INSEGURIDAD: Un enemigo común asecha en las calles. Índice de inseguridad y violencia en Abancay. 2011 - 2012.

“La violencia es la forma extrema por el cual los individuos o los colectivos

intentan resolver sus conflictos; y el homicidio, su modo de expresión suprema.”

Las percepciones de los ciudadanos dan cuenta de una creciente preocupación

respecto a la delincuencia y la inseguridad ciudadana en el ámbito de nuestro

país. Según estudios de opinión pública hace algunos años atrás, la delincuencia

era el quinto problema más importante en tanto el desempleo y la pobreza eran

los problemas más agobiantes que el país debía afrontar. (Pobreza: 65% -

Desempleo: 60% - 2004, Apoyo). Sin embargo en estos últimos años las cifras

cambiaron radicalmente – la pobreza y el desempleo han caído debido al

sostenido crecimiento económico, pero la corrupción y la delincuencia se han

disparado. (Corrupción: 47% - Delincuencia: 40% - 2010, Encuesta Nacional de Apoyo).

Siendo hoy los mayores problemas que el país afronta y que fácilmente podemos

corroborar. No hay un solo día en que las noticias, los periódicos dejen de

anunciar impactantes sucesos delincuenciales que ponen en grave riesgo la

seguridad de millones de personas en todo el ámbito de nuestro país.

Existen múltiples indicadores para medir la inseguridad y la violencia. La

victimización, la percepción de inseguridad y la confianza de la ciudadanía en

las instituciones encargadas de brindar seguridad son las más importantes. La

primera, mide la ocurrencia real de hechos de violencia. La segunda, el temor de

la ciudadanía ante la probabilidad de que ocurra un hecho de violencia. La

tercera, evalúa la confianza de la ciudadanía frente a la posibilidad de que esos

hechos sean prevenidos, investigados, sancionados adecuadamente (PNUD

2006:35).

En función a estos tres indicadores haremos una mirada a la situación de la

delincuencia y la inseguridad en nuestra ciudad de Abancay. Estos datos son

recogidos de la primera encuesta nacional de victimización 2011-2012. Perú.

Ciudad Nuestra.

Percepción de seguridad – inseguridad.

Muy seguro: 3.5%.

Algo seguro: 27.2%.

Algo inseguro: 45.9%.

Muy inseguro: 23.2%.

N/S: 0.2%.

Mark Paira www.mark-paira.blogspot.com

T. @mark_paira

F. markpaira

Víctimas de algún delito en los últimos 12 meses.

Si: 24.7%.

No: 75.1%.

S/N: 0.2%.

Tipos de delitos que sufrieron.

Robo en vivienda o local: 47.5%.

Robo al paso: 34.3%.

Atraco: 4.0%.

Agresión personal: 3.0%.

Agresión y actos de vandalismo por pandilla: 3.0%.

Abigeato: 2.0%.

Amenazas o intimidaciones: 2.0%.

Robo de vehículo: 1.0%.

Otro: 2.0%.

N/S: 1.0%.

Tipos de armas usadas.

Arma blanca/cuchillo: 21.2%.

Arma de fuego: 1.0%.

Otra arma: 1.0%.

No usó arma: 25.3%.

N/S: 51.1%.

Confianza en la policía.

Muy buena: 0.5%.

Buena: 19.5%.

Mala: 53.9%.

Muy mala: 20.2%.

N/S: 6.0%.

Confianza en el serenazgo.

Buena: 35.1%.

Mala: 33.0%.

Muy mala: 11.7%.

N/S: 20.2%.

De acuerdo a la información que se presenta podemos observar que tenemos

dos problemas cuyas cifras son muy elevadas. Robo en vivienda o local

comercial: 47.5%. Robo al paso: 34.3%. La percepción de los Abanquinos frente a

la inseguridad es también un tema de mucha preocupación, cuya cifra alcanza

el 69.1%.

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011. Perú.

¿Qué hacer?

Es indiscutible que, durante los últimos años, la seguridad ciudadana en el Perú ha

sufrido un deterioro. Múltiples indicadores así lo reflejan. La sensación de que el

gobierno hace muy poco para revertir esta situación es cada vez más

preocupante. En el caso de Abancay las cifras están por debajo del promedio

nacional, sin embargo revelan que es un asunto muy serio y que para los próximos

años se deban tomar acciones para que estas cifras bajen y la ciudadanía

pueda vivir con mayor seguridad.

Para lograr estos objetivos, es perentorio fortalecer el Sistema de Seguridad

Ciudadana en nuestro ámbito, articular los esfuerzos de las instituciones públicas,

privadas y no gubernamentales en los distintos niveles de gobierno, con

capacidad de prevenir la violencia, perseguir el delito, atender a las víctimas,

rehabilitar y reinsertar a los infractores.

Seguridad ciudadana tarea de todos.

Para responder con éxito a los desafíos en materia de seguridad, se requiere,

cuando menos, llevar a cabo rápidos procesos de reforma y modernización de

las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia en el ámbito nacional. En

el ámbito local necesitamos fortalecer las relaciones entre las instituciones que

tengan capacidad de prevención, justicia, atención a las víctimas y rehabilitación

de los infractores. La seguridad no es solo tarea de la policía nacional o de los

gobiernos locales (serenazgo), no poder seguir tirándonos la pelota en materia de

seguridad, es fundamental que entendamos que las instituciones, las

organizaciones sociales y la ciudadanía en general debemos asumir un rol

fundamental en prevenir por medio de la educación desde los hogares, los

centros educativos, etc.

El gran líder.

El Ministerio del Interior debe convertirse en el gran líder y articulador de la política

nacional de seguridad pública y ciudadana, así como en el conductor y

supervisor de la Policía Nacional. En el ámbito regional y local en estrecha

coordinación con los gobiernos regionales y locales.