instituto nacional de ecología y cambio climático - … · especies endémicas tomando en cuenta...

53
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático Comparación del desempeño de los escenarios de cambio climático actualizados basados en ECHAM y GFDL (IPCC 2013) con los anteriores A2 y B2 en la identificación de áreas de distribución de vertebrados terrestres endémicos en tres regiones del país Noviembre de 2014

Upload: vuonghuong

Post on 29-Sep-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático

Comparación del desempeño de los escenarios de cambio climático actualizados basados en ECHAM y GFDL (IPCC 2013) con los

anteriores A2 y B2 en la identificación de áreas de distribución de vertebrados terrestres endémicos en tres regiones del país

Noviembre de 2014

Directorio del INECC

Dra. María Amparo Martínez Arroyo Directora General

Dra. Ana Cecilia Conde Alvarez. Coordinadora General de Adaptación al

Cambio Climático

Dra. Margarita Caso Chávez Directora de Vulnerabilidad y Adaptación

Ecológica

Mtra. Luisa Alejandra Domínguez Álvarez Jefe de Departamento de Conservación de

Especies Vulnerables

Mtro. Erwin Martí Flores Jefe de Departamento de Adaptación al

Cambio Climático de las Especies y su

Hábitat

Directorio del Instituto de Biología

Dr. Víctor Sánchez Cordero Autor

Dra. Patricia Illoldi Rangel Autor

Dr. Miguel Linaje Autor

D. R. © Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático

Periférico Sur 5000. Col Insurgentes Cuicuilco C. P. 04530.

Delegación Coyoacán, México D. F. http://www.inecc.gob.mx

Contenido

1. Introducción ............................................................................................................... 5

1.1. Cambio climático y la diversidad biológica. ....................................................... 7

1.2. Problemática de los instrumentos de conservación frente al cambio. ............ 8

1.3. Dimensión climática en el diseño instrumentos de conservación ................. 10

1.4 Software usado para elaborar modelaciones y proyecciones. ........................ 12

1.5 Descripción de los Escenarios de cambio climático utilizados. ....................... 13

1.6. Ventajas y limitaciones ..................................................................................... 14

2. Antecedentes............................................................................................................ 15

2.1. Estudios previos ................................................................................................ 15

2.2. Método de trabajo ........................................................................................... 15

2.3. Descripción general de las regiones de trabajo. ............................................. 16

2.4. Especies de vertebrados terrestres usados en el estudio ............................... 18

Lista de especies de anfibios NOM ..................................................................... 18

Lista de especies de aves NOM ........................................................................... 20

Lista de especies de mamífero NOM .................................................................. 21

2.5. Descripción de los escenarios utilizados.......................................................... 22

2.6. Variables bioclimáticas utilizadas ............................................................. 25

3. Justificación .............................................................................................................. 27

4. Objetivos .................................................................................................................. 29

Principal.................................................................................................................... 29

Específicos ................................................................................................................ 30

5. Resultados

5. Literatura citada ........................................................................................................ 31

Resumen

México es un país de mega-diversidad, pero la deforestación y el cambio climático

amenazan su conservación. La pérdida de biodiversidad se ha inferido cuantificando la

deforestación de los principales tipos de vegetación, asociando pérdida de biodiversidad

con reducción de hábitat natural. Por otro lado, el calentamiento global actual está

provocando cambios en los regímenes climáticos que están repercutiendo en diferentes

aspectos de la biodiversidad, entre ellos la alteración de los rangos de distribución

geográfica de las especies. En este estudio se presentan posibles áreas de conservación para

especies endémicas tomando en cuenta los diferentes escenarios de cambio climático

existentes, además de un planteamiento de áreas prioritarias para la conservación actuales.

Para ello, se generaron modelos de nicho ecológico proyectado como distribuciones

potenciales de una muestra representativa de especies de vertebrados terrestres de México

enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2011. La distribución “actual” de cada especie se

estimó con base en la pérdida de los tipos de vegetación a los cuáles están asociadas,

evaluada a partir del mapa de uso de suelo y vegetación del INEGI (Serie 3). Asimismo, se

efectuaron proyecciones a escenarios climáticos A2 (escenario severo ó “pesimista”) y B2

(escenario conservador ó “no pesimista”) para los años 2050 y 2080, así como para los

escenarios ECHAM y el GFDL con dos horizontes, el futuro lejano y el futuro cercano con

el fin de anticipar su efecto en la distribución de los vertebrados terrestres seleccionados

.

Abstract

México is a mega diverse country, but deforestation and climate change are a threat to its

conservation. Deforestation has been quantified using the loss of the main vegetation

types, associated with the loss of biodiversity and natural habitat reduction. Global

warming has been changing climatic regimes that are impacting in different aspects of

biodiversity, for example alteration of geographic distribution ranges of species. In this

study we present possible conservation areas for endemic species, taking into account the

different climate change scenarios, and proposing priority sites for conservation

proposals. For this, ecological niche models were generated using a representative

sample of vertebrate species from Mexico, listed in the NOM-059-SEMARNAT-2011.

Actual species distribution is estimated taking into account the loss of the main

vegetation types, evaluated from the land use and vegetation map from INEGI (series 3).

Also, climate scenarios were projected to A2 and B2 scenarios for 2050 and 2080, and

also for the ECHAM and GFDL models, with two projections, near and far future in order

to anticipate its effects on the distribution of the selected species.

1. Introducción

El presente proyecto es la tercera parte de un esfuerzo a nivel nacional para poder

comprender el nivel de afectación que tiene sobre el país debido al cambio climático. El

estudio pretende conocer y analizar las modificaciones en la distribución de un grupo

selecto de especies de vertebrados endémicos a México como consecuencia del cambio

climático.

Además de la evaluación de los efectos del cambio climático, y de la misma forma que en

los estudios previos, se identificarán los sitios prioritarios de conservación para el grupo

de especies selectas.

1.1. Cambio climático y la diversidad biológica.

El cambio climático representa un reto para la conservación de la biodiversidad, pues

diversos modelos proyectan cambios en los patrones de las variables ambientales y con

ello se espera que también cambie la distribución de áreas usadas por muchas especies

(Williams et al., 2005). Para aquellas especies cuya distribución es restringida (endémicas

y microendémicas), se incrementará el riesgo de extinción, y algunas de hecho se

extinguirán por efecto directo del cambio climático (Pounds y Crump, 1990; Kiesecker et

al., 2001; Pounds, 2001).

Una de las consecuencias más importante del cambio climático es el posible

desplazamiento de los rangos de distribución de las especies y la dinámica ecológica como

consecuencia de las variaciones climáticas. Este proceso ha alertado sobre la posibilidad

de que las actuales extensiones destinadas a sostener la diversidad biológica podrían, en

el mediano plazo, dejar de cumplir la función protectora para la que fueron diseñadas

(Heller y Zavaleta, 2009). En ese sentido, las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) en

Méxicoson la más importante y efectiva herramienta de conservación de la biodiversidad,

y representan la estrategia central de integración de la conservación y el cambio

climático.

El cambio climático entonces se suma a las amenazas hacia la biodiversidad ya existentes

tales como el cambio de uso del suelo, la fragmentación de la cobertura vegetal original, y

en general la degradación ambiental. Durante el siglo pasado, la temperatura media

global de la superficie terrestre se ha incrementado en cerca de 10C (Meehl, et al., 2007).

A nivel de la fauna los impactos del cambio climático ocurren en muchos taxa, incluyendo

cambios en la fenología, la distribución de las especies y diversos parámetros

demográficos (Parmesan, 2006; Cleland, et al., 2007; Moritz et al., 2008). Durante el

siguiente siglo, la temperatura media global se podría incrementar hasta en 40C o tal vez

más, con un incremento en la frecuencia de eventos extremos tales como ondas de calor

o tormentas y en la frecuencia y extensión de sequías o incendios forestales (Meehl,

2007; Westerling& Bryant, 2008; Krawachuk eta al., 2009). Si la tasa de cambio excede a

la capacidad de respuesta biológica y en particular a la capacidad de las poblaciones de

especies para migrar o bien para ser capaces de tener las modificaciones necesarias para

sobrevivir, se tendrán consecuencias profundas en la distribución de las especies, la

estructura de las comunidades o la función de ecosistemas.

1.2. Problemática de los instrumentos de conservación frente al cambio.

Una de las herramientas más importantes dentro de la conservación de la biodiversidad

para estudiar los efectos del cambio climático, es la posibilidad de modelar la distribución

de diferentes especies en condiciones actuales y de cambio de las condiciones en relación

al clima, el suelo, y las diferentes variables ambientales (Edith y Leathwick, 2009). Esta

aproximación puede permitir conocer aquellas especies en riesgo debido al cambio

climático y las áreas geográficas donde pueden ocurrir más alteraciones en su

biodiversidad en términos de riqueza de especies y su composición (Thuiller et al., 2005;

Williams et al., 2005; Loarie et al., 2008; Franklin, 2010; Elith et al., 2011).

En algunos casos los modelos pueden indicar aquellas Áreas Protegidas que no son ya

capaces de mantener poblaciones viables de especies clave, posiblemente justamente

aquellas especies para las cuales fueron creadas dichas reservas (Araujo et al., 2004).

Aunque los modelos de distribución de especies cuentan con algunas limitaciones en

particular con respecto a la forma de evaluarse, los datos con los cuales son generados y

la preparación de los mismos (Guisan et al., 1998), los modelos de distribución han sido

de gran ayuda para conocer la distribución de las especies.

Por otra parte, la disminución o el desplazamiento geográfico de las áreas de distribución

de algunas especies pueden ayudar a identificar nuevos sitios prioritarios de conservación

(Loarie et al., 2008; Illoldi, 2012).

Es así que dada la confirmación del cambio climático como una de las principales

amenazas para la diversidad biológica (Kerr y Packer 1998; Buckley y Roughgarden, 2004;

Thomas, et al., 2004; Jetz et al., 2007; Malcolm et al., 2006; Moritz et al., 2008; Karsh y

MacIver, 2010; Rosenzweig et al., 2008; Beever y Belant, 2012), se ha hecho necesario

implementar diversas medidas de adaptación y mitigación a nivel internacional y local

(Cahill et al., 2012), desarrolladas a partir de diferentes análisis de vulnerabilidad con

métodos diversos.

En ese sentido los diversos esfuerzos de conservación se pueden enfocar, por ejemplo, en

aumentar la capacidad de protección de las diferentes Áreas Protegidas ya existentes, un

mejor manejo de las mismas y en general en implementar las medidas necesarias para

minimizar los efectos del cambio climático en la biodiversidad y en los servicios

ecosistémicos (Heller& Zavaleta, 2009; Lawler et al., 2010).

1.3. Dimensión climática en el diseño instrumentos de conservación

El uso de variables climáticas para modelar la distribución de las especies presenta dos

retos principales. El primero es que diferentes especies muestran respuestas distintas,

características a sí mismas. Aun y cuando es posible modelar de una manera precisa, y de

la misma forma si fuese posible modelar las respuestas biológicas de cada especie, se

vuelve extremadamente complejo el analizar e integrar las proyecciones para cientos o

miles de especies y poder distinguir de que manera ese cúmulo de información puede ser

utilizado, por sí solo, como una herramienta de conservación.

El segundo punto es que los modelos tienen cierto nivel de incertidumbre de manera que

se complica en algunas ocasiones su uso con fines de conservación.

Pueden existir diferentes tipos de incertidumbre asociados a la falta de conocimiento

acerca de la distribución actual de las especies, los mecanismos en si que causan dichas

distribuciones, las posibilidades de los cambios en el clima futuro, y por lo tanto el

proyectar la distribución de las especies a dichos escenarios futuros (Elith&Leathwick,

2009). Con todas estas consideraciones, el modelaje de la distribución de las especies es

una herramienta muy importante y efectiva para predecir los desplazamientos de las

distribuciones de múltiples especies aun y cuando se trate de taxa como aves o mariposas

(Kharouba et al., 2009; Tingley, 2009).

Por su parte, la planeación sistemática de la conservación (Margules&Pressey, 2000) se

practica ya de manera común alrededor del mundo tanto a niveles locales como

regionales o nacionales y en algunos casos es una práctica requerida u obligatoria en

tratados internacionales (Groves, 2003). El objetivo principal de esta estrategia es que las

sociedades tengan un plan para que dentro de su desarrollo urbano, de la conversión de

tierras a la agricultura, de la extracción de recursos, dentro del desarrollo de su

infraestructura y en otras actividades que modifiquen los patrones y procesos de

ecosistemas naturales se identifiquen aquellos sitios más importantes de ser

incorporados a planes de conservación de la biodiversidad y de hábitats críticos para la

sobrevivencia de distintas especies.

A medida que las emisiones de gases invernadero se han incrementado en la última

década (Raupach et al., 2007; LeQuere et al., 2009; Manning et al., 2010) existe la urgente

necesidad de desarrollar distintas herramientas para la conservación de la biodiversidad

de frente a la alteración del clima. Aunque los primeros esfuerzos de conservación se

enfocaron en el nivel específico, de comunidades o de ecosistemas, actualmente se trata

de incorporar procesos ecológicos y aun servicios ecosistémicos a dichos esfuerzos (Egoh

et al., 2007).

En adelante va ser fundamental establecer estrategias de conservación, en donde se

incorporen las proyecciones de CC.

1.4 Software usado para elaborar modelaciones y proyecciones.

La información contenida en la base de datos que se incluye en el estudio incluye

localidades de colecta desde hace poco menos de un siglo a la fecha y representa una de

las bases de datos más completa sobre los vertebrados terrestres de México. Las especies

de vertebrados terrestres, se seleccionaron bajo los siguientes criterios: (1) las especies

incluidas están en la lista de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2001), bajo

un status de riesgo, amenazada y/o en peligro de extinción, (2) que fueran endémicas a la

región y (3) que tuvieran más de 10 localidades de colecta. Las especies seleccionadas se

presentan en la Tabla1. Una de las bondades del algoritmo genético de cómputo MaxEnt,

es la posibilidad de modelar distribuciones de especies con un número relativamente bajo

de localidades, como es el caso de la mayoría de las especies endémicas de vertebrados

en México.

Los modelos (en formato ascii) generados a través del programa MaxEnt se exportarán

como matriz de datos, a fin de ser incorporados al programa ConsNet. En dicha matriz se

ubican, en las filas, el número total de celdas que contiene cada mapa, es decir, el área

total a partir de la cual se realizará la selección de sitios prioritarios, y en las columnas, los

valores de presencia y ausencia (con probabilidades) para cada una de las especies que se

utilizaron como estimadores, en este caso, las especies selectas de vertebrados en la

NOM. Por otro lado, se establecerán metas definidas de representación, es decir, el

mínimo número de veces que un estimador debe ser representado en las celdas

seleccionadas, el cual es calculado como un porcentaje del total del área de presencia de

la especie. Para el caso del presente análisis, se seleccionarán dos metas diferentes

debido a las características de las especies, es decir, por tratarse todas ellas de especies

endémicas e incluidas en la NOM. Al mismo tiempo, se puede seleccionar el área total

que se requiere conservar.

1.5 Descripción de los Escenarios de cambio climático utilizados.

Los escenarios de cambio climático se definen como una descripción consistente y

plausible de un posible estado climático futuro, basada en un conjunto, internamente

coherente, de relaciones climatológicas. (Moss, et al., 2010)

El objetivo principal de este proyecto se basa en una comparativa del desempeño de los

diferentes escenarios de cambio climático que se encuentran disponibles para México;

esto basados en la proyección de la distribución de especies de vertebrados terrestres

endémicos a cada una de las regiones de interés.

En el contexto de los escenarios de cambio climático, es importante ser congruentes con

las variables que se usaron en los escenarios A2 y B2 (2020, 2050 y 2080) del proyecto de

2012, esta congruencia se basa en tres consideraciones:

Usar las mismas variables para los tres tipos de escenarios:

A2 y B2;

RCPs 4.5 y 8.5 basados en ECHAM – GFDL;

RCPs 4.5 y 8.5 basados en REA.

Usar el mismo intervalo de tiempo para la integración de las variables, las

alternativas son:

Promedio diario,

Promedio mensual,

Promedio anual.

Usar los mismos valores de expresión de las variables:

A2 y B2, expresión de variable por definir,

RCPs 4.5 y 8.5 basados en ECHAM – GFDL, están expresados en

"valor total de la variable":

"promedio actual" + "incremento del escenario" = 30.79999 en su valor máximo

(GFDL - Lejano - RCP 8.5)

RCPs 4.5 y 8.5 basados en REA, expresados en "valor del cambio de

la variable":

"escenario climático" - "promedio actual" = 5.54 en su valor máximo

(Lejano - RCP 8.5)

Una vez que estén definidos los aspectos arriba enlistados, para cada uno de los tres

grupos de escenarios que contempla el proyecto, será posible hacer una comparativa en

términos de equivalencias, lo que nos permitirá estimar el desempeño de los escenarios

para la proyección de las especies de vertebrados terrestres que se enlistan más adelante.

1.6. Ventajas y limitaciones

Los escenarios de cambio climático no son pronósticos, sino que se construyen para ser

utilizados de forma explícita en la investigación de las consecuencias potenciales del

cambio climático antropogénico, y que sirve a menudo de insumo para las simulaciones

de los impactos. (Moss, et al., 2010)

2. Antecedentes

2.1. Estudios previos

Durante el año 2012, se llevó a cabo un estudio denominado “Identificación de áreas

prioritarias para la conservación y su conectividad bajo diferentes escenarios de cambio

climático: base para el diseño de áreas naturales protegidas” que se proyectaron en dos

regiones, El Altiplano y la Faja Transvolcánica a escenarios climáticos A2 (escenario severo

ó “pesimista”) y B2 (escenario conservador ó “no pesimista”) para los años 2020, 2050 y

2080, con el fin de anticipar su efecto en la distribución de los vertebrados terrestres

seleccionados. En el presente estudio se incluirá la Región de la planicie Costera del Golfo

de México y se llevará a cabo un análisis comparativo entre los escenarios utilizados

anteriormente A2 (escenario severo ó “pesimista”) y B2 (escenario conservador ó “no

pesimista”) y dos de los nuevos escenarios propuestos en septiembre del 2013 por el

IPCC, el modelo climático ECHAM y el GFDL con dos horizontes el futuro lejano y el futuro

cercano, a fin de conocer si existen diferencias en las potenciales áreas de distribución de

las especies.

2.2. Método de trabajo

La información contenida en la base de datos que se incluye en el estudio incluye

localidades de colecta desde hace poco menos de un siglo a la fecha y representa una de

las bases de datos más completa sobre los vertebrados terrestres de México. Las especies

de vertebrados terrestres se seleccionaron bajo los siguientes criterios: (1) las especies

incluidas están en la lista de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2011), bajo

un status de riesgo, amenazada y/o en peligro de extinción, (2) que fueran endémicas a

México y (3) que tuvieran más de 10 localidades de colecta. Una de las bondades de

utilizar MaxEnt, es la posibilidad de modelar distribuciones de especies con un número

relativamente bajo de localidades, como es el caso de la mayoría de las especies

endémicas que se modelan en este proyecto.

2.3. Descripción general de las regiones de trabajo.

Durante el año 2012, se llevó a cabo un estudio denominado “Identificación de áreas

prioritarias para la conservación y su conectividad bajo diferentes escenarios de cambio

climático: base para el diseño de áreas naturales protegidas”, en el que se proyectaron

en dos regiones -el Altiplano y la Faja Transvolcánica-, escenarios climáticos A2 (escenario

severo ó “pesimista”) y B2 (escenario conservador ó “no pesimista”), para los años 2020,

2050 y 2080, con el fin de anticipar su efecto en la distribución de los vertebrados

terrestres seleccionados. En el presente estudio se incluirá la Región de la planicie Costera

del Golfo de México y se llevará a cabo un análisis comparativo entre los escenarios

utilizados anteriormente A2 y B2 y dos de los nuevos escenarios propuestos en

septiembre del 2013 por el IPCC el modelo climático ECHAM y el GFDL con dos horizontes

el futuro lejano y el futuro cercano, a fin de conocer si existen diferencias en las

potenciales áreas de distribución de las especies.

Los planes nacionales de acción ante el cambio climático deben enfocarse al desarrollo de

actividades de mitigación de acuerdo con diferentes escenarios de cambio climático.

Dichos planes deben basarse en el principio precautorio y asegurar la funcionalidad y

conectividad, mediante corredores biológicos, de las áreas naturales protegidas ya

establecidas y, en dado caso, considerar la posibilidad de extender su cobertura e integrar

otros instrumentos de conservación que se encuentren próximos espacialmente, como es

el caso de las reservas comunitarias, las Áreas Naturales Protegidas Privadas, las

voluntarias, entre otras. Asimismo, como parte de una estrategia integral de conservación

es necesario decretar nuevas áreas naturales protegidas en áreas seleccionadas utilizando

criterios de cambio climático, esto con el fin de que a largo plazo se pueda proteger la

biodiversidad, conservar los ecosistemas más representativos, mantener la integridad

ecológica y la conectividad (Thomassen, et. al., 2010).

Una red de áreas naturales protegidas puede ser el mejor amortiguador del efecto del

cambio climático en la biodiversidad. Al respecto, una serie de recomendaciones han sido

sugeridas por diversos autores (Araujo & Rahbek, 2006).

Para diseñar una red de áreas naturales protegidas existe la necesidad de identificar los

hábitats críticos del futuro: ¿a dónde es probable que se muevan las especies?, ¿cambiará

la ruta de migración de algunas aves, mariposas, mamíferos o este fenómeno se

detendrá?, ¿el cambio de precipitación fomentará la creación de nuevos pantanos?, ¿el

aumento en el nivel del mar abrirá nuevos hábitats para el desarrollo de la biodiversidad?,

estas y otras preguntas se plantean y llevan a comparar el ahora y el después,

permitiendo ampliar los criterios de conservación in situ y ex situ y renovar el

pensamiento en cuanto a la planificación de la conservación.

Con base en lo antes mencionado, es evidente que los nuevos retos en materia de

conservación de la diversidad biológica ante el cambio climático implicarán el desarrollo

de metodologías para diseñar áreas naturales protegidas bajo diferentes escenarios,

debido a que el cambio climático podría provocar el desplazamiento de las especies e

incluso de los ecosistemas, de manera que en un futuro no muy lejano, podríamos

presenciar cómo el patrimonio natural que deseamos proteger “abandona” las áreas

destinadas para tal fin.

2.4. Especies de vertebrados terrestres usados en el estudio

A continuación se detalla la primera parte de la lista de especies que se utilizará en este

estudio, que corresponde la las especies presentes en la Región del Golfo de México. Las

listas de especies para las otras regiones se encuentran en el proyecto “Identificación de

áreas prioritarias para la conservación y su conectividad bajo diferentes escenarios de

cambio climático: base para el diseño de áreas naturales protegidas”

Lista de especies de anfibios NOM

Ambystoma amblycephalum

Bolitoglossa macrinii

Bolitoglossa platydactyla

Bolitoglossa veracrucis

Chiropterotriton arboreus

Chiropterotriton chiropterus

Chiropterotriton chondrostega

Chiropterotriton dimidiatus

Chiropterotriton lavae

Chiropterotriton mosaueri

Chiropterotriton multidentatus

Craugastor berkenbuschii

Duellmanohyla chamulae

Duellmanohyla ignicolor

Eleutherodactylus angustidigitorum

Eleutherodactylus dennisi

Eleutherodactylus dixoni

Eleutherodactylus megalotympa

Hyla plicata

Incilius cristatus

Lineatriton lineolus

Plectrohyla acanthodes

Pseudoeurycea altamontana

Pseudoeurycea belli

Pseudoeurycea cochranae

Pseudoeurycea firscheini

Pseudoeurycea gadovi

Pseudoeurycea juarezi

Pseudoeurycea leprosa

Pseudoeurycea melanomolga

Pseudoeurycea nigromaculata

Pseudoeurycea praecellens

Pseudoeurycea scandens

Pseudoeurycea smithi

Pseudoeurycea unguidentis

Pseudoeurycea werleri

Rana brownorum

Rana johni

Rana montezumae

Rana pueblae

Rana pustulosa

Rana sierramadrensis

Rana tlaloci

Thorius dubitus

Thorius macdougalli

Thorius narisovalis

Thorius pennatulus

Thorius pulmonaris

Thorius schmidti

Thorius spilogaster

Thorius troglodytes

Lista de especies de aves NOM

Aimophila notosticta

Amazona finschi

Campylopterus excellens

Cyanolyca mirabilis

Cyanolyca nana

Dendrortyx barbatus

Dendrortyx macroura

Doricha eliza

Eupherusa poliocerca

Geothlypis speciosa

Geotrygon carrikeri

Glaucidium sanchezi

Hylorchilus sumichrasti

Vireo nelsoni

Lista de especies de mamífero NOM

Cryptotis magna

Dipodomys phillipsii

Geomys tropicalis

Lepus flavigularis

Megasorex gigas

Microtus oaxacensis

Microtus quasiater

Microtus umbrosus

Orthogeomys lanius

Peromyscus bullatus

Peromyscus mekisturus

Peromyscus zarhynchus

Procyon insularis

Rheomys mexicanus

Romerolagus diazi

Sciurus oculatus

Sorex macrodon

Sorexs clateri

Sorexs tizodon

Spilogale pygmaea

Sylvilagus insonus

Tylomys bullaris

Tylomys tumbalensis

2.5. Descripción de los escenarios utilizados

Proyecciones de las especies de vertebrados endémicas seleccionadas bajo escenarios de

cambio climático.

Los modelos de distribución potencial de las especies de vertebrados endémicas

seleccionadas serán proyectados a condiciones actuales, y a los años 2020, 2050 y 2080,

usando el escenario de cambio climático del Intergovernmental Panel on Climate Change

(IPCC) SRES A2 y B2 del Canadian Centre for Climate Modelling Analyst (CGCM2)

(http://ipcc-ddc.cru.uea.ac.uk/sres/cgcm2_download.html). El IPCC cuenta con un grupo

de modelos de escenarios de cambio climático, llamado Specia Reporton Emisión

Scenarios (SRES). Estos escenarios cubren una amplia gama de factores responsables de

las futuras emisiones que van desde aspectos demográficos (i.e., crecimiento poblacional

humano) hasta desarrollo tecnológico y económico. En particular, el escenario A2

considera un crecimiento poblacional humanos a 15 billones para el año 2100, con un

crecimiento económico y tecnológico modesto. El escenario considera emisiones de gases

de efecto invernadero (“greenhouse gases”, GHG) un poco más bajas a las consideradas

en el escenario IS92, así como emisiones más bajas de aerosoles que la del modelo

previo; esto resulta en una respuesta de calentamiento relativamente similar al escenario

de IS92 (IPCC, 2001). Por su parte, el escenario B2 también se caracteriza por un nivel más

alto de educación y conciencia ambiental, pero con desarrollo diferenciado a nivel

regional. Existe un mayor desarrollo en las tecnologías de transporte y planeación urbana,

lo que permite menor uso de autos particulares. Esto se traduce en una menor presión a

los recursos naturales, pero no es homogéneo en todo el mundo.

Selección de sitios prioritarios de conservación en escenarios de distribución actual y de

cambio climático de las especies seleccionadas

Una aproximación al problema de la conservación de áreas son las técnicas de

priorización de sitios. La meta de la priorización de sitios dentro de la biología de la

conservación consiste en ordenar una serie de lugares con base en el contenido de la

biodiversidad presente (Marguleset al. 1988; Margules&Pressey 2000; Sarkar 2002;

Sarkar&Margules 2002; Sarkar 2004b). Al ser casi imposible lograr conservar toda la

biodiversidad en cualquier escala, las medidas de conservación generalmente se enfocan

en escoger algunos aspectos de un ecosistema que funcionen como “estimadores”

(surrogates) de la manera más eficiente posible y, a partir de ellos, priorizar los lugares

(Margules&Pressey 2000; Garsonet al. 2002; Kelleyet al. 2002; Sarkar&Margules 2002).

Estos sitios deben ser priorizados antes de seleccionar áreas en las cuales se lleve a cabo

cualquier acción de conservación (Margules&Pressey 2000; Sarkar&Margules 2002).

Bajo estos supuestos, si una región se divide en áreas más pequeñas, los algoritmos

ordenan dichos lugares en función de su contenido de biodiversidad. Los algoritmos

usualmente suponen que se ha establecido una determinada meta, ya sea (1) que se trate

de una adecuada representación de cada estimador, esto es, el número de sitios

seleccionados en los cuales tal estimador deberá estar presente; (2) que se alcance la

máxima área permitida; (3) que se logre el máximo costo permitido de un determinado

conjunto de áreas de conservación (Sarkaret al. 2002). La finalidad del algoritmo es

alcanzar la meta establecida de manera eficiente estableciendo la menor cantidad de

sitios posibles, que en conjunto alcancen la meta de conservación (Sarkaret al. 2002;

Sánchez-Cordero et al. 2005).

Uno de dichos algoritmos se encuentra en el programa ConsNet v2.2. ConsNet

implementa un algoritmo de selección controlada jerárquicamente, basado en rareza y

complementaridad y utiliza un procedimiento iterativo que selecciona lugares con base

en el criterio de rareza; en caso de existir conflictos entre celdas con estimadores de

rareza iguales, el algoritmo utiliza el criterio de complementariedad (i.e. selecciona la

celda que contenga la mayor cantidad de estimadores que todavía no han sido

representados de acuerdo con la meta establecida). Si a pesar de esto aún existen

conflictos, ConsNet opcionalmente utiliza adyacencia (se prefieren celdas adyacentes a

celdas previamente seleccionadas) y finalmente selecciona celdas de manera azarosa

(Kelleyet al. 2002; Sarkaret al. 2002). Típicamente, se utilizan dos tipos de metas: (i) un

nivel de representación para la cobertura esperada de cada uno de los estimadores (i.e. el

número promedio o esperado de ocurrencias de las especies utilizadas) dentro de un área

de conservación; y (ii) conjuntar dicha representación con el área máxima que puede ser

conservada (Sarkar 2004b).

2.6. Variables bioclimáticas utilizadas

Se utilizarán 19 variables ambientales a resolución de 0.01º x 0.01º, derivados de

WorldClim (http://www.worldclim.org/), que resumen las condiciones de clima y

topografía del país para modelar el nicho ecológico de las especies de vertebrados

endémicos. Para generar los modelos de distribución actual, se considera el hábitat

natural remanente dentro de la proyección de la distribución potencial, con base en la

Serie III del INEGI (www.inegi.gob.mx); es decir, las áreas que solamente contengan

hábitat natural remanente dentro de la distribución potencial, se considera como la

distribución actual de las especies. Es decir, el modelo de distribución actual supone que

los hábitat transformados en agro-sistemas y asentamientos humanos, son inadecuados

para la presencia a largo plazo de la especie (Sánchez-Cordero et al., 2004, 2005).

Las variables climáticas incluidas son: Temperatura promedio anual (°C), Oscilación diurna

de la temperatura (°C), Isotermalidad (°C), Temperatura máxima promedio del periodo

más cálido (°C), Temperatura mínima promedio del periodo más frío (°C), Temperatura

promedio del cuatrimestre más lluvioso (°C), Temperatura promedio del cuatrimestre más

seco (°C), Precipitación anual (mm), Precipitación del periodo más lluvioso (mm),

Precipitación del periodo más seco (mm), Estacionalidad de la precipitación, con un

tamaño de pixel de 0.01° (1 kilometro de resolución), de la base de datos del UnitedStates

Geological Service (http://edcdaac.usgs.gov/gtopo30/hydro/), dando un total de 19

variables ambientales.

Distribución de especies bajo escenarios de cambio climático A2 y B2

Las distribuciones de las especies endémicas de vertebrados terrestres seleccionadas

serán proyectadas en cuatro periodos de tiempo (actual, 2020, 2050 y 2080). Para cada

especie, se generan 7 modelos: uno para la distribución potencia/actual; dos (A2, B2) para

el escenario de cambio climático 2020, dos (A2, B2) para el de 2050 y, dos (A2, B2) para el

de 2080, respectivamente.

Selección de sitios prioritarios de conservación de las especies seleccionadas bajo

escenario de distribución actual y de cambio climático.

Los modelos (en formato ascii) generados a través del programa Maxent se exportan

como matriz de datos, a fin de ser incorporados al programa ConsNet. En dicha matriz se

ubican, en las filas, el número total de celdas que contiene cada mapa, es decir, el área

total a partir de la cual se realizará la selección de sitios prioritarios, y en las columnas, los

valores de presencia y ausencia (como probabilidades) para cada una de las especies que

se utilizaron como estimadores, en este caso, las especies selectas de vertebrados en la

NOM. Por otro lado, se pueden establecer metas definida de representación, es decir, el

mínimo número de veces que un estimador debe ser representado en las celdas

seleccionadas. Para el caso del presente análisis, se estima como meta el 10% de la

distribución potencial de cada una de las especies endémicas.

2.7. Software utilizado

La información contenida en la base de datos que se incluye en el estudio incluye

localidades de colecta desde hace poco menos de un siglo a la fecha y representa una de

las bases de datos más completa sobre los vertebrados terrestres de México. Las especies

de vertebrados terrestres, se seleccionaron bajo los siguientes criterios: (1) las especies

incluidas están en la lista de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2001), bajo

un status de riesgo, amenazada y/o en peligro de extinción, (2) que fueran endémicas a la

región y (3) que tuvieran más de 10 localidades de colecta. Las especies seleccionadas se

presentan en la Tabla1. Una de las bondades del algoritmo genético de cómputo MaxEnt,

es la posibilidad de modelar distribuciones de especies con un número relativamente bajo

de localidades, como es el caso de la mayoría de las especies endémicas de vertebrados

en México.

Los modelos (en formato ascii) generados a través del programa MaxEnt se exportarán

como matriz de datos, a fin de ser incorporados al programa ConsNet. En dicha matriz se

ubican, en las filas, el número total de celdas que contiene cada mapa, es decir, el área

total a partir de la cual se realizará la selección de sitios prioritarios, y en las columnas, los

valores de presencia y ausencia (con probabilidades) para cada una de las especies que se

utilizaron como estimadores, en este caso, las especies selectas de vertebrados en la

NOM. Por otro lado, se establecerán metas definidas de representación, es decir, el

mínimo número de veces que un estimador debe ser representado en las celdas

seleccionadas, el cual es calculado como un porcentaje del total del área de presencia de

la especie. Para el caso del presente análisis, se seleccionarán dos metas diferentes

debido a las características de las especies, es decir, por tratarse todas ellas de especies

endémicas e incluidas en la NOM. Al mismo tiempo, se puede seleccionar el área total

que se requiere conservar.

3. Justificación

Durante el año 2012, se llevó a cabo un estudio denominado “Identificación de áreas

prioritarias para la conservación y su conectividad bajo diferentes escenarios de cambio

climático: base para el diseño de áreas naturales protegidas”, en el que se proyectaron

en dos regiones -el Altiplano y la Faja Transvolcánica-, escenarios climáticos A2 (escenario

severo ó “pesimista”) y B2 (escenario conservador ó “no pesimista”), para los años 2020,

2050 y 2080, con el fin de anticipar su efecto en la distribución de los vertebrados

terrestres seleccionados. En el presente estudio se incluirá la Región de la planicie Costera

del Golfo de México y se llevará a cabo un análisis comparativo entre los escenarios

utilizados anteriormente A2 y B2 y dos de los nuevos escenarios propuestos en

septiembre del 2013 por el IPCC el modelo climático ECHAM y el GFDL con dos horizontes

el futuro lejano y el futuro cercano, a fin de conocer si existen diferencias en las

potenciales áreas de distribución de las especies.

Los planes nacionales de acción ante el cambio climático deben enfocarse al desarrollo de

actividades de mitigación de acuerdo con diferentes escenarios de cambio climático.

Dichos planes deben basarse en el principio precautorio y asegurar la funcionalidad y

conectividad, mediante corredores biológicos, de las áreas naturales protegidas ya

establecidas y, en dado caso, considerar la posibilidad de extender su cobertura e integrar

otros instrumentos de conservación que se encuentren próximos espacialmente, como es

el caso de las reservas comunitarias, las Áreas Naturales Protegidas Privadas, las

voluntarias, entre otras. Asimismo, como parte de una estrategia integral de conservación

es necesario decretar nuevas áreas naturales protegidas en áreas seleccionadas utilizando

criterios de cambio climático, esto con el fin de que a largo plazo se pueda proteger la

biodiversidad, conservar los ecosistemas más representativos, mantener la integridad

ecológica y la conectividad (Thomassen, et. al., 2010).

Una red de áreas naturales protegidas puede ser el mejor amortiguador del efecto del

cambio climático en la biodiversidad. Al respecto, una serie de recomendaciones han sido

sugeridas por diversos autores (Araujo & Rahbek, 2006).

Para diseñar una red de áreas naturales protegidas existe la necesidad de identificar los

hábitats críticos del futuro: ¿a dónde es probable que se muevan las especies?, ¿cambiará

la ruta de migración de algunas aves, mariposas, mamíferos o este fenómeno se

detendrá?, ¿el cambio de precipitación fomentará la creación de nuevos pantanos?, ¿el

aumento en el nivel del mar abrirá nuevos hábitats para el desarrollo de la biodiversidad?,

estas y otras preguntas se plantean y llevan a comparar el ahora y el después,

permitiendo ampliar los criterios de conservación in situ y ex situ y renovar el

pensamiento en cuanto a la planificación de la conservación.

Con base en lo antes mencionado, es evidente que los nuevos retos en materia de

conservación de la diversidad biológica ante el cambio climático implicarán el desarrollo

de metodologías para diseñar áreas naturales protegidas bajo diferentes escenarios,

debido a que el cambio climático podría provocar el desplazamiento de las especies e

incluso de los ecosistemas, de manera que en un futuro no muy lejano, podríamos

presenciar cómo el patrimonio natural que deseamos proteger “abandona” las áreas

destinadas para tal fin.

4. Objetivos

Principal

Utilizar los nuevos escenarios de cambio climático para México (ECHAM y el GFDL, IPCC

2013) a dos horizontes, el futuro lejano y el futuro cercano para Modelado de Nicho

Ecológico (MNE) con la finalidad de identificar áreas prioritarias para la conservación de

vertebrados terrestres endémicos y su conectividad en tres áreas de México, Altiplano

México, Faja Volcánica Transmexicana y Planicie costera del Golfo de México y comparar

estas áreas con las identificadas en el estudio “Identificación de áreas prioritarias para la

conservación y su conectividad bajo diferentes escenarios de cambio climático: base para

el diseño de áreas naturales protegidas” del 2012 con la finalidad de conocer si existen

diferencias significativas.

Específicos

Usar especies de vertebrados listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, que sean

endémicas a las regiones en estudio y que tengan más de 10 registros de colecta.

Usar para la proyección del nicho ecológico los escenarios ECHAM, el GFDL y ponderados

(REA) con dos horizontes, el futuro lejano y el futuro cercano.

Identificar las áreas naturales protegidas (ANP) decretadas en cada una de las regiones de

interés. (Mapa 1).

Identificar, en las tres regiones, las áreas que pueden ser de interés para la conservación

con base en las modelaciones del nicho y sus proyecciones a futuro utilizando los

escenarios ECHAM, el GFDL y ponderados (REA) con dos horizontes, el futuro lejano y el

futuro cercano.

Comparar las áreas de interés para la conservación identificadas en las proyecciones

resultado del uso de los escenarios ECHAM, GFDL y ponderados (REA) con dos horizontes,

el futuro lejano y el futuro cercano con las áreas de interés para la conservación que

resultaron de los anteriores escenarios A2 y B2. (Estos resultados serán proporcionados

por la Dirección de Conservación de los Ecosistemas)

Identificar áreas de conectividad biológica entre las regiones incluidas en este estudio y

entre las ANP decretadas utilizando los escenarios ECHAM, GFDL y ponderados (REA) con

dos horizontes, el futuro lejano y el futuro cercano.

5. Resultados

Descripción de resultados, de las proyecciones de la distribución de

vertebrados terrestres en la Planicie Costera del Golfo de México

utilizando los escenarios A2 y B2

Se modelaron las distribuciones de 245 especies endémicas de vertebrados terrestres en

total, 77 para el Altiplano Mexicano y 88 para la Faja Transvolcánica (FVT) y 88 para la

Planicie del Golfo de México proyectadas como distribuciones potenciales. La

metodología usada se describe en detalle en el texto de abajo.

Se asume que el número total de especies de vertebrados incluidas en el estudio

es una muestra representativa de los vertebrados endémicos por los motivos enlistados

a continuación. Se seleccionó a este grupo de especies endémicas de vertebrados

porque (1) la literatura científica propone que los vertebrados terrestres son un grupo

representativo e indicativo (biodiversity surrogates) de diversidad biológica, por lo que

las inferencias sobre impacto de deforestación y cambio climático puede extrapolarse a

otros grupos biológicos; (2) es uno de los grupos mejor conocidos desde el punto de

vista biológico, por lo que las inferencias sobre posibilidades de dispersión en escenarios

de cambio climáticos, pueden ser mejor sustentados, (3) reflejan un espectro

representativo de especies endémicas donde se incluyen aquellas de distribución amplia

y restringida, con distribución en elevaciones bajas y altas, por lo que los análisis del

impacto del cambio climático sobre la distribución de especies, incluye un espectro más

amplio de heterogeneidad ambiental en el conjunto de distribuciones de las especies

endémicas selectas y, (4) se descartaron las especies endémicas que mostraron 10 ó

menos localidades, pues MaxEnt es sensible a un tamaño bajo de muestra.

Escenarios del impacto del cambio climático en la distribución de especies endémicas.

En el caso del impacto del cambio climático, la región del Altiplano fue la que mostró la

mayor reducción del área de distribución, tanto en los escenarios de A2 y B2. Estos

resultados sugieren una tendencia hacia un mayor cambio de reducción en la

distribución en las especies que se distribuyen en el Altiplano de México, en tanto, las

menores reducciones de distribución se observaron en las especies que se distribuyen

en la FVT.

Ante la creciente deforestación en la FVT, se ha propuesto establecer una red de áreas

prioritarias de conservación que conecte las áreas naturales protegidas decretadas; de

esta manera, se puede proponer una red de áreas prioritarias de conservación que, por

un lado, minimice el área a conservar y, por otro, maximice la inclusión de biodiversidad

(Margules & Sarkar 2006).

Esta región de alta diversidad biológica en México, cuenta con un alto número de áreas

naturales protegidas decretadas, aunque la mayoría tiene un área demasiado pequeña

para garantizar la conservación de dicha biodiversidad. Ante esto, es necesario

establecer una red de áreas prioritarias de conservación que conecte las áreas naturales

protegidas decretadas por corredores de hábitat natural remanente.

El estudio actual, que considera especies de vertebrados terrestres endémicos, involucró

el modelado del nicho ecológico de éstas. Consecuentemente, esta información puede

servir de base para efectuar un estudio complementario incluyendo un mayor número

de especies. Más aún, la recomendación es incluir un mayor número de taxones de flora

y fauna para tener una mejor representación de la biodiversidad de esta región (Trevon

et al., 2006).

Descripción y modelos de las proyecciones de la distribución de vertebrados

terrestres de las tres regiones del país seleccionadas (Altiplano, Faja Volcánica

Transmexicana (FVT) y Planicie Costera del Golfo de México) la distribución del

nicho ecológico de las especies seleccionadas al futuro cercano y futuro lejano

usando escenarios ECHAM, GFDL y ponderados (REA).

Los sitios prioritarios de conservación, al considerar las distribuciones actuales se

generaron incluyendo al menos el 10% del área de distribución de cada especie

seleccionada para este análisis.

Los enfoques que se centran en objetivos distintos de los de la conservación de la

biodiversidad han llevado a que los sistemas de áreas para la conservación tengan una

representación muy desigual de la diversidad biológica; estos sistemas sufren de falta de

representatividad: no protegen todos los estimadores de la biodiversidad

adecuadamente.

Obviamente, la representatividad por sí misma, es insuficiente. La planeación de la

conservación también busca asegurar que los estimadores de la biodiversidad, que se

encuentran en las áreas para la conservación, persistan en el futuro. El pronóstico para

muchas áreas puede ser poco prometedor, ya sea por las amenazas antropogénicas

(explotación de recursos, desarrollo, etc.), o por factores biológicos y ambientales

(competencia de otras especies, cambio climático, etc.)

Las áreas para la conservación deben complementarse entre sí en términos de los

rasgos que contienen, las especies, comunidades, hábitat, etc. Cada área para la

conservación debe ser lo más diferente posible de otras, hasta que todas las

“diferencias”, distintas especies, comunidades, hábitats, etc., están adecuadamente

representadas.

La complementariedad se puede definir de manera precisa de diversas formas. La

más simple es la siguiente: un área tiene mayor valor de complementariedad que otra, si

contiene más estimadores para los que aún no se ha cubierto la meta de representación

asignada, en un sistema de áreas para la conservación. Los valores de

complementariedad, a diferencia de las medidas tradicionales de diversidad beta, deben

ser actualizadas mediante iteraciones, durante el proceso de construcción de áreas

seleccionadas.

Otro de los criterios que se utilizan para la selección de sitios prioritarios es la

rareza definida por el área de distribución, en especial junto con el uso de la

complementariedad, ya que permite la incorporación de especies endémicas en los

procedimientos de selección, cuando se utilizan metas de superficie total a conservar.

La complementariedad y la rareza son las reglas más importantes en la selección

de áreas para ser incluidas en los sistemas de conservación. Otra regla utilizada es la de la

adyacencia, la cual da preferencia a las áreas adyacentes a las que ya están incluidas en el

sistema propuesto de áreas para conservación, sobre las que no lo están. El efecto es

lograr áreas de conservación de mayor tamaño, con conectividad entre las mismas lo que

puede ser importante si las unidades de planeación utilizadas son pequeñas y, por lo

tanto, con alta probabilidad de contener poblaciones de especies que pueden no persistir

a largo plazo.

Mapas de las áreas prioritarias para la conservación y de las propuestas para la

conectividad.

Mapas resaltando las diferencias, en caso de existir, entre los nuevos escenarios de

Cambio climático y los anteriores.

Discusión

Análisis de lo observado en los mapas de la sección resultados.

En Veracruz confluyen cuatro provincias biogeográficas. La más extensa, cubriendo

aproximadamente el 80 % de la superficie total del estado, es la del Golfo de México que

abarca las zonas bajas de la Planicie Costera. En la parte central confluyen el sur de la

provincia de la Sierra Madre Oriental, el norte de la Sierra Madre del Sur y el extremo

oeste del Eje Neovolcánico Transversal (Morrone, 2001; Morrone, et al., 2002; Morrone,

2005).

Entre los grupos de fauna que han sido más estudiados por su respuesta rápida al CC

están las aves (Crick 2004, Sekercioglu et al. 2008). La gran cantidad de estudios se debe a

que, comparado con otros grupos biológicos, se ha acumulado gran cantidad de

conocimiento sobre ellas en los últimos 300 años. Entre estos aspectos están sus periodos

de migración y anidación, sus tamaños poblacionales, la distancia que migran y su

distribución (e. g., Crick 2004, Parmesan 2006, Peterson et al. 2010). Las aves pueden ser

usadas en la evaluación de los efectos de cambios de la calidad de su hábitat debido a los

cambios en los patrones de temperatura y precipitación (Bock y Zach 2004), pues

permiten monitorear el efecto del CC en ecosistemas naturales o con influencia humana.

Si las aves son perturbadas negativamente por el CC, esto afectará a los humanos, directa

o indirectamente debido a que las aves son proveedoras de servicios ecosistémicos tales

como la polinización, dispersión de semillas, control de plagas, entre otros. Por ejemplo,

se ha calculado que las aves que consumen néctar polinizan cerca del 15% de las plantas

en muchos sitios, y que las aves que consumen insectos pueden controlar entre el 20 y

70% de las poblaciones de invertebrados y reducir hasta en 10% las plagas de cultivos

(Sekercioglu 2006).

Anfibios. Veracruz, es la tercera entidad de la República con mayor riqueza de especies de

anfibios, sólo superado por Oaxaca y Chiapas (Flores-Villela y Canseco- Márquez, 2004). A

pesar de su gran riqueza, los anfibios son, quizá, el grupo de vertebrados menos conocido

desde el punto de vista biológico y ecológico debido, en parte, a sus peculiares hábitos y a

que, comparativamente, existen menos estudiosos de este grupo a nivel nacional e

internacional.

Por otro lado, en los últimos años los científicos y conservacionistas han alertado sobre

los problemas de conservación que enfrentan los anfibios en diversas regiones del

planeta. Estos problemas están relacionados principalmente con la pérdida de su hábitat,

la incidencia de enfermedades infecciosas, el calentamiento global y la contaminación. En

México, por ejemplo, se estima que poco más de la mitad de las especies registradas

(372) están amenazadas o con problemas de conservación (Young et al., 2004). Una

porción importante de esas especies se distribuye exclusivamente en Veracruz.

El estado se ha dividido en tres regiones que coinciden con los distritos faunísticos para

reptiles y mamíferos. La región norte, abarca desde el extremo norte del estado hasta el

paralelo 20º 00’, que corresponde al 34 % de la superficie del estado. El centro de

Veracruz, abarca desde el límite meridional de la zona norte hasta el meridiano 95°30' (36

% de la superficie del estado). Finalmente el sur se extiende desde el extremo sur de la

entidad hasta el meridiano 95°30', y corresponde al 30 % de la superficie del estado

(Pelcastre y Flores-Villela, 1992).

La región con mayor número de especies de anfibios es el centro, con 77 especies (80.2

%), donde las salamandras son más y le siguen los anuros.

Por otro lado, en la región sur se han registrado 46 especies (47.9 %) y en la norte 24

especies (25 %). Algunas especies son exclusivas de la porción norte, por ejemplo Siren

intermedia, Notophthalmus meridionalis, Chiropterotriton terrestris, Lithobates

catesbeianus e Hyla arenicolor.

Reptiles. Veracruz se considera uno de los estados más importantes para el sostenimiento

de la diversidad de reptiles en el país. Esto se debe, principalmente, a la gran variedad de

climas y suelos que posee y al hecho de estar representados casi todos los tipos de

vegetación que existen en México. Además, comparte con el estado de Puebla la

montaña más alta que ocurre en el país, el Pico de Orizaba, por lo cual la diversidad de

ecosistemas y por ende de reptiles, se distribuyen desde el nivel del mar hasta cerca de

los 4 000 msnm. En el estado han sido consideradas como áreas importantes de

endemismos, el norte del Golfo de México, que comprende de los 0 a los 3 500 msnm.

Otra área es el centro de Veracruz, que comprende desde Misantla hasta la altura de

Texistepec y va de los 0 a los 5 610 metros de altitud, donde se incluye el Pico de Orizaba.

Se ha considerado también importante el sur de Veracruz, que abarca la costa sur del

Golfo de México, desde Alvarado hasta Cárdenas, Tabasco, con altitudes de los 0 a los 2

000 msnm. Aquí se incluyen Los Tuxtlas, Laguna del Ostión y humedales del Papaloapan.

Al parecer, las zonas con mayor riqueza de reptiles en Veracruz se sitúan en las porciones

centro y sur del estado. Sin embargo, es probable que esta riqueza esté asociada con el

número de colectas o estudios realizados en cada región. Por ejemplo, uno de los sitios

considerados de alta diversidad es la región de Los Tuxtlas, que coincidentemente es

también una de las zonas más estudiadas y conocidas del estado en cuanto a reptiles se

refiere (Pérez-Higareda et al., 2007).

De todas las áreas encontradas por el análisis, sólo tres poseen porcentajes de cobertura

vegetal que, de acuerdo con la cartografía, tienen 60 % o más de la vegetación original:

Río Blanco-Ciudad Mendoza (61 % de su vegetación conservada), Los Tuxtlas (64 %), La

Chinantla (87 %) y Las Choapas (94 %). Todas estas áreas están ubicadas del centro del

estado hacia el sur. De éstas sólo dos caen en Áreas Naturales Protegidas (ANP’s); Los

Tuxtlas, la cual abarca la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas e incluye a la Estación de

Biología Tropical de Los Tuxtlas de la UNAM. La otra es el Parque Nacional Cañón de Río

Blanco. Dos ANP’s más tienen sus límites colindantes con dos de las áreas de endemismo

encontradas en este estudio, son los parques nacionales, Cofre de Perote y Pico de

Orizaba.

El conocimiento de la herpetofauna de la región de Los Tuxtlas nos permite afirmar que

es una zona con alto endemismo (Vogt et al., 1997) y con una gran riqueza biológica

(véase González Soriano et al., 1997).

Esfuerzos para la conservación. Una de las mejores estrategias para la conservación de los

recursos es la creación de espacios naturales protegidos. El estado de Veracruz, cuenta

actualmente con 62 zonas de conservación, en diversas categorías, 14 decretadas por la

federación, nueve sitios Ramsar, 17 decretadas por el gobierno estatal y 22 áreas privadas

de conservación. El conocimiento de reptiles en estas áreas es limitado, si bien puede

decirse que existen listados en los pocos planes de manejo publicados de las áreas por la

Coordinación General de Medio Ambiente a través de la Secretaría de Desarrollo Social y

medio Ambiente de Gobierno del Estado de Veracruz, esa información debe ser tomada

con reserva debido a que la mayoría de estos programas hace mención a la diversidad de

reptiles, aunque de forma potencial. Está bien documentado que los anfibios y los

reptiles, especialmente los primeros, son vulnerables a la fragmentación debido al cambio

de uso de suelo, contaminación, introducción de especies exóticas, entre otros factores

(Pough et al., 1998; Price et al., 2000; Gibbons et al., 2000). Además, estos factores

pueden actuar de manera sinérgica con el cambio climático global, lo cual podría

ocasionar la extinción local de muchas poblaciones, poner en peligro la viabilidad de las

poblaciones, con su consecuente desaparición (Jiang y Morin, 2004). Para poder sugerir el

establecimiento de áreas protegidas en zonas poco perturbadas, sería necesario

documentar la existencia de las especies clave a proteger adecuadamente y poder

proponer medidas de conservación.

Además, es absolutamente imprescindible hacer inventarios y monitoreos de las especies,

registrando las que no se encuentran (y que deberían estar) en localidades que tienen

alto endemismo y riqueza histórica, como las que se han encontrado en el presente

análisis. Incluso en las áreas de baja y media vulnerabilidad para poder establecer su

viabilidad y su estatus en la conservación en el largo plazo.

El estado de Veracruz tiene muchas zonas biológicamente importantes en donde habita

una gran cantidad de especies endémicas de anfibios y reptiles.

Desafortunadamente, la mayoría de estas áreas presentan una alta vulnerabilidad, debido

a que presenta pérdida de su cobertura vegetal mayor al 75 %, tendencias de crecimiento

poblacional elevado y, por lo tanto, altas amenazas de una fragmentación mayor.

Aves. Veracruz es uno de los estados con mayor diversidad de aves del país, con 717

especies. Además de tener una gran diversidad, el estado es de vital importancia para la

conservación de las aves en México, ya que su avifauna representa más del 60 % del total

de las especies del país. Las aves migratorias en Veracruz representan una fracción

considerable de la avifauna, haciendo que la conservación de estas especies sea de

interés e importancia internacional.

Las condiciones orográficas de Veracruz, su posición geográfica lo convierten en uno de

los corredores migratorios más importantes del mundo, donde se estima cada otoño un

promedio de cuatro millones de aves rapaces migratorias que pasan por el centro de

Veracruz (Ruelas et al., 2000; Zalles y Bildstein, 2000).

De acuerdo a un análisis realizado por Ceballos et al. (2002), el 98 % de las aves de México

se encuentran en alguna de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del país, y señalan que

la prioridad de conservación debe enfocarse en los sitios donde se encuentran especies

endémicas y/o en peligro de extinción.

Como apoyo a la conservación de las aves y con la finalidad de cubrir los vacíos de áreas

no cubiertas por el sistema de ANP en México, se identificaron las Áreas de Importancia

para la Conservación de Aves en México (AICA), de las cuales 12 fueron ubicadas en

Veracruz (Arizmendi y Márquez-Valdelamar, 2000). Dentro de los límites de estas AICA se

encuentran especies endémicas de México citadas para Veracruz, algunas cuyas

poblaciones no están representadas en ninguna ANP.

Como se ha referido antes, en el estado se han reportado 31 especies de aves endémicas

al territorio mexicano, dentro de éstas, existen algunas que son de especial interés debido

a que sus poblaciones se encuentran amenazadas y se les suma un rango de distribución

restringido. Para estas especies, su conservación depende fundamentalmente de acciones

inmediatas a nivel local que involucren a distintos sectores sociales y gubernamentales. El

efecto del CC sobre una especie de ave podría ser entendido mejor si se consideran

escalas de análisis a una resolución fina (Peterson et al. 2010). Esto es debido a que

comúnmente en unidades de análisis de ~50 km de resolución se asume que el clima es

homogéneo en el paisaje; esto impide identificar microrefugios donde las especies

pueden persistir a pesar del CC (Ashcroft et al. 2009). En este sentido, cobra relevancia el

hacer estudios a resolución más fina y a nivel país ya que esta información podría ayudar

a conservar mejor la avifauna y sus servicios ambientales a este nivel.

Mamíferos. La diversidad mastofaunística de Veracruz está representada, en la

actualidad, por 192 especies, uno de los tres valores más altos registrados para los

estados de la República Mexicana, reconocida por su megadiversidad. El recambio de

especies entre los diferentes sitios del estado de Veracruz (diversidad gamma) de los

mamíferos concuerda con lo reportado para el país, las regiones propuestas en el estudio

presentan valores similares de riqueza de especies, pero el recambio encontrado entre

ellas es alto (Rodríguez et al., 2003).

El diverso y exuberante paisaje de Veracruz se ha convertido en un escenario dominado

por abundantes terrenos agrícolas y ganaderos. De acuerdo con datos del reciente

Inventario Forestal Nacional (Semarnat, 2001), los pastizales inducidos y cultivados

cubren 47.1 % de la superficie de Veracruz, en tanto que el área destinada a las

actividades agrícolas abarca el 29.7 % del estado. Por otro lado, los asentamientos

humanos ocupan una superficie equivalente al 1.1 % del territorio estatal. En conjunto, el

área ganadera, agrícola y urbana comprende actualmente el 77.9 % del territorio

veracruzano. Esta transformación de los ambientes naturales ha significado la eliminación

o la reducción de gran parte del hábitat disponible para la fauna silvestre, ocasionando

que los rangos de distribución de la mayoría de las especies de mamíferos en Veracruz

hayan cambiado dramáticamente con respecto a sus patrones de distribución histórica,

como lo mostraba Hall (1981).

Es importante resaltar que las zonas en las que existen áreas naturales protegidas, la

deforestación es más baja que en aquellas donde no existe ningún tipo de protección. Por

lo cual, una estrategia de conservación sería la de impulsar la creación de reservas o

parques naturales y corredores biológicos que den paso a la interconexión entre áreas,

que permitan la variabilidad genética de las especies, de la cual depende, en gran medida

la persistencia de las mismas. En los resultados de este análisis se identificaron dos zonas:

La Chinantla y Las Choapas, con un gran potencial de conservación, para anfibios, reptiles,

y probablemente otros grupos de vertebrados.

Balance general de los efectos potenciales del cambio climático en las especies.

Se sabe que el cambio en el uso del suelo, la eutroficación de cuerpos de agua son

algunos de los fenómenos más importantes en los cambios de la biodiversidad y se estima

que así siga en el transcurso del siglo en curso

Se han desarrollado escenarios de cambio climático que contemplan un desarrollo

socioeconómico con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y con poco impacto

en sobre la biodiversidad comparado con estudios previos, pero son coherentes con las

restricciones que se conocen para llegar a las metas económicas, de uso de recursos y de

desarrollo humano. Dichos escenarios optimistas requieren cambios fundamentales en

los paradigmas de desarrollo.

Se modelaron proyecciones que permitan estimar los cambios las distribuciones de las

especies y el impacto del uso del suelo y el cambio climático combinados y cuyo resultado

demostró cambios significativos en la distribución y abundancia de las especies. Muchas

de estas transformaciones en la biodiversidad pueden ser consecuencias de grandes y

visibles modificaciones de los ecosistemas tales como la extensa conversión de las selvas

tropicales a pastizales y campos de cultivo, y otro tipo de modificaciones debidas al

cambio climático. Se estima que algunas especies aumentará o ampliarán su distribución,

pero la abundancia o el área de distribución de otras podrá disminuir. Esto podrá

ocasionar un aumento importante en el riesgo de extinción especialmente a nivel local.

Los cambios observados son muy distintos tanto desde el punto de vista espacial como

entre grupos taxonómicos, de tal forma que aún pérdidas moderadas de especies a nivel

regional, pueden tener consecuencias a nivel local, tanto para grupos de especies

funcionales o para un conjunto de especies vulnerables. Se espera que los impactos más

fuertes se deriven en la pérdida de especies y hábitats en las selvas tropicales en la región

costera de Veracruz.

La implementación de diferentes medidas socioeconómicas, sus efectos en los ciclos

biogeoquímicos mundiales y las consecuencias e implicaciones a nivel climático, provocan

una aceleración en las transformaciones en la, por lo que se vuelve necesario que se

tomen las medidas para la adaptación y mitigación, antes de que los impactos en la

modificación de la biodiversidad sean irreversibles.

Diferencias y coincidencias de las áreas de interés para la conservación usando

diferentes tipos de escenarios de cambio climático.

Los escenarios de cambio climático son pronósticos de cambios plausibles en el clima. Son

utilizados para comprender lo que las consecuencias del cambio climático pueden

significar. También pueden ser utilizados para identificar y evaluar estrategias de

adaptación.

Los escenarios de cambio climático son creados porque las predicciones sobre el cambio

del clima a escala regional muestran un alto grado de incertidumbre. Escala regional se

refiere normalmente a la escala sub-continental al nivel de país o de provincia. Aunque es

probable que finalmente las temperaturas aumenten en la mayoría de las regiones del

mundo, los cambios a escala regional de muchas otras variables clave, como la

precipitación, son inciertas para la mayoría de las regiones. Aún cuando la dirección del

cambio fuera segura o probable, existe incertidumbre acerca de la magnitud y el sentido

del cambio. Los escenarios son creados para ser utilizados como herramientas para

facilitar nuestra comprensión sobre cómo los climas regionales pueden cambiar, y para

entender cómo sistemas vulnerables pueden ser afectados por el cambio climático.

Los escenarios de cambio climático deben seguir los siguientes criterios:

1) Ser consecuentes con las influencias antropogénicas sobre el clima

2) Ser internamente consistentes; los cambios en variables relacionadas entre sí deben

tener sentido físico (Mearns et al., 2001).

Es fundamental tener presente que los escenarios de cambio climático regionales no son

predicciones sobre los cambios climáticos futuros, sino herramientas para comunicar lo

que podría suceder como resultado del cambio climático inducido por el hombre y para

facilitar la comprensión acerca de cómo diferentes sistemas podrían ser afectados por el

cambio climático.

El proceso debe empezar con la identificación de necesidades. Esto concierne a las

preguntas que están siendo cuestionadas. Normalmente, estas preguntas suelen ser

definidas por actores clave. El próximo paso es identificar cuáles son las variables

climáticas necesarias. Esto debe incluir a las variables climáticas cuyos cambios afecten a

los sistemas estudiados.

Existen varios tipos de escenarios de cambio climático. Varían desde aquellos que son

ideados y basados arbitrariamente en el juicio del experto (escenarios de cambio

climático arbitrarios) y aquellos basados en el clima pasado (escenarios de cambio

climático análogos), hasta los escenarios que se basan en la producción de un modelo

climático.

Los modelos climáticos son representaciones matemáticas del clima. Aunque existe

mucha incertidumbre acerca de estos modelos, como los modelos climáticos, éstos

permiten simular la manera en que el clima regional y global puede cambiar como

resultado de las influencias antropogénicas.

Existen modelos tanto para climas regionales como para el clima global. Los modelos para

el clima global varían desde los sencillos y unidimensionales como el MAGICC, descrito

brevemente más abajo, hasta los modelos más complejos como los de circulación general

(GCMs). Los GCMs modelan la atmósfera, el océano y las interacciones con la superficie

de la tierra. El cambio es modelado a escala regional, y estimado normalmente en

cuadrículas que representan aproximadamente varios cientos de kilómetros de ancho.

Los GCMs sólo proporcionan un promedio del cambio climático para cada cuadrícula,

aunque los climas reales puedan variar considerablemente dentro de varios cientos de

kilómetros. Los GCMs más antiguos, desarrollados hasta aproximadamente los inicios de

la década de los 90, tendían a simular las condiciones actuales y las condiciones estables

en el futuro, normalmente para la duplicación de CO2. Desde entonces, han sido

desarrollados GCMs más sofisticados que permiten la simulación de los cambios

climáticos a través del tiempo. Tales simulaciones son referidas como de desarrollo

“transitorio”. Estos modelos más nuevos son modelos “emparejados”, es decir, son

capaces de simulan la atmósfera y los océanos, así como sus interacciones. Se denominan

modelos de circulación general atmósfera-océano (AOGCMs).

Los escenarios de cambio climático requieren a menudo de una resolución más alta

(cuadrículas más pequeñas) que la que un GCMs puede proporcionar. Para desarrollar

productos de mayor resolución, los resultados del GCMs son “simplificados”, es decir, son

transformados a resultados de menor escala que las cuadrículas de GCM.

Los modelos climáticos regionales (RCMs) son los modelos de mayor resolución

enfocados a una región, normalmente a escala continental o sub-continental. Sus

cuadrículas cubren hasta 50 kilómetros o menos. Por lo tanto, son capaces de capturar

muchas características regionales que los GCMs no pueden. Sin embargo, los RCMs se

deben desarrollar con las condiciones fronterizas de los GCMs (por ejemplo, cambios en

patrones de presión, temperaturas de la superficie de mar), así que normalmente existen

RCM desarrollados para sólo unos pocos GCMs. Algunas de sus aplicaciones son para

periodos de tiempo limitados, por ejemplo, para una década simulada. La ventaja de los

RCMs es que pueden proporcionar una mejor representación espacial del cambio

climático que los GCMs, pero no pueden corregir los errores en condiciones fronterizas.

Conclusiones

A la fecha, se han conducido algunos estudios multi-taxones sobre impactos de la

deforestación y el cambio climático sobre grupos de fauna y flora del país. Un enfoque

interesante que se ha derivado de algunos de estos estudios involucra el uso de

información biológica depositada en colecciones científicas (ordenada en bases de datos;

ver www.conabio.gob.mx y www.ibiologia.unam.mx), mapas digitales temáticos de

variables ambientales y una plataforma de sistemas de información geográfico (Sánchez-

Cordero et al., 2001). Sin embargo, quizá el avance más notorio al respecto, sea el marco

teórico en el que se basan estos análisis. Por ejemplo, el modelado del nicho ecológico de

las especies, proyectado como su distribución potencial, permite proyectarlo a escenarios

de deforestación y cambio climático- como se hizo en este estudio. En suma, podemos

plantear que si existe la información biológica (de ejemplares de colecciones científicas,

organizadas en bases de datos), climática (mapas temáticas de escenarios de cambio

climático A2 y B2, por ejemplo) y el software, para expandir estos análisis en un esfuerzo

multi-taxones para México. La propuesta es que, en virtud de que los análisis previos

incluyen a sólo a unos cuantos grupos de especies, es necesario continuar con proyectos

más incluyentes en cuanto al impacto de la deforestación y el cambio climático en la

distribución de la biodiversidad de México.

2. Información digital:

Modelos de distribución potencial actual de y bajo escenarios de cambio

climático usando escenarios IPCC 2013. Entregar en formatos nativos

del software usado en el proyecto y en formatos shape y raster.

Mapas digitales de las distribuciones actuales y en escenarios de cambio

climático (IPCC 2013) en formato shape.

5. Literatura citada

Araujo, M.B., Cabeza, M., Thuiller, W., Hannah, L. & Williams, P.H. (2004) Would climate

change drive species out of reserves? An assessment of existing reserve-selection

methods. Global Change Biology, 10, 1618–1626.

Buckley, L. B. y J. Roughgarden. 2004. Biodiversity conservation: Effects of changes in

climate and land use. Nature 430: 32.

Cleland, E.E., Chuine, I., Menzel, A., Mooney, H.A. &Schwartz, M.D. (2007). Shifting plant

phenology in response to global change. Trends in Ecology and Evolution, 22, 357–365.

Egoh B, Rouget M, Reyers B, Knight AT, Cowling RM, van Jaarsveld AS, Welz A (2007)

Integrating ecosystem services into conservation assessments: a review. Economics

63:714–721.

Elith, J. &Leathwick, J.R. (2009). Species distribution models: ecological explanation and

prediction across space and time. Annual Review of Ecology Evolution and Systematics,

40, 677–697.

Elith, J., S. J. Phillips, T. Hastie, M. Dudík, Y. E. Chee y C. J. Yales. 2011. A statistical

explanation of MaxEnt for ecologist. Diversity and Distributions 17: 43-57.

Franklin, J. 2010. Mapping species distributions: spatial inference and prediction.

Cambridge University Press, UK. 320 p.

Guisan, A., J. P. Theurillat y F. Kienast. 1998. Predicting the potential distribution of plant

species in an alpine environment. Journal of Vegetation Science 9: 65-74.

Groves CR (2003) Draft a conservation blueprint: a practitioners guide to planning for

biodiversity. Island Press, Washington DC.

Illoldi-Rangel, P. , Michael Ciarleglio, Leia Sheinvar, Miguel Linaje, Víctor Sánchez-Cordero,

SahotraSarkar. (2012). Opuntia in México: Identifying Priority Areas for Conserving

Biodiversity in a Multi-Use Landscape. PloS ONE 7(5): e36650

Jetz, W., D. S. Wilcove y A. P. Dobson. 2007. Projected impacts of climate and land-use

change on the global diversity of birds. PloS Biology 5(6): e157.

Kerr, J. y L. Packer. 1998. The impact of climate change on mammal diversity in Canada.

Environmental Monitoring and Assessment 49: 263-270.

Kharouba, H.M., Algar, A.C. & Kerr, J.T. (2009). Historically calibrated predictions of

butterfly species’ range shift using global change as a pseudo-experiment. Ecology, 90,

2213–2222.

Krawchuk, M.A., Moritz, M.A., Parisien, M.A., Van Dorn, J. &Hayhoe, K. (2009)

Globalpyrogeography: the current and future distribution of wildfire. PLoS ONE, 4, e5102.

Le Quere C, Raupach MR, Canadell JG, Marland G, Bopp L, Ciais P, Conway TJ, Doney SC,

Feely RA,Foster P, Friedlingstein P, Gurney K, Houghton RA, House JI, Huntingford C, Levy

PE, Lomas MR,Majkut J, Metzl N, Ometto JP, Peters GP, Prentice IC, Randerson JT,

Running SW, Sarmiento JL,Schuster U, Sitch S, Takahashi T, Viovy N, van der Werf GR,

Woodward FI (2009) Trends in the sources and sinks of carbon dioxide. Nat Geosci 2:831–

836.doi:10.1038/ngeo689.

Loarie, S.R., Duffy, P.B., Hamilton, H., Asner, G.P., Field, C.B. &Ackerly, D.D. (2009) The

velocity of climate change. Nature, 462, 1052–1055.

Manning MR, Edmonds J, Emori S, Grubler A, Hibbard K, Joos F, Kainuma M, Keeling RF,

Kram T, Manning AC, Meinshausen M, Moss R, Nakicenovic N, Riahi K, Rose SK, Smith S,

Swart R, van Vuuren DP (2010) Misrepresentation of the IPCC CO2 emission scenarios.

Nat Geosci 3:376–377.

Margules CR, Pressey RL (2000) Systematic conservation planning.Nature 405:243–253.

Meehl, G.A., Stocker, T.F., Collins, W.D., Friedlingstein, P., Gaye, A.T., Gregory, J.M.,Kitoh,

A., Knutti, R., Murphy, J.M., Noda, A., Raper, S.C.B., Watterson, I.G., Weaver, A.J. & Zhao,

Z.-C. (2007) Global climate projections. Climate Change 2007: the physical science basis.

Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the

Intergovernmental Panel on Climate Change (ed. By S. Solomon, D. Qin, M. Manning, Z.

Chen, M. Marquis, K.B. Averty, M. Tignor and H.L. Miller), pp. 747–845, Cambridge Univ.

Press, Cambridge, England.

Moss, R.H., J.A. Edmons,K. A. Hibbard, M. R. Manning, S. K. Rose, D. P. van Vuuren, T. R.

Carter, S. Emori, M. Kainuma, T. Kram, G. A. Meehl, J. F. B. Mitchell, N. Nakicenovic, K.

Riahi, S. J. Smith, R. J. Stouffer, A. M. Thomson, J. P. Weyant y T. J. Wilbanks (2010) The

next generation of scenarios for climate change research and assessment. Nature, Vol.

463. Pp. 747-755.

Moritz, C., Patton, J.L., Conroy, C.J., Parra, J.L., White, G.C. &Beissinger, S.R. (2008) Impact

of a century of climate change on small-mammal communities in Yosemite National Park,

USA. Science, 322, 261–264.

Parmesan, C. (2006) Ecological and evolutionary responses to recent climate change.

Annual Review of Ecology Evolution and Systematics, 37, 637–669.

Raupach MR, Marland G, Ciais P, Le Quere C, Canadell JG, Klepper G, Field CB (2007)

Global and regional drivers of accelerating CO2 emissions. ProcNatlAcadSci USA

104:10288–10293.doi:10.1073/pnas.0700609104.

Tingley, M.W., Monahan, W.B., Beissinger, S.R. & Moritz, C. (2009) Birds track their

Grinnellian niche through a century of climate change. Proceedings of the National

Academy of Sciences USA, 106, 19637–19643.

Thuiller, W., Lavorel, S., Araujo, M.B., Sykes, M.T. & Prentice, I.C. (2005) Climate change

threats to plant diversity in Europe. Proceedings of the National Academy of Sciences

USA,

102, 8245–8250.

Thomas, C. D., S. E. Williams, C. Alison, R. E. Green, M. Bakkenes, L. J. Beaumont, Y. C.

Collingham, B. F. N. Erasmus, M. F. de Siqueira, M. Grainger, L. Hannah, L. Hughes, B.

Huntley, A. S. van Jaarsveld, G. F. Midgley, L. Miles, M. A. Ortega-Huerta, A. T. Peterson y

O. L. Philips. 2004. Biodiversity conservation: Uncertainty in predictions of extinction risk/

Effects of changes in climate and land use / Climate change and extinction risk (reply).

Nature 430: 34-35.

Westerling, A.L. & Bryant, B.P. (2008) Climate change and wildfire in California.Climatic

Change, 87, S231–S249.