introducción al pensamiento semiótico - blog de la ... · pdf...

24
Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011 1 Introducción al pensamiento semiótico No podemos pensar sin signos. Urbam W. 1. Semiótica y realidad 1 . Aunque a primera vista parezca sencillo, el fenómeno del signo resulta ser, en el momento de reflexionar sobre él, uno de los problemas filosóficos más complejos y difíciles. Nos podemos preguntar, por ejemplo: ¿cuál es el origen de los signos? ¿Por qué tenemos necesidad de crear signos? Sobre estas cuestiones haremos primeramente una reflexión general: apenas la persona se coloca ante el mundo (o ante sí misma como parte del mundo) se da cuenta de que existen cosas. Y entre las cosas que existen, está ella misma como ser humano que percibe cosas. No podemos estar en el mundo sin captarlo como realidad. La realidad se nos impone como un dato normal y primero. Pero ¿qué es la realidad? En el marco de la epistemología (la disciplina científica que se encarga de estudiar la producción y validación de conocimiento científico) pueden caracterizarse tres posiciones teóricas diferentes respecto de la relación entre los organismos vivos y el mundo que los rodea: - Una posición consiste en afirmar que existe un mundo externo que llamamos realidad, el cual es independiente de nosotros y de nuestras mentes. Este mundo es único e indivisible, de tal manera que hay una sola interpretación correcta de él. Esta realidad es tangible, de forma que nuestros sentidos proveen el contacto con él. Las cosas que suceden en este mundo son llamadas fenómenos naturales y hechos objetivos. Mediante una desapasionada e impersonal experimentación u observación de estos hechos, es posible derivar un conocimiento positivo acerca de esta realidad. Si exploramos esta realidad sin cargar con ninguna teoría o preconcepción, estaremos en posición de aprehender su verdad. Por otro lado, cualquier teoría 1 El siguiente texto es una reelaboración del original de CAIVANO, José Luis. Semiótica y realidad. Universitá degli Studi di Urbino, Centro Internazionale di semiotica e di linguistica, Urbino, Pesaro, 1992. Para su redacción trabajamos también con ZECCHETTO, Victoriano. La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía, Buenos Aires, 1999.

Upload: doankhuong

Post on 16-Feb-2018

221 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

Page 1: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

1

Introducción al pensamiento semiótico

No podemos pensar sin signos.

Urbam W.

1. Semiótica y realidad1.

Aunque a primera vista parezca sencillo, el fenómeno del signo resulta ser, en el momento de

reflexionar sobre él, uno de los problemas filosóficos más complejos y difíciles. Nos podemos

preguntar, por ejemplo: ¿cuál es el origen de los signos? ¿Por qué tenemos necesidad de crear

signos?

Sobre estas cuestiones haremos primeramente una reflexión general: apenas la persona se coloca

ante el mundo (o ante sí misma como parte del mundo) se da cuenta de que existen cosas. Y entre

las cosas que existen, está ella misma como ser humano que percibe cosas. No podemos estar en

el mundo sin captarlo como realidad. La realidad se nos impone como un dato normal y primero.

Pero ¿qué es la realidad?

En el marco de la epistemología (la disciplina científica que se encarga de estudiar la producción y

validación de conocimiento científico) pueden caracterizarse tres posiciones teóricas diferentes

respecto de la relación entre los organismos vivos y el mundo que los rodea:

- Una posición consiste en afirmar que existe un mundo externo que llamamos realidad, el cual es

independiente de nosotros y de nuestras mentes. Este mundo es único e indivisible, de tal manera

que hay una sola interpretación correcta de él. Esta realidad es tangible, de forma que nuestros

sentidos proveen el contacto con él. Las cosas que suceden en este mundo son llamadas

fenómenos naturales y hechos objetivos. Mediante una desapasionada e impersonal

experimentación u observación de estos hechos, es posible derivar un conocimiento positivo

acerca de esta realidad. Si exploramos esta realidad sin cargar con ninguna teoría o

preconcepción, estaremos en posición de aprehender su verdad. Por otro lado, cualquier teoría

1 El siguiente texto es una reelaboración del original de CAIVANO, José Luis. Semiótica y realidad. Universitá degli Studi di Urbino, Centro Internazionale di semiotica e di linguistica, Urbino, Pesaro, 1992. Para su redacción trabajamos también con ZECCHETTO, Victoriano. La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía, Buenos Aires, 1999.

Page 2: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

2

puede ser aprobada o desaprobada mediante la contrastación con datos experimentales u

observacionales.

En esta perspectiva podemos alinear algunos aspectos de las doctrinas del realismo, empiricismo,

materialismo, positivismo, fenomenalismo y objetivismo. El empiricismo, por tomar sólo una de

estas facetas, asume que la ciencia descansa sobre enunciados observacionales derivados de la

recolección de hechos observables y de una cuidadosa y objetiva experimentación. Esta

concepción se enfrenta con varios problemas. En primer lugar, la observación objetiva no existe

como tal, por el contrario, ella depende de las expectativas, experiencias y conocimientos previos

del observador. Por lo tanto los pretendidos “hechos de la realidad” no son fijos e invariables. En

segundo lugar, la experimentación es siempre llevada a cabo sobre la base de alguna teoría, bajo

algún paradigma científico (Kuhn, 1962), lo cual conlleva unas herramientas conceptuales y

lenguajes específicos; entonces, la experimentación es tan falible como la teoría que la guía.

- La actitud opuesta consiste en afirmar que no existe un mundo externo independiente; todo lo

que percibimos es una reflexión de nuestra mente. Es la mente quien crea nuestra realidad y la

misma descansa sólo en la conciencia y la razón. La realidad trasciende los fenómenos, las únicas

cosas que podemos aprehender y conocer son estados mentales. A causa de ello, el conocimiento

está limitado a la experiencia subjetiva, de maneja tal que hay tantas realidades como mente

individuales. No existe la posibilidad de verdades absolutas y, como consecuencia, todo juicio es

mantenido indefinidamente en suspenso. Podemos alinear en esta posición algunos aspectos de

las doctrinas del idealismo, subjetivismo y escepticismo.

- Una tercera perspectiva -la cual es un compromiso entre las dos anteriormente expuestas-

consiste en asumir que si cabe la posibilidad de que exista una realidad externa, nosotros nunca

llegaremos a conocer cómo es “realmente”, ya que la misma se encuentra siempre mediada por

nuestros sentidos y nuestra mente. Así, no tenemos por qué preocuparnos acerca de este tema; la

cuestión de la existencia de una realidad óptica externa no es ni afirmada ni negada, es

simplemente evitada. Existe otra clase de realidad que es la única cognoscible para nosotros: en

lugar de estar compuesta por objetos “reales” está compuesta por signos. En esta posición, no hay

demanda por la verdad universal o la validez universal de las teorías o las leyes científicas; la

Page 3: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

3

verdad es considerada una cuestión de consenso y las teorías y leyes son consideradas válidas sólo

dentro de un marco de referencia. Esta es la posición regularmente mantenida por el relativismo y

aquella a la cual la doctrina de la Semiótica ha contribuido a construir y sustentar.

1.1. La concepción de la realidad desde la perspectiva del paradigma semiótico.

“No podemos alcanzar nunca un conocimiento de las cosas tales como son. Sólo podemos conocer

su aspecto humano. Pero eso es todo lo que el universo es para nosotros” decía Charles S. Peirce,

pensador original y profundo que abrió caminos en filosofía y en la investigación semiótica. A

pesar de estar inmerso en la era positivista (correspondiente a la primera de las posturas

examinada), Peirce expresa que no existe ninguna cosa que sea en sí misma en el sentido de no

ser relativa a la mente; insiste en que todo pensamiento debe darse necesariamente en signos.

Podemos citar a varias personalidades que también sostienen, con palabras o puntos de vista más

o menos diferentes, la tercera de las posiciones caracterizadas. Niels Bohr asume que los

científicos no tratan con la realidad: “Nos encontramos suspendidos del lenguaje de tal forma que

no podemos decir qué es arriba y qué es abajo. La palabra “realidad” es también una palabra, una

palabra que debemos aprender a usar correctamente”. En esta máxima queda en evidencia una de

las dificultades que anticipábamos respecto de la reflexión sobre los signos: nuestro objeto de

estudio (los sistemas de signos, entre los que se encuentra la lengua) es también nuestro

instrumento de análisis.

Por su parte Ernst Cassirer, en la misma línea que Peirce, define al hombre como animal simbólico,

queriendo significar que el hombre está confinado en un universo de signos.

Jacob von Uexküll desarrolla su concepto de Umwelt como un modelo del mundo que cada

organismo construye para sí mismo por medio de su equipamiento sensorial. Estos modelos de la

realidad, como explica Sebeok, divergen de especie a especie y pueden ser vistos como burbujas

dentro de las cuales cada criatura se encuentra aprisionada en virtud de su total y único repertorio

de instrumentos sensoriales particulares. Cada organismo viene al mundo equipado con su

Page 4: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

4

Umwelt distintivo. La teoría de Uexküll presupone que la realidad no puede ser encontrada afuera,

en el mundo externo, ni adentro, en nuestras mentes; en cambio ella aparece en esos Umwelten.

Sebeok expresa sus propios puntos de vista en varias cuestiones. Considera que la semiótica de

ninguna manera trata acerca del mundo real sino acerca de modelos complementarios o

alternativos del mismo y que lo que un modelo semiótico representa no es la realidad en sí, sino la

naturaleza tal como es develada por nuestro método de investigación. Sebeok ve al lenguaje como

un sistema humano que surgió no con el propósito de la comunicación sino con la función de

modelar el mundo. Empleando las palabras de Uexküll, Sebeok expone su opinión de que la

verdadera realidad -que yace más allá o por detrás de la naturaleza que los físicos, químicos y

microbiólogos conciben en sus sistemas científicos- se revela a sí misma a través de signos. Estos

signos son, por lo tanto, la única verdadera realidad, y las reglas y leyes a las cuales están sujetos

los signos y los procesos sígnicos son las únicas leyes reales de la naturaleza.

Magariños utiliza la expresión “real” meramente en el sentido de no-significativo o incognoscible

ya que, como él dice (a partir de Peirce) un objeto conocido “ya es signo, o sea, existe un sistema

desde el cual adquiere una específica legalidad (que lo hace conocido y, por tanto, perceptible). Si

algo es puramente real, en cuanto existe en el mundo (ónticamente existente), pero no es réplica

de ninguna legalidad, entonces no puede ser percibido, ya que nada nos guía hacia su presencia…

y así es caos”.

La pretensión del falsacionismo (Popper), de que es posible rechazar una teoría científica a la luz

de datos observacionales o de la experiencia empírica, debe ser puesta a un lado, ya que la

realidad revelada en esas experiencias no es “pura”, es ya una percepción interpretada (los

experimentos no están libres de la teoría que los guía), de otra manera sería imperceptible. Aún

más, las teorías diferentes son difícilmente comparables. El problema de la inconmensurabilidad

entre las teorías, expuesto por Feyerabend, puede ser comparado con el de la intraducibilidad

entre diferentes lenguajes, o en términos generales, entre diferentes sistemas de signos.

Las teorías, así como los lenguajes o -más generalmente- los sistemas de signos, no se encuentran

en la misma relación respecto del mundo. Algunas de ellas consideran cosas que para las otras

simplemente no existen. Los objetos no conllevan propiedades inherentes, cada sistema de signos

Page 5: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

5

produce esas propiedades y las asigna a los objetos. Cada sistema explica sus propios conceptos,

los cuales son distintos y no comparables con los de las otras. En resumen, cada sistema habita un

mundo diferente, el mundo que él mismo ha construido.

Pensemos, como ejemplo, en el los esquimales, cuya lengua tiene nombres diferentes para

identificar diversas tonalidades de blanco en función del contexto: no es igual el blanco de la piel

del oso que blanco de una tormenta de nieve, y para ambos conceptos utilizan palabras distintas

(cualquiera de nosotros sólo podría percibir un color). Otro ejemplo muy frecuente es el de la tribu

indígena que utiliza la misma palabra para designar el cielo y el mar, y carece por esto del

concepto de “horizonte”; o aquella tribu cuya lengua no tiene palabras para expresar “pasado”,

“presente” y “futuro” y consecuentemente experimentan el tiempo como un continuum.

La ciencia cognitiva contemporánea no es extraña a estos problemas. Jackendoff, por ejemplo,

declara que él está perfectamente conciente de que ninguna ciencia, cualesquiera sean sus

pretensiones de objetividad, está libre de ideología. Considera que la realidad que conocemos está

construida por dos partes: la contribución de la mente y la contribución externa. Define a los

objetos no como entidades físicas sino como cosas tal como nosotros las experimentamos, lo cual

es un tema central ya que, como él expresa, nosotros experimentaríamos el mundo de manera

muy diferente si nuestros ojos fueran sensibles a otras longitudes de radiación electromagnética,

si tuviéramos tres milímetros de altura o si poseyéramos un sonar como un murciélago o el

sentido del olfato de un sabueso.

1.2. La “experiencia” de la visión

Sin signos no existe relación alguna entre el ser humano y el mundo que lo rodea. El hombre no

tiene ninguna posibilidad de acceso a la realidad, ésta es una percepción fabricada por los

lenguajes o sistemas de signos disponibles. Lo que vemos no es el mundo tal como “realmente” es

sino como los signos que estamos utilizando nos los permiten ver. Cuando el sistema es cambiado,

los “mismos” objetos lucen diferentes, características pasadas por alto previamente resultan

ahora evidentes y por esta razón ya no se trata más de los mismos objetos. Entonces, los objetos

Page 6: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

6

no tienen existencia por fuera de algún sistema de signos, ellos son creados por el propio sistema

al que pertenecen.

De acuerdo con esto, en el campo de la visión no debe asumirse que cosas tales como formas,

colores texturas, cesías, existen previa e independientemente de nuestro conocimiento de ellas, y

que nuestra tarea es observarlas y clasificarlas. Por el contrario, tales objetos son definidos por la

teoría que utilizamos para describirlos.

Por ejemplo, muy poca gente conoce lo que es la cesía. Signos visuales tales como el brillo, la

transparencia, opacidad, etc., son tomados por algunos autores como modos de apariencia del

color. Pero estas cuestiones han sido consideradas como separables del color y han sido colocadas

bajo una nueva categoría de la percepción visual rotulada como cesía. Por lo tanto, esto no es un

hecho que había estado en la realidad a la espera de ser descubierto; fue creado por la teoría, por

medio de la cual una realidad algo diferente ha sido modelada.

En otras palabras, las categorías visuales que conocemos y establecemos no son parcelas de la

realidad sino categorías del conocimiento, puros modelos tales como tantos otros inventados por

el hombre con el propósito de establecer diferencias en el mundo, el cual de otra manera

resultaría una nada uniforme. Como recalca Magariños, el conocimiento es obtenible a causa de

que el posible instalar distinciones en lo uniforme. En el mundo sólo existe el caos, y son los

lenguajes -no meramente los lenguajes verbales sino cualquier clase de ellos- los que imponen un

cierto orden sobre él.

La visión ha sido usualmente considerada como el sentido que provee el contacto más potente

con el mundo externo, y reverenciada como una experiencia sensorial que nos dice la verdad

acerca de este mundo. La frase “sólo creo lo que puedo ver” tipifica esta concepción. El problema

reside en que el acto de ver no es una experiencia incuestionable. Los colores, por ejemplo, no son

atributo de los objetos. La realidad de una manzana no es ser roja. El rojo, como cualquier otro

color, es un signo producido por la interacción de una cierta radiación física (la luz) y un sistema

sensorial (la visión). Si la radiación fuera diferente o si nuestro sistema visual fuera sensible a

laguna otra clase de radiación, entonces las manzanas no serían rojas.

Page 7: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

7

El problema de la visión de las formas ofrece varios ejemplos de cómo nuestro conocimiento

previo o nuestras expectativas afectan lo que vemos. Por un lado, podemos tener dos o más

interpretaciones del mismo “objeto” (la misma proyección retinal). Considérese aquellas

composiciones gráficas donde alternativamente podemos percibir: un cubo visto desde arriba o

desde abajo, una vasija blanca o dos perfiles humanos negros, mi mujer o mi suegra. Considérese

también la figura que puede ser vista como un rectángulo o un trapecio dependiendo de la

interpretación de la imagen como una representación tridimensional en perspectiva o como una

representación bidimensional.

Por otro lado, podemos tener varias proyecciones retinales distintas y verlas como perteneciendo

a un objeto unitario. Cuando nos movemos alrededor de un objeto, pongamos por ejemplo una

silla, obtenemos una serie de imágenes diferentes en nuestra retina, pero nosotros decidimos que

se trata siempre de la misma silla y que no ha cambiado en absoluto.

Estas simples ilustraciones evidencian que lo que “realmente” vemos (esto es, la cognición

derivada de nuestra visión) tiene poco o nada que ver con la proyección física sobre nuestra retina

(lo cual podría ser considerado como el contacto más estrecho con la realidad exterior). En otras

palabras, la visión no es un instrumento objetivo de conocimiento, lo que vemos no son los

objetos tales como ellos son sino los signos de esos objetos. Y los signos descansan en otros signos

y su interpretación puede ser referida sólo a otros signos hasta el infinito, de manera tal que éste

es el único universo accesible a los organismos vivientes.

Page 8: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

8

Page 9: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

9

1.3. Bases cognitivas de la semiosis2

La descripción y explicación de la semiosis, entendida como un proceso de producción e

interpretación de signos, está en estrecha relación con el análisis y explicación de una serie de

operaciones cognitivas, que están en la base del proceso de representación.

Entendemos por representación al mecanismo mediante el cual el hombre transforma sus

percepciones e imaginaciones en signos. En este proceso de transformación es necesario distinguir

diversas instancias u operaciones cognitivas. En primer lugar, es necesario diferenciar percepción,

conceptualización y representación, en tanto que tres conjuntos de operaciones que responden a

modalidades específicas de cognición humana.

La percepción es un acto cognitivo que comprende un conjunto de operaciones preliminares y

complejas mediante el cual el sujeto organiza, otorgándoles una configuración, los datos

sensoriales que recibe de sus sentidos en relación a un objeto percibido. Esta configuración

implica una compleja operación de reducción de los datos captados por los sentidos.

Dado su carácter organizativo, la percepción depende -en cierta medida- de los hábitos

perceptivos del sujeto. Éstos, conformados a partir de mediaciones individuales, culturales y

sociales, han ido construyendo en el sujeto determinados patrones-guías del proceso perceptivo.

Podemos decir, entonces, que “aprendemos a percibir”. En concordancia con lo anterior,

citaremos a Piaget, quien concibe a la percepción “como interpretación de datos sensoriales

inconexos, que son organizados por un proceso transaccional a partir de hipótesis cognoscitivas

basadas en un experiencia anterior”.

Por su parte, la conceptualización, que es el proceso de formación de conceptos, supone “la

consideración del objeto percibido en uno de sus aspectos, al margen de los demás que se

2 El siguiente texto es una reelaboración del original de ZALBA, Estela. Bases cognitivas de la semiosis. Documento de Cátedra, Semiología, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNCuyo), Mendoza, 1999. Para su redacción trabajamos también con ZECCHETTO, Victoriano. La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía, Buenos Aires, 1999.

Page 10: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

10

encuentran vinculados a él en la realidad”. Conceptualizar requiere, entonces, un primer paso: la

selección de aquellos rasgos o características del objeto, evaluadas como pertinentes o esenciales.

Pero además, implica, en un segundo paso, la integración de la diversidad de los objetos y

fenómenos singulares en la unidad abstracta del concepto.

Finalmente, la representación es el acto cognitivo que señala el paso del proceso de

conceptualización a la conformación o selección de signos de un lenguaje. Los procesos y

operaciones vinculados con la representación son los que interesan a la Semiótica.

En el ámbito de la representación, y en estrecha interrelación con la conceptualización, se

verifican dos procedimientos inversos: (1) el proceso onomasiológico (etimológicamente, “onoma”

significa “nombre”, por lo que onomasiológico haría referencia a la búsqueda del “nombre”) se

realiza cuando, en la semiosis, el sujeto realiza un recorrido desde lo conceptual hacia la

producción de signos (fase de la representación). Y ya dentro de la representación, del significado

(contenido) al significante (materia expresiva). En algunos casos, el sujeto productor seleccionará

de un lenguaje dado los signos pertinentes, en otros casos “generará” sus propios signos, aunque

también es factible pensar en situaciones intermedias (por ejemplo, el uso metafórico original de

palabras existentes en la lengua natural).

(2) El proceso semasiológico (etimológicamente, “sema” significa “significado”, “sentido”, por lo

que semasiológico haría referencia a la búsqueda del sentido) se realiza cuando, en la semiosis, el

sujeto realiza el recorrido inverso, es decir, cuando a partir de una representación dada (signo o

conjunto de signos) va en busca de la conceptualización que ésta manifiesta. En ese caso vamos

del significante al significado. Este tipo de proceso es el que se verifica en las operaciones de

comprensión e interpretación. Obviamente ese proceso es más complejo que la simple

“decodificación”, ya que involucra el poder entender el profundo sentido de una expresión

(verbal, visual, mixta) dada.

Pensemos en el siguiente ejemplo: un niño visita el zoológico y se detiene con curiosidad a mirar,

por primera vez, los elefantes. Al día siguiente en la escuela le cuenta a la maestra lo que vio. Ésta

lo invita a describir cómo son los elefantes que ha visto. Con toda probabilidad el chico narrará

Page 11: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

11

algunas de las características del paquidermo, y además, añadirá otras a modo de comentario e

impresiones. Lo que hizo el chico con sus palabras fue seleccionar y estructurar signos lingüísticos

para comunicar su experiencia, o sea, para expresar un significado.

2. El signo3.

Este sencillo episodio del chico que cuenta su visita al zoológico nos da pie para explicar la

naturaleza de los signos, que son un fenómeno social, y por ello sirven como instrumento de

comunicación.

En primer lugar, el signo ofrece datos sobre la realidad representada, es un elemento que está en

lugar de otra cosa y que la designa. Los datos que entrega el signo son ante todo la imagen del

elefante reproducida en la mente del niño. Esa imagen mental no es el animal real, sino sólo una

“copia” con algunas características -no todas- del corpulento mamífero con su larga trompa y

grandes orejas.

El signo, además, es una interpretación de la realidad representada. El chico agrega o no toma en

cuenta otras cosas al comentar lo que ha visto sobre los elefantes. El signo es siempre también una

hermenéutica, es decir, la interpretación de algún sentido que tiene la realidad conocida. Cada vez

que pensamos o imaginamos alguna realidad, hacemos una reproducción mental de la misma,

pero bajo el aspecto o la forma en que nuestra mente la percibe, y por tanto interpretamos las

3 El siguiente texto es una reelaboración del original de ZECCHETTO, Victoriano. La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía, Buenos Aires, 1999. Para su redacción trabajamos también con ZECCHETTO, Victoriano. Seis semiólogos en busca del lector. La Crujía, Buenos Aires, 2005; SEXE, Néstor. Diseño.com. Paidós, Buenos Aires, 2001; y MÉREGA, Herminia y otros. Comunicación: sociedad y medios. Santillana, Buenos Aires, 2000.

Page 12: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

12

informaciones recibidas. La percepción del ser (sea éste real, pensado o imaginado) inicia nuestro

diálogo con las cosas, y los signos son un modo de apropiarse y de interpretar el mundo.

En conclusión, el signo es un simulacro de la realidad que comienza en nuestra mente. Es correcto

decir, entonces, que el pensamiento, la idea, es un signo, porque está en el lugar de otra cosa, de

cualquier ente percibido dentro o fuera de nosotros, o simplemente creado por nuestra fantasía.

Pero, también son signos muchos otros objetos construidos con el propósito de estar en lugar de

otras cosas: una foto, una señal vial, un gesto para saludar y todo aquello que podemos tomar

convencionalmente como signo.

Llegamos a la definición clásica del signo: algo está en lugar de otra cosa, y aparece así su

dimensión relacional: un objeto presente se relaciona con otro que está ausente. Esa relación, sin

embargo, requiere de alguien que percibe la línea de conexión entre los dos objetos, es decir,

alguien que actualice la realidad del signo. Tenemos entonces este juego de relaciones: “A” está

por “B” y esa sustitución es reconocida por “C”. Lo que equivale a decir que “A” es signo de “B” y

lo percibe “C”. Según este esquema cualquier cosa puede asumir una relación sígnica, con tal que

“esté en lugar de…” y “para alguien” al que se destina.

Hemos de agregar en seguida que esta explicación descarnada de la estructura del signo, no da

cuenta de todo lo que puede, efectivamente desencadenar un signo a nivel comunicativo. A

menudo, los signos instauran una red de sentidos que va más allá del simple “reemplazar cosas”,

porque la semiosis es un fenómeno social, y los signos se mueven al interior de contextos, donde

existe una constante y compleja interacción comunicativa.

2.1. Dos enfoques sobre el signo.

En la historia se la semiótica han surgido varios modos de conceptualizar los elementos que

componen la estructura del signo. Vale la pena presentar las dos corrientes más conocidas en la

actualidad. Los otros intentos teóricos aparecidos posteriormente, de una manera u otra, se

derivan o remiten a estas dos corrientes.

Page 13: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

13

2.1.1. Semiología: la teoría lingüística de Ferdinand de Saussure.

Para comprender el pensamiento de Saussure (Ginebra, Suiza, 1857-1913), es preciso considerar

que el campo específico de su trabajo fue la lingüística: abordó diferentes problemas semiológicos,

en la medida que estaban relacionados con esta disciplina científica. Postuló pensar el sistema de

la lengua como parte de una ciencia general que estudia los signos y que él llamo “semiología”.

Afirmó al respecto: “La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por tanto,

comparable al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de urbanidad, etc.

Sólo que es el más importante de esos sistemas. Puede por tanto concebirse una ciencia que

estudie la vida de los signos en el seno de la sociedad: formaría una parte de la psicología social y,

por consiguiente, de la psicología en general: la denominaremos semiología (del griego “semeion”,

signo). Ella nos enseñaría en qué consisten los signos, qué leyes los rigen”.

Para Saussure el signo es una unidad lingüística que tiene dos caras: una sensible llamada

significante: puede ser acústica (los sonidos de las palabras), o bien visual (letras de la escritura),

pero siempre es algo material. Y otra inmaterial llamada significado: la idea o concepto evocado

en nuestra mente. Saussure cita como ejemplo la palabra “árbol”: el significante es la forma física

del término, mientras que el significado es el concepto mental de “árbol”.

El signo, además, hace referencia a alguna cosa, y a esa realidad Saussure la denomina realidad

referencial; es el objeto, la cosa o el fenómeno al cual se alude mediante el signo. Sin embargo,

piensa que el referente no integra la estructura del signo y éste posee sólo una semblanza diádica.

Está claro que no todos los signos se refieren a cosas reales o materiales. Gran cantidad de signos

abarcan el mundo irreal, como sucede con muchos cuentos o películas de fantasía donde se ven

seres que jamás han existido fuera de la narración y de la pantalla. Otros signos aluden en cambio

a entes abstractos, a conceptos teóricos o a relaciones, como sucede con los signos matemáticos.

Saussure sostiene que, en los códigos lingüísticos, la relación entre el significante y el significado

es arbitraria, porque no está motivada por el objeto al cual se refiere, sino que está fundada en el

Page 14: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

14

consenso social por el cual los grupos humanos deciden asumir esa asociación (la palabra “perro”,

escrita o dicha, no tiene relación alguna con su referente material “perro”). Este fenómeno explica

la gran cantidad de idiomas que hay en el mundo (de la misma forma, las palabras “dog” en inglés,

“hund” en alemán, “cane” en italiano y “chien” en francés, demuestran el enlace no natural,

arbitrario, convencional que fundamenta la relación de las mismas con el referente “perro”, que

es el mismo más allá del idioma en que lo nombremos).

Un signo no tiene valor por sí solo: es necesario considerarlo dentro de un sistema o estructura

que es la lengua. Allí entra en relación con otros signos y se vincula con los demás elementos de

todo el sistema lingüístico. “La lengua no puede ser más que un sistema de valores puros”, donde

cada signo toma consistencia por su relación de oposición a otro. De esta manera, la vocal “a”

adquiere su valor porque “no es” ni la vocal “e”, ni “i”, ni “o”, ni “u”. Si decimos “mar”, en el

sistema de la lengua española, estamos oponiendo esa palabra a cualquier otro signo de valor

distinto. Bastaría que en lugar de la “r” final pusiéramos una “l” (“mal”) para indicar una realidad

totalmente distinta.

El signo como fenómeno binario fue estudiado también por el lingüista danés Louis Hjelmsev

(1899-1963) que, al igual que Saussure, distinguió en el signo dos aspectos que llamó la forma de

la expresión y la forma del contenido, para indicar, respectivamente, el plano sensible y material y

la dimensión inmaterial o conceptual del signo.

2.1.2. Semiótica: el modelo triádico de Charles S. Peirce

Charles Sanders Peirce (1839-1914) nació en Cambridge, Estados Unidos, en el seno de una familia

de matemáticos. Su padre, Benjamin, enseñó en Harvard durante cincuenta años: matemáticas,

física y astronomía. Peirce obtuvo la licenciatura en matemáticas en la misma universidad a la

edad de veinte años, la maestría tres años después y un año más tarde la licenciatura en química.

Esta reseña biográfica y familiar tiene como propósito situar la producción teórica de Peirce, que

Page 15: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

15

parte del pensamiento formal de la lógica. Fue quien introdujo el empleo moderno del término

“semiótica”.

La tesis tradicional de los signos sostenía que el significado de una cosa era una especie de esencia

objetiva presente en los objetos. Para Peirce, en cambio, el significado está en el pensamiento,

pero no en forma pasiva como una imagen en el espejo, sino activamente, como una acción por la

cual organizamos y transformamos los campos de la experiencia en vista a intervenir en el mundo,

a realizar un proyecto, llevar a cabo algún tipo de acción o comportamiento. Entonces el

significado de algo se configura como el conjunto de implicancias prácticas que el objeto posee

para algún sujeto. Conocer quiere decir captar esas implicancias y por tanto su significado.

Esta concepción de los efectos del conocimiento determinará su original modo de considerar

también el operar de los signos. Peirce estudió en profundidad el fenómeno del signo y elaboró su

propia noción, diferente del concepto estructuralista de inspiración saussuriana. Para Peirce el

signo es algo que representa alguna cosa para alguien, bajo cierto aspecto. Esto significa que el

signo posee una composición triádica. Los tres elementos que, según Peirce, conforman el signo

son:

- El representamen: es lo que funciona como signo para que alguien lo perciba, o sea, el signo

propiamente dicho, el signo mismo como tal (por ejemplo, las palabras de un idioma). El

representamen está siempre en lugar de otra cosa, es el portador de esa cosa para los que han de

verla o considerarla en el signo. Es la representación de algo, el signo como elemento inicial de

toda semiosis.

Siendo el representamen la expresión que muestra alguna cosa (lo que aparece como signo) casi

siempre es fruto del artificio o de arbitrariedad de quienes lo crean, como sucede en las lenguas.

Según Peirce, el representamen se dirige a alguien en forma de estímulo, como lo que está “en

lugar de otra cosa” para la formación de otro signo equivalente que será el interpretante. A veces

las propiedades expresivas del representamen son ambiguas y originan sentidos e

interpretaciones diversas.

Page 16: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

16

En resumen, el representamen es simplemente el signo en sí mismo, tomado formalmente en un

proceso concreto de semiosis, pero no debemos considerarlo un objeto, sino una realidad teórica

y mental.

- El interpretante: es la idea del representamen en la mente de quien percibe el signo, o sea, es

un efecto mental causado por el signo. Es lo que produce el representamen en la mente de la

persona. En el fondo, es la idea del representamen, o sea, del signo mismo. “Un signo es un

representamen que tiene un interpretante mental”.

Esto significa que el interpretante es la captación del significado en relación con su significante. El

interpretante es siempre otro signo y por tanto algo le agrega al objeto del primero. Y como

dentro del modelo triádico la gestación semiótica es continua (semiosis infinita), el interpretante

puede estar constituido por un desarrollo de uno o más signos.

Peirce distingue entre el “interpretante inmediato”, que es aquel que corresponde al significado

del signo, a lo que él representa; y el “interpretante dinámico” que es el efecto que el

interpretante produce en la mente del sujeto, la cadena de repercusiones en la mente. Por

ejemplo: si le digo a un amigo: “Gané la lotería”, el interpretante inmediato es la idea que él se

hace en ese instante de la expresión “ganar la lotería”; en cambio el interpretante dinámico es el

efecto que produce la frase: ese efecto son otras ideas o signos, tales como “¡Qué suerte la tuya!”,

“Yo nunca me gano nada”, o “¿No estará mintiendo?”.

No hay que imaginar al interpretante como una persona que lee el signo, sino que se trata

únicamente de la repercusión de dicho signo en la mente. La noción de interpretante, según

Peirce, encuadra perfectamente con la actividad mental del ser humano, donde todo pensamiento

no es sino la representación de otro: “el significado de una representación no puede ser sino otra

representación”.

- El objeto: es aquello a lo que alude el representamen. “El signo está en lugar de algo, su objeto”,

aquello a lo que el signo esté referido. Debemos recordar que el objeto (igual que el “referente”

Page 17: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

17

saussuriano) no necesariamente es una cosa concreta, puede tratarse de ideas, de relaciones o de

entres imaginarios o ficticios.

Los tres elementos de la tríada del signo no son entes independientes, sino que se trata de

relaciones o funciones para explicar la realidad viva de cada semiosis. Veamos un ejemplo concreto

de cómo funciona esta relación triádica. Tomemos el signo de un caballo (figura o palabra): el

representamen corresponde a ese primer signo percibido por alguien; el objeto es el animal

aludido; el interpretante es la relación mental que establece le sujeto entre le representamen y su

objeto, o sea, otra idea del signo.

Dice Peirce: “Un signo, o representamen, es cualquier cosa existente para alguien en lugar de otra

cosa, sea cual fuere su acepción o ámbito. El signo va dirigido a alguien y crea en la mente de esta

persona otro signo equivalente, o quizás más desarrollado. El signo que se crea lo llamamos

interpretante del primer signo. Este signo existe por alguna razón, el propio objeto. Tiene sentido

por ese objeto, no en todas sus acepciones, sino enfocado a una clase de idea particular…”.

Es momento de introducir el concepto de “semiosis infinita”. La explicación del proceso de

semiosis como una relación entre tres elementos nos permite pensar que la función de

interpretante de un determinado signo (que es un signo equivalente o mayor a ese primer signo),

puede cambiar de valencia y convertirse en representamen de otro signo, en otra semiosis, y así

una cadena semiósica infinita.

Veámoslo de otro forma: notemos que, para Peirce, estos tres elementos sólo existen en la mente

del sujeto en el momento concreto de percibir el signo. La distinción o separación de cada

elemento es meramente mental, porque en la práctica la tríada no se puede separar, constituye

un único proceso. El signo es, entonces, una categoría mental, es decir, una idea (una relación)

mediante la cual evocamos un objeto con la finalidad de conocer y comprender el mundo o para

comunicarnos. El proceso de aprehensión del signo se llama semiosis, y se desarrolla en forma de

espiral que va integrando nuevos procesos semiósicos, formándose de esta manera lo que

llamaremos semiosis infinita.

Page 18: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

18

Según Peirce, el interpretante de un signo refleja siempre los hábitos mentales de la persona que

entra en contacto con el representamen o, dicho de otra forma, traduce las reacciones del

individuo ante la provocación y el estímulo del signo, denotando sus comportamientos. Se alude

aquí a la necesaria relación que existe entre la recepción del signo y los hábitos culturales de los

perceptores, sus experiencias previas de los objetos y de las cosas del mundo. Los individuos en el

momento de leer un signo lo interpretan a partir de lo que ya tienen formado en su mente, es

decir, las ideas, valoraciones sociales, las visiones de la realidad, los prejuicios, que por cultura,

costumbres o tradición poseen de antemano. A partir de allí se van generando nuevas

configuraciones. Es este proceso el que da lugar a la “semiosis infinita”, es decir, a una continua

sucesión de producción de signos mediante la cual los sujetos van pensando la verdad de las cosas

y del mundo. La acción del conocimiento humano cuya base es la actividad sígnica, nos coloca

dentro de una cadena sin fin de mediaciones, y que nos remiten de signo en signo, entrelazando

un lenguaje con otro, arrastrándonos en la corriente de una semiosis tumultuosa den el río

llamado “cultura”.

Pensemos, por ejemplo, en el caso del niño que conoció a los elefantes en el zoológico y relata la

experiencia en la escuela. Ya reflexionamos y aprendimos cómo se formó el concepto de

“elefante” y cómo lo representó verbalmente. Pensamos ahora en algunos de sus compañeros que

escuchan atentamente. Uno que conoce a los elefantes por la película “Dumbo”, de la que sólo

recuerda que estos animales están en el circo y pueden llegar a volar si sus orejas son

suficientemente grandes. O una niña, que los conoce por haber compartido la visión de un

documental sobre el tráfico de marfil con sus padres. Podemos ver claramente como, en ambos

casos, el interpretante será notablemente distinto al signo (representamen) percibido.

Imaginemos ahora que el niño que vio “Dumbo”, escuchando el relato de su compañero, comienza

a pensar en un payaso, porque el elefantito de la película trabajaba en el circo junto a los payasos.

El maquillaje del payaso le recuerda inmediatamente a una tía que se pinta el rostro con colores

muy llamativos. Y luego, la imagen de la tía le recuerda que su mamá le ha dicho que preste

atención en clases. He aquí un ejemplo de semiosis infinita, en el que los distintos interpretantes,

cambiando su valor por el de representamenes, encadenan un proceso de semiosis que no se

detiene nunca.

Page 19: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

19

2.1.2.1. Tipos de signos.

Entre las diversas clasificaciones de los signos que presenta Peirce, nos interesa especialmente

aquella que los agrupa de acuerdo con la relación que tienen con el objeto que representan. Tanto

una fotografía de un elefante como una huella de un elefante o la palabra “elefante” son signos

del objeto elefante; sin embargo, cada uno lo representa de distinta manera. Hablaremos así de

iconos, índices y símbolos.

- Icono: es el signo que se relaciona con su objeto por razones de semejanza o similitud. La

fotografía del elefante lo representa porque es, de alguna forma, similar a él. El icono presenta

una o varias cualidades del objeto al que se refiere, entabla con él una relación cualitativa y

analógica. Según el grado de semejanza de esas cualidades, Peirce clasificó los signos icónicos en

imágenes, diagramas y metáforas.

El icono-imagen es aquel signo que comparte con el objeto al que representa cualidades simples,

fácilmente perceptibles; por ejemplo, la fotografía. El representamen es “muy similar” al objeto.

Por su parte, el icono-diagrama es aquel que representa las relaciones de proporción entre sus

partes como análogas a las del objeto; por ejemplo, un plano, un mapa, una maqueta. Finalmente,

hablamos de icono-metáfora cuando se trata de alguna propiedad que está representada en

paralelismo con el objeto; por ejemplo, la escritura ideográfica.

La pintura nos permite ejemplificar los extremos de esta clasificación: cuando la obra reproduce lo

más fielmente posible lo real se tratará de imágenes, cuando represente un orden más abstracto,

de metáforas. Sin embargo, es importante notar que lo que estamos señalando como semejanza

es en gran medida un sistema de convenciones, pues tendemos a naturalizar los códigos de

percepción. Para comprender esta idea, recordemos que lo propio del “objeto elefante” no su

gran tamaño, su particular forma o su color grisáceo y, por otro lado, pensemos que una fotografía

sólo capta una cualidad de éste y de manera incompleta: por ejemplo, un elefante no es plano.

Page 20: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

20

Lo icónico también se puede plantear en un nivel más abstracto, como en el de las palabras: las

onomatopeyas, que en la semiología saussuriana son la excepción al carácter arbitrario del signo,

debido a que hay mucho de motivado en ellas, son signos de carga icónica fuerte para Peirce, en

virtud del grado de imitatividad que las constituye.

- Índice: el signo indicial se encuentra en una relación de contigüidad existencial con el objeto al

que refiere. La huella no representa al elefante en virtud de su semejanza sino que el vínculo se

produce por proximidad: la huella y el elefante van juntos, la primera se desprende del segundo,

aquélla no existiría sin éste, por lo que podemos deducir que, en cierta forma, es parte de él, y así

vinculamos la huella como signo del objeto elefante. Vemos otros ejemplos que pueden

ayudarnos a terminar de comprender la idea: los truenos son índices del objeto “lluvia” y el humo

es índice del objeto “fuego”, así como un síntoma es índice de la existencia de una determina

“enfermedad” (es justamente por esto que se enseña semiología en las carreras de medicina).

Otra característica fundamental de los signos indiciales es que llaman la atención sobre su objeto,

lo indican. Así, la posición de la sombra de un reloj de sol o la de las agujas de uno analógico son

índices del objeto “hora” y la medición hecha con un termómetro es índice del valor de esa

mediación. En este sentido, algunas palabras, como los pronombres personales “ése”, “éste” o

“aquél”, o los demostrativos como “aquí” o “allá”, funcionan como índices, ya que llaman la

atención sobre aquello a que se hace referencia y conectan la frase con la situación en la que se

enuncia.

Insistimos sobre la propiedad del índice de coexistir con el objeto al que representa: puede ser

simultáneo, anterior o posterior a esa existencia, pero siempre está, estuvo o estará en relación de

contigüidad con él: si la calle está mojada, es índice de que ha llovido; las gotas que aparecen en

un parabrisas son índice de que está lloviendo; la presión atmosférica baja, el cielo nublado, los

truenos son índices de que lloverá (vemos en este ejemplo cómo la meteorología tiene una fuerte

base semiológica). La semiótica es una actividad detectivesca. En general, los indicios, las pistas

que encuentra Sherlock Holmes son índices: barro, ceniza de cigarrillo, impresiones digitales.

Page 21: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

21

- Símbolo: podemos decir que un símbolo es aquel signo que no es ni icono (no es semejante) ni

índice (no es contiguo) del objeto; su relación con el objeto se establece arbitrariamente, por

convención, por hábito o por un ley. No hay nada similar ni contiguo entre la palabra “paz” y el

objeto paz, así como no existe una relación icónica ni indicial entre una paloma blanca con el

mismo objeto. Las palabras de una lengua, los números y cualquier representación arbitraria y

convencional son símbolos (la bandera de una nación, el silbato del árbitro que señala el comienzo

del partido).

Ya hemos visto como las palabras, a pesar de ser signos simbólicos, pueden tener a veces una

importante carga icónica o indicial: la expresión “¡Cuidado!”, gritada espontáneamente para

prevenir un accidente, está en relación de contigüidad con su objeto “prevenir un accidente”, por

lo tanto es un símbolo con una fuerte carga indicial. Por otro lado, la onomatopeya “¡Ja!” es un

signo muy similar al objeto risa, por lo que es un símbolo con fuerte carga icónica.

Este último párrafo nos permite finalmente introducir la idea de que no es posible encontrar casos

de iconos, índices o símbolos totalmente puros. Las relaciones se dan simultáneamente,

mezcladas. Pensemos en un dibujo de la paloma de la paz: con respecto del objeto “paz”, la

paloma es un símbolo; con respecto del objeto “paloma” es un icono, pues se trata de un dibujo.

Otro ejemplo puede ser el signo que encontramos en las puertas de los baños públicos destinados

a las mujeres: es un índice respecto del baño y, a la vez, un icono respecto de la mujer. Aunque

muchas veces, el grado de semejanza con una mujer no es tan fuerte: ninguna mujer tiene la

cabeza tan redonda, sin pelo y la ropa en forma de trapecio. Está operando, en rigor, un proceso

simbólico, porque lo reconocemos por convención. En otras palabras, en la vida social cada signo

no establece una única relación con su objeto; más bien nos encontramos entre distintos niveles

de funcionamiento.

El modelo de la sociosemiótica

La Teoría de la Sociosemiótica, cuyo exponente principal es el semiólogo argentino Eliseo Verón,

centra su análisis en los procesos comunicativos que originan discursos sociales, en relación a los

medios masivos de comunicación y los efectos que generan en la sociedad que los consume.

Page 22: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

22

Dividido en tres fases, producción, circulación y consumo, cada uno de estos momentos tienen

cierta independencia pero no tienen sentido si no se ven en conjunto.

Los discursos sociales son textos presentes en la sociedad que están conformados por distintas

materias significantes (imágenes, imagen y escritura, imagen y sonido, etc.). Partimos de que hay

empresas comunicativas que están condicionadas política y económicamente y se organizan para

producir estos discursos sociales. En ese proceso de producción, los contenidos sufren una

intervención tecnológica, se adaptan a los diversos canales y además concurren en un ecosistema

comunicativo; o sea, los productos de los medios compiten en un mercado. Finalmente, estos

productos serán recibidos y consumidos por la audiencia y los consumidores los interpretarán de

acuerdo con su experiencia, su biografía, sus conocimientos. Por último, tras la recepción, los

discursos pueden originar diversos efectos.

El modelo entiende el proceso comunicativo como constructor de significados simbólicos.

Utilizamos los medios de comunicación, de manera subjetiva los relacionamos con lo que vemos a

nuestro alrededor y con lo que ya sabemos, sentimos o deseamos con anterioridad. Así,

negociamos el sentido que los medios nos trasmiten.

PRODUCCION: Las circunstancias históricas establecen un modelo de sociedad determinado y para

el análisis de la producción es indispensable examinar las condiciones políticas y económicas,

contexto esencial para ubicar cada discurso. Por otro lado, las industrias comunicativas son un

elemento fundamental de análisis ya que son los lugares dónde se producen los discursos de los

medios. Para conocer en qué modo están condicionadas estas empresas, es necesario saber qué

grupos de poder están detrás y qué intereses, valores y objetivos sustentan.

Otros elementos para tener en cuenta en esta etapa son:

- Las características tecno−comunicativas, donde se analiza el discurso a nivel formal y vemos

cuáles son las “rutinas productivas” de cada medio; o sea, las particularidades esenciales de cada

medio de comunicación al momento de producir una noticia, tanto a nivel tecnológico como a

nivel lingüístico y paralingüístico.

Page 23: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

23

- Las estrategias discursivas, mediante las cuales analizamos el sentido del discurso, indagamos

acerca de la intención del producto: ¿qué nos quiere decir? ¿por qué?.

CIRCULACIÓN: Es el momento en que el producto circula y se pone en relación con el llamado

ecosistema comunicativo: el mercado. No podemos entender nunca un mensaje de manera

aislada, ya que todos concurren en un espacio público donde se establecen relaciones entre los

productos. El discurso se distribuye: ¿cómo? ¿a qué audiencia llega?

CONSUMO: En este punto analizamos los modos de reconocimiento: no recibimos los mensajes de

manera descontextualizada, sino en circunstancias concretas y además los interpretamos con una

competencia propia, es decir, somos competentes a fin de reconocerlo e interpretarlo. La

interpretación es un proceso muy complejo y heterogéneo, donde intervienen numerosos factores

psicológicos y fisiológicos: la sensación, la percepción, memoria, comportamiento, atención,

actitud.

Las audiencias se miden cuantitativamente (en relación a la cantidad: cuántos puntos de rating,

cuántos ejemplares vendidos, etc.) o cualitativamente (en relación a la cualidad: cómo reciben el

mensaje, cómo lo reconocen, cómo lo valoran). En nuestros días, la audiencia es tan amplia que se

elaboran perfiles de público determinados de acuerdo al nivel social, cultural, económico. El

estudio de las audiencias como mercado es un tema de vital importancia para todo medio de

comunicación en la actualidad.

Los discursos generan determinados efectos en la audiencia y es necesario conocerlos e

interpretarlos. A grandes rasgos, podemos diferenciar tres tipos de efectos: sobre la conducta,

sobre las emociones y sentimientos y sobre el conocimiento: ideología, valores, pensamiento.

Fuentes:

Oros, R. Semiología-Cuadernillo de estudio. Fundación Universitas, ISFG. 2006

Zalba. E. Semiótica discursiva. Documento de cátedra. FCP y S, UNCuyo, 2004

Zecchetto, V. Seis Semiólogos en busca del lector, Bs. As., Ed. La Crujía, 2005

Page 24: Introducción al pensamiento semiótico - Blog de la ... · PDF fileIntroducción al pensamiento semiótico ... La danza de los signos: nociones de semiótica general. La Crujía,

Fundación Universitas: Instituto Superior de Formación Gerencial Cátedra de Semiología Unidad I / Año: 2011

24