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127 AyTM 13.2, 2006 Intervención arqueológica de apoyo a la restauración del torreón sureste de la Alcazaba de Guadix (Granada, 2005) Bilal J. J. Sarr Marrocco * Encarnación Reyes Martínez ** RESUMEN En este artículo se pretende resumir la intervención arqueológica de apoyo a la restauración del torre- ón sureste de la alcazaba accitana que se realizó en los aledaños e interior del mismo. El objetivo fue por un lado comprobar si tal torreón era a su vez un acce- so a dicho complejo fortificado y por otro analizar el entorno de éste para alcanzar así una interpretación correcta de dicho sector. PALABRAS CLAVE: Arqueología Medieval. Gua- dix. Alcazaba. Torreón. ABSTRACT In this article one tries to summarize the archaeolo- gical intervention of support to the restoration of the south-east tower of the Guadix fortress that was rea- lized in the neighbouring places and interior of the same one. The objective was on the one hand to verify if such a tower was an access to the above mentio- ned fortified complex and, on the other to analyze the environment of this one to reach a correct inter- pretation of the above mentioned sector. KEY WORDS: Medieval Archaeology. Guadix. Fortress. Tower. INTRODUCCIÓN La ciudad de Guadix se ubica en la pendiente septentrional de Sierra Nevada, en el surco intrabético de la denominada Hoya homónima, a una altura de 900-1000 m. Es, sin duda, un lugar privilegiado y estratégico, de encrucijada de caminos relevantes desde antaño, debido al control del tránsito entre el levante y el valle del Guadalquivir y entre la costa almeriense y la meseta central. Esta localización geográfica debe haber inci- dido en que Guadix sea uno de los núcleos habi- tados más antiguos de la Península Ibérica. Su nombre, Guadix, procede del vocablo árabe Wadi (río) y de la palabra As deforma- ción de Acci, de origen íbero como otros topó- nimos Accinipo, Accitum, Tucci que contienen la misma sílaba -CCI (ASENJO SEDANO, 1983; p. 13). Posteriormente por procesos fonéticos como la imala, de Wadi As se pasa a Wadis más próximo al actual, como ya en el siglo XV se observa en el refranero de Ibn `Asim. (JIMÉ- NEZ MATA, 1990; p. 276). A pesar de la gran riqueza histórica no podremos dilatarnos en exceso en las etapas pre-musulmanas, aunque eso sí no debemos preterir ciertos datos básicos del acontecer de * Becario de la Junta de Andalucía. Grupo de Investigación Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada. Universidad de Granada. ** Arqueóloga.

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127AyTM 13.2, 2006

Intervención arqueológica de apoyoa la restauración del torreón surestede la Alcazaba de Guadix (Granada, 2005)

Bilal J. J. Sarr Marrocco *Encarnación Reyes Martínez **

RESUMEN

En este artículo se pretende resumir la intervenciónarqueológica de apoyo a la restauración del torre-ón sureste de la alcazaba accitana que se realizó enlos aledaños e interior del mismo. El objetivo fue porun lado comprobar si tal torreón era a su vez un acce-so a dicho complejo fortificado y por otro analizar elentorno de éste para alcanzar así una interpretacióncorrecta de dicho sector.

PALABRAS CLAVE: Arqueología Medieval. Gua-dix. Alcazaba. Torreón.

ABSTRACT

In this article one tries to summarize the archaeolo-gical intervention of support to the restoration of thesouth-east tower of the Guadix fortress that was rea-lized in the neighbouring places and interior of thesame one. The objective was on the one hand to verifyif such a tower was an access to the above mentio-ned fortified complex and, on the other to analyzethe environment of this one to reach a correct inter-pretation of the above mentioned sector.

KEY WORDS: Medieval Archaeology. Guadix.Fortress. Tower.

INTRODUCCIÓN

La ciudad de Guadix se ubica en la pendienteseptentrional de Sierra Nevada, en el surcointrabético de la denominada Hoya homónima,a una altura de 900-1000 m. Es, sin duda, unlugar privilegiado y estratégico, de encrucijadade caminos relevantes desde antaño, debido alcontrol del tránsito entre el levante y el valledel Guadalquivir y entre la costa almeriense yla meseta central.

Esta localización geográfica debe haber inci-dido en que Guadix sea uno de los núcleos habi-tados más antiguos de la Península Ibérica.

Su nombre, Guadix, procede del vocabloárabe Wadi (río) y de la palabra As deforma-ción de Acci, de origen íbero como otros topó-nimos Accinipo, Accitum, Tucci que contienenla misma sílaba -CCI (ASENJO SEDANO, 1983; p.

13). Posteriormente por procesos fonéticoscomo la imala, de Wadi As se pasa a Wadismás próximo al actual, como ya en el siglo XVse observa en el refranero de Ibn `Asim. (JIMÉ-

NEZ MATA, 1990; p. 276).

A pesar de la gran riqueza histórica nopodremos dilatarnos en exceso en las etapaspre-musulmanas, aunque eso sí no debemospreterir ciertos datos básicos del acontecer de

* Becario de la Junta de Andalucía. Grupo de Investigación Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada. Universidad deGranada.

** Arqueóloga.

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este territorio. Entre ellos la presencia de dis-tintos restos arqueológicos prehistóricos en lasterrazas fluviales del Fardes y sus afluentes.

Durante los siglos precedentes al ImperioRomano hallamos a Acci como un territoriosometido a los bastetanos, con centro en Basticomo se observa en la Geografía de Ptolomeo(1883; II, 6,60). A estos pueblos se les atribuye laprimitiva fundación de Acci. Tenemos infor-mación también de asentamientos fenicios ycartaginenses que se establecerían en estosterritorios atraídos por su riqueza mineral(plomo, hierro y plata…).

Pero será en la época de dominio romanocuando la ciudad se reafirme verdaderamentecomo entidad urbana. Así con Julio César (45-44 a.C.) se establece una colonia romana enla vega y sus colinas, que pasaría a denomi-narse Julia Gemella Acci. Ésta contará con elprivilegio de acuñación de moneda que no per-derá en la posterior época visigoda.

A través de los estudios epigráficos y numis-máticos del profesor Mauricio Pastor Muñoz (en

LAFUENTE, 1992; Est. preliminar) podríamos dedu-cir que la ubicación de esta colonia estaría enla ciudad actual, aprovechando el antiguo pobla-do indígena. La abundancia de la cultura mate-rial lo pone de manifiesto.

En cuanto a la etapa de la Antigüedad tar-día y altomedieval es escasa la información quedisponemos de ésta. Aún no se ha resuelto lacuestión de su organización urbana, pese a queen los últimos años se ha contado con la apor-tación de la Arqueología, e incluso se ha ela-borado un Proyecto de Arqueología Urbana.

Debió de darse la ruralización y degrada-ción urbana propia de la crisis del Imperioromano y la llegada de los visigodos desde el409, tampoco lograría restablecer el esplendorde tiempos antiguos. En este contexto se pro-

duce la ocupación arabo-beréber. Ésta, aunqueno tenemos mención concreta del hecho enGuadix, debió de ser en torno al 712. Lo quesí podemos señalar es que en el 713 `Abd al-`Aziz b. Musà b. Nusayr debe reocuparla conmotivo de una revuelta.

A partir de este momento Acci pasaría adenominarse por algún tiempo Madina BaniSami, ya que Sawwar b. Hamdun concederíaa los Banu Sam, árabes yemeníes, este terri-torio, que más tarde tomaría el nombre deWadi As. (IBN Al-JATIB, Ihata IV, p. 270.)

)

Hemos de reseñar también la expresiónArs al-Yaman o Ars al-Yamaniyyin, con el quese cita la región en la que se incluiría Guadix,como nos aporta al-Himyari, que lo toma deal-`Udri, o Ibn al Jatib.

“El clima de Ars al Yamaniyyin, con la ciudadde los Banu Sam b. Al-Muhalhil, es decir la ciu-dad de Guadix”. (Al-Lamha 1980; p. 29) 1

En los primeros siglos de dominación musul-mana el actual Guadix tan sólo era un castillosituado en la actual alcazaba y de hábitat dis-perso (ASENJO SEDANO, 1983) pero adquiriríamayor importancia con el paso del tiempo. Asíen el al-Muqtabis V se cita, con relación a lasexpediciones militares de `Abd al-Rahman IIIen el 913 contra los rebeldes partidarios de`Umar b. Hafsun ,a “los husun o las fortalezasde Guadix”:

“Luego se trasladó Al-Nasir lidin Allah a loshusun de Guadix y sus caudillos huyeron portemor a él, y acampó en el hisn Fiñana el vier-nes 4 de Sawwal” (Al-Muqtabis V; p. 66 árabey 61 de la trad.).

Durante el periodo de muluk al-tawa´if la ciu-dad pertenecería en un primer momento alReino Zirí de Granada, pero en una de las incur-

1 Tb. En SIMONET, 1879; p. 127, pero se transcribe como “Orx”. Pero como hemos indicado la forma correcta sería Ars .Ésta haríareferencia a una tierra concedida como compensación o precio de sangre como señala Lévi-Provençal (1938; P.257).

siones fronterizas sería anexionado por IbnSumadih 2 de Almería. Aunque posteriormen-te, Badis al-Muzzafar asedia Guadix y retoma estaciudad para el reino zirí de Granada. Precisa-mente en esta etapa destaca el poeta Ibn Had-dad, que canta a al-Mu`tasim de Almería y al-Muqtadir b. Hud de Zaragoza después de huirdel primero (RAMÓN GUERRERO, 1984; p. 31).

Poco sabemos de la Wadi As almorávide,sólo podemos citar el dato de la incursión deAlfonso I el Batallador en el 1125.

Derrocados los almorávides, como sabe-mos se originan las segundas taifas, en las quedestacará la sumisión de Guadix a Ibn Marda-nis 3 desde el 1150. En este siglo brillarían lospoetas `Abd al- Mun`in b. `Umar, Ibn al-Barraq,Abu-l- Hasan b. Nizar, `Abd al-Barr b. Farsany Hamda y Zaynab, hijas de Ziyad y sobre todoel excelso sabio Ibn Tufayl (1110-1185) 4.

En cuanto al califato almohade, la ciudadexperimenta un importante crecimiento comotodas las mudun de Al-Andalus. El radicalismoreligioso de éstos hace que muchas iglesias seconviertan en mezquitas, como la de los Rene-gados en el arrabal mozárabe, y se margine alos ahl al-kitab.

En torno a estos tiempos al-Idrisi (1099-1166) describe Guadix de la siguiente forma:

“Villa de mediana extensión, ceñida por mura-llas, en la cual se negocia mucho, está provistade agua en abundancia, y hay un arroyo quejamás se seca. [...] Guadix es el punto de reu-nión de muchos caminos” (Trad. SAAVEDRA,

1881; p. 41)

Esto reitera lo que veníamos señalando: Gua-dix va evolucionando desde un simple conjun-to de fortalezas hasta una madina considerable.

Pero es sin duda en época nazarí cuandola ciudad adquiere su máximo esplendor comointegrante del Reino de Granada. De hecho elpropio soberano Muhammad I se titularía alcal-de de Guadix en 1232 como bien señala la pro-fesora Jiménez Mata en su obra (1990; p. 277).En esta etapa se consolida la estructura urba-na y sobre todo su alcazaba se convierte enuna zona de difícil acceso como nos narra Ibnal-Jatib el Mi`yar al-ijtiyar:

“Goza de ventajosa situación, en lugar muy fuer-te [...]. Su fortaleza pertenece a gente de lacorona y es sede real” (Trad. CHABANA, 1977;

pp.130-131)

Sintomático de ello es el hecho de que alo largo de este periodo muchos rebeldes ysoberanos nazaríes depuestos se refugien en estatierra. Probablemente también por ser un lugarestratégico desde donde se puede partir rau-damente a la mar. El propio Muhammad V des-tronado huye hacia Guadix como nos relata Ibnal-Jatib:

“( Muhammad V) escapó del enorme peligro concorazón sereno y marchó bajo la negrura de lanoche, con la sola compañía de unos jóvenesesclavos de su servicio y llegó a Guadix” (Trad.

CASCIARO, 1998; p.126)

En las postrimerías de Al-Andalus, durantelas luchas intestinas entre musulmanes el Zagalocupará Guadix pero no se demorará en exce-so su resistencia a los cristianos, así tras la con-quista de Baza, el 30 de diciembre de 1489 caeGuadix en manos de los trinitarios.

Por lo que como podemos comprobar larelevancia de tal madina y especialmente de sualcazaba no debe ser puesta en duda.

2 Memorias... p.135 “ porque Guadix con todos sus territorios anejos pasó a poder de Ibn Sumadih”

3 miembro de una aristocrática familia de muladíes, como indica su nombre Mardanis (Martínez, probablemente) nacido en Peñísco-la en 1124 y muerto en Murcia en 1172, más conocido por el sobrenombre de "El Rey Lobo", llegó a convertirse en rey de todala zona oriental de al-Andalus, Resistirá a los almohades hasta su muerte.

4 Sobre este autor es recomendable el artículo de Miguel Cruz Hernández, “Ibn Tufayl “, en Historia de la filosofía española. Filosofíahispano musulmana, Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, Madrid 1957, tomo 1, pp. 369-418.

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En cuanto a la configuración urbanística deWadi As contamos con la aportación que rea-liza Asenjo Sedano sobre el siglo XV. Según éstela madina contaría con una extensión de 10 Ha.,y los arrabales de otras 30 Ha. El recinto amu-rallado de la ciudad de Guadix se encuentracerrando los barrios situados al norte de laalcazaba. El principal elemento conservado esel torreón del Ferro, situado en el ángulo noro-este del antiguo recinto amurallado, que con-serva restos de los lienzos de las murallas N yO que partían de éste. Se trata de una torrede planta cuadrada de 7’5 m de lado, construidacon muros de tapial de cal y canto sobre zarpade mampostería que conserva una altura apro-ximada de 17 metros. En este aún se obser-van las huellas de los mechinales y restos desu enfoscado. La torre sería maciza a excep-ción del tercio superior. Éste estaría formadopor una gran habitación, que en la actualidadha perdido su cubierta, y que comunicaría losadarves de los lienzos de muralla situados ensus flancos S y E. Aun se conservan los dosvanos, reforzados en ladrillo que darían acce-so hacia el interior. En el vano S se ven las vigasde madera del dintel.

La construcción se encuentra rematada porun almenado que se conserva de forma irre-gular en cada uno de sus lados. Así, en el fren-te N se observa la existencia de tres almenas;en su lado E, el almenado ha desaparecido ensu totalidad; en el S sólo se aprecia una alme-na, mientras que el O posee una almena cen-tral y el resto de la coronación aparece enforma de peto. En este sector de la muralla serealizó una intervención arqueológica de apoyoa la restauración en los meses de julio y agos-to del 2004. Como resultado, entre otras cues-tiones, se puso al descubierto parte de unatorre maciza de tapial de cal y canto que per-manecía oculta bajo los escombros. Los mate-riales cerámicos estudiados en la intervenciónarqueológica dieron una cronología almohadea este sector del recinto amurallado. (MALPICA

et alii, 2004).

La muralla oeste, paralela a la actual callede San Miguel, llegaba desde el torreón delFerro hasta el ángulo oeste del tercer recinto

de la alcazaba. Parte de sus restos, los máspróximos al torreón, se pusieron al descubier-to al derribar unas casas que había adosadas aella; es posible que todavía se encuentre ocul-to entre edificaciones posteriores y otros lien-zos de muralla aparecen ininterrumpidamentea lo largo de la calle Almorejo, y le sirven aésta como muros de contención, aparecenhasta ocho torres con lienzos de muralla inter-medios, todo ello nos hace darnos una idea dela fortificación de la ciudad por esta zona. Estánconstruidos con material de cal y canto, pre-sentando bases del mismo material de mayoranchura que deja zarpas de metro y medio.

De la parte de la muralla orientada al nortequedan, además del lienzo que entesta en eltorreón del Ferro, otro discontinuo que seextiende desde la fachada posterior del pala-cio de Villalegre hasta las cocheras del palacioepiscopal, que se levanta sobre la muralla, y untramo descubierto en la plaza de las Palomas.Las excavaciones arqueológicas realizadas recien-temente tanto detrás del Palacio de Villalegrecomo en la plaza de las Palomas vienen a con-firmar esta línea de muralla.

Son escasos los restos que quedan visiblesdel tramo SE de la muralla, aunque se conser-va casi todo su trazado en la parte trasera delas casas de la actual calle Ancha. Seguramen-te toda la fachada sudeste del palacio de Peña-flor, situado anejo a la alcazaba, así como sustorreones, se han construido sobre la murallade la se observan restos patentes.

La ciudad junto con sus arrabales quedaríaprotegida por una cerca exterior en la quediversas puertas darían salida a las ciudadescercanas. Tenemos noticias de estas puertaspor la toponimia, por los restos que, aunquemuy transformados, nos han llegado y por lostrabajos arqueológicos realizados en la ciudad.

Por último, hemos de señalar la existenciade una mezquita aljama que se ubicaría bajo elsolar que ocupa la actual catedral de Guadix,y de la que el viajero germano Jerónimo Mün-zer a su paso por la ciudad haría la siguientedescripción:

“Es su mezquita bastante bella, y hexagonal. Tienesetenta columnas libres, y en el centro un jar-dín cubierto, en medio del cual hay una fuenteviva para sus acostumbradas abluciones. Ahoraestá dedicada a la bienaventurada Virgen María.”(MÜNZER 1494-95; p. 84)

LA ALCAZABA DE GUADIX

Las estructuras islámicas existentes en Gua-dix corresponden, por un lado, a las cercas dela mad†na y, por otro, a la alcazaba. Esta últi-ma fue declarada BIC en 1931 y el casco his-tórico en 1976, en el que se incluye la fortifi-cación. En noviembre del 2000 pasó a serpropiedad pública ya que con anterioridad a estafecha era propiedad eclesiástica.

La alcazaba accitana está situada en el cen-tro de la población y en su parte más elevada(952 metros aprox.), (foto 1). Según la docto-ra Mazzoli Guintard se incluiría dentro de unatipología de fortificación muy particular com-parable sólo con Baza y Loja. Ésta, nos señalala historiadora francesa, sería de hábitat per-manente, próxima a la mezquita aljama, conencastillamiento y ausencia de albacar. (MAZ-

ZOLI, 2000; p.172).

Tiene una planta ligeramente rectangular,redondeada en su ángulo sur. Las murallas delconjunto presentan como fábrica el tapial, estan-do levantadas sobre muros de nivelación demampostería que disponen de zarpas. El con-junto ha sufrido diversas remodelaciones a tra-vés del tiempo por diferentes obras de res-tauración (Gómez Moreno), la última de lascuales, realizada alrededor de los años cin-cuenta, modificó considerablemente lo que seríasu estructura originaria.

La fortificación se compone de tres recin-tos. El primer recinto, ubicado en el interior delconjunto, dispone de cuatro torres. La única quese asoma a la muralla exterior está situada enel lienzo SO, es maciza, construida en tapial ytiene un aljibe en su terraza que carece debóveda. Al sur encontramos dos torres de plan-ta rectangular, unidas entre sí por un paño demuralla con su adarve. Son macizas y están

construidas igualmente en tapial, conservandograndes trozos de paramento enlucido conmortero de cal original. En este recinto y ocu-pando el centro de la alcazaba se alza una grantorre del homenaje, de planta cuadrada y cons-truida en tapial, de la que aún se conservanimportantes restos.

El segundo recinto rodearía al primero porlos lados S y SE, disponiendo de un total detres torres, dos pequeñas que salen de la parteredondeada que da al sur y otra, la de mayortamaño de las torres exteriores construida entapial de cal y canto, situada al SE y actual-mente en proceso de restauración.

El tercer y último perímetro amuralladotenía su acceso desde la mad†na por el lienzonoroeste a través de un portillo muy transfor-mado. Este recinto con forma de L abriga alprimero y más elevado por los lazos NO y NE,carece actualmente de torres para la defensasiendo el sector en contacto con el interior dela mad†na. Hacia el exterior en el ángulo O selevanta una gran torre. (MARTÍN GARCÍA et alii,

1999; p. 216-219).

Uno de los problemas de la alcazaba esconocer la superficie que llegó a tener en épocaandalusí. Hoy día se conserva parte de ella puestras la reconquista la familia nobiliaria de losPérez-Barradas consiguió que medio recinto seseccionara del resto de la fortaleza aprove-chándolo para edificar un palacio. En este sec-tor se ubicaron igualmente los monjes agusti-nos. Por otra parte, como es común, las viviendasfueron enclavándose en el paño externo de lafortificación. En 1489, año de la conquista dela ciudad por los cristianos, ya se tienen noti-cias del mal estado en el que se encontraba lacerca defensiva especialmente en el sector dela medina. (ASENJO SEDANO, 1983; p.313).

Antecedentes arqueológicos

En 1986 se realizó una excavación de apoyoa la restauración en la zona más alta de la alca-zaba. Dio como resultado la documentaciónde una serie de estructuras internas: aljibe, con-ducciones de agua, patio, muros, etc. Todo ello

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sobre el suelo virgen, constituido por arcillasverdosas muy compactas. Las estructuras docu-mentadas fueron datadas a partir del s. X. Algu-nos fragmentos ibero-romanos que aparecie-ron mezclados con otros hispanomusulmanesestaban en una posición secundaria, proveníande otras excavaciones no arqueológicas cerca-nas o cabía la posibilidad de que viniesen deotra parte del cerro, muy remodelado y modi-ficado por obras de aterrazamiento y nivela-ción. (RAYA DE CÁRDENAS, 1991).

EL TORREON SE

Es la torre de mayor tamaño de las torresexteriores situadas en el segundo recinto amu-rallado de la alcazaba. Tiene una planta rec-tangular de 11´5 x 6`5 m y está realizada entapial de cal y canto con reforzamiento de ladri-llo en las esquinas. Se pueden observar dos plan-tas. La primera situada en la base se encontrabarellena de escombros y sellada con dos muroscontemporáneos en el frente sur y en el fren-te norte, que fueron retirados para llevar acabo los trabajos de consolidación y restaura-ción. En la planta superior hay un receptáculocon muros de hormigón de cal que parece serun aljibe. Esta planta tiene un vano de entra-da de pequeñas dimensiones en la cara oeste.La torre está coronada por almenas.

La torre como el resto de la alcazaba hasufrido abundantes restauraciones y repara-ciones con hormigones modernos y materia-les totalmente ajenos a la fábrica original.

Actualmente las mayores pérdidas de mate-rial se encuentran en la fachada sur del torre-ón, precisamente en este frente se iniciaron lostrabajos de consolidación, (foto 2).

LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

Los trabajos arqueológicos se extendierona lo largo de los meses de febrero y marzo del2005, contando con el asesoramiento de D.Antonio Malpica Cuello, catedrático de Histo-ria Medieval de la Universidad de Granada.

El planteamiento de la intervención se viocondicionado por ser una excavación de apoyo

a los trabajos de consolidación del torreón SE,como parte del proyecto de parque arqueo-lógico de la alcazaba de Guadix. Con tal obje-tivo se realizaron sondeos en el perímetro másinmediato al torreón. La excavación se divideen tres zonas:

• La zona I se ubica en el interior de la torre.

• La zona II queda en la cara norte.

• La zona III situada en la plataforma superiorde la alcazaba a unos 10 metros de la caraE de la torre.

La superficie excavada suma un total de 90m2 lo que supone un 0’83% de la superficie totalde la alcazaba accitana que cuenta en la actua-lidad con una extensión de 10.800 m2.

ZONA I

Se localiza dentro del torreón SE. Las dimen-siones que presenta este sector, en el que seha trazado un solo sondeo, son de 2´70 m x3´60 m. Antes de describir las diferentes uni-dades estratigráficas se ha de advertir que enesta zona se había actuado anteriormente conmotivo de los trabajos de consolidación de estatorre-puerta (Diciembre-2004). Para dichostrabajos fue necesario retirar de forma manualla acumulación de escombros sitos en el inte-rior del inmueble probablemente depositadospara ser cegados los vanos de la cara sur y dela cara norte. Una vez que se llegó a una capade relleno estable se paralizaron los trabajosde evacuación de escombros para utilizar dichacapa como suelo de apoyo de la estructurametálica que ha ayudado a afianzar el torreónSE, (foto 3).

A una distancia prudencial del andamiaje seprocede a trabajar sobre el registro arqueoló-gico, encontrándonos con un relleno contem-poráneo de 79 cm de potencia, (UEN 001).Se trata de una mezcla de tierra y material deconstrucción contemporáneo (teja, ladrillo),cerámica (contemporánea, moderna, medie-val) y restos de fauna. Bajo ésta UEN se iden-tifica la UEN 002 compuesta igualmente porun acopio de materiales más homogéneo de24 cm. de potencia. Tras ella documentamos

un suelo de tierra y abundante cal grasa api-sonadas junto con pequeños ripios y fragmen-tos de ladrillo. Se encuentra bastante deterio-rado por procesos posteriores (las unidadesestratigráficas anteriormente descritas).

Al mismo nivel que se identificó la UEN 001apareció junto a la entrada N del torreón SEun muro de ladrillos dispuestos de forma regu-lar. Este muro presenta un grosor de 0’50 m yuna longitud de 2’20 m a lo largo de la cara Edel torreón. La altura máxima documentada esde 0’80 m y la mínima de 0’55 m localizada alinicio del muro junto a la entrada.

En la cara opuesta del torreón, es decir lacara O, encontramos otro muro realizado entapial de cal y canto, con igual orientación queel anterior. Conserva tres mechinales de 12 x6 cm. cada uno. Presenta unas dimensiones dede 2’20 m de longitud por 0’54 m de altura y0’70 m de grosor, (foto 4).

Adosadas a ambos muros encontramos lasjambas de una puerta. La jamba situada en lacara E del torreón presenta una altura máximade 0’65 m y una mínima de 0’28 m y un gro-sor de 0’50 m, (foto 5). La longitud que se hapodido medir es de 1’47 m aunque descono-cemos la longitud real al no poder avanzar enesta zona del sondeo por motivos de seguri-dad. La jamba de la cara O conserva una altu-ra máxima de 0’90 m y una mínima de 0’87m,un grosor máximo de 0’70 m y uno mínimo de0’30 m, (foto 6). La longitud máxima que hemospodido medir es de 1’40 m teniendo en cuen-ta lo que hemos apuntado para la otra jambadescrita. Ambas estructuras son de piedra are-nisca con numerosos ladrillos adosados de formairregular. Este hallazgo puede resolver una delas incógnitas fundamentales que nos plantea-mos antes de realizar esta excavación.

ZONA II

Se extiende inmediatamente junto a la caranorte del torreón, zona de entrada del recin-to fortificado. En este amplio sector se reali-zaron cinco sondeos que acabaron uniéndosey conformando un cuadrángulo irregular de 67m2. En general hallamos varias unidades estra-

tigráficas que encontramos por todo el sectorespecialmente en la mitad norte donde se con-centran las estructuras de época islámica des-cubiertas. Una vez retirada de forma mecáni-ca la capa de hormigón que conformaba laantigua pista de fútbol documentamos tres uni-dades estratigráficas.

La primera de ellas y más reciente se com-pone de una acumulación de materiales derelleno depositados para nivelar el suelo y podersobre éste construir la pista. Los restos encon-trados lo ponen de manifiesto pues se handocumentado abundantes fragmentos de cerá-mica especialmente contemporánea, fragmen-tos de ladrillos y tejas, cristales, goma, metal,cal y restos de fauna.

La segunda UEN, más antigua y ubicada bajola anterior presenta una matriz compacta conpresencia de cal. Es igualmente una capa de tie-rra mezclada con cerámica, fragmentos de ladri-llo, rodillos de alfar y huesos. La cantidad decerámica documentada es muy abundante ydestaca principalmente la de época nazarí (dichomaterial cerámico está siendo objeto de estu-dio y será publicado).

Bajo la unidad anterior hallamos la últimaUEN compuesta por un fina capa de entre 8y 15 cm. de espesor, tratándose de una acu-mulación de restos de mortero mezclados contierra situados sobre las estructuras de habita-ción documentadas. La matriz es muy com-pacta, de textura arenosa y de tonalidad gri-sácea clara a causa de la abundante presenciade cal. Mezclados con estos materiales halla-mos cerámica nazarí, fragmentos pequeños deladrillo y restos de carbón.

La zarpa de la torre aparece a una cota de–0’37 m de la superficie y está orientada SO-NE, (foto 7). Tiene unas dimensiones de 0’60m de ancho por 5’60 m largo pues sólo se haexcavado bajo la zona de la fachada que quedaal E de la puerta y bajo la misma. A poca dis-tancia de la zarpa discurren dos atarjeas unade ellas identificada como moderna y que seencuentra a poca distancia de la superficie, yotra medieval, realizada con ladrillos y tejas,(fotos 8 y 8b).

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El sector NE es el que presenta mayorpotencia arqueológica desde el punto de vistade las estructuras. El primer muro apareciójunto al perfil O del sondeo a una cota de -0’73 m de la superficie. Está orientado SE-NO.La longitud máxima que se conserva es de2’74 m, un grosor máximo de 0’43 m y 0’36m mínimo. La altura máxima es de 0’20 m. Fuerealizado con ladrillo utilizando algunos mam-puestos de tamaño mediano y varios fragmentosde teja, con una cimentación de mortero detierra y cal grasa. Su estado de conservaciónes malo ya que se encuentra casi arrasado,(foto 9).

Junto al muro se desarrolla un suelo deladrillos irregulares a una cota de -0’83 m delnivel superficial. Tiene 4’30 m de longitud máxi-ma y un ancho máximo de 1’30 m. Su orien-tación es SE-NO al igual que los muros. Seencuentra dividido por un desagüe o canaliza-ción (3 m x 0’18 m) que carecía de cubierta,probablemente desaparecida con posteriori-dad, y su interior se encontraba colmatado porun relleno de una potencia media de 0’10 m,(foto 10). En la zona de salida de la vivienda elsumidero se halla cubierto por una laja de pie-dra y un suelo de ladrillos que encontramos a-0’67 m y que presenta una potencia de másde 0’10 m, (foto 11).

El muro que cierra la estancia por el E seadosa al suelo de ladrillos que queda al E deldesagüe. Tiene una orientación SE-NO. Suextensión es de 1’38 m, conserva un grosormáximo de 0’29 m, con una altura máxima de0’20 m. Presenta una fábrica de ladrillos(28x14x4 cm.) dispuestos todos a tizón excep-to cuatro en horizontal, (foto 12). El muro seasienta sobre un cimiento de mortero de tie-rra con ripios de 0’15 m de potencia. Junto aeste muro se encuentra una estructura rela-cionada con el uso del fuego realizada con frag-mentos de teja y ladrillos con la superficie exte-rior quemada, (foto 13).

En el sector SE observamos, a una cota de–0’66 m de la superficie, la continuación del suelodocumentado en el sector NE. Presenta unafábrica de ladrillos de tonalidad rojiza y ana-ranjada de tamaño irregular que parecen cons-

tituir la entrada a la vivienda al encontrarse auna cota más elevada que en el sector NE ypresentar unos ladrillos dispuestos de formaescalonada. Está orientado NE-SO.

Adosado a este suelo se levanta un muroperimetral realizado en tapial hormigonado conuna orientación NE-SO. Se han podido tomaren parte sus dimensiones al situarse en una cotamuy inferior a la que ha sido concluida la exca-vación. Observamos una longitud máxima de2’60 m, un grosor máximo de 0’38 m y unmínimo de 0’24 m. El muro está arrasado apre-ciándose en superficie dos mechinales cuyasdimensiones son de 0’38 m de longitud por 0’10m de ancho, (foto 14).

Sobre el muro se desarrolla un suelo detierra y cal apisonada, muy rico en cal y conrestos de ladrillos exfoliados, a una cota mediade –0’51 m de la superficie. Se conserva muydeteriorado por procesos postdeposicionales.

En el sector N se localiza un suelo de ladri-llos que forma parte del sector NE. Mide 1’40x 0’90 m. En el resto del sector se extiende unpavimento de cal y tierra apisonadas propio deun espacio de habitación o nivel de uso. Elmaterial cerámico permite encuadrar esta fasede ocupación en época almohade- nazarí.

En el sector NO encontramos parte de unsuelo y un muro, ambos de ladrillo. El sueloestá orientado NE-SO. Mide aproximadamen-te 2 m de longitud por 0’80 m de ancho enla zona más amplia. Paralelo a este suelo dis-curre un muro localizado a una cota de –0’59m de la superficie. Sus dimensiones son de1’65 m de largo por 0’30 m de ancho. Pre-senta como máximo tres tongadas de ladrilloa la cota anteriormente dada y una sola ton-gada a –0’90 m. El muro se asienta sobre unacimentación de escasa potencia, de morterode tierra con cal y pequeños ripios. Justo al Sdel muro se descubrió una fosa a una cota de–0’97. La fosa está orientada NO-SE y susdimensiones son de 3 m de largo por 1’30 mde ancho máximo y 0’70 m de profundidad.La fosa o balsa se hallaba colmatada por un relle-no con abundante presencia de cerámica naza-rí y moderna.

En el ángulo NE de la fosa se descubrierondos pilares de ladrillo que descansan sobre unacimentación de pequeño espesor de morterode cal que se asienta sobre una capa de limosde tonalidad rojiza identificada como el estra-to natural (–1`62 m). Ambos pilares los encon-tramos entre las cotas –1´20/-1’62 m. El pilarde la cara E conserva una altura máxima de0’45 m, una mínima de 0’24 m y una anchurade 0’70 m. Muestra en su altura máxima 7 hila-das de ladrillos (28x12x3 cm.) de tonalidadrojiza. El pilar situado al norte y que se encuen-tra haciendo esquina junto al muro anterior-mente descrito, tiene unas dimensiones de 0’60m de altura máxima por 0’70 m de longitudmáxima. Ambos pilares ofrecen sólo una caraquedando el resto soterrados.

ZONA III

Se traza en la plataforma superior de la alca-zaba al O del torreón a una cota de 5’25 mrespecto al sector II. En total se llevaron a cabodos sondeos que suman una superficie exca-vada de 16’6 m3.

Se identifican dos unidades estratigráficas eneste sector. La UEN 001 localizada a nivel super-ficial está compuesta por un relleno de tierrade tonalidad parda clara y textura limo-arcillo-sa y suelta, mezclada con cerámica (contem-poránea y medieval muy fragmentadas) y res-tos de material de construcción.

Bajo la UEN 001 encontramos la UEN 002.Se trata igualmente de un relleno de materia-les depositado con anterioridad a la unidadestratigráfica 001. Se compone de una matrizmás compacta de textura mixta (arenosa y limo- arcillosa), de tonalidad parda oscura. Hallamosentre las escasas inclusiones diversos fragmen-tos de cerámica algunos pertenecientes a unataifor melado de época almohade, junto condistintos fragmentos de diversas épocas, mate-rial de construcción fragmentado y metal.

Justo en el perfil E del sondeo más cerca-no al torreón encontramos en superficie partede un muro de tapial de cal y canto que con-serva 70 centímetros de longitud, 70 centíme-tros de ancho y aproximadamente un metro

de altura. Se observa que la fábrica original hasufrido importantes alteraciones por restaura-ciones modernas.

Bajo el muro a 0’20 m hacia el E y a unacota de 3`99 m, encontramos un tramo demuralla de tapial con dirección SE-NO queocupa la totalidad de la zona E del sondeo(2’50 m). Probablemente nos encontramos anteel tramo de muralla que se uniría con la torredel homenaje para cerrar así este sector de laalcazaba.

UN PRIMER ANÁLISISDE LOS MATERIALES CERÁMICOS

La cerámica que hemos documentado enla alcazaba accitana es numerosa pero des-graciadamente se trata de piezas muy frag-mentadas y en posición secundaria al formarparte de distintos tipos de rellenos. Por estemotivo han aparecido restos cerámicos queabarcan una amplia cronología desde islámicaa contemporánea.

En este avance del estudio de la cerámicade la alcazaba de Guadix, se han dibujado y des-crito un conjunto de materiales islámicos.

La cerámica de cocina hallada correspondea marmitas de cuello troncocónico y labio lige-ramente engrosado al exterior. Las cazuelas pre-sentan el borde en ala. Ambas piezas aparecenvidriadas al interior en tonalidades meladas.

Entre la cerámica de mesa los ataifores sonlas piezas más abundantes. Son ataifores vidria-dos en verde al interior y al exterior puedenestar vidriados en melado o carecer de él. Pre-senta normalmente pie circular alto y media-no. El borde puede ser ligeramente engrosadoal exterior o recto. Algunos ejemplares tienenperfil quebrado. Han aparecido fragmentos dejarritas pero son escasos. Son piezas de pastasclaras amarillentas, algunas pintadas con trazosde manganeso y otras esgrafiadas sobre man-ganeso de las que se han encontrado parale-los en Baza (Granada). La serie redoma estárepresentada por un ejemplar del que se con-serva el cuello y el arranque del cuerpo y que

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recogemos dibujado. Está vidriado al exterioren verde oliva.

La vajilla de almacenamiento no es muyrepresentativa al estar muy fragmentada, seconservan especialmente las bases. Hablamosde piezas de pastas rojizas y groseras.

Hemos documentado algunos candiles depie alto vidriados en verde aunque ningún ejem-plar completo, sólo aparecen los fustes y elarranque de la peana.

Las piezas destinadas a contener fuego, ana-fes, están compuestas por numerosos bordesque difieren en el tipo de grosor ya que sontodos bordes triangulares engrosados al inte-rior. Las pastas son rojizas y groseras.

Las piezas de uso múltiple se caracterizana su vez por ser escasas. Documentamos alca-dafes de bordes redondeados y engrosados alexterior que carecen de vidriado. Presentanpastas gruesas de tonalidad rojiza.

Finalmente, entre la vajilla de uso comple-mentario tenemos tapaderas de dos tipos: tapa-deras pequeñas de labio redondeado, borde enala, cuerpo discoidal con asidero central y baseplana; y tapaderas grandes planas con asiderocentral destinadas a cubrir grandes recipientescomo tinajas. Los ejemplares pequeños tienenpastas de tonalidad rojiza y los grandes ana-ranjada.

CONCLUSIONES

Las estructuras descubiertas pertenecen aépoca islámica excepto una de las canalizacio-nes que parece ser más moderna y que estápor excavar. Los niveles pertenecientes al ámbi-to de vivienda se han datado en época almo-hade-nazarí por el tipo de fábrica, por la cotaa la que aparecen así como el material cerá-mico asociado al conjunto estructural. Las jam-

bas de la puerta localizada en el interior deltorreón SE (Zona I) creemos que pueden per-tenecer al siglo XI, fecha en la que se erigiríaposiblemente la fortificación.

Las estructuras localizadas en la zona III con-forman un espacio de habitación. Desgracia-damente se encuentran en un estado precariode conservación.

Los materiales procedentes de la fábrica deestas estructuras (ladrillos), probablemente,fueron reaprovechados, de ahí que se conser-ven sólo las hiladas correspondientes al alza-do de los muros. La conquista cristiana de laciudad y la toma de la alcazaba a partir de1489 daría lugar a la ocupación de las vivien-das y demás recintos que la componen por losnuevos moradores. Esto explicaría que haya-mos documentado material cerámico cristianode primera época (s. XVI). En una primeraetapa los cristianos darían el mismo uso a losedificios musulmanes posiblemente haciendoreformas en su estructura. Y una segunda fase,la construcción de nuevos edificios provocaríael reaprovechamiento de materiales de los edi-ficios antiguos.

No se ha documentado cerámica anteriora época islámica.

La lectura de los restos arqueológicos halla-dos resulta problemática dado el grado de des-trucción y escasa ligazón entre las estructurasdescubiertas. Esta situación es consecuencia delos numerosos trabajos de aterrazamiento yaprovechamiento de materiales a lo largo deltiempo.

La continuación de los trabajos arqueológi-cos en próximas campañas irá ofreciendo unavisión más amplia y ayudará a comprender elsector excavado, pues hasta ahora tenemossólo una visión sesgada de lo que fue parte dela ciudadela que integraba entre sus muros laalcazaba de Guadix.

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Lam. 1. Torre del Homenajey lienzos de muralla.

Lam. 2. Torreón SEde la Alcazaba de Guadix.

Lam. 4. Muro de tapial(interior del Torreón SE).

Lam. 3. Interior del Torreón SE.

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Lam. 5. Jamba E (interior del Torreón SE).

Lam. 6. Jamba O (interior del Torreón SE).

Lam. 7. Zarpa Torreón SE.

Lam. 8. Acequias localizadas en el sector inmediato a la puerta del Torreón SE.

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142 AyTM 13.2, 2006

Lam. 9. Muro (Oeste) de la casa.

Lam. 10. Suelo de ladrillos y desagüe de la casa.

Lam. 11. Desagüe de la casa.

Lam. 12. Muro (Este) de la casa.

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144 AyTM 13.2, 2006

Lam. 13. Hogar o espacio de cocina.

Lam. 14. Muro de tapial junto al desagüe de la casa.