informe la libertad

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l INFORME EXPOSICIÓN “ENSAYO SOBRE LA LIBERTAD” DE ARTHUR SCHOPENHAUER PRESENTADO POR: ANA DANIELA CAICEDO BRAVO (Código 2110132154) PRESENTADO A: PROFESORA VERÓNICA ARIAS UNIVERSIDAD DE NARIÑO FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS LICENCIATURA EN FILOSOFIA Y LETRAS ELECTIVA DE PROFUNDIZACIÓN EN FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN II

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filosofía ética

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lUNIVERSIDAD DE NARIOFACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS LICENCIATURA EN FILOSOFIA Y LETRAS ELECTIVA DE PROFUNDIZACIN EN FILOSOFA Y EDUCACIN II

INFORME EXPOSICIN ENSAYO SOBRE LA LIBERTAD DE ARTHUR SCHOPENHAUER

PRESENTADO POR:ANA DANIELA CAICEDO BRAVO(Cdigo 2110132154)

PRESENTADO A:PROFESORA VERNICA ARIAS

SAN JUAN DE PASTO, DICIEMBRE 3 DE 2014INFORME EXPOSICIN ENSAYO SOBRE LA LIBERTAD DE ARTHUR SCHOPENHAUER"Nadie ha vivido en el pasado y nadie vivir en el futuro, sino que toda vida es nicamente en el presente. El presente constituye el nico patrimonio de la vida, que nunca puede serle arrebatado. Es el nico consuelo de la fugacidad del individuo, mientras est ah la voluntad de vivir"(Arthur Schopenhauer)En el presente texto se expresan las principales ideas desarrolladas por Arthur Schopenhauer en su libro LA LIBERTAD, aqu se desarrollan una serie de postulados que en fin ltimo van en contra del libre albedro pues a este le da el criterio de ser nuestro problema y lo estudia tomando como base sin duda alguna la filosofa kantiana de ah los mritos y halagos que el autor hace a Kant llamndolo en varias ocasiones El gran maestro de la humanidad.En el orden y segn la presentacin y distribucin de la ecritura del libro de Schopenhauer se desarrollan las siguientes ideas: CAPTULO I DEFINICIONES

El concepto de libertad es negativo y representa para nosotros la falta de todo impedimento y de todo obstculo y como todo obstculo es una manifestacin de la fuerza.

Para la comprensin de esta obra debemos tener en cuenta el concepto de Voluntad que se desarrolla a lo largo del texto y que encontramos las siguientes referencias:

La voluntad tiene por objeto las cosas exteriores, hacia las cuales tiende, a cuyo alrededor gravita y la impulsan (por lo menos como motivos) hacia una determinacin cualquiera, cosa es que nadie puede poner en duda.

La voluntad del hombre no es ms que su yo, propiamente dicho, el verdadero ncleo de su ser y constituye el fondo mismo de su conciencia, como un sustrato inmutable y siempre presente, del cual no puede separarse para penetrar ms all, porque es como quiere y quiere como es.

En cuanto atae a la voluntad, el sentido comn obedece a una inclinacin contraria: concede demasiado al sujeto y muy poco al objeto, haciendo que la volicin se derive enteramente de aquel, sin hacer bastante caso del factor objetivo, o sea, al motivo que, hablando con propiedad determina la esencia individual de las acciones, mientras el carcter general y universal, es decir, su carcter moral y fundamental, se deriva del sujeto. En el escritoLalibertad,Schopenhauer toma como punto de partida la distincin entre un modo popular de entender la libertad, situado en el plano de lo fsico como no impedimento o no existencia de obstculo para lo que el individuo quiere hacer y una libertad intelectual y moral entendida desde la filosofa, que involucra la aceptacin o negacin de principios y que remite al plano ontolgico.

La libertad fsica es la ausencia de obstculos materiales de cualquier naturaleza. Generalmente en nuestro pensamiento la idea de la libertad es atributo de los seres del reino animal, cuyo carcter particular es que sus movimientos proceden de su voluntad, son, como suele decirse, voluntarios, y se les da el nombre de libres cuando ningn obstculo se opone a su realizacin. Hombres y animales son libre cuando ni cadenas, ni trabas, ni enfermedad ni obstculo fsico o material de ninguna clase se oponen a sus acciones, cuando stas se verifican por su voluntad. Entindase por libre la condicin de todo ser que se mueve por su voluntad sola, y que obra nicamente conforme a sta, invencin que en nada modifica la esencia de la nocin. La libertad fsica es emprica en cuanto la experiencia de todos los das nos demuestra que existe, nos muestra su realidadLa naturaleza ha creado al hombre libre, slo el hombre libre es dichoso La libertad poltica debe asimilarse a la libertad fsica en tanto se dice que un pueblo es libre en la medida en que est gobernado por leyes que l mismo crea, entonces obedece a su propia voluntad. La libertad intelectual, Schopenhauer desarrolla lo correspondiente a este tipo de libertad en el apndice I del libro, en donde manifiesta que el hombre es intelectualmente libre lo que significa que sus acciones son el resultado verdadero y no alterado de la reaccin de su voluntad bajo la influencia de los motivos que en el mundo exterior estn presentes a su espritu como al de todos los hombres. La libertad intelectual queda abolida cuando: 1) el entendimiento se perturba temporal o definitivamente; 2) cuando causas exteriores en casos particulares alteran el concepto fijo de los motivos. Puede ser la locura, el delirio, la pasin y la embriaguez; o tambin el de un error decidido e inocente, como el de un hombre que da a beber veneno en lugar de medicinas. La libertad intelectual, que hemos visto completamente suprimida, puede en otros casos disminuir o abolirse parcialmente, y eso suele ocurrir con la embriaguez y la pasin. La pasin es la excitacin sbita y violenta de la voluntad por una representacin que viene de fuera y adquiere la fuerza de un motivo; esa representacin posee tal viveza, que obscurece y no deja llegar al entendimiento todas cuantas pudieran obrar en contrario como motivos opuestos. La embriaguez es un estado que predispone a las pasiones, porque aumenta la viveza de las representaciones sensibles, debilitando, en cambio, el pensamiento en abstracto y acrecentando la energa de la voluntad. La libertad moral. Schopenhauer afirma que la hiptesis del libre albedro debe rechazarse en absoluto, y que todas las acciones de los hombres estn sometidas a la ms inflexible necesidad, le habremos llevado al punto en el cual puede concebir la verdadera libertad moral, que pertenece a un orden de ideas superior. En este punto establece que por necesario se entiende todo lo que resulta de una razn suficiente dada. Toda consecuencia que se deriva de una razn es necesaria y toda necesidad es consecuencia de una razn. La no necesidad (contingencia) equivaldra a la falta de una razn suficiente determinada. En la libertad moral, libre significa lo que no es necesario bajo ningn aspecto, es decir, lo independiente de toda razn suficiente. Tal era el fundamento del pensar de Kant cuando defina la libertad el poder iniciar por s mismo una serie de modificaciones. Las palabras por s mismo, tomadas en su verdadero significado, quieren decir sin causa anterior, lo cual es idntico a sin necesidad. Aqu se establece que una voluntad libre es una voluntad no determinada por ninguna razn, es decir, por nada, puesto que toda cosa que determina a otras es una razn o una causa. En la libertad moral Schopenhauer plantea la hiptesis de libertad de indiferencia y lleva consigo la afirmacin siguiente, que es caracterstica y debe considerarse por lo tanto como seal distintiva e indicio de esa idea: un hombre colocado en circunstancias dadas y completamente determinadas con relacin a l, puede, en virtud de esta libertad de indiferencia, obrar de dos modos diametralmente opuestos.

CAPTULO IIQU SE ENTIENDE POR CONCIENCIA?

A la pregunta Qu se entiende por conciencia? se da respuesta decir que a lo largo del texto cuando encontramos las siguientes referencias o definiciones.

Percepcin directa e inmediata del yo, en oposicin con la percepcin de los objetos exteriores, que es objeto de la facultad llamada percepcin exterior.

La conciencia no nos revela absolutamente ms que la volicin, pero no los motivos que la determinan, los cuales son dados por la percepcin exterior dirigida a los objetos exteriores.

La conciencia, tal como habita en el fondo de todos los hombres, es cosa hasta simple y limitada.

La conciencia establece como un puente entre el mundo interior y el exterior, que no ser por ella quedaran separados por un abismo sin fondo, pues si desapareciera no quedaran en el primero como objetivo ms que meras apariencias, completamente independientes de nosotros en todos sentidos, y en el segundo, voliciones estriles, que seran para nosotros como simples sentimientos.

El sentimiento inherente a nuestra conciencia Puedo hacer lo que quiera nos acompaa siempre y a todas partes, pero afirma sencillamente el hecho de que de que nuestras resoluciones y voliciones, aunque originadas en las sombras honduras de nuestro fuero interno, se realizarn inmediatamente en el mundo sensible, puesto que nuestro cuerpo forma parte de l, como todos los dems objetos. Esta conciencia se establece como un puente entre el mundo interior y el exterior, que a no ser por ella quedaran separados por un abismo sin fondo, pues si desapareciera no quedaran en el primero como objetivo ms que meras apariencias, completamente independientes de nosotros en todos sentidos, y en el segundo, voliciones estriles, que seran para nosotros como simples sentimientos.

La conciencia es una parte muy restringida de nuestro entendimiento, el cual, obscuro por dentro, se dirige hacia el mundo exterior con todas las energas de que dispone. La conciencia de cada cual de nosotros afirma claramente que puede hacer lo que quiera. Y puesto que acciones completamente opuestas pueden ser pensadas, como si hubiera querido efectuarlas, resulta que lo mismo puede hacer su acto como el opuesto, si quiere.

IILA VOLUNTAD ANTE LA CONCIENCIACuando el hombre quiere, quiere algo La volicin tiene siempre un objeto al cual tiende, y no puede ser pensamiento ms que con relacin a tal objeto. La volicin, que en s misma es nicamente objeto de la conciencia se produce por influjo de algn mvil perteneciente al dominio del conocimiento del no yo, y por consiguiente, objeto de la percepcin exterior.

Aqu las nociones de causalidad y necesidad brotan del entendimiento puro que se dirige hacia lo exterior, y no pueden ser reducidas a una expresin filosfica ms que ante el foro de la razn reflexiva.

La conciencia proclama la libertad de los actos, presuponiendo la libertad de las voliciones, cuando lo que est en duda es precisamente esa libertad de volicin, puesto que estudiamos aqu la relacin entre la misma voluntad y los motivos. Y sobre este punto la afirmacin Puedo hacer lo que quiero

La conciencia nada puede decirnos sobre la existencia del libre albedro, ese asunto no cabe en su esfera, puesto que concierne a la relacin de causalidad del mundo sensible (que no se nos da sino por percepcin del mundo exterior) con nuestras resoluciones, y la conciencia seguramente no puede juzgar las relaciones de una cosa completamente extraa a su dominio, con otra que en absoluto le pertenece.

La determinacin del libre albedro del hecho de poder hacer lo que quiera, pero en cada momento determinado de su existencia no puedes querer ms que una cosa precisamente, y solo una, con exclusin de otra cualquiera.

CAPTULO IIILA VOLUNTAD ANTE LA PERCEPCIN EXTERIOR Como esta facultad se dirige esencialmente a lo externo, la voluntad no puede no puede ser para ella objeto de conocimiento inmediato.

Los seres capaces de querer, es decir, objetos apreciables por los sentidos.

La forma ms general y esencial de nuestro entendimiento es el principio de causalidad, y nicamente gracias a este principio, presente siempre a nuestro espritu, es como podemos mirar el espectculo del mundo como conjunto armonioso, porque nos hace concebir inmediatamente como efectos los afectos y modificaciones que se presentan en los rganos de nuestros sentidos. De ah se sigue que el principio de causalidad nos es conocido a priori, es decir como un principio necesario relativamente a la posibilidad de toda experiencia en general; y no es necesaria al parecer, la prueba indirecta, penosa, y casi insuficiente que ha dado Kant a esa importante verdad.

La ley de causalidad comprueba con igual seguridad que cuando la modificacin antecedente (causa) se verifica, la modificacin consiguiente trada por ella (efecto) debe verificarse con absoluta necesidad. Por ese carcter de necesidad, revela el principio causal su identidad con el principio de razn suficiente.

El principio de causalidad que rige todas las modificaciones de los seres se presenta bajo tres aspectos, correspondientes a la triple divisin de cuerpos en inorgnicos, plantas y animales, a saber: 1) la causacin en el sentido ms estricto de la palabra, 2) la excitacin 3) motivacin.

Hay algo que determina y hace del hombre un animal superior y es el carcter individual. sta algunas variaciones: Es individual. Difiere de individuo a individuo. Indudablemente, los rasgos generales del carcter especfico forman la base comn de todos; y por eso ciertas cualidades principales se encuentran en todos los hombres.

El carcter del hombre es emprico. nicamente la experiencia ensea a conocerlo, no slo como es en los dems, sino tambin como es en uno mismo. solo el conocimiento exacto de su carcter emprico da al hombre lo que se llama carcter adquirido. Lo posee el que conoce exactamente sus cualidades personales, buenas y malas, y ve as seguramente lo que puede o no puede esperar y exigir de s mismo.

El carcter del hombre es invariable, y permanece igual durante toda su vida. El hombre, en s, no cambia jams; como obr en determinado caso, obrar siempre si se presentan iguales circunstancias, suponiendo que las conozca exactamente

El carcter individual es innato; es obra de arte, ni producto de circunstancias fortuitas, sino obra de la propia naturaleza. Empieza por demostrarse en el nio, y desde entonces demuestra el pequeo lo que ser de mayor.

CAPTULO IV MIS ANTECESORES

He de traer a la mente del lector citas sacadas de los escritos de algunos grandes hombres, que han tenido la misma opinin que yo.

Jeremas dijo Seor, s que el camino del hombre no es suyo, y que no le corresponde a l dirigir sus pasos.

Lutero combate violentamente la doctrina del libre albedro. Citar: Por eso est escrito en todos los corazones que no existe el libre albedro, aunque obscurezcan esta verdad tantos argumentos contradictorios y la autoridad de algunos grandes hombres. Advertir a los partidarios del libre albedro, para que lo tengan entendido, que al afirmarlo niegan a Cristo.

Los antiguos no deben ser seriamente consultados, porque su filosofa se hallaba en estado de ignorancia o de infancia. En cuanto al grado de claridad y de comprensin al que haban llevado el problema del libre albedro, nos podemos dar cuenta de ello de un modo satisfactorio por la tica a Nicmaco de Aristteles En cuanto a la disposicin natural, claro es que no depende de nosotros; se encuentra en ciertos hombres que han tenido realmente buena suerte, por una especie de influencia divina. Y que luego dice: La primera condicin es que el corazn se incline naturalmente a la virtud, ame la belleza y deteste la fealdad Para ser el ms virtuoso de los hombres no basta con quererlo, si la naturaleza no nos ayuda; pero, sin embargo, esa noble resolucin ayudar a ser mejor

El IV libro de los Macabeos en la biblia es en cierto modo una disertacin sobre el libre albedro, puesto que se prueba en l que la razn tiene fuerza para vencer todas las pasiones y todos los afectos

La expresin precisa ms antigua que conozco de nuestro problema se encuentra en Clemente de Alejandra Ni los elogios, ni los honores, ni los suplicios tienen fundamento justo, si el alma no tiene poder libre para desear y abstenerse y si el vicio es involuntario

Pero el primero que demostr conocimiento perfectamente adecuado de nuestro problema y de cuanto con l se relaciona, es el padre de la iglesia, San Agustn que por esa razn merece ser tomado en consideracin, aunque ms bien sea telogo que filsofo. l dice: Si el hombre, siendo de otro modo, sera bueno, y siendo como ahora no lo es, y no puede serlo, ya no siendo como debe ser, ya vindolo sin poderlo lograr, no hay duda de que semejante estado es una pena y un castigo. Y ms lejos: No debe causar asombro que la ignorancia le implica tener voluntad libre para elegir lo bueno, y que la resistencia habitual de la carne, cuyas fuerzas y rebeliones han crecido naturalmente en cierto modo por la sucesin de los tiempos y de los hombres sujetos a la muerte, vea lo que habra que hacer y lo que quiera sin poderlo realizar. Y en el argumento precitado: Si la misma voluntad no es libertada con auxilio divino de la servidumbre que la hace esclava del pecado y si no tiene ayuda para vencer a los vicios, los mortales no pueden vivir con justicia ni con piedad. Por otra parte tres motivos le inducan a defender el libre albedro: 1) Su oposicin con los maniqueos; 2) la ilusin natural y 3) la necesidad de armonizar la responsabilidad moral del hombre con la justicia divina.

A principios del siglo XVII damos con Vanini, que en su Anfiteatro De La Eterna Providencia dice: Si Dios quiere el mal, lo hace porque est escrito: ha hecho cuanto ha querido. Si no lo quiere, como de todos modos se verifica, hay que decir que Dios es imprevisor, o impotente, o cruel, puesto que no sabe o no puede realizar su voluntad, o no se ocupa de hacerlo Puesto que la esencia, el movimiento de la voluntad, proceden de Dio, a Dios hay que imputar todas las operaciones de la voluntad, buenas o malas, ya que nos es ms que un instrumento en sus manos. Hume si no me engao, fue el primero que no trat de eludir la grave dificultad presentada por San Agust, la expone abiertamente en su Ensayo sobre la libertad y la necesidad, el cual dice lo siguiente: El ltimo autor de todas nuestras voliciones es el creador del mundo, primero que movi esa inmensa mquina y coloc a todos los seres en esa posicin particular de la cual todo suceso subsiguiente haba de resultar por inevitable necesidad. Las acciones humanas, por lo tanto, o pueden no encerrar nada malo como precedentes de tan perfecta causa, o si lo encierran deben envolver a nuestro creador en la censura que merecen, pues lo que se le reconoce como causa final y verdadero autor de ellas. Porque as como un hombre que prendi fuego a una mina es responsable de todas las consecuencias de ese acto, sea la mecha larga o corta, del mismo modo dondequiera que se encuentra una serie continua de modificaciones necesarias, el ser finito infinito que produjo la primera debe ser considerado como autor de todas las dems

El mismo Kant tropieza con el mismo obstculo en la Crtica De La Razn Prctica. parece necesario, en cuanto se admite a Dios como causa primera universal, conceder que es la causa de la existencia de la misma substancia. Por lo tanto, las acciones del hombre tienen su causa determinante en cualquier cosa que est en su poder, es decir, en la causalidad de un ser supremo distinto de l, del cual dependen en absoluto de su existencia y todas las determinaciones de su causalidad. Sea cual fuere la nocin formada del libre albedro desde el punto de vista metafsico, est fuera de duda que las manifestaciones de ese poder, o sean las acciones humanas, se determinan, como los otros fenmenos de la naturaleza, por leyes generales. En la Crtica de la razn pura dice: La voluntad tambin puede ser libre, pero solo en lo concerniente a la causa inteligible del querer, en cuanto atae a los fenmenos y expresiones de esa voluntad, es decir a los actos, slo podemos explicarnos como los dems fenmenos de la naturaleza, esto es, segn las leyes inmutables, siguiendo una inviolable mxima fundamental, sin la cual es imposible hacer uso alguno de nuestra razn en el orden emprico.

Spinoza en su tica dice: Una cosa es libre cuando existe slo por la necesidad de su naturaleza y no se determina a obrar ms que por s misma; una cosa es necesaria, o ms bien, obligada, cuando la determina otra cosa a existir y a obrar segn cierta ley determinada

En cuanto a Fichte, Schelling y Hegel, Schopenhauer hace una serie de crticas y acusaciones muy fuertes con la intencin defender las ideas Kantianas y por ende exaltar la importancia y trascendencia de Kant en la filosofa. Al respecto se encuentran las siguientes afirmaciones: No debo hablar de este trabajo sin advertir, por respeto a la verdad y a Kant, que Schelling, al exponer una de las doctrinas ms importantes y dignas de admiracin, y hasta la ms profundamente pensada de todas las teoras de Kant, no declara abiertamente en parte alguna que a lo menos, el fondo de las ideas que desarrolla pertenece a Kant; es ms: se expresa de tal suerte, que la mayor parte de los lectores, a cuyo espritu no est presente el contenido de las obras largas y difciles del gran hombre, deben figurarse que tienen a la vista los propios pensamientos de Schelling. A Schelling le pasa, por tanto, en este caso con Kant lo que a Americo Vespucio con Coln. Firma con su nombre el descubrimiento de otro. He de decir que la supuesta filosofa de Hegel es una estafa colosal, que ofrecer a la posteridad un tema inagotable de burlas a costa de nuestra poca, una pseudofilosofa que paraliza todas las fuerzas del ingenio, que ahoga todo pensar verdadero, y que por medio de audaces abusos del lenguaje, emplea la verbosidad ms vana y sin sentido ni ideas, y adems embrutecedora, como lo demuestran sus resultados, sin principios ni consecuencias, que no demuestran ni explican nada, sin originalidad, simple parodia del realismo y del espinozismo.

CAPTULO V CONCLUSIONES Y CONSIDERACIN MS ELEVADA

Donde est la culpa debe estar as mismo la responsabilidad, y puesto que el sentimiento de esa responsabilidad es el nico dato que nos hace inducir la existencia de la libertad moral, la libertad misma debe residir donde la responsabilidad reside: en el carcter del hombre.

La distincin entre el carcter emprico y el carcter inteligible, tal como la expuso Kant, procede del mismo espritu que su filosofa toda, cuyo rasgo dominantes es la distincin entre el fenmeno y la cosa en s, y as como para Kant la realidad emprica del mundo sensible subsiste concurrentemente con su idealidad trascendental, as tambin la rigurosa necesitacin emprica de nuestros actos consiste con nuestra libertad trascendental.

Todo hombre obra segn lo que es, y la accin, conforme con su naturaleza, se determina, en cada caso particular por la influencia necesitaste de los motivos. La libertad, que no puede por lo tanto residir en el hacer, debe residir en el ser.

Mi solucin del problema no suprime la libertad, sino que sencillamente la cambia de lugar y la coloca ms arriba, es decir, fuera del dominio de las acciones individuales (donde se puede demostrar que no existe en una esfera ms elevada, pero menos fcilmente accesible a nuestra inteligencia, es decir, que es trascendental).

II APNDICE EXAMEN DE LA DOCTRINA DE KANT SOBRE EL CARCTER INTELIGIBLE Y EL CARCTER EMPRICO

Schopenhauer resalta la filosofa kantiana al hacer estas apreciaciones:

La doctrina de la libertad trascendental y la esttica trascendental son los dos diamantes de la corona de la gloria kantiana, que resplandecer con fulgor eterno.

nicamente la ignorancia y la incultura podran seguir hablando de una libertad existente en las acciones individuales del hombre. Todos nuestros actos van acompaados de la conciencia de nuestro poder sobre nosotros mismos, de nuestra causalidad personal, as como de la de su originalidad.

El individuo, con su carcter innato e invariable, rigurosamente determinado en todas sus manifestaciones por la ley de causalidad, que aparece en los seres inteligentes bajo la forma de motivacin, es solamente un fenmeno.

La responsabilidad presupone la posibilidad de haber obrado de otro modo, y por lo tanto, la libertad, siguese que el sentimiento de libertad est implcitamente contenido en el de responsabilidad.

La libertad no es atributo del carcter emprico sino del carcter inteligible.

La teora de Kant, por ltimo, nos saca del aquel error fundamental que colocada la necesidad en el ser y la libertad en el hacer, y nos convence de que la libertad es lo contrario.

BIBLIOGRAFA

Scopenhauer Arthur. La libertad. Ediciones Coyoacn, S.A. de C.V.