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Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE): Método de aplicación y análisis Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE): Método de aplicación y análisis Dirección de Prevención 2010 Dirección de Prevención 2010

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Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE):

Método de aplicación y análisis

Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE):

Método de aplicación y análisis

Dirección de Prevención

2010Dirección de Prevención

2010

Créditos

Coordinación generalMtro. Alejandro Sánchez GuerreroDirector de Prevención

Coordinación ejecutivaLic. Juan Arturo Sabines TorresSubdirector de Prevención

Coordinación técnicaMtra. Beatriz León ParraJefa del Departamento deModelos y Tecnologías Preventivas

ElaboraciónMtra. Beatriz León ParraLic. Alfredo Guerrero MuciñoDepartamento de Modelosy Tecnologías Preventivas

ColaboraciónJosé Alesandro Alvarez LemusPrestador de servicio social del Departamentode Modelos y Tecnologías Preventivas

Diseño gráfico:D.G. Juan Manuel Orozco AlbaD.G. Rodrigo García Godoy

CENTROS DE INTEGRACIÓN JUVENIL, A. C.Dirección de Prevención / Subdirección de Prevención

Departamento de Modelos y Tecnologías Preventivas

Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas[IDERE]:

Método de aplicación y análisis

Dirección de Prevención, 2010

ÍndiCe

Página

PRESENTACIÓN 6

Método1. Fases de diseño del instrumento a. Población y contextob. Objetivoc. Aspectos generalesd. Subescalase. Fortalezasf. Consideraciones éticasg.

9

Guía de aplicación2. Antes de su empleoa. Durante la administraciónb. Después de su aplicaciónc.

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Guía de análisis para SPSS3. Administración de datosa. Fiabilidad de la pruebab. Variables sociodemográficasc. Áreas de riesgod. Índice de vulnerabilidad generale.

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BIBLIOGRAFÍA 26

ANEXOSInstrumento para la Detección de Riesgos en a. Escuelas (IDERE)Guía de codificaciónb. Plan de intervención preventiva diferencialc.

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6

PresentaCión

La complejidad que implica el consumo de drogas en nuestra sociedad, requiere de estrategias preventivas cada vez más especializadas para reducir la demanda y hacer visibles diferentes alternativas que permitan dar respuestas más oportunas al fenómeno adictivo, que vayan desde evitar el consumo, aplazar la edad de inicio, retrasar el contacto con drogas de inicio, reducir riesgos y daños asociados hasta detener la progresión de uso y abuso de sustancias tóxicas.

El conocimiento sistemático sobre las diferencias entre los diversos grupos sociales, facilitará que las intervenciones para prevenir el consumo de drogas, se diseñen en función de las características del problema, así como de las necesidades y recursos de la población objetivo y del contexto específico.

Asimismo, los principales lineamientos internacionales en materia de prevención de adicciones (CIJ 2009), recomiendan el diseño de intervenciones basadas en la evidencia científica, representada fundamentalmente por encuestas nacionales o regionales, reportes de sistemas epidemiológicos y por supuesto, de evaluaciones diagnósticas. La evaluación diagnóstica, favorece llegar a conclusiones concretas sobre la realidad que se pretende abordar.

En términos de intervención, el respaldo de numerosas investigaciones en materia de prevención de adicciones, distinguen tres modalidades: universal, selectiva e indicada, a fin de responder con mayor precisión a los tipos y niveles de riesgo de la población.

La prevención universal se dirige a públicos amplios de la población en general; promueve estilos de vida saludables y habilita a las personas para afrontar de manera adecuada algunas adversidades de la vida diaria, mediante estrategias de intervención generales, sin detenerse a valorar el riesgo asociado al uso de drogas a que se encuentran expuestos.

La prevención selectiva se enfoca a aquellos sectores poblacionales que, por sus condiciones o estilos de vida, se tornan más susceptibles de iniciar el consumo de sustancias tóxicas; los grupos de interés para este tipo de intervenciones pueden ser definidos a partir de la edad, género, historia familiar, lugar de residencia, victimización por la violencia, marginalidad social, falta de acceso a los servicios de salud, entre otros aspectos que los colocan en un estado de vulnerabilidad; además, las estrategias de intervención se orientan a riesgos específicos a través de acciones intensivas.

Por su parte, la prevención indicada, está dirigida a las personas que han consumido drogas de manera experimental o de riesgo, pero que aún no cumplen con los criterios de adicción o dependencia (Cf. DSM-IVR, 2006; CIE-10, 2004) o que muestran otro tipo de comportamientos problemáticos relacionados, a fin de propiciar la reducción

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de riesgos y daños asociados al consumo; en esta modalidad, las estrategias deberán dirigirse a las necesidades y recursos propios de los participantes con el fin de potenciar la eficacia del cambio conductual.

Para seleccionar oportunamente tanto las estrategias de intervención como los grupos de trabajo, es indispensable partir de los procedimientos establecidos en el marco de la detección temprana de riesgos, signos y síntomas asociados al consumo de drogas; que deben basarse en principios científicos y lineamientos éticos.

La detección temprana es recomendable con personas y grupos que aún no presentan severidad de trastornos asociados al consumo; sea en el ámbito familiar, escolar, laboral, comunitario, etcétera. Asimismo, es importante identificar signos, síntomas y patrones de conducta que presuntamente refieren riesgos o daños asociados o la situación de consumo como tal, así como circunstancias que hagan sospechar la necesidad de brindar servicios de tratamiento y rehabilitación. Una detección a tiempo, permite impedir que los riesgos se acumulen fortaleciendo estrategias para desalentar el consumo, además evita que el problema se agrave, interviniendo antes de que se produzca dependencia, tolerancia o síndrome de abstinencia (Cf. Detección temprana y canalización en prevención de adicciones: Referentes conceptuales y metodológicos, CIJ/Dirección de Prevención, 2010).

El tamizaje (cribaje o screening) funge como la herramienta básica del proceso de detección temprana en el marco de la prevención de adicciones y se define como el tipo de evaluación diagnóstica que identifica precozmente a personas en apariencia sanas, pero que probablemente tienen un problema o enfermedad (para el caso, consumo de drogas, vulnerabilidad hacia el inicio del consumo, riesgos y/o daños asociados, etc.).

Como se ha mencionado, los programas preventivos han demostrado ser más efectivos cuando se seleccionan a partir de la evidencia científica, dependiendo de las dimensiones del problema y de las atribuciones que hace la población del mismo; sus características y los grupos en que se va a intervenir; los rasgos del contexto social, económico y cultural y los recursos y necesidades detectadas en el entorno.

El presente manual pretende contribuir con procedimientos para operar la detección temprana en el marco de la prevención de adicciones. En específico, pone a disposición de los equipos técnicos de Centros de Integración Juvenil (CIJ) y otros profesionistas interesados en la materia, el Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE); diseñado, construido, piloteado y validado en la Dirección de Prevención de CIJ para sustentar necesidades de intervención preventiva en el contexto escolar.

Cabe destacar que a diferencia de otras escalas de tamizaje, el IDERE cuenta con un área para detectar la violencia como factor predisponente del consumo de drogas; además, se identifican de forma específica, el uso de tabaco y alcohol como “drogas de inicio” entre los jóvenes.

8

El objetivo es tamizar los riesgos, signos y síntomas asociados al consumo de drogas en la comunidad escolar con la que trabaja nuestra institución y valorar las prioridades de intervención en este contexto, para desarrollar programas más coherentes a los rasgos, potencialidades y necesidades de los estudiantes, desde el modelo preventivo institucional de CIJ. Se sugiere emplearlo como un instrumento de detección para planear, solucionar, acotar estrategias de intervención diferencial, orientadas a prevenir y reducir el uso de drogas en estudiantes de educación primaria y secundaria.

La meta es desarrollar estrategias, acciones, mensajes y servicios más acordes a las realidades y circunstancias de vida de los niños y jóvenes mexicanos escolarizados, desde el marco del Programa de Centros de Integración Juvenil “Para vivir sin adicciones”, buscando potenciar su calidad, oportunidad y eficacia.

instrumento Para la deteCCión de riesgos en esCuelas

(idere):

método

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instrumento Para la deteCCión de riesgos en esCuelas

(idere)

Método1.

El Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE) es una escala de tamizaje, que resulta confiable y válido para identificar oportunamente, factores de riesgo y de protección asociados al consumo de sustancias en niños y jóvenes escolarizados, y para detectar precozmente signos y síntomas generados por el uso y abuso de sustancias psicoactivas.

Se sugiere su empleo como una herramienta de la detección temprana y la delimitación rigurosa de necesidades de intervención en el contexto escolar, que permita operar estrategias diferenciales y basadas en evidencia científica para prevenir el uso de drogas en los estudiantes de educación primaria y secundaria.

Fases de diseño del instrumentoa) 1

El instrumento se desarrolló en cinco fases, con el objetivo de disponer de una escala de tamizaje para identificar tempranamente, con los niños y jóvenes del ámbito escolar:

•Uso/abusodetabaco,alcoholyotrasdrogas.•Riesgos en diferentes áreas del desarrollo psicosocial asociados al inicio,

mantenimiento o incremento de consumo de sustancias tóxicas. •Necesidades,oportunidadesyprioridadesdeintervenciónenelcontextoescolar

conforme al modelo preventivo de CIJ.

Dichas fases abarcaron: jueceo de expertos, redes semánticas, piloteo, validación y verificación estadística.

Jueceo de expertos1)

Con el objetivo de analizar las bases teóricas de diversos modelos explicativos del consumo de drogas en adolescentes, se seleccionaron referentes teóricos sobre el desarrollo biopsicosocial infantil y juvenil (etapas de desarrollo, evolución cognitivo-conductual, fases evolutivas del pensamiento, etc.); hallazgos epidemiológicos de mediciones nacionales (encuestas de salud, de adicciones, del consumo de drogas en estudiantes, de la juventud, etc.) y, principalmente, instrumentos de medición similares (prevalencia, incidencia y riesgos asociados al consumo de drogas en jóvenes): el Drug Use Screening Inventory (DUSI)2 y el Cuestionario de Tamizaje de Problemas en Adolescentes (Por sus siglas en inglés, POSIT;

1 Para mayor información dirigirse a: [email protected] Cf. CIJ, 2002; González et al., 2006.

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Problem Oriented Screening Instrument for Teenagers)3, elaborado por el National Institute on Drug Abuse (1991) validado por el Instituto Mexicano de Psiquiatría (1998), para detectar oportunamente problemas específicos de los jóvenes que usan o abusan de las drogas. En esta primera etapa participaron cinco expertos en la materia quienes realizaron análisis cuanti-cualitativos de la información teórico-epidemiológica.

Redes semánticas2)

Esta etapa tuvo el fin de recabar la información, mitos, significados, percepciones, atribuciones y actitudes asociados al consumo de drogas que tienen los estudiantes de escuelas primarias y secundarias que son objeto de los servicios preventivos institucionales, a través de ejercicios de asociación lingüístico-gramatical y sondeo-análisis de representaciones sociales.

En esta fase, se obtuvo información de una muestra poblacional de 714 estudiantes: 364 hombres (50.98%) y 359 mujeres (49.02%); de educación primaria (quinto y sexto grados) y de secundaria (los tres grados); la edad promedio fue de 12 años (10, 17).

El levantamiento se llevó a cabo en diferentes demarcaciones del Distrito Federal: Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón e Iztapalapa.

Piloteo3)

Con el análisis semántico se delimitaron las definidoras4 aportadas por los sujetos de acuerdo a su riqueza y densidad semántica. Con estas, se diseñó una escala de medición nominal constituida por 140 reactivos dicotómicos, agrupados en tres categorías de análisis: epidemiología del consumo de drogas, riesgos asociados al inicio del consumo y disposición para la prevención; que a su vez, se dividieron en seis subescalas para la medición de la prevalencia e incidencia del consumo, los riesgos psicosociales (rendimiento escolar, conducta antisocial, dinámica familiar, modelos consumidores de sustancias) y la factibilidad preventiva del fenómeno adictivo en el contexto escolar.

3 Cf. Mariño et al., 1997. 4 Son los términos, palabras o vocablos otorgados por los sujetos para referir un estímulo significante (problema, objeto, hecho social, etc.), a cada uno de los cuales se les asigna un peso (valor semántico) significativo según la frecuencia con la que se mencione la palabra. Con esta lista y con los valores asignados a las definidoras (jerarquía) se mapea la organización de la información.

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Durante el piloteo, se pusieron a prueba los reactivos y las áreas de análisis con la población objetivo, en términos de confiabilidad y validez ecológica. Asimismo, se hicieron ajustes metodológicos.

El total de la muestra poblacional considerada en esta fase se constituyó por 451 estudiantes: 46% del sexo masculino y 54% del femenino; de quinto y sexto grados educación primaria (16.9%) y de los tres grados de secundaria (83.2%). La edad promedio fue de 13 años (10, 16).

El levantamiento se realizó en dos municipios del Estado de México: Nezahualcóyotl y Ecatepec.

Validación4)

En una cuarta fase, la confiabilidad del instrumento se volvió a probar mediante el modelo alfa de Cronbach, con un nivel de confianza del 95%, obteniendo un índice general de fiabilidad de 0.85 para la escala general, se ajustó y se validó, con una muestra de 1,596 niños y jóvenes mexicanos de 10 a 16 años de edad; estudiantes de escuelas primarias (quinto y sexto grado de primaria) y de secundarias (tres grados).

El levantamiento de datos se realizó en los estados de Culiacán, San Luís Potosí, Chihuahua, Colima y Los Mochis.

Verificación estadística5)

Se realizó la verificación estadística de los resultados correspondientes a la validación del instrumento, lo que conllevó a la formulación final de la escala mediante análisis factorial y pruebas de sensibilidad/especificidad retomando como “estándar de oro” al POSIT5. Este procedimiento metodológico permitió el rediseño del instrumento, eliminando los reactivos que no mostraron consistencia con la escala en su conjunto y reordenando sus categorías de medición.

Los resultados indicaron que, de los 135 reactivos originales, 75 de ellos (55%) se distribuyeron uniformemente dentro de una matriz de componentes rotados en trece factores principales, agrupados en diez subescalas. Se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.85 % para la escala general, que permitió verificar la confiabilidad estandarizada del instrumento, para los fines particulares que se delimitaron con el contexto, la población y el modelo de intervención respectivos.

5 Cabe destacar que, de ninguna manera, el hecho de elaborar un instrumento de tamizaje en la Dirección de Prevención de CIJ, pretende converger ni diverger del POSIT, dado que el dominio de evaluación fue construido ex professo en el marco de las estrategias institucionales dirigidas a la población infantil y juvenil escolar, a fin de discriminar sus necesidades de intervención preventiva.

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Población y contextob)

El IDERE está diseñado para niños y jóvenes, hombres y mujeres, de entre 10 y 15 años de edad, que se encuentren cursando la educación básica: cuarto, quinto y sexto grado de primaria y los tres grados de secundaria.

Por tanto, se sugiere su aplicación en el marco de la detección temprana de riesgos y casos de consumo, a operar cada vez que se inicie una intervención preventiva en el ámbito escolar.

Objetivoc)

El objetivo del IDERE es integrar componentes de tamizaje como parte del proceso de detección temprana y canalización oportuna en prevención de adicciones, para instrumentar programas y estrategias más acordes a las características, necesidades de intervención y recursos de los niños y jóvenes mexicanos escolarizados, desde el marco del programa preventivo de Centros de Integración Juvenil, potenciando su calidad, oportunidad y eficacia.

Aspectos generalesd)

•Reactivos:75entotal.

•Diez subescalas: Salud mental, sistema familiar, presión de pares,disponibilidad de sustancias y expectativas sobre el consumo, percepción de riesgo, desempeño escolar, violencia, riesgo de inicio o incremento del consumo, consumo de sustancias y participación en acciones preventivas.

•Tipodeadministración:Asistida;individualypreferentementegrupal.

• Tiempodeadministración:De20a30minutos.

•Capacitaciónparalaadministración:Recomendable.

•Variablessociodemográficas:Edad,sexo,escuela,gradoygrupoescolar;sinembargo, estas pueden ser modificadas, eliminando o agregando algunas otras en función de los objetivos del levantamiento y del facilitador.

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• Lahipótesisquesustentaal IDERErefiereque,siseobtienenrespuestaspositivas (“sí”) se está refiriendo riesgo, mientras que si se selecciona la respuesta negativa (“no”) no existe riesgo; a excepción de las 31 aseveraciones negativas (6-9, 19-27, 31-40, 68-75) que se codificarán de manera inversa. Tendrán que hacerse sumatorias y promedios para cada una de las áreas, de acuerdo con los puntos de corte que en la sección correspondiente se describen, a fin de obtener los niveles de riesgo por área y el índice de vulnerabilidad general (IVG).

•PermiteobtenerunIVG,quefacilitalacomparacióndesectorespoblacionales(por sexo, edad, grupo escolar, escuela, etc.), en términos de su nivel de riesgo.

Subescalase)

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Además de las subescalas, que por su resultado definirán las prioridades en cuanto a la selección de los temas, módulos o proyectos de intervención preventiva, con este instrumento se puede calcular un IVG, lo que incrementa su utilidad porque permite comparar grupos o sectores poblacionales en función de su nivel de riesgo ante el uso de sustancias, delimitando prioridades muestrales para la intervención. Es decir, se pueden identificar datos relacionados con la epidemiología del consumo de alcohol tabaco y otras drogas, y con el análisis de puntos de corte y comparación de medias estadísticas (teóricas versus poblacionales), obtener el índice de riesgo de la población para cada área de desarrollo y la vulnerabilidad para la escala en su conjunto6.

Fortalezasf)

En el proceso de construcción del presente instrumento de tamizaje, se han identificado una serie de fortalezas que deberán potenciarse para los objetivos que nos ocupan como parte de la importante labor que desempeña CIJ en la sociedad:

Los antecedentes metodológicos aportan rigor científico al presente instrumento, 1) debido a que investigaciones similares han procedido mediante los estándares e insumos que aquí se retomaron: Validación del DUSI (1992, 1995, 1998, 2002), y del POSIT (1991, 1997); Encuesta Nacional de Adicciones (1988, 1993, 1998, 2002); Medición del Consumo de Drogas en Estudiantes (2002, 2006), etc.

Cuenta con sustento teórico y validez de constructo que demuestra que el 2) consumo de drogas en adolescentes se encuentra altamente correlacionado con factores de riesgo, tales como: presión del grupo de pares, uso por parte de los padres de familia, hermanos mayores y/o amigos, violencia, deserción escolar, disponibilidad de sustancias y expectativas positivas sobre la experiencia de consumo (Villatoro et al., 2006; CIJ, 2006).

La evidencia epidemiológica es suficiente para afirmar que la edad de inicio del 3) consumo se ha ido reduciendo, ubicando a niños y jóvenes como población de mayor riesgo, sobre todo, si permanentemente viven en condiciones y situaciones de vulnerabilidad: violencia familiar y escolar, abandono de estudios, consumo de drogas por parte de familiares o amigos cercanos, entre otros.

El IDERE se generó como un instrumento acorde a las bases epistemológicas, 4) teóricas y metodológicas del modelo y del programa de CIJ, específicamente, para apoyar la detección temprana a operarse en la prevención de adicciones.

6 Hipótesis alterna “H1: A mayor puntuación, mayor riesgo de consumo”.

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Este instrumento cuenta con dos subescalas que aportan en una misma 5) aplicación, información relacionada con la violencia (familiar y escolar) y la disponibilidad de sustancias y expectativas sobre el consumo. La relevancia de estas áreas se pone de manifiesto debido a que, de acuerdo a la evidencia, son indicadores predisponentes asociados al consumo de tabaco, alcohol y otras drogas.

Además, se mide de manera directa el consumo de alcohol y tabaco, que 6) representan las sustancias psicoactivas más usadas por la población en general y, entre los jóvenes, se constituyen como “drogas de inicio” o “de entrada”.

En este sentido, el IDERE se propone como parte de un plan integral de intervención preventiva diferencial que abarca desde el diagnóstico o la detección temprana (para el caso, tamizaje de riesgos, signos, síntomas y daños asociados al consumo de sustancias), la definición de modalidades (universal, selectiva e indicada) y estrategias de intervención (información, organización, capacitación, entrenamiento cognitivo-conductual, consejo breve, etc.); el seguimiento y la evaluación de resultados; otros servicios de CIJ (tratamiento, rehabilitación) y, si el caso lo amerita, la referencia y contra-referencia a otras instituciones especializadas en la atención de problemas identificados que requieren intervención inmediata, por ejemplo, trastornos psiquiátricos severos, alteraciones médicas graves, ideación e intento suicida, implicaciones jurídicas, etc. Además, el IDERE se puede aplicar como un instrumento en el proceso de la evaluación de resultados (bajo un diseño pre-postest), a fin de verificar el cumplimiento de objetivos de la intervención y la eficacia de las estrategias seleccionadas para la prevención del consumo de drogas y la reducción de riesgos y daños asociados.

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Consideraciones éticasg)

Cualquier técnica, herramienta e instrumento es un recurso que puede favorecer, facilitar y potenciar el alcance, eficiencia, eficacia e impacto de los quehaceres y servicios que nos implican en la prevención del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas en diferentes ámbitos y grupos poblacionales.

Sin embargo, cabe recordar que estos recursos no son preventivos en sí mismos y no tienen efecto en la población, si no están inmersos en un proceso sistemático de acción integral.

Asimismo, es indispensable recordar que como profesionales de la salud que trabajamos directamente con la población, estamos comprometidos a cumplir una serie de lineamientos dirigidos al reconocimiento y respeto de las garantías individuales y los derechos humanos básicos de cualquier persona, grupo, comunidad, independientemente de su edad, sexo, lugar de origen y de residencia, adscripción religiosa o política, identidad étnica, riesgo ante el consumo de sustancias, droga de uso, etcétera.

De igual forma, como personal de CIJ estamos obligados a brindar información veraz y orientación o capacitación sobre el problema que nos ocupa y a proporcionar servicios de alta calidad a quien así lo requiera, en el marco de los estándares globales de la Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009 para la prevención, tratamiento y control de las adicciones.

De modo específico, en los procedimientos referentes al empleo de instrumentos de medición aplicables a los conjuntos poblacionales, es importante ser cautelosos con el seguimiento y vigilancia de las siguientes recomendaciones éticas generales:

Cumplir, en función de la programación de actividades, las demandas de atención institucional que tiene la población y sus representantes (padres de familia, profesores, jefes, etc.), en torno a la reducción de riesgos y daños asociados al consumo de drogas y al fortalecimiento de habilidades y recursos de protección.

Realizar el levantamiento de datos (aplicando instrumentos) sólo si se cuenta con la capacidad de respuesta para dar un informe oportuno y preciso de resultados a las autoridades correspondientes y a los interesados, y sobre todo, para realizar una intervención acorde con las características del grupo o escuela que fue encuestado, a manera de devolución.

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Respetar la decisión y no forzar a aquellas personas que no desean participar en las encuestas, entrevistas, mediciones.

Informar a la población, los objetivos del levantamiento y aclarar cualquier duda al respecto de los procedimientos correspondientes. En el caso de menores de edad, se hace necesario contar con la autorización de sus padres, profesores u otros responsables de su cuidado.

Garantizar y referir en todo momento la confidencialidad (y el anonimato cuando sea factible) de la información que se manejará exclusivamente con fines de investigación para brindar servicios más cercanos y oportunos.

No estigmatizar a los grupos ni a los individuos a partir de los resultados de riesgos o daños vinculados al consumo de sustancias. En las acciones preventivas, se debe trabajar preferentemente con todo el grupo para no segregar a sus integrantes. El seguimiento de los indicadores de interés puede realizarse independientemente de los dispositivos de trabajo, con el apoyo de otros recursos metodológicos.

Ofertar cautelosamente las alternativas institucionales de atención que resultan más adecuadas al criterio personal.

Generar procesos (desde la fase diagnóstica hasta la evaluación, pasando por la planeación, diseño, elaboración, operación y seguimiento de los programas y proyectos) con la participación de la población objetivo y encaminados a la promoción de estilos de vida saludables en los diversos ámbitos de intervención preventiva.

instrumento Para la deteCCión de riesgos en esCuelas

(idere):

Guía de aplicación

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Guía de aplicación2.

Antes de su empleoa)

Capacitar a los aplicadores del instrumento, en las diferentes etapas, a fin 1) de homologar conceptos, procedimientos, discursos y recomendaciones.

Contar con listados de escuelas, grupos y alumnos, para elaborar matrices 2) de control de los folios y organizar la aplicación masiva.

Se asiste a la administración, en dispositivo preferentemente grupal, con 3) población cautiva y escolarizada.

Se realiza la presentación de los encuestadores y objetivo de la institución.4)

Se solicita la colaboración voluntaria del grupo y sus integrantes para 5) proceder a la administración.

Es importante dejar claro ante el grupo, que no existen respuestas correctas 6) o incorrectas y solicitar que no dejen preguntas sin responder.

Explicar el objetivo de la aplicación que se complementa con la siguiente 7) frase: “La información que proporciones en este cuestionario, se empleará únicamente con fines de investigación, por tanto, tiene un carácter estrictamente confidencial. Nuestro objetivo es brindar mejores servicios a la población”.

Enfatizar la importancia de la confidencialidad de la información. Con 8) estudiantes, es muy recomendable aclarar que ni sus padres ni sus profesores verán sus respuestas. Si se tiene comprometido un informe de resultados, será a nivel de respuestas colectivas.

Durante la administraciónb)

Se reparte individualmente el instrumento a cada uno de los participantes.1)

El facilitador da las siguientes instrucciones:2) • Por favor, anoten la informaciónque se les solicitaen laprimera

sección: edad, sexo, escolaridad y otros datos personales.• Marquen con una “X” la respuesta más acorde a su opinión o

experiencia.• Porfavor,nodejenpreguntassinresponder.• Revisensucuestionarioantesdeentregarlo.• Darélecturaacadaunadelaspreguntas.

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El facilitador inicia con la lectura de los reactivos. Esto permite tener un 3) control sobre los tiempos de respuesta y aplicación; de otra manera, pueden ser muy variables de acuerdo con el grupo.

Pausar brevemente entre cada uno de lo reactivos, para que el participante 4) tenga un tiempo de reflexión antes de responder.

Aclarar cualquier duda sin incidir en las respuestas de los participantes.5)

Desplazarse lentamente por el lugar a fin de observar el apego a los 6) procedimientos solicitados, propiciar el orden y vigilar el trabajo individual, a la vez que los participantes perciben el acercamiento del facilitador.

Posterior a su aplicaciónc)

Conforme los participantes van entregando sus cuestionarios, se deben 1) colocar hacia abajo sin revisar las respuestas ni los datos del instrumento.

Si ya se tiene el dato, anotar los folios correspondientes; ensobretar los 2) cuestionarios frente al grupo y etiquetar el sobre.

Agradecer su colaboración por responder el instrumento.3)

Recordarles la importancia de la información que aportan, la cual servirá 4) para darles servicios acorde a sus necesidades e intereses.

Dejar datos del CIJ; a manera de dípticos, página web, dirección y teléfonos 5) escritos, etc., para intencionar la atención de demandas de los participantes, invitándolos a recurrir al Centro para cualquier situación que consideren pertinente.

Homologar el procedimiento de recopilación de información y análisis, 6) asignar responsables para cada fase.

Coordinar el folio de los instrumentos, lo más pronto posible después de la 7) aplicación. Ensobretar por grupo y escuela; organizar el orden de captura.

Capturar y realizar el análisis de los resultados del instrumento8) 7.

Es importante hacer una devolución sobre los resultados obtenidos, así 9) como una propuesta de intervención en el contexto escolar.

7 Los resultados se pueden analizar con diferentes procedimientos, dependiendo del tamaño de la muestra y de los recursos con los que se cuente. Se sugiere el software SPSS para el análisis de muestras grandes. La asesoría al respecto puede solicitarse en la dirección de Prevención, sin embargo, es importante desarrollar estrategias autogestivas, trabajar con áreas académicas que utilicen este programa, con instituciones (seguridad pública, educación, salud, etc.) que cuenten con recursos para imprimir instrumentos, realizar el proceso de análisis (aplicación, codificación, captura, análisis de pruebas estadísticas, desarrollo de informes, etc.).

instrumento Para la deteCCión de riesgos en esCuelas

(idere):

Guía de análisis para statistical packaGe for the social sciences (spss©)

23

8 Para los efectos del presente documento se empleó la versión 12.0 para Windows 2003 (© SPSS Inc. Todos los derechos reservados).

9 Esta guía es un procedimiento sugerido; está diseñada para responder a necesidades específicas, sin embargo, se deja a consideración de los analistas, en función de sus propias demandas y de la versión de SPSS de que dispongan.

Guía de análisis para Statistical Package for the Social Sciences 3. (SPSS©)89

Administración de datosa)

1. Folios1.1 Asignar números consecutivos, contar con una tabla de control de folios.

2. Valores perdidos (9, 99, 999)2.1 Llenar las bases con el valor asignado en la guía de codificación, aún

cuando el cuestionario no contenga información.

3. Base de datos por escuela3.1 Organización de archivos, archivos de respaldo, fundir archivos.

3.2 Fundir archivos (cuando la captura se realizó en más de una base)Menú: Datos

Opción. Fundir archivos Seleccionar: Añadir casos /seleccionar archivo.

4. Recodificación: 4.1 Reactivos negativos

- Identificar preguntas negativas- Modificar valores en columna valores de “vista de variables”- Modificar valores en:

Menú: Transformar Opción: Recodificar

Seleccionar: - En las mismas variables- Asignar valores antiguos y nuevos

4.2 Valores perdidos - Menú: Transformar

Opción: Reemplazar valores perdidosSeleccionar: Aceptar

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Fiabilidad de la pruebab)

Alfa de Cronbach1. Menú: Analizar

Opción: EscalasSeleccionar: Análisis de fiabilidad /seleccionar variables

Parámetros estadísticos2. Comparar el dato de la prueba con valores de confiabilidad (baja, media,

alta) estandarizados para dominios procedentes de las ciencias sociales y humanidades.

Variables sociodemográficasc)

1. Frecuencias y porcentajes Menú: Analizar Opción: Estadísticos descriptivos

Seleccionar: Frecuencias-estadísticos (Media, mediana, moda)

2. Media, mediana, moda Menú: Analizar Opción: Estadísticos descriptivos

Seleccionar: Descriptivos/en “opciones” verificar media/seleccionar variables

3. Cruce de variables Menú: Analizar

Opción: Estadísticos descriptivos Seleccionar: Tablas de contingencia/seleccionar variables

4. Tablas y gráficas (A elección del facilitador)

Áreas de riesgod)

1. SumatoriasMenú: Transformar

Opción: CalcularDefinir variable de destino dependiendo del área a calcularDefinir operación: SUM (V1+V…n)

25

2. Media: Teórica Vs. Poblacional

3. Punto de corte del área a valorar

4. Diferencias aritméticas: Media poblacional, porcentaje con respecto al punto de corte y diferencias porcentuales en el área a calcular.

Índice de vulnerabilidad generale)

1. SumatoriasMenú: Transformar

Opción: Calcular Definir variable de destino (IVG) Definir operación: SUM (V1+V…n)

2. Media: Teórica Vs. Poblacional del IVG

3. Punto de corte del IVG

4. Diferencias aritméticas: Media poblacional, porcentaje con respecto al punto de corte y diferencias porcentuales con respecto al IVG.

5. CorrelacionesMenú: Analizar

Opción: CorrelacionesSeleccionar: Bivariadas/seleccionar variables a contrastar.- Detectar niveles de significancia menores a .05 para

rechazar la hipótesis nula, lo cual permite considerar asociación lineal.

- Considerar el coeficiente de Pearson para definir el rango de Correlación (Inexistente, Débil, Moderada, Alta, Perfecta).

BiBlioGrafía

27

BiBliografÍa

Alvira, M. F. (1999). Manual para la elaboración y evaluación de Programas de Prevención del Abuso de Drogas. Agencia Antidroga. Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Becoña, E. (1999). Bases teóricas que sustentan los programas de prevención de drogas. Madrid: Plan Nacional sobre Drogas.

Bausela, H. E. (2002). Diseño y aplicación de un cuestionario de detección de necesidades de orientación psicológica en un grupo de alumnos de la Universidad de León en fase piloto. Revista de Psicodidáctica, no. 014. España: Universidad del País Vasco.

Centros de Integración Juvenil, A.C. (2009). Prevención del consumo de drogas: retos y estrategias en la sociedad contemporánea. Subdirección de Prevención. Dirección de Prevención.

Centros de Integración Juvenil A.C. (2007). Guías Técnicas de los proyectos preventivos. Subdirección de Prevención. Dirección de Prevención.

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anexos

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anexos

Instrumento para la Detección de Riesgos en Escuelas (IDERE)a)

Folio: ___________________

31 GRACIAS POR TU COLABORACIÓN

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c) Plan de intervención preventiva diferencial

39

AgrAdecimientos

A todas las unidades operativas que participaron en el levantamiento de datos correspondiente a las diferentes fases de

construcción, piloteo y validación de este instrumento11

CIJ Miguel HidalgoCIJ Benito Juárez

CIJ Cuauhtémoc PonienteCIJ Álvaro Obregón Norte

CIJ Iztapalapa PonienteCIJ Ecatepec

CIJ NezahualcóyotlCIJ Culiacán

CIJ Los MochisCIJ Chihuahua

CIJ ColimaCIJ San Luís Potosí

11 El diseño del instrumento se realizó bajo la coordinación del Dr. Luís Solís Rojas y del Lic. Manuel Ponce Bernal. La construcción, piloteo y validación del instrumento estuvieron a cargo de la Mtra. Beatriz León Parra, Lic. Alfredo Guerrero Muciño, Mtro. Alfredo González Portillo y Lic. Tania Montiel Juárez. Centros de Integración Juvenil: Dirección de Prevención, 2006–2009.