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INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL NORESTE CAMPO EXPERIMENTAL EBANO MANEJO INTEGRADO DE LAS PLAGAS DEL ALGODONERO EN LA PLANICIE HUASTECA FOLLETO TECNICO No. 8 DICIEMBRE DE 2001

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  • INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES

    FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS

    CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL NORESTE

    CAMPO EXPERIMENTAL EBANO

    MANEJO INTEGRADO DE

    LAS PLAGAS DEL ALGODONERO

    EN LA PLANICIE HUASTECA

    FOLLETO TECNICO No. 8 DICIEMBRE DE 2001

  • SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA,

    DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACION

    SECRETARIO Javier Bernardo Usabiaga Arroyo

    SUBSECRETARIO DE AGRICULTURA Y GANADERIA

    Ing. Víctor Villalobos Arámbula

    SUBSECRETARIO DE DESARROLLO RURAL

    Ing. Antonio Ruiz García

    SUBSECRETARIO DE PLANEACION

    Lic. Juan Carlos Cortes García

    SUBSECRETARIO DE PESCA

    Jerónimo Ramos Sáenz

    INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES

    FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS

    DIRECTOR GENERAL Dr. Jesús Moncada de la Fuente

    COORDINADOR GENERAL DE INVESTIGACION Y DESARROLLO

    Dr. Ramón A. Martínez Parra

    DIRECTOR GENERAL DE INVESTIGACION AGRICOLA

    Dr. Rodrigo Aveldaño Salazar

    DIRECTOR GENERAL DE INVESTIGACION PECUARIA

    Dr. Carlos A. Vega y Murguía

    DIRECTOR GENERAL DE INVESTIGACION FORESTAL

    Dr. Hugo Ramírez Maldonado

    DIRECTOR GENERAL DE ADMINISTRACION

    Dr. David Moreno Rico

    CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL NORESTE

    DIRECTOR REGIONAL Dr. Luis Angel Rodríguez del Bosque

    DIRECTOR DE INVESTIGACION

    Dr. Jorge Elizondo Barrón

    DIRECTOR DE ADMINISTRACION

    C.P. Manuel A. Ortega Vieyra

    DIRECTOR DE COORDINACION Y VINCULACION ESTATAL

    EN SAN LUIS POTOSI M.C. José Luis Barrón Contreras

    JEFE DEL CAMPO EXPERIMENTAL EBANO

    M.C. Eduardo Céspedes Torres

  • INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES

    FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS

    CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL

    NORESTE

    CAMPO EXPERIMENTAL EBANO

    MANEJO INTEGRADO DE LAS PLAGAS

    DEL ALGODONERO EN LA PLANICIE

    HUASTECA

    M.C. Enrique Garza Urbina

    Investigador del área de Entomología Campo Experimental Ebano

    M.C. Antonio P. Terán Vargas

    Investigador del área de Entomología Campo Experimental Sur de Tamaulipas

    Folleto Técnico Núm. 8

    San Luis Potosí, S.L.P., México. Diciembre de 2001

  • MANEJO INTEGRADO DE LAS PLAGAS DEL

    ALGODONERO EN LA PLANICIE HUASTECA No está permitida la reproducción total o parcial de este folleto, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro u otros medios, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Derechos reservados © 2001, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Serapio Rendón No. 83 Col. San Rafael Delegación Cuauhtémoc 06470 México, D. F. Tel. (55) 5140 1600 Primera edición Tiraje 500 ejemplares Impreso en México Clave INIFAP/CIRNE A-204 Folleto Técnico Núm. 8. Diciembre de 2001 CAMPO EXPERIMENTAL EBANO Km. 67 Carretera Valles -Tampico Apdo. Postal # 87 Ebano, San Luis Potosí, México. Tel. y Fax (845) 263 3090 La cita correcta de este folleto es: Garza U. E., Terán V. A. P., 2001. Manejo integrado de las plagas del algodonero en la Planicie Huasteca. INIFAP-CIRNE. Campo Experimental Ébano. Folleto Técnico Núm. 8. San Luis Potosí, México. 49 p.

  • CONTENIDO

    INTRODUCCION

    PICUDO DEL ALGODONERO Anthonomus grandis Descripción

    Huevo

    Larva

    Pupa

    Adulto

    DAÑOS

    DINAMICA POBLACIONAL

    MANEJO DEL PICUDO DEL ALGODONERO

    Control cultural

    Uso de feromonas

    Desvare y barbecho

    Defoliación

    Fecha de siembra

    Control biológico

    Control químico

    Muestreos y umbral de aplicación

    Aplicación de insecticidas

    Resistencia a insecticidas

    GUSANO TABACALERO Heliothis virescens

    Descripción

    Huevo

    Larva

    Pupa

    Adulto

    DAÑOS

    DINAMICA POBLACIONAL

    MANEJO DEL GUSANO TABACALERO

    Control biotecnológico

    Áreas de refugio

    Control biológico

    Conservación de fauna benéfica

    Liberación de fauna benéfica

    Control químico

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  • Muestreos y umbral de aplicación

    Aplicación de insecticidas

    Resistencia a insecticidas

    GUSANO SOLDADO Spodoptera exigua

    Descripción

    Huevo

    Larva

    Pupa

    Adulto

    DAÑOS

    DINAMICA POBLACIONAL

    MANEJO DEL GUSANO SOLDADO

    Control biológico

    Control químico

    Muestreos y umbral de aplicación

    Aplicación de insecticidas

    Resistencia a insecticidas

    LITERATURA CITADA

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  • INDICE DE FIGURAS

    Fig. 1. Larvas del picudo del algodonero

    grandis

    Fig. 2. Pupas del picudo del algodonero

    A. grandis

    Fig. 3. Adulto del picudo del algodonero

    A. grandis

    Fig. 4. Cuadro dañado por oviposición

    del picudo del algodonero A. grandis

    Fig. 5. Bellota dañada por el picudo

    del algodonero A. grandis

    Fig. 6. Dinámica poblacional del picudo

    del algodonero A. grandis en la Planicie Huasteca

    Fig. 7. Trampa con feromona para la

    captura de adultos de A. grandis

    Fig. 8. Adulto de la avispita Catolaccus grandis

    Fig. 9. Larva de C. grandis alimentándose de A. grandis

    Fig. 10. Daño de A. grandis y su parasitismo causado por C. grandis en la Planicie Huasteca

    Fig. 11. Adulto de chinche Creontiades sp

    Fig. 12. Adulto de chinche Dysdercus sp

    Fig. 13. Huevecillos del gusano tabacalero

    H. virescens

    Fig. 14. Larva del gusano tabacalero

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  • H. virescens

    Fig. 15. Pináculo cerdígero del gusano

    tabacalero H. virescens

    Fig. 16. Adulto del gusano tabacalero

    H. virescens

    Fig. 17. Cuadro dañado por gusano

    tabacalero H. virescens

    Fig. 18. Dinámica poblacional del gusano

    tabacalero H. virescens en la Planicie Huasteca

    Fig. 19. Larvas de gusano tabacalero

    H. virescens por metro lineal de plantas en algodones normal y Bollgard en la Planicie Huasteca

    Fig. 20. Cuadros dañados por gusano

    tabacalero H. virescens por metro lineal de plantas en algodones normal

    y Bollgard en la Planicie Huasteca

    Fig. 21. Número de insectos benéficos en

    10 redazos en lote de manejo

    integrado de plagas y lote testigo

    en la Planicie Huasteca

    Fig. 22. Masa de huevecillos del gusano

    soldado S. exigua

    Fig. 23. Larvas del gusano soldado S. exigua

    Fig. 24. Larva del gusano soldado S. exigua

    Fig. 25. Adulto del gusano soldado S. exigua

    Fig. 26. Cuadro dañado por gusano soldado

    S. exigua

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  • INDICE DE CUADROS

    Cuadro 1. Aplicaciones de insecticidas en lote

    testigo y lote MIP con liberaciones

    de Catolaccus grandis en la Planicie

    Huasteca

    Cuadro 2. Efectividad de insecticidas sobre

    adultos de la chinche Creontiades

    sp. en la Planicie Huasteca

    Cuadro 3. Efecto residual de insecticidas

    sobre adultos de la avispita

    Catolaccus grandis en la Planicie

    Huasteca

    Cuadro 4. Efectividad de insecticidas sobre

    adultos del picudo del algodonero

    A. grandis de la Planicie Huasteca

    Cuadro 5. Dosis Letal Media (DL50) de

    insecticidas en adultos del picudo

    del algodonero en la Planicie

    Huasteca

    Cuadro 6. Larvas en cuadros y cuadros

    dañados en la evaluación de

    insecticidas para el control del

    gusano tabacalero H. virescens de

    la Planicie Huasteca

    Cuadro 7. Proporción de resistencia a

    insecticidas del gusano tabacalero

    H. virescens de la Planicie Huasteca

    Cuadro 8. Larvas chicas de S. exigua por

    metro lineal de plantas en la

    evaluación de insecticidas en la

    Planicie Huasteca

    Cuadro 9. Larvas grandes de S. exigua por

    metro lineal de plantas en la

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  • evaluación de insecticidas en la

    Planicie Huasteca

    Cuadro 10. Efectividad de insecticidas

    convencionales sobre larvas de S.

    exigua de la Planicie Huasteca

    Cuadro 11. Proporción de resistencia y de

    sinergismo a insecticidas en

    gusano soldado S. exigua de la

    Planicie Huasteca

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  • 1

    MANEJO INTEGRADO DE LAS PLAGAS DEL

    ALGODONERO EN LA PLANICIE HUASTECA

    Enrique Garza Urbina1

    Antonio P. Terán Vargas2

    INTRODUCCION

    El cultivo del algodonero Gossypium hirsutum

    representa una de las actividades agrícolas más importantes para el desarrollo y abastecimiento de materia prima a la industria textil, aceitera y pecuaria, además de generar gran cantidad de empleos y como fuente de divisas por concepto de exportaciones. En la Planicie Huasteca, región que comprende el oriente de San Luis Potosí, norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, la superficie establecida con este cultivo ha oscilado de 2 800 a 61 mil hectáreas, con un promedio de 27 mil hectáreas por año durante la década de los noventas, esta fluctuación tan grande se ha debido principalmente a problemas de plagas, las cuales representan uno de los principales factores limitantes de la productividad de este cultivo, por su efecto negativo sobre el rendimiento, calidad de la fibra y semilla; entre éstas destacan por su abundancia y daños el picudo del algodonero Anthonomus grandis Boheman, el gusano tabacalero Heliothis virescens Fabricius y el gusano soldado Spodoptera exigua Hübner.

    El control de estas plagas se realiza con aplicaciones de insecticidas, práctica que representa más del 30 por ciento de los costos de producción. Las cuales se caracterizan por la sobredosificación y la utilización de mezclas; por otra parte, la selección de los insecticidas no se realiza con base en una estrategia regional, lo que origina problemas de residuos tóxicos, contaminación ambiental, desequilibrio ecológico y el incremento de la resistencia de las plagas a los insecticidas, lo cual ha

    1 M.C. Investigador del Campo Experimental Ebano. CIRNE-

    INIFAP. 2 M.C. Investigador del Campo Experimental Sur de

    Tamaulipas. CIRNE-INIFAP.

  • 2

    ocasionado en otros años y en otras regiones el abandono casi total de las actividades relacionadas con este cultivo.

    La presente publicación tiene la finalidad de dar a conocer la estrategia de manejo integrado de las principales plagas del algodonero en la Planicie Huasteca. A continuación se presenta una descripción detallada de cada una de ellas, incluyendo los diferentes métodos de control. PICUDO DEL ALGODONERO Anthonomus grandis

    Entre los insectos plaga más importantes en la Planicie Huasteca destaca el picudo del algodonero, ya que está presente todos los años y las pérdidas en rendimiento pueden ser totales si no se controla oportunamente.

    Descripción

    Huevo. Los huevecillos son ligeramente ovalados con un diámetro aproximado de 0.8 mm, su color varía de transparente a aperlado brillante según el avance de incubación. La hembra oviposita hasta 250 huevos durante toda su vida, para lo cual hace una pequeña perforación con las mandíbulas en cuadros y bellotas, inserta un huevecillo y tapa el orificio con una sustancia pegajosa secretada por las glándulas accesorias. Generalmente deposita un huevecillo por cuadro y al final del ciclo deposita varios en las bellotas. Las oviposturas son fácilmente detectadas por la presencia de una protuberancia que recién depositado el huevecillo es de color blanco lechoso y posteriormente se torna café. Para que la larva emerja, el huevecillo requiere de dos a tres días (Alonzo, 1983).

    Larva. Las larvas son blancas, apodas, rechonchas, con el cuerpo rugoso y curveado, la cápsula cefálica y las partes bucales son de color café (Figura 1). Llegan a medir hasta 12 mm de longitud y pasan por cuatro estadios larvales para lo cual requieren de un período de

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    seis a ocho días después del cual se transforman en pupa (Vazquez, 1998).

    Pupa. La pupa se encuentra dentro de los cuadros y bellotas en una celda rudimentaria, es de tipo libre, su forma y color varían de acuerdo al desarrollo pero normalmente son de color blanco (Figura 2); este lapso requiere de seis a siete días después del cual emerge el adulto (Alonzo, 1983 y Pacheco, 1985). El período desde que la hembra deposita sus huevecillos hasta que emerge el adulto dura un promedio de 19 días en la Planicie Huasteca.

    Adulto. El adulto de esta plaga es un escarabajo que mide de 10 a 12 milímetros de longitud, es de color café rojizo, el cual cambia con la edad de un color cenizo a un pardo obscuro, que obtiene debido a la pérdida parcial de su pelo o escamas de las alas anteriores (elitros), las cuales son duras con líneas paralelas y cubren completamente el abdomen (Figura 3). El segundo par de alas son grisáceas y se encuentran plegadas bajo el primer par. Su pico es delgado y curvo, mide la mitad de la longitud de su cuerpo, al final del cual se encuentran las mandíbulas. En el fémur de las patas anteriores tiene dos dientes o espuelas, el interior es más largo que el exterior; en las patas medias sólo tiene un diente (Pacheco, 1985). Se puede encontrar sobre el follaje de la planta de algodón y más comúnmente en las flores. El adulto se alimenta preferentemente del polen de los cuadros y cuando estos aún no se producen lo realiza sobre los brotes terminales y peciolos de la hoja. Ante la ausencia de plantas de algodonero se alimenta de polen de especies silvestres de la misma familia del algodonero. El macho del picudo es menos activo que la hembra y daña un número menor de fructificaciones, principalmente cuadros. Las hembras adultas provenientes de hospedantes alternas requieren alimentarse sobre plantas de algodonero para reanudar la actividad sexual (Pacheco, 1985).

  • 4

    Figura 1. Larvas del picudo del algodonero A. grandis.

    Figura 2. Pupas del picudo del algodonero A. grandis.

  • 5

    DAÑOS

    Los daños son causados por los adultos y las larvas. Las hembras y los machos perforan cuadros y bellotas para alimentarse; los primeros son más preferidos pero al final del ciclo cuando estos escasean perforan bellotas tiernas. Además del daño de alimentación, la hembra deposita sus huevecillos en cuadros de más de un tercio de desarrollo (7 mm de diámetro), las larvas al emerger se alimentan del interior de estos, los cuales abren sus brácteas y toman un color amarillo (Figura 4), se desprenden de la planta en un período de seis a nueve días después de la ovipostura. Las bellotas también son ovipositadas al final del ciclo cuando la producción de cuadros escasea, estas raramente se desprenden de la planta y el daño puede variar desde la pérdida de un cárpelo hasta la bellota completa (Figura 5) (Anónimo, 1983). En la Planicie Huasteca, el daño ocasionado por el picudo a principios de la temporada es menor que el de mediados a finales de la misma. A partir de que se producen los primeros cuadros susceptibles, (36 días después de la siembra), a los 70 días, el picudo daña por cada metro cuadrado uno de cada 26.7 producidos (3.7 %) y de los 70 días al final del ciclo el daño se incrementa a un cuadro dañado por cada 4.7 producidos por m2 (21.3 %), esto significa un incremento del daño de 5.7 veces, de mediados a finales de la temporada. DINAMICA POBLACIONAL

    Debido a la ausencia de un invierno definido en la

    Planicie Huasteca el picudo se encuentra activo durante todo el año. En trampas con feromona las mayores capturas de picudo se presentan de noviembre a marzo, período durante el cual se realiza la cosecha y se hacen las labores de desvare y barbecho. Durante este lapso se presenta una gran migración de picudos en busca de áreas de refugio y durante los meses de mayo a junio, la actividad es muy

  • 6

    Figura 3. Adulto del picudo del algodonero A. grandis.

    Figura 4. Cuadro dañado por oviposición del picudo del

    algodonero A. grandis.

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    reducida (Figura 6). Una vez que se establece el cultivo, los adultos sobrevivientes migran de las áreas de refugio a los campos de algodón y aún cuando no hay cuadros, se les puede encontrar en las plantas alimentándose de los brotes terminales y peciolos, sin que se lleguen a establecer en el predio.

    Una vez que se producen los primeros cuadros susceptibles, el picudo se establece en los lotes de algodón al depositar sus huevecillos en estos y la migración entre predios disminuye, las capturas en las trampas de finales de agosto a mediados de octubre son menores.

    La población de picudo y el daño en cada sembradío se desarrolla de acuerdo a la cantidad inicial de insectos y a la situación misma del cultivo, por tal razón, es recomendable retardar su establecimiento en el predio realizando las primeras aplicaciones con umbrales de daño bajos. MANEJO DEL PICUDO DEL ALGODONERO

    Control cultural

    Uso de feromonas

    El macho del picudo del algodonero produce una

    feromona compuesta de dos alcoholes y dos aldehidos, la cual actúa como atrayente sexual de hembras durante el desarrollo del cultivo (primavera-verano) y como feromona de agregación atrayendo ambos sexos cuando no hay cultivo (otoño-invierno) (Tumlinson, et al 1969). La misma respuesta se obtiene con la feromona sintética llamada “Grandlure “. El uso de trampas con ésta debe considerarse como parte importante en un manejo integrado de plagas, con el fin de monitorear y reducir poblaciones de este insecto (Hardee, et al. 1972).

  • 8

    Figura 5. Bellota dañada por el picudo del algodonero A. grandis.

    Figura 6. Dinámica poblacional del picudo del algodonero A. grandis en la Planicie Huasteca.

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    Un tipo de trampa sencilla y económica, consiste en una estaca de 1.5 a 2.0 metros de largo, la cual se cubre con pegamento o grasa para la captura de los picudos; la feromona sintética con una dosis mínima de 12 miligramos, que viene en un dispersante tipo “Sandwich”, se fija en la parte superior de la estaca con una tachuela o clavo (Figura 7), la cual se debe renovar cada 25 a 30 días. El trampeo se reaizara durante el periodo comprendido entre el momento de defoliar el cultivo y el inicio de la siembra del siguiente año; las trampas se colocan cada 500 metros en la periferia de los terrenos que tuvieron algodón, presas, arroyos, caminos con arboleda, en áreas enmontadas y en cercas de áreas ganaderas (Salgado, 1993).

    Desvare y barbecho

    Estas labores son actividades fitosanitarias legisladas y obligatorias, se deben realizar tan pronto se termine de cosechar el cultivo, tienen como objetivo destruir los residuos que quedan en el terreno, eliminar las plantas de algodonero en donde viven y se reproducen insectos plaga, con el fin de exponerlos a diversos agentes bióticos y climáticos adversos.

    Defoliación

    La aplicación de defoliantes al final del ciclo es una práctica agronómica empleada para eliminar hojas, cuadros y bellotas pequeñas de las que ya no se obtendrá provecho, esta labor se debe realizar para favorecer la cosecha mecánica, acortar el ciclo del cultivo y en consecuencia reducir las aplicaciones de insecticidas; además, eliminar los suministros de alimentación del picudo del algodonero, con lo que se evita la posibilidad de una generación extra de la plaga (Vázquez, 1998).

    La defoliación se realiza con la aplicación de Thidiazuron, en dosis de 15 gramos de ingrediente activo por hectárea (g I. A./ha) en forma parcial, cuando el cultivo presenta el 60 por ciento de capullos y el 40 por ciento de bellotas duras, o en defoliación total con el mismo producto,

  • 10

    en dosis de 75 g I. A./ha cuando se observe más del 70 por ciento de capullos (Salgado, 1996).

    Fecha de siembra

    Los agricultores que siembran algodón quedan obligados a cumplir con las fechas de siembra, que comprenden del 15 de junio al 25 de julio para la Planicie Huasteca, según se adelanten o atrasen las lluvias, cuando la siembra se realiza después de este periodo el rendimiento se reduce hasta en un 20 por ciento y se tiene una mayor incidencia de plagas (Salgado y Silguero, 1985).

    Control biológico

    Esta plaga tiene agentes de control biológico importantes, entre éstos se encuentra una serie de parasitoides de larvas (Chesnut y Cross, 1971) entre los que destaca el ectoparasitoide Catolaccus grandis (Burks) (Hymenoptera: Pteromalidae) (Figura 8), por su alta especificidad sobre esta plaga y sus características intrínsecas que lo hacen un promisorio agente de control mediante la cría masiva y liberación en campo (Morales y King, 1991). Antes de la oviposición, las hembras paralizan a sus víctimas con la inyección de un veneno, para evitar el movimiento de las larvas y el daño a los huevos depositados en la superficie del integumento (Adams et al, 1969).

    El control biológico del picudo del algodonero se realiza mediante liberaciones masivas de la avispita Catolaccus grandis, un parásito específico que ataca las larvas y pupas de esta plaga (Figura 9); las liberaciones se deben llevar a cabo durante las primeras siete semanas de fructificación del cultivo, al detectar las primeras infestaciones, para lo cual se deben realizar dos liberaciones semanales de 600 hembras/hectárea/liberación (1,200 hembras por semana), en un mínimo de cuatro puntos por hectárea.

    En la Planicie Huasteca se ha implementado el control biológico con este parasitoide en parcelas demostrativas, en las cuales se han logrado parasitismos de

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    Figura 7. Trampa con feromona para la captura de adultos de A. grandis.

    Figura 8. Adulto de la avispita Catolaccus grandis.

  • 12

    Figura 9. Larva de C. grandis alimentándose de A. grandis. larvas y pupas del picudo del algodonero superiores al 80 por ciento y con daños de cuadros y bellotas muy reducidos, similares a los obtenidos en parcelas “Testigo”, donde se realizaron aplicaciones de insecticidas para su control (Figura 10). Mediante este manejo se redujo el uso de insecticidas en un 70 por ciento (Cuadro 1), lo cual genera una disminución de los costos de producción y de la contaminación ambiental.

    Durante el periodo de liberaciones de la avispita es probable que se presenten chinches de los géneros Creontiades y Dysdercus (Figuras 11 y 12), las cuales ocasionan daños en cuadros y bellotas; en caso de detectar una o más chinches por planta se deben aplicar insecticidas para su control (Cuadro 2). Sin embargo, será necesario retrasar la siguiente liberación de Catolaccus grandis de cuatro a cinco días, debido a que la avispita presenta alta susceptibilidad a estos productos, con mortalidades superiores al 80 por ciento en machos y hembras, aún a las 48 horas después de la aplicación (Cuadro 3), lo cual

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    Fechas de Muestreo

    Po

    rcie

    nto

    % Parasitismo Daño/Lote Testigo Daño/Lote MIP

    Aplicación

    Figura 10. Daño de A. grandis y su parasitismo causado por C. grandis en la Planicie Huasteca.

  • 14

    Cuadro 1. Aplicaciones de insecticidas en lote testigo y lote MIP con liberaciones de Catolaccus. grandis en la Planicie Huasteca.

    Lote No. de

    Aplicaciones

    Insecticidas Dosis

    g I. A./ha

    Plaga

    Testigo 11 Paratión metílico 720 Anthonomus grandis

    MIP 1

    2

    Oxamil

    Paratión metílico

    226

    720

    Creontiades y Dysdercus

    Anthonomus grandis

  • 15

    Figura 11. Adulto de chinche Creontiades sp.

    Figura 12. Adulto de chinche Dysdercus sp.

  • 16

    Cuadro 2. Efectividad de insecticidas sobre adultos de la chinche Creontiades sp. en la Planicie Huasteca.

    Insecticida

    Dosis g I. A./ha

    Grupo Toxicológico

    % Efectividad

    Endosulfán Paratión metílico Oxamil Fipronil

    525 720 226 40

    Oc-cd FC-SM CA-MM

    Fenilpirazoles

    50.0 87.5 90.4 37.5

    Cuadro 3. Efecto residual de insecticidas sobre adultos de la avispita Catolaccus grandis en la Planicie

    Huasteca.

    % Mortalidad

    24 hr DDA 48 hr DDA

    Insecticida

    Dosis G I. A./ha

    Grupo Toxicológico

    ♀ ♂ ♀ ♂ Endosulfán Paratión metílico Oxamil Fipronil

    525 720 226 40

    Oc-cd FC-SM CA-MM

    Fenilpirazoles

    78 100 100 100 100 100 90 100

    100 100 100 100 89 100 100 100

    DDA: Días después de la aplicación.

  • 17

    reduce a un 20% el parasitismo de A. grandis por esta avispita (Figura 10).

    En lo que respecta a Beauveria bassiana, un hongo cosmopolita que infecta a más de 700 especies de insectos y ha sido evaluado a nivel de laboratorio contra un gran número de insectos plaga, como el picudo del algodonero, no presentó buena efectividad en su control en las evaluaciones que se realizaron bajo condiciones de campo en la Planicie Huasteca (Cuadro 4).

    Control químico

    Muestreos y umbral de aplicación Se deben muestrear aleatoriamente un mínimo de 100 cuadros de 1.0 a 1.5 centímetros de longitud y 100 bellotas de un tercio de desarrollo en forma semanal, para revisar daño por oviposición y alimentación. Además, cuantificar el número de adultos presentes en 100 flores elegidas al azar.

    Considerando que el daño del picudo al principio de la temporada es menor que el de mediados y finales y con la finalidad de que este no se establezca en los lotes y evitar un daño tardío alto, las aplicaciones de insecticidas se llevaran a cabo cuando se detecten los primeros adultos en el predio y se encuentre de un 2 a 3 por ciento de cuadros dañados por alimentación y oviposición, en la etapa de primeros cuadros susceptibles hasta los 70 días posteriores a la siembra; después de este período, las aplicaciones podrán continuarse con un nivel de daño en cuadros del 5 al 8% o cuando se detecten cinco adultos en 100 flores, hasta que las últimas bellotas a cosechar sean firmes al tacto.

  • 18

    Aplicación de insecticidas

    Dentro del manejo integrado de plagas, los insecticidas juegan un papel muy importante, sin embargo, el uso indebido de estos productos ocasiona problemas de contaminación ambiental, resistencia de las plagas y residuos tóxicos en las cosechas. Una de las bases para el buen uso y manejo de estos productos es la evaluación biológica, a fin de valorar los beneficios que se deriven de su uso (Mota, et al, 1994).

    Debido a que los estudios con esta plaga muestran una pérdida de la efectividad de los insecticidas (Cuadro 4) y un incremento de la resistencia, se sugiere su utilización en ventanas de aplicación, iniciando con azinfós metílico y fipronil en dosis de 350 y 60 g I. A./ha y después de los 70 días de la siembra continuar con paratión metílico en dosis de 720 g I. A./ha; con la finalidad de alargar la vida útil de los insecticidas, mantener la susceptibilidad de la población de picudo, conservar la fauna benéfica natural y de no incrementar los niveles de resistencia.

    Cuando se utiliza el control biológico del picudo del algodonero mediante liberaciones masivas de la avispita Catolaccus grandis, el uso de insecticidas para complementarlo, se llevará a cabo de cinco a ocho días después de la última liberación, utilizando paratión metílico en dosis de 720 g I. A./ha.

    Resistencia a insecticidas

    La población de picudo del algodonero de la Planicie Huasteca alcanzó los valores de Dosis Letal Media (DL50) más altos en 1995, mientras que en 1999 y 2000 se observó una reducción de estos valores (Cuadro 5), debido a la disminución de las aplicaciones de insecticidas por temporada para el control de esta plaga y del gusano

  • 19

    Cuadro 4. Efectividad de insecticidas sobre adultos del picudo del algodonero A. grandis de la Planicie Huasteca.

    % de Efectividad Insecticida Dosis G I. A./ha

    Grupo Toxicológico 1997 1998 1999 2000

    Endosulfán Monocrotofós Paratión metílico Azinfós metílico Fosmet Malatión Oxamil Carbarilo Cyflutrin Fipronil Beauveria bassiana

    537 900 720 350 500

    2000 226

    1600 37.5 60

    2.3 x 1010 conidias

    Oc-cd FA-OM FC-SM FH-SM FH-SM

    F-cx CA-MM CC-MM

    Pirt Fenilpirazoles

    I-Micr.

    34.2 ----

    83.5 39.7 ----

    32.8 50.6 ---- ----

    53.4 0.0

    73.4 ----

    86.0 79.7 ----

    78.4 68.3 ---- ---- ----

    26.5

    42.5 ----

    47.4 17.5 ----

    41.3 62.0 ---- ----

    86.2 ----

    47.4 40.2 93.1 74.7 60.8 29.8 59.7 14.4 53.6 70.1 ----

  • 20

    Cuadro 5. Dosis letal Media (DL50)* de insecticidas en adultos del picudo del algodonero en la Planicie Huasteca.

    DL50 µg/picudo Insecticida

    1993 1994 1995 1999 2000

    Paratión metílico Azinfos metílico Malatión

    3.086

    0.027

    0.687

    0.067 0.219 10.38

    0.007 0.120 1.260

    0.001 0.013

    * 72 hr después de la aplicación.

    tabacalero, por el uso del trampeo masivo y del algodón transgénico respectivamente; sin embargo, debido a que la mayoría de estos productos muestran una perdida de efectividad en campo (Cuadro 4), se requiere una estrategia de manejo regional de insecticidas para conservar la susceptibilidad de esta población a los insecticidas convencionales.

    GUSANO TABACALERO Heliothis virescens Esta plaga fue la causante de la crisis más severa del cultivo del algodonero en la Planicie Huasteca en la década de los 60, debido a la resistencia que presentó a insecticidas clorados, fosforados y carbamatos, caracterizándose ésta por el abandono total de las actividades algodoneras. A partir de 1980 el cultivo toma un nuevo auge, estimulado por los apoyos oficiales al mismo y por la introducción de los insecticidas piretroides en el mercado, sin embargo, se ha realizado un uso extensivo de estos y actualmente presentan problemas para su control (Téran y Garza, 1999).

  • 21

    Descripción

    Huevo. Los huevecillos son de forma esférica con la base aplanada, en la parte superior presentan un pequeño abultamiento del cual bajan de 22 a 24 estrías perpendiculares. Son de color blanco aperlado o cremoso que contrasta notablemente con el verde de la planta, toman una coloración amarillenta que después es obscura cuando está cerca la eclosión (Figura 13), lo cual ocurre de 3 a 4 días después de la oviposición. Las palomillas de esta plaga llegan a poner cerca de mil huevecillos, de preferencia en plantas que están formando abundante tejido, principalmente en las yemas terminales y hojas tiernas del tercio superior (Peterson, 1964; Bohmfalk et al., 1982). Algunas veces las palomillas ovipositan en cuadros, brácteas, flores, bellotas y tallos del tercio inferior de la planta, por lo que se dificulta la detección de huevecillos y larvas pequeñas, esto ocurre cuando las plantas tienen poco crecimiento o prevalecen temperaturas altas y baja humedad relativa (Vargas, 1996).

    Larva. Las larvas son de colores muy variados, desde verde olivo, café obscuro, hasta rosado o rojizo, llegan a medir cuatro centímetros de longitud. Presentan bandas longitudinales con puntitos negros llamados pináculos cerdigeros (Figura 14). Después del tercer instar pueden ser diferenciadas de las larvas de gusano bellotero Heliothis zea por la presencia de microespinas en los pináculos cerdigeros del octavo segmento abdominal (Figura 15) y la presencia de un área molar en las mandíbulas (Pacheco, 1985, Oliver y Chapin, 1981).

    Pasan por seis instares larvarios, las del primero al tercer instar se les encuentra normalmente en la yema terminal de la planta; las de cuarto y quinto instar

  • 22

    Figura 13. Huevecillos del gusano tabacalero H. virescens

    Figura 14. Larva del gusano tabacalero H. virescens

  • 23

    usualmente perforan los cuadros de la parte superior de la planta y las de quinto y sexto perforan las bellotas (Pacheco, 1985).

    Pupa. Antes de transformarse en pupas, las larvas reducen su actividad y se les puede encontrar en las flores, después caen al suelo y construyen un túnel al final del cual forman la celda pupal, este estadio dura de 12 a 18 días, después del cual emergen los adultos (Oliver y Chapin, 1981).

    Adulto. Es una palomilla que mide 2.0 centímetros de longitud y de 2.5 a 3.7 centímetros de ancho. Las alas anteriores son de color aceituna pálido con tres bandas más obscuras, oblicuas y angostas; la antemedial y postmedial están precedidas de una más clara, la banda media no. Las alas posteriores son blancas con el borde café rojizo (Figura 16). Los adultos después de que emergen se alimentan por un periodo de dos a cinco días de néctar, después copulan e inician la ovipostura de los huevos (Oliver y Chapin, 1981). DAÑOS

    Las larvas pequeñas se alimentan de la yema

    terminal y cuadros pequeños, las grandes de cuadros, bellotas y polen de flores abiertas; cuando no hay cuadros y no han completado su desarrollo dañan las bellotas, también pueden destruir las partes terminales de la planta, haciendo que esta tenga un crecimiento anormal e improductivo.Las larvas hacen agujeros en la base de los cuadros y bellotas y se alimentan del interior, usualmente el excremento puede verse en la base del cuadro o bellota dañada (Figura 17). Los cuadros se tornan amarillos y caen y las bellotas dañadas se infectan de hongos secundarios y se pudren (U. de California, 1984).

  • 24

    Figura 15. Pináculo cerdígero del gusano tabacalero H. virescens.

    Figura 16. Adulto del gusano tabacalero H. virescens.

  • 25

    DINAMICA POBLACIONAL

    El gusano tabacalero generalmente se presenta durante los meses de agosto, septiembre y octubre, manifestándose en cuatro generaciones. La primera se observa a mediados de agosto y generalmente puede ser controlada por la fauna benéfica natural, la cual es abundante, ya que por lo general no se han iniciado las aplicaciones de insecticidas.

    La segunda y tercera ocurren durante el mes de septiembre y coinciden con el período de mayor producción de cuadros y bellotas; por último, la cuarta generación se presenta en la primera quincena de octubre, casi al final del ciclo del cultivo dañando cuadros que difícilmente llegan a cosecha (Figura 18).

    MANEJO DEL GUSANO TABACALERO

    Control biotecnológico

    Actualmente se cuenta con variedades de algodón mejoradas genéticamente que contienen el gen Bollgard, el cual protege a la planta durante toda la temporada de cultivo de ataques de gusano tabacalero, bellotero Heliothis virescens, H. zea y gusano rosado Pectinophora gossypiella; estas fueron desarrolladas mediante técnicas de biotecnología, al incorporar el gen de la bacteria Bacillus thuringiensis que produce una proteína de efecto tóxico al insecto. Cuando las larvas se alimentan de cualquier parte de estas plantas, se afecta su sistema digestivo, cesan su alimentación de inmediato y mueren en unos pocos días,

  • 26

    0

    8

    16

    24

    32

    18 23 25 28 1 3 9 12 16 18 23 26 30 2 6 15 20 24 27 30

    % DE LARVAS DE TABACALERO EN TERMINALES

    Agosto Septiembre Octubre

    Figura 17. Cuadro dañado por gusano tabacalero H. virescens.

    Figura 18. Dinámica poblacional del gusano tabacalero H.

    virescens en la Planicie Huasteca.

  • 27

    antes de que sean capaces de ejercer cualquier daño (Monsanto, 1997a).

    En la Planicie Huasteca se ha logrado un control excelente del gusano tabacalero con esta tecnología (Figuras 19 y 20), sin necesidad de usar insecticidas durante toda la temporada para su control, en comparación con tres aplicaciones en algodón normal, lo que hace de ésta una herramienta valiosa en programas de manejo integrado de plagas; además, tiene un impacto favorable en el medio ambiente por la reducción en el uso de insecticidas.

    Areas de refugio La resistencia de insectos a la bacteria B. thuringiensis no se ha documentado en campos de algodón; sin embargo, existe el potencial de desarrollarse. Con la finalidad de mantener las poblaciones de plagas susceptibles al gen Bollgard se deben dejar áreas de refugio, en las cuales se sembrara algodón sin el gen, no deberá aplicarse ningún producto foliar a base de Bacillus thuringiensis, de tal forma que los insectos se alimenten libremente sin exponerse a la proteína de esta bacteria; los insectos supervivientes, diluyen cualquier posible resistencia que se haya desarrollado en la población que estuvo expuesta a la proteína. Con este fin se manejan dos opciones de siembra, 80:20 y 96:4, es decir 80 y 96% se establecerá con algodón Bollgard y 20 y 4% con algodón normal respectivamente (Monsanto, 1997b).

  • 28

    0

    0.5

    1

    1.5

    2

    2.5

    6/VIII

    12/VII

    I18/

    VIII

    23/VII

    I30/

    VIII

    7/IX 13/IX

    20/IX

    27/IX 3/X 11/

    X18/

    X25/

    X

    Bollgard Normal

    Fechas de Muestreo

    La

    rva

    s/m

    etr

    o

    Aplicaciones

    Figura 19. Larvas de gusano tabacalero H. virescens por

    metro lineal de plantas en algodones normal y Bollgard en la Planicie Huasteca.

    0

    2

    4

    6

    8

    10

    6/VIII

    12/VII

    I18/

    VIII

    23/VII

    I30/

    VIII

    7/IX 13/IX

    20/IX

    27/IX 3/X 11/

    X18/

    X25/

    X

    Bollgard Normal

    Fechas de Muestreo

    Cu

    ad

    ros d

    ad

    os/m

    etr

    o

    Figura 20. Cuadros dañados por gusano tabacalero H.

    virescens por metro lineal de plantas en algodones normal y Bollgard en la Planicie Huasteca.

  • 29

    Control biológico Conservación de fauna benéfica

    Frecuentemente la fauna benéfica controla las poblaciones de esta plaga; sin embargo, una vez que se inician las aplicaciones de insecticidas, los enemigos naturales del gusano tabacalero son eliminados (Vargas, 1996). En los programas de manejo integrado de plagas se deben tener las precauciones necesarias para conservar la fauna benéfica que incide de manera natural en la región, ya que la mayoría de los insecticidas afectan las poblaciones de estos insectos, por lo que solamente deberán utilizarse productos con buena efectividad y selectivos en el control de la plaga, cuando los muestreos indiquen que el nivel de infestación puede causar daño económico. La fauna benéfica necesita alimento para su sobrevivencia e incremento, por lo que en caso de infestaciones ligeras de pulgones, larvas y otros insectos no se deberán realizar aplicaciones de insecticidas, para que estas sirvan como fuente de alimento. En la Planicie Huasteca se tiene alta incidencia de estos insectos cuando se realiza una estrategia de manejo integrado de plagas, respecto a lotes con aplicaciones de insecticidas (Figura 21). Entre las más comunes se encuentran : Avispita Lysiphlebus testaceipes, avispita Copidosoma truncatellum, avispas de la familia Braconidae, Ichneumonidae y Vespidae, crisopas Crysopa spp., chinche pirata Orius spp., chinches asesinas Sinea spp., y Zelus spp., catarinitas Cycloneda sp.,Olla sp.,Coleomegilla sp., y Scymnus sp., escarabajos Collops spp., arañas, moscas Syrfidae y mosquita bailarina Drapetis sp.

  • 30

    Liberaciones de fauna benéfica Para reducir la incidencia y los daños ocasionados por el gusano tabacalero en algodones normales, es necesario efectuar liberaciones de un mínimo de 20 mil avispitas Trichograma/ha (12 pulgadas cuadradas), con intervalos semanales y de cuatro mil a 12 mil huevecillos de crisopa, al observar los primeros huevecillos de esta plaga y complementar el control mediante un mínimo de cuatro trampas con cebo alimenticio (melaza) por hectárea, para la captura de adultos del gusano tabacalero y soldado, entre otros (Terán,1999 y Garza, 1998). Con este manejo se logra reducir las poblaciones de la primera generación, cuando no se han generalizado las aplicaciones de insecticidas para el control del picudo del algodonero.

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    II/VIII

    III/VIII

    IV/VII

    II/IX II/IX III/I

    XIV/

    IX I/X II/X III/X IV/X

    LOTE TESTIGO LOTE MIP

    Semana de Muestreo

    No

    . d

    e in

    secto

    s b

    en

    éfi

    co

    s

    Figura 21. Número de insectos benéficos en 10 redazos en

    lote de manejo integrado de plagas y lote testigo en la Planicie Huasteca.

  • 31

    Control químico

    Muestreos y umbral de aplicación

    Los muestreos para gusano tabacalero se deben

    realizar de agosto a octubre, se sugiere revisar 200 plantas por cada 50 hectáreas, examinando la terminal, un cuadro de más de un tercio de desarrollo y una bellota de más de 1.5 centímetros de diámetro. Contabilizar huevecillos y larvas en terminal, cuadros y bellotas dañadas y larvas en estos órganos fructíficos. Las aplicaciones deberán realizarse al detectar al menos un 8% de terminales con larvas, ya que en esta etapa es más susceptible a los insecticidas y se encuentran más expuestos a los mismos.

    Aplicación de insecticidas

    En variedades transgénicas con B. thuringiensis no se deberán realizar aplicaciones de insecticidas contra el gusano tabacalero H. virescens, ni en las áreas de refugio de la opción 96:4. En variedades normales y en las áreas de refugio de la opción 80:20, en caso de alcanzarse los umbrales económicos, se sugiere la utilización de spinosad, thiodicarb y profenofós en dosis de 60, 562.5 y 960 g I. A./ha respectivamente, contra la primera y segunda generación de esta plaga, ya que tienen un moderado o nulo impacto sobre la fauna benéfica. El grupo de los piretroides deberá utilizarse contra las dos últimas generaciones para evitar problemas de resistencia, se sugiere: zetacipermetrina, lambda cyhalotrina, alfacipermetrina, betacyflutrina y deltametrina en dosis de 40, 28, 40, 18.7 y 12.5 g.I.A./ha respectivamente, ya que son los mejores productos para el control de esta plaga en la región (Cuadro 6).

  • 32

    Resistencia a insecticidas

    La población de gusano tabacalero de la Planicie Huasteca alcanzó la proporción de resistencia más alta a insecticidas en 1995, principalmente en el grupo de los piretroides; mientras que en 1997 y 1998 se observó una disminución de la misma con valores muy similares a los observados en 1991 (Cuadro 7). Esta reducción de la resistencia del gusano tabacalero a insecticidas es debido a la disminución de las aplicaciones de insecticidas para su control, por la introducción del algodón transgénico con Bacillus thuringiensis; sin embargo, ante la necesidad del establecimiento de un área de refugio del 20% para el algodón transgénico sembrada con algodón convencional y de realizar aplicaciones de insecticidas para el control del gusano tabacalero, se requiere una estrategia de manejo regional de insecticidas que tenga como objetivo mantener la susceptibilidad de la población de gusano tabacalero a insecticidas convencionales. GUSANO SOLDADO Spodoptera exigua

    El gusano soldado es considerado como una plaga de muchos cultivos en las regiones tropicales y subtropicales, además de encontrarse en diferentes plantas silvestres (Metcalf y Metcalf, 1992). En México se le encontraba esporádicamente en el algodonero, sin embargo, en 1992 y 1993 emergió como una de las principales plagas de este cultivo en el norte de este país (Obando y Blanco, 1997).

    En la Planicie Huasteca más de 10,000 hectáreas de algodón fueron severamente afectadas por esta plaga en 1994, además de ocasionar fuertes daños en chile y cebolla. En los últimos años ha sido una de las principales plagas en chile, jitomate algodón y cebolla (Terán et al, 1997).

  • 33

    Cuadro 6. Larvas en cuadros y cuadros dañados en la evaluación de insecticidas para el control del gusano tabacalero H. virescens de la Planicie Huasteca.

    Insecticida Dosis g I. A./ha

    Grupo Toxicológico

    Larvas en Cuadro Cuadros Dañados

    Cyflutrin Betacyflutrin Betacyflutrin Betacyflutrin + P. metílico Alfacipermetrina Lambda cyhalotrina Thiodicarb Spinosad Clorpirifós Zetacipermetrina Deltametrina Profenofós Testigo absoluto

    50 18.7 25.0

    18.7+500 40 28

    562.5 60 720 40

    12.5 960

    Pirt Pirt Pirt

    Pirt +FC-SM Pirt Pirt

    C-Misc -

    FH-SE Pirt Pirt.

    FC-OE

    0.5 B 2.00 AB 1.0 AB 1.25 AB 0.25 B 0.50 B 0.50 B 0.50 B 1.50 AB 0.50 B 0.50 B 0.50 B 3.25 A

    2.25 AB 3.25 AB 2.75 AB 1.75 AB 1.75 AB 1.25 B 1.50 AB 0.75 B 2.50 AB 0.75 B 2.25 AB 2.0 AB 5.25 A

  • 34

    Cuadro 7. Proporción de resistencia a insecticidas del gusano tabacalero H. virescens de la Planicie Huasteca.

    Proporción de resistencia* Insecticida

    1991 1994 1995 1997 1998 Profenofos Metomilo Cipermetrina Deltametrina

    4.7 2.7 5.2 9.5

    3.3 --

    38.7 21.5

    5.4 1.5

    68.2 19.7

    1.7 1.3

    19.5 12.2

    2.5 2.0 6.0 7.5

    * DL50 de una población susceptible/DL50 de una población

    colectada en campo.

    Descripción

    Huevo. La palomilla de esta plaga oviposita en masas irregulares de unos 80 huevecillos de color verde olivo, los cuales son cubiertos con una capa de escamas parduscas aterciopeladas que se desprenden de su abdomen (Figura 22). Una hembra deposita de 500 a 600 huevecillos, preferentemente en el envés de las hojas, en un período de tres a 10 días. Estos incuban en un período de dos a tres días, después de los cuales emergen las larvas (Oliver y Chapin, 1981).

    Larva. Las larvas recién emergidas se alimentan en el envés de las hojas, las cuales se encuentran en grupos, cubiertas por una pequeña tela de seda (Figura 23); posteriormente se dispersan y se alimentan por un período de 10 a 12 días; pasan por cinco instares larvarios, alcanzando a medir hasta 3 centímetros de longitud. Las larvas pequeñas son de color verde claro con la cabeza negra; las grandes, de color verde obscuro en diversas tonalidades, con líneas subdorsales más o menos obscuras marcadas en cada uno de los segmentos abdominales; usualmente hay cinco líneas blancas angostas interrumpidas en

  • 35

    Figura 22. Masa de huevecillos del gusano soldado S. exigua.

    Figura 23. Larvas del gusano soldado S. exigua.

  • 36

    cada lado del dorso y una línea gris obscura, una línea blanca continua subdorsal y otra junto a los espiráculos. Cerca de los espiráculos se encuentran manchas blancas o amarillo brillante. El vientre es verde brillante y moteado con líneas blancas irregulares (Figura 24) (Bohmfalk et al., 1982).

    Pupa. La larva se entierra en el suelo a una profundidad de un centímetro, donde forma una celda con partículas de suelo para transformarse en pupa, permanece en este estado por un período de siete días para después emerger el adulto y dar comienzo a una nueva generación (Oliver y Chapin, 1981).

    Adulto. El adulto es una palomilla de color café grisáceo y brillante, mide 2.5 centímetros con las alas extendidas. Las alas anteriores son color café grisáceo, con líneas indistintas de marcas café obscuro y escamas blancas, y con una mancha redonda color crema con el centro anaranjado. Las alas posteriores son blancas, las venas y el margen es café (Figura 25). Durante el día generalmente se encuentra en reposo y protegido en la planta de algodón y otras plantas hospedantes, su mayor actividad la tiene durante la tarde e inicio de la noche (Oliver y Chapin, 1981). DAÑOS

    El ataque puede presentarse en cualquier etapa del

    cultivo. Las larvas defolian las plantas al alimentarse del follaje y durante la época de fructificación dañan cuadros y bellotas pequeñas (Figura 26). Los cuadros dañados se desprenden de la planta y en las bellotas penetran organismos secundarios que causan pudriciones (Pacheco, 1985). Las larvas jóvenes se alimentan agrupadas cerca de la ovipostura en hojas y brácteas, las cuales quedan esqueletonizadas. Las más grandes se alimentan de hojas, cuadros, flores y bellotas, lo cual afecta el rendimiento. El daño en cuadros y bellotas difiere del causado por el gusano tabacalero en que las hojas y bracteas de alrededor también se encuentran

  • 37

    Figura 24. Larva del gusano soldado S. exigua

    Figura 25. Adulto del gusano soldado S. exigua

  • 38

    Figura 26. Cuadro dañado por gusano soldado S. exigua.

    dañadas. El daño a terminales causa un ramificado excesivo y retrasa la fructificación.

    El daño al follaje raramente es importante, solo cuando un gran número de larvas atacan plantas pequeñas. Las plantas pueden soportar hasta un 50% de defoliación sin afectar el rendimiento durante la etapa vegetativa, sin embargo, en el período de fructificación una defoliación del 20 al 25% puede ocasionar pérdidas considerables.

  • 39

    DINAMICA POBLACIONAL

    Los primeros adultos de gusano soldado generalmente se obsevan en el cultivo del algodonero a finales de agosto; pueden presentarse hasta tres generaciones, de las cuales la segunda y tercera son las más importantes ya que se presentan a mediados de septiembre y durante la primera quincena de octubre, época en la cual el cultivo se encuentra en su máxima producción de órganos fructíferos, posteriormente emigra a otros cultivos, principalmente chile, jitomate y cebolla. MANEJO DEL GUSANO SOLDADO

    Control biológico En las evaluaciones del virus de la poliedrosis nuclear de Autografa californica + Spodoptera sunia, se ha observado un control excelente sobre larvas de primero a tercer instar del gusano soldado S. exigua de la Planicie Huasteca, con efectividades superiores al 90%, en dosis de 1.2 x 10 10 cuerpos poliedricos de inclusión por hectárea. Este insecticida biológico es muy específico para el control de larvas y no afecta a otros organismos, por lo que es compatible con programas de manejo integrado de plagas. Los insecticidas biológicos a base de la bacteria B. thuringiensis no han mostrado buena efectividad en el control de esta plaga en la región (Cuadros 8 y 9), al igual que los algodones transgénicos a base de esta bacteria. Por otra parte, se han observado epizootias naturales por el hongo Nomurea rileyi durante el mes de octubre, cuando prevalecen condiciones de humedad relativa mayor al 70% y temperaturas menores a 20 o C.

  • 40

    Control químico

    Muestreos y umbral de aplicación

    Las infestaciones del gusano soldado se presentan en manchones, por lo que es necesario realizar un muestreo cuidadoso para determinar donde y como controlar, este debe llevarse a cabo siguiendo el método para el gusano tabacalero. La aplicación de los insecticidas para el control de este insecto debe realizarse poco después que las larvas comienzan a dispersarse en la planta, ya que cuando se encuentran agrupadas por lo general se localizan en el envés de las hojas y protegidas, lo que dificulta que el insecticida entre en contacto con esta plaga. Las aplicaciones deben realizarse cuando en los muestreos se encuentre de 3 a 5% de cuadros dañados y se observen larvas en los cuadros y bellotas. Para asegurar una mayor cobertura se recomienda que en las aplicaciones aéreas se utilicen 30 ó más litros de agua por hectárea, y preferentemente se haga uso de un dispersante a la dosis que recomienda el fabricante.

    Aplicación de insecticidas

    Debido a los altos niveles de resistencia que ha desarrollado esta plaga en la región, causado principalmente por mecanismos no metabólicos, el manejo de la resistencia y el control de esta plaga con insecticidas convencionales es muy difícil, por lo que es necesario el uso de productos de diferentes grupos toxicológicos y de diferente modo de acción, como es el caso de Tebufenozide (regulador del crecimiento), Hexaflumurón (inhibidor de la quitina), Spinosad (activador de los receptores nicotínicos de la acetilcolina), Clorfenapyr (impide la fosforilación oxidativa en las mitocondrias) y Methoxyfenozide (simulador de ecdisona), los cuales representan una alternativa para el control de esta plaga en dosis de 80, 25, 60, 144 y 40 g I. A./ha, con resultados muy promisorios (Cuadros 8 y 9), además, es importante mencionar que estos productos pueden ser usados efectivamente en programas de manejo de la resistencia a

  • 41

    Cuadro 8. Larvas chicas de S. exigua por metro lineal de plantas en la evaluación de insecticidas en la Planicie Huasteca.

    Insecticida Dosis

    G I. A./ha

    ADA 3

    DDA 5

    DDA 7

    DDA 11

    DDA 16

    DDA Tebufenozide Methoxyfenozide Hexaflumurón Spinosad Clorfenapyr Clorpirifós Diflubenzurón B. thuringiensis Diclorvos + Triclorfón Testigo absoluto

    80 40 25 36 144 720 62.5 2000

    550+1600 -

    17.1 b 25.7 ab 24.6 ab 54.3 a 38.1 ab 36.0 ab 34.3 ab 36.5 ab 43.0 ab 36.6 ab

    3.1 b 2.2 b 18.8 ab 1.7 b 2.5 b 24.0 ab 11.3 ab 34.6 ab 14.7 ab 45.7 a

    5.8 bc 1.0 c 10.3 bc 1.0 c 0.3 c 29.3 a 8.7 bc 19.7 ab 10.5 bc 34.7 a

    1.2 d 0.6 d 6.8 cd 0.6 d 0.8 d 17.7 bc 3.6 cd 30.0 b 5.1 cd 51.8 a

    2.7 b 0.6 b 4.7 b 0.2 b 2.6 b 1.7 b 3.8 b 5.1 b 11.2 a 10.7 a

    0.8 b 0.1 b 12.2 a 0.0 b 0.0 b 0.6 b 2.0 b 4.2 b 3.0 b 12.6 a

    ADA: Antes de la aplicación DDA: Días después de la aplicación

    Valores con la misma letra son estadísticamente iguales (Tukey 0.05)

  • 42

    Cuadro 9. Larvas grandes de Spodoptera exigua por metro lineal de plantas en la evaluación de insecticidas en la Planicie Huasteca.

    Insecticida Dosis

    g I. A./ha

    ADA 3

    DDA 5

    DDA 7

    DDA 11

    DDA 16

    DDA Tebufenozide Methoxyfenozide Hexaflumurón Spinosad Clorfenapyr Clorpirifós Diflubenzurón B. thuringiensis Diclorvos + Triclorfón Testigo absoluto

    80 40 25 36

    144 720 62.5 2000

    550+1600 -

    17.1 b 25.7 ab 24.6 ab 54.3 a 38.1 ab 36.0 ab 34.3 ab 36.5 ab 43.0 ab 36.6 ab

    2.3 cd 0.3 d 10.8 bc 0.8 d 0.5 d 4.3 cd 20.6 a 15.5 ab 23.5 a 15.0 a

    2.5 c 0.10 c 1.8 c 0.3 c 2.2 c 6.2 bc 5.2 bc 20.1 a 21.6 a 14.2 b

    0.8 c 0.0 c 4.2 c 0.1 c 1.8 c 4.2 c 8.2 bc 9.1 bc 27.8 a 16.5 b

    3.7 cd 0.5 d 3.8 cd 0.2 d 3.3 cd 4.7 cd 4.2 cd 11.5 ab 7.7 bc 14.3 a

    0.1 b 0.0 b 1.5 ab 0.2 b 0.1 b 1.8 ab 1.5 ab 4.3 a 2.8 ab 4.6 a

    ADA: Antes de la aplicación DDA: Días después de la aplicación

    Valores con la misma letra son estadísticamente iguales (Tukey 0.05)

  • 43

    insecticidas (MRI) y de manejo integrado de plagas (MIP), debido a su modo de acción, selectividad y bajo impacto ambiental.

    Resistencia a insecticidas

    Una característica de esta plaga en la región ha sido la

    dificultad para su control debido a la falta de efectividad de los insecticidas convencionales (Cuadro 10), lo que muestra claros síntomas de resistencia; esto coincide con valores de proporción de resistencia (PR) en estudios de laboratorio de 32 750 X para endosulfán, 19 000 X para clorpirifós, 444 X para azinfós metílico, 640 X para metomil, 8 107 X para permetrina y más de 2 millones de X para deltametrina. Al mezclar los insecticidas con sinergistas para determinar la proporción de sinergismo (PS), se observa la importancia de los mecanismos metabólicos en la resistencia de esta plaga a los insecticidas convencionales; sin embargo, se muestra una fuerte tendencia a mecanismos no metabólicos, los cuales se consideran de mayor importancia, ya que no se lograron suprimir los altos niveles de resistencia (Cuadro 11).

  • 44

    Cuadro 10. Efectividad de insecticidas convencionales sobre larvas de gusano soldado S. exigua de la Planicie Huasteca.

    Insecticida

    Grupo Toxicológico

    Dosis g I. A./ha

    % Efectividad

    Clorpirifós Thiodicarb Sulprofós Profenofós Metomilo Betacyflutrin Fenpropatrin Endosulfán Paratión metílico Azinfós metílico Acefate Cipermetrina Ciflutrina Permetrina Deltametrina Esfenvalerato Cihalotrina

    FH-SE C- Misc. FC-SE FC-OE CA-MM

    Pirt Pirt

    Oc-cd FC-SM FH-SM FA-OM

    Pirt Pirt Pirt Pirt Pirt Pirt

    720 562.5 1080 1080 240

    18.75 187.5 537 720 350

    1125 80

    37.5 200 10

    49.5 28

    59.2 16.5 14.7 13.3 10.0 6.6 3.6 3.4 3.4 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

  • 45

    Cuadro 11. Proporción de resistencia y de sinergismo a insecticidas en gusano soldado Spodoptera exigua de la Planicie Huasteca.

    Insecticida

    Población

    DL 50

    (µg/µl)

    PR*

    PS**

    Endosulfán + But. Pip.

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.00004 1.31 0.69

    - 32750 X 17250 X

    -

    1.90 X Clorpirifós + but. Pip. + DEF

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.00002 0.38 0.10 0.10

    - 19000 X 5000 X 5000 X

    -

    3.8 X 3.8 X

    Azinfós metílico + but. Pip. + DEF

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.002 0.888 0.11 0.26

    - 444 X 55 X

    130 X

    -

    8.0 X 3.4 X

    Metomil + but. Pip.

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.001 0.64 0.08

    - 640 X 80 X

    -

    8.0 X permetrina + but. Pip. + DEF

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.00028 2.27 0.22 0.79

    - 8107 X 785 X 2821 X

    -

    10.3 X 2.8 X

    Deltametrina + but. Pip. + DEF

    EEUU(SS) Planicie Huasteca Planicie Huasteca Planicie Huasteca

    0.0000007 0.17

    0.004 0.03

    - 2428571 X

    57142 X 42857 X

    -

    42.5 X 5.6 X

  • 46

    LITERATURA CITADA

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  • Financiamiento:

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    ALGODONERO EN LA PLANICIE HUASTECA

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    891 ESTUDIO Y MANEJO DE PLAGAS DEL

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