informe niklisson (1914)

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  • 1

    Boletn del Departamento Nacional del Trabajo

    26 - Abril 30 de 1914

    Buenos Aires

    Imprenta Alsina Victoria. 1287

    1914

    Esta publicacin es rgano del Departamento Nacional del Trabajo

    Sumario

    El presente nmero del Boletn del Departamento Nacional del Trabajo ha sido

    ntegramente dedicado a la investigacin relacionada con las condiciones de vida y

    de trabajo del Alto Paran, que se divide en los captulos siguientes:

    Pg.

    Antecedentes de esta investigacin 1

    A manera de introduccin 13

    Sntesis de la cuestin obrera 21

    Puertos y establecimientos industriales del Alto Paran 29

    Territorio Argentino 31

    Territorio Paraguayo 39

    Territorio Brasileo 44

    El Conchabo 51

    Transporte de peones hacia los lugares de trabajo 61

    Concepto legal sobre el anticipo 67

    Las dos grandes formas de los trabajos del Alto Paran: establecimientos yerbateros

    87

    Las dos grandes formas en los trabajos del Alto Paran: el obraje 111

    El trabajador del Alto Paran 125

    Alimentacin 135

    Habitacin obrera 139

    Los salarios 145

    Costo de vida 159

    Las enfermedades 165

    Reglamentos de trabajo 171

    Descanso dominical 178

    Trabajo de mujeres y nios 183

    Hechos delictuosos 187

    El caso de Puerto Segundo 199

    Conclusin 229

    Apndice 235

  • 2

    Antecedentes

    de esta investigacin

    Boletn del Departamento Nacional del Trabajo

    N 26. Buenos Aires, Abril 30 de 1914

    Nota de la inspeccin elevando al presidente del Departamento Nacional del

    Trabajo, el informe sobre la investigacin realizada en el Alto Paran.

    Buenos Aires, abril 25 de 1914.

    Al seor presidente del Departamento Nacional del Trabajo, doctor Julio B.

    Lezama:

    Tengo el agrado de elevar al seor presidente el informe que el inspector don Jos

    Elas Niklison ha presentado a esta Inspeccin, relacionado con la comisin de

    investigacin y estudio de las condiciones de vida y trabajo de los obreros del Alto

    Paran. Creo conveniente indicar algunos antecedentes sobre este asunto, para la

    mejor inteligencia del mismo.

    I. Sin afirmarlo, indico mi creencia personal de que fue en el ao 1907 cuando por

    vez primera comenzaron a realizarse publicaciones, en un rgano de nuestra prensa

    diaria, relacionada con las condiciones de vida de los obreros de la referencia. En

    aquella poca, recientemente fundado el Departamento Nacional del Trabajo, ni

    tena recursos ni inspectores. Coincidieron aquellas primeras publicaciones con la

    instalacin de este Departamento, por cuya razn la investigacin no pudo hacerse.

    Desde 1907 hasta 1912, el tema fue tocado, muy de tarde en tarde, por uno o dos

    diarios de la Capital Federal. Cuando en 1912 se cre la Divisin de Inspeccin, el

    inspector Ruiz Moreno fue comisionado por el que suscribe, para adquirir los datos

    previos relacionados con la zona norte del pas, a fin de elaborar un plan de estudio

    y de investigacin. Ya el inspector Ruiz Moreno hizo notar en su informe la

    existencia de los conchabadores, o intermediarios en la celebracin del contrato de

    trabajo; y refirindose a las condiciones propicias que Posadas presenta para el uso y

    abuso de la contratacin de peonadas, haca notar que en aquella ciudad existan 48

    boliches y almacenes al menudeo, de los que 120 se encontraban situados en la zona

    portuaria o Bajada Vieja. Casas con un capital de $ 50 a $ 500 -deca- consiguen

    satisfacer $ 70 como patente y 200 en concepto global de impuestos municipales.

    Y agregaba: Existen en el puerto tambin, un sinnmero de casas de prostitucin

    clandestinas, con sus correspondientes despachos de alcohol y baratijas. Explcase

    as el anhelo del peonaje por los anticipos. Careciendo de nociones de economa y

    actuando en un ambiente falto de moral, lgico es suponer que en esos lugares los

    exploten.

    II. A esta informacin preliminar sigui un informe requerido por este

    Departamento, del seor gobernador del Territorio de Misiones. En noviembre de

    1913, el referido funcionario se expeda en la nota que a continuacin se transcribe:

  • 3

    ...El clculo aproximado de la poblacin obrera del territorio, en la cual estn

    comprendidos no tan slo los obreros propiamente dichos, sino tambin los

    jornaleros o mensualeros, como los puntos 2, 3 y 5 que van consignados en la

    planilla adjunta, la cual est confeccionada a base de los datos recopilados por las

    autoridades departamentales, por considerar a estos ms habilitados para

    suministrarlos. En cuanto al punto 6 que considero de importancia, las industrias

    principales que existen en el territorio, son la yerbatera y la forestal. Para el

    desarrollo y explotacin de estas industrias, los capitalistas -que estn reducidos a

    dos o tres, incluso los arrendatarios de los yerbales fiscales- reclutan la peonada por

    lo general en esta capital por medio de conchabadores encargados de contratar los

    hombres, previo un anticipo determinado, siendo inmediatamente embarcados para

    el Alto Paran con destino a los obrajes y yerbales. Es l el punto digno de ser

    tomado en consideracin y que a juicio de esta gobernacin puede ser objeto, si no

    de una legislacin especial, por lo menos de tenerse en cuenta para ser incluido en la

    reglamentacin de la ley nmero 9148. Esos hombres, que como he dicho, han

    recibido un anticipo que por lo general vara de $ 200 a $ 300 y cuya cantidad no

    siempre se entrega toda en efectivo sino que la mitad va en mercaderas (pues todos

    los capitalistas tienen su casa de comercio que los provee), son embarcados en

    chatas o vapores de la carrera, munidos ya de la libreta donde figura su debe.

    Llegados a destino son desembarcados y distribuidos en los distintos trabajos,

    internados en la selva, en donde ya escapan del amparo de las autoridades, por ms

    que en ese sentido se han distribuido las policas lo ms convenientemente posible,

    entendindose que ellas no intervienen para apoyar contratos entre empresarios y

    peones, sino para llenar su verdadera misin, quedando por consiguiente bajo el

    solo imperio de los patrones o sus capataces. Si el pen ya internado desea volver a

    su punto de partida, no puede hacerlo si su patrn no desea, pues son dueos de los

    vapores de la carrera y no los embarcan hasta que hayan cubierto la deuda contrada,

    con el trabajo -cuya contabilidad llevada por la administracin del establecimiento

    no es controlada, por ahora, por ninguna autoridad. Para garantir en lo posible a

    estos hombres -analfabetos la mayor parte- la gobernacin opina que la Direccin

    General del Trabajo debiera tomar una intervencin directa en la contratacin de las

    peonadas destinadas al Alto Paran, abriendo al efecto un registro especial, en el

    cual se consignara: nombre y apellido del dueo del obraje o yerbal, etc.; nombre y

    apellido del pen -trabajo a que se destina- jornal que ganar, alimentacin y en

    libro aparte, si es posible, la consignacin de formal compromiso de parte de la

    casa, de restituir al pen a su destino cuando as lo desee y la prohibicin absoluta

    de dar anticipos en ninguna forma, como asimismo, contratar menores de 22 aos.

    Esta medida traer como consecuencia que la Direccin General del Trabajo sepa en

    todo momento el nmero de obreros que trabajan en el Alto Paran y sus destinos,

    lo que hoy se ignora, por no haber un control que, dentro de lo posible, ponga al

    amparo de las autoridades esas peonadas que en la actualidad y una vez internadas

    en la selva quedan a merced de sus patrones -menos mal cuando ellos son un poco

    escrupulosos. Convendra tambin disponer las inspecciones continuas hechas por

    empleados de la Direccin General del Trabajo para controlar las libretas de salarios

    y gastos para garantir al pen de no ser explotado por aquellos que, poco

    escrupulosos, abusan de su ignorancia. No es un slo caso sucedido ya que los

    peones para rehuir el compromiso contrado, se han fugado de los mismos buques

    en que eran conducidos, tirndose al agua con peligro de la vida. Respecto del punto

    8 siempre faltarn brazos, sobre todo para los obrajes, habiendo recientemente un

  • 4

    obrajero de esta localidad trado cincuenta peones de la Colonia Clorinda y otro

    trajo ochenta de esa Capital Federal, contratados con la intervencin de la Direccin

    General de Inmigracin. Sobre el punto 9 esta gobernacin opina que las mejores

    perspectivas que podran ofrecerse para la radicacin o explotacin de industrias

    sera: 1 el ofrecimiento a agricultores con familia de un rea de tierra determinada,

    y 2 otorgarle de inmediato su ttulo provisorio de propiedad....

    III. En el mes de octubre de 1913, el Departamento Nacional del Trabajo preparaba

    el envo de un inspector a la zona del Alto Paran, cuando -coincidiendo en deseos-

    la inspeccin recibi orden del entonces seor ministro del Interior doctor don

    Indalecio Gmez, de despachar inmediatamente un inspector a la regin de la

    referencia. Entiendo, sin llegar a afirmarlo, que la resolucin del seor ministro fue

    tomada a raz de un viaje que personalmente realiz a los territorios del norte.

    El suscripto encarg de dicha investigacin al inspector don Jos Elas Niklison.

    Verbalmente le fueron indicados los procedimientos que en el desempeo de su

    comisin deba seguir, y por escrito se le determinaron los puntos concretos a que

    habra de ajustar su informe.

    Es en cumplimiento de aquella orden que el inspector Niklison desempe, en

    forma que satisface plenamente los deseos del suscripto, la investigacin del Alto

    Paran, saliendo de Buenos Aires el 26 de octubre de 1913 y regresando el 5 de

    marzo de 1914. El tiempo empleado en esta comisin no puede considerarse

    excesivo, ya que las dificultades de la misma quedan de relieve con slo indicar que

    el trayecto que media desde Posadas, (punto de partida de uno de los viajes) a

    Puerto Espaa (Brasil, estacin terminal de uno de los viajes) es de (ida y vuelta)

    280 leguas. Siguiendo las rdenes precisas de esta inspeccin, el comisionado, en

    cada obraje, ha debido internarse varias leguas, costa afuera, para llegar a los sitios

    de trabajos y ponerse en contacto con los peones, cuyas informaciones convena

    recoger. Acaso la comisin hubiese durado menos tiempo, si el inspector Niklison

    no se hubiese demorado varios das en Posadas -por orden del suscripto- para

    investigar el asunto de Puerto Segundo, materia ocasional, que constituye un

    captulo de esta informacin, y que en su poca dio motivo a una seria campaa

    periodstica en esta capital.

    Debo agregar, todava, que las referencias que el inspector Niklison me ha trado

    respecto de la ayuda que de las autoridades paraguayas ha recibido, me permite

    suponer la existencia de un buen ambiente, propicio a la idea de una accin conjunta

    de parte de los gobiernos argentino, paraguayo y brasileo para mejorar las

    condiciones comunes de trabajo de la zona del Alto Paran.

    En lo que respecta a la parte econmica, debe mencionarse el hecho de que esta

    investigacin no ha costado sino la suma que importa el estipendio de $ 10 diarios,

    pasados al referido inspector como nico vitico para toda clase de gastos.

    El informe que con la presente nota elevo, se aparta, en determinados prrafos, del

    estilo que deben guardar los documentos oficiales. He respetado, sin embargo, todas

    las apreciaciones del firmante, convencido de que sus modos de expresin traducen

    impresiones personales que ayudan a la mejor comprensin del problema que el

    trabajo plantea en el Alto Paran.

    IV. He tratado de encontrar antecedentes de investigaciones anteriores, y he

    encontrado a este respecto un gran vaco. El doctor Juan Bialet Mass, en la

    investigacin que realiz en 1904 sobre el estado de las clases obreras en el interior

    de la Repblica Argentina no se ocupa sino del obraje del Chaco, sin mencionar

    los del Alto Paran. El doctor Juan A. Alsina, en su obra El obrero en la Repblica

  • 5

    Argentina (Tomo I, pg. 331) consagra a este asunto las lneas que siguen: Los

    obreros que se ocupan de la explotacin de maderas estn radicados en los

    suburbios de Posadas, en Candelaria, Cerro-Cor, y Santa Ana; se conchaban para

    una temporada que no baja de seis meses, recibiendo como anticipo una cantidad

    que vara de $ 50 a $ 100, so pretexto de dejar recursos a la familia y aprovisionarse

    de ropa. Desgraciadamente, la mayor parte de estos anticipos se invierten en orgas

    en los das que preceden al embarque, en los vapores que hacen la carrera del Alto

    Paran. Pues hay que tener presente que los obrajes de maderas estn situados en la

    margen del Alto Paran, desde cuarenta hasta ochenta leguas de Posadas, que ir por

    tierra y volver, es imposible, constituyendo el obraje un destierro del cual no se

    puede salir sin que medie la intervencin del patrn para dar pasaje a bordo de los

    buques de la carrera; internarse en los bosques es exponerse a sufrir mil penurias y

    hasta morirse de hambre.

    Estos obreros se subdividen en tres clases: volteadores, labradores y mensualeros.

    Los volteadores derriban los rboles y abren picadas para acarrear las vigas. Le

    pagan a razn de $ 5 a $ 6 nacionales los 100 metros de picada maestra de 4 a 5

    metros de ancho, y a razn de $ 2 a $ 3 nacionales por picada secundaria de 2 a 3

    metros de ancho.

    Los labradores cuadran las vigas a razn de 30 a 40 centavos la vara (medida local

    que equivale a un pedazo de viga de 0m866 por 0m25 de costado), es decir, a razn

    de 5 a 7 $ de metro cbico de viga. A los volteadores y labradores el patrn presta

    las herramientas y les vende la comida: charque, maz, porotos y grasa, a cuenta de

    sus trabajos. Como en estas condiciones no hay competencia entre vendedores, el

    precio de dichos alimentos es algo caro, so pretexto de que los fletes de conduccin

    de dichos alimentos a los bosques es elevado.

    En Posadas el charque vale de $ 2.50 a $ 3.00 los diez kilos; el maz, de 0.50 a

    0.80 centavos; porotos, de $ 1.00 a 1.50.

    En los bosques dichos artculos valen al menos el doble: se les vende igualmente

    ropa, calzados, bebidas y golosinas en las mismas condiciones.

    Los mensualeros se conchaban a razn de 18 a 25 $ mensuales, y reciben como

    alimentacin: charque, maz, porotos, y algunas veces faria de mandioca. Trabajan

    los domingos con un sobresueldo de $ 1 por cada domingo o da de fiesta. Se les

    emplea en acarrear maderas con mulas y embalsarlas en el ro Paran.

    Unos y otros deben permanecer en el obraje seis meses para tener derecho a un

    pasaje de regreso; el pasaje de ida lo paga igualmente el patrn. El pasaje de regreso

    no les es acordado si deben al patrn por compra de ropas o alimentos y no pueden

    regresar sino despus de saldar su deuda.

    El alojamiento consiste en abrigos provisorios.

    Algunos volteadores y labradores vuelven a los seis meses con $ 200 a $ 300 de

    economa, y otros regresan a los 2 aos sin un centavo.

    Todos son criollos, paraguayos o brasileos.

    Parece que no hay inconveniente, pues, en afirmar que esta investigacin ordenada

    por el Departamento Nacional del Trabajo, es la ms completa de cuantas hasta el

    presente se han realizado.

    V. Desde esta ciudad, la inspeccin ha procurado, por todos los medios a su alcance,

    reunir todos los datos concretos relacionados con la investigacin de la referencia.

    Cada vez que ha llegado a la vista del suscripto algn suelto sobre las condiciones

    del trabajo en el Alto Paran, se ha buscado la procedencia del mismo a objeto de

    allegar nuevos datos. Desgraciadamente no se ha conseguido ninguna cooperacin

  • 6

    eficaz ni directa. Un diario de la tarde public un interesante reportaje hecho a los

    obreros recientemente llegados de los obrajes; pero dicho diario no pudo

    suministrarme el domicilio o paradero de los denunciantes. Ningn obrero se ha

    presentado a este Departamento a denunciar hechos relacionados con el Alto

    Paran, ni ninguna persona ha aportado, ni siquiera en forma annima, su

    colaboracin a esta obra civilizadora.

    En el da en que elevo este informe, veo en un diario matutino dos artculos

    firmados, relacionados con las condiciones de vida de los obrajes. Los firmantes han

    sido invitados, sin contestacin, hasta ahora, a deponer todo lo que sepan respecto

    de sus denuncias. Siguiendo esta misma norma de conducta, el inspector Niklison, a

    su arribo a Posadas, solicit personalmente de todos los directores de diarios y de

    los corresponsales, denuncias, vagas o concretas, sobre hechos delictuosos. No ha

    recibido ninguna.

    VI. El informe que elevo al seor presidente, es, sin duda, amplio y completo. De su

    lectura atenta se desprende el convencimiento de que la situacin de trabajo de los

    obreros del Alto Paran, es notoriamente deficiente. En presencia de los hechos

    constatados y dejando de lado lo que refiere a delitos, materia de polica y de

    justicia ajena a la esfera de accin de este Departamento, surge la necesidad de

    preparar una ley que ponga remedio a la situacin actual de los obreros. Tratarase

    de una legislacin regional y tpica, ya que regional y tpica es la industria del obraje

    y de la yerba. Cierto es que en el territorio nacional de Chaco (informe del inspector

    Raffo) la situacin del obrajero exige igualmente la adopcin de medidas de

    proteccin, pero no menos cierto es que, por la diversidad de condiciones y

    circunstancias una debe ser la legislacin para los obrajes del Chaco y otra para los

    del Alto Paran. Una legislacin regional sobre los trabajadores del Alto Paran,

    debe ser seguida de otra legislacin para los obreros del Chaco y empleo de

    indgenas en los ingenios azucareros de Salta y Jujuy. Esta inspeccin espera la

    llegada del inspector Vidal (actualmente en gira de inspeccin por el Chaco) para

    pasar a la Divisin de Legislacin los elementos de hecho necesarios para los

    proyectos enunciados.

    VII. En lo que respecta a una ley de trabajo en los obrajes del Alto Paran, me

    permito presentar como anteproyecto, el borrador siguiente: Artculo 1. Treinta

    das despus de la sancin de la presente ley, ningn dueo, empresario o

    arrendatario de obrajes de madera, o establecimiento yerbatero, situado en la zona

    argentina del Alto Paran, podr emplear peones u obreros, nacionales o

    extranjeros, que no estn provistos de libretas de trabajo. En la clasificacin de

    establecimientos se encuentra comprendida toda empresa industrial que emplee ms

    de diez trabajadores. En la clasificacin de peones u obreros, se comprenden los

    trabajadores de los establecimientos mencionados, que se dediquen a cualquiera de

    los trabajos que a continuacin se expresan: en el obraje: peones de puerto,

    jangaderos, carreros, volteadores, labradores de madera, picaderos, carpinteros,

    herreros, rosaderos y pindoceros. En el yerbal: peones de puerto, capataces de

    comitiva, ures, guainos, tariferos, troperos.

    Art. 2. Fjase el plazo de seis meses, a contar desde la sancin de la presente ley,

    para que los peones a que antes se ha hecho referencia se provean de la libreta de

    trabajo.

    Art. 3. La libreta de trabajo contendr: 1 Nombre y filiacin del pen u obrero, a

    cuyo nombre se extienda; 2 Fecha de su expedicin; 3 Anotacin del contrato de

    trabajo celebrado entre el empresario o su representante legal y el obrero; 4 Un

  • 7

    resumen de las leyes argentinas que protegen al obrero y la indicacin de los

    nombres y residencia de las autoridades policiales y judiciales del territorio, ante

    quienes pueden interponerse denuncias o quejas por incumplimiento del contrato,

    inobservancia de leyes y malos tratos.

    Art. 4. La anotacin del contrato de trabajo deber contener: 1 Nombre de los

    contratantes; 2 Fecha en que comienza y en que termina el contrato. 3 Sueldo o

    salario convenido, con todas las especificaciones que sean necesarias; 4 Epocas y

    formas de pago; 5 En el caso de que el racionamiento sea por cuenta del patrn,

    detalle de cantidad y calidad de los vveres; 6 Si es por cuenta del obrero, precio

    mximo a que los artculos de consumo indispensables, sern expedidos en la

    proveedura durante todo el tiempo de la duracin fija al contrato.

    Art. 5.La libreta de trabajo, contendr, adems, diversas pginas en blanco, en las

    que se anotarn los salarios devengados, por el obrero y abonados por el patrn, las

    liquidaciones de sueldo, saldos y dems asientos que permitan conocer en cualquier

    momento la situacin de los contratantes respecto del salario.

    Art. 6. La libreta de trabajo ser expedida gratuitamente por el inspector regional

    del Departamento Nacional del Trabajo, dependiente de la Inspeccin del mismo, y

    cuyas funciones sern: 1 Expedir las libretas de trabajo; 2 Suministrar a los

    obreros y a los patrones todos los informes que le sean requeridos; 3 Visitar una

    vez al ao, por lo menos, cada uno de los obrajes de la zona, a objeto de verificar el

    cumplimiento de los contratos de locacin de servicios, las condiciones del trabajo,

    y recibir de los obreros las quejas o denuncias que quieran formular. Si se trata de

    quejas por malos tratos, el inspector regional levantar un sumario que entregar a

    las autoridades policiales del territorio; 4 Asesorar y patrocinar ante la justicia, todo

    reclamo o demanda por salarios, accidentes del trabajo, incumplimiento del

    contrato, etc.; 5 Vigilar el cumplimiento de esta ley y de las restantes sobre el

    trabajo, levantando en caso de infraccin las constancias necesarias para su

    comprobacin.

    Art. 7 Cuando la investigacin recaiga sobre malos tratos o cualquier otra clase de

    delitos, el inspector regional del Departamento Nacional del Trabajo quedar

    equiparado a comisario de polica, siempre que el asiento de la autoridad policial

    diste ms de cinco leguas. En la instruccin de los sumarios tendr los mismos

    derechos y atribuciones que los empleados policiales de tal jerarqua.

    Art. 8 Declrase que los obrajes y establecimientos yerbateros, quedan

    equiparados a los establecimientos industriales y comerciales a que se refiere la ley

    8999 y por consiguiente le sern aplicables, en especial, los artculos 4 y 8 de la

    citada ley.

    Art. 9 La contratacin de peones para obrajes o establecimientos yerbateros

    situados en la zona argentina del Alto Paran, no podr hacerse sino en Posadas y

    exclusivamente por intermedio del inspector regional. Las personas que despus del

    trmino fijado para la vigencia de esta ley, celebraren directamente, en el carcter de

    conchabadores o intermediarios, contratos de trabajo sin la intervencin del

    inspector regional sern pasibles de una multa de $ 500 a $ 1.000, o de arresto

    equivalente, multa que ser doblada en caso de reincidencia. Las denuncias podrn

    ser hechas por cualquier persona ante el juez letrado del territorio.

    Art. 10. Ser pasible de una multa de $ 100 o arresto equivalente, doblada en casos

    de reincidencia, todo patrn, arrendatario, contratista, subcontratista de obraje o

    establecimiento yerbatero, que permita trabajar a un pen sin que est provisto de su

    libreta de trabajo.

  • 8

    Art. 11. Todo patrn o empresario de obraje o establecimiento yerbatero, deber

    tener un botiqun provisto de los elementos necesarios para las primeras curas.

    Art. 12. Es obligacin de los patrones y empresarios dotar de viviendas y de lechos

    a los obreros. La vivienda puede ser de caa o lona, rancho o carpa, y en su

    construccin y ubicacin se atendern las rdenes o instrucciones que de el

    inspector regional. El lecho consistir, por lo menos, en un catre y colchoneta.

    Art. 13. En la aplicacin de las penas que esta ley determina entender el juez

    letrado del territorio.

    Art. 14. Para el cumplimiento de esta ley queda autorizado el Poder Ejecutivo a

    crear una inspeccin regional del Alto Paran, dependiente del Departamento

    Nacional del Trabajo.

    Sus fundamentos, constan en el informe del inspector Niklison, y si bien es cierto

    que en dicho anteproyecto no se tocan puntos dignos de ser legislados (duracin de

    la jornada, salario, higiene, seguridad, prevencin de accidentes, etc.), dbese ello a

    que el suscripto piensa que una legislacin de mayor detalle exigira -para requerir

    su cumplimiento efectivo- la existencia de un numeroso cuerpo de inspectores,

    permanentemente destacado en los obrajes y establecimientos yerbateros. Piensa

    que sobre la base de los lineamientos generales del anteproyecto que antecede, este

    Departamento debe preparar un proyecto de ley, solicitando del Poder Ejecutivo su

    remisin al Honorable Congreso.

    Saludo atentamente al seor presidente.

    Alejandro M. Unsain

    Jefe de inspeccin.

    A Manera de Introduccin

    Seor doctor Alejandro M. Unsain, jefe de la Divisin de Inspeccin y Vigilancia:

    El pliego de instrucciones que me diera el Departamento Nacional del Trabajo al

    partir para cumplimentar la doble investigacin ordenada sobre el Alto Paran1,

    llevme, sin mayores esfuerzos a la concepcin y adopcin del plan de trabajo ms

    conveniente a su cabal desempeo. Pero si fcil fue concebir el plan y abarcarlo, as

    en sus detalles como en la integridad de su conjunto, no result lo mismo la

    inmediata tarea de conducirlo a la prctica bajo severas formas de ordenacin y de

    riguroso mtodo. Posadas, la capital del territorio de Misiones, que necesariamente

    deba constituir el centro o eje de la investigacin a realizar, ofreca, segn pude

    apercibirme apenas iniciados los primeros tanteos de orientacin definitiva,

    dificultades de todo orden, que, por un momento, al constatarlas en la dolorosa

    evidencia de la realidad, llegaron a hacerme desconfiar del xito completo que yo

    ansiaba para mi comisin. Ciudad surgida de improviso, casi espontneamente en

    los confines del pas, impuesta por el trabajo primitivo y libre de una vasta regin

    1 Este pliego, fechado el 22 de octubre de 1913, daba, en efecto, a la comisin un

    doble carcter.

  • 9

    que por muchos aos permaneci sustrada a esas altas influencias de ponderacin -

    de gobierno, de orden, de control social- que plasman, inspiran y dirigen las

    comunidades de mejor origen, presenta, en efecto, caractersticas y modalidades en

    su comercio, en su industria -en gran parte de las manifestaciones de su conjunto

    social- que la singularizan, en la actualidad, entre los otros centros de poblacin y

    de progreso argentinos. El inters de empresa o el personal exclusivo,

    profundamente egosta, rene, liga y mueve all, como en inmensa mquina, a los

    diferentes componentes de esa sociedad, que desea y quiere a veces ser altruista,

    pero que las conveniencias personales enlazadas siempre unas a otras, segn ya lo

    he dicho, en mecnico engranaje, jams se lo consienten. Es as como el

    procedimiento de la encuesta que yo trat de aplicar creyendo indispensable al

    ntimo conocimiento de la compleja cuestin obrera del Alto Paran, fracas en

    Posadas vergonzosamente. Los cuestionarios que distribu quedaron sin respuesta, a

    excepcin de algunos pocos suscriptos por la polica y por amigos, y hubo

    individuos de esos que en cmodo apostolado, en esferas protegidas por la

    irresponsabilidad y al parecer extraos a las partes en conflicto, declaran, en la

    intimidad confidencial o al amparo de complacencias periodsticas, su amor por las

    clases inferiores u oprimidas de la sociedad, que, temindolos, dbiles ante la

    posible asuncin de imaginarias responsabilidades evitaron mi presencia. He

    decidido no consignar aqu ciertos casos tpicos que hubieran afirmado el concepto

    anterior, por cuanto al hacerlo dara caracteres de permanencia a algo que

    piadosamente es menester olvidar. A cada paso -insisto a los efectos de que conste-

    en mi larga peregrinacin por esas tierras de ensueo y de trabajo, encontr hombres

    que dijronme al odo, en voz baja, persiguiendo mezquinos y mal encubiertos fines

    personales, inquietantes historias del Alto Paran, pero pocos, muy pocos, que se

    hallaran dispuestos a rubricar, con viril y noble gesto, una declaracin formal y

    categrica sobre el ms interesante de los asuntos de la regin2.

    2 Durante mi comisin en el Alto Paran, la prensa del pas, en particular la de

    Buenos Aires, ha acogido sin beneficio de inventario, comentndolas en todos los

    tonos, diversas noticias referentes al maltrato de que son vctimas, por parte de sus

    patrones, los peones de aquella regin. En forma vaga, imprecisa, ha llegado a

    hablarse de crmenes horrendos, de asesinatos a montn... Un diario de los Estados

    Unidos, public un telegrama que le dirigiera su corresponsal en Buenos Aires,

    asegurando que el inspector Niklison haba comprobado treinta homicidios

    perpetrados por un industrial del Brasil... y la propaganda que revela acentuados

    caracteres de campaa sistemtica y firme, contina desarrollndose por los mismos

    procedimientos.

    Sorprende esta facilidad para divulgar noticias graves que no se precisarn, que

    nunca se concretan y que sin embargo, perjudican el buen nombre del pas en el

    exterior. El funcionario que suscribe, ha hecho todo cuanto le ha sido posible para

    verificar algn caso que pudiera fundamentar esa propaganda y no ha conseguido

    sino la denuncia que con visos de seriedad, presenta al Departamento. Esto no

    obstante, lo repite, -ha desplegado todos sus recursos y empeos en procura de

    hechos de comprobacin. En Posadas, una de mis primeras atenciones, fue visitar

    las redacciones de los diarios locales, para suplicarles me pusieran en contacto con

    los obreros que conocieran, en condiciones de formular denuncias sobre vejmenes,

    malos tratos, etc., pues estaba autorizado para tomarlas en forma de acta con los

    fines que son de suponer. Los directores de La Tarde, El Pueblo y El

  • 10

    frecuentados por los obreros del Alto Paran, en la ciudad de Posadas, pesquisa en

    la que ms de una vez fui amablemente acompaado por el joven secretario de la

    Municipalidad don Pedro Rebollo y por mi particular amigo, el caballero Miguel

    Sureda.

    Se comprender, pues, despus de lo que queda consignado la atencin prolija y el

    cuidado personal que era necesario dedicar a la investigacin y el tiempo que ella

    reclamaba en consagracin firme excluyente y nica. La tan debatida cuestin

    obrera regional impona, para poder llegar a conclusiones ms o menos exactas, un

    minucioso estudio de los factores de intervencin directa o indirecta, y, ms que

    Noticiero, seores Leiva, Rocha y Corts. Recibieron personal y deferentemente el

    edido, pero no pudieron, quizs, satisfacerlo, por cuanto no obtuve, por tan indicado

    y seguro intermedio la presentacin de un slo pen. El agente y corresponsal del

    diario socialista de la Capital Federal La Vanguardia, seor Jacinto Cosa, a quien

    por sus vinculaciones con la gente de trabajo y la confianza y simpatas que me

    dispens, lo cre asimismo en situacin de cooperar eficazmente a la realizacin de

    mis propsitos, solicitado en igual sentido, tampoco le fue dado encontrarlos. La

    polica de Misiones, la Sub-prefectura del puerto y el cnsul del Paraguay en

    Posadas, saben tambin, y podrn dar fe de la decisin puesta y demostrada por m

    en el cumplimiento de esa parte del programa que se me haba trazado...

    Y todo lo anterior sumado a la pesquisa personal y directa realizada en los lugares

    frecuentados por los obreros del Alto Paran, en la ciudad de Posadas, pesquisa en

    la que ms de una vez fui amablemente acompaado por el joven secretario de la

    Municipalidad don Pedro Rebollo y por mi particular amigo, el caballero Miguel

    Sureda.

    Vaya esta nota, a manera de respuesta, leal y franca, a una parte de la prensa que se

    manifiesta extraada de que el funcionario no haya visto los crmenes y cadveres

    que ella tampoco vi, como posiblemente no fueron vistos por los que al informarla

    no supieron concretar casos ni puntualizar hechos... El funcionario cumpliendo una

    grave misin superior, solidario y responsable de su obra, no puede de ninguna

    manera recoger y presentar al gobierno absolutamente nada de lo que no le sea

    permitido responsabilizarse en todos los terrenos. Los obreros del Alto Paran

    soportan un trabajo, que en sus formas actuales, equivale a una esclavitud a cuyo

    sostenimiento ellos mismos contribuyen; viven en un estado de ignorancia y de

    embrutecimiento que es indispensable suprimir; son explotados de todas manera y

    no se les dispensa una sola de las consideraciones y comodidades a que todo

    hombre es acreedor. Es eso, que sin duda no tiene color de cielo, -segn la frase

    corriente,- lo que ha visto y comprobado en los lugares mismos de la labor

    excepcional del Alto Paran, y lo que l cree expresar al gobierno sencillamente. Y

    su obra, que es de patriotismo y honradez, abonada por antecedentes de que se

    siente satisfecho, tiende as claramente a facilitar una tarea de legislacin prudente,

    de reglamentacin necesaria, y de control til, y no a herir el crdito del pas,

    presentando a un pedazo de su territorio -celosamente y honestamente gobernado-

    por medio de bajas intrigas y ridculas patraas, como desprovisto de las ms

    elementales garantas que toda sociedad medianemente organizada ofrece a la vida y

    a los derechos de todos sus miembros.

  • 11

    eso, su dominio completo realizado desde un plano superior de observacin

    permanente. Aislado, solo a mi pesar, frente al problema de la investigacin

    complicada y sin duda difcil, comprend que el recurso a la mano ms indicado

    para obtener resultados efectivos, era el de la exploracin clnica de la cuestin y

    con perseverante voluntad me dediqu a auscultarla atentamente. A travs de cuatro

    meses de permanencia en Posadas y en los lugares de trabajo de Misiones, Paraguay

    y Brasil, tom a diario lo que podra llamarse la temperatura del ambiente obrero

    regional, anotando en mi cartera todo cuanto consider indicio, sntoma o

    manifestacin reveladora del estado general. Y a la virtud de este mtodo, aplicado

    con entusiasta fe, debo el estudio y la anotacin detallada de una serie de hechos

    producidos a lo largo de este tiempo y que por s solos denotan y comprueban, en

    forma clara, la verdadera situacin de los obreros, de los capitalistas y de los

    factores intermedios en las zonas del Alto Paran.

    He declarado mi situacin de aislamiento ante el cmulo de labor representada por

    la investigacin a mi cargo, y es bueno aclarar un concepto, que, como el

    precedente, podra quizs, presentarse a interpretaciones equvocas. El gobierno del

    territorio, dirigido por el coronel Gregorio Lpez, -gobierno recto y honesto que

    cuenta con el concurso eficaz de colaborados distinguidos, tales como el

    comandante Bianqui, secretario de la Gobernacin y el comandante Cordero, jefe de

    polica,- me prest, con el auspicio de sus simpatas, al objeto de mi comisin, el

    concurso oficial a su alcance, concurso forzosamente limitado, que se exterioriz,

    previa solicitud de mi parte, en dos informes de la polica agregados a estas notas y

    en un pasaje de Posadas a Puerto Artaza, en el Brasil, utilizado en el viaje que en el

    mes de diciembre realic al Estado de Paran. Los industriales de Misiones,

    Paraguay y Brasil, pusieron, sin limitacin alguna, -en forma que obliga mi recuerdo

    y gratitud,- todos sus establecimientos bajo la visual de mi observacin, y las

    autoridades paraguayas de la parte de oriente, facilitaron notablemente el

    desempeo de las tareas que deba cumplir. El aislamiento de que he hablado, es el

    del funcionario que desconocido en sus antecedentes, en su capacidad y tal vez en el

    objetivo de sus empeos, -en el medio hostil ya descripto- se ve precisado a

    obtenerlo todo con su propio esfuerzo y recursos, en la escala completa de la

    investigacin, desde la simpata y voluntad de los empresarios, hasta la amistad y

    confianza de los trabajadores.

    Al dar por terminadas las gestiones oficiales que me llevaron al Alto Paran y

    volver naturalmente la vista hacia el distante punto de partida, experimento la

    satisfaccin de quien ha cumplido con el deber, sin omitir esfuerzos ni sacrificios

    para ello.

    Yo creo y espero aportar al gobierno que me envi, con el presente trabajo, el

    conocimiento de la cuestin, de su inters, como asimismo todos los elementos de

    juicio que le son necesarios para cimentar una accin previsora, saludable, enrgica

    y pronta, que regularice la marcha del trabajo en el Territorio de Misiones, que

    salvaguarde los agentes de su progreso, y, sobre todo, que ampare y proteja la vida,

    la salud y la penosa labor de los infelices obreros de la regin, tan dignos de mejor

    suerte.

    Sntesis de la cuestin obrera

  • 12

    La cuestin obrera que desde un tiempo a esta parte viene preocupando hondamente

    al gobierno, a la prensa y a la sociedad en general del pas, es una compleja y difcil

    cuestin que por ms de treinta aos se ha mantenido sin que nadie intentara, ni

    mucho menos afrontara, con fines prcticos, su estudio y solucin.

    Las explotaciones forestales y yerbateras del Alto Paran, comenzaron mal,

    desordenadamente, y en el transcurso de los aos los defectos y vicios de la

    iniciacin no corregidos, han ido tomando mayores proporciones, agravando el

    problema y hacindolo cada da ms difcil.

    Los que por primera vez se lanzaron a la conquista de la selva, lo hicieron, como es

    natural, con el nico propsito de enriquecerse pronto y escapar a sus miserias y

    peligros. El mismo carcter de la empresa que haban de realizar, en el medio casi

    desconocido de entonces, revela el temperamento y tendencias de aquellos hombres

    rudos, obsesionados por el lucro, que hay que tomar y considerar, planteando el

    problema, como uno de los factores de importancia.

    Reclutados por ellos los peones en Corrientes, en las Bajas Misiones y en el

    Paraguay, las cuadrillas que los acompaaron en los trabajos iniciales, fueron semi-

    salvajes. A esos peones se les trat, sin asomos de resistencia o de protesta por su

    parte, como elementos de produccin material, exclusivamente. Se les condujo por

    todos los medios, an por los ms violentos, a la produccin desmedida dentro del

    costo mnimo. Era la manera de amasar grandes fortunas en breve trmino. En el

    clculo de ganancias de los empresarios entr, pues, el salario reducido, la

    alimentacin escasa y las abrumadoras jornadas impuestas a los trabajadores, y,

    poco despus, entr tambin la sustraccin que se realiz por medio de proveeduras

    deshonestas, de injustas multas, de evidentes estafas al pen.

    Por otra parte, las nuevas empresas no requeran capital para acometer sus

    operaciones, dada la tendencia de los fundadores o directores. Segn estos, el

    trabajo deba hacerse sin desembolso, sin aporte o riesgo pecuniario, y as fue en

    efecto, obligndose a los obreros, como hasta hoy se les obliga, a proveerse ellos

    mismos de los tiles y herramientas de trabajo. As se echaron las bases de las

    empresas primitivas del Alto Paran; de sus sistemas de trabajo y de sus

    procedimientos en las obligadas relaciones con los infelices hombres a cuyo

    esfuerzo, jams recompensado ni agradecido, debieron en su tiempo el ms

    lisonjero xito.

    Aislados en la selva, en la regin casi ignota, libres de todo cuanto pudiera importar

    el control o el ejercicio de una fuerza contraria al cumplimiento de sus programas de

    trabajo y de ganancias, las empresas continuaron por largas dcadas extraas al

    progreso general, y sin que sobre ellas gravitaran las leyes reguladoras de la

    produccin y de la industria, del capital y del trabajo.

    Y as, con honrosas excepciones, han llegado hasta hoy, en un asombroso

    primitivismo de sistemas y en una lamentable despreocupacin del elemento obrero.

    Este, con sus condiciones especiales de vida, de constitucin, de carcter, y sobre

    todo de ignorancia, ha facilitado la obra de los patrones, haciendo posible su

    mantenimiento por tantos aos, en las formas de la iniciacin.

    Hombres organizados para la sumisin y la obediencia pasivas, acostumbrados

    desde nios a soportar las asperezas de la existencia nmade en la selva o en los

    campos de Corrientes, de Misiones y del Paraguay, sin ambiciones, por atavismo de

  • 13

    raza, sin las necesidades de los trabajadores de otro origen y sin apego al dinero, al

    que no le asignan su verdadero valor por desconocimiento de las comodidades y

    ventajas de todo orden que l produce, han venido hasta aqu contribuyendo,

    inconscientemente, al sostenimiento del estado anormal de cosas que se nota en toda

    la vasta regin del Alto Paran.

    Los empresarios y patrones no han pensado en ofrecerles casa, comida y jornales

    suficientes, porque ellos, ignorantes, descuidados y desunidos, no se les han

    impuesto; no han pensado en dotar a los establecimientos de mquinas y medios de

    transporte que simplifiquen y hagan menos penoso el trabajo, porque ellos,

    desplegando brutales energas en aniquiladores esfuerzos sin recompensa, gratuitos,

    reemplazndolas, las han descalificado econmicamente en el concepto de los

    primeros.

    La influencia de los patrones ha sido permanente y decisiva sobre los peones,

    entregados por entero a su autoridad omnmoda, al imperio de su voluntad en los

    centros de trabajo. El embrutecimiento de la clase obrera ha continuado, porque as

    convena a los intereses de los nicos que hubieran podido modificarla por medio de

    una prudente accin educativa, y quizs, suprimirla a la larga.

    Si la cuestin se ha agravado en los ltimos tiempos, si se ha exteriorizado en las

    perturbadoras manifestaciones que la imponen a la preocupacin general, ello se

    debe al abuso pertinaz de los patrones y a la intervencin de otros nuevos factores,

    tales como el de los conchabadores, que tentados por las facilidades de buenas

    ganancias ofrecidas por la explotacin directa del trabajador y la indirecta de las

    empresas o industriales, practicada por su intermedio, la complican dndole raros

    aspectos.

    En el Alto Paran, se vive hoy en un permanente estado de desorden, de

    intranquilidad, de guerra entre el capital y el trabajo. Y esa guerra es perjudicial,

    daina cual ninguna otra, porque no tiene objetivos determinados y claros, porque

    no es dirigida con habilidad y no tiene plan ni mtodo en sus operaciones, porque no

    persigue fines verdaderamente prcticos ni tiles. Las empresas, con las pequeas

    excepciones que ya se han marcado, explotan al pen; lo explotan de manera inicua,

    defendindose, segn dicen. Los peones defendindose asimismo, defraudan a las

    empresas, y se alzan, cada vez que pueden hacerlo, con los anticipos recibidos a

    cambio de servicios que no estn dispuestos a prestar. Esa es la situacin.

    Me he referido de paso al anticipo y es indispensable detenerse en l, porque sin

    duda juega un rol de importancia suma en la cuestin que a grandes trazos se

    bosqueja.

    Operacin natural y necesaria en otros pases de sociedades definitivamente

    constituidas, organizadas y cultas, en el nuestro, es decir, en Misiones, es operacin

    inmoral, atentatoria a la libertad del obrero y a la seguridad del capital. Existe en las

    populosas ciudades martimas de Europa y de Amrica, donde se reclutan las

    tripulaciones para los largos viajes; existe en las explotaciones forestales de

    Alemania, de los Estados Unidos, del Canad; existe, en fin, en todos aquellos

    centros en que se contratan hombres para la ejecucin de trabajos adonde deban ir

    solos, y permanecer, por un tiempo alejados de la familia y de la sociedad, pero su

    existencia no la determina ni la mantiene el desorden, la embriaguez y la orga, sino

    por el contrario, nobles necesidades de hogar y de familia.

    El trabajador se aleja temporariamente de los seres que viven a su amparo, madre,

    mujer o hijos y es indispensable que los provea de cuanto puedan necesitar en su

    ausencia. Por eso pide y obtiene el anticipo, por eso existe como una prctica

  • 14

    regular y legtima. Otra cosa. Ese anticipo lleva al hombre al trabajo y a la

    respetuosa consideracin de su patrn, nunca a la disimulada esclavitud, a la

    privacin de libertad que implica el nuestro.

    El anticipo de Misiones se practica con los ms inconfesables fines, por parte de

    muchos patrones y de la generalidad de los trabajadores. El patrn y su agente en

    Posadas y en los dems centros de conchabo argentinos, conceden anticipos al pen

    porque les conviene, a pesar de todo, mantenerlo embrutecido, ignorante y relajado,

    para disfrutarlo, exprimirlo mejor en los largos perodos de su vida en la selva; el

    trabajador lo solicita o exige porque es libertino, corrompido, absolutamente

    amoral. Muy rara vez el anticipo satisface necesidades de familia u otra noble

    necesidad cualquiera. La suma de poderosas energas que l representa, va ntegra,

    convertida en dinero, a sumirse en la codicia de despreciables traficantes o a costear

    los placeres canallescos de la crpula.

    De los factores que intervienen en la cuestin obrera del Alto Paran, que se han

    expresado, el primero, constituido por la accin de los patrones, debe merecer la

    mayor atencin del gobierno, cuando resuelto a resolverla en forma que consulte los

    intereses generales, legisle sobre el trabajo de la regin y lo reglamente

    definitivamente. Lo cual no obsta para que el factor obrero y el intermedio de los

    conchabadores, sean descuidados en su incuestionable importancia.

    Dgase lo que se quiera en contrario, es lo cierto que la tendencia al abuso,

    demostrada por los patrones, es tendencia tan perjudicial como violenta y firme.

    Slo la ley, atenta y celosamente vigilada en su cumplimiento, ser capaz de

    contenerla. Impelidos por la actitud de defensa asumida a su manera por los

    trabajadores, a la accin solidaria y colectiva, dieron no ha mucho en establecer una

    oficina de conchabo, con el nombre de Oficina Informativa. En ella, destinada a

    atender y satisfacer las necesidades y pedidos de brazos de todos los

    establecimientos, se llev un registro prolijo de los peones de la regin,

    identificados y prontuariados por los mismos procedimientos en uso en las oficinas

    antropomtricas policiales. Psose entonces de manifiesto el pensamiento colectivo

    de los patrones, en un contrato de locacin de servicios que se puede clasificar como

    el ms torpe de los agravios inferidos a las ideas humanitarias de la poca. Copio

    por va de demostracin y en carcter de antecedente, algunas clusulas de ese

    contrato que en frmula impresa he obtenido: Art. 3. Todo pen que abandone el

    trabajo sin permiso del patrn, ausentndose del establecimiento, incurre en una

    responsabilidad por los perjuicios que ocasiona; en cuyo caso ser considerado

    como prfugo, y el patrn queda autorizado a perseguirlos por las autoridades o

    comisiones para hacerlo cumplir su compromiso. Si el pen perdiera su libreta

    tendr que someterse a los datos que arrojan los libros del establecimiento. Art.

    5. Es obligacin del pen trabajar todos los das que el patrn o mayordomo

    habilite para ello, sin excluir domingos, das feriados o lluviosos, como asimismo

    de noche, siempre que la inclemencia del tiempo impidiera hacerlo de da. El pen

    que trabajara da domingo tiene derecho a cobrar un peso m/n c/l, por da. Art. 6.

    La falta de uno o dos artculos de manutencin no da derecho al pen a negarse a

    continuar el trabajo, sindosele admisible con carencia total. Art. 7. Si por falta

    de voluntad alegase enfermedad a fin de no trabajar, sobre todo en da domingo,

    pagar por la comida cincuenta centavos diarios, descontndosele a ms el sueldo.

    Art. 9. La falta de cumplimiento al artculo 3, por parte del pen suscripto, ser

    considerada como estafa, sujetndose a la pena que para ella aplique la autoridad.

  • 15

    El contrato aludido no se mantuvo el tiempo que sus autores hubieran deseado. Las

    circunstancias lo vencieron, cay en desuso, pero la idea que le diera forma qued

    ah marcando la tendencia de los compromisos verbales que le sucedieron, de los

    compromisos actuales, ms humanos en cuanto a algunos detalles, como el de

    descanso dominical -hoy en prctica en todos los obrajes argentinos y paraguayos-

    pero siempre leoninos.

    Luego, atendiendo el factor obrero, debe procurarse moralizar, educar en lo posible

    a la clase trabajadora, ejerciendo sobre ella una tutela que la redima y a la vez

    controle severamente en sus relaciones con el capital, hacindolas serias y honradas.

    Toda iniciativa que se dirija a fomentar la radicacin de los obreros en los lugares

    de trabajo, a acercarlos a los vnculos de familia, y al ahorro previsor, ser siempre

    saludable y digna de los mejores auspicios, como lo ser asimismo cualquier medida

    que se dicte contra las actuales formas de anticipo y contra la intervencin actual de

    los conchabadores, que si por el momento no fuera posible suprimir, podra por lo

    menos reglamentarse, eliminando de tal modo, algo de lo que perturba mayormente

    el trabajo e impide el progreso industrial y el bienestar econmico de Misiones.

    Puertos y establecimientos industriales del Alto Paran

    Territorio argentino

    I Rosetti.-Martn Errecaborde.-Obraje.-Buen concepto de empresa seria. Poblacin

    obrera en este y siguiente establecimiento, 170 hombres. El trabajo se desarrolla

    bajo formas primitivas.

    II. Martn Errecaborde en Uruguay. -De la misma propiedad. -Obraje.

    III Puerto Segundo. -Compaa Tierras y Maderas del Iguaz (sociedad annima).

    Franklin Herrera, Limitada. -Obraje.- Establecimiento modelo y como se consigna

    en el mapa, el mejor de los argentinos. Dirigido y administrado por el ingeniero

    seor Luis Pastoriza, -quien tiene como segundo, en el centro de los trabajos, al

    ingeniero Walter Rastoff,- la administracin y las diversas labores que en l se

    realizan llevan el sello de un criterio superior y de una aptitud de organizacin

    verdaderamente rara. En Puerto Segundo se construye el primer ferrocarril de los

    obrajes de Misiones, obra costosa y difcil que ha de mejorar en gran parte las

    condiciones generales del trabajo, realizado ahora bajo formas primitivas casi en la

    totalidad de los establecimientos de esa rica zona del pas. En la fecha de mi visita

    de inspeccin, -fines de enero de 1913,- la locomotora llegaba al kilmetro 4, pero

    hoy debe alcanzar al kilmetro 14, pues la obra en lo referente a desmontes,

    terraplenes y puentes estaba entonces terminada hasta esa distancia. No faltaba sino

    tender los rieles sobre los durmientes. La planimetra de la lnea y una rpida gira

    por los trabajos, exhiben el trazado del ferrocarril ms ondulante que puede

    imaginarse. Es una lnea serpentina, arte nuevo, debido a la necesidad de

    aprovechar en aquel terreno, tan lleno de accidentes, las pocas y relativas facilidades

    que poda ofrecer a una obra de esa naturaleza. Los trabajos del obraje se extienden

    sobre una zona cuyo fondo no baja de siete leguas, a contar desde el puerto. El

    ferrocarril ir ms lejos, y la direccin de la empresa alienta la esperanza de hacerlo

    rebasar los lmites de su primitivo trazado, para llevarlo hasta la frontera del Brasil.

  • 16

    Y las yerbas brasileas que hoy vienen conducidas a lomo de mula para ser

    embarcadas en el vecino puerto, a travs de cuarenta y seis leguas de distancia

    (contando las dieciocho que separan al campamento de la frontera) y veinte das de

    viaje, llegaran al de la Compaa de Maderas del Iguaz, en algunas horas, libres de

    todo riesgo, absolutamente seguras. La Compaa tiene asimismo el proyecto de

    colonizar, en condiciones que hagan posible la colonizacin en esas ricas pero

    remotas tierras, una importante zona, en fajas paralelas a la de la lnea frrea. Las

    construcciones de Puerto Segundo, talleres, pabellones de administracin, casas

    para empleados, etc., aunque casi todas de mandera, tienen un carcter de

    estabilidad, de solidez, que impresiona bien, en una regin donde todo lo que se

    hace es frgil, mezquino, transitorio... Ya se ha comenzado a fabricar ladrillo de

    muy buena calidad3, con destino al alcantarillado del ferrocarril y en breve se

    alzarn en el puerto, a la vista del viajero, elegantes edificios.

    La poblacin obrera en Puerto Segundo, el 28 de enero, era de 530 hombres,

    distribuidos en la siguiente forma:

    270 ocupados como mensualeros y jornaleros en trabajos diversos.

    180 en la construccin ferroviaria, con jornales de $ 1.50 a $ 2.00 y manutencin

    por cuenta de la empresa.

    80 que trabajaban por un tanto, en labranza y aserraje de maderas, picadas, cultivos,

    etc.

    Se consigna el jornal de los peones ferroviarios a ttulo de ser ese el jornal mximo

    de la regin. De los otros me ocupo en la nota especial sobre jornales y salarios.

    Las horas de trabajo para mensualeros y jornaleros son de 5 a.m. a 6.30 p.m., con

    los intervalos siguientes:

    Desayuno 7 a 7.30 a.m. hora

    Almuerzo y siesta 11 a 2 p.m. 3 horas

    Mate 3 a 3.30 p.m. hora

    La empresa de Puerto Segundo ha roto el rgimen rutinario de la alimentacin

    obrera, reemplazando el famoso revirado, tan nocivo para la salud de los

    trabajadores, por el caf, que a los mensualeros y jornaleros se les sirve a la maana

    con ocho galletas, algunas de las cuales se reservan para acompaar el mate de la

    tarde. Ntese que es este el nico establecimiento que aporta, sin recargo, este

    artculo de primera necesidad para la comida de los peones.

    Las picadas del obraje son hermosas, cmodas, perfectamente niveladas y -detalle

    sugerente- la lnea del telfono con que la administracin central se comunica con

    todos, an con los ms avanzados puestos de trabajo, corre a lo largo de ellas, como

    una amable sensacin de cultura y de progreso.

    Los artculos de consumo son buenos. Botiqun completo. Asistencia prolija a los

    enfermos. Severa disciplina en los trabajos. Personal culto y bien remunerado en la

    administracin.

    IV. Puerto Esperanza. -Nez y Gibaja. -Embarque de yerbas del Brasil.- Las

    yerbas que salen por este puerto proceden de los yerbales de Campoar, ms all de

    Barracn, arrendados por Nez y Gibaja y por Diego P. Krieger. Los primeros

    trabajan en la actualidad a una distancia aproximada de 18 leguas del lmite

    3 En Misiones hay tierras que como las de San Ignacio son inaptas para la

    fabricacin de ese material.

  • 17

    argentino, y los productos vienen al puerto, como ya se ha dicho, a lomo de mula.

    La mayor parte de los peones que trabajan en los yerbales de Campoar, se

    contratan en Barracn argentino o en Barracn brasileo, que son en realidad dos

    barrios de un mismo pueblo, divididos por un diminuto arroyuelo, y que constituyen

    unidos, el nico centro obrero de las Altas Misiones, de escasa importancia por

    cierto. He odo a algunos ex-peones de la primera de dichas empresas, quejarse de la

    presin que ejercen sobre los obreros, las autoridades brasileas a pedido del

    encargado de los trabajos en los yerbales en explotacin. 25 tropas de mulas -23 de

    la empresa y 2 particulares,- hacen el servicio de transporte desde los

    campamentos al puerto, 46 leguas, 28 dentro del territorio argentino y 18 en el del

    Brasil. El viaje de ida y vuelta se hace generalmente en mes y medio, emplendose

    20 das, si el tiempo es bueno, en la conduccin de la yerba desde los lugares del

    trabajo al punto de embarque. Cada tropa se compone de 28 o 30 mulas, y su

    personal lo constituyen invariablemente 3 hombres: un capataz, un pen y un

    madrinero, muchacho casi siempre. Este sistema de transporte de yerba y

    mercaderas, exclusivo hasta ahora en Misiones, aniquila, destruye por igual a

    hombres y a bestias. El penossimo trabajo de los hombres ya ha sido descripto en

    todos sus detalles en otra nota, como asimismo el esfuerzo a que estn condenadas

    las mulas que cargan en un par de bruacas 170 kilos de yerba y an ms, como he

    tenido oportunidad de comprobarlo en los registros de la administracin del puerto,

    donde existen anotaciones de 186, 190, 200, 201, 206 y hasta de 220 kilos! El

    personal de Puerto Esperanza se descompone as:

    Un encargado, un dependiente y seis peones Total 8

    Personal de tropas 75

    Total 83

    No ha sido posible conocer con exactitud el nmero de peones que trabajan en el

    Brasil, por cuanto, segn queda dicho, la mayor parte de ellos se contratan lejos, en

    Barracn, pero la administracin cree que ese nmero no bajar de 80, cantidad que

    unida a la anterior hace un total de 163 hombres.

    Puerto Esperanza embarc en 1913, 654.892 kilos de yerba.

    Las necesidades del trabajo imponen el horario de la jornada en el puerto. Lo comn

    es trabajar de sol a sol, con un descanso intermedio de tres horas para el almuerzo:

    11 a.m. a 2 p.m..

    V. Puerto Krieger. -Diego P. Krieger. -Anlogo al anterior. -Yerbales de Campoar.

    - Explotacin en menor escala. -Iguales formas de trabajo y medios de transporte.-

    Se calcula una poblacin de 120 a 130 obreros.

    VI. Puerto Pampa Piray. -Alfonso Guardile y Portalis y Ca. -Yerbas argentinas.-

    Los yerbales llamados de San Pedro y San Antonio, hacia la parte central y oriental

    de las Altas Misiones, son explotadas, desde 1895 por la Empresa de Puerto Pampa

    Piray, que en el transcurso de esos aos ha girado bajo distintas firmas. La

    produccin yerbatera de Misiones ha decrecido sensiblemente en los ltimos

    tiempos, a tal punto que las campias de Amrico que en 1899, en la primera zafra,

    produjeron 120.000 kilos, hoy no alcanzan a producir 40.000. Y en esa proporcin

    se mantiene la produccin de los otros yerbales. Es opinin general en Misiones,

    que la falta de una fiscalizacin severa por parte del gobierno sobre los yerbales del

    Estado, ha ocasionado la disminucin apuntada, pues ella ha permitido las zafras

    inconsideradas y destructoras. El trabajo de la yerba se realiza en la parte argentina,

  • 18

    de acuerdo al reglamento en vigencia, durante los meses comprendidos de marzo a

    agosto inclusive. No he presenciado su corte y elaboracin sino en el Paraguay,

    donde empieza antes y en el Brasil donde por lo general es permanente, pero las

    formas del trabajo, son iguales o muy semejantes en toda la regin del Alto Paran.

    En Puerto Pampa Piray y en San Pedro, en la fecha de mi visita, fines de febrero de

    1914, se aprestaban ocho comitivas para iniciar las labores prximas, siete

    trabajaran en San Pedro y una en San Antonio. Las comitivas son organizadas,

    dirigidas y pagadas por habilitados quienes reciben de la empresa, como

    remuneracin nica, la cantidad de $ 1.30 por arroba de 11 kilos de yerba

    canchada puesto en noque. Cada una de estas comitivas, cuenta regularmente

    con un personal de 18 a 20 hombres y sus jornales o salarios podrn verse en el

    captulo correspondiente. Hasta hace poco, 30 tropas de mulas hacan el transporte

    de la yerba en 17 leguas de recorrido; en la actualidad trabajan slo 8; -con 20 o 22

    cargueros- 3 de la empresa y 5 de sus habilitados. Las distancias entre las zonas de

    trabajo de San Pedro y el puerto, se cubren por estas en seis jornadas. Cuando el

    transporte de la yerba lo hacen las tropas de los habilitados, la empresa les paga

    en tal concepto $ 0.80 por cada arroba de 11 kilos. El establecimiento de Puerto

    Pampa Piray goza de merecidos prestigios entre los trabajadores del Alto Paran y

    en general entre todas las gentes de la regin. Alfonso Guardile, uno de los ms

    antiguos industriales de Misiones, -su propietario-, ha sabido organizarlo y

    mantenerlo a una altura que le honra. Es afable, generoso, paternal con los hombres

    que de l dependen en el trabajo. El botiqun, mejor dicho, la farmacia de Puerto

    Pampa Piray, es la mejor surtida, la ms completa del Alto Paran, desde Posadas al

    Iguaz. Los servicios que ella presta salen de los lmites del propio establecimiento

    para expandirse en muchas leguas a la redonda. Estando all, vi llegar a un pen de

    Pampa Alvez en solicitud de asistencia y de remedios. Y pude constatar que fue

    atendido con prontitud y sincera complacencia por el encargado del Puerto, Juan

    Ramrez.

    Contando el personal al servicio de la administracin y del puerto, el de las tropas y

    el de los yerbales, la poblacin obrera del establecimiento asciende a un total de 197

    hombres.

    VII. Canalejas. -Nez y Gibaja. -Obraje. -Trabajos al fondo a 5, 6 y 7 leguas de la

    costa. -Establecimiento primitivo, bajo cualquier punto de vista que se le observe.

    Carece hasta de un pequeo botiqun. Se trabaja con orden pero sin que el personal

    est sometido a la frrea disciplina de otros obrajes ni a las arbitrariedades de malos

    directores. Los encargados y capataces tratan bien a los peones y entre unos y otros

    existe un afectuoso compaerismo que impresiona agradablemente. En

    cumplimiento del deber y a especial solicitud del seor Lzaro Gibaja, -uno de los

    propietarios-, visit el establecimiento en toda la extensin de sus trabajos, y en

    ambiente propicio a la confidencia, en completo aislamiento con los trabajadores,

    los interrogu cuidadosamente. Todos se manifestaron contentos, satisfechos de sus

    superiores, en particular del administrador Venancio Bez y del encargado del

    centro, o comisara San Juan, N. Centurin.

    El personal de este obraje se distribuye en la forma siguiente:

    Administracin 4

    Jangaderos 7

    Comisara San Juan 3

    Exploradores 3

  • 19

    Carpinteros 3

    Rozaderos 30

    Picaderos mensualeros (2 comitivas) 16

    Picaderos por un tanto (1 comitiva) 6

    Volteadores (3 yuntas) 6

    Labradores (8 yuntas) 16

    3 carreras (12 hombres cada una) 36

    Pindoceros 12

    Total 142 hombres

    Horario del trabajo: desde el amanecer a la puesta del sol, con un descanso de dos

    horas y media para el almuerzo -de 11 a.m. a 1.30 p.m.-. Los artculos de

    proveedura son de mediana clase y dada su calidad, de subido precio. No hay en

    Canalejas otro medicamento que las pldoras Brandet.

    Estas se venden a $ 1.20 la caja (48 pldoras).

    VIII. Puerto Pampa. -Leoncio Alvez. -Yerbas del Brasil. -Leoncio Alvez, arrienda

    los yerbales del Pepir y los explota por su propia cuenta. Establecimiento similar al

    de Esperanza y Krieger, no exige nota especial. Por la picada de Barracn, Fraceram

    y San Pedro, vienen las yerbas canchadas del Pepir a Pampa, -a lomo de mula-, y

    desde all se las transporta a Posadas. Los peones se manifiestan descontentos de los

    sistemas de trabajo, as como del tratamiento que reciben de la empresa, en los

    centros de produccin del Brasil.

    Las deserciones son frecuentes, hacindose notar, por extrao, el caso de fuga de

    una comitiva completa, ocurrida en agosto o septiembre de 1913; no se sabe

    fijamente el nmero de hombres que forman la poblacin obrera de la Empresa,

    pero es dable creer que ella no sobrepase la de Krieger: 130 hombres.

    IX. San Lorenzo.- Se le designa con el mismo nombre de la colonia paraguaya

    situada del otro lado del ro, al pequeo punto de trnsito, donde un viejo morador

    de esos parajes, cultiva algunas frutas y hortalizas que hacen el regalo de los

    pobladores de los alrededores, improductivos y desolados por la inercia y el

    abandono proverbial de la gente de la regin.

    X. Puerto Haack .-Misiones, Land Ca.; Obraje. -Escasa importancia en la

    actualidad. Casi inactivo. Poblacin obrera: 25 hombres.

    XI. Puerto Echage o Caraguatay .-Misiones, Land Ca.; Obraje. -En iguales

    condiciones al anterior. -Yerbales de cultivo en formacin. -Dos quejas; la de

    Gottliel Hein y la de Virgilio Cruz, por demora de la empresa en la exigida

    liquidacin de sus haberes. La poblacin obrera no es mayor que la de Haack, pues

    reunidos se les asignan 50 hombres.

    XII. Puerto Avellaneda. -Misiones, Land Ca.; Obraje. -Escaso trabajo. En lo que

    respecta a la forma de trabajo, rgimen de alimentacin y jornales, no se distingue

    entre los establecimientos de su clase. Poblacin obrera: 120 hombres.

    XIII Puerto Paranay.-Nez y Gibaja.-Obraje.-Segundo y ltimo obraje de la

    antigua empresa de Misiones. De menor importancia que Canalejas, su organizacin

    administrativa y sistemas de explotacin son, no obstante, idnticos. Las maderas de

    Paranay se trabajan a 4 leguas al interior. Limitacin transitoria en los obrajes.

    Poblacin obrera al 16 de febrero de 1914: 83 hombres (poblacin mnima).

    XIV. Puerto Paranay. -Escalada .-Carlos Escalada. -Yerbas argentinas. Paralizado

    en la fecha de la visita, ausente el personal de la administracin, no fue posible

  • 20

    obtener datos precisos referentes a los trabajos y poblacin obrera del

    establecimiento. El 14 de enero ocurri en Paranay un hecho de sangre. A raz de un

    altercado entre el encargado del puerto, Narciso Martos Jurez y el tropero Damasio

    Olivera, el menor Antonio Martos Jurez, -hermano de aquel-, hizo, a sus espaldas,

    tres disparos de revlver sobre el tropero, hirindole en el brazo izquierdo y en el

    cuerpo. La polica y el juzgado letrado del territorio intervinieron a su debido

    tiempo. El caso se marca a ttulo de antecedente, pues el 18 del mes siguiente, otro

    pen del mismo establecimiento, Santiago Melgarejo, formul la denuncia, que en

    forma de acta, se agrega a los documentos de otro captulo.

    XV. Puerto 3 de Mayo. -Pedro C. Labat. -Obraje. -Poblacin obrera: 60 hombres.

    XVI. Puerto Garuap. -Pedro C. Labat. -Obraje. -Actualmente paralizado.

    XVII. Colonia San Alberto. -Se iniciaron en este punto cultivos que no han

    prosperado. Pocos pobladores. Sin importancia.

    XVIII. Puerto Len. -Misiones, Land y Ca.; Obraje. -Aserradero a vapor.

    Establecimiento moderno. Chatas y remolcadores para el transporte de la madera de

    propiedad de la empresa. Buena organizacin. Poblacin obrera: 105 hombres.

    XIX. Puerto Tabay Alvez.-Viuda de Alvez e hijos.-Yerbas argentinas. Trabajos en

    yerbales fiscales. Poblacin obrera: 100 hombres.

    XX. Puerto Tabay Arrechea.-Alfonso Arrechea.-Yerbas argentinas. Trabajos en

    yerbales fiscales. Operaciones en limitada esfera. Poblacin obrera: 30 hombres.

    XXI. Puerto Tabay Damus.-Damus Hermanos.-Obraje.-Poblacin obrera: 140

    hombres.

    XXII. Santo Pip. -Damus Hermanos. -Obraje. -Este y el obraje anterior, son

    mirados con particular simpata por el elemento obrero de la regin. Una simple

    investigacin en los centros de conchabo lo comprueba. Son los obrajes ms

    prximos a Posadas. Los peones, -dentro de las formas de vida peculiares del Alto

    Paran- son bien tratados y alimentados. Poblacin obrera: 130 hombres.

    XXIII. Corpus.-Colonia.-Cultivo de poroto, mandioca, bananas, arroz, caa de

    azcar, man, yerba mate y tabaco.

    XIV. San Ignacio. -En torno de las ruinas de esta antigua reduccin jesutica, se

    extienden los yerbales de cultivo ms importantes del territorio de Misiones. Dos

    grandes empresas, Martn y Compaa y La Plantadora, han acometido con el

    mayor entusiasmo, desde tiempo atrs, la importante obra de repoblar de yerbales a

    Misiones, asegurando as una fuente de inagotables riquezas. La primera de esas

    empresas, ya ha elaborado yerbas de cultivo, y se calcula que en pocos aos ms, la

    produccin de los yerbales de San Ignacio, sobrepasar a la de los silvestres de toda

    la zona. Las plantaciones se han hecho por mudas -plantas pequeas tradas de los

    manchones cercanos- o por ejemplares de viveros, pues la yerba se reproduce

    perfectamente de semilla, y casi todas ellas se desarrollan al amparo del monte,

    limpio de malezas. El impulsor principal e inteligente director de las plantaciones,

    ha sido y es en la actualidad el ingeniero agrnomo francs Pablo Allain, de la

    empresa Martn y Ca., en la iniciacin de los trabajos, y hoy de La Plantadora.

    San Ignacio es tambin centro de conchabo, aunque de menor importancia.

    XXV. Santa Ana. -Ayudanta. -Colonia y pueblo, una legua al interior. Cultivos

    generales de la regin. Centro de conchabo.

    XXVI. La Mina. -A. Perasso y Ca. -Aserradero a vapor, fbrica de casas y construcciones en general de madera desmontable y pequeo astillero.

    Establecimiento provisto de modernos y perfeccionados elementos de trabajo.

    Simptico exponente de progreso industrial. Organizacin, rgimen interno, horario,

  • 21

    jornales y salarios iguales a los del mejor establecimiento de cualquiera de los

    grandes centros industriales de la Repblica. El trabajo temporariamente reducido,

    con escaso personal de talleres. La Mina ha llegado a tener hasta 230 hombres,

    entre empleados, operarios y peones.

    XXVII. Candelaria. -Ayudanta. -Colonia y pueblo a una legua al interior, a la vista

    de Posadas. Diversos cultivos. Centro de conchabo.

    Territorio Paraguayo

    I. Puerto Espaa. -Victoriano Bentez. -Ultimo puerto a que llegan los vapores de la

    carrera del Alto Paran, desde Posadas en adelante. Elaboracin de yerbas en

    pequea escala. En los trabajos se emplean indios, casi con exclusividad.

    II.Puerto Amelia. -Del establecimiento contiguo de Espinosa y Allica. Punto de

    arribo de peones y de recepcin de provisiones.

    III. Puerto Adela. -Espinosa y Allica (Daniel). -Obraje y explotacin de yerbas. De

    este establecimiento arranca el camino a Matto Grosso. Poblacin obrera calculada:

    200 hombres.

    IV. Puerto Itembey. -Misiones. Land y Ca. -Obraje. -Punto de embarque de las

    yerbas elaboradas por Parody Hermanos.

    V. Puerto Santa Teresa. -Sucesin Dioverti. -Obraje y explotacin de yerbas.

    VI. Puerto Senz Pea. -Portalis y Ca. -Obraje. -En liquidacin. Escaso personal

    ocupado en traer al pueblo la madera trabajada y embalsarla.

    VII. Puerto Las Palmas.-Ayala y Vega.-Yerbas. Excelente produccin.

    VIII. Puerto Tacur-Puc. -La industrial Paraguaya S.A. -Yerbas. -Por este puerto

    y por los siguientes de Embalse y Miseria o Flor de Lis, tiene salida buena parte de

    la produccin yerbatera de la ms grande de las empresas paraguayas en el ramo.

    Fundada en 1887, en no interrumpida marcha prspera, ha ido ensanchando

    paulatinamente la zona de su dominio y trabajos. Los tres puntos nombrados

    forman, sobre el ro, el extremo oriental del paralelogramo que pone en fcil

    comunicacin con los grandes mercados, a una buena parte de las 1.150 leguas

    cuadradas de propiedad de la empresa, y que se extienden, con breves

    interrupciones, desde las sierras de Mbaracay-Amambay hasta el centro del

    territorio paraguayo, por ese lado. Son pocas las acciones de La Industrial Paraguaya

    que no hayan sido adquiridas por la empresa financiera y de negocios

    sudamericanos presidida por M. Percival Farquhar, que piensa ampliar

    considerablemente sus operaciones. Los trabajadores de esta empresa son en su

    totalidad paraguayos, contratados en los centros de conchabo del mismo pas y

    algunos indios guayans, cang o teyhy, del interior y de la frontera brasilea. La

    poblacin obrera es de las ms numerosas y aunque no se conoce bien su nmero, se

    supone que l no baja de 3.000 a 3.500 hombres. La Industrial Paraguaya entrega

    anualmente al consumo 10.000.000 de kilos de yerba, elaborada en sus molinos de

    Asuncin, Corrientes y Rosario de Santa Fe. En la segunda de dichas ciudades

    posee tambin un poderoso aserradero a vapor. Sistemas de trabajo y jornales en los

    yerbales, anlogos a los del resto de la regin. Como medio de transporte para la

    yerba la empresa emplea, entre otros, el especial de carritos tirados por bueyes.

    Estos carritos cargan 80 arrobas en caminos regulares y hasta 120 en los buenos.

  • 22

    IX y X. Puerto Embalse y Puerto Flor de Lis o Miseria. -La Industrial Paraguaya

    S.A. -Obraje y embarque de yerbas, el primero. Obraje solamente el segundo. Vase

    la referencia VIII.

    XI. Puerto Mara Luisa.-De la propiedad del doctor Bertoni, en la desembocadura

    del Ro Monday. Por dicho ro salen al Alto Paran las maderas de los obrajes

    interiores de A. Perasso y Ca.

    XII. Puerto Flores. -De la misma propiedad.

    XIII. Puerto Bertoni. -Doctor Moiss Bertoni. -Colonia experimental agronmica.

    Importantsimos cultivos definitivos y de ensayo.

    XIV. Puerto Bertoni o Pir-Puit; Reto Bertoni y A. Perasso y Ca. -Yerbas. -En el

    establecimiento de los segundos trabajan, bajo las formas usuales, alrededor de 400

    indios guayans.

    XV. Puerto Paranamb. -A. Perasso y Ca. -Obraje. Paralizado.

    XVI. Puerto It Ipit. -Domingo Barthe. -Yerbales de cultivo en formacin. Vase

    la referencia siguiente.

    XVII. Puerto acunday. -Domingo Barthe. -Maderas y yerbas. Tres obrajes y un

    yerbal dependen de la administracin de acunday, que abarca la parte Norte -52

    leguas cuadradas, 2 x 26- de otra de las zonas de propiedad particular ms vastas del

    Paraguay: 412 leguas. Los obrajes son: el Maroma a 2 leguas al interior, sobre

    el precioso ro acunday, el Boca a 4 leguas y el Tigre -obraje y yerbal- a 7

    leguas. Creacin de Jorge Barthe, cuidadosamente pensada en conjunto y en detalle,

    ser al cabo de algunos aos -vencidos ciertos obstculos que dificultan o

    entorpecen su avance-, una obra industrial de positivo mrito. La administracin

    general del establecimiento est a cargo de don Roque Rojas, viejo trabajador de la

    regin, hombre de limpio criterio y de bondadosos sentimientos, a quien los peones

    respetan y quieren de veras. Los sistemas de trabajo y formas de produccin son

    hasta ahora los que desde el comienzo de las explotaciones en el Alto Paran se

    mantienen en uso, pero ellos se encuentran suavizados por detalles que los hacen

    ms aceptables.

    Al solicitar en acunday el dato de su poblacin obrera, se me proporcion la

    gratsima sorpresa de presentrseme en un censo, recientemente levantado en todas

    sus dependencias, censo en que la operacin aparece clasificada por sexos y

    dividida en mayores y menores de 14 aos. No existe en la regin otro

    establecimiento que lo tenga. Y a la fecha, es muy posible que acunday ofrezca

    otra nota rara y fuertemente simptica; una escuela elemental para los hijos de los

    obreros radicados all. Durante mi visita, en enero del ao pasado, se construa el

    edificio de madera en que haba de instalarse, para iniciar los cursos el 1 de marzo.

    Tengo entendido que el personal docente ser costeado, en parte por el gobierno

    paraguayo, y en parte por la empresa. Se proyecta la instalacin de grandes talleres y

    de mquinas destinadas a transformar los torpes y primitivos sistemas de las labores

    actuales. A unos pasos del puerto y de la administracin, se precipitan desde treinta

    y seis metros de altura, en extensa lnea uniforme, las aguas del ro acunday, y es

    esa potente cada la que ha de utilizarse como fuerza motriz para los talleres y

    mquinas.

    Existe en acunday una va de acero de 4 kilmetros, en la primera parte de la gran

    picada que liga los obrajes y el yerbal dependientes de la administracin. El servicio

    de transporte se hace en esa va por medio de zorras tiradas por mulas, y ms

    adelante, por carros polacos iguales a los de Santa Elena. Se produce

    abundantemente yerba de cultivo; hay en viveros 250.000 plantas de un ao, y

  • 23

    trasplantadas en lugar definitivo (ejemplares de dos aos) ms de 10.000 plantas. La

    poblacin obrera, dentro de las divisiones del censo a que he aludido se detalla as:

    Administracin, maestranza y diversos servicios, 78 hombres.

    Obraje Maroma

    Varones mayores de 14 aos 95

    Mujeres mayores de 14 aos 35

    Nios de 6 a 14 aos 19

    Nios menores de 6 aos 23

    Total 172

    Obraje Boca

    Varones mayores de 14 aos 80

    Mujeres mayores de 14 aos 22

    Nios de 6 a 14 aos 18

    Nios menores de 6 aos 28

    Total 148

    Nota de la tipeadora: Faltan prrafos para completar cuando se consiga nueva

    fotocopia de pg.43 del Boletn.

    La situacin es buena y la tierra es rica, cubierta de bosques. La administracin

    general est confiada a Jos Ambrosio Schller, consocio de los concesionarios

    Raverchon y Schller, fundadores de la colonia Hohenaw, situada ms abajo, casi

    frente a Corpus. La nueva colonia ha sido fraccionada en chacras de 30 hectreas y

    todas tienen agua, -arroyos o manantiales-. Las primeras 30 chacras se ofrecen gratis

    a los colonos que quieran establecerse en ellas y las otras se vendern a $ 6 o/s., la

    hectrea. No se entrega o vende tierra sino a los agricultores con familia. La

    empresa ofrece, persiguiendo el objetivo de su particular inters ya expresado, toda

    clase de facilidades a los colonos, tales como fletes y pasajes reducidos en sus

    vapores, alojamiento gratis por 14 das en la casa de inmigracin, plantas de yerba y

    naranjas, etc., pero hasta ahora la obra se mantiene en estado de embrin.

    Puerto San Rafael. -Domingo Barthe. -Yerbas. -Trabajos en la forma corriente de

    los dems establecimientos de la regin y de la misma propiedad.

    XXIII. Puerto Yatitay. -Domingo Barthe. -Obraje.

    XXIV. Puerto Tembey. -Domingo Barthe. -Obraje

    XXV. Puerto Triunfo. -Domingo Barthe. -Obraje.

    XXVI. Puerto Pirayuy. -Domingo Barthe. -Obraje.

    XXVII. Puerto Edelira. -Domingo Barthe. Obraje. -Primer puerto de la propiedad

    cuyas

    dimensiones han sido expresadas en la referencia XVIII. De Puerto Edelira partir el

    ferrocarril, -proyectado- que llegar a acunday, cruzando la selva a distancia de

    siete leguas de la costa lnea media de la propiedad y en recorrido aproximado de

  • 24

    150 kilmetros. Los presupuestos presentados por casas francesas, alemanas y

    norteamericanas son para un ferrocarril de 0.75 de trocha.

    XXVIII. Colonia Mayntzhusen. -Fundada hace aos, por un animoso empresario

    alemn, no ha progresado; pequeo centro agrcola de cultivos regionales, se

    mantiene estacionario.

    XXIX. Puerto Yagurazap. -Pedro C. Labat. -Obraje.

    XXX. Puerto Carendy. -Pedro C. Labat. -Obraje.

    XXXI. Puerto Lafontaine. -(Pirap) Lafontaine y Ca. -Obraje.- Se inicia

    actualmente la organizacin de este establecimiento que promete descollar entre los

    de su clase. Los trabajos abarcan 50 leguas de bosque. Se hacen importantes

    construcciones, instalndose asimismo un poderoso aserradero a vapor. La

    poblacin obrera de este y de los obrajes de Pedro C. Labat -que ha contratado la

    ejecucin de algunas obras para la empresa de Puerto Lafontaine-, era, en enero

    ltimo, de 400 hombres en conjunto.

    XXXII. Puerto Mboror.-Lea.-Sin importancia.

    XXXIII. Colonia Hohenau.-Ncleo de poblacin agrcola, digno de mencin.

    Cultivos intensivos, inteligentemente dirigidos. Colonos brasileos, alemanes

    emigrados de Ro Grande.

    XXXIV. La Cantera. -Yerbales de cultivo. -Herrera Vega. -Grandes viveros y

    plantos que parecen prolongar sobre el Paraguay, los esplndidos cultivos

    argentinos de San Ignacio. Establecimiento moderno. Empresa bien conceptuada.

    Territorio Brasileo

    I. Puerto Artaza. -Julio T. Allica. -Yerbas.- Produce alrededor de 1.500.000 kilos

    anuales. 500 a 600 obreros. Establecimiento moderno, excelente organizacin. Los

    trabajos se realizan, en parte sobre tierras de propiedad particular, y en yerbales

    fiscales arrendados al Estado de Paran. Varias hectreas libres de monte dedicadas

    a diversos cultivos. La limpieza de cada hectrea -volteo, destronque, etc., la obra

    ms completa de la regin- cuesta, segn clculos del propietario, $ 55.

    II. Pontn Aragn, de la empresa Larangeira, Mndez y Ca. -Yerbas.- Trabajos en

    el Estado de Matto Grosso, al oriente del Estado de Paran y norte del Paraguay.

    Exporta por esta va fluvial de 5 a 6.000.000 de kilos por ao. Difcil es saber

    exactamente la poblacin obrera de sus yerbales, pero basndose en el dato obtenido

    sobre el nmero de su personal de transporte, puede calcularse aquella en algunos

    miles de hombres, en tiempo de produccin intensa. La empresa por medio de

    agentes especiales contrata la mayor parte de su personal en los departamentos del

    centro y norte paraguayo y por caminos de la frontera, se les interna en los lugares

    del trabajo. Hasta hace algunos aos, el gran mercado de brazos de Posadas

    suministraba un buen contingente de obreros a dicha empresa, pero en la actualidad

    son muy pocos los que contratados all, llegan a Pontn. Los conchabadores hacen

    toda clase de esfuerzos y recurren a todos los medios, an al del engao, como lo

    comprueba el caso ocurrido en el puerto, en los primeros das de enero, caso en el

    cual intervino el seor cnsul de Paraguay en Posadas don Elas Baldobino, y que

    debidamente documentado se presenta en otra parte de estas notas. No hay empresa

    que en el acto del conchabo ofrezca mayores anticipos a los obreros (alcanzan hasta

    quinientos pesos moneda argentina) y ninguna, a la vez, que sea ms temida por

    ellos.

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    No trato de formular cargos a una empresa, que como la de Larangeira, Mndez y

    Ca., me es desconocida, por no haber llegado a sus dominios, sino de apuntar, en

    cumplimiento del deber, una notable modalidad del ambiente obrero regional.

    Desde el Pontn, los hombres contratados en Posadas, Candelaria, Santa Ana, etc.,

    son conducidos en chatas remolcadas por lanchas a nafta -de propiedad de la

    empresa- hasta Puerto San Juan, a tres leguas de Artaza en lnea recta, ms o menos,

    pero en realidad a cinco por las grandes curvas que describe el ro a esa altura.

    Puerto San Juan es el punto de arranque de un ferrocarril de la misma empresa -

    actualmente en construccin- que lo unir a puerto Mongol, ya sobre el famoso

    salto del Guayr, 40 kilmetros. La navegacin desde Pontn a Puerto San Juan, se

    hace con elementos exclusivos de la empresa, lo mismo que desde puerto Mongol

    en adelante, en muchas leguas de extensin. El trayecto entre los mencionados

    puntos lo hacen los peones, en la parte de vas construidas, en zorras tiradas por

    mulas y desde all se dirigen a pie o se transportan en chatas, si lo exigiera la

    distancia, a las zonas de labor. El trabajo de la elaboracin de yerbas es continuo en

    el Estado de Matto Grosso. Segn informaciones suministradas por algunos ex

    obreros de la compaa y por corredores de hacienda que operan en la regin, esta

    tiene establecido, desde tiempos atrs como tipo nico de remuneracin el sueldo

    mensual de cien pesos moneda paraguaya y la comida para todos los trabajadores

    cualesquiera sean las tareas a que se dediquen. La alimentacin es buena, quizs

    mejor que en los otros establecimientos del Alto Paran, pues a la mayor parte de

    las cuadrillas obreras se les suministra, semanalmente, abundante provisin de carne

    fresca. En los casos de enfermedad, de imposibilidad fsica temporaria para el

    trabajo, a los obreros se les descuenta el da y se les carga el valor de los alimentos.

    En las dependencias de la compaa no existe el descanso dominical.

    A propsito de esta fuerte compaa y de los procedimientos de trabajo en los

    yerbales de Matto Grosso, conviene consignar la impresin favorable producida por

    una y otros en el nimo del diputado al Congreso de aquel Estado, seor Vctor de

    Araujo, que en el mes de enero del corriente ao lleg a Posadas, despus de una

    larga gira de inspeccin ordenada por el gobierno de su pas, sobre los yerbales y

    trabajos de referencia. El diputado Araujo declar, interrogado sobre el particular,

    que haba visitado las zonas de uver, Santo Toms, Puerto Mongol, Iguatim,

    Amanbay, Dorados, Brillante y Hiema, y que en ninguno de ellos le fue dado

    recoger la menor queja relacionada con los malos tratos que segn se afirmaba

    reciban los peones de parte de los empresarios o encargados de trabajos. Dijo,

    asimismo, que en su obligacin de inquirir si la empresa (Larangeira, Mndez y

    Ca.) cumple o no el contrato de explotacin de yerbales y la forma de tratamiento a

    los peones, haba podido comprobar que cumple a satisfaccin las obligaciones

    contraidas y que a estos se les trata bien. En lo que respecta al ltimo punto, hace

    notar que slo en Puerto Mongoli se sacrifican de 180 a 200 reses mensuales con

    destino a la manutencin de las gentes de trabajo.

    Particularizndose con la empresa, agreg que cuenta con un gran taller mecnico y

    fundicin de hierro