Lepschy, Bologna, Il Mulino, 1994, IJI, pp. 11- 399. MORTARA GARAVELLI, B., "Grammatiche ragionate dell'Otrocento: La tassonomialogicistica di Giovanni Romani", en Lettere !talimze, XXVIII (2), 1976, pp. 204-16. MORTARA GARAVELLI, B., "Per una storia della 'grammatica ragionata' in Italia: MOURELLE-LEMA, M., L,z teoría lingiiístictt en la Espmía del siglo XIX Madrid, Editorial Prensa Espaúola, 1968. RODRÍGUEZ ARANDA, L., El des,zrrollo de fa lllzón eu la m/tmy¡ e.rpa1íola, Madrid, Aguilar, 1962. SILVESTRI, !~, Le gnmmzatiche italimze per ispmzofimi (secoli )(VI- XIX), Torino, Edizioni dell'Orso, 2001. TITON E, R., Grttmm,ztica e Glottodidattica. Nzwve prospettive, Roma, Armando editare, 1992. TITON E, R., Glottodidattica. Un profilo storico, Bergamo, Minerva Italica, 1980.

745

nat1a-tspaña-J:'uropa": lireraruras comparadas, tradiciones y traducciones

TRABALZA, C., Storia del/a grt171lJJII1tica italia//il, Bologna, Forni, 1963.

Notas 5 La traducción fue realizada en 1822 por Juan Caamarío, Madrid, Imprenta de José del Collado. 12 El bilingüismo de esta gramática es bastante original e interesante entre otros motivos porque las otras gramáticas y métodos de la época presentan la traducción fundamentalmente en la parte práctica en ejercicios de retrotraducción, traducción directa, inversa o interlineal. l·í En todos los textos de la época, que ambos autores estudian, la gramática general es definida como ciellcia y la gramática particular como arte y como conjullto de principio.r (o regltl.r, o lqe.r, o precepto.r); nunca como ciencia. 17 C. Trabalza, 1963, dedida un capítulo entero a las gramáticas "ragionate" italianas que, en líneas generales valoradas negativamente, inundaron las escuelas italianas en la primera mitad del siglo XIX. Para un intento ele revalorización de algunas de estas gramáticas filosóficas, cfr. B. Marrara Garavclli, 1975, pp. 247-59; Id., 1976, pp. 204-16. "'Encontramos aquí de nuevo la huella ele Destutt de Tracy, quien propone estudiar el lenguaje, o mejor dicho, el discurso, primeramente según un método analítico, que sirva de base para la posterior reconstrucción del mismo mediante un método sintético, que sea reflejo de lo conseguido por el análisis. 21 En un claro intento por alejarse de la tradición heredada, los gramáticos de este periodo, que admiten la posibilidad de clasificar los vocablos, y conocen hasta un total de catorce sistemas diferentes, cfr. al respecto M. L. Calero Vaquera, Op. cit., pp. 54-66. 23 Sobre los sistemas de clasificación llevados a cabo por la gramática tradicional, hay una extensa bibliografía; cfr. especialmente, V: Brandal, 1948 y E. Coseriu, 1978: 50-79. 25 Hasta catorce sistemas diferentes encuentra M. L. Calero Vaquera en las gramáticas publicadas

~~ entre 1847 y 1920; la clasificación adoptada por nuestros autores sólo la ha podido documentar en la obra de D. De Miguel, flltroducción ,¡ la gmmdtiCtl para el uso de fa iufoncia de ambos sexos. 111

parte. Estudio de la.r palabm.r /Jab!adtl.r J' e.rcritm, comidemdm como signo.r represenflltiuo.r de nuestras ideas meltm J' aisladas, Barcelona, Imprenta de Francisco Granell, 1885; Sería!a, además, la autora que esta clasificación aparece por primera vez en la tradición inglesa en 1735; cfr. O p. Cit., p. 59. 'ú Recordemos que el sistema de nueve palabras, heredado, a su vez, de la tradición latina, estaba muy arraigado en las gramáticas inglesa y francesa (e incluso los autores de Pon-Royal lo defendieron).