introducción al problema yaqui y su defensa del agua

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Introducción al problema de la Tribu Yaqui y su defensa del agua Armando Soto Baeza Se presenta una breve historia de la Tribu Yaqui en relación con sus interacciones con la Nueva España, primero y México, después, y se presenta el actual problema de despojo al cual se enfrentan, debido a los megaproyectos de muerte impuestos por el gobierno neoliberal. La Tribu Yaqui en la época colonial. La conquista española de los territorios de lo que constituiría la Nueva España se caracterizó por la denigración de los sometidos, la negación del otro, la humillación y la provocación de divisiones internas. Pronto, la expansión de la colonia originó el primer encuentro de expedicionarios y los yaquis, el cual marcaría las características de las relaciones entre yaquis y yoris (los no yaquis) en los siguientes años. El territorio yaqui se localiza al noroeste de México, al sur del estado de Sonora. Sus límites tradicionales estaban marcados por las variaciones en el caudal del río yaqui y por la sierra del Bacatete. El primer contacto de los colonizadores con los yaquis se produjo hacia octubre del año 1533. Diego de Guzmán dirigía la expedición que cruzó el río yaqui y encontró a un grupo de hombres, cuyo líder dibujo con la punta de su arco una línea en la tierra, se hincó y la besó, y al levantarse advirtió a Guzmán que si pisaba o cruzaba la línea, todos sus hombres morirían. Envalentonados por la aparente superioridad de sus armas, los expedicionarios cruzaron la línea y dispararon sus cañones, lo que, lejos de atemorizar a los yaquis, produjo una intensa lucha, que terminó con la retirada de los derrotados españoles. Luego de ese primer encuentro, prácticamente no hubo contacto entre los yaquis y los españoles que se cuidaron de evitar acercarse a este territorio, hasta que Francisco de Ibarra, al regresar a Sinaloa tras una expedición al norte, motivado por el agotamiento de sus hombres, solicitó el permiso de los yaquis para cruzar su territorio, en lugar de sortearlo, como todas las expediciones anteriores. Los yaquis permitieron a Ibarra y sus hombres cruzar su tierra y mostraron su hospitalidad con ellos, guiándolos hasta San Juan Bautista de Sinaloa, destino final de los expedicionarios. Los días pasados con los yaquis, Ilustración 1: Ubicación del Río Yaqui Ilustración 2: Avance colonial hacia 1533

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Breve repaso de la historia de la interacción de la Tribu Yaqui con los invasores europeos, primero, y mexicanos, en la actualidad, y su defensa por el territorio y demás recursos. Situación actual, en el marco de las políticas neoliberales.

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  • Introduccin al problema de la Tribu Yaqui y su defensa del aguaArmando Soto Baeza

    Se presenta una breve historia de la Tribu Yaqui en relacin con sus interacciones con la Nueva Espaa,primero y Mxico, despus, y se presenta el actual problema de despojo al cual se enfrentan, debido alos megaproyectos de muerte impuestos por el gobierno neoliberal.

    La Tribu Yaqui en la poca colonial.La conquista espaola de los territorios de lo que constituira la Nueva Espaa se caracteriz por ladenigracin de los sometidos, la negacin del otro, la humillacin y la provocacin de divisionesinternas. Pronto, la expansin de la colonia origin el primer encuentro de expedicionarios y los yaquis,el cual marcara las caractersticas de las relaciones entre yaquis y yoris (los no yaquis) en lossiguientes aos.

    El territorio yaqui se localiza al noroeste de Mxico, al surdel estado de Sonora. Sus lmites tradicionales estabanmarcados por las variaciones en el caudal del ro yaqui y porla sierra del Bacatete. El primer contacto de loscolonizadores con los yaquis se produjo hacia octubre delao 1533. Diego de Guzmn diriga la expedicin que cruzel ro yaqui y encontr a un grupo de hombres, cuyo lderdibujo con la punta de su arco una lnea en la tierra, se hincy la bes, y al levantarse advirti a Guzmn que si pisaba ocruzaba la lnea, todos sus hombres moriran.Envalentonados por la aparente superioridad de sus armas,los expedicionarios cruzaron la lnea y dispararon sus caones, lo que, lejos de atemorizar a los yaquis,produjo una intensa lucha, que termin con la retirada de los derrotados espaoles.

    Luego de ese primer encuentro, prcticamente no hubocontacto entre los yaquis y los espaoles que se cuidaron deevitar acercarse a este territorio, hasta que Francisco deIbarra, al regresar a Sinaloa tras una expedicin al norte,motivado por el agotamiento de sus hombres, solicit elpermiso de los yaquis para cruzar su territorio, en lugar desortearlo, como todas las expediciones anteriores. Losyaquis permitieron a Ibarra y sus hombres cruzar su tierra ymostraron su hospitalidad con ellos, guindolos hasta SanJuan Bautista de Sinaloa, destino final de losexpedicionarios. Los das pasados con los yaquis,

    Ilustracin 1: Ubicacin del Ro Yaqui

    Ilustracin 2: Avance colonial hacia 1533

  • permitieron a Ibarra evaluar el potencial agrcola de sus tierras, lo que marca el origen de la codiciacolonialista por ellas.

    A pesar de ser ya conocida la riqueza de la tierra yaqui, no hubo ningn problema hasta los aos de1606 a 1609, cuando Martnez de Hurdaide, quien impusiera una poltica brutalmente represiva en lazona bajo su jurisdiccin, al sur del territorio yaqui, persiguiendo a unos fugitivos se intern en sterequiriendo la entrega de los perseguidos, a lo cual los yaquis se rehusaron. Hurdaide se prepar paracombatir a la Tribu Yaqui, librando con ellos tres batallas, que significaron tremendas derrotas para lasfuerzas a su cargo.

    Curiosamente, luego de derrotar nuevamente a los conquistadores espaoles, y seguramente motivadospor los efectos que apreciaban en la produccin agrcola de sus vecinos mayos, producto de laintervencin de los misioneros jesuitas, los yaquisnegociaron la paz con los espaoles, a cambio del envo demisioneros. Andrs Prez de Ribas y Toms Basilio, fueronlos primeros misioneros jesuitas en llegar a tierra yaqui en1617, y reorganizaron a la poblacin, que se agrupaba en 80rancheras con 8 centros principales, concentrndola en 8pueblos, a saber, Ccorit, Bacum, Torim, Vicam, Potam,Rahum, Huribis y Belem. Tambin introdujeron cultivoseuropeos y nuevas tcnicas, as como ganado, lograndoorganizar la produccin de forma tal que alrededor de 1680la produccin excedente permiti apoyar el abasto denuevas misiones en Sonora y Baja California. Conexcepcin de un breve periodo alrededor de 1740, lapresencia jesuita signific tambin la paz en el territorioyaqui. Sin embargo, en 1767 los jesuitas fueron expulsados,pues constituan un impedimento a las ambicionescolonialistas espaolas. Fueron sustituidos por franciscanos, que no tenan las mismas habilidadesadministrativas de aquellos, pero el aprendizaje que los yaquis hicieron de la cultura espaola y suautonoma, garantizada por el Virreinato, les garantizaron las condiciones adecuadas para preservar suidentidad.

    El nacimiento del Mxico independiente y el genocidio yaqui.El fin de la guerra por la independencia de Mxico, que concluy con el triunfo de los antiguosrealistas que encontraron la posibilidad de librarse de la jerarqua peninsular, signific, para la TribuYaqui, el inicio de una intensa resistencia contra el genocidio, pues las ambiciones colonialistas yorisya no encontraran las objeciones del virrey. As, poco despus de la consumacin de la independencia,el gobierno de Sonora alent el asentamiento de colonos en las mrgenes del ro yaqui y la instauracinde centros administrativos, lo que llev a una rebelin en 1825, encabezada por Juan Ignacio

    Ilustracin 3: Los 8 pueblos

  • Jusacamea, conocido como Juan Banderas. Juan Banderas lider varias rebeliones ms entre 1825 y1833, hasta ser derrotado, capturado y fusilado.

    Durante todo el siglo XIX los distintos grupos polticos que se disputaban el control del pas, ofrecieronrepetidamente falsas promesas de respeto al territorio y el establecimiento de la paz, pero los colonosseguan llegando e invadiendo tierra y la paz no era estable, salvo en algunos periodos. Lasnegociaciones invariablemente hablaban de restituir las tierras ocupadas y no agredir a los yaquis, perono pasaban de ser una simulacin.

    En 1874, Jos Mara Leyva, Cajeme, un yaqui que haba sido sargento federal, fue nombrado AlcaldeMayor del Yaqui. Cajeme advirti los reales intereses colonialistas de los terratenientes y entonces seconvirti en uno de los ms grandes guerreros de la historia yaqui, organizando a la sociedad yaqui,prevaleciendo el total control del territorio. Despus de 1880, se retom la campaa de despojo contralos yaquis, derivando en mltiples batallas, en una de las cuales Cajeme fue derrotado y capturado, paraluego trasladarlo a Guaymas donde fue ejecutado. Es en este periodo en que el porfiriato parcela ydistribuye el territorio yaqui entre extraos, muchos de ellos militares, dando origen a una nuevageneracin de terratenientes.

    Cajeme fue relevado al mando por Juan Maldonado Tetabiate, otrogran lder organizador y valiente. Tetabiate, a causa de la intensificacinde la ocupacin militar y la guerra de exterminio, emple una tctica deguerra de guerrillas, ocupando el Bacatete como refugio. En 1897, selleg a un acuerdo de paz, conocido como paz de Ortiz. Los acuerdos dela paz de Ortiz no fueron respetados por el gobierno mexicano, que soloaprovech para continuar la construccin de asentamientos, hasta que lasituacin derivo en un nuevo conflicto armado, a dos aos de la firma dela paz. En 1901, Tetabiate es asesinado y otros jefes toman su lugar.

    Hubo intentos por alcanzar un nuevo acuerdo de paz, pero siempre losyoris se limitaban a simular, sin comprometerse realmente a liberar losterritorios ocupados y pretendiendo siempre la rendicin yaqui y laentrega de sus armas.. En una de las citas pactadas para lasnegociaciones, el gobierno mexicano orquest un plan traidor paramasacrar a los yaquis que acudiran a las plticas, pero estos fueron oportunamente informados, por loque se reagruparon para continuar la guerra.

    La estrategia final de los mexicanos consisti en poner en prctica un modelo de exterminio, quecombin los asesinatos en masa, las deportaciones de contingentes de yaquis que eran vendidos comoesclavos para trabajar en plantaciones de Quintana Roo, Yucatn, Oaxaca, Veracruz y Tlaxcala, entreotros sitios, la implementacin de salvoconductos especiales para controlar el trfico de los yaquis porel territorio, el despojo y el fomento de las divisiones internas.

    Ilustracin 4: Tetabiate

  • Los yaquis y la Revolucin mexicana.Francisco I. Madero, como muchos otros, busc el apoyo de los yaquis como fuerza guerrera con baseen falsas promesas de restituirles sus tierras y procurar el regreso de los yaquis que estaban en otrasregiones, por razones diversas. Sibalaume brind su apoyo a Madero, pero cuando ste ocup lapresidencia se hizo patente la diferencia de interpretacin del significado de los acuerdos establecidos,resultando, nuevamente, en perjuicio de la etnia. Despus, los constitucionalistas hicieron las mismaspromesas a cambio del apoyo yaqui en su lucha contra Huerta.

    Al lado de Obregn, las fuerzas dirigidas por los jefes Francisco Urbalejo y Lino Morales con elbatalln Fieles de Huribis lucharon contra el huertismo, en tanto que Ignacio Mori y 900 yaquis sesumaron al ejrcito del Noroeste. Los yaquis deportados a Yucatn que se haban levantado en armas,se sumaron tambin a este ejrcito. En 1915, luego de derrotar a Villa, Obregn intent negociar conlos yaquis la paz, pero los lderes Espinoza, Mori y Matus exigieron el retiro de los yoris y el controlabsoluto de su territorio, a lo que Obregn respondi con una nueva campaa etnocida, bajo laconsigna de el mejor yaqui es el yaqui muerto. As pag Obregn el apoyo recibido de los yaquis ensu lucha revolucionaria y deshonr su palabra comprometida.

    En 1916, el gobernador de Sonora Plutarco Elas Calles, intensific la campaa de control de registrode yaquis, de modo que quien fuera encontrado sin un salvoconducto adecuado, poda ser asesinado ovendido como esclavo. Tampoco podan transitar despus de la puesta del sol.

    A pesar de todo, la frrea resistencia yaqui, combinada con la necesidad de los constitucionalistas depelear en otros frentes contra el zapatismo y el villismo, obligaron al gobierno a buscar de nueva cuentaun acuerdo de paz, que se firm en enero de 1917. Sin embargo, nuevamente se trat de una simulacinpara ganar tiempo y pronto se retomaron e intensificaron las prcticas ms infames contra los yaquis,como la venta de 10,000 de ellos como esclavos enviados a Yucatn a finales de 1917. Tambin afinales de ese ao, Adolfo de la Huerta, hijo de madre yaqui, se convirti en el gobernador de Sonora eimpuls una poltica pacificadora y la devolucin de los territorios, pero Carranza, ya presidente,pretendi que en lugar de reintegrarles sus tierras, les fueran conferidas otras en cualquier otra parte delpas, a lo que de la Huerta se opuso, logrando un breve periodo de paz y estabilidad y el regresopaulatino de los yaquis refugiados en el Bacatete a los pueblos de la ribera del ro.

    En 1920 Carranza intent utilizar a los yaquis, esta vez orquestando una campaa en su contra, comoparte de una estrategia para debilitar a Obregn, a lo cual se opuso el general Juan Torres, que fuesustituido entonces por Manuel Diguez, provocando la oposicin de Adolfo de la Huerta, pero un mesdespus Carranza era abatido. Adolfo de la Huerta fue nombrado presidente interino para sustituir aCarranza, con la misin de convocar a elecciones. De la Huerta se traslad a la capital escoltado poryaquis y una vez instalado aceler los trabajos para lograr la pacificacin, que se consigui a mediadosde 1920.

    No obstante, una vez en el poder Obregn, ste y Calles retomaron la tarea de exterminio contra losyaquis, recurriendo a todas las tcticas infames del pasado y usando Calles hasta a la fuerza area, loque hizo de Mxico, el primer pas del mundo en emplear a la fuerza area para bombardear a una

  • poblacin civil, sin dejar pasar las prcticas habituales de asesinar a cualquier yaqui, fuera hombre,mujer, nio o anciano. Luego de aos de sistemticos bombardeos, Emilio Portes Gil, retom lostrillados argumentos de bsqueda de paz, la cual firmaron los jefes Luis Espinoza e Ignacio Mori,quienes luego de la firma fueron llevados prisioneros a la crcel de Perote, donde murieron aosdespus.

    Lzaro y Crdenas y la paz yaqui.Como presidente de Mxico, Lzaro Crdenas estableci la paz con los yaquis y les restituy parte desu territorio, adems de legislar para repartir el caudal de la presa de la Angostura, construida en el royaqui, entre yaquis y yoris. Si bien, hay muchas consideraciones que podran realizarse al respecto dela visin de Crdenas, lo cierto es que result lo ms justo que cualquier gobierno mexicano hayapretendido con relacin al tema. No obstante, se dejaron pendientes importantes tareas que significaron,a la larga, un gran problema para los yaquis. En efecto, si bien se garantizaba en el papel el acceso a lamitad del agua del yaqui, almacenada en la Angostura, es decir, la mitad de sus aguas, as como el usode la totalidad de las aguas provenientes de los escurrimientos del ro y de sus afluentes, en la prctica,no se ha concretado ese derecho por la falta de obras derivadas, adems de que la ejecucin de lasdisposiciones cardenistas no se realiz inmediatamente, sino despus de consumar nuevos despojos alterritorio yaqui, uno de ellos relacionado con la construccin de la presa Alvaro Obregn, represent eldespojo de ms de 10,000 has, al interpretar literalmente el deslinde que haca referencia al pueblo deBuenavista para el trazo del deslinde. El problema radica en que ese pueblo fue inundado para dar pasoa la presa y se reconstruy en otra posicin, de tal suerte que al interpretar el deslinde con la nuevaubicacin y no con la anterior, que fue la referida, se ocasiona un agravio por 10,000 hectreas a losyaquis.

    La situacin yaqui en nuestros dasEs fcil imaginar la precariedad de los habitantes de la Tribu Yaqui, privados de la mayor parte de suterritorio, de sus aguas y manipulados con un sistema crediticio que los convirti en peones en suspropias tierras. Sin embargo, lo ms preocupante es que los planes colonialistas no han cesado. En estosmomentos, el gobernador Guillermo Padrs, en contubernio con el presidente espurio de Mxico,Felipe Caldern, y ahora el nuevo usurpador, Enrique Pea Nieto, y con los grandes capitalistaspretenden desviar el agua de los yaquis hacia la ciudad de Hermosillo. Los yaquis se han declarado endesobediencia civil y emprendido medidas pacficas como el bloqueo de la autopista, que por ciertocruza su territorio, en tanto que la nica respuesta que estn recibiendo es la represin a travs dedetenciones arbitrarias, retenes militares, sobrevuelos de helicpteros y aviones, golpizas a lasautoridades tradicionales, amenazas crecientes, usando a los mismos agentes del ministerio pblico quenunca estuvieron disponibles para ejecutar las rdenes dictadas por el juez que orden la detencin delas obras de despojo que han motivado la actual crisis.

    El gobierno mexicano, absolutamente carente de legitimidad, de soberana, de dignidad, sumiso antelos intereses injerencistas del imperio yanqui, omiso ante la aplicacin de la ley cuando dicha

  • aplicacin involucra a miembros de la oligarqua dominante o a sus vasallos fieles, no duda empleartoda la fuerza represiva del Estado para intentar doblegar la inquebrantable dignidad yaqui. En estemomento se encuentran presos nuestros compaeros Mario Luna Romero y Fernando JimnezGutirrez, adems de pesar orden de aprehensin contra el compaero Toms Rojo Valencia, quien semantiene exiliado fuera de su territorio. Ha quedado plenamente demostrada la inocencia de loscompaeros en los delitos que se les imputan y les han sido concedidos amparos contra su injustaprisin, pero a la fecha de que se escribe esto, el mal gobierno, estatal en el caso de Mario y Fernando,y federal en el de Toms, han presentado recursos contra los dichos amparos.

    No sobra decir que la Tribu Yaqui ha seguido la via legal para defenderse ante este nuevo intento deexterminio, obteniendo resoluciones favorables por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin,que, entre otras cosas, ordena la suspensin inmediata de la operacin del Acueducto, sin que elgobierno haya acatado hasta el momento ninguna de estas resoluciones, lo que representa un desacato,en cuanto al mantenimiento del estado de operacin de la obra, ya de 11 meses.

    Los argumentos esgrimidos por el mal gobierno insisten en la carencia de agua en la ciudad deHermosillo. Para apoyar esos argumentos, han implementado un sistema de tandeo, por el cual entreganagua a los ciudadanos solo por algunas horas del da. Sin embargo, el agua destinada a la ciudad deHermosillo es la proveniente, fundamentalmente, del Ro Sonora, cuyas aguas se almacenan en la presaAbelardo L Rodrguez. A partir de la construccin del desarrollo inmobiliario de alto lujo Lomas delPitic, parte del agua de esta presa se desva para alimentar a este desarrollo, el cual incluye un campode golf, un lago artificial y albercas en las casas del fraccionamiento. No podemos sustraernos a locontradictorio de aprobar un proyecto que hace tal dispendio de agua, ante las supuestas condiciones decarencia. Por otra parte, las fugas de agua en la maltrecha y carente de mantenimiento red hidrulica dela ciudad de Hermosillo pierde alrededor de 63 millones de metros cbicos de agua anualmente, segncifras oficiales., en tanto que la cantidad de agua que se est desviando del Ro Yaqui mediante elacueducto es de 75 millones de metros cbicos anuales. Esto significa que con solo reparar la redexistente, la ciudad contara con el 80 % del agua que estn trasvasando de la cuenca del yaqui.Evidentemente, algo est mal en los argumentos, y es que se calla el hecho de que a lo largo delacueducto se instalaron tomas, con el pretexto de controlar la presin del mismo, pero casualmentedesembocan en mineras, ranchos y empresas trasnacionales. Saque el lector sus propias conclusiones.

    No sabemos lo que se derive de este nuevo ataque a ese digno y valeroso pueblo, pero los vientos deguerra soplan amenazantes al pie del Bacatete. Entendemos la reanudacin de las actividades hostilescontra este digno pueblo, dentro del marco de una estrategia nacional de despojo y de aniquilacin encontra de los pueblos originarios, que a su vez, sigue las estrategias definidas por quienes hanestablecido el modelo del nuevo orden mundial, en el cual las personas somos simples mercancastotalmente prescindibles de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda. Por ello, es urgente lasolidaridad con la resistencia yaqui, y con todas las luchas indgenas de nuestro pas y en el mundo.

  • Lecturas recomendadasVelasco Toro, Jos; Los Yaquis: historia de una activa resistencia; Universidad Veracruzana; 1988

    Gouy-Gilbert, Ccile; Una resistencia india: los yaquis; Instituto Nacional Indigenista; 1985

    Silva Herzog, Jess; Breve Historia de la Revolucin Mexicana; Fondo de Cultura Econmica, 2a ed.;1972

    Nmakasia Solidaridad con la Tribu Yaqui, http://www.namakasia.org.mx

    Introduccin al problema de la Tribu Yaqui y su defensa del aguaLa Tribu Yaqui en la poca colonial.El nacimiento del Mxico independiente y el genocidio yaqui.Los yaquis y la Revolucin mexicana.Lzaro y Crdenas y la paz yaqui.La situacin yaqui en nuestros das

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