NOVATICA / may.-jun. 2000 / Especial 25 aniversario78 Edición digital / © ATI 2000

Tecnología

A medida que empiezan a transcurrir los primeros años delsiglo XXI, uno no puede evitar preguntarse que es lo que leespera a Internet. En el momento de escribir este artículopara el número especial del 25 aniversario de Novática seestima que hay cerca de 300 millones de usuarios de Internety que hay nada menos que 100 millones de dispositivosconectados a la red, sin contar cosas como ordenadoresportátiles, asistentes personales digitales y teléfonos móvi-les con conexión a Internet. Las proyecciones de crecimientode Internet sugieren que en el año 2006 habrá entre 900 y2.000 millones de dispositivos conectados a Internet, y queen esta última cifra se incluirán mil millones de teléfonosmóviles con conexión a Internet. En 2010, podrá conectarsea Internet la mitad de la población mundial, si no disminuyeel actual ritmo de crecimiento.

Más acongojante que el desafío de mejorar el sistema parasostener un ritmo tan rápido de crecimiento es quizás laperspectiva de idear soluciones a las cuestiones de políticaglobal que Internet parece plantear. Internet es ampliamenteinsensible a las fronteras nacionales. Su estructura dedireccionamiento es «red-centrica» pero ciega a los límitesgeopolíticos. A media que despega el comercio electrónicoy que las transacciones en Internet representan cada vez másun intercambio de valor real, una nube de preguntas zumbaa nuestro alrededor como un enjambre de abejas. ¿Dóndetuvo lugar la transacción? ¿Lleva aparejada algún impues-to? ¿A quien debería pagarse ese impuesto? ¿Quienes fueronla partes implicadas en la transacción y puede validarse suidentidad de alguna forma? ¿En qué jurisdicción deberíanresolverse los eventuales conflictos? ¿Se necesitaba unpermiso de exportación para el envío del contenido electró-nico? ¿Cómo puede protegerse la propiedad intelectual, ensu forma digital, de abusos tales como la copia y distribuciónno autorizadas? ¿Cómo se protegerá la intimidad personal?¿Cómo deberíamos tratar conductas abusivas como el correomasivo no solicitado (spam mail) o los ataques de denega-ción de servicio llevadas a cabo bajo el manto del anonima-to? ¿Es el usuario un menor o un adulto y cómo puedeverificarse esto? La lista es virtualmente interminable ymuchas de las respuestas no son obvias. De hecho podemosnecesitar inventar muchas formas bastante arbitrarias deresponderlas de forma coherente sobre bases globales.

No será suficiente arbitrar legislación o establecer prácticasde alcance puramente local, o incluso nacional. La Internetque cruza cualquier frontera garantiza que prácticamentecualquier actividad que se realiza en la red puede ser

emprendida local, nacional o internacionalmente sin apenasdiferencias apreciables. Nuestros legisladores se enfren-tarán al desafío de elaborar y aprobar leyes que «funcionen»a través de las fronteras nacionales o de otras fronteras, puessi hay grandes disparidades habrá también distorsiones en elcomercio internacional y en la conducta de los usuarios enla red. Pero la legislación plantea sus propios desafíos.¿Comprenderán suficientemente nuestros legisladores lanaturaleza de Internet como para aprobar leyes sobre su usoque sean implementables? ¿Se permitirá que Internet y susservicios de valor añadido florezcan en una atmósfera desana competencia que mejore la calidad del servicio yempuje los costes a la baja? ¿O se buscarán regulaciones queembarullen la red en una telaraña de nudos y normas legalesque sofoquen el espíritu emprendedor?

¿Comprendemos los efectos sociales y económicos quetraerá a nuestras sociedades una Internet ampliamentedifundida? Ya podemos sentir los efectos que está teniendola comunicación y la interacción entre las personas. Adiferencia del teléfono, Internet permite a grupos de genteinteresada en determinados temas descubrir e interactuarsobre la base de sus intereses comunes. A diferencia delteléfono, uno no necesita saber quiénes son sus compañerosantes de interactuar con ellos. Medios de comunicacióncomo la televisión, la radio, los periódicos y las revistaspermiten una forma de interacción grupal que es uno-a-muchos y predominantemente unidireccional. Internet faci-lita la interacción entre los interesados y permite compartirfácilmente información de modos enteramente novedosos.La compartición de conocimientos y la indexación de sucontenido, por muy rudimentarios que sean estos índices, hatransformado el modo en que se investiga, el modo en quese comercia y el modo de realizar compras y ventas. Ya noes inimaginable una subasta con millones de participantes;sucede todos los días. Sin salir de su país, un grupo detrabajadores del conocimiento bien preparados puede reali-zar su labor y entregar su trabajo o servicio a cualquier lugardonde esté presente Internet. En efecto, se puede exportartrabajo por la red sin la usual «fuga de cerebros».

Uno puede prever que llegará un tiempo en el que virtual-mente cada dispositivo y aparato manual y portátil seaconectable a Internet, lo que le permitirá hacer uso de lainformación necesaria para llevar a cabo sus funciones.Máquinas de coser conectadas a Internet podrán utilizarnuevos patrones. Frigoríficos conectados a Internet podránconocer su propio contenido y mostrar recetas en función del

Entreviendo el futurode Internet

Vinton G. CerfCreador de los protocolos TCP/IP; Fundador yPresidente de la Internet Society

<vcerf@inet.org>

Traducción: Rafael Fernández Calvo

Horizonte 2025

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mismo. Automóviles conectados a Internet podrán recono-cer dónde están e interrogar a bases de datos de caráctergeográfico accesibles con la red preguntas tales como:¿dónde está el restaurante más cercano y que tienen en elmenú?, ¿cómo puedo llegar a él?, ¿puedo hacer una reserva?Si uno está seriamente interesado en el futuro de Internetsólo es preciso observar y hablar con los niños que hanadoptado la red como su medio de comunicación. Claro quetienes una dirección de correo electrónico. Claro que hacesamigos en los espacios de tertulia (chat). Claro que haces tusdeberes buscando información en Internet. Claro que for-mas grupos para jugar interactivamente en la red. Para estosadolescentes y para los adultos jóvenes, Internet simplemen-te está allí. No es en absoluto ni más sorprendente o másinusual que la electricidad o el teléfono.

Aquí debemos detenernos un momento y reflexionar queesta panorámica no es todavía universal. Hay miles demillones de personas hoy para las que Internet NO es unarealidad. Para las cuales Internet es todavía un lejano sueñoo quizás algo enteramente desconocido. No conocen laelectricidad o no les llega o les llega de forma intermitente.La sanidad, el alojamiento, la comida, el agua y la educaciónson escasos. Para estas partes de nuestra sociedad global,Internet y sus ventajas parecen estar completamente fuera desu alcance.

Y sin embargo si hay voluntad se puede lograr de algunamanera. La energía solar y las antenas de satélite hanllevado la televisión, el teléfono e incluso Internet a lugaresremotos de muchas partes del mundo. No se trata necesaria-mente de sustitutos de compañías de suministro bien dirigi-das y de amplia penetración pero el rápido crecimiento de latelefonía celular móvil en lugares donde el servicio deteléfono era casi inexistente da credibilidad a la idea de queel acceso inalámbrico a Internet podría ser un medio depenetración acelerada en el mercado.

Hemos divagado muy lejos en nuestro ensueño. Internet estáhoy presente en diversa medida casi en cualquier lugar delmundo al que mire. Mañana estará en más sitios. ¡Existeincluso un activo proyecto en el Laboratorio de Propulsióna Chorro de los EE.UU., en Pasadena (California) cuyamisión es desarrollar un diseño de una Internetinterplanetaria! La Internet Society patrocina el grupo deinvestigación de la Internet interplanetaria y el grupo detrabajo (SIG) de la Internet interplanetaria (http://www.ipnsig.org). Este proyecto está avanzando con el apoyode DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency),el mismo organismo norteamericano que patrocinó el dise-ño original de Internet hace 25 años.

¿Cuál es el futuro de Internet? Se convertirá en la infraes-tructura de telecomunicaciones del siglo XXI. Se convertiráen vehículo de comercio y educación, de investigación ymedicina. Se convertirá en un depósito del conocimiento, lasabiduría y la creatividad del espíritu humano. Internetestará allí, para todos.